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VERACRUZ
TEORIA:
VIOLENCIA
INVESTIGACION:
MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN
P R E S E N T A:
ALMA ROSA TEQUILIQUIHUA MAYAHUA.
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INTRODUCCION
Uno de los problemas principales del estudio de la violencia es la falta de una
definición precisa que dé cuenta de la multiplicidad de formas en las que ésta se
presenta o, cuando menos, señale sus características más importantes y comunes.
Además, otra dificultad en su estudio es precisamente esa multiplicidad, por lo que
muchas veces se prefiere hablar de las violencias y no de la violencia en singular;
de esta manera, se presentan definiciones particulares para cada forma de violencia
a estudiar.
Desde luego, también el hecho de que a estas violencias se les estudie desde
diversos campos de conocimiento dificulta no sólo su estudio en general, sino la
aceptación de una definición clara y unívoca. Por otra parte, este abordaje múltiple
de violencias particulares y desde diferentes campos disciplinarios ha contribuido,
a la vez, tanto a mirarla en su complejidad, como a destacar características más
precisas de las causas, las formas en que se presentan y las dinámicas o funciones
que asumen las diferentes formas de violencia; este ensayo busca situarse entre la
preocupación por la generalidad como por la multiplicidad de la misma.
El segundo apartado se sale del problema de la definición para mencionar los usos
en el análisis de la idea de violencia, es decir, a qué preocupaciones generales
atiende. Se señala primero la manera de seccionar la preocupación en el estudio de
la violencia, dividiendo aquí lo que podríamos denominar campos de análisis (se
señalan cuatro: el campo de la causalidad; el de las formas y dinámicas que asume
la violencia; el de las consecuencias, y el campo valorativo sobre la violencia). Se
atienden diversos elementos que cada uno de estos campos pueda presentar, sin
agotar la reflexión, pues algunos otros pueden no ser considerados, como la
importante distinción entre violencia y agresión, que se comentará de pasada en su
momento.
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Este ensayo pretende lograr una sistematización de nociones e ideas que varios
estudiosos de la violencia han ofrecido, aun cuando no sean mencionados (por
razones de espacio, sobre todo).
También la idea del uso de fuerza suele ser problematizada, no tanto para negarla,
sino para considerar que la fuerza física no da suficientemente cuenta del hecho,
de diferentes hechos: las coerciones morales (personales, grupales, culturales), las
relaciones de poder (sin considerar aquí que este término también es problemático,
"amorfo" dirá Weber) -que en sí mismas estructuran y naturalizan relaciones de
violencia-, las coerciones psicológicas y hasta los chantajes, pueden ser
importantes como vehículos de la violencia.
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ella el único hecho relevante es la violencia cometida por el alumno, no la generada
por la propia institución. Para dar cabida a una idea como esta, es por lo tanto
importante ampliar el concepto, ponerle los añadidos que hagan relevante el
contexto.
Por esta misma característica tal concepción de violencia puede ser en buena
medida histórica, se limita a describir los hechos claramente manifestados, y si se
interesa por la causalidad, tenderá a encontrarla en lo más cercano, lo más a mano;
así, esa postura puede ocultar las causas no visibles, como algunas estructuras de
dominación creadas social e históricamente en diversos ámbitos -el político, el racial
o el patriarcal.
Sin embargo, hay que considerar que esta conceptualización de la violencia, por ser
precisamente restringida, permite localizar claramente eventos y actores, para que
aquello que se denomina violencia objetiva -factible de medirse de alguna u otra
manera-, pueda efectivamente serlo. Se pueden contabilizar los eventos, realizar
estadísticas y comparaciones cuantitativas, también permite localizar perfectamente
a las víctimas y distinguir los daños recibidos.
Además, al distinguir con claridad los sujetos actores de la violencia, permite fincar
responsabilidades y establecer culpas y penas, castigar actores y actos. En cierto
modo la acción jurídica y policial encuentra en esta definición un importante apoyo.
Pero aun aquí se pueden considerar limitaciones; por ejemplo, cuando ante el
problema de la violencia en el hogar se atiende sólo a las víctimas y se castiga al
agresor en lo inmediato -según las limitaciones que se han destacado, al no tomar
en cuenta cuestiones culturales y estructurales, como el machismo y el
patriarcalismo-, se mantienen las condiciones en las que esta violencia se
reproducirá. De esta manera, lo que es positivo en términos judiciales, no lo es tanto
en políticas públicas para atender el problema desde su raíz. Por ello se necesita ir
más allá de lo inmediato y ampliar las concepciones utilizadas. Lo anterior, desde
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luego, puede llevar al desdibuja miento de las precisiones conseguidas con base en
la definición comentada.
Pues bien, a modo de símil o metáfora, nos parece que estas ideas, en líneas
generales, pueden ser pensadas también para el análisis de la violencia. Pero no
se afirma con esto que el poder y la violencia sean semejantes o intercambiables,
más bien se apunta a que estas percepciones metodológicas, de pensamiento,
pueden ser pertinentes para el análisis de la violencia.
Sin embargo, esa coloración violenta de las relaciones sociales presenta algunos
rasgos generales por los que se le reconoce, es decir, que ésta presenta también
un momento importante de sustantividad. El principal rasgo por el que se puede
hablar de violencia desde luego es la producción de daños en, cuando menos,
alguna de las partes de la relación, afectando la integridad física, sexual, psicológica
y hasta patrimonial del o los así afectados. Otro rasgo frecuente en las relaciones
violentas es la repetitividad de ciertos comportamientos o la recurrencia de los
mecanismos en la producción de violencia, esto es, que se presenten patrones
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comportamentales por medio de los cuales se piense en alguna intencionalidad que
marque la relación de los actores.
Por último, si bien no podemos decir que toda relación social es violenta o encierra
violencia, sí podemos admitir que ésta siempre está presente como posibilidad
dentro de las más variadas formas de relación social, desde las familiares a las
políticas o económicas, y que cuenta con actualizaciones más o menos constantes,
por lo que el análisis de la violencia nos puede mostrar de igual modo algunos
aspectos globales de la historia social.
En todo caso, la propuesta es que se defina la violencia como una forma de relación
social caracterizada por la negación del otro. Esta propuesta de definición amplía
en muchos sentidos la concepción de la violencia y, también, corre el riesgo de
parecer que incluye cualquier forma de relación que a alguien no le guste y que diga
que se le está negando, es decir, acentúa el carácter subjetivo de la violencia (el
cual se verá más adelante). Pero analicemos primero algunos de los rasgos
positivos de una definición semejante para el estudio de la violencia.
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exhibicionismo macabro de la violencia en el contexto de la guerra contra el crimen
organizado en México.
Por otra parte, hay concepciones de la violencia o, mejor dicho, de ciertas formas
de violencia, que difícilmente pueden tener cabida en la definición restringida
anterior, pero que pueden encontrar en esta otra un espacio. Por ejemplo, están las
concepciones de Galtung de violencia estructural y violencia cultural, la violencia
simbólica de Bourdieu o la violencia moral de Sagato, formas de violencia que se
caracterizan precisamente por no contar con el carácter del uso de la fuerza física
y con consecuencias inmediatas y visibles.
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1. ¿QUE ES VIOLENCIA?
Violencia del latín (violentia) que significa fuerza y poder, la violencia es una acción
ejercida por una o varias personas en donde se somete de manera intencional al
maltrato, presión, sufrimiento, manipulación u otra acción que atente contra la
integridad tanto física como psicológica y moral de cualquier persona o grupo de
personas. La violencia es la presión psíquica o abuso de la fuerza ejercida contra
una persona con el propósito de obtener fines contra la voluntad de la víctima.
La violencia es un problema social que afecta diversas esferas de nuestra vida. De
manera cada vez más evidente todos estamos expuestos a la violencia y todos
podemos generarla en distintas formas.
La violencia no toma en cuenta diferencias de etnia, religión, edad o género, ni
tampoco nivel socioeconómico. Podemos experimentarla o encontrarla en el
trabajo, en la calle, en la comunidad y hasta en nuestra propia casa.
Datos recientes sobre violencia arrojaban sobra la mesa datos tan alarmantes como
que siete de cada diez jóvenes sufre violencia en su relación de noviazgo (un 76%
de violencia psicológica, 16.5% de violencia sexual y 15% de violencia física). En
cuanto a la violencia en la familia, sólo el 34%de las mayores de 15 años no
atestiguaron violencia física entre sus padres. El 66% restante ha vivido al menos
una de las formas de violencia.
Por otra parte, la violencia contra niños, niñas y adolescentes en entornos como la
familia, la escuela, la comunidad, los centros de trabajo o las instituciones, está
legitimado y aceptado socialmente, de forma que se hacen naturales -y por tanto
invisibles- las diferentes formas de violencia, lo cual contribuye a su persistencia y
reproducción.
De las formas más brutales de violencia, resalta el homicidio como uno de los
problemas graves a los que se enfrenta la sociedad mexicana. El Informe Nacional
sobre Violencia y Salud del año 2007 indicaba que, durante los últimos 25 años, dos
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niños menores de 14 años han muerto asesinados cada día. Además, entre un 55
y un 62% de niños y niñas dicen haber sufrido alguna forma de maltrato (físico,
emocional o sexual) en algún momento de su vida.
La violencia tiene un efecto profundo sobre la mujer. Empieza antes del nacimiento,
en algunos países, con abortos selectivos según el sexo. O al nacer, cuando los
padres desesperados por tener un hijo varón pueden matar a sus bebés del sexo
femenino. Y sigue afectando a la mujer a lo largo de su vida. Todos los años,
millones de niñas son sometidas a la mutilación de sus genitales.
Las niñas tienen mayor probabilidad que sus hermanos de ser violadas o agredidas
sexualmente por miembros de su familia, por personas en posiciones de poder o
confianza, o por personas ajenas. En algunos países, cuando una mujer soltera o
adolescente es violada, puede ser obligada a contraer matrimonio con su agresor,
o ser encarcelada por haber cometido un acto "delictivo". La mujer que queda
embarazada antes del matrimonio puede ser golpeada, condenada al ostracismo o
asesinada por sus familiares, aunque el embarazo sea producto de una violación.
Después del matrimonio, el riesgo mayor de violencia para la mujer sigue habitando
en su propio hogar, donde su esposo y, a veces la familia política, puede agredirla,
violarla o matarla. Cuando la mujer queda embarazada, envejece o
padece discapacidad mental o física, es más vulnerable al ataque.
La mujer que está lejos del hogar, encarcelada o aislada de cualquier forma es
también objeto de agresión violenta. Durante un conflicto armado, las agresiones
contra la mujer aumentan, tanto de parte de las fuerzas hostiles como de las
"aliadas".
Cuando hablamos de violencia creemos que solo es "dar golpes’’, pero estamos
equivocados. Existen varios tipos de violencias, entre ellos podemos citar:
Violencia en la familia (intra familiar).
Violencia Psicológica o mental.
Mutilación genital femenina (MGF).
Es un mito que la violencia sexual la ejercen solamente extraños, muchas
violaciones y abusos son cometidos por hombres que la víctima conoce, incluyendo
parejas y amigos íntimos. Por ello los ataques ocurren en cualquier momento del
día.
Violación y abuso sexual puede ser realizado por extraños o conocidos, pero "nunca
con culpa de la víctima", pues existe la errónea creencia que es la víctima quien lo
provoca.
Efectos en el niño derivados de haber presenciado actos de violencia
Las investigaciones han indicado que los niños que presencian actos de violencia
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en el hogar suelen padecer muchos de los síntomas que tienen los niños que han
sido maltratados física o sexualmente. Las niñas que presencian a su padre o
padrastro tratando violentamente a su madre tienen además más probabilidad de
aceptar la violencia como parte normal del matrimonio que las niñas de hogares no
violentos. Los varones que han presenciado la misma violencia, por otro lado, tienen
mayor probabilidad de ser violentos con sus compañeras como adultos.
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Genera y fomenta un ámbito de respeto: tratemos a los demás como nos gustaría
que nos traten. Aprendamos que mediante un diálogo respetuoso y tolerancia
podemos encontrar puntos de acuerdo para solucionar problemas.
La violencia no se debe aceptar bajo ninguna circunstancia: los pellizcos, los jalones
del brazo o el golpecito, son acciones que deben evitarse siempre. Está
comprobado que una vez aceptas esta situación, comienza un proceso de
“normalización de la situación”. Es decir, piensas que no fue tan malo y te
acostumbras a las agresiones.
Siempre expresa tu postura: la violencia psicológica puede estar camuflada bajo
distintas formas y es más frecuente de lo que se cree. Muchas veces pensamos “no
quiero generar problemas” o bien, temes que tu pareja se aleje y se opta por la
sumisión. Si pensamos diferente, es importante expresarse con firmeza, respeto y
claridad.
La violencia se puede prevenir. Este no es un dogma de fe, sino una afirmación
fundamentada en datos científicos. Prevención de la violencia: la evidencia engloba
un conjunto de siete orientaciones basadas en revisiones rigurosas de la bibliografía
que analiza las pruebas científicas (también llamadas evidencia o datos probatorios)
sobre la eficacia de las intervenciones dirigidas a prevenir la violencia interpersonal
y la auto infligida.
Cada orientación se centra en una estrategia general de prevención de la violencia,
y bajo esa perspectiva analiza los datos sobre la eficacia de las intervenciones
específicas.
Las estrategias de prevención de la violencia abarcadas en estas siete
orientaciones son:
1. Desarrollar relaciones sanas, estables y estimulantes entre los niños y sus padres
o cuidadores
2. Desarrollar habilidades para la vida en los niños y los adolescentes
3. Reducir la disponibilidad y el consumo nocivo de alcohol
4. Restringir el acceso a las armas de fuego, las armas blancas y los plaguicidas
5. Fomentar la igualdad en materia de género para prevenir la violencia contra la
mujer.
6. Cambiar las normas sociales y culturales que propician la violencia
7. Establecer programas de identificación, atención y apoyo a las víctimas.
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A nivel del hogar, la violencia se previene mediante:
> La integración familiar
> La práctica de los valores y vínculos familiares sólidos
> El respeto y autoridad
> El amor y comprensión hacia los demás
> La comunicación efectiva entre padres e hijos
> La satisfacción de las necesidades básicas mediante el trabajo
> El conocimiento del entorno y las amistades de los (as) hijos (as)
> La disciplina con sabiduría y amor.
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> El desarrollo de condiciones para el entretenimiento sano de la niñez y la
juventud: canchas deportivas, actividades culturales, otros.
> La realización de campañas “en contra de” la adquisición y “a favor de” la
eliminación de juguetes que incitan a la violencia (pistolas).
> Talleres de prevención de la violencia
> La vigilancia de hechos violentos y comunicación oportuna con las autoridades
pertinentes.
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2. FACTORES DE RIESGO DE LA VIOLENCIA
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Esto se debe a que en su niñez o en alguna etapa de su vida le hicieron los mismo
o tuvo algún tipo de trauma, de igualmente pueden ser muchos los factores que
desencadenan a este personaje
La violación y el maltrato sexual del niño pueden causar daños psicológicos
similares. Un episodio de agresión sexual puede ser suficiente para crear efectos
negativos duraderos, especialmente si la niña víctima no recibe posteriormente
apoyo adecuado. Al igual que la violencia contra la mujer en el seno familiar, el
maltrato del menor suele durar muchos años y sus efectos debilitantes pueden
hacerse sentir en la vida adulta. Por ejemplo, la pérdida de autoestima de la mujer
que ha sido maltratada en la niñez puede traducirse en un mínimo de esfuerzo para
evitar situaciones en que su salud o seguridad estén en peligro.
Ser víctima de violación o abuso sexual es una experiencia muy traumática y sus
consecuencias pueden prolongarse por mucho tiempo. Víctimas (mujeres, niñas y
niños) que han sufrido ataques sexuales describen los siguientes sentimientos:
Temor.
Culpa.
Desvalorización
Odio
Vergüenza
Depresión
Asco
Desconfianza
Aislamiento
Marginalidad
Ansiedad
Ser diferente (se siente diferentes a los demás)
Es un mito que la violencia sexual la ejercen solamente extraños, muchas
violaciones y abusos son cometidos por hombres que la víctima conoce, incluyendo
parejas y amigos íntimos. Por ello los ataques ocurren en cualquier momento del
día.
Violación y abuso sexual puede ser realizado por extraños o conocidos, pero "nunca
con culpa de la víctima", pues existe la errónea creencia que es la víctima quien lo
provoca.
Efectos en el niño derivados de haber presenciado actos de violencia
Las investigaciones han indicado que los niños que presencian actos de violencia
en el hogar suelen padecer muchos de los síntomas que tienen los niños que han
sido maltratados física o sexualmente. Las niñas que presencian a su padre o
padrastro tratando violentamente a su madre tienen además más probabilidad de
aceptar la violencia como parte normal del matrimonio que las niñas de hogares no
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violentos. Los varones que han presenciado la misma violencia, por otro lado, tienen
mayor probabilidad de ser violentos con sus compañeras como adultos.
La auténtica educación tiene como fin el desarrollo integral de la persona; por eso
debe proporcionar, además de conocimientos, valores, creencias y actitudes frente
a distintas situaciones.
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3. SINTOMAS DE UNA PEROSNA VIOLENTA
El ser humano tiende a protegerse de lo que le supone una amenaza. Las personas
violentas y agresivas son una amenaza, tanto para nuestra salud física como para
la emocional. Nos gusta rodearnos de personas que nos hagan la vida fácil, sean
cariñosas, complacientes, buenas personas, que nos contagien de su buen humor
y de toda su energía positiva.
Pero a veces nos encontramos con todo lo contrario. Personas que levantan la voz,
que te intimidan con sus gestos, que se comunican de forma agresiva y violenta.
Gente llena de rencor, de inseguridad, que para superarse necesitan dañar y
menospreciar a los demás. Porque así tienen valor.
Hay muchas teorías para entender el origen de la violencia. La conducta agresiva
puede ser la reacción ante una amenaza, la manera que tiene la persona de
responder cuando se siente intimidado. Si las personas no tuviéramos esa reacción
agresiva, llena de adrenalina, no podríamos responder biológicamente ante un
peligro real. El problema es convertir en una amenaza cosas que no lo son, como
que tu pareja no te ponga un plato caliente en la mesa, o que no te guste cómo
conduce el conductor de delante de ti.
La conducta agresiva es una forma de responder al ambiente, exista una amenaza
real o no. Muchas personas aprenden en su casa que la manera de obedecer es a
través del grito, de una bofetada o del castigo. Ser autoritario tiene muchos
beneficios, como que enseguida te responden tus hijos o tus empleados. La gente
te percibe como un peligro, y como sus recursos no son suficientes para hacer frente
a los tuyos, deciden optar por la respuesta sumisa. Una persona agresiva y violenta
convive en una zona de confort con alguien que soporta su desprecio y abuso, ya
sea porque no le queda más remedio o porque no tiene recursos personales para
salir corriendo.
El origen también está en lo biológico, social o antropológico. La neurociencia está
estudiando los circuitos cerebrales que activan e inhiben el lóbulo frontal. Las
emociones nos llevan a comportarnos de una manera determinada, y hay un
cortocircuito que impide que se dé esta acción, que en este caso es la respuesta
violenta. Pudiera ser que los agresivos y violentos carecieran de la capacidad para
activar este cortocircuito.
A las personas violentas podemos dividirlas en dos bloques:
Las que sufren un trastorno psicológico, como el trastorno de la personalidad
antisocial, las personas con ideas paranoides que piensan que los demás les van a
hacer daño y otros trastornos de la personalidad como el límite o el narcisista que
suelen ser muy dañinos para las personas que conviven con ellos.
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Muchas de estas personas con trastorno de la personalidad disfrutan con el
sufrimiento ajeno y les estimula cruzar los límites. Los antisociales carecen de
empatía y no tienen sentimiento de culpa ni remordimiento cuando infringen dolor.
Otros tienen rasgos sádicos, son fríos e insensibles con el dolor ajeno, abusan y no
se sienten mal por ello.
La conducta impulsiva es otro de sus rasgos. No saber esperar, planificar. Lo
quieren todo y todo ya. Da igual el coste emocional que tenga para otras personas.
A los que tienen un pensamiento paranoide, anticipan que otros tienen intención de
hacerles daño, esperan cosas negativas de las personas y son muy suspicaces.
Muchas de estas personas que estarían clasificadas en el manual de los trastornos
mentales, muestran una agresividad planificada o predatoria, se preparan para
hacer daño. El daño es intencionado, no es el fruto de una reacción impulsiva a un
estresor.
Este tipo de agresividad no responde a una percepción de amenaza. Tiene otras
motivaciones detrás: conquistar poder, tener algo que no es tuyo, poseer a una
mujer que deseas y que no responde a tus expectativas, etc. Responden a la
violencia predatoria los dictadores, abusadores sexuales, los maltratadores, los
líderes religiosos extremistas, un jefe autoritario, dogmático y cruel... hasta los
psicópatas que encuentran placer cuando infringen dolor. Hacer daño les excita y
les atrae.
Pero existen otras personas que aprendieron a comportarse de forma
violenta. Estas personas utilizan esta conducta para obtener poder. Son personas
irritables que explotan fácilmente, que rumian y en lugar de trivializar lo que
acontece alrededor convierten sus vivencias en algo catastrófico. Tienden también
a ser susceptibles. A pesar de que muchos de ellos se arrepientan de sus gritos y
sus malas formas, sufran por su falta de control, les cuesta un mundo controlarse.
Su tipo de conducta agresiva es espontánea, relacionada con estados emocionales,
como los ataques de cólera. No tener intención de hacer daño no es disculpa, pero
sí un punto de inflexión para poder cambiar. Tienen un problema con la impulsividad,
con su capacidad para relacionarse y comunicarse y sus arranques pueden ir
acompañados de frustración y arrepentimiento. No les gusta comportarse así, pero
no saben hacerlo de otra manera.
Las emociones que pueden llevarles a dispararse son la ira, la agresividad, la
ansiedad, la frustración, los celos, la envidia, en definitiva, los malos sentimientos y
todas esas emociones que interpretan como un sufrimiento.
Podemos educar para no ser violentos.
Toda conducta tiene un sentido, sino se extinguiría. El violento y autoritario tiene
mucho refuerzo con su forma de comportarse: enseguida obtiene poder y autoridad.
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3.1 TIPOS DE VIOLENCIA O MALTRATO
MALTRATO FÍSICO.
. Lesiones físicas graves: fracturas de huesos, hemorragias, lesiones internas,
quemaduras, envenenamiento, hematomas subdurales, etc.
. Lesiones físicas menores o sin lesiones: No requieren atención médica y no ponen
en peligro la salud física del menor.
MALTRATO EMOCIONAL.
. Rechazar: Implica conductas de abandono. Los padres rechazan las expresiones
espontáneas del niño, sus gestos de cariño; desaprueban sus iniciativas y no lo
incluyen en las actividades familiares.
. Aterrorizar: Amenazar al niño con un castigo extremo o con un siniestro, creando
en él una sensación de constante amenaza.
. Ignorar: Se refiere a la falta de disponibilidad de los padres para con el niño. El
padre está preocupado por sí mismo y es incapaz de responder a las conductas del
niño.
. Aislar al menor: Privar al niño de las oportunidades para establecer relaciones
sociales.
. Someter al niño a un medio donde prevalece la corrupción: Impedir la
normal integración del niño, reforzando pautas de conductas antisociales.
. MALTRATO POR NEGLIGENCIA.
Se priva al niño de los cuidados básicos, aun teniendo los medios económicos; se
posterga o descuida la atención de la salud, educación, alimentación, protección,
etc.
FÍSICA:
La que se emplea contra el cuerpo de la mujer produciendo dolor, daño o riesgo de
producirlo y cualquier otra forma de maltrato o agresión que afecte su integridad
física.
PSICOLÓGICA:
La que causa daño emocional y disminución de la autoestima o perjudica y perturba
el pleno desarrollo personal o que busca degradar o controlar sus acciones,
comportamientos, creencias y decisiones, mediante amenaza, acoso,
hostigamiento, restricción, humillación, deshonra, descrédito, manipulación o
aislamiento.
SEXUAL:
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Cualquier acción que implique la vulneración en todas sus formas, con o sin acceso
genital, del derecho de la mujer de decidir voluntariamente acerca de su vida sexual
o reproductiva a través de amenazas, coerción, uso de la fuerza o intimidación,
incluyendo la violación dentro del matrimonio o de otras relaciones vinculares o de
parentesco, exista o no convivencia, así como la prostitución forzada, explotación,
esclavitud, acoso, abuso sexual y trata de mujeres.
ECONÓMICA Y PATRIMONIAL:
La que se dirige a ocasionar un menoscabo en los recursos económicos o
patrimoniales de la mujer, a través de la perturbación de la posesión, tenencia o
propiedad de sus bienes, pérdida, sustracción, destrucción, retención o distracción
indebida de objetos, instrumentos de trabajo, documentos personales, bienes,
valores y derechos patrimoniales.
SIMBÓLICA:
La que a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, íconos o signos
transmita y reproduzca dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones
sociales, naturalizando la subordinación de la mujer en la sociedad.
MODALIDADES DE VIOLENCIA:
Además la ley señala que según las formas que se manifieste en los distintos
ámbitos las Modalidades son:
VIOLENCIA DOMÉSTICA:
Aquella ejercida contra las mujeres por un integrante del grupo familiar,
independientemente del espacio físico donde ésta ocurra, que dañe la dignidad, el
bienestar, la integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, la
libertad, comprendiendo la libertad reproductiva y el derecho al pleno desarrollo de
las mujeres. Se entiende por grupo familiar el originado en el parentesco sea por
consanguinidad o por afinidad, el matrimonio, las uniones de hecho y las parejas o
noviazgos. Incluye las relaciones vigentes o finalizadas, no siendo requisito la
convivencia;
VIOLENCIA INSTITUCIONAL:
Aquella realizada por las/los funcionarias/os, profesionales, personal y agentes
pertenecientes a cualquier órgano, ente o institución pública, que tenga como fin
retardar, obstaculizar o impedir que las mujeres tengan acceso a las políticas
públicas y ejerzan los derechos previstos en esta ley. Quedan comprendidas,
además, las que se ejercen en los partidos políticos, sindicatos, organizaciones
empresariales, deportivas y de la sociedad civil;
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VIOLENCIA LABORAL:
Aquella que discrimina a las mujeres en los ámbitos de trabajo públicos o privados
y que obstaculiza su acceso al empleo, contratación, ascenso, estabilidad o
permanencia en el mismo, exigiendo requisitos sobre estado civil, maternidad, edad,
apariencia física o la realización de test de embarazo. Constituye también violencia
contra las mujeres en el ámbito laboral quebrantar el derecho de igual remuneración
por igual tarea o función. Asimismo, incluye el hostigamiento psicológico en forma
sistemática sobre una determinada trabajadora con el fin de lograr su exclusión
laboral;
VIOLENCIA CONTRA LA LIBERTAD REPRODUCTIVA:
Aquella que vulnere el derecho de las mujeres a decidir libre y responsablemente el
número de embarazos o el intervalo entre los nacimientos, de conformidad con la
Ley 25.673 de Creación del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación
Responsable;
VIOLENCIA OBSTÉTRICA:
Aquella que ejerce el personal de salud sobre el cuerpo y los procesos reproductivos
de las mujeres, expresada en un trato deshumanizado, un abuso de medicalización
y patologización de los procesos naturales, de conformidad con la Ley 25.929.
VIOLENCIA MEDIÁTICA:
Aquella publicación o difusión de mensajes e imágenes estereotipados a través de
cualquier medio masivo de comunicación, que de manera directa o indirecta
promueva la explotación de mujeres o sus imágenes, injurie, difame, discrimine,
deshonre, humille o atente contra la dignidad de las mujeres, como así también la
utilización de mujeres, adolescentes y niñas en mensajes e imágenes
pornográficas.
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BIBLIOGRAFIA
https://www.monografias.com/trabajos15/la-violencia/la-violencia.shtml
https://www.unicef.org/mexico/spanish/17045.html
http://fundacioncarlosslim.org/la-solucion-prevenir-la-violencia-esta-en/
http://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/85671/9789275317488_spa.
pdf;jsessionid=6C7A008BAFE4BB2DC786A037C6B9EAC5?sequence=1
http://violencia1.blogspot.com/2013/03/caracteristicas-del-agresor_2.html
http://www.jus.gob.ar/areas-tematicas/violencia-de-genero/tipos-y-
modalidades-de-violencia.aspx
http://www.endvawnow.org/es/articles/300-causas-factores-de-riesgo-y-de-
proteccion.html
https://www.huffingtonpost.es/patricia-ramirez/personas-violentas-y-
agresivas_b_4207286.html
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