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El verdadero significado de…

EL VERDADERO SIGNIFICADO DE ACCIÓN DE GRACIAS


«Para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de
nosotros acción de gracias a Dios. Porque la ministración de este servicio no solamente suple
lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios» (2
Corintios 9:11–12).

INTRODUCCIÓN: En el año 1621, por vez primera se celebró el día de Acción de


Gracias en Plymouth. Durante los días de la revolución, el congreso recomendó el día de
Acción de Gracias anualmente. El presidente James Madison proclamó dicho día en el año
1789 y en el 1795. A partir del año 1817 se ha estado celebrando anualmente en el estado de
Nueva York. En el año 1943 el día tradicional fue restaurado a nivel nacional por el congreso.
En el Canadá no se celebra el cuarto jueves de Noviembre, sino un lunes de Octubre.
Con el transcurso de los años, el día de Acción de Gracias ha ido perdiendo su significado y
propósito. Quiero considerar con usted los tres significados dados al día de Acción de
Gracias.
I. El significado del mundo:
1. Para el mundo, el día de Acción de Gracias es una festividad más en el calendario.
2. El énfasis en el pavo no permite que la sombra de la cruz se manifieste.
3. El apetito físico no debe quitar el apetito espiritual.
4. El mundo ve un día, Dios ve una acción.
II. El significado religioso:
1. Para muchos profesantes del cristianismo, tanto católicos como evangélicos el día
de Acción de Gracias no va más allá de una tradición.
2. Muchos cristianos no guardan el día de Acción de Gracias.
A. Prefieren trabajarlo.
B. Prefieren quedarse todo el día en el hogar y no visitan un templo.
3. Ellos, el tipo de cristianos ya mencionados, se justifican diciendo: «Todos los días
es Acción de Gracias.» «Yo le doy siempre gracias a Dios, no lo tengo que hacer
un solo día.»
A. Esto es fariseísmo religioso.
B. Lo que les conviene lo celebran (cumpleaños, aniversarios de bodas,
Nochebuena, etc…).
III. El significado espiritual:
1. En el día de Acción de Gracias el creyente cuenta las bendiciones.
A. No cuenta las pruebas.
B. No cuenta los fracasos.
C. No cuenta las tragedias.
2. En este día los creyentes se congregan para juntos dar gracias a Dios por sus
múltiples misericordias.
A. Adoran unidos.
B. Testifican unidos.
C. Participan de la Santa Cena unidos.
3. Algunas enseñanzas bíblicas sobre la Acción de Gracias:
A. La Acción de Gracias se aplicaba a cierto sacrificio: «Y cuando ofreciéreis
sacrificio de Acción de Gracias a Jehová, lo sacrificaréis de manera que sea
aceptable» (Levítico 22:29).
B. La Acción de Gracias se asociaba con la adoración: «Y Matanías, hijo de
Micaía, hijo de Zabdi, hijo de Asaf, el principal, el que empezaba las
alabanzas y Acción de Gracias al tiempo de la oración…» (Nehemías 11:17).
C. La Acción de Gracias se hacía en voz alta: «Para exclamar con voz de Acción
de Gracias y para contar todas tus maravillas» (Salmo 26:7).
D. La Acción de Gracias era característica de los que entraban al templo:
«Entrad por sus puertas con Acción de Gracias, por sus atrios con alabanza;
alabadle y bendecid su nombre» (Salmo 100:4).
E. La Acción de Gracias se expresa con el entendimiento: «Porque si bendices
sólo con el espíritu, el que ocupa lugar de simple oyente, ¿cómo dirá el Amén
a tu Acción de Gracias? Pues no sabe lo que has dicho» (1 Corintios 14:16).
F. La Acción de Gracias se practica en el cielo: «Y siempre que aquellos seres
vivientes dan gloria y honra y Acción de Gracias al que está sentado en el
trono, al que vive por los siglos de los siglos» (Apocalipsis 4:9).
4. En el día de Acción de Gracias se puede:
A. Orar con toda la familia.
B. Compartir testimonios de lo que Dios ha hecho delante de los familiares y
amigos inconversos.
C. Reflexionar sobre algún pasaje bíblico por alguno de los creyentes.
ORACIÓN: Señor Jesucristo, una vez más me acerco a ti con el firme y único propósito
de darte gracias. Lo que Tú has hecho por mí, merece que te esté agradecido toda mi vida.
En mis angustias Tú me has socorrido. En cada prueba Tu presencia me ha estado
acompañando. En las necesidades he visto Tu mano suplir. En la adversidad Tú has estado
de mi parte. En este día yo quiero ser para Ti la ofrenda de Acción de Gracias. Recíbeme
como tal y haz de mí lo que Tú quieras. Amén.1

Así como las peticiones indican las necesidades de uno, la alabanza y la acción de gracias
reflejan nuestra gratitud hacia Dios. Pablo instruyó a los filipenses a no estar ansiosos, “sino
sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción
gracias” (Filipenses 4:6). Pablo escribe a Timoteo: “Exhorto ante todo, a que se hagan
rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres” (1 Timoteo
2:1). Acción de gracias y alabanza a Dios demuestran gratitud por las bendiciones anteriores
recibidas de parte de él; y esto, sin duda, agrada a Dios.
Pablo dijo a los hermanos tesalonicenses: “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad
de Dios para con vosotros en Cristo Jesús (1 Tesalonicenses 5:18).

Siendo agradecidos
La acción de gracias manifiesta nuestra seguridad de que Dios escuchará y contestará
la oración. Dar gracias por adelantado es un ejercicio de fe; sabemos que la respuesta
vendrá, aunque no podamos verla o tener algún indicio de que viene en camino. La acción
de gracias es una parte de la oración y no debe estar ausente en el momento de adoración.
La gratitud habla de comunión con Dios, aprecio por lo que él es y alabanza por lo que
hará2

DANDO GRACIAS AL CREADOR


«Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza» (Salmo
100:4).

INTRODUCCIÓN: El Salmo 100 es anónimo. En la versión Reina-Valera de 1960 se le


pone como titular: «Exhortación a la gratitud.» Nacar-Colunga, versión católica, le titula:
«Acción de gracias.» A través de cada uno de sus versículos, este salmo, resalta un bosquejo
de cómo podemos dar gracia a Dios.
I. En el cántico - «Cantad alegres a Dios…» (verso 1):
1. Debe ser espontáneo.
2. Debe ser dirigido a Dios.
3. Debe ser entonado en la mejor manera.
II. En el servicio - «Servid a Jehová con alegría…» (verso 2):
1. Con amor.
2. Con buenos deseos.
3. Con sinceridad.
4. Con un sentir compasivo por el prójimo.
III. En el reconocimiento - «Reconoced que Jehová es Dios…» (verso 3):

1. Somos su creación, «Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos».


2. Somos su pueblo, «Pueblo suyo somos».
A. Nos gobierna.
B. Nos disciplina.
C. Nos ha dado una ciudadanía celestial.
3. Somos sus ovejas, «y ovejas de su prado».
A. Nos alimenta.
B. Nos dirige.
C. Nos protege.
IV. En la adoración - «Entrad por sus puertas…» (verso 4):
1. «Con acción de gracias.»
A. Testificando lo que Dios ha hecho con nosotros.
B. Cooperando con la obra de Dios.
C. Entendiendo que todas las cosas obran para bien (Romanos 8:28).
2. «Con alabanza.»
A. Voluntaria.
B. Contagiosa.
3. «Bendecid su nombre.»
A. Es único.
B. Es reverenciado.
C. Es poderoso.
D. Es otorgador de derechos.
ORACIÓN: Te doy gracias, Dios, por cada minuto, hora, día, mes y año que me toca
vivir. Tú eres el Dios de mi almanaque humano. En cada situación sé que Tu presencia me
acompaña. Las experiencias buenas o malas que la vida me ofrece, son el texto que Tú utilizas
para enseñarme. «Thanksgiving» es para mí un evento diario, porque Tú eres el Dios de mi
diario vivir. Amén.

CAPÍTULO 3

ACCIÓN DE GRACIAS
COLOSENSES 1:3–5a
Damos gracias a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, orando siempre
por vosotros, al oír de vuestra fe en Cristo Jesús y del amor que tenéis por todos los
santos, a causa de la esperanza reservada para vosotros en los cielos, …

GRATITUD E INTERCESIÓN (1:3)


Siguiendo la costumbre de aquel entonces, Pablo y Timoteo, después de su saludo
inicial, elevan una oración a favor de los colosenses. Pero, siguiendo el uso habitual del
apóstol, no empiezan a orar por sus lectores sin antes dar gracias por ellos. La acción de
gracias antecede a la intercesión.
Esto, de por sí, debe enseñarnos una lección importante. A menudo nos acercamos a
Dios como Aladino se acercaba a su lámpara: a ver si el genio concede nuestras peticiones.
Tratamos a Dios como si sólo existiera para cumplir nuestros deseos. Sin reflexionar,
pasamos directamente a la enumeración de nuestra lista de peticiones. Nos olvidamos de
que estamos hablando con nuestro Dios, que se merece nuestra adoración, y con nuestro
Padre, que desea nuestra comunión. Así, demostramos nuestra inhumanidad e ingratitud.
¿Cómo podemos venir con más peticiones cuando no nos paramos a reconocer todas las
bendiciones que ya hemos recibido?
Todos sabemos por experiencia personal que es mucho más fácil ser generoso con una
persona agradecida y comprometida con nosotros que con una persona ingrata que se sirve
de nosotros para sus fines egoístas y luego nos trata con desprecio. ¿Acaso pensamos que
no pasa lo mismo con Dios? Aprendamos la lección del apóstol: demos gracias a Dios por
nuestros hermanos antes de interceder por ellos. Además de manifestarle nuestras
necesidades y preocupaciones, expresémosle nuestra gratitud y nuestro aprecio.

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