Sunteți pe pagina 1din 118

Página 1

Esta traducción fue realizada sin fines de lucro, por lo cual no tiene costo alguno. Es una
traducción hecha por fans para fans.

Si el libro logra llegar a tu país, te animamos a adquirirlo.

No olvides que también puedes apoyar a la autora siguiéndola en sus redes sociales,
recomendándola a tus amigos, promocionando sus libros e incluso haciendo una reseña en tu
blog o foro.

Esperamos disfrutes la historia.


2
Página
Índice

Sinopsis

Prólogo

Capítulo 1

Capítulo 2

Capítulo 3

Capítulo 4

Capítulo 5

Capítulo 6

Capítulo 7

Capítulo 8

Capítulo 9

Capítulo 10

Capítulo 11

Capítulo 12

Capítulo 13

Capítulo 14

Epílogo 1

Epílogo 2
3
Página
Sinopsis
He arruinado todo.

He roto la regla primordial y me enamoré de mi esposa falsa, y fui e hice la


peor cosa que un esposo puede hacer.

Recobrarla será casi imposible, pero nunca me he retractado de un reto antes y


no voy a comenzar ahora. Olivia será mía y no puedo esperar para poner un bebé
en su vientre.

No te quieres perder la última entrega de la historia de amor de Noah y Olivia,


y especialmente la manera que este excesivo macho alfa se gana a su novia de una
vez por todas.
4
Página
Capítulo 1

Olivia
Los sentimientos que estoy desarrollando por mi nuevo esposo me han
sorprendido por su profundidad e intensidad. Se suponía que nuestro matrimonio
era un acuerdo legal, un acuerdo comercial destinado a apaciguar a los interesados.
Pero nos hemos convertido rápidamente en mucho más.

Estiro mis brazos por encima y dejo escapar un suave suspiro. Su lado
desocupado de la cama todavía está caliente y me doy la vuelta, absorbiendo los
restos del calor de su cuerpo.

A veces todavía no puedo creerlo. Me siento como una Olivia, relajada,


divertida y optimista. ¿La tonta sonrisa permanente fija en mis labios? Es una
locura. Por supuesto, podría ser porque Noah es considerado, amable y generoso en
la cama… y entre las piernas parece un maldito elefante. Esa última parte es
solamente la guinda del pastel. Casi me río.

Si tengo que casarme falsamente con alguien, me alegra que sea Noah. En estas
últimas semanas, nos hemos unido, nos hemos acercado más de lo que creí posible.
Confío en él, dependo de él, y finalmente he empezado a dejar que mi helado
exterior se derrita un poco. ¿Ya mencioné el grandioso sexo?

Hablando de sexo… Dios, ¿dónde está? Se suponía que debía coger un condón
del baño, pero eso debería haber durado unos cuarenta y cinco segundos, y he
estado esperado a que vuelva y me viole.

Con un bufido impaciente, balanceo mis piernas sobre el costado de nuestra


enorme cama y camino por el pasillo estando descalza y desnuda. La puerta del
baño está casi cerrada, pero le doy un ligero empujón y se abre.

Noah está de pie en frente del lavabo, absolutamente desnudo. El paquete de


un condón en su mano. Una pequeña afilada aguja en la otra.

¿Qué mierda?
5
Página

Ni siquiera nota que he jadeado hasta que su cabeza se alza.


Mi corazón cae en picado.

La piel de Noah está pálida y me mira con los ojos muy abiertos, casi ojos
salvajes. ¿Esa expresión viene de la culpa, o solamente está asustado y confundido?
No sé cuál es peor.

Trastabillé hacia atrás en el pasillo, mi mano presionada en mi boca. No, no,


no…

Baja su mirada en blanco a lo que está en su mano, como si no tuviera idea de


cómo llegaron esas cosas ahí, luego las deja caer en el lavabo como si le hubieran
quemado.

—Olivia… e-espera, nos es, yo no… —grita.

Pero ya estoy alejándome rápidamente, mi aliento se rasga en la garganta en


sollozos.

Ni siquiera hace cinco minutos, él estaba hablando de lo bien que se sentiría


follarme desnuda. Tratando de tentarme para ir sin condón. Pensé que solo quería
la intimidad; acercarse a mí, unirse sin barreras, piel sobre piel. Pero él estaba
buscando algo más. Y cuando no pudo convencerme de dárselo… él iba a tomarlo.

¿Qué está pasando en el infierno siempre amoroso?

Todo de repente ha hecho clic con una claridad horrible. Esto explica por qué
parecía sutilmente apagado, a veces inquieto, a veces demasiado tranquilo, desde
que tratamos con Brad. Detecté algo pero no pude identificarlo, así que lo descarté
como que yo estaba siendo paranoica y leyendo demasiado en cosas sin sentido.
Pensé que probablemente solo estaba estresado por el trabajo y preocupado por el
futuro de la compañía.

Resulta que mis instintos tenían razón todo el tiempo. Me estaba mintiendo.
No cualquier mentira… él estaba intentando dejarme embarazada, lo quisiera o no.
Me estremezco, pensando en lo cerca que llegué al desastre. Si no hubiera
irrumpido en el baño justo ahora, si hubiera esperado un minuto más…

Pero ¿por qué iba a hacer esto? El Noah que conozco no es un hombre de
familia, muriendo por establecerse y tener hijos.

Y de nuevo, obviamente no lo conozco tan bien como pensé que lo hacía.

Corro a la habitación y tomo la primera ropa que veo, un vestido veraniego que
6

use en el spa hoy, el vestido que Noah me quitó. Necesito cubrirme. Mi desnudez
Página
de repente no es sexy o íntima. Solo estoy expuesta, y no puedo estar desnuda frente
a un extraño.

Sus pisadas se acercan detrás de mí.

—Copo de Nieve, deja que me explique.

—¡Aléjate de mí! —Mi voz se quiebra en un casi grito. Odio cómo sueno, odio
lo molesta que estoy, cuánto poder tiene Noah sobre mis emociones. Quiero rugir,
no lloriquear—. ¿Qué demonios te pasa? ¿Estás loco? ¿Qué explicación podrías
tener para… hacer eso?

—En realidad no iba a hacerlo. —Noah hace una mueca cuando las palabras
salen apresuradas, como si le rasgaran su garganta.

—¿Hacer qué? ¿Hacer secretamente un agujero en el condón para poder


introducir tu jodido esperma dentro de mi útero? ¡Porque realmente parece que lo
estabas haciendo!

—¿Me escuchas un minuto? Solo lo consideré porque estaba desesperado. Y


odio que ese pensamiento incluso me haya pasado por la cabeza. En realidad,
nunca podría…

—¿Por qué estabas desesperado? ¿De qué diablos estás hablando?

Necesito respuestas. Todas. Justo en este puto instante. Y todo lo que me está
diciendo son balbuceos sin sentido.

Con un profundo suspiro, Noah se pasa la mano por su cabello. Se ve


amargamente enojado, pero no conmigo, su expresión es para sí mismo.

—Ven conmigo. Necesitas ver algo… algo que debería haberte mostrado hace
mucho tiempo. Se pone un pantalón de chándal, aparentemente no queriendo estar
desnudo más que yo.

Noah me ofrece la mano, pero no la tomo. Ahora mismo no quiero tocarlo.


Después de esperar un momento, deja caer el brazo y se da vuelta.

Lo sigo a la sala, donde recoge su portafolio apoyado contra el sillón. Mientras


hojea sus carpetas con pestañas, pregunta:

—Harías cualquier cosa por salvar a esta compañía, ¿verdad?


7

Frunzo las cejas con una confusión irritada.


Página
—Por supuesto que lo haría. Pero, ¿qué tiene eso que ver contigo intentando
engañarme?

Él encuentra la carpeta que quiere, va a la penúltima página, y me lo da.

—Aquí. Lee esta sección.

Reconozco el documento. Es el contrato de herencia que firmamos el día de


nuestra boda.

—¿Por qué me estás enseñando algo que ya leí? Sé que dice.

—No, no lo sabes, o no estaríamos teniendo esta conversación. —Noah señala


nuevamente la sección que quiere que vea.

Con un tranquilo bufido, comienzo a leer debajo de su dedo, pasando más y


más rápidamente y mi molestia crece.

Y es entonces cuando veo de lo que Noah está hablando.

Después de estar casados, Noah Tate y Olivia Cane están de acuerdo con consumar su
matrimonio y producir un heredero. El embarazo resultante debe ocurrir a no más de noventa
días de que se ejecute este acuerdo.

Mi corazón se detiene.

—¿T-tenemos que producir un heredero? —grito.

Noah asiente sombríamente.

—Nuestras herencias no están consumadas hasta que tengamos un bebé, o al


menos hasta que mostremos una prueba de embarazo positiva como prueba que
está en camino. Y hasta entonces la compañía está en sus manos.

—La junta tiene el poder absoluto —murmuro con incredulidad—. Solamente


tenemos un asiento como cualquier otro miembro de la junta, un voto entre
muchos. No hay consideraciones especiales por ser propietarios.

—Exactamente. —Él desliza el documento de mis manos temblorosas y lo gira


a la última página. El que lleva mi nombre en mi propio puño y letra.

Y eso solo agrega un insulto a la herida, sabiendo que yo, por mi propia
voluntad firmé esta jodida cosa. Me obligué a estos términos ridículos y horribles
8

sin siquiera saber lo que estaba haciendo.


Página
Mi estómago se retuerce con un impulso de estar enferma. De todos los
documentos legales que alguna vez pasaron por mis manos, este es el que firmé sin
leerlo. Porque pensé que sabía lo que significaba. Confié en que papá y Prescott me
dieran toda la información que necesitaba. Demonios, en primer lugar confiaba en
que papá y Bill Tate no estipularían ninguna locura en sus testamentos. Y confié en
Noah para traer algún problema a mi atención.

La sangre retumba en mis oídos y me balanceo un poco sobre mis pies.

—Entonces, ¿de eso se trata? ¿Intentando cimentar nuestro control de la


compañía?

—Pensé que nuestra herencia solo dependía de nuestro matrimonio al


principio. Luego vi la cláusula del heredero el día de nuestra boda, bueno, la
primera y por eso pensé que habías huido. Pero cuando firmaste el contrato, pensé
que sabías lo que estabas haciendo. Me llevó alrededor de una semana darme
cuenta de que no tenías idea de en qué te habías metido. Y luego simplemente no
sabía cómo sacar el tema a colación. Todo iba tan bien… con la compañía y con
nosotros también. No quería arruinarlo diciendo algo descuidadamente. Estaba
esperando las palabras correctas, el momento correcto.

Ya no puedo mantener mi boca cerrada y escuchar a Noah defenderse. No


estoy de humor para excusas ahora mismo, y un millón de otras importantes
preguntas están corriendo por mi mente.

—¿Pero cómo… por qué? ¿Por qué nuestros padres harían esto? —Mi voz
tiembla con confusión, horror y una nueva ola de indignación. Presioné mis manos
sobre mi boca otra vez, como si eso pudiera evitar que mis emociones salieran a
borbotones y salpicara por toda la alfombra blanca como la nieve.

—Porque sabían tan bien como yo que estamos destinados a estar juntos. Y no
en un matrimonio falso, es un acto que se trata de publicidad y negocios, sino en la
realidad. Una relación que resistirá el paso del tiempo.

¿Me estás hablando en serio? Niego con incredulidad.

—No puedo. Me mentiste. Nuestros padres mintieron. —Todavía no puedo


entender bien la verdad. Su traición, no hay otra palabra para describirlo, es solo
demasiado pasmoso.

—Técnicamente no lo hicieron. Simplemente no leíste el… —Noah sabiamente


se calla cuando mis ojos le lanzan dagas.
9
Página

Inhalo profundamente y lentamente exhalo. De repente, siento que me estoy


desinflando. Todo lo que me hace ser Olivia Cane se está agotando.
—¿Qué deberíamos hacer ahora? —pregunta Noah.

—¿Cómo diablos lo voy a saber? Terminé. —Mi voz es plana, demasiado


tranquila y estable.

Él parpadea con los ojos muy abiertos.

—¿Qué?

—Dije que terminé. He tenido suficiente de todo esto. Cierren la empresa,


vendan todo, hagan lo que quieran. Ya no me importa una mierda.

Esta cláusula del heredero es un sacrificio demasiado grande. He trabajado


mucho y he renunciado a tanto en Tate & Cane Enterprises. Dejé que todo lo
demás en mi vida quedase en segundo lugar. Pasé tantos años difíciles en la
universidad y siendo la mano derecha de mi padre. Tantos largos días y muchas
noches atrasadas. Le di mi alma a Tate & Cane; estuve a punto de darle a Noah mi
corazón. No les puedo dar también mi cuerpo. Sin mencionar los próximos
dieciocho años de mi vida, hasta que el niño crezca.

Así que mi única opción es solamente… irme. Dejar Tate & Cane, dejar a
papá, a Noah. He tenido suficiente del control de los hombres para lo que me resta
de vida. Estoy cansada de dejar que todos, excepto yo, dicten mi destino.

La boca de Noah se abre.

—No puedes… no lo dices realmente en serio.

—No te atrevas a decirme lo que quiero decir. No puedes tomar más decisiones
por mí.

Ese tipo de mierda paternalista es exactamente por lo que estoy enojada. Noah
decidió una cosa tras otra sobre un tema que cambiaría totalmente mi vida. Supuso
cómo reaccionaría ante la cláusula del heredero y decidió que no se podía confiar
en mí con la verdad, por lo que decidió mantenerme en la oscuridad, y casi decidió
que yo entrara a un embarazo no planeado y no deseado.

Y yo no tenía ni puta idea de lo que estaba pasando. Simplemente fui por la


vida, feliz e ignorante, pensando en que todo estaba bien, bueno todo el rato, Noah
me ocultaba un gran problema. Quitándome el poder decidir cualquier cosa por mí
misma. En el mejor de los casos, era un idiota estúpido y cobarde; en el peor, me
trató como a una especie de mascota despistada, atrapándome en una vida que ni
10

siquiera sé si la quiero.
Página
Ahora él tiene los cojones para ponerse aquí y mirarme a los ojos y decir lo que
es mejor para mí.

Parpadeando lágrimas de rabia, me alejo de Noah y regreso a la habitación.


Empiezo a arrojar ropa y artículos de tocador en mi maleta, la misma maleta
grande que traje para dormir en nuestro nuevo apartamento. Aún recuerdo esa
primera noche. No fue hace tanto tiempo, pero se siente como una vida diferente.
Había estado en el borde, insegura de cómo me sentía acerca del regalo de boda de
papá, y Noah me había calmado los nervios al darme unos dulces, besos calientes…

Tan estúpida. Siempre soy tan estúpida. De pensar que realmente estaba
comenzando a tener esperanza. Aferrarme a Noah, confiar en él, pensar en mí
misma como parte de un nosotros. Pensé que había aprendido algo del infierno que
pasé con Brad, pero supongo que no.

El destino es realmente una perra cruel. ¿Cuáles son las probabilidades de ser
tan desafortunado? Solo he tenido dos relaciones en toda mi vida y ambas fueron
un desastre. ¿He estado usando un gran letrero neón que dice “tomen ventaja
hombres” en la frente o algo así?

Esta vez, al menos, corté las cosas de raíz antes de que se produjera un daño
real. Puede que haya desperdiciado un par de meses con Noah, pero eso es mucho
mejor que los dos años que Brad me quitó de mi vida. Y no es como si estuviera
enamorada del imbécil, ¿verdad? Al menos podré sacarlo de mi vida después de un
rápido divorcio… o eso es lo que me digo a mí misma.

Con mi maleta llena, agarré mi bolso, y pasé por alto al Noah sorprendido,
dejando atrás el lugar que estaba comenzando a llamar hogar.
11
Página
Capítulo 2

Noah
Paso los últimos dos días sentado en mi apartamento a oscuras, bebiendo hasta
que no puedo sentir nada más.

Pero no funciona porque todavía puedo sentir cada emoción que estaba escrito
en el rostro de Olivia cuando me encontró en el baño con el condón y la aguja.
Traición, disgusto, el último dolor. Me odio a mí mismo por infringirle un dolor
como ese a ella. Juré que nunca la lastimaría. Quise decir cada palabra de esos
votos que le dije ese día en la playa. Pero ahora esas palabras significan algo aún
más.

Olivia ya no es mi enamoramiento, la chica con al que quería jugar a la casa.


Ella se ha convertido en mi todo. Ella es la mujer que me ha ganado contra viento y
marea…

Y yo soy solo el imbécil que la traicionó.

—Te das cuenta de lo que esto significa, ¿verdad? —pregunta Sterling.

—¿Qué? —dije bruscamente. Ni siquiera estoy seguro de por qué lo invité a


pasar. Todo lo que ha hecho hasta ahora me molesta.

Oh, es cierto. No lo invité. Después de haberme ausentado del trabajo por dos
días, irrumpió en mi penthouse, diciendo que estaba organizando una intervención.

—La única razón por la que estás tan molesto por esto es porque estás
enamorado de ella.

Mido sus palabras, dándoles la vuelta en mi mente. No quiero ni pensar en la


palabra con “A”. No cuando ella se fue y no tengo ni idea si tengo oportunidad de
recuperarla. En cambio solo insisto:

—No estoy molesto.


12
Página

Él se ríe.
—No, tienes razón. Estás destruido. Con el corazón roto. Totalmente
devastado.

Mierda. Dejé escapar un profundo suspiro, incapaz de discutir.

—¿Qué diablos esperabas que sucediera? —pregunta.

Me encojo de hombros, harto de su marca de amor duro.

—Bien, entonces. Puedes darme el trato del silencio todo lo que quieras. Pero si
realmente la amas, y sé que lo haces, sabes lo que tienes que hacer, ¿verdad? —dice
impacientemente cuando no respondo—. Ve a conseguir a tu chica, estúpido idiota.

Si solo fuera así de fácil. No sé a dónde se fue, y a pesar de llamar, no he


encontrado ninguna pista. Ella no responderá mis llamadas. Fred no es de ayuda. Y
Camryn tampoco me dará ninguna información.

—Créeme, lo he intentado.

—¿Así que te estás rindiendo? Entonces estás de suerte. Eso no es nada que un
par de strippers y una botella de whisky no pueda resolver. —Sterling sonríe.

Incluso a pesar que sé que está intentando provocarme para que entre en
acción, de todas formas hago un ruido de disgusto. El antiguo Noah habría
manejado todo en su vida con libertinaje, pero últimamente, tengo tanto interés en
un coño que no sea Olivia como lo tengo en besar a Sterling.

—No está sucediendo —ladro.

—Vamos, amigo. —Sterling rueda sus ojos y cruza un tobillo sobre su rodilla,
mostrándome un calcetín brillante paisley—. Noah jodido Tate fue y consiguió una
esposa. Querías fingir que esto no iba a cambiar nada, quería que creyera que todo
continuaría como antes.

—¿Y tu punto? —Mi tolerancia por su elegante culo británico en mi


apartamento disminuye a cada segundo.

—Y todo el maldito mundo ha cambiado, incluido tú. Juegas para ganar,


siempre lo has hecho. Desde que te conozco.

Asiento, derrotado. El bastardo tiene razón. Siempre jugué para mantener


cuando se trata de Olivia.
13

—Entonces, ¿qué hago ahora?


Página
—¿Me estás preguntando? Ya te di mi opinión. —Apoya su delgado cuerpo de
un metro ochenta y algo contra el respaldo de mi sofá y sonríe—. Y supongo que ya
has hecho el viejo truco de arrastrar a la bestia desde su guarida.

Me paso una mano pos la cara. Eso es incómodo. Me río, a pesar de mi mal
humor.

—Dios, no puedo creer que en realidad solíamos hacer eso.

—Oye, ese truco nos ganó a las gemelas Murelli. —Su tono es la definición de
autoridad en el tema.

—Todavía así, ¿no crees que fue jodido juvenil que utilizáramos nuestras
vergas en un desafío para que las chicas de bañaran?

El buen aspecto infantil de Sterling y el acento británico, junto con mi acento y


agudeza, solían ganarnos toda la compañía femenina que podíamos manejar. Pero
cuando nos sentíamos juguetones y necesitábamos ese empujón adicional para
cerrar un trato, teníamos un doble problema, sacando los productos, cada uno de
nosotros impresionante en ese departamento.

Él sonríe.

—¿Entonces me estás diciendo que nunca le enseñaste a tu amiguito?

—No seas tonto. Por supuesto que sí. —En el bar, en nuestra primera cita. Súper
elegante para mí.

Él ríe, el sonido agudo y fuerte en el apartamento, por lo demás tranquilo.

—¿Y ella aún se fue? Maldita sea, eso es deprimente.

Me pellizco el puente de mi nariz. A veces es como un jodido adolescente.


Nunca había estado enamorado. Nunca experimenté nada como lo que tuve con
Olivia.

—Su partida no tuvo nada que ver con no estar satisfecho físicamente.

Su sonrisa se desvanece.

»Ella se fue porque la engañé. —Dejé caer mi cabeza entre mis manos—.
Debería haberle dicho desde el principio.
14

Sterling me da una palmada en la espalda.


Página
—Arriba. Olivia es una niña grande, debería haber leído el contrato. Pero sí,
eres una especie de coño por no decírselo.

Algo que ya sabía. Gracias por retorcer el cuchillo, amigo.

—Si ya terminamos, voy a ir al gimnasio. Necesito aclarar mi cabeza.

Sterling asiente y se levanta.

—Terminamos. Solo llámame si me necesitas.

—Lo haré.

Sterling se dirige hacia afuera mientras yo agarro mi maleta del gimnasio y me


pongo unos tenis. Necesito desahogarme antes de volverme loco.

Pronto estoy en el gimnasio, mis pies golpeando la cinta de la caminadora al


correr, el sudor goteando por mi espalda. Incluso si el entrenamiento es difícil,
estoy agradecido de no estar sentado dentro de las cuatro paredes de nuestro
penthouse. Está muy tranquilo y vacío. Olivia solo empacó la bolsa de viaje cuando
se fue, y sus filas de ropas y sexys tacones todavía descansan junto a los míos en el
armario principal.

Acelero la velocidad de la máquina y peleo más allá del dolor por estar
necesitado de oxígeno en mis pulmones. Mis respiraciones superficiales llegan
demasiado rápido, pero no me importa. Empujo más fuerte. Más rápido.

Bajando mi mirada al reloj en la máquina, veo que he estado aquí apenas seis
minutos. ¿En serio? ¿Seis jodidos minutos? ¿Del hombre que podía correr
fácilmente ocho kilómetros a través del Central Park los fines de semana?

¿Por qué cada minuto sin ella en mi vida se siente como una eternidad?

Una parte de mí no quiere admitirlo, pero… tal vez Sterling estaba en algo. Lo
que siento es mi corazón roto. Sí, mi corazón aún late, pero está roto. Nunca
conocí un amor como el que sentí por Olivia. Y también aprendí que ni la
compañía ni mi carrera vale la pena perderla. Todo el dinero del mundo no
significa nada si no tengo amor en mi vida. Mi esposa a mi lado.

Y Sterling tenía el cien por ciento razón. Estoy enamorado de ella.

Golpeando la palma de mi mano contra la perilla roja, detengo la cinta y


15

respiro profundamente, con respiraciones limpiantes.


Página
Sé que no puedo escapar de este problema. Ser hombre significa enfrentarlo de
frente. Necesito disculparme con Olivia. De nuevo. Hacerla escuchar esta vez.

Desafortunadamente, dado que ella no responderá mis llamadas, tendré que


luchar sucio.

Me ducho y cambio en el vestuario de hombres, solidificando mi plan. Una vez


que lo ponga en marcha, funcionará rápidamente.

En el camino a casa del gimnasio, le mando un mensaje de texto.

Noah: Copo de Nieve, es tu papá. Su salud ha empeorado. ¿Dónde estás?

Toma solo segundos para que mi teléfono vibre en mi mano. Pero en vez de
contestarme con un mensaje de texto, ella me está llamando.

—Oh Dios mío, ¿qué sucedió? ¿Está bien? —Su voz sonaba en pánico, y odio
tener que hacer esto. Pero lo hago. Necesito verla. Necesito ganarla de vuelta.

—Sé que estás enojada conmigo, pero ¿dónde estás? Déjame ir por ti.

Olivia deja salir un sollozo.

—Estoy en el lugar de David en las montañas. A horas de Nueva York. Noah,


por favor solo dime, ¿él está bien?

—Estará bien. Mándame un mensaje de texto con la dirección y la podré en el


GPS. Estoy de camino.

—Está bien. Gracias.

Debería de estar dejando salir una profunda exhalación de alivio. En lugar de


eso, me encuentro que los celos nublan mi juicio.

—Solo una cosa más… ¿quién mierda es David?

En vez de contestar, ella deja salir un bufido exasperado y cuelga el teléfono.


Bueno, entonces.

Mi teléfono suena con la dirección y me dirijo hacia allá, sin nada que hacer
con tres horas, excepto bullir sobre quien carajos es este tipo al que corrió para más
comodidad.
16

Después de una hora de camino, no puedo sopórtalo más. Llamo a Camryn.


Página

»¿Quién diablos es David? —digo cortante una vez que ella contesta.
—Hola a ti también, gruñón —dice Camryn con furia.

—Dime, Camryn.

Ella deja escapar un largo suspiro y escucho que el televisor se apaga en el


fondo.

—Así que la lograste romper, ¿eh?

—Voy a buscarla a la casa de algún tipo. Merezco saber qué demonios está
pasando.

Ella suelta una risa sin humor.

—Cieeeeerto. Al igual que Olivia merecía saber que estabas planeando todo el
tiempo embarazarla.

Supongo que el gato está fuera de la bolsa. Pero, ¿qué esperaba? Fui a buscar a
mi mejor amigo, solo tiene sentido que Olivia también lo hiciera. Respiro
profundamente.

—No estaba tramando nada, maldita sea. Estaba destrozado por todo el
asunto. Se hizo obvio que Olivia nunca leyó el contrato, y yo estaba tratando de
encontrar la manera correcta de hacerlo.

—¿En ese mundo es “hacer lo correcto” sabotear el condón así la embarazabas?

—Amo a Olivia y quería hacer una vida con ella. Un bebé hubiera estado
eventualmente en las cartas, ¿cierto? —Una pequeña cosa gordita con sus ojos
azules y una sonrisa contagiosa. La idea me hace sonreír.

—Excepto que nunca le preguntaste que quería Olivia. Solamente lo asumiste.


E ibas a forzar tu camino a su útero en un infierno o en un charco de agua.

Aprieto los dientes.

—No fue así. —Excepto, joder, así fue. Soy el idiota más grande del mundo.

—Estás en mierda profunda, Noah. Ni siquiera tu pene mágico de veintitrés


centímetros con sabor a fresa te va a salvar esta vez.

—Sí —murmuro—. Lo entiendo.


17

—Buena suerte.
Página
Termino la llamada y vuelvo a verificar las instrucciones. Camryn no fue de
ayuda, pero no importa. Estaré allí pronto y recuperaré a mi mujer.

Apretando el acelerador y avanzo por la carretera, mucho más cerca de lo que


sea que depara el futuro.

●●●
Cuando llego al camino circular en frente de la inmensa mansión construida al
costado de la montaña, vuelvo a revisar el tener la dirección correcta. Seguro como
la mierda, quien quiera que sea David, él vive en un jodido resort de ski, por lo que
parece. Y basado en la falta de coches en la entrada, me pregunto si él y Olivia
tienen el lugar para ellos solos… y cómo se han mantenidos ocupados.

Subiendo los escalones frontales, me preparo para lo que pueda encontrar


dentro. Pero antes de que pueda tocar a la puerta, una gran puerta de cristal se abre
y Olivia está de pie en el vestíbulo con una mirada en sus ojos enojada.

—No puedo creerlo —ladra y luego se aleja enojada.

La sigo dentro, tomando nota de la decoración de cabaña acogedora elegante y


la cocina gourmet con una mesa rustica para diez.

—Olivia, yo…

Ella se detiene en frente de la inmensa chimenea que se eleva al techo


abovedado con vigas.

—Usar la salud de mi padre como moneda de cambio —se burla—. ¿No tienes
nada prohibido? —Su postura es rígida, pero puedo ver que le tiemblan las manos.

—Lamento eso.

Ella rueda los ojos.

—Lo llamé en el momento en que colgamos. Estaba en casa descansando, dijo


que estaba totalmente bien. —Su mirada baja por un segundo—. Bueno, no está
bien. Pero nada ha cambiado.

Me acerco para tomar sus manos temblorosas en las mías.

—Cuando la mierda golpea el ventilador, huyes. Eso es lo que haces. Es lo que


18

hiciste cuando nos presentaron por primera vez el contrato. Luego, nuevamente en
Página

nuestra boda, cuando Brad te chantajeó. Y ahora, cuando lo jodí. Las parejas reales
no huyen de sus problemas. Tenemos que trabajar en ello juntos, y eso significa
hablarlo.

Ella aleja sus manos.

—Genial, soy toda oídos. No puedo esperar escuchar cómo vas a hablar para
salir de esto.

Escucho pisadas detrás de nosotros, y veo la expresión de Olivia volverse


neutral mientras sus ojos van a quien asumo debe ser David. Luchando con una
sonrisa, me giro.

David parece ser de nuestra edad, con cabello greñudo marrón y una sonrisa
agradable en su rostro.

—Hola. Siento interrumpir. —Él levanta las palmas de sus manos—. Soy
David. ¿Noah, supongo?

—El único. ¿Disfrutaste de mi esposa?

Su sonrisa se desvanece mientras sus ojos se entrecierran.

—No sé qué estás implicando, pero Olivia es una antigua amiga de la


universidad. Cuando ella me llamó necesitando un lugar donde pasar el tiempo por
un rato lejos de la ciudad, le abrí mi puerta.

La mano de Olivia en mi hombro me detiene.

—No seas un imbécil, Noah. No sé siquiera si seré tu esposa después de esto.

Mis entrañas se retuercen y trago el nudo en mi garganta.

—Bien. Pero es hora de irnos. —Tengo cero interés en pasar el tiempo con su
amigo en su mansión.

Ella atraviesa la habitación, sin el argumento que esperaba, y le da a David un


abrazo y le da un beso en la mejilla. Ellos hablan en un tono susurrado, y después él
le da un último abrazo, ella se dirige a la puerta frontal, ignorándome
completamente.

La sigo, dándole a David un asentimiento cortante.

Temo que va a ser un largo y silencioso camino de vuelta a la ciudad.


19
Página

Y nuestros primeros quince minutos, lo son. Aceleramos en la autopista, el


único sonido es el suave zumbido del aire acondicionado. Kilómetros pasan y
Olivia se sienta inmóvil a mi lado, mirando al frente a las luces traseras del
automóvil que tenemos enfrente, haciendo un punto de no mirarme ni evitarme. El
sutil aroma de su perfume a madreselva de vainilla me tienta desde el asiento del
copiloto.

Sigo enojado, todavía no estoy seguro de cómo proceder. No hay un manual


sobre cómo ser un buen marido, y lo he jodido mucho. Pero mi corazón está en el
lugar correcto. Aun así, duele más de lo que creí posible; que ella huyera y fuera a
otro tipo para que la consolara.

—¿Te acostaste con él? —balbuceo finalmente, cortando el silencio.

Ella se tensa.

—¿Qué? —Luego se vuelve hacia la ventana del pasajero, si dejarme ver su


rostro—. No seas idiota.

—Lo. Follaste —repito, mis manos se tensan en el volante.

—No tienes derecho a esa información. —En voz baja, agrega—: así como no
tenías derecho a mi útero.

—Jodido infierno, lo hago.

Su cabeza de repente se mueve.

—¿Qué pasaría si yo lo hiciera? ¿Eso te molestaría? ¿Qué pasa si te digo que él


me lamió el coño y me folló hasta que grité su nombre?

Mi pie aplasta el freno. Llevo el coche al costado de la autopista de dos carriles.


Golpeo los puños contra el volante e inhalo aire enojado, mis fosas nasales se
ensanchan.

—Maldita sea Olivia.

—Déjame dejar esto claro. ¿Estás enojado conmigo? —se burla en voz alta,
cruzando sus brazos sobre su pecho—. Tienes jodidas agallas, ¿lo sabes?

—Corriste a otro hombre para que te consolara, Copo de Nieve. ¿Cómo se


supone me sienta? Soy tu esposo.

Una risa amarga que suena más como un aullido sale de sus labios.
20

—Algún esposo. ¿Necesito recordarte las diversas formas en que has jodido en
Página

las últimas cuarenta y ocho horas?


Levanta una mano.

—Por favor no. Soy miserable, Copo de Nieve. No puedes saber cuánto lo
siento.

Algo brilla en sus ojos y por un segundo veo… ¿simpatía? Pero luego se fue,
reemplazado por su reserva de acero. Y ese es el momento preciso en que sé que
estoy jodido. Una cosa es imaginarse cómo se sentía, pero otra cosa es ver el dolor
aun ardiendo en sus ojos, escuchar el veneno en su voz. Esto no va a ser fácil.

—¿Realmente lo harías? ¿Me dejarías embarazada sin incluirme en la decisión?

Trago y aflojo mi agarre en el volante.

—No te voy a mentir. El pensamiento cruzó por mi mente. Pero luego supe
que no podría. No podría vivir conmigo mismo si hiciera algo así.

—¿Y cuándo te pillé en el baño?

—Fue un momento de confusión. Debilidad. Desesperación. Te lo prometo, no


lo hubiera hecho.

Ella asiente una vez y luego se mira las manos.

—Solo llévame a casa.

—Tengo algo mejor en mente.

●●●
Cuando me detengo frente a la propiedad de la familia Cane en las afueras de
la ciudad Olivia se desabrocha el cinturón de seguridad y se baja del coche sin decir
una sola palabra. Le llamé a Fred en mi camino y les pedí a él y a Prescott una
reunión rápida.

Fred está de pie en el vestíbulo. A medida que nos acercamos, él se mueve


nerviosamente.

—Hola, papá —dice Olivia, dándole un breve abrazo. Ella también podría estar
enojada con él, pero es un anciano enfermo y su padre. Algo me dice que su perdón
será mucho más rápido para él que para mí.
21

Fred inclina su cabeza en dirección hacia el estudio.


Página

—Vamos a sentarnos. Prescott y yo los seguiremos.


Mientras nos dirigimos a su oficina, me trago lo último de orgullo porque sé
que esta conversación va a ser difícil. Aproveché la confianza de Fred en mí,
engañé a su pequeña niña. Me siento como de cinco centímetros de alto.

Nos sentamos en extremos opuestos de la mesa de caoba y nos acomodamos a


esperar.

La mirada de Olivia se dirige hacia mí.

—¿Por qué en el mundo me estabas follando con condón si se suponía debías


embarazarme? —sisea.

—Porque era lo que tú querías. —Mi voz es suave y los ojos de Olivia son
cautelosos, como si quisiera entender mis verdaderas motivaciones. Odio esta parte
de nuestra relación. Odio haberle mentido y no saber cómo solucionarlo—. Pediste
comenzar una relación física. Por supuesto que yo también quería eso, pero tú
estabas en el asiento del conductor. Intenté darte lo que querías. Y en cuanto a
quedar embarazada sin tu consentimiento, nunca podría haberlo hecho.

Su boca se vuelve a fruncir. Ahora ella no parece enojada tanto como


confundida. Ella observa la alianza de platino en su mano izquierda, dándole
vueltas una y otra vez mientras esperamos.
22
Página
Capítulo 3

Olivia
Prescott llega unos diez minutos más tarde y toma asiento al lado de papá.
Estamos espaciados uniformemente alrededor de la mesa de conferencias, como si
nadie quisiera acercarse demasiado a nadie más.

Solía jugar en el estudio de papá cuando era niña, debajo de esta misma mesa.
Su superficie familiar de caoba es suave y fresca debajo de mis palmas pegajosas.
Con cada ligero movimiento de mi mano, mi alianza toca la madera pulida como
un reloj. Contando arriba o abajo, no estoy segura. Estoy aún menos segura de por
qué no me quité ese maldito anillo y lo arrojé al río Hudson.

Con nosotros cuatro los únicos asistentes, la atmósfera debería relajarse; somos
familia, después de todo, con la excepción de Prescott. Pero es aún más rígida y
más disecada que una típica reunión de negocios. No puedo mirar a ninguno de
estos hombres a los ojos, especialmente a Noah. Cada vez que lo intento, mis
emociones empiezan a agitarse otra vez, amenazando derramarse, agitándose tan
ferozmente que ni siquiera puedo decir lo que estoy sintiendo. No debería haberme
sentado frente a él, pero la alternativa sería acercármele.

La forma en que Noah consiguió la oportunidad de hablarme hoy, cuando ya


había dejado en claro que no quería hablar, todavía no puedo creer que tuviera las
agallas para hacerlo. Ya estaba ultra enojada con él por ocultar la verdad sobre la
cláusula del heredero. Decirme que papá estaba en la puerta de la muerte solo
estaba acumulando mentiras sobre mentiras. ¿De verdad creía que un desengaño
más ayudaría a su caso?

Vi a través de su plan, por supuesto, pero eso no importa. Lo que importa es


cuán profundo Noah parece decidido a hundirse él mismo. (Aunque no pude evitar
sentirme un poco insultada por la obviedad de su mentira. ¿Qué tan estúpida se cree
que soy? Llamé a mi padre en cuanto colgamos).

Y para colmo, comenzó a interrogarme en el instante en que puso el pie en la


23

casa de David, acusándome de permitir todo tipo de penes extraños en mi vagina.


¿Qué diablos? Él actuaba como si yo hubiera sido la que hizo algo mal y necesitaba
Página

dar cuenta de mi comportamiento. Incluso si hubiera follado a David, mi vida


sexual ya no era asunto de Noah. Perdió todos los derechos de marido en el
instante en que eligió ocultar mi inevitable embarazo.

Ni siquiera me dijo nada cuando irrumpió. Seguía insistiendo en que nunca


haría nada a mi cuerpo sin mi consentimiento, contradiciendo totalmente la escena
en la que tropecé aquella noche, y quejándome de lo mucho que dolían sus
disculpas. Podría decir que realmente lamentaba haber dañado mi confianza, pero
eso no significaba que mi confianza aún no estuviera dañada. No iba a perdonar
sus decisiones estúpidas y egoístas solo porque fueron contraproducentes. El
imbécil hizo su cama, y ahora puede acostarse en ella... muy, muy lejos de mí.

Aunque, hablando de cama, una cosa que dijo me dio una pausa. Cuando le
pregunté por qué estábamos usando condones si él estaba tratando de
embarazarme, me llamó la atención la forma en que dijo “Porque eso es lo que
querías”. Como si la razón fuera obvia. Como si mis deseos, mis anhelos, fueran su
primera prioridad. Todavía no estoy segura de qué hacer con eso, en el contexto de
todo lo demás que ha sucedido últimamente.

Y de alguna manera, a pesar de toda mi ira, dolor y sospecha, me encontré


aceptando volver para una reunión de emergencia con él, papá y Prescott.
Temporalmente, eso sí, solo para tratar de dejar este lío atrás de mí... pero aún.
¿Cómo ese hombre siempre me persuade? ¿Cómo puede uno mirar a sus intensos
ojos oscuros siempre terminando conmigo creyendo en él?

Tal vez estaba cansada de siempre huir de los desastres. Noah había tocado un
nervio con ese comentario. De una forma u otra, quería el cierre. Un final definitivo
de esta historia, que no deja lugar a arrepentimientos ni a suposiciones más
adelante en el futuro. Cierre.

Cualquiera que sea mi razón, subí al auto de Noah. Dejé que me arrastrara
desde ese retiro en Catskills y regresar a la civilización. Y dos horas después de
conducir, estoy sentada aquí en la casa donde crecí, donde no tengo más remedio
que mirar nuestro problema a la cara.

Hago lo mejor que puedo para reducir mis sentimientos y encontrar la


mentalidad genial y racional en la que mejor trabajo. Ahora no es el momento de
revolcarse en emociones negativas. No puedo dejar que mi confusión, enojo y
tristeza se escapen conmigo... una vez más. Noah organizó esta reunión para sacar
todo al descubierto y todos en la misma página. Si todo va bien, incluso podríamos
comenzar a enderezar este desastre. Puedo esperar hasta que esté de vuelta en mi
propio espacio privado para gritar, llorar o arrancarme el cabello, o lo que sea que
24

mi corazón herido anhelé.


Página
Excepto que ya no tengo mi propio espacio. Mierda, casi lo olvido. ¿Qué
vamos a hacer con ese pequeño problema? A menos que quiera echar a Noah del
penthouse, o alquilar una habitación de hotel en el futuro previsible, tendré que
verlo todas las noches. Tendré que lidiar con sus ojos de cachorrito siguiéndome
por toda la habitación, rogándome en silencio que entienda su versión de la historia
y acepte su disculpa. Tendré que ver su hermoso rostro, sentir el calor de su cuerpo
tonificado, cuándo no sé si alguna vez estaré lista para dejar que me toque otra vez.
Tendremos que seguir viviendo juntos en nuestro hogar conyugal... cuando estoy
sintiéndome cualquier cosa menos esposa.

Papá interrumpe mis duros pensamientos haciendo rodar la pelota.

—Noah me contó por teléfono sobre lo que sucedió en los últimos días —
comienza.

Oh, genial. Aunque esto es lo que hemos venido a discutir aquí, espero que
Noah no haya brindado demasiados detalles. Con los labios apretados, asentí hacia
papá para continuar.

—¿Y tus pensamientos son?

Sus pobladas cejas canosas vuelan hacia arriba.

—¡Estoy horrorizado, por supuesto! Lamento mucho que las cosas hayan
terminado así. Ni Bill ni yo pretendimos engañarte.

—Entonces, ¿cómo sucedió esto? —pregunto—. ¿Por qué fue este extraño
embarazo incluso su voluntad en primer lugar? ¿Cómo terminó en el contrato de la
herencia?

Papá junta sus manos fuertemente donde descansan sobre la mesa, y me mira
con una mirada seria, casi suplicante.

—Añadimos la cláusula del heredero en nuestras voluntades por capricho. Los


dos queríamos nietos… era nuestro mayor deseo verlos a ustedes dos juntos, y la
familia que construirían ustedes mismos algún día. Supusimos que pelearías contra
nosotros en ese punto y simplemente tachamos todo. Fue ingenuo pensarlo.

—Pero Bill Tate murió antes de lo que nadie esperaba —explica Prescott—, por
lo que la cláusula del heredero se deslizó en su testamento sin ser vista ni
cuestionada. Y después de ese punto, tuvo que incluirse en el contrato de herencia.
25

—Jesús, esta cosa pasó como un mal centavo —murmura Noah.


Página

Hago un punto de ignorarlo.


—Pero seguramente podríamos haber hecho algo. Preguntar a un juez si podía
dictaminar que la cláusula no se puede hacer cumplir y declarar una revocación
parcial… —O al menos encontrar alguna laguna o una forma ingeniosa de
cumplirlo que no implique que realmente quede embarazada.

—Sí, podríamos haber buscado otras opciones —dice Prescott—. Hubiera


trabajado con usted para encontrar una solución alternativa si alguno de ustedes
hubiera objetado.

Papá se inclina hacia adelante.

—Pero cuando no lo hiciste, estaba un poco sorprendido, pero pensé que


debías estar bien con ello ya que firmaste el contrato.

Ese fue también el argumento de Noah. Gimo internamente al recordar que


firmé sin leer hasta la última palabra.

—Y pensé, diablos, tal vez se divertirán tratando de quedar embarazados. Eso


mantendría tus mentes fuera de la compañía fracasando. —Papá suspira
pesadamente, las arrugas de la edad, la fatiga y el pesar grabado profundamente en
su rostro—. Lo siento mucho, cariño. Destine esta herencia para unirlos y hacerlos
felices, no para destrozarlos y hacerlos miserables. Me siento terrible, por como Bill
y yo les fallamos a nuestros hijos.

Trago el nudo repentino en mi garganta.

—¿Pero cómo lo sabías? ¿Cómo estabas tan seguro de que emparejarnos así era
lo correcto?

—Porque siempre ha sido obvio que ustedes dos estaban destinados el uno para
el otro. Has estado enamorada desde hace mucho tiempo. Desde que lo conociste,
cuando tenías tres años y él tenía cinco. —La expresión de papá se levanta en una
sonrisa leve y cariñosa—. Y sus madres estuvieron de acuerdo. Los cuatro
conocíamos a nuestros hijos… podíamos leer las señales.

—¿Mamá? ¿Ella pensó que esta también era una buena idea? —Dejo escapar.

—Si mal no recuerdo, ella podría haber sido quien lo sugirió.

Aturdida, parpadeo. Todo el tiempo asumí que este matrimonio arreglado solo
fue inventado por nuestros padres. ¿Están nuestras familias enteras jodidamente
locas? O ¿Saben algo? Cuatro personas, dos de las cuales tenían una compañía
26

internacional multimillonaria, no podían estar equivocadas…


Página
Prescott parece casi tan incómodo como me siento. Probablemente no vino
aquí preparado para ser pateado en medio de un campo de batalla emocional.

—Incluso cuando eran niños pequeños, ustedes dos eran inseparables —


continúa papá—. Literalmente, en algunas ocasiones. Luchaban como gatos y
perros, pero de alguna manera terminaban riéndose y jugando felizmente cinco
minutos después. Siempre querían sentarse juntos cada vez que nos sentábamos a
comer, a ver una película o algo así. Y si intentamos moverte… —Papá se ríe—.
¡Oh, los berrinches que obtendríamos! Cuando fuimos al parque acuático para tu
cuarto cumpleaños, Olivia y Bill intentaron llevar a Noah al vestidor de hombres y
ambos estuvieron a punto de llorar. Sus madres tuvieron que llevarte al de las
mujeres y se sostuvieron la mano por debajo de la pared, entre los puestos.

¿Qué? ¿Cómo nunca había escuchado esta historia?

Y más importante, ¿cómo es esto relevante?

—Eso fue hace más de veinte años —protesto—. Apenas veo qué tiene que ver
con nosotros ahora.

Por la expresión apretada en el rostro de Prescott, él está de acuerdo conmigo.


Ninguno de nosotros esperaba un viaje por el carril de los recuerdos.

Pero una vez que papá comienza a divagar, no se lo puede detener.

—Oh, pero tengo docenas de buenas historias sobre ustedes dos. La primera
vez que nuestras familias vacacionaron juntas en la playa, todos los veranos antes,
todavía eras demasiado joven para viajar lejos de casa, Noah se sentó
accidentalmente en tu castillo de arena y tú empezaste a llorar, así que te construyó
uno nuevo y encontró un estrella de mar para decorarlo.

—Creo que realmente lo recuerdo —reflexiona Noah—. Y me diste tu helado


cuando dejé caer el mío.

—Aquí hay uno en el que podrías haber tenido la edad suficiente para recordar.
Olivia, en tu primer día de escuela primaria, un niño te estaba molestando en el
patio de recreo, y Noah le dio un puñetazo en la boca. Eso le compró un billete de
ida directamente a la oficina del director. Y marchó todo el camino hasta allí con
una sonrisa en su rostro, feliz de recibir el castigo que le dieron. Por ti.

Ahora que papá lo menciona, sí recuerdo esta historia. Supongo que algunas
cosas nunca cambian. Ese mismo escenario exacto: Noah corriendo en mi defensa,
27

llevándolo a cabo con Brad no una, sino dos veces recientemente. Y él haría
Página

cualquier cosa por Rosita también. Noah todavía tiene el mismo fuerte sentido de la
justicia, la misma veta de compasión protectora.
Él solo se preocupa demasiado por las personas. Y se acerca a la vida desde su
instinto, no a su cabeza. Esa calidad de sangre caliente es algo que he llegado a
apreciar, como una nueva perspectiva en el lugar de trabajo, el encanto en un
romance poco convencional y una sexy adrenalina en la cama. No es que no me
preocupe por las personas; es más fácil para mí dejar de lado mis emociones para
pensar con claridad, mientras que Noah siente tan ferozmente que nunca puede
escapar de su atracción.

Por la forma en que él habló sobre nuestro deber con Tate & Cane, estaba claro
que la idea de despedir a nuestros empleados lo devoraba por dentro. Ya es
suficientemente malo, supongo, para paralizarlo, para impedir que me diga la
verdad hasta que la desesperación lo libere.

Pero eso no cambia nada. No borra sus mentiras ni sana mi confianza herida.
Su profundidad general de sentimiento o capacidad para cuidar no es el tema aquí.
Si realmente se preocupaba por mí específicamente, no habría ocultado la verdad
por tanto tiempo y luego me habría asustado muchísimo esa noche. Él podría ser el
mejor hombre en el mundo para dirigir esta compañía y seguir siendo el hombre
equivocado para mí.

—No olvides lo que sucedió al día siguiente —dice Noah, sin darse cuenta de
mis pensamientos acelerados—. Ese mismo niño se burló de mí por meterme en
problemas, cuando él salió impune, así que Olivia le dio una patada en las entrañas
y también fue a la oficina del director.

Papá estalla en carcajadas.

—¿De verdad? Nunca escuché eso. Supongo que Susie guardó algunos secretos
de mí después de todo. —Inclina su cabeza hacia mí—. Pero eso solo prueba mi
punto. Al primer indicio de que alguien se metió con él, venías corriendo, lista para
darles una lección.

Qué raro. Debo haberme calmado con la edad... porque la única otra
explicación es que soy más parecida a Noah de lo que pensaba.

—Esa no es la única vez que me salvó. —Noah me dirige su sonrisa cariñosa,


sus ojos oscuros se arrugan en las esquinas, y simplemente no puedo apartar la
mirada—. Esperaba hasta el último minuto para comenzar proyectos escolares,
luego entraba en pánico y te suplicaba ayuda, y girabas los ojos y me regañabas,
pero siempre me diste consejos y revisaste mi trabajo. Ni siquiera sé cuántas veces...

—Puedo darte una estimación —señalo secamente—. Fue alrededor de quince,


28

tal vez veinte.


Página
—Lo admito, tuve mi cabeza en mi culo hasta que me gradué de la
preparatoria —dice Noah con un suspiro.

—¿Solo hasta entonces? No es así como me pareció a mí.

Noah levanta sus palmas encogiéndose de hombros.

—Bien, bien, después de la universidad. ¿Pero quién no?

Papá interrumpe.

—Tuviste tus momentos tontos también, cariño. Cuando Noah comenzó a


tener citas, tenías doce, creo, estuviste irritable durante meses. De la nada,
empezarás a despotricar sobre: ‘no me importa ese idiota estúpido, él puede hacer
lo que quiera’ cuando nadie en la habitación había sugerido lo contrario. O incluso
traía el tema en absoluto, para el caso.

Mis mejillas se ponen rojas cuando Noah comienza a reírse.

—P-papá... —grazno.

—Oh Dios mío, eso es perfecto. —Noah se ríe—. Puedo imaginarlo. Es


exactamente lo que harías.

Lo miro, aún sonrojada.

—Cállate.

—Pero él lo compensó —dice papá—. Para tu decimoquinto cumpleaños, él te


dio una foto enmarcada de los primeros cien dígitos de pi, escritos en binario.

Ahora es el turno de Noah de ponerse un poco rosado.

—Jesús, eso fue tan tonto. Me imaginé, oye, a ella le gustan los números, las
matemáticas y esas cosas, ¿verdad?

Niego con la cabeza.

—No, me encantó. Todavía está colgado en mi habitación en el piso de arriba.

Él parpadea.

—¿De verdad? ¿Guardaste ese estúpido presente? Me sorprende que incluso lo


29

recuerdes.
Página
—No fue estúpido. Y, por supuesto, lo recuerdo. —Al darme cuenta de lo
suave que suena, rápidamente agregué—: Esa fue la noche en que destrozaste tu
primer auto en nuestro camino al club de campo, y me ofrecí a caminar contigo
para que no te sintieras raro. Pero luego terminamos esperando un autobús porque
no me di cuenta de lo difícil que sería caminar ocho kilómetros en tacones altos.
Llegué una hora y media tarde a mi propia fiesta de cumpleaños.

—¿Pero te arrepientes de haber pasado ese tiempo? —pregunta Noah, sus cejas
levantadas juguetonamente.

—Estoy muy arrepentida de haber tratado de bailar el tango contigo después.


Me duelen los pies solo de pensarlo.

Aunque también recuerdo la brisa, la noche de verano de luna llena, Noah


sonriéndome, mis amigas estaban celosas de haber hecho una entrada dramática
con un joven tan guapo que ni siquiera iba a nuestra escuela…

—Hablando de regalos —dice papá—, ¿qué hay de la vez cuando estabas en


tercer grado y Noah te dio un juego de pendientes de diamantes y platino? Ni
siquiera tenías las orejas perforadas aún. Y luego resultó que Noah los había
“tomado prestado” del joyero de su madre.

Prescott se aclara la garganta con impaciencia.

—No quiero interrumpir, pero ¿podríamos volver a discutir el contrato?

Espera, él tiene razón. ¿Qué demonios estoy haciendo? Estamos aquí para
hablar sobre la cláusula del heredero y cómo salvar nuestra herencia. ¿Cómo me
dejé arrastrar por la historia familiar? Recordando mi relación pasada con Noah
cuando lo que importa es el futuro de nuestra compañía.

Meneo la cabeza como si pudiera desalojar toda esta tonta nostalgia.

—Estoy de acuerdo con Prescott. ¿Por qué estamos hablando de esto? No


estamos aquí para cantar ‘Kumbaya’ y compartir lindas anécdotas. Estamos aquí
para limpiar un serio desastre... un desastre con el que tú tenías mucho que ver, en
caso de que lo hayas olvidado.

Y con eso, el humor lentamente aligerado se hunde en un silencio sepulcral.

—No hubiera expresado mi objeción en esas palabras —dice Prescott después


de un segundo incómodo, tratando de ser delicado.
30

—Preguntaste cómo Bill y yo sabíamos que ustedes dos estaban hechos el uno
Página

para el otro —dice papá suavemente.


Abruptamente me levanto, empujando mi silla con un chirrido de ruedas. No
puedo hacer esto ahora mismo. Yo quería, pero simplemente no puedo. Mi cerebro
no funcionará con papá y Noah mirándome. Tengo que salir de aquí sí quiero tener
alguna esperanza de resolver mis propios sentimientos y descubrir qué es lo que
quiero hacer a continuación… asumiendo que incluso puedo hacer cualquier cosa.

Aprieto mi instinto para disculparme por poner el ambiente tenso, por acortar
la reunión, por todo. Yo no soy la que lo jodió aquí, Noah lo hizo.

En cambio, solo murmuro:

—Disculpen. Tengo mucho en que pensar.

Y con eso, doy la vuelta y salgo del estudio de papá, mi cabeza zumba tan
fuerte que no puedo escuchar si alguien me llama.
31
Página
Capítulo 4

Noah
—¿Me puedes pasar el jugo de naranja?

Esas son las primeras palabras que Olivia me dirige en días. Desde el
enfrentamiento en el estudio de su padre, ha estado fría como nunca. No es que
pueda culparla. Intenté conquistar y saquear su útero como si fuera mi propio
gimnasio privado en la jungla.

—Aquí tienes. —Pongo el cartón sobre el mostrador. Está sentada en la barra


del desayuno con su computadora portátil y un bagel mientras estoy en la cocina
friendo un huevo.

Es nuestro primer fin de semana de regreso a casa juntos después que todo se
vino abajo, y todavía no tengo idea de dónde nos encontramos o qué hacer para
recuperarla.

En lugar de una lluvia de ideas sobre cómo arreglar este desastre, la reunión
con su padre se convirtió en una dulce sesión de recuerdos, que Olivia cerró
rápidamente.

—Es la noche de la gala —comento, deslizando el huevo en un plato. Hace


semanas, cuando respondimos, se suponía que asistiríamos al banquete de caridad
juntos, con Olivia como mi más uno, mi compañera en el crimen. Claro, era un
evento de trabajo, pero habría cena, champaña y baile. Era una cita, en todos sus
efectos.

—Sí. —Es todo lo que dice, con los ojos todavía en la pantalla de su
computadora.

—Bueno. Tengo un coche que llegara a las siete.

—Estaré lista —dice fríamente.


32

Ella interpretará la parte esposa amorosa, directora general, feliz asistente al


Página

banquete. Su máscara estará firmemente en su lugar esta noche. Mi objetivo será


romper la fachada.
—Hasta entonces.

Agarro mis llaves del mostrador y salgo. De ninguna manera me quedaré en su


ensordecedor silencio hoy. He pedido disculpas, me he acercado a ella, incluso he
incluido a su padre en la conversación, y ella todavía se aferra a la ira.

Esa es su elección. A partir de este momento, lo solucionaremos y lo


convertiremos en pareja, o no. La pelota está en su cancha.

●●●
—Entonces, ¿así es como vive uno de los mejores abogados de Manhattan? Un
lugar agradable. Estoy en el centro del apartamento estudio recientemente
renovado de Sterling en el corazón de Manhattan, evaluando la reciente
remodelación.

—Debería ser por lo que pagué, pero gracias.

Sterling compró el último piso de un edificio histórico que se estaba renovando


hace más de seis meses. Cuando terminó de destripar todo, contaba con una cocina
moderna, un baño nuevo, pisos de madera pulida y elegantes colores neutros en las
paredes. Está bien decorado con piezas de arte y montones de libros de mesa de
café e incluso algunos cojines estampados en el sofá gris pizarra, pero no es
femenino. Simplemente bien decorado, como si hubiera tenido el toque de una
mujer. Me hace extrañar a casa.

—No nos quedaremos aquí. Vamos. —Sterling agarra su billetera y su teléfono


celular y se dirige a la puerta.

—¿A dónde?

—Estamos saliendo. A donde debería haberte llevado desde un principio.

Pronto estamos en nuestro club favorito de hombres, sentados a lo largo del bar
con una vista del escenario, dos pintas de cerveza frente a nosotros.

—Ahora este es un lugar para ahogar tus penas —comenta Sterling con
frialdad.

Mi mirada se desplaza hacia el centro del escenario, donde una pequeña rubia
hace del baile desnuda su perra. Pero creo que mi polla debe estar rota, porque a
pesar del espectáculo que está haciendo, no hay ni el más mínimo interés. Nada.
33

Nada. Miro hacia abajo a mi regazo. Instando a mi pene a hacer algo. Esperando
Página

para ver si se mueve, si se mueve bruscamente, cualquier cosa para hacerme ver que
no está roto. No podría haberme roto la polla cuando me rompió el corazón, ¿o sí?
Sterling se inclina hacia adelante sobre sus codos para darme una mirada
afilada.

—¿Quieres saber mi gran teoría unificada de la vida?

—Tengo la sensación de que vas a dármela de todos modos, así que seguro. —
Le lanzo una sonrisa falsa, apretada y tomo otro sorbo de mi cerveza.

—¿Por qué estar encima de una mujer, una mujer difícil, cuando hay tantos
sabores para probar?

Se da vuelta, mirando el espectáculo en el escenario. Todas las formas y


tamaños de mujeres desnudas sacuden sus atributos para que los disfrutemos. Este
es el club de hombres más grande de la ciudad, y las opciones son infinitas. Desde
tipos de corredor delgado con pechos fuertes y culos firmes sin hoyuelos, hasta
diosas con curvas cuyos enormes pechos se balancean cuando caminan. De las
pelirrojas que, instintivamente, sabes que son un problema, para las rubias platino
que probablemente son locas en la cama, para comedir a las morenas que son la
fantasía perfecta para las chicas de al lado. Pero ninguna de ellas me atrae. En
absoluto.

—No estoy interesado —digo atragantado, con la garganta apretada. ¿Qué


demonios me ha pasado? Yo era Noah jodido Tate, el maestro de mi propio
dominio, encantador profesional y provocador.

—Vamos, joder —dice Sterling en un gemido—. ¿Ni siquiera una?

Niego con la cabeza.

—No. —Ninguna de estas mujeres enciende una vela a la mujer elegante y


sofisticada que solía calentar mi cama por la noche y me mantiene alerta todo el
día. Ella me hace trabajar por cada centímetro de terreno que gané con ella. La
sensación es adictiva. Cualquiera de estas mujeres felizmente iría a casa conmigo si
preguntaba. ¿Dónde está la diversión en eso?

Sterling hace un gruñido de frustración.

—Eres imposible.

Corté mi mirada hacia la de él.

—Correcto, porque tu vida es tan perfecta y completa. Si lo fuera, no estarías


34

en un lugar como este.


Página
Sé que estoy en algo. Sterling no se abre mucho, pero por lo que ha
compartido, sé que su trabajo lo hace miserable la mayor parte del tiempo, y vivir
aquí mientras toda su familia todavía está de vuelta en Gran Bretaña es difícil.

Pero él levanta sus manos, sin ofenderse.

—Solo estaba tratando de ayudar. Tranquilízate.

No hay ayuda para mí. Solo hay una necesidad no satisfecha que recorre mi
cuerpo y mi alma. Necesito recuperar a Olivia. Necesito estar dentro de ella. Para
reclamarla. Para hacerle ver que ella es mi esposa. Hasta que la muerte nos separe.

Tomo otro sorbo de mi cerveza, sabiendo que tendré mi oportunidad esta


noche.
35
Página
Capítulo 5

Olivia
La gala benéfica es hermosa. La más fina y deliciosa cocina está presentada en
largas mesas a lo largo de una de las paredes de la opulenta sala de banquetes. Una
banda en esmoquin de cola toca en vivo un jazz suave en el escenario establecido
en el otro extremo.

A lo largo del resto de la enorme sala, cientos de invitados de clase alta se


mezclan, ríen y bailan. Camareros de camisa blanca se deslizan fluidamente por la
multitud con bandejas plateadas de entremeses y copas de champaña. Los altos
ventanales están abiertos, permitiendo que una brisa fresca agite mi vestido de gasa
de esa noche y juegue sobre mis hombros desnudos y espalda.

Y no puedo disfrutar nada de eso porque la cláusula sobre el heredero todavía


está colgando sobre mi cabeza, proyectando una sombra oscura sobre todo.

Incluso hace apenas una semana, me hubiera sentido orgullosa de pasear del
brazo de Noah. Y desafortunadamente él se ve devastadoramente guapo en su
esmoquin. Pero después de lo que hizo, no lo quiero cerca de mí. No quiero
pretender ser la pareja joven y adorable, toda sonrisas perfectas de fotografía.
Porque no puedo simplemente borrar de mi cerebro lo que vi.

Ese pequeño momento en el baño puso toda nuestra relación en tela de juicio.
Es casi como si estuviéramos de vuelta en el punto de partida. Antes de llegar a
conocerlo, antes de verlo como algo más que un mujeriego molesto y perezoso.
Antes de que (casi) me enamorara. Debo decidir una vez más si puedo confiar en él.

E incluso si confío en él… ¿entonces qué? ¿Lo dejo poner un bebé dentro de
mí? ¿Sacrifico mi cuerpo, mi futuro, a cambio de una compañía que podría
terminar hundiéndose sin importar lo que hagamos? No seré obligada a tener un
hijo. Si tengo un bebé y cuando lo tenga, será porque estoy lista para ser madre. Y
estoy muy lejos de creer que la persona que está a mi lado en esas fantasías sea
Noah.
36
Página
Mis sombríos pensamientos se descarrilan cuando Noah descansa su brazo
alrededor de mi cintura, su mano en mi cadera opuesta. Me tenso ante su toque. La
línea entre sus cejas se profundiza; él definitivamente notó mi estremecimiento.

—Cristo, Copo de Nieve, trata de relajarte —murmura en voz baja.

—Todavía estoy enojada contigo —le digo por el rabillo de mi boca, todavía
sonriendo brillantemente. La tensión de mantener nuestra fachada feliz ya está
haciendo mella en mis nervios.

La expresión de Noah se oscurece a pesar de que trata de reprimir su ceño


fruncido.

—Enójate todo lo que quieras, pero no actúes así. Tenemos que hacer que esto
se vea bien. Lo último que la compañía necesita es que los medios empiecen a
rumorear que nuestra relación está en las rocas.

—Lo sé, yo solo…

Noah me interrumpe.

—No mires ahora, es el Director General de Acentix Telecom. —Él inclina la


cabeza hacia un caballero de cabello plateado caminando en nuestra dirección—.
Actúa natural. Toca mi brazo o algo así.

—Pasaré —siseo justo cuando el hombre palmea a Noah en el hombro.

—Noah Tate, tú hijo de arma. —Se ríe, más fuerte de lo necesario, la


habitación no es tan ruidosa—. ¿Cómo has estado últimamente? ¿Esta adorable
criatura es tu esposa?

La mirada de Noah se dirige hacia mí, demasiado rápido para que alguien más
la vea. Sé lo que está pensando: Por ahora, de todos modos. Pero él responde sin
problemas.

—Estoy orgulloso de decir que sí lo es. Olivia, ¿ya has conocido a Caleb Tyrell?

Asiento con la cabeza hacia el Sr. Tyrell.

—Sí, en todas las reuniones de nuestros clientes con Acentix. —Y aun así, este
idiota se las arregla para olvidarse de mí.
37

—Ah sí, por supuesto. ¿Cómo podría olvidarme de una cara tan bonita? —
Caleb me guiña un ojo.
Página
Normalmente respondería de la misma manera a su travieso y juguetón
coqueteo. Pero no me queda suficiente paciencia para aguantar a más hombres esta
noche. Así que solo asiento y sonrío, más rígida que antes.

—Cariño, tu mano está vacía. Vamos a conseguirte una copa de prosecco1. —


Noah me aleja del señor Tyrell con el pretexto de que vamos al bar.

Tenso mi mandíbula. ¿Por qué tuvo que saltar así? Intervenir tan obviamente
solo hace que la situación sea más incómoda de lo que ya lo es.

Afortunadamente, el Sr. Tyrell no parece notar nada malo.

—Por mucho que me gustaría disfrutar de la brisa, debería volver con mi


propia esposa antes de que se ponga celosa. —Con otro guiño desagradable en mi
dirección, se aleja y desaparece entre la multitud.

—¿Qué diablos es tu problema esta noche? —gruñe Noah por lo bajo tan
pronto como el cliente está fuera del alcance del oído.

—Solo tienes que tener el control de todo, ¿no es así? —respondo enseguida.
Podría haberme manejado sin problemas en esa situación, si solo me hubiera dado
una oportunidad. Solo porque necesitaba su ayuda con Brad no significaba que
Noah tuviera que ser mi caballero blanco todo el tiempo.

—Bien, eso es todo. Si quieres pelear, al menos llevemos esto a un lugar


privado. Entonces puedes hacer una escena tan grande como jodidamente quieras.

Coincido con su oscura mirada.

—Gran idea.

Noah atraviesa la entrada del salón de banquetes. Lo sigo mientras gira por un
pasillo estrecho aparentemente aleatorio. Incluso desde atrás, él se ve casi tan
enojado como yo me siento; sus hombros están tensos y su zancada es incluso más
larga de lo habitual, forzándome a apresurarme detrás de él.

Poco a poco, el murmullo de la charla del salón de banquetes se desvanece,


dejando solo el ruido de nuestros zapatos contra los pisos de mármol. Cuando
llegamos a un armario, él abre la puerta.

—Después de ti. —Me sigue al interior y cierra la puerta detrás de nosotros,


sumiéndonos en las sombras.
38

Me lanzo a mi reprimenda como si no hubiera habido una interrupción.


Página

1
Bebida de elección para todas las jóvenes de mediana edad.
—¿Cuál demonios crees que es mi problema? Puedo fingir una relación feliz
para la prensa, pero no esperes que lo disfrute.

Apenas puedo distinguir a Noah sacudiendo la cabeza.

—Ambos sabemos que esa no es toda la historia. Me has dado la ley del hielo
durante días. Si tienes algo que decir, dilo. Estoy escuchando.

¿Qué pasa con los hombres y su falta de entendimiento de la comunicación


básica?

—Ya he dejado mis sentimientos muy claros. Simplemente no te gustan los


mensajes que recibiste.

—Oh, vamos. —Suspira—. Tírame un hueso aquí. Sé que lo jodí de verdad, y


lo siento, pero las cosas entre nosotros no han ido a ninguna parte últimamente.
¿Puedo al menos obtener una pista sobre dónde estoy parado? ¿Me quedaré en la
casa del perro por siempre? Solo dime qué debo hacer, cómo puedo solucionar esto.

—No es así de fácil. ¿Crees que puedes comprarme algunas flores y olvidaré
todo lo que vi esa noche? ¿La cláusula del heredero desaparecerá del contrato,
heredaremos la compañía y viviremos felices para siempre?

—Dijiste que te dabas por vencida. Renunciando a la compañía, o renunciando


a nuestro matrimonio, o tal vez a ambas cosas. No podía pedir exactamente una
explicación mientras estabas sacando tu culo por la puerta. Pero entonces, ¿por qué
sigues aquí? —La silueta de Noah levantó las manos—. Si me odias tanto, ¿por qué
no nos hemos divorciado todavía? ¿Le estás dando a esto otra oportunidad o no?
Me quedaré a tu lado, o me iré si realmente no hay esperanza, pero no me quedaré
solo para ser tu saco de boxeo.

Me trago el nudo en mi garganta, luchando contra la urgencia de llorar de pura


ansiedad y frustración.

—No lo sé, ¿de acuerdo? Incluso si creyera todo lo que dijiste, sobre cómo
nunca me dejarías embarazada sin mi consentimiento, ¿qué sigue? ¿Qué vamos a
hacer? Sin bebé, significa que no hay herencia.

—¿Si me creyeras? —Lanza un sonido exasperado de burla—. ¿Ni siquiera lo


sabes con certeza? Vaya, creo que realmente estoy en tu lista de mierda.

Dudo que él pueda verme poner los ojos en blanco, pero lo hago de todos
39

modos.
Página
—Hombre, me pregunto por qué. No hay ninguna razón en la tierra por la cual
una mujer deba desconfiar de un hombre que le mintió sobre cosas que podrían
arruinar su futuro por completo.

—Dije que lo sentía. Cometí un gran y estúpido error, ¿está bien? No dije nada
cuando debería haberlo hecho porque tenía tanto miedo de perderte y arruinar la
compañía y…

—¡La compañía va a estar arruinada de todos modos! —explico por lo que se


siente como la centésima vez—. Si hubieras dicho algo antes, podríamos haber
averiguado una forma de salir de esto juntos. En cambio, esperaste hasta el último
segundo posible.

—¿Estar salvando a Tate & Cane es la verdadera razón por la que estás tan
tensa? Porque estoy aquí para ayudar con eso.

—Por favor, no me digas que estás jodiendo conmigo —respondo en mi tono


más seco y frío.

—No, no es a donde iba. —Su voz baja ligeramente, adquiriendo una nota
sedosa—. Aunque si quieres que lo haga… —Se inclina contra la pared,
atrapándome entre sus brazos.

Aparto mi rostro del suyo. Tenerlo así de cerca hace que sea difícil pensar.

—Ugh. No, gracias.

—Suficientemente justo. Lo único que quería decir es que somos socios,


podemos pensar en una salida a este problema, si solo me dejas ayudarte.

¿Por qué no ha retrocedido todavía? Su colonia picante está llenando


lentamente mi cabeza de niebla.

—Creo que tengo derecho a estar un poco escéptica sobre el hombre al que
atrapé con una jodida aguja.

Noah hace un gruñido silencioso.

—¿Ves lo que quiero decir? Traes eso de nuevo, y ya me disculpé y te expliqué


lo que sucedió. Solo estamos yendo en círculos. —Su voz se suaviza de nuevo en
un tono implorante y seductor—. Por favor, Copo de Nieve. No me dejes fuera.
Haré lo que sea. Solo dime. Di la palabra y estaré de rodillas, rogando tu perdón, a
40

tu servicio, listo y dispuesto a compensártelo.


Página
Su cálido aliento me acaricia la mejilla mientras habla. Esa voz es puro pecado,
lamiendo mi autocontrol como llamas.

Intento replicar.

—T-tú estás listo y dispuesto para eso en cualquier momento. Con casi
cualquier mujer también.

—Sabes que eso no es verdad. Tal vez fui de esa manera una vez, pero ahora…
Soy un hombre de una sola mujer. Me has atrapado para siempre. Nunca estaré
satisfecho con nadie más que contigo.

Y de repente, sus manos agarran mis hombros y sus labios calientes presionan
contra los míos.

Jadeo en su boca. Mis ojos se cierran sin poder hacer nada. No me di cuenta de
cuánto necesitaba este contacto, esta cercanía, hasta que el toque de Noah prendió
mis nervios en fuego. Pero ahora estoy dolorosamente consciente de cada minuto
que ha pasado desde la última vez que me hizo el amor.

Todavía estoy furiosa con él. Maldita sea su sonrisa sexy, maldito sea su
perverso beso, más embriagador que cualquier cosa que haya bebido esta noche…
No quiero desearlo. Pero sí quiero esto. Querido Dios, incluso podría necesitarlo.

Y entonces me permito ceder.

Está bien mientras él no hable. Mientras no me recuerde que somos Noah Tate
y Olivia Cane, herederos de una compañía en quiebra, con la inminente decisión de
la junta colgando sobre nuestras cabezas como la cuchilla de una guillotina.

En este momento, bajo la cubierta de la oscuridad, somos anónimos. Solo un


hombre y una mujer, un par de animales que se mueren de hambre el uno por el
otro. Puedo pretender que esto es solo sexo, solo un desahogo, y no porque siga
siendo adicta a Noah a pesar de todo lo que pasó entre nosotros. Puedo volver a
mis sentidos, a mi vida de vigilia, mi enojo, dolor y preocupación, todas las
aplastantes responsabilidades de mi apellido, después de que mi cuerpo esté
satisfecho.

Ante la exploración de la lengua de Noah, me abro y le devuelvo el beso


salvajemente. Él hace un pequeño ruido de sorpresa, luego un gruñido de
satisfacción. Sus labios se curvan contra los míos en una sonrisa petulante.
41

¿Él piensa que me ha ganado? Entonces será mejor que lo piense malditamente
bien otra vez porque voy a hacerlo pelear por cada centímetro de terreno. Aplasto
Página

mi boca contra la suya, y cuando me muerde suavemente el labio inferior, respondo


con un fuerte mordisco. Gime e imita mi intensidad de inmediato. Pronto nuestro
beso es poco más que una danza de lenguas en duelo y suaves murmullos de placer.

Todavía devorando mi boca, se inclina hacia mí, haciéndome caminar hacia


atrás hasta que mi espalda baja golpea un estante. Me sobresalto al rozar el frío
metal contra mi piel desnuda. Luego me empuja un poco más por si acaso,
forzándome a arquear mi columna vertebral y levantar mi barbilla, exponiendo mi
cuello. El frío del estante empapa la delgada tela de mi vestido y esparce escalofríos
por mis brazos. Pero ya estoy tan caliente, que apenas noto nada de eso. Mis
sentidos están completamente consumidos por el tacto, el gusto y el aroma de
Noah.

Él sube la falda de mi vestido de noche y me toca, las yemas de sus dedos


recorriendo mis muslos desnudos hasta que no puedo soportarlo más. Sé
exactamente cuál es su destino, y lo quiero ahí ahora.

Levantando el borde elástico de mis bragas, sus dedos se deslizan sobre mi


centro de un solo golpe.

—No importa qué, Copo de Nieve, siempre estás mojada para mí. —Su voz es
áspera por la necesidad, pero sus movimientos están controlados.

—Ca-cállate y haz algo al respecto —jadeo.

—Como desees.

Suavemente acaricia mi clítoris, mi sangre corre a toda velocidad, mi corazón


palpita mientras balanceo mis caderas hacia adelante. Es demasiado lento.
Tortuoso.

Finalmente, la necesidad gana sobre el orgullo, y suplico.

—Más.

—Espero que estés lista. —Y con eso, el control de Noah se rompe. Él tira de
mis bragas húmedas y empuja tres dedos en mi interior.

Mi cabeza casi choca contra la pared cuando cae hacia atrás. Clavo mis uñas
en sus hombros, urgiéndolo a que lo haga más y más duro. Él hunde sus dedos
dentro y fuera con bruscas sacudidas de su brazo. Todavía no es suficiente; quiero
su polla, larga y gruesa. Pero no estoy tan perdida como para olvidar que estamos
en público. Entonces me las arreglo.
42

Y de alguna manera, esta áspera penetración con sus dedos es mejor que follar.
Página

Es todo sobre mí, sobre mi placer. Puedo sentir su erección de acero contra la cara
interna de mi muslo, crispándose con ansiedad, pero él no conseguirá abrirse
camino en mí hasta que decida que se lo merece. Alcanzo su brazo en movimiento
y agarro su entrepierna a través de sus pantalones, solo para sentir lo duro que está
y escucharlo gemir en frustrada necesidad.

Y lo hace. El sonido es duro y necesitado. Hace que mi coño apriete sus dedos
con fuerza, temblando mientras su desesperado gruñido me atraviesa.

Su mano es un sustituto sorprendentemente decente para su polla. Cada


empuje frota el nudillo de su pulgar contra mi clítoris y golpea el lugar dentro de mí
que dispara relámpagos calientes a través de mis venas, haciendo que mis dedos de
los pies se curven en mis Manolo Blahniks. Todas las perchas desnudas en los
estantes a nuestro alrededor se sacuden con fuerza.

—Más rápido, maldición —gruño entre empujes. Me está robando el aliento en


ráfagas agudas y guturales; gruñidos ahogados que nos recuerdan a ambos que
todavía estoy furiosa como el infierno.

—Tú lo pediste. —Su brazo se mueve más rápido y muerdo mi labio inferior lo
suficientemente fuerte como para herirme.

De repente rompe nuestro beso, dejándome sin nada para sofocar mis gemidos,
y su boca desciende para chupar y morder mi cuello. Quiero decirle que es hombre
muerto si deja un chupetón, pero ya no puedo formar palabras. Todo lo que puedo
hacer es aferrarme a él y arañarle los hombros. Arqueo mis caderas y extiendo mis
rodillas para impulsarlo aún más dentro de mí. Él me folla tan fuerte como puede
contra la pared mientras me aferro a mi vida, jadeando y temblando mientras el
placer aumenta.

Mis muslos se enredan alrededor de su antebrazo cuando finalmente me estoy


al borde. No pudiendo continuar el empuje con toda la fuerza de su brazo, Noah
tuerce sus dedos para masajear mi punto G y muele el talón de su mano contra mi
clítoris. Me estremezco violentamente, mi boca abriéndose en un grito silencioso,
oleada tras oleada de calor palpitando por todo mi cuerpo. Noah sigue trabajando
su mano para permitirme cabalgar mi clímax hasta el final.

Flotando lentamente hacia abajo desde las alturas, puedo sentir que aún me
contraigo alrededor de sus dedos, mis paredes internas apretándose y relajándose
antes de volver a contraerse, cada vez más y más débilmente. Me ruborizo al pensar
en cuánto puede sentir Noah. Él puede decir el momento exacto en que comencé a
correrme y el momento en que mi orgasmo finalmente se desvaneció. No hay nada
que pueda ocultarle cuando estoy así.
43
Página
Sus dedos se deslizan fuera con un ligero sonido resbaladizo. Sus ojos están
oscuros por la lujuria mientras se lleva los dedos a la boca y los chupa hasta
limpiarlos. Mis rodillas tiemblan un poco. Dios, él es exasperantemente sexy.

Se acerca para pasar un brazo por mi espalda desnuda y me besa, con ternura
ahora. Puedo saborearme en sus labios. Me siento tan lánguida que me relajo en su
abrazo sin pensar. Su polla todavía está dura como una roca en mi mano.
Instintivamente, extiendo la mano para descomprimir sus pantalones y
corresponder al placer que me acaba de dar. Incluso a través de su esmoquin, su
cuerpo está tan cálido contra la brisa que cae desde las ventilas del techo, y el aire
fresco que de alguna manera no noté antes…

De repente se filtra en mi espina dorsal y tiemblo, parpadeando como si


acabara de despertar de un sueño. Espera… ¿qué estoy haciendo? ¿Por qué nosotros
acabamos de…? Mi mandíbula se tensa. La niebla de la lujuria se está despejando
rápidamente y maldita sea, he cometido un gran error. Se supone que todavía debo
estar enojada con él, pero una vez más, dejé que mi libido tomara las riendas.
¿Cómo es que esto sucede siempre?

Alejo mis manos de la entrepierna de Noah como si me hubiera quemado.


Ceder al placer ya había sido bastante malo, pero ceder al deseo de complacerlo…
Estoy actuando como si estuviéramos haciendo el amor. Y por mucho que trate de
decirme a mí misma que es solo la fuerza del hábito, sé que no es así. Quiero que se
corra tan mal como yo quiero correrme.

—¿Qué está mal?

La voz de Noah todavía está ronca, tan listo para mi toque, y sacudo la cabeza
como si así pudiera desalojar el seductor sonido.

—Ya lo sabes.

Mis mejillas arden de vergüenza mientras me pongo las bragas de vuelta y me


aliso la falda. Lo dejé llegar tan lejos. Él todavía tiene tanto poder sexual sobre mí.
Puede tocar mi cuerpo como un violín, y el resto de mí no puede evitar seguirlo.

—Oye, ¿a dónde vas? ¿Qué hay de mí?

Ignorando las protestas de Noah, salgo del armario como si algo me estuviera
persiguiendo. Como si pudiera escapar de mis propios sentimientos. Abro la
puerta… justo a tiempo para trabar miradas con el Sr. Tyrell, caminando por el
pasillo. Sus ojos se abren en confusión.
44
Página

—Me perdí buscando el baño —suelto, y vuelvo a la sala principal tan rápido
como mis tacones me lo permiten.
Capítulo 6

Noah
Si Olivia va a quedarse enojada, bien. Que así sea. Pero si anoche es alguna
indicación, nosotros aún tenemos química. Con mis dedos enterrados
profundamente dentro de ella, ella se cayó en pedazos, arañando el saco de mi
traje, devorando mi boca, jadeando por aire. Ella puede fingir que no está afectada
todo lo que quiera, pero sé la verdad.

Y ella todavía está aquí, compartiendo nuestro apartamento. Ella no se ha


presentado para el divorcio o comenzó buscando un nuevo lugar o algo así. Así que
tengo que creer, muy en el fondo, todavía tiene sentimientos por mí. Su padre tenía
razón, madurando, estábamos tan en sincronización, justo allí uno para el otro a
través de cada antes y después. Concedido, estoy durmiendo en el sofá, pero al
menos ella no se ha ido.

Solo voy a tener que encontrar una manera de hacerla creer en esos
sentimientos, mostrarle que pertenecemos juntos. Convencerla de que el feliz-para-
siempre que ella siempre quiso no es solo una fantasía, es algo que podemos tener
juntos, de verdad. Pero se ha vuelto evidente que voy a tener que pelear sucio. Y
por eso he alistado la ayuda de nuestros amigos. Esto va a llevar un pueblo.

—¿Dónde está Olivia hoy? —pregunta Camryn, examinando nuestro


apartamento vacío mientras ella entra.

—En el spa. —Yo la acompaño hacia el comedor donde tengo todo instalado.
Le reservé a Olivia todo el día de hoy, facial europeo, masaje con piedras calientes,
manicura, pedicura y algo que llaman explosión, que me dice que es para su
cabello—. Tenemos al menos cuatro horas —agrego.

Olivia piensa que la cita es solo mi último intento de pedir disculpas por todo,
pero realmente, es porque la necesitaba fuera de la casa así puedo sostener esta
sesión de lluvia de ideas.
45

Camryn asiente con la cabeza.


Página

—Yo ayudaré de la forma que pueda.


La valoro como si la viera por primera vez. Sus traviesos ojos verdes tiene una
chispa en ellos y su expresión es abierta y curiosa.

—¿Por qué el cambio de actitud? —pregunto. Una vez ella me dijo que no era
Equipo Noah después de todo.

Camryn se sienta en uno de los taburetes de la barra de desayuno.

—Porque. —Mueve su largo cabello castaño sobre uno de sus hombros—. He


visto lo bien que pueden estar juntos. En un par de meses, fuiste la causa de tantos
cambios positivos en ella. Trabajó menos, se rio más. No era simplemente todo
acerca de la rutina.

Asiento, poniendo atención a cada palabra.

»Ella tuvo placer en su vida, también, algo que pone una sonrisa en su rostro y
ese algo eras tú.

Una mueca petulante se repliega sobre mi boca.

—Yo no podía estar más de acuerdo.

—Pero —Frunce sus labios como si saboreara un limón—, la jodiste


completamente.

Mi sonrisa se desvanece en nada.

—Lo hice.

—Épicamente. Como, completamente lo jodiste más allá de lo que es normal.

Bien, Jesús, lo entiendo. La interrumpo antes de que ella pueda frotar más sal a la
herida.

—Y por eso los he invitado aquí hoy. Comenzaremos tan pronto como Sterling
llegue aquí.

El timbre suena, señalando su llegada.

»Hablando del diablo —murmuro y me dirijo al intercomunicador timbrando


para que entre.

Sterling sonríe y palmea su mano en mi hombre cuando llega.


46
Página

—¿Listo para conseguirá tu chica de regreso?


—Infierno, sí.

Mi postura se relaja, y lo dirijo al comedor. Contar con el apoyo de mi mejor


amigo significa todo para mí y me da un poco de esperanza de que tal vez esto es
posible. Sterling siempre ha sido la voz de la razón, después de todo. Si él cree en
mí, tal vez yo realmente puedo sacar esto adelante.

Le hago un gesto a Sterling que tome asiento. Lo hace, al lado de Camryn en el


mostrador. Me miran con expresiones recelosas. Estoy al lado del caballete con un
nuevo rotafolio y marcadores, lo he comprado para la ocasión. La mesa del
comedor está salpicada de cartulina, notas y marcadores adicionales. Solo espero
que podamos resolver un plan realizable hoy. Nunca en mi vida he querido algo tan
mal como quiero arreglar mi relación con Olivia. Para volver al lugar feliz que
solíamos estar.

Al crecer, siempre envidié lo que tenían mis padres. Sin duda, llevo años
jugando en el campo y disfrutando de las conquistas sin sentido, pero siempre he
sabido en el fondo que tenía el tipo de una sola mujer y con la que eventualmente
me gustaría sentar cabeza. Para lograr ese tipo de familiaridad cómoda que viene
con la monogamia y el compromiso. Y ahora, justo cuando he conseguido una
probada de lo bueno que puede ser, ha sido salvajemente arrancado lejos de mí por
mis propias acciones estúpidas.

Despejando mi garganta.

»Primero, gracias a ambos por estar aquí hoy. Significa mucho.

Sterling asiente con la cabeza para que prosiga. Camryn parece un poco
escéptica, pero permanece tranquila, esperando a que continúe.

»Como Camryn señaló previamente, sí, lo he jodido completamente. Y no


pretendo hacer ninguna excusa para mi comportamiento. Solo quiero decirles que
era un hombre desesperado, al final de mi cuerda. Y que amo a Olivia… y
probablemente siempre lo he hecho.

La expresión de Camryn se suaviza y se inclina hacia atrás en su asiento,


colocando sus manos en su regazo.

»Los he traído ambos aquí hoy para ayudarme a crear una estrategia para
recuperar a mi esposa —repito las palabras que practiqué en la ducha esta mañana,
pausando para escribir Operación: conseguir a Olivia de regreso en el papel de
rotafolio pegada en el caballete.
47
Página

Escucho a Camryn reír y echo un vistazo a mi público cautivo. Sterling está


mirando hacia mí, su boca abierta como si hubiera perdido mi maldita mente.
—¿Qué? —pregunto, sintiéndome a la defensiva. Yo apenas he comenzado y
están riéndose de mí detrás de sus manos como niños.

—Olivia te ha contagiado. —Se ríe Camryn—. El viejo Noah habría


improvisado.

Considero sus palabras por un momento. Solo cuando abro mi boca para
preguntar si eso es una cosa terrible, Sterling interrumpe.

—Y el viejo Noah habría tenido pizza y cerveza.

Ante eso, Camryn reacciona.

—Oh, pizza suena genial. No he tenido el almuerzo todavía.

Agarro mi celular de mi bolsillo y lo tiro a Sterling.

—Muy bien, ordena pizza. Y hay cerveza en la nevera. Pero vamos a trabajar
sobre esto, y van a ayudarme a resolverlo.

Camryn me aplaude mientras que Sterling presiona el celular en su oreja para


ordenar dos tartas grandes.

Han pasado cinco minutos y mi reunión de estrategia ya está jodidamente


arruinada.

●●●
Platos de papel con cortezas de pizza contaminan la mesa, junto con unas
cuantas botellas medio vacías de cerveza. La cartulina que compré se ha convertido
en un caos de garabatos, después de que Sterling reto a Camryn en un juego de
ahorcado y luego tres en raya.

El caballete tiene un gran dibujo de un pene, que Camryn me aseguró con una
expresión sobria que era la clave para conseguir a Olivia de regreso. Ahora, se están
riendo y agregando palabras como vulva y escroto en el desorden.

Quiero golpearlos a ambos.

Sus sugerencias eran tontas e inútiles. Esta tarde ha sido una enorme pérdida
de tiempo y ahora solamente tengo una hora antes de que Olivia llegue a casa.
48

—Bien, esto es suficiente. —Agarro los marcadores de sus manos—. Si no van


a tomar esto en serio, entonces váyanse. Ambos.
Página
Camryn se levanta en sus pies y bosteza.

—Suena bien para mí. Me voy a casa… necesito una siesta.

Sterling me da palmaditas en la espalda, en simpatía o burlándose de mis


esfuerzos de hoy, no estoy seguro.

—Vas a pensar en algo, amigo. Lo sé.

—Gracias —respondo, no convencido.

Los acompaño a la puerta y sistemáticamente hago mi camino a través del


apartamento, enrollo los papeles usados y recojo los marcadores. Los restos de
nuestra comida en la basura y luego colapso en nuestra cama, agarro su almohada y
me aferro a ella, su olor a mi alrededor. Miro sin comprender hacia el techo.

Miro hacia el reloj. Ahora tengo cuarenta minutos antes de que pueda esperar a
Olivia en casa y todavía no tengo idea qué voy a decirle cuando llegue aquí. ¿Cómo
diablos voy a convencerla sobre nosotros? Días y no he llegado con mierda.

Me levanto en mis pies otra vez, comienzo a caminar de un lado a otro de la


habitación. Cuando veo la caja lacada negra que se encuentra encima de mi
aparador, me detengo y voy hacia ella. Acunando la caja en mis manos, me siento
nuevamente en la cama. A menudo no tomo viajes a mi memoria, solo
manteniendo los recuerdos en mi casa suele ser suficiente. Pero hoy, necesito
alguna orientación.

Saco cada artículo, sujetándolo e inspeccionándolo antes de bajar uno por uno
en la cama junto a mí. Uno de los medallones de mi madre. Un separador de cuero
de su romance favorito. El distintivo que mi padre recibió de la bolsa de valores de
Nueva York el día que su compañía salió pública. Un portavasos manchado de
agua del restaurante de mariscos donde él se propuso a mamá. Una pulsera de
amistad que Olivia me dio en sexto grado, de hilo trenzado deshilachado y sin
brillo. Sonrió y lo pongo al lado cuando miró a través del resto de los tesoros que
consideré apropiado guardar.

Después de inspeccionar todos los diferentes símbolos pequeños que tienen


significado en mi vida, llego a la última cosa, enterrado en el fondo de la caja. El
cuadrado doblado del periódico que contiene el obituario de mi madre.

Solo la sensación del suave, desgastado papel en mis manos hace que el vello
de mi nuca se levante. ¿Qué pensaría ella de mí?
49

Me veo obligado a hacer un balance profundo de mi vida. La he desentrañado


Página

al punto que apenas puedo reconocerla. ¿Dónde voy mal? He puesto cosas triviales
que no importa antes del amor. Si la empresa va abajo… ¿y qué? ¿Tenemos que
buscar nuevos puestos de trabajo? Enorme jodido problema.

Por supuesto, no quiero perder la empresa y ver a mis amigos y empleados


luchar por reconstruir sus vidas nuevamente. Pero tan lejos como va mi vida, mi
matrimonio es mucho más importante que el nombre de la empresa impreso en mi
recibo de sueldo. Para salvar esos puestos de trabajo, para salvarme de la
vergüenza, puse todo por encima de mi esposa. Si Olivia me otorga una segunda
oportunidad, no lo haré eso otra vez.

Desdoblo el periódico, delicado con la edad y contemplo las palabras que he


leído muchas veces antes:

Dahlia Emerson Tate fue tomada de este mundo demasiado pronto. Teniendo que
mudarse a los Estados Unidos cuando era adolescente, ella asistió más adelante a la
Universidad Smith y luego se casó con William Tate de Briar Grove, Nueva York. Ella es
sobrevivida por su esposo y un brillante, cariñoso y curioso hijo; Noah. Ella creía firmemente
que su hijo fue su mayor logro y criarlo fue el mayor placer de su vida.

Seguro como el infierno, mamá sabía la importancia del amor y la familia. Ella
estaría probablemente tan decepcionada de mí ahora.

Crece el nudo en mi garganta, y fuerzo una respiración profunda en mis


pulmones. No lloré por el deceso de mi madre en muchos años, pero algo acerca de
su pérdida se siente más fresco que nunca. Tal vez es porque he destruido lo único
bueno en mi vida, y por no tenerla aquí dando consejos o acariciando mi cabeza o
abrazándome cerca.

—Lo siento, mamá —murmuro—. Arreglaré esto de alguna manera. Te haré


orgullosa. Lo prometo.
50
Página
Capítulo 7

Olivia
Me registro en el spa para descubrir que Noah me ha reservado para el
tratamiento. Estoy siendo tratada con un facial europeo, una manicura/pedicura
francés, un masaje de piedras calientes, y finalmente un alisado brasileño. Estoy
momentáneamente molesta que Noah haya reservado esta cita bajo el nombre de
Sra. Tate en lugar de Srta. Cane. Pero lo alejo con un encogimiento de hombros.
Lo que sea… es un día de spa gratuito, y después de todo lo pasó la semana pasada,
necesito urgentemente tiempo para relajarme. Si esta es su manera de arrastrase, lo
acepto.

Pero estoy tan tensa que no comienzo a relajarme hasta el masaje, más de una
hora después en mi cita. Mientras estoy yaciendo boca abajo. Mis ojos cerrados, la
pequeña masajista rubia frotando mis adoloridos y anudados músculos, mi mente
no puede evitar vagar hasta el mismo territorio espantoso que he estado recorriendo
mentalmente por días.

Todo el tiempo, estaba operando bajo la suposición que una vez que nos
casáramos, Noah y yo podríamos tener la propiedad de nuestro lado. Esos derechos
y responsabilidades extras forzarían a la junta a escucharnos y hacerlos más
dispuestos a tomar riesgos, ya que asumiríamos más de la carga en caso que su
apuesta se fuera por lo lados. Pero la maldita cláusula de heredero significa que
heredar Tate & Cane ya no es una opción.

Aunque, ¿realmente ese es el fin del mundo? ¿Todavía hay otra salida?

En cuestión de semanas, los miembros de la junta se reunirán para votar y


decidir el futuro de nuestra compañía. Pero la cuestión todavía no está resuelta.
Ellos todavía tienen una opción que tomar, ya sea retener Tate & Cane o venderla.
Y tomaran ese asunto como hombres de negocios.

Todo se reduce a la opción que les dará más dinero. Cuanto valor seremos
capaces de crear en el futuro comparado con cuanto pueden convencer a otra
51

compañía para comprarnos. Beneficios de largo plazo contra beneficio a corto


plazo. Riesgo y recompensa.
Página
Incluso como están las cosas ahora, no es como si la compañía fuera una
terrible apuesta. Está haciéndolo bastante bien bajo su nueva administración;
nuestros beneficios definitivamente han empezado a subir hacia los números negros
en los pasados meses. Pero nuestra vuelta gradual no ha sido el regreso
sorprendente que desaparecería las dudas de la junta. Aún somos más una apuesta
de lo que les gustaría.

Si no podemos usar nuestros privilegios de propietarios para tener influencia


extra… bueno, eso definitivamente todavía nos deja de manos atadas, pero nuestra
derrota todavía no está asegurada. Solo tendremos que hacernos indispensables de
otras maneras.

Necesitamos demostrar dos cosas: Tate & Cane vale más viva que muerta. Y
vale más con Noah y conmigo en el timón que con cualquiera que puedan
desenterrar.

De acuerdo, entonces le mostraremos algunos números. Algunas llamativas y


sexis predicciones que nunca han visto antes. ¿Pero basados en qué? Simplemente
no podemos sacar un puñado de gráficos de nuestro trasero. Sé lo suficiente sobre
finanzas para masajear las estadísticas un poco, pero debe de haber algo que
masajear en primer lugar. Proyecciones optimistas son una cosa; mentiras a la cara
son otra cosa. Incluso si podemos engañar a la junta a corto plazo, seremos dejados
para sostener la bolsa luego, y rogando por otra oportunidad que no saldrá tan bien
esa segunda vez.

Dejando escapar un profundo suspiro, intentó relajar mis rígidos hombros para
que la masajista pueda hacer su trabajo. Es casi malditamente imposible relajarme
con todo eso en mi mente.

No hay otra manera, necesitamos evidencia sólida para respaldar nuestro


pronóstico de polvo de hadas. Necesitamos una gran cantidad de nuevos clientes, o
al menos unos prospectos prometedores, y los necesitamos lo más pronto posible.
Pero ya hemos estado presionando por meses. Hemos tratado de todo. Hemos
preguntado a todos. En este punto, estaríamos molestando a las mismas personas y
enojándolos en el proceso. ¿Cuán patético sería eso? Nadie disfruta una venta
difícil. Y ni siquiera sé si todavía tengo la energía para eso.

A menos que… podamos animarlos a venir hacia nosotros, en lugar de ir tras


ellos. ¿Podemos crear un escenario donde las personas importantes de las
corporaciones realmente quieran escuchar nuestras propuestas? O al menos algo
que los haga receptivos, relajados, dispuestos a escuchar, dispuestos a tomar una
52

oportunidad en nuevos acuerdos.


Página

Una divertida, y relajada atmósfera…


Comida y bebidas gratis siempre son un éxito garantizado, incluso con los
multimillonarios quienes pueden pagar por su propia comida y bebida. Idealmente,
en aras del tiempo, reuniríamos tantos prospectos en una habitación como sea
posible para que podamos convencerlos al mismo tiempo en lugar de programar a
un millón de reuniones individuales sobre el curso de varias semanas.

Pero necesitaríamos que fuera más que eso, debería ser la mejor fiesta que esta
ciudad alguna vez haya visto.

La inspiración me golpea como un rayo. Me levanto de forma inesperada de la


mesa de masajes con un jadeo.

—¿Sra. Tate? ¿Está todo bien? —pregunta la masajista, sorprendida.

—Sí, todo está bien. —Algo está muy bien, de hecho. No puedo evitar sonreír
con emoción; ella probablemente cree que me he vuelto loca—. Lamento ser tan
brusca, pero tengo que irme. Por favor sigue adelante y cóbrame por la hora
completa.

Sin esperar por su respuesta, corro hacia detrás de la cortina y me pongo mi


ropa mientras le envió un mensaje de texto a Noah.

Olivia: Encuéntrame en mi oficina. Tengo un plan.

Y si mis instintos están en lo cierto, le daré un giro repentino a esta compañía


de una buena vez por todas.

●●●
Después que oscurece, especialmente en un domingo por la noche, el edificio
está desierto. He estado aquí en horas extrañas, y en tan profunda quietud que
siempre me da una sensación escalofriante, como si fuera la última persona que
queda en el planeta. Pero estoy en una misión ahora, así que difícilmente lo noto.
El silencio desparece ante el rápido y constante sonido de mis pisadas mientras
camino a mi oficina.

Para el momento que escucho a Noah viniendo por el pasillo, ya he escrito un


comunicado de prensa y lo he enviado al New York Times. ¡Boom! Levanto mi puño
en el aire, sintiéndome mareada con el ataque sorpresa que estoy a punto de desatar
en el mundo de los negocios.

Noah entra a mi oficina sin tocar.


53
Página

—¿Qué demonios está pasando? ¿Dijiste que tenías una idea? —No necesita
añadir, que debe de haber sido una fantástica idea para arrastrarse a trabajar en un domingo
por la noche. Debió haber dejado todo para apresurarse directamente hacia aquí, está
usando jeans y una vieja camiseta, su cabello desordenado.

—La tengo. Ya he enviado un comunicado de prensa. —Tomo una profunda


respiración para calmar el aleteo en mi estómago—. Imagínatelo, vamos a dar la
más grande, y mejor gala que la ciudad de New York haya visto. Invitaremos a
todos los corporativos importantes de las empresas que hemos querido atraer, pero
no sabíamos cómo tener esas reuniones. Mostraremos una breve presentación al
inicio, no más de diez minutos, solo unos cuantos videos atrevidos, contundentes y
llamativos de nuestra compañía en acción, los resultados que hemos alcanzado
para nuestros clientes… —Agito mi mano—. Y luego nos mezclamos.

Noah todavía está de pie en la puerta, entrecerrando sus ojos hacia mí como si
no pudiera analizar mis palabras.

—¿Entonces estás diciendo… que vamos a dar una fiesta? —pregunta


escépticamente—.¿Este es el gran plan por el que me puse pantalones y apresuré mi
trasero a través de media ciudad? —Su tono es serio, pero su sonrisa me dice que
realmente no está molesto. He descubierto que hay muy pocas cosas que no haría
por mí.

Asiento ansiosamente.

—Exactamente. Resolverá todo.

—Vas a tener que convencerme.

Incapaz de permanecer sentada por más tiempo, salto y empiezo a caminar


sobre el estrecho espacio entre la pared y mi escritorio.

—¿Cuantas veces has estado en una conferencia o en lo que sea, y para el final,
has visto demasiadas presentaciones que ni siquiera puedes recordar quien estaba
promocionando que, porque todas eran abstractas y aburridas y casi idénticas? Si
queremos que las personas nos recuerden, tenemos que ser memorables. Lo que
significa ser frescos, diferentes, y divertidos. Esta fiesta hará que Tate & Cane
destaque en sus mentes y creará una asociación psicológica entre nosotros y todo
tipo de sensaciones positivas.

Noah se sienta en la silla frente a mi escritorio, como si fuera un cliente al que


estoy convenciendo, lo cual supongo que es.

—Entiendo lo que estás diciendo, pero todavía parece muy confuso y


54

demostrativo. Es apenas una solución garantizada.


Página
—Sé que esta idea de la fiesta no es dinero en el banco, pero tampoco solo
estoy gastando saliva. Contar historias en una estrategia de marca muy probada.

—Para mercadotecnia de contenido, sí, pero…

—Cuando los clientes nos contratan, no solo están contratando nuestros


servicios, están comprando la idea de nosotros como personas, o en un nivel
personal. Nuestro carisma, carácter o lo que sea. No es necesariamente sabio o
racional, pero es naturaleza humana. Somos criaturas sociales y emocionales…
valoramos las relaciones, narrativas y “sentimientos viscerales” muy alto, incluso
cuando no sabemos conscientemente lo que estamos haciendo.

Y aprendí la importancia de esta idea del mismo Noah. Casi tuve que reírme
cuando la ironía de mis palabras me golpeó. Hemos tenido tantas discusiones sobre
negocios justo como esto, pero en el lado opuesto de la mesa. Brevemente, me he
convertido en Noah, la mariposa social, optimista e intuitiva, y él se ha convertido
en mí, el práctico analítico, que se preocupa por todo.

—En lugar de solo lanzarles a las personas números secos —digo—, lo cual es
difícil de prestar atención e incluso más difícil recordar. Nosotros le damos a Tate
& Cane un rostro con el que puedan identificarse. Le mostramos nuestro negocio al
mostrarnos nosotros mismos. Los dos nuevos Directores Ejecutivos que están listos
para salir fuera de la caja y empujar los límites. ¡La gente comerá ese tipo de
historia con una cuchara!

Mientras le sonrió a Noah, sus propios labios empiezan a levantarse.

—Bien, está bien… quizás tienes algo bueno aquí.

Cruzo mis brazos e inclino mi cabeza, pretendiendo estar insultada.

—¿Solo quizás? Por favor, intenta frenar tu entusiasmo.

Se ríe.

—Bien, Copo de Nieve, es una fantástica idea. ¿Cuándo le dijiste a la prensa


que esta fiesta iba a ser?

—El próximo sábado por la noche.

—¿Tan pronto? Demonios, tenemos trabajo que hacer. —Pero todavía está
sonriendo. Evidentemente mi emoción es contagiosa—. Imagino que deberíamos
55

empezar. —Frota sus manos juntas y me da una amplia sonrisa que he estado
esperando desde que llegó.
Página
—¿Ahora mismo? —Asumí que quería volver a lo que sea que estaba haciendo
en casa.

—¿Qué mejor momento? —Hace una pausa para ver su reloj—. De hecho,
vamos a cenar primero.

Mi estómago gruñe en acuerdo y ambos reímos. Me había olvidado que no


había comido desde el desayuno, antes de ir para el spa. Hablando de eso…

—Gracias por el paquete de spa. Fue perfecto. Realmente, gracias.

Él asiente.

—Me alegra que lo hayas disfrutado.

Debatimos entre ordenar pizza o comida china, nos decidimos por la última, y
nos lanzamos a nuestras cajas de entrega en la larga mesa de roble en la sala de
conferencia. Mientras comemos nuestros rollos de huevo y fideos chowmein, Noah
pregunta:

—¿Tú papa todavía mantiene una botella de whiskey en su cajón del escritorio
para los clientes?

Trago mi bocado de arroz.

—Sí. ¿Por qué? —Ante la sonrisa de Noah, sacudo mi cabeza—. Oh, demonios
no. No vamos a emborracharnos… —Pero luego me detengo. Porque realmente,
¿por qué no hacerlo? Estoy de humor para celebrar, y un trago con la cena no me
matará.

—Vamos, un trago. Dos máximos —dice Noah con un movimiento ligero de


su mano—. Le compraremos una botella de reemplazo. Probablemente ni siquiera
note nada diferente.

—Estamos irrumpiendo en el escondite secreto de licor de papá como una


pareja de adolescentes.

—Sí, ¿no es eso nostálgico? No creo que hayamos hecho eso desde que yo
era… ¿de primer año?

Me rio incluso cuando pongo mis ojos en blanco.


56

—Seguro, hagamos un brindis. Creo que no lo hemos ganado.


Página

—Demonios sí, ese es el espíritu. —Noah se levanta—. Ya regreso.


Unos cuantos minutos después, regresa con una botella de cristal de whisky de
color miel, media llena, y dos vasos.

—Lo siento, no hay hielo —dice mientras vierte nuestras bebidas—. Solo
tendremos que tomarlos seco, supongo.

No soy una bebedera de licor fuerte, pero me encojo de hombros.

—Lo que sea. Estoy segura que sobreviviré.

Acerco mi vaso lleno, me inclino sobre la mesa y tomo un sorbo, e


inmediatamente empiezo a toser. Oh, Dios. Hablé demasiado pronto sobre la parte
de “sobrevivir”. Es como inhalar humo fresco y caliente, con la forma que quema
en la bajada. Ugh… ¿las personas beben esta cosa gustosamente?

Noah se ríe de mí y le doy una mirada diabólica, pero pronto también estoy
riéndome.

Prueba su propio trago y me da un pequeño suspiro de satisfacción.

—Demonios. Esto es bueno.

—¿Cómo puedes beber eso? —digo con una mueca.

—Es un gusto adquirido… justamente como tú. —Evade mi palmada


juguetona.

Mientras terminamos nuestra cena china, pensamos acerca de los planes de la


fiesta incluyendo tema, catering, decoraciones e invitados. Un trago de whiskey de
alguna manera se convierten en dos, luego tres. Resulta que baja más fácilmente
entre más bebes.

Aunque ambos todavía no sabemos dónde estamos el uno con el otro, el


ambiente es jubiloso. Mi destello de inspiración, y optimismo que trae, es
demasiado fuerte para ser socavado por la torpeza de cualquier relación. Incluso
estoy más borracha en esperanza de lo que estoy por el whisky de papá.

Me levanto para tirar a la basura la bolsa vacía de la cena y el cuarto se


balancea un poco. Está bien, quizás la esperanza y el whisky están iguales ahora.

—Cuidado, allí —dice Noah, levantándose. Estira su brazo y me estabiliza con


una mano en mi cintura.
57

Me giro… y me encuentro más cerca de lo que esperaba. Si tomo incluso un


Página

paso hacia adelante, estaría en sus brazos. El ambiente cambia de uno de negocios
a un sensual encuentro entre dos viejos amantes inundados en atracción sexual e
historia.

—¿Estás bien? —Su voz es baja y suave, justamente tan intoxicante como el
licor.

—S-sí —contestó, de repente más mareada—. ¿Tú?

¿Por qué dije la última parte? Debo de estar más borracha de lo que pensé. Pero
Noah responde con un tono serio y únicamente con una ligera sonrisa, como si mi
pregunta tuviera perfecto sentido.

—Estoy sintiéndome bastante bien ahora mismo —Hace una pausa, luego
añade—, pero podría estar mejor.

De alguna manera, sin notarlo, me incliné más cerca. ¿O siempre estuve así de
cerca, y nunca noté el cosquilleo de su respiración en mis labios? Inhalo su familiar
aroma picante y siento mis rodillas debilitarse de nuevo.

—¿Qu-qué quieres decir? —pregunto.

—Eso depende de ti —contesta. Luego vacila de nuevo. Mueve su pulgar sobre


mi labio inferior—. Es bueno verte sonriendo. T-Te extraño.

Más cerca de nuevo. La atmósfera en la sala de conferencias, una vez feliz y


relajada, contiene su aliento mientras nos miramos el uno al otro. Los ojos oscuros
de Noah son solemnes. Pero si veo profundamente dentro de ellos, puedo ver algo
ardiendo. Por mí.

No puedo decir quien se mueve primero, él o yo. Cerrando la distancia se


siente tan natural e inevitable como caer. Todo lo que sé es que sus labios se sienten
cálidos y suaves y tan bien, tan bien contra los míos. Abro mi boca y lo escuchó
suspirar cuando nuestras lenguas se enredan.

—Te extrañé. —Lo oigo murmurar contra mi boca—. Tanto, Copo de Nieve.

Nuestro beso pronto se profundiza, urgente y salvaje. El calor de sus manos


sobre mí, mis senos, mi trasero, mis muslos, parecen estar por todos lados a la vez,
queman directamente sobre la tela de mi ropa. Estoy suavizándome como
melcocha, derritiéndome y fundiéndome con él. De repente me doy cuenta que
entre más tiempo evitara esto, más explosivo estaba destinado a ser cuando
reconectáramos.
58

La parte posterior de mis piernas chocan con la mesa de conferencia. Pierdo mi


Página

balance y me siento con un golpe sordo poco agraciado. Sin romper nuestro beso,
Noah se desliza entre mis rodillas separadas, empujando mi falda de algodón hacia
arriba para presionar su cuerpo entero contra mí con avidez, como si no pudiera
tener suficiente contacto. Encajamos perfectamente, pecho con pecho, la dura
longitud de su pene insistente en mi estómago. Cuando levanta mis piernas para
tirarme más cerca, mis pantorrillas se envuelven alrededor de sus caderas angulosas
automáticamente, incluso antes que un chillido de sorpresa se escape de mis labios.

Su boca desciende de nuevo, persuadiendo a mis labios para separarse mientras


mueve su lengua tan expertamente contra la mía. Sus cálidas palmas masajean mis
senos y busco entre nosotros, abriendo el botón de sus pantalones, y luego él está en
mis manos, y disfruto cada caricia, cada respiración trabajosa, cada gemido que
saco de este gran y sexy hombre, evidencia que es mío y solo mío. Nadie más
puede hacerlo reaccionar así. Su pene es cálido, duro como el acero, y masajeo
cada centímetro de él, delicadamente frotando la gota caliente de fluido que se
escapa sobre la punta.

—Copo de Nieve, yo… —La voz de Noah es apretada con necesidad. Pero no
tiene que preguntar, no tiene que decir nada más. También necesito esto.

Me libero, lo suficiente para tomar mi bolso con una mano y arrastrarlo sobre
la mesa hacia mí. Saco el paquete de aluminio escondido en mi cartera. Sus ojos se
abren ante la vista. Pero ninguno de nosotros habla; el silencio es ensordecedor
mientras abro el condón.

Empuja sus pantalones y bóxer abajo sobre sus caderas. Pongo el condón sobre
su pene. Apenas somos capaces de vernos el uno al otro. Este momento flota tan
ligero y frágil como una burbuja de jabón; el toque de realidad la explotaría
instantáneamente. Un momento descuidado, un recordatorio de nuestra
desagradable situación, y volveríamos a estrellarnos en la tierra.

Pero es obvio que ambos estamos pensando sobre el condón. Una cosa tan
pequeña, tan grande en significado ahora. Un campo minado de incómodas
preguntas sin resolver que todavía se extienden sobre nosotros, mis propias
emociones reflejadas en la expresión vacilante de Noah. ¿Qué significa esto a largo
plazo? ¿Estamos bien otra vez? ¿Yo estoy bien? ¿O esta noche será la última noche
que nos tocaremos?

No puedo soportar contestar esas preguntas todavía. Solo quiero a Noah. No


quiero pensar por qué lo deseo, o si confío en él, o lo que depara el futuro. En este
momento, sé que él es mi todo.

Tiro a un lado la entrepierna empapada de mis bragas de seda.


59

Espontáneamente, se guía sí mismo dentro de mí, pausando cuando silbo a través


Página

de mis dientes, y lentamente empuja hacia delante cuando muevo mis caderas en
impaciencia. Centímetro a caliente, y grueso centímetro, me llena, alejando el
espacio entre nosotros. Y luego su boca desciende en la mía, nuestro beso más
hambriento y fogoso que antes.

Las palabras son demasiado pesadas y demasiado ligeras, muy afiladas y muy
francas, todo al mismo tiempo. Los sonidos bajos y entrecortados de placer es toda
la comunicación que necesitamos de todas formas. Así que empujo lejos todos los
pensamientos desagradables y disfruto esto, lo disfruto a él. La sensación de piel
con piel disuelve el pasado y el futuro, dejando solo el presente. Mi mundo entero
se reduce hacia la sensación de su gruesa longitud partiéndome, de aliento caliente
y fricción más caliente.

—Noah —jadeo cuando se estira entre nosotros y frota mi clítoris expuesto en


suaves círculos.

—Lo sé —gruñe, todavía enterrado hasta la empuñadura—. Tan perfecto. Tú y


yo.

Y tiene razón. Lo es.

Flexiono mis músculos interiores alrededor de él y gime.

Nuestros jadeos y gemidos sin palabras nos guían hacia la felicidad mientras
nos retorcemos juntos. Pronto Noah está golpeando violentamente dentro de mí,
dándome cada centímetro duro de él, los suaves sonidos de carne húmeda
golpeándose tan erótico y prohibido en la oscura y silenciosa oficina.

Los dedos de mis pies se curvan y aprieto su circunferencia con cada


embestida. Abandono todo y me dejo caer en él, Noah Tate, mi esposo, mi rival,
mi traidor, mi compañero. Esta contradicción andante, el único hombre del que no
puedo permanecer alejada, que hace que mis emociones simultáneamente sean tan
confusas y tan claras.

Mañana en la mañana, debería volver a este caliente y tierno recuerdo e


intentar averiguar lo que significa. Quizás lo haga. O quizás me diré a mí misma
que todo fue un sueño.

Aunque por ahora, no hago preguntas. Solo siento.


60
Página
Capítulo 8

Noah
Ver a Olivia trabajando la habitación es increíble. Todo por lo que hemos
trabajado tan duro durante los últimos meses nos ha llevado a este mismo
momento.

—¿Colgando allí? —pregunta ella, robando un momento lejos de la multitud


tratando de atraer su atención. Levantándose de puntillas en sus ya altos tacones,
presiona un beso rápido en mi mejilla.

Desde nuestro encuentro erótico en la sala de conferencias el fin de semana


pasado, las cosas han sido buenas. No geniales, pero buenas. Ella ha sido educada y
afectuosa en casa, y aunque no nos hemos arreglado por completo, o hemos tenido
sexo otra vez, para el caso, las cosas se han sentido bien. Como que estamos
moviéndonos en una dirección positiva, incluso si es solo un centímetro a la vez.

Es seguro decir que la fiesta con la que Olivia soñó es un éxito rotundo. Tate &
Cane ha entregado, un gran jodido tiempo. Estamos ganando sobre todos de los viejos
ejecutivos cansados a los ejecutivos de mercadotecnia jóvenes y hambrientos listos
para la próxima gran cosa. Estoy prácticamente radiante de orgullo por mi hermosa
esposa. Estoy tratando de mantener mi optimismo cauteloso, pero maldita sea, es
imposible no ser atrapado en el momento.

—Esto es asombroso, nena. —Dándole un apretón a su cintura, le devuelvo su


casto beso en la mejilla. No cruzaré la línea y le mostraré demasiado afecto, porque
sé que este no es el momento ni el lugar y que solo la haría sentir incómoda, pero
no puedo resistirme a tomarme un momento para hacerle saber lo mucho que su
dulce gesto significa. Hemos trabajado duro para llegar aquí, y aunque todavía no
estoy seguro de lo que el futuro nos depara, este es un gran paso en la dirección
correcta.

La mirada en sus ojos es tierna, y hay una pequeña sonrisa en sus labios.
61

—Te veré de nuevo más tarde.


Página
En su mayor parte, hemos dividido y conquistado. Apenas le he dicho tres
palabras en toda la noche, pero la he mantenido en mi línea de visión, y nunca ha
estado lejos de mis pensamientos. La veo mezclarse de nuevo en la multitud. Con
sus simples pantalones negros y su blusa de seda verde esmeralda, se ve
impresionante. Profesional, pero más casual de lo habitual, lo que encaja
perfectamente con el estado de ánimo.

Esta no es una reunión aburrida de negocios, ni es una políticamente correcta,


torpe y aburrida “salida de trabajo” que todos temen silenciosamente. Tenemos a la
maldita Beyoncé actuando. De acuerdo, entonces ella no es Beyoncé, pero la chica es
hermosa, ardiente y puede cantar jodidamente bien. El ambiente es informal y
relajado. Y los camareros no están sirviendo champaña fría, ellos están sirviendo
cócteles de pepino lo suficientemente fuertes como para poner una sonrisa en los
labios de incluso los líderes de la compañía más estirados.

Infiernos, la mayoría de los demás están descalzos en el suelo de césped que


habíamos traído. Las pelotas de playa están siendo pateadas alrededor. Hamacas
donde los 500 líderes de fortunas holgazaneaban con un cóctel. Esta gente nunca
consigue tiempo libre, así que la idea ingeniosa de Olivia utilizaba la única cosa que
realmente necesitaban, relajarse.

Tal vez realmente me he contagiado de ella. Una sonrisa tira de mis labios.

Voy hacia la línea de buffet, averiguando con quién más podría hablar esta
noche.

La comida no es pretenciosa. Es accesible y recuerda a la niñez. Alimentos


simples para los dedos. S’mores sobre una fogata. El olor de hotdogs a la parrilla en
el aire. Es amigable y fácil. Y como no he comido desde el almuerzo, me detengo
en la fila al lado de un hombre de cabello canoso que reconozco como el presidente
de una empresa de tecnología importante.

Cuando encuentro sus ojos, su mirada se desliza lejos, y una mirada que
reconozco destella a través de sus rasgos. El tipo está lleno de trabajo, cansado, y
probablemente tiene otras cuatro o cinco horas de basura que hacer esta noche una
vez que llegue a casa. Solo quiere que lo dejen en paz. La última cosa que quiere
hacer es hablar de negocios. Lo cual está bien para mí. Recuerdo a mi propio papá
sentado en la mesa de comedor con su computadora portátil mucho después de que
mamá y yo nos fuéramos a la cama por la noche.

—Hola, soy Noah. —Le ofrezco mi mano y él la sacude. Sin apellido, sin
título, porque puedo leer sus vacilaciones como si fueran un letrero de neón
62

intermitente.
Página

—Soy Howard Dillon de Spherion, pero antes de que usted comience...


—¿Has tenido alguna vez un taco ambulante? —le pregunto, sonriendo como si
conociera el mejor secreto del mundo. Porque lo hago.

Su boca se cierra, se abre, luego sacude la cabeza.

—De hecho, no —dice finalmente.

Mi sonrisa se agranda.

—Amigo, déjame engancharte.

Howard se ríe y me sigue hasta el frente de la línea de buffet.

Y pronto, nos sentamos con las piernas cruzadas en un sofá inflable con vistas
a una pelea de globos de agua, charlando sobre nachos y carne molida.

Howard patea sus zapatos y mueve sus dedos de los pies recubiertos en
calcetines de seda negros.

—Así que esto es un taco ambulante, ¿eh?

Doy otro bocado y asiento.

—Extrañamente bueno, ¿no? —Son todos los ingredientes de tacos estándar


mezclados en una bolsa individual de tamaño de las virutas de maíz, que puede ser
comido con un tenedor. Tenía un compañero de cuarto en la universidad que una
vez me presentó la idea.

—Ustedes en Tate & Cane parecen tenerlo todo resuelto. —Toma otro bocado.
Ni siquiera hemos hablado de negocios, pero ya sé que lo tengo justo donde lo
quiero.

—Trabajamos duro, jugamos duro, y sobre todo, lo conseguimos. Eres un


hombre ocupado con mucho en tu plato. Si podemos hacer tu trabajo un poco más
fácil, por eso es por lo que estamos aquí.

Hace un sonido que suena muy parecido a la aprobación.

Mi mirada oscila para encontrar a Olivia de nuevo y ella me da un rápido


pulgar hacia arriba. Ella ha rebotado de mesa en mesa, haciendo su mejor esfuerzo
para mostrar a cada huésped el mismo nivel de trato personalizado y respeto. Se
acerca a cada conversación como si fuera la única que importa, como la persona
63

delante de ella es la más importante e interesante en el mundo. Es un gran talento,


eso es seguro.
Página
No tengo que contar los números de esta noche para saber que hemos sido más
que exitosos en ganar nuevos clientes y hacer nuevos tratos con clientes existentes.
Y lo mejor de todo, ha sido fácil, casual y divertido. Estoy asombrado. Mi esposa es
una asombrosa criatura.

Más tarde, tiro la basura de Howard junto con la mía, y nos consigo una nueva
cerveza.

—Gracias por estar aquí esta noche.

Él se pone de pie.

—Oye, no hay problema. —Su mano derecha desaparece en su bolsillo, y un


segundo después me entrega su tarjeta de visita—. Aquí está mi celular directo.
Hablemos a finales de la semana que viene cuando regrese de China. Me encantaría
ver lo que podríamos hacer con un poco de talento fresco ayudándonos.

Asiento.

—Me gustaría eso. —Mi bolsillo está lleno de tarjetas de visita y promesas para
reuniones de seguimiento. No recuerdo la última vez que el negocio ha sido tan
bueno.

Hacia el final de la noche, me muero de ganas de enviar a todo el mundo con


sus regalos de despedida, bolsas llenas de chocolates franceses finos y una tarjeta de
regalo para un masaje por nuestra cuenta, y tener a Olivia sola. Pero todavía hay al
menos una docena de personas aquí, junto con un par de gordos corporativos
saltando en una casa inflable.

Me rio y me voy a sentar con Olivia. Ella ha abandonado sus tacones y está
encaramada en un taburete de bar absorta en la conversación con Estelle de
Calzado Parrish, la mujer con la que, cuando salíamos por primera vez, Olivia
pensó que estaba coqueteando en una cena de negocios. Es bueno verlas llevarse
bien como viejas amigas. Riendo y sonriendo mientras hablan.

Justo antes de llegar a ellas, Olivia se levanta de su taburete, disculpándose a sí


misma para tomar una llamada telefónica. No estoy seguro de lo que podría ser tan
importante que ella había cortado una reunión de cliente abruptamente, así que la
miro desde el rabillo de mi ojo. Su frente se arruga y ella se pasea hacia adelante y
hacia atrás mientras escucha a la llamada en el otro extremo.

Si es el Jodido Bradford Daniels otra vez, entonces ayúdame Dios...


64

—¿Nena? —Pongo mi mano en su muñeca.


Página
—Estaré allí. Gracias. —Cuelga y traga duro.

—¿Copo de Nieve?

—Es mi papá. —Su voz se agrieta tan ligeramente. Pero esa pequeña pérdida
de control me dice todo. Si ella no puede mantenerse fresca en público, delante de
tantos invitados... lo que acaba de escuchar debe ser devastador.

Sé que ella nunca sería capaz de vivir consigo misma si se rompiera al alcance
del oído de nuestros invitados. Con mi mano en la parte inferior de su espalda,
rápidamente la acompaño desde la sala de banquetes y por las puertas delanteras.

Una vez que estamos afuera, ella inhala una enorme respiración y las lágrimas
se derraman de sus ojos.

—¿Qué es?

—Su enfermera llamó. Está siendo llevado a urgencias. Se cayó y se golpeó la


cabeza.

Mierda. Desde que el tratamiento final de Fred falló hace unas semanas, su
salud ha estado empeorando progresivamente. Tanto es así que ya raramente viene
a la oficina, y contrató a una enfermera para vigilarlo en casa.

—Tienes que ir —le digo—. Ve al hospital y estate con él.

—¿Estás seguro? ¿Qué pasa con...? —Su mirada vuelve a la fiesta, donde
todavía podemos escuchar a la banda tocando y la feliz charla de los invitados.

Agarro sus hombros y me inclino para presionar un beso en sus labios.

—Tengo esto. Estamos terminando de todos modos.

Ella asiente y limpia las lágrimas que siguen escapando a pesar de su valentía.

—¿Quieres que vaya contigo? —ofrezco.

Ella sacude la cabeza.

—No. Asegúrate de ver a todos y haz un seguimiento de cada acuerdo.

Una sonrisa cruza por mis labios.


65

—Por supuesto que lo haré. ¿Te veré en casa más tarde?


Página

—Sí, eso creo.


Compartimos un pequeño y significativo beso, y luego se va.
66
Página
Capítulo 9

Olivia
Van dos semanas y lo que sienten como cincuenta galones de café después,
Noah y yo hemos cerrado todos los acuerdos que comenzamos en nuestro gran
golpe playero.

Parece que la mitad de Nueva York sigue zumbando por la fiesta. El futuro
financiero de nuestra compañía es casi tan seguro como eso: tenemos una docena
de nuevos y gordos contratos y tres veces más contactos de red prometedores para
aprovechar en los años venideros. Tate & Cane Enterprises lo está haciendo
increíble. Debería estar en la cima del mundo…

Excepto esta mañana, me desperté con un correo de voz del hospital. La salud
de papá ha empeorado repentinamente.

Hace dos semanas, la noche de la gran gala de contactos, papá aparentemente


estaba trabajando hasta tarde en su estudio, lo cual no debería haber estado
haciendo, maldita sea, pero nunca he sido capaz de mantenerlo alejado de su
trabajo. De alguna manera cayó en el pasillo, probablemente de camino al baño.
Tropezó o simplemente se desmayó. Su enfermera nocturna lo encontró
inconsciente y llamó al 911.

Esa noche, todo lo que pude hacer fue estallar en aterradoras lágrimas de ira
mientras conducía al hospital a toda velocidad. Cada cosa horrible que le pudo
haber pasado a papá brilló en mi cabeza en un espectáculo de diapositivas
horripilantes. Dios sabía cuánto tiempo estuvo allí tumbado en la alfombra. Él
podría haber muerto en ese momento.

Al diablo la fiesta. Debería haberlo visitado más a menudo. Demonios, debería


haber encontrado una manera de mantener su terco trasero en cama en primer
lugar. Si hubiera intentado más, lo hubiera cuidado más de cerca, ser una mejor
hija…
67
Página

Un sonido de una bocina hace que mi atención vuelva a la carretera. Intento


concentrarme en llegar al hospital sin agregar otra víctima a la mezcla. Esos
pensamientos de autocompasión no eran productivos hace dos semanas, y
reflexionarlos ahora no es mejor. Pero carcomen el fondo de mi mente.

Después de lo que parecen horas, pero probablemente solo sean veinte


minutos, llego al hospital. Aparqué en el estacionamiento trasero, metí un puñado
de monedas en el parquímetro y entré corriendo. Me dirijo a la enfermera en la
recepción, pero ya no necesito que me guíe a la habitación de papá en el ala de
oncología. Ahora sé su ubicación de memoria: tercer piso, giro a la derecha dos
veces, última puerta a la izquierda, habitación 302. Demasiado impaciente para
esperar el ascensor, tomo las escaleras de dos en dos.

Cuando abro la puerta, respiro hondo cuando veo a papá. Incluso después de
visitarlo media docena de veces en las últimas dos semanas, todavía es aterrador
verlo en tan grave condición. El gigante amistoso de mi infancia, el dios sabio y
gentil que siempre sabía exactamente qué hacer, ahora yace pálido y demacrado en
una cama de hospital con una increíble variedad de tubos y cables y máquinas
pitando a su alrededor. Su mortalidad acechando más y más cerca, lento pero
inexorable, no tiene que darse prisa, porque sabe que va a atrapar a su presa al final
y no tengo más remedio que mirar a la bestia directamente a los ojos inyectados en
sangre.

Odio esto.

Quiero arreglar cada cosa, hacer desaparecer todo su dolor y enfermedad.

Pero estoy impotente.

Cuando me siento en la única silla en seguida de su cama, papá se agita y abre


los ojos. Se sienta con un leve esfuerzo.

—Olivia… ¿cómo estás, cariño? —Tal vez es solo mi imaginación, pero su voz
suena un poco ronca.

Una risa melancólica suena en mi garganta. Está mintiendo y parece tan débil,
¿y me pregunta cómo estoy?

—No importa, eso no es importante. ¿Tú estás bien? ¿Qué pasó? ¿Cuánto
tiempo creen que estarás aquí?

El lugar donde se golpeó en la cabeza y necesitó puntos es ahora una línea


tenue sobre su ceja. Se curó muy bien. Pero son las cosas de adentro las que
cuentan. Ahí es donde acecha la enfermedad que no puedo ver o luchar contra ella.
68

—Calma, cariño, una pregunta a la vez. Solo tuve otro pequeño mareo.
Página

Probablemente de la quimioterapia más que del cáncer en sí. Y todavía no lo saben;


están haciendo pruebas. Juro que esos vampiros han absorbido la mitad de mi
sangre. Pero el doctor dijo que podría pasar un par de semanas hasta…

Trago el nudo en mi garganta. Papá deja que su frase se apague, pero sé lo que
iba a decir. Hasta el final.

Papá se mueve un poco para apoyar su mano húmeda sobre la mía.

—Ahora, dime cómo van las cosas contigo.

Viejo obstinado. Pero si quiere una distracción, creo que no puedo culparlo. Y
probablemente le aliviará la idea de escuchar sobre nuestra buena suerte. Me pongo
mi suéter sobre mis hombros ya que el aire acondicionado en este lugar siempre
está frío y me inclino más cerca de papá.

—Todavía no he terminado de correr los números… —Antes de que todo se


saliera totalmente de las vías hoy, mi plan era finalizar todo a la hora del
almuerzo—. Pero creo que ya volvimos a la normalidad. Mis proyecciones se ven
mejor que nunca. Diría que las cosas están mejor que bien.

La reunión con la junta directiva no es hasta dentro unos días, por lo que aún
está por verse su decisión, pero salvo que ocurra un desastre, Tate & Cane
seguramente estará a salvo de su hacha oscilante.

Papá interrumpe mis pensamientos con una risa grave.

—Eso no es lo que quise decir, cariño. Quería saber cómo estás tú.

Oh. Me toma un momento procesar la pregunta.

—Estoy bien —dije con un encogimiento de hombros. Agotada de sacar dos


semanas de locas horas extras y en pánico por la salud de papá… pero una buena
noche de sueño puede encargarse de todo. O de un problema al menos—. ¿Por qué
lo preguntas? —Seguramente tiene cosas más importantes de qué preocuparse.

—Porque eres mi hija, y pase lo que pase, siempre serás mi bebé. Y porque no
suenas tan segura. ¿Eres feliz? ¿Cómo están las cosas con Noah?

Oh mierda, No tengo idea. ¿Por dónde empiezo?

—Supongo que… no lo sé —admito.


69

—¿Todavía? —Sus cejas se alzan.


Página
—Con tu salud y toda la locura en el trabajo últimamente, no he tenido mucho
tiempo para centrarme en mi propia vida —dije, defendiéndome. Y el último
episodio de papá ha sacado todo lo demás de mi cabeza.

—Esa no es razón para ponerte último, cariño. Algún día me iré y el éxito
viene y se va a su propio tiempo, pero tú eres la única tú que hay. Y el amor… si lo
alimentas bien, siempre estará ahí para mantenerte fuerte. Así que, es importante
tomarse el tiempo para poner en orden tu propia casa.

Sus palabras me golpean. Incapaz de estar en desacuerdo, asentí.

—Está bien, papá. Prometo que trabajaré en eso.

Por no mencionar el hecho de que tiene razón, por supuesto. Ya no puedo


evitarlo. Esta incertidumbre sobre nuestra relación me ha estado devorando por
dentro. Y ninguna cantidad de tiempo centrada en mi trabajo me ha ayudado.

—Esa es mi chica inteligente. Ahora, ve y sigue con tu día. Estaré bien sin que
estés sobre mí. —Me guiña un ojo y sonrío a pesar de las circunstancias.

Con un apretón de mano, le doy un beso en la mejilla y sacudo la cabeza.

—Si no te importa, creo que me quedaré un par de horas, papá. El trabajo


puede esperar.

La necesidad de estar en su presencia, de escuchar su respiración suave, sentir


su olor almizclado a jabón es casi un dolor físico. Ni siquiera quiero pensar en el
hecho de que llegará el momento en que ya no pueda tener esas cosas.

Él asiente.

—Bien por mí, cariño.

●●●
Más tarde, de camino del hospital al edificio de oficinas, las señales de
construcción de color naranja bloquean el camino que normalmente tomo. Tomo el
volante con un gruñido para encontrar otra ruta. Hoy, de todos los días posibles, ¿es
cuando finalmente arreglan los baches? Dulce Jesús, no tengo tiempo para esta
mierda…

Bueno, realmente tengo mucho tiempo. Paciencia es lo que no tengo. Una cosa
70

más y mi cabello podría incendiarse por el estrés.


Página
El laberinto de calles de sentido único de Manhattan me obliga a dar un gran
rodeo. Esperando una luz roja que es tan larga, juro que debe estar descompuesta,
tamborileo mis dedos al volante, miro alrededor de la calle solo para pasar rato. A
menudo no vengo a esta parte precisa de la ciudad. A pesar de…

Eh, esa tienda de té parece familiar.

Una lenta sonrisa se forma en mis labios. Es el lugar donde le compré a Noah
nuestra tetera japonesa como regalo de inauguración. Todavía recuerdo esa noche,
la primera noche que compartimos nuestro nuevo penthouse. La tetera era una
ofrenda de paz. Un reconocimiento de que aún no estábamos en armonía, pero
podríamos lograrlo si lo intentábamos, y estaba dispuesta a intentarlo.

Dios, y había estado tan nerviosa esa noche. Mudarse a un nuevo y brillante
penthouse con un hombre tan hermoso, sexy y audaz como Noah. Cuando
recuerdo la forma cuidadosa en que aceptó ir despacio y estar una tierna sesión de
besos, parece casi cómico.

Calidez fluye por mi pecho y tengo que reír fuerte. Sigo perdiendo esa imagen, así
que el destino tuvo que golpearme en la cara con eso. Es casi irónico que una coincidencia
tan simple me diga lo que debería haberme dado cuenta hace tiempo.

Estoy enamorada de Noah.

En algún lugar entre nuestra infancia compartida y la primera vez que


dormimos juntos, me enamoré de este maravilloso hombre, enloquecedor y
apasionado, sin esperanza de que siempre vuelve. E incluso cundo estaba tan
enojada con Noah que podía escupirlo, todavía estaba enamorada de él. Supongo
que papá tenía razón sobre el amor siempre estando allí… aunque probablemente no sea de la
manera que lo decía en serio.

Pero mi euforia pronto se desinfla. No importa lo que siento, todavía no sé


dónde nos encontramos. No importa cuán duro trato de ver las cosas desde su
punto de vista, no importa cuántas veces dice que cometió un terrible error y que
nunca, jamás va a hacerlo de nuevo, nada puede borrar el hecho de que me mintió.
Me ocultó información vital para controlar lo que siento por él.

No te dije nada porque tenía miedo de perderte, es una debilidad humana


comprensible, pero sigue siendo manipulador. Y el recuerdo de verlo en el baño
con esa aguja todavía me eriza la piel.

Incluso si lo amo, no tengo idea de qué hacer con esta información. O incluso
71

lo que quiero hacer. Mi corazón todavía está dividido entre golpear a Noah y
Página

extrañarlo tanto que se siente como si me hubieran arrancado un brazo.


Dejé escapar un bufido de frustración. Cada vez que estamos juntos,
inmediatamente me encuentro gravitando hacia él como si nada malo hubiera
pasado entre nosotros. Nuestra atracción es una fuerza de la naturaleza. Los polos
opuestos que siempre han sido, y siempre estarán unidos.

Y no es solo mi cuerpo, aunque Dios sabe que no puedo apartar mis manos de
él, sin importar cuánto lo intente. Nuestras mentes y personalidades encajan en el
otro. Nuestras estrategias comerciales no eran suficientes de por sí, pero cuando se
unieron, sacaron a la empresa de la red. Y cuando de repente me llamaron en la
fiesta, automáticamente confié en Noah para manejar todo. Yo, la fanática del
control que tardó una eternidad en aprender cómo delegar a su propio amigo.

Nos complementamos. Tan perfectamente, no puedo evitar preguntarme…

Tal vez haya una manera de que podamos hacer que esto funcione después de
todo.

Durante las últimas semanas, he estado haciendo lo que siempre hago en


situaciones sociales estresantes: reprimir mis malditas emociones sumergiéndome
en mi trabajo, como un avestruz escondiendo su cabeza en la arena. Esperaba que,
con suficiente tiempo y espacio, mis sentimientos se asentaran lo suficiente como
para permitirme ordenarlos.

Pero eso claramente no funcionó. Congelar mis emociones era solo una excusa
para procrastinar, no era una verdadera estrategia para solucionar problemas.
Simplemente no quería lidiar con el problema en absoluto. Una relación no es el
tipo de cosa que puede solucionarse con un poco de filtración. Dios, el matrimonio es
difícil.

Y mis otras estrategias favoritas tampoco funcionarán. Puedo ser hiper lógica y
organizada, puedo hacer una lista de pros y contras todo el día, y todavía no me
ayudará a llegar al meollo del asunto. Todo finalmente se reduce a mi elección. Mi
elección desordenada, aterradora y sin seguridad.

Si lo amo… ¿voy a terminar herida algún día?

Odio lo vago y doloroso que se siente todo. Estoy tan acostumbrada a los
números fríos y duros, a tener algo objetivo que captar, a dejar que los hechos, las
cifras y las estadísticas me dirijan hacia la respuesta correcta, o al menos me ayuden
a guiarme en una parte del camino. Ahora, estoy sola.

Bueno, en realidad no lo estoy. Tengo un compañero en todo esto. Lo cual es


72

parte del problema, pero también es parte de la solución.


Página
El perdón completo es una cosa; aun no sé si estoy lista para eso. Pero en este
momento, todo lo que realmente necesito es un cierre. Necesito tener una idea de
hacia dónde nos dirigimos, porque no puedo soportar vivir en este incómodo limbo
por más tiempo. No puedo seguir con mi vida diaria, tratando de no mirar ni tocar
al hombre cuyo lugar de trabajo comparto todo el día y cuya cama comparto todas
las noches. Dormir acurrucados, mirando en direcciones opuestas, el metro entre
nosotros se siente como un frígido kilómetro.

No podemos seguir a la deriva a través de este incómodo espacio, mirando


nerviosamente el borde de la brecha entre nosotros, esperando que algo nos arrastre
de vuelta o nos lleve al abismo. Necesitamos dar un paso bajo nuestro propio
poder. Necesitamos resolver las cosas y tomar una decisión bien pensada a la que
podamos apegarnos.

En cuanto a lo que esa decisión podría ser…

No quiero terminar nuestra relación. La única alternativa es continuar, y eso es


un salto de fe. ¿Sería realmente el fin del mundo si le diera a Noah otra
oportunidad?

Casi tengo que sonreír. Otro período de prueba: nuestra relación parece tener
un patrón aquí. Aunque este podría ser el más importante de todos. ¿Puede Noah
pasar de mi enamorado a mi enemigo a mis felices por siempre?

No, me estoy adelantando. Todo lo que sé con certeza es que necesitamos tener
una larga conversación esta noche.

Dirijo mi coche hacia casa, con la intención de hacer exactamente eso. Pero
parte de mí todavía espera que tal vez, solo tal vez… algunas cosas realmente sean
así de simples. O al menos, más simple de lo que parece últimamente.
73
Página
Capítulo 10

Noah
Olivia ha estado bajo una enorme cantidad de estrés últimamente, incluso más
de lo normal. Además de dirigir un negocio, y de andar de puntillas alrededor de
nuestra frágil relación, que aún se está curando, se ha enfrentado a la pérdida de
salud de su padre.

Durante mucho tiempo, todos hemos fingido que podría conectarse para
siempre. Pero la verdad es que él no está bien. Su pronóstico es sombrío, y es
posible que no salga del hospital esta vez. Deseo más que nada que pueda arreglar
esto, que pueda robar a Olivia y protegerla de todo el dolor que vendrá.

Entre nosotros, ya hemos perdido tres padres; esto no debería ser un nuevo
territorio. Pero la cuestión es que nunca te acostumbras. Nunca puedes preparar
verdaderamente a tu corazón para ese espacio vacío que dolerá sin ninguna cura.

Suspiro y me levanto del sofá. Olivia llegará a casa pronto, y planeo tener una
cena esperándola. Si hay una pequeña manera de mejorar su día, por supuesto que
lo haré.

Salteo los tomates y el ajo con vino blanco y cocino una olla de linguini cuando
escucho la puerta abrirse.

—¿Hola? —llama Olivia.

—En la cocina. —Termino de rebanar un pan crujiente y apago los


quemadores justo cuando Olivia entra a la habitación.

Ella me ofrece una sonrisa triste. Sé que visitar a su padre le pasa factura. En
ese momento, decido que no volverá a verlo sin mí a su lado. A pesar de que nunca
lo admitió, quizás estar sola en el hospital no es tan bueno para ella. Debería estar
allí cuando necesite alguien en quien apoyarse, alguien con quien desahogarse.

Sus pies están descalzos, lo que significa que es unos buenos siete centímetros
74

más baja que yo, y la acerco para darle un abrazo. Después de vivir juntos durante
Página

los últimos meses, aprendí que siempre deposita inmediatamente esos dispositivos
de tortura que llama zapatos en la puerta de entrada, para llevarlos amorosamente a
su armario más tarde. Se ve muy bien en zapatos de tacón, pero hago una nota
mental para darle un masaje en los pies más tarde.

Olivia descansa su cabeza contra mi pecho.

—Estaba pensando… deberíamos hablar.

Asiento.

—Sí, pero primero, carbohidratos.

Se ríe.

—Me conoces demasiado bien.

Olivia agarra platos y servilletas y pone la mesa mientras yo drenaré la pasta y


la arrojaré en la salsa casera, agregando un montón de queso parmesano rallado.

Disfrutamos de la cena con un vaso de vino blanco frío en el sofá, mientras que
el televisor suena suavemente en el fondo. Se siente tan doméstico y normal.

Después de terminar, veo a Olivia llevar los platos a la cocina. Se ha puesto el


cabello en un moño desordenado sobre su cabeza, y aunque todavía está vestida
con ropa de trabajo; una elegante falda lápiz negra y una blusa de seda de color
crema con pequeños botones en el escote, se ve casual y relajada.

Mientras la veo servirnos una copa de vino, dos cosas me golpean


simultáneamente: estoy enamorado de ella, y no puedo continuar así. No puedo
tenerla en pedazos, arrastrándome por su atención, viviendo y trabajando a su lado
como si no me afectara, y luego follándola en un frenesí cuando lo considera
correcto. No quiero sus restos; la quiero toda.

Cuando vuelve a sentarse a mi lado, estoy preparado para dejarlo todo en la


línea. Para decirle que hemos llegado al final del camino, y es hora de que ella
decida: todo o nada, el ganador se llevará todo. Pero Olivia me gana al golpe.

—He estado pensando mucho sobre nosotros últimamente —dice, su voz


insegura. Ella traga y coloca su copa de vino sobre la mesa de café junto a la mía.

—¿Y en qué has estado pensando? —Me vuelvo hacia ella en el sofá,
animándola a continuar.
75

—No puedo seguir con esto. —Niega con la cabeza como si estuviera
aclarando un pensamiento desagradable.
Página
Mi estómago se cae. Como si estuviese en caída libre, cayendo en picada hacia
el desastre sin forma de detenerlo.

»Odio no saber dónde estamos parados, qué puede pasar después. —Gira sus
manos en su regazo, pareciendo incómoda.

—¿Y qué quieres que suceda después? —Casi contengo la respiración mientras
espero su respuesta.

—Solo quiero... que las cosas sean mejores. Como antes. Yo... me estaba
enamorando de ti, Noah —tartamudea.

Amor. Mi corazón salta. No hace mucho tiempo, era una palabra de cuatro
letras que me habría hecho huir. Pero aquí y ahora, cayendo de los perfectos labios
de Olivia… Nunca escuché un sonido más dulce. Quiero agarrarla en mis brazos,
besarla con fuerza, complacerla aquí mismo en el sofá. Mostrarle lo mucho que la
extrañé.

Pero aprieto mi emoción y me obligo a caminar con cuidado. Todavía no


estamos fuera del bosque.

Entrelazo nuestros dedos y la acerco más.

—Entonces no te detengas.

La mirada de Olivia se acerca a la mía.

—Estoy asustada.

—Yo también —lo admito. Los dos entendemos que pase lo que pase después,
estamos juntos en esto. Y será con dos corazones completamente en la línea, en
lugar de solo nuestros trabajos. Eso parece mucho más frágil y real de lo que
imaginaba.

—¿Qué significa esto? —pregunta.

La acerco aún más, así que prácticamente está en mi regazo. Acariciando su


mejilla con mis dedos, presiono un beso suave y casto en su boca.

—Significa que estamos en esto juntos, de verdad esta vez, como marido y
mujer. No hay sustituciones, no importa qué. No me importa lo que le pase a la
compañía... Todo lo que quiero es a ti. Quiero tus días y tus noches y todo lo
76

demás. No puedo soportar la idea de no tenerte. Quiero ser el hombre que te


mantenga a través de todos los altibajos de la vida.
Página
Y habrá suficiente, no se equivoquen. Ya hemos soportado muchas tormentas
juntos, pero ambos somos lo suficientemente maduros como para saber que
probablemente aún no hemos pasado por lo peor. Pero es exactamente por eso que
quiero ser su lugar seguro y estable.

Una triste sonrisa se forma en sus labios.

—Yo también quiero eso.

—Y lamento mucho no haberte contado sobre la cláusula heredero. Te juro que


nunca...

Ella levanta la mano y me suelta mi enésima disculpa.

—Lo sé, Noah. No, por favor. No necesitamos repetirlo. Si hacemos esto, si
seguimos adelante, quiero que sepas que prometo no mencionar tus errores y
mantenerlos sobre tu cabeza.

Asiento.

—Gracias. Eso es más de lo que merezco. —Y solo una razón más por la que
es la mujer perfecta, aunque no me gusta que haya dicho la palabra si. Para mí, no
hay hipotéticos. Ya estoy demasiado enamorado como para contener cualquier
cosa. Ella acuna mi corazón en sus manos, y todo lo que puedo hacer es esperar su
decisión.

—Pero este asunto del bebé… —Se muerde el labio inferior, sus ojos buscan los
míos—. Un bebé es algo de lo que tendremos que hablar. Es algo que no llegará
hasta más tarde. Mucho más tarde... como mucho. Todavía estoy procesando eso.

Mi corazón salta en mi garganta. La idea de Olivia con mi hijo me hace sentir


casi mareado. Sabiendo que hay una posibilidad más adelante, es una elección que
podríamos hacer juntos... eso es todo para mí

—Está bien —le digo, tratando de mantener la calma—. Solo quiero que
seamos una pareja. Es todo lo que siempre he querido, una oportunidad real
contigo. Sé que entramos en este matrimonio bajo circunstancias inusuales, pero
para mí, no es un matrimonio falso. Nunca lo fue. —Me inclino y le doy otro beso,
tierno y suave.

―¿Qué estás diciendo? —Ella se retira para mirarme con curiosidad.


77

Me encojo de hombros.
Página
—Cuando Sterling esperaba que me enloqueciera por ser enganchado, no lo
estaba. Y cuando todos pensaron que me gustaría tener los pies fríos, no lo hice.
Eres todo lo que siempre he querido. La única chica que parecía ser inmune a mis
encantos, la única persona que podía mantenerme alerta, debatiendo conmigo
durante horas. La mujer más hermosa que siempre deseé, pero que nunca tuve
oportunidad de tener. Eres mía ahora, y ahora que te tengo, no voy a estropear
esto. Lo prometo.

—Noah… —Hace un suave sonido de aprobación.

—A partir de ahora, todo será cincuenta y cincuenta. Prometo comunicarme


contigo abierta y honestamente. Prometo incluirte, no importa cuán desagradable
sea la situación. Somos socios en el crimen. Hasta el final. Por favor, no te puedes
ir. Te amo.

Ella se muerde el labio, manteniéndome en agonía. Entonces sonríe.

—No voy a ninguna parte. Yo también te amo.

Mis labios se estrellan contra los de ella. Estoy tan lleno de todas las emociones
a la vez: amor, lujuria, felicidad. Siento que podría estallar. La levanto del sofá y la
llevo a nuestra habitación.

La habitación que hemos compartido en silencio durante las últimas tres


semanas ya no lo está, porque en el momento en que Olivia se coloca en el centro
de la cama, le quito la falda y las bragas de un tirón rápido, y un jadeo sorprendido
sale de sus labios. Luego viene su blusa, seguida por su sujetador de encaje.

—Alto ahí tigre. —Me sonríe con un hambre que hace que mi polla se
mueva—. Vamos a arreglar las cosas.

Me quito la camisa por la cabeza mientras los hábiles dedos de Olivia se ponen
a trabajar en mi cinturón. Y luego estoy acostado junto a mi esposa, con su piel
cálida en la mía, sus besos en mi garganta, y todo está bien con el mundo.

Nos besamos por un largo tiempo. Siento que no puedo tener suficiente de ella,
de su olor a madreselva, sus suaves gemidos entrecortados. Pero la necesidad de
estar más cerca de ella, de estar dentro de ella, de poseerla, gana.

—Necesito hacerte el amor —murmuro contra sus labios. Es la primera vez


que le digo esas palabras a una mujer. Hacer el amor. Pero, me doy cuenta, eso es
exactamente lo que es esto.
78

—Sí —susurra.
Página
Alcanzando la mesita de noche, tomo un condón del cajón. Luego, tras una
consideración más detenida, vuelvo y agarro un segundo y lo tiro sobre la cama
junto a nosotros.

Olivia se ríe.

—Alguien se encuentra ambicioso esta noche.

Maldita sea, lo soy. He esperado demasiado para tenerla. Si he hecho bien mi


trabajo, ella estará adolorida y cansada por la mañana.

Abro la envoltura, pero Olivia se encarga de envainarme, sus manos amables y


mucho más suaves que las mías. Mi necesidad de estar más cerca de ella supera a
cualquier otro instinto, como si esta unión fuera más importante que todas las otras
veces que se me dio a ella combinada.

Nuestros encuentros íntimos anteriores fueron todos nacidos de engaño. Sí, ella
estaba dispuesta, pero esta noche está comprometida. Me ha dado su corazón, ha
perdonado todas mis transgresiones, y el deseo de mostrarle lo que eso significa
para mí es una necesidad inconfundible. No es mi novia o novia falsa o la otra
mitad de mi matrimonio arreglado. Es mi esposa. Y tengo la sensación de que hacer
que comprenda ese hecho requerirá más trabajo, pero en este momento, todo lo que
me interesa es que se sienta bien.

Empujo a Olivia hacia arriba para que esté a horcajadas sobre mis caderas. Y
luego la guio, alineándome con ella. Cuando se hunde, es el cielo. Cielo. Su cabeza
cae hacia atrás y suelta un gemido lento y bajo.

—Para siempre —gruño, agarrándole fuerte de las caderas mientras controlo


nuestro ritmo. Agradable y lento, para que pueda saborear cada aliento, cada
gemido, cada compresión de sus músculos internos.

—Noah —susurra, colocando sus manos sobre mis abdominales mientras me


anima a seguir el ritmo—. ¡Más rápido! ¡Más!

—Dámelo. —Empujo hacia arriba, reclamándola.

—Es tuyo. —Ella me presiona, tan profundo.

Mi pecho se llena de amor por esta mujer increíble, y me siento abrumado por
la emoción. Enterrarme en ella una y otra vez afirma todo lo correcto sobre nuestra
unión.
79

—Mía —gruño.
Página
—Siempre. —Ella llora, ya sin aliento de placer.

Siempre.
80
Página
Capítulo 11

Olivia
—En resumen, sería en los mejores intereses financieros de la junta retener a
Tate & Cane Enterprises —termino sin aliento, mirando a Noah—. ¿Qué tal eso?

—Estupendo. Creo que lo tenemos. —Me da una sonrisa cansada—. Como


dije después de nuestras últimas dos prácticas.

Me muerdo el labio, ya lo he mordido hasta lastimarlo en el transcurso de la


noche.

—¿Deberíamos ensayar una vez más? No sé si sea tan convincente. Y tal vez
debería hacer esas diapositivas adicionales de las que había hablado. Nuestro
argumento podría ser más fuerte…

Noah se estira para apretar mi hombro, tanto para interrumpirme como para
tranquilizarme.

—Copo de Nieve. Calma. Nuestra presentación está bien. Y es la una de la


madrugada, estoy agotado y estoy seguro de que tú también. En este punto, dormir
bien una noche ayudará más a nuestro argumento que cientos de gráficos.

—Bien, bien. —Suspiro derrotada. La sola mención de la palabra dormir


desencadena un bostezo.

—¿Ves? Déjame llevarte a la cama.

Mis labios se alzan y levanto una ceja hacia él.

—¿Qué hay con ese tono? Pensé que querías dormir.

Me devuelve la sonrisa.

—No te preocupes, lo hago. El sexo puede esperar hasta mañana, después de


81

que les hayamos pateado el culo con nuestra presentación y hayamos salvado el
mundo.
Página
Otro bostezo interrumpe mi risa mientras Noah me dirige a la cama.

●●●
Esa noche, aun riendo con triunfo, pasamos a través de la puerta principal de
nuestro penthouse como un par de universitarios que acaban de graduarse.

—¡Lo hicimos! ¡Salvamos nuestra jodida compañía! —grito, quitándome mis


tacones. Incluso después de todo nuestro arduo trabajo, apenas puedo creer que
convencimos a la junta de dejar con vida a Tate & Cane. Aunque la cláusula del
heredero incumplida nos perdió nuestras acciones, todavía tenemos nuestros
trabajos como jefes de la empresa. Todavía podemos vivir nuestro legado, y
realmente eso es todo lo que siempre quisimos.

—Demonios, sí lo hicimos. Estuvimos imparables. —Noah me levanta de la


cintura y me hace girar por el pasillo de entrada, haciéndome chillar de sorpresa y
deleite—. Y fue tu brillante idea lo que nos salvó el culo, Copo de Nieve.

—Ni siquiera intentes actuar modesto. No podría haber manejado esa horrible
montaña de trabajo sin ti. —Le doy una palmada juguetona en sus hombros, la
única parte de él que puedo alcanzar en esta posición—. Ahora, bájame para
servirnos algo de beber.

—Otra gran idea. Abriré una botella de champaña fría. —Noah me pone en
mis pies, se quita el saco y lo tira en el respaldo de una silla.

—¿Ya tienes una fría? —pregunto, siguiéndolo a la cocina.

—Anoche pensé que si ganábamos, querríamos celebrar, y si perdíamos,


querríamos ahogar nuestras penas.

—Que voto de confianza. Deberías haberme dicho que estabas seguro de que
ganaríamos.

Se encoge de hombros, dándome una sonrisa engreída.

—Sí, pero ganamos, ¿verdad?

Tomo dos copas de la alacena mientras Noah saca la champaña de la nevera y


la descorcha. Hay algo mágico en el sonido de una botella de champaña siendo
descorchada, se siente como una mini celebración. Noah la vierte en las copas hasta
el borde.
82
Página

—Para el éxito en los negocios, las victorias difíciles de ganar… y parejas


imparables —dice, levantando la copa.
—Por todo eso. —Tomo mi copa, chocándola ligeramente contra la de él, y
tomo un largo sorbo, liberando las suaves burbujas llenando sobre mi lengua.

—Ahora, ¿dónde está mi beso de felicitación?

Rodando mis ojos, me inclino y le doy un casto beso en sus labios. Él deja salir
un suave murmuro de apreciación e intenta tirar de mí más cerca, pero me alejo.

—¿Por qué? —protesta.

—Déjame al menos terminarme una simple copa de champaña primero.


Todavía no he terminado de saborear nuestro triunfo.

Cuando terminamos las copas, Noah nos sirve otra.

—¿Por qué deberíamos brindar esta vez?

—Hmm —digo pensativamente—. Cubriste muchas cosas en nuestro primer


brindis. Qué hay de… ¿casarse bien?

Noah parpadea y asiente, una sonrisa lentamente extendiéndose sobre su


rostro.

—Me gusta esa.

Chocamos las copas con una sonrisa. Supongo que lo sorprendí. Pero él, y toda
la felicidad que me da, me sorprendió primero.

Noah termina su bebida dando un suspiro de satisfacción.

—Esto es grandioso.

Asiento enfáticamente.

—Lo sé. Dios, se siente tan increíble ya no tener a la junta colgando sobre
nuestras cabezas.

—Bueno, eso también. —Me da una sonrisa brillante—. Pero también estaba
hablando de pasar tiempo en casa contigo. No recuerdo la última vez que pasamos
tiempo junto y nos divertimos así.

Nuestra separación no fue solo porque hubiéramos estado ocupados con el


trabajo. Tampoco estaba segura de dónde estábamos parados, y luché para
83

ponerme en pie con esta relación. Pero todo ese dolor está atrás: hablamos sobre
Página

nuestros sentimientos, dijimos todo lo que se necesitaba decir, y ahora estamos


tratando de dejar atrás todo el desagradable episodio.
Sintiendo mi vacilación, Noah se acerca para entrelazar sus dedos con los
míos.

—Lo siento, no quise decirlo así. Solo quise decir que… bueno, me alegra verte
feliz otra vez.

Sosteniendo mi mirada, lleva mi mano a sus labios y besa mis nudillos con una
sonrisa, justo como lo hizo el día que accedí a salir con él por primera vez. Esa
fatídica reunión no ni hace tres meses, pero parece una eternidad, tal vez porque me
he convertido en una persona diferente. ¿Quién podría haber pensado que nuestra
relación florecería así? Si alguien me hubiera dicho que me enamoraría así de Noah
Tate, podría haberlo abofeteado. Me habría escandalizado.

En un tono más ronco, Noah agrega:

»Hablando de divertirse… ven aquí, hermosa.

El calor en sus ojos aleja todos los pensamientos de mi cabeza.

—Está bien, pero quiero probar algo nuevo esta noche.

Su interés se profundiza.

—¿Oh?

Extiendo la mano para agarrar su corbata. Su respiración se acelera cuando


desabrocho el nudo y deslizo la larga cinta de seda color vino tinto del cuello de su
camisa.

—Quiero que me vendes los ojos —digo, sintiendo que mis mejillas ponerse un
poco rosadas a mi pesar. Tendré que acostumbrarme a hablar sobre cosas como
esta si voy a estar casada con el dios del sexo.

Sus ojos se abren con incredulidad y emoción.

—¿Estás segura?

—Sí. Confío en ti.

Y quiero mostrarle que confío en él. No soy tan buena con las palabras como él,
pero con este acto, poniendo mi cuerpo y placer en sus manos sé que mi significado
llegará más que solo diciéndole que lo perdono.
84

Cuando Noah me besa, duro y profundo y tan sincero, las lágrimas pican en
Página

mis ojos con felicidad. Está claro que entiende.


Ambos estamos un poco sin aliento cuando retrocede. Sin decir una palabra,
toma mi mano y me lleva por el pasillo. Una vez que estamos en el dormitorio, se
vuelve para mirarme, todavía sosteniendo mi mano.

—Déjame desnudarte —dice, su voz ya un poco ronca.

Tragando saliva, asiento.

Con una lentitud que parece parte reverencia y parte que me provoca con
anticipación, me quita la ropa. Primero la blusa, botón a botón, luego la falda, la
desabrocha y desliza por mis piernas. Me besa mientras alcanza mi espalda para
desabrochar mi sujetador. Mis bragas son las últimas en irse.

Finalmente, estoy desnuda delante de él. Esta noche, con Noah, puedo tomar
un descanso de ser la gran ejecutiva. Ahora mismo soy solo Olivia, una mujer lista
y esperando el toque de su marido.

Me empuja ligeramente hacia atrás para que me acueste en la cama, luego se


sienta a mi lado y ata su corbata alrededor de mi cabeza para cubrirme los ojos.
Todo lo que puedo ver es una fina tira de luz en el fondo de mi improvisada venda.
Siento la cama hundirse mientras él se arrodilla sobre mí, preparándose con sus
manos para que nuestro único punto de contacto sea el ocasional roce de sus
pantalones en mis piernas.

Por un momento, solo queda el leve silencio de nuestra respiración. Entonces el


roce de la boca de Noah se vuelve leve sobre mi oreja y suspiro alto.

Comienza a descender besando mi cuerpo, tomándose su tiempo con cada


parte sensible como si estuviera saboreándome. Sin ser capaz de predecir sus
movimientos hace que cada toque sea una deliciosa sorpresa. No ser capaz de verlo
es un tipo diferente de dulce tortura, desearía poder ver sus labios llenos sobre mi
piel, sus ojos iluminados con el fiero deseo.

Lo compensé con mis manos. Enterré mis dedos en su cabello, disfrutando de


su textura y la forma en que su aliento se engancha cada vez que tironeo demasiado
por mi excitación. Le acaricio los hombros y la espalda solo para sentir su piel y sus
músculos firmes moviéndose. Quiero grabarme cada centímetro de él. Tal vez
deberíamos hacer esto de nuevo algún día, pero con él usando la venda.

Sus dientes raspan suavemente sobre el lugar en mi cuello que siempre vuelve
mis rodillas gelatina. Labios suaves y llenos rozan mi clavícula, la parte superior de
mi pecho, avanzando lentamente, bajando. Mi estómago revolotea de ansiedad. Su
85

toque está bajando muy lentamente, siento que podría explotar por pura
Página

anticipación. Jesús, ¿está planeando mantener este ritmo toda la noche?


El calor palpita directamente en mi clítoris cuando finalmente sella su boca
sobre un pezón, lamiendo y chupando con fuerza, pellizcando y haciendo rodar mi
otro pezón entre sus dedos.

—Noah —digo gimiendo, rogando. Mis caderas se alzan con el ritmo del
movimiento de su lengua. Estoy tan mojada; puedo sentir la humedad entre mis
piernas cada vez que me retuerzo. Y si levanto mi rodilla, puedo sentirlo también,
una barra de acero tirando de la cremallera de sus pantalones de vestir. Froto mi
rodilla contra su dureza y sonrío cuando escucho un gemido.

—Esta noche se supone que es sobre ti. —Suena mucho más excitado que
molesto.

Extiendo la mano y lo escucho aspirar cuando mis dedos se cierran alrededor


de su erección.

—Pero esto es para mí, ¿no? ¿Entonces, cual es el problema?

—Niña traviesa —gruñe—. ¿Tengo que atarte? ¿O puedes ser buena?

Niego.

—No sé nada sobre ser buena, pero puedo ser paciente si eso es lo que quieres.
—Por lo menos un poco más de tiempo, de todos modos. No sé cuánto más de esto
puedo tomar—. Pero no voy a dejar de tocar ese gran y sexy pene de mi esposo, así
que ni siquiera lo pidas. —Sonrío incapaz de evitarlo.

Él besa la sonrisa directamente de mis labios.

—Puedes tocarme donde quieras después de que te vengas para mí.

¿Después? Me gusta cómo suena eso… pero maldición, ¿cuánto tendré que
esperar?

Sin más dialogo sobre el tema, cambia de pecho, sus dedos deslizándose sobre
el pezón que estaba lamiendo antes, sus labios, lengua y dientes casi tan intensos en
el que estaban sus dedos. Luego reanuda su viaje al sur. Mi vientre salta con cada
beso.

Jadeo y me estremezco con anticipación ante una repentina bocanada de aire


en mi centro. La tela raspa silenciosamente, se desliza sobre las sábanas. Entonces
siento sus labios rozar mi tobillo.
86
Página
—Túúúú apestas. —Me rio sin poder hacer nada. ¿Realmente se está saltando
la atracción principal? ¿Después de comenzar en mis oídos y trabajar el camino
hacia abajo, comenzará desde mis pies e irá hacia arriba? Jesús…

—Todo valdrá la pena, lo prometo —ronronea, su aliento caliente sobre mi


pantorrilla.

Intento obligarme a mantenerme quieta mientras su boca viaja lentamente por


mis piernas. Pero un gemido sale de mi garganta cuando comienza a chupar y
morderme la parte interna de mis muslos. Nunca dejaría que Noah escuchara el
final si alguna vez dejara un chupetón en mi cuello, pero nadie más verá estas
marcas. Son privadas, íntimas, su significado sensual reservado para nosotros y solo
nosotros. Y la idea de que Noah me está reclamando como suya… me da
escalofríos casi tanto como las mordidas de amor.

Sus grandes y cálidas manos agarran mis muslos y los abre. Me estremezco
ante la sensación de su respiración ligera sobre mi coño húmedo de nuevo. ¿Por
qué no se mueve?

—¿Q-qué estás haciendo? —gimo.

—Solo deteniéndome a admirarte.

Mis mejillas se calientan. No estoy avergonzada de mi cuerpo, pero está


hablando de mis partes femeninas como si estuviera viendo una obra de arte o algo
así.

—¿Es en serio es…?

—Hermoso, sí.

La urgencia de cerrar mis muslos se enciende, pero lucho internamente para


dejarlo admirarme.

—Caliente. —Él besa la parte superior de mi montículo una vez—. Apretada.


—Su boca se mueve más abajo, un beso inocente puesto una fracción más abajo—.
Dulce. —Otro beso, otro pequeño y enloquecedor paso más cerca de donde lo
quiero—. Mojada.

Casi grito cuando su lengua finalmente, finalmente se desliza sobre mi clítoris.

—Mía —gruñe.
87

Noah lame y chupa con el mismo ocio exasperante que cuando adoraba mi
Página

cuerpo. Él obstinadamente ignora mis dedos enredándose en su cabello y tirando de


su rostro hacia mi centro, tratando de hacer que se apure. Pero no tiene prisa. Es
como si tuviera todo el día.

Su caliente, húmeda y ágil lengua se mantiene moviéndose de lado a lado


como el movimiento perezoso de la cola de un gato. El calor feliz construye
constantemente, pero maldita sea, tan lentamente. Puedo sentir que se acerca al
borde, pero no puedo alcanzarlo. Todo lo que puedo hacer es ser paciente y esperar
a que Noah me lleve allí. El ritmo de esto me está volviendo loca. Más, más cerca,
centímetro a centímetro…

Hasta que gime contra mi carne mojada y empuja un dedo rígido. Mi clímax
finalmente me rompe, inundando mi cuerpo como un océano de luz cálida, y sigue
y sigue y sigue, joder…

Escucho gimoteos y me doy cuenta de que soy yo. Su lengua sigue azotando mi
clítoris, permitiéndome llegar hasta el final de mi orgasmo, a través de las últimas
gotas de placer.

Me fundo en las sábanas. Mientras bajo del clímax, todavía excitada por la
intensidad, dejo escapar una risita. Todo sobre este día, el triunfo de la compañía de
nuestra familia, la paz y el amor en nuestro matrimonio, ha tardado tanto en llegar.
Supongo que es lógico que mi orgasmo también sea un ejercicio de paciencia.

La cama se hunde mientras su peso y calor me deja por un momento. El cajón


se abre, seguido de un rasgado de plástico, me dice que se está colocando un
condón.

Quiero quitarme la venda, ver sus pupilas dilatadas, sus labios hinchados, su
pene duro como una roca. Pero luego se mueve sobre mí y me besa con fuerza
cuando la cabeza roma de su pene empuja suavemente los labios de mi coño.

Contengo la respiración cuando comienza a entrar en mí tan lentamente, se


retira y vuelve a entrar, dejándome ajustarme nuevamente a su tamaño. A pesar de
que estoy resbaladiza de mi orgasmo anterior, todavía está apretado.
Probablemente siempre lo estará. Por casarse bien, de hecho.

Con todo lo que ha estado en mi plato últimamente, no hemos tenido sexo en


casi una semana, y fue una semana demasiado larga en lo que a mí respecta. Estoy
tan malditamente lista para esto.

Balanceo mis caderas, jadeando.


88

—Por favor, Noah, fóllame.


Página

Él hace un ruido de deseo silencioso y áspero.


—Jesús, Copo de Nieve. ¿Cómo puede un hombre decir no a eso?

Un profundo gemido de alivio se escapa de mí cuando comienza a empujar.


Cada empuje golpea directamente mi punto G, enviando ondas de placer a través
de todo mi cuerpo, aún hipersensible a partir de mi último orgasmo. El sexo con los
ojos vendados es una experiencia totalmente diferente. Estoy hiper sintonizada con
cada respiración áspera, cada empuje de sus caderas, cada vena rígida y cresta de su
gran polla.

Busco a tientas alrededor de las sábanas por la mano de Noah, la encuentro, y


la aprieto luego de que entrelaza nuestros dedos, un ancla en el mar de sensaciones
que me mece. Sus labios presionan contra los míos y abro ansiosamente un beso.
Mi lengua se estira y se entrelaza, una dulce y ardiente danza que hace eco de los
movimientos de nuestros cuerpos. Solo nos separamos para jadear, mareada por el
esfuerzo y el uno por el otro.

—Pensé que iba a perderte —gime Noah en mi oído.

Arqueo mis caderas y aprieto mis piernas alrededor de su cintura,


necesitándolo más profundo, necesitando abrazarlo.

—Ya me tienes —jadeo—. Te amo, Noah… tanto.

Y quiero más. Nos movemos casi frenéticamente, apresurándonos a


encontrarnos, construyendo el placer con cada empuje.

Cuando llega, mi segundo orgasmo no me cubre como un suave mar. Se


estremece a través de mí tan violentamente como un terremoto, un rayo
bloqueando mis músculos y lanzo un fuerte grito desde mi garganta. En algún lugar
de la vorágine de placer, siento a Noah estremecerse a mi alrededor, dentro de mí,
gimiendo mi nombre como una oración.

Caigo inerte, mis piernas aún en su cintura. Nuestro fuerte jadeo y el olor a
sudor y sexo cuelgan pesadamente en el aire. Cuando se aleja de mí, me siento un
poco vacía, pero mayormente solo exhausta y satisfecha. Escucho el sonido del
látex siendo quitado de la piel, seguido por el crujido de una bolsa de basura de
plástico cuando Noah sale de la cama.

Sus musculosos brazos se extienden y me empujan contra su pecho caliente,


aún húmedo por el sudor. Con un murmullo silencioso, me giro de lado para
apoyar mi cabeza sobre su firme bíceps. Con cuidado, estiro mis piernas cansadas.
Mis músculos definitivamente estarán adoloridos mañana, pero maldita sea, esto
89

vale la pena.
Página
La luz vuelve a mi mundo cuando Noah me quita la corbata. Aprieto los ojos,
tanto porque el brillo repentinamente pica y porque quiero aferrarme a este
momento por un poco más de tiempo.

—¿Qué tal eso? —pregunta—. Por todo el ruido que hiciste, sonó como si se
sintiera bien.

—Asombroso. —Suspiro, ya empezando a adormecerme. Estoy demasiado


cansada como para preocuparme por mi honestidad al inflar su ego.

Pero Noah no se jacta o se burla de mí. Solo besa mi frente con afecto.

—Me alegra que te haya gustado. Y, por cierto, te amo más.

Curvo mi brazo alrededor de su cintura. Acurrucada cerca, descansamos en el


abrazo del otro, bañados en un cálido brillo de satisfacción.

Apenas puedo creer que las cosas vayan tan bien. Hace apenas unas semanas,
nuestra relación se tambaleó al borde. Ahora somos más fuertes que nunca. Una
pareja real. No podría estar más feliz, y si esta noche era una indicación, él siente lo
mismo.
90
Página
Capítulo 12

Noah
Ante la ráfaga de ruido y gente corriendo delante de la puerta de mi oficina, me
pongo de pie doy un vistazo hacia fuera en el pasillo. He tenido mi cabeza abajo la
mayor parte de la mañana, revisando las campañas de lanzamiento creadas por el
equipo de mercadotecnia para todas nuestras nuevas cuentas. Es bueno estar
ocupado otra vez con la llegada de tantos nuevos clientes.

Me paro en el escritorio de mi asistente.

—¿Qué está sucediendo?

Su mirada sigue la multitud a donde están parados, cuellos estirados, mirando


la pantalla plana situada en la pared en la sala de descanso justo por el pasillo.

—¿Has visto las noticias? —pregunta ella.

Niego con mi cabeza, y ella golpea su monitor de la computadora con una


larga, uña lacada.

—Es Daniels Multimedia, una de las empresas que querían comprar la parte de
nosotros. El heredero de la empresa, Bradford Daniels… es todo lo que están
hablando hoy.

—Ese imbécil —pronuncio bajo mi aliento—. ¿Qué ha hecho ahora?

Margot se sonroja por mi lenguaje vulgar. Es de sesenta y ocho y retirándose en


dos semanas. No sé lo que voy a hacer sin ella. He traído docenas de solicitantes y
hasta ahora no ha habido incluso una que consideraría.

Necesito alguien capaz y digno de confianza, según mi esposa, alguien que no


esté interesado en follarme. Olivia vetó a casi todas las candidatas.

Margot abre su navegador y el titular de la CNN se lee ¡Junior Ejecutivo


91

expuesto en escándalo de sexo y dinero!


Página
Me inclino sobre su hombro, rozando el artículo para descubrir ese mega-
imbécil Brad quedó atrapado con los pantalones abajo. Él estaba chantajeando a su
asistente, una madre soltera y desde hace mucho tiempo empleada fiel. Cuando ella
descubrió la malversación de fondos y el encubrimiento del dinero en una cuenta
fuera del país, le hizo una oferta. Él le prometió una promoción siempre y cuando
ella no dijera nada. Pero ella no podía vivir con eso y le dijo a su padre lo que
estaba haciendo. Al parecer, el dinero robado se utilizó para pagar su adicción a la
pornografía en internet, entre otras cosas. La asistente informó que ella había
entrado con él masturbándose en su oficina varias veces.

Aleluya. Me encanta cuando suceden cosas malas a la gente mala. Sobre todo,
porque cualquier abogado vale la pena encontrar una manera de virar el acoso
sexual y la creación de un ambiente de trabajo hostil además el chantaje y
malversación de fondos. El bastardo va a estar un serio tiempo en la cárcel.

Agarrando mi teléfono, llame a Olivia.

Pero incluso no puedo ir más allá de un hola antes de que ella abruptamente
suelte:

—¿Escuchaste? —Su voz casi llena de incredulidad.

—Sí. Este no es su mes.

—Oh, créeme, merece cada pedacito de esto.

Asintiendo con la cabeza, me dirijo hacia su oficina. Cuando llego delante de


su puerta, ella mira hacia arriba y reprime una risita antes de colgar el teléfono.

—¿Almuerzo? —pregunto.

Su mirada baja al reloj. Es antes del mediodía, pero ahora que he tomado un
descanso, no quiero volver a mi escritorio.

—Seguro. —Me sonríe otra vez y se levanta de su escritorio.

Me encanta que Brad ha caído de gracia, pero aún más, me encanta cómo es
solo un bache en nuestro radar. Nosotros hemos seguido adelante, como individuos
y como pareja, y su presencia en nuestras vidas es insignificante. Eso no quiere
decir que no disfrute escuchar las noticias de vez en cuando, pero no nos absorbe.
Esta es nuestra historia, y es uno que no tiene parte nunca más.
92

—Vamos a pedir —sugiero, hundiéndome en el asiento de felpa frente a ella—.


Tengo otra entrevista a la una hoy.
Página
Olivia rueda sus ojos.

—No quiero hablar de eso ahora. No quiero pelear.

Se está convirtiendo en un tema irritante entre nosotros, que es inesperado. Mi


esposa es generalmente tan segura de sí misma; que me toma por sorpresa que tiene
tanto interés en quién voy a contratar para ser mi mano derecha.

Mis labios se alzan en las comisuras. Tal vez nunca nadie será lo
suficientemente buena para ella. Tal vez es cómo ella trata de demostrar su amor;
salpicando su control raro todo sobre mí.

Ladea su cabeza.

—¿Algo divertido?

Rápidamente educo mis rasgos.

—Solo alguna tonta broma Sterling me reenvió esta mañana. Estoy de acuerdo;
vamos a tener un buen almuerzo y no hablar de negocios.

—¿De qué tienes ganas? —pregunta, tirando una carpeta que contiene menús
de papel de todos los restaurantes locales. Su dedicación a la organización ya no me
sorprende.

—Elige —digo con el movimiento de una mano—. Sorpréndeme.

Una sorpresa. Eso es todo.

Mientras Olivia lee detenidamente sobre los distintos menús, saco mi teléfono
del bolsillo y envío un texto a Camryn.

Noah: Reúnete conmigo para una temprana hora feliz hoy.

Camryn responde casi de inmediato.

Camryn: ¿Tú comprando?

Noah: Seguro. 16:00 en Woody Stiff Pickle.

Camryn: Cosa segura, jefe.

Su mensaje termina con un emoticón de pulgar hacia arriba.


93
Página
Guardo mi teléfono otra vez, ocultando mi sonrisa. Sé solo lo que tengo que
hacer esta noche para asegurarme de que Olivia nunca tenga que preocuparse por
esta asistente de negocios nunca jamás.

●●●
—¿Qué está pasando? —pregunta Camryn, tomando un sorbo de su margarita
de fresa.

Estamos sentados en el bar. Woody’s es un lugar casual, un bar de deportes con


poco ambiente. Pero está cerca del trabajo, y lo más importante, no es un lugar que
Olivia ponga el pie nunca voluntariamente. Así que estamos seguros de ser
descubiertos.

—Necesito tu ayuda.

—¿Problemas en el paraíso? ¿Otra vez? —Camryn me sonríe—. Eres muy


eficiente en arruinarlo; te doy eso.

—Eh… —Incline mi mano de lado a lado—. No es así. Todo realmente va


bastante bien.

Para una cierta definición de la palabra, de todos modos. En sí mismo, la cosa


del asistente no es gran cosa; sé que voy resolverlo eventualmente. Pero hay mucho
sucediendo en nuestro mundo. La salud del padre de Olivia, la idea de nosotros tal
vez, algún día tener un bebé y por supuesto, nuestro nuevo compromiso uno al otro
en este matrimonio.

»En realidad, todo va bien. Solo... Quiero una segunda oportunidad con
Olivia.

—¿Una segunda oportunidad? —Ella tamborilea sus dedos en la barra—. ¿Qué


significa eso, exactamente?

—Tú eres la que me dijo que Olivia era una romántica de armario que siempre
había soñado con una boda grande y hermosa.

—Bueno, sí. —Camryn asiente con la cabeza, sus ondas morenas saltando—.
Es verdad.

Yo casi me encojo, recordando en nuestra boda. Si se puede llamar incluso esa


incompleta, fría reunión de “boda”. Necesitamos un nuevo comienzo. Necesito
94

mostrarle a Olivia todo lo que significa para mí. Y una boda real va a ser el primer
Página

paso para hacerlo.


—Así que necesito planear uno de esos. Una explosiva boda como ella siempre
ha querido.

Los labios de Camryn se alzan.

—Puesto que ya están casados, supongo que te refieres a una renovación de


votos.

—Seguro. No importa cómo se llama. Necesito a Olivia en un precioso gran


vestido esponjoso, un enorme pastel, nuestros amigos y familias, buena comida,
una banda y baile bajo las estrellas.

La sonrisa de Camryn ha florecido en una sonrisa llena.

—Eso es lindo. Debes hacer totalmente eso. ¿Puedo ser una dama de honor?

Ahora soy el que le sonríe con suficiencia a ella.

—Dijiste que no es una boda. ¿El voto de renovación incluso tiene una fiesta de
casamiento?

—Lo hacen cuando lo planeas.

Me rio y tomo un sorbo de mi cerveza.

—Voy a necesitar algo de ayuda aquí. ¿En qué consistía la boda de ensueño de
Olivia? ¿Te acuerdas de algo del libro de recortes que mencionaste?

Camryn está atenta a la barra, tomándose un momento para pensar.

—¿Sabes qué? No.

—¿Disculpa? —Me toma desprevenido.

Ella me sacude su muñeca.

—Esos fueron sus sueños de infancia, las divagaciones de una muchacha


adolescente. Olivia es una mujer ahora. Y la conoces mejor que nadie. Ya tienes
esto.

¿Cómo es que no sabía que esto iba a venir? Cada vez he pedido a Camryn
ayuda, ella encuentra una manera para asegurarse de que me vea obligado a
resolverlo por mi cuenta.
95
Página

—Y además de esto... —Ella agita su mano en mi dirección—. Esto es


increíble.
—¿De qué estás hablando? —Entrecierro los ojos en ella.

—Un novio planeando una renovación de votos es lo más dulce, linda cosa
alguna vez. Ve por ello, confía en tus instintos, y estoy segura de que Olivia le va a
encantar. Es inherentemente romántico porque tú eres el que hace un esfuerzo para
ella. Es sobre lo que el amor verdadero es, desinteresadamente haciendo algo por el
otro.

Antes de llegar todos sentimentaloides, murmuro un solemne:

—Gracias.

Camryn solo sonríe y toma otro trago de su bebida.

—La cuenta, por favor —llamo a el camarero.

—¿La hora feliz se terminó ya? —pregunta, haciendo pucheros.

—Lo siento por cortarlo pronto, pero al parecer tengo una boda entera que
planear. —Tomo el último trago de mi botella de cerveza y me levanto.

—No es una boda. Es una renovación de votos.

Ruedo mis ojos.

—Semántica. —Si incluye la noche de sexo de bodas que nunca tuve, voy a ser
un hombre feliz.

Además, tengo otra idea; una sorpresa para Olivia esta noche para demostrarle
que es la única mujer en mi vida.

Golpeo abajo un par de billetes e inclino mi barbilla hacia Camryn.

—Gracias por la plática.

Ella me da un pequeño saludo mientras ella aniquila su margarita.

—En cualquier momento. Buena suerte.

●●●
Una vez que Olivia llega a casa, es nuestra tarifa estándar de la tarde. Una
96

pequeña charla relajante, una ligera cena disfrutada juntos en la mesa y ahora,
saboreando una copa de vino en la sala de estar. Ella mira rápidamente un montón
Página
de catálogos que vino en el correo hoy. Me muevo en el sofá, más nervioso y
excitado que me di cuenta de que estaría.

—Así que, ¿qué estabas haciendo esta tarde? —me pregunta.

Había saltado fuera del trabajo temprano para ocuparme de un par de cosas,
diciéndole a Olivia que la encontraría en casa.

—Tuve algunos negocios para ocuparme. Realmente me reuní con Camryn


para la hora feliz.

—¿Camryn? ¿Para qué? ¿Cosas de trabajo?

Niego con mi cabeza.

—Cosas personales. He estado pensando acerca de planear una segunda


oportunidad para nuestra boda. Una recepción real, y todo eso. Quería obtener su
punto de vista sobre algunas cosas que te pueden gustar.

Ella sonríe con ternura, su mirada encontrándose con la mía.

—Eso es terriblemente dulce de ti, Sr. Tate.

—¿Por lo que te apuntas? —Trazo mi pulgar sobre su mentón, y Olivia se


inclina en mi tacto.

—Por supuesto. —Ella presiona un pequeño beso en mis labios—. ¿Camryn te


dio alguna idea?

Sonrió.

—Básicamente dijo que necesitaba resolverlo por mi cuenta.

Ella se ríe.

—Eso suena como Camryn.

Tire de Olivia más cerca en el sofá. Últimamente todas las noches ha


terminado con nosotros haciendo amor, pero por las últimas noches, ella ha estado
distraída por los pensamientos de su padre y su trabajo, no el cien por ciento en el
estado de ánimo. Esta noche, tengo mostrarle que follar puede traer un gran alivio
al estrés.
97

—He estado pensando —dice, encorvándose contra mi costado.


Página

—¿Acerca de?
—Tengo una idea para el reemplazo de asistente.

—¿Lo haces?

Me sorprende escuchar que Olivia de puso más pensamiento en ello. La


controladora rara en ella ha estado ocupada rechazando cada solicitante que
camina a través de la puerta. No es que me haya importado demasiado... es lindo
ver salir su lado territorial.

Ella levanta la cabeza de mi pecho y asiente con la cabeza.

—Rosita sería perfecta, Noah.

—¿Rosie? —Mis cejas corren a toda velocidad hacia arriba—. Me encanta a


Rosie, pero dudo que este calificada—. Me extiendo en la mesa y tomar su mano.
—Nena, honestamente no tienes nada de qué preocuparte. Aunque contrate la más
caliente supermodelo del mundo como mi asistente, solo tengo ojos para ti.

—Una supermodelo tampoco estaría calificada —bromea. Entonces su sonrisa


se suaviza, realmente relajándose—. Lo sé. Quiero decir, muy en el fondo. Y confío
en ti. Es solo que, no sé... es molesto pensar que hay mujeres por ahí que solo están
interesadas en dormir su camino a la cima, que seducirán a los hombres para los
que trabajan para salir adelante.

Entiendo lo que ella está diciendo. Olivia ha trabajado su culo para cada
promoción que recibió. Debido a la habilidad y el mérito, no fue debido a lo corto
de su falda o la blusa de corte bajo. Puedo ver que sus prácticas de contratación
contra Barbies no tiene nada que ver con no confiar en mí y todo que ver con su
propio código de ética personal.

La importancia de esta conversación ha vuelto. Yo no había planeado en


mostrarle ahora, pero, qué demonios, necesito demostrar que ella es mi propietaria
en todos los sentidos posibles. Comienzo a desabrochar mis pantalones.

—Supongo que no debo de haber conseguido esto, entonces… —Tire hacia


abajo la cremallera y empuje hacia abajo mi bóxer.

—Oh, por el amor de Dios. Qué es contigo y sacando rápidamente... ¡guau! —


Olivia se desliza desde el sofá y cae a sus rodillas delante de mí, inspeccionando mi
entrepierna con los ojos amplios—. ¿Qué diablos es eso?

La advertencia de la artista del tatuaje, la pistola ya zumbando en su mano, los


98

sonidos a través de mi cabeza. ¿Estás seguro acerca de esto, amigo? Te das cuenta que es
permanente. Mierda, tal vez cometí un error…
Página
Olivia planta sus manos en mis muslos y se inclina más.

Con su cabeza prácticamente en mis piernas, mi pene empieza a apreciar la


atención, endureciéndose y preparándose a sí mismo para la acción.

»¿Qué hiciste? —repite.

La tinta es aún sensible en mi piel y probablemente no debería quitarme ese


vendaje, pero yo quería poder mostrárselo.

Debajo en mi ingle, justo encima de mis genitales, está escrito Olivia Quinn
Cane.

Lo conseguí para consolidar mi amor de cemento por mi esposa, pero desde


que ella me mira como si estuviera loco, no estoy seguro que aprecie el gesto. Rasco
mi cabeza tímidamente.

—Sé que fue una de las cosas que te molestaban cuando nos conocimos por
primera vez. Dijiste que había dormido con la mitad de Manhattan.

Los ojos de Olivia se alzan a los míos.

—La mitad de las mujeres, sí.

—Y mientras que eso no es cierto, conseguí algo hoy que espero te mostrará
que soy tuyo ahora. En todos los sentidos de la palabra.

Ella traza la elegantemente escritura. Muerdo mi labio en su ligera caricia; el


tatuaje todavía está fresco lo suficiente para picar como un mofo, pero mi carne
también hormiguea con el tacto suave, tan cerca de mi pene…

—No puedo creer que pusiste mi nombre aquí —murmura.

Trago duro, mi voz ronca con emoción, así como con deseo.

—Es tuyo. Soy tuyo.

Ella sube en mis piernas y me besa profundamente.

—Eres increíble. Loco... —Ella se ríe—. Pero increíble.

—Te amo.
99

—Te amo más —murmura contra mis labios.


Página

—No es posible.
Me levanto y la cargo a la habitación.
100
Página
Capítulo 13

Olivia
Esperamos a agendar nuestra renovación de votos después de que papá fuera
dado de alta del hospital a una casa de reposo. También decidimos mantenerlo en
la finca de la familia Cane, donde crecí, así él no tendrá que viajar a ningún lado.
Pero Noah no me dejará hacer más planeación más allá de eso, porque quiere que
todo sea sorpresa.

Lo que sea que esté tramando, estoy segura será de más llanto que el día que
nos casamos legalmente. Que apenas calificó como una ceremonia de bodas; fue
solo la unión legal, solo firmar algunos papeles. Con certeza no hubo nada
romántico en ello. Hoy estaremos rodeados de una gran cantidad de familiares y
amigos, todos riendo, felicitándonos, y brindando por nuestra felicidad.

Lo más importante, he comprendido mis sentimientos. Puedo mirar a Noah a


los ojos y decirle que lo amo. Sé exactamente lo que me depara el futuro, y estoy
ansiosa por cada minuto de ello.

Bueno, el futuro en un sentido general, de todos modos. En este momento, no


sé nada, porque Camryn está cubriendo mis ojos con sus manos mientras me guía
por la casa. Me puso el maquillaje y me ayudó a abrochar mi vestido, un precioso
vestido rosa pálido, cuello amplio y mangas de encaje, pero se negó a decir una
palabra sobre los planes de Noah. Ni siquiera he visto lo que ella está usando.

—Ya casi —dice ella.

—Puedo decirlo.

Estoy bastante segura de dónde estamos. El suelo debajo de mis tacones ha


cambiado de madera a alfombra de felpa, y escucho el zumbido de muchos de
nuestros huéspedes hablando, amortiguados por cristales gruesos. Debemos estar
en el estudio, cerca de las puertas francesas que dan al patio y al jardín trasero.
101

—Todavía no abras los ojos. —Las manos de Camryn dejan mi rostro. La


manija de una puerta hace clic y el ruido del patio se vuelve más fuerte—. Bien,
Página

¡ábrelos!
Todo el jardín, que ya es encantador a la dorada luz de la tarde, está adornado
con linternas de papel y guirnaldas de peonías mullidas en todos los colores del
arcoíris. Cada mesa tiene su propio pequeño ramo de peonías como pieza central.
Un bar y una larga mesa de buffet con lo que parecen tapas ocupan al extremo
derecho del jardín. En el lado opuesto, la misma banda que reservamos para la gran
fiesta en la playa que Tate & Cane proporciona la música instrumental suave.

Y a través del medio del césped, un corredor blanco como la nieve marca el
camino hacia una glorieta floral alta y arqueada. Debajo hay un altar donde
recitaremos nuestros votos renovados, y donde Noah ya está de pie,
devastadoramente guapo con su esmoquin, su brillante sonrisa dirigida hacia mí
como si fuera la única mujer en el mundo.

Mi hermana, Rachel, y un grupo de mis otras parientes mujeres rodean el


patio. Mientras permanezco boquiabierta ante todo, se alegran mientras me acerco,
llamando la atención de la multitud y provocando un aplauso. Todas las mujeres
llevan vestidos de tul idénticos con la longitud del té en un tono aireado de espuma
de mar verde, como si fueran damas de honor. Y cuando me doy vuelta con
asombro veo a Camryn está vestida de la misma manera también.

—¿Te gusta? —Ríe, tirando de mí en un abrazo—. Noah eligió mi cerebro


sobre tu boda perfecta. Debe haberme enviado un millón de correos confirmando
todo.

Las damas de honor se dispersan para tomar sus lugares a lo largo del pasillo, y
Camryn me empuja, insistiendo:

—¡Sigue, tienes un marido para besuquear!

Parpadeando lágrimas de alegría, camino a través de mis damas de honor hacia


Noah. El hombre que tan rápidamente se convirtió en mi amigo, mi novio, y
finalmente mi amante. No es el orden en que la mayoría de la gente hace
romance… pero no tendría las cosas de otra manera, porque esta es nuestra historia.

Al llegar al altar para ponerme al lado de Noah, veo a papá en su silla de


ruedas en la parte delantera de la audiencia, con un asistente de salud sentado junto
a él. Por supuesto que sé que no está bien, pero está sonriendo como si fuera el
mejor día de su vida.

—Te ves impresionante —susurra Noah, tomando mi mano y acariciándola.


Sus ojos están brillando como nunca he visto.
102

La profundidad de la emoción reflejada en mí me deja sin aliento. No creo que


Página

su expresión en este momento sea algo que siempre olvidaré mientas viva. Me
siento como su mundo entero, su tesoro más importante, su todo. Y me encanta.
Noah se dirige a nuestra audiencia directamente.

—Hace tres meses, Olivia se convirtió en mi esposa. Pero, como muchos de


ustedes saben, nuestra unión no era la típica. Nos casamos en tiempos estresantes;
la compañía de nuestras familias enfrentaba el final de una era. Y nuestra relación
ha tenido su parte difícil. Pero superamos todos los obstáculos, y nuestro amor
floreció a pesar de las circunstancias. —Tomando mi mano, se vuelve hacia mí,
todavía hablando con claridad suficiente para que nuestros huéspedes oigan—. Me
has hecho un mejor hombre, Olivia. Creo en este matrimonio más que nunca.
Estoy tan agradecido de poder pasar el resto de mi vida a tu lado y espero
ansiosamente lo que sea que la vida nos depare.

Mi aliento se atraganta en mi garganta, pero aún no ha terminado.

»El día de nuestra boda, prometí mi compromiso contigo. Prometí honrar,


atesorarte y consolarte, en la enfermedad y en la salud, en la riqueza o en la
pobreza, para bien o para mal. Ahora quiero agregar amor verdadero a esa lista.
Me siento honrado de estar aquí, frente a estos testigos. —Con una mano libre,
Noah hace un gesto amplio que abarca a toda nuestra audiencia—. No solo para
reafirmar todas las promesas de mi boda, sino para anunciar que te amo. Siempre
lo he hecho y siempre lo haré, mientras los dos vivamos.

Noah de repente se arrodilla.

—¿Me tomarás como tu esposo, de nuevo, Olivia?

Parpadeando para detener las lágrimas, le tomo la mano y lo aliento para que
se ponga de pie. Me levanto de puntillas y presiono un beso en sus labios.

—Lo haré —susurro contra su boca.

La multitud que nos rodea estalla en un coro de gritos, silbidos y aplausos. Veo
a papá y a varias de las damas de honor frotándose los ojos.

Justo cuando el sol toca el horizonte, las linternas de papel parpadean, una a
una, transformando el jardín en una encantadora pista de baile. La banda se relaja
en una melodía lánguida y soul y el cantante comienza a canturrear “At Last” de
Etta James.

Noah se levanta, todavía sosteniendo mi mano.


103

—¿Puedo tener este baile, señora Tate?

Nuestro primer baile de bodas… puede que no sea nuestro primer baile como casados
Página

pero significa lo mismo.


Me acerco a Noah y le rodeo el cuello con los brazos.

—Por supuesto.

Suavemente balanceándose, envueltos cálidamente en el abrazo del otro, nos


balanceamos en círculos lentos alrededor de la pista de baile. Apoyo mi cabeza en
el hombro de Noah y disfruto la sensación de moverme junto con él, nuestros
ritmos unidos. Hemos pasado toda nuestra vida tan cerca, pero apenas juntos.
Ahora finalmente estamos en sintonía, sincronizados, enamorados.

Cuando la canción termina, me siento como despertando de un sueño.


Nuestros huéspedes aplauden mientras salimos de la pista de baile y otros entran en
la pista, dejando que oficialmente la recepción comienza.

Un mesero vestido de blanco nos sirve copas de champaña helado, cada una
con una rebanada de fresa flotando.

Tomo un sorbo, y mientras las burbujas bailan en mi lengua, me encuentro


parpadeando lejos nuevamente las lágrimas. La escena frente a mí es casi
demasiado. Cada centímetro de esta recepción es hermoso. Y toda fue planeada por
mi esposo. En serio, ¿qué hombre hace eso?

—¿Qué piensas? —pregunta Noah, dejando caer un beso tierno en mi nuca—.


¿Es todo lo que pensaste que sería?

—No. —Sacudo mi cabeza—. Es más. —Mi garganta está apretada, y sé que


puede ver mis ojos desbordándose con lágrimas. Las alejo, negándome a arruinar
mi maquillaje en el que Camryn pasó tiempo aplicándolo.

—Te amo —dice simplemente.

Camino hacia la cabecera de nuestra mesa que enfrenta el jardín y a todos los
invitados.

—¿Por qué me dijiste no hace tantos años? —pregunto.

Él me mira con curiosidad.

—¿Cuándo?

—Ese verano en Puget Sound. Estaba lista para entregarte mi virginidad en


bandeja de plata.
104

Él entrelaza sus dedos a los míos.


Página
—Porque sabía entonces que yo no estaba preparado para una mujer como tú.
No eras el tipo casual. Tú eras el tipo de matrimonio. Y yo seguía siendo un chico
tonto, todo lo que quería hacer era sembrar mi avena loca. No merecía el mejor
regalo que podrías ofrecer.

Su respuesta era tan honesta, tan dulce, que todo lo que puedo hacer es
simplemente asentir.

Él me ayuda a sentarme, luego inclina la cabeza hacia la mesa de buffet.

—¿Quieres que te consiga algo?

—Sí, por favor. —El almuerzo fue hace más de unas horas.

Aliso las faldas y espero, mirando a los invitados que se reían mientras se
mezclaban. Pronto Noah regresa con dos copas de vino y dos platos.

—Esto se ve grandioso. —Noah coloca un plato en frente de mí antes de que


pueda comenzar, lo escucho reírse.

Siguiendo su mirada, veo a Rosita en la pista de baile y sonrío, mirando


mientras baila con su hijo de trece años que es más alto que ella.

—¿Qué piensa de su promoción? —pregunto, acercando un bocado de gambas


a la parrilla.

Con el mismo cariño en sus ojos que un hijo tiene para una madre, Noah
sonríe.

—Ella me abrazó. Y luego, cuando le dije del aumento salarial, lloró.

Pongo mi mano sobre la suya. Mi dulce y amoroso esposo es un buen hombre,


y sé que soy bendecida sin medida.

—Parece que todos la están pasando bien —digo mientras levanto mi vaso a los
labios. La fiesta de recepción para nuestra no-boda está en pleno apogeo.

Noah se ríe.

—Eso es seguro. Ya puedo decir quién conectará más tarde.

—¿De qué estás hablando?


105

—Oh, vamos, Copo de Nieve. No puedes decirme que nunca has jugado ese
Página

juego de adivinanzas en bodas antes.


Suena un poco divertido, pero sigo con mis ojos en él. Solo para molestarlo
señalo a Sterling y Camryn de pie cerca del bar.

—Está bien, entonces, ¿cuánto quieres apostar por ellos? —pregunto


sarcásticamente. De ninguna manera esos dos nunca conectarían.

Noah entrecierra los ojos en su dirección, luego estalla en carcajadas.

—¿Qué? ¿Estás bien? —pregunto, desconcertada.

—Así que es por eso que Sterling ha parecido tan inquieto últimamente.
Maldita sea, ¿cómo no lo vi antes? Estaba acostándose como siempre, pero la
diferencia era que había una chica específica a la que quería y que no podía
conseguir. Todos los signos estaban allí; estaba demasiado envuelto en mi propia
mierda para darme cuenta. Tendré que traerle una cerveza más tarde… y bromear
con él sobre su pequeño enamoramiento hasta que me golpee.

Ahora estoy mirando hacia el bar también.

—¿Sterling y Camryn? ¿De verdad? —Mi cerebro todavía está colgado en esa
parte. Pero cuando mi mirada regresa a Noah, me encojo de hombros, sonriendo.
Por otra parte, creo que las estrellas más extrañas se han alineado.

—Oye, Noah —digo en voz baja—. He estado pensando en algo.


Específicamente, sobre nosotros… tener un bebé.

Se da la vuelta para mirarme boquiabierto.

—¿Qué quieres decir?

Tomo su mano en la mía.

—He pensado mucho sobre esto. Todos dijeron que tu vida cambiará. Bueno,
al igual que siempre lo hago, tuve que dividirlo en pros y contras. No estaba segura
de querer que nuestra vida cambie. Pero desde la cláusula del heredero ha estado en
mi mente, y después de que tuve algo de tiempo para pensar en ello, me di cuenta…
me gusta la idea de comenzar una familia contigo. —Apoyo mi frente contra la
suya, mirando profundamente a los ojos oscuros que aprecio—. Merece más que la
pena. Y no estoy diciendo que sea enseguida, sino a su tiempo. Entonces, si estás
de acuerdo con eso también, quería que lo supieras… estoy abierta a la posibilidad.
106

Por un segundo, solo me mira fijamente, su boca ligeramente abierta. Entonces


sella nuestros labios, ardiente y alegre.
Página
—¿Estás bromeando? —jadea—. Estoy loco por ti. Estoy más que de acuerdo
con esto, estoy por encima de la jodida luna. —Otro beso duro. —Te amo. Me
haces tan feliz. —Las palabras se derraman entre dulces y cálidos besos, como si no
soportara sus emociones, pero tampoco soportaba dejar de tocarme, nuestros
huéspedes serían reprimidos.

Me encanta ser el centro del mundo de este hombre. Y a pesar de que no puedo
imaginar que algo pueda superar este momento, de alguna manera sé que nuestra
noche de bodas sí lo hará.
107
Página
Capítulo 14

Olivia
La soñadora sonrisa en mis labios se niega a desaparecer. La noche ha sido
mágica. Encantada. Me sentí como una princesa. Pero en lugar de ser rescatada de
un castillo oscuro, mi príncipe me rescató de una vida sin amor de monotonía y
trabajo. Con Noah a mi lado, todo es más brillante.

La limusina nos deja en casa. En lugar de estar cansada de la última hora, me


energiza. Mientras Noah abre nuestra puerta, me llama la atención cómo el
significado de este penthouse ha cambiado para mí. Papá nos los dio a nosotros
como un regalo de boda temprana, pero solo cansándonos en el sentido legal, y en
el momento, no había aún dejado caer esa idea todavía. Noah y yo podríamos
apenas llamarnos mutuamente amigos. El regalo fue una extraña sorpresa. Estaba
enojada, asustada, resentida por ser forzada a salir de mi propio espacio.

Por el primer par de semanas, Noah y yo anduvimos sigilosamente uno


alrededor del otro como huéspedes. Pero con el tiempo, mientras fuimos
intimando, se convirtió en un cómodo refugio donde nos reuníamos al final de un
largo día y restaurar los espíritus el uno al otro. Ahora es nuestro verdadero hogar
conyugal; un lugar donde amor brotó y echó raíces. Es verdaderamente nuestro,
verdaderamente compartido, no solo un contrato de arrendamiento que pasa a
tener dos nombres en él.

Estoy sorprendida de mis pensamientos cuando Noah se inclina hacia abajo y


me levanta de mis pies, literalmente, con un brazo fuerte bajo mis rodillas y el otro
debajo de mis hombros.

—¿Q-qué estás haciendo? —chillo, arrojando mis brazos alrededor de su


cuello.

Se ríe, y puedo sentir la vibración en su pecho incluso a través del saco de su


esmoquin.
108

—Cargándote a través del umbral. ¿Qué es lo que parece, Copo de Nieve?


Página

Me relajo un poco, no nerviosa acerca de caerme.


—Eso es lo que supuestamente iba a pasar cuando nos casamos por primera
vez.

—Sí, pero no lo hice en el momento. Todo hoy es mi gran segunda


oportunidad. —Su voz baja a un zumbido sofocante—. Y eso incluye la noche de
bodas que nunca conseguimos.

Maldita sea, me gusta el sonido de eso. Le hago saber alargando el brazo hasta
besar su mandíbula con barba incipiente.

Sosteniéndome contra su pecho al estilo novia, Noah camina fácilmente a


través de la puerta como si pesara nada.

»¿En cualquier otro lugar que quieras ir cuando mientras tu carro sigue a tu
servicio? ¿Cómo el dormitorio?

—Pensé que siempre estabas a mi servicio —me burlo mientras echo un vistazo
alrededor—. Hmm, ¿qué tal el sofá primero? Nos deberíamos relajar un poco antes
de saltar a las cosas.

Noah me lleva a la sala y me pone en el sofá. Pero antes de que él pueda


enderezarse para arriba otra vez, agarró sus solapas y lo tiro abajo conmigo, en una
maraña de extremidades y un beso profundo nos deja a ambos sonrojados.

—¿Qué sucedió con tomar la noche lento? —Su voz es notablemente ronca.

Con la sonrisa pícara que aprendí de él, respondo:

—Mentí. —Luego hago retroceder a Noah para sentarse y muevo mi pierna


sobre su regazo, sentándome a horcajadas.

Da un tranquilo murmullo de aprobación y me besa. Se lo devuelvo, y nuestras


lenguas bailan duro y profundo. Levanto la falda de mi vestido para que yo pueda
moler mis caderas hacia abajo contra su creciente erección. Él me recompensa con
otro gruñido áspero que exige más. Sin romper el beso, desabotono su chaqueta de
esmoquin. Él lo encoje de hombros y lo tiro hacia el lejano extremo del sofá,
dejándola caer en un montón. Pero cuando extiendo el brazo hacia abajo para bajar
la cremallera de sus pantalones, Noah coge mi mano.

—Espera, nena —dice, sonando como si le doliera detenerme—. Cálmate,


déjame conseguir un condón—. Se estira por su saco desechado para agarrar su
109

cartera.

Ahora es mi turno para cubrir su mano con la mía.


Página
—En realidad, estaba pensando que esta noche íbamos sin uno.

Muerdo mi labio, sonriendo, cuando él me mira con una expresión seria en sus
ojos.

—Jodidamente no te burles de mí con eso, nena. —Él deja salir un gemido


bajo—. ¿Empezaste a tomar la pastilla o algo?

—No, no estoy en ningún control de la natalidad. —Sé que las palabras que
hablé con él antes, esta noche deben de estar parpadeando a través de su mente con
más claridad—. Esta noche estoy lista para sentirte, todos tú. Solo nosotros...
juntos.

—Joder sí, nena, eso suena tan jodidamente perfecto.

Lo necesito ahora. Trabajando mi mano en la parte delantera de su pantalón,


Saque su polla y la acaricio mientras él lanza un suspiro satisfecho.

Las manos de Noah van a trabajar, abriendo la parte posterior de mi vestido, y


me levanto a mis pies y lo veo hacer charco en el piso. Tan pronto como salgo de la
ropa, me planto en el regazo cálido de Noah, sin querer permanecer lejos ni un
segundo.

Rozo las letras a las que todavía me estoy acostumbrando, amándolo más que
nunca lo pensé posible e inhala bruscamente ante mi toque.

—No puedo creer que pongas mi nombre aquí. Es permanente, ¿sabes?

—Como nosotros —murmura, besando mi garganta.

Sus dedos trazan mis curvas, el sedoso encaje blanco de mi ropa interior. Pero
no puedo esperar por más tiempo. Tire a un lado mis bragas y me empalo yo
misma en él, hundiéndome hacia abajo en su dura longitud con un suspiro
satisfecho.

Noah muerde su labio y gime profundamente en su pecho, un sonido animal de


puro placer.

—Santa mierda, se siente increíble.

Tengo que estar de acuerdo con él. Algo sobre la sensación de su carne caliente
directamente contra la mía es tan gratificante, tan íntimo y primordial. Puedo sentir
110

cada detalle de su polla dentro de mí; la cresta donde la cabeza se convierte en eje,
la forma en que tiembla cuando aprieto mis músculos internos. Y aunque no se
Página
sienta diferente para mí, solo el conocimiento que su placer se ha intensificado
tanto sería jodidamente caliente.

Agarra mis nalgas en sus palmas, elevándome y me bajándome poco a poco.


Sus bíceps flexionándose con cada movimiento, y me siento como una diosa
encaramado en su trono con la manera en que está adorando mi piel,
mordisqueando mi garganta.

Tiempo para probar su resistencia. Establezco un ritmo rápido, cabalgándolo


duro, mi respiración acelerándose desde mi garganta cada vez que me hundo y
empujo su pene en mi punto G. A ninguno de nosotros nos importa que Noah siga
todavía en su mayoría vestido y no nos hemos movido al dormitorio. Esta es la
luna de miel que nunca llegamos a tener, y jodidamente muy bien vamos a disfrutar
de ella.

—Olivia... —gime Noah, como si solo diciendo mi nombre le da placer—. Te


amo. Eres mi… mundo entero.

Las palabras me fallan. La devoción que brilla en sus ojos es demasiado;


apenas puedo respirar, y mucho menos hablar. Aplasto nuestras bocas juntas,
tratando de verter toda mi felicidad en mi beso, sabiendo que él entenderá. Este
hombre es todo mío. Él me persiguió, me atrapó, tatuó mi nombre en su piel, y
ahora no estoy dejándolo ir nunca.

Los sonidos de jadeo y los golpes de piel en piel llenan el aire. Jadeo cuando la
mano de Noah empuja entre nuestros sudorosos, retorcidos cuerpos para empezar a
trabajar en mi clítoris. Él empuja sus caderas para encontrarme con cada empuje,
su otro brazo bloqueado apretado alrededor de mi cintura para mantener el
exigente ritmo. Él alternativamente estira su cabeza hacia arriba para besarme o
hacia abajo para enterrar su cara en mis pechos, lamiendo y chupando mis pezones.

—Vente para mí —gruñe Noah, frotando mi clítoris más duro—. Eres tan
hermosa. Déjame hacerte venir, me deja verte...

Nunca he querido nada tan malo. Febrilmente me muelo en él, necesitando


más, más rápido. He estado esperando todo el día para tocarlo así. El calor entre
mis piernas se enrolla fuerte…

Entonces finalmente se rompe, desbordándose chispas blancas de placer por


todo mi cuerpo. Mis brazos se aprietan alrededor de él, cada músculo temblando en
éxtasis mientras caigo en sus oscuros, fervientes ojos.
111

—Tan perfecto —jadea Noah—. Puedo sentirte venir, pulsando alrededor de


Página

mí... —Sus palabras se disuelven en un gemido fuerte y su verga palpita dentro de


mí.
Se siente como para siempre hasta que los temblores se desvanecen. Con su
polla aun suavizándose en mí, descanso mi frente sudorosa contra la de Noah. Él
me besa suavemente, solo el simple roce de labios.

Cuando he cogido mi respiración, me inclino a alejar un rizo perdido de


cabello húmedo de sus ojos, sonriendo hacia abajo a él con cariño. Noah ha
animado mi vida de maneras que nunca podía haber anticipado. Soy más feliz, más
tranquila, más despreocupada y aventurera. Y no solo debido al aumento de
orgasmos, o bien… aunque ciertamente no duele.

Siento una sensación de goteo entre mis muslos. Mi sonrisa se tambalea y mis
mejillas se sonrojan cuando me doy cuenta que es la venida de Noah. Nunca he
tenido sexo sin condón con un hombre antes. Obviamente, sabía que lo implicaría
viniéndose dentro de mí, pero realmente sintiendo la evidencia es un asunto
totalmente diferente. Es vergonzoso y extraño, inesperadamente caliente.

Noah lee mi mente.

—¿Quieres que te limpie?

Eso suena bonito... también muy caliente, realmente.

—Me tienes toda hecha un desastre, por lo que parece solo justo —me burlo de
mi dulce esposo.

Noah se pone de pie levantándome en sus brazos y me lleva hacia el


dormitorio. Entierro mi cara en la curva de su cuello, un suspiro de amor en mis
labios.
112
Página
Epílogo 1

Olivia
Tres meses después
Cierro mi computadora portátil con un suspiro. Son las cinco en punto.
Normalmente, estaría tentada a trabajar tiempo extra, pero no hoy. Mis noches del
lunes, miércoles y viernes están reservadas para visitar a mi papá. Mi hermana
menor, Rachel, lo visita los martes y jueves ya que esos días sus clases terminan
temprano, y regularmente pasa los fines de semana con él también.

La salud de papá ha decaído desde que cayó la noche de gala de Tane & Cane.
Nuestro pase a Hail Mary, la noche que salvó nuestra compañía, también indicó el
comienzo de su fin. Hace tres meses, a papá solo de dieron un mes de vida. Sus
doctores no están muy seguros de cómo superó ese pronóstico con un margen tan
grande, aunque papá siempre dice: “Es porque mis dos hijas maravillosas me
visitan con tanta frecuencia y me levantan el ánimo”.

Pero está claro que su viaje llegará a su fin pronto; simplemente no sabemos
cuándo exactamente. Él está confinado a su cama la mayor parte del tiempo, pero
tiene un personal servicial que lo cuida en su propia casa, en lugar de un hospital.

No hace mucho tiempo, pensé que estaría llorando sin parar. Y a veces todavía
me encuentro sollozando. Pero papá está tan positivo acerca de todo que no puedo
evitar que me tranquilice. Su falta de miedo y su aceptación a la muerte me han
ayudado a aceptarlo también. Intento apreciar el momento presente en lugar de
llorar lo inevitable y dejar que arruine el poco tiempo que nos queda. Cuando las
lágrimas llegan, me permito sentirlas, pero con la esperanza de que el dolor no me
atrape por completo.

Mi auto ronronea cuando salgo de la ciudad de Nueva York, lejos de su


bullicioso ajetreo contaminado hacia la tranquilidad más lenta de los suburbios. En
lugar de llevar mi auto a su garaje, cuando llego, estaciono en la calle frente a la
113

puerta principal y camino por el sinuoso camino, disfrutando del aire fresco de los
últimos días de otoño. Las flores del jardín se han desvanecido y caído, pero sus
hojas todavía son verdes, los rosales todavía están llenos de regordetas flores rojas.
Página

El roble que alberga la casa es un resplandor de naranjas y amarillos.


Entro por la puerta principal. Una mujer en ropa de enfermería pasa junto a mí
por el pasillo principal. La reconozco como la enfermera registrada que viene una
vez al día para monitorear la condición de papá. Camino hacia el dormitorio
principal, que ha sido transformado en una habitación de hospital provisional: una
cama mecanizada, una silla de ruedas, un soporte para intravenosa, un tanque de
oxígeno, una serie de monitores que suenan suavemente. Otra mujer más joven
vestida casual, su asistente nocturna, quien duerme en la habitación de invitados,
me mira por encima del libro que está leyendo. La visión de todo este equipo
médico es aún poco intimidante, pero me tranquiliza saber que alguien está aquí
para ayudarlo a todas horas.

—Hola, papá. ¿Cómo te sientes? —digo mientras atravieso la habitación. Papá


está sentado en la cama. Hoy debe ser un día relativamente sin dolor.

Él levanta su mano en un débil saludo, un grupo de tubos y cables saliendo de


su brazo.

—Buenas tardes, cariño. Primero dime cómo estás.

Le sonrío. Él siempre insiste en eso, sin importar qué. Me inclino para besar su
mejilla y me siento en el sillón a su lado.

—Bueno, Tate & Cane está muy bien. Nuestros precios de acciones son más
altos de lo que han sido en diez años. Hemos estado recibiendo tantas ofertas de
trabajo, que en realidad hemos tenido que contratar a algunos subcontratistas
independientes para que nos ayuden.

—Excelente noticia —dice él—. Estoy tan orgulloso de ti y de Noah. Ustedes


dos han hecho más por esta compañía de lo que alguna vez soñé. Solo desearía que
Bill hubiera vivido para ver este día, pero supongo que tendré que contarle todo al
respecto cuando llegue al cielo. —Luego me da una mirada aguda, sus delgadas
cejas ligeramente levantadas—. ¿Disfrutas ser una Directora Ejecutiva? Espero que
hayas estado tomando suficiente tiempo para ti también.

—Sí, me encanta. Y tratamos de reservar los fines de semana para descansar


juntos.

—Parece que las cosas son agradables en casa.

Asiento, sonriendo. A veces todavía me marea el hecho de que estoy casada


con Noah, felizmente ahora, no solo legalmente.
114

—Y tengo un gran anuncio.


Página

—¿Oh?
Me inclino para tomar la mano de papá y mirarlo a los ojos.

—Estoy embarazada.

La alegría nace gradualmente sobre su rostro mientras la buena noticia se


hunde.

—¿De verdad? ¿Estás segura?

—Fui al médico ayer para una prueba oficial. —Por lo general, no es una
buena idea anunciar un embarazo tan pronto, pero un nieto es el deseo de muerte
de mi padre. Puedo saltar un poco ese tiempo.

—Oh, qué maravilloso. —Lanza un suspiro de felicidad y lágrimas brillan en


sus ojos.

Es un momento que no estaba segura de poder tener con mi padre, y es tan


dulce y sentido como imaginaba que sería.

—¿Cómo te sientes? ¿Y ya has pensado en los nombres? —pregunta.

—Me siento muy bien; no te preocupes. Pensamos en William o Frederick para


un niño, Dahlia o Susan para una niña. —Simplemente parece correcto nombrar a
nuestro bebé como uno de sus abuelos.

Papá parpadea, luego se ríe hasta que un ataque de tos lo interrumpe.

—Aprecio el pensamiento cariño, pero por el amor de Dios, no nombres al


pobre niño Fred. O al menos úsalo como segundo nombre no el primero. Ese
nombre está llegando a ser pasado de moda estos días.

Le echo un vistazo.

—¿Y Dahlia no lo es?

—Tal vez, pero tendrás que hablar de eso con Noah.

—Lo tendré en cuenta —digo con una sonrisa. Sin soltar la mano de papá, saco
un pequeño cuadrado doblado en mi bolso—. Pero no estoy segura de que pueda
pensar correctamente por unos días. Estaba tan emocionado ayer que salió
corriendo del consultorio médico y compró esto.
115

Papá despliega el presente. Es un trajecito de algodón suave y amarillo pálido.


Sonriéndome, abraza la pequeña prenda contra su corazón.
Página

Aprieto suavemente su mano libre.


»De acuerdo, papá te dije cómo he estado. Ahora dime cómo estás tú.

—¿Incluso tienes que preguntar, cariño? No podría estar más feliz.

Parpadeando lágrimas, simplemente respondo:

—Yo también.
116
Página
Epílogo 2

Noah
Lo hice. Puse totalmente mi pan en el horno. Soy tan el jodido hombre. Mi
esposa es increíble, y no puedo esperar para verla como madre. ¿Por este bebé? Nos
hará una familia verdadera, y estoy honrado de ser parte de esta.

¿Incluso noticias más dulces? En un giro inesperado, supimos por Prescott que
el notario sobre el testamento de mi padre había sido instruido para no decirnos que
el testamento había estipulado que nuestras acciones de la compañía fueran
colocadas en un fideicomiso si la cláusula del heredero no se cumplía dentro de los
noventa días, pero si nos casábamos y dábamos un heredero en una fecha posterior,
las acciones se revertirían a nuestro hijo. Es un final feliz aún más feliz. Tenemos
esto.

Inicia el juego.
117
Página
Realizado sin fines de lucro para promover la lectura.
Apoyemos a los autores comprando el original.
118
Página

S-ar putea să vă placă și