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¡Buenos días!

En esta clase quisiera participar con el relato de una anécdota ocurrida


cuando estaba en 6to grado (1991) de una primaria pública, y se enclava en la idea de la
educación sexual ligada a lo biológico y la idea de lo sexual como el sexo; y un desvío
hacia lo “medico”, ligado al cuidado de enfermedades. Estamos hablando, por tal, del
modelo médico-biologicista.

Recuerdo cuando nos dijeron que iban a venir, a la escuela, dos doctoras para hablarnos
sobre sexualidad. Nos escribieron una nota en el cuaderno avisando de esta charla y
pidiendo autorización a nuestros padres para dejarnos participar de ella. Sinceramente, en
ese entonces, no daba mucho crédito a que me firmen el permiso… hoy me doy cuenta que
para mis padres habrá sido un alivio que profesionales se hagan cargo de un tema que
mucho no se hablaba en casa.

Recuerdo haber estado ansioso y que mis compañeros también lo estaban. Algunos
“sabían” y decían cosas… luego sus “teorías” fueron cayendo de una.

La charla se ajustaba perfectamente al modelo descripto biologicista, ya que, como bien se


indica, “su principal supuesto pasa por entender la sexualidad sólo desde el punto de vista
reproductivo”.

Las doctoras sacaron láminas de ambos aparatos reproductores, explicaron cómo funcionan
para la reproducción, explicaron el ciclo menstrual y demás cuestiones biológicas. Desde
ya, este enfoque dejó de lado todo lo relacionado con el disfrute, el placer, el respeto por los
tiempos de iniciación, etc.

Y recuerdo, también, que tuvo un interesante vuelco hacia la “perspectiva médica” ya que,
ante la consulta que le hicimos con un amigo sobre el SIDA (nos gustaba mucho el rock
nacional, y hacía pocos años habían muerto Federico Moura y Miguel Abuelo por esta
enfermedad), la charla se enfocó hacia la profilaxis. Lamentablemente todo quedó resumido
en que hay que usar preservativo. Nada más. Si bien mucha información sobre el tema no
se tenía, creo que algo más se nos podría haber informado. Claro que sí.

Una segunda anécdota, muy graciosa, me ocurrió en el secundario (católico, de varones).


Estaríamos hablando de un enfoque moralista, (de más, diría, ya que se dio en la materia
Ética y moral) pero como la consigna solo indica una anécdota, y no pasarse de 20 líneas,
quedará en el tintero…

¡Saludos!

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