Energía solar fotovoltaica, ¿una energía “limpia”?

La energía solar fotovoltaica está dentro del selecto grupo de las llamadas “energías limpias”,
ya que produce electricidad sin expulsar a la atmósfera gases de efecto invernadero. En este
punto todos estamos de acuerdo. Sin embargo, no son pocas las voces que recuerdan que al
considerar todo el ciclo de vida de una instalación fotovoltaica, desde su construcción hasta su
desmantelamiento, se generan emisiones de CO2.

El escarnio público al que está siendo sometida esta tecnología, fundado en la idea de que es
una energía cara y poco gestionable, ahora también se alimenta del argumento de las
emisiones encubiertas de CO2. Es cierto, en la producción de los módulos y del resto de
componentes (marcos de aluminio, inversores, etc) que integran una instalación fotovoltaica,
se necesita consumir electricidad. En la medida en que el mix eléctrico está compuesto no sólo
de renovables, sino también de centrales de gas, fuel y carbón, esa producción de módulos y
componentes para instalaciones fotovoltaicas provoca, indirectamente, tales emisiones.

Pero entonces nos preguntamos, ¿cuál es el nivel de esas emisiones encubiertas? ¿Llega a
suplirse con las emisiones evitadas durante su vida útil? Vamos a tratar de dar respuesta a
estas preguntas considerando un ciclo de vida de la instalación de 30 años.

La bibliografía existente (ver al final del artículo) cuantifica las emisiones separándolas entre
aquellas que se dan en la producción de los módulos fotovoltaicos y aquellas otras que se
generan en la producción del resto de componentes.

Vasilis Fthenakis1 y Erik Alsema2, dos reconocidos investigadores en el ámbito de la Energy

PayBack Times3 de la fotovoltaica, realizaron en 20064 una actualización de antiguos estudios
sobre las externalidades producidas por esta tecnología en términos de CO2 equivalente (CO2e)
emitido5. Para ello se basaron en un estudio más reciente, el proyecto CrystalClear de la
Comisión Europea6, el cual contó con el apoyo de compañías del sector radicadas en Europa y
Estados Unidos.

De esta forma, las emisiones se calcularon como emisiones generadas a lo largo de todo el
ciclo de vida. La tabla 1 resume este cálculo para el caso de los módulos, según su tipología.

Como se puede apreciar, los módulos de silicio monocristalino son los que más emisiones
generan en su producción; algo que se deriva de un uso de la electricidad mucho más intensivo
que con el resto de módulos. El cálculo de los módulos de capa fina, por su parte, corresponde
a aquellos que se producen con teleruro de cadmio (CdTe).

1
Centro de Investigación Medioambiental Fotovoltaica, del Laboratorio Nacional de Brookhaven, Estados Unidos.
2
Instituto Copérnico de Desarrollo Sostenible e Innovación, Universidad de Utrecht, Países Bajos.
3
Tiempo de Retorno de la Energía: concepto que hace referencia al tiempo que tarda una central de producción
eléctrica en generar la misma energía que utilizó para su construcción y desmantelamiento (energía cautiva o
incorporada).
4
Fthenakis, V. y Alsema, E. Photovoltaics Energy Payback Times, Greenhouse Gas Emissions and External Costs 2004
– early 2005 Status. 2006. Publicado online en Wiley InterScience (www.interscience.wiley.com).
5
El CO2e mide tanto las emisiones de dióxido de carbono, como las emisiones de metano y de óxido nitroso, todos
gases de efecto invernadero, en términos equivalentes.
6
http://www.ipcrystalclear.info
1
Avda. Valladolid 59, 1ºDcha. 28008 Madrid – Tlf: 91 294 00 94/64 Fax: 91 294 00 74
www.ecooo.es
 Tabla 1. Emisiones de CO2e en la producción de
módulos
Emisiones en gramos de
Tipo de módulo
CO2e por kWh
Silicio policristalino 37
Silicio monocristalino 45
Capa fina (CdTe) 12 - 19
Fuente: elaboración propia a partir de Fthenakis y Alsema, 2006.

Para el caso del resto de componentes, lo que en inglés recibe el nombre de Balance Of System
(BOS)7, estos mismos autores aseguran que emiten en su producción el equivalente a 6 g
CO2e/kWh a lo largo del ciclo de vida de la instalación. Este valor es el máximo que se puede
dar en la producción del BOS, ya que hay algunas instalaciones que no requerirán de todos los
componentes (las baterías, por ejemplo, no se utilizan en instalaciones que vierten
directamente a red).

Considerando estos factores de emisión, las emisiones globales de los distintos tipos de
módulo por cada kW instalado son las que se muestran en la siguiente tabla:

Tabla 2. Emisiones de CO2e globales de una

instalación fotovoltaica de 1 kW
Emisiones en toneladas de
Tipo de módulo
CO2e
Silicio policristalino 2,06

Silicio monocristalino 2,45

Capa fina (CdTe) 1,06

Fuente: elaboración propia a partir de Fthenakis y Alsema, 2006.
Nota: se considera una producción media de 1.600 kWh por kW instalado.

Para poder ver el calado de estas emisiones hagamos un ejercicio práctico. Tomemos como
referencia una instalación fotovoltaica de 10 kW de potencia con una producción media de
16.000 kWh al año y que esté compuesta por módulos de silicio policristalino.

Si con una potencia de 1 kW las emisiones de este tipo de instalación son de 2,06 toneladas de
CO2e, con una potencia de 10 kW las emisiones totales serán de 20,6 tCO2e. Paralelamente, si
consideramos que en España los 16.000 kWh producidos anualmente por una instalación de
estas características, evitan la emisión de 9,92 tCO2e al año8, podemos deducir que en apenas
algo más de 2 años se podrán compensar las emisiones totales de dicha instalación. El cálculo
es el siguiente:

20,6 tCO2e / (9,92 tCO2e /año) = 2,08 años

7
Dentro del BOS se incluyen: los marcos de aluminio, el cercado, el cableado, el interruptor, los fusibles, los
controles de carga, las baterías y el inversor.
8
Ver nuestro informe sobre huella ecológica.
2
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En conclusión, las emisiones de CO2e que se generan en la producción de una instalación
fotovoltaica de silicio policristalino, cualquiera sea su potencia, son de tal envergadura que se
compensan en un período aproximado de apenas 2 años. Esto quiere decir que durante los 28
años restantes de vida de la instalación se generará electricidad completamente libre de
emisión de CO2e; 28 años de generación eléctrica absolutamente limpia. Se puede decir
entonces que la fotovoltaica sí es una energía limpia.

En último término, valga aclarar que a medida que crezca la presencia de energías renovables
en el mix eléctrico, estas emisiones se irán reduciendo y así también se reducirá la cantidad de
años necesaria para compensarlas. Del mismo modo, tales emisiones mermarán cuando se
apliquen medidas de reciclado de paneles. Según algunos autores, el reciclado podría
reducirlas hasta en un 45%9. Y por último se encuentran los adelantos tecnológicos en la
producción de dichos paneles, los mismos adelantos que hicieron que entre mediados de los
años noventa y la actualidad, el nivel de emisiones se haya reducido hasta en un 85%10.

Julio de 2010

Andrés Celave
Dpto. Estudios e Investigación

Fuentes

Alsema, E. A.; Frankl, P.; Kato, K. Energy pay-back times of photovoltaic energy systems:
present status and prospects. 1998.

De Wild-Scholten, M; Alsema, E. Environmental life cycle inventory of crystalline silicon

photovoltaic module production. Documento Excel, disponible en
http://www.ipcrystalclear.info

Fthenakis, V. y Alsema, E. Photovoltaics Energy Payback Times, Greenhouse Gas Emissions and
External Costs 2004 – early 2005 Status. 2006. Publicado online en Wiley InterScience
(www.interscience.wiley.com).

Kim. M.R; Goldsmidt, V.; Pampena, R.; Marcos, K.; Martínez, A. M. Optimización del ciclo de
vida de los paneles fotovoltaicos. Universidad Tecnológica Nacional, Buenos Aires.

Página oficial del Departamento de Energía de Estados Unidos, www.energy.gov.

Página oficial del CrystalClear Project, http://www.ipcrystalclear.info

9
Kim. M.R; Goldsmidt, V.; Pampena, R.; Marcos, K.; Martínez, A. M. Optimización del ciclo de vida de los paneles
fotovoltaicos. Universidad Tecnológica Nacional, Buenos Aires.
10
Fthenakis, V. y Alsema, E. Ibid.
3
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