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Distancia de ti...

revelación de un amor que nunca tuve

del Poeta Felipe Oliva

palabras de nostalgia a la mujer que ama con devoción


Terciopelo cálido

Eres mujer en ti misma


anoche el amargo se derrumbó
mi corazón dejó su latir
no mereces castigo ni dolor
no es mi maldad lo que soy
ni la calma en pena
eres un momento de solemnidad aislada

No nos hagamos daño


miremos juntos el guiño de la luna

Perdón no es una palabra


es un acto de reflexión

Perdón no es un lugar común


es un momento de humildad
donde mis vanas acciones se esconden
se funden
se escapan

Verte llorar es mi llanto


verte triste es mi tristeza
ver tus labios es destello de goce nocturno
verte en mi cama en silencio es recostar mis desvelos

Buscaré tus pies por la noche


bajo las cobijas
buscaré tus caricias
hasta el cansancio

Dame una caricia perenne


tu mano
hace frío

De mañana iré al trabajo


te quedarás en mis sueños
sabrás a la distancia
que tan largos son mis brazos

Hoy verás en tu ventana


mi piel fundida
en el terciopelo de tus dedos cálidos.
Horizonte de mí

¿Dónde está la raíz de tus labios?


¿el sacrificio?
Un monte a lo lejos brilla
trata de alcanzar tu mano
es tal la distancia
que el envío del latir apasionado tarda

¿Cuándo me verás fuera de mí?


He recorrido cientos de ciudades
y no vivo el respiro de tu aliento fresco
no me veo
no me siento

¿Cuándo me verás fuera de mí?


Falta la fuerza de tu voz
los golpes del silencio
los bolsillos ausentes de bruma
ríos de ilusión y desesperanza
aroma de verano
luz de primavera
falta el espíritu de Cristo en mi espalda

Me faltan las notas de tu andar


los bullicios de tu cabello
los brotes de clamor en las pestañas
una nube que arrastre mi felicidad
la lluvia cuando deja de caer
Bendito sea tu nombre
tu victoriosa imagen
Bendito sea nuestro futuro
decisión de Dios
Bendita en la ternura de mis sueños
suavidad de mis desvelos
Benditas tu palabra y tu pasión
Niña piel de néctar
de fuego
de viento
de mar

¿Cuándo me verás fuera de mí?


El día que el cielo desaparezca
cuando los ángeles dejen de existir
romperé mi esencia
romperé mi ser.
Clamor de ti

No me extrañas como yo

Mi corazón ruge al no verte


porque tu voz no aparece
levanto todas las horas
para encontrarte en mi piel
respirarte en la comida
donde brillan ojos y labios
pero…
no los tuyos

No me extrañas como yo

Porque te busco a cada segundo


pasan minutos y son miles
llenos de soledad
vacío de ti
ahogado en mi locura
busco en los bolsillos tus deseos
a la distancia tus dedos claman
pero...
no me extrañas como yo

A pesar de mis años y tus besos


me aferro a la vida que me queda
entre lumbre de angustia
entre agua de diluvio
con los pies lastimados por la tarde
salpicados por el dolor del trabajo

No me extrañas como yo

Tu amor me ha secuestrado
te llevas mi pensamiento
mis palabras
mi pasión
mis ideales
no me dejas ni un instante de calma

El tiempo pasa
sigo buscándote
y no estás en casa
ni en el aire
no estas en mi cuerpo
ni en mi alma
la incertidumbre me mata
y no estás

No me extrañas como yo
porque te estoy dando todo

tu voz no llega

tus ojos no brillan

tu piel se extingue

mi corazón ruge con ardor

grito al viento tu nombre





¿dónde estás?



¿dónde?
Levedad

En verdad nada es el sol


ni su calor
ni su acento
Nada son mis manos
quebrantadas por el trabajo diario
necias de opresión
suaves por tu piel
porque nada son mis pies ante la desesperanza

Tu sola presencia invade lo que ve


brota la alegría de tus senos
protegiendo llantos
aliviando recuerdos

Nada es el día nuevo


no verte era morir de amargura
violeta marchita

Nada es mi piel ni el dolor ni el cansancio


tu presencia es la leche materna de antaño
el calor de unos brazos
la paciencia
viva llama de mis esfuerzos
tu presencia es vida perenne
alma desatada
canto de aves solitarias
alimento de nubes

En verdad nada es el sol

Es tu presencia
sólo tu presencia
lo que me brindas...
amor.
Consagración

En la luz de mis desvelos


escucho tu nombre que grita
se duele
se llora
se angustia

Trato de retomar mis pasos


ser firme en mis juramentos

Procuro tu voz en silencio sin dañar tu cuerpo


sentir mis lamentos pidiendo ayuda a Dios

En la luz de mis tormentos


ahuyento mis males
beso el crucifijo de mi cabecera
los recuerdos que viven de ti

Procuro mirar tus ojos


veo las sonrisas débiles

Pero trata de luchar


porque ya terminan las pesadillas
ya terminan las lluvias
porque es necesario dejar brillar al sol
tienes derecho a tus ilusiones
a tus anhelos
a reír
a ser feliz

Debí dejarme guiar con la confianza


que me brindas siempre
cuidando de mi corazón atolondrado
de mi cuerpo asustado

Ahora me libero de mis dolencias


quiero apostar la vida
mi vida
por tu vida
ofrendar a Dios mis palabras
para verte feliz
oírte feliz
sentirte feliz
Tienes derecho a tus festejos
a ver florecer campos enormes
levantar cosechas
porque tú brindas amor
tú brindas calor
brindas confianza
con tus manos pequeñas
tus pies aterrados
tu espalda cansada
tus abrazos

Le doy a Dios mis días


por verte feliz
... mi trabajo
por verte feliz
... mi talento
por verte feliz
le doy a Dios mi vida
por verte feliz
feliz

Tienes derecho a vivir


levanta una copa
brindemos al viento
rezaré por la vida
por tu aliento
por tu corazón
levanta una copa
brinda por ti
por la vida
por una luz nueva
por una luz verdadera...

amen.

Para Mariana Brito, 8 de Julio de 2004


Desayuno

Cuando se abren mis heridas


y se agolpa mi llanto
te busco en mis sentidos
en mis brazos
el perfume de tu cabello queda escondido
entre mi piel y mis sábanas

Cuando los sueños son dulces


y los secretos no se ocultan
tal vez no estás... tal vez

Las noches son terribles


(te busqué)
le grité a la luna
(te busqué)
entre la gente te llamé mil veces
hasta perder la voz
sé que no me amas
eres tan lejana

Quise salir huyendo


beber mis temores
para saber de ti
de tus manos
de tus pies

Llegaste temprano antes del alba


con el ayuno y la sombra
me viste aquí
como niño
buscando en mis sueños
donde tampoco aparecías
tus aromas me envolvieron
tu cabello húmedo despertó mis labios
volviste a ser niña
mujer
sed
fuego
ansia
volviste a beber mi calma
mis años
mis miedos
mis ganas
Sabes bien sanar mis heridas
sé que a veces te escapas
no quieres oír nada
tu cuerpo es alimento
tu voz, mi alma
tus manos, mi esperanza alegre

Tomas el desayuno
me llevas a la cama
tomas mis despojos
me tranquilizas
tomas mi cuerpo
lo depositas
besas mi ser... besas...
besas mis ojos... besas...
besas mis labios... ¿amas..?

Estoy en ti
con tus suspiros
tus dolores
tus delirios
vives en mí... vives
tus mejillas sombreadas
vives en mí...
tus muslos blancos
vives en mí... vives

Es noche de tranquilidad
cobíjame en silencio
entraré sin ser visto en tu lecho
entraré...
estaré con tu cuerpo... tú con el mío
estaré con tu alma... tú con la mía

Estaremos juntos como aquella mañana


(Dios me mira)
estaremos juntos
(Dios suspira)
terminaremos juntos
(Dios, sonríe)
dormiremos juntos
aunque todo sea mentira.
Sin retorno

Pudiste ser el sueño más hermoso


abrir mis ojos con un beso
con tus pies cansados

Las noches son duras

Tu ausencia es agonía

Faltan tus palabras

No logro sostener un suspiro


me invaden los dolores
los miedos de siempre

Bastaba sólo un verso para saber de ti

Pudiste ser el sueño más hermoso


y fuiste quimera sin retorno...
Ausencia

Siento una luz que no enciende


la espera es infinita

Revuelto en espadas de mil colores


recupero lo nunca perdido
la banalidad me acosa
la temible verdad de saberme vivo

No niego la presencia de Dios


grito su ausencia
ante tanto clamor reclamo sus oídos
sus manos me atormentan
la sangre aflora

Tu esencia no admite fracaso


debería estar alegre
mas no logro calmar el llanto

Cambio mi piel
el destino me guía
el tiempo avanza
la espera continúa

Nada se puede hacer

Siento una luz que no se enciende


tengo miedo
tengo miedo otra vez...
Vacío

En mi memoria vives
sin peinados
sin sonrisas
sin pasado
vamos a la ternura de nuestros recuerdos
tornamos en paseos nocturnos

Si no estás
están tus manos sin caricias
la tristeza del hogar
mi voz sin calma
revientan las cortinas de tanta ausencia
nada es la angustia de tus paredes azules
ni el claro de tus puertas

En tu cama vacía
mi suéter verde te abraza
te abrasa
la suerte de ver mis espaldas
mis dedos en tu piel arrancada
tu cuerpo

Van mis palabras a las llagas de tu pecho


mis labios a lo cansado de tus ojos
nadie arrancará esa soledad
beberé tus senos
hasta brotar la sangre del corazón hambriento

Lluvia frágil
viento de ausenta
día nublado que no acaba
la noche
tu cuerpo
mi alma
mi ser en tu ser
tu ser en mi aliento

Vierto la paz de Dios en tu rostro


mi pasión en tus sentimientos

En mi memoria vives
vacío de mis recuerdos.
Tierna furia

Te miro llegar
tus pasos firmes
tus manos lánguidas
tu cabello como bruma de mar dulce
tu sonrisa se esparce

Nadie dijo “será fácil”

A veces me pregunto
qué sería de mí sin tu presencia
qué de mi espalda cansada

Miro un espejo
estás a un lado
miro la locura de mis palabras

Es maravilloso tenerte en mi cama


tu piel pide caricias
el húmedo terciopelo de tus ojos
se confunde con besos desesperados

Quito suavemente tus ropas


el blanco en tus pies descalzos
beso tus piernas
tus pies
tus ganas
beso tus labios
tu cuello
tu alma

Tu cuerpo tiembla asustado y alegre


vibra en la textura de los pétalos
de la rosa que me brindaste sin decir nada

Nuestras bocas acaloradas


desmedidas
brincan de un lado a otro
apresuradas
agresivas

Miro tus ojos


me están mirando
no hay forma de describir
el momento
Paseas tus manos
tus dedos
tu adolescencia en mis brazos
mi cabeza
mis años
manos de eterna enamorada

Nos sumergimos en un mar de nostalgias


beso tu cabello
tus recuerdos
bebo tus miedos
tus angustias
es el momento sagrado de Amor

Amor desfallece en el espacio nulo


de tu vientre sobre el mío
Amor grita en los silencios de la tarde
gime en los pasos de la calle
Amor vive entre las pausas de los tiempos
estalla dentro de ti

Los cuerpos caen con la tarde


el sol tímido se oculta
el viento feliz se aleja
la primera estrella indica la noche que llega

Te miro
me miras
el reposo nos baña
el calor se nos calma
es tarde, me dices
es tarde, te levantas
es tarde, te alejas

La luna aparece
una luz se eleva de tus ojos
rebota en el firmamento
estamos lejos
unidos del alma
unidos del cuerpo.
Mar de terciopelo

El terciopelo de tus manos se mantiene en mis pupilas


el latir de tus entrañas en la espesura de mi piel

Hoy volví a tenerte


rodeada de sabores
coronada
durmiendo en ramas bordeadas de sol

Vuelves con los labios partidos


la ilusión frenada
la mejillas lastimadas
la mirada perdida

El calor de la tarde
sucumbió nuestros cuerpos
hicimos el amor
sin develar los sueños
hicimos el amor
como siempre lo hacemos
te fuiste prometiendo olvidarme
me fui prometiendo amarte

Entre tus pasiones y las mías


brotó una brisa en tus labios
te alejaste de prisa
me quedé llorando

El terciopelo se funde con pétalos


que voy deshojando
mis pupilas buscan deseos encontrados
tu piel desea olvido
tu piel me está olvidando

Le pregunté a Dios por ti


si debo anhelar tu canto
le pregunté si la misión ha terminado

Estoy aquí
con frío
esperando.
Dentro

Al fondo de ti la vida arde


por tus manos circula calor de primavera
por tus ojos, clamor de tierra

Tu voz reclama
tu corazón no para
como ola sin arena se postra
nadie lo amarra
ni el aroma de mi pecho
ni el color de mi ventana

No hay promesas
no hay palabras
la noche llegará

Amo tu hambre que debo saciar


la harina y el pan
la leche en mis vasos
la libertad y lo divino
lo eterno y lo fugaz

En tu mirada llevaré la fiesta


no sollozos
donde camines no cargarás dolor
sí alegría
eres mía
fui tuyo
eres noche
fui día
eres manantial
fui río
eres risa
fui voz de suavidad

Debo aprender a amarte como nadie jamás


no moriré hasta vivificarte mujer
hasta agotar la arena del mar
hasta cortar las venas de Dios
hasta romper la sal
seré sombra protectora
monte vigilante de la verdad
beberé toda el agua
hasta robar el alma de los hombres
Sanaré el odio que crece del silencio
vives aquí y estás viva
vives en el bostezo del cielo
no serás breve ni ausente
serás fuerza de ave doliente

Hoy he arrancado un pétalo de tu alma


puedes hablarme al oído para que nadie escuche
serás la estrella más alta
me olvidaré del miedo por siempre

Con un beso sabrás todo lo que no he dicho


con beso sabrás lo que he callado
y ebrio de amor tal vez muera despacio

Mis manos coronarán con laureles


tu majestuosa presencia
jamás nadie pisará mis lirios
ni volverá a ver mi tristeza
tu bondad lo invadirá todo
toda tu bondad y tu belleza

Fina como la luz vendrás del infinito


racimo de fruta jamás vencida
volumen de viento
insuperable
ruido de la hojarasca te anuncia
nada enturbiará mis lágrimas

Subiremos al destino
para que mi alma se entere
emergeremos del verano
como gotas de rocío verde

En la profundidad de tus ojos dormiré


sintiendo tu cabellera
piel sobre mi piel
vivirás el tiempo
los sueños
serás fuerza de ángeles
para ir a un lado del séptimo cielo
no habrá otro Dios
ni otras furias
Mi corazón sabrá olerte
mi alegría se desesperará
mis brazos en tus brazos

Marcaré con cruces de acero el camino


para no perderme
pediré a tu ávida boca
me permita besar tus senos siempre

Haré sonar todas las campanas


para mirarte
flor nocturna
para mirarte
tal vez
para sanarte
para vivir en tu tiempo
a un tiempo

Dios te salve
te dé siempre ternura
felicidad
paz y alimento.
Herido

Herido, tal vez, por enorme miedo


sangrando, quizá, el corazón por dentro
con la vida truncada en lo más sediento
aún sigues a mi lado, sin lamentos
¿Quién eres, entonces, que soportas mi sufrir?
¿quién es aquella estela que se desdibuja en mi espalda?
¿quién susurra con labios delicados sobre agua?
¿qué ojos penetran en lo extenso del silencio?

¿Quién se oculta cuando vienes?


Flor azul bañada de arco iris
verano alegre sin llegar
sin penas que cubrir
luz entusiasta que toma mi brazo y me impulsa

¿Quién me invade y protege


cuando la tormenta extiende sus espumosas alas?
¿quién me cuida con ansia a sol y sombra?
flauta de dulce canto
brisa de isla solitaria
ráfaga de rosas
trigal de alimento
mano de maravillas
sostén de cuerpos caídos

Hoy que me ves lleno de recuerdos


me brindas una sonrisa y otra
aún con todo el dolor de mi alma
aún con los besos que me darás en otoño
aún así, no sé quién eres
qué amor de antiguas riquezas
qué residencia deshabitada, rostro de poderío
qué luz tan continuada

Mas qué importa si sanas mis heridas


qué, si me brindas un sueño
si la eternidad me cobija
si tus labios posan mis labios

Ser que arrulla


dame tu canto esta noche
tu vigilia para dormir tranquilo
dormir el sueño de los niños
para despertar en paz en tu memoria.
Trazos

Encontrar mi silueta en tus pupilas


es robar al tiempo instantes encendidos
quitar toda alegría al cielo
tan sólo la oportunidad de estar lejos de Dios
filtrado en ti
en tu sangre
en tu pasión

Mi senda me impulsa
el mar está lejos
la arena está lejos
la luna está lejos
pero mirar mi silueta brillante
en las estrellas que son tus ojos
es subir y luchar contra zarzas engañosas
romper espinas de lo silvestre
recuperar los besos que no te he dado

Estás ahí
tan cerca
tan lejos

No lloro porque las aves lo hacen por mí


No derramo dolor por las gaviotas heridas
te miro
te abrazo
te siento
te tengo
te escucho
te imploro
te añoro
te escribo
te defino
tu cuerpo tiembla
tu boca me busca
tus manos se escapan en mi espalda
se deshacen tus palabras

Pero mirar mi silueta en tus pupilas


es la gota de sangre que brota del corazón de Cristo
mi silueta
mi sombra
tus pies
tu alma.
Memoria

Viendo la luz tras tus pasos


llevo la cicuta hasta mis labios
¿dónde está el cielo?

Desde niño supe que Dios no era sólo mío


lo oigo suave en mi espalda
es el vino con el que brindo mi esperanza
la copa que besan mis anhelos
el aire alborotado
tus brazos sin testigo

Miro la ceguera en mis ojos


alejo el dolor
no miraré atrás
que no quiero que se viertan
grumos de sal en mi cuerpo
el castigo vendrá del paraíso
no sabrás de los últimos días de tu vida

Miro el silencio de mi voz


suspiro entre aromas la piel de tu espíritu
mis labios se humedecen con mis lágrimas
nunca sentirás el dolor de mis alas

Desde niño supe que Dios era mi amigo


acarició mis años
me entregó tus besos
ha borrado las sendas
tus manos ahogadas sin clamor

Miro delante hacia el futuro


ahí está mi vida
los ángeles me cuidan
la sonrisa nacerá con la mañana
la noche se aleja
viviré mis anhelos

Dios existe
porque ha librado la muerte
Dios me tomó en sus manos
me brindo la luz
para vivir
vivir.
Distancia

En la distancia
me miras tras una nube extraña
tan infinita
tan eterna

Las noches me duelen


no piensas en mí y me recuerdas
no debo escribir este poema y no lo es
es un sentir de mi vacío
del hueco de mis palabras
las notas de una soledad sin calma

Nunca estuve enfermo, herido


nunca estuve herido, lastimado
lastimado no, contento
contento no, enamorado

La ilusión marchó
vivió tras llamaradas nocturnas
detalles borrados en mi piel
tatuajes de sudor en la espalda
saliva en tu sexo
tu alma en la grandeza de Dios

Fue testigo único de la pasión sagrada


vivió la impotencia de un amor callado
escondido
lejano del mundo
un paraíso perdido

Eres ave nocturna


ave de paso
temerosa de sentir
temerosa de brindar lujuria y pasión
gritos llenos de tanta negación

Tan lejos estamos


no te busco
no me buscas

La sentencia bíblica resuena


“volverá ataviada para la boda”
Angustia del deseo y del temor
¿miras el mismo cielo que yo?

El amor es un engaño en el desierto


sin soledad
sin tu compañía
nada valen tus recuerdos si no te pienso
nada tu coraje si no lo siento
nada los despechos
y debo arrancar lo sembrado
borrando toda raíz de nutrimento

No más versos
ni más poemas muertos
ni oraciones
sólo vacío…
vacío de cuajo en la noche
no andares en la acera de enfrente
no pasos
no voces cálidas de tus labios
no espalda ni manos
no senos ni espasmos
no sexo sobre sexo

Esta noche dormiré sonriendo ante lo que te di


no me atormentará el recuerdo
mi vergüenza y mi odio se calmaran
Dios velará tu cuerpo

Una noche más


la última de tus fracasos
escribo porque me duele
tu fantasma me acosa
estas líneas no serán para ti…

Olvidar lo que olvido


amar lo que amo
ve sobre tu camino
no te levantarás
has caído.
Durante un silencio

Una fantasía agotada


un camino sin seguir
es la felicidad cuando se tiene todo

tu dicha en semblante de tardes frías

mi piel se olvida
rescaté el color en tu alegría
semilla sagrada de sueño
germen de la piedad revuelta de ilusiones
baño a galope del mundo

no soy si no la búsqueda de mí
cercado sin conocerte
limitado por tus males
infinidad de veranos sin término
sin mano
casa de mi alma sin razón

¿qué habré de darte si todo lo tienes?


ni mi piel, ni los ríos, ni los cielos, ni la ternura
ni las caricias, ni el saber, ni el entusiasmo de tu espalda
ni el paraíso para tus ojos, ni el aire para tus brazos
ni la luz perpetua cuando amas
ni las palabras de todos los tiempos

esperaré tu cuerpo posado al mío


lecho nocturno a la distancia
velo de ventanas ocultas
lo incumplido

tomaré tu mano
beberé tus labios
tu vida
seguiré a callado…
Febrero 23

Hoy es tu cumpleaños
lo celebro no contigo, sin mí, fuera de mí
te recuerdo como alguien que no vive
te recuerdo como cuando estuviste

Miro esperando ver tu sonrisa sin ojos


tus manos sin prisa
tu piel
esa suavidad encarnada bajo mi pasión de adulto
bajo mis sábanas
bajo la sombra que alimento a diario

Hoy es tu cumpleaños
te miro llegar con tu falda desteñida
con tu blusa breve
los pezones erizados
con las ganas de vivir a mi lado
sufriendo
amando
gozando
llorando

Te di tus piernas con otras piernas


tus pies tras mis rodillas
tus dedos saciando mi sexo

Hoy es tu cumpleaños
fumo tu recuerdo en pedazos
no habrá llamados
no habrá sonrisas
todos los poemas quedaron quemados
quemados por siempre
pero siempre fue poco
siempre fue nada

A pesar de tu egoísmo
a pesar de mis desvelos
de mi imprudencia
sigo buscando en las calles tus pasos
buscando en tu sombra mis años
sigo reviviendo la virtud de un abrazo
de un reclamo
de la distancia
Todos me miraron triste
porque no estás
miro por mi ventana una luna incompleta
mi árbol triste anuncia una lluvia que no llega
ruido de gente donde busco en otro cabello tu cabello
en otras pestañas, casi nulas, tus párpados sin pintura
tus besos, casi sin lamentos

Hoy es tu cumpleaños, mujer que me abrazas


y te felicito por el dolor que dejas
por la felicidad que construí
por las caricias a veces falsas
por la voz nocturna, casi dormida
por tus ganas, casi apagadas
te felicito por tu voluntad sin rescoldo
por tu decisión sin respaldo
por los días, por los meses
por los años, casi juntos

Reconstruyo tu voz
rememoro tu aliento
tu figura en mi sillón
tu presencia en mi cama
tu esencia en Dios

Miro el tiempo en mi horario


en mi pecho
en un calendario
en mis ojos
en tu adiós
seguro de no volver a verte
seguro de no volver a oírte
de no volver a beberte
de no volver… te felicito

Hoy es tu cumpleaños
brindo por tu ausencia
brindo por tu vida
porque ya no vendrás
tal vez el tiempo mejore
tal vez, tal vez entonces, para ti, ya no.
Cenizas

La última llama se consume


se consumen las penas
el dolor
mis ojos
la bruma batida en esperanzas
lo imposible

La vergüenza me consume
la angustia indescifrable
los tormentos me cobijan
la brújula de un mar hiriente

Me haces tanta falta


volver a sentir
no anhelo otros besos
otros labios
otros brazos
sí tu sonrisa
tus pies lastimados
tu vista ante mi resurrección

Te extraño en la comida
en la casa
en nuestro jardín

Pido a Dios me ilumine


reunir la calma
la luz
terminar el infierno que mata

Me haces tanta falta


mundo triste
cielo hiriente
renaceré
cantaré tus palabras
brindaré
gritaré soy ave fénix
digno de ti
en ti.
En otra piel

Soledad de hombre
instinto sin pulsaciones
ocaso femenino
risa abandonada de un pordiosero

(cae sobre el cabello suelto la mujer excitada


los árboles han crecido ante los muertos
sin triunfo
color adherido a los deseos)

Soledad de hombre
paisaje florido de vecindades antiguas
ennegrecido de tantos besos absurdos
tu azul importuno será derruido

Soledad de hombre cuando estás conmigo


soledad de mi ropa abandonada
de tu ropa arrinconada
de tu piel en otra piel…
Poesía Oculta

Tantos días andando juntos


corriendo dentro de tu piel
extraña de universos
lirio de aguas secas
viento reunido en mis dedos
verso apócrifo del tiempo
sendero de nobleza

Fuiste luz sin sombra


sed y cansancio
sueño

Dios miró nuestro placeres desechos


sin cruz sobre las espaldas de sus hijos muertos
frío de ausencia en la ternura de tu cabello
pies cansados de mí
poesía oculta
luz calculada
sin sonido
sin voz
sin cuerpo.
Nuestra última infancia

No recuerdo cuándo dejamos de ser niños


pero el tiempo nos fue alejando
juntos crecimos
nos olvidamos
éramos tiernos e inocentes
luceros dormidos

No recuerdo cuánto hemos perdido


ni si acaso nos acariciamos
o nos escondíamos entre ropa sucia
entre un par de zapatos
entre la comida fría
y tú sin lavar los platos

Las navidades fueron muchas


a veces pocas
el destino estaba escrito
nadie sabe lo que puede suceder

No recuerdo por qué fuiste la más fuerte


cuando papá se fue
eras su princesa
la más hermosa primavera
el color de la alegría en los ojos de mamá
esa enorme mujer que siempre nos ve

Sufriste la caída más dolorosa


siendo niña
siendo niños
luceros perdidos

No recuerdo dónde creciste


pero estábamos en el mismo patio
en la misma escuela
en la envoltura de tus cuadernos
entre cortes de cabello
vestido de quinceañera
las calcetas caídas
la tarde interminable
la verdad a escondidas
Bailamos juntos tu última infancia
la locura de mamá
entre pétalos pisados
sin saber qué pasará
No recuerdo si te dije que te amo
como al sol
al día
a la noche
a mi soledad

No sé si te lo dije
pero era lindo pensar
que aquella hermosa criatura
que alzaba sus alas
aprendía la vida
entre pasos extraños
represiones juveniles
cadenas y libertad
algún día aprendería a llorar

No recuerdo para qué te fuiste


pero en tu ansiedad
buscaste la manera del calmar el dolor
el dolor del amor
de la pareja
de los hermanos
el dolor de ser madre
el dolor del dolor

Han pasado tantos años y aún no recuerdo


cuándo dejamos de ser niños
y cuánto sufrimiento en vano
cuántas mañanas despertando
con el hambre en las venas
los quejidos del vientre
la distancia
la enfermedad...

No recuerdo si te dije lo fuerte que eres


la fortaleza de tus ojos
la potencia de tu voz
lo inquebrantable de tus pasos
lo inconsolable de tu amor

Te miro como mujer valiente y sagaz


valiosa y entrañable
te admiro por tu sensibilidad
y la forma de enseñarme
No recuerdo cuándo dejamos de ser niños
ni sé si me viste llorar
pero es Dios (siempre Dios)
testigo de este sufrimiento
Él lo sabe (Él lo vio)

No recuerdo si fue sueño


pero nadie
nadie podrá decirte
lo que encierra tu corazón

Hoy te brindo una esperanza


la de seguir entre los brazos
mirar lejos la agonía
saber que en tus hijos
está la gloría

No recuerdo tantas cosas


al verte ahí
débil
indefensa
como cuando eras niña
sola
triste
callada

Quisiera verte sonreír


correr tras la escalera
subir hasta las nubes
soñar que somos niños
y volver a empezar

Toma mi mano
caminemos juntos
la familia nos espera
(mamá no deja de llorar)
toma un poco de mi dolor
que yo beberé el tuyo
caminemos juntos
recuperemos la alegría

Caminemos juntos
recuperemos la vida
¿vale?
con el dolor eterno de mi Cristo crucificado
A mi hermana Lupita (que alguna vez fue niña)
Sombra sin pasión

El deseo es la locura de tus pasos


arrancados de sombras identificadas

Salir de ti es borrar universos


ayuda del incontable silencio
morir entre pausas nuestras

Luxbell me sigue
luz de noviembre
la habilidad de sucumbir ante los temores

Pero, ¿qué es la profundidad de tus años?


oración consumida en incienso

¿Por qué llegas de tan lejos?


edad sin delicadeza

El deseo es la sombra identificada


silente de ayuda
lamento de Dios
septiembre de luz
orilla de rezos

El deseo es la negación de mi paciencia.


Vacío de Dios

Las horas pasan


la noche parte sin rastro
ante la esperanza de mañana
risas delicadas y temores aislados

Es un nuevo día
sigo en camino
basta tu presencia
para cegar la neblina

Te amo no por lo que eres


por lo que serás

Tus manos angustiadas me abrazan


piden caricias con calma
tus ojos desesperados me claman
pasan su alma ante mi piel dormida

Me besas ante el silencio de todas las noches


a escondidas de Dios que no lo ve todo
me besas y llenamos el vacío de su creación.
Hasta dónde el corazón revienta

He decido escribir sin pensar nada


el camino que has construido entre los dos es breve
quizá conocernos sea la separación eterna
quizá si nunca hubieras escrito esas cartas
no sabríamos lo que valemos

Era el valor de tu alegría lo que me hacía sentir contento


ten mi mano en voluntad fría
la soberbia es involuntaria
créeme, tus ojos serán menos temerosos que los míos
lo lúgubre de mi pasado se convida a resistir a la estadía
sólo temor infundado

Distribuye la caricia entre risas olvidadas


dormita el paso de tus años
hazme creer lo que no eres
si la voluntad lo ignora yo seré ignorado
teme la soledad
sólo la convalecencia sigue instalada en el vientre del silencio

Son pocos los años y tan largos mis embarazos


deseo beber en una sola copa la ternura de unos besos
aquellos que nadie quiso pedir prestados
cuerpo delicado y sin forma cederá en caricias
el sudor y mi sangre serán un pacto
que nadie pueda discutir sin haber recordado

Luces artificiales que pierden fuerza


escondidas en el vientre de mi madre
fragancia dolorosa que vuelve los sueños fantasía pura
realidad inerte que trasforma todo en sueño
mezcla nebulosa de egoísmo y tristeza
las columnas romperán su fatigado tiempo
para poseer la ternura angelical de un niño recién parido
en la magna oscuridad

Sea tu voluntad
quien desnude tu torso
revolcado en láminas destiladas de bravura en silencio
negar un instante de pureza incierto
despoja el corpiño sin ser usado
brillarás con nuevo acento
teñida de amaneceres y yo yerto.
Siento que muero

Sirena de marineros
boca en donde se levantan esculturas voraces
lienzos sagrados de vírgenes mancilladas
lluvia para siembra

Ningún ciego verá la sencillez de los jardines mares

Hogar de ternura
paciencia descrita
canto sin silencio ni pausas
fuego elevado al cielo
boca de pasión
vidente de tierras desnudas
esperanza de campanas con piel sublime
ausencia de amargura
madera destino del metal de sacrilegios
construida a golpes de mar sobre el mar

Naciste azul
dos alas
blanca de rostro
verde de amor
sin sol
sin ríos
latido de plata
flecha ahogada
presencia de sirena

Siento que muero


sirena de agua y espuma
llegas a mí
revientas mi sangre…
mi paz.
Mar

Mar que sacias mi sed


mi hambre

Mar de verdades absolutas


eterno

Mar, alimento de sueños tardíos


suspiro

Mar de sangre en mis manos


apasionado

Río desembocado
desesperado

Río sobre la mar.


Voz vacía

Fuerza inmoral de lo cautivo de ti


irreversible sonrisa sin cohibir
neutralizas la mano de Dios
no sé si me piensas o me destruyes
ruta triste de castigos y dolor
voz herida
déjame lograr un recuerdo
morir en la patria ausente
dentro de tu piel
dentro de tu vientre

Tu voz inunda vacíos


aquí se clavan notas pendientes
donde brillan sin sonido

Tu voz vacía
existe breve y distante
y no te espero ni te obligo

Olvido
no encuentro
¿volverás?
nunca algún día.
Bailarina

¡Domestícame!
Pidió el Zorro al Principito

Te he conocido poco
no más de diez domingos

Duendes encantados
te dibujan en mi mente
preñada de mí
dejando caer cascadas de sangre
cisne, colibrí, mujer
camina a mi lado
grita
escucha lo que te pido
¡domestícame!
para ver el trigal crecer.
Vacío de mi voz

Una noche lluviosa, fría, sola


en las calles no suenan los teléfonos
no hay ruido de motores
todo lo envuelve el silencio
no se escuchan voces de niños
no se ven bicicletas de pan
ni al señor de la leche
parece que todos se hayan ido

Lejos alguien discute


un perro ladra pidiendo asilo
los gatos se fueron de las azoteas
la miseria del campesino aflora
el cilindrero pide, pero…
¿quién camina en las banquetas?
¿quién vende en los aparadores?
¿qué señora, qué vecino da favores?

Una flor intenta morirse


delicada y sin espinas quiere partir
pero nadie le escucha
no le dan agua

Una gran avenida deja brecha


entre un destino y una pasión
tus brazos me envuelven
como cuando era niño
se mece tu cuerpo
se mece el mío

Tu voz suena, pero…


tu piel se estremece, pero…
tus dedos se deslizan, pero…
nuestros labios se unen, pero…

La lluvia no cesa
las calles siguen solas
el silencio explota
no dejes morir al poeta
deja latir su canto
deja nutrir su llanto
para que vuelva a escribir proezas.
Del Jordán

Esta noche antes de dormir, sentirás la piel bajo la sombra, con


la locura ardiente brotaré la pasión, cada uno de tus años caerá
delante de ti, beberás los temores de tus labios, sabrás lo que
ha sido el amor.

En la esperanza del retoño, el último pétalo se desliza,


terciopelo envuelto en devaneos nocturnos; taciturna, casi
desnuda, cedes al calor de las cobijas, la boca sobre tu cuello,
tus ojos, esmeralda y fuego, huyen sin descubrir los celos del
Cristo del monte.

Extraviados los dedos en la cabellera espumosa, tras unos


segundos perderás los zapatos, liberando al vientre de las
cadenas de un pantalón que no duerme; tus uñas sangran mi
espalda, destilas sabores encantados, morderás mi pasado,
hambrienta de mí, morderás las caderas buscando torsos
desnudos, sedienta de mí, morderás mi pecho hasta socavar
los miedos, loca de mí.

Vendrás a buscar mi ropa en la alfombra, ansiosa de mí,


desearás terminar con todos los relojes diurnos.

Cuerpo a cuerpo te iré deshojando, jazmines y violetas dictarán


los anhelos, tu ser descuajado, la sonrisa abierta, el silencio
roto por tu suave gemir; sin blusa que cubrir, amamantarás mi
destino, de un seno a otro irán mis manos, mis dientes, mis
sonidos, brillará tu sonrisa hasta decir “despacio”.

El cielo estremecido sucumbe a las estrellas, espadas cubiertas


de ternura que guían tus muslos blandos, tus piernas
necesitadas de cansancio, suaves, eternas, al brindis del
destino de la entraña, saciedad de mi vida con tu vida, dentro
de ti, llena de mí…

Esta noche antes de dormir, llena de caricias, vigilarás al amor,


mi piel fundida en tu espacio, en tu latir; la luna se vierte sobre
nosotros, siénteme, que estoy en ti, siénteme, que el perfume
brota, deja caer tu cuerpo encima del mío, mécete hasta
empañar los cristales de un Dios vacío.

El amor se torna siempre en dos


tus ojos en los míos
tu cabello en mi rostro
tu boca en mi pecho
tus manos en mis hombros
tu torso en mi vientre
tus pies rodeando mis rodillas
la sábana olvidada
el viento susurrando
el cansancio invadiendo
tanta agua del Jordán
tantos Nilos entre azules despiertos.

Con el tiempo agotado llegamos a lo glorioso, el delirio nos


invade, juntos logramos el destino, gritamos la pasión, juntos
sin fuerza nos perdimos, hasta llegar a Dios.

Esta noche antes…


será otra vez…
serás poema…
serás infancia…
adolescencia…
juventud…
serás sueño de primavera…
serás conmigo…
solos…
dos.
Distancia de mí

Te recuerdo en el dolor de mi vientre


en la sangre que nace de mis labios
en la tortura de mis zapatos te recuerdo

Te lloro en las tardes de otoño


te lloro en los cumpleaños
te lloro porque no estás
y porque no estás lloro

La oruga del tiempo sin su concha


mece el abatir del silencio cansado
a la luz de un temblor callado
a la sombra de los teatros

Te lloran mis cansados ojos


cansados mis recuerdos lloran
mis lágrimas recuerdan tu llanto
aquel que no vendrá ahora

No más, tú eres, fuiste


esa sola pasión ciega
nutriste la infinidad
hasta la mala intención viviste

No escribo por llanto sino por dolor


me duelo porque aún te amo
a veces espero verte entrar
con tus tacones altos
a veces pienso en no conocerte jamás

¿Por qué te busco? No sé


si siempre me ofendes
te busco en la soledad
en mi alma, en mi cama
en la comida, en mi almohada, en los besos
en mi ropa, en las calles, en la esperanza
en los zapatos ajenos
en las manos distantes, en el teléfono
en la luz, en las persianas
en mi escritorio, en mi pluma, en el mar
en el cielo, en el agua que bebo
te busco en las noche de agonía, en mi Cristo muerto
en mi Dios despierto, en mis pasos, en los cristales
en mis libros, en mi alfombra, en las cortinas
en el destino, en la Biblia
en los pantalones de mezclilla
en los cigarros no fumados, en la cocina
en los andenes, en los aviones que gritan
en mis sueños, en mi espalda cansada
en mis ganas, en mi alegría
en mis poemas, en lo que pienso
en lo que siento, en cada semáforo
en mi costilla, en el silencio
en los gritos, en la lluvia, en la navidad
en tus paredes azules, en el cuadro pintado

Te busco tanto, te busco siempre


pero no estás, no estás
y te recuerdo tanto

A veces espero verte entrar


me levanto
voy a la puerta
apago la luz…
… no volviste
sólo hay oscuridad.
Aún me recuerda tu piel

Borra para siempre el dolor


el infortunio de no saber que hacer

Ha pasado tanto tiempo


me refugio en ti
con los años de adulto
el olvido de mi familia
la ausencia de la ternura como tantas veces quise

Recluido en tus momento oníricos


vivo y espero no escapar nunca

Aún en los desvelos con sólo sentir tu mano en mi


pensamiento, olvido las penas, el vino que derramas es como
una oportunidad de disfrazar la soledad de tanta espera

Tus brazos son alpiste que alimenta las manchas de mi sin


razón, porque la locura expuesta es franca, débil y cansada,
procura no ceder al pasado…

Aún me recuerda tu piel


siente el vacío de mi cuerpo
estoy a tu lado
se eriza tu calma
buscas en tu regazo
lloras sin tenerme
sólo la finura de mis besos podrá saciar la angustia

Aún me recuerda tu piel


no podrás volver a bañarla sin que me confundan tus ganas
anhelarás mis manos con pasión entera
vivirás confundida
temerosa
sin mirarnos

Entre tu cama acostado


en tu ventana
en la escalera de tu casa
en el sillón de abajo
aún me recuerda tu piel
y yo no puedo olvidarla.
Mañana de invierno

No llegaba la tristeza, infinito de mis ojos, fondo de ausencia


eras sonrisa atrapada en soledad
ilusión con labios resecos
corazón de temores
voz trémula
andar cansado
sueño vencido
suspiro cortado

Tus manos sin horizonte


algo esperan debajo de tu piel
vibrando por ser la mía

Departimos la tristeza
un descuido
la misma comida
el humo del cigarro
caricias
gritos
golpes de rencor
Debí arrancarte desde el inicio

Departimos desvelos
injusticias
besos
golpes de pasión
Debí no construir sueños

Hoy estoy en casa oyendo tu voz


reposando el silencio
angustiado por la ausencia
desesperado de mis miedos
retando a Dios

Es invierno sin dolor


sin alegría
cálido y frío
imborrable

Calmo mi sed
el veneno se agita
caen mis ojos
cae mi respiración.
Satisfecho de ti

Tu cuerpo grita
satisfecho de ti orienta mis saberse
duermo contigo sin despertar a tu lado
aurora mojada sin espacios

No habrá más noches sin lamentos


abrazo tu cintura en medio del silencio
lejano de ti
dejo las puertas abiertas

Un ritual de bronces anuncia la mañana


una oración indescifrable se confunde
tu cuerpo calla
el misterio vuelve

Las calles repletas de números y casas


miro los aparadores
las vitrinas de tu esencia
todo queda atrás

Tanta tela envuelta en migas


no habrá días sin lamentos

Atiendo tu andar en la escalera


tu figura se descifra
la tarde se oculta tímida
es noche sin respiros
miro a la ventana
satisfecha de mí
te marchas.
Abril

En la soledad de tu habitación
en el frío del invierno
en una tarde sin sol
en un árbol sin almendros

En tu mirada ausente
en tus brazos derrotados
en la amplitud de tus manos
en lo callado de tu mente

En la solemnidad de tus pasos


en tus lágrimas adolescentes
en la tristeza de tus labios cansados
en la nostalgia creciente

En la humedad de la arena
en la espuma alborotada
en tu pueril belleza
en tu sangre agitada

En el latir constante
en el llanto callado
en tus letras delirantes
en tu cuaderno mojado

En tus pies, en tus dedos


en tu pensamiento perdido
en el tonto olvido
en tus distantes besos

En todas partes estoy contigo


aún en las que no he nombrado
aún en las que no he escrito
aún en las que he callado

aún en las que siempre grito


y donde estoy desesperado
en todas partes te amo
en todas te necesito.
3:00 am

Muy de madruga levantas los pies del agua, vertida gota con
gota, en la fría y plástica botella revuelta de perfumes que
olvidan la indecencia de las toallas húmedas que nunca secan,
suave tu mano se pasea entre tus piernas sin llegar a donde
muchos quisieran y sólo yo lo hago.

La trusa del amante en el piso, como si fuera papel deshecho


vuelto vino o jugo de res sin olor, sin castigo, la pantaleta no
sube nunca al ombligo, el sostén sujeta el rojo postizo que mis
labios plasmaron durantes las horas dormido, cuida lo que las
manos de niños no alcanzan, y sólo las mías son testigos de la
fuerza que excitan a miles de poros de un pecho sucumbido.

Tal vez tengamos un piso de mármol, una alfombra donde tu


sexo sea perforado por el mío; Cordero de Dios, que su sangre
bañe siempre el recuerdo de una tarde sin la espera de un
marido fracasado.
Sela

Sela
Es una niña con la alegría de los ocho
y la angustia de los noventa
es una nena dispuesta a todo
y siempre se le ve contenta

Es lindura fresca
es primavera
es la inquietud de unos ojos
es ternura, suavidad

Es la ilusión del sueño


principio de eternidad

Es la llama de la pasión vuelta mujer


es sol radiante al amanecer
es la luna al nacer

Es la risa que campanea en mis oídos


es la musa de mis sentidos
es quien provoca latidos

Sela
es mucho más que una líneas
es mucho más de lo que ven mis ojos
es el camino a Dios
es mi vida
es mi aliento
es mi todo.
Ausencia de ti

… y cuando sienta el cuerpo cansado


cuando al final haya bebido toda el agua
y aún la sed no se haya saciado
me beberé toda tu sangre
la copa será mi corazón
y así quedarán departidas tu vida y la mía
beberé tu sangre y tu hiel
con todo su hervor candente
luego de haber galopado
día y noche
yo contigo
y tú… ausente
Viñeta

Describo tu cuerpo con mi mirada


piel tierna
encarnado fuego
nieve deslizada
universo
luz de luz
imagen soñadora
mirada tímida
estremecimiento
suavidad púrpura
piel mujer
vida nueva
agua que me ha de purificar
cristal diamante
manantial

Hoy describo tu cuerpo con mi mirada


mañana tu alma con mi alma.
En la madrugada

Sobre mi piel tu piel


gotas de sudor
luz de luna

Empuñas mi espada
en tu frágil corazón
duende que sacias mi sed

Brisa…

Gota ligera
somos un solo ser
parte de la noche

No existe frío
no más soledad
no más ausencia
sólo tu piel sobre mi piel.
Volver a sonreír

Ha caído la noche
una lluvia espesa recorre el cielo
oigo tu voz confundida en el silencio
oigo tu voz

Quizá ahora el cuervo deja el grajo de su cuerpo


quizá el búho se alimenta de veneno
quizá por vez primera la noche venció para siempre
mis ojos se tiñen
mis venas pierden ritmo

Un manojo de incertidumbre vaga hombro a hombro


la lluvia es cada vez más necia
ya no es la que espera el campesino
ya no es la que da vida al río
ni con la que juega el niño
ni el anciano
ni el perdido
es ahora gotas gigantes de dolor y hastío
es incertidumbre
es hambre
es frío

Mi torva mirada enluta el pensamiento


mi boca triste consume mi aliento
por ahora no soy feliz ni estoy contento
por ahora me duele saber que no sé lo que siento

Oigo tu voz mientras la lluvia crece


miro el cielo
no hay una sola estrella
no hay una sola luz
no hay noche
no estás tú

Oigo tu voz que lanza al viento gritos de agonía


tus plegarias y tus quejas y tus lágrimas
veo cómo se quiere escapar tu vida

Quizá en algún pedazo de cielo


exista una pequeña ventana por donde Dios nos ve
y su mirada sea de compasión
sólo espera que desfallezcas
y tu cuerpo sin peso
sin fuerza
lo tome él entre sus brazos y bese tu frente
te llene de aire celestial
y reviva tu esperanza y nos aleje del mal

Oigo tu voz respirar


quiero verte sonreír
quiero verte gritar
quiero verte correr
bailar
verte viva

Si tú un día me devolviste la vida


puedo ofrecerla ahora a cambio de tu alegría

Quizá llueva esta tarde


pero estoy seguro que siempre habrá un nuevo día.
Mi infancia

No quiero descubrir cuál es el fondo de mi tristeza


no quiero llegar al abismo de tu ausencia
no quiero sumergirme al laberinto de la angustia
ni entrar al cuarto oscuro de mis penas

No quiero oír los gritos desangrados de mi fe perdida


no quiero sentir la noche de mi amargura
no quiero respirar el aire envenenado
ni caer en el pozo de recuerdos que mutilan

No quiero volver atrás


no quiero llorar mi nostalgia
no quiero gritar mi desesperación
ni correr a esconderme mientras callas

No quiero medir el miedo dentro de mí


no quiero asfixiarme
no quiero reflejar mi agonía
ni estar sólo en mi cama

No quiero estar lejos de ti


no quiero pasar tanto tiempo sin verte
no quiero sólo pensarte
ni quiero ser olvidado

Quiero estar a tu lado


sentir tus manos pequeñas
dormir al fin
sin temor
ni asustado.
Noche rota

Con tu partida cae la noche


la espesa oscuridad broncea tu piel
tus ojos deslumbrados
miran el cielo para descubrir
el bello sol nocturno

Escuchas atenta todas las palabras


de la brisa diurna
mientras el rocío baña tu pueril cuerpo
el aire juguetea con los almendros
y te hace recordar al viejo guayabo
al triste cipres
al feliz mango

Tratas de rebasar con tu mirada los cerros


mientras tu mano hace un adiós
y yo sin saber cómo en el silencio nocturno
retumba en mis oídos el repicar de una iglesia
que apresurada marca la medianoche

Qué largos son los días cuando estás lejos


e interminables los segundos

Con tu partida cae la noche


me sumerjo en mi cama
el frío comienza a quemar mis pestañas
mis párpados reposan
tu risa brota como torrente incansable
como río creciente
como mar abrumado
me transporto a tu regazo
me colmo de abrazos y caricias
purifico mi espíritu y me encomiendo a Dios
evoco una oración
un recuerdo

Juntos como gorriones alegres


como gaviotas errantes
como palomas silvestres
anidamos en el firmamento
en la misma estrella

A nuestro lado el sol eclipsado


y la tierra conmovida por nuestra pasión
Mis ojos respiran un nuevo amanecer
sé que no estás cerca
sé que piensas en mí a cada momento
sé que hoy es un día nuevo
debo acercarme a Dios
restaurar mi quebrantado cuerpo
soportar estas noches diurnas
estas nocturnas mañanas
hasta que llegues tú
que eres el sol que ilumina
el sol que llena mi cansado cuerpo
el sol que ayuda a mi viejo corazón
el sol eterno
el más bello que Dios creó

Qué difícil es estar lejos


esperar al fin del día
qué difícil

Sólo una luna convergente entre tu mirada y la mía


vela mi sueño
no dejemos que Dios esté triste
la noche rota dejará de lado al viento…
Olor a sombra

Tienes olor a sombra


amar es ocasión de morir
descubrir violetas
sin necedad por sepultar nada

¿Cómo puedes vivir sin mi


si yo conmigo estoy muriendo?
si la distancia grave me ahoga

Bebes mi pensamiento
tu sangre es polvo
la voluntad duerme
las caricias son polen sin viento

¿Cómo puedes vivir sin mí


si el verde oliva
muerde tu mirada si te veo?

Luz decolorada sobre mi mano


lirio inmóvil
no eres ningún sol
ceniza de cada destino

¿Cómo
si el camino de mi vida
rompe en voces mi sueño?

Artificio del azul de tus paredes


tiempo sobre mis ojos
nunca vi tus deseos
ni soltaste tus lágrimas

¿Cómo puedes vivir si mí


si yo conmigo
duermo el letargo suicidio?

En la lejanía sabes a presencia


pero tienes olor a sombra
un hálito de esperanza se endurece
sólo lograré seguir si despierto

¿Cómo puedes vivir sin mí


si yo conmigo estoy sufriendo?
Mamá

Siendo la mujer que eres


no sé por qué caes en el olvido
tus manos beben agua ahogada
aprendiendo a vivir de cochambre y grasa

Esas mismas manos esparcen


ternura encendida
están golpeadas desde la infancia
pero la furia las suaviza

¡Cuántas cosas habrán acariciado!


¡Cuántas manos han tocado tus manos
olvidadas anémonas nocturnas!

Siendo la mujer que eres


no sé por qué no eres eterna

Tus manos han mecido ensueños


tejen ilusiones
retan las brasas dominicales
y así permanecen listas
para destruir al sol mismo

No sé si pueda describir la belleza de tus manos


(no sé si tengan)
lo que sí es posible
es que siendo la mujer que eres
de pronto caes en el olvido
pero no porque ya no te recuerde
sino que me pierdo en tu memoria
me pierdo entre tantas cosas que debes hacer
me pierdo en la brisa de tus pesadillas
olvidas mi voz, mi risa, mi esencia
mis ojos y hasta mi nombre olvidas

Tus manos tan diminutas


no pueden con todo
ellas sólo lavan trastos
enjugan lágrimas.
Subway

Fue volver a verte


una grata impresión
tú frente a mí
en tu mano una caricia
en tus ojos una sonrisa que resbala
tratando de ocultar un sol
tu piel cubierta de mezclilla
tu pie cubierto de tacón

Te miré largamente
respiré tu aliento
me comí tus ganas
recorrí tus venas subterráneas
el llanto oculto
la sonrisa encantada
tus pasos suaves
hasta llegar a la nada

Fue volver a verte


un sudor extraño que cayo en mi frente
mi voz temblaba
luego te fuiste
te llevaste una esperanza
luego te fuiste
un suspiro exhaló el alma.
Retrato de familia

Cordero de Dios que quitas el pecado


retira de mi boca todo aquello
bueno o malo
para con palabras limpias y puras
sepa mi madre cuánto le amo

Te recuerdo cuando tenía tres años


me dabas mi alimento ensombrecido
me vi crecer con mi piel de niño
me vi correr tomado de tu mano

De ti aprendí a abrir los ojos


miré el mundo en que vivías
miré el sol que siempre cubrías
miré sonreír tus labios locos

Supe después del sufrimiento


y la pasión de tu trabajo
vi brotar sangre en tu manto
para traer nuestro alimento

Y ahí en casa nos gritabas


nos golpeabas hasta el cansancio
yo reía, reía como diablo
pues a cada lágrima nos amabas

Te vi llegar muchas veces cansada


con la espalda abatida
con los pies asustados
la mirada destruida
mas con un aliento de vida
de encontrar otra vez en tu casa
a esa bola de pingos
que Dios en castigo te mandaba

No sé cuándo aprendí a decir mamá


no sé cuándo dije te amo
no sé cuánto lloré por ti
no sé, no sé cuánto

Miré crecer a mis hermanos


cada vez más y más altos
en tu rostro jamás vi
un derrota, una pérdida, un fracaso
Todos hemos crecido
todos bajo tu regazo
todos te vimos sufrir
la muerte de nuestro hermano

Clara, mi hermana mayor


recuerdo cuando le cambio la risa
recuerdo cuando su cuerpo cambió
y cuando con alegría y dolor
al altar la llevaste para cumplir
con un mandato de Dios

Ahora ella tiene un buen marido


dos hijas bastante queridas
a ti dos canas te salieron
cuando te dijeron abuelita

Luego se fue el otro


moreno, trabajador, estudioso
que era de niños nuestro ejemplo
te fue difícil aceptar
que los hijos buscan siempre
formar un hogar

Sabes bien que recuerdo


tus lágrimas
tus anhelos
tus sueños
cuando los otros hijos partieron
uno a forjar su estudio
otra a forjar su vida
el primero volvió letrado
la segunda con marido
el primero se vio casado
la segunda con dos hijos
el primero siempre te ha extrañado
la segunda nunca te lo dijo

Sabes, mamá
no sé si he sido bueno
estoy seguro que no
pero siempre me da orgullo
de tener en una madre a dos

Toñito, el menor que yo


resulta buen niño
honesto, noble, y si quieres gruñón
tu hija, la más joven
rebelde sin razón
sé que te quiere y necesita
aunque casi siempre te enoja
y gritas
pero así la quieres
la cuidas

Madre que has tenido nueve hijos


que te dolieron cada uno
en forma diferente
a pesar de que han crecido
los sigues viendo niños
como si los trajeras en el vientre

Déjame decirte, Madre


algo que casi nunca digo

Déjame decirte, Madre


que te amo y siempre te he querido

Déjame decirte que


(aunque tú no lo oígas)
me siento orgulloso de ti
de la fuerza que tuviste y tienes
para seguir avante

Perdona el no darte regalos


perdona el darte sólo estas líneas
pero has de saber
siempre que sufro o fracaso
triunfo o sonrío
llevo tu señal bendita en mi frente
que si no la siento
es como castigo

Déjame decirte, Madre


tus ojos son mi luz
tus brazos, mi fortaleza
tus piernas, mis andares
tus voces, mis alientos
tu sonrisa, mis sonrisa
tus enojos, mi alimento
Déjame decirte, Madre
tu bendición siempre es bendita
tus gritos siempre son caricias
que aún cuando quieres que se vayan
sabes que nos necesitas

Déjame decirte, Madre


cada gota de tu sangre
cada palabra
cada cabello
cada mirada
representa para mí
la más valiosa joya que Dios me pueda dar

Déjame decirte, Madre


todo lo que soy y sea
lo seré por ti
por tu valor y gallardía
tu amor y comprensión
aunque nunca te lo diga
viajas en mis pensamientos
noche y día
y cada que flaqueo o sonrío
la primer palabra que llega
es quizá la más repetida
más la digo siempre: Madre mía

(Dale tu bendición al peor de los dragones).

Algún 10 de Mayo
Psique

No puedo cruzar
¿cómo pelear por lo que anhelo?
los párpados abatidos del negro cansancio
sin más remedio que sufrir
el látigo de mi llanto ahogado
sin más vértigos
sin más letras
sin más horas que vivir

Esta noche no hay luna


se la ha bebido el sol
esta noche la fortuna cambia
sin más soledad de amor

No puedo cruzar
si un ruido pudiera terminar este silencio

¡Mis ojos! ¡Madre!


¡Madre! ¡Mis ojos!
¿por qué no lo entiendes?
¿por qué no hay razón?
Por si te miras…
(Anatomía de una mujer que camina)
Tu cabello

A la luz del calor


sólo son rizos extraños
pero ante mis ojos
son cascadas divinas
tejidas por la mano de Dios
perfume que embriaga cada sentido
aroma de caricias
gracia del andar
viento que vacila hasta sonreír
pausas del tiempo ante el brillo
letargo confundido ante mi mano
silencio cuando lo beso
humor cuando sonrío
coqueto silbido a la luz del calor

Te beso después de un silencio


con mi mano aletargada
brillo del tiempo sin pausas
sonrisa que vacila en el viento
andar gracioso
caricia de aromas
perfume con sentido embriagador
mirada de Dios
a la luz del sol
sólo son unos rizos
que veo y veo pasar….
Tus ojos

La humedad de mis labios los ha insultado, no quiero se


grosero ni vivir en lo antaño, tu mirada se yergue firme ante lo
inusitado, no puedo mirarte de frente por temor a desmayar
cuando lo hago, a extraviarme cuando digo que te amo; porque
tus ojos tienen fuego callado, dolor sufrido, silencio de alas
rotas, felicidad de lo antiguo; así, entre el ámbar parecido,
destilado del pino que habito, van mi figura delicada sobre tu
pupila, sobre la distancia, sobre tus pestañas despintadas,
sobre tus parpados finos. Mira que suavidad brindan, la
eternidad que se anida; mira que si Dios supiera lo que ha
creado es capaz de quedarse ciego por tener tus ojos. Al
menos yo, que vago entre la ruptura de mi pasado y el destierro
de mis sueños, les brindo una caricia, deseando que la
humedad de mis labios nunca vuelva a insultarlos…
Tus manos

No miraba al destino, ni tejía sueños como solía hacerlo, sólo


con calma dejaba resbalar tus caricias sobre mi rostro. Quise
saber si tienen aroma, si saben a gloría, quise saber su textura,
y atrapar en mi mejilla el sonido de su furia. Pero son tan
delicadas, que la brutalidad de las mías no son capaces de
tolerar la fragilidad, un puño podría sucumbir ante todo, pero
ellas viajan entre el polvo del amor que destilo. Tus manos
triunfan de lápiz y papel, casi como poeta ofreciendo pan y
miel; triunfan con los libros que no has leído y los que no dejas
de leer; ningún estigma sabrá nacer, porque ningún acero es
más fuerte que tu fortaleza. Pocas veces las he visto, las
recuerdo cuando se posan en mis ojos como elegía del amor
que no debe morir, como gorriones que trinan su latir. Tus
manos lastimadas sólo por descuido del cristal latoso; las beso
como debo al crucifijo que pende de mi cuello, las beso como a
mi Dios creador.
Tus labios

Sobre el desierto, la mar y tu piel

Sobre el cielo creado


Sobre un latir de corazones santos
Sobre ríos delicados y el sermón de David

Sobre el cantar de Salomón


Sobre mi jardín
Sobre el arco iris y la luz del sol

Sobre el universo mismo


Sobre mi pasión
Sobre el paraíso perdido y la tierra prometida

Sobre los escritos antiguos


Sobre el faro que me guía
Sobre el palpitar de Rodas y el Rihn y el Sena

Sobre toda la belleza que Dios ha creado


Sobre toda la que el hombre vio
Sobre todas ellas están tus labios
Ternura, furia, amor.
Tu voz

Cuando he viajado a tu lado, y me he sentido desvalido, basta


recuperar de tu voz un guiño, para sanar mi corazón; no estoy
confundido, ni estoy enamorado, sé que el crudo invierno será
frió y no está tu voz que añoro en secreto; si dije que te amo y
el silencio guardo todo, fue porque tu voz quiso que lo hiciera
de ese modo; tu voz es la calma del ciego, la silla de quien ha
andado los caminos, la cruz de quien teme ser castigado, la
bondad de una virgen que no anhela tener hijos. Deja que tu
voz sonría, deja que me enamore, deja que me confunda,
quizá, sin saber la hora. Poco camino a tu lado, sin tener mi
mano en tu mano, poco te he abrazado sin tomar tu cuerpo en
el mío, y aún cuando te besé faltaron tus besos y dejé los míos;
pero tu voz con la mía se confunde, porque no sé distinguir si
es tu voz la que me honra o el eco que me hace sonreír.
Camina a mi lado, Alondra que vives en mis poesías, camina a
mi lado y deja que tu voz viva.
Tus pies

Deja de contar el tiempo, la esperanza sabe anidar a pesar del


avance del segundero; yo he sabido esperar tantos y tantos
lustros que no importa si pasa un siglo más. Deja de contar el
tiempo, déjalo andar sobre tus pies tranquilos, en ellos pasa el
mundo, en ellos pasan tus horas y si las cuentas es más duro
su castigo. Sé que llegas del trabajo y si no estás conmigo, de
cualquier modo yo les daré descanso. Deja que lave tus pies,
como hizo Magdalena a mi Cristo, ungir los óleos que den
calma, paz y responso; que su fragilidad te sostiene. Esta
noche, antes de dormir, sanaré sus heridas con mis besos,
mientras duermes, yo los cuidaré.
Tu andar

Sobre el mar que protege la fortaleza desnuda del lis que nutre
la gallardía de los hombres, sobre el mar que nace hirviendo
los colores de natura y sus discusiones con Dios sobre qué
será primero, si la noche en tu cabello o el día a la altura de tus
pies, morena clara sin rencores que buscas aclarar las llanuras
de tu aliento…

Sobre el mar como un Cristo que camina sin miedo, Mujer que
serás de un día en invierno o en otoño el recuerdo de los besos
bordados sobre el rosa pálido del abrazo…

Sobre el mar púrpura


mar amoroso
mar anhelante con sabor de viajes
no sobre la playa
que cada semana se cubre de arenas inmóviles
o delicados perfumes de gaviotas silvestres

No sobre el desierto que brilla en la soledad de tu cuerpo

No en las noches donde nadie habita tus palabras

Sobre el mar van tus pasos


va tu andar delicioso para que todos te miren
para que la distancia sea la delicia de lo prohibido

Yo caminaré sobre el mar….


sólo así sobre si vives o te vas…
Tus senos

Yo confieso ante Dios todo poderoso


pero no ante los hombres
que no debo dar explicaciones
de cómo fue que llegó a mi cama

Con los ojos llenos de amor y miedo


dejaba que mis manos silenciosas
rompieran la tela prohibida

¿Que si he pecado?
Mucho….
de pensamiento
palabra
obra…
pero no por omisión
que el sostén caía con suavidad
sus ojos delirantes no cubrían tanta luz en mi habitación

Oír suaves sus gemidos… era


Dios mío
como escuchar tu voz

Por mi culpa…
porque la hice llegar al límite de sus ganas
no podíamos parar el alimento
sólo eras tú el testigo de la divinidad de su aliento

Colinas de ámbar…
qué suavidad la piel de su vientre en mis labios…
delirio de mi pensamiento de su cuerpo casi sin fuerza…
qué emoción
Dios mío
tenerla cerca…
beber sus sueños
robar sus años
caer con holgura por el calor de su cuerpo

Por eso ruego a Santa María siempre virgen


para que sus senos vuelvan a ser desnudos para mi gloria
que vuelvan otra vez a sonreír
como trinos de bella alondra…
ruego porque su pureza no termine nunca
sea perenne, eterna, pulcra…
También pido a los ángeles
a los santos
para que no se vaya de mi lado
para tener una sola oportunidad
de llenar el vacío de su entraña
el vacío de su alma

Ruego a Dios para que interceda por mí


me deje besar eternamente
la inocencia de sus muslos blandos
la locura de sus pies descalzos
y sea veneno en mi boca en mi boca
el néctar de sus senos claros…
Tus piernas

Déjame exprimir tus piernas


correr tu respiración ahogada
sentir tu espalda
botar el sostén
sentir tus caderas

Déjame beber el sudor de tu cuello


mirar como se erizan tus pestañas
llevarte con suavidad a mi cama
vivir mi boca entre tus senos

Déjame acariciar con ansias locas


tu vientre
tus brazos
tus mejillas
tu torso
tus manos
tus rodillas
tus muslos
tus pies
y hasta la boca

Mientras la respiración falte


tejeré fuentes con los dedos por la tarde
tejeré diamantes
por un tiempo mi piel cederá a tu piel
mi cuerpo sobre el tuyo combinando el sudor
mi ser dentro de tu ser
sentirás mi peso encima
hasta ver juntos el amanecer

Déjame seducirte ahora


mezclar el amor de dos cuerpos desnudos
iremos juntos
tú sobre mis cansados muslos
yo sobre tus piernas sin dolor

Mientras repites en silencio


con susurros a mi oído
“sólo el amor lo vivo contigo
como nunca nadie vive estos momentos”

Eres mía en su suspiro, en un instante


eres mía, Dios me ampare.
Tu alma

¿A qué debo las sonrisas de todas las mañanas en distancias?


Porque miro tus delicados labios y me parece que fueran aves
enraizadas y descubro un altar de manos que pretender ser
una guía que no fragua. Aún cuando extraño la sencillez de tus
palabras y la altura de tu cabello, quiero besar tu cuello y el
perfume de tu espalda.

¿A qué debo las palabras de infancias otoñales a un lado de tu


nobleza y juventud? Porque miro la solemnidad que destilas
cuando hablas y descubro más de una razón llena de motivos
cuando callas. Aún cuando no te extrañaba, sentía que tu torso
desnudo se desnudaba, quise besar tus memorias mientras, en
silencio dormías.

¿A qué debo lo fugaz de tu estancia, brillo de luz, color del


alba? ¿A qué, la fortaleza de consejos que brotan unívocos al
niño que clama el juguete de la infancia? ¿A qué, tu piel clara
que no se rinde ante la insistencia del ámbar? ¿A qué, si tu
cuerpo no ha descubierto aún la pasión de una cama? ¿A qué,
si el sabor de mis labios no podrá recorrer los poros de una
juventud golpeada?

Te miro en mi casa
miro tu vientre anhelante de lo que amas
te miro al pie de mi ventada
compartiendo con aves cantos de mis ignorancias

¿Sabrás acaso, algún día, por qué llora mi alma? ¿Sabrás si


soy quien siempre sonríe y oculta tras cipreses? ¿Sabrás lo
que siento al mirar mis cuatro paredes llenar de amor y
soledad? ¿Sabrás evocar mi recuerdo cuando al fin te vayas?
¿Sabrás volver a mi casa?

¿A qué debo tu profunda mirada, mar que clama voluntad? A la


válida presencia de saber desear un hijo, mirar otros mundos,
descubrir amaneceres con la ilusión en los ojos…

Miré tus labios, los besé en silencio


te llevas mi vida, se queda tu aliento.
Miré tu alma…
encontré la pureza…
la paz…
la verdad…
la esperanza…
Judit
Oratorio en once cantos
Monólogo
Original de Felipe Oliva

Actriz
Mariana Brito

Estrenada en el Teatro Coyocán en la Ciudad de México, el 10 de septiembre de


2005. Bajo la dirección del autor. Música original de Ignacio Medrano. Iluminación de
Dolores Sánchez Vicario. Asistencia de Eduardo Arroyo Villasana. Asesoría Corporal
de Alexandra Martínez.

I La petición
(Entra Judit con unos lirios, viste gasas.)

Señor Dios
Padre de mi padre y de mis hermanos todos
creador de mi ser
de mi esencia
de mis fantasías
de mis pasiones y mis lujurias.

Padre de mis esperanzas y fatalidades


vengador de las injusticias
rey del cielo que protege todas las cosas
dale a estos lirios la bondad de tus manos
la lealtad de mi existencia
escúchame.

Tú que pusiste en la lengua de mis hermanas


la espada de fuego
con que quitaron de la faz de la tierra
a sus violadores
aquellos que arrebataron la virginidad de mi pasos
de mis oraciones
de mis atrasos
por quienes pasaron deshonra
injurias
infamias y mentiras
escúchame.

Tú que diste a los siervos del mundo


las riquezas del mar
de los ríos
la vida de la lluvia
tú que pusiste azahares en mi cabello
y luego los arrebató aquel demonio gris
te suplico
te imploro ayuda y voluntad
para seguir avanzando con mi pueblo

Tú que hiciste las primeras cosas


tú que formulaste los deseos
y no permites juicio en tu contra
escúchame.

La humanidad reclama por mí y yo por ellos.

Fortalece mi vista para comprender tus designios


me brindaste una mirada calmada
paciente
el gran anhelo de ser mujer y lo he sido
fuerte y valiente
entregada a mis ocupaciones.

Soy mujer íntegra


capaz de solventar las dudas de mi origen
de reconciliar mis antepasados
buscadora de pasiones
de alimento
de destinos
de saberes
con un corazón avisado de los infortunios
de las desesperanzas
con los gritos ahogados
revueltos
enojada de la torpeza de mis pies
de la ligereza de mis manos
he aprendido a ser mujer
tranquila en mis desvelos
oprimida en mis clamores
puedo recolectar los frutos y los néctares
apilados en solitarios veranos
confundidos
espantados
puedo desentrañar tesoros en la piel de los animales
la rabia de su hambre que es mi hambre
hembra nacida de hembra
varona nacida de varón
cada rincón en mi oscuro centro
se ha vivificado con la sangre enjuta
enlutada de tantos niños
he sabido ser mujer
y no hombre como quisiste serlo
con mi fortaleza a cuestas
dale vigor a mi pueblo.

Estoy aturdida de tantas tinieblas


abrumada de ver cómo los vientos alevosos
escupen el agua mala sobre mis pies vencidos
sepultada de la vida
sin rezos
sin oraciones ni castigos
estoy ansiosa de aquel hombre
que empaña mi felicidad a golpes
sin caricias
con desvelos
no destroces al pueblo guerrero
que lucha contra quien te arremete
hablo por mí como si fuera ellos
hablo por ellos como si fuera yo

Tantas veces has dejado caer el filo de tu espada


sobre mis dedos fláccidos
sobre mi rostro sombrío
quita mi soberbia entonces
quita mis ojos
mi boca
para no seguir gritando más
para no seguir mirando más
desdeña mi cabello para olvidar mis esperanzas
mas hazlo con la dulzura de tus palabras
para ver brotar un silencio lleno de trampas
lleno de ilusiones socavadas
toma mi cuerpo virgen
mancillado
estéril
que sabré olvidar una vez más tu castigo.
(Deshace los lirios con delicadeza)

II La infancia
No recuerdo cuándo dejé de ser niña
ni cómo el tiempo me fue alejando
de los cobijos de mi madre
la veía llorar
ansiosa
juntas crecimos
juntas nos olvidamos
dignas de mirarnos a escondidas de los insultos

Fui niña tierna e inocente


acaudalada de latidos
de tierra en las uñas
de árboles cipreses
de los centros de los patios
estrella dormida en firmamentos

No recuento lo que he perdido


sólo la bruma y el castigo del sustituto de un padre
venido a fuerza de tanto vidrio

Cuántos platos se han desprendido


se han perdido con la espuma entre mis manos
sangrando en mis sonrisas y en mis travesuras

He anhelado la llegada de nuestro Mesías


hijo de Dios
hijo del vino
entre fiestas y concilios
entre razones divididas
entre muertos y mendigos

Un día derribé el altar


aquel que brotaba manjares de oro podrido
aquel que soportaba solamente una figura
una bruma
un amigo

Mi destino no estaba escrito


fue cayendo ante mis ojos
como los vasos de cristal
vacío
necio
entregado a regalos de nueces y cominos
desalentado por muchedumbres ufanas
llenas de morbo y rencor
entre carnavales de briagos y ráfagas de bandidos

No recuerdo sufrimiento ante la ausencia de mi padre


ni los desprecios de tanto fuego lleno de ira

Fui la princesa de los campos silvestres


la primavera de los niños lisiados
de los mudos
de los campanarios
templo de tu templo
el color de la alegría en los ojos de mi madre

La caída más dolorosa la vivieron mis rodillas


siendo niña
siendo niños
siendo luceros dormidos

No recuerdo donde crecí


ni de que nación lejana fui exculpada
ni si miraba a un mismo patio lleno de juegos
de cantos
de cabellos largos
con la desnudez de mis ocho años
mi última infancia
la locura de mi madre
muerta entre peldaños de pétalos pisados

No recuerdo si alguien me dijo te amo


como se ama al sol
al día
a la soledad
como se clavan lanzas en los corazones
de las niñas enamoradas

Miré la tierra y la encontré sin forma


sin nada
miré el cielo y lo repartí en luces
miré montañas derruidas en terremotos
no vi a ningún hombre
a ninguna ave
pero presumí de ser criatura lanzada

Aprendí a vivir
con la represión de mi juventud
con las cadenas de mi libertad
y me fui corriendo los destinos de un pueblo
en mi ansiedad
la única forma de calmar mi dolor
el dolor del amor
de la deslealtad de mi madre
ante el sufrimiento de una niña de ocho años
o quizá menos
ante la pasión y la lujuria de un cuerpo adulto
que amenazó tantas veces mi vocación endeble

Con el dolor puesto en mis pechos blandos


comí y bebí de los cuerpos ajenos
ante la inutilidad de ser madre
de ser hija
hermana o mártir

Han pasado tantos años


y aún no recuerdo cuándo dejé de ser niña
ni todas las penas que he tragado

Cuántas mañanas
despertando con el hambre acuestas
con la sed en mis venas
con los quejidos del vientre
con la distancia
la enfermedad

No recuerdo si alguien habló de mi fortaleza


de la fuerza de mis ojos
la potencia de una luz inquebrantable
de mis pasos
no recuerdo
mas me miro como mujer valiente
sagaz
valiosa y entrañable

No recuerdo si me vi llorar
pero tú
Dios
tú fuiste testigo del dolor
lo sabes
lo viste
lo viviste
no fue sueño
y sólo tú
Dios
lo guardarás en el corazón
bríndame una esperanza
la de morir en tus brazos
de mirar lejos la agonía
de saber que tendré hijos
y serán la razón de mi vida
oír los lamentos del parto
la angustia de brotar la sangre entre mis piernas
de no sucumbir mi alma ante mis asesinos
de terminar con mi ira
de transformar las inequidades
de hacer a un lado a la gente perversa
de abrir todas las jaulas y liberar todas las almas

Mujer soy
débil e indefensa
y no recuerdo cuándo dejé de ser niña
sola
triste
callada

Quiero verme sonreír


correr tras la escalera
subir hasta las nubes y soñar
soñar que todos somos niños y volver a empezar
tomar de la mano a mis padres
caminar juntos
verter un poco de mi dolor
a la tierra húmeda de mis llantos
beber el sufrimiento de tus ojos
recuperar la alegría
la vida
olvidar los celos de mujer
reventar en tantos muslos
ofrendar mis recuerdos
y quemar en inciensos
las aguas impuras de todas las batallas perdidas
amen.

III La oración

¿Cuál es tu nombre Señor?


Levanta tu brazo como en el principio
aplasta su fuerza con la tuya
derriba a todos aquellos
que nutren de falsas esperanzas a tus hijos
deja caer el filo de tu espada
en medio de la soberbia
dale fortaleza a mi corazón
porque será un monumento a tu nombre
que la mano de una mujer haya derribado
porque tu fuerza
señor
no es fuerza de multitudes
ni complacencia de humildes o de humillados
oración que eres vertida en apacibles sueños
creador de todas las criaturas

Escucha esta oración


acuérdate de la alianza
dale palabras a mi boca
afirma el plan de mi corazón
a fin de que tu templo siga consagrado a ti
que todas las naciones se convenzan
de que tú eres Dios
y que fuera de ti no hay ningún otro.

(Canta un miserere, baña de dorado sus muslos)

IV La adolescencia
Soy mujer
escapo de entre ellos para no saber de torturas
porque sé lo que sucederá
porque serán presa
por haberte despreciado
y no haberse rendido
por encontrar compasión sin corazones

Soy mujer
llegaré hasta el traicionero
para revelarle los secretos
para indicarle desde que punto
puede tomar la ciudad sin perder a un sólo hombre

Que no les sorprenda


salvaré mi vida
esperaré a que tu voz suceda

El silencio brota de mis labios


una música vespertina tenderá sus brazos
no sabré si estoy ahora o duermo tranquila
reviviendo recuerdos
donde mi piel se funde con mi ojos

Las palabras no son tantas


ni las necesarias para explicar mi esencia

Ahora estoy lejana


trato de alcanzarte
mis pies son cortos
la distancia interminable
romperé el destino donde al final
encuentre un vulgar cobijo

Soy locura embriagada


pasión desmedida
y aún deseo el mañana
recorro el cielo con tus ojos
callaré siempre bajo la sombra teñida de mi andar

El silencio es largo
el anochecer profundo
mis miedos gimen
lloran
reposan

Bendice mi espalda
ha soportado la intolerancia del mundo
vibra lo desconocido
bendice estos ojos que revientan en mil pupilas

Me escondo del frío


desafío mis nostalgias
acudo a futuros deseados
a sueños incumplidos

Vuelvo al altar de mis manos


de donde jamás debiste haber salido

Como nube de Dios


lazo que une y castiga
punto de equilibrio entre estaciones sin aviso
escultura sagaz que no quiso
enfrascar en remedos sus fracasos
brillo en mi cansancio
sostén del mundo

Mientras espero que este silencio se agote


discuto en mi aposento con la figura del esposo
que en las tardes
su libertad fue mi calma

Tu voz se alerta
trato de decir palabras
sacudo mi instinto
advierto mi ausencia ahogada
mientas espero a que tu voz suceda
para saber
si he dicho lo que tus oídos querían que dijera.

V La viudez

Aprenderé a mirarte con el corazón en la mano


no importa que tu recuerdo me persiga
que no necesito ojos
ni busco labios
no te amaba y te amé
fui feliz de haberte amado
conjugué tu respiración en mi tacto
como anémona fugaz en mi respiración de antaño
no te juzgué por lo que fuiste y fuimos
te di la bendición que Dios impuso

Aprenderé a mirarte en la ausencia


aún en la calma te estaré mirando
mi memoria no me deja dormir
corta el sueño
la respiración
aún con tantas lunas
no podremos olvidarnos

Te amo con el latir desesperado


con la angustia que abraza mi cuello
la locura en los dedos
en los pasos

Te extraño como nunca lo he pensado


aprenderé a no buscar en la espalda
las manchas del mutilado pasado

No veré más lágrimas abandonadas


por no servir de abono a mis años

No deseo la calma
no deseo la paz

Aprenderé a no amar lo que no amo


a olvidar lo que he olvidado
a besar tus labios resecos
maltratados
Aprenderé a no decir te extraño
a no lanzar lamentos
a no llorar mis cantos
a no quedar callada
a buscar la verdad
aprenderé a no volver a amar

Vuelvo a mirarte
la sombra del rencor anuncia una breve llamarada
no eres el olvido ni el dolor
eres la tristeza mustia
escondida bajo alacranes silvestres
belleza petrificada de un sol que no anuncia destinos
voz dulcificada en pendientes de coral y armiño

Te dejé morir
te dejé morir porque no hay mañana
porque la voluntad de mis deseos
brotaba delirante en tu alma
no eras la mínima esperanza de un regreso
sólo estorbabas

Te dejé morir
por no abrigar las llagas de tantos hijos ingratos
de todas tus palabras
vuelvo a mirarte
mientras me seduce tu blanca espalda
mientras el celeste
encubre la gallardía de tus hombros

Por tu pecho partido cae la sombra de unos ojos


que no sientes
te miro ahí sentado
brindando entre escondidos céspedes
la nostalgia de mis brazos

Te quise poseer desnuda


desflorar mis años en tu sexo
dejar batir tus dedos en la brillantez de mis senos
sangrar la pasión delirante de los cielos abismales
que cundan tu cuello
pero te dejé morir
porque los llantos no se calmaron
fueron convertidos a desleales reclamos
de simientes estériles
sin frutos
sin semillas
sin futuro
sin desvelo

La cutícula de mi piel fue veneno


veneno vertido por tus labios suaves
labios rotos por la torpeza y brutalidad de un puño
escapado del infierno

Vuelvo a mirarte sin que me mires


tus ojos viajan en un infinito amanecer
bajo un árbol seco
deseando recuperar las caricias que nunca tuviste

Te miro con calma


tranquila
sin despecho
miro la medalla pendiente en tu cuello
la desesperación con que corriste aquella mañana
sobre un río despierto
luz apagada
ausencia de la ausencia
cristal bajo sabanas áridas
desiertos helados
pasiones acabadas
te dejé morir para no tenerte en mis desasosiegos
para acabar mi ansiedad
dejé secar raíces para no tener que arrancar nada

Vi el ocre aparecer
borrando con suavidad
la cresta roja de tus llamaradas
lo vi bajar poco a poco hasta besar la tierra
un corazón llamado a ser paseo diurno
obligado al rescoldo de los viajes
sobre aguas anegadas
aguas deslavadas
desnutridas
y por no tener deseo de recordarte
volvía una y otra vez
al rincón asustado de mi infancia

Volvía a mirarte y no hallé el reclamo de tu vida


te dejé morir porque saciaste mi felicidad
y retorciste el destino que perseguía.
(Con suavidad enciende los cirios)
VI La traición

La traición no es un deseo
es simplemente voluntad

No sucumbe ante un pueblo


aquel que busca su libertad

Nadie viene a ser salvo


de lo testarudo de sus vecinos

Un día despiertas
y te das cuentas que todos se han ido
que siempre estuviste sólo

Hay de aquellos que triunfan


con la verdad de los otros

No hay nutrimento capaz de revertir aquel deseo


lo haré por salvar más vidas de las que poseo

Me vestiré de luces
seré de las mujeres la más sumisa
la más cautivadora
la más seductora
la más tierna
y me verán todos quitar el velo de viudez
para entregarme a los colores de la felicidad
y me llamarán traidora
pero tú sabes que no lo soy

Traidor aquel que ve al niño sorber del lodo


un poco de agua
no le brinda el grifo
simplemente lo empuja con suavidad
hasta hundir su nariz
sus ojos
su cabello
hablándole de la bondad de la muerte
simulando bendiciones
luego deja caer el agua cristalina en sus pulmones

Traidor
aquel que usurpa funciones del guerrero en batalla
injuriando a su mujer y a sus hijos
para tomar su hogar
su alimento
y cuando el guerrero vuelve
se hace pasar por ángel custodio
siendo caído lucero
lo lleva hasta su aposento y ahí le da el veneno
le da protección
calma y sosiego
mientras tiene a la mujer atada de palos
contra su sexo
mientras tiene a los hijos devorándose entre ellos

Traidor
aquel que se dice tu amigo
está contigo en tus añoranzas
en tu pasado
en los recuentos perdidos de la infancia
y tú le das todo
tus secretos
tus dolencias
tu delicadeza
tu comida
tu pasión desenfadada
le brindas tu confianza toda
la lealtad envuelta en migas
en frutos
en futuros plenos
le brindas la fidelidad del sol vespertino
la lluvia temporal del sustento
le proteges y curas de todos los males
y cuando lo vez caer le tiendes tus brazos
lo levantas para llegar juntos al destino
y con toda la fortaleza encima
viendo que estás a unos pasos de la meta
de la nada saca una cuchilla
y la clava
no en tu alma
no en tu humildad
no en tu espíritu
no en tu callada soledad
no en tu corazón
no en las llagas de las rodillas
ni en la sangre de tus muertos
la clava justo en el centro de tu esencia
de tu aliviada esperanza
en tu fe depositada
y en tu felicidad
Amigo
¿dónde fue que te perdí?
¿dónde equivoqué mis deseos?
¿por qué no me enseñaste a descubrir mis fallas?
¿por qué te comías mis rencores?

Amigo
¿dónde nos perdimos?
¿en qué momento abrí mis manos y se desprendió arena?
¿cómo fue?
si te brindé todo
¿dónde quedó aquella vena que pasaba tu sangre
con mi sangre?
¿dónde, aquél manantial del que bebimos los mismos planes?
¿dónde el carmen que nos daba alimento?
¿cuándo dejaste de ser ángel y yo guerrero?
¿por qué no seguías a mi lado cuando más se enojó el cielo?
¿dónde se quebraron tus pasos
tus prisas
tus necedades
tus ojos
tus sonrisas
tus secretos?

Amigo
¿por qué me clavas tu mirada de hierro dolido?
¿acaso no te das cuenta del Mesías que te dará sustento?
¿acaso no sabes de la agonía que vivirá el hijo de Dios
arrastrado por su pueblo?
¿no habrá líderes sin que sean plebes quienes rodeen de tierra
el sepulcro?

Las rosas que hay mi cuerpo


sin espinas
son las que cubren tu faz de hipocresía
de cobardía
de estupidez

Ahora que dejas caer la traición en mi adentro


no me queda sino saber
que siempre estuviste muerto
hipócrita
canalla
cobarde
traicionero
no lograste la salvación de ningún puerto
fallaste en todo
no miraste el camino correcto
sea entonces tu renuncia
a los hábitos del buen andar
la corrección de tus males
el incierto destino de tu infelicidad
empolva los castigos de tu castidad
bajo los vientres maternos

Amigo
no fuiste sino la zozobra del amanecer de invierno
de un juicio sin testigos
esa fue tu traición
el vértigo que de la cruz
dará el hijo de Dios a sus bandidos

La traición no mata al hombre


lo embrutece

La traición no quita desvelos


los empobrece

La traición no rompe ataduras


las endurece

La traición no libera pueblos


los ennoblece

No es condición natural del ser ni de Dios


la caída de un pueblo a manos de traicioneros
es situación inacabada

Amigo
testigo oyente de mis dolores
vidente de los estragos en la tierra suelta batida a mis pies
cariño envuelto en estelas sin dibujos
letra muerta de tanto uso

Amigo
corazón abatido
serás en la entraña de mi vientre
el castigo de la esperanza y la justicia ciegas.
(Bebe de una copa)
VII Las razones

Viuda soy

Amante en las noches sin placer


de mirar tus manos
que explotaban en espaldas complacientes
mudas de tanta fuerza
enloquecidas de la ida del viaje
de la partida
espalda plana
llena de poros que empujan el agua

Amante en las noches


donde se esfumaban la belleza del amor
la tortura de la soledad

Toma otra vez mis pies


toma mi desnudez
hazla valer con golpes de mañana
golpes de atardecer

Viuda con la viudez de todas las mujeres al nacer


con todos los caminos sin descubrir siquiera
un detalle de dolor

¡Ay, mujeres del mundo!


¿dónde habrá de juntarse la soledad y el amor?
¿cuándo podrán los hombres unir la lujuria con el cariño de una
mujer que ha dado todo por un hijo?
¿no es entonces necesario que la distancia se reviente en
piedras sin retorno y que mi hombre pueda ser sólo mío
mío?

¿Por qué mirabas otras espaldas?


¿por qué besabas otras manos?
¿por qué tus dedos afligidos exploraban otra piel
sobre mi piel?
¿por qué buscabas sus dedos en mis dedos
su sexo en mis venas
su piel en mis caricias?
¿por qué saciabas con su saliva mi sed?
¿por qué si sus besos buscaron otros labios
que no eran los tuyos?
¿por qué terminas con el sino abatido en yerros?
¿acaso no eran mis cabellos tan largos
que cubrieran el frío de invierno?
¿acaso mis ojos no miran también al cielo?
¿acaso mis sonrisas se desdibujaron?

Fuiste sólo un breve instante


pasajero del tiempo
favor de natura
hiedra de todos los bosques
páramo de los desiertos
piedra de sal

Búrlate de tu mismo
porque ahora estás ahí sólo
sólo por siempre
sólo sin mí
sin ti
sin un poco de luz que vuelva erótico tu cobijo
búrlate de ti
porque aún no has visto la felicidad de mi pasado

Viuda soy
muerte eres
y valga este breve intento
de sucumbir a los tiranos mientras duermes
porque será como tu cuerpo
el cuerpo de este ser podrido
infecto
que al perder el rostro perderá reconocimiento

Viuda soy
más no soy tuya
que tu muerte servirá de nada
porque no es por ti que lo hago
es por mi pueblo que exige ser liberado
es por mi pueblo que quiere dejar de sufrir tanto
es por mi pueblo lleno de mujeres y niños
que pasan todos los castigos
en la soledad de sus huertos
es por mí
es para mí
para liberar todos tus malos recuerdos
para poder llegar a casa
beber el agua
saciar mi hambre con la calma que persigue
el reposo del viento en las tardes.
(Juega, ríe)
VIII Las dudas

No hay musgo que brille tras las luciérnagas


ni astros centelleantes en esta clara noche

Los abismos surgen


entre imágenes perpetuas de los fondos mares

¿Qué fin tendrá lo que nunca acaba?


¿por qué se quedará en mí la duda sacra?

Mi pensamiento indaga en lo insondable

Ante los términos que ignoramos


lo que no tiene fin marcha

Arrodillada ante tu brutal imagen


mi espíritu lucha contra la traición y le denuncia

Interrogo al cielo sobre tu propio juicio

Mi cuerpo se hiela
luego tiemblo
vacilo

¿Qué soy?
¿qué somos?
¿qué valor tiene la muerte sobre un cuerpo dormido?

Sólo las campanadas con sus ecos


responden a mis gemidos
la altura del llanto baña mi rostro ardiente
enflaquecido de tanta locura
endurecido por tanta tierra que no derramé nunca

Qué sufrimiento
y sólo tú puedes verlo
Señor
creador de la injusticia
¿es verdad lo que ves?

Señor
devuélveme la piedad y compasión
a tu celeste cielo
la fe que he perdido
Soy huérfana sin arrimo
soy yerma por mi destino
soy llamarada
soy vacío

Sigo delante de este cuerpo casi muerto


el viento mudo es testigo
la música sin acento no resuena en mi oído

Todo acabará menos lo infinito


pero sí mi pena
puñal de doble filo

Todo acabará menos la duda de saber porqué lo hizo


abismo sobre abismo

Dios no es guerrero ni yo soy ángel


desierto mundo

Dios no es castigo ni yo soy victoria


polvo hundido

Anhelé buscarte y sólo hallé vacío.

IX Yerma

No importa que los sueños sean mentira


porque no los siento
porque no los construyo a fuerza de golpes
porque no sucumben torres anegadas de torpeza

Seguiré soñando tu muerte


hasta tornar la mentira en verdad creciente

Soñé tener un hijo


verlo crecer tras mi ombligo
irritar cada entraña
al cruzar los dedos en su agua natal
verlo reventar mis piernas
teñir de rojo todas las sábanas
antes de oír su primer grito

Veinte mujeres parteras


tomándolo en sus violentas manos
paseándolo de una a otra hasta el hartazgo
Verlo a mi pecho con sus labios casi sin fuerza
obligando a los líquidos lácteos dar la vida
oír sus quejidos
sus latidos
sus breves dedos cortar mi descanso
sentir sus ansias infinitas de crear con gemidos
una dulce voz que inspira lo divino
sentir las risas de sus primeros pasos
volar con sus pies descalzos
hasta amaneceres nocturnos
con diminutas uñas
con ligeros brazos
sin espanto

Verlo llegar hasta los cinco años sin miedo a nada


sin que ningún hombre lo ataque
sin que ningún perro lo muerda
sin sustos del agua al lavar el sudor de sus juegos

Con la mano de su padre tomada de mi mano


correr juntos los tres tras las estrellas
tras los descansos
tras el cansancio
mirar ahí
trepar bosque frutales
perseguir insectos indefensos
sentir su amor a Dios
a sus semejantes
llevarlo en mi regazo a su reposo
llegar al sueño y despertar

Despertar con el vacío en las almohadas


con el vacío en los vasos
en mis brazos
en mis ojos
con el vacío en la realidad
en mis pechos y en mi vientre

No importa si los sueños son mentiras


porque tu voz no vendrá nunca
su voz
porque tus manos no calmarán
el camino de las lágrimas
sus manos
ni sentiré tus pies tras mis rodillas
Porque con todo te viví
digno
digno de ser niño
niño doliente
niño asustado
niño amoroso
niño violento
niño violentado
estuviste y no existes en la labor de un tejido
de un futuro sin aliento
de un pasado con sustento

No importa si los sueños son mentiras


porque el frío invadirá las casas
y por más leños que encienda
nunca se fundirá tu recuerdo en mi refugio

Hoy estoy aquí


confundida
con la mirada plana
esperando el momento en que Dios guíe mi mano
para dar esa esperanza a los que se nos fueron

Hoy estoy aquí


a lado de un cuerpo necio
frío
casi muerto

Dios
revive mi esperanza
y si he de morir que no sea con anhelos incumplidos
ni con los llantos de madre infecunda
sea mi muerte la gallardía de tu decisión
la gloria de tu designio
la verdad de tu creación
beberé mi último sueño
mañana haré la última
quizá
oración.
(Lava su rostro)

X La decapitación

Señor mío
sabes que comeré de tus ofrendas
estaré esta noche en tu lecho
ahora estamos solos

Dios
dame fortaleza
dame tu voluntad
mira en este momento tu obra en mis manos
rescata a mi pueblo del placer de los tiranos
devuelve a su esperanza y a su fe
la promesa de vivir en su dicha
en tu dicha

Dame fuerza para ejecutar este proyecto


que he creído poder realizar con tu ayuda
(desenvaina una cimitarra)

Dame fuerza
guía mi mano
resuelve el enigma desventurado.

(Corta la cabeza la envuelve en una manta morada llora en


verdad de miedo y alegría.)

XI La gloria

Abran
quiten las puertas de mi paso
que sus corazones sean sanos
Dios ha regresado
posa en mi mano su mano
en mi cuerpo su energía
en su voluntad la mía
(silencio, muestra la cabeza que toma por los cabellos)

Gloria a Dios que nunca nos ha abandonado


tu esperanza no es fallida
ni tu fe se ha congelado
a pesar del frío en los hombros

Soy su esclava
y la misericordia me ha alcanzado
la promesa a su pueblo comienza
hoy seremos libres
libres de toda opresión
de toda represión
y hoy no estoy soñando
La cabeza del tirano sea desprendida
que no habrá peor mortaja
que la del cuerpo que yace incompleto en su guarida
y que brille esta en las almenas
como símbolo de la unidad

Nunca traicioné a mi pueblo


mujer soy
digna de seguir viviendo
que estando a su lado nunca me venció el cuerpo
ni fui mancillada
ni la memoria del esposo dañada
no soy sucia
que la sangre derramada
es la tinta del camino a nuestra libertad

El triunfo se amamanta en nuestro seno


mi libertad en mi compasión
la libertad de mi pueblo
se funde en el amor y la soledad
gloria a los hombres
gloria por la bondad

Soy mujer que lucha


bendita de las manos del creador del cielo
y que los hombres recuerden eternamente
que la vida se arriesga para librarnos
de quienes nos causan angustia y dolor

La ruina de los tiranos


será la excusa
para terminar la hipocresía y la traición

Brindo a Dios un saludo


por su gloria
por su amor

Una sola mujer


es capaz de causar tanta perturbación a un rey
que no busca dar su vida a su pueblo sin bendición
una sola mujer que es gloria
una sola mujer que es alegría
una mujer sola que es honor
llena de proezas
valiente por la fortaleza de su corazón
amante de la castidad
digna de su viudez
yerma sin dolor

Judit soy
hija de Merarí
devoradora de fuego
tormento de la lujuria
y de Dios
su instrumento.

(Deja la cabeza en el piso, apaga los cirios, el último de frente


al público)

Oscuro.

México, D.F., a 16 de enero de 2005. 12:44am

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