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Cristine Kneally – The First Word

Para el imaginario popular la evolución es la idea de que lo superior se desarrolla a partir de lo


inferior. La explicación científica de la evolución del lenguaje fue similar.
Una teoría de la evolución del lenguaje tiene algunos problemas:
a) La naturaleza de la palabra hablada → efímera
b) Escritura → A pesar de que la escritura podría ayudarnos, no puede considerarse el esque-
leto del habla porque es estática, está estructurada por convenciones de puntuación y el uso del es-
pacio. Las oraciones habladas son más libres y complejas. La escritura no tiene canales para evitar
la ambigüedad (como gestos o entonación) y además sólo tiene 6000 años.
c) Evidencia de cambio de partes del cuerpo → en una escala temporal geológica, el tejido
blando no dura más que una onda de sonido, sólo hay huellas en casos particulares. Lo que tuvimos
fueron rastros de huesos antiguos, especialmente en lo que respecta al tamaño del cráneo y su rela-
ción con el tamaño del cerebro.

¿Empezó el lenguaje como un soliloquio o la naturaleza del lenguaje es comunicativa? → No lo


pueden responder los fósiles.

Siglo XXI → misterio de cómo los procesos fundamentales del cambio evolutivo serpentearon
conjuntamente para producir un como con protolenguaje y después un primate lingüístico. La bús-
queda de los orígenes del lenguaje fue formalmente prohibida en el siglo XIX cuando la Societé de
Linguistique de Paris decretó que era un esfuerzo inútil porque no se podía probar cómo se produjo.
En 1990 ha habido una explosión del tema.
El objetivo del libro de Kenneally es explorar cada uno de los momentos o ideas que dieron ra-
zones a los científicos para explorar la evolución del lenguaje.

Cuatro figuras importantes → Chomsky, Sue Savage-Rumbaughe, Steven Pinker, Philip Lieber-
man. Los dos primeros son los polos del debate, que suponen formas diferentes de vernos a noso-
tros mismos:
1) El lenguaje es un fenómeno privativamente humano, distinto de las adaptaciones de los
demás organismos. Los investigadores buscan un órgano del lenguaje (parte del cerebro) y las raíces
del lenguaje las suponen en el genoma humano, sosteniendo que podría haber genes para decodifi-
car la gramática. En cuanto a la evolución, piensan que el lenguaje surgió en con un big bang gené-
tico. El lenguaje es resultado de una mutación fortuita.
2) El lenguaje no un fenómeno singular, sino multidimensional e interdependiente y está in-
terconectado con otras habilidades y otras tareas cognitivas. El lenguaje es una función cognitiva
superior que emerge de sitios y operaciones múltiples del cerebro. El lenguaje no es algo que tene-
mos, sino algo que hacemos y que surge de la coordinación de varias estipulaciones genéticas que
se expresan como predisposiciones físicas, perceptivas y conceptuales que subyacen a ciertas habili-
dades y comportamientos, todas las cuales no permiten aprender el lenguaje.

La pregunta por la evolución del lenguaje es engañosa porque lenguaje puede describir fenóme-
nos muy diferentes.

Parte 1 – El lenguaje no es una cosa

Ya en el 1700, Rousseau pensaba dónde venía el lenguaje y cómo eran los humanos antes de ad-
quirirlo. Imaginó un bosque virgen en el que las personas deambulaban solas y, si se cruzaban, te-
nían sexo y luego se separaban; madres e hijos se abandonaban y, tras pequeños periodos de separa-
ción, los parientes no podían reconocerse.
Cuando se comunicaban usaban gritos y gestos rudos que imitaban las vocalizaciones de anima-
les. El ladrido pasó a representar al animal y, cuando los humanos expandieron su repertorio de mi-
metismo, crearon las palabras. Este léxico primordial estaba limitado a los sonidos que podían ser
copiados, por lo que para Rousseau el lenguaje original era mayormente gestual. Para él había sur-
gido por necesidad, de coyunturas críticas: implorar ayuda. Finalmente perdimos ese lenguaje cor-
poral, porque los gestos son menos versátiles que la palabra hablada.
Además de Rousseau, en el siglo XVIII, Johann Gottfried von Herder, abate de Condillac, teori-
zaba que en los orígenes, los humanos imitaban los sonidos de la naturaleza para comunicarse. Es-
tas teorías quedaron en nuestro modo coloquial de pensar la evolución del lenguaje (teoría “guau
guau” → explicar algo a alguien que no sabe nuestro lenguaje, gestos, vocalizaciones). La facilidad
con que producimos y entendemos esas señales parece innata, y algunos arugmentarían que es por-
que así nos comunicábamos antes de tener lenguaje, y fue crucial para la evolución del lenguaje.
- Teoría 'yo-he-ho' → gruñidos rítmicos y el canto de las personas que trabajan juntas. A par-
tir de la cooperación social surgió el lenguaje.
- Teoría 'pooh-pooh' → propone que el lenguaje se originó en gritos de emoción.

El faraón Psamético creía que una lengua única tenía que ser la fuente de todas las lenguas hu-
manas siguientes. Creía que sin exposición al habla, el lenguaje original surgiría naturalmente de los
niños. Redescubrir la primera lengua era redescubrir la “era de oro monolítica” donde se podían
transmitir los pensamientos y las intenciones sin ambigüedad.
La Iglesia creyó por siglos que el hebreo había sido la primera lengua, pero hubo otras (chino
por su edad, arameo).
Unida a la idea de una lengua original está la de que es un atributo exclusivamente humano y
que se originó con la vida. Antes de la revolución darwiniana se creía que no había una existencia
prehumana o una experiencia prelingüística. El mundo sin lenguaje que se imaginaron era un perio-
do largo de génesis de la lengua (nuestra especie había adquirido el lenguaje con el paso del
tiempo). Esto cambia el foco, desde la primera lengua perfecta al lenguaje originado a partir de un
desarrollo en etapas → relación con sistemas comunicativos de otros animales.

Si pensamos en etapas de desarrollo, ¿cómo y por qué se pasa de una a otra?


Aunque Darwin menciona poco sobre el lenguaje en El origen de las especies, el libro es clave
para la discusión posterior porque introdujo el concepto de evolución e inició el estudio de la biolo-
gía evolutiva.
Darwin focalizó luego en el lenguaje diciendo que no fue una invención consciente, sino que se
fue desarrollando de manera lenta e inconsciente. También vio que los humanos no hablaban hasta
que no se les enseñaba. Creía que el lenguaje era mitad arte, mitad instinto y que usar el sonido para
expresar pensamientos y ser entendido no era una actividad solamente humana. Los gestos y expre-
siones faciales también eran lenguaje.
Darwin estudió las habilidades de comprensión y la cognición de los animales. Trazó paralelos
convincentes entre el lenguaje humano y el canto de los pájaros (hay gritos de emoción similares,
ambos aprenden de sus padres cómo combinar sonidos). La diferencia entre humanos y animales es
nuestra mayor capacidad para combinar sonidos con ideas, lo que es una prueba de nuestros poderes
mentales superiores.

Así como las especies se dividen para formar nuevos grupos, las lenguas se dividen para formar
dialectos y nuevas lenguas; y la teoría evolucionista fue una analogía perfecta para los fenómenos
de la lengua y los lingüistas consideraron a la evolución natural como una explicación literal del
cambio lingüístico aplicando la idea de la supervivencia del mejor. Pero especular sobre los orí-
genes del lenguaje era algo no científico.

Capítulo 1: Noam Chomsky

Chomsky sostiene que todos los humanos comparten una gramática universal, un conjunto de re-
glas para generar la sintaxis de todo el lenguaje humano. Para Chomsky, la estructura sintáctica es
el núcleo del lenguaje humano. Pero durante años Chomsky consideró que no valía la pena
investigar la evolución del lenguaje.
Antes de sus estudios los lingüistas eran lingüistas de campo. Cuando describen una lengua por
primera vez, crean un catálogo de sonidos, palabras, etc. que se denomina “gramática de una len-
gua”. Una vez completada, hacen un catálogo corresponder con otro y encuentran evidencia de rela-
ciones de familia entre lenguas. En lugar de describir una lengua real, Chomsky discutía las diferen-
tes maneras en que se puede describir una lengua.

1957 → Estructuras sintácticas → examen del lenguaje totalmente abstracto. Las gramáticas no
son un catálogo y las formas de unir las unidades sino una teoría de las lenguas, y en tanto tal de -
bían explicar lo más posible con lo menos posible. El mejor método era un conjunto de reglas que
generaban una lengua entera (como algoritmos en una computadora). Este conjunto podía hacerse
más pequeño y más simple si se podían relacionar oraciones entre sí (pasivas y activas) cuando una
oración se puede derivar de otra → Esto es una transformación.

Una lengua es un conjunto de oraciones y


una gramática debe generar todas las
oraciones posibles de una lengua pero
ninguna de las imposibles

El conductismo, teoría a la que se opone Chomsky, dice que todos los animales son como má-
quinas: si uno aprieta sus botones adecuadamente, responderán adecuadamente. Para Skinner el len-
guaje era un comportamiento simple. La idea clave del conductismo se denominó estímulo-respues-
ta, pero Chomsky dice que en cuanto al aprendizaje del lenguaje esta idea no sirve. Pruebas de ello
son:
a) Velocidad del aprendizaje
b) Pobreza de estímulo → la información no sirve para generalizar o adivinar
Entonces Chomsky concluye que deben llegar a esta tarea equipados con un órgano mental que
les ayude a aprender la lengua.

1965 → Aspectos de la teoría de la sintaxis → La idea central es que el lenguaje puede dividirse
en:
a) Todo lo que se relaciona con hablar en un contexto determinado → actuación (individual
y específico del contexto)
b) Todo lo que es estable y universal → competencia (incluye el sistema matemático y per-
fecto de la sintaxis; es la base innata y es la misma para todos los hablantes)

Aún con un hablante-oyente ideal, el lenguaje chomskyano tiene poco que ver con que tenga lu-
gar entre gente. Lo importante es que venía de nuestras cabezas. La gramática especificaba cada re-
gla de cada lengua y esto controlaba la capacidad para desarrollar todas las reglas correctas de la
sintaxis. Se creía que en los primeros días, la GU se conectaba directamente en los cerebros de la
gente; todo el mundo estaba equipado de aprender cualquier lengua.
Así como creían que el cerebro estaba dividido en módulos que se dedicaban cada uno a distin-
tas habilidades, dividieron el lenguaje del mismo modo. Había un módulo que controlaba la sinta-
xis, uno para el significado y uno para el sonido. Éstos eran independientes con una interacción en-
tre ellos. Cada uno tenía su propio subsistema. Una vez que cada módulo había analizado el compo-
nente de que es responsable, el cerebro los une como lenguaje.
También pensaron que la labor del órgano del lenguaje estaba separada de las otras partes y del
contexto hablado. Es más, el lenguaje humano es, para ellos, el lenguaje humano es totalmente dife-
rente de la comunicación entre otros animales. Este modelo era coherente con las teorías de la época
sobre el cerebro.
Esta concepción es contraintuitiva (especialmente por la separación del contexto), pero el enfo-
que satisface otro tipo de intuición: dividir un objeto en sus partes esenciales y secundarias.

Otra idea que Chomsky aportó a la lingüística es la infinitud discreta (uso infinito de medios fi-
nitos).

Décadas 1960-1970 → un grupo de lingüistas autodenominados semánticos generativos, sostu-


vo que el principio organizativo fundamental era el significado (semántica), no la estructura (sinta-
xis) y que separar los módulos así era ridículo. Esta oposición se relaciona mucho con la lucha de
los '60 entre significado y estructura.

Críticas a Chomsky:
a) Elige datos para fundamentar teorías y los descarta cuando no le sirven
b) Expone argumentos y reglas de la argumentación al mismo tiempo (no se puede rechazar
una teoría si no proponés una mejor).

La expansión de la teoría chomskyana se detuvo en los '70 porque la forma en que transforma -
ron el análisis sintáctico en algoritmos matemáticos (S → FN FV) no reflejaban lo que ocurría real-
mente. Si las estructuras profundas existían, se podía pensar que se tardaría más en aprender una
oración transformada que la forma básica. Los psicolingüistas probaron que no es así.

Al no tener evidencia del órgano innato del lenguaje, los investigadores estudiaron los funda-
mentos generales del lenguaje y y el pensamiento. Esto llevó a algunas grandes modificaciones en
las teorías. Por ejemplo: que los niños no nacen con reglas muy específicas sino con un conjunto fi -
nito de parámetros que se modificaban a partir de la experiencia. Las diferencias en la sintaxis de
las lenguas se reduce a una colección de especificaciones.

Hubo de todas formas una idea constante: Chomsky enfatizó que el cerebro humano estaba espe-
cialmente diseñado para adquirirlo y ponerlo en práctica.

Fue la leyenda de Chomsky y no algo que él haya dicho lo que reprimió la investigación sobre la
evolución del lenguaje durante la segunda mitad del siglo XX. En la década del '80 Chomsky reco-
noció que el lenguaje debe habernos brindado una ventaja evolutiva, pero que sus orígenes proba-
blemente hayan sido un accidente (un big bang). Nadie sabe si el lenguaje fue una función más de
la física que un comportamiento o algo biológico. En lugar de ser resultado de la adaptación, el len-
guaje debe haber surgid como un subproducto de una máquina mental muy compleja.

Habiendo dejado de lado la actuación, Chomsky definió un sistema idealizado, pero el cerebro
es un lío. Pero la evolución biológica es un proceso poco sistemático y de desguace, en el que las
características no están diseñadas desde el inicio sino que se construyen nuevas herramientas a par-
tir de las viejas. Esto es algo que tienen que resolver los biólogos.
Chomsky se preguntaba si una mutación genética podría ser responsable de la fundamental pro-
piedad de la infinitud discreta.

Capítulo 2: Sue Savage-Rumbaugh

Los simios necesitan, igual que los humanos, necesitan otros simios. La noción de que la inteli-
gencia humana era un fenómeno único comenzó a romperse con la primatología. Darwin sostenía
que los rasgos que tenemos en común con una especie cercana son una cuestión de herencia com -
partida y no de evolución paralela.
Sue Savage-Rumbaugh es la investigadora que más exitosamente ha relacionado la brecha entre
especies al enseñarle a un simio a producir y comprender ciertos aspectos del lenguaje. Para la pri-
mera generación de simios entrenados para el lenguaje, éste era un camino de una sola mano ya que
era una herramienta para lo que querían, sin escucha.
Uno de los primeros descubrimientos para la APE (ape language research) fue que intentar ense-
ñarles directamente el lenguaje no funcionaba y Sue comprendió que aprendían mejor de manera in-
directa. En lugar de darles instrucción formal sobre el valor y el uso del sistema lingüístico, los bo-
nobos fueron criados en un ambiente rico en lenguaje. Así como desarrollan capacidad de compren-
sión del nivel de un niño de tres o cuatro años, los bonobos demuestran creatividad en su manipula -
ción del lenguaje. Combinan espontáneamente palabras únicas para crear nuevas. También se sabe
que crean oraciones en respuesta a situaciones nuevas.
Pero los problemas surgen con la comprensión. Los primeros intentos para lograr que se comu-
nicaran como humanos fracasaron porque intentaban inducirlos a que hablaran. Esto cambió cuando
Allan y Beatrix Gardner se dieron cuenta de que a los simios los gestos les resultaban más fáciles
que la comunicación humana (les enseñaron señas y lexigramas)

Década de 1970 → Herb Terrace realizó un análisis del video cuadro por cuadro donde replica-
ba los experimentos, se dio cuenta de que lo que hacían era en realidad imitativo y no simbólico ya
que respondía a pistas que alguien le estaba dando (y esto ocurría en otros videos). Después de esta
publicación, Lou Herman empezó estudios con delfines usando un lenguaje artificial y concentrán-
dose en la comprensión. Si Herman le da a los delfines oraciones gramaticales, las rechazarán o for-
marán oraciones gramaticales.
A la gente le resulta más fácil considerar la comprensión que la producción por parte de los ani-
males, lo que llevó a problemas de financiamiento con la investigación. Gardner concluyó que las
investigaciones sobre el lenguaje de los simios eran una confabulación entre un animal cooperativo
y un humano esperanzado. Terrace realizó contribuciones importantes al señalar que no había habi-
do controles científicos en los estudios.

Sue Savage consiguió dinero y pudo avanzar algunas conclusiones. Por ejemplo, que igual que
para los niños, hay un periodo crucial en el que deben estar expuestos al lenguaje ya que, incluso sin
problemas neuronales, no adquirirán el lenguaje si sus fundamentos no se establecen en el primer
periodo de desarrollo del cerebro. Si a una persona se le niega el acceso al lenguaje, no lo produce
espontáneamente (cfr. caso de Genie), lo que demuestra que el lenguaje no es innato como lo el res-
pirar.

Los simios que fueron expuestos al lenguaje tempranamente parecían haber adquirido una idea
de la mente junto con el lenguaje. También mostraron los estudios la importancia de la memoria
como componente vital del uso del lenguaje, incluso a nivel rudimentario (cantidad de instrucciones
que podían seguir sin errores).
A veces los errores lingüísticos pueden ser muy útiles e incluso es uno de los métodos de los psi-
colingüistas para exponer estrategias mentales del uso del lenguaje. Lyn analizó los errores que los
simios cometían y vio que había conexiones subyacentes entre la palabra correcta y la errónea
(como por ejemplo realizar sustituciones de categorías y decir “rojo” en lugar de “negro, errores de
asociaciones de palabras o errores fonológicos).
Lyn también encontró que entre sí los simios tenían más reglas de ordenamiento en común que
con el cuidador. Se puede pensar que el último antepasado en común pudiera comprender estrate-
gias de orden basadas en el significado. Por último descubrió que los simios tenían una última regla
gestual: siempre tocaban el lexigrama y luego hacían un gesto en el mundo real.

Los bonobos adquieren el lenguaje de un cachorro humano: comprenden oraciones de un verbo


y sintagmas de tres sustantivos, pero se les complica unir oraciones con acciones separadas porque
la memoria a corto plazo parece ser la mitad de la capacidad de los niños humanos.
La investigación con simios llevó a Sue Savage a concluir que el lenguaje es “una gran cantidad
de partes componentes y funciones de interacción”.
Esto no quiere decir que no le presten atención a las diferencias entre los humanos y los demás
animales, pero se interesan más por lo que tienen en común.

Actualmente, la adquisición de léxico por parte de los simios se trata como un fenómeno intere-
sante y existe una mayor apertura a vernos como animales.

Algo importante que dieron estas investigaciones es la posibilidad de dejar de pensar que los
animales tiene una bolsa de trucos mentales fijos y que nosotros somos diferentes porque tenemos
lenguaje y eso nos vuelve mentalmente flexibles. Los simios que tienen lenguaje rudimentario pue-
den ser flexibles y creativos en su comunicación.

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