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Escipión el Africano

Heredero de una de las grandes familias romanas, los Escipiones de la gen Cornelia, Publio
nace en el año 236 a.C. Es hijo y sobrino de dos grandes generales. Recibe una formación
humanística complementando a la educación militar a la que estaba destinado. Esto marcará
su persona.

Pero para hablar de Escipión hay que hablar también de su gran némesis, Aníbal Barca. El
general cartaginés que causo terror en todo romano a lo largo de más de 15 años. Aníbal fue
capaz llevar la guerra al corazón de la península itálica después de conquistar Hispania.

La batalla de Tesino es la primera vez que Escipión entra en combate contra las fuerzas
de Aníbal y lo hace en un ejército al mando de su padre, tenía poco más de 17 años. Durante
el transcurso de la batalla la infantería es superada y muchas turmas son rodeadas. Incluso su
padre, el mismo cónsul de Roma, está copado tan sólo protegido por sus lictores. Publio lo ve
y no duda, se lanza al ataque sólo con unos poco leales. Al ver este acto de valentía, el resto
de sus hombres se lanzan a la carga y consiguen un pasillo por el que se repliegan padre e
hijo. Este pequeño acto de valor no supone ningún cambio para el resultado de la batalla
donde los romanos son derrotados, pero pone de manifiesto el carácter del joven Escipión.
Poco después se produce la funesta batalla de Cannae. El genio estratega de Aníbal es
capaz de rodear a un mayor ejército romano y masacrarlo, Escipión es uno de los pocos
supervivientes. Consigue reagrupar a las pocas fuerzas y ponerlas a salvo cuando gran
parte de los nobles quería desertar.

En el año 211 a.C. su tío, Cneo Escipión, desembarca en Hispania para cortar las líneas de
suministro a Aníbal. Padre y tío mueren en la batalla de Castulo, los dos pilares en la vida de
Publio han desaparecido y tiene que ponerse al frente de su familia.

Escipión es nombrado edil de Roma a una edad muy temprana. Con sólo 25 años es
elegido para uno de los puestos más influyentes de la capital romana.

Campaña en Hispania
Un año después es designado para un cargo mucho más importante, será el encargado de
recuperar el dominio de Roma en la península Ibérica. Le envían con grado de general, con
imperium pero sin cargo proconsular, Fabio Máximo adversario de su familia se encarga de
ello. Aún así consigue su primer mando de un ejército, tenía 24 años. En el año 210 a.C.
parte hacia Hispania al mando de dos legiones. Llega en invierno a Tarraco, pero Publio no
quiere esperar, lanza un ataque sorpresa contra Cartago Nova.
En una semana de dura marcha se planta ante las puertas de la capital púnica en la
península. Tras hablar con los lugareños, encuentra un punto débil en la defensa del bastión.
La parte de la ciudad que da al pantano esta poco defendida por considerarse inexpugnable
para un ejército. Lanza un ataque por tierra y mar para distraer a los cartagineses, mientras,
un contingente romano avanza por la zona pantanosa. Los legionarios consiguen escalar los
muros y entrar en la ciudad acompañados por las tropas que han llegado desde los barcos.
Después de tantos años de luchas entre romanos y cartagineses en Hispania, Escipión ha
hecho lo imposible, capturar Cartago Nova en unas pocas semanas. La leyenda del
general empieza. Los hombres empiezan a darse cuenta que este joven es diferente, que se
puede plantar cara a los cartagineses y vencerles.
Tras la toma de la ciudad libera a los rehenes de las tribus ibéricas haciéndose con su
favor. Esto le proporciona grandes alianzas para su avance por la península. Quedan 3
ejércitos cartagineses en Hispania, Escipión se enfrenta a ellos uno a uno ganando batalla tras
batalla.
Finalmente consigue el control de todo Hispania volviendo a Roma como un general curtido
y querido por sus soldados y por el pueblo. Pero antes de regresar a su patria pasa por África.
Allí establecerá acuerdos con los jinetes númidas, la mejor caballería de la época. Escipión es
uno de los grandes generales de la historia, pero también tuvo grandes dotes para entender el
juego de la política y las alianzas. Tanto en Hispania como en África, es capaz de conseguir
aliados para su ejército que resultaran fundamentales para el devenir de las campañas.

Campaña en África
Escipión tenía un anhelo, llevar la guerra al corazón de su enemigo, creía que esa era la única
forma de acabar con la guerra. En el año 202 a.C. consigue que el senado le conceda dos
legiones para ello, y pone el pie en África. Empieza con pequeñas escaramuzas, y establece
su campamento base cerca de Útica. Finalmente, los sufetes cartagineses llaman a su gran
general todavía en tierras romanas, Aníbal vuelve con sus veteranos para enfrentarse al
romano.

Dos de los mejores generales de la historia antigua se encuentras finalmente cara a cara. En
las llanuras de Zama las tropas de Aníbal Barca y Publio Cornelio Escipión libraran la
batalla que decidirá una guerra de 15 años. Aníbal cuenta con mayor número de infantería
y con sus elefantes de guerra. Los romanos tienen tropas veteranas y una mayor caballería.
La batalla es cruenta, la infantería lucha línea tras línea con un resultado incierto para los
romanos. Pero Escipión finalmente se hace con la victoria tras rodear a los cartagineses con
su caballería. Escipión ya no es sólo Escipión, se ha convertido en “Escipión el Africano”, el
vencedor del todopoderoso Aníbal.
La guerra ha acabado, Roma vinci. Los cartagineses tienen que pactar la rendición con los
romanos, dándoles diversos tributos y manteniendo una pequeña flota. A su vuelta a Roma,
Escipión es honrado y celebra su triunfo aclamado como un gran líder por su pueblo.

La campaña en Asia
Años más tarde tiene que enfrentarse otra vez a su antiguo enemigo. Esta vez Aníbal es
consejero del Rey de Siria. Éste cuenta con uno de los ejércitos más poderosos del mundo
antiguo, con una caballería de catafractos que se dicen indestructibles.

Su hermano Lucio es el cónsul al mando de las tropas romanas, pero Publio como consejero
plantea la estrategia que consigue derrotar a las tropas sirias en la Batalla de Magnesia.
Otra gran victoria para el clan Escipión, Lucio recibe el sobrenombre de “el Asiático”.
Últimos años
Pero esta alegría no iba a durar para siempre. A lo largo de su vida, Escipión tuvo grandes
enemigos dentro del senado romano. Primero fue Quinto Fabio Maximo, quien ya le negaría el
triunfo tras vencer en Hispania. A su muerte, toma el relevo su discípulo Catón. Esté acusa a
Lucio de malversar fondos en la campaña en Asia, siendo condenado y encarcelado hasta
que se paga una fuerte multa.
Lo que sus enemigos no consiguieron en el campo de batalla lo consiguen sus
compatriotas. Publio derrotado e indignado se destierra a una finca cerca de Nápoles y
nunca más regresará a Roma. Triste final para uno de los más grandes generales de Roma y
de todo el mundo antiguo.

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