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Proyecto de Saneamiento de Caños y Lagunas

La historia de Cartagena está estrechamente ligada a la de sus cuerpos de agua, que se encuentran
localizados entre la Bahía Interna, al sur, y la Ciénaga de la Virgen, al norte. Estos dos grandes cuerpos de
agua, que tienen una extensión de 230 y 2.100 hectáreas, respectivamente, se comunicaban entre ellos hasta
hace pocos años.

La interconexión hidráulica se efectuaba a través de la Ciénaga de Las Quintas, el Caño Bazurto, la Laguna de
San Lázaro, la Laguna de Chambacú, la Laguna del Cabrero, Marbella y, finalmente, el Caño de Juan Angola,
que fue aparentemente construido antes del año 1600 y tomó el nombre de un legendario personaje de esa
época proveniente del África.

Esta última comunicación a través del caño de Juan Angola, permitió a los habitantes de Cartagena utilizar ese
sistema acuático como medio de transporte, en especial para llegar a la Ciénaga de la Virgen, donde la
actividad pesquera tuvo épocas que todavía se recuerdan con especial nostalgia.

En este último período han sucedido varios hechos y fenómenos urbanos que han interrumpido este sistema
acuático y han degradado la calidad de sus aguas.

En primer lugar, el Caño de Juan Angola fue cegado casi totalmente a su entrega en la Ciénaga de la Virgen,
como consecuencia de la ampliación de la pista del Aeropuerto Rafael Núñez, que únicamente dejó, como
conexión, dos tuberías de escasa capacidad.

Al presentarse esta interrupción se dio origen al fenómeno de invasión. Por otro lado, la construcción definitiva
de la Avenida al Aeropuerto eliminó una comunicación esporádica con el mar que existía durante mareas
extremadamente altas.

La Ciénaga de la Virgen, por otro lado, volvió a quedar aislada de la Bahía después de varios siglos y, para
empeorar la situación, se cerró su comunicación con el mar en el sitio denominado La Boquillita, al ser
rellenada su boca para dar paso a una vía de comunicación natural con el mar, pero que se sedimenta y se
cierra en ciertas épocas del año, por efectos marinos naturales debido a la conformación geomorfológica del
área.

Para empeorar esta situación, la presión urbana llevó a una gran masa de población a ocupar los terrenos
aledaños y lacustres de las Ciénagas, que vierten sobre ella, entregándole así unos nuevos caudales, pero
esta vez de aguas negras sin ningún tratamiento.

La presión de la urbanización en Cartagena ha tomado como víctima a los cuerpos de agua, ha eliminado su
navegación y ha reducido al mínimo los niveles de oxigeno disuelto que permite escasos seres acuáticos, en
contraste con ese amplio espectro que se genera normalmente alrededor de los manglares que, de por si,
deben ser el centro de innumerables ecosistemas de seres vivientes, acuáticos y terrestres.

En resumen: El Macroproyecto de Caños, Lagunas y Ciénagas tiene origen en la necesidad de realizar su


saneamiento por la rápida urbanización que, en décadas anteriores, caracterizó a la ciudad de Cartagena de
Indias y su desarrollo, lo cual llevó a concentras a sus habitantes, sus desperdicios y desechos en áreas
territoriales muy limitadas. Esas concentraciones de materiales y desechos, muy superiores a las que pueden
asimilar los diversos ecosistemas que caracterizan el entorno ambiental de la ciudad, siguen afectando los
cuerpos de agua, aun cuando se han realizado obras de gran aliento como el Plan Maestro de Alcantarillado,
la Bocana Estabilizadora de Mareas y se vislumbra la pronta construcción, y puesta en servicio, del Emisario
Submarino.

POR FALTA PRUEBAS

Se mantiene vigente Acuerdo de recuperación


de cuerpos de agua
JOSÉ RAFAEL MOLINA RAMÍREZ - EL UNIVERSAL

Por falta de pruebas, la Sala de Decisión del Tribunal Administrativo de Bolívar


decidió mantener vigente el Acuerdo Distrital #002 de 2003, mediante el cual se
dictan normas tendientes a la recuperación sanitaria del sistema de caños y
lagunas de Cartagena, entre otras disposiciones.

Este Acuerdo facultaba a Edurbe para realizar proyectos de recuperación sanitaria,


consistentes en la limpieza, conservación, canalización y acotamiento de los
caños, lagos, lagunas y ciénagas en jurisdicción de Cartagena.
La demanda contra el Acuerdo fue presentada por la Personería Distrital en el año
2004, alegando que el mismo iba en contravía de algunas leyes en materia
ambiental.
Se argumentó que para la elaboración de tal norma local, se debía coordinar con la
Dirección General Marítima y las autoridades ambientales de Cartagena las
políticas vigentes en materia ambiental relativas al manejo sanitario de los cuerpos
de agua de la ciudad, lo cual, a juicio de la Personería, no se hizo.
También señaló que el Acuerdo modificaba el Plan de Ordenamiento Territorial del
momento y que otorgaba a Edurbe facultades administrativas que no le podían ser
conferidas. De esta manera especifica la existencia de 13 violaciones a normas
superiores.
Sin embargo, pese a todo lo expuesto por la Personería, el Tribunal consideró que
no sólo se trata de enumerar presuntas violaciones, sino acreditar documentos que
respalden lo denunciado.
“No se puede dejar al arbitrio del juzgador y mucho menos puede este de oficio
buscar cuál es la norma específica que se encuentra vulnerada...”, señala el
tribunal.
Debido a que no concretó puntualmente las leyes presuntamente violadas, el
tribunal consideró que no se pudo desvirtuar la legalidad del Acuerdo, razón por la
cual determinó mantenerlo vigente

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