Un grupo de 13 expresidiarios se encuentran en una estación orbital que gira
en torno a Mercurio, su objetivo es establecer una base polar permanente y encontrar fuentes para la extracción de recursos minerales. Se les conmuta su pena por un año de trabajo arduo en la estación. Es hecho de tal manera ya que, evidentemente, nadie quiere ir de manera voluntaria. En la mayoría de los casos, son inmigrantes que se les promete la residencia norteamericana. Todos los integrantes de la tripulación son personas con grados de estudios diferentes en áreas del conocimiento distintas, hay desde geólogos hasta programadores. Para poder bajar a nivel de suelo del planeta, hacen uso de la última tecnología existente, entre la que se encuentra un dispositivo capaz de emular su presencia para la operación de humanoides en superficie del planeta, ellos estando remotamente, lo que reduce el riesgo que ellos estén ahí físicamente a la intemperie del planeta más cercano al Sol. Toda la estación y lo que sale de ella se encuentra controlada por Núcleo, una computadora cargada con lo último de inteligencia artificial disponible. Para mantenerlos cuerdos durante toda la misión que se les impuso, Núcleo creo un sistema en el que cada tripulante a la hora de dormir, hace uso de una realidad alternativa que ellos crearon y todo lo que desean vivir está en ella, llamada “recreo”. También, gran parte de los conflictos comienzan cuando los tripulantes empiezan a tener pesadillas dentro de su tiempo en “El Recreo”, pero no le prestan atención pese a que entre ellos saben que ocurren, hasta que muy tarde, se enteran que era una falla conocida del simulador, una de tantas que, les prometieron que no existían. Finalmente, se devela que, como en varias obras más, ellos fueron enviados prácticamente a que experimentaran con ellos, puesto que, desde el principio, todo fue ajustado para que creyeran que cumpliendo la misión que les fue impuesta, serían exonerados de todos los crímenes que en algunos supuestamente, cometieron, pudieron reintegrarse a la sociedad que siempre conocieron en la Tierra, pero no fue así. Desde el comienzo las lecturas estuvieron de niveles ácidos y exposición solar, entre otros parámetros estuvieron erróneos, y en poco tiempo iban a morir, dejando espacio para una nueva generación de presidiarios con habilidades similares a sus predecesores para poder continuar con el progreso de la misión, siendo así un ciclo sin fin. Todo se reduce a que es una opción que el gobierno se encuentra estudiando, a fin de hacerla viable en caso que sea necesario poblar otro planeta. Supone que al final, pese a que se establezca una base permanente en Mercurio, conlleva muchas implicaciones para la vida humana tal y como la conocemos y principalmente para generaciones futuras (partos, longevidad, resistencia al dolor, complexión, ciclos menstruales, agudeza visual, etc.), y que, tras estos factores, sería físicamente imposible para el cuerpo humano el poder regresar si quiera de visita al planeta de sus antepasados. Es un libro muy fascinante puesto que basa toda la narrativa en hechos científicos, lo que hace más palpable la realidad que se presenta en toda la extensión de la obra, como puede ser ejemplos de las consecuencias de la gravedad que ellos sufren (alargamiento de huesos de la columna vertebral, en general, se hacen más altos), su sistema inmulógico se hace muy débil, consecuencia de la excesiva radiación que sufren del Sol, entre otros más.