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Base Experimental de la Teoría Cuántica y Estructura Atómica

La teoría cuántica, es una teoría física basada en la utilización del concepto de


unidad cuántica para describir las propiedades dinámicas de las partículas
subatómicas y las interacciones entre la materia y la radiación. Las bases de la
teoría fueron sentadas por el físico alemán Max Planck, que en 1900 postuló que
la materia sólo puede emitir o absorber energía en pequeñas unidades discretas
llamadas cuantos. Otra contribución fundamental al desarrollo de la teoría fue el
principio de incertidumbre, formulado por el físico alemán Werner Heisenberg en
1927, y que afirma que no es posible especificar con exactitud simultáneamente la
posición y el momento lineal de una partícula subatómica.
ESTRUCTURA ATOMICA
En el átomo distinguimos dos partes: el núcleo y la corteza.- El núcleo es la parte
central del átomo y contiene partículas con carga positiva, los protones, y
partículas que no poseen carga eléctrica, es decir son neutras, los neutrones. La
masa de un protón es aproximadamente igual a la de un neutrón. Todos los
átomos de un elemento químico tienen en el núcleo el mismo número de protones.
Este número, que caracteriza a cada elemento y lo distingue de los demás, es el
número atómico y se representa con la letra Z.- La corteza es la parte exterior del
átomo. En ella se encuentran los electrones, con carga negativa. Éstos, ordenados
en distintos niveles, giran alrededor del núcleo. La masa de un electrón es unas
2000 veces menor que la de un protón. Los átomos son eléctricamente neutros,
debido a que tienen igual número de protones que de electrones. Así, el número
atómico también coincide con el número de electrones.
¿Cómo pueden encontrarse los electrones en los átomos de forma que absorban y
emitan energía como cuantos?. Para resolver esta pregunta, Bohr sugirió que los
electrones deben hallarse en órbitas de cierto tamaño, moviéndose a cierta
velocidad. Entonces, los electrones deben tener cierta energía. Si el electrón
absorbe energía, se moverá en un orbital de mayor energía y más alejada del
núcleo. Si pierde energía, el electrón se moverá en otra órbita más cercana al
núcleo. La teoría cuántica indujo la idea de que los electrones en las orbitas,
tienen una cantidad de energía (se dice que los electrones se encuentran en
ciertos niveles de energía). Bohr aplico estas ideas al átomo de hidrógeno y
calculo matemáticamente cual seria la frecuencia de la radiación emitida por el
hidrógeno, desafortunadamente, esa teoría no funciono también con elementos
cuyos átomos son más complejos que los del hidrógeno. Como resultado del
trabajo teórico y experimental, se ha llegado a desarrollar una representación de la
estructura atómica, que explica en forma satisfactoria los fenómenos químicos.
Más que describir al electrón como si se encontrase en un orbital perfectamente
definido, la nueva teoría cuántica sugiere que existen en regiones que se conocen
como capas. Cada capa tiene la capacidad para contener a más de un electrón,
aun cuando existe un límite superior, dependiendo de la capa que sé este
considerando. A diferencia de la orbita, una capa tiene una ubicación menos
definida alrededor del núcleo.

Perdiocidad Quimica
La química se dedica al estudio de los elementos y sus compuestos. En la
actualidad se conocen más de 100 elementos cuyas combinaciones entre sí
forman miles de compuestos diferentes, pero su estudio sería sumamente
complicado y tendría un conjunto de hechos separados si no fuera porque los
científicos han descubierto muchas semejanzas que se repitan de manera regular
en el comportamiento de los diferentes elementos químicos, y por que han
desarrollado diversas teorías que tratan de explicarlas, esto permite comprender
no solo el comportamiento químico de los elementos, si no también de los
innumerables compuestos que forman.
Al observar semejanzas físicas y químicas entre los elementos conocidos, fue
necesario encontrar un sistema que permitiera ordenarlos y agruparlos. Entre los
sistemas de clasificación que se han propuesto, debe mencionarse el de
Mendeleiev, quien señaló que las propiedades de los elementos son función
periódica de sus pesos atómicos.
Esta tabla periódica conste de 7 periodos (arreglo horizontal) y 18 columnas
llamadas grupos (arreglo vertical), que están subdivididos en subgrupos A y B.
Años más tarde, Werner modificó la clasificación de Mendeleiev, separando los
subgrupos A y B. La “tabla larga” de Werner es una de las que más se utilizan
actualmente, con algunas adaptaciones, y coincide con las configuraciones
electrónicas de los elementos.
Este sistema periódico se rige por la ley periódica de Moseley: las propiedades de
los elementos son función periódica de sus números atómicos.
Moseley demostró experimentalmente que en el átomo existe una cantidad
fundamental que varía en forma escalonada de un elemento a otro y que fue
llamada “número atómico”.+

Cuerpo negro
Un cuerpo negro es un objeto teórico o ideal que absorbe toda la luz y toda la
energía radiante que incide sobre él. Nada de la radiación incidente se refleja o
pasa a través del cuerpo negro. A pesar de su nombre, el cuerpo negro emite luz y
constituye un sistema físico idealizado para el estudio de la emisión de radiación
electromagnética. El nombre Cuerpo negro fue introducido por Gustav Kirchhoff en
1862. La luz emitida por un cuerpo negro se denomina radiación de cuerpo negro.
Todo cuerpo emite energía en forma de ondas electromagnéticas, siendo esta
radiación, que se emite incluso en el vacío, tanto más intensa cuando más elevada
es la temperatura del emisor. La energía radiante emitida por un cuerpo a
temperatura ambiente es escasa y corresponde a longitudes de onda superiores a
las de la luz visible (es decir, de menor frecuencia). Al elevar la temperatura no
sólo aumenta la energía emitida sino que lo hace a longitudes de onda más cortas;
a esto se debe el cambio de color de un cuerpo cuando se calienta. Los cuerpos
no emiten con igual intensidad a todas las frecuencias o longitudes de onda, sino
que siguen la ley de Planck.
A igualdad de temperatura, la energía emitida depende también de la naturaleza
de la superficie; así, una superficie mate o negra tiene un poder emisor mayor
que una superficie brillante. Así, la energía emitida por un filamento de carbón
incandescente es mayor que la de un filamento de platino a la misma temperatura.
La ley de Kirchhoff establece que un cuerpo que es buen emisor de energía es
también buen absorbente de dicha energía. Así, los cuerpos de color negro son
buenos absorbentes.
Modelo atómico de Bohr

El modelo atómico de Bohr o de Bohr-Rutherford es un modelo clásico del


átomo, pero fue el primer modelo atómico en el que se introduce una cuantización
a partir de ciertos postulados (ver abajo). Fue propuesto en 1913 por el físico
danés Niels Bohr, para explicar cómo los electrones pueden tener órbitas estables
alrededor del núcleo y por qué los átomos presentaban espectros de emisión
característicos (dos problemas que eran ignorados en el modelo previo de
Rutherford). Además el modelo de Bohr incorporaba ideas tomadas del efecto
fotoeléctrico, explicado por Albert Einstein en 1905.

TEORIA CUÁNTICA DE PLANCK


Cuando un cuerpo es calentado emite radiación electromagnética en un amplio
rango de frecuencias.
El cuerpo negro (ideal) es aquel que además absorbe toda la radiación que llega
a él sin reflejarla, de tal forma que sólo emite la correspondiente a su temperatura.
A fines del siglo XIX fue posible medir la radiación de un cuerpo negro con mucha
precisión. La intensidad de esta radiación puede en principio ser calculada
utilizando las leyes del electromagnetismo. El problema de principios del siglo XX
consistía en que si bien el espectro teórico y los resultados experimentales
coincidían para bajas frecuencias (infrarrojo), estos diferían radicalmente a altas
frecuencias. Este problema era conocido con el provocativo nombre de “la
catástrofe ultravioleta”, ya que la predicción teórica diverge a infinito en ese
límite.
Quien logró explicar este fenómeno fue Max Planck, en 1900, que debió para ello
sacrificar los conceptos básicos de la concepción ondulatoria de la radiación
electromagnética.
Para resolver la catástrofe era necesario aceptar que la radiación no es
emitida de manera continua sino en cuantos de energía discreta, a los que
llamamos fotones.
La energía de estos fotones es:
E (fotón) = h.ν
ν : Frecuencia de la radiación electromagnética (s-1)
h : constante de Planck
h = 6,62.10-27 erg.s
h = 6,62.10-34 J.s
Cuando la frecuencia de la radiación es baja el efecto de la discretización se
vuelve despreciable debido al minúsculo valor de la constante de Planck, y es
perfectamente posible pensar al sistema como continuo, tal como lo hace el
electromagnetismo
clásico. Sin embargo, a frecuencias altas el efecto se vuelve notable.
Dualidad onda corpúsculo
La dualidad onda-corpúsculo, también llamada dualidad onda-partícula,
postula que todas las partículas presentan propiedades de onda y partícula. Más
específicamente, como partículas pueden presentar interacciones muy localizadas
y como ondas exhiben el fenómeno de la interferencia.
De acuerdo con la física clásica existen diferencias entre onda y partícula. Una
partícula ocupa un lugar en el espacio y tiene masa mientras que una onda se
extiende en el espacio caracterizándose por tener una velocidad definida y masa
nula.
Actualmente se considera que la dualidad onda-partícula es un “concepto de la
mecánica cuántica según el cual no hay diferencias fundamentales entre
partículas y ondas: las partículas pueden comportarse como ondas y viceversa”.
(Stephen Hawking, 2001)
Éste es un hecho comprobado experimentalmente en múltiples ocasiones. Fue
introducido por Louis-Victor de Broglie, físico francés de principios del siglo XX. En
1924 en su tesis doctoral propuso la existencia de ondas de materia, es decir que
toda materia tenía una onda asociada a ella. Esta idea revolucionaria, fundada en
la analogía con que la radiación tenía una partícula asociada, propiedad ya
demostrada entonces, no despertó gran interés, pese a lo acertado de sus
planteamientos, ya que no tenía evidencias de producirse. Sin embargo, Einstein
reconoció su importancia y cinco años después, en 1929, De Broglie recibió el
Nobel en Física por su trabajo.
Su trabajo decía que la longitud de onda de la onda asociada a la materia era

donde es la constante de Planck y es el momento lineal de la partícula de


materia.

principio de incertidumbre
La explicación "divulgativa" tradicional del principio de incertidumbre afirma que las
variables dinámicas como posición, momento angular, momento lineal, etc. se
definen de manera operacional, esto es, en términos relativos al procedimiento
experimental por medio del cual son medidas: la posición se definirá con respecto
a un sistema de referencia determinado, definiendo el instrumento de medida
empleado y el modo en que tal instrumento se usa (por ejemplo, midiendo con una
regla la distancia que hay de tal punto a la referencias ).
Sin embargo, cuando se examinan los procedimientos experimentales por medio
de los cuales podrían medirse tales variables en microfísica, resulta que la medida
siempre acabará perturbada por el propio sistema de medición. En efecto, si por
ejemplo pensamos en lo que sería la medida de la posición y velocidad de un
electrón, para realizar la medida (para poder "ver" de algún modo el electrón) es
necesario que un fotón de luz choque con el electrón, con lo cual está modificando
su posición y velocidad; es decir, por el mismo hecho de realizar la medida, el
experimentador modifica los datos de algún modo, introduciendo un error que es
imposible de reducir a cero, por muy perfectos que sean nuestros instrumentos.
Esta descripción cualitativa del principio, sin ser totalmente incorrecta, es
engañosa en tanto que omite el principal aspecto del principio de incertidumbre: el
principio de incertidumbre establece un límite más allá del cuál los conceptos de la
física clásica no se pueden emplear. La física clásica concibe sistemas físicos
descritos por medio de variables perfectamente definidas en el tiempo (velocidad,
posición,...) y que en principio pueden conocerse con la precisión que se desee.
Aunque en la práctica resultara imposible determinar la posición de una partícula
con una precisión infinitesimal, la física clásica concibe tal precisión como
alcanzable: es posible y perfectamente concebible afirmar que tal o cual partícula,
en el instante de tiempo exacto 2 s, estaba en la posición exacta 1,57 m. En
cambio, el principio de incertidumbre, al afirmar que existe un límite fundamental a
la precisión de la medida, en realidad está indicando que si un sistema físico real
se describe en términos de la física clásica, entonces se está haciendo una
aproximación, y la relación de incertidumbre nos indica la calidad de esa
aproximación.
Por motivos culturales y educativos, las personas se suelen enfrentar al principio
de incertidumbre por primera vez estando condicionadas por el determinismo de la
física clásica. En ella, la posición de una partícula puede ser definida como una
función continua en el tiempo, . Si la masa de esa partícula es y se
mueve a velocidades suficientemente inferiores a la de la luz, entonces el
momento lineal de la partícula se define como masa por velocidad, siendo la

velocidad la primera derivada en el tiempo de la posición: .

Dicho esto, atendiendo a la explicación habitual del principio de incertidumbre,


podría resultar tentador creer que la relación de incertidumbre simplemente
establece una limitación sobre nuestra capacidad de medida que nos impide
conocer con precisión arbitraria la posición inicial y el momento lineal inicial
. Ocurre que si pudiéramos conocer y , entonces la física clásica
nos ofrecería la posición y la velocidad de la partícula en cualquier otro instante; la
solución general de las ecuaciones de movimiento dependerá invariablemente de
y . Esto es, resolver las ecuaciones del movimiento lleva a una familia o
conjunto de trayectorias dependientes de y ; según qué valor tomen
y , se tendrá una trayectoria dentro de esa familia u otra, pero la propia
resolución de las ecuaciones limita el número de trayectorias a un conjunto
determinado de ellas. Según se ha razonado, de acuerdo con el principio de
incertidumbre y no se pueden conocer exactamente, así que tampoco
podrán conocerse y en cualquier otro instante con una precisión
arbitraria, y la trayectoria que seguirá la partícula no podrá conocerse de manera
absolutamente exacta. Este razonamiento es, sin embargo, incorrecto, pues en él
subyace la idea de que, pese a que y no se pueden conocer
exactamente, es posible continuar usando la descripción clásica en virtud de la
cual una partícula seguirá una trayectoria definida por la solución general de las
ecuaciones de movimiento, introduciendo la noción añadida de que las
condiciones iniciales y no pueden conocerse al detalle: esto es, no
podemos conocer exactamente qué trayectoria va a seguir la partícula, pero
estaremos aceptando que, de facto, va a seguir una.
Esta forma de proceder es, sin embargo, totalmente incorrecta: el principio de
incertidumbre conlleva un desvío completo de las concepciones clásicas, haciendo
que la noción clásica de trayectoria debe ser desechada: preguntar cuáles son
simultáneamente los valores de y es un absurdo. Así dicho, podría
resultar paradójico que primero se establezca una relación de incertidumbre en
términos de posición y momento lineal , para luego afirmar que y , que
aparecen en dicha relación, no tienen sentido: si no tienen sentido, ¿qué sentido
puede tener una relación que las emplee? Ocurre que, en física cuántica, es
posible introducir una serie de entidades matemáticas y que se correspondan
en muchos aspectos con la posición y el momento clásicos. Dichas entidades no
son, no obstante, exactamente iguales a la posición y el momento clásicos: el
principio de incertidumbre sencillamente indica que si interpretamos esas
entidades como posición y momento lineal -y por tanto interpretamos el
movimiento de una forma clásica-, entonces existe un límite fundamental en la
precisión con que dichas variables pueden ser conocidas; esto es, si intentamos
introducir variables clásicas e intentamos interpretar el movimiento de forma
clásica, la precisión con que estas variables pueden ser especificadas está
limitada.
Enunciado matemático
Si se preparan varias copias idénticas de un sistema en un estado determinado,
como puede ser un átomo, las medidas de la posición y de la cantidad de
movimiento variarán de acuerdo con una cierta distribución de probabilidad
característica del estado cuántico del sistema. Las medidas del objeto observable
sufrirán desviación estándar Δx de la posición y el momento Δp. Verifican
entonces el principio de indeterminación que se expresa matemáticamente como:

Expresión general de la relación de indeterminación


Además de las dos formas anteriores existen otras desigualdades como la que
afecta a las componentes Ji del momento angular total de un sistema:

Aportacion de Schrödinger
La ecuación de Schrödinger es fundamental tanto en Física como en Química. A
cada orbital atómico (definido por 3 números cuánticos n, l y m) le corresponde
una función de onda, que es solución de la ecuación de Schrödinger, la cual sólo
tiene solución analítica exacta para el átomo de hidrógeno e hidrogenoides
(sistemas atómicos con un único electrón). Hay que recordar que el orbital es la
descripción en tamaño, forma y orientación de la región del espacio en la que se
puede encontrar un electrón; es, en cierto modo, la representación gráfica de la
función de ondas de Schrödinger ψ(x, y, z) (de hecho, la amplitud de ψ,
determinada por el cuadrado o conjugado complejo de ψ); por lo tanto, ψ no puede
ser medida directamente, sino que es una herramienta matemática. También hay
que recordar que cada orbital tiene una energía; y que ésta es la que establece el
orden de llenado de los orbitales de un átomo, lo que, a su vez, se traduce en las
propiedades químicas del elemento químico.

Teoria Cuantica Moderna


La mecánica cuántica (también conocida como la física cuántica o la teoría
cuántica) es una rama de la física que se ocupa de los fenómenos físicos a
escalas nanoscópicas, donde la acción es del orden de la constante de Planck. Su
aplicación ha hecho posible el descubrimiento y desarrollo de muchas tecnologías,
como por ejemplo los transistores, componentes ampliamente utilizados en casi
todos los aparatos que tengan alguna parte funcional electrónica.
La mecánica cuántica describe, en su visión más ortodoxa, cómo en cualquier
sistema físico –y por tanto, en todo el universo– existe una diversa multiplicidad de
estados, los cuales habiendo sido descritos mediante ecuaciones matemáticas por
los físicos, son denominados estados cuánticos. De esta forma la mecánica
cuántica puede explicar la existencia del átomo y revelar los misterios de la
estructura atómica, tal como hoy son entendidos; fenómenos que no puede
explicar debidamente la física clásica o más propiamente la mecánica clásica.
De forma específica, se considera también mecánica cuántica, a la parte de ella
misma que no incorpora la relatividad en su formalismo, tan sólo como añadido
mediante la teoría de perturbaciones.3 La parte de la mecánica cuántica que sí
incorpora elementos relativistas de manera formal y con diversos problemas, es la
mecánica cuántica relativista o ya, de forma más exacta y potente, la teoría
cuántica de campos (que incluye a su vez a la electrodinámica cuántica,
cromodinámica cuántica y teoría electrodébil dentro del modelo estándar)4 y más
generalmente, la teoría cuántica de campos en espacio-tiempo curvo. La única
interacción que no se ha podido cuantificar ha sido la interacción gravitatoria.
La mecánica cuántica es el fundamento de los estudios del átomo, su núcleo y las
partículas elementales (siendo necesario el enfoque relativista). También en teoría
de la información, criptografía y química.

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