CONTAMINACIÓN AMBIENTAL JORGE EDUARDO LOAYZA PÉREZ

CAPÍTULO 3

EL SUELO Y SU DEGRADACIÓN
1.- INTRODUCCIÓN

El suelo es uno de los componentes ambientales imprescindibles para la vida

en los ecosistemas terrestres, y en gran parte de los ecosistemas acuáticos
continentales. Es el componente ambiental en el cual se introducen las raíces
de las plantas y del cual toman sus nutrientes. Es el lugar en que se lleva a
cabo la descomposición de la materia orgánica y el lugar en que muchos ciclos
minerales se completan (“ciclos biogeoquímicos”). En la Figura 18, se observa
el ciclo biogeoquímico del nitrógeno, donde se observa el papel que cumple el
suelo.

Figura 19 Ciclo biogeoquímico del nitrógeno y el papel del suelo

El suelo en los últimos años se ha convertido en el centro de discusión, debido

no sólo a la continua ampliación de las ciudades y a través del proceso de
construcción (denominado actualmente como el “boom” de la construcción) y
la urbanización, se ha reducido la superficie útil de los suelos (inclusive cada
vez hay menos espacio para la agricultura urbana) y algunos han sido dañados
en forma irrecuperable; sino también por la agricultura intensiva que se realiza
cada vez en más áreas, resultando una mayor cantidad de suelos
sobreexplotados. Por otro, lado residuos (potenciales contaminantes) de las
actividades humanas (o antrópicas), terminan en el suelo y afectan su
vocación, por la disminución de su fertilidad.

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2.- ¿QUÉ ES EL SUELO?

El suelo es una “fina” capa de material fértil que cubre la superficie de la

Tierra1, pero este componente ambiental no es fácil definir. El lector tendrá
que construir una definición que integre las distintas definiciones presentadas,
para aplicarla al caso particular que se requiera estudiar, ya que existen
diferentes tipos de suelo.

Figura 19 Comparación entre la corteza terrestre y el suelo

El suelo es un material resultado de la meteorización2 de las rocas y de la

actuación de los seres vivos. También se define el suelo como un conjunto de
componentes naturales (minerales y orgánicos), capaz de ofrecer soporte al
crecimiento vegetal.

El suelo es un producto de la transformación de minerales y materia orgánica,

el cual se forma sobre la corteza terrestre bajo la influencia de diversos
factores ambientales (por ejemplo, presión, temperatura, precipitaciones, etc.)
y el cual es atravesado por agua, aire y organismos. El suelo presenta una
organización morfológica, siendo capaz de sostener plantas y constituyendo el
sustrato donde se desarrolla la vida de los animales (fauna), plantas (flora,
arbustos y bosques) y el hombre.

El suelo constituye la interfase entre las rocas del sustrato continental y la

atmósfera, formándose como consecuencia de los fenómenos (físicos, químicos
y biológicos) de transformación que allí se producen.

1
Fuente: http://edafologia.ugr.es/introeda/tema01/introd.htm (Fecha de consulta: 15-05-10).
2
La meteorización es la alteración de la roca por la acción de agentes atmosféricos y biológicos. La roca
sufre la acción de estos agentes, que tienden a descomponerla y desintegrarla, dejando los materiales
dispuestos para ser movilizados por los agentes de la erosión.

2
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2.- ¿CÓMO SE FORMA EL SUELO?

El suelo procede de un “tipo” de material madre (roca madre), la cual se altera

por la acción de los factores ambientales y en su formación intervienen una
serie de procesos que transforman el material original hasta darle una
morfología y propiedades características (propias).

El suelo se considera un recurso no renovable, ya que para formarse requiere

tiempo y este es variable, en algunos casos pueden pasar cientos y en otros
miles de años para obtenerse un suelo maduro3.

La formación de un suelo maduro puede requerir entre 2000 y 20000 años. Sin
embargo, la diferenciación del suelo respecto al material madre puede tener
lugar en unos 30 años. Algunos suelos ácidos de las regiones húmedas se
desarrollan en unos 2000 años, debido a que el proceso de lixiviación se ve
acelerado por los materiales ácidos. Los materiales madre con una textura
densa requieren mucho más tiempo para llegar a consolidarse en un suelo
maduro (o “clímax”), ya que la percolación de agua a través de él es más
difícil. Los suelos se forman más lentamente en regiones secas que en zonas
húmedas (Smith y Smith, 2001).

Se pueden encontrar tres tipos de suelos: suelos jóvenes, suelos maduros y

suelos viejos.

Los suelos sobre pendientes pronunciadas suelen permanecer jóvenes

independientemente del tiempo geológico, a causa de que los rápidos procesos
erosivos eliminan el suelo casi a la misma velocidad que se forma. Los suelos
de las llanuras de inundación envejecen muy poco con el paso del tiempo,
debido a la acumulación de los nuevos materiales. Los procesos de
meteorización no llegan a tanta profundidad en los suelos jóvenes como en los
suelos viejos, y los primeros suelen ser más fértiles que los segundos, ya que
los suelos jóvenes no han sufrido la lixiviación durante tanto tiempo.

Los suelos viejos suelen ser estériles a causa del continuo lavado de sus
nutrientes, los cuales no han sido reemplazados por nuevos materiales (Smith
y Smith, 2001).

En la secuencia de transformación de la roca a suelo se producen progresivos

incrementos de fragmentación, porosidad, alteración mineral, presencia de
material fino, materia orgánica y de una estructura edáfica.

Desde el punto de vista científico4 el suelo constituye el objeto de estudio de la

Edafología, la cual lo define como " El suelo es un componente del ambiente

3
El suelo se forma como consecuencia de un proceso dinámico, que implica un cambio progresivo desde que
la roca se pone en contacto con la atmósfera como consecuencia de la erosión, hasta su desarrollo completo.
4
Hans Jenny propuso que cualquier suelo o cualquier propiedad del suelo resulta de la interacción de cinco
factores interdependientes generadores del suelo: material madre, clima, factores bióticos, topografía y
tiempo.

3
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natural, que es organizado e independiente, con una génesis, unos

constituyentes y propiedades, que son el resultado de la actuación de una serie
de factores activos (clima, organismos y relieve) sobre un material pasivo (la
roca madre) a través del tiempo (factor integrador)".

3.- HORIZONTES DEL SUELO

Como consecuencia del proceso de formación del suelo (“edafogénesis”) se

tiene un suelo estructurado, en el que cada capa horizontal (“horizonte”)
presenta unas características composicionales, tanto en lo que se refiere a sus
componentes mineralógicos como en su textura y aspectos físico-químicos.
Cuatro son, en concreto, los principales componentes del suelo: minerales,
agua (“solución del suelo”), gases (“atmósfera del suelo”) y materia orgánica.

Figura 20 Formación de los horizontes de un suelo, que constituyen su perfil

Como la edafización actúa desde la superficie y va perdiendo su intensidad

conforme se profundiza en el perfil del suelo, el material se altera de un modo
diferencial y como resultado de la actuación de estos procesos de
meteorización y translocación se pasa de un material homogéneo o uniforme,
como es la roca, a un material heterogéneo, estratificado en capas con
diferentes propiedades como es el suelo; es decir, se produce la horizonación
del material. Y es esta característica, representada por la variación regular de
las propiedades y constituyentes del suelo en función de la profundidad, la
característica más representativa de los suelos, rasgo que los diferencia
claramente de las rocas. A estas capas se les denomina horizontes y su
superposición constituye el perfil del suelo.

Los horizontes constituyen las unidades para el estudio y para la clasificación

de los suelos.

Los horizontes edáficos son capas aproximadamente paralelas a la superficie

del terreno. Se establecen en función de cambios de las propiedades y

4
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constituyentes (que son el resultado de la actuación de los procesos de

formación del suelo) con respecto a las capas inmediatas.

Los horizontes se ponen de manifiesto en el campo, normalmente en el perfil

del suelo, pero los datos de laboratorio sirven para confirmar y caracterizar a
estos horizontes.

Generalmente bastan solo tres propiedades para establecer la horizonación de

un suelo:

COLOR, TEXTURA Y ESTRUCTURA

aunque otras propiedades, como la consistencia, son a veces de gran ayuda. El

más mínimo cambio detectado (en una sola o en varias de estas propiedades)
es suficiente para diferenciar un nuevo horizonte5.

Figura 21 Formación de un suelo desarrollado

5
Fuente: www.virtual.unal.edu.co/.../tema03/imagen02.jpg (Fecha de consulta: 16-05-10)

5
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Figura 22 Perfil del suelo donde se muestran los diversos horizontes

El horizonte O es la capa superficial, formada (o en proceso se formación)

sobre la capa mineral superior. Está constituida por materia orgánica fresca o
parcialmente descompuesta que no se ha mezclado con el suelo mineral.

El horizonte A es la capa superior del suelo mineral, y contiene una elevada

concentración de materia orgánica. Se caracteriza por la acumulación de
materia orgánica, así como por la pérdida de material arcilloso, como de
minerales y material soluble.

El horizonte E es la zona de máximo lavado. El movimiento de agua y de

materiales suspendidos o disueltos, hacia abajo altera sus propiedades
químicas y estructurales. El horizonte E suele tener una estructura granular,
desmigajada o laminar, normalmente con un color blanquecino.

En el horizonte B se acumulan silicatos, arcillas, hierro, aluminio y humus,

provenientes del horizonte E.

El horizonte C contiene material como resultado de la meteorización, el mismo

o distinto del material del cual se ha formado el suelo.

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Debajo del horizonte C se encuentra el R (o D), constituido por material que no

ha sufrido meteorización, también llamado material madre (roca madre).

En función de los factores y procesos formadores que tengan lugar, y del

tiempo en que actúen, los suelos presentarán todos los horizontes o carecerán
de alguno o algunos de ellos.

4.- PROPIEDADES DEL SUELO

En el proceso de formación de un suelo (o edafogénesis) conforme actúan los

factores activos, este va adquiriendo un conjunto de propiedades físicas,
químicas y biológicas con una dimensión horizontal y con otra vertical. Como
regla general el contenido de materia orgánica y la actividad biológica decrecen
con la profundidad. Las variaciones en la componente horizontal se deben a un
conjunto de procesos formadores donde participan el material parental
(material que proviene de la roca madre), el clima, los organismos, el relieve y
el tiempo. Pero son las transformaciones de carácter biológico, las que por su
importancia y complejidad adquieren un papel fundamental no sólo en la
formación del suelo sino en sus propiedades. Los componentes biológicos,
tanto vegetales como animales (superiores e inferiores y microorganismos),
condicionan el contenido de la fracción orgánica, sin la cual los componentes
minerales sólo representan un substrato estéril incapaz de soportar formas de
vida organizada.

Los suelos se distinguen fundamentalmente por las diferencias en sus

propiedades físicas, químicas y biológicas.

1.1. Propiedades físicas

Entre las propiedades físicas se incluyen el espesor, la profundidad, el color, la

textura, la estructura y la humedad.

1. Espesor. Los distintos horizontes que presenta un perfil poseen

diferentes espesores, ellos se deben a los factores formadores, a la
intensidad de los procesos, y a las características de vegetación que
soporta el suelo.

2. Profundidad de enraizamiento. Muy relacionada con la propiedad

anterior, pero esta vez se refiere a la capacidad del suelo de recibir
raíces de determinadas longitudes, de tal forma que las raíces lleguen a
los horizontes más ricos en nutrientes.

3. Color. Es una propiedad que permite inferir otras, la naturaleza de los

posibles componentes del suelo y la respuesta que se puede esperar de
las plantas que puedan colonizarlo. Para su determinación se utiliza el
Código Munsell. La descripción se realiza comparando directamente el
suelo con una tabla de colores.

7
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El color se tiene que determinar cuando está seco y cuando está

húmedo.

El color del suelo da una idea de sus componentes. Colores oscuros se

relacionan con el contendido en materia orgánica o la presencia de
determinados minerales (óxidos de hierro, compuestos
ferromagnesianos, etc.), blancuzco (o blanquecino) con la presencia de
arena, caliza, yeso, etc. Colores grises indican reducción, es decir, el
suelo ha estado en contacto con el agua por periodos largos de tiempo,
esto debido a la presencia de niveles freáticos o porque este tiene un
mal drenaje. En este último caso, si alberga algún cultivo en particular
se puede producir anoxia radicular, consistente en la asfixia de la planta
por estar las raíces en permanente contacto con el agua. Los colores
entre rojos y pardos indican oxidación; es decir, buena aireación y buen
drenaje. En el caso de que el suelo no tenga un color uniforme, entonces
se habla de manchas de color, las cuales indican la presencia de agua en
el suelo de manera temporal o bien de procesos de meteorización que
están teniendo lugar.

Figura 23 Algunos tipos de su estructura del suelo y los horizontes

donde generalmente se encuentran

8
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4. Estructura. Las partículas que componen el suelo se unen en unidades

de mayor tamaño, recibiendo estas el nombre de agregados. El suelo
puede tener estructura laminar, prismática, bloques, granular o
migajosa (Ver Figura 23).

La estructura es la propiedad del suelo que permite diferenciar un suelo

de un material geológico6.

5. Densidad aparente. Es una propiedad del suelo directamente

relacionada con la estructura y tiene un gran interés ya que indica la
compactación del suelo (o de sus horizontes). Se define como una
relación entre la masa del suelo y el volumen total (volumen del suelo
más el volumen de los huecos) a diferencia de la densidad real que sólo
tiene en cuenta la densidad de las partículas que lo componen.
ms ms
da   (1)
vt vs  vh

ms
dr 
(2)
vs
Si el suelo posee poco espacio poroso, este valor aumentará, en el caso
de suelos muy porosos, este valor disminuye, ya que el denominador se
hace mayor.

La relación entre la densidad aparente y la real informa sobre la

porosidad:
mr
da v  vh vs vh
  (1  ) x100  (1  s ) x100  (1  ) x100  x100 (3)
drt mr vs  vh vs  vh
vs

La densidad aparente (da) puede ser incluida dentro del grupo mínimo
de parámetros a medir para evaluar la calidad de un suelo, como
indicador de la estructura, la resistencia mecánica y la cohesión del
mismo (Doran et al., 1994). Cambios en la densidad aparente reflejan
cambios en la estructura del suelo, debido a la relación existente entre la
densidad aparente y la porosidad total ().

La densidad aparente afecta al crecimiento de las plantas debido al

afecto que tienen la resistencia y la porosidad del suelo sobre las raíces.
Con un incremento de la densidad aparente, la resistencia mecánica
tiende a aumentar y la porosidad del suelo tiende a disminuir, con estos
cambios limitan el crecimiento de las raíces a valores críticos. Los
valores críticos de la densidad aparente para el crecimiento de las raíces,
varían según la textura que presenta el suelo y de la especie de que se

6
La vida en el suelo es posible debido a que las partículas no forman una masa, sino que al unirse entre si
crean un espacio de huecos.

9
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trate. Por ejemplo, para suelos arenosos una densidad aparente de 1759
Kg m-3 limita el crecimiento de las raíces de girasol, mientras que en
suelos arcillosos, ese valor crítico es de 1460 a 1630 Kg m -3, para la
misma especie (Jones, 1983).Los valores que puede tomar la densidad
aparente depende de muchos factores, que van desde la textura,
contenido de materia orgánica, hasta el manejo que se le da al suelo. En
contraste con la densidad real (dr), que es más o menos constante, la
densidad aparente es altamente variable. Esta es afectada por la
estructura del suelo, que es su grado de compactación, así como
también por sus características de contracción y expansión. Esto último
depende tanto de su contenido de arcilla como de la humedad del suelo.
El espacio poroso puede ser altamente reducido por compactación, pero
nunca se puede llegar a eliminar totalmente.

6. Textura. La textura es una propiedad del suelo que informa sobre la

distribución de los componentes minerales del suelo: arcilla, limo y
arcilla. La textura es la propiedad que le confiere al suelo la forma, el
tamaño y distribución espacial de sus agregados. La proporción de cada
uno de ellos define la textura del suelo 7.

Se tienen diferentes tipos de textura; por ejemplo, en el triángulo

textural se observan doce. Pero rápidamente se pueden distinguir tres
grandes tipos de textura en función del tamaño de las partículas: fina (o
pesada), media (o equilibrada) y gruesa (o ligera). Cuando en un suelo
predomina la fracción arcilla se dice que la textura es fina, gruesa
cuando lo es la fracción arena y equilibrada cuando no hay predominio
de ninguna fracción.

La textura es una de las propiedades del suelo más estables, y a partir

de ella se pueden inferir propiedades del suelo relacionadas con su uso y
comportamiento: capacidad de retención de agua (útil para las plantas),
facilidad para la circulación del agua, facilidad para el laboreo, velocidad
de entrada de agua en el suelo, capacidad de almacenamiento de
nutrientes, capacidad de retención de contaminantes y riesgo de
compactación. De forma generalizada los suelos arcillosos pueden
retener más agua y poseen una permeabilidad limitada, mientras que los
arenosos tienen una alta permeabilidad y una escasa capacidad de
retención. Para establecer la textura o la clase textural, se utiliza un
diagrama textural, en que cada lado representa una fracción (Ver Figura
24).

7
También se conoce como granulometría del suelo.

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Figura 24 Triángulo textural (Fuente: Smith y Smith, 2001)

1.2. Propiedades químicas

Las propiedades químicas más importantes del suelo son el pH y la capacidad

de intercambio iónico, pero también se tiene la salinidad

1. pH. En condiciones naturales el pH del suelo varía en el rango de 4 a 11,

en función del tipo de iones que predominan en la solución del suelo. En
regiones áridas y semiáridas, las sales presentes en el suelo no son
eliminadas por el agua percolación y quedan acumuladas en el suelo. Si
las sales predominantes son de calcio, el pH alcanza la magnitud de 8, y
si son de sodio valores hasta de 11. Por el contrario, en ambientes
húmedos el pH no supera el valor de 7. Es importante anotar el factor
clave para establecer un determinado nivel de pH es la presencia o no
de cationes, calcio y sodio para suelos alcalinos y ausencia de cationes o
presencia de aluminio en los suelos ácidos. El pH ejerce una influencia
notable en la nutrición de las plantas, ya que la capacidad de extraer
determinados nutrientes del suelo depende de él. Por ello, los distintos
nutrientes de las plantas, presentes en el suelo, presentan unos valores
óptimos de pH y en función de este podrán ser absorbidos o no por el
sistema radicular de la planta.

2. Capacidad de intercambio iónico. El intercambio iónico es un proceso

reversible que ocurre entre la fase sólida y la fase líquida del suelo,
aunque también puede establecerse entre dos fases sólidas. Los
materiales del suelo con capacidad para intercambiar iones son los
coloides del suelo, entre ellos se cuentan las arcillas, la materia orgánica
y minerales sin estructura cristalina (amorfos). Entre los iones que

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intervienen en el intercambio se encuentran los cationes: Ca2+, Mg2+,

H+, Al3+ y K+, y como aniones se tienen los sulfatos (SO42-), los cloruros
(Cl-), los nitratos (NO3-), los ortofosfatos (PO43-) y los bicarbonatos
(HCO3-).

La capacidad de intercambio iónico de un suelo depende del contenido

de materiales con capacidad de intercambiar iones y de la naturaleza de
los mismos. La cantidad de iones que pueden intercambiarse en la
solución del suelo va a ser crítico en aspectos nutricionales y de
retención de contaminantes. La capacidad de intercambiar iones se
relaciona estrechamente con el pH del suelo. En los suelos ácidos los
iones que predominan en el intercambio son el H + y el Al3+, mientras
que en los suelos alcalinos son el Ca2+ y el Mg2+. Los suelos más fértiles
tienen un pH próximo a 7, es decir, corresponden a la neutralidad.

1.3. Propiedades biológicas

Contenido de humus. El término humus se reserva para aquellas

sustancias orgánicas que resultan de los procesos de descomposición,
degradación y síntesis que se producen sobre restos orgánicos. Esos
procesos reciben el nombre de procesos de humificación y los productos
resultantes se conocen como humus. El humus es un constituyente de
color oscuro de la fase sólida del suelo, formado por ácido húmicos y
ácidos fúlvicos. Existen tres tipos de humus en relación con el pH: el mull
(pH: 5.5 a 7.5), el mor (pH: 3.5 y 4.5) y el moder (con características
intermedias entre los anteriores.

El humus se relaciona con el contenido y el tipo de materia orgánica en el

suelo, e interviene en procesos de formación y estabilización de
agregados del suelo, adsorción e intercambio iónico, suministro de
nutrientes, retención de humedad y protección frente a procesos de
degradación del suelo, su papel es fundamental en la fertilidad,
conservación y presencia de vida en los suelos.

5.- PROBLEMÁTICA DEL SUELO

El suelo sufre una serie de problemas que atentan contra su calidad,

produciendo lo que se conoce como degradación del suelo, que en casos
extremos puede llegar hasta la pérdida de suelo (desaparición de los
horizontes).

1.1. Consideraciones generales8

El suelo es un componente del medio ambiente y como tal debe ser

considerado como un suelo virgen, no explotado; cuyas características son el
resultado de una larga evolución hasta alcanzar un equilibrio con las
condiciones naturales (dentro de las condiciones ambientales no está incluida

8
Fuente: http://edafologia.ugr.es/conta/tema10/degra.htm (Fecha de consulta: 21-05-10).

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la acción humana). Es evidente que su continua e irresponsable utilización por

parte del hombre ha truncado su evolución y ha condicionado negativamente
sus propiedades. Como resultado el suelo se deteriora o se degrada y en casos
extremos se destruye.

Actualmente existe una fuerte tendencia que clama por una utilización racional
del suelo, sus principios se agrupan en lo que se conoce por Conservación de
Suelos. Las teorías conservacionistas persiguen obtener máximos
rendimientos pero con mínima degradación.

El cuidado del suelo es esencial para la supervivencia humana. El suelo

produce la mayor parte de los alimentos necesarios, fibras y madera; sin
embargo, en muchas partes del mundo, el suelo ha quedado tan dañado por
un manejo abusivo y erróneo que nunca más podrá producir bienes (FAO, Food
and Agriculture Administration, 1976).

En muchas zonas del planeta, los suelos han sido gravemente alterados, por
haber sido compactados, cubiertos de cemento y asfalto por la construcción de
carreteras, otros inundados, otros removidos por excavaciones o actividades
mineras, y expuestos de esta manera a la erosión eólica o hídrica. Los
horizontes superiores son mezclados por actividades agrícolas, o compactados
por maquinaria pesada.

Los suelos protegidos por la vegetación mantienen su integralidad. La

vegetación minimiza la acción del viento y dispersa las gotas de lluvia,
reduciendo su fuerza erosiva. El agua se filtra poco a poco entre la hojarasca,
penetrando posteriormente en el suelo. Si la cantidad de lluvia supera la
capacidad del suelo para absorberla, el agua en exceso se desplaza por la
superficie (escorrentía superficial), pero la presencia de vegetación hace más
lento este movimiento (ralentización).

1.2. Degradación del suelo

Se considera como degradación del suelo a toda modificación que conduzca al

deterioro del suelo. También se define la degradación del suelo como la
pérdida total o parcial de la aptitud de un suelo para un uso determinado.

Según la FAO - UNESCO (United Nations Educational, Scientific and Cultural

Organization) la degradación es el proceso que rebaja la capacidad actual y
potencial del suelo para producir, cuantitativa y cualitativamente, bienes y
servicios.

La degradación del suelo es la consecuencia directa de la utilización del suelo

por el hombre, bien como resultado de actuaciones directas, como agrícola
(uso de agroquímicos y riego), forestal y ganadera, o por acciones indirectas,
como son las actividades industriales, eliminación de residuos, transporte, etc.

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1.3. Tipos de degradación

La degradación del suelo implica una serie de modificaciones que se

representan en la Figura 17.

Figura 25 Modificaciones del suelo que conducen a su degradación

a) Contaminación

El suelo se puede degradar al acumularse en él sustancias a unos niveles tales

que repercuten negativamente en el comportamiento de los suelos.

La FAO define la contaminación como una forma de degradación química que

provoca la pérdida parcial o total de la productividad del suelo.

La contaminación del suelo se produce por la presencia de sustancias químicas,

productos peligrosos, residuos industriales y domésticos y otros, que alteran
sus propiedades químicas y biológicas, ocasionando efectos adversos en el
desarrollo de las plantas y la salud de los animales.

La creciente cantidad de fertilizantes y otros productos químicos agrícolas

(agroquímicos) que fueron aplicados a los suelos después de la II Guerra
Mundial, sumada a las prácticas de vertido de residuos industriales y
domésticos, llevó a una progresiva preocupación por la contaminación de los
suelos a mediados de la década de 1960. Aunque el exceso de fertilizantes que
contienen nutrientes primarios, nitrógeno, fósforo y potasio, ha producido
contaminación local temporal de los suelos, la aplicación de elementos traza sí
ha generado acumulación en el suelo. Así, el riego de suelos áridos lleva
frecuentemente a la contaminación por sales; mientras que, la efectividad de
un plaguicida, así como los riesgos que representan sus residuos, dependen en

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gran medida del tiempo que éste perdura en el suelo. El DDT9 que es un
hidrocarburo policlorado, tiene una vida media de tres años en suelos
cultivados, mientras que los insecticidas organofosforados sólo permanecen
durante días o meses. Los hidrocarburos policlorados persisten más tiempo en
suelos con un alto contenido en materia orgánica, además es necesario
emplear más cantidad del producto para aniquilar a las plagas. Los insecticidas
se mantienen más tiempo si se introducen en el suelo en vez de dejarlos en la
superficie. Los herbicidas aplicados a los suelos pueden no permanecer en
absoluto o hacerlo durante dos años o más, dependiendo del compuesto.

Las fuentes de contaminantes del suelo se clasifican en naturales (por ejemplo,

erupciones volcánicas, inundaciones, incendios forestales, etc.) y antrópicas,
entre las cuales se tienen actividades extractivas (por ejemplo, acumulación de
relaves mineros), industriales (por ejemplo, presencia de residuos
industriales), actividades agrícolas (por ejemplo, exceso de agroquímicos),
entre otras.

b) Pérdida de fertilidad

Es la disminución de la capacidad del suelo para soportar vida. Se producen

modificaciones en sus propiedades físicas, químicas y biológicas que conllevan a
su deterioro10.

(a) (b)

Figura 26 Cuando un suelo se degrada pierde su capacidad de producción (a),

si se quiere recuperar su capacidad de producción mediante la fertilización o
abonado, esta se ve limitada por la degradación sufrida (b)

Al degradarse el suelo pierde capacidad de producción y cada vez hay que

añadirle más cantidad de abonos para producir siempre cosechas muy
inferiores a las que produciría el suelo si no se presentase degradado.

El deterioro del suelo a veces es consecuencia de una degradación física, por:

pérdida de estructura, aumento de la densidad aparente, disminución de la

9
Por el Convenio de Estocolmo es considerado un contaminante orgánico persistente (COP).
10
Por el Dr. Enrique Barahona citado en http://edafologia.ugr.es/conta/tema10/tipos.htm (Fecha de
consulta: 21-05-10)

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permeabilidad, disminución de la capacidad de retención de agua. Puede

tratarse de una degradación química, que se puede deber a varias causas:
pérdida de nutrientes, acidificación, salinización, sodificación, aumento de la
toxicidad por liberación o concentración de determinados elementos químicos.
En otras ocasiones se habla de degradación biológica, cuando se produce una
disminución de la materia orgánica incorporada.

c) Erosión (pérdida de masa superficial)

La erosión es la pérdida selectiva de materiales del suelo. Por la acción del

agua o del viento, los materiales de las capas superficiales van siendo
arrastrados. Si el agente es el agua se habla de erosión hídrica y para el caso
del viento se denomina erosión eólica.

El concepto de erosión del suelo se refiere a la erosión antrópica, que es de

desarrollo rápido. Frente a ella está la erosión natural o geológica, de evolución
muy lenta.

La erosión geológica se ha desarrollado desde siempre en la Tierra, es la

responsable del modelado de los continentes y sus efectos se compensan en el
suelo, ya que actúan con la suficiente lentitud como para que sus
consecuencias sean contrarrestadas por la velocidad de formación del suelo.
Así en los suelos de las superficies estables se reproduce el suelo, como
mínimo, a la misma velocidad con que se erosiona.

Es más, es muy importante destacar que la erosión natural es un fenómeno

muy beneficioso para la fertilidad de los suelos.

Todas las propiedades del suelo, y por tanto su profundidad, son consecuencia
de una determinada combinación de los factores formadores. En una
determinada región aparecerá un suelo cuya profundidad será el resultado de
un clima concreto (temperatura y precipitaciones), sometido a la actividad de
unos determinados organismos, en un tipo de relieve, que actúan sobre una
clase de roca durante un tiempo. Si no actuase la erosión natural esa
profundidad de material edafizado se iría alterándose progresivamente cada
vez más conforme el suelo se fuese volviendo más antiguo y llegaría un
momento que todos los minerales originales se habrían transformado
totalmente, ya no aportarían ningún nutriente nuevo al suelo y este quedaría
constituido por un residuo totalmente infértil. En este escenario, prácticamente
toda la Tierra estaría recubierta de una capa inerte, sin posibilidad de soportar
vida alguna.

Afortunadamente este panorama no se presenta precisamente debido a la

erosión geológica. Esta lenta erosión va retirando lentamente las capas
superiores de los suelos con lo que va disminuyendo el espesor del suelo y este
se va progresivamente profundizando hacia capas más internas donde se
encuentra el material original sin transformar (para mantener su profundidad
de equilibrio con las condiciones ambientales). Así, de esta manera se van

16
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incorporando continuamente nuevos materiales al suelo (materiales frescos, no

alterados, con abundantes minerales que al alterarse aportan nutrientes a los
suelos). El tipo de suelo será siempre el mismo (mientras no se produzca un
cambio en las condiciones ambientales) pero, se irá desplazando con el tiempo.

La erosión antrópica se produce al verse desprovisto el suelo de la cubierta

protectora de vegetación y hojarasca, a causa de la labranza, la tala de
árboles, el pastoreo y la construcción de carreteras e infraestructuras urbanas,
por estas actividades los suelos quedan expuestos a la acción erosiva del
viento y el agua, que remueven las partículas que lo forman a una velocidad
mayor que la velocidad de formación de un suelo nuevo. “El suelo se forma a
una tasa aproximada de 1 tonelada métrica por hectárea y por año” (Smith y
Smith, 2001). La pérdida de las capas superficiales ricas en humus, con una
notable capacidad absorbente y de estructura granular, deja al descubierto las
capas inferiores, pobres en humus, menos absorbentes, más inestables y
fácilmente erosionables. Si el subsuelo está constituido por arcillas, absorbe el
agua tan lentamente que las lluvias intensas provocan una fuerte erosión y
una rápida escorrentía superficial.

La compactación del suelo intensifica el problema. La maquinaria pesada,

desde los grandes tractores agrícolas hasta los equipos de construcción,
compacta el suelo de amplias áreas de terreno.

Erosión Pérdida de suelo

Clases t/ha/año mm/año
Nula o ligera <10 <0,6
Moderada 10-50 0,6-3,3
Alta 50-200 3,3-13,3
Muy alta >200 >13,3

Salinización Aumento de la conductividad de la capa de 0-40 cm

Clases mmhos/cm/año
Nula o ligera <2
Moderada 2-3
Alta 3-5
Muy alta >5

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CONTAMINACIÓN AMBIENTAL JORGE EDUARDO LOAYZA PÉREZ

Sodicación Aumento del Porcentaje de Sodio Cambiable de la

capa de 0-40 cm
Clases mmhos/cm/año
Nula o ligera <2
Moderada 2-3
Alta 3-5
Muy alta >5

Degradación Si la saturación en bases es Si la saturación en

química <50% bases es >50%
Clases disminución de la saturación en bases, en % año
Nula o ligera <1,25 <2,5
Moderada 1,25-2,5 2,5-5
Alta 2,5-5 5-10
Muy alta >5 >10

Degradación física Aumento de la densidad aparente, en %

Valores iniciales
Clases 1,0 gr/cm3 1-1,25 gr/cm3 1,25-1,4 1,4-1,6
gr/cm3 gr/cm3
Nula o ligera <5 <2,5 <1,5 <1
Moderada 5-10 2,5-5 1,5-2,5 1-2
Alta 10-15 5-7,5 2,5-5,0 2-3
Muy alta >15 >7,5 >5,0 >3

Degradación
Disminución de la permeabilidad, en %
física
valores iniciales
moderada, 5-10
Clases rápida, 20 cm/h lenta, < 5 cm/h
cm/h
Nula o ligera <2,5 <1,25 <1
Moderada 2,5-10 1,25-5 1-2
Alta 10-50 5-20 2-10
Muy alta >50 >20 >10

Degradación biológica disminución del humus, en

Clases capa de 0-30 cm, % año

Nula o ligera <1

Moderada 1-2,5
Alta 2,5-5
Muy alta >5

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CONTAMINACIÓN AMBIENTAL JORGE EDUARDO LOAYZA PÉREZ

Figura 27 Tipos de degradación del suelo

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