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Kraepelin
Señores: el primer enfermo que les presenté hoy instrucción nos muestra que ha hecho estudios.
es un hombre de 21 años, admitido en nuestra Sabiendo perfectamente donde se encuentra, ig-
sala desde hace algunas semanas. Ustedes lo ven nora casi completamente el nombre de las perso-
entrar tranquilamente, sentarse sin manifestar emo- nas con las cuales vive, y eso no lo preocupa.
ción y sin prestar atención a nada, aunque perfec- Sobre los muchos eventos de los años pasados,
tamente consciente de lo que pasa alrededor suyo. sólo da informaciones muy vagas. Se declara dis-
Si se le dirige la palabra, comprende evidentemente puesto a quedarse en la clínica. Preferiría, con se-
todas las preguntas, pero para obtener una res- guridad, entregarse a un trabajo cualquiera, pero
puesta sensata, en necesario hablarle lentamente no está en condiciones de exponernos sobre este
y reiterarIe las interrogaciones con insistencia. Las punto el menor proyecto. La exageración de los
restringidas informaciones que nos suministra en reflejos rotulianos del lado derecho constituye el
voz baja nos permiten comprender que se consi- único problema somático que se puede detectar.
dera enfermo, pero que no tiene sin embargo una En un examen superficial, este cuadro recor-
noción precisa de los trastornos que experimenta daría sin duda, el estado de depresión que
y de sus características. Atribuye su enfermedad a noso- tros hemos aprendido a conocer en una
las prácticas de onanismo a las que se libra desde de nues- tras precedentes lecciones, pero por
la edad de 10 años. Por haber pecado contra el una observa- ción más atenta. Ustedes
sexto mandamiento, ha llegado a no poder dirigir comprenden sin esfuer- zo, que a pesar de una
más su conducta y a sentirse siempre apático y evidente semejanza, esta- mos ante una afección
malhumorado: es un hipocondríaco. Como conse- totalmente diferente. Si el enfermo sólo nos
cuencia de la lectura de libros inéditos, se ha ima- habla lentamente y por monosí- labos, no es
ginado tener una hernia y tabes. Además, temien- porque él tenga alguna dificultad en emitir
do que se den cuenta de su vicio y que se lo ridi- sonidos; es, simplemente, porque no siente la
culice, ha terminado toda relación con sus compa- necesidad de hablar. Oye y comprende muy
ñeros. El enfermo expone todos los hechos con el bien lo que se le dice, pero no le interesa, y sin
mismo tono monótono, sin levantar la cabeza y intentar reflexionar se limita a responder lo que
sin inquietarse por su entorno. Sobre su rostro, se le pasa por la mente. No se lo puede
ningún reflejo de sus sentimientos íntimos, ape- sorprender en la menor manifestación de
nas esboza de tiempo en tiempo una fugitiva son- voluntad: sus movi- mientos se suceden sin
risa, que se transforma rápidamente en una falta energía y sin vigor, si bien no hay nada que lo
absoluta de expresión. Sin embargo, mirándolo con trabe. Sus respuestas atesti- guan una
cuidado, se constata a pesar de todo, alrededor de disminución de los sentimientos afecti- vos. No
la boca y de la nariz, un ligero y muy variable hay, en efecto, ninguna duda a este res- pecto.
temblor así como una tendencia a hacer muecas. Este hombre, está allí, cerrado, exento de temor,
Nos cuenta que el año pasado estaba ya en edad de esperanza, de deseo. Lo que pasa alre- dedor
de ingresar a la Universidad, y en realidad su suyo prácticamente no le afecta y sin em- bargo,
no necesita hacer ningún esfuerzo para darse
cuenta. Se entra, se sale, se le habla, se ocupan de
él, no lo tiene en al médico un escrito sin variables y que indiquémoslo al pasar,
cuenta. Incluso, el ningún orden, nosotros llamaremos eran melancólicos; tuvo
nombre mis- mo de las incoheren- te, provi- soriamente una infancia delicada,
personas le es incompleto, “Demencia Precoz”. habló tardíamente, se
indiferente. interrumpido por un La afección ha lo pudo enviar a la
Esta ausencia de juego de pa- labras evolucionado escuela sólo a la edad
reacción tan especial y infantiles. Pide, por progresivamente en el de 7 años, pero
tan marcada a todo tipo ejemplo, “algo más ale- caso actual. Nuestro estudió muy bien allí.
de estímulo, coincide gre en el tratamiento, enfermo, cuyos padres, Era sin embargo,
con la conservación de un movimiento en total testarudo y reservado.
la inteligencia, y de la li- bertad para ensanchar Después su
memoria; es la el horizonte». Quiere inteligencia
característica de la “ergo” disminuir un retrocedió, se
enfermedad que poco el espíritu en las masturbaba desde hace
estudia- mos. Un análisis lecciones y, nota bene, largo tiempo. Estos úl-
llevado más a fondo anhela “por el amor de timos años continuó
pone la cues- tión a Dios no ser asociado al debilitándose aún
plena luz. Este hombre club de los inocentes; más psí- quicamente.
munido de una fuer- te la vocación de trabajo Creía que sus hermanos
instrucción permanece es el consuelo de la se burlaban de él, y
desde hace semanas y vida”. su fealdad, que le
meses, acostado o Toda esta carta como valía estar marginado
sentado cerca de su todo su modo de ser ex- de la sociedad, le
cama, sin experimentar terior, todo esto que impedía conservar un
la menor necesidad de piensa del mundo, la espejo en su
ocuparse. Está como clase de filosofía moral habitación. Hace un
embotado, no tiene que ha construido, año, luego de haber
movimientos ni muestran sin cues- sufri- do la prueba de
expresión; por tionamiento posible que dar sus exámenes de
intervalos ríe sin la ausencia de salida del Liceo, no
motivos y de una afectividad coincide con pudo presentarse a los
manera particular, los una pérdida de juicio exámenes orales: se
rasgos de su rostro muy especial, y esto hallaba incapacitado
perma- necen último contrasta con la de estudiar más. No
inmóviles. Cuanto más, persistencia casi com- deja- ba de
se lo ve por casua- lidad pleta de los masturbarse, pasaba
hojear un libro. No conocimientos adquiridos por cualquier cosa, de
habla, no se interesa en anteriormente. Se trata una idea a otra, se
nada, cuando recibe de un estado mórbido ponía a hacer música
una visita se queda particular, se traduce que no rimaba, lloraba
también apático, no por la degradación de la sin motivo, se perdía
pregunta por lo que le inteligencia y de la en conside- raciones
puede ocurrir a su afecti- vidad, que sólo “sobre el
familia, saluda apenas, nos recuerda funcionamiento de los
y entra a su habitación objetivamente los es- nervios de la vida de
sin haber tados de depresión de la cual él no se iba”.
experimentado la los cuales nos hemos Era también inepto
menor sensación. Le ocu- pado antes. Esta es para el trabajo
parece inútil escribir entonces, la corporal, se sentía
una carta; por otra terminación bien siempre fatigado,
parte, no tiene nada diferenciada de una abatido, pedía un
que escribir. Sin afección cuyos revólver, comía fósfo-
embargo, un día envió comienzos son muy ros suecos para
suicidarse. Todo afecto
para con su familia
1. El enfermo ha sido
había desaparecido. transportado luego a una
De tiempo en tiempo colonia familiar sin haber
estaba excitado y se presentado modificación. Hoy
ponía en la ventana a se halla desde hace tres años y
medio en un asilo, tan
hablar fuerte. Es así demente y apático como
que en la Clínica siempre.
presentó durante
varios días un estado
de agitación: parloteaba
confusamente, hacía
mue- cas, brincaba,
elucubraba escritos sin
ninguna sig- nificación
y llenos de toda clase
de firmas en cruz, y de
rarezas; siguió un
período de calma,
pero fue imposible
obtener el menor
esclarecimiento sobre
esta conducta tan
1
singular.
Además de la
degradación intelectual
y la pér-
dida de las reacciones
sensitivas, el enfermo
ofre- ce aún a nuestra
observación algunos
puntos im- portantes.
En primer lugar la
risa tonta y vacía,
síntoma frecuente en
la D. P. Esa risa, no
respon- de a ningún
sentimiento de alegría;
algunos enfer- mos
incluso se quejan de
estar obligados a
reírse mientras que sus
ideas para nada los
conducen a ello.
Otros signos de gran
valor son las muecas,
las contorsiones, los
finos temblores del
rostro. Observemos
también la tendencia
a usar un len- guaje
estrafalario, a hacer
palabras por
asonancia,
sin preocuparse por el cuadro clínico es complicadas, ig- ininteligibles: “Ésta es
sentido; esta completamente diferen- noraba el lugar donde la guerra. Él no come
particularidad es parte te? En la mujer, por se encontraba. De vez más nada. Viva la
integrante de la otra parte, la afección en cuando, hablaba solo, palabra de Dios. Hay
afección. Finalmente, en cuestión es lejos de murmurando algunas un cuervo en la
es- tos enfermos tienen ser rara; el onanismo palabras ventana, y quiere
un modo característico y juega sin embargo en comer su carne”.
bien particular de dar la ella un rol aún más Comprendía bien lo
mano: se les tiende en borroso. Para mí, no se que se le pedía, y se
efecto la mano abierta, trataría de una relación distraía fácilmente,
ellos ponen la suya causa-efecto entre el pero no se interesaba
rígida. Este fenómeno se onanismo y la D. P. en nada y no intentaba
muestra siempre muy Queda todavía un dar- se cuenta de lo
claro en la D. P. punto al que conviene que pasaba alrededor
Como el proceso tener en cuenta y que suyo. Nin- gún temor,
mórbido se ha va precisa- mente en ningún deseo lo
desarrollado contra de la teoría del animaba. En general
progresivamente en origen onanista: es el permanecía acostado,
nuestra observación, se comienzo brusco de la el rostro sin expresión
pue- de datar el enfermedad. como congelado.
comienzo sólo de La D. P. comienza por Algunas veces se lo
modo aproximado. En una fase de depresión, veía levantarse,
casos análogos, se susceptible de crear ponerse de rodillas o
atribuyen varias veces alguna confusión con pasearse lentamente.
los problemas uno de los estados Todos sus
patológicos a una melancólicos descriptos movimientos
perversión del sen- tido en una prece- dente mostraban, por otra
moral, incluso se llega lección. A título de parte, una cierta
a castigar esta perver- ejemplo, les ruego exa- incomodidad y una
sión e intentar minar a este jornalero falta total de iniciativa.
remediarla por la de 22 años, que ha Sus miembros
educación. Es también entrado en la clínica por conservaban
habitual incriminar al primera vez hace tres largamente la po-
onanismo como causa años, y que pertenecería sición que se les
de la enfermedad. Ante supuestamente, a una imprimía. Además, si
los casos como el familia de buena salud. uno levan- taba los
nuestro, los antiguos Algunas semanas antes brazos delante suyo,
psiquiatras habrían de su arrivo tuvo él repetía los movi-
hablado de locura de accesos de ansiedad. mientos, igualmente
los onanistas. En mi Después se volvió como golpeaba sus manos si
opinión, el onanismo aton- tado: las palabras se hacía lo mismo
es más bien una eran confusas, la mirada delante suyo. Estos
manifestación que la fija, las ideas poco fenómenos llama- dos
causa de la inmutables, era víctima flexibilidad cérea,
enfermedad. ¿No de un muy vago delirio catalepsia para
encontramos for- mas de persecución y de algunos, ecopraxia
de D. P. igualmente culpabilidad. Nos dio para otros, son bien
graves, independientes respuestas vacilantes e conocidos en las
de prácticas onanistas inconexas; capaz de investigaciones de
bien marcadas? ¿No re- solver pequeños orden hipnótico.
cono- cimos acaso la problemas de Tienen que ver con
degradación de los aritmética y de ejecutar trastornos especiales
onanistas y que el algunas órdenes poco de la voluntad, de los
cuales nosotros reacción, su rostro
agrupamos las esta- ba sin expresión.
diferentes ma- Por otra parte, no se
nifestaciones bajo el ocupaba de nada y
nombre de no prestaba ninguna
Befehlsautomatic atención a lo que
(obediencia pasaba a su alrededor.
automática). Atribuía a su
Agreguemos enfermedad su
finalmente, que tentativa de sui-
nuestro sujeto tiene cidio. Decía que
desigualdad pupilar y desde un año antes
que se nota en sus su cerebro estaba
antecedentes un rictus quebrado, y ya no era
con convul- siones de capaz de pensar sin
los miembros
superiores.
En el curso del mes
pasado su estado
mejoró,
su mente estuvo más
lúcida, sus modales
más na- turales, y tenía
la precisa sensación de
estar enfer- mo. Sin
embargo, era
siempre un ser
confuso, pobre de
ideas y sensaciones.
Dejó la clínica en esas
condiciones para
retornar a su trabajo.
Pero nos lo han
traído hace un año. Se
había acostado delante
de un tren que le
cortó el pie derecho y
le fracturó el brazo
izquierdo. Durante
esta nueva estancia
entre nosotros, se
muestra más dueño de
sí mismo, conocía
mejor su entorno y
transmitía de buena
gana lo que sabía de
sus nociones de
geografía y de
cálculo. Es cierto, no
hablaba es-
pontáneamente con
nadie. Permanecía
apático, acostado,
privado de toda
que las otras personas Mucho más atacada (I) El enfermo se halla desde ejemplo, ideas
hace 5 años en un asilo de
estuvieran al corriente está aún la crónicos. Ha devenido muy delirantes,
de sus ideas y las emotividad, y como amanerado y demente alucinaciones senso-
hiciesen tema de sus conse- cuencia, están riales,
conversacio- nes. alteradas todas las extraordinariamente
Incluso se lo oía al leer manifestaciones frecuentes por cier-
el diario. voluntarias que están to, pero con un
Aún hoy este enfermo bajo su dependencia. desarrollo muy
está en el mismo esta- Hay, por consiguiente, irregular. Estas ideas,
do: mira una indudable analogía incluso, pueden
indiferentemente entre los dos enfermos desaparecer, o
delante suyo, sin ver que ustedes han directa- mente no
nada. No pregunta observado hoy, aunque estar presentes sin que
sobre el entorno el proceso evoluciona los rasgos esen- ciales
exterior que lo diferentemente en cada se reviertan en el
circunda. Levanta uno de ellos. curso de la
apenas los ojos cuando Especialmente en enfermedad o en su
se lo interroga y es ausencia de toda terminación.
necesario interpelarlo actividad intelectual, el Tenemos el derecho,
con energía para mismo desapego a en- tonces, de
obtener alguna todas las cosas, la plantear como regla
respuesta suya. Sabe misma imposibilidad de que todos los estados
donde está, conoce el librarse a todo acto de depresión con
mes y el año, así como espontáneo. Son, en alucinaciones senso-
el nombre de los una palabra, tras- riales, muy marcadas
médicos; más aún, tornos similares, al comienzo, o con
resuelve un problema igualmente intensos en deli- rios estúpidos,
fácil, enumera también una ob- servación como son en general la
ciertos nombres de en la otra y los dos primera fase de la D.
ciu- dades y de ríos. sujetos afecta- dos por P. Además, las
En cambio, se cree el el mismo sello. Estos modificaciones de la
hijo del Emperador, el síntomas represen- tan, emotividad, a pesar
rey Guillermo. No con el debilitamiento de ser constantes, son
tiene por otra parte del juicio, las caracterís- poco apreciables.
noción de su situación ticas fundamentales y Ellas contribuyen, por
y anhela quedarse permanentes de la D. consiguiente, apenas
aquí: “Su cerebro está P.; ellos se en el establecimiento
lastimado, su vena ha reencuentran durante del diagnóstico.
esta- llado”. Fácilmente toda la evolución de la Si bien es cierto que
se pone de nuevo en afección. Al lado de los estados de viva
eviden- cia la ellos puede manifestar- ansie- dad o de gran
flexibilidad cérea, la se toda una serie de depresión son
ecopraxia; se le tiende otros signos, susceptibles de abrir la
la mano, él tiende la susceptibles a veces de escena, la emotividad,
suya toda rígida pero ocupar un lugar llegamos a verificarlo,
sin tomar la que se le preponderante, pero muy rápidamente se
presenta (I). estos signos no duran diluye, e incluso en
Inútil es ir más lejos en general y no deben ausencia de toda
para asegurar que esta- ser consi- derados manifestación exterior.
mos frente a un estado como los estigmas Observen finalmente a
patológico relacionado cardinales. Se ve, por este cartero: es un hom-
más bien con el juicio bre de 35 años,
que con la memoria. sólidamente
constituido. ¿Podrían su mujer que se
concebir que hace quemase el cerebro
apenas algunos días con él. ”¿No sería ella
ha queri- do matarse e desgraciada si él
inclusive había estuviera en prisión?”.
persuadido a su mu- Poco a poco termina
jer de seguirlo en el por no comer ni dor-
suicidio, luego de mir. Se hacía un
haberse cortado montón de reproches,
estúpidamente el canal veía sobre el techo
de la uretra algu- nas una cabeza que al
semanas antes? Su comienzo lo asustaba
aspecto pálido, su
nutrición lánguida no
le impiden estar aún
muy consciente; sabe
dónde se encuentra,
se da cuenta de su si-
tuación y sus
respuestas son
ordenadas y sensa-
tas. Desde hace cinco
semanas está
enfermo, y sufre sobre
todo de cefaleas. Cree
que sus compa- ñeros
conversan sobre una
ligera torpeza que él
había cometido en un
lugar precedente:
“Noso- tros te
haremos la guerra,
decían ellos, nosotros
abriremos la pequeña
camisa”. A menudo no
com- prendía bien, por
qué con frecuencia se
le telefo- neaba tanto
en los oídos: por lo
tanto fatigado de
escuchar esas voces
había resuelto
ahorcarse. Más tarde,
habiendo logrado
retornar a su trabajo,
se volvió ansioso,
perseguido por el
temor de estar
obligado a dar dinero
falso y de exponerse
así a una condena a
prisión. La cabeza le
borboteaba y rogaba a
mucho, luego veía con motivo, lengua y escribir a su valor. En una palabra,
los ojos cerrados, dos el enfermo rechazó mujer. Los estados de estamos aquí, ante
cua- dros, de los cuales todo alimento, y estupor que se trastor- nos idénticos
uno todo destrozado estuvimos obligados a manifiestan de tiempo a los que habíamos
represen- taba una casa alimentarlo por sonda. en tiempo, tienen tenido la oca- sión de
con ventanas y techo. Cuando se lo invitaba también un cierto señalar anteriormente.
El enfermo nos cuenta a escribir a su mujer, Por otra parte,
todo aquello con el pretendía tener estamos ante una
rostro sonriente pero ocupaciones más impresio- nante
con una cierta importantes; por otra evolución desde hace
búsqueda en la parte, era inútil que algunos años, y defi-
expresión. Su tentativa ella lo visite, no valía la nitivamente devenida
de suicidio, su llegada pena. Cuando se le incurable. Tal es en
a la Clínica, no suscitó solicitaba que sacara la efecto, la terminación
en él ninguna reflexión. lengua, abría bien más frecuente de la D.
Nos tiende la mano grande la boca, pero P. Y lo que da a
rígida, rígido también enrollaba su lengua nuestro diagnóstico
está su porte. De la apoyán- dola todo su valor, es que
forma más clara tiene fuertemente contra el a partir de ahora
catalepsia, ecopraxia y velo de su paladar. En estamos en
ecolalia. Repite, en otros momentos, se condiciones de soste-
efecto, volvía muy agresivo ner un pronóstico
inmediatamente las para con su entorno, grave. Podemos
palabras pronunciadas sin ser capaz de prever el es- tado de
delante suyo, a veces justificarse luego por lo imbecilidad especial
alterándolas. Los sucedido. Desde el que afectará ulte-
primeros días que punto de vista riormente al enfermo.
siguieron a su entrada somático, conviene Nuestra predicción,
en el asilo, permaneció notar una exageración por cierto, no está al
casi constantemente muy marcada de los re- paro de todo error.
acostado, los párpados reflejos rotulianos. Desde el punto
con frecuencia Ustedes comprenden sin estrictamente
cerrados, sin hacer esfuerzo que en este científico, es aún
movimientos, sin cuadro clínico más dudoso que la
responder a las encontramos los mismos D. P. pueda curarse
preguntas, sin rasgos fun- damentales completa y
reaccionar a las que en nuestros otros definitivamente: sin
inyecciones. Escuchaba dos enfermos: embargo, no se
voces que le hablaban emotividad debilitada, podría aceptar esta
de toda suerte de ausencia de voluntad concepción sin
cosas. Agrega en voz es- pontánea, apela- ción. Por el
baja haber visto bajo sí sugestionabilidad. contrario, las
un corazón azul y por Además las alucina- mejoras, no son ca-
detrás la luz temblorosa ciones sensoriales, la sos raros, y
del sol. Hay aún otro manera bien particular prácticamente hay
co- razón azul, “un de tender la mano motivos para
corazón de mujer”. Vio confirma aún más nuestro considerarlos como
también relámpagos, un diagnósti- co: se trata de curados. Los
cometa brillante con una un caso de D. P. Hablan enfermos han
larga cola, y el sol se en el mis- mo sentido, perdido
levanta todos los días la resistencia estúpida evidentemente
del lado opuesto. del enfermo a la actividad e
Estos últimos días, alimentación, a sacar la inteligencia, su
bruscamente, sin
emotividad está
restringida, pero en
las rela- ciones
diarias aún son
capaces de conservar
su antiguo lugar. Sus
mejoras, a menudo
son sólo
momentáneas en
general, y las
recaídas que se
producen tarde o
temprano, sin motivo
determi- nado, toman
entonces un aspecto
más serio. Esto lo
observamos en
nuestro segundo
enfermo: me-
joramiento, por otra
parte breve, y recaída
con- secutiva.
Igualmente tenemos
motivos para es-
perar que
desaparezcan en él
los trastornos ac-
tuales, pero tenemos
que estar atentos a
una recidiva más
grave1.
Traducción: Liliana
Patri
1. El enfermo está
considerablemente mejor
desde el punto de vista
somático. Ha salido de la
clínica al cabo de 3 meses, sin
darse cuenta de los
trastornos que había
presentado. Desde hace cua-
tro años y medio está con su
familia y parece curado.
150 Q Demencia precoz, o el grupo de las
esquizofrenias
Emil Kraepelin
Notas aclaratorias
—Ésta es una traducción de la revista Analytica-Cahiers du recherche du Champ freudien Nº 49.
—Los capítulos de Kraepelin son una traducción del alemán al francés, luego hemos realizado la traducción del
francés al castellano.
—Con números se encontrarán notas que figuraban en la misma edición francesa.
—Con letras se encontrarán notas de nuestra propia traducción, al terminar la ficha.
Presentación
a cerrar definitivamente un debate interrumpido
Éste es un debate clínico capital que nos resti- sin duda demasiado pronto. Es probable, por otra
tuye esta nueva serie de Analytica1 consagrado a parte, que no quedara gran cosa de todo esto, a
los grandes conceptos de la clínica psiquiátrica clá- pesar de la larga resistencia de la escuela france-
sica en el campo de las psicosis. Este debate opuso sa, sin la insistencia de Jacques Lacan al referirse
en los primeros años del siglo XX, a las dos gran- al último de los grandes nombres de la clínica
des escuelas que fundaron la clínica: la escuela fran- fran- cesa, G. G. de Clérambault (cf. el siguiente
cesa y la alemana, desembocando en una simple volu- men Los edificios del delirio), y a su
coordinación de la nosología alemana con el efí- intervención crucial en este debate.
mero concepto kraepeliniano de parafrenia y en Todo comienza, por lo tanto, con Kraepelin y
una verdadera síntesis en la clínica francesa. la introducción, en la sexta edición (1899) de su
La gran guerra interrumpió luego, de manera tratado, del concepto de demencia precoz3 –la fu-
duradera, el diálogo de ambas escuelas, en tanto tura esquizofrenia–. Este concepto capitaliza el es-
que la propagación universal de las concepciones fuerzo más específico de la escuela alemana, una
alemanas, facilitada por la difusión del pensamiento de cuyas singularidades es el análisis clínico y
freudiano, que en parte los vehiculizaban2, iban psicopatológico de los estados terminales de las
psicosis crónicas, la escuela francesa se centró
más bien, sobre el llamado período de estado
(cf. igualmente el siguiente volumen).
1. Esta serie abarcará otros dos volúmenes: los Edificios del deli-
rio y la Invención del autismo. Cf. los números anteriormente Tal orientación, encuentra su fuente en el pen-
consagrados a las parafrenias (Nº 19, 1980) y a los Clásicos de la samiento de W. Griesinger, el fundador de la es-
paranoia (Nº 30, 1982); se encontrará allí una presentación más cuela clínica alemana, y en su concepción de la
detallada de la evolución histórica de los conceptos clíni- cos que
aquí nos motivan. Cf. también mis Fundamentos de la clínica. locura como un gran ciclo (la “psicosis única”)
Historia y estructura del saber psiquiátrico, Navarin,
1980; que constituyen el telón de fondo del conjunto de este
programa de reimpresiones.
2. Esto, en tanto que por varios aspectos, las concepciones fran- 3. Este texto célebre, que por otra parte fue tan debatido
cesas hubiesen podido convenirle más a Freud, si las hubiera en Francia, es aquí traducido y publicado por primera vez
conocido. Cf. P. Bercherie: “Constitución de concepto freudia- no en francés.
de la psicosis”, en Quarto, Nº 4, 1982, pp. 25 a 34.
donde cada especie procede la mayoría de de Kraepelin eran rebautizados “procesos
sindrómica representa los conceptos respecto a esto demenciales” en la
una etapa en la nosológicos bastante poco quin- ta (1896), donde
desagregación kraepelinianos. Él originales. Sólo es a Kraepelin reagrupa la
progresiva del espíritu intenta en efecto una partir de la cuarta hebefrenia y la
que constituye la diferen- ciación de las edición (1893) que catatonia de
enfermedad mental. psicosis en función de aparece una clase de Kahlbaum, con una
Permanece- rá así por su desarro- llo “procesos psíquicos forma deli- rante
esta doctrina en la diacrónico (siguiendo degenerativos” , particularmente
clínica alemana el programa clínico y florida e incoherente,
ulterior prekraepeliniana, nosológico enunciado rá- pidamente
el concepto de fases por J. P. Falret diez discordante (el delirio
se- cundarias de años antes, que tardará influye poco sobre el
terminación de las medio siglo para comportamiento del
psicosis agudas plasmarse en las dos paciente y se acom-
(manía, melancolía, escuelas clínicas), pero paña de una
accesos [bouffées] (a) sobre todo por su subexcitación y de
deliran- tes y terminación (influencia una rica pro- ducción
confusionales), donde la de Griesinger). De neológica) y
tempestad emocio- nal esta manera opone las desembocando
de la entrada en la formas cuya evolución bastante rápido en un
locura se ha atenuado, cíclica es debilitamiento
de- jando tras ella una ineluctablemente psíquico disociativo
personalidad deformada, desagregativa (modelo por otra parte, poca
débil o disociada. Ésta es de la “psicosis única”: profundo –la bautiza
la paranoia secundaria, desarrollará así en “de- mencia
donde la apatía y la particular la catatonia y paranoide”. En
desagregación subjetiva la hebefrenia), aquéllas contrapartida, los
hacen entretan- to a un que evolucio- nan sin esta- dos
delirio “pálido, regla particular pero “secundarios”
descolorido” dejan en su decurso un desaparecen de la
(Kraepelin), preludio a psiquismo intacto (en nueva cla- sificación,
la ineluctable demencia particular la ciclotimia); completamente
secundaria ter- minal y las formas estables absorbidos por la
[siguiendo] (b) cuya evolución constitución del
concepciones de autores cuantitativa del modo nuevo grupo.
ale- manes de la de inicio resume las En la misma época
segunda mitad del siglo capacidades (1896), Kraepelin divide
XIX, en parti- cular diacrónicas (al modo de la
Krafft-Ebing, el más un delirio crónico gran clase de los
influyente entre ellos. primiti- vo no delirios crónicos
La herencia de desagregativo que sistematizados
Griesinger se invistió, bautiza paranoia). (paranoia) en formas
por Hasta Kraepelin, la no alucinatorias
otra parte, en el clínica alemana perma- (“combina- torias” –los
pensamiento de un nece sin embargo franceses dirán:
clínico ge- nial, tan débilmente “interpretativas”) y a-
oscuro y marginal estructurada, en tanto lucinatorias (paranoias
como creativo, que la enseñanza fantásticas). En 1899,
Kahlbaum, quien demasiado compleja de en su sexta edición,
propone a partir de Kahlbaum tenía poca franquea el paso y
1863 un bosquejo audiencia. Las primeras decide re- agrupar
nosológico de gran edi- ciones del tratado “procesos
originalidad del que demenciales” y
“paranoias fan- pensamiento y de la
tásticas” creando el psico- motricidad, y
cuadro único de la por otra parte de
demen- cia precoz. síntomas acceso- rios
Correlativamente el variados (depresión,
concepto de pa- excitación, ideas
ranoia encuentra su deliran- tes,
acepción moderna y alucinaciones,
no cu- bre más que síndrome catatónico,
los delirios crónicos etc.) que especifican
no alucinato- rios (cf. las formas clínicas de
Analytica Nº 30), en la afección. El
tanto que la locura síndrome basal define
maníaco-depresiva esta “demencia” muy
absorbe todas las parti- cular que
formas no disociativas constituye la esencia
de psicosis agudas, de la afección
que manifiestan
luego en su decurso
una restitución ad
integrum de la
personalidad
anterior. Esta
configuración
nosológica va a dar la
vuelta al mundo y
quedar como base del
trabajo del conjunto
de los traba- jos
clínicos y
psicopatológicos
(psicoanalíticos en
particular)
ulteriormente
consagrados a las
psicosis –salvo en
Francia, veremos el
porqué en el
siguiente volumen.
El concepto
kraepeliniano de
demencia pre-
coz está constituido
alrededor de la
distinción en- tre, por
una parte, un
síndrome basal
caracteriza- do por el
doblegamiento
afectivo, la
indiferencia, la apatía,
la ausencia de
iniciativa voluntaria,
la desorganización del
(por oposición a las demencias verdaderamente or- mo que la evolución de los delirios crónicos
gánicas, las funciones intelectuales de base-memo- alucinatorios, se despliega con frecuencia du-
ria, orientación, razonamiento –están en realidad in- rante décadas y no desemboca siempre en la
tactas) y de la cual la emergencia y la dominación “demencia vesánica” de los autores franceses;
progresiva resumen de hecho la evolución de las
—la asimilación, sobre la base de un análisis psi-
diversas formas clínicas. Afecta esencialmente la es-
cológico, del delirio de influencia de las psico-
fera afectiva y volitiva, corazón y soporte de la per-
sis alucinatorias, en la que los sujetos se quejan
sonalidad, que ella, por lo tanto, desagrega. Todo el
que se acciona sobre su pensamiento y su vo-
esfuerzo de Kraepelin conduce, de esta manera, a la
luntad, con la disociación y los automatismos
posibilidad de un diagnóstico que anticipe sobre la
motores hebefrénico-catatónicos.
evolución ineluctable de la demencia precoz, detec-
tando los primeros signos del síndrome basal en Los clínicos franceses rechazarán estos dos
medio de la masa de síntomas secundarios que ini- argumentos, metodológicamente inaceptables des-
cialmente y con frecuencia lo enmascaran. de el punto de vista de los principios de una
Remarquemos que el análisis clínico propues- to noso- logía clínica rigurosa, cualquiera que
por Kraepelin se aplica perfectamente al grupo pudiera ser, por otra parte, su interés desde un
inicial de 1893 –es finalmente lo que reconstitui- punto de vista psicopatológico. Retengamos de
rán los clínicos franceses– pero que su extensión todas maneras que el concepto de demencia
a las “paranoias fantásticas” (alias “segunda forma precoz permanece hete- rogéneo en Kraepelin y
paranoide de la demencia precoz”) se asientan que más allá de la genia- lidad que constituye su
sobre dos argumentos más debatibles: introducción (lo que nadie pondrá en duda)
encubrirá un hiato que cada es- cuela se
—la semejanza de los estados terminales, lo mis-
esforzará por colmar después, siguiendo su
propio ingenio.
T
R
A
S
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O
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DE
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Por el contrario, la rece que aquí es el de ciertos períodos de cifras o ciertos
atención está habitual- negativismo que frena sus vidas; por otro nombres que son
mente perturbada la atención que lado, es habitualmente capaces, aún después
durante estas fases. acababa de muy fácil obtener que de varios días o
Incluso si se logra que despertarse. los enfermos, incluso semanas, de
uno pueda, por un La memoria de los muy pasivos, retengan recordarlos
pequeño instan- te, enfermos está algunas correctamente. En
llamar la atención del relativamen- te poco estos casos, desde ya,
enfermo, se observa trastornada. Son uno sólo obtiene
tan sólo que presenta capaces a condición de frecuentemente al
una gran desearlo, de entregar principio respuestas
distractibilidad que datos exactos y inexactas debido al
vuelve imposible su circunstan- ciales del negativismo, pero por
mantenimiento bajo pasado; muy las inte- rrogaciones
esas circunstancias. Lo frecuentemente saben insistentes se torna
que les falta antes que bien con cierta evidente que el
nada a los enfermos aproximación, desde enfermo registró muy
en estos casos, es el hace cuánto tiem- po bien la consigna
interés, el anhelo o las están en el asilo. Los pedida.
motivaciones internas conocimientos que han El curso del
para dirigir su atención adquirido en la escuela pensamiento termina
sobre los hechos del quedan a veces siempre, más
entorno. Incluso si grabados en su o menos rápidamente,
percibe perfectamente memoria con una por estar alterado.
lo que sucede a su asombrosa tenacidad Incluso si hacemos
alre- dedor, no se an- tes de que abstracción de la
engancha, no busca sobrevengan los estados confusión que existe
aprehenderlo ni de demencia (Blödsinn) durante los accesos de
comprenderlo. En los avanzados. Es así como agitación o de estupor
estados de estupor pro- recuerdo a un joven –si bien en esos
fundo o de estupidez granjero que tenía una momentos es
avanzada, puede expresión perfecta- imposible hacerse una
incluso tornarse mente estúpida, pero idea exacta de su vida
completamente que era capaz de interior– es una regla
imposible despertar, de indicarme en el mapa que cierta incoherencia
cualquier manera que cualquier pueblito, sin del pensamiento se
sea, la atención del la menor hesi- tación; instale pro-
enfer- mo. A la inversa, otro asombraba a todos gresivamente, como ya
se observa algunas por su cultura his- lo hemos señalado, en
veces, mien- tras que el tórica; otros resolvían otra parte,
estupor se esfuma, aún con facilidad detalladamente. En
cierta curiosidad que difíciles ejercicios de casos menos graves,
surge en el enfermo; cálculo. Del mismo esta incoherencia
observa furtivamente lo modo, las capa- aparece simplemente
que sucede en la cidades de observación bajo la forma de una
habitación, sigue al están frecuentemente gran distracción o de
médico de lejos, echa bien conservadas. A una gran versatilidad
una mirada por las pesar de todo, en el del pensamiento, la
puertas entre- abiertas transcurso de las fases atención del enfermo
pero se da vuelta si de estupor profundo, no se em- bota entonces
se lo llama, mira para es raro constatar que los rápidamente y retorna
otra parte si uno quiere enfermos sólo conservan enseguida sin razón
mostrarle algo. Pa- un recuerdo muy vago hacia cualquier parte;
o aún por la intrusión
de ciertos giros de pala- bras groseras, es
frases inútiles o de igualmente frecuente.
pensamien- tos Más tarde las
inadaptados; capacidades del juicio
contrariamente, en los quedan, sin
casos más graves, se excepción, gravemente
desarrolla un profundo perturbadas. En tanto
desorden del len- guaje que se trata de utilizar
con una pérdida vías convencionales,
completa de toda toma- das por la
lógica in- terna y la experiencia, se muestran
formación de cómodos, pero si deben
neologismos. Hay que elaborar mentalmente
ad- mitir aquí sin nuevas experiencias,
embargo que la
marcha misma del
pensamiento esté muy
probablemente mucho
me- nos afectada como
para que no lo parezca,
ya que los enfermos, si
las circunstancias se
prestan a ello, son
capaces no sólo de
una muy buena
aprehen- sión sino
aun de una
elaboración de ella y
de comportamientos
quasi adaptados. Por
otra par- te,
encontramos casi
siempre en el interior
del pensamiento de
los enfermos índices
de estereo- tipia,
fijaciones sobre ciertas
representaciones que
pueden además
dominar todos los
pensamientos de los
enfermos al punto que
los mismos pobres
giros reaparecen
frecuentemente
durante sema- nas e
Incluso meses. La
constatación de un
gusto pronunciado
por las rimas, la
asociación de pala-
bras por asonancias
absurdas, el juego de
quedan totalmente frecuencia sobre este finalmente desaparecer. cuando las ideas
desfallecientes. Así,
te- rreno. En los En el mejor de los delirantes se han
ya no comprenden primeros momentos de casos ciertas ideas mantenido durante un
más muy bien lo que la enferme- dad, delirantes se período bastante largo
se desarrolla a su presentan en general mantienen, sin –pero aquí tam- bién,
alrededor, ni se
una tonalidad depresi- extenderse más, han terminado por
inquietan por la
va con temas durante un mo- mento, volverse más y más
situación en curso ni hipocondríacos, de o bien no reaparecen in- coherentes y
reflexionan sobre ella, culpabilidad y de más que por mo- deshilvanadas.
no tienen ninguna persecución. Un poco mentos, o aun
idea de las
más tarde, se agregan desaparecen totalmente A
P
consecuencias ideas de grandeza, y de ma- nera definitiva. A
previsibles y no las cuando no vienen a Sólo es en algunas de T
Í
produce ninguna instalarse nuestras ob- servaciones, A