Para comprender la palabra ritmo primero es preciso entender que es la música.
La música es considerada como una de las artes más bellas que el hombre ha creado a través del tiempo, su belleza consiste en poder expresar sentimientos y estados de ánimo; está constituida por tres elementos: el ritmo, la armonía y la melodía. Se toma como punto de partida en la educación musical el elemento ritmo musical. Según Willems “el ritmo es el elemento físico activo de la música”, es sin duda el que está directamente unido al cuerpo humano. El ritmo es capaz de provocar una respuesta física directa y espontanea en todo individuo. Esta palabra ya existe en tu vocabulario y la ocupas en expresiones como: ¿Qué ritmo te gusta? ¡Que buen ritmo! En la música, el ritmo lo sientes y te motiva a expresarlo con palmadas, con chasquidos, con golpes de pie o simplemente te dejas llevar por él, para bailarlo. Con estos antecedentes podemos entender una definición más seria y formal. Un ritmo es un grupo de sonidos de diferente duración que se repite constantemente, es decir, se forma por la combinación de varios factores: el tempo que marca la velocidad, el pulso como unidad de percepción, el acento que se origina a partir de los pulsos y el compás que combina los pulsos y los acentos. La interacción de todos estos elementos crea un sonido más o menos armonioso que produce lo que denominamos como ritmo musical. En el momento de percibir sonidos, nuestro aparato auditivo comunica al cerebro una información, que es asimilada porque clasificamos los sonidos en bandas de frecuencia. Así, hay una estructura neurobiológica que capta el sonido y su dimensión rítmica. Se trata de algo innato, pero la educación musical permite perfeccionar esta capacidad. El efecto rítmico de la música provoca una reacción en el organismo humano. De hecho, los latidos del corazón se activan a partir del ritmo de una pieza musical. Este fenómeno ha sido estudiado por algunos psicólogos, han investigado las reacciones del cuerpo y sus movimientos en función del ritmo que se escucha. Según algunos estudios, la duración de los sonidos y el acento son esenciales en la formación del ritmo musical y ambos se presentan a través de una estructura melódica. Si bien el ritmo musical es algo genuino del ser humano, algunos etólogos han estudiado el sentido del ritmo en algunos animales. Y han comprobado que la elaboración de cantos en los pájaros obedece a una estructura cerebral que les predispone a crear efectos sonoros rítmicos. El ritmo puede ser escrito por figuras redondas, negras, corcheas y con sus respectivos silencios.