EL CEMENTO EN

LAS
CONSTRUCCIONES
 EL CEMENTO COMO MATERIAL DE CONSTRUCCIÓN

El cemento, un material de construcción

omnipresente en casi todos los proyectos
de construcción, de urbanismo y arquitectónicos es un
conglomerante hidráulico al cual, mediante la adicción de
productos pétreos (sobre todo grava y arena) y
agua produce una mezcla maleable, uniforme y plástica.
Es uno de los materiales más utilizados en las obras.
Después de su fragua y endurecimiento adquiere
una resistencia y una textura similar a la piedra. Tras su
fraguado y la adquisición de fisonomía pétrea el resultado
se denomina hormigón. El uso más habitual de este
conglomerado es la construcción y la ingeniería civil y
hay auténticos expertos en los estudios de
arquitectura sobre este material. La función que realiza el
hormigón es la de servir de aglutinante.

USOS DEL CEMENTO

El uso del cemento se remonta a muchos siglos

atrás. Ya en la antigüedad existían morteros y pastas que
estaban formados por
conglomerado; en aquellos tiempos se mezclaba la arcilla,
el yeso y la cal. También encontramos, en la Grecia
Clásica, el uso de tobas volcánicas provenientes de la isla
de Santorini que seguramente fueron los
primeros cementos naturales que existieron dentro de la
arquitectura y la construcción.

En la actualidad encontramos en el mercado dos tipos

diferentes de cemento, por un lado aquel que es
de origen arcilloso y otro que es de origen puzolánico;
este último tipo de cemento es de tipo orgánico o
volcánico, mientras que el de origen arcilloso suele estar
formado por mezcla de arcilla y caliza en una proporción
de 1 a 4. El cemento puzolánico está más indicado, por
ser un material “noble”, para remodelaciones de edificios
históricos
Los tipos de cementos, dentro de esas dos grandes
categorías son variados, dependiendo el uso de un tipo
específico a cual sea la misión de ese cemento. Cada
uno de los diferentes tipos de cemento depende de
la resistencia y durabilidad. Si analizamos los cementos
desde un punto de vista químico nos encontramos en
que los mismos se forman por una mezcla de silicatos de
alumninatos de calcio. La mezcla se muele para obtener
un grano muy fino.

Cuando el grano se mezcla con el agua se convierte, a

medida que va fraguando, en un compuesto sólido.
Cuando se ha solidificado completamente lo que se logra
es un material con textura pétrea que tiene una gran
resistencia estructural, por lo cual diversos tipos de
cemento se utilizan para la construcción de edificios. El
cemento portland ha adquirido carta de naturaleza y es uno
de los elementos indispensables en cualquier paisaje
urbano.

Compuestos en tanto en cuanto no afecten a las

cualidades esenciales del cemento.
Para lograr cemento Portland es necesario que todos
sus componentes se pulvericen al mismo tiempo que el
clinker. Cuando al cemento portland se le añade agua se
forma una pasta sólida que se va endureciendo
progresivamente. El logro de su resistencia
característica se logra en varias semanas.
El cemento, material fundamental en construcción
El cemento es uno de los prioritarios materiales de la construcción utilizados para
viviendas, edificios, puentes, y todo tipo de construcciones. Es el elemento
imprescindible que permite erigir despliegues verticales resistentes, con una
flexibilidad adecuada a los terrenos, y es también muy versátil en su uso.

Qué es el cemento
El cemento es una mezcla conglomerante elaborada a partir de la hidratación en
agua de caliza y arcilla molidas, a las que se añade áridos como gravas y arenas
para adquirir mayor fortaleza. Se mezclan los componentes secos y, luego de su
hidratación, ha de aplicarse prontamente, pues se secado es relativamente rápido.
Esta mezcla hidratada propicia una pasta flexible y plástica, muy uniforme (si los
secos han sido bien molidos, claro) que al secar o fraguar adquiere una dureza y
una resistencia únicas. También se trata de una pieza flexible, soportando bien las
fluctuaciones y movimientos de la tierra.

ipos de cemento
Hay una variedad de tipos de cemento, designados a partir de su composición.
Cada variante de este material tiene sus mejores usos y aplicaciones, en los
distintos sectores de la construcción:

El cemento portland es un cemento cocido en su materia prima. Ya molidas, se

cuece las calizas y arcillas a unos 1500°C, formando al enfriar el llamado clinker, al
que se agrega piedra o yeso natural previo a la hidratación. También se puede
agregar silicatos y aluminatos.

El cemento portland también puede ser derivado en cemento con adiciones

activas, que es la mezcla a la que se añade hasta un 35% de otros componentes:
escoria siderúrgica, humo de sílice, puzolana natural y calcinada, ceniza volcánica
silícea, ceniza calcárea y caliza. También puede convertirse en cemento resistente
con sulfatos.

El cemento siderúrgico es la mezcla del clinker del portland y un regulador de

fraguado, con escoria siderúrgica. Es un cemento frío (no eleva su temperatura al
comenzar el fraguado, a diferencia de la mayoría de los demás mencionados), y
es activo hidráulicamente.
Aditivos para cemento
El cemento puede componerse también de aditivos que trabajen mejorando sus
propiedades elásticas, hidráulicas o también su aspecto. Puede pigmentarse y
pintarse, alisarse y tratarse, y modelarse y formar con él piezas independientes
que, posterior al fraguado, se acoplan a la construcción. La construcción con
piezas pre modeladas de cemento acelera los tiempos de espera, y asegura una
buena fijación y resistencia, pues se trata de piezas correctamente curadas y
fraguadas de antemano a la construcción, en recintos controlados.