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Aburrirse hace bien: por

qué el ocio puede


convertirse en productivo
https://www.infobae.com/parati/estar-mejor/2018/07/07/aburrirse-hace-bien-por-que-el-ocio-
puede-convertirse-en-productivo/

“Estar en un sillón escuchando música y dejar que la mente navegue por el espacio sin
tener un pensamiento prefijado puede generar ideas”. Dr. Juan Alberto Ollari, neurológo

¿Cuántas veces juzgaste a alguien por estar tirado en un sillón sin


hacer nada?¿O cuántas veces te miraron a vos en ese sillón tan cómodo
creyendo que desaprovechabas cada minuto que pasaba? Si fuiste vos
la del sillón, ya sabrás los beneficios de "aburrirse"; si en cambio, vos
fuiste quien prejuzgó vas a conocer ahora las ventajas de bajar un
cambio, parar la pelota y mirar el techo por un rato.

"El aburrimiento positivo nos ayuda a tomar conciencia sobre


nosotros mismos, a salir del funcionamiento automático orientado a
fines determinados y nos permite reconectar con nosotros, con los
demás, a reflexionar sobre la vida y, además, deja que el GPS interior
pueda recalcular", explica Fernando Zan, psiquiatra (M. N. 75.898), jefe
del Servicio de Salud Mental Pediátrica del Hospital Alemán.

"El aburrimiento tiene muy mala prensa porque se supone que


estamos perdiendo el tiempo. En esta sociedad consumista tenemos
que aprovechar cada minuto para algo, como un mandato. Esto nos
lleva a una vida de estrés, de agotamiento y donde todo debe tener
alguna finalidad. Por eso el aburrimiento es necesario. Es una
condición humana insoslayable", añade.

OCIO PRODUCTIVO. Sea como sea que se llame a ese momento


de stand by, los especialistas lo recomiendan como un remedio
natural contra el estrés cotidiano.

"También se lo llama day-dreaming porque aunque la persona parezca


estar inmóvil o haciendo nada, está planificando, y sueña con futuros
posibles o nuevos desafíos. El ocio es productivo cuando se generan
planes o proyectos de vida, y cuando se analizan posibilidades de
cambio que permitan crecimiento espiritual, académico, profesional,
familiar", explica el neurólogo Juan Alberto Ollari (M. N. 56.663), jefe del
Centro de Neurología Cognitiva del Hospital Británico y jefe del Servicio
del Hospital Borda.
“El aburrimiento entendido como momento de descanso nos permite bajar las
revoluciones y bajar el estrés”.

Otro de sus beneficios es fomentar la creatividad. En este sentido, el


especialista afirma que "cuando nuestra mente está enfocada a una
actividad puntual los recursos cognitivos están abocados a eso y no
permiten que la mente divague. Por eso, estar en un sillón escuchando
música y dejar que la mente navegue por el espacio sin tener un
pensamiento prefijado, puede, gracias a la suma de lo que uno leyó y
escuchó y a esa especial serenidad, generar ideas inesperadamente".

¿Hay aburrimiento bueno y aburrimiento malo?

Sí, y depende de cada una de nosotras. El psiquiatra los distingue


claramente: "El aburrimiento entendido como momento de descanso
nos permite bajar las revoluciones y bajar el estrés. El aburrimiento
malo es el que uno no puede tolerar, el que no es aceptado, genera
sufrimiento, suele ser prolongado y se corresponde con una sensación
de tiempo muerto o vacío".

APRENDER. La buena noticia es que es posible aprender a aburrirse


bien. El especialista cuenta que se puede, sí, más allá de que hay
personalidades más o menos predispuestas. Una de las herramientas
más efectivas para lograrlo es el mindfulness.

Martín Reynoso es psicólogo y coordinador del Área de Mindfulness de


INECO y explica: "A través de esta técnica se aprende a conectar con
el presente y así nada se siente como una pérdida de tiempo.
Focalizamos a través de los sentidos y no a través del pensamiento…
Así, el aburrimiento le va dando paso a algo más superador".

Ya sabés: si querés tirarte un rato en el sillón a aburrirte, ¡animate!


Está bueno y hace bien.

Texto: Carolina Koruk (mcarolina_k@hotmail.com) Fotos: LATINSTOCK

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