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Dualismo e inconsciente:
André Green, psicoanalista y antiguamente lacaniano (de 1955 a 1967) se muestra particularmente
virulento hacia ciertas pretensiones de las neurociencias. Así se opone a un aspecto fundamental de su
enfoque que coloca en el mismo nivel actividad cerebral y vida psíquica y hace que la comprensión del
primero deba permitir automáticamente la comprensión del segundo. En un artículo redactado en 1992,
el autor habla "de una denegación furiosa de la complejidad del funcionamiento psíquico y al mismo
tiempo del inconsciente [..], por los defensores de la causa del cerebro, neurobiólogos, psiquiatras y
neurólogos"1.
Ciertamente la vida psíquica depende de la actividad cerebral. Pero las neurociencias niegan toda
especificidad del funcionamiento psíquico de un individuo con respecto a las conexiones
sinápticas que se efectúan en su cerebro. Consideran que no admitir que sólo las neurociencias
nos permitirán comprender la vida psíquica del individuo sería anticientífico sería creer en el Espíritu y
por ende defender una forma de dualismo de las sustancias superado hoy, tal como fue teorizado por
Descartes. Para los neurobiólogos todos los problemas psicológicos tienen una causa exclusivamente
orgánica, o sería sino una enfermedad imaginaria.
Por otro lado, proponer la existencia de un inconsciente enfrentado a la conciencia es muy problemático
para las neurociencias: si la conciencia es perfectamente reducible a la actividad cerebral ¿qué pasa con
el inconsciente tal como Freud lo pensó? ¿Cómo los mismos procesos neuronales que causan la
conciencia pueden paralelamente ser el origen del inconsciente?
Contra toda previsión son las mismas neurociencias las que van a restaurar la imagen del inconsciente
gracias al inconsciente cognitivo. Ahora bien, lejos de rehabilitar el inconsciente freudiano se quiere
que caiga definitivamente en el olvido. En efecto, en el inconsciente cognitivo no hay deseo inhibido, no
hay interpretación de nuestros sueños… Al contrario, cae en el mismo nivel de lectura que la conciencia,
1
André Green, «Un psychanalyse face aux neurosciences», publié dans La Recherche, oct. 1992, p.1168
como una característica de más nuestra actividad cerebral. La mayoría de nuestros procesos neuronales
pueden ser calificados de inconscientes.
Leemos " THE CAT " sin dificultad porque hemos adquirido un reconocimiento visual de las palabras que
se aplica espontáneamente a esta situación, es decir inconscientemente. Disponemos de una memoria
procedimental pero también de automatismos, así como conducir un coche se vuelve natural después de
cierta práctica. El inconsciente cognitivo reagrupa el conjunto de los procesos conscientemente
inaccesibles de procesamiento de datos del individuo. Al contrario del psicoanálisis donde el inconsciente
se constituye a partir de la expulsión/represión, es decir que contiene producciones mentales que son
mantenidas fuera del sistema consciente por la "censura" que se incorpora con la educación, la sociedad,
nuestra experiencia de la vida. El psicoanálisis considera que son esas ideas las que pueden manifestarse
a través de reacciones no controladas (como el lapsus) incluso enfermizas (como las neurosis) cuando la
expulsión es un fracaso.
2
http://nitens.org/deug2005/cm1.pdf
3
Le journal du CNRS, n° 194 de mars 2006, http://www2.cnrs.fr/presse/journal/2004.htm
despejar toda forma de dualismo, y a la vez permite al inconsciente psicoanalítico y cognitivo coexistir en
la explicación comportamental de un sujeto. Las sinapsis se modifican, se desarrollan, incluso pueden
aparecer en función de la experiencia ya sea en el Hombre o en el animal. Así las conexiones sinápticas
entre las neuronas también cambian y permiten los fenómenos de memorización.
Sin embargo los autores van más lejos que Changeux y sostienen que la plasticidad cerebral no se fija
en la memoria sino que al contrario: "los mecanismos de plasticidad también serían el principio de la
construcción de una realidad interna inconsciente"4. Esta teoría particularmente sorprendente e
innovadora en la materia puede ser la llave que permitirá sobrepasar la idea que toda forma de dualismo
es contrario a los avances de las ciencias y particularmente de las neurociencias: darle un lugar al
Hombre psíquico no significa necesariamente eliminar al Hombre neuronal. En efecto, hay una forma de
dualidad entre lo que surge únicamente del hecho neuronal como la visión o incluso el inconsciente
cognitivo, y lo que depende del hecho psíquico que, aunque vinculado a la actividad cerebral, no se
reduce a ella. Podemos incluso ir más lejos: es al contrario, nuestra actividad cerebral se adapta a nuestra
experiencia, lo vivido prevalece sobre la biología de nuestro cerebro. Esto es, podemos postular que no
somos determinados por nuestras neuronas, sino que somos nosotros quienes las
formamos a imagen de nuestra vida (ojo: aunque una parte de nuestra actividad cerebral sea
determinada por procesos invariantes).
4
F. Ansermet et P. Magistretti, «Freud au crible des neurosciences», publié dans La Recherche de février 2008, p.84