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3 Idiotas o la
escuela como
aparato
represivo-
disciplinario.

Facultad de Ingeniería, Universidad de Santiago.

Taller de Desarrollo Personal.

Profesora Ema Poblete Olave.

Estudiante: Eduardo Alarcón Leal.


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Fecha: 1 de Agosto de 2018.

I. Introducción.

En este trabajo se analizará la película 3 idiots (2009) del


director indio Rajkumar Hirani, con el objeto de mostrar la
naturaleza particular del espacio educativo como un espacio
contradictorio y conflictivo. Esta conflictividad inherente se deriva
principalmente de la tensión entre lo que podríamos llamar
función creativa o constructiva de la educación como sistema
(aquella que está orientada al desarrollo de habilidades y
conocimiento científico de diversas ramas en la persona que vive
la educación como un continuum de su cotidianidad) y la función
represiva o destructiva de la educación (según la cual los agentes
del proceso educativo no actúan ya solamente como meros
vehículos de un conocimiento abstracto transmitido
“neutralmente” sino que también promueven y/o refuerzan
valores, normas y disposiciones con objetivos específicos de
control social).

La película en cuestión muestra, al igual que otras películas


como Whiplash (2014) o Black swan (2010), cómo en espacios de
“excelencia académica” los límites cualitativos que separan a la
escuela de otros aparatos disciplinarios de génesis histórica
común (tales como prisiones, ejércitos profesionales, hospitales,
etcétera)1 tienden a difuminarse, asumiendo los actores
pedagógicos como Virus conductas dignas del sargento Hartmann

1 Para un análisis más detallado de la lógica común de los aparatos en cuestión


véase FOUCAULT, Michel. (2002). Vigilar y Castigar: El nacimiento de la Prisión.
Buenos Aires, Argentina: Siglo XXI Editores. P. 127-157.
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en Full Metal Jacket (1987). Esto, según Foucault, responde a una


suerte de transición histórica entre el entendimiento medieval y el
surgimiento del capitalismo como forma dominante de producción
social. De la performatividad espectacular de los rituales católico-
medievales a la productividad infinita de los rituales
empresariales. Se inaugura así “una época en que ha habido, (…),
todo un descubrimiento del cuerpo como objeto y blanco de poder.
Podrían encontrarse fácilmente signos de esta gran atención
dedicada entonces al cuerpo, al cuerpo que se manipula, al que se
da forma, que se educa, que obedece, que responde, que se
vuelve hábil o cuyas fuerzas se multiplican” 2. El punto es que, en
ese cambio de leitmotiv civilizatorio, esa necesidad de hacer a la
población hiperproductiva se manifiesta ideológicamente como un
llamado a una falsa realización individual. Un abstracto “tener
que ser el mejor” cuyo único correlato posible es, de no existir
una verdadera vocación social por producir conocimiento o
socializar las consencuencias del mismo (ambas características
presentes en Rancho), solamente posibilitar la acumulación de
capital de otros (ya sea vía consumo, ya sea vía trabajo
productivo, ya sea vía trabajo organizacional-burocrático). En
palabras de Byung-Chul Han, “3La supresión de un dominio
externo no conduce hacia la libertad; más bien hace que libertad y
coacción coincidan. Así, el sujeto de rendimiento se abandona a la
libertad obligada o a la libre obligación de maximizar el
rendimiento. El exceso de trabajo y rendimiento se agudiza y se
convierte en autoexplotación”.

Es en este sentido en que podemos analizar la escuela de


ingeniería de nuestros protagonistas y las formas que tanto Raju,
Farhan y Rancho tienen para hacerle frente a la problemática
expuesta, es decir, como una resistencia a la exacerbación de la

2 Ídem, p. 123.
3 HAN, Byung-Chul. (2012). La sociedad del cansancio. Barcelona: Herder. P.
20.
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educación represiva en el personaje de Viru, resistencia que tiene


como objeto principal la reivindicación del carácter humanizante
y liberador del conocimiento y la experiencia educativa (lo que se
manifiesta de manera más directa en el personaje de Rancho).

La relevancia de este trabajo radica en la contextualización


política y social de los conflictos que atraviesan al espacio educativo,
considerando el cómo sustraer esa dimensión de análisis tiende a
sobreestimar psicológicamente la responsabilidad individual en la
desadaptación a ciertos criterios y formas represivas en vez de
revisar la naturaleza violenta de los mismos.

Los objetivos de este trabajo son:

1. Dar cuenta del carácter disciplinario de la reducción de lo


educativo a la relación estudiante/examen desde la
caracterización foucaultiana del examen como piedra angular
del control social.
2. Ofrecer introductoriamente ciertos elementos (principio de
rendimiento o performance principle y excedente de represión
o surplus repression) con que Herbert Marcuse complementa
la teoría freudiana situándola en el contexto histórico actual
para entender desde una perspectiva psicológica la sobrecarga
académica que deben sortear los protagonistas.
3. Presentar a Rancho como alguien que reivindica el carácter
realizador, erótico, emancipador y social del conocimiento
científico (ya sea con los niños a quienes les enseña, ya sea
apoyando a sus compañeros para sobrellevar la militarización
educativa) y que devuelve un carácter “humanista” a las
ciencias.
4. Dar cuenta de las emociones y limitantes que cada uno de los
personajes más relevantes expresa, luego de contextualizar la
profundidad del conflicto.

II. Desarrollo.
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Interesante es la relevancia que el filósofo francés Michel Foucault


le otorga al examen en su teoría genealógica respecto del poder en
las sociedades modernas. Al respecto señala que “el examen combina
las técnicas de la jerarquía que vigile y las de la sanción que
normaliza. Es una mirada normalizadora, una vigilancia que permite
calificar, clasificar y castigar. Establece sobre los individuos una
visibilidad a través de la cual se los diferencia y se los sanciona. A
esto se debe que, en todos los dispositivos de disciplina, el examen
se halle altamente ritualizado. En él vienen a unirse la ceremonia del
poder y la forma de la experiencia, el despliegue de la fuerza y el
establecimiento de la verdad. En el corazón de los procedimientos de
disciplina, manifiesta el sometimiento de aquellos que se persiguen
como objetos y la objetivación de aquellos que están sometidos. La
superposición de las relaciones de poder y de las relaciones de saber
adquiere en el examen toda su notoriedad visible” 4. No es casualidad
entonces que Virus y en general toda forma educativa militarizada
“de excelencia” se enfoque en las mediciones “objetivas” para dar
cuenta del éxito o no del proceso educativo. Es en relación a lo
anterior que la elaboración conceptual de Herbert Marcuse respecto
a la psicología social de Freud cobra sentido. Además del principio
de realidad (represión necesaria de la líbido para la conservación de
la civilización) y principio del placer (tendencia irrestricta y a
menudo destructiva a la satisfacción egoísta de la líbido), podemos
mencionar dos formas históricas que afectan a la psique moderna:
“a)* Represión excedente: las restricciones provocadas por la
dominación social. Esta es diferenciada de la represión (básica): las
«modificaciones» de los instintos necesarias para la perpetuación de
la raza humana en la civilización. b)** Principio de rendimiento: la
forma histórica prevaleciente del principio de la realidad. 5”. Dicho de

4FOUCAULT, Michel. (2002). Vigilar y Castigar: El nacimiento de la


Prisión. Buenos Aires, Argentina: Siglo XXI Editores. P. 171.

5 MARCUSE, Herbert. (1983). Eros y Civilización. Madrid, España: Sarpe S.A. p.


48.
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otra forma, la represión excedente es aquella limitación a la líbido


que excede la cantidad necesaria para mantener la vida en sociedad
y que solo se justifica para establecer cierto tipo de dominación (en
general Marcuse se refiere acá al excedente de represión que
permite la acumulación de riqueza por unos pocos a costa del
“sufrimiento laboral” excesivo de la gran mayoría) y el principio de
rendimiento es la forma histórica actual del principio de la realidad,
que tiende a la competencia infinita y la postergación infinita del
goce con la promesa de que esta postergación es precisamente el
vehículo para la satisfacción de este (la tendenciosa equivalencia de
que 12 años de vida escolar más 6 años de vida universitaria más
una jornada de 45 horas semanales de trabajo podrían ser realmente
equivalentes a, digamos, la cena que podemos comprar por primera
vez con nuestro salario que costó 20 años producir). Es en este
escenario en donde el mismo Marcuse reivindica al Eros, una vuelta
al principio del placer, pero transustanciado, a la creatividad, al
conocimiento y al desarrollo científico que permita una
automatización de los procesos básicos y asegure el reencuentro del
ser humano con su curiosidad, creatividad y sexualidad. Esto a mí
entender es el ethos encarnado por Rancho, ávido de conocimientos,
de energía, de ganas de poner al servicio de las personas años de
investigaciones de otros. En este ejercicio es Rancho quien recupera,
en contraposición a nuestros otros protagonistas (en gran medida
condicionados a ser ingenieros), esa tensión libidinal entre la
búsqueda de soluciones a problemas reales de gente real y el placer
de desarrollar conocimientos. Al respecto, Marcuse señala que “la
esfera ajena al trabajo es la que define libertad y realización, y la
definición de la existencia humana en términos de esta esfera es la
que constituye la negación del principio de actuación. Esta negación
cancela la racionalización de la dominación y conscientemente «le
quita realidad» al mundo configurado por esta racionalización —
volviendo a definirlo mediante la racionalidad del placer—. Este
cambio histórico en la dirección del progreso es posible sólo sobre la
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base de los logros del principio de rendimiento y sus potencialidades


(haber conseguido el desarrollo científico y ético), pero transforma la
existencia humana por completo, incluyendo el mundo del trabajo y
la lucha con la naturaleza”6. Rancho, en consecuencia, realiza ese
ideal emancipador en dos niveles: en primer lugar (i) vive su vida de
tal forma que el conocimiento científico se corresponde con el placer
y no con la represión y además (ii) con sus inventos tecnológicos
orientados hacia la vida en sociedad posibilita la automatización y la
disminución tanto del trabajo enajenado/represivo como de la
escasez de recursos para todas las personas (núcleo fundamental de
la teoría económica, filosófica y psicológica liberal, que es la fuente
de la forma específica de represión psíquica actual).

A. Limitantes de la personalidad, emociones, recursos.

Habiendo analizado el contexto en que se desenvuelve la historia,


parece relevante caracterizar a los personajes en función a las
limitantes de la personalidad que se derivan del análisis previo. En
primer lugar, Viru Sahastrabuddhe puede ser caracterizado como
la expresión máxima del mecanismo de control antes descrito.
Arrogante, arbitrario, despreocupado emocionalmente, es el tipo de
profesor que escinde de manera casi absoluta la búsqueda de la
verdad científica con la humanidad de aquellos que la buscan.
Inclusive un hijo suyo se suicidó al no poder perseguir sus sueños en
otro dominio del saber. Es el ejemplo paradigmático del hombre de
rendimiento, aquel cuya individualidad solo tiene sentido en si está
enquistado en una excelencia sin motivo, que tiende hacia el infinito
y no hacia las personas. Su obsesión con la productividad de sí y de
otros no es más que una rendición absoluta a los términos del
principio de rendimiento y una subordinación de su cuerpo a la
dimensión productiva (que como vimos es un invento histórico muy
reciente), lo que le impide ver que tanta abstracción y autonegación
sin objetivos sociales claros es solo servidumbre voluntaria no

6 Ídem. P. 148.
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placentera. Los factores identificables son preeminentemente


ambientales y psicológicos y dicen relación tanto con la posición que
Viru asume voluntariamente en un aparato de poder específico como
lo es la escuela, así como su personalidad despótica, intransigente e
intolerante. Por otro lado, Raju Rastogi es un personaje cuyas
principales limitantes son la contrapartida a Viru. Raju es inseguro,
miedoso y con una tendencia preocupante a la frustración, lo que se
ejemplifica de manera palmaria en su intento de suicidio al saltar de
la oficina de Viru hacia el vacío. A diferencia de Viru, quien
desarrolla su megalomanía al cumplir con las expectativas de
excelencia que el sistema le demanda para producir en serie técnicos
de excelencia calificados sin pensamiento crítico que posibiliten la
reproducción de capital sin ningún cuestionamiento o auto-
representación compleja; Raju internaliza dicha conflictividad de una
manera opuesta pero relacionada: es un hombre de rendimiento
depresivo, cuya no adaptación a un sistema irracionalmente
represivo y violento repercute neuronalmente en su autopercepción,
haciéndole ver como indigno de existir -al no ser potencialmente
productivo como otros-. En ese sentido, el estudiar ingeniería como
una forma de complacer a sus padres y verse constantemente
negado por otros “más aptos” alimentan una inseguridad y una
relación destructiva con el aprendizaje, restándole lo de placentero y
creativo que puede tener el conocimiento científico y dejándole
solamente la doble violencia disciplinaria del examen (doble ya que,
si bien el examen es un mecanismo violento de dominación, es
doblemente violento con el reprobado o discriminado). Si bien al
final de la película logra sobreponerse a sus miedos, es notorio que
tanto ambiental como psicológicamente existen limitantes profundos
(miedo al fracaso, inseguridad, falta de confianza, baja autoestima,
exceso de consideración de las opiniones ajenas, inmadurez,
necesidad de ayudar a sus padres, etcétera). Por último, Farhan
Qureshi, vendría a representar un estado intermedio entre Viru/Raju
(Raju antes de enfrentar sus miedos) y Rancho, en el sentido de que,
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si bien existe esa disociación orientada por los padres hacia el


estudio de la ingeniería y, además, su rendimiento es un motivo de
autopercepción negativa como la gran mayoría de los estudiantes no
exitosos de dicha escuela y lo sitúa en una fracción social
desventajada, los limitantes son acá más ambientales que
psicológicos. Es por esto que, después de pasar por el proceso
reflexivo incitado por Rancho, Farhan vuelve al placer y a la
creatividad encarnados en la fotografía, lo que denotaba que su
limitante principal era no poder tomar una decisión particular.

Por otro lado, caracterizando a Rancho tenemos que este


personaje es una persona con una visión de vida bastante particular,
cuyo significado filosófico ya mencionamos anteriormente. Su
relación con los otros y con el saber sigue el mismo patrón
libidinalmente emancipador que identificamos al criticar las
coordenadas en que se mueve el sistema educativo descrito. Sus
recursos personales son el optimismo, la curiosidad, la serenidad, la
avidez de conocimiento, el compañerismo, la solidaridad social y
variados elementos que le permiten recuperar el dominio de lo
educativo como un espacio de encuentro, construcción e implicación
social. El manejo emocional de Rancho consistía en un análisis
objetivo pero optimista de las situaciones, con la lógica de ver
siempre el vaso medio lleno para así poder trabajar orientado hacia
las soluciones de los problemas, sin fomentar los espacios de
destructividad psíquica.

B. Análisis conceptual.

Sin perjuicio de que muchos de los tópicos mencionados en el ítem


de análisis conceptual fueron analizados, es interesante mencionar a
propósito de la obra La reproducción del Sociólogo Francés Pierre
Bourdieu, que es imposible entender el sistema educativo sin hacer
una relación directa con la arbitrariedad cultural dominante o
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cultura dominante en una sociedad determinada. En ese sentido, a


modo de comentario, resulta interesante ver en la película el cómo
rituales religiosos de ciertos estudiantes eran ridiculizados, mientras
que la religiosidad ritual del rigor académico irracional es exaltada
sin reflexión de sí. Eso da cuenta de cómo la arbitrariedad cultural
dominante que pasa a ser hegemónica se presenta a sí misma como
una verdad neutralizada, en este caso, la verdad de la habilitación
curricular para la producción irracional. Siguiendo a Bourdieu, el
sistema educativo es aquel espacio simbólico y material en donde
una acción pedagógica, realizada por una autoridad pedagógica
autorizada por esta misma cultura dominante que delimita las más
diversas áreas de la vida social (y que tiene estricta relación con el
sistema productivo económicamente, disciplinario políticamente y
represivo psíquicamente, como vimos anteriormente), y que en
función del tiempo proporciona un trabajo educativo. En ese
sentido, en Virus vemos tanto la acción pedagógica (qué se enseña) y
la autoridad pedagógica (el cómo se enseña, siempre con objetivos
que trascienden las individualidades). El trabajo educativo es la
periodicidad e intensidad con que esta figura, Virus, somete a los
cuerpos, al borde del suicidio, para conseguir un objetivo social
determinado, la excelencia abstracta y acrítica. El sistema educativo
es el espacio, real o virtual, material o legal, que permite que este
mecanismo sea la forma de reproducción de las relaciones sociales
actuales. Y es precisamente esta dimensión de control social a la que
un entendimiento educativo como el de Rancho hace frente, ya que
tanto a la acción, la autoridad y el trabajo educativos les mutila la
dimensión represiva para otorgarles una dimensión creativa.

C. El caso del suicidio.

Uno de los aspectos notables de la película es que aborda el tema del


suicidio desde una perspectiva contingente y realista, en el sentido
de que no lo muestra como una posibilidad, sino que como un hecho.
Las soluciones que se plantean por algunos personajes sí van en
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cierto modo en una dirección correcta al subrayar la necesidad de


creación de redes de apoyo de compañeros y compañeras a la
hora de enfrentar un modelo educativo en crisis. De haber existido
menor exacerbación de la competencia y del aprendizaje linear, y, a
contrario sensu, habiendo existido una mayor comunicación entre los
compañeros (incluyendo a Rancho), podrían haberse evitado las
muertes por concepto de suicidio en el espacio educativo de la
película. Pero lo relevante también es entender que la salud mental
es más importante que esa tendencia esquizofrénica a hacerse
productivo para los capitales, que es en gran medida lo que los
espacios educativos no orientados hacia la satisfacción de
necesidades sociales ofrecen. El problema es estructural y solo se
puede combatir efectivamente atacando las causas más mediatas, a
saber, el establecimiento de una sociedad que tiende a la represión
destructiva y anestesiada del goce para posibilitar la acumulación de
riqueza de unos pocos. La explotación somatizada de los cuerpos por
períodos de tiempo excesivos y a lo largo de prácticamente toda una
vida siempre va a acarrear respuestas psicológicas más o menos
violentas de desadaptación o autodestructividad. La idea de esta
respuesta es decir que a mi entender las únicas respuestas posibles
para disminuir la depresión generalizada (dejando de lado casos
particularmente traumáticos de vida) dicen relación (i) con recuperar
comunitariamente la implicación de la gente en todos los espacios
(cosa que habría posibilitado que Rancho le entregara ayuda de
forma más directa a Joy, habiéndose salvado este) y (ii) la
visibilización de que gran parte de los problemas psicológicos
derivados tanto de lo laboral como de lo escolar dependen de la
forma política de control social que en los últimos 200 años se ha
impuesto sobre los cuerpos de las personas, y que el darle relevancia
a la salud mental como prioridad por sobre la hiperproductividad
laboral o académica es una disputa que no se va a ganar con buena
voluntad de quienes generan estos mecanismos disciplinarios de
control. La salud mental en el aula debiera ser un derecho y no,
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como se ve hoy peyorativamente, un privilegio para “los débiles”.


Otra solución para el suicidio, derivada de esto, es la movilización de
los estudiantes para un cambio de paradigma, destitución de Virus,
entre otras miles de posibilidades en esa línea.

III. Conclusiones.

En este trabajo se trató de hacer un esbozo de crítica (bien


somera, por la naturaleza del trabajo) a la dimensión
represiva/disciplinaria/productiva del sistema educativo en general,
dimensión que por lo general es omitida y que sociohistóricamente
es más relevante incluso que la dimensión creativa, comunitaria y
erótica de la educación como proceso de subjetivación complejo y
realizador de la humanidad. Los objetivos fueron cumplidos, ya que
se enunciaron las principales características del sistema educativo
como aparato conflictivo (políticamente disciplinario y
psicológicamente represivo, representado en Virus), se mostró el
cómo un cambio de paradigma es esencial para que la relación con el
conocimiento, el placer, la creatividad se modifique y así alcanzar
mayores grados de igualdad y realización (representado este cambio
en Rancho); y, además, analizamos limitantes, emociones y recursos
de personalidades que encarnan distintas formas subjetivas de lidiar
con la conflictividad presentada, a saber, con la tensión entre
creatividad y destructividad propias de la escuela

IV. Bibliografía

HAN, Byung-Chul. (2012). La sociedad del cansancio. Barcelona:


Herder.
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MARCUSE, Herbert. (1983). Eros y Civilización. Madrid, España:


Sarpe S.A.

FOUCAULT, Michel. (2002). Vigilar y Castigar: El nacimiento de la


Prisión. Buenos Aires, Argentina: Siglo XXI Editores

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