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La obra está dividida en 15 apartados, concluidos generalmente cada uno con “hasta
aquí lo referente a…”. Aunque el tiempo puede medirse con facilidad, durante los primeros
sucesos se va volviendo indeterminado más allá de los primeros 16 días y sus noches, antes
de que en el apartado III Galaz se separara de Melián con un “varias jornadas”, y hasta los
enormes elipsis del final, como los cinco años cabalgando de Galaz o el año con su padre
profecía del Asiento Peligroso, ya que el autor olvida sumar los 33 años con que
Como es tradición en los textos artúricos, el rey está reunido con sus caballeros
durante una festividad religiosa, en este caso el Pentecostés. Desde el inicio quedan claras
las jerarquías entre los caballeros. Lanzarote demuestra que no sólo el rey y la reina pueden
armar caballeros, pues así lo hace con Galaz, su hijo, antes de revelar que no es más el
mejor caballero del mundo, negándose a tocar la espada del escalón sobre el agua.
El Grial ya no es un plato: “han sido deslumbrados de tal forma que no pudieron ver
Redonda que parten de Camaloc para terminar las maravillas que acontecen en el país por
su causa.
Todos los personajes y especialmente los caballeros, pese a los que el narrador
segrega, son espirituales: todos se confiesan, todos van a misa en pleno relato, todos
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Reporte de lectura Cristian Diosdado
escuchan y acatan dócilmente las palabras de los clérigos, aun siendo insultados como
Galván, “vos sois un servidor malo y desleal”, o Lanzarote, “más duro que piedra, más
amargo que madera, más inútil y vano que la higuera”, a quien hasta los criados le llegan a
Todos los caballeros aceptan cuanto les imprecan, y todos son capaces de entender
los significados de los muy constantes sueños y visiones, menos ellos mismos; sean damas
viajeras o religiosos en casas de religión, salidas de absolutamente todos los caminos. Los
clérigos siempre saben la verdad; y siempre hay un clérigo, ermitaño, anacoreta, sacerdote
Los caballeros se lamentan, apenan y lloran con amargura, y con enorme facilidad y
frecuencia: lloran con gruesas lágrimas por la partida, lloran por el encuentro, sufren por
que se les escapa un caballero, porque alguien les dice que han hecho mal, porque los
El Enemigo es un nuevo personaje del ciclo, que actúa y habla para engañar a los
caballeros; aunque, con su introducción, a veces quedan dudas hasta qué punto son
responsables de sus actos los otros personajes: la voluntad del caballero ya no parece
provenir del impulso del héroe, ya no actúa por pensamiento propio, es una extensión de los
obra; es “encendido a pecar” por El Enemigo, pero también “salvado por la voluntad de
Nuestro Señor” y ya no por habilidad ni astucia; todo según fuerzas completamente ajenas a
él.
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Reporte de lectura Cristian Diosdado
Lanzarote, el otrora mejor caballero del mundo, y los personajes originales del ciclo
artúrico son meramente la excusa del autor para narrar una versión y extensión bíblica
personal. Sus aventuras se reducen a ensoñaciones, tras las que terminan al grito de ¡un
ermitaño, un ermitaño!, que les ayude a liberarles de su incapacidad; y en este punto todos
los caballeros son antihéroes, que quieren pero no pueden sin ayuda de un ermitaño. Y
nadie mejor que un ermitaño alejado de la vida para enseñarles sobre la vida. Por esta razón
expresan ideas como “las doncellas son tan puras y limpias como la flor de lis, que nunca
escribe largas y completas paráfrasis del Génesis, como es el caso de todo el apartado XI
que narra la expulsión de Adán y Eva del Paraíso. La voz catequista del autor se reafirma
en sentencias como “pues el sacerdote está en lugar de Jesucristo” del apartado IX, o “como
obedecer a un recurso retórico del autor, sino más bien a su ineficiencia en el lenguaje
enteros, especialmente en los que tienen que ver con la explicación de los sueños y
visiones. El discurso es ampuloso, excesivo para una narración y hasta para expresar ideas
religiosas.
“—En nombre de la Santa Caridad —dice Boores— os pido que me aconsejéis, como el
padre debe aconsejar al hijo, que es el pecador que viene a la confesión, pues el sacerdote
está en lugar de Jesucristo, que es el padre de todos aquellos que creen en Él, y os ruego que
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Reporte de lectura Cristian Diosdado
El desenlace del relato y las principales elipsis comienzan a partir del apartado XIV,
donde Lanzarote pasa un mes en la nave, antes de encontrar a Galaz; del que después
pasarán medio año juntos. Vive Lanzarote un mes solo de nuevo, y se suceden 24 días en el
castillo del rey tullido, donde verá la ceremonia del Grial antes de volver a la corte.
encuentran a Boores. Juntos llegan al castillo de Corbenic y Galaz une la espada rota, antes
de contemplar finalmente el Grial y terminar atravesando el mar, ser rey y morir en la tierra
“En el mismo sitio donde murió se le hizo la fosa y, tan pronto como fue enterrado,
Perceval se metió en una ermita a las afueras de la ciudad, tomando hábitos de religión.
Boores marchó con él, pero nunca cambió la ropa de seglar, pues aún debía volver a la corte
del rey Arturo. Perceval vivió en la ermita un año y tres días, y después abandonó la vida;
Boores hizo que lo enterraran con su hermana y con Galaz en el palacio espiritual”.
Cuando Boores termina de contar los hechos, el rey hace venir a los clérigos para
que los pongan por escrito y sean guardados en los armarios de Salesbieres, de donde se
supone que los sacó el Maestro Gautier Map para escribir el libro del Santo Grial “por amor
al rey Enrique, su señor, quien hizo trasladar la historia del latín al francés”.
Fuente
Alvar, Carlos; La búsqueda del santo grial. Madrid: Alianza Editorial, 1986.