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Juan Vladimir López Escobedo

Escuelas Historiográficas II
Maestría en Estudio Históricos
Universidad Autónoma de Querétaro

El presente es lo único que importa

Sea lo que fuere, las vísperas y la cargada memoria son más reales que el
presente intangible.
Las vísperas de un viaje son una preciosa parte del viaje.
Jorge Luis Borges

La historia se ha escrito de múltiples formas desde que se convirtió en disciplina


académica, cada época le otorga características especiales que responden a sus
necesidades. La historia del presente es una corriente historiográfica surgida a
finales del siglo XX, momento del triunfo de la modernidad y el individualismo
según Luis Villoro1. Este enfoque histórico tiene algunas características que lo
diferencian de los otros, elementos que se presentaran en este trabajo.

En 2008 Juan Villoro escribió una novela magnifica que sería publicada un año
después por la editorial Almadía, intitulada "Llamadas de Ámsterdam"2. Este libro
describe la vida de Juan Jesus, un diseñador gráfico que soñaba con tomar como
armas el pincel y el óleo para un vandalismo expresionista. Nuria es el nombre de
la media naranja de Juan, trabajadora en la editorial de una revista feminista. Sin
embargo, un día Nuria decide desaparecer de la vida de Juan e irse a Nueva York
por siete años. Esta ruptura, tiempo después las terapias psicológicas a las que se
sometió nuestro protagonista, tenía una referencía: Ámsterdam.

Tradicionalmente, nos dice Ángel Gamboa, el análisis del presente estaba


reservado para la sociología, demografía, economía y politología3. La historia se
encargaba de ser una ciencia auxiliar en estos tópicos, de brindar la información
requerida para interpretar los datos y aplicar las teorías necesarias para
comprender el presente. Pues su objeto de estudio estaría limitado por un pasado
perfecto, fenómenos delimitados espacial y temporalmente, considerados

1
Villoro, Luis. La alternativa. México: FCE, 2016.
2
Villoro, Juan. Llamadas de Ámsterdam. México: Almadía, 2015.
3
Soto Gamboa, Ángel. Historia del presente: Estado de la cuestión y concepualización.
Chile: HAOL, Num. 3, 2004, pp. 101 - 116.
1
terminados. Una historia al estilo de Borges, siempre detras de un cigarrillo, un
mate y unas manos afiladas de trensador, con una cara taciturna y remota,
emanando recuerdos4.

Julio Arosteguí menciona que en la historia tradicional los procesos que se


estudian tienen un principio y un fin5. Este enfoque se preocupó primero por
entender el pasado y añadirle una explicación, posteriormente se entendía que
este pasado crearía mejores condiciones de existencia en un futuro. Por lo tanto,
el presente no tenía un espacio dentro de la historigrafía. Es hasta los años
sesentas que los jóvenes irrumpieron el espacio público y se preocuparon por
entender su historia, lo que antes se le exigía al futuro, ahora se le exige al
presente. "Give me a second I, I need to get my story straight" 6.

La búsqueda por entender los procesos que se desenvolvieron en esta época se


desprendió desde distintos enfoques, el resultado fue un producto
intergeneracional. Es un proyecto distinto a la historia tradicional, obligó a hablar
de un nuevo sujeto histórico y nuevas concepciones de la naturaleza, la función y
la reconstrucción histórica7. En palabras de Hugo Fazio Vengoa, “el régimen de
historicidad –refiriéndose al enfoque histórico del presente- representa aquella
coyuntura histórica que equivale a nuestro presente histórico, cuyo debut puede
situarse a finales de la década de los sesentas y cuyo desenlace todavía no se
registra”8.

En esta última afirmación que nos presenta Vengoa podemos encontrar una
característica que podría considerarse como la principal en la historia del presente,
a saber, que hace referencias a un proceso inacabado. Esto constituye,
complementado con lo expuesto por Aróstegui, un nuevo esquema

4
Borges, Jorge Luis. Funes el memorioso en Ficciones. México: Debolsillo, 2011.
5
Julio Aróstegui, “La historia del presente, ¿una cuestión de método?”, en Carlos Navajas
Zubeldia (ed.), Actas de IV Simposio de Historia Actual, Logroño 17-19 de octubre del
2002, Logroño, Instituto de Estudios Riojanos, 2004, pp. 41-75
6
Fun & Janalle Monáe. We are young. EEUU: Disco compacto, Fueled By , Ramen2011.
7
Julio Aróstegui. Op. Cit.
8
Hugo Fazio Vengoa, “La historia del tiempo presente y la modernidad mundo”, en
Historia Crítica, julio-diciembre 2007, p. 195.
2
epistemológico, en que el historiador transforma su relación entre sujeto y objeto,
una relación que se buscaría por medio del método.

El método al que se refiere este autor es al estudio del presente, de lo inacabado,


es el análisis de las estructuras. Pues en éstas podemos encontrar los vestigios
del pasado actuando en nuestro presente, que permiten elaborar artíficos precisos
para conseguir que las observaciones de la realidad9. El análisis entonces, se
acompaña de una reelaboración en el entendimiento del tiempo, comprendido
como una construcción cultural de la sociedad en que se integre acontecimiento y
duración.

Entender que el presente se comprende mucho mejor desde su origen en el


pasado. Sin embargo, esto no quiere decir que se debe buscar la situación en la
que nace, seguramente es enriquecedor y una tarea inexcusable, pero se trata de
construir lo que Bloch denominó tiempo verdadero10. Es decir, construir una Matriz
histórica, comprendida como el análisis estructural y agencial, incardinados en
todo acto humano, limitados a los que siguen incidiendo en el presente. Esto bajo
el entendimiento que estructuras y acontecimientos son realidades inseparables.

Juan Jesús se encontró en una situación en la que su presente no puede ser


entendido sin una referencia al pasado. Ámsterdam fue un elemento esencial,
pues representaría el viaje que la pareja realizaría como el triunfo en la carrera de
este joven diseñador. Sin embargo, problemas con la salud del padre de Nuria
impidieron poder efectuarlo. Entonces, él sigue llamándola por las tardes desde la
calle Ámsterdam, ubicada en la Ciudad de México.

La historia del presente es la respuesta de un proceso modernizador, a las


narrativas de acontecimientos propios. Vengoa menciona que a pesar de haber
algunos escritores que con anterioridad realizaron trabajos sobre su presente,
éstos no se encontraban dentro en un régimen de historicidad del presente. Esta

9
Julio Aróstegui. Op. Cit.
10
Bloch, Marc. Introducción a la Historia. México, Fondo de Cultura Económica. 2da ed.
3
relación Aróstegui la llamó Lógica de la situación, como la situación en la que el
hombre se halla inmerso y en las que tiene que actuar11.

Una característica más de este enfoque es el análisis de las realidades por medio
de la lectura de los símbolos culturales, en lo que se encuentra inmerso el
lenguaje. Pues es este elemento el que permite dar cuenta de la mente, es la vía
de penetración para los fenómenos más íntimos de cultura, es una forma particular
por la que se manifiesta la experiencia en sí misma12. En este sentido, la fuente
sería analizada como un lenguaje por el que conoceremos la condición actual de
las estructuras simbólicas que orientan las acciones de los agentes.

Esto representa uno de los retos más grandes en la elaboración de historia del
presente, pues todo puede ser analizado desde este enfoque y ser tratado como
un tipo de lenguaje. En los tiempos que nos encontramos, hay una cantidad
enorme de información y su tratamiento se hace cada vez más complejo. Además,
por requerir información actual, muchas veces no se encuentra disponible para el
análisis histórico y que van fuera de los límites de los archivos tradicionales.

Hace algunos años Turgueniev escribió “de haber sido poeta, con seguridad
hubiera expresado con versos tal estado de ánimo; si hubiese sido proclive a la
devoción, hubiera entrado en una comunidad religiosa; pero no era poeta ni
piadoso y pasaba el tiempo soñando y aguardando en vano”13. Esto nos expresa
en alguna medida las estructuras actuando en cada campo, por un lado el poético
y por otro el religioso. Es esta la tarea que presenta la historia del presente,
conocer e identificar los rituales de interacción que están activos en nuestros
procesos actuales.

Por último me gustaría agregar que este enfoque me parece muy interesante,
porque permite revitalizar a la historia por medio de un objeto de análisis que
antes le estaba negado. Además, aunque poco se hable de esto, permite que los
dueños del dinero destinen recursos a los centros académicos dedicados a este

11
Julio Aróstegui. Op. Cit., p. 45.
12
Ibídem, p. 55.
13 Turgueniev, Issac. Un sueño. México: Arial, 2009, p. 7.
4
bello arte, pues de algún modo justifica su papel en una sociedad del espectáculo,
diría Mario Vargas Llosa. Pues el presente es lo único que tengo, es lo único que
hay14.

En una reflexión académica, contribuye a conocer nuestros propios procesos y


adquirir consciencia de ellos. Nos situamos en un espacio y tiempo en el que
comprendemos cuáles han sido las causas que lo derivaron, para poder influir con
conocimiento de causa. Además de abrir a la historia a nuevas realidades, bajo
nuevos métodos y teorías, nuevas fuentes que conducen a explicaciones distintas,
permite otorgar voz a los que carecieron de ella en el antigua régimen.

Por otro lado, genera un estudio compartido al ser interdisciplinar. Las otras
ciencias dejan de ser auxiliares o directrices, de acuerdo del ojo que las mire, y se
empiezan a hablar de tú con la historia. La historia se vuelve vital, en un proceso
en construcción en la que nos incluimos y que podemos participar como testigos
expertos. Pues a pesar de la distancie que se quiera tomar, uno siempre forma
parte de sus circunstancias, ya sea de forma pasiva o activa, el resto ya es
decisión de cada quien.

Referencias

 Ángel Soto Gamboa. Historia del presente: Estado de la cuestión y conceptualización.


Chile: HAOL, Num. 3, 2004, pp. 101 - 116.
 Fun & Janalle Monáe. We are young. EEUU: Disco compacto, Fueled By, Ramen,
2011.
 Hugo Fazio Vengoa. La historia del tiempo presente y la modernidad mundo “en
Historia Crítica”, julio-diciembre 2007, p. 195.
 Issac Turgueniev. Un sueño. México: Arial, 2009, p. 7.
 Jorge Luis Borges. Funes el memorioso en Ficciones. México: Debolsillo, 2011.
 Juan Villoro. Llamadas de Ámsterdam. México: Almadía, 2015.
 Julieta Venegas. El presente. México: Disco compacto, Sony, 2008.

14
Julieta Venegas. El presente. México: Disco compacto, Sony, 2008.
5
 Julio Aróstegui. La historia del presente, ¿una cuestión de método? en Carlos Navajas
Zubeldia (ed.), “Actas de IV Simposio de Historia Actual”, Logroño 17-19 de octubre
del 2002, Logroño, Instituto de Estudios Riojanos, 2004, pp. 41-75
 Luis Villoro. La alternativa. México: FCE, 2016.
 Marc Bloch. Introducción a la Historia. México, Fondo de Cultura Económica. 2da ed.

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