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Caracterización y regionalización de los procesos oceanográficos

de los mares mexicanos

Mesa de Procesos Oceanográficos

Participantes Jorge Zavala, Olivia Salmerón, Verónica Aguilar, Sergio Cerdeira y


Melanie Kolb

Antecedentes

Organizado por la Conabio, Conanp, TNC-México, y Pronatura, los días 4 y 5 de octubre del

2005, se llevó a cabo en la Ciudad de México un taller para identificar los sitios de mayor

importancia para la conservación de la biodiversidad costera y oceánica de México. Lo anterior

es un insumo básico para el análisis de vacíos y omisiones de conservación (gap analysis) en el

contexto de los compromisos adquiridos en la séptima conferencia de las partes del Convenio

sobre Diversidad Biológica y para el Segundo Estudio de País que coordina la Conabio. Los

criterios de priorización estuvieron basados en valores bióticos, abióticos, impactos y amenazas.

Se elaboraron fichas técnicas junto con una evaluación detallada de cada uno de los sitios.

Tomando en consideración una lista preliminar de tipos posibles de objetos de conservación en

ambientes costeros y oceánicos, se seleccionaron, delimitaron, y cartografiaron los sitios

prioritarios de acuerdo a la opinión de investigadores de diferentes instituciones del país,

organizados en las siguientes especialidades: vertebrados, bentos, plancton y pesquerías,

vegetación costera y marina, y procesos oceanográficos. En este trabajo se expone la

identificación y caracterización de 18 zonas de los mares mexicanos importantes por sus


procesos oceanográficos.

I. Introducción

México es un territorio situado en América del Norte que limita al norte con los Estados Unidos

de América, al sur con los países centroamericanos de Guatemala y Belice y el Océano Pacífico,
al poniente con el Océano Pacífico, y al oriente con el Golfo de México y el Mar Caribe (Figura 1).
Figura 1. Territorio de México y sus mares adyacentes. Mosaico de un compuesto de las bandas 1, 4, 3

(RGB) de imágenes diurnas y sin nubes del año 2002 del sensor espacial MODIS del satélite TERRA, con

resolución espacial de 250 m, sobre un modelo digital de terreno. Las bandas 4 y 3 han sido remuestreadas

a 250 m. Procesada en la Coordinación de Percepción Remota de la Conabio (Conabio, 2003).

El país cuenta con 11 600 Km de litoral, una plataforma continental de 388 mil Km2, 1 567 mil

hectáreas de estuarios y una superficie insular de 5 083 Km2. El mar territorial abarca alrededor

de 231 mil Km2 y la zona económica exclusiva tiene un área de 3 149 920 Km2 (Contreras y
Castañeda, 2004; Arriaga et al. 1998; de la Lanza, 2004). El hecho de que México se encuentre

rodeado por cuatro mares principales: Pacífico, Golfo de California, Golfo de México y Caribe, le
confiere niveles altos de diversidad de ecosistemas y especies, así como de recursos marinos.
Figura 2. Grandes regiones marinas de México (Conabio, 2003).

La caracterización de los mares mexicanos se hizo a partir de cinco grandes regiones: Pacífico

Noroeste, Golfo de California, Pacífico Tropical, Golfo de México y Mar Caribe (Figura 2),

tomando en cuenta las Ecorregiones Marinas y Costeras de la Comisión de Cooperación

Ambiental (CCA) (Figuras 3 y 4). En esta caracterización se identifican los rasgos topográficos

junto con los forzamientos y procesos físicos dominantes tanto de la región oceánica como de la
plataforma costera.
Figura 3. Ecorregiones marinas de la CCA para México (CCA).

Figura 4. Ecorregiones costeras de la CCA para México (CCA).

II. Resultados

Para todos los mares mexicanos se identificaron 20 zonas con procesos oceanográficos

relevantes numerándolos por grandes regiones, seguido de un número, útil para una

representación cartográfica en un SIG (Figura 5). A continuación se describen cada una de las
zonas.
Figura 5. Representación de las 20 zonas con procesos oceanográficos relevantes.

Pacífico Mexicano

La parte correspondiente a la zona económica exclusiva de México abarca más de 2.3 millones

de Km2 de extensión marina; la costa mexicana consta de 7 146 Km de longitud y desde ahí se

miden las 200 millas náuticas de soberanía, incluyendo las islas oceánicas de Guadalupe, frente

a la zona noroeste de Baja California y el archipiélago de las islas Revillagigedo, frente al estado

de Colima. El Pacífico Mexicano cuenta con una batimetría muy variable: la máxima profundidad

de la que se tiene registro se encuentra frente a las costas de Chiapas y Oaxaca, en la fosa de

Tehuantepec, con más de 6 000 m; más del 80% del fondo marino sobrepasa los 2 000 m, 6%

se ubica entre los 1 000 y 2 000 m, poco más de otro 6% entre 200 y 500 m, y sólo 6.5% a

menos de 200 m. De norte a sur, las principales subplacas de la placa Pacífico Oriental son

Borderland, Guadalupe, Arrugado y la porción sur de Baja California, donde se localizan las

fracturas de Molokai, la depresión de Liches, el sistema de fallas de Agua Blanca, San Andrés,

Santo Tomás, Tosca, Alijos, Ulloa Calafia y Abanico de Magdalena. En el Golfo de California, que

forma parte de la placa del Pacífico Oriental, se encuentran las fallas transformantes de las

cuencas de Guaymas, Carmen, Farallón y Pescadero que conectan a esta placa con la zona del
Rift y a esta última con la placa de Cocos (Espinosa, 2004).
Hacia el sur, se encuentran la subplacas Rivera y Orozco, la placa de Cocos y la Trinchera

Mesoamericana, así como las fosas de Manzanillo, Petacalco, Acapulco y Ometepec. En la zona

Panámica, en la frontera con Guatemala, se localiza una zona de subducción de la placa de

Cocos y la Pacífico Norteamericana con una serie de fracturas y fosas de subducción de gran
profundad, resultado del movimiento de las placas tectónicas (Figura 6).

Figura6. Tectónica de placas.

1. Pacífico Noroeste (Costa Occidental de la Península de Baja California)


1.1 Surgencia de la costa occidental de Baja California

Esta región se caracteriza como una zona de intensa actividad de surgencias costeras

ocasionadas por los vientos del NW-SE, siendo más intensos durante la primavera en particular

en abril y mayo. Las aguas emergen desde aproximadamente 50 Km de la costa llevando hacia

la superficie agua fría, rica en nutrientes y pobre en oxígeno disuelto. La intensidad de las

surgencias crece a lo largo de la costa peninsular hacia el norte. Los índices de surgencia varían

en ésta región en un rango bastante amplio, que depende de las condiciones de viento,
topografía del fondo y a veces de la influencia de la corriente de California.
1.2 Surgencia del Vizcaíno

En esta región, además de las surgencia ocasionada por los vientos del NW-SE, ocurren giros

semipermanentes debidos a la conjunción de características de batimetría, topografía y vientos.

1.3 Frente de Ensenada

Una de las características persistentes más notables de la Corriente de California, en el noroeste

de la Península de Baja California, es el Frente de Ensenada (Haury et al., 1993). Dicho frente

consiste en un cambio abrupto en las características de las aguas superficiales de la Corriente de

California que son relativamente eutróficas, frías y menos salinas. Este frente está formado por

un intrincado conjunto de corrientes, algunas de las cuales alimentan remolinos y otras son

subducidas bajo las aguas tibias y oligotróficas localizadas hacia el sur (Santamaría et al.,

2002). El calentamiento de las masas de agua y la pérdida de pigmentos superficiales ocurre

rápidamente en forma perpendicular al flujo frontal. La zona frontal se caracteriza por bajos

gradientes físicos, químicos y biológicos. Este fenómeno ocurre casi todo el año pero tiene

mayor presencia de finales de marzo a principios de julio, con la excepción que en años de El

Niño sólo es detectable por un tiempo muy corto. Se desplaza latitudinalmente unos 15 km en el
transcurso de un año. (Haury et al., 1993)

1.4 Frente de Cabo San Lucas

Desde el punto de vista oceanográfico, destaca, en la boca del Golfo, la existencia de "frentes

oceánicos". Éstos, por lo general, están localizados cerca del Cabo San Lucas, en el extremo sur

de la península. De acuerdo con Griffiths (1953) dichos frentes se pueden formar en los 120 m

más superficiales, debidos al encuentro de dos o tres tipos de masas de agua: 1) la del Golfo de

California, 2) la de la Corriente de California y 3) la del Pacífico subtropical nororiental. Sin

embargo, Warsh et al., (1973) identificó una cuarta masa de agua subsuperficial producida por

la mezcla de la Corriente de California y de la masa de agua subtropical subsuperficial, entre los

50 y 200 m de profundidad. El frente de Cabo San Lucas es el frente más estable y de mayor

gradiente, formado en la frontera de las aguas de la Corriente de California y del golfo mismo.

Durante el mes de mayo, aunque identificable, este frente no está tan bien desarrollado como en

abril, lo que se explica por el debilitamiento de la Corriente de California. Este frente

aparentemente es persistente y tiene pocas modificaciones. En general, se observa un patrón de

circulación en el que el agua cálida, oriunda del golfo, es transportada al oeste, cerca de la

costa; y el agua fría, de la Corriente de California, es transportada al este, fuera de la costa


(Álvarez-Arellano y Molina-Cruz, 1984).
2. Golfo de California

El Golfo de California, también conocido como Mar de Cortés es una extensión del Océano

Pacífico y se ubica entre la Península de Baja California y los estados de Sonora y Sinaloa, al

noroeste de México. Tiene una longitud de 1203 Km y su anchura varía en un rango de 92 a 222
Km. En su extremo norte se encuentra la desembocadura del Río Colorado.

Para la parte media y norte del Golfo, existen 4 zonas que responden y evolucionan de manera

diferente al calentamiento superficial estacional del área: a) la zona somera norte (<de 30 m de

profundidad) del extremo norte del Golfo, b) el golfo norte, al norte del complejo insular,

exceptuando la zona somera, c) la zona de las grandes islas que forman el complejo insular y d)

el Golfo central al sur de las grandes islas y hasta la cuenca de Farallón. Tres son los fenómenos

que tienen mayor influencia en el aumento o disminución de la temperatura superficial en estas

zonas, el calentamiento directo del sol, la advección, y la mezcla provocada por mareas y
surgencias que transporta aguas frías subsuperficiales, a las capas superficiales.

2.1 Alto Golfo

En esta región el proceso oceanográfico que rige la circulación son el viento y la topografía que

producen una fuerte mezcla vertical con el consiguiente aporte de nutrientes, así como la

circulación estacional y su posible relación con el forzamiento de la boca. De acuerdo con

Viacheslave (2004) existe un giro anticiclónico en la época de invierno el cual es causado por los

mecanismos básicos (planetarios-topográficos) y los efectos baroclínicos y del viento. Por otra
parte, la existencia del giro ciclónico en la época de verano es causada principalmente por la
distribución específica de la densidad, que provoca corrientes relativamente más fuertes.

En esta región existe formación de masas de agua producidas por la alta salinidad y fuerte

evaporación que provocan su hundimiento y su incorporación a las masas de agua profundas.

Asimismo, se presentan grandes variaciones estacionales y espaciales de temperatura

principalmente en la desembocadura del río Colorado (<10° - >32°C). Esta zona somera

responde a la mezcla ocasionada por las mareas y el viento y a la ganancia o pérdida de calor

por la superficie formando un frente de agua fría en el invierno y uno de agua cálida en verano
(Buenrostro, 2004)
2.2 Complejo insular del Golfo de California

La zona central del Golfo de California es muy dinámica produciéndose mezcla vertical

ocasionada por las corrientes de marea, viento, surgencias y fuerte calentamiento solar. Existe

una alta productividad por la mezcla vertical, sobretodo durante las mareas vivas. Se observan
remolinos y filamentos térmicos por períodos de días.

En la zona de las grandes islas la temperatura superficial del agua es la más fría durante todo el

año, exportando por advección esta agua hacia el sur en otoño, invierno y parte de primavera, y

hacia el norte en parte de la primavera y el verano. Las regiones adyacentes al norte y al sur del

complejo insular responden primero a un calentamiento general por ganancia del calor solar, de

manera que, después de pasar la época de surgencias invernales en la costa continental, los

primeros meses van a la par, con un calentamiento gradual y uniforme. Al avanzar la primavera

empieza una invasión de aguas cálidas desde la boca del golfo, en mayo alcanzan la cuenca de

Guaymas y empiezan a ejercer presión sobre las aguas frías de la zona de las islas. A fines de

mayo o principios de junio, con la presencia de los vientos del sureste, las aguas cálidas del sur

penetran la zona entre las islas, pero al mismo tiempo aguas frías de esta zona son

transportadas por advección hacia la región norte, ocasionando en general un enfriamiento de


este (Buenrostro, 2004).

Cabe mencionar que los vientos son particularmente fuertes en el Canal de Ballenas. Este canal

está aislado de la región central del golfo por una cordillera submarina. En esta región el agua es
fría permanentemente y está asociada a altas concentraciones de nutrientes.

2.3 Surgencia del margen continental del Golfo de California

Esta región está dominada por los vientos del NW-SE que generan importantes surgencias a lo

largo de las costas de Sonora y Sinaloa durante el otoño, invierno y primavera.

2.4 Surgencia del margen peninsular del Golfo de California

Esta región está dominada por los vientos del SE-NW que generan importantes surgencias a lo

largo de toda la costa de la península durante el verano.

3. Pacífico Tropical
3.1 Surgencia de Cabo Corrientes
Se trata de una surgencia costera intermitente con mayor intensidad en primavera debida a la

topografía y a los vientos (fenómeno de punta). Se extiende a todo lo largo de las costas de
Jalisco y Nayarit.

3.2 Alberca caliente del Pacífico Tropical

Se trata de una zona de circulación débil anticiclónica, con una termoclina somera, temperatura

alta y baja concentración de nutrientes. Cabe mencionar que las condiciones térmicas de la

superficie del mar determinan en buena medida la existencia, evolución, carácter e intensidad de

la convección atmosférica profunda sobre esta zona y su influencia en la penetración de

humedad, en extensión y volumen, al noroeste de México, fenómeno conocido como el “monzón


mexicano”. Asimismo, la intensa mezcla vertical que en la superficie del mar inducen los nortes

en el Golfo de Tehuantepec interrumpe drásticamente, hacia el sur, la extensión de la alberca

caliente. Este fenómeno reduce la disponibilidad de energía calorífica para los procesos

convectivos profundos de la tropósfera baja sobre esta zona geográfica durante el verano y
restringe también el tamaño de la alberca (Márquez García, et al., 2003).

Con relación a la corriente costera, esta presenta fuertes variaciones en las escalas anual y

semianual, las cuales parecen estar asociadas principalmente a la propagación de ondas internas

costeras o a giros de mesoescala. Esta corriente es de unos 50 Km de ancho, con dirección al

noroeste y velocidades de hasta 0.5 m/s. Las corrientes geostróficas también muestran gran

variabilidad espacial y evidencia de la presencia de ondas atrapadas y de giros (Lavín, et. al.,
2003).

3.3 Giros de Tehuantepec

Estos grandes remolinos generados en el Golfo de Tehuantepec se originan por la mezcla

turbulenta de aguas subsuperficiales frías inducida por el viento que pasa a través del Istmo de

Tehuantepec. Estos giros anticiclónicos (100-450 Km de diámetro) persisten durante meses y se

propagan hacia el oeste donde juegan un papel importante no sólo en la riqueza biológica de

esta zona hasta los niveles tróficos superiores, sino también en el balance regional de
transferencia de dióxido de carbono entre el océano y la atmósfera.

3.4 Surgencia de Tehuantepec


Se localiza en el Golfo de Tehuantepec frente a las costas de Oaxaca con mayor intensidad

durante el invierno (dic, ene y feb) por los nortes y en julio por los vientos alisios del NE; siendo

de menor intensidad la surgencia de julio (Romero-Centeno, et al., 2003). El sistema de

Tehuantepec es forzado por sistemas subtropicales de alta presión originados en Norteamérica

que se desplazan hacia el sur sobre el Mar Caribe, creando grandes diferencias de presión entre

el golfo de México y las masas de aire más calientes y de menor presión que residen sobre el

Pacífico. La respuesta del océano a este forzamiento eólico es muy rápida produciendo
importantes eventos de afloramiento de aguas frías y profundas hacia la superficie.

4. Golfo de México

El Golfo de México es una región marítima del Océano Atlántico. Es un sistema semi-cerrado con

una entrada de agua oceánica por el Mar Caribe a través del Canal de Yucatán, que tiene una

profundidad de 1900 m, y con una salida al Océano Atlántico a través del Estrecho de la Florida,

entre la Península de Florida y la Isla de Cuba, en donde la profundidad es de alrededor de 900

m. Alcanza los 3700 m, en su parte más profunda y los 200 m en sus grandes extensiones de

plataforma continental. Las plataformas más extensas son las que se encuentran al norte de la

Península de Yucatán, al oeste de la Península de Florida y al sur de los Estados de Texas y


Louisiana. Tectónicamente, se ubica en la placa de Norteamérica.

4.1 Plataforma de Tamaulipas y Veracruz

Los vientos tienen gran importancia en la mezcla vertical del Golfo de México. En el invierno los

nortes y en el verano las tormentas tropicales y los huracanes, hacen más profunda la capa
mezclada, incorporando nutrientes a la zona fótica.

La plataforma de Tamaulipas y Veracruz tiene mucho intercambio con la plataforma de Texas y

está fuertemente afectada por los remolinos que interactúan con el talud, principalmente en la
plataforma externa. La influencia de los remolinos es mayor en la zona de Tamaulipas.

En esta zona ocurren, cuando dominan los vientos del sursureste, la formación surgencias

durante el verano (mayo-agosto con máximo en julio) y en otoño e invierno ocurre el proceso de

advección de agua fría (no es una surgencia) lo cual provoca que haya más nutrientes en
invierno que en verano debido a los aportes del Río Misisipi y otros sistemas estuarinos en la

plataforma de Texas y Luisiana. Asimismo, esta zona es relevante porque actúa como un
corredor biológico en el transporte de nutrientes, larvas y organismos, además de servir de
conexión entre los diferentes sistemas lagunares costeros.

En la plataforma de Tamaulipas, la surgencia de verano retrasas el máximo de temperatura

superficial del mar (TSM) hasta el mes de septiembre mientras que en la mayor parte del Golfo

se alcanza en agosto. Esta diferencia está asociada con el cambio de dirección de la corriente a

lo largo de la costa que tiene lugar en septiembre y con el final de las condiciones de viento
favorables a la surgencia (Rodríguez, et al., 2004).

En el Golfo de México son de particular relevancia los vientos sobre la plataforma continental. La
dirección de los vientos y la forma cóncava del golfo provocan que existan regiones en donde las

corrientes estacionales van en el sentido de las manecillas del reloj, mientras que en otras van

en la dirección contraria (Zavala Hidalgo et al., 2003). Esto hace que durante el otoño e invierno

(octubre-marzo) las corrientes a lo largo de las costas de Tamaulipas y Veracruz sean, en

promedio, hacia el sur, yendo en sentido contrario a las manecillas del reloj, mientras que en los

estados de Campeche y Yucatán, van predominantemente en el sentido de las manecillas del

reloj. Esto provoca que las corrientes confluyan en el extremo sur del Golfo de México

produciendo flujos perpendiculares a la costa, de la zona de plataforma a la zona oceánica, que

son importantes porque van acompañados de altos contenidos de materia orgánica y de aguas
de baja salinidad (Figura 7).

Durante el verano (mayo-agosto), cuando los vientos sobre la plataforma de Tamaulipas y

Veracruz tienen una componente hacia el norte (del SE), las corrientes son predominantemente
en esa dirección y la confluencia se da cerca de la frontera con los Estados Unidos. La Figura 8

ilustra la zona de confluencia de las corrientes. En esta estación los vientos favorecen el aporte

de agua subsuperficial hacia la plataforma y, en ocasiones, hasta la superficie. Frecuentemente

estas corrientes no son evidentes para un observador porque existen otros movimientos que son

dominantes en periodos de tiempo muy cortos. Por ejemplo, las mareas producen corrientes que

oscilan, por lo que un observador notará que las corrientes van y vienen a lo largo de la costa.

También la variabilidad de los vientos produce corrientes que cambian de dirección en períodos

de pocos días. Por ejemplo, cuando hay un norte soplan vientos intensos del norte durante

algunos días. El resultado de todos estos movimientos es complejo, pero si obtenemos el


promedio de varios días o semanas observamos las corrientes estacionales arriba descritas.
Figura 7. Promedio de la circulación y salinidad superficial en el Golfo de México (izquierda) del 15 de abril

al 31 julio (derecha) del 1 de septiembre al 31 de marzo (Zavala Hidalgo, et. al., 2003).

Es importante mencionar que en esta región las corrientes inducidas por los ríos y las producidas

por los vientos tienen la misma dirección durante el otoño e invierno, pero los vientos del verano

tienen una dirección contraria lo que provoca flujos complejos cerca de la desembocadura de los

ríos (Figura 8). Uno de los aportes más importantes para la plataforma mexicana del Golfo de

México proviene de las aguas del Misisipi que viajan a lo largo de la plataforma de los estados de

Luisiana y Texas en los Estados Unidos y penetran, durante el otoño e invierno, hacia los
estados mexicanos de Tamaulipas y Veracruz (Zavala Hidalgo y Fernández Eguiarte, 2004).
Figura 8. Vientos promedio mensuales en el Golfo de México y Mar Caribe Noroccidental (Zavala Hidalgo, J.

y A. Fernández Eguiarte. 2004).

4.2 Confluencia Veracruz – Tabasco

En esta región es donde confluyen las corrientes costeras provenientes de la plataforma de

Tamaulipas - Veracruz y de Tabasco - Campeche, principalmente en otoño e invierno.

Por otra parte, esta zona tiene también mucha influencia de los ríos Grijalva y Usumacinta. Al

descargar los ríos aguas de muy baja salinidad éstas entran en contacto con el agua de mar, la

cual es más pesada debido al contenido de sales. El agua dulce tiene una densidad aproximada

de 1000 kg/m3, mientras que la del agua de mar es de aproximadamente 1025 kg/m3. Esto

hace que el agua de los ríos flote y, cuando está en movimiento, tienda a moverse hacia la
derecha por efecto de la fuerza de Coriolis (Zavala Hidalgo y Fernández Eguiarte, 2004).

4.3 Exportación de Veracruz – Tabasco

Es una región en donde se observan importantes flujos de agua de baja salinidad y altos

contenidos de materia orgánica, que viajan perpendicularmente a la costa, de la zona de

plataforma a la zona oceánica frente a la frontera entre Tabasco y Veracruz principalmente en


otoño e invierno.
4.4 Surgencia de Cabo Catoche

Figura 9. Presencia de la surgencia al NE de la Península de Yucatán.


Figura 10. Figura 10. Imagen comparativa de la densidad de pigmentos fotosintéticos y de temperatura

superficial del mar, del 3 de abril de 1998, obtenida mediante el sensor SeaWiFS y NOAA. Imágenes AVHRR-

NOAA (Pérez et al., 1999) respectivamente. Se aprecia el incremento de clorofila a lo largo del margen

occidental de la Corriente del Lazo.

Este proceso se ubica en el NE de Yucatán. Esta surgencia tiene presencia durante todo el año y
se ubica justo al norte de Cabo Catoche y se considera que se debe a la interacción de la
Corriente de Yucatán con el talud y la topografía que provoca que las masas de agua fría, ricas
en nutrientes, emerjan del fondo a la superficie (Zavala y Fernández, 2004). Esta surgencia
forma el límite oeste de la Corriente del Lazo y tiene una oscilación de E-W (Figuras 9 y 10)
(Pérez et al., 1999; Melo et al., 2000).

El Canal de Yucatán y el Estrecho de La Florida son zonas de dinámicas muy resaltantes y esta

compleja combinación de factores físicos influyen de forma muy directa sobre la distribución de
las comunidades planctónicas. De esta forma, adosados al talud izquierdo de la corriente,

aparecen zonas de elevada concentración de pigmentos del fitoplancton asociados a fenómenos

de afloramiento que se producen en estas zonas (Merino et al., 1992). La densidad de

pigmentos fotosintéticos superficiales resulta un buen indicador no sólo de los procesos

oceanográficos fundamentales de la región, sino también del proceso de transformación que

sufren las aguas del Mar Caribe al entrar en contacto con las del Golfo de México y de manera

indirecta de la intensidad de los procesos de interacción océano-atmósfera en el área de estudio


(Cerdeira et al., 1998).

El sensor de color del mar Coastal Zone Color Scanner (CZCS) colocado a bordo del satélite

Nimbus-7, permitió durante ocho años la cartografía sinóptica de la concentración de pigmentos

cerca de la superficie y brinda la posibilidad de estudiar fenómenos oceanográficos superficiales

dado que los pigmentos del fitoplancton sirven de trazadores visuales de la circulación

superficial. Melo et al., (1995), describieron la estacionalidad de la densidad de pigmentos

superficiales en la región, a partir del análisis de una serie de imágenes promedios mensuales de

color del mar durante tres años (1979-1981), usando el sensor CZCS y la vincularon con la
estructura de la capa superior mezclada.

El análisis del comportamiento de la concentración de pigmentos registrados por las imágenes

del CZCS confirma la estacionalidad reportada para el Golfo de México por Müller-Karger et al.,

(1991); con un valor promedio de 0.072 mg/m3 en el verano y 0.115 mg/m3 en el invierno. El

promedio anual de pigmentos para los ocho años analizados es de 0.097 mg/m3 (Cerdeira et al.,
1998).
Asimismo, Pérez et al. (1996 y 1999) y Cerdeira et al., (2000) describen la existencia de una

zona frontal, al parecer de carácter permanente, al NE de Cabo Catoche, paralela al talud

oriental de la plataforma de Yucatán (Figuras 9 y 10). El frente está presente a lo largo del año,

pero su efecto sobre las comunidades planctónicas resulta diferente en invierno y verano. En

verano, se produce un fuerte incremento en la riqueza del plancton, que afecta incluso los

niveles tróficos superiores, al converger masas de agua con diferentes propiedades físico-

químicas y portadoras de comunidades planctónicas en disímiles estadios de desarrollo. En el

invierno, sin embargo, la convergencia de masas de aguas con historia reciente similar, no
provoca incrementos en la riqueza de las comunidades planctónicas.

4.5 Surgencia de Yucatán

Este proceso se ubica en el Banco de Campeche el cual abarca una superficie aproximada de 55

000 Km2 sobre la plataforma y una profundidad menor a 200 m. La surgencia costera producida

por el afloramiento de agua relativamente más fría, de 22.5°C al norte de la península, se debe

al paso de la Corriente del Caribe a través del Canal de Yucatán. Debido a las características

fisiográficas del canal, la Corriente del Caribe aumenta su velocidad a más de 2 m/s, mientras

que la columna de agua es sometida a cambios de presión hidrostática que producen un ascenso

de agua subsuperficial con temperaturas más frías en relación a las circundantes, así como ricas

en nutrientes. El desplazamiento de la surgencia hacia el oeste siguiendo el contorno de la

Península de Yucatán hasta las costas de Tabasco se debe tanto al efecto de los vientos alisios

que en verano tienen una dirección E-SE y en invierno E-NE, como a la dinámica de la corriente

del Caribe que penetra hasta el sur del Golfo de México (Salmerón García y Aguirre Gómez,
2003).

Esta surgencia no está afectada por la descarga de ríos, aunque hay aportes de agua dulce del

fondo marino. Las corrientes estacionales no cambian de dirección pero se ven fuertemente

afectadas por los nortes. Ocurre todo el año con un máximo en su intensidad durante el verano.

Asimismo, las imágenes muestran la presencia casi permanente de altas concentraciones de

clorofila a del orden de 5mg/m3 indicando que se trata de una zona en donde la productividad
primaria también es elevada.

4.6 Corriente del Lazo


La dinámica del Golfo de México tiene una fuerte influencia de la Corriente de Yucatán. Al entrar

al Golfo esta corriente se llama Corriente del Lazo (por la forma que tiene) la cual penetra hacia

el N, luego gira hacia el E, posteriormente hacia el S y hacia el E saliendo por el Estrecho de

Florida. Pasa después a integrarse a la Corriente del Golfo, que es la corriente más caudalosa del

Océano Atlántico Norte (Figura 11). Las corrientes de Yucatán y del Lazo son parte del giro

subtropical del Atlántico Norte que es generado por la transferencia de momento de los vientos

alisios, que soplan en latitudes tropicales de E-W, y por los vientos contralisios, que soplan en
sentido contrario pero en latitudes medias, al norte de los 30°N.

Figura 11. Identificación de procesos oceanográficos mediante imágenes térmicas AVHRR-NOAA. Imagen

promedio de la TSM (20-25 marzo 1995) utilizando el radiómetro AVHRR/NOAA-14. 1. Canal de Yucatán, 2.

Zona Frontal, 3. Desprendimientos del remolino ciclónico, 4. Cabo Catoche, 5. Corriente del Lazo

(anticiclónico), 6. Corriente de Yucatán, 7. Mar Caribe, 8. Golfo de México, 9. Estrecho de Florida, 10. Parte

de la Corriente del Golfo, 11. Bahía de Campeche, 12. Corriente de la Florida, 13. Desprendimiento de un

remolino anticiclónico en la Corriente del Lazo, 14. Banco de Campeche, (-200) y (-1000) indican las

isobatas de 200 y 1000 metros de profundidad respectivamente (Cerdeira et. al., 2000).

4.7 Zona oceánica del N y NW del Golfo de México


Región por la cual transitan los grandes remolinos de E-W que se desprenden de la Corriente del

Lazo, que giran en el sentido de las manecillas del reloj, llamados anticiclónicos (Figuras 11 y

12). Estos remolinos se desprenden cada determinado tiempo, entre 3 y 21 meses, y tienen una

vida de alrededor de un año. A lo largo de este periodo se mueven hacia el oeste, en donde se

disipan al interactuar con el talud continental de los estados de Tamaulipas y Texas. Estos

remolinos contienen buena parte de la energía de la región oceánica del Golfo de México. Tienen

un diámetro de más de 300 Km, una profundidad de 1000 metros y velocidades tangenciales de
un metro por segundo.

En la región de la Corriente del Lazo, y asociados a su dinámica, también se forman remolinos

ciclónicos, que igualmente se mueven hacia el oeste del Golfo, aunque algunos, ligados a la orilla
de la Corriente del Lazo, salen a través del Estrecho de Florida (Figura 12). A su paso por el

Golfo, los remolinos se mueven en pares o grupos de remolinos que giran en distinto sentido

creando intensas corrientes y redistribuyendo las aguas calientes y frías de las capas

superficiales, así como el plancton y, en algunos casos, los contaminantes. Esta zona también se
ve afectada por el viento que tiene un rotacional positivo.
Figura 12. Escenas de la temperatura superficial del mar (TSM) en el Golfo de México, en donde se

distingue la formación de un remolino anticiclónico como resultado del desprendimiento de la Corriente del

Lazo. Sensor AVHRR / NOAA-12 y 14. Imagen procesada en el IMaRS-Universidad del Sur de Florida.

5. Mar Caribe

El Mar Caribe pertenece al Océano Atlántico y está situado al este de América Central. También

llamado Mar de las Antillas por estar ubicado al sur y oeste del arco antillano. En él se
encuentran las Islas Caribes (Figura 13).

Figura 13. Batimetría de la región del Caribe y Centroamérica.

El Mar Caribe se encuentra en la zona de los alisios del norte y, por tanto, se caracteriza por la

constante presencia de vientos de componente este. Las mayores precipitaciones tienen lugar a

lo largo del cálido verano tropical. En esta época también se produce la llegada de la mayoría de

los huracanes procedentes del Atlántico, mientras que son escasos los ciclones tropicales que se

forman localmente. Cabe mencionar también que el Mar Caribe presenta fenómenos sísmicos y
erupciones volcánicas de forma aislada.

Las aguas del Caribe son claras, con menor salinidad que las del Atlántico y circulan en sentido

antihorario. El agua fluye hacia el Caribe principalmente a través de los estrechos de las Antillas
Menores, donde se calienta, y abandona la región por el Canal de Yucatán en dirección al Golfo
de México, dando origen a la Corriente del Golfo.

5.1 Corriente del Caribe

El Mar Caribe está dominado por la Corriente del Caribe que corre de S-N, en forma paralela a la

línea de costa, frente al estado de Quintana Roo. Esta corriente está caracterizada por aguas

cálidas y salinas, que al pasar por el Canal de Yucatán reciben el nombre de Corriente de

Yucatán. Presenta un flujo de 25 a 35 millones de m3/s, con una velocidad promedio de 80 cm/s

en la superficie, y hasta de 150 cm/s a una profundidad de 300 m (Reyes, 2005). Dicho flujo de

agua es la fuente principal que irriga al Golfo de México y da origen a la Corriente de Lazo, que
sale al Atlántico Norte por el Estrecho de Florida como la Corriente del Golfo.

La Corriente de Yucatán es una parte integral de la circulación del Giro Subtropical del Atlántico

Norte con una contribución importante del intercambio inter-hemisférico termohalino global.

Asimismo, representa el ramal del giro que fluye del Mar Caribe al Golfo de México donde da

origen a la Corriente de Lazo, y a su salida del mismo, a las Corrientes de la Florida y del Golfo

(Figura 11). Un aspecto importante de la circulación superficial del Mar Caribe, es la presencia

permanente de remolinos de mesoescala que pasan por la región advectados por el flujo medio

en dirección noroeste. Algunos de estos remolinos se originan en la región ecuatorial en la

retroflexión de la Corriente del Norte de Brasil y logran pasar a través de los canales entre las

Antillas Menores hacia el interior del Caribe. Una vez dentro del Caribe se reorganizan y son

advectados hacia el Canal de Yucatán donde determinan en gran medida la estructura y

variabilidad de la Corriente de Yucatán aunque no en forma importante la variabilidad del

transporte en el canal. Existen indicios de que el flujo de vorticidad potencial entre el Golfo de

México y el Mar Caribe, el cual está íntimamente relacionado con el comportamiento de la

Corriente de Lazo y su liberación de remolinos dentro del Golfo de México, está determinada por
el paso de remolinos a través del Canal de Yucatán (Candela, et. al., 2004).

La diferencia de profundidades entre los estrechos de Yucatán y la Florida, no permite la

evacuación de toda el agua que penetra al Golfo de México por el estrecho de Yucatán, a través

del estrecho de la Florida. El exceso resultante debe regresar al Mar Caribe utilizando la única

vía posible. Es por esa razón que en los niveles intermedios y profundos se producen corrientes
de retorno, de gran importancia para el balance hídrico del Golfo de México y el Mar Caribe. Así,
de manera cuasi-permanente se observa un flujo de dirección sur adosado al talud de la
plataforma de Yucatán como contracorrientes costeras.

Es importante resaltar que esta zona es altamente vulnerable a fenómenos climáticos extremos

como tormentas tropicales y huracanes que son generadoras de oleaje y mareas de tormenta
que pueden afectar a los ecosistemas costeros.

III. Conclusiones

Se identificaron y caracterizaron 18 zonas importantes por sus procesos oceanográficos. Entre

los procesos identificados más importantes se pueden mencionar a las surgencias, la mezcla

vertical, el oleaje, las mareas, las corrientes y contracorrientes, descargas de ríos, los giros o

remolinos y los fenómenos metereológicos y climáticos. Todo esto permitirá apoyar los criterios

de selección de los sitios de la más alta importancia para la conservación de la biodiversidad


costera y oceánica de México.

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