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Definición de suma

La suma o para algunos otros la adición, es aquella operación matemática de composición que
consiste en combinar o en su defecto añadir dos números o más para obtener una determinada
cantidad final o total de algo. Por ejemplo, en un restaurant, el valor de cada una de las cosas
que consumió una determinada mesa: una porción de papas fritas, una milanesa, una pizza y
las pertinentes bebidas que cada uno haya tomado, se sumarán para que el dueño del mismo o
el responsable de la caja, así como el cliente que las consumió, sepan cuanto es el monto final
y total que el cliente deberá pagar por haberlas consumido.

La suma ostenta cinco propiedades, la conmutativa que sentencia que aún alterando el orden
de los sumandos, no cambiará el resultado, por lo cual, 2+1 = 3 es lo mismo a decir o poner
1+2= 3. La asociativa que la podemos explicar gráficamente de esta manera: a+(b+c) =
(a+b)+c. Elemento neutro que dice que cualquier suma que contenga el número 0 entre los
elementos a sumar no se verá modificada por este, ya que 2+0 = 2. El elemento opuesto que
establece que para cualquier número racional, entero, real o complejo existe un número
opuesto. Y finalmente, la propiedad distributiva, que sostiene que la suma de dos números
multiplicados por un tercero, será igual a la suma de cada sumando multiplicado por el tercer
número, por ejemplo: 4 * (6+3) = 4*6 + 4*3.

Como condición sin equanom y como regla también, siempre que escribamos una suma, ya
sea para que otro la realice o que nosotros mismos la hayamos hecho para obtener algún
cálculo especial, deberá figurar entre los diversos números o cifras a sumar este signo + que es
el signo que implica el más o la suma.
Cuando se realizan sumas de más de una cifra por ejemplo 2333 + 300 + 20 + 5, las mismas
deberán ser ordenadas y dispuestas en columnas empezando por la derecha con la cifra de las
unidades, siguiendo por las decenas, luego las centenas y luego los millares, así por ejemplo:
2.333
+ 300
20
5

Pero el término suma no solamente refiere a la operación matemática que explicamos en los
párrafos precedentes, sino que se aplica también a otros contextos o situaciones. Porque el
término suele usarse muy frecuentemente para hablar del conjunto de muchas cosas y
especialmente del dinero, por eso es común escuchar decir tal recibió una importante suma de
dinero como herencia de su tío.

Y finalmente, la palabra suma, también es aplicada cuando se quiere hablar del compendio o la
recopilación de una ciencia determinada, por ejemplo, Juan preparó una suma de matemáticas
para el resto de sus compañeros.

Ejemplos

1.- Suma de números enteros

Vamos a distinguir tres casos:


a) Si todos los números son positivos se suman y el resultado es positivo:
3 + 4 + 8 = 15

b) Si todos los números son negativos se suman y el resultado es negativo:

(-3) + (-4) + (-8) = -15

c) Si se suman números positivos y negativos, los positivos suman y los negativos restan:

3 + (-4) + 5 + (-7)

Por un lado sumamos los números positivos: 3 + 5 = 8


Por otro lado sumamos los números negativos: (-4) + (-7) = -11

Ahora el resultado positivo suma y el negativo resta:


8 - 11 = -3
¿Cómo a 8 le podemos restar 11? Ponemos como minuendo la cifra mayor (11) y como
sustraendo la menor (8), pero el resultado toma cómo signo el de la cifra mayor (en este
ejemplo toma el signo " - " porque 11 es negativo)
11 - 8 = 3
Pero le ponemos el signo " - ", luego el resultado es "-3"

2.- Resta de números enteros

Una resta de números enteros se puede resolver como si se tratara de una suma, pero con una
particularidad:
El símbolo de la resta le cambia el signo a la cifra que le sigue, por lo que:

Si el número que se resta es positivo lo convierte en negativo.


Si el número que se resta es negativo lo convierte en positivo.

Vamos a ver a continuación cuatro posibles casos:


a) A un número positivo le restamos otro número positivo:

3-2
Lo tratamos como si fuera una suma, pero a la cifra que se resta (2) le tenemos que cambiar el
signo

= 3 + (-2)
Por un lado sumamos los números positivos: 3

Por otro lado sumamos los números negativos: (-2)


Ahora el resultado positivo suma y el negativo resta:
3-2=1

b) A un número positivo le restamos un número negativo:


3 - (-4)

Lo tratamos como si fuera una suma, pero a la cifra que se resta (-4) le tenemos que cambiar el
signo
= 3 + (4)
Se trataría ya de una suma normal:

= 3 + (4) = 7

c) A un número negativo le restamos otro número negativo:

(-3) - (-4)
Lo tratamos como si fuera una suma, pero a la cifra que se resta (-4) le tenemos que cambiar el
signo
= (-3) + (4)

Por un lado sumamos los números positivos: 4


Por otro lado sumamos los números negativos: (-3)

Ahora el resultado positivo suma y el negativo resta:


4-3=1

d) A un número negativo le restamos un número positivo:

(-3) - 4

Lo tratamos como si fuera una suma, pero a la cifra que se resta (4) le tenemos que cambiar el
signo (-4)
= (-3) + (-4)

Se trataría de una suma de dos números negativos. Es una suma normal pero el resultado
tiene signo negativo:
= (-3) + (-4) = -7
Ejercicio

1. Resuelve las siguientes operaciones:


1 + 5 + (-2) + (-3) = [1]

2 + (-2) + 1 + (-6) = [-5]


5 + 8 + (-2) + (-1) = [10]

8 + (-1) + 9 + (-5) = [11]


7 + 6 + (-8) + 9 = [14]

9 + (-8) + 9 + (-8) = [2]


6 + 9 + (-4) + (-1) = [10]
5 + 3 + (-7) + (-6) = [-5]
4 + (-1) + 4 + (-2) = [5]
2 + (-9) + (-2) + 8 = [-1]
Resta

DEFINICIÓN DERESTA

La palabra resta deriva del latín “restis” significa “acuerda” la resta también conocida
como sustracción donde se ordena en cuanto sea mayor un número,
llamado “minuendo” que es la cantidad que se resta a otra cantidad para poder obtener la
diferencia por ejemplo 5 – 3= 2 en este caso el minuendo es el 5 y el sustraendo es 3, pero
el “sustraendo” es la cantidad que ha de restarse de otra por ejemplo 10 – 8 el sustraendo
sería el 8. La resta es un procedimiento de la parte de la matemática que se simboliza con el
signo (-), este símbolo representa la ejecución de la eliminación de objeto de una colección.

La resta, también conocida como sustracción, es una operación que consiste en sacar,

recortar, empequeñecer, reducir o separar algo de un todo. Restar es una de las

operaciones esenciales de la matemática y se considera como la más simple junto a la suma,

que es el proceso inverso.


La resta consiste en el desarrollo de una descomposición: ante una determinada cantidad,
debemos eliminar una parte para obtener el resultado, que recibe el nombre diferencia. Por
ejemplo: si tengo nueve peras y regalo tres, me quedaré con seis peras (9-3=6). En otras
palabras, a la cantidad nueve le quito tres y la diferencia será seis. El primer número se
conoce como minuendo y el segundo, como sustraendo; por lo tanto: minuendo – sustraendo
= diferencia.

Restar es inverso a sumar: a + b = c, mientras que c – b = a(3 + 6 = 9, 9 – 3 = 6). Es

importante tener en cuenta que, en el marco que brindan los números naturales, sólo es

posible restar dos números siempre que el primero (minuendo) sea más grande que el segundo

(sustraendo). Si esto no se cumple, la diferencia (el resultado) que obtendremos será un

número negativo (no natural): 5 – 4 = 1, 4 – 5 = -1.

La posibilidad de restar dos números naturales y obtener un número negativo hace que la resta

sea una operación un poco más compleja que la suma, donde una operación con dos

números positivos nunca dará como resultado otro negativo.

La resta en la matemática avanzada, por lo tanto, no consiste en sustraer, sino en realizar una

suma del número opuesto: no se utiliza la fórmula x – y, sino x + (-y). En este caso, -y es el

elemento que resulta opuesto a y frente a la suma.

A veces las restas dan resultados menos gráficos que en la aritmética de popular

conocimiento, acostumbrada a operar con unidades de moneda o gramos de alimentos.

Cuando se sustraen dos vectores, por ejemplo, éstos ni siquiera tienen por qué ubicarse sobre

la misma recta. Si entendemos que cada vector posee un origen y un extremo, entonces la

diferencia entre ambos tendrá origen en el extremo del minuendo y extremo en del sustraendo.
En el caso de las fracciones, la resta se vuelve más complicada, dado que generalmente no se
trata de una operación directa y que requiere de una mayor abstracción. Los casos más
sencillos son aquellos en los que el segundo componente, llamado denominador, es igual en
todas las fracciones que participarán de la sustracción; si tenemos, por ejemplo, 4/20 y
deseamos restarle 3/20, no tendremos que hacer otra cosa que restar sus numeradores, en
este caso 4 y 3, para obtener el siguiente resultado: 1/20, el cual se lee un veinteavo.

Por otro lado, si tuviéramos la necesidad de realizar la operación 4/8 – 1/6, deberíamos agregar

un paso para obtener dos fracciones compatibles, o sea, de igual denominador. Para ello,

buscaremos el mínimo común múltiplo de 8 y 6, que en este caso no nos tomará mucho

trabajo; el número buscado es 24, que se consigue con las cuentas 8 x 3 y 6 x 4. Antes de

pasar a la sustracción de las fracciones, es absolutamente necesario calcular los nuevos

numeradores, aquéllos que en combinación con el común denominador reflejen las

proporciones originales.

La fórmula para dicha adaptación es muy sencilla: primero dividimos el común denominador

por el original y multiplicamos el resultado por el numerador. Utilizando la primera de las

fracciones antes mencionadas, el cálculo se vería de la siguiente manera: 4 * 24 / 8 = 12

(nuevo numerador). Una vez que obtenemos ambos numeradores, es posible realizar la resta

como se explicó anteriormente, lo que nos dará: 12/24 – 4/24 = 8/24, que se lee ocho

veinticuatroavos.

Multiplicación

La multiplicación es un procedimiento que consiste en doblar o repetir varias veces la


cantidad o número de una cosa. El significado de su palabra lo dice todo, la cual es originada
del latín “multus” que corresponde a mucho, y “plico”, que es doblar. La multiplicación es
básicamente una suma repetida; la expresión 5 × 2 representa que 5 se ha de sumar consigo
mismo 2 veces, al igual que 2 se ha de sumar consigo mismo 5 veces, el resultado será lo
mismo, para ambas situaciones.

Multiplicación es un término con origen en el latín multiplicatio que permite nombrar el hecho y
las consecuencias de multiplicarse o de multiplicar (incrementar el número de cosas que
pertenecen a un mismo grupo).

Para la matemática, la multiplicación consiste en una operación de composición que

requiere sumar reiteradamente un número de acuerdo a la cantidad de veces indicada por

otro.
Los números que intervienen en la multiplicación reciben el nombre de factores, mientras que

el resultado se denomina producto. El objetivo de la operación, por lo tanto, es hallar el

producto de dos factores.

Cada factor, por otra parte, tiene su propia denominación: la cifra a sumar repetidamente es

el multiplicando, mientras que el número que indica la cantidad de veces que hay que sumar

el multiplicando es el multiplicador. La multiplicación, en definitiva, consiste en tomar el

multiplicando y sumarlo tantas veces como unidades contiene el multiplicador.

Por ejemplo: 5 x 2 = 10 (“cinco multiplicado por dos es igual a diez”) es la operación que

señala que hay que sumar 2 veces el número 5 (5 + 5 = 10 es igual a 5 x 2 = 10). La misma

lógica se utiliza con números más grandes (8 x 5 = 40 es igual a 8 + 8 + 8 + 8 + 8 = 40).

Cabe resaltar que la multiplicación cumple con la propiedad conmutativa. Esto quiere decir

que el orden de los factores no altera el producto: 7 x 2 = 14es igual que 2 x 7 =

14 (sumar 7 veces el número 2 genera el mismo resultado que sumar 2 veces el número 7).

Con respecto al resto de las propiedades más comunes, la multiplicación no presenta ningún

problema. En el caso de la propiedad asociativa, es posible agrupar los factores de cualquier

forma sin alterar el producto. Con respecto a la propiedad distributiva, si tomamos como

ejemplo 2 x (4 + 3 – 5), se deberá extraer cada elemento encerrado entre paréntesis y

multiplicarlo por 2, conservando su signo, de la siguiente manera: 2 x 4 + 2 x 3 – 2 x 5. Esto

último también se puede expresar como una serie de sumas: 2 x 4 + 2 x 3 + 2 x (-5).

Una particularidad de la multiplicación cuando se implican números negativos es que al operar

con dos de ellos se obtiene uno positivo; incluso en contextos que poco tienen que ver con las

matemáticas, es muy común oír la frase “menos por menos, más“. Por otro lado, al multiplicar

un número positivo por uno negativo, el resultado es siempre negativo. Así como en la suma,

se suelen emplear imágenes para facilitar el aprendizaje de estas particularidades. El más

usado es pensar en un eje sobre el cual se ubican todos los números enteros, centrando la

vista en el cero; a su izquierda están los números negativos y a su derecha, los positivos, y
cada operación que se realice se grafica “desplazándose” en uno u otro sentido, de acuerdo al

signo de las cifras en cuestión.

En la escuela primaria se suele aprender la multiplicación luego de haber visto la suma y la

resta, en ese orden, y la forma en la que se les presenta esta operación es a través de las

conocidas “tablas de multiplicar“. Básicamente, consisten en todas las multiplicaciones

posibles entre los números del 1 al 9, aunque dependiendo del centro educativo pueden

abarcar más cuentas. Cada tabla corresponde a un número, por lo que se habla de “la tabla del

3”, por ejemplo, para referirse a “3 x 1, 3 x 2” y así hasta “3 x 9”. De esta manera, se fijan en la

memoria esta serie tan aleatoria como absurdamente sencilla de multiplicaciones, evitando a

los niños razonar el procedimiento. En pocas palabras, el universo de las matemáticas es

mucho más complejo que “9 x 9”.

En el lenguaje coloquial, la multiplicación hace referencia a un aumento de ciertas cosas o

situaciones: “La multiplicación de los delitos en el barrio ha hecho que la gente comience a

instalar rejas en sus casas”.


División
División, del latín divisio, es el accionar y el resultado de dividir (apartar, dosificar, distribuir,
disgregar). En el ámbito de las matemáticas, la división es una operación de la aritmética
donde se descompone una cifra.

La división matemática, por lo tanto, busca el valor denominado cociente, que representa la
cantidad de veces que aparece un número (llamado dividendo) en otro (conocido como divisor),
a través de un procedimiento estandarizado, el cual puede variar de acuerdo al país, aunque
no significativamente.

La división puede resultar exacta (si el resto es cero) o inexacta (cuando el resto es diferente a
cero). Cuando la división es inexacta, quiere decir que el divisor no aparece contenido una
cantidad de veces exacta en el dividendo, sino que queda un resto. Por ejemplo: 6 / 2 = 3 (“seis
dividido dos es igual a tres”) es una división exacta.

La operación inversa a la división es la multiplicación. Siguiendo con el ejemplo anterior, puede


decirse que 3 x 2 = 6 (“tres multiplicado por dos es igual a seis”) ya que el dividendo es igual al
cociente multiplicado por el divisor más el resto (6 = 3 x 2 + 0).

Generalmente, la división suele considerarse la operación más compleja, tomando en cuenta


solamente las cuatro básicas. Es muy probable que una persona reacia a los cálculos
matemáticos pueda resolver con cierta facilidad una suma o una resta, o incluso una
multiplicación, siempre que se trate de pocas cifras y que no entren en juego los números
decimales. Pero la división posee un poder intimidatorio mucho mayor. Si se piensa
detenidamente en su objetivo, resulta difícil entender que genere más rechazo que su inversa:
si, por ejemplo, tomamos 14 lápices y debemos dividirlos por 2, tendremos la imagen mental de
todos los elementos, y simplemente será necesario agruparlos; por el contrario, al intentar
resolver 2 lápices por 7, no podemos visualizar desde el principio el volumen total de
elementos, con lo cual esta cuenta debería costarnos más.

A nivel militar, una división es una unidad compuesta por dos o más regimientos que se
encuentra provista de servicios auxiliares: “La I División de Infantería ya se encuentra en
territorio enemigo y está lista para entrar en combate”.

División también es el grupo en que participan los equipos deportivos o los deportistas de
acuerdo a su categoría: “El equipo verdinegro logró el ascenso a la primera división tras
conseguir una nueva victoria”.

En la jerga legal, la denominada división o separación de bienes conyugales hace referencia a


un procedimiento jurídico que permite a ambos integrantes de un matrimonio obtener una parte
de los bienes gananciales, el patrimonio material que hayan adquirido luego del enlace.
También puede tratarse de un contrato prenupcial, en cuyo caso dejará constancia de las
pertenencias de cada cónyuge antes de casarse, para que éstas no entren en una potencial
repartición, en caso de divorcio.

El matrimonio, ante la ley, no es más que una sociedad y, como tal, su patrimonio es una parte
tan importante de la ecuación como las personas en cuestión. De esta forma, no importan las
cuestiones sentimentales que lleven a una separación, la división de bienes es obligatoria una
vez que dicha unión se termine. Con esta misma regla se mide a los hijos, bienes gananciales
que deben ser repartidos, supuestamente buscando lo mejor para ellos. Si alguno de los
puntos anteriores no se especifica al inicio del proceso, será la justicia quien decida cómo
actuar en cada caso, luego de una evaluación pertinente.

En el lenguaje cotidiano, por último, la división se asocia a la disociación o a la discrepancia:


“Estas políticas no hacen más que fomentar la división del pueblo”.

La división es una operación matemática que consiste en repartir en partes iguales el total de
un todo numérico.
Observa el siguiente ejemplo y conocerás los términos de la división:

35 ÷ 7 = 5

Dividendo Divisor Cuociente

Para empezar a dividir nos preguntamos: ¿Qué número (que es el cuociente , y que es
desconocido al iniciar una división) al ser multiplicado por el divisor es igual al dividendo ?
Ejemplo: 24 ÷ 6 = ? ¿ Qué número multiplicado por 6 da 24?
El 4.
Si la división no es exacta, se debe buscar un número que esté lo más cerca posible del
dividendo.

Ejemplo:

46 ÷ 7 = 6 El 6 cabe 7 veces en el 42,

Lo que sobra de una división se llama RESTO, en este caso 4.

Claves para dividir


Para dividir, la primera clave está en saber separar cifras (esto es, en el dividendo , desde la
izquierda hacia la derecha, tomar tantas cifras , o dígitos, como sea necesario para formar un
número que sea igual o mayor que el divisor).
18.546 ÷ 420 = ?
Dividendo Divisor
Si tomamos las tres primeras cifras, 185, resulta que es menor que el divisor (420), por lo tanto
debemos agregar una cuarta cifra y tomar 1854, que sí es mayor que 420, entonces,
Separamos cifras y marcamos 1854 ’6
Para calcular cuantas veces cabe el divisor (420) en el dividendo (1854), se aproxima el divisor
(420) a la centena más cercana; en este caso el 420 se aproxima a 400; este número (el 400)
cabe en el 1854, cuatro veces (4), porque 400 por 4 da 1600 (1600 es menor que 1854). Una
vez que sabemos cuantas veces cabe el divisor (420) en el dividendo (1854), se coloca
después del signo igual (=). En este caso es 4 , y se multiplica por el divisor y
el resultado ( 1680 ) se anota debajo del dividendo ( 1854 ); luego se resta
1854'6 ÷ 420 = 4
— 1680
--------
174
Ahora, se baja la cifra siguiente, que en este caso es el 6, al lado del 174.
Se forma el número 1746.
Nuevamente se ve cuantas veces cabe el 420 en 1746. El divisor cabe 4 veces en el dividendo.
1854'6 ÷ 420 = 4 4
— 1680
------
1746
— 1680
--------
66
Como ya no hay cifras en el dividendo para bajar, se agrega una coma en el cuociente y
un cero en el resto , y se continúa dividiendo igual que antes
(coma en el
1854'6 ÷420=44,
cuociente)
— 1680
------
1746
— 1680
-------
(un cero en el
66 0
resto)

Ejercicio

1. Resuelve las siguientes divisiones. Donde aparece C coloca el cociente y donde aparece R
el resto:

1)
525 : 15 = C R
2)
478 : 22 = C R

3)
998 : 35 = C R

4)
635 : 44 = C R

5)
498 : 59 = C R

6)
302 : 68 = C R

7)
110 : 77 = C R

8)
689 : 86 = C R

9)
114 : 95 = C R

10)
779 : 40 = C R

11)
339 : 13 = C R

12)
209 : 22 = C R

13)
834 : 39 = C R

14)
204 : 48 = C R

15)
501 : 57 = C R
16)
993 : 66 = C R

17)
386 : 75 = C R

18)
190 : 84 = C R

19)
371 : 93 = C R

20)
225 : 20 = C R

Corregir Ver Solución Limpiar

Higiene y salud

Hagamos de la higiene un hábito para alcanzar una vida feliz y plena.

La higiene es una de las mejores formas de estar saludables y sanos, pero para ello es
necesario prestar atención a los cambios corporales, olores y sudor. Esta observación nos
ayudará a eliminar posibles gérmenes que provocan mal olor en nuestros cuerpos.

Mantener la higiene es importante no sólo para prevenir infecciones o inflamaciones, e incluso


enfermedades, como también para que nos sintamos más seguros de nosotros/as mismos.

Una definición más científica afirma que “la Higiene es el conjunto de conocimientos y técnicas
que deben aplicar los individuos para el control de los factores que ejercen o pueden ejercer
efectos nocivos sobre su salud”.

Sus objetivos principales son mejorar la salud, conservarla y prevenir las enfermedades. Esto
implica:

1. Limpieza, aseo de lugares o personas o partes genitales2. Hábitos que favorecen la salud.3.
Parte de la medicina, orientada a favorecer hábitos saludables, en prevención de
enfermedades.4. Reconocimiento, evaluación y control de aquellos factores y tensiones
ambientales que surgen en el lugar de trabajo y que pueden provocar enfermedades,
quebrantos de salud, quebrantos de bienestar, incomodidad e ineficacia de los trabajadores y
los ciudadanos.5. La higiene personal es la parte de la medicina que trata de los medios en que
el hombre debe vivir y de la forma de modificarlos en el sentido más favorable para su
desarrollo.
En el año 2000, un informe publicado por la entidad de la Organización de Naciones Unidas
para la Infancia UNICEF titulado "School Sanitation and Hygienes Education" reveló que una
tercera parte de la población mundial –2400 millones de personas- tenía dificultades para el
acceso a la satisfacción de la higiene básica. Según la entidad, los niños son los más
vulnerables a esta situación, factor que impidió detener el avance de algunas enfermedades
relacionadas con la ausencia de limpieza. Lo más interesante de este informe radica no sólo en
la relación inversa que existe entre pobreza e higiene. Lo realmente revelador es que la
entidad comprende que la solución de los problemas higiénicos no está determinada,
exclusivamente, por la inversión en infraestructura básica de saneamiento ambiental (agua
potable, sistemas de acueducto y alcantarillado), sino por una educación integral. La
educación, según UNICEF, debe tener dos ejes centrales de desarrollo: el hogar y la escuela.
El hecho que estos núcleos puedan tener una misma orientación en esta materia es el primer
paso para que los niños empiecen a crear hábitos de limpieza. Debemos ser higiénicos:

• Con el baño o aseo personal• Con los alimentos• Con los animales que tenemos de mascota•
Con la ropa y los juguetes • Con el ambiente

Más de la mitad de todas las enfermedades y las muertes en la primera infancia tienen como
causa los gérmenes que se transmiten por falta de higiene, por vía bucal a través de la
ingestión de alimentos o de agua o debido a unas manos sucias.Existen seis consejos
prácticos para tener éxito en la tarea de mantenernos higienizados:

1. Como padres debemos dar el ejemplo. Como referentes naturales de los niño/as debemos
tener un hogar limpio y aseado. Además hay que mostrarles cómo nos lavamos los dientes
pidiéndoles su compañía en el baño, explicándoles qué es lo que estamos haciendo, para qué
sirve el cepillo y la pasta dental. 2. Debemos inculcarles hábitos desde temprana edad. Un
niño/a siempre va a entender más de lo que puede expresar, por eso es necesario que los
padres estemos constantemente especificando el porqué de cada acción higiénica y los
beneficios sanitarios que reporta. 3. Regularidad.Los hábitos deben crearse a diario y
manifestarse en cada aspecto de la vida cotidiana. En este caso debemos armarnos de
paciencia porque los resultados de nuestro trabajo no se verán de inmediato, sino a largo
plazo. Lo ideal es que las instrucciones que reciban los niños/as sean lo más simples posible.
La complicación o perfeccionamiento deben ser paulatinos. 4. El niño/a debe contar con un
ambiente preparado. Los artículos de aseo deben estar al alcance de los niños/as. La pasta
dental no puede estar guardada en una repisa con llave, debe existir siempre papel higiénico
disponible, etc. Si las condiciones no están dadas para que el infante realice sus labores de
aseo aparecerá la desmotivación. El niño/a debe tener sus propios elementos higiénicos para
que cuide de ellos y sepa en qué lugar se encuentran. 5. Cada momento de aseo debe ser
grato. Jamás hay que decir "lávate el pelo porque si no te voy a castigar sin televisión". Por el
contrario, es mejor mostrar el lado positivo de la acción: "que agradable es tener el pelo limpio".
Relacionando este punto con el ejemplo que debemos dar como padres, es importante que
cuando nos aseemos demostremos el placer que produce para que nuestros hijos/as vinculen
la acción con un bienestar. 6. Hay que ser creativo. Si un método de creación de hábitos
higiénicos no da resultados no hay que desesperarse, mucho menos caer en la reprimenda, es
mejor buscar otro sistema. En el caso tengamos más de un hijo/a, un sistema que dio óptimos
resultados con el mayor, no siempre será igual con el menor, en tal caso debemos tener la
capacidad, y por sobre todo la paciencia, de innovar.
Puntos cardinales

DEFINICIÓN DE

PUNTO CARDINAL

El concepto de punto puede entenderse de diversas maneras de acuerdo al contexto. Puede


tratarse de un lugar, de una unidad de tanteo, de una marca con forma de círculo o de un signo
ortográfico, por citar algunas posibilidades.

Cardinal, por su parte, es un adjetivo que puede referirse a aquello que tiene una gran
importancia o que refleja la cantidad exacta de las cosas que se mencionan en una
conversación.

Tomando estas definiciones de manera aislada, resulta difícil reconstruir la idea de punto
cardinal. La noción hace referencia a las cuatro direcciones que surgen del movimiento de
rotación que realiza la Tierra y que, en un plano cartesiano, permiten determinar una posición.

Los puntos cardinales, por lo tanto, señalan diferentes lugares y, como se sugiere en el párrafo
anterior, son cuatro: Norte, Sur, Este y Oeste. El Norte indica la ubicación del Polo Norte,
mientras que el Sur hace lo propio con el Polo Sur. El Oeste, por su parte, señala la dirección
donde se oculta el sol; el Este, la dirección desde donde sale.
El término cardinal tiene una etimología muy interesante, ya que se obtuvo a partir de “cardo”,
una palabra del latín que se utilizaba para identificar a la calle de las ciudades romanas que se
extendía de norte a sur, pasando por el centro de las mismas. Si tomamos esta antigua
definición en cuenta de manera estricta, los únicos dos puntos cardinales deberían ser el Norte
y el Sur, aunque principalmente el primero, ya que se consideraba el objetivo.

El Norte siempre ha gozado de más importancia que el resto de los puntos cardinales, y esto
se puede apreciar ya desde el diseño de las brújulas, que siempre lo toman como referencia
para calcular la dirección de los otros tres. De hecho, cuando se dice que un individuo “ha
perdido el Norte” se hace alusión a su falta de perspectiva en la vida, a que no sabe cómo
continuar, cuál era su rumbo.

Punto cardinalLa brújula, por su parte, no es tan simple de interpretar: si bien se dice que
señala el Norte, no se trata del geográfico (la región que en un mapa planisferio podemos
asociar con una porción determinada de nuestro planeta), sino del magnético. Los únicos
puntos que coinciden entre ambos son aquellos que se sitúan en el mismo meridiano. El campo
magnético terrestre o geomagnético es generado por la Tierra y el ser humano lleva
estudiándolo desde el siglo XVII; presenta un desplazamiento paulatino, y en la actualidad se
calcula que la distancia recorrida anualmente es de aproximadamente 40 kilómetros.

Dicho movimiento explica que la aguja imantada de la brújula no señale siempre el mismo
punto geográfico. El campo geomagnético también sufre un cambio de intensidad, tanto
incrementos como decrementos, además de poder invertir su polaridad cada miles de años. En
la actualidad, su intensidad está disminuyendo.

Esto explica que no baste contar con una brújula para orientarse en medio de un espacio
natural. Los puntos cardinales son uno de esos conceptos que parecen básicos, que
aprendemos desde pequeños, pero que esconden una complejidad mucho mayor de la
aparente. Por otro lado, suelen asociarse a ciertas cuestiones sociales, cuando se habla de
“Norte” como parte rica de la población, opuesta al “Sur”, siempre ignorado por el gobierno.

La estructura de los puntos cardinales permite crear una especie de cruz, cuyos ángulos rectos
pueden dividirse en diferentes bisectrices. De esta forma queda compuesta la Rosa de los
vientos, que se emplea como orientación para navegar.

Estas bisectrices, por otra parte, dan lugar a direcciones que se ubican entre un punto cardinal
y otro: noroeste, noreste, suroeste y sureste.

A partir del uso de agujas imantadas, las brújulas señalan el Polo Norte y permiten que una
persona se ubique mediante el reconocimiento de los puntos cardinales.
Puntos cardinales

Vamos a suponer que está amaneciendo y estamos en un ventana mirando de frente la salida
del sol . (la imagen que tenemos a la derecha).
Esta ubicación con respecto a la salida del sol nos permite orientarnos en el espacio, ya que
precisamente estamos mirando hacia el oriente que etimológicamente significa nacer (por
donde nace el sol ). También se llama levante (por donde el sol se levanta ) o
dirección este .

Ubiquémonos de frente mirando esta salida del


sol.

Anotemos y recordemos, entonces: son sinónimos oriente, levante y este .


Si la Tierra no estuviera rotando sobre su eje esa imagen del sol sería la misma, el sol se vería
fijo y no tendríamos ni día ni noche .

Pero como la tierra está rotando sobre su eje, es que tenemos la sensación de que el sol nace
y se levanta, para diferenciar el día de la noche.
Cuatro puntos cardinales principales.

Pues bien, esta característica le ha permitido al hombre crear un sistema para


orientarse teniendo siempre como referencia al sol .
Para ello, ha creado cuatro posiciones espaciales las cuales ha llamado puntos cardinales .

Arriba hablamos del oriente , llamado también este o levante ; pues bien, ese es uno de los
cuatro puntos cardinales principales.
Y los cuatro puntos cardinales principales son: este, oeste, norte y sur .
Decimos principales ya que la combinación de ellos nos entregará otras posiciones espaciales
que podremos llamar puntos cardinales secundarios o colaterales .

La posición aquí es con el brazo derecho


hacia el este (por donde sale el sol).

Siguiendo con nuestro ejemplo del sol visto desde la ventana, transcurrido el día veremos que
el sol sube sobre nuestra cabeza y se aleja por nuestra espalda hasta desaparecer en el
horizonte. Pues bien, el sol desaparece por el oeste , a nuestra espalda si seguimos mirando
hacia el lado por donde lo vimos aparecer en la mañana.
De modo que ya sabemos algo simple: el sol sale por el este y se oculta (se pone) por
el oeste, también llamado poniente u occidente .
Recordemos que esto se produce porque la tierra está rotando en sentido desde el oeste
hacia el este.
Volvamos a lo nuestro.
Si seguimos mirando de frente la salida del sol (miramos hacia el oriente, este o levante ) y si
trazamos una línea imaginaria para unir los puntos este y oeste y colocamos otra línea
imaginaria perpendicular a la primera, encontraremos que el punto o la dirección que señala
hacia nuestra mano izquierda indica el norte (llamado también septentrional o boreal ), y, por
ende, la mano derecha señalará el sur (llamado también meridional o austral ).

Recuerden: el sol sale por el este y se pone por


el oeste.

En nuestra explicación colocamos al observador mirando de frente hacia el oriente para


identificar a partir de ahí los cuatro puntos cardinales principales.
Pero, en general, y así lo ratifican las fuentes consultadas, los gráficos y figuras que ilustran
estas orientaciones lo hacen colocando al observador o sujeto dirigiendo su brazo derecho
hacia el este (oriente o levante).
Puesto el observador en esta posición, al frente suyo tendrá el norte, a su espalda tendrá el sur
y hacia su brazo izquierda estará el oeste (occidente o poniente).

Los puntos cardinales secundarios o colaterales

Puntos cardinales principales y secundarios o


colaterales.

Además de los cuatro cardinales principales hay otros puntos, llamados secundarios o
colaterales, que son intermedios entre los principales o una combinación de ellos.
Estos son:
Noreste: (NE) definido entre el norte y el este.
Noroeste: (NO) definido entre el norte y el oeste.
Sureste: (SE) definido entre el sur y el este; y
Suroeste: (SO) definido entre el sur y el oeste.
Recapitulemos:

Este (Oriente o Levante) es la dirección por donde sale el Sol.


Oeste (Occidente o Poniente) es la dirección por donde se pone el Sol.
Norte (Septentrional o Boreal) es la dirección hacia la izquierda respecto al este.
Sur (Meridional o austral) es la dirección opuesta al Norte.
Recordemos que la brújula es un instrumento que consiste en una aguja imantada que se
dirige siempre al Norte.

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