Sunteți pe pagina 1din 6

“LAS PSICOSIS ESQUIZOFRÉNICAS”.

HENRY EY CAP: VIII

El concepto de esquizofrenia es muy extensivo para algunos autores, que opinan que representa
esencialmente un trastorno de la conciencia (punto de vista sincrónico) en el otro extremo, el concepto
es más limitado para los autores que lo conciben ante todo como un trastorno de la personalidad
(punto de vista diacrónico).
Siguiendo lo leído en el material bibliográfico, adoptaremos la siguiente concepción de esquizofrenia, la
cual se atiene a la noción de enfermedad delirante crónica. Esta concepción se basa en la noción de
POTENCIAL EVOLUTIVO de la enfermedad y de un POTENCIAL INVOLUTIVO de la personalidad. Es una
tendencia a:
 Una desorganización del YO y de su MUNDO y;
 Una organización de la vida autística
Es al mismo tiempo, una malformación estructural y un desarrollo histórico, pues ambos se relacionan
y mantienen mutuamente. La historia y organización de la persona dependen al mismo tiempo de la
acción estimulante del Medio y de la integración del organismo. Lo básico de la esquizofrenia no es la
aptitud de delirar, sino la instalación de ese modo de vida que es el delirio crónico, que tiene que ver
con la imposibilidad de salir de esa “experiencia subjetiva”.
El proceso esquizofrénico, esencialmente dinámico, se presenta como una evolución regresiva de la
persona que corresponde a una profunda “impotencia” (condiciones orgánicas deficitarias y negativas)
y a una profunda “necesidad” (factores psíquicos y positivos): impotencia para vivir en un mundo real y
necesidad de huir a un mundo imaginario.
 ESTUDIO CLÍNICO:
La esquizofrenia incipiens está casi desprovista de especificidad. Se ha intentado hacer una lista de
síntomas específicos de la esquizofrenia., pero son demasiados inconstantes para poder basarse en
ellos. Es justamente sobre LA ORGANZIACIÓN PROGRESIVA de los trastornos como se reconocerá el
proceso esquizofrénico en vías de formación. Es así que se distinguen 4 grupos entre estas FORMAS
DE COMIENZO de la enfermedad:
1º. Las formas progresivas e insidiosas. Conducen lentamente al enfermo desde la predisposición
caracterológica o neurótica hasta la esquizofrenia.
2º. Esquizofrenias de comienzo agudo. La enfermedad puede empezar por un gran acceso
delirante o catatónico.
3º. Entre estas dos formas, que se oponen por su “tempo” evolutivo, pueden situarse aquellas en
las que intermitentemente aparecen grandes episodios que constituyen una evolución en
“forma cíclica” sobre un fondo esquizoide.
4º. Como forma monosintomática. Puede presentarse la aparición de síntomas tanto más
desconcertante cuanto que se dan aislados.
1º- Las “esquizoidias evolutivas” más o menos neuróticas constituyen los estados pre-esquizofrénicos.
A) La pre-esquizofrenia: vendría a ser la puerta de entrada, está constituida aquí por una organización
caracterológica de la personalidad, en la cual se adivinan los rasgos, que al agravarse van a convertirse
en esquizofrénicos. Se distinguen dos tipos de carácter:
 La esquizoidia evolutiva: acentuación progresiva del carácter esquizoide. Se producen una serie
de modificaciones intrapersonales e interpersonales. Ante todo consiste en un debilitamiento
de la actividad que se caracteriza por la “pérdida de rapidez”. También consiste en la
modificación de la afectividad. El sujeto se retrae sobre sí mismo, parece falto te atención e
indiferente. Este comportamiento finaliza en actitudes de enfurruñamiento, de displicencia, a
menudo entrecortadas por actos, ideas o sentimientos paradójicos. La hostilidad hacia la
familia es constante. Las modificaciones que sufre el carácter sorprenden a los que rodean al
“LAS PSICOSIS ESQUIZOFRÉNICAS”. HENRY EY CAP: VIII

enfermo. Comienza a acentuarse de manera progresiva la tendencia al aislamiento y a la


ensoñación, que lo lleva a ser un salvaje, un huraño, o a posiciones originales caricaturescas.
 La etapa de neurosis prepsicótica: transformación progresiva de una neurosis en esquizofrenia.
Ocurre que la conducta preesquizofrénica se detiene, durante bastante tiempo, a veces durante
la adolescencia e incluso durante toda la infancia, en la fase que acabamos de describir. Pero
la esquizofrenia puede tomar el aspecto de una neurosis más o menos próxima a la histeria y
que evoluciona por brotes.
B) La invasión progresiva del Delirio: constitución lenta y más a menudo con brotes del Delirio
alucinatorio con tema de influencia. El delirio indica la “fisuración del Yo”: ésta se percibe en la
perturbación, a veces mínima, del contacto con el psiquiatra (tiempo de latencia antes de la respuesta,
actitud de rechazo, de desconfianza, etc.) Las ideas delirantes parecen brotar sin razón, ni motivo, ni
condición y el síndrome de automatismo mental se instala con sus fenómenos alucinatorios.
Generalmente son temas hipocondríacos, temas de influencia, de envenenamiento, de transformación,
de posesión diabólica o erótica, etc.
La invasión delirante no se hace entonces calladamente ni por una sorda infiltración, sino que estalla
por medio de experiencias alucinatorias o de despersonalización. Se adivinan sus alucinaciones por su
actitud de escucha, por los silencios o por los cóleras que intercala en su discurso.
2º- Consisten en accesos delirantes maniacodepresivos o confusooníricos atípicos.
A) Crisis delirantes y alucinaciones agudas: A veces la psicosis “estalla” en forma de un brote delirante.
Es difícil describir los síntomas y las particularidades propios de estos accesos de delirio, los cuales, en
vez de curar, siguen una evolución esquizofrénica.
B) Estados de excitación maníaca: Resulta fácil describir por un lado una manía franca, aguda (fuga de
ideas, proyección en el ambiente, expansividad, etc.) y, por otra, subrayar los caracteres atípicos de los
estados de excitación maníaca que indican una evolución esquizofrénica (elementos de discordancia,
fenómenos catatónicos, frases abstractas, introversión, etc.) Pero no siempre se presta la clínica a esta
esquematización.
C) Estados depresivos: La atipicidad (extraño) de las crisis melancólicas es a menudo neta. Pero se
necesita ser prudentes y experimentado para saber si ese estado de angustia con culpabilidad sexual,
alucinaciones, ideas de suicidio, ambivalencia, etc. va a curar o evolucionar hasta la esquizofrenia.
D) Estados confusooníricos: se los considera como típicos de las reacciones exógenas, pero no por eso
dejan de constituir también puertas de entrada a la esquizofrenia, bajo la forma de psicosis
confusionales con onirismo y de estados crepusculares oniroides.
3º- Son formas de comienzo cíclicas o intermitentes bastantes frecuentes. Tienen un comienzo por
asaltos progresivos. En efecto, sobre un fondo de carácter esquizoide aparecen “brotes agudos” al
comienzo de la evolución esquizofrénica.
4º- Hay una serie de comportamientos en los enfermos, por ejemplo matan ya sea a su padre o a su
madre, sin poder dar una explicación de sus actos. O bien, tienen comportamientos impulsivos,
agresiones absurdas, tentativas de suicidio o de autoconstrucción, etc. es así que todos estos
caracteres resultan suficientes para diagnosticar al sujeto de esquizofrenia.
Resulta llamativo el polimorfismo de los modos de comienzo y la falta de especificidad neta en los
cuadros clínicos crean una dificultad para el clínico, quien debe saber analizar bien los síntomas.
Puede verse claramente que la esquizofrenia no está en el comienzo de la evolución sino al final, ya
que consiste esencialmente en el movimiento de evolución.
 EL SINDROME FUNDAMENTAL DEL PERÍODO DE ESTADO:
Naturalmente, se presenta con diversas formas y grados. Pero lo esencial del cuadro clínico debe ser
descrito ahora como característico de la forma media llamada paranoide en su periodo de estado. Éste
“LAS PSICOSIS ESQUIZOFRÉNICAS”. HENRY EY CAP: VIII

es, por otra parte, largo, y evolucionan por lo general durante años; puede decirse que durante la mayor
parte de la existencia. Agruparemos los elementos descriptivos en dos aspectos:
A. Por un parte, la disgregación de la vida psíquica, dará lugar a una serie de rasgos en cierta
manera “negativos”. Es el modo esquizofrénico de destructuración de la conciencia y de la
persona, llamado “SINDROME DE DISOCIACIÓN”.
B. Por otra parte, el vacío así creado tiende a transformarse en una producción delirante
“positiva”. Es el “DELIRIO AUTÍSTICO O AUTISMO.”
Estos dos polos de la descripción son estrictamente complementarios y están unidos por caracteres
comunes, los cuales comunican a la sintomatología un carácter tan peculiar. Componen al cuadro
esquizofrénico una especie de fondo característico. Se habla de “DISCORDANCIA”, porque nos
referimos a un carácter a la vez anárquico, incoherente y absurdo de los síntomas.
1. LA AMBIVALENCIA: experiencia de antagonismo simultaneo, de dos sentimientos, de dos
expresiones, de dos actos contradictorios. (amor-odio; afirmación-negación).
2. LA EXTRAVAGANCIA: resulta de la distorsión de la vida psíquica, cuya pérdida de unidad,
incomodidad y malestar conducen a rodeos extraños o fantásticos que dan la impresión de una
búsqueda barroca, de una serie de paradojas encadenadas y de mescolanza.
3. LA IMPENETRABILIDAD: caracteriza la incoherencia del mundo de relaciones del esquizofrénico,
su tonalidad enigmática, el hermetismo de sus intenciones, de su conducta o de sus proyectos.
4. EL DESAPEGO: evoca el retraimiento del enfermo hacia el interior de sí mismo, la invasión de
los subjetivo y el abandono a la ensoñación interior.
Desarrollo de cada polo:
A) Disgregación de la vida psíquica. EL SINDROME DE DISOCIACIÓN: puede definirse como un desorden
discordante de los fenómenos psíquicos, los cuales han perdido du cohesión interna.
• Trastornos del curso del pensamiento y del campo de la conciencia: puede evidenciarse que hay una
debilitación dinámica del pensamiento. Este aparece como enredado y desordenado, tan pronto
lentificado hasta llegar a la perseveración (estancamiento). La producción de ideas es caótica y mal
dirigida. Las asociaciones se encadenan por contaminación, derivaciones, sustituciones; terminando en
propósitos absurdos, en evocaciones bruscas en interferencias y en extravagancias. Un fenómeno
notable es la “interceptación”, donde el relato se detiene bruscamente; durante algunos segundos, y
sin que el enfermo experimente molestia por ello, el pensamiento se eclipsa, queda como en suspendo;
después la conversación se reanuda sobre el tema precedente o sobre otro surgido bruscamente.
Todos estos trastornos manifiestan una mala diferenciación de los elementos que, en el pensamiento
normal se distinguen guiados por una intención y reunidos en una forma que se adapta a su contenido
significativo. El esquizofrénico nos indicia la mala coherencia de su contenido psíquico: la estructura
diferenciada e intencional del acto psíquico esta dislocada.
• Trastornos del lenguaje: el lenguaje en la esquizofrenia nos permitirá captar concretamente los
procedimientos de la discordancia. El lenguaje esta desviado de su función primordial. Se convierte en
un simbolismo personal, reducido, emanación de un mundo de imágenes que el enfermo parafrasea
sin expresarlo.
La conversación. Es un monologo, a veces rápido, entretenido, pero a menudo abstracto, inadecuado
para la situación; en efecto, el enfermo no tiene en cuenta la situación; prosigue en voz alta una
“ensoñación verbal”, sin finalidad, sin contacto, sin intervención consciente.
La fonética. La entonación, ritmo y articulación están desintegrados; lo mismo ocurre a veces con la
estructura de las palabras cuya unidad está rota.
“LAS PSICOSIS ESQUIZOFRÉNICAS”. HENRY EY CAP: VIII

Las alteraciones de la semántica. El sentido (lo significado) del material verbal (lo significante) está
desviado de su acuerdo con el lenguaje común. El enfermo tiende a cambiar el sentido de las palabras,
bien sea fabricando verdaderos neologismos, bien sea empleando en un sentido nuevo palabras ya
existentes. La incoherencia sintáctica es frecuente y consigue transformar el lenguaje en una
“ensalada” de palabras.
La escritura, los dibujos y las diversas producciones gráficas. Escritura deformada en su grafismo y en
sus significaciones, raras ornamentaciones, imágenes fantásticas, cuadros y poemas extraños,
simbólicos, abstractos.
• Alteraciones del sistema lógico: El pensamiento de un esquizofrénico es arcaico e irreal. ¿Por qué
arcaico? Porque es un pensamiento mágico que adopta el animismo primitivo, su impermeabilidad a la
experiencia, su adhesión a los valores metafóricos y a los arquetipos simbólicos. Y es irreal porque, es
un pensamiento paralógico, a la vez simbólico y sincrético. Constituye un pensamiento regresivo
gobernado por las exigencias afectivas y por la necesidad de modificar el sistema de la realidad, de
escapar a las leyes de las categorías lógicas del entendimiento (causalidad, identidad,
contradicciones).
• La desorganización de la vida afectiva:
Los trastornos afectivos constituyen la capa más profunda y como el motor de los demás trastornos. En
el esquizofrénico asistimos a una “discordancia afectiva”. Su actitud va a consiste en destruir al mismo
tiempo la realidad exterior e interior, en negar los móviles de su ser y en alterar los hechos para
volverlos desconocidos. Él se quiere y se siente indiferente y frío. Ejerce, en relación a su capacidad de
sentir y de emocionarse, una formidable represión. Presenta manifestaciones discordantes
(enfrentamiento de las tendencias discordantes) o sus bruscos cambios de comportamiento.
Por otro lado, las relaciones afectivas están completamente invertidas, la comunicación con los demás,
cuando no está cortada, está radicalmente falsificada. En esta falsificación participan los afectos y las
creencias que son sus expresiones, Es en el círculo familiar donde los trastornos son más aparentes.
Progresivamente el esquizofrénico se encierra en un círculo de creencias, deseos y de sentimientos
intensos e irreales, en un infierno de relaciones ambiguas, frágiles e inestables, que se esfuerza en
destruir y en recrear sin tregua, ya que a partir de la situación parental, el enfermo proyecta en todos
los que le rodean los afectos y fragmentos de imágenes que “fantasmatizan” las primeras relaciones
fundamentales.
Asimismo, el enfermo esquizofrénico manifiesta “inadaptación de las expresiones emocionales”. Esta
motivación es estrictamente interna, de manera que su sonrisa o sus lágrimas escapan a nuestro
entendimiento, a todo intercambio humano.
Se descubre también, la primitiva exigencia del “mundo de los instintos” (desencadenamiento
pulsional). Las conductas alimentarias pueden regresar hasta la succión: pulgar, tetina, biberón; a
menudo comportan fases de rechazo de alimentos y de bulimia extraordinarias. Las conductas
excrementicias pueden estar gravemente perturbadas, hasta la manipulación de excrementos. Pero
sobre todo, es en el terreno sexual donde van a manifestarse las escenificaciones fantasmagóricas
más características de una sexualidad impotente para fijarse en un objeto que no sea imaginario. Se ha
insistido mucho sobre la posición narcisística del esquizofrénico con comportamiento autoeróticos:
contemplación y caricias a su cuerpo, masturbaciones desenfrenadas; ataques sobre el cuerpo, las
mutilaciones, las tentativas de castración.
La finalidad de todas las conductas afectivas anteriormente descriptas, parecen ser, la de negar la
afectividad, la de destruir su significación. De ahí “el desinterés, la apariencia desvitalizada” de todas
las conductas que tiñen, con una especie de inercia más aparente que real. De ahí también los
numerosos rasgos de “negativismo”, los cuales expresan el “retiro interior” de los esquizofrénicos, la
“LAS PSICOSIS ESQUIZOFRÉNICAS”. HENRY EY CAP: VIII

discordancia entre el sujeto y el mundo exterior, “la pérdida del contacto vital con la realidad”, de decir
la interrupción del perpetuo intercambio entre el mundo y el sujeto.
•La discordancia psicomotriz. El comportamiento catatónico:
Se observan comportamientos catatónicos. La ambivalencia provoca en los actos una especie de
oscilación perpetua de la iniciativa motriz entre la ejecución y la suspensión del movimiento. En la
“mímica”, conduce a una serie de expresiones paradójicas: los músculos de la cara se contraen sin las
sinergias habituales (paramimias) y sin coordinación entre la expresión que sin dibujan y la emoción. Lo
gestos están lentificados. Tan pronto, dan la impresión de torpeza y de defectuoso desenvolvimiento,
como de afectación y de barroquismo (manerismo).
Entre estos actos es preciso individualizar ciertas “impulsiones”: impulsiones al asesinato por ejemplo.
Asimismo, los signos de “negativismo” están muy extendidos en los enfermos (el rechazo de la mano
que se le tiende, el rechazo de la mirada, manifiestan la oposición al contacto). Un paso más y tenemos
los accesos de mutismo, las fugas, el enclaustramiento. Aún más allá, el rechazo de alimentos, las
cóleras clásticas.
Deben mencionarse las “estereotipias”, consideradas como las conductas repetitivas de actitudes, de
gestos o de palabras que puedan expresar un fragmento de delirio. Pero a todo esto, existe un
comportamiento de fondo (catalepsia): la inercia, la perdida de iniciativa motriz, la pobreza del
movimiento, la rigidez, Estos trastornos catatónicos ocasionan una cierta momificación de la existencia.

B) El delirio paranoide. EL AUTISMO: Se mezclan inexplicablemente todas las variedades, todos los
fenómenos del “Delirio”. La esquizofrenia es una formad e existencia delirante que comporta
experiencias delirantes primarias y una elaboración autística o secundaria del delirio en la constitución
del mundo.

 LA VIVENCIA DELIRANTE:
•Vivencia de extrañeza: consiste en un profundo cambio de la experiencia sensible. Puede verse como
esta “extrañeza” de la existencia está ligada a la discordancia. Es angustiante y caótica, compuesta de
ilusiones, de interpretaciones, de intuiciones. El mundo interior está perturbado; las sensaciones
cenestésicas alteradas son vividas como dolores, transformaciones corporales, anomalías de la
percepción, parcialmente proyectas al mundo exterior.
• Vivencia de despersonalización: los enfermos se lamentan de ser transformados, metamorfoseados.
Le confiere un acento fantástico, expresándose a través de un lenguaje a menudo ambiguo, abstracto,
extraño y contradictorio.
• Vivencia de influencia: el paciente está sometido a una serie de comunicaciones. Se le sustrae su
pensamiento, se le impone. Fluidos, ondas, radares, lo captan y lo constriñen. Cuando pasa cerca de tal
persona u objeto, percibe el fluido u oye pronunciar palabras. El pensamiento es repetido. Los gestos
son comentados, enunciados por una voz interior.
 LA ELABORACIÓN DELIRANTE SECUNDARIA. EL DELIRIO AUTISTICO:
El Delirio en su forma auténticamente esquizofrénica sobrepasa el de las experiencias delirantes: las
prolonga y las organiza en un Mundo autístico; no en un sistema razonador, sino en su mundo cerrado
a toda comunicación, oculto y “laberíntico”. Por lo tanto a medida que se confirma y evoluciona la
enfermedad, se va constituyendo este mundo delirante o mundo propio, el cual representa el núcleo
mismo de la existencia esquizofrénica.
Este Delirio posee los siguientes caracteres: se expresa por un lenguaje abstracto y simbólico. Utiliza
modos de pensamiento o de conocimientos mágicos. Está constituido por creencias e ideas que
forman una concepción hermética del mundo. Lo que resulta característico es su carácter caótico,
“LAS PSICOSIS ESQUIZOFRÉNICAS”. HENRY EY CAP: VIII

fragmentario y deshilvanado. El enfermo se encierra poco a poco en un pensamiento “soñado” del que,
finalmente, después de años de evolución, solo emergen formulas ya hechas, herméticas, abstractas,
lejanas e incomprensibles.
 EL AUTISMO Y LA PERSONA DEL ESQUIZOFRÉNICO:
A través del autismo, se constituye un mundo propio que tiende a encerrarse sobre sí mismo. A través
de una acción complementaria, las estructuras negativas y positivas de la esquizofrenia van a construir
este “mundo propio”, impenetrable, verdaderamente alienado. Los elementos negativos (-) conducen a
la perdida de la unidad y de coherencia de la conciencia y de la persona del enfermo. Éste, a medida
que se acentúa progresivamente pierde el contacto con lo real y con sus coordenadas espaciales y
temporales. Esta pérdida de la continuidad psíquica disloca ek profundo sentimiento de unidad que
une a la persona a su propia historia. Es así, que el esquizofrénico se adhiere a pedazos de realidad o
de sueño, de imágenes, de recuerdos o de ideas, sin poder componer o mantener la unidad de
persona.
En cuanto a los elementos positivos (+) consisten en la liberación y en la reestructuración de los
sistemas pulsionales primitivos. El inconsciente “emerge” de las profundidades del ser. Mientras que
“nosotros” contenemos normalmente nuestros impulsos, el esquizofrénico, literalmente “no se
contiene más”. Implica una enviciamiento de las relaciones con los demás, o más exactamente, una
aniquilación del mundo de los objetos. En efecto, anula las relaciones sociales, destruye toda
existencia, despoja los “objetos” de su carga afectiva.

 FORMAS TERMINALES DE LA ESQUIZOFRENIA:


Se describen tres tipos de “Déficit esquizofrénicos terminales”:
1. En un 1° grupo de casos, lo que domina es la INERCIA y la regresión casi total de la vida
psíquica, con vida vegetativa y comportamiento automático y estereotipado de tipo catatónico.
2. En un 2° grupo de casos, el cuadro clínico se caracteriza por la INCOHERENCIA IDEOVERBAL. El
lenguaje es completamente incoherentes y el sistema de comunicaciones verbales está
reemplazado por un lenguaje completamente autístico, se habla de ESQUIZOFASIA.
3. En un 3° grupo de casos, es el Delirio, con sus expresiones y sus comportamientos extraños, lo
que prevalece. Pero en las formas más degradadas se trata de una especie de fabulación
estereotipada en la que la actividad alucinatoria está remplazada por una especie de soliloquio.

S-ar putea să vă placă și