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La Importancia de la Medicina

en la Sociedad Moderna
Le doy gracias a Dios por haberme dado esta valiosísima oportunidad de
hacer mis pasantías en medicina. Se preguntarán por qué. Simplemente
por que ahora me doy cuenta de lo valiosos que son los médicos en la
sociedad moderna y lo difícil y sacrificado que es su trabajo. Aunque he
decidido que no quiero estudiar medicina, me he dado cuenta de que si no
hubiera médicos no habría nada en este mundo.

Sinceramente a mí me parece que la medicina es el oficio o profesión más


importante no solo en la sociedad moderna si no a través de la historia de
la humanidad. Lo primordial en la vida es la salud y los médicos se dedican
a esto. La medicina es una carrera bastante costosa y larga y es un
sacrificio para alguien estudiarla.

Imagínense una ciudad sin médicos. A donde iríamos si nos partimos un


brazo o nos diera un virus. No creo que sería posible vivir en esta ciudad
por que las condiciones de vida serían bastante críticas y la gente no viviría
por mucho tiempo. Una ciudad o comunidad podría subsistir sin cualquier
otro profesional pero no sin los médicos. Después de esta experiencia he
aprendido a valorar este difícil arte al cual muchos no le dan la importancia
que se merece.

Una de las formas en las que se discriminan a los médicos en la sociedad


colombiana es con la tan mencionada Ley 100. Es un crimen tratar a un
profesional tan respetable que se sacrifica por los demás y estudia y
trabaja más tiempo que cualquier otro profesional con una ley tan insólita
como esta. Me parece que los médicos se merecen un pago justo a su
trabajo y no un papelito que, la verdad, es un insulto y una burla contra la
gran preparación de los médicos. En realidad es una falta de respeto que
la medicina sea peor pagada que muchos oficios que ni siquiera requieren
estudios universitarios.

Si lo miramos desde el punto de vista de otro país como Estados Unidos


nos daríamos cuenta de lo mucho que son respetados y admirados los
médicos en su sociedad. En muchas ciudades hasta tienen privilegios
especiales ya que allá si valoran y entienden lo importantes que son. La
mayoría de los médicos ganan más plata que cualquier otro profesional.

Es tan increíble la falta de ética y planeación con la cual se hacen las leyes
en nuestro país, que hasta la misma Ley 100 es de muy poca efectividad.
Esta ley no es buena por que al ser pagados tan miserablemente los
médicos se ven obligados a dar una atención médica muy mediocre y a
veces esto puede llevar a problemas futuros. Yo creo que como estos
políticos no han vivido una experiencia como la mía, no saben que los
médicos se merecen lo mejor del mundo.

Yo no quiero estudiar medicina por que, la verdad, se necesitan muchas


cualidades humanas para poder desempeñarse bien en este cargo y yo
creo que me faltan muchas de ellas. Un médico tiene que ser muy
paciente, caritativo, gracioso, sincero, fuerte, convincente, simpático,
confidente, modesto, serio, cuidadoso, responsable, organizado y muchas
otras cualidades.

También tienes que ser muy realista, aguantar tus emociones y ser
siempre positivo para que el paciente se sienta bien y tenga la seguridad
de que se va a mejorar.

Yo pensaba que era algo fácil pero no, para ser médico tienes que nacer
con ese don que muy pocas personas tienen. Es bastante grande lo que
aporta el médico a la sociedad y tan pocas veces se le da el crédito que
se merece. La gente solo habla de lo que los médicos hacen mal, de que
cobran mucho y de que son incumplidos. La verdad es que no se lo
merecen ya que muchas de las veces no es culpa de ellos. No creo que
sería capaz de ser un médico y admiro a todos aquellos que lo son.

Por último, me gustaría darle mérito también a las enfermeras.


Posiblemente muchos tienen malas referencias sobre el trato que las
enfermeras le dan a los pacientes, pero déjenme decirles que son una
spersonas admirables, de gran corazón y capaces de transmitir energía
positiva al paciente. Las enfermeras con que yo estuve en el hospital eran
maravillosas y en un momento de mucha tensión eran capaces de calmar
a un paciente con su simpatía y carisma.

En conclusión, me siento muy satisfecho porque en estos 3 días he


madurado mucho y ahora estoy pensando y dando mis opiniones sobre
algo por que lo he vivido y no porque lo oí o leí de alguna parte. Me gustaría
dedicarle este ensayo a todos los que me colaboraron en mis pasantías y
decirles que sigan su trabajo por que son privilegiados al tener un don que
no todos tenemos.

ALEJANDRO AMBRAD CHALELA

Estudiante de 12 grado del Colegio Jorge Washington – Cartagena

¿Cuál es Ahora Nuestro Objetivo como


Médicos?
En los últimos días, y a raíz de la presencia de personal en formación en
el servicio donde laboro, nuevamente aparece este interrogante sobre los
objetivos de nuestro oficio, profesión, vocación; todas palabras con
diferente significado (arte, ciencia, técnica, misión).

Y es realmente preocupante ver el grado de desorientación en el que nos


encontramos. Tal vez por ello he querido escribir estas reflexiones a modo
de inquietud y desahogo.
Qué complicado se ha vuelto ser, sentir, pensar y actuar coherentemente,
cuando chocamos permanentemente con tantas limitaciones. Y la verdad
es cada vez más confusa. ¿Dónde queda nuestro máximo valor LA
DIGNIDAD PROPIA Y LA DE LA PERSONA ENFERMA, si no logramos
tener una relación de encuentro y crecimiento, porque nuestros enfermos
llegan tan fatigados que necesitan trasladarnos a nosotros sus angustias,
que van más allá de los síntomas y signos?

Vivimos en una sociedad muy enferma y nosotros, los médicos, no somos


inmunes a esta situación. Está, entonces, el terreno preparado para el
DESENCUENTRO: El médico cada vez más agobiado por el temor al
desempleo y las dificultades para su propia supervivencia.

Este clima de violencia complica más la situación a la hora del encuentro


de estas dos subjetividades (médico-enfermo). No tenemos pacientes,
tenemos usuarios impacientes por la lucha para hacer valer sus derechos,
en una seguridad social en salud cada vez más INSEGURA. Con un
aumento creciente de las exclusiones y de los excluidos.

No se donde se inscribe el criterio médico y la individualidad del enfermo,


si cada vez que uno se sale de un protocolo debe dar explicaciones,
muchas veces, a quienes no están en condiciones de entenderlas porque,
aunque sean médicos, han estado cada vez más alejados del ejercicio
clínico, y metidos en conseguir más cobertura a costa de la verdadera
calidad.

Quisiera, dentro de este panorama difícil, hacer una invitación a todas


aquellas personas que, como yo, están interesadas y preocupadas en
estos temas para que juntos analicemos, evaluemos y propongamos
modificaciones a esta angustiante situación.

Sabemos que los recursos son limitados, las necesidades grandes


(vivimos tiempos de escasez): Se necesitan controles, pero el principal
debe ser el autocontrol de un médico haciendo un juicioso ejercicio
profesional, donde los principios éticos básicos –beneficencia, no
maleficencia, respeto por la autonomía y justicia distributiva– sean
permanentemente repensados.

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