Simón Rodríguez nació en Caracas el 28 de octubre de 1769. Desde
1791 ejerció como maestro de lectura y escritura para niños. Poco después tuvo entre sus alumnos al futuro Libertador Simón Bolívar. De la infancia de Rodríguez se conoce muy poco. El carácter nada común de éste lo llevó a quitarse el apellido paterno y a quedarse sólo con el de su madre. En junio de 1814 se casó con María de los Santos Ronco, acto en el cual se declaró “expósito de esta feligresía”. Desde muy joven Simón Rodríguez se dedicó a la educación y gozó del honor de ser el maestro de Simón Bolívar, en quien influyó notablemente. Toda su vida estuvo acompañada de ideas revolucionarias. Simpatizó con el movimiento independentista de Gual y España, y ante su fracaso, también él debió emigrar. Entonces se dirigió a Jamaica, donde estudió la lengua inglesa. Partió luego a Estados Unidos y finalmente a Europa.
En 1797, viajo a Jamaica. Luego viajó a Estados Unidos y Francia.
Estando en París, en 1804, se rencontró con su exalumno Simón Bolívar y juntos emprendieron un viaje por varios países de Europa. Estando en Roma, en 1805, fue testigo del famoso Juramento de Simón Bolívar en el Monte Sacro, quien anunció que no descansaría hasta lograr la Independencia del Nuevo Mundo.
Entre 1806 y 1823, Simón Rodríguez trabajó como maestro en Alemania,
Prusia, Rusia y Holanda. Regresó a América en 1823, e impulsó la fundación de escuelas y talleres en Colombia y Bolivia. Posteriormente trabajó como maestro y escritor en Perú, Chile y Ecuador. Siempre inculcó el pensamiento creativo, el razonamiento científico, el desarrollo tecnológico y la originalidad. En 1853, se estableció en Amotape (Piura, Perú). Allí falleció el 28 de febrero de 1854.