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FAMILIA

En las últimas décadas, han surgido muchos cambios importantes en la sociedad, y la familia no es una excepción.
Desde 1975, las cifras de divorcio se han duplicado provocando un incremento de los hogares con un solo
progenitor. Algo que, hace solo unos años, no estaba socialmente aceptado.

Hoy en día en cambio, el fenómeno del divorcio es bastante habitual. Según afirma el portal Business Insider, que
elaboró un mapa gráfico donde se muestran las tasas de divorcio los distintos países del mundo, España ocupa el
quinto puesto con un 61% de rupturas de pareja.

La importancia de la familia en el desarrollo de los niños y los jóvenes

La familia es sumamente importante en el desarrollo de los niños, pues es, posiblemente, el agente socializador que
más va a influir en su crecimiento. De hecho, los niños necesitan de los adultos durante un largo periodo de tiempo,
lo que ha provocado que todas las sociedades se organicen en torno a grupos de personas que generalmente
conocemos como “la familia”.

Pero con los cambios que han ido sucediendo en los último años respecto a las estructuras familiares, los más
pequeños, en ocasiones, han tenido que vivir entornos familiares que no siempre son los idóneos. Las familias
educan a los hijos, y su objetivo primordial debería ser aportarles una base sólida para que puedan afrontar el futuro
con las mejores garantías posibles. En otras palabras, las familias deben ayudarles a que aprendan a ser respetuosos
con los demás, a que tengan una personalidad fuerte y resistente o adquieran seguridad afectiva y económica, en
resumen, prepararles para la una vida adulta exitosa. Por desgracia, esto no siempre sucede así.

Familias tóxicas o patológicas

La importancia de la familia en el bienestar emocional de sus miembros ha sido de interés científico durante las
últimas décadas. No solamente por el origen genético de algunas patologías como la esquizofrenia, sino por la
importancia del ambiente y la influencia de las estructuras familiares en los trastornos mentales.

En el ámbito de la salud mental, cada vez hay más conciencia de cómo afectan las dificultades familiares a sus
miembros, por lo que es necesario que éstos afronten sus dificultades de la mejor manera posible. En este sentido,
lo que diferencia a una familia disfuncional de una funcional no es la presencia o no de problemas, sino que lo
importante es la utilización de los patrones de interacción recurrentes que dificultan el desarrollo social y
psicológico de sus miembros, y afecta a su adaptación y resolución de conflictos.

Para saber más: "Familias tóxicas: 4 formas en las que causan trastornos mentales"

Estabilidad y cambio en la familia

Como se ha mencionado, la familia normal no está exenta de dificultades o problemas, lo que obliga a basarse en un
esquema conceptual del funcionamiento familiar para poder entender su disfuncionalidad. La familia normal está en
constante funcionamiento eficaz, y a pesar de las dificultades es capaz de transformarse, adaptarse, y
reestructurarse a lo largo del tiempo para continuar funcionando.

Es importante diferenciar la familia disfuncional de la familia pobre. Esta última está caracterizada por las
dificultades de satisfacción de los recursos económicos. De entrada, las familias pobres no tienen por qué ser
disfuncionales, sin embargo, las investigaciones científicas han aportado datos que afirman que las familias con
escasos recursos económicos pueden tener dificultades a la hora de llevar a cabo las distintas funciones familiares.
Por ejemplo, la educación o desarrollo afectivo y relacional de sus hijos.

Tipos de familias de familia que existen

Ya que la familia parte de la sociedad, es una estructura que puede cambiar a lo largo del tiempo. La estructura
familiar no indica si una familia es funcional o no, sino que simplemente tiene que ver con la forma de ésta y los
miembros que la integran.

Esta variedad de formas incluyen las siguientes.

1. Familia nuclear (biparental)


La familia nuclear es lo que conocemos como familia típica, es decir, la familia formada por un padre, una madre y
sus hijos. Las sociedades, generalmente, impulsan a sus miembros a que formen este tipo de familias.

2. Familia monoparental

La familia monoparental consiste en que solo uno de los padres se hace cargo de la unidad familiar, y, por tanto, en
criar a los hijos. Suele ser la madre la que se queda con los niños, aunque también existen casos en en que los niños
se quedan con el padre. Cuando solo uno de los padres se ocupa de la familia, puede llegar a ser una carga muy
grande, por lo que suelen requerir ayuda de otros familiares cercanos, como los abuelos de los hijos. Las causas de la
formación de este tipo de familias pueden ser, un divorcio, ser madre prematura, la viudedad, etc.

3. Familia adoptiva

Este tipo de familia, la familia adoptiva, hace referencia a los padres que adoptan a un niño. Pese a que no son los
padres biológicos, pueden desempeñar un gran rol como educadores.

4. Familia sin hijos

Este tipo de familias, las familias sin hijos, se caracterizan por no tener descendientes. En ocasiones, la imposibilidad
de procrear de los padres lleva a éstos a adoptar a un hijo.

5. Familia de padres separados

En este tipo de familia, que podemos denominar familia de padres separados, los progenitores se han separado tras
una crisis en su relación. A pesar de que se nieguen a vivir juntos deben seguir cumpliendo con sus deberes como
padres. A diferencia de los padres monoparentales, en los que uno de los padres lleva toda la carga de la crianza del
hijo sobre sus espaldas, los padres separados comparten funciones, aunque la madre sea, en la mayoría de
ocasiones, la que viva con el hijo.

6. Familia compuesta

Esta familia, la familia compuesta, se caracteriza por estar compuesta de varias familias nucleares. La causa más
común es que se han formado otras familias tras la ruptura de pareja, y el hijo además de vivir con su madre y su
pareja, también tiene la familia de su padre y su pareja, pudiendo llegar a tener hermanastros.

7. Familia homoparental

Este tipo de familia, la familia homoparental, se caracteriza por tener a dos padres (o madres) homosexuales que
adoptan a un hijo. También puede haber familias homoparentales formadas por dos madres, obviamente.

8. Familia extensa

Este tipo de familia, la familia extensa, se caracteriza porque la crianza de lo hijos está a cargo de distintos familiares
o viven varios miembro de la familia (padres, primos, abuelos, etc.) en la misma casa. Si alguna vez habéis visto la
famosa serie “El Príncipe de Bel Air”, se puede ver como Will vive en casa de si tío, que adopta el rol de padre de
éste. También puede suceder que uno de los hijos tenga su propio hijo y vivan todos bajo el mismo techo.
Psicologia Cultural
Muchos aspectos de cómo nos comportamos y de cómo pensamos tienen que ver no con nuestras experiencias de
vida personales ni con nuestra genética, sino con la cultura en la que estamos inmersos.

De hecho, aunque en la actualidad el punto de vista predominante sea el occidental, no hay que perder de vista el
hecho de que, en ciertos lugares, la frontera cultural hace que tribus que viven en una misma región no se
comprendan entre sí si por idioma ni por costumbres y mentalidad.

La psicología cultural es la rama de la psicología que trata de ocuparse de este aspectode la mente humana,
basado en la diversidad y con la herencia cultural que recibimos. Veamos qué es exactamente y para qué sirve.

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Psicología Cultural: una definición

La psicología cultural es una parcela de la psicología que se encarga de estudiar el modo en el que los elementos
culturales influyen en el comportamiento, las costumbres y la percepción de grupos de personas. Es decir, que
examina el contexto en el que viven las personas para encontrar en él causas de que los individuos tiendan a actuar
de un modo y no de otro.

Por ejemplo: ¿te has preguntado alguna vez a qué se debe que en la India muchas personas se nieguen a sacrificar
vacas? La respuesta fácil a esto consiste en señalar que para buena parte de la población las vacas son sagradas,
pero en realidad esto no explica mucho. ¿Qué es lo que hace que el hecho de que las vacas sean sagradas sea algo
sostenible?

Los psicólogos culturales son capaces de investigar acerca de las diferentes maneras en las que la sociedad de este
país saca provecho de estos animales sin tener que matarlos. A su vez, tienen herramientas para conocer dónde
están los límites del respeto que estas personas tienen por las vacas.

Lo mismo ocurre con muchos otros fenómenos culturales. Este tipo de psicólogos se encarga de buscar en la
sociedad las causas de patrones de comportamientos y, mediante predicciones, conocer qué nuevas acciones
chocarían con estas costumbres y cuáles no.

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Su relación con la sociología y la antropología

La psicología cultural guarda una relación estrecha con dos ciencias sociales: la sociología y, especialmente, la
antropología.

Con la sociología

La sociología se encarga de estudiar fenómenos sociales en un sentido amplio. Por ejemplo, la formación de ghettos
y la estratificación social, o los patrones migratorios en un país. Por lo que respecta a la psicología cultural, puede
proporcionar datos, especialmente cuantitativos, para ayudar a comprender las dinámicas históricas que han ido
dando forma a una cultura específica.

Con la antropología

La antropología, a diferencia de la sociología, se centra más bien en comprender las culturas en sí mismas, con todos
los símbolos, costumbres, rituales y conceptos característicos. Dicho de algún modo, mientras que la sociología
estudia las formas de lo que ocurre en la sociedad, la antropología estudia el contenido de las unidades culturales
que intervienen en esta dinámica de cambios colectivos.

 Artículo relacionado: "Diferencias entre la Psicología y la Antropología"

Las funciones de la Psicología Cultural

Los principales ámbitos de aplicación de la psicología cultural son los siguientes.


Ayuda a comprender etnias

En un mundo cada vez más globalizado como lo es el nuestro, es muy importante conocer el tipo de población que
hay en una región en la que se van a desplegar iniciativas extranjeras. Los psicólogos culturales pueden trabajar
como asesores de empresas o de cualquier otro tipo de organización para que lo que se hace no tenga una
repercusión negativa sobre el modo de vida de estas personas y que, de paso, no se malgaste mucho tiempo y
dinero en iniciativas que simplemente no funcionan.

Permite intervenir en conflictos

En los esfuerzos de mediación siempre es bueno tener claro que las partes enfrentadas en ocasiones no comparten
una misma visión de la realidad. El lenguaje y la ideología difieren entre colectivos, y si lo que se quiere es lograr un
buen encaje, ha que conocer primero cómo son las piezas que se pretende juntar.

Sirve para detectar aspectos diferenciales

Algo que caracteriza la hegemonía de una cultura (en el caso de los tiempos presentes, la Occidental) es que todas
aquellas etnias que no forman parte de la dominante quedan tan ignoradas que muchas de ellas se desconocen, y
simplemente se asume que son como las demás pero con ciertas características folclóricas y estéticas propias.

La psicología cultural participa en el proceso de comprender el calado de estas diferencias entre comunidades y, en
definitiva, a poner luz sobre algo que antes parecía una malgama de culturas por el simple desconocimiento y sesgo
eurocentrista.

Apoya a otras disciplinas

Por supuesto, la psicología cultural no solo se nutre de la sociología y la antropología: también contribuye a que
estas avancen. Lo hace participando en el resto de funciones que hemos visto y adoptando una perspectiva centrada
en el modo en el que lo social y cultural, a lo largo del tiempo, influye sobre las acciones, percepciones y
pensamientos de las personas.
Sesgo de Confirmación
Algunas personas identifican el corazón con la emoción y el cerebro con lo racional. Es un error. Tal y como indican
muchísimos estudios, la irracionalidad está perfectamente integrada en el funcionamiento de nuestro sistema
nervioso, en el cual se incluye el cerebro humano.

Uno de los aspectos de nuestra conducta en los que más se deja notar ese componente irracional son los sesgos
cognitivos, es decir, deformaciones en la manera de razonar que acostumbran a ser inconscientes e involuntarias.
Uno de los más frecuentes es el sesgo de confirmación, muy frecuentes tanto en nuestra vida diaria como en lo
profesional. Veamos en qué consiste.

 Artículo relacionado: "Los sesgos cognitivos: descubriendo un interesante efecto psicológico

¿Qué es el sesgo de confirmación?

Dicho de un modo resumido, el sesgo de confirmación es una propensión a dar más importancia y credibilidad a los
datos que encajan con nuestras creencias que a aquellos que las contradicen, aunque en un principio ambas
informaciones sean igual de fundamentadas.

Este sesgo no solo es negativo porque contribuya a que nuestras ideas no cambien. Además, bajo su efecto
corremos el riesgo de creer que ideas totalmente discutibles y opinables son casi verdades reveladas, conocimiento
puramente objetivo que sería poco sensato poner bajo sospecha. Es decir, que el sesgo de confirmación es el peor
enemigo de la filosofía, dado que refuerza constantemente las ideas que de manera automática hemos decidido
creer a toda costa.

El papel de la disonancia cognitiva

La disonancia cognitiva es un concepto muy conocido en el ámbito de la psicología, y consiste en el sentimiento de


malestar que experimentamos cuando una idea entra en conflicto con una de nuestras creencias.

A veces aprendemos a gestionar este malestar de un modo constructivo modificando nuestras explicaciones acerca
de la realidad, y otras no lo conseguimos y nos limitamos a manipular esas ideas de cualquier manera para que
prime la importancia de lo que ya veníamos creyendo desde antes. El sesgo de confirmación es uno de esos
elementos que nos lleva a descartar ideas provocadoras por el simple hecho de serlo.

Para entender mejor lo que es un sesgo de confirmación y el modo en el que la disonancia cognitiva puede ser mal
gestionada, veamos algunos ejemplos basados en un caso ficticio.

 Quizás te interese: "Falsa autoconfianza: la pesada máscara del autoengaño"

Ejemplos de sesgo de confirmación

Imaginemos que, después de visitar algunas páginas web pertenecientes a partidos de extrema derecha, a una
persona le empieza a rondar por la cabeza la idea de que la población negra originaria de varios países africanos es
menos inteligente que los europeos y los asiáticos.

Según este punto de vista, la pobreza y el poco desarrollo tecnológico vivido en estas regiones se debería a una
menor habilidad cognitiva en el promedio de los habitantes de esta región. Esta es una idea seductora, porque nos
ofrece una explicación simplesobre un fenómeno que antes creíamos más complejo, y gracias a esto, y aunque no
se dé cuenta, esa persona empieza a atribuir la pobreza y las desgracias sufrida en estas zonas a la baja inteligencia
de estas gentes.

Sin embargo, como sus ideas encajan mal con el modo de pensar de muchos de sus vecinos, las creencias de esta
persona pronto se ven confrontadas. Algunos dicen que dar por supuesto la inferioridad intelectual de la población
negra resulta muy gratuito, especialmente teniendo en cuenta que aún se sabe muy poco acerca de lo que hace que
algunas personas sean más o menos inteligentes. Ante esto, la persona cae en la cuenta de que quien le replica de
este modo es conocido por ser activista de izquierdas, y asume por tanto que su visión de la realidad ha sido
distorsionada por la propaganda progresista. Esto hace que no tenga en cuenta lo que le dice.
Otra persona señala que, incluso aunque prácticamente ya no exista esclavitud en los países occidentales, la pobreza
de las generaciones pasadas de negros aún afecta a la educación de las nuevas generaciones, y por eso el desarrollo
de muchos niños y niñas se ve complicado por la escolarización de mala calidad, la mala alimentación y demás
factores que se ha demostrado que contribuyen a que el CI disminuya. Pero esta explicación, a los ojos del otro, es
demasiado enrevesada, y por ello la rechaza: la explicación más simple tiene que ser que esa tendencia a la baja
inteligencia está en la propia biología de las personas.

Finalmente, un vecino objeta que incluso en personas negras de clase media, el estigma que pesa sobre las personas
negras en general a causa del racismo tiene el poder de hacer que sus expectativas de vida sean mucho más
modestas, por lo cual no le den tanta importancia a la educación desde pequeños y que, por consiguiente, lleguen
con más inseguridad y menor experiencia a las pruebas de inteligencia, baterías de ejercicios que recuerdan mucho a
todo lo que se hace en el contexto académico. Pero esta explicación sigue sin ser tan simple y “hermética” como la
idea de que las personas negras son menos inteligentes, así que también es tomada como una deformación de la
realidad para hacer que esta encaje en la propia ideología.

En el futuro, esta persona se fijará en todas las representaciones de personas negras que aparecen por la televisión y
demás medios de comunicación, y cada vez que vea un caso de asesinato por parte de un ciudadano afroamericano,
por ejemplo, lo atribuirá a la incapacidad de este para ganarse la vida de forma civilizada. Por otro lado, cuando vea
a una persona negra que ha tenido éxito en la vida y dispone de una formación y educación excelentes, lo atribuirá a
la influencia que “la cultura blanca” ha tenido sobre él.

Ignorando lo que nos contradice, aceptando lo que nos reafirma

Tal y como hemos visto en el ejemplo, el sesgo de confirmación puede tener consecuencias dramáticas en el modo
en el que interpretamos la realidad. Por ejemplo, hace que la simplicidad de una creencia sea vista como una
cualidad positiva de esta, independientemente en los peligros que entrañan los simplismos: nos puede llevar al
pensamiento circular, porque una creencia tan simple lo explica todo y a la vez no explica nada.

Por otro lado, otra característica del sesgo de confirmación es que hace que todas las experiencias que pueden ser
usadas para reforzar una creencia capten de inmediato nuestra atención, mientras que las que nos contradicen sean
ignoradas o, como máximo, nos lleven a pasar de puntillas sobre ellas, buscando cualquier explicación que permita
hacer ver que nuestras ideas no tienen por qué verse amenazadas.

En el ejemplo, las hipótesis basadas en la influencia social y la educación son descartadas sistemáticamente a favor
de una explicación basada en la biología, pero ocurre lo contrario al ver a una persona negra y mucho más formada
que la media de ciudadanos: en este caso, la explicación sí está en lo social.

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