La elección entre los métodos: próctor estándar y próctor modificado, dependen del lugar

en donde se va a compactar, se escoge el primero si se va a compactar en lugares con

espacios reducidos como veredas o zanjas; en cambio se escogerá el método de próctor
modificado si se va a compactar carreteras, aeropuertos, edificios entre otros.

Se determinó que se usaría el método B, ya que cumplía con las condiciones requeridas
en los porcentajes retenidos dentro de la granulometría y por lo tanto solo se empleó el
suelo que pasó la malla 3/8 “.

Para el ensayo de próctor estándar se tiene una densidad máxima de 1.836 g/cm3 y un
porcentaje óptimo de humedad igual a 13.18 %, y para el ensayo de próctor modificado
se tiene una densidad máxima de 1.95 g/cm3 y un porcentaje de humedad óptimo igual a
10.2 %. También se calculó la energía de compactación siendo para el ensayo de próctor
estándar un valor de 591.311 KN-m/m3 y para el ensayo de próctor modificado 2696.040
KN-m/m3. Por lo que podemos determinar que al aumentar la energía de compactación
para un mismo suelo aumenta su densidad seca máxima y disminuye la humedad óptima.

En todos los suelos al incrementarse la humedad se aplica un medio lubricante entre sus
partículas lo que permite que se sometan a un cierto acomodo cuando se someten a un
esfuerzo de compactación, de tal manera que si se llega a seguir aumentando el agua a un
mismo esfuerzo de compactación, se obtiene mejor acomodo de estas partículas. Por
consiguiente, debe procurarse siempre hacer la compactación con ese porcentaje de
humedad y con el mayor peso volumétrico seco, ya que facilita el mejor acomodo de las
partículas con el menor trabajo del equipo de compactación.

Mediante el ensayo de próctor se pretende obtener un dato teórico de la relación entre la

humedad y la densidad seca máxima, lo cual ayudará a obtener en un futuro un grado de
compactación, el cual debe ser cercano a la densidad obtenida en campo en un 95 %
aproximadamente. Este ensayo, además, trata de simular las condiciones a las que el
material está siendo sometido en determinada construcción bajo ciertas cargas estáticas,
y los cálculos del mismo suministran información muy valiosa para que se disponga
cuáles son las condiciones que se deben emplear en la compactación del material. Si el
agua es insuficiente no habrá buena lubricación; y si es excesiva, las fuerzas hidrostáticas
empujarán y tenderán a separar las partículas del suelo. Por tanto, si compactamos el
terreno a humedad óptima y densidad máxima su resistencia a la penetración será buena
y su volumen de vacíos habrá quedado reducido en su totalidad, presentando además una
apreciable estabilidad.

También se determinó la curva de saturación teórica para comprobar si la prueba fue

correctamente efectuada, y esto se determina debido a que la curva de saturación y de
próctor nunca deben cortarse ya que es imposible en la práctica llenar totalmente con agua
los huecos que dejan las partículas del suelo compactado.