Virtud

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autor Manuscrito
Res cuenta. Autor manuscrito; disponible en PMC 2012 13 de diciembre.
Publicado en forma editada final como:

Res cuenta. 2012; 19 (6): 329-343. doi: 10.1080 / 08989621.2012.728908.
Las virtudes éticas en la investigación científica
David B. Resnik, JD, Ph.D.

Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental, Institutos Nacionales de Salud, Research Triangle Park, Carolina del
$ Marca de agua de texto
Norte, EE.UU.
Abstracto
La mayoría de los enfoques para la promoción de la integridad en la investigación están en basado en principios que retratan la conducta ética que
consiste en la adhesión a normas éticas, deberes o responsabilidades. Bruce MacFarlane ha criticado recientemente el enfoque basado en el
principio de promoción de la integridad en la investigación y que ofrece una alternativa basada en la virtud. MacFarlane argumenta que los
enfoques basados en principios no proporcionan una orientación adecuada para la toma de decisiones ética y no son muy útiles en la educación
moral. En este artículo, examino y defensa del enfoque basado en la crítica de la virtud MacFarlane. Sostengo que los enfoques basados en
principios basados en la virtud y de la ética son complementarios y que ambos pueden ayudar a promover la integridad de la investigación.
Palabras clave
Toma de decisiones; educación; liderazgo; tutoría; política; principios; ética de la investigación; virtud
INTRODUCCIÓN
La mayoría de los enfoques para la promoción de la integridad en la investigación están en basado en principios que retratan la
conducta ética que consiste en la adhesión a normas éticas, deberes o responsabilidades. Ética directrices y códigos de
conducta adoptados por las asociaciones profesionales suelen estar enmarcados en términos de reglas, deberes o
responsabilidades. Por ejemplo, el Código de Nuremberg (1949), consta de diez directrices para la experimentación con seres
humanos, la Declaración de Helsinki incluye treinta y cinco principios éticos para la investigación médica en seres humanos
(Asociación Médica Mundial, 2008), y El Informe Belmont articula tres principios para la investigación en seres humanos
(Comisión Nacional, 1979). En 2010, los participantes en la segunda Conferencia Mundial sobre Investigación Integridad
desarrollaron la Declaración de Singapur sobre Integridad en la Investigación, que incluye cuatro principios y catorce
responsabilidades relacionadas con la conducta ética de la investigación científica en varias disciplinas, no sólo la investigación
con seres humanos. Algunos ejemplos de los códigos profesionales de ética de investigación establecidas en términos de
reglas, deberes o responsabilidades incluyen las aprobadas por la American Chemical Society (2007), la Sociedad Americana
de Física (2002), y la Sociedad Americana de Microbiología (2005). libros de texto y monografías basadas en principios de
ética de la investigación incluyen obras de ShraderFrechette (1994), Resnik (1998), Macrina (2005), Steneck (2007), Shamoo y
Resnik (2009),
En un libro profundo, Investigando con integridad, Universidad de profesor de educación de Hong Kong Bruce MacFarlane (2008)
critica el enfoque basado en el principio de promoción de la integridad en la investigación y defiende un enfoque basado en la
virtud. MacFarlane argumenta que los enfoques principlebased no proporcionan una orientación adecuada para la toma de
decisiones éticas y no son
Correspondencia: David B. Resnik, JD, Ph.D., Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental, Institutos Nacionales de Salud, Caja 12233, Mail Drop CU 03,
Research Triangle Park, NC 27709, EE.UU.. resnikd@niehs.nih.gov.
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muy útil en la educación moral. En este artículo, voy a examinar y criticar defensa del enfoque basado en la virtud de
MacFarlane. Voy a argumentar que los enfoques basados en los principios a la ética son complementarios y que ambos pueden
ayudar a promover la integridad de la investigación basada en la virtud.
EL método de principios BASADA

Con el fin de explicar y evaluar la posición de MacFarlane, es necesario entender la diferencia entre el enfoque basado en la
virtud y basado en principios de ética (o moral). La idea central del enfoque basado en el principio es que la conducta ética
consiste en siguientes reglas de comportamiento (Beauchamp y Childress, 2009). Estos incluyen reglas generales (es decir,
principios), así como normas específicas (es decir, derechos, obligaciones, derechos o responsabilidades). Normas
específicas se pueden derivar de las generales. Por ejemplo, un principio de no maleficencia (no hacer daño) implica
obligaciones de no matar, la violación o asalto seres humanos inocentes.
En la filosofía, la figura más a menudo asociado con el enfoque basado en el principio es el filósofo alemán del siglo XVIII
Immanuel Kant. Kant (1964) sostuvo que la conducta ética consiste en actuar de acuerdo con el motivo del deber (deber por el
deber) en lugar de auto-interés o algún otro motivo. el deber de uno es determinada por un principio moral general, conocido
como el imperativo categórico (IC). Según una versión de la IC, debemos seguir máximas (o reglas de acción) que podrían
convertirse en leyes universales para todos los seres racionales. El CI implica una variedad de normas subsidiarias, como los
derechos de no dañar u otras personas o de uno mismo, no mentir, para mantener nuestras promesas, para beneficiar a otros, y
así sucesivamente.
El filósofo del siglo XIX Inglés John Stuart Mill (2003) hervida ética reduce a una simple regla (conocido como el principio
de la mayor felicidad o principio de utilidad): uno debe realizar la acción que promueve el mayor equilibrio de la felicidad /
infelicidad general para todas las personas en sociedad. Mill también sostuvo que muchas de las normas generalmente
aceptadas de la moralidad se basan en este principio único. Otros utilitarios, como Richard Brandt (1998), han
desarrollado sistemas de reglas basadas en el principio de utilidad.
Mucho antes de Kant y Mill escribió acerca de la ética, del Inglés filósofo del siglo XVII Thomas Hobbes (2006)
argumentó que la moralidad consiste en reglas que se adoptarían por personas que se unen para formar una sociedad
civil. Antes de formar una sociedad civil, las personas viven en lo que Hobbes llama el estado de la naturaleza. La vida
en el estado de naturaleza es difícil: es posible que se viole o mate con facilidad, han propiedad robada, sufren de
hambre o enfermedad, y así sucesivamente. Hobbes argumentó las personas en el estado de naturaleza se dará cuenta
de que está en su propio interés de cooperar para el bien común, y que van a entrar en un contrato social en el que se
ponen de acuerdo para formar un gobierno y vivir por las reglas de beneficio mutuo . Otros filósofos políticos y morales
que trabajan dentro de la tradición del contrato social, como John Rawls (1971),
A principios del siglo 20, filósofo escocés WD Ross defendió un enfoque basado en principios de ética que ha tenido una
influencia considerable. Ross argumentó que la conducta ética consiste en seguir los principios ampliamente aceptados, como
la fidelidad, no maleficencia, justicia, beneficencia, y la superación personal. Estos principios veces entran en conflicto, sin
embargo, y cuando lo hacen, se deben considerar cuidadosamente los hechos y nuestras opciones y usar nuestro juicio moral
e intuición para decidir qué hacer (Ross, 1930). vista de Ross tiene un atractivo considerable, ya que despoja a la moralidad
de algunos de los polémicos conceptos y supuestos asociados con sólidas teorías morales, como el kantismo o el utilitarismo,
y se centra en una lista simplificada de reglas que tienen una amplia aceptación.
En la década de 1970, Tom Beauchamp y James Childress (2008) desarrollaron un enfoque de la ética biomédica similar a la vista
de Ross. Defendieron una lista de cuatro ampliamente aceptado ética

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principios el respeto a las personas, no maleficencia, beneficencia y justicia-que dijeron que se aplica a la conducta y la toma
de decisiones en biomedicina. Cuando surgen conflictos, se debe utilizar el juicio moral y el razonamiento para decidir qué
hacer. El ejercicio del juicio y el razonamiento moral consiste en evaluar cuidadosamente las opciones disponibles a la luz de
los hechos y consideraciones éticas relacionadas con la decisión. También hay que decidir cómo dar prioridad a los principios
cuando surgen conflictos. Otros autores han desarrollado enfoques para la toma de decisiones morales similar a la vista de
Beauchamp y Childress. Por ejemplo, Kass (2001) ha propuesto una lista de principios éticos para la salud pública, Shamoo y
Resnik (2009) han articulado una lista de principios éticos para la investigación científica, y Resnik (2012) defiende una serie
de principios éticos para la salud ambiental.
También es importante tener en cuenta que las principales religiones del mundo incluyen también los principios éticos. Por
ejemplo, la Biblia Hebrea incluye los Diez Mandamientos y otras reglas de conducta. Estas reglas datan de tiempos de
Moisés (circa 1300 aC). El Nuevo Testamento da cuenta de las enseñanzas de Jesús de Nazaret. Jesús instó a sus
seguidores a amar al prójimo como a ti mismo y seguir la regla de oro, es decir, hacer a los demás como te gustaría que te
hicieran a ti (Biblia, 2004). Otras tradiciones religiosas, incluyendo el Islam, el hinduismo, el budismo y las religiones
africanas y americanas nativas, también incluyen normas éticas (Smith, 1991).
Una de las críticas habituales de enfoques basados en el principio de la ética es que estas teorías no proporcionan una orientación
adecuada por razones éticas cuando los principios de conflictos de toma de decisiones. Kant y Mill manejan este problema
apelando a un principio general (como el CI o el principio de utilidad) para resolver los conflictos entre las normas subsidiarias. Dado
que estas teorías incluyen algunos conceptos controvertidos y supuestos, muchos expertos en ética prefieren enfoques
simplificados a la ética similares a las teorías defendidas por Ross y Beauchamp y Childress. Muchos han argumentado, sin
embargo, que las teorías éticas que carecen de un principio moral general no pueden resolver los conflictos de reglas
satisfactoriamente (Gert, 2007).
Los defensores de las teorías basadas en principios aerodinámicos han tratado de responder a estas objeciones mediante el
desarrollo de procedimientos para resolver los conflictos de principios morales (Lustig, 1992; Gillon, 1994; Richardson, 2000;
Beauchamp y Childress, 2008; Shamoo y Resnik, 2009 ;, Resnik, 2012). Algunos de estos procedimientos están obteniendo
información adicional pertinente para el conflicto, las opciones que no han sido previamente identificados, interpretando principios
explorar, y la búsqueda de una priorización razonable de principios.
Vamos a considerar un ejemplo. Supongamos que un estudiante hace un profesor para cambiar una calificación para que pueda
conservar su beca. Él tiene un 79.3 en su calificación final y necesita un promedio de 80 a conservar su beca. Esta situación
presenta un conflicto entre dos principios: ayudar a los demás y actuar de manera justa. Uno podría ayudar al estudiante a retener
su beca cambiando su grado, pero esto sería tratar a los otros estudiantes injustamente que trabajaron duro para sus grados y no
están recibiendo este beneficio adicional. No parece haber ninguna solución sencilla a este dilema, porque estas reglas
fundamentales conflicto.
La obtención de información adicional podría ayudar a resolver este conflicto. Por ejemplo, supongamos que el profesor descubre que el
estudiante perdió una semana de clases, mientras que estaba tratando con una muerte en la familia, pero que él no buscó una excusa
oficial o ausencia y se perdió un concurso. Si se hubiera tomado la prueba, podría haber ganado suficientes puntos para hacer un
promedio de 80. El profesor podría ofrecer para que el estudiante volver a tomar la prueba si se pone una excusa oficial. Se podría
argumentar que esta opción no sería injusto para los otros estudiantes, ya que tenían la oportunidad de tomar la prueba, pero el
estudiante en necesidad de un cambio de calificación no lo hicieron.
opciones que no han sido previamente identificados explorando también puede conducir a una solución. Supongamos, por
ejemplo, que el profesor permite al estudiante realizar un crédito adicional

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asignación que le permitiría ganar los puntos suficientes para recibir un 80. Se podría argumentar que esta opción sería
justo, porque el estudiante estaría ganando un grado superior sólo porque se está haciendo más trabajo.
principios de interpretación también pueden ayudar a resolver los conflictos. Supongamos que el estudiante no se
perdió una semana de clases y completó todas las tareas y que el crédito adicional no es una opción en este caso.
Se podría tratar de resolver el dilema mediante la interpretación del concepto de “ayudar” a un estudiante.
¿Significa ayudar a un estudiante que se debe avanzar en los intereses del estudiante, no importa qué, o significa
que uno debe ayudar al estudiante a aprender el material del curso y proporcionar al estudiante una
retroalimentación apropiada, la clasificación, y el asesoramiento? Se podría argumentar que “ayudar” a un
estudiante no incluye el avance de los intereses del estudiante, no importa lo que, debido a este compromiso
exigiría demasiado de un profesor. Los profesores no son asesores profesionales, psicólogos o asistentes
personales. Así,
Si la obtención de información adicional, explorar otras opciones, y la interpretación de los principios de no resuelven el dilema,
entonces uno puede trabajar hacia una priorización razonable de principios. Una priorización es razonable si se toma la información
y las opciones relevantes en cuenta, proporciona un enfoque coherente de la cuestión, es defendible públicamente, e intenta lo
más posible a reconocer el valor de cada principio de la competencia. En muchos casos, puede ser posible llegar a una solución
que representa un compromiso justo entre los principios de la competencia (Resnik, 2012). Por ejemplo, la opción de crédito
adicional mencionado anteriormente parece ser un compromiso justo entre la equidad y ayudar al estudiante, al igual que la opción
de permitir a un estudiante para volver a tomar una prueba de que se perdió cuando estaba fuera de la escuela. Sin embargo, a
veces puede no ser una solución de compromiso y uno debe proporcionar una razón para dar un principio mayor prioridad. En el
caso del estudiante / profesor, se podría argumentar que la justicia debe prevalecer sobre ayudar a los estudiantes, ya que todo el
sistema de clasificación se basa en la equidad. Si los profesores rutinariamente hacen excepciones y cambiaron calificaciones de
los estudiantes para ayudarles a salir, todo el sistema de clasificación se viera comprometida, lo que tendría trascendentales
impactos negativos en la universidad.
El enfoque basado en el principio desarrollado por Ross, Beauchamp, Childress, y otros no proporciona una con una fórmula rápida y
fácil para inferir soluciones a los dilemas éticos a partir de un conjunto de hechos y opciones, pero proporciona a los tomadores de
decisiones con orientación valiosa. Beauchamp, Childress, y otros escritores han articulado procedimientos claros para hacer frente a
dilemas éticos. Estos procedimientos no pueden eliminar todos los desacuerdos morales, pero pueden ayudar a reducirlos
sustancialmente. Aunque las personas razonables pueden llegar a diferentes decisiones en base a los mismos hechos y opciones, ya
que dan prioridad a los principios de manera diferente, que todavía puede utilizar estos procedimientos para reducir su gama de
desacuerdo mediante la eliminación de las opciones que se reconocen como inaceptable.
EL enfoque de la virtud BASADA

El enfoque basado en la virtud tiene sus orígenes en la antigua filosofía griega. El enfoque basado en la virtud se centra en el
desarrollo de buenos rasgos de carácter, en vez de adhesión a los principios o reglas morales. En el siglo V aC, Aristóteles (2003)
publicó un relato de la virtud en su Ética a Nicómaco. En este tratado, Aristóteles exploró la idea de la felicidad humana. Argumentó
que la felicidad no consiste simplemente en satisfacer los deseos de uno, pero en el desempeño de las funciones que son
exclusivamente humana. Aunque los seres humanos y otras formas de vida comparten muchas funciones, tales como el crecimiento
y la reproducción, sólo los seres humanos son capaces de pensamiento y la acción racional. Por lo tanto, el propósito de la vida
humana es la actividad racional. Para ser una buena persona, se debe realizar la función de bienestar humano. Al igual que una
buena flauta es una flauta que produce tonos musicales, así, una buena persona es alguien que se dedica a la actividad racional

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bien. Por lo tanto, una buena persona es alguien que demuestra la excelencia en la actividad racional, o virtud (Aristóteles,
2003).
Aristóteles distinguía entre las virtudes prácticas, tales como el valor y la moderación, y los intelectuales, como el conocimiento y la
sabiduría. Las virtudes son rasgos de carácter (o hábitos) que desarrollamos con el tiempo, a través de la práctica y la imitación.
Aprendemos cómo practicar la virtud, siguiendo el ejemplo de otras personas que exhiben virtud en su conducta y mediante la
aplicación de este ejemplo para nuestra propia conducta. De esta manera, la virtud es similar a otras habilidades prácticas, tales
como la carpintería, la conducción, o tocar el piano. Todas las virtudes son las medias entre los extremos de la conducta. El valor es
una media entre el suficiente valor (cobardía) y demasiado (imprudencia) (Aristóteles, 2003).
Durante los siglos 20 18, 19, y, el enfoque basado en la virtud cayó en desgracia entre los filósofos académicos, que se
centraron en enfoques basados en el principio. La gente común y teólogos continuaron hablando sobre la importancia de la
virtud en la vida moral, sin embargo. A finales de los años 1970 y 1980, filósofos contemporáneos, tales como de pie (1978) y
MacIntyre (1984), revivió el enfoque basado en virtud. Pellegrino y Thomasma (1993) aplicaron el enfoque de la ética médica,
argumentando que los médicos deben ser guiadas por virtudes. Pellegrino (1992) publicó una breve discusión de carácter moral
en la investigación científica, y Beecher (1966) hizo hincapié en la importancia de la virtud del investigador, en oposición a la
rígida adherencia a las normas, en la protección de los participantes humanos de la investigación.
Una de las ventajas de los enfoques basados en la virtud es que pueden explicar la relación entre la motivación humana y la conducta
ética. La mayoría de nosotros queremos vivir una buena vida y ser mejores personas. Los enfoques basados en virtud proporcionan un
vínculo claro entre los deseos humanos naturales para la felicidad y la superación personal y la conducta moral. Algunos enfoques
basados en el principio tienen dificultad que muestra la relación entre la conducta ética y la motivación, ya que siguiendo las normas
éticas no puede estar en nuestro propio interés. Kant argumenta, por ejemplo, que la conducta ética consiste en hacer nuestro deber
por el deber mismo, pero ¿cuántas personas tienen este tipo de motivos puros? La mayoría de la gente actúa moralmente por una
variedad de razones, incluyendo el miedo al castigo, vergüenza o culpa (Cahn y Markie, 1998).
Al pensar en virtud ética, es importante distinguir entre dos posiciones diferentes: la vista de reemplazo y la vista de aumento
(Cahn y Markie, 1998). De acuerdo con la opinión de reemplazo, las teorías de la virtud deben reemplazar los enfoques
basados en principios de la moral. Lo que significa actuar moralmente es practicar la virtud, no seguir los principios o reglas
morales. Según la visión de aumento, virtudes teorías son compatibles con los enfoques basados en el principio. teorías de
la virtud deben complementar pero no sustituir las teorías basadas en principios. Actuando moralmente incluye la práctica de
la virtud y seguir las reglas.
La vista de aumento no es controvertido, porque la mayoría de los teóricos están de acuerdo en que las teorías morales deben incluir
una cuenta de la virtud moral. Para Kant, la virtud es un subproducto útil de actuar moralmente. Siguiendo las reglas morales,
desarrollamos la disposición (o la fuerza de voluntad) para continuar siguiendo las reglas morales (Kant, 1964). Para Mill, la búsqueda
de la virtud es una búsqueda de mérito, ya que contribuye a la propia felicidad y la felicidad de los demás, y por lo tanto promueve la
utilidad (Mill, 2003).
La vista de reemplazo es controversial, sin embargo, porque la mayoría de los teóricos no piensan que podemos dar una explicación
adecuada de la moralidad si prescindimos de reglas (Cahn y Markie, 1998). En primer lugar, las normas desempeñan un papel
importante en la toma de decisiones morales. Considere el ejemplo de estudiante / profesor nuevo. ¿Qué significaría para actuar
virtuosamente en este caso? El profesor podría practicar la virtud de la benevolencia y cambiar la calificación del estudiante para que
pueda pasar el curso, o podría practicar la virtud de la justicia y no cambiar el grado. En ambos casos, estaría actuando
virtuosamente. teorías de la virtud no nos dan instrucciones claras sobre cómo manejar

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conflictos entre las virtudes, porque nos ofrecen poca orientación que no sea “benevolente”, “ser justo”, y así sucesivamente. Mientras
que las teorías basadas en principios también tienen dificultades para hacer frente a dilemas éticos, que son mucho mejores en el
manejo de estas situaciones que las teorías basadas en la virtud, ya que incluyen principios o procedimientos generales para la
resolución de conflictos (Cahn y Markie, 1998; Beauchamp y Childress, 2008) .
En segundo lugar, prescindiendo de las reglas también puede conducir a problemas con el desarrollo de políticas de ética. Instituciones,
asociaciones profesionales y otras organizaciones necesitan desarrollar políticas de ética para guiar la conducta en la investigación, la
educación, los negocios y otras actividades. Principios y reglas pueden proporcionar una mejor orientación para el desarrollo de políticas de
virtudes porque los principios y las reglas pueden dar instrucciones claras y específicas para el comportamiento. Por ejemplo, la virtud de la
respetabilidad no puede ser muy útil en el desarrollo de una política para proteger a los participantes humanos de la investigación, porque
respetar a sujetos humanos implica mucho más que simplemente ser respetuoso. El respeto de los seres humanos incluye la obligación de
obtener el consentimiento informado de los participantes (o sus representantes), proteger la confidencialidad y la privacidad, y así
sucesivamente (Shamoo y Resnik, 2009). normas y principios éticos, tales como “obtener el consentimiento informado”, “proteger la
confidencialidad”, “proteger a los sujetos vulnerables a la explotación”, y así sucesivamente, para obtener una orientación más clara para la
formación de la política de la virtud de la respetabilidad. Esto no quiere decir, por supuesto, que ser respetuoso no es importante;
simplemente no es suficiente.
VISTA MacFarlane
Ahora que hemos explicado la diferencia entre basado en principios y enfoques basados en virtud de la ética, podemos
considerar la opinión de MacFarlane. MacFarlane (2008) defiende una cuenta de la virtud en la investigación científica basada
en la obra de Aristóteles y escritores contemporáneos, como MacIntyre (1984). MacFarlane no indica claramente si él piensa
que las virtudes morales deben reemplazar o aumentar principios morales en la investigación científica, pero está claro que está
a favor virtudes más principios.
MacFarlane discute seis virtudes científicas diferentes: valor (que se levanta en el momento apropiado
para lo que uno cree a pesar de un cierto potencial coste personal), respetabilidad (tratar a los demás
con el respeto que se merecen), resolución (quedarse con el trabajo de uno, forjando adelante a pesar
de las dificultades, dentro de los límites de la razón), la sinceridad (siendo honesto y veraz en su caso,
creyendo lo que dice), la humildad (dando la debida importancia a uno de los puntos fuertes y débiles), y
la reflexividad (siendo crítico suficiente del propio trabajo, haciendo las debidas concesiones para la
propia sesgos). MacFarlane (2008) sostiene que los investigadores deben enseñar a los estudiantes
sobre estos rasgos de carácter y demostrar en su propio comportamiento. Posiblemente, la lista de las
virtudes de MacFarlane podría ampliarse para incluir características tales como la equidad (trato justo),
MacFarlane (2008) se presentan dos argumentos diferentes en contra del enfoque basado en principios de ética de la
investigación. El primer argumento es que los enfoques basados en principios no proporcionan suficiente orientación para la toma
de decisiones éticas porque los principios (o reglas, deberes y responsabilidades) a menudo en conflicto, y no hay manera
satisfactoria de resolver estos conflictos. El resultado, según MacFarlane, es que la gente tiende a elegir cualquier forma de
resolver un conflicto encaja con sus intuiciones morales: utilizan principios de racionalizar sus decisiones post hoc, en lugar de
proporcionar orientación genuina en dilemas éticos.
Esta crítica de los enfoques basados en principios de ética de la investigación no es muy convincente, sin embargo. En primer lugar,
como se ha mostrado anteriormente, los defensores de los enfoques basados en principios han desarrollado

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procedimientos para resolver los conflictos entre los principios éticos. Estos procedimientos no pueden satisfacer todos los críticos, pero
pueden proporcionar una guía útil para los estudiantes, científicos y administradores que se enfrentan a dilemas éticos en la investigación.
En segundo lugar, también como se ha mostrado anteriormente, los enfoques virtuebased son mucho peores en tratar con dilemas éticos
que los enfoques basados en principios. Un teórico de la virtud que se queja de que los enfoques basados en principios no manejan los
dilemas morales muy bien corre el riesgo de apuñalar a sí mismo con su propio cuchillo.
El segundo argumento de MacFarlane en contra del enfoque basado en el principio tiene más mérito que
el primero. MacFarlane (2008) sostiene que el enfoque basado en el principio no es una herramienta
muy útil en la educación moral porque las reglas, deberes y responsabilidades son impersonales, con
poca conexión con la vida personal y profesional (MacFarlane, 2008). El desarrollo personal y
profesional consiste en convertirse en una mejor persona y un mejor científico, no en la internalización

de una larga lista de reglas, deberes y responsabilidades. Una virtud como la honestidad tiene una
estrecha relación con la vida personal y profesional, mientras que una regla como “llevar a cabo
investigaciones en seres humanos sólo si los riesgos de la investigación son razonables en relación con
los beneficios para los pacientes y la sociedad” no lo hace.
Más apoyo para el segundo argumento de MacFarlane proviene de estudios que muestran que la tutoría juega un papel crítico en la
educación en la integridad de la investigación (Wocial, 1995; Instituto de Medicina, 2002;. Anderson et al, 2007; Wright et al., 2008).
La tutoría es diferente de la instrucción formal (por ejemplo, cursos y seminarios) en que la tutoría consiste en demostrar un
comportamiento profesional y ético mientras se trabaja en estrecha colaboración con los estudiantes. Un buen mentor hace mucho
más que enseñar a los estudiantes las reglas de conducta: él (o ella) muestra a los estudiantes cómo ser un investigador
competente, profesional y ético (Instituto de Medicina, 2002). Un enfoque basado en la virtud de la integridad de la investigación
puede mejorar el proceso de tutoría, proporcionando un análisis y explicación de los rasgos de carácter que los científicos deberían
modelo para sus alumnos. mentores científicos pueden reflexionar sobre las cualidades del investigador virtuoso y tratar de ayudar
a sus estudiantes a desarrollar estos rasgos. También pueden discutir ejemplos de científicos destacados para ilustrar cómo
funcionan las virtudes en la vida real (MacFarlane, 2008). no parece un enfoque basado en el principio de encajar bien con el
proceso de tutoría, según MacFarlane. El aprendizaje que tiene lugar durante la tutoría científica se parece muy poco a la
internalización de una lista de reglas, deberes y responsabilidades.
A pesar de las observaciones de MacFarlane acerca de la importancia de la enseñanza de la virtud en la educación profesional son justo
en el blanco, vale la pena señalar que la enseñanza de los principios morales implica mucho más que sólo ayudar a los estudiantes a
internalizar una lista de reglas, ya que la buena enseñanza debe incluir la enseñanza de cómo interpretar, comprender y aplicar dichas
normas. Un buen profesor explica a los alumnos por qué es importante seguir las reglas y lo que uno debe hacer cuando el conflicto reglas
(Davis, 1999). Por lo tanto, enseñar a los estudiantes sobre los principios morales es mucho más rica y compleja que la actividad
pedagógica asume MacFarlane. La enseñanza de los principios morales también pueden mejorar la comprensión de un estudiante de la
virtud, ya que los investigadores siguen virtuosos principios y normas morales.
Promoción de la integridad en la investigación: VIRTUDES Y PRINCIPIOS
En este punto en el ensayo, uno se siente tentado a hacer la pregunta: “¿Qué enfoque deberían científicos utilizar para promover la
integridad en la investigación el enfoque basado en la virtud o el principlebased” Sin embargo, esta cuestión presenta una falsa
dicotomía, ya que ambos enfoques pueden ser y debe ser perseguido. La virtud y basados en enfoques basados en el principio de
la ética son complementarias porque se centran en diferentes aspectos de la conducta ética. basado en principios

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enfoques hacen hincapié en la importancia de seguir las reglas morales, mientras que los enfoques basados en virtud hincapié en el
desarrollo del carácter moral. Siguientes reglas no interfiere con el desarrollo del carácter moral, ni tampoco el desarrollo del
carácter impiden el seguimiento de reglas. De hecho, se podría argumentar que una de las maneras que desarrollamos es la virtud
por entender y seguir las reglas morales. Si una persona sigue una regla como “no mentir” en varias ocasiones, esto se convertirá
en un hábito y se convertirán en una persona honesta. La práctica de la excelencia en la conducta de uno y siguientes reglas son a
menudo dos caras de la misma moneda.
Aunque los enfoques basados en la virtud y los enfoques basados en principios se complementan entre sí, tienen fortalezas y debilidades
que afectan su capacidad para servir como marcos conceptuales para la promoción de la integridad de investigación diferenciadas. Por
consiguiente, deben ser utilizados de manera diferente en ética de la investigación. Para comprender este punto, es necesario tener en
cuenta las diferentes formas en que las instituciones pueden promover la integridad en la investigación.
Hay cuatro formas diferentes de promover la integridad de la investigación en una institución: la educación, el desarrollo de
políticas, aplicación de políticas (también conocido como el cumplimiento), y el liderazgo. Estas diferentes formas de promover la
integridad pueden trabajar juntos para construir una cultura ética dentro de una institución, es decir, un clima en el que la gente
aprecia, el valor, y respetar las normas éticas (Institute of Medicine, 2002; Shamoo y Resnik, 2009).
La educación puede incluir instrucción formal, tales como seminarios o cursos de ética de investigación o instrucción informal, tales
como tutoría. Los estudios han demostrado que la educación puede aumentar la conciencia de las cuestiones éticas y
preocupaciones, aumentar el conocimiento de los conceptos éticos, actitudes positivas de acogida respecto a la ética de investigación,
y mejorar la toma de decisiones éticas (Plemmons et al, 2006;. Funk et al, 2007;. Powell et al, 2007;. Vasgird, 2007;. Antes et al, 2009;
mayo y Luth, 2012). En los EE.UU., los Institutos Nacionales de Salud (2012) y la Fundación Nacional de Ciencias (2009), ambos
requieren que los estudiantes y aprendices de capitalización reciben instrucción en una conducta responsable en la investigación
(RCR). Muchas universidades han desarrollado cursos de RCR y materiales educativos en respuesta a estos mandatos federales
(Vasgird, 2007; Shamoo y Resnik, 2009).
Debe quedar claro a partir de la discusión de este punto que el enfoque basado en principios y el enfoque basado en la virtud pueden
desempeñar un papel importante tanto en la educación. El enfoque basado en el principio puede ser más útil en la instrucción formal en
ética de la investigación. Los educadores pueden enseñar a los estudiantes sobre los principios básicos de ética en la investigación, tales
como la honestidad (es decir, decir la verdad en las comunicaciones científicas), la justicia (es decir, el tratamiento de los colegas,
estudiantes, y otros bastante), apertura (es decir, datos de intercambio, métodos y resultados con otros científicos, dentro de límites
razonables), la objetividad (es decir, reduciendo al mínimo los sesgos en su investigación), el respeto (es decir, el respeto de sus colegas,
estudiantes, y otros), y la responsabilidad social (es decir, tratando de promover el bien de la sociedad a través de su investigación). Los
educadores también pueden informar a los estudiantes sobre las reglas específicas relativas a la mala conducta, autoría, las prácticas de
publicación, conflicto de intereses, gestión de datos, revisión por pares, y la investigación con animales y seres humanos. Pueden mostrar
a los estudiantes cómo interpretar los principios y aplicarlos a la toma de decisiones éticas (Shamoo y Resnik, 2009). Los educadores
también pueden ayudar a los estudiantes a entender por qué es importante seguir las reglas (Davis, 1999).
El enfoque basado en la virtud puede ser más útil en la enseñanza informal de ética de la investigación,
es decir, la tutoría. Cuando la tutoría a los estudiantes, los científicos deben esforzarse para ejemplificar las virtudes éticas.
Pueden demostrar las virtudes mencionadas anteriormente, tales como la honestidad, equidad, respeto, firmeza, la humildad, el
ingenio, y la recta, a través de sus acciones. Pueden practicar la virtud mientras se trabaja en el laboratorio, la comunicación con
colegas, aconsejar a los estudiantes, hacer presentaciones de departamento, y así sucesivamente.

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el desarrollo de políticas implica la elaboración y difusión de directrices escritas para la realización de la investigación. Las agencias
federales exigen que las universidades tienen políticas relacionadas con el conflicto de intereses, la mala conducta, la investigación
participante humano y la investigación con animales como condición para recibir los fondos. Las universidades han desarrollado políticas
en respuesta a estos mandatos federales, incluyendo algunos no específicamente requerida por las agencias financieras, tales como las
políticas relacionadas con la tutoría, la autoría y la gestión de datos (Vasgird, 2007; Shamoo y Resnik, 2009).
También debe quedar claro de nuestra discusión anterior que el enfoque basado en principios de ética de la investigación es
mejor para guiar el desarrollo y aplicación de políticas que el enfoque virtuebased, ya que proporciona una dirección más clara
que el enfoque virtuebased. Se trata básicamente de un conjunto de normas y procedimientos. La forma más natural para
desarrollar una política es derivar de otros principios o reglas generales. Por ejemplo, las regulaciones de investigación en
humanos adoptaron el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos se basan, en parte, de los principios
éticos que se encuentran en el Informe Belmont ( Shamoo y Resnik, 2009). Como se señaló anteriormente, la conexión entre las
virtudes y las políticas no es ni obvia ni directa.
la aplicación de políticas incluye procedimientos para informar, investigar y adjudicar violaciónes de las políticas de investigación. A pesar
de que la mejor manera de promover la integridad es mediante la adopción de medidas para prevenir el comportamiento poco ético, sino
que también es importante contar con sistemas de aplicación en lugar de disuadir a la gente de violar las leyes y políticas (Instituto de
Medicina, 2002).
El enfoque basado en principios proporciona una mejor orientación para la aplicación de políticas que el enfoque basado en la virtud,
ya que la aplicación de políticas se basa en normas relacionados con la información, la investigación, y el fallo de violaciónes de las
políticas de investigación. Estas reglas se pueden derivar de los principios éticos generales. Por ejemplo, el principio de equidad
implica que las instituciones deben adoptar procedimientos justos para informar, investigar y adjudicar la mala conducta.
procedimientos justos incluyen reglas para asegurar el debido proceso y la protección de la confidencialidad. Equidad en la
adjudicación de mala conducta también implica que las penas deben ser proporcionales a violaciónes (Shamoo y Resnik, 2009).
El liderazgo es el cuarto pilar para la promoción de la integridad en la investigación. Los líderes institucionales deben
demostrar su compromiso con la ética a través de sus palabras y hechos. Los líderes deben dar ejemplo de conducta ética a
seguir por otros y asignar los recursos institucionales a las iniciativas de ética. Los líderes también pueden participar en
actividades de ética, como conferencias y talleres. Si bien el liderazgo ético puede inspirar a otros a actuar con integridad y el
honor, el liderazgo ético puede conducir a la corrupción en el instituto y tienen un efecto desmoralizador sobre los
investigadores (Shamoo y Resnik, 2009; Vasgird, 2007).
También se podría argumentar que el enfoque basado en la virtud proporciona una mejor cuenta el papel de liderazgo científico en
la promoción de la integridad de la investigación que el enfoque basado en principios. El liderazgo, como la tutoría, puede ser mejor
entendido como una práctica en la que uno demuestra virtudes morales. Los líderes inspiran a otros a seguir su ejemplo, ya que
parecen tener rasgos admirables, como el coraje, la honestidad, la firmeza, la equidad, y similares (Shamoo y Resnik, 2009).
Seguimiento de reglas también es relevante para el liderazgo, sin embargo. Los líderes institucionales pueden destacar la
importancia de los principios éticos en sus comunicaciones públicas y servir de ejemplo para que otros sigan viviendo de acuerdo a
estas normas. También pueden explicar por qué es importante para los estudiantes y profesores para cumplir con las políticas
institucionales y los requisitos legales. Aún así, el enfoque basado en la virtud parece proporcionar una mejor cuenta de la dirección
que el enfoque basado en principios. Aunque MacFarlane no hace que el argumento de que el enfoque basado en la virtud
proporciona la mejor explicación de liderazgo moral, se deduce de sus puntos de vista.

Resnik página 10
CONCLUSIÓN
El enfoque basado en virtud a la promoción de la integridad investigación es una alternativa razonable al enfoque basado en principio,
pero tiene deficiencias y limitaciones. El enfoque basado en la virtud proporciona una idea de la tutoría y liderazgo, pero no es una
herramienta muy útil para el desarrollo y aplicación de políticas o toma de decisiones éticas. Los principios morales proporcionan una
mejor orientación para el desarrollo y aplicación de políticas y toma de decisiones éticas. Los dos enfoques no son excluyentes entre
sí, sin embargo, y pueden llevarse a cabo juntos. Los científicos, educadores, líderes institucionales y otras personas involucradas en
la investigación deben seguir los principios morales y las virtudes morales campeones. La educación en ética de la investigación debe
incluir instrucción formal en principios éticos, reglas, deberes, y responsabilidades, así como la demostración de las virtudes morales
durante la tutoría científica. MacFarlane (2008) ha hecho una contribución útil a la literatura ética de la investigación llamando la
atención sobre la importancia de las virtudes morales en la promoción de la integridad de investigación, pero no se ha demostrado
que el enfoque basado en el principio debe ser abandonada. Nuevas investigaciones sobre la educación ética debe ser llevado a
cabo para describir las virtudes que operan en la ciencia, explorar cómo los científicos a aprender las virtudes morales, y determinar
el grado en que las virtudes tienen un impacto en el pensamiento y la conducta científica.
Expresiones de gratitud
Este artículo es el producto del trabajo de un empleado del Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental (NIEHS), Institutos Nacionales de Salud
(NIH); Sin embargo, las declaraciones, opiniones o conclusiones contenidas en el mismo, no representan necesariamente las declaraciones, opiniones o
conclusiones de NIEHS, NIH, o el gobierno de Estados Unidos.
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