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Miércoles 3 de junio de 2009

Introducción a la ósmosis inversa


MEDINA SAN JUAN, JOSE ANTONIO
Introducción a la ósmosis inversa

 MEDINA SAN JUAN, JOSE ANTONIO; [MED Desalación, S.L.]

ÍNDICE

1. Principios generales.
2. El proceso de ósmosis inversa.
3. Elementos básicos de una instalación de ósmosis inversa.
4. Parámetros fundamentales de la ósmosis.
5. Parámetros importantes de diseño.
6. Ensuciamiento.
7. Polarización.
8. Efectos asociados a las condiciones de uso de las membranas.
9. Standarización de membranas.

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1. PRINCIPIOS GENERALES
La ósmosis inversa es un proceso que realiza la separación de sales haciendo pasar el líquido a
través de membranas semipermeables.

Una solución con una concentración determinada de sales desarrolla en su interior una ten-
sión, conocida como presión osmótica. Si esa solución se pone en contacto con otra de dife-
rente concentración, a través de una membrana semipermeable, se produce un flujo desde la
solución más diluída hacia la más concentrada que cesa cuando las concentraciones a ambos
lados de la membrana se igualan.

Se trata de un proceso natural que se produce por ejemplo en los seres vivos, de forma que
las celulas realizan su alimentación mediante ósmosis producida a través de la membrana ce-
lular.

Si este proceso lo simulamos en el laboratorio, al final se observa que existe una diferencia
en la altura o columna del líquido a un lado y otro de la membrana. Ese desnivel o altura es la
presión osmótica como consecuencia de la diferencia de concentraciones.

Esquema de ósmosis inversa.

Pero en el proceso de desalación el agua debe desprenderse de las sales y por tanto el flujo de-
bería realizarse desde la solución concentrada hacia la diluida. Como ese proceso no se puede
realizar de forma directa o natural, es necesaria la aplicación de una energía o fuerza externa
para provocar la separación.

De ahí el nombre de ósmosis inversa como consecuencia de la reversibilidad que hay que pro-
vocar en el fenómeno o proceso natural.

En consecuencia para desalar por osmosis inversa es preciso disponer de una membrana se-
mipermeable y de una fuerza exterior que impulse el agua a través de la membrana, en la
dirección aconsejable.

Podría pensarse por tanto que se trata de un sistema especial de filtración, aunque realmente
es un proceso bastante distinto y más complejo.

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Para comprobarlo podemos analizar la tabla general de los procesos de separación, en la que
encontramos que la osmosis realiza una separación de las partículas de menor tamaño.

Proceso Grado de separación en micras

Filtración multicapa > 100

Filtración cartuchos >1

Filtración sobre precapa > 0,5

Microfiltración > 0,1

Ultrafiltración > 0,01

Nanofiltración 0,001 – 0,01

Osmosis Inversa < 0,04

Electrodiálisis < 0,03

Además si en la escala se compara con los procesos que están inmediatamente próximos,
como la Ultra y Microfiltración, no habría que extrañarse de que se tratara de un proceso en el
que las membranas tuvieran un poder de corte o reducción mayor y por tanto podría pensar-
se, que se trata también de una filtración más fina.

En última instancia podría asimilarse a una filtración a escala molecular.

Sin embargo hay una diferencia importante respecto a los procesos citados.

Si la comparamos con la filtración normal, no es solo que esta separe únicamente sólidos,
mientras que la osmosis separa moléculas, sino que además en la filtración, toda el agua pasa a
través de las membranas, menos las partículas sólidas y en consecuencia hay un flujo o caudal
de entrada y otro de salida que son sensiblemente iguales.

Por tanto en la filtración directa o normal Fa (Qa) = Fp (Qp).

A su vez respecto a las presiones Pa = Pp + Δh, es decir se produce una pérdida de carga en el
agua producto más o menos importante en función de la suciedad del agua y la densidad del
filtro.

Los filtros o membranas se ensucian o tupen por procesos puramente físicos, acumulación
de partículas sólidas, y por tanto se limpian parando el flujo a través del filtro y provocándole
un flujo en sentido inverso, en el que el agua empuja desde un lado las partículas que se han
quedado adheridas en el otro.

En la micro o ultrafiltración es también el tamaño de los poros el que determina el grado de


filtración, pero estos son tan pequeños que si se recuperara todo el caudal filtrado la tupición
del filtro, también por elementos sólidos, sería muy rápida y se perdería mucho tiempo en lim-
piezas. Para aumentar los períodos de funcionamiento se recurre a dos actuaciones.

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• De un lado se utilizan unos filtros previos para hacer una primera eliminación de partículas
sólidas, filtro de unas 100 micras.

• Se deriva un pequeño caudal para que constantemente esté arrastrando los sólidos que se
depositan sobre la pared de las membranas.

En este caso Fa (Qa) = Fp (Qp) + Fl (Ql)

Es decir existe una disminución generalmente pequeña en el caudal obtenido. El caudal de


lavado contiene todos los elementos sólidos y se elimina o según sea el caso se devuelve al
depósito de origen.

Y respecto a las presiones. Pa > Pl > Pp

El lavado se realiza también a contracorriente y según los casos se realiza con agua y aire o
solamente con agua. Cuando tras sucesivos e intermitentes lavados, cada 5 a 15 minutos, no
se recupera el poder de filtración se realiza el lavado con productos químicos.

Por último en la ósmosis inversa el caudal de alimentación se bifurca en otros dos, uno que
atraviesa la membrana y constituye el producto libre de sales, y otro que no la atraviesa y
se dedica a diluir las sales que han sido separadas por la membrana y que de no arrastrarse
precipitarían sobre la superficie de la misma y provocarían un ensuciamiento o precipitación
irreversible. Este caudal constituye el rechazo o salmuera.

Aquí también Fa (Qa) = Fp (Qp) + Fr (Qr)

Y las presiones Pa > Pr > Pp

Existe además una diferencia importante entre los caudales de entrada y salida de unos y otros
procesos, tanto en cuanto a las presiones como en cuanto a su salinidad.

En la filtración microfiltración y ultrafiltración, todos ellos tiene una concentración de sales


igual o muy parecida y hay pequeñas diferencias en las presiones como consecuencia de la
ligera pérdida de carga por rozamiento sobre las membranas o al pasar a través de ellas; sin
embargo en la osmosis inversa las concentraciones y las presiones en los tres flujos son muy
diferentes.

Respecto a las salinidades

CEr > CEa > CEp

CEa x Fa = CEp x Fp + CEr x Fr

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Y en cuanto a las presiones, la del agua a tratar y la del agua de rechazo son elevadas y con
diferencias variables en función de la perdida de carga por rozamiento sobre la superficie de
las membranas, mientras que la presión del agua producto es prácticamente igual a la atmos-
férica, pues en el paso del agua a través de las membranas es donde tiene lugar la pérdida de
carga o de energía.

Esto indica claramente que la presión que se debe aplicar al agua para atravesar las membra-
nas es muy superior a la que se requeriría de acuerdo con la permeabilidad de la membrana,
puesto que no solo debe vencer la resistencia que supone esta, sino además la propia presión
osmótica de la solución.

En la práctica la diferencia de presión necesaria sobre la osmótica debe ser importante para
producir un caudal aceptable.

2. EL PROCESO DE ÓSMOSIS INVERSA


Puesto que la ósmosis es algo más que una simple filtración, ya que al afectar directamente a
los iones, tiene que ver tanto con las propiedades termodinámicas como las del transporte de
agua y sales, se han desarrollado varias teorías para su explicación, siendo las más comúnmen-
te aceptadas las siguientes:

• Según la teoría de Sourirajan, uno de los primeros investigadores en membranas, existe un


flujo de agua a través de los poros de la membrana, que se produce en dos etapas:

- En la primera el agua es absorbida preferentemente sobre la superficie de la membrana.

- En la segunda, esta capa con el agua absorbida es drenada a través de los poros en la
membrana.

• La teoría alternativa propuesta por Merten parte de que la membrana no tiene poros y por
tanto el flujo convectivo no puede existir.

- En su lugar el agua se disuelve en la capa superficial de la membrana y después se difun-


de a través de una capa sin poros de la misma.

- En este segundo modelo el rechazo es función de la solubilidad relativa del soluto y del
solvente.

3. ELEMENTOS BÁSICOS DE UNA INSTALACIÓN DE ÓSMOSIS INVERSA


De lo que hemos dicho se comprende claramente que los elementos indispensables de una
instalación de O.I. son, en primer lugar las membranas y después el equipo que ha de propor-
cionar la presión necesaria para que el proceso se produzca.

Los avances que se han producido a lo largo de los años y que han hecho de la O.I. una tecnolo-
gía asequible a muchos usos han venido de un lado por la mejora de las membranas, capaces
de aumentar su eficiencia en caudal y rechazo de sales, de otra de los equipos de bombeo que
han permitido elevar su rendimiento hasta unos niveles, que si no hubiera sido por la especifi-
cidad de estos procesos no hubiera sido posible conseguirlos, y por ultimo de la introducción

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de diseños de ingeniería, conducentes todos ellos a la reducción de los costes energéticos que
constituyen el capítulo mas importante de la producción de agua desalada.

Pero las membranas son elementos muy sensibles y dado que deben tener unos poros sufi-
cientemente pequeños para permitir separaciones a nivel iónico son también muy sensibles
al ensuciamiento, por lo que deben tomarse precauciones especiales para evitar que esto se
produzca.

Como el agua que se va a desalar sea cualquiera su origen, agua salobre o de mar, puede no
estar suficientemente limpia es necesario aplicarle una serie de tratamientos físicos y quími-
cos, conocidos como pretratamientos, que tratan de evitar que tanto las partículas de tamaño
pequeño, como algas, sólidos en suspensión, compuestos orgánicos o minerales lleguen a las
membranas y tengan efectos negativos sobre su funcionamiento.

Una instalación desaladora debe constar por tanto con todos esos elementos citados que de-
berán ser considerados en el diseño de la misma.

Por tanto el agua que se va a desalar, captada directamente de su origen, mar o ríos, o median-
te pozos filtrantes, es conducida hasta la estación de tratamiento o planta desaladora en la que
es sometida a una serie de tratamientos físicos y químicos, para llegar hasta las membranas en
unas condiciones adecuadas para no perturbar el proceso.

El proceso de desalación propiamente dicho está constituido por los equipos mecánicos ne-
cesarios para llevar el agua a tratar hasta la presión necesaria, bombas de media o alta presión,
que la introducen en un conjunto de membranas que se colocan en el interior de tubos de
presión, de los que se obtiene un flujo de agua desalada que sale a una presión próxima a la
atmosférica, y un flujo de concentrado que sale a una presión algo inferior a la de entrada.

Esquema general de una instalación desaladora.

Para aprovechar la energía de este flujo de salmuera se utilizan distintos tipos de equipos me-
cánicos que tienen como objeto reducir el consumo energético del proceso.

Finalmente el agua desalada se somete a una serie de post-tratamientos en función del uso
que se le vaya a dar, y la salmuera o rechazo, después de perder su presión, se elimina de forma
que no contamine el entorno.

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4. PARÁMETROS FUNDAMENTALES DE LA ÓSMOSIS
El proceso de osmosis desde el punto de vista de su aplicación a la desalación de agua viene
caracterizado por una serie de parámetros importantes que es preciso conocer, que afectan
fundamentalmente a la membrana y que deben ser tenidos en cuenta a la hora de diseñar una
instalación.

Presión osmótica
Es la fuerza con la que los iones contenidos en una solución son retenidos por ella. Varía en
consecuencia en función de la salinidad del agua y es tanto mas elevada cuanto mas concen-
trada es la solución que se quiere desalar.

La presión osmótica del agua de mar es muy superior a la presión osmótica del agua salobre,
pero es inferior a la presión osmótica de la salmuera o rechazo de la planta deseadora.

Viene determinada por la formula siguiente de van´t Hoff

Π = CRT

O usando la aproximación de Morse

Π = iMRT,

Siendo

i es el numero adimensional de van´t Hoff.


M es la molaridad.
R = 0.08206 L x atm x mol-1 x K - 1 es la constante de los gases.
T es la temperatura absoluta.

Una regla aproximada de cálculo consiste en que cada 1.000 ppm de sales en solución equiva-
len a una presión de 0,77 kg/cm2.

Como ejemplo, la presión osmótica de una serie de aguas es como sigue:

Agua poco salobre 1.500 ppm TDS 1 Kg/cm2

Agua salobre 5.000 ppm 3“

Agua muy salobre 12.000 ppm 7“

Agua de mar norma 35.000 ppm 23 “

Agua de mar muy salina 50.000 ppm 37 “

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Presión neta de transferencia
Es la presión que hay que aplicar sobre la membrana para revertir el proceso de osmosis.

Dicha presión debe ser suficientemente elevada para:

• Vencer la resistencia o permeabilidad de la membrana, que redunda por una parte en una
pérdida de carga pero además en el caudal que la membrana produce, que debe ser impor-
tante, para hacerla eficiente y rentable.

• Superar las pérdidas de carga que se producen en el proceso hidráulico industrial.

• Superar la presión osmótica del agua a desalar, o mejor aún de la diferencia entre las pre-
siones osmóticas de las soluciones existentes a un lado y otro de la membrana.

A lo largo de los años se han ido mejorando la calidad de las membranas en lo que se refiere
a su permeabilidad y hoy día se dispone de membranas mucho más permeables que las que
existían hace años, sin que por ello hayan perdido otras propiedades inherentes a las mismas,
que también se han mejorado.

En consecuencia las presiones que se aplican a las modernas membranas de osmosis inversa,
para producir un mismo caudal, son bastante inferiores a las que se aplicaban antaño, o dicho
de otra forma las actuales membranas de osmosis dan caudales superiores a las de hace unos
pocos años.

Presión neta diferencial en las membranas de un tubo.

Caudales
Si partimos de los flujos ó caudales que se generan en el proceso podemos distinguir:

• flujo o caudal de alimentación, que es el que se pretende desalar y se aplica en un lado de


la membrana. Fa (Ff en la bibliografía anglosajona).

• flujo o caudal de producto, que corresponde al agua a la que se le han eliminado o reduci-
do las sales. Fp.

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• flujo o caudal de concentrado (rechazo), que arrastra las sales que han sido separadas por
la membrana y que se depositarían sobre ella. Fr (Fb en la citada bibliografía).

La relación entre las citadas magnitudes es:

Fa = Fp + Fr

Del mismo modo tendremos las concentraciones del agua de alimentación, Ca (Cf ), producto,
Cp; y rechazo, Cr (Cb), relacionados entre sí también mediante:

Ca x Fa = Cp x Fp + Cr x Fr

A partir de aquí se consideran las dos ecuaciones principales que hacen referencia a la mem-
brana que son:

En el interior del tubo de presión como consecuencia del aumento de la presión osmótica al
pasar el agua de una membrana a otra, y de la dismiución de la presión neta se produce un
descenso del caudal por membrana.

Variación del caudal de las membranas de un tubo.

Ecuación de flujo de agua


De acuerdo a lo dicho mas arriba será función de las características de la membrana (per-
meabilidad) y de la presión aplicada (presión neta de transferencia), y viene dada por la si-
guiente fórmula:

Fa = A x Z x (Pm - ΔØm)

siendo:

Fa = el caudal de agua que atraviesa la membrana en l/m2/hora.


A = coeficiente de transporte de la membrana en l/m2/hora y atm.
Z = superficie de la membrana en m2.
Pm = Presión diferencial a través de la membrana en atm, ó Kg/cm2.
ΔØm = Presión osmótica diferencial a ambos lados de la membrana, en atm. ó Kg/cm2.

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De esta ecuación se deduce que el caudal es directamente proporcional a la presión neta apli-
cada, es decir a la diferencia de presiones que aparece entre paréntesis en la fórmula, y al
coeficiente de transporte; es decir a una característica propia de la membrana y a otra propia
del funcionamiento.

El caudal que atraviesa la membrana queda definido en unas condiciones de presión y tempe-
ratura predeterminadas, y en cada situación deben aplicarse las correcciones oportunas para
adaptarlo a las condiciones reales de funcionamiento; esto es lo que se conoce como norma-
lización de la membrana.

Como la producción de una membrana depende también de su superficie, tendrá un valor de-
terminado comprendido entre unos límites no muy amplios. Para conseguir una producción
superior es necesario colocar varias membranas en serie.

Ecuación del transporte de sales


Está relacionada con las características de la membrana y con la concentración de sales a uno
y otro lado de la misma, pero es independiente de la presión, es decir que la membrana no
separa mas sales porque se aumente la presión.

Su formula es:

Fs = Ks x (Ca - Cp)

donde:

Fs = Flujo de sales, en gr/cm2/seg.


Ks = coeficiente de transporte de sales en cm/seg.
Ca = concentración de sales en el agua de alimentación, en gr/cm3.
Cp = concentración de sales en el agua producto, en gr/cm3.

Influencia de la temperatura
Al aumentar la temperatura aumentan tanto los coeficientes de permeabilidad de la membra-
na, como el de permeabilidad a las sales

Rechazo de sales
Es el parámetro más importante de la membrana y depende del proceso de fabricación y de
los compuestos químicos o polímeros que forman parte de la membrana.

RS (%) = (1 - Cp / Ca) x 100 (6)

Este valor no es sin embargo el mismo para todos los iones, siendo superior para los iones
bivalentes que para los monovalentes. Esta es la razón por la que las aguas desaladas son po-
bres en calcio o magnesio, pues al ser iones de «gran tamaño» son rechazados en porcentajes
importantes.

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Cuando de forma general se dice que una membrana tiene un rechazo del 90%, se refiere a
que los iones más pequeños como el sodio y el cloro son al menos rechazados en esa propor-
ción.

En la actualidad las membranas de agua salobre tienen rechazos superiores al 90% y las mem-
branas de agua de mar superiores al 99,6%., aunque esto no ha sido siempre así. Por ejemplo
cuando se empezaron a utilizar las membranas en la desalación de agua de mar, hace unos
20 años, el rechazo no superaba el 99,2 5 y de esta forma no era posible conseguir un agua
desalada de salinidad inferior a 500 mg/l en un solo paso.

Paso de sales
PS (%) = Cp / Ca x 100 (7)

por tanto también RS = 100 - PS (8)

La determinación de todos estos parámetros se hacen en condiciones específicas determi-


nadas por cada fabricante, aunque suelen standarizarse en cuanto a presión, temperatura,
salinidad del agua preparada artificialmente, y en ocasiones recuperación.

5. PARÁMETROS IMPORTANTES DE DISEÑO


Además de los parámetros que tienen que ver directamente con la membrana, existen otros
que se tienen en cuenta a la hora de realizar el diseño de la instalación.

Entre estos podemos citar los siguientes:

Recuperación
También conocida como conversión o recobro del sistema (recovery), es el porcentaje de pro-
ducto que se obtiene a partir de un determinado volumen de agua de alimentación:

R (%) = Fp / Fa x 100

Fp y Fa, medidos en las mismas unidades, m3/hora ó m3/día

Este factor es muy distinto según se trate de membranas individuales o de módulos en los que
intervienen más membranas colocadas en serie.

En las membranas espirales por ejemplo dicho factor no suele ser superior al 1215% si se trata
de membranas de agua salobre y del 10% en caso de agua de mar.

En membranas de fibra hueca sin embargo dicho factor se eleva hasta el 85% en agua salobre
y al 60% en agua de mar.

Como ese factor es muy pequeño para las membranas de arrollamiento en espiral, con objeto
de elevar la conversión y mejorar la eficiencia del sistema, las membranas se colocan en serie,
hasta 7 por tubo de presión, de forma que el rechazo de la 1ª membrana constituye la alimen-
tación de la segunda y así sucesivamente.

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El rechazo máximo de un tubo de presión de 6 a 7 membranas puede llegar hasta un 52- 54%,
aunque normalmente no supera el 50% en la desalación de aguas salobres y el 45% en la de-
salación de agua de mar.

Para aumentar la conversión, en el caso de aguas salobres, se colocan varios tubos en serie de
forma que, como anteriormente se ha dicho, el flujo saliente del 1er tubo o del conjunto de tu-
bos que se colocan en paralelo constituye la alimentación del 2º tubo o conjunto de tubos. En
esta segunda fase puede conseguirse también una recuperación del 50%, del flujo entrante,
es decir el 25% del flujo inicial.

En consecuencia para recuperar el 75% son necesarios dos fases y para cantidades superiores
(87,5%) tres fases.

Pero la recuperación depende además de la superficie de membrana, de la composición del


agua a tratar pues al concentrarse las sales rechazadas en el rechazo o salmuera no debe supe-
rarse en esta el límite de solubilidad de las sales menos solubles.

A partir de aquí se obtienen otras formulas útiles también a la hora de diseñar una instalación
par un uso determinado.

Instalación de una etapa.

Pasos y etapas
Como consecuencia de lo comentado surgen dos nuevos conceptos: paso y etapa.

Se llama etapa a cada una de las fases o trenes de membranas por las que se hace pasar el
agua a tratar, de forma que el rechazo de una fase constituye la alimentación de la fase si-
guiente.

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Se llama paso a cada una de las fases o trenes de membranas por las que se hace pasar el agua a
tratar, de forma que el producto de una fase constituye la alimentación de la fase siguiente.

Trenes
Llamados también bastidores o racks, en la terminología anglosajona, es el conjunto de tubos
de presión, con sus correspondientes membranas que se colocan en paralelo, dentro de una
estructura de soportación.

A veces un tren puede constar de mas de una etapa, o incluso y según el diseño que se haga
de mas de un paso.

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Concentración del producto
Cp = (1 - RS) x (Ca + Cr) / 2 (9)

Concentración del rechazo


Cr = RS x Ca / (1 - R) (10)

Proporción (ratio) de reducción


Ca/Cp = 1 / (1-RS)

6. ENSUCIAMIENTO
Todas las aguas contienen diferentes tipos de contaminantes o componentes que pueden
afectar el normal funcionamento de las membranas.

A pesar de los sistemas de protección que se colocan antes de las membranas es prácticamen-
te imposible eliminar todos los componentes sólidos u orgánicos que lleva el agua que se va
a tratar.

Los componentes de pequeño tamaño acaban depositándose sobre los canales de salmuera
de las membranas obstruyéndolos y producen el ensuciamiento de las membranas.

Dicho ensuciamiento puede ser de distintos tipos, coloidal, orgánico o bacteriológico.

El ensuciamiento coloidal se origina por la coagulación de los coloides (partículas en suspen-


sión menores de 1 micra) que se mantienen dispersas en la solución por la presencia de cargas
superficiales. Se pegan a la membrana y forman una capa superficial que reduce su permeabi-
lidad. Los coloides más frecuentes son Fe, Mn, sílice y arcilla fina.

El azufre coloidal se forma al oxidarse el SH2 y es difícil de eliminar. Esta oxidación puede evi-
tarse eliminando el aire y otros oxidantes.

En otros casos el ensuciamiento se produce por precipitación sobre las membranas de las sa-
les, cuando se supera su limite de solubilidad.

El ensuciamiento orgánico tiene lugar por la presencia en el agua a tratar de materia orgánica,
ácidos fúlvicos y húmicos.

La membrana rechaza estos compuestos, pero se depositan sobre la misma y forman una capa
que también ensucian la membrana.

Finalmente los componentes biológicos del agua de mar, microalgas, bacterias, virus, etc, aca-
ban también depositándose sobre la membrana y la ensucian.

Con mucha frecuencia el ensuciamiento se produce por varias causas a la vez.

Cuando esto ocurre es necesario llevar a cabo una limpieza de las membranas.

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Turbidez e índice de colmatación
Son medidas que se realizan en la instalación para comprobar la calidad del agua que llega a
las membranas.

La turbidez se determina mediante turbidímetros, mientras que para determinar el índice de


colmatación se emplea un aparato en el que se coloca un filtro de 0,45 micras por el que se
hace pasar el agua que se va a tratar a una presión de 2 kg/cm2.

La determinación del índice de colmatación o SDI es como sigue:

Se filtra a través del aparato 500 ml del agua a tratar, que se recoge en un depósito en la parte
inferior, a la vez que se anota el tiempo necesario para llenar ese depósito de la capacidad
citada. (ti)

Se deja que continúe el líquido pasando por el filtro y se vuelve a realizar la misma operación
al cabo de 5, 10 y 15 minutos. (tf )

Con los datos recogidos siendo:

ti = tiempo inicial para filtrar los 500 ml.


tf = tiempo final para filtrar los 500 ml.
tt = tiempo total (5,10 ó 15 minutos según los casos).

y manteniendo constante durante todo el proceso la presión a 2 Kg/cm2, se aplica la fórmula:

SDI = % P / tt = 100 (1 - ti / tf ) / tt

Normalmente el tiempo entre lecturas es de 15 minutos, pero si la colmatación es muy elevada


se recurre a los otros tiempos menores.

7. POLARIZACIÓN
Las membranas de ósmosis tienen un rechazo limitado por lo que la concentración de sales en
el producto depende de la concentración a la entrada de la interfase.

Las sales disueltas en el agua de alimentación son transportadas convectivamente hacia la


membrana.

Como su difusión a través de la misma no se realiza a la misma velocidad, se produce una acu-
mulación de sales en la capa próxima a la superficie de la membrana. Es lo que se conoce como
concentración de la polarización.

Es decir que junto a la membrana se desarrolla una capa límite de disolución no agitada, es-
tancada, de la que se extrae constantemente agua y en la que las sales rechazadas se van
acumulando en concentraciones excepcionalmente altas.

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Este fenómeno tiene una serie de efectos negativos:

• Dado que las membranas siempre dejan pasar algunas de las sales presentes en el agua de
alimentación, la concentración de sales en el agua producto aumenta.

• El aumento de sales en la interfase aumenta la presión osmótica en dicha interfase, y por


tanto disminuye la presión efectiva que impulsa el agua a través de la membrana.

• Pueden producirse precipitaciones de los componentes disueltos

Por tanto la polarización de concentración influye fundamentalmente en el flujo y rechazo de


sales.

La eliminación de esta capa de la superficie de la membrana sólo puede realizarse por difusión
mediante un proceso de transferencia de masa, así como por una variedad de movimientos
hidrodinámicos.

La polarización de la concentración no puede eliminarse por completo en los procesos de


ósmosis inversa, pero al menos puede reducirse

a) Haciendo la solución turbulenta para mantener dicha capa límite lo más delgada posible.

b) Estableciendo mécanicamente en la membrana canales de flujo para reducir los efectos de


entrada.

c) Ajustando el flujo y limitando el recobro.

El grado de polarización de la concentración aumenta proporcionalmente al flujo del disolven-


te y también es proporcional a la presión aplicada.

En consecuencia existe una velocidad máxima de flujo por unidad de área para cada mem-
brana, mas allá de la cual un incremento de la presión no produce un aumento en el flujo del
disolvente sino que sólo provoca un aumento de la presión osmótica.

8. EFECTOS ASOCIADOS A LAS CONDICIONES DE USO DE LAS MEMBRANAS


Edad de las membranas
El material que compone la membrana se degrada con el tiempo de operación produciéndose
un descenso en los parámetros específicos de la membrana.

Esa degradación junto a la presión ala que las membranas están sometidas durante su funcio-
namiento da lugar a un fenómeno conocido como compactación, que produce una reducción
del caudal y un aumento de la presión de operación.

Depende tanto de la presión como de la temperatura de operación de las membranas, pero la


influencia de la temperatura es mayor

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Pero este descenso no es continuo, sino que en el primer año de funcionamiento es más pro-
longado, y luego se estabiliza y el descenso es más lento.

Para contrarrestarlo en el diseño se introduce un coeficiente de corrección en los cálculos.

Efecto de la temperatura
Cuanto más elevada es la temperatura mayor es el riesgo de compactación.

Sin embargo aunque la compactación produce una disminución del flujo, al aumentar la tem-
peratura también aumenta dicho flujo, lo que debe tenerse en cuenta y en consecuencia re-
ducir la superficie de membrana en el diseño.

Cuando se conoce la variación de temperaturas a lo largo del tiempo es necesario hacer el


diseño para las condiciones más desfavorables, es decir cuando la temperatura es más baja.

El efecto de la temperatura sobre el caudal se determina de forma aproximada multiplicando


este por un factor corrector:

Kt = 1,03(T-25)

Es decir se corrige frente al valor de 25 ºC, que es el que se considera para determinar el caudal
nominal de la membrana.

Pérdida de caudal y aumento del paso de sales


Como consecuencia de los factores explicados mas arriba, edad, compactación, ensuciamiento,
temperatura, etc, la membrana va perdiendo sus características mas importantes a lo largo del
funcionamiento, especialmente en lo que se refiere al caudal y a su selectividad a las sales.

Respecto al caudal y en función de las condiciones de operación de las membranas puede


producirse una disminución de hasta el 10-12% al año. A efector de diseño se considera una
media del 7% de pérdida anual, que se introduce en el programa de diseño en forma de un
coeficiente reductor.

Respecto al paso de sales se incrementa con el tiempo y se introducen coeficientes correctores


medios del 10% anual para membranas de poliamida y del 15% para membranas de acetato
de celulosa.

Por todo ello cuando se proyecta una instalación no solo se consideran las condiciones ini-
ciales de funcionamiento, sino las que existen al cabo de tres años, con objeto de garantizar
que la instalación va a funcionar durante tiempo dando un caudal y calidad del agua desalada
adecuado.

También hay que realizar sustitución de membranas anualmente para poder mantener esas
condiciones, y aunque el porcentaje de membranas que se sustituye es variable según las
condiciones de operación de la planta entre 7 y 15%, una buena practica consiste en prever un
reemplazo de membranas anual del 10%. Eso no quiere decir que obligatoriamente haya que
cambiar ese 10% todos los años, pero si que pensando en un periodo de tiempo de explota-

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ción determinado, por ejemplo 5 años, al final del mismo es probable que haya que cambiar
el 50%, bien sea un 10% cada año, o un 20% al 2º año, o 30% al tercer año, 40% al cuarto año
o 50% al quinto año.

9. STANDARIZACIÓN DE MEMBRANAS
Como existen distintos fabricantes de membranas que se pueden aplicar a aguas de salinida-
des muy distintas, con objeto de poder comparar las membranas y conocer exactamente sus
características, las membranas se prueban en una condiciones idénticas en todos los casos, y
se determinan sus características nominales.

Dichas condicione varías según se trate de agua salobre (BW) o de mar (SW) y normalmente
son:

Tipo psi Bars R% TDS(ppm NaCl) ºC pH

BW 225 16 15 2.000 25 6,5 -7

BW-LP 150 10 15 2.000 25 6,5-7

SW 800 55 10 32.000 25 6,5-7

Asimismo y a la hora del diseño de la instalación, se suelen respetar con carácter general los
siguientes valores.

Agua
Agua salobre Agua de mar
salobre Agua de mar pozo
pozo toma abierta
superficial

SD! 15 ≤3 ≤3 ≤3 ≤3

Turbidez ≤ 0,1 NTU ≤ 0,1 NTU ≤ 0,1 NTU ≤ 0,1 NTU

TOC < 2 ppm C < 2 ppm C < 2 ppm C < 2 ppm C

DBO5 < 4 ppm O2 < 4 ppm O2 < 4 ppm O2 < 4 ppm O2

Nº Particulas < 2 micras < 100 < 100 < 100 < 100

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