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, / I , J
1977
Primera edición: México, 1977
Derechos reservados
Copyright © 1977 por Helena Beristáin A.
Obregón 1574 Contreras 20, D. F.
Queda hecho el depósito que marca la ley.
Impreso en México
Printed in Mexico
A mis hijos, Laura y Rafael
Quiero expresar mi reconocimiento a las maestras Lucero Lozano por el
estimulante empeño que puso en que yo pergeñara estas notas y, asimismo, al
doctor José Pascual Buxó –cuya cátedra inspiró mis esfuerzos de re
consideración de la retórica–, por sus generosas orientaciones y por la revisión
que accedió a hacer de este trabajo.
H. B.
PRESENTACIÓN
Estos apuntes constituyen una pequeña parte del material auxiliar de
consulta, para el estudio de los textos literarios y para el desarrollo de los
ejercicios de redacción incluidos en el Curso de Didáctica de la Lengua y la
Literatura diseñado para el Centro de Didáctica de la U.N.A.M., en el cual
hemos procurado atender el problema de la descripción del discurso poético
(actividad para la que tratamos de implementar al estudiante con estas notas),
cuya finalidad es poner de relieve cuáles son los rasgos característicos de la
lengua literaria y cuál es la función que desempeñan en la obra. Pero,
naturalmente, no es este el único aspecto al que nos hemos referido en dicho
discurso, sino que en él aparece relacionado con:
–el problema de la lectura, que implica descifrar el texto, a nivel del lexicón
y del sintagmario, para comprender su sentido;
–el problema del previo disfrute "inocente" de la obra, a través de una
primera relación entre ella y el estudiante, lo que depende del criterio
pedagógico que preside la estrategia de presentación de la lectura en un
primer momento del aprendizaje, para procurar que la admiración que
despierte en el alumno la explicación –generalmente autoritaria– del texto, no
sustituya a la admiración que despierte en él la lectura misma, y para que el
estudiante tenga su oportunidad de descubrir el texto y recibir el impacto de
las sorpresas que encierra;
–el problema de la apreciación estética, que requiere de una Iectura
despaciosa, múltiple y analítica, en que se combinen los diferentes aspectos y
se aquilaten los efectos producidos por los distintos elementos de la obra, en
atención a la función que cada uno desempeña y a la manera como se
interrelacionan;
–y el problema de la interpretación que, para sí mismo y quizá para los
demás, lleve a cabo –en razón de su propia personalidad, su ideología y su
época– el estudioso que la realiza, interpretación que requiere de considerar la
obra dentro de un sistema que no se limita a ella misma, sino que la rebasa
pues resulta más amplio y corresponde al universo del crítico.
HELENA BERINSTÁIN
ÍNDICE
Introducción 11
El campo del discurso "figurado" 11
Factores de la comunicación y funciones de la lengua 12
Modos de manifestación de la lengua 15
La Literatura 16
La lengua en su función poética 16
Desviaciones de desviaciones 21
Análisis del texto poético en los tres niveles de la lengua 22
Nivel fónico-fonológico 22
Nivel morfosintáctico 25
Nivel léxico-semántico 29
Metasememas o tropos de dicción 29
Metalogismos o tropos de sentencia 36
Cuadro general de las metábolas 42
EL CAMPO DEL DISCURSO "FIGURADO"
REFENCIAL
EMOTIVA POÉTICA CONATIVA
FÁTICA
METALINGÜÍSTICA
CONTEXTO
4
Ibid. p. 132.
5
Ibid. p. 133.
6
Jakobson, op. cit., p. 135.
7
Es un artista y no un tratadista; éste utiliza la lengua en su función
práctica, ciñéndose a otro modelo de lengua escrita: la lengua teórica.
capacidad verbal de ser verbalizado; un CÓDIGO común a hablante y oyente,
si no total, al menos parcialemente (lo que implica la existencia del codificador,
y el descifrador del mensaje); y, por último, un CONTACTO un canal de
trasmisión o conexión psicológica entre hablante y oyente, que permita a
ambos entrar y permanecer en comunicación”.
Resulta fácil advertir que el orden y la disposición de los factores y las
funciones se deben al deseo de evidenciar que están interrelacionados. El
siguiente es un resumen mixto de los factores de la comunicación relacionados
con las funciones de la lengua.
Función referencial que consiste
en la trasmisiónde un saber, una
información.
CONTACTO
La función fática tiene por
objeto establecer, prolongar o
interrumpir la comunicación. El
contacto es el canal físico, es la
conexión sicológica entre emisor
y receptor.
CÓDIGO
En la función metalingüística
emisor y receptor comprueban
que usan el mismo código. El
metalenguaje habla del lenguaje
mismo.
REFERENTE O CONTEXTO
En el uso de la lengua las funciones no se excluyen unas a otras, sino que se
interrelacionan constantemente. En distintos momentos de un mismo discurso
hallamos que, alternativa o simultáneamente, prevalecen unos u otros factores
(que determinan unas u otras funciones). Puesto que en el discurso coexisten el
hablante, el mensaje que el hablante produce, el contexto a que el mensaje se
refiere, el oyente que lo descodifica, el contacto entre el hablante y el oyente, y
el código que les es común, lo que determine el carácter de un discurso en un
momento dado será la predominancia de una de las funciones como resultado
de la predominancia de uno de los factores.
La Literatura
La lengua que emplea el artista, el escritor, es la lengua de la función
poética. Con ella elabora un producto que llamamos literatura, el cual pude
ofrecer una forma de uno de los cuatro tipos de discuro (descripción,
narracción, diálogo y monólogo); la forma de la prosa o la del verso
(sometiéndose, en este último caso, a las leyes externas del metro, el ritmo y la
rima imponen); o puede ser que predomine la forma que corresponde a uno de
los géneros literarios (épico, lírico o dramático). Es posible y resulta
frecuentecombinar varias de estas formas en un mismo discurso literario: una
novela (género épico) puede ofrecer rasgos característicos de los géneros
literarios lírico y dramático, puede estar escrita no sólo en prosa, sino en verso,
y puden alternar en ella los cuatro tipos de discurso.
9
Jackobson, R. Op. cit., p. 126.
10
“Significante y significado”, según Saussure o “expresión y contenido”
según Hjelmslev.
la poesía es intraducible. Cuando López de Velarde dice, por ejemplo, “en tus
manos adictas”, si queremos citarlo hablemos de repetir textualmente las
palabras, pues al explicarlo, parafraseándolas (en tus manos que son partidarias
de mi persona, lo hemos destruido como lengua poética y lo hemos vertido a la
lengua práctica.
–La lengua práctica, sobre todo en su modo de manifestación teórico –es
decir, la lengua científica–, un solo significado preciso. El contexto define y
concreta la única significación, en él, de cada palabra. La ambigüedad es allí el
peor de los defectos porque dificulta o impide comprender la información que
se pretende trasmitir. Por el contrario, la lengua poética es esencialmente
amgigua, equivoca. Las voces disémicas conservan en ella –merced del
contexto que funciona de otra manera– simultáneamente más de un significado.
El escritor juega con ellos y el lector debe captar la pluralidad de la carga
semántica del significante.
Hemos dicho, con Jakobson, que la lengua práctica está orientada hacia el
referente, esto es, que su función consiste en la transmisión de información
acerca de la realidad extralingüística. La lengua poética en cambio, está
orientada hacia sí misma, hacia el mensaje cuya única realidad se sustenta en su
propia estructura lingüística. La lengua –teórica– de un texto de geografía, nos
describe unos ríos, una montaña, unos productos agrícolas; su función es la
referencial puesto que transmite información sobre la realidad geográfica, que
es extralingüística. Pero cuando el texto de un poema nos describre unos ríos,
ellos no existen fuera de la realidad de los signos que los nombran en el poema.
Los campos de Soria que plasmó Machado, tal como los plasmó, son los que
están allí, en el poema. ¿Y qué sucede en él con la información, con el
referente? Puede subsistir y, en este caso, se conserva; con frecunencia se
vuelve ambiguo mediante cierta selección –dentro del eje sintagmático– de las
expresiones, puesto hay , según Jakobson, dos modos fundamentales de
ordenar el comportamiento verbal: selección y combinación 11. Por eso mismo
dice Stankiewicz12 que “el estudio del lenguaje poético… es el estudio de cierto
tipo de reajuste y moficiación, de los elementos de la engua en uso”. Y cuando
Levin13afirma que un “poema es un objeto compuesto de lenguaje”, alude a la
ambigüedad, que corresponde a la naturaleza estética del poema, aunque por
estar compuesto de lenguaje sea también, de alguna manera, un objeto
“cognitivo”. Todo esto contribuye a que la realidad que aparece en el poema no
sea la realidad estralingüística sino otra realidad autónoma, la del producto
poético lingüístico. Cada vez más, en el siglo XX, –recuérdese la teoría poética
de muchos “ismos” como el expresionismo, el cubismo, el creacionismo, etc. –
11
Jakobson R. Op. cit. 138.
12
Stankiewics, Edward, “La lenguística y el estilo del lenguaje poético”,
en: Sebeok, T. A., Estilo del lenguaje Catedrático, Cátedratico, Marid,
1974, p. 18.
13
Levin, Samuel R. “The vonventions of poetry”, citado por González
Muela, J. en: Gramática de la poesía, Planeta, Barcelona, 1976, p. 30.
se ha dicho que el poema funge como una realidad nueva y distinta, que se
sustenta en sí misma.
14
Levin, Samuel R. Estructuras linguísticas en la poesía, ed. Cátedra,
Madrid, 1974.
15
No identificamos aquí la lengua poética con la literatura en el sentido
de “lengua de cultura que la escritura fija y conserva la tradición” según
Pacual Buxó, José en “Lengua de la poesía y lengua de la comunicación”.
Sobretiro del Anuario de letras del centro de Lingüística hispánica de la
Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, México, 1973, p. 245.
16
Cohen, Jean. Estructura del lenguaje poético, Gredos, Madrid, 1974, p.
15.
impacta es la forma peculiar e imprevista en que los significados se
asocian por contigüidad en el poema, y esta forma está determinada, a su
vez, por previas y personalísimas asociaciones emotivas que el poeta,
poniendo en juego su sensibilidad, su saber y su imaginación, es capaz de
establecer entre objetos que pertenecen a distintas esferas de la realidad. El
lector, por su parte, hace suya la original interpretación del mundo que lo
procura el artísta de la palabra, misma que le ayuda a “romper los modos
convencionales de percepción y valoracción”, y a “ver el mundo, o una
parte de éste con nuevo frescor”.17 El poeta “da un golpe de gracia al clisé
verbal, así como a las reaciones en serie concomitantes, y nos obliga a una
percepción más elevada de las cosas y de su trama sensorial”. 18 La función
de la poesía es indicar que el signo no se identifica con su referente,…
necesitamos este recordatorio porque junto con la conciencia de la
identidad de signo y de referente necesitamos tener conciencia de la
insuficiencia de esa identidad; esa antonomia es escencial, puesto que sin
ella la conexión entre signo y obejto se automatiza, y la percepción de la
realdidad se desvanece”. 19 Es decir, en la poesía, las palabras se perciben
como palabras, tienen valor en sí mismas y no solamente en su relación
con los objetos que nombra.
Desviacciones de desviaciones
Las deviaciones, por otra parte, se producen algunas veces respecto de las
normas y convenciones generales de la lengua común (el hipérbaton, por
ejemplo), y otras veces respecto de las normas y convenciones particulares
(que ya se desvían de las normas y convenciones generales) de la lengua
en su función poética (usar, en el siglo XVII, una variante distinta del
hipérbaton culterano habitual en Góngora, o desviarse de una forma
métrica clásica –el verso, para alagunos, consiste en una desviación
respecto de la prosa20– inventado una variante). El poeta suele practicar
ambos tipos de desvaciones, así rompe el automatismo verbal y evita el
lugar común –que puede ser un lugar común poético–; evita la frase hecha.
Las desviacioens afectan:
a) A la selección de sus palabras entre sus sinónimos, sus
antónimos, sus parónimos, en los paradigmas, en atención no sólo a
sus significados sino a la forma (nivel fónoco-fonológico de la
lengua).
17
Eliot, T.S. “The use of poetry and the use of criticism”, en: Erlich,
Víctor El reformismo ruso, Seix Barral, Barcelona, 1974.
18
Erlich, Víctor, Op. cit., p. 253.
19
Jackobson, citado por Erlich, Op. cit., p. 259.
20
“…La prosa es el lenguaje corriente, se le puede tomar por norma y
considerar el poema como una desviacción con respecto a ella”, dice Jean
Cohen, y agrega más adelante “…por definición, la prosa es el grado cero
del estilo”. En Estructura del lenguaje poético, Gredos, Madrid, 1974, pp.
14 y 35 respectivamente.
b) A su disposición conforme a un orden, dentro de la cadena del
habla, en su discurso (nivel morfosintáctico de la lengua).
c) Al significado del discurso poético (nivel léxico-semántico).
Nivel morfosintáctico
Las desviaciones que afectan a este nivel son los metataxas (casi
todos considerados antiguamente como figuras de construción) y
actúan sobre las formas de las frases; es decir, son operaciones que se
efectúan sobre la sintáxis, se producen como consecuencia del orden
que el hablante dispone de las expresiones dentro del discurso,
conforme a un criterio sintáctico que obedece a la jerarquía que entre
las palabras se estable en atención a la función gramatical que
desempeña. Las deviaciones más frecuentes en este nivel son:
a) El esquema métrico, ya sea adoptado o inventado por el
escritor, que lo inclina a elegir ciertas palabras y a preferir cierto
orden de las mismas con el objeto de completar un número de
sílabas.
b) El encabalgamiento, que se produce cuando quedan
separadas en versos distintos las sílabas de una misma palabra o las
palabras de un mismo sintagma. La pausa métrica altera la
secuencia lógico-gramatical de los mienbros articulados (de la
segunda articulación cuando se trata de la palabra y de la primera
cuando se trata de la frase) en cada caso. La pausa métrica
establece relaciones de analogía o de oposición con la pausa
rítmica y con la sintáctica, según sea que coincida o no con ella: en
el encabalgamiento hay una ruptura del paralelismo entre medida
silábica y forma sintáctica. El encabalgamiento “niega,
parcialmente, el metro” que significa un retorno 26 (por lo mismo
que suprime algo de la forma propia del verso) a la prosa.
c) La elipsis, supresión completa de una palabra, que deja
incompleta la frase, a pesar de lo cual conserva sobreentendido su
significado, gracias al carácter redundante de las formas
gramaticales: el gramema del verbo, por ejemplo, hace casi
26
Dubois, J. Rhétórique, p. 75.
siempre previsible, el español, el sujeto elíptico.
d) El zeugma, construcción que consiste en no repetir en una
frase la expresión que en forma identica o análoga a parece en otra
aparentemente vecina, y sin la cual la frase incompleta sería
ininteligible. Es muy frecuente, por ejemplo, eliminar el verbo de
un conjunto de oraciones coordinadas, cuando es el mismo en todas
y sólo aparece en la primera de ellas.
e) El asíndeton o supresión de las palabras nexo que podrían o
deverían ir entre terminos.
f) La supresión total de la puntuación, conforme la han
utilizado muchos escritores en el siglo XX, a partir de Mallarmé y
Apollinaire. Esta figura “puede perturbar la sintaxis hasta el punto
de crear una insertidumbre semántica”, aunque también puede
conservar, gracias a la estructura de las frases, la claridad: dice
Nicanos Parra en uno de sus Antipoemas: “la muerte no respeta ni a
los humoristas de buena ley/ para ella los chistes son malos/ a pesar
de ser ella en persona/ quién nos enseña el arte de reir/ tenemos el
caso de Aristófanes/ arrodillado sobre sus propias rodillas/ riéndose
como un energúmeno en las propias barbas de las Parcas…”
g) Es también metataxa la digresión, figura que consiste en
romper la línea central del discurso, sobrecargandola de elementos
adventicios, incidentales, que se intercalan entre sus partes o que
las hacen desviarse en su dirección inicial.
h) Lo mismo puede decirse de las anteriormente llamadas
figuras de dicción por adición o por repetición. Del primer tipo
sería ejemplo la enumeración que consiste en nombrar varias cosas,
una de tras de otra, ya sea con asíndeton (eliminación de los nexos
que pudieran o debería ir entre los términos enumerados) o bien
con polisíndeton (agregación de todos los nexos entre los
términos). Entre los elemento que constituyen la enumeración
puede haber algun tipo de ordenamiento, una suave progresión
(como en la enumeración panegírica –letanía de alabanzas–), el
fragmentarismo de un todo ordenado, o la reducción al orden de los
elementos de una realidad anárquica; pero también existe la
enumaración caótica en que, mediante la acumulación arbitraia de
los elementos más dispares se pone de relieve lo multiforme, lo
inconexo, lo disgregado de una totalidad.
27
Ejemplos tomados de Pascual Buxó, José, Góngora en la poesía
novohispana, C.E.L., UNAM, México, 1960.
28
Lausberg, Heinrich, Manual de retórica literaria, Gredos, Madrid, 1966, v.
III, p.322.
inserción que consiste en la amplicaciónd e una frase mediante la
intercalación de otra, incidental, que desplaza los constituyentes de la
primera: “cómo –repliqué yo– ¿dice usted que me ha llamado?”
l) otro tipo de metataxa por permutación es el hipérbaton, figura que
consiste en proyectar fuera del marco de la frase uno de sus constituyentes
fijos. Modifica el orden gramatical –sintáctico– que proviene de la jerarquía
que la función determina en las palabras. No solamente se invierte el orden
regular de las palabras en las oracciones simples, sino también el de las
oraciones simples en lsa cláusulas: “Este que ves, engaño colorido”, o bien:
“Piramidal funesta, de la tierra/ nacida Sombra, al cielo encaminaba/ de vanos
obeliscos punta altiva…”, en ejemplos tomados de Sor Juana.
Nivel léxico-semántico
En la lengua práctica se establece una relación significativa convencional
–denotación–29 entre los signos lingüísticos y los objetos designados por ellos.
En este nivel léxico-semántico, de la significación, la desviación se da
cuando, para que el escritor pueda comunicar su interpretación personal de la
realidad, necesita modificar esta relación volviendo a establecerla de manera
ya no convencional –connotación– para lo cual asocia las palabras basándose
en semejanzas que advierte o imagina entre los objetos que pertenecen a
distintos aspectos de la realidad.
Estas modificaciones que el esccritor efectúa en la lengua son desviaciones
que pracctica respecto de la lengua práctica –y también respecto de la lengua
literaria–, y poseen cualidades estéticas. El estudioso de la literatura debe
identificar aquellos rasgos que cumplen esta función estética en un texto.
Los recursos literarios que corresponden a este nivel de la lengua son los
metasememas (en general denominados anteriomente “tropos de dicción”)
que resultan de operacciones que se efectúan sobre la semántica, y afectan al
significado de las palabras, y también los metalogismos (que más o menos
corresponden a los antiguos “tropos de sentencia”), que resultan de
operaciones efectuadas sobre la lógica e implican un cambio de significado en
la frase.
31
La diferencia estriba en que el metaplasmo por sustitución completa, no se
modifica el sentido denotado, no hay más que conmutación de forma; pero en
el metasemema el cambio de forma se acompaña con un cambio de sentido que
es lo esencial del procedimiento.
32
Dubois, op. cit., p. 132.
33
Ibid, p. 114.
34
Dubois, op. cit., p. 113.
35
Sema: unidad semántica (de sentido) mínima, irreductible, que resulta del
análisis de significados. Hay semas nucleares y contextuales.
36
Mounin, G. Diccionaire de la linguistique, p 294.
37
Dubois, op. cit. Pp. 106 a 110.
términos, merced a los semas que ponen en común. La metáfora
implica co-posesión de semas (en el plano conceptual o semántico) o
de partes (en el plano material o referencial); en ella se da la identidad
de dos significantes y la no identidad de los dos significantes y la no
identidad de los dos significados correspondientes.
39
Ibid., p. 111.
40
Op. cit., p. 109.
41
Ver, aquí mismo, los metalogismos.
42
Lausberg, Heinrich, op. cit., pp. 241-243.
43
Ibid., pp. 63.
44
Ibid., p. 895.
45
Coll y Vehí. Elementos de literatura, Barcelona, 1904, p. 54.
Esquema de la relación sinecdóquica
Generalizante Particularizante
Cés libr
ar o
rr
Si consideramos la frase tomen su César, dirigida por un profesor a sus
alumnos (ejemplo propuesto por Dubois en su Retórica general, p.
118), “el término intermediario será la totalidad espaciotemporal que
comprende la vida del célebre cónsul: sus amores, sus obras literarias,
sus guerras, su época, su ciudad; dentro de esa totalidad espacio
temporal es donde César y su libro mantienen una relación de
contigüidad.
48
op. cit., p. 120.
ellos se producen cambios de sentido, y a diferencia de la identificación de las figuras
llamadas metaplasmos y metataxas, que parte del criterio de que en ellas se opera una
sustitución), en el caso de los metalogismo se realiza conforme al criterio de que es
necesaria la referencia a un dato extralingüístico. En otras palabras: los signos
lingüísticos no indican el metalogismo, puesto que no advertimos en ellos la
infracción a la norma usual que muchas veces está presente en las otras metábolas 49,
porque no hay desviación entre el signo y el sentido de modo que sin apoyarnos en el
referente, es imposible que sepamos si hay o no, por ejemplo, una hipérbole, una
litote o una paradoja, que son metalogismos. Metasemas y metalogismos aparecen tan
frecuentemente relacionados que a menudo se confunden pero el criterio lógico que
permite establecer una distinción entre la verdad y lo absursdo, sirve a la retórica para
distinguir el metasema del metalogismo.En efecto, el metasema ogrece siempre una
contradicción lógicamente inaceptable pero retóricamente asumible, mientras el
metalogismo impone una falsificación aparente patente para descubrir la cual es
necesario acudir a la realidad y confrontar los signos con su referente pues se trata de
un “lenguaje fingido, falso, desprovisto de sinceridad” en el que “se evita llamar a la
cosa de que se habla por su nombre, aunque lo tenga” 50.
49
A menos que se dé simultáneamente con un tropo, como suele suceder en
el caso de la hipérbole y la metáfora, ya que (según Dobois, p. 118) los metalogismo
son “procedimientos, operaciones, maniobras, que pueden acoplarse a operaciones
metasemémicas aunque también pueden, menos frecuentemente, prescindir del
metasema”.
50
Todorov, Tzvetan, op. cit. P. 110.
51
Dubois, op. cit. P. 132.
operación consiste en suprimir –mediante una negación- un sema positivo,
sustituyéndolo por el correspondiente sema negativo. En este caso la eliote,
para mejor afirmar algo, niega lo contario, como cuando decimos: “nosotros
no aplaudimos los desórdenes”, para mejor decir que los reprobamos.
Todorov52 la explica mediante esta fórmula: “si A y B son dos
antónimos… se remplaza A por no > B diciendo: Pitágoras no es un autor
despreciable, en lugar de: es un autor estimable”.
52
op. cit. P. 111.
53
op. cit. P. 112.
54
Campillo y Correa, Narciso. Retórica y poética, Botas, México, 1958, pp. 147
y 149.
55
Lausberg, op. cit.v. 11, p. 104.
e) El pleonasmo consiste en agregar a una expresión significantes que no
aportan nuevos significados y que, por lo mismo, resulta innecesarios para el
sentido cabal del discurso. Ejemplo: “lo escribí de mi puño y letra”.
56
Dobuis, op. cit. p. 137.
57
Lapesa Melgar, Rafael. Introducción a los estudios literarios, ed. Anaya,
Madrid, 1968.
58
Todorov, Tzvetan, op. cit. p. 110.
h) La ironía consiste en decir, para burlarse, lo contrario de lo que se quiere
decir. En “El alcalde de Zalamea” de Calderón de la Barca, Pedro Crespo
responde así a las exigencias que pretende imponerle el capitan que ha sido
aprehendido: “Estás muy puesto en razón./ Con respeto le llevad/ a las casas,
en efecto/ del Consejo; y con respeto/ un par de grillos le echad/ y una
cadena; y tened/, con respeto, gran cuidado,/ que no hable a ningún
soldado…”
59
Moliner, María. Diccionario de uso del español, Gredos, Madrid, 1967.
60
Campillo, op. cit. p. 146.
61
Se refiere al suplicio de la rueda que consistía en romper los miembros de
las víctimas y dejarlos morir sobre una rueda.
62
Todorov, op. cit. p. 109.
63
Ibid, citado por Todorov.
64
Lázaro Carreter, Fernando. Diccionario…, p. 46.
El paralelismo es un recurso literario general, común a los tres
niveles de la lengua, pues constituye el fenòmeno de recurrencia o repetición
simétrica de sonidos, fonemas, palabras construcciones gramaticales o
significados (mediante expresiones sinónimas). Constituye, asimismo, un
recurso literario el evitar el paralelismo introduciendo una variación o
miembro asimétrico. Se pueden considerar comprendidos dentro del
paralelismo figuras como el ritmo, el metro la rima, la anáfora, el estribillo, el
polisindenton, el quiasmo, la antitesis, las equivalencias sintácticas, la
sinonimia, etc.
M E T A B O L A S
EXPRESION CONTENIDO
(forma) (sentido)
EXPRESIONES CONTENIDOS
Las figuras contenidas en este esquema no son todas las que menciona en él Dubois,
cuya Retórica las estudia aplicadas específicamente a la lengua francesa; se han
agregado, en cambio, otras metábolas tradicionalmente consideradas al hacer el
análisis estilístico en textos de lengua española.
Esta obra se termino de imprimir
el día 24 de febrero de 1977 en
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18, Tacubaya, D. F. La edición
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