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La historia de los rayos X comienza con los experimentos del científico británico
William Crookes, que investigó en el siglo XIX los efectos de ciertos gases al
aplicarles descargas de energía. Estos experimentos se desarrollaban en un tubo
vacío, y electrodos para generar corrientes de alto voltaje. Él lo llamó tubo de
Crookes. Este tubo, al estar cerca de placas fotográficas, generaba en las mismas
algunas imágenes borrosas. Una de las consecuencias de su investigación fue
advertir a la comunidad científica el peligro para los organismos biológicos que
supone la exposición a estas radiaciones.
DESCUBRIMIENTO.
Los rayos x se descubrieron en septiembre de 1895, en los laboratorios de la
universidad de la ciudad alemana de Würzburg. Röntgen, inventor de los rayos x,
era profesor de Física en dicha institución.
mientras experimentaba con los tubos de Hittorff-Crookes y la bobina de
Ruhmkorff para investigar la fluorescencia violeta que producían los rayos
catódicos. Tras cubrir el tubo con un cartón negro para eliminar la luz visible,
observó un débil resplandor amarillo-verdoso proveniente de una pantalla con una
capa de platino-cianuro de bario, que desaparecía al apagar el tubo. Determinó
que los rayos creaban una radiación muy penetrante, pero invisible, que
atravesaba grandes espesores de papel e incluso metales poco densos. Usó
placas fotográficas para demostrar que los objetos eran más o menos
transparentes a los rayos X dependiendo de su espesor y realizó la primera
radiografía humana, Röntgen utilizó su invento con la mano de su esposa, Anna Bertha
Ludwig. Por tanto, la primera radiografía de la historia fue la que mostraba el anillo de
bodas como una prominencia en el dedo anular de una mujer. Naturalmente se veían
todos sus huesos. eran generados por los rayos catódicos al chocar contra ciertos
materiales
Asombrado por tal comportamiento, el físico germano decidió seguir investigando
y a las pocas semanas, el 8 de noviembre de 1895, estableció que este fenómeno
era provocado por un rayo invisible que tenía forma de onda corta
electromagnética. Esta cualidad de los rayos X tuvo tal repercusión en los medios
científicos que su descubridor recibió por ello el primer premio Nóbel de Física en
1901. Por entonces ya había tenido aplicaciones médicas. Thomas Hunt, científico
inglés, al conocer este aparato de hacer radiografías declaró el 28 de diciembre de
1895 ante la Sociedad Física Médica de Würzburg lo siguiente: “Sin lugar a dudas
este es un gran avance para la ciencia médica”.
A partir de entonces la evolución de los sistemas de diagnóstico por imagen ha
sido vertiginosa: en enero de 1896 se realizó la primera angiografía inyectando la
“mezcla de Teichman” en las arterias de una mano amputada. El interés
despertado por esos “enigmáticos rayos” siguió en ascenso y en 1920 se editó el
primer Atlas de Anatomía vascular, ¡cuando aún no se descubrían los medios de
contraste!
En febrero de 1986 se tomo la primera radiografía de un brazo fracturado, y la
reacción para la época fue de revuelo debido a la facilidad de diagnostico que
brindaban los rayos X
En 1897 se empiezan a desarrollar las primeras técnicas de contraste a partir del
aparato digestivo de un animal dándole a ingerir bismuto que después fue
reemplazado por bario.
1904: Claurence Dally muere debido a la exposición a la radiación.
Durante los primeros años del siglo 20 Claurence Dally comenzó a experimentar
lesiones debido a la radiación que estaban sufriendo sus manos. Esto dio lugar a
que en el año 1094 muriese después de tener que abandonar su trabajo con
Edison.
1904: John Ambrose Fleming inventó la válvula termoiónica, el primer tubo de
vacío.
Este descubrimiento fue motivado por la colocación dentro de una bombilla
incandescente, un electrodo algo alejado del filamento, con el cual se establecía
una corriente entre el filamento y ese electrodo.