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*De un máximo de nota 7,0.

Universidad Austral de Chile


Instituto de Historia y Ciencias Sociales
Escuela de Historia y Ciencias Sociales
Introducción al Estudio de la Historia
Estudiante: Joaquín Ampuero E.

Sobre los conceptos de Historia según la Ideología Alemana y Walter Benjamin 1

Karl Marx hace un enfoque progresista ascendente-lineal en el que los seres humanos
tienen que vivir para poder satisfacer sus necesidades mediante “la creación propia de los
medios para la satisfacción de (las) necesidades, la producción de la vida material misma”2.
Es importante señalar que los modos de producción son la materia prima en la constitución
de la superestructura, la cual depende de las condiciones económicas en las que vive cada
sociedad, de los medios y fuerzas productivas —infraestructura—. La superestructura no
tiene una historia propia, independiente, sino que está en función de los intereses de las clases
dominantes que la han creado; donde el mundo de las ideas está divorciado del campo de los
hechos, es decir, este mundo de la abstracción y las ideas que interpretan la realidad está
disociado al empirismo —la experiencia—.

La noción marxiana del progreso significa dos cosas: la primera, la satisfacción de


las necesidades de cada individuo —por cuenta propia—; y la segunda, el conseguir la
eliminación de todas las barreras que limitan la producción, el dejar atrás un modo de
producción, es eliminar una barrera —limitación—, en la que la última, es la propiedad
privada, y es aquí, cuando el modelo marxiano hace un freno en seco, por no poder romper
esa barrera.

Mientras Karl Marx ve la historia con un enfoque de progreso gracias a la evolución


y rompimiento de los modos de producción, Walter Benjamin ve al progreso de Marx como
una catástrofe —barbarie— total y continua, que es representada con el Ángel de la Historia
en el siguiente pasaje:

1
Antes del inicio de la lectura de este ensayo, es importante esclarecer que en las citas que posean palabras en
cursiva, en el texto original aparecen entre comillas. Esta modificación fue realizada para que no se preste a
confusión el comienzo y término de la cita.
2
Karl Marx, La Ideología Alemana (I) y otros escritos filosóficos (España: Editorial Losada, 2005), 53.
Tiene los ojos desorbitados, la boca abierta y las alas desplegadas. Ése es el aspecto que debe
mostrar necesariamente el ángel de la historia. Su rostro está vuelto hacia el pasado. Donde se nos
presenta una cadena de acontecimientos, él no ve sino una sola y única catástrofe, que no deja de
amontonar ruinas sobre ruinas y las arroja a sus pies. Querría demorarse, despertar a los muertos y reparar
lo destruido. Pero desde el Paraíso sopla una tempestad que se ha aferrado a sus alas, tan fuerte que ya
no puede cerrarlas. La tempestad lo empuja irresistiblemente hacia el futuro, al cual da la espalda,
mientras que frente a él las ruinas se acumulan hasta el cielo. Esa tempestad es lo que llamamos
progreso.3

La razón de su planteamiento se refiere a que su visión de la historia posee “una


dialéctica de lo material y espiritual en la lucha de clases que desborda el modelo bastante
mecanicista de la estructura y la superestructura: la apuesta de la lucha es material, pero la
motivación de los actores sociales es espiritual. Si no estuviera animada por ciertas
cualidades morales, la clase dominada no podría combatir por su liberación”4. Además,
Benjamin, a la hora de interpretar el materialismo histórico no se centra en los temas
esenciales de la obra de Marx, “sino que se interesa en la lucha a muerte entre opresores y
oprimidos, explotadores y explotados, dominantes y dominados. Así, la historia se le
manifiesta como una sucesión de victorias de los poderosos”5 que, finalmente, termina en
barbarie —como en todo hecho histórico—.

Walter Benjamin compara el infierno con la opresión que reciben los oprimidos —
en este caso, los obreros— por parte de las clases dominantes6 apoyándose en la eterna
repetición de lo mismo, como señala a continuación: “La quintaesencia del infierno es la
eterna repetición de lo mismo, cuyo paradigma más terrible no está en la teología cristiana
sino en la mitología griega: Sísifo y Tántalo, condenados al eterno retorno del mismo
castigo”7. Pero no se trata solamente del obrero, sino que “toda la sociedad moderna,
dominada por la mercancía, está sometida a la repetición, al siempre lo mismo disfrazado de

3
Michael Löwy, Walter Benjamin: Aviso de Incendio. Una Lectura de las Tesis “Sobre el Concepto de
Historia” (Chile: Fondo de Cultura Económica, 2005), 101.
4
Löwy, Walter Benjamin: Aviso de Incendio, 68.
5
Löwy, Walter Benjamin: Aviso de Incendio, 69.
6
Es importante señalar que, para Benjamin, uno de los objetivos que los oprimidos deben ejecutar es la victoria
frente al fascismo —que caracteriza las clases dominantes—, el enemigo histórico. (Véase Löwy, Aviso de
Incendio, 48).
7
Löwy, Walter Benjamin: Aviso de Incendio, 104.
novedad y moda: en el reino mercantil, la humanidad hace el papel de condenada”8.

Este infierno de Benjamin se ve reflejado en la idea de progreso de Marx a la hora de


instaurar la forma natural —donde se desprende que todos los cambios (luchas) sociales “no
son nada más que formas ilusorias en las que se sostienen las luchas reales de las distintas
clases entre sí, además de que cada clase que aspira a la dominación, aun cuando su
dominación, como es el caso del proletariado, implique la abolición de toda la forma social
anterior”9— de la división del trabajo —“en virtud de la predisposición (por ejemplo, la
fuerza física), las necesidades, las coincidencias, etc.”10— en el que el sistema domina al
individuo —por ejemplo, al obrero, al fabricante, al proletario— en vez de que él lo domine.
Cada cual tiene un círculo de trabajos impuestos y de los cuales no puede salir. Siendo la
eterna repetición de esta tortura la representación del infierno en la división del trabajo,
sumado a la confrontación entre el interés individual y colectivo como otra de las
contradicciones que la teoría marxiana postula para la apocatástasis11 de la Historia.

Respecto a la tarea del historiador, Benjamin escoge al cronista porque “representa


esa historia integral que es su ambición, una historia que no excluya ningún detalle, ningún
acontecimiento, por insignificante que sea, y para la cual nada esté perdido”12. El símbolo
del cronista tiene que ver con la esperanza que los oprimidos de la Historia tengan una
disculpa —redención— del pasado que exige su “rememoración íntegra (…), sin distinguir
entre los acontecimientos o los individuos grandes o pequeños. Mientras se olviden los
sufrimientos de un solo ser humano, no podrá haber liberación”13; tarea que sólo un cronista
—como por ejemplo Leskov, Kafka y Seghers, autores señalados en el libro de Löwy— puede
conseguir. De esta forma, lograr la redención —disculpa—, la rememoración —recuerdo—
y liberación que traerá la esperanza a los sujetos oprimidos de la historia: desde un obrero
del siglo XIX hasta la sociedad moderna del siglo XX14.

8
Löwy, Walter Benjamin: Aviso de Incendio, 104.
9
Marx, La Ideología Alemana, 67-8.
10
Marx, La Ideología Alemana, 62.
11
Con esa expresión Benjamin se refiere al Juicio Final; el fin de los tiempos.
12
Löwy, Walter Benjamin: Aviso de Incendio, 63.
13
Löwy, Walter Benjamin: Aviso de Incendio, 63.
14
Para Walter Benjamin, quien vivió entre 1892 y 1940.
En síntesis, el concepto de la Historia que señala Karl Marx está enfocado en el
progreso económico a través de los modos de producción, mientras que Walter Benjamin ve
la Historia como una barbarie en su totalidad, gracias a la opresión de la clase dominante a
través de su mecanismo natural de la división del trabajo —que postula Marx— el cual
restringe a los individuos a un círculo exclusivo de misiones laborales y, que tiene como
consecuencia, el sentimiento de opresión —y el deseo de ser uno más de la clase dominante—
y la quintaesencia del infierno de Benjamin, que consiste en el castigo de la eterna repetición
de lo mismo; y que esto no se ve sólo en los obreros, sino que también en toda la sociedad
moderna.

Finalmente, el rol del historiador ha de tener en consideración la visión de los


oprimidos, quienes tienen la esperanza de obtener su redención y rememoración por el Ángel
de la Historia, y las nuevas generaciones.
Referencias Bibliográficas

Löwy, Michael. 2005. Walter Benjamin: Aviso de Incendio. Una Lectura de las Tesis “Sobre
el Concepto de Historia”. Chile: Fondo de Cultura Económica.

Marx, Karl. 2005. La Ideología Alemana (I) y otros escritos filosóficos. España: Editorial
Losada.

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