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“Polímeros”
PRESENTAN:
PROFESOR:
Orígenes ................................................................................................................................................ 15
Fundamentos ...................................................................................................................................... 17
Conclusión ................................................................................................................................... 31
Bibliografía ................................................................................................................................. 32
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INTRODUCCIÓN.
Los polímeros representan una parte fundamental de nuestra vida diaria, a tal grado
que, sin ellos no existiría la gran cantidad de materiales que empleamos (cintas,
plásticos, embudos, neumáticos, computadoras, fundas para laptops, tarjetas de
crédito, etc.), así como ropa, zapatos y en general, toda la industria textil. En sí, las
utilidades que el ser humano puede darle a estas macromoléculas, son todavía más que
las que se mencionan y a ello se le atribuye su vital importancia.
Desde que el hombre tuvo conocimiento del papel que los polímeros podrían ocupar en
nuestra vida, ha buscado procesar los polímeros naturales como la lana, el cuero y el
caucho natural, para formar materiales útiles; sin embargo, con el objetivo de satisfacer
al máximo sus necesidades y debido a la aparición de nuevas, es que, en los últimos 60
años, aproximadamente, los químicos han aprendido a crear polímeros polimerizando
monómeros mediante reacciones químicas controladas, tales polímeros son los que se
conocen en la actualidad como polímeros artificiales o sintéticos.
Cabe resaltar que, los polímeros, además, se encuentran en muchos de los alimentos
que ingerimos, en la electricidad e incluso en nuestro propio ADN. Implicaría un
retroceso más que sustancial el no haber buscado explotarlos y aprovecharlos al
máximo, así como crear otros que revolucionaran nuestro estilo de vida.
Cada vez encontramos más usos para los polímeros en nuestra sociedad. Cada año se
producen más de 100 000 millones de libras de polímeros y se espera que la cifra se
duplique en los próximos años a medida que los plásticos de alta resistencia mecánica
y materiales compuestos sustituyan a los metales en automóviles y otros productos. Por
ello, el campo de la ingeniería de las reacciones de polimerización y en general, el
estudio de los polímeros ocupa un lugar predominante en nuestro mundo actual.
Tomando en cuenta entonces, la fundamentalidad que estas macromoléculas tienen en
nuestra vida cotidiana, es que la presente investigación se enfoca en abarcar a detalle
los aspectos más importantes de los polímeros, con el objetivo de ampliar el
conocimiento que se tiene acerca de ellos.
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QUÍMICA DE POLÍMEROS.
Un polímero, como indica su denominación, es una sustancia formada por muchas (del
griego poli) unidades iguales (del griego meros). Así, esencialmente, un polímero está
formado por la unión repetitiva, mediante enlaces covalente, de unidades pequeñas de
agrupaciones atómicas denominadas unidades monoméricas o unidades de monómero,
formando largas y flexibles cadenas cuyo esqueleto es una hilera de átomos de C, por lo
común de varios millares de átomos de longitud.
Los polímeros tienen ciertas características y difieren unos de otros, según sea la
naturaleza química y física de sus unidades repetitivas en las cadenas. Cuando a un
material polímero se le incorporan ciertas sustancias—denominadas aditivos— para
modificar sus propiedades, facilitar su transformación y mejorar su resistencia, el
producto obtenido se denomina plástico. Por tanto, podemos decir que un plástico es
un polímero aditivado.
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Polimero + Aditivo = Plástico
Billmeyer, 2004 aclarara que no todas las moléculas grandes, de alto peso molecular se
consideran macromoléculas. Por ejemplo, las moléculas de clorofila y de hemoglobina
tienen un peso molecular elevado y no son macromoléculas, ya que su estructura no
está formada por unidades más pequeñas repetidas un gran número de veces. Para
que una molécula de gran tamaño sea considerada polímero o macromolécula, además
de cumplir la condición de estar formada por una serie de unidades pequeñas unidas
secuencialmente, debe tener un peso molecular por encima de 10.000. Las moléculas
formadas por la unión de monómeros pero que no alcanzan pesos moleculares
elevados, es decir son de pequeño tamaño, se denominan oligómeros. Gráficamente
podría representarse un polímero como un collar en el que cada eslabón o cuenta
representa una unidad monomérica.
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Enredo de Cadena.
La mayoría de los polímeros son polímeros lineales, es decir, son moléculas cuyos
átomos se encuentran unidos en una larga línea, formando una inmensa cadena.
Generalmente, aunque no siempre, esta cadena no es ni recta ni rígida, sino flexible. Se
tuerce y se dobla formando una enredada maraña. Las cadenas tienden a torcerse y
envolverse entre sí, de modo que las moléculas del polímero formarán colectivamente
una enorme maraña enredada (Seymour y Carraher, 2002).
Las cadenas se encuentran tan enrolladas entre sí, que es difícil desenrollarlas. Esto es
lo que hace tan fuertes a muchos polímeros en materiales como plásticos, pinturas,
elastómeros y materiales compuestos. Adición de fuerzas intermoleculares.
Todas las moléculas, tanto las pequeñas como las poliméricas, interactúan entre sí
promoviendo la atracción electrostática. Algunas moléculas se atraen más que otras y
las polares lo hacen más que las no polares.
Las fuerzas intermoleculares afectan tanto a los polímeros como a las moléculas
pequeñas. Pero en los polímeros, estas fuerzas son más intensas y cuanto más grande
sea la molécula mayor será la fuerza intermolecular. Aún cuando sólo las débiles fuerzas
de Van de Waals estén en juego, pueden resultar muy fuertes en la unión de las distintas
cadenas poliméricas. Esta es otra razón por la cual los polímeros pueden ser muy
resistentes como materiales. El polietileno, por ejemplo, es muy apolar. Sólo
intervienen fuerzas de Van der Waals, pero es tan resistente que es utilizado para la
confección de chalecos a prueba de balas (Seymour y Carraher, 2002).
Estructura química.
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enlazarse consigo mismo y con otros elementos (Macromoléculas formadas por
secuencias de átomos de carbono y otros elementos). También se encuentran
presentes o se pueden intercalar, entre otros, los siguientes elementos: Valencia 1: H,
F, Cl, Br, I Valencia 2: O, S Valencia 3: N Valencia 4: Si Valencia 5: P unidos por
enlaces interatómicos covalentes, constituyendo lo que se denomina una cadena
molecular (Geissman, 2001) .
CADENA
EJEMPLOS
PRINCIPAL
Saturada POLIETILENO
POLIOXIMETILENO (POM)
Átomos de
carbono y POLIETILENOXIDO (PEO)
de oxígeno
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Átomos de VARIOS TIPOS DE POLIURETANOS
Carbono,
oxígeno y
nitrógeno
POLICARBONATO (PC)
CADENA
EJEMPLOS
PRINCIPAL
POLISULFONA (PSU)
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POLIETER SULFONA (PES)
GRUPO
EJEMPLOS
LATERAL
POLIETILENO
POLIBUTADIENO
Átomo de
hidrogeno POLIACETILENO
solamente
POLIOXIMETILENO (POM)
Polímeros
vinílicos
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Polímeros
vinildieno
s
R=F
Polidienos
No existe razón para suponer que las cadenas de las moléculas de los polímeros son
estrictamente rectas, independientemente de la disposición en zig-zag del esqueleto
atómico. Las cadenas con enlaces sencillos son capaces de rotar y curvarse en tres
dimensiones. Al considerar la cadena de átomos se aprecia que el tercer átomo puede
encontrarse en cualquier punto de la circunferencia de la base de un cono de
semiángulo 70.5 º y su enlace forma un ángulo de 109.5 ° con el enlace de los otros dos
átomos.
Los polímeros con estructuras lineales, tanto sencillas como ramificadas, se conocen
con el nombre de termoplásticos. Al calentar estos polímeros les comunicamos la
energía suficiente para romper los débiles enlaces intermoleculares existentes entre las
cadenas, posibilitándose los deslizamientos entre sí de las cadenas componentes del
polímero en virtud de la libre rotación alrededor de los enlaces entre carbonos
(Seymour y Carraher, 2002).
Los polímeros ramificados tendrán más dificultad en interpenetrarse y por tanto fluirán
más fácilmente que los que no lo son. Por otra parte, cuanto más largas sean las cadenas
más fácilmente se enroscarán unas alrededor de otras dificultando el movimiento de
las mismas y provocando mayor rigidez.
Una propiedad muy interesante de este tipo de polímeros es que existe una
temperatura más o menos definida a la cual las cadenas adquieren suficiente energía
para desplazarse o deslizarse unas con respecto a las otras. A esta temperatura se la
denomina temperatura de transición del estado vítreo y se representa por Tg.
Las ramificaciones pueden ser de varios tipos: en árbol, en estrella, etc. Los polímeros
con un alto grado de ramificación reciben el nombre de dendrímeros (Billmeyer, 2004).
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Figura 5. Diferentes tipos de ramificaciones (Billmeyer, 2004).
Polímeros entrecruzados.
Las unidades monoméricas trifuncionales, que tienen tres enlaces covalentes activos,
forman redes tridimensionales, en lugar de las cadenas lineales generadas por las
unidades monoméricas bifuncionales. Se forman así los polímeros reticulados que se
caracterizan por la presencia de fuertes enlaces covalentes intermoleculares que
constituyen una gigantesca estructura reticulada. En ellos también tiene lugar el
enmarañamiento de las cadenas y los movimientos locales de los segmentos de las
cadenas, pero el flujo no es posible (López, 2004).
Esas uniones transversales son enlaces primarios covalentes, que pueden realizarse
por la acción del calor como es el caso de los polímeros fenólicos, que se fabrican por
moldeo por compresión en caliente o químicamente mezclando una resina y un
catalizador, como es el caso de polímeros epóxicos, que se fabrican por procesado en
estado líquido, con o sin aplicación de calor.
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Los polímeros compuestos por unidades trifuncionales (o más) se denominan
polímeros reticulados. Un polímero con un grado de entrecruzamiento elevado,
prácticamente, se puede clasificar también como polímero reticulado. Estos materiales
tienen propiedades mecánicas y térmicas específicas. Los polímeros epoxy y los fenol-
formaldehído pertenecen a este grupo (Geissman, 2001).
En los polímeros que tienen más de un átomo o grupo de átomos enlazados a la cadena
principal, la regularidad y simetría de la disposición de este grupo repercute
significativamente en las propiedades.
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Los polímeros vinílicos más complejos se obtienen a partir de monómeros en los cuales
uno o más de los átomos de hidrógeno del etileno han sido reemplazados por otro
átomo o grupo atómico, pudiendo obtener un gran número de plásticos comunes, como
son:
Polipropileno
Poliestireno
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ORIGEN DE LOS POLIMEROS.
Los seres vivos no podrían existir sin polímeros. Toda planta y animal requiere de
polímeros de muchos tipos específicos. Quizá los polímeros naturales más
extraordinarios son los ácidos nucleicos, los cuales contienen la información genética
codificada que hace que cada individuo sea único. (Hill, 1999)
Polímeros Naturales.
Los polímeros naturales han sido utilizados desde los tiempos remotos. Desde su
comienzo el hombre ha dependido de la materia vegetal y animal para su sustento,
protección, calefacción, y otras necesidades y deseos. Las resinas y gomas naturales han
sido usadas desde hace miles de años. El asfalto era utilizado en los tiempos prebiblicos;
el ámbar era conocido de los antiguos griegos; y el mastique de goma era usado por los
romanos.
La hipótesis de que los materiales coloidales son de peso molecular muy alto es también
bastante antigua, pero con anterioridad a los trabajos de Raoult y van’t Hoff en los años
1880, no existían métodos adecuados para la estimación de los pesos moleculares.
Cuando se dispuso de métodos experimentales, se obtuvieron pesos moleculares que
iban de 10,000 a 40,000 para sustancias tales como el caucho, el almidón y el nitrato de
celulosa. La existencia de grandes moléculas implicada por estas mediciones no fue
aceptada por los químicos del tiempo por dos razones.
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moléculas para explicar las estructuras poliméricas en términos de agregados físicos de
pequeñas moléculas. (Billmeyer, 2004)
fue demostrada en los primeros años del siglo veinte. En aquellos tiempos se creía que
el caucho consistía en breves secuencias de esta unidad ordenadas bien en cadenas o
en estructuras cíclicas. Dificultades obvias referentes a los grupos terminales, que no
podían encontrarse químicamente, favorecían las estructuras de anillo, que condujo al
concepto de que la molécula de caucho era un anillo como el dimetilciclooctadieno. Se
consideraba que un gran número de estos eran mantenidos juntos por “asociación” para
dar el material coloidal:
Polímeros Sintéticos.
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FUNDAMENTOS.
En 1955 gracias a los trabajos combinados de Karl Ziegler y Guilio Natta se obtuvo un
polipropileno cristalino y surgió el concepto de estereorregularidad que les valió la
concesión del premio Nobel en 1955. Posteriormente las brillantes investigaciones de
otro destacado científico, Paul J. Flory, también le hicieron acreedor del premio Nobel
en 1974 (López C., 2004).
Se conoce por polímero como una cadena macromolecular constituida por enlaces
covalentes. (Staudinger, 1920)
Una definición más propia de polimerización es que es el proceso por el cual unidades
de monómero se enlazan por reacción química para formar cadenas largas, polímeros.
Son estas cadenas largas las que distinguen a los polímeros de otras especies químicas
y les confieren sus singulares propiedades características (Scott, 2001).
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Los polímeros son un tipo particular de macromolécula, que se caracteriza por tener
una unidad que se repite a lo largo de la molécula. Las pequeñas moléculas que se
combinan entre si mediante un proceso químico, llamado reacción de polimerización,
para formar el polímero se denominan monómeros. La unión de todas estas pequeñas
moléculas da lugar a una estructura de constitución repetitiva en el polímero y la
unidad que se repite regularmente a lo largo de toda la molécula, se conoce con el
nombre de unidad constitucional repetitiva (ucr) o unidad manométrica. (Lopez C.,
2004)
La longitud de la cadena del polímero viene especificada por el número de unidades que
se repiten en la cadena. Este se llama grado de polimerización (DP). El peso molecular
del polímero es el producto del peso molecular de la unidad repetitiva por el grado de
polimerización. (Fred W., Bill Meyer, JR., 2004)
En casi todos los estudios de las propiedades de los polímeros, ellos fueron al comienzo
llamados anómalos, pues tenían propiedades muy diferentes de las de los compuestos
de bajo peso molecular. Pronto se cayó en cuenta, sin embargo, de que las moléculas de
los polímeros son muchas veces mayores que las de las sustancias ordinarias. Se
demostró que las supuestas propiedades anómalas de los polímeros eran normales
para tales materiales, al ser incluidas las consecuencias de su tamaño en los
tratamientos teóricos de sus propiedades. (Fred W., Bill Meyer, JR., 2004)
Los enlaces químicos primarios a lo largo de las cadenas de polímeros se satisfacen por
completo. Las únicas fuerzas entre moléculas son fuerzas de enlace secundarias de
atracción, que son débiles en relación con las fuerzas de enlace primarias. El alto peso
molecular de los polímeros permite que estas fuerzas crezcan lo bastante para impartir
a las sustancias excelente resistencia, estabilidad dimensional y otras propiedades
mecánicas. (Fred W., Bill Meyer, JR., 2004)
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consideraba no reactivas debido al tamaño de las moléculas. Se formuló también la
hipótesis de estructuras de grandes anillos (Staudinger 1928), y este concepto fue
popular durante muchos años. No quedó claro que los extremos de las cadenas largas
consisten en estructuras normales, de valencia satisfecha hasta que Flory (1937)
elucidó el mecanismo de la polimerización por relación de cadena. La presencia y
naturaleza de los grupos terminales ha sido desde entonces investigada con detalle por
métodos químicos (Price 1942, Joyce 1948, Bevington 1954).
Staudinger (1928) estuvo entre los primeros que reconocieron el gran tamaño de las
moléculas de polímero, y en utilizar la dependencia con el peso molecular de una
propiedad física, tal como la viscosidad de las soluciones diluidas (Staudinger 1930),
para determinar los pesos moleculares de los polímeros. Comprendió también
claramente que los polímeros sintéticos son polidispersos (Staudinger 1928). Unos
años más tarde, Lansisng (1935) distinguió inequívocamente los varios pesos
moleculares obtenibles experimentalmente. (Fred W., Bill Meyer, JR., 2004)
Nuestros cuerpos están constituidos en gran parte por polímeros: DNA, RNA, proteínas,
e hidratos de carbono. Estos se hayan relacionados con el envejecimiento,
conocimientos, movilidad, fuerza, etc., o sea todas las características que influyen en
nuestras vida y salud. (Raimond B., Charles E., 1995)
Los (Polisacáridos) hidratos de carbono son los compuestos orgánicos más abundantes:
constituyen las tres cuartas partes de la masa seca de todo el mundo vegetal. Como
alimento para el hombre y los animales representan un gran almacén de energía.
Anualmente se producen alrededor de 400000 millones de toneladas de azucares por
fotosíntesis natural, dejando en ridículo las producciones de otros productos naturales
a excepción de la lignina. Una gran parte de dichos azucares se produce en los océanos,
señalando la importancia del aprovechamiento de esta fuente de alimentos, energía y
materiales renovables sin explotar. (Raimond B., Charles E., 1995)
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PRINCIPALES REACCIONES DE POLÍMEROS.
La palabra polímero viene del griego polys, “muchos”, y meros, “partes”. Un polímero es
una molécula formada por unidades estructurales (monómeros) que se repiten (Scott,
2001). Por ejemplo, el polietileno, que se usa en cosas como tubos y aislantes eléctricos,
se compone de unidades repetidas de etileno
En otras palabras, los polímeros son sustancias moleculares de alta masa molecular
formadas por la polimerización (unión) de monómeros, moléculas con baja masa
molecular (Brown, LeMay y Bursten, 2004).
Una definición más propia de polimerización es que es el proceso por el cual unidades
de monómero se enlazan por reacción química para formar cadenas largas, polímeros.
Son estas cadenas largas las que distinguen a los polímeros de otras especies químicas
y les confieren sus singulares propiedades características (Scott, 2001). La mayor parte
de los monómeros necesarios para sintetizar polímeros se derivan de productos del
carbón y del petróleo, que suelen estar constituidos por moléculas de pequeño peso
molecular (Callister, 2007). La polimerización transcurre mediante reacciones de
adición o de condensación. Las reacciones de condensación requieren monómeros
bifuncionales o polifuncionales, mientras que las reacciones de adición requieren la
presencia de un iniciador (Scott, 2001).
Reacciones de adición.
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Donde R- representa un iniciador activo y – es un electrón desapareado.
La propagación puede terminar por varios caminos. En primer lugar, los extremos
activos de dos cadenas que se propagan pueden reaccionar formando una molécula no
reactiva:
De este modo termina el crecimiento de las dos cadenas. En segundo lugar, el extremo
activo de una cadena puede reaccionar con un iniciador u otra especie química que
tiene un enlace activo simple:
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de polimerización predeterminado. Como la polimerización termina al azar, se genera
una gran variedad de longitudes de cadena, que origina una distribución de pesos
moleculares (Callister, 2007).
Los copolímeros son polímeros que se componen de dos o más unidades repetidas.
Existen cinco categorías básicas que tienen dos unidades repetidas diferentes, Q y S
(Scott, 2001). Estas son:
1. Alternantes:
2. De bloque:
3. De injerto:
4. Aleatorios:
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Reacciones de condensación.
Este proceso por etapas se repite y se produce, en este caso, una molécula lineal. La
química de la reacción específica no es importante, sino el mecanismo de la
polimerización por adición.
Otro ejemplo claro y sencillo de una reacción de condensación es una amina (un
compuesto que contiene el grupo –NH2) que reacciona con un ácido carboxílico (un
compuesto que contiene el grupo –COOH) para formar un enlace entre N y C con
formación de H2O:
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Los polímeros que se forman a partir de dos monómeros distintos se llaman
copolímeros. En la formación del nylon, una diamina (un compuesto con un grupo –NH2
en cada extremo) se hace reaccionar con un diácido (un compuesto con un grupo –
COOH) en cada extremo. Por ejemplo, el nylon 6,6 se forma cuando una diamina que
tiene seis átomos de carbono y un grupo amino en cada extremo se hace reaccionar con
ácido adípico, que tiene también tiene seis átomos de carbono:
Hay una reacción de condensación en cada extremo de la diamina y del ácido. Los
componentes del H2O se eliminan, y se forman enlaces N – C entre las moléculas
(Brown, LeMay y Bursten, 2004). En la Tabla 4 aparece el poliéster junto con otros
polímeros comunes que se obtienen mediante polimerización por condensación.
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PRODUCTOS MODIFICADOS DE PROPIEDADES ADICTIVAS.
Durante el siglo XIX, tuvo lugar el descubrimiento del caucho, la caseína, la ebonita y
el celuloide, materiales considerados como los antecesores o padres de los plásticos
modernos.
CASEÍNA.
La caseína es una proteína de la leche cuajada que se hace soluble por reacción con un
álcali (cal, amoníaco) formando caseinato. Este carácter básico puede ser causa de
alteración para algunos colores, lo que limita la paleta de pigmentos a los empleados en
el fresco. Aparece en muchos tratados como cola de queso, para pegar (Villarquide,
2004).
CAUCHO.
El caucho natural
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la circunferencia del tronco. El látex exuda desde el corte y se recoge en un recipiente.
La cantidad de látex que se extrae de cada corte suele ser de unos 30 ml. Después se
arranca un trozo de corteza de la base del tronco para volver a tapar el corte,
normalmente al día siguiente. Cuando los cortes llegan hasta el suelo, se deja que la
corteza se renueve antes de practicar nuevos cortes. Se plantan unos 250 árboles por
hectárea, y la cosecha anual de caucho bruto en seco suele ser de unos 450 kg por
hectárea. En árboles de alto rendimiento la producción anual puede llegar a 2.225 kg
por hectárea, y se ha conseguido desarrollar ejemplares experimentales que alcanzan
los 3.335 kg por hectárea. El látex extraído se tamiza, se diluye en agua y se trata con
ácido para que las partículas en suspensión del caucho en el látex se aglutinen. Se
prensa con unos rodillos para darle forma de capas de caucho de un espesor de 0,6 cm,
y se seca al aire o con humo para su distribución.
El caucho bruto en estado natural es un hidrocarburo blanco o incoloro. Destaca por ser
un plástico muy sensible a la temperatura, y que en condiciones climatológicas cálidas
se ablanda quedando rígido a temperaturas ambientales frías. A la temperatura del aire
líquido, alrededor de -195 °C, el caucho puro es un sólido duro y transparente. De 0 a
10 °C es frágil y opaco, y por encima de 20 °C se vuelve blando, flexible y translúcido. Al
amasarlo mecánicamente, o al calentarlo por encima de 50 °C, el caucho adquiere una
textura de plástico pegajoso. A temperaturas de 200 °C o superiores se descompone. El
caucho puro es insoluble en agua, álcali o ácidos débiles, y soluble
en benceno, petróleo, hidrocarburos clorados y disulfuro de carbono. Con agentes
oxidantes químicos se oxida rápidamente, pero con el oxígeno de la atmósfera lo hace
lentamente.
Origen histórico
Algunas propiedades y usos del caucho ya eran conocidas por los indígenas del
continente americano mucho antes de que, en 1492, los viajes de Colón llevaran el
caucho a Europa. Durante muchos años, los españoles intentaron imitar los productos
resistentes al agua de los nativos (calzados, abrigos y capas) sin éxito, resultando una
mera curiosidad de museo durante los dos siglos posteriores. En 1731, el gobierno
francés envió en una expedición geográfica a América del Sur, al geógrafo
matemático Charles Marie de La Condamine. En el año 1736, hizo llegar a Francia varios
rollos de caucho crudo junto con una descripción de los productos que fabricaban con
ello las tribus del valle del Amazonas. Esto reavivó el interés científico por el caucho y
sus propiedades. En 1770, el químico británico Joseph Priestley descubrió que frotando
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con caucho se borraban las marcas y trazos hechos con lápices, y de ahí surgió su
nombre en inglés, rubber. La primera aplicación comercial del caucho la inició en 1791
el fabricante inglés Samuel Peal, que patentó un método para impermeabilizar tejidos,
tratándolos con caucho disuelto en trementina. Charles Macintosh, químico e inventor
británico, fundó en 1823 una fábrica en Glasgow para manufacturar tejidos
impermeables y ropa para la lluvia, que lleva desde entonces su nombre.
Durante la mayor parte del siglo XIX, los árboles tropicales de América del Sur
continuaron siendo la fuente principal de obtención del caucho. En 1876, el explorador
británico Henry Wickham recolectó unas 70.000 semillas del H. brasiliensis y, a pesar
del rígido embargo que había, logró sacarlas de contrabando fuera de Brasil. Consiguió
germinarlas con éxito en los invernaderos de los Reales Jardines Botánicos de Londres
y las empleó para establecer plantaciones en Ceilán, y posteriormente en otras regiones
tropicales de Asia. Desde entonces se han creado plantaciones similares, en un área que
se extiende unos 1.100 km a ambos lados del ecuador. Aproximadamente un 99% de
las plantaciones de caucho están localizadas en el Sureste asiático. Intentos de
introducir plantaciones en zonas tropicales de Occidente han fracasado a causa de la
desaparición de árboles por una plaga en sus hojas. En 1834, el químico
alemán Friedrich Ludersdorf y el químico estadounidense Nathaniel
Hayward descubrieron que si le añadían azufre a la goma de caucho, reducían y
eliminaban la pegajosidad de los artículos de caucho. Cinco años después, en 1839, el
inventor estadounidense Charles Goodyear, basándose en las averiguaciones de los
químicos anteriores, descubrió que cociendo caucho con azufre desaparecían las
propiedades no deseables del caucho, en un proceso denominado vulcanización. Al
incluir pequeñas cantidades de azufre se obtenía un caucho flexible. El caucho
vulcanizado tiene más fuerza, elasticidad y mayor resistencia a los cambios de
temperatura que el no vulcanizado; además es impermeable a los gases y resistente a
la abrasión, acción química, calor y electricidad. También posee un alto coeficiente de
rozamiento en superficies secas y un bajo coeficiente de rozamiento en superficies
mojadas por agua. Por contra, con cantidades grandes de azufre, hasta un 50%, se
producía ebonita, un caucho duro que se hacía añicos como el vidrio. Tras la Exposición
Universal de Londres en 1851, Goodyear convenció a muchos de que el caucho
vulcanizado encerraba un inmenso potencial comercial.
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Aditivos.
En la mayoría de los casos, el caucho bruto se mezcla con numerosas sustancias que
modifican sus características. Existen sustancias aditivas que estiran el caucho pero no
lo endurecen materialmente, como el carbonato de calcio y la baritina o sulfato de
bario. Otros aditivos reforzantes también se añaden para dar dureza al producto final,
como el negro de humo, óxido de cinc, carbonato de magnesio y ciertas arcillas. Otras
sustancias que se emplean son pigmentos, como el óxido de cinc, el litopón y muchos
tintes orgánicos, y ablandadores, que se usan cuando el caucho es demasiado rígido
para mezclarse con otras sustancias, como son ciertos derivados del petróleo (aceites y
ceras), la brea de pino o los ácidos grasos.
Aplicaciones
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máquinas procesadoras y vagones aljibes para trenes. Por su resistencia a la
electricidad el caucho blando se utiliza en materiales aislantes, guantes protectores,
zapatos y mantas, y el caucho duro se usa para las carcasas de teléfonos, piezas de
aparatos de radio, medidores y otros instrumentos eléctricos. El coeficiente de
rozamiento del caucho, alto en superficies secas y bajo en superficies húmedas, se
aprovecha para correas de transmisión y cojinetes lubricados con agua en bombas para
pozos profundos.
Caucho sintético.
Caucho de butilo.
Este tipo de caucho sintético, producido por primera vez en 1949, se obtiene por
copolimerización de isobutileno con butadieno o isopreno. Es un plástico y puede
trabajarse como el caucho natural, pero es difícil de vulcanizar. Aunque no es tan
flexible como el caucho natural y otros sintéticos, es muy resistente a la oxidación y a la
acción de productos corrosivos. Debido a su baja permeabilidad a los gases, se utiliza
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en los tubos interiores de las llantas de automóviles. Otras clases de cauchos especiales.
Se han desarrollado numerosos tipos de cauchos con propiedades específicas para
aplicaciones y usos especiales. Uno de estos cauchos especiales es el coroseal, un
polímero de cloruro de vinilo (CH2-CHCl). Estos polímeros son resistentes al calor, la
corrosión y la electricidad, y no se deterioran por la acción de la luz ni por un
almacenamiento prolongado. El coroseal no se puede vulcanizar, pero mientras no se
someta a altas temperaturas, se muestra más resistente a la abrasión que el caucho
natural o el cuero. Otro tipo de caucho especial es el tiocol, que se obtiene por
copolimerización de dicloruro de etileno (CHCl-CHCl) y tetrasulfuro de sodio (Na2S4).
CELULOIDE
Alexander Parkes, dedicó todo su esfuerzo a conseguir el desarrollo del colodión como
material industrial. En 1862, anunció un nuevo material, al que llamó parquesina,
obtenida al mezclar piroxilina con diversos aceites densos y disolventes. Cuando se
evaporaban los disolventes, el nuevo plástico se contraía en exceso. Su empresa fracasó
al cabo de dos años, este revés no disuadió a otros para tratar de convertir el colodión
endurecido en un material industrial. Un americano, John W. Hyatt, también dirigió su
atención a esta cuestión, y en 1870, patentó un proceso para la obtención de un nuevo
material, al que llamó Celuloide, que lo obtuvo mediante la mezcla de piroxilina en
polvo con goma de alcanfor pulverizada.
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CONCLUSIÓN.
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BIBLIOGRAFÍA.
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