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ENSAYO

EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS; UNA GUÍA DE CÓMO VIVIR.

El país de las maravillas, es un entorno donde todos –casi muchos quieren vivir–,
siempre y cuando se tenga posibilidades de mantener su sobrevivencia. Pues,
déjenme contarles una historia dónde todos, todos vivían felices.

Es país que no se conocía a sí misma, que no tenía un sistema que regulara las
aberraciones de sus gentes. Un país al borde de la destrucción masiva, pero, después
de todo, era un país. Se llamaba Benderlandia, llena de ladrones, bares, juegos de
azar; donde se estaba terminando, por medio de la explotación, sus bosques; de
tierras áridas, secas, donde no producía ninguna legumbre. Donde sus gentes eran
parecidas a las personitas de la historia de Gulliver, pero con la excepción de que,
casi siempre, se quejaban de donde vivían. Se quejaban, solo sabían quejarse; salían
a las calles a menester, a provocar bullicios.

De pronto, un día lluvioso, de calles infestadas de olores a cervezas. De una fiesta


que había pasado, llegó un hombre de aspecto gracioso, se llamaba Polifonio.

Vio la situación del lugar: gente con aliento alcohólico, pobreza en medio de ella. Un
medio ambiente casi terminado. Sus pampas áridas.

Se propuso hacer algo que nadie había pensado. Empezó de inmediato. Pensó en
cuatro perspectivas que cambiarían el lugar de tierras áridas, de un medio ambiente
casi destruido, de gente con aliento alcohólico.

Las perspectivas estaban ambientadas en los siguientes aspectos: lo político, lo


económico, lo social y lo ambiental.

En lo político, Polifonio había pensado en un sistema donde funcione el concepto de


democracia. Pues, a lo que había visto, las gentes de alientos alcohólicos, no tenían
conocimiento de lo que significaba este término.

Así que, Polifonio tuvo que leer, para aumentar su conocimiento sobre democracia,
a John Stuart Mill, a Giovani Sartori, a John Locke, a Benjamín Constant, y demás
intelectuales.
De John Stuart Mill aprendió que la democracia conduce a un gobierno
representativo que da, con solvencia, todas las libertades que el pueblo necesita y
que, por ende, no se las puede privar. También que, si ese gobierno fue y es creado
por hombres ordinarios, los que deben hacerse cargo de su manejo sean los mismos
hombres que crearon ese gobierno, y no así, por hombres que, supuestamente, son
enviados o se creen regalos de los dioses; pero, siempre y cuando exista una
alternancia para llegar a administrar al pueblo.

Bajo este paragua de ideas, Polifonio tuvo la idea de implementar, en Benderlandia,


un sistema donde se elija libremente a los hombres.

De Constant adquirió el saber de administrar al pueblo bajo tres entes que son
autónomos: el poder legislativo, el poder ejecutivo y el poder judicial. Pues, Polifonio
había comprendido que estos tres poderes no pueden entremezclarse entre sí. Que,
si en algún momento lo hiciesen, esto devendría en la destrucción de los mismos;
también comprendió que estos poderes deben actuar de manera aislada, pero, con la
salvedad de una cooperación entre sí: porque el primero hace leyes y está bajo el
mando del primer mandatario; el segundo ejecuta lo que el primero hizo; mientras
que el tercero aplica lo que el segundo ejecutó de lo que el primero hizo.

De Locke asimiló la idea de la libertad. Que un pueblo no puede ser sojuzgado por
un psicópata que quiere eternizarse en el poder. Que la libertad es el mecanismo,
para salvaguardar la democracia. Que el pueblo tiene el derecho a ser libre, a pensar
libre, a elegir libre.

Tras lo leído, Polifonio, instauró el sistema político de la democracia; donde las


gentes con aliento alcohólicos, podían elegir libremente a sus gobernantes. Polifonio
lo llamó: democracia participativa.

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