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Las carreteras fueron los primeros signos de una civilización avanzada. Los
mesopotámicos fueron uno de los primeros constructores de carreteras hacia el año
3500 a.C. Le siguieron los chinos, los cuales desarrollaron un sistema de carreteras
en torno al siglo XI a.C., y construyeron la Ruta de la Seda (la más larga del mundo)
durante 2.000 años; Los incas de Sudamérica construyeron una avanzada red de
caminos que no se consideran estrictamente carreteras, ya que la rueda no era
conocida por los incas.
Estas llamadas carreteras recorrían todos los Andes e incluían galerías cortadas en
rocas sólidas. En el siglo I, el geógrafo griego Estrabón registró un sistema de
carreteras que partían de la antigua Babilonia; los escritos de Heródoto, historiador
griego del siglo V a.C., mencionan las vías construidas en Egipto para transportar
los materiales con los que construyeron las pirámides y otras estructuras
monumentales levantadas por los faraones.
Toda persona tenía derecho a usar las calzadas, según la ley romana, pero los
responsables del mantenimiento eran los habitantes del distrito por el que pasaba.
Este sistema era eficaz para mantener las calzadas en buen estado mientras
existiera una autoridad central que lo impusiera; con la ausencia de la autoridad
central del Imperio romano durante la edad media (del siglo X al XV), el sistema de
calzadas nacionales empezó a desaparecer. El gobierno francés instituyó un
sistema para reforzar el trabajo local en las carreteras a mitad del siglo XVII, y con
este método construyó aproximadamente 24.000 km de carreteras principales.
Más o menos al mismo tiempo, el Parlamento instituyó un sistema de conceder
franquicias a compañías privadas para el mantenimiento de las carreteras,
permitiendo a las compañías que cobraran un peaje o cuotas por el uso de las
mismas. Se hicieron perfeccionamientos en los métodos y técnicas de construcción
de carreteras Durante las tres primeras décadas del siglo XIX. Los ingenieros
británicos, Thomas Telford y John Loudon McAdam, y un ingeniero de caminos
francés, Pierre-Marie-Jérôme Trésaguet, fueron los responsables. El sistema de
Telford implicaba cavar una zanja e instalar cimientos de roca pesada. Los cimientos
se levantaban en el centro para que la carretera se inclinara hacia los bordes
permitiendo el desagüe. La parte superior de la carretera consistía en una capa de
15 cm de piedra quebrada compacta.