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Marjorie Navarro Villalobos

Sin título
Ilustración digital
2017
Retrato de la
homosexualidad y
la homofobia en la
literatura costarricense
Joselyn Miranda González
Estudiante de Biología. Universidad Nacional

L
a literatura, como otras artes, es LGBT1 pesan esas vidas violentamente
una expresión de la humanidad, interrumpidas; sin embargo, esto no solo
de su día a día, de sus miedos e debería lastimar a esa comunidad, debe-
ilusiones, de su historia pasada, presente ría lastimar a todos los seres humanos,
y futura. Ella permite vestir los zapatos los cuales, al parecer, han desplazado su
de otros y ver de cerca diferentes vidas y humanidad por intolerancia, odio y discri-
puntos de vista. En el presente ensayo se minación. Y no hay que ir tan lejos, lamen-
muestra un análisis/opinión sobre extrac- tablemente, para ejemplificar este triste
tos de literatura erótica, en especial homo- panorama, porque en la pequeña, adorable
sexual, escritos por autores costarricenses y pura vida Costa Rica, a pesar de que ya
y recopilados en la antología La gruta y no se practican las redadas policiales a ba-
el arcoíris: antología de narrativa gay/lés- res de gays y lesbianas como se hizo en
bica costarricense de Alexánder Obando, las décadas de los sesentas hasta los no-
quienes han expuesto en sus textos, per- ventas2, estas personas siguen sufriendo
sonajes dentro de una sociedad que en la el rechazo y maltrato por una sociedad en
actualidad sigue con una mentalidad un extremo tradicionalista e influida de ma-
tanto cerrada, conservadora y muchas ve- nera muy fuerte por la religión. Muchos de
ces mojigata e hipócrita. ellos y ellas siguen con un miedo latente
de ser mirados con reprobación, incluso
Talvez se recuerde, en las noticias interna- por sus familias. y ¿Acaso una madre o un
cionales de 2016, titulares acerca de una padre pueden dejar de querer a un hijo o
gran masacre de personas homosexuales una hija por tener «x» o «y» orientación
en un club nocturno de Orlando, Florida,
la cual ocurrió a mediados de junio. La tra- 1 Serrano, J. F. (2006: 103). Término para referirse a las
gedia hizo eco en medios de comunicación personas Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transgénero.
2 Obando, A. (2008). En el prólogo de «La gruta y el
masiva por varios días e incluso semanas, arcoíris» da un esbozo histórico de la gente LGBT en
y ahora en la memoria de la comunidad Costa Rica.

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sexual? Si todos los seres humanos están orientación sexual y sexualidad; todos
hechos de la misma materia orgánica-, relacionados, pero no sinónimos uno del
tienen brazos, pies, ojos, boca y órganos otro. El sexo se refiere a las característi-
vitales- entonces, ¿por qué tienen que es- cas físicas y morfológicas que diferen-
conderse en bares para homosexuales para cian al humano entre hombre y mujer, es
evitar las malas caras llenas de prejuicios decir, sus órganos sexuales, por ejemplo,
por sostener la mano del individuo que los externos: pene y vagina5. La orienta-
quieren o darse un beso?3 ción sexual es la atracción afectiva, emo-
cional, romántica y/o sexual que siente
La situación del grupo LGBT se puede una persona hacia otra. Científicos han
ver plasmada en muchos ámbitos (dere- intentado por años definir el origen de la
chos civiles, sociedad, familia, ambiente orientación sexual, pero muchos en la ac-
laboral). No obstante, un área se ha en- tualidad la consideran como un producto
cargado por mucho tiempo de evidenciar de la compleja combinación de elementos
y mostrar la realidad que vive este grupo; genéticos, cognitivos, biológicos, ambien-
ha combinado elementos ficticios basados tales y hormonales; en la mayoría de las
en la cotidianeidad; el arte de la literatura personas se define desde temprana edad o
ha construido historias que ejemplifican en la adolescencia6. Ser de una orientación
el vivir de individuos que intentan llevar sexual u otra es más que una simple esco-
una vida tan normal como la de cualquier gencia, pero por siglos al homosexualismo
otro, pero que ya sea dentro de la trama se le trató como un desorden psiquiátrico
o fuera de esta, se enfrentan al ataque de o enfermedad tratada con terapia para
la homofobia. Porque sí, hasta los mismos «convertir a la persona en heterosexual».
escritores, bien sean o no homosexuales, En cuanto al término sexualidad, es la ex-
han sido víctimas de críticas en torno a su presión en pensamientos, creencias, acti-
orientación sexual y no a la calidad litera- tudes, prácticas y relaciones basadas en el
ria que puede presentar la obra como pieza sexo de la persona, el género, la identidad
de arte4. Estos poemas, novelas y cuentos sexual, la orientación sexual, la afectivi-
han causado controversia tanto por la te- dad, el erotismo y la reproducción; y para
mática que manejan como por el estilo de cada individuo el modo de experimentarla
escritura, unos más explícitos que otros, es distinto7.
pero en su mayoría tan bien elaborados
que muestran con elegancia y sensualidad Carmen Naranjo, en su cuento «Trece
la sexualidad humana, sin importar si es partes de un amaneramiento», presenta a
heterosexual u homosexual. Adolfo, un hombre homosexual que desde
temprana edad sintió afinidad por la ropa
Antes de hablar a fondo sobre algunas de femenina y cuando alcanzó la edad para
estas obras escritas por costarricenses, hay escoger una carrera, tuvo que pensar con
que tener claros conceptos como sexo,
5 Arango de Montis, I. (2008: 4,5). Sexualidad Humana.
3 Ulloa, D. (2016). Artículo de opinión publicado en el 6 Maroto, A. (2006: 301,302). Homosexualidad y Tra-
periódico La Nación, Costa Rica. bajo Social.
4 Obando, A. (2008). Ídem. 7 Arango de Montis, I. (2008:4,5). Ídem.

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cuidado en algo donde pudiera tener la li- profesionales por miedo al qué dirán por
bertad suficiente para sentirse libre de cu- parte de la sociedad.
chicheos malintencionados de la sociedad
que lo hacía sentir como un degenerado; En la segunda parte del capítulo tres de la
sin embargo, cuando finalmente escogió novela Mariposas negras para un asesino,
estudiar diseño de modas en Roma y lo Jorge Méndez Limbrick, relata con un le-
anunció a sus padres, su madre se mostró guaje entre lo elegante y familiar una car-
colaboradora con él al ofrecerle sus aho- ta/correo electrónico que Jackie le envía
rros, pero su padre enfureció por la noticia a su amiga Guillermina, donde le cuenta
y lo llamó «maricón». Esto se puede ver una experiencia íntima y a la vez cotidiana
en el siguiente párrafo: cuando existe atracción, amor y deseo en-
tre dos personas:
[...] pensó en la biología, pues le gustaban
los animales, las flores y los injertos. Ade- [...] Nos besamos, fue hermoso, delicado,
más prefería andar libre por los campos tierno10.
que recorrer las calles hacinadas de gente
vulgar y grosera. Pero los estudios exi- [...] Me imaginé que íbamos a rodar por
gían prácticas en campamentos con otros la alfombra como en esas películas bara-
compañeros, lo que le daba terror porque tas de Hollywood, o nos arrancaríamos la
tendrían que aglutinarse por miedo a estar ropa como en una escena supererótica de
cerca de él, seguros de que las desviaciones “Bajos instintos”. Fue todo lo contrario,
se contagian y para qué pasar un mal rato8. mi amiga fue imponiendo pautas a nuestro
juego en una complicidad tácita11.
[...] Habló con su madre, le declaró que
quería ser modisto, aprender diseño de es- [...] Existen muchas maneras de hacer el
tilos, corte de ropa femenina y alta costura. amor. La mayoría de las personas no lo
[...] La madre le propuso darle los ahorros, podrían entender jamás. Creen que hacer
pero el padre se enojó mucho, dijo que ya el amor es la simple penetración. ¡Jamás!
lo habían educado como si fuera una mu- Esto es la gente vulgar. La gente que co-
jer y ahora le iban a facilitar un oficio de noce el “ars amandi” sabe que son muchas
maricón9. las formas de lo erótico12.

La situación de Adolfo es la de muchas No solo existen muchas maneras de ha-


personas LGBT, quienes incluso nunca cer el amor, también hay muchos tipos de
llegan a «salir del clóset» frente a su fami- amor, pero en la cultura patriarcal y todavía
lia por temor al rechazo por parte de seres machista del costarricense, se podrán topar
tan queridos, así que optan por esconder en la calle gente que dice que la unión solo
su orientación sexual y, como si eso no «debe y está bien» entre un hombre y una
fuera suficiente, condicionan sus futuros mujer. ¿Por qué? ¿Qué tiene de erróneo
10 Obando, A. (2008: 95,96). Autor original Jorge Mén-
8 Obando, A. (2008: 12). Autora original Carmen dez Limbrick.
Naranjo. 11 Obando, A. (2008: 95,96). Ídem.
9 Obando, A. (2008: 12). Ídem. 12 Obando, A. (2008: 95,96). Ídem.

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Joselyn Miranda González

que dos personas sin importar su sexo se como esa me quedo quieto, relajado, en
amen? Ser gays, lesbianas, bisexuales o espera a que la caricia avance. Entreabro
transgénero solo les debería importar a la los ojos y la pareja sigue besándose, pero
persona con la que se comparte la cama y el pie del chico, libre del cuartelito del za-
no al mundo entero; con sus sentimientos pato busca meterse bajo mi pantalón14.
y afectividad no dañan a nadie y, no obs-
tante, muchos se ofenden y oponen a es- [...] De repente él sale, se vuelve hacia la
tas uniones. Parece ser tanta la ofensa que chica y le dice alguna cosa. No para de
inclusive el único matrimonio de lesbianas sonreírle. Cierra la puerta y quedamos los
en Costa Rica, que fue posible gracias a un dos en el pasillo. Camina hacia mí pero pa-
error del Registro Civil al tener a una de rece que no me ve. Me hago a un lado para
ellas registrada como hombre, se podría dejarlo pasar. Entonces su mano enorme
enfrentar a la cárcel, sanciones y anula- y bella, con el anillo reluciente, se posa
ción de su unión13, porque en Costa Rica sobre mi estómago mientras él sigue avan-
la única unión civil válida hasta la fecha es zando. Hace una levísima presión, pero es
la efectuada entre un hombre y una mujer. suficiente para aclarar el mensaje. Me dejo
ir. Unos pasos más allá, la portezuela del
«Guardar las apariencias» es otro pun- baño nos invita15.
to importante. Muchas personas LGBT
a veces no saben bien cómo enfrentar la Entramos a ese mundillo vertical, reduci-
realidad de lo que son y por temor se res- do, destinado al trámite rápido. Tenemos
guardan en relaciones heterosexuales que muy poco espacio, pero de todas formas
quizás les espanten la soledad, pero nunca nuestros cuerpos no desean guardar nin-
les llenarán el vacío que la falta de acep- guna distancia. El primer beso sabe a
tación les provoca. Como ejemplo de esto perfume de mujer y desesperación. Los
se puede ver en el cuento «Bienvenido a tu siguientes tienen sabor a macho en celo16.
nueva vida» de Uriel Quesada, relato que
en su momento de publicación en el perió- En los fragmentos anteriores, se ve a una
dico La Nación, causó gran polémica por pareja demostrándose afecto y en frente
el lenguaje explícito y erótico con el que de ellos va sentado otro muchacho. La
representó una situación tan común como sonrisa cómplice de la chica se puede in-
lo es un viaje en tren y el sinfín de rostros ferir como conocedora de la situación de
e historias que se pueden ver pasar por un su pareja, no solo eso, lo acepta y prácti-
andén y sus vagones. camente anima a que su hombre prosiga
con lo que quiere. ¿Es acaso una máscara
[...] Procuro concentrar mi atención en el protectora de su pareja para resguardar las
paisaje. Suspiro y cierro los ojos, intento apariencias? Puede ser, aunque eso no esté
ver al joven de la flor. Pero en medio de mi explícitamente escrito en las líneas que
ensoñación siento que algo roza mi pier- muestra Quesada con este relato y aun así
na. No es una sensación desconocida. Sé 14 Obando, A. (2008: 175,176). Autor original Uriel
además que me gusta y que en ocasiones Quesada.
15 Obando, A. (2008: 175,176). Ídem.
13 Murillo, A. (2015). Periódico digital español El País. 16 Obando, A. (2008: 175,176). Ídem.

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Retrato de la homosexualidad y la homofobia en la literatura costarricense

es un buen retrato de varios que talvez han Bibliografía


recurrido a un buen o buena amiga, capaz
de comprender el pavor que les provoca Arango de Montis, I. (2008). Sexuali-
ser etiquetados como «no normales» por dad humana. México: Editorial
un gusto que difiere del tradicional. Manual Moderno. Recupera-
do de: https: //books.google.es/
Son diversos y amplios los ejemplos de books?id=S-r6CAAAQBAJ&pg
ficción literaria que muestran situaciones =PT185&dq=orientaci%C3%B3
que viven las personas LGBT; enseñan n+sexual&hl=es&sa=X&ved=0a
que son como todo el resto de seres huma- hUKEwjQmqi4wJrQAhWEQS-
nos, que escogen una carrera, escriben un YKHT_QDLo4ChDoAQgqMAQ
e-mail a una amiga o viajan en tren; sus in- #v=onepage&q=orientaci%C3%B
timidades tienen la única variante de com- 3n%20sexual&f=false
partir cuerpo, deseo, afecto y amor con un Maroto, A. (2006). Homosexualidad y
individuo del mismo sexo. Trabajo social: herramientas para
la reflexión e intervención profe-
Al cierre de este trabajo, persiste la inte- sional. Madrid: Consejo General
rrogante, ¿por qué la sociedad (costarri- de Colegios Oficiales de Diploma-
cense en este caso) sigue viendo con ojos dos en Trabajo Social y Asistentes
de censura a estas personas? Quizás, toda- Sociales. España. Recuperado de:
vía, falten más años o décadas para llegar https://books.google.es/books?id=
a una completa aceptación de la diversidad 5w54o3J3liMC&pg=PA301&dq=
de los seres humanos. Diversidad en sus orientaci%C3%B3n+sexual&hl=
colores, culturas, tradiciones, religiones es&sa=X&ved=0ahUKEwjauvPu
y orientaciones sexuales, pero humanos sp_QAhUmrVQKHTpnCnkQ6AEI
todos y cada uno de ellos. No obstante, QDAI#v=onepage&q=orientaci%C
para llegar a la aceptación hay que hablar, 3%B3n%20sexual&f=false
conversar de esto desde temprana edad, en Murillo, A. (2015). Un ‘error’ permi-
la casa, escuela y colegio; dejar de verlo te el primer matrimonio gay en
como tabú, hacer conocer obras literarias Centroamérica. El País. Interna-
cuya temática logre desvendar los ojos lle- cional. España. Recuperado de:
nos de tradición discriminatoria y mues- http://internacional.elpais.com/
tren como parte de la cotidianeidad vidas internacional/2015/11/05/actuali-
libres de temor a la aceptación de su orien- dad/1446679918_194388.html
tación sexual. Obando, A. (2008). La gruta y el arcoíris:
Antología de narrativa gay/lésbica
costarricense. San José: Editorial
Costa Rica.

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Joselyn Miranda González

Serrano, J. F. (2006). Otros cuerpos, Ulloa, D. (2016). En el país de Nunca


Otras sexualidades. Bogotá: Ins- Jamás: oda a los bares gays. Es-
tituto Pensar. Pontificia Univer- pecial de Revista Dominical. La
sidad Javeriana. Recuperado de: Nación. Costa Rica. Recupera-
https://books.google.co.cr/boo do de: http://www.nacion.com/
ks?id=GJspj3F5Pi4C&pg=PA ocio/revista-dominical/pais-Ja-
162&dq=lgbt+definici%C3%B mas_0_1569243118.html
3n&hl=es-419&sa=X&redir_
esc=y#v=onepage&q=lgbt%20
definici%C3%B3n&f=false

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