Sunteți pe pagina 1din 3

LEER Y ESCRIBIR; EL DIRECCIONAMIENTO HACÍA UN ESTUDIANTE CRÍTICO.

El acelerado cambio de la sociedad educativa, ha requerido desde sus inicios la

óptima formación de los estudiantes, donde se fortalezcan sus conocimientos,

habilidades y competencias, centrando su enfoque primeramente en la preparación de

buenos lectores y escritores críticos, para que dichos avances puedan ser de utilidad

social, en el sentido, que se formarán habitantes integrales al servicio de la sociedad;

aquel que lee tiene una visión diferente del mundo y los conocimientos, y así mismo,

aquel que escribe plasma la realidad de su entorno para transmitir conocimientos.

Desde este direccionamiento la palabra conocimiento connota múltiples concepciones;

experiencias, vivencias, entorno, realidades, historia, criticas, etc., es todo aquello que

el hombre puede experimentar en el trayecto de su vida. Es por eso que los docentes

de hoy, estamos invitados a mejorar los procesos educativos, por medio del

fortalecimiento de los hábitos de lectura y escritura para optimizar el proceso de

enseñanza/ aprendizaje.

La importancia de fortalecer las habilidades de escritura y lectura es primordial en

el proceso de formación académica, ya que, gracias a esto, los estudiantes podrán

expresar y organizar de una manera más clara sus ideas, fortaleciendo sus

conocimientos y aptitudes hacia una posición crítica. Como lo menciona Victorino

Zecchetto en su libro Comunicación y actitud crítica (1986):

Ser crítico es la cualidad más expresiva de la formación humana.

Es el logro educativo de más alto nivel. Un instrumento para hacer

frente a múltiples desafíos. Una persona crítica es un individuo


cuyos hábitos mentales lo llevan en forma activa, a enjuiciar las

diversas formas de conocimientos que proporcionan los medios de

difusión masiva, analiza los elementos y las estructuras que lo

componen y percibe los alcances ideológicos hacia los cuales

tienden los medios. (pag.54)

Es por eso, que es de vital importancia fortalecer en los estudiantes de hoy los

buenos hábitos de lectura y escritura, ya que así, ellos podrán enfrentarse directamente

ante lo que sucede en su entorno, teniendo una posición crítica ante lo que la sociedad

les muestra o les hace ver como verdadero, debido a que muchas veces, la verdad no

se muestra como tal, sino más bien, manipulada por subjetividades. El estudiante

crítico, es capaz de analizar, interpretar, asimilar, evaluar y crear nuevos juicios de

verdad a través de su conocimiento, el cual se despierta directamente por lo que lee,

por lo que sabe.

Por consiguiente, los docentes se encuentran en la obligación de elaborar nuevos

métodos pedagógicos y didácticos para fortalecer estas habilidades, ya que es vitalicio,

tener un plan de acción que pueda priorizar y optimizar las competencias que se

pueden adquirir a través de la lectura y la escritura; así mismo, deben cambiar la visión

que tienen los estudiantes referente a la lectura y la escritura, pues, los estudiantes de

hoy en día ven la lectura como algo aburrido, sin sentido, extenso y a simple vista no le

encuentran la gran importancia y mucho menos a la escritura. Es aquí donde los

docentes más que ser tutores y guías deben convertirse en estrategas, donde cada una

de sus estrategias sea certera para atrapar a los estudiantes en ese maravilloso mundo

de leer y escribir. Es por eso que antes de impulsarlos a ir directamente a la lectura de


un texto en específico, los docentes deben diagnosticar el tipo de lectores que tiene, las

frecuencias con que sus estudiantes realizan esta actividad, las temáticas comunes y

de gusto de los estudiantes, pero teniendo en cuenta, que no puede existir una

discrepancia con respecto a los contenidos que se manejan curricularmente en la

programación. Este primer paso lo que ocasionaría sería un primer acercamiento con

los estudiantes y de aquí se puede partir a elaborar la malla lectora que podrá

atraparlos para el desarrollo y fortalecimiento de esta habilidad. Si se logra el objetivo

principal, que en este caso sería despertar el hábito de lectura, el accionar de la

escritura se daría de una manera más apropiada, ya que los estudiantes tendrían las

bases sólidas para poder redactar, dar su opinión, criticar, apelar y transmitir sus ideas

de una manera clara y concisa por medio de sus escritos, todo esto direccionado por el

vasto conocimiento que adquirieron por medio de la lectura.

A manera de conclusión puede afirmarse que a través de la lectura y la escritura,

lo que se busca directamente, es la formación integral de los estudiantes. Dotándolos

de herramientas cognitivas para que puedan desarrollar de una manera óptima el uso

de sus conocimientos ante la sociedad, todo esto direccionado a la formación de un

estudiante crítico, que pueda valerse por sí mismo y su intelecto para poder interpretar

su entorno y plasmar su realidad a través de los juicios de valor que pueda emitir por

medio de sus escritos y pensamientos.

María Fernanda Barrios

Nelson José Bello Urueña

Keila Cárdenas Cervantes

S-ar putea să vă placă și