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INTRODUCCIÓN

En la actualidad los niños sufren de diferentes problemas; la pobreza, hambre,


abusos, prostitución, etc. Sin embargo una de las peores situaciones que enfrenta
un menor es el del maltrato infantil.
El maltrato al niño es uno de los ejemplos más trágicos de la inhumanidad del
hombre hacia el hombre.
El maltrato hacia los niños es una problemática psicosocial que afecta a todos los
países del mundo y a todas las clases sociales. Es producto de múltiples factores
asociados y tiene consecuencias importantísimas en el desarrollo posterior de los
sujetos.
La conceptualización del Maltrato Infantil es relativamente reciente, a pesar de que
la violencia ejercida sobre los más indefensos ha estado presente a lo largo de la
historia de la humanidad.
Podemos definir el maltrato infantil como las actuaciones dadas por los padres,
parientes o conocidos que consisten en actos intencionales, no accidentales, por
acción u omisión que desconocen los derechos de los niños y que tienen
consecuencias desfavorables en los niños como interferir o alterar su desarrollo
integral y que ponen en peligro su salud tanto física como intelectual y su desarrollo
sexual que ocasiona amenaza o daño real que afecta su bienestar. Los niños que
son sujetos de ese maltrato, tienden en su desarrollo a ser niños agresivos y con
muy baja autoestima.
Actualmente vivimos inmersos en un ambiente lleno de violencia, situación de la
que desafortunada presencia es cada vez más evidente. Por esto es necesario
difundir el conocimiento sobre este problema en todos los ámbitos, con la finalidad
de prevenirlo, identificarlo e iniciar su abordaje terapéutico temprano, evitando de
esta forma las consecuencias y los efectos tan intensos que tiene sobre el ser
humano.
JUSTIFICACIÓN
La razón por la cual estudie este tema de investigación, es que desde años
anteriores ha existido el maltrato infantil y nos pareció de mucha importancia, ya
que la sociedad antiguamente no le daba la debida atención, más sin embargo
ahora en nuestros tiempos ha despertado gran interés en la sociedad ayudar a los
niños que han sufrido algún tipo de maltrato
En cualquiera de sus manifestaciones, la violencia es sumamente negativa. Ya
sea física, emocional, psicológica o sexual, la violencia vulnera los derechos y va
contra la dignidad de las personas que son objeto de agresión. Particularmente en
los niños, esta conducta pone en riesgo su salud, su autoestima y su vida entera.
Unicef advierte que “diariamente, miles de niños y niñas son maltratados física y
psicológicamente por sus padres, madres, parientes, profesores o por cualquier
adulto que considere al castigo físico como normal, aceptable y hasta necesario”.
Estas víctimas no aparecen en las estadísticas, salvo que estos “castigos” hayan
causado secuelas o la muerte, por lo que generalmente vivimos ajenos a este
serio problema.
Es por ello que es fundamental cultivar en nuestra sociedad una cultura de
prevención para poder detectar con facilidad un caso de violencia infantil y saber
cómo actuar a tiempo. De esta manera, podemos evitar consecuencias que van
más allá de la niñez.
Prevenir el maltrato a los más pequeños nos ayudará a construir una sociedad
mejor, evitando que los niños objetos de violencia repitan este comportamiento en
su adultez y consecuencias como los miedos irracionales, problemas de
alimentación, sentimiento de culpa, ansiedad, problemas para relacionarse con los
demás, desconfianza, entre otros.
La prevención del maltrato infantil es una responsabilidad ciudadana. Todos
estamos en la obligación de denunciar cualquier situación de esta naturaleza y
juntos debemos trabajar para darle a este fenómeno la importancia que merece.
Nuestro buen ejemplo en la crianza de nuestros hijos también será nuestro mejor
aliado para contribuir a la disminución de la violencia en nuestras comunidades.
OBJETIVOS:
Objetivo general:
• Determinar consecuencias a corto y largo plazo del maltrato en el desarrollo
infantil.
Objetivos específicos:
• Detectar indicadores puntuales del maltrato en el niño y sus causas.
• Describir cuales son las formas mas comunes de maltrato utilizados por los
agresores.
• Identificar cual es la población de alto riesgo, en términos de edad, estrato
social, características biológicas y de personalidad.
HIPOTESIS
El maltrato infantil puede ser ocasionado por diversos factores, pero el principal
podría ser ¿la ideología de las personas por no tener una buena educación de
vida?
Marco teórico
¿Qué es el maltrato infantil?
Es primordial establecer una definición adecuada del maltrato infantil para elaborar
un diagnóstico y un tratamiento apropiados.
La definición se ha modificado y enriquecido con las aportaciones de los
investigadores que se han abocado al tema, a partir de la primera emitida por
Kempe en 1962, quien originalmente define el maltrato infantil como el uso de la
fuerza física no accidental, dirigida a herir o lesionar a un niño, por parte de sus
padres o parientes. Posteriormente, se incluyen la negligencia y los aspectos
psicológicos como partes del maltrato infantil, para Wolfe es "la presencia de una
lesión no accidental, resultado de actos de perpetración (agresión física) o de
omisión (falta de atención por parte de quienes están a cargo del niño y que requiere
de atención médica o intervención legal)". La Comisión Nacional de Derechos
Humanos (CNDH) propone la siguiente definición: "Todo acto u omisión
encaminado a hacer daño aún sin esta intención pero que perjudique el desarrollo
normal del menor". El Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia
(DIF) define a los niños maltratados como: "Los menores de edad que enfrentan y
sufren ocasional o habitualmente, violencia física, emocional o ambas, ejecutadas
por actos de acción u omisión, pero siempre en forma intencional, no accidental, por
padres, tutores, custodios o personas responsables de ellos". Kieran y O'Hagan
hacen una diferenciación entre maltrato emocional y psicológico; en relación con el
primero indican: "Es la respuesta emocional inapropiada, repetitiva y sostenida a la
expresión de emoción del niño y su conducta acompañante, siendo causa de dolor
emocional.

El maltrato psicológico en cambio es "la conducta sostenida, repetitiva, persistente


e inapropiada (violencia doméstica, insultos, actitud impredecible, mentiras,
decepciones, explotación, maltrato sexual, negligencia y otras) que daña o reduce
sustancialmente tanto el potencial creativo como el desarrollo de facultades y
procesos mentales del niño, que lo imposibilita a entender y manejar su medio
ambiente, lo confunde y lo atemoriza haciéndolo más vulnerable e inseguro
afectando adversamente su educación, bienestar general y vida social".
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define al Maltrato Infantil como
cualquier acción u omisión de acción que viole los derechos de los niños y
adolescentes y afecte la posibilidad de que disfruten de un grado óptimo de salud,
que afecte su supervivencia o su desarrollo.
Para Martínez y de Paúl (1993) una definición de maltrato infantil debe hacer
mención a un sujeto receptor y a los sujetos responsables del daño, objetivar las
manifestaciones, reflejar una conducta y referir las posibles repercusiones en el
desarrollo. La definición debe tener estos contenidos concretos, pero también debe
ser lo suficientemente amplia como para que puedan ser incluidos las diferentes
tipologías, y que no quede el maltrato como lo opuesto a “buen trato”.
Estos autores dan la siguiente definición de lo que se considera Maltrato Infantil:
“Las lesiones físicas o psicológicas no accidentales en niños, ocasionadas por los
responsables del desarrollo, que son consecuencia de acciones físicas,
emocionales o sexuales, de comisión u omisión y que amenazan el desarrollo físico,
psicológico y emocional considerado normal”. (Martínez Roig, de Paúl Ochotorena,
1993; p. 23)
Los mencionados autores intentan allanar los problemas derivados de los aspectos
culturales de crianza, incluidos en la delimitación entre lo que puede considerarse
buen trato y mal-trato hacia los niños. Por ejemplo, el uso de la “cachetada” o el
“tirón de orejas” son prácticas culturalmente aceptadas en muchos países como
técnicas de corrección de conductas. Esas prácticas resultan un recurso incorrecto,
pero no constituyen un hecho de maltrato infantil en esas sociedades. Podría
sospecharse de
Maltrato Infantil si la práctica origina algún tipo de lesión, si se prolonga en el tiempo
y se convierte en método educativo habitual, o si pone en peligro la salud física y
psíquica del niño.
TIPOS DE MALTRATO INFANTIL
En la bibliografía internacional se describen cuatro tipos fundamentales de maltrato
infantil, estos son: el maltrato físico, el maltrato emocional, el abandono o
negligencia y el abuso sexual.
MALTRATO FISICO: se define como cualquier acción no accidental por parte de los
padres o cuidadores que provoque daño físico o enfermedad en el niño o lo coloque
en riesgo de padecerlos.
Indicadores físicos en el niño:
1) Magulladuras o moretones;
2) Quemaduras;
3) Fracturas;
4) Torceduras o dislocaciones;
5) Heridas o raspaduras;
6) Señales de mordeduras humanas;
7) Cortes o pinchazos;
8) Lesiones internas;
9) Fractura de cráneo, daño cerebral, hematoma subdural;
10) Asfixia o ahogamiento.
MALTRATO EMOCIONAL: el maltrato emocional se define como la hostilidad verbal
crónica en forma de insulto, desprecio, crítica o amenaza de abandono, y constante
bloqueo de las iniciativas de interacción infantiles (desde la evitación hasta el
encierro) por parte de cualquier miembro adulto del grupo familiar.
Indicadores en los padres o cuidadores:
1) Rechazo:
- 0 a 2 años: Rechazar activamente las iniciativas primarias de apego del niño. Ej.:
No devolver de las sonrisas y las vocalizaciones del niño.
- 3 y 4 años: Excluir al niño de las actividades con familiares y amigos.
Ej.: No llevar al niño a las reuniones familiares y/o de amigos, rechazar los gestos
de cariño del niño.
- Edad escolar: Transmitir constantemente al niño una valoración negativa. Ej.:
Utilizar frecuentemente apelativos denigrantes, despreciar constantemente los
logros del niño
2) Aterrorizar: amenazar al niño con un castigo extremo, crear en él un miedo
intenso, mantener hacia él expectativas inalcanzables castigándolo por no
alcanzarlas.
- 0 a 2 años: Romper de manera deliberada la tolerancia del niño al cambio y a los
nuevos estímulos. Ej.: Burlarse del niño, respuestas extremas o impredecibles a la
conducta del niño.
- 3 y 4 años: Utilizar gestos y palabras exageradas para intimidar, amenazar o
castigar al niño. Ej.: Amenazas verbales de daño extremo o con algo “misterioso”
(monstruos, etc.), enfurecimientos extremos con el niño alternados con períodos de
cariño artificial.
- Edad escolar: Colocar al niño en situaciones de ambigüedad intolerables (“Si lo
haces así está mal”, “si no lo haces así también está mal”). Ej.: Mostrar demandas
o emociones extremadamente inconsistentes, forzar al niño a elegir entre dos
padres enfrentados.
3) Aislamiento: privar al niño de oportunidades para establecer relaciones sociales.
- 0 a 2 años: Negar al niño la experiencia de interactuar de manera continuada con
los padres u otros adultos. Ej.: Dejar al niño solo en su habitación por períodos
largos, negarle la posibilidad de relacionarse con otros adultos como parientes o
amigos.
- 3 y 4 años: Enseñar al niño a evitar cualquier contacto social que no sea con él.
Ej.: Castigar las iniciativas del niño hacia otros niños o adultos, enseñar al niño a
rechazar las iniciativas de contacto social.
- Edad escolar: Intentar alejar al niño de relaciones normales con sus compañeros.
Ej.: Prohibir al niño jugar con otros niños, prohibirle invitar a otros niños a la casa,
sacar al niño de la escuela.
ABANDONO O NEGLIGENCIA: Se refiere a la situación en la que las necesidades
básicas del niño (alimentación, vestido, higiene, cuidados médicos, protección y
vigilancia en las situaciones potencialmente peligrosas) no son atendidas temporal
o permanentemente por ningún miembro del grupo que convive con el niño.
Indicadores en el niño:
1) Alimentación: No se le proporciona la alimentación adecuada. El niño se muestra
hambriento.
2) Vestido: Vestido inadecuado al clima.
3) Higiene: Constantemente sucio o escasa higiene.
4) Cuidados médicos: Problemas físicos o necesidades médicas no atendidas (ej.:
heridas sin curar o infectadas); ausencia de control y cuidados médicos de rutina.
6) Supervisión: El niño pasa largos períodos de tiempo (solo o con sus hermanos),
sin la supervisión y vigilancia de un adulto.
7) Protección: Repetidos accidentes domésticos debido a negligencia o falta de
control de situaciones peligrosas en el hogar.
8) Área educativa: Inasistencias injustificadas y repetidas en la actividad escolar.
ABUSO SEXUAL: Se define como cualquier clase de contacto sexual con una
persona menor de 18 años por parte de un adulto desde una posición de poder o
autoridad sobre el niño. El niño puede ser utilizado para realizar actos sexuales o
como objeto de estimulación sexual. Incluye las categorías de incesto, violación, y
abuso sexual sin contacto físico.
Indicadores en el niño:
1) Erotización prematura, juegos sexuales no esperables para la edad del niño,
comentarios sexuales no ajustados a la edad, agresividad sexual hacia otros niños,
masturbación compulsiva.
2) Fracaso escolar inexplicable, fuga del hogar, aislamiento social, desconfianza
crónica hacia el adulto.
3) Trastornos del sueño, trastornos de la eliminación (enuresis y encopresis),
trastornos alimentarios.
4) Dolor abdominal, lesiones genitales y/o anales, enfermedades de transmisión
sexual, embarazo.
CONSECUENCIAS DEL MALTRATO EN EL DESARROLLO DEL NIÑO
La violencia, ya sea por acción u omisión, deja diversas y severas consecuencias
en los sujetos que la padecen.
Para la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, la severidad de las
secuelas físicas o psicológicas depende de la intensidad y frecuencia del maltrato,
las características del niño, la relación más o menos directa con el maltratador, del
apoyo o no de otros miembros de la familia y del acceso o no a los servicios de
ayuda médica, social y psicológica.
El maltrato físico deja marcas en el cuerpo tales como mordeduras, moretones,
hematomas y cicatrices, lesiones que en algunos casos pueden requerir una
internación y/o intervención quirúrgica. Las secuelas físicas más severas pueden
producir lesiones cerebrales, oculares o del sistema nervioso central. Aunque las
consecuencias en el cuerpo son importantes, tanto o más importante es el correlato
emocional de la relación con adultos violentos.
El abandono o negligencia puede llevar a retrasos en la adquisición de los diversos
logros madurativos como la marcha o el desarrollo del lenguaje. También la falta
grave de cuidados puede llevar a perder piezas dentales, retardo en el crecimiento,
aparición de infecciones recurrentes con incidencia en el desarrollo general del niño.
El maltrato también deja marcas que son “invisibles” a los ojos, se trata de la secuela
psicológica de la violencia sufrida.
¿CÓMO RECONOCER EL MALTRATO INFANTIL?
SIGNOS PARA SOSPECHAR DE MALTRATO INFANTIL
El maltrato infantil tiende a ser muy obvio en muchas ocasiones; en especial el
maltrato físico, pero en ocasiones suele ser muy difícil de identificar, por lo cual a
continuación se mencionarán ciertos síntomas para sospechar si se trata de
maltrato o no.
En el niño(a):
Muestra repentinos cambios en el comportamiento o en su rendimiento habitual.
Presenta problemas físicos o médicos que no reciben atención de sus padres.
Muestra problemas de aprendizaje que no pueden atribuirse a causas físicas o
neurológicas.
Siempre esta "expectante", como preparado para que algo malo ocurra.
Se evidencia que falta supervisión de los adultos.
Es sumamente hiperactivo o por el contrario excesivamente responsable.
Llega temprano al colegio y se va tarde o no quiere irse a su casa.
Falta en forma reiterada al colegio.
En la familia:
Dan muestras de no preocuparse por el hijo; raramente responden a los llamados
del colegio o al cuaderno de citaciones.
Niegan que el niño tenga problemas, tanto en el colegio como en el hogar, o por el
contrario maldicen al niño por su conducta.
Por su propia voluntad autorizan a que la maestra emplee "mano dura" o incluso
algún chirlo o sacudón si su hijo se porta mal.
Cuestionan todo lo que hace su hijo, se burlan o hablan mal de él ante los maestros.
Demandan de su hijo un nivel de perfección académica o un rendimiento físico que
es inalcanzable para el niño.
En los padres e hijos:
Rara vez miran a la cara o tienen contacto físico con otra persona.
Consideran que la relación con su hijo es totalmente negativa.
Demuestran que casi nadie les cae bien.
Tienen una actitud recíproca de permanente tensión.
RECONOCIMIENTO DEL TIPO DE MALTRATO MEDIANTE SUS SIGNOS
Signos de abuso físico
Considere la posibilidad de maltrato físico en el niño(a) cuando estén presentes:
Quemaduras, mordeduras, fracturas, ojos morados, o dolores en el niño que
aparecen bruscamente y no tienen una explicación convincente.
Hematomas u otras marcas evidentes luego de haber faltado a clases.
Parece temerle a sus padres y protesta o llora cuando es hora de dejar el colegio
para ir a su casa.
Le teme al acercamiento o contacto de otros mayores.
Nos dice que le han pegado en su casa.
Considere la posibilidad de abuso físico cuando los padres o tutores:
Ante una lesión o traumatismo evidente en el niño(a) no brindan una explicación
convincente o se enojan ante la pregunta de lo ocurrido.
Frecuentemente se refieren a su hijo(a) como "un demonio" o en alguna otra manera
despectiva.
Es frecuente ver que tratan al niño(a) con disciplina física muy dura.
Sus padres tienen antecedentes de haber sido niños maltratados o abandonados.
Existe el antecedente de que la madre a sido golpeada.
Es frecuente que la madre del niño concurra con algún moretón u "ojo en compota".
Signos de negligencia
Considere la posibilidad de negligencia o abandono cuando el niño(a):
Falta frecuentemente a la escuela.
Pide o roba plata u otros objetos a compañeros de colegio.
Tiene serios problemas dentales o visuales y no recibe tratamiento acorde.
Es habitual que concurra a las clases sucio, o con ropa inadecuada para la estación,
sin que la condición de sus padres sea la de pobreza extrema.
Hay antecedentes de alcoholismo o consumo de drogas en el niño o la familia.
El niño(a) comenta que frecuentemente se queda solo en casa o al cuidado de otro
menor.
Considere la posibilidad de negligencia o abandono cuando sus padres o mayores
a cargo:
Se muestran indiferentes a lo que los docentes dicen del niño(a)
Su comportamiento con relación al niño(a) o la institución es irracional.
Padecen de alcoholismo u otra dependencia.
Tienen una situación socio económica que no explica el descuido en la higiene, el
uso de vestimenta inadecuada para la estación, o la imposibilidad de solución de
algunos de sus problemas de salud que presenta el niño(a)
Signos de maltrato emocional
Considere la posibilidad de maltrato emocional cuando el niño(a)
Muestra comportamientos extremos, algunas veces una conducta que requiere
llamados de atención y otras de pasividad extrema.
Asume tanto roles o actitudes de "adulto", como por ejemplo cuidar de otros niños,
como otras demasiado infantiles para su edad.
Muestra un desarrollo físico o emocional retrasado.
Ha tenido intentos de suicidio.
Considere la posibilidad de maltrato emocional cuando sus padres o tutores:
Constantemente menosprecian, o culpan al niño(a)
No les importa lo que pasa o les dicen los maestros acerca del niño, o se niegan a
considerar la ayuda que le ofrecen para superar los problemas del niño en el colegio.
Abiertamente rechazan al niño(a)
Signos de abuso sexual
Es necesario remarcar que el grado de afectación o impacto sobre la niña(o)
depende de varios factores como quien perpetró el abuso, la cronicidad del hecho,
la utilización de fuerza, la personalidad particular de la niña(o) abusada(o), su edad
o sexo, etc. Es por ello que la niña(o) abusada(o) puede responder de variadas
formas.
Teniendo en cuenta ello, considere la posibilidad de abuso sexual cuando el niño(a):
Tiene dificultades para sentarse o caminar.
Repentinamente no quiere hacer ejercicios físicos.
Demuestra comportamientos o conocimientos sexuales inusuales o sofisticados
para la edad.
Tiene o simula tener actividad sexual con otros compañeros menores o de la misma
edad.
Queda embarazada o contrae enfermedades de transmisión sexual antes de los 14
años.
Hay antecedentes de haber huido de la casa.
Dice que fue objeto de abuso sexual por parte de parientes o personas a su cuidado.
Considere la posibilidad de abuso sexual cuando los padres o tutores:
Son extremadamente protectores del niño(a)
Limitan al extremo el contacto de su hijo(a) con otros chicos, en especial si son del
sexo opuesto.

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