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EPISTEMOLOGIA

UNIDAD 1 – LA CIENCIA Y EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO.


La ciencia y sus características. Diferentes definiciones de ciencia. El conocimiento
científico y su distinción con respecto a otros tipos de conocimientos: filosófico,
técnico/tecnológico, religioso, vulgar. La relación entre sujeto cognoscente y objeto
cognoscible. El método científico y sus características. La clasificación de la ciencia: ciencias
formales y fácticas, ciencias sociales y naturales. Los productos de la ciencia en general y de la
ciencia jurídica en particular. Las disciplinas que abordan a la ciencia como objeto de estudio
(epistemología, filosofía de la ciencia, ética de la ciencia, sociología de la ciencia, historia de la
ciencia, metodología). La relación entre ciencia y técnica, y su vínculo con el binomio
comprender/modificar el mundo.

Mientras que los animales inferiores sólo están en el mundo, el hombre trata de entenderlo; y
sobre la base de su inteligencia imperfecta pero perfectible, del mundo, el hombre intenta
enseñorearse de él para hacerlo más confortable. En este proceso, construye un mundo
artificial: ese creciente cuerpo de ideas llamado “ciencia”, que puede caracterizarse como
conocimiento racional, sistemático, verificable y por consiguiente falible. Por medio de la
investigación científica, el hombre ha alcanzado una reconstrucción conceptual del mundo que
es cada vez más amplia, profunda y exacta.
La ciencia como actividad – como investigación – pertenece a la vida social; en cuanto se la
aplica al mejoramiento de nuestro medio natural y artificial, a la invención y manufactura de
bienes materiales y culturales, la ciencia se convierte en tecnología.1
El siglo XVII – comienzo de la Modernidad – se suele considerar la fecha de nacimiento de la
ciencia de hoy. Aunque su período de gestación fue muy prolongado: desde el siglo VI a.C en
Grecia. El motivo se encuentra en el esfuerzo griego por intentar dar explicaciones racionales.
La ciencia pretende ser la heredera más eficaz de esos esfuerzos y la que logra desprender
realmente en sus teorías de elementos míticos, religiosos y metafísicos.
La Edad Moderna se caracteriza por los cambios producidos en todas las manifestaciones
humanas.
Las formas de producción y organización social, que denominamos capitalismo, se
constituyeron conjuntamente con el desarrollo de las ciencias. Sus evoluciones no son
independientes, sino que se retroalimentan mutuamente.
La ciencia pudo dar explicaciones y procedimientos que contribuyeron a provocar los grandes
cambios vividos desde la modernidad. La forma de conocimiento de la ciencia es eficaz para
dar un tipo de respuestas con consecuencias prácticas.
Las explicaciones científicas dan cuenta de la realidad de tal manera que posibilitan saber
cómo es la realidad.
El científico y el técnico determinan los medios para obtener una finalidad. Para ello poseen
teorías que especifican cómo es la realidad.

1
Mario Bunge. “La ciencia. Su método y su filosofía”.
El conocimiento científico permite el dominio de los fenómenos.
Para unos, los problemas de la crisis de nuestra época son solucionables por la evolución de la
ciencia misma. En la segunda mitad del siglo XIX, Comte, fundador del positivismo, interpreta
la evolución humana como destinada a una etapa de plenitud gobernada totalmente por la
ciencia. Todas las manifestaciones humanas estarán organizadas científicamente. Es el estadio
positivo, al que Comte cree que se accede en su época.

Mario Bunge afirma: “la ciencia es valiosa como herramienta para domar la naturaleza y
remodelar la sociedad; es valiosa en sí misma, como clave para la inteligencia del mundo y del
yo; y es eficaz en el enriquecimiento, la disciplina y la liberación de nuestra mente”. Las
aplicaciones de la ciencia, la tecnología, posibilitan, según Bunge, gobernar a la naturaleza y a
la sociedad según nuestra voluntad. El conocimiento científico nos brinda la comprensión de la
realidad externa e interna del hombre. Para Bunge “todo avance científico es beneficioso”. La
ciencia es neutra, lo que ocurre es que la tecnología es ambigua. Es necesario obtener –
propone Bunge – una “ideología científica” que con la ayuda de la mejor ciencia organice los
proyectos más convenientes para la sociedad.
Para otros, el proceso histórico desde la Modernidad es criticable. En principio se cuestiona la
neutralidad de la ciencia. Esta, en realidad seria cómplice de la sociedad opresora e injusta. El
desarrollo de la ciencia y de la sociedad están íntimamente vinculados.
Los problemas contemporáneos llevan entonces a una crisis, la cual es provocada por el
desarrollo científico. En consecuencia, la ciencia parece no poder dar solución a esos
problemas. Sin embargo, resulta totalmente ingenuo y desatinado proponer la eliminación de
la ciencia.
Jean Ladriére sostiene la necesidad de una “racionalidad ampliada” para reflexionar sobre
nuestra crisis. El conocimiento científico es resultado de una forma peculiar de captar la
realidad. Tal forma responde a principios, métodos y procedimientos propios de la ciencia, los
cuales definen la “racionalidad científica”. La racionalidad científica especifica los medios
adecuados para lograr sus fines, pero nada dice acerca de estos fines.2
Es indudable el importante papel que desempeña la ciencia en la sociedad contemporánea, no
sólo en lo que respecta a sus aplicaciones tecnológicas sino también por el cambio conceptual
que ha inducido a nuestra comprensión del universo y de las comunidades humanas. La tarea
de comprender qué es la ciencia importa porque a la vez es comprender nuestra época,
nuestro destino y, en cierto modo comprendernos a nosotros mismos. Desde un punto de vista
estrecho, que deja de lado la actividad de los hombres de ciencia y los medios de producción
del conocimiento científico, podemos decir que la ciencia es fundamentalmente un acopio de
conocimiento, que utilizamos para comprender el mundo y modificarlo.3
La ciencia tiene por objetivo encontrar respuestas a las preguntas que surgen de
observaciones, sin la pretensión de generar verdades incuestionables e inmutables. Para ello
recurre a:
 Modelos, que son representaciones simplificadas de la realidad;
 Hipótesis, que son afirmaciones aún no corroboradas;
 Leyes, que son generalizaciones basadas en datos empíricos;

2
Díaz E. y Heler M. “El conocimiento científico. Hacia una visión crítica de la ciencia”.
3
Klimovsky Gregorio. “Las desventuras del conocimiento científico. Una introducción a la
epistemología”.
 Teorías, que son ideas globales que han superado reiteradamente los estrictos
procesos de verificación que impone la ciencia.
La ciencia entonces pone a prueba diversas hipótesis sobre la base de un modelo experimental
dado, pero revisa y eventualmente reemplaza sus conceptos en la medida que se reúnen
nuevas evidencias en diferente sentido.
La ciencia es un conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el
razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes
generales con capacidad predictiva y comprobables experimentalmente.4
Características de la ciencia.
1. Fáctica: La ciencia se caracteriza por basarse en hechos concretos, no en opiniones ni
en conjeturas.
2. Analítica: Como a menudo aborda problemas complejos, para entenderlos trata de
analizar cada uno de sus componentes, pero a la vez se esfuerza por descubrir sus
interconexiones.
3. Metódica: El científico planea muy cuidadosamente las características de la
investigación ateniéndose a lo que dicta el método científico en cada caso. Tiene en
claro su objetivo y los instrumentos metodológicos que están a su alcance, como así
también las fuentes de variación, que derivarán en lo que se conoce como error
experimental.
4. Sistemática: El conocimiento científico va creciendo como un sistema homogéneo de
ideas conectadas entre sí de manera lógica, que construyen en conjunto una teoría o
un paradigma. Cuando el descubrimiento de nuevos hechos ya no puede dar cuenta de
las teorías que respaldan determinado saber, se produce una revolución científica, que
a menudo lleva a un cambio de paradigma.
5. Acumulativa: En la ciencia, cada nuevo conocimiento se entrelaza con lo ya sabido de
manera armónica, como un nuevo ladrillo de la pared, y solo cuando se llega a una
masa significativa de hallazgos puede generarse una teoría.
6. General: Mediante el conocimiento científico, los hechos singulares se van insertando
en un esquema de pautas generales, y lo importante no es cada hecho particular sino
lo que se puede generalizar de ellos.
7. Provisional: En virtud del carácter hipotético de los enunciados que sostienen las
teorías y leyes, la ciencia se caracteriza por ser provisional y susceptible de cambio; de
hecho, esa posibilidad de cambio es la base del progreso científico. Ningún enunciado
debe tomarse como final, todos pueden eventualmente corregirse o reemplazarse.
8. Comprobable: Todo conocimiento científico debe ser verificable; la contrastación
mediante la experimentación y la demostración es una exigencia del método científico.
9. Especializada: Dado el alto grado de análisis que demandan algunos campos de la
ciencia y su nivel de complejidad, a menudo se cae en la especialización, con enfoques
y un tratamiento de la información particular en cada caso.
10. Abierta: No se reconocen barreras infranqueables en el desarrollo de la ciencia; lo que
hoy es una limitación puede no serlo en el futuro. Toda nuestra concepción del mundo
está condicionada por la cosmovisión de hoy, pero la ciencia no es un sistema
dogmático y siempre está abierta a que puedan surgir nuevos escenarios que generen
nuevos caminos.

4
Definición de la RAE.
El conocimiento científico.5
Cuando se habla de ciencia se hace referencia a un conocimiento, es decir, a un cuerpo de
ideas. Hay que diferenciar la investigación científica del conocimiento científico. La primera
constituye la actividad productora del segundo. La manera en que se efectúa la investigación
científica determina el tipo de conocimiento que llamamos científico.
El hecho de que el conocimiento científico pueda ser aplicado a la realidad también distingue a
la ciencia. Se denomina técnica a los procedimientos para dominar los fenómenos. Cuando los
procedimientos para dominar los fenómenos se originan en la aplicación de los conocimientos
científicos, se habla de tecnología.
La tecnología toma entonces teorías científicas y las adapta para determinados fines.
El desarrollo científico influye sobre la sociedad.
Se puede distinguir en consecuencia un nivel teórico y un nivel práctico en las ciencias. Esto
permite hablar ciencia pura, cuando la investigación se plantea sólo problemas teóricos, es
decir, intenta dar cuenta y explicar la realidad independientemente de su aplicación; así como
de ciencia aplicada en tanto se estudian problemas más prácticos, por ejemplo, la
investigación para desarrollar una vacuna contra determinado virus. Para obtener tecnología
es necesaria la tarea teórica para producirla.
Situaciones sociales inducen al desarrollo de determinadas investigaciones científicas y
tecnológicas. Los resultados de las investigaciones, al mismo tiempo, modifican la realidad.
Algunos estudios de ciencia pura requieren tecnologías especiales.
Las características del conocimiento científico.6
No todo conocimiento es científico. Para serlo debe cumplir con ciertos requisitos. Este tipo de
saber se distingue especialmente por justificar sus conocimientos, por dar pruebas de su
verdad.
Para Aristóteles la ciencia es “conocimiento por causas”. Buscar las causas es la tarea
científica. Hoy la tarea de la ciencia es tratar de describir la realidad para comprenderla en sus
relaciones invariantes. Le preocupa “descubrir” las conexiones constantes que se presentan
entre los fenómenos. Las leyes científicas expresan esas relaciones. En consecuencia, la tarea
científica es buscar las leyes que regulan la realidad. La ciencia formula teorías que, en sus
explicaciones por medio de leyes, abarcan cada vez más fenómenos.
Las leyes y teorías científicas son hipótesis de explicación, cuya verdad podrá ser confirmada y
considerarse leyes, pero solamente si no son refutados o surgen de nuevas hipótesis que las
superen. El conocimiento científico es provisorio porque la tarea de la ciencia no se detiene. La
búsqueda de la verdad en la ciencia es entonces una tarea abierta.
La ciencia, por lo tanto, explica la realidad mediante leyes. Es necesario formular enunciados
acerca de las relaciones constantes y generales de los fenómenos. Las leyes son proposiciones
universales que establecen bajo qué circunstancias ocurre determinado hecho. Por medio de
las leyes se comprenden hechos particulares.

5
Díaz E. y Heler M. “El conocimiento científico. Hacia una visión crítica de la ciencia”.
6
Díaz E. y Heler M. “El conocimiento científico. Hacia una visión crítica de la ciencia”.
Las leyes científicas son universales y explican los hechos particulares. También permiten
adelantarse a sucesos. Las leyes permiten la predicción de fenómenos. También pueden
comprenderse con ellas hechos ya ocurridos.
La posibilidad de explicar y predecir proporcionada por las leyes científicas permite entender
también las aplicaciones de la ciencia.
Hempel afirma: “Las leyes generales tienen la función de establecer conexiones sistemáticas
entre hechos empíricos de tal modo que con su ayuda sea posible inferir a partir de algunos
sucesos empíricos, otros sucesos semejantes a modo de explicación, predicción o retrodicción”.
Las explicaciones de hechos particulares por medio de leyes universales requieren inferencias
o deducciones lógicas.
Las leyes se vinculan entre sí; tanto porque hay leyes de mayor generalidad que abarcan a
otras, como por complementarse, para dar cuenta de un campo de estudio. Se constituyen así
teorías científicas, formadas por un conjunto de proposiciones entre las que existen relaciones
lógicas. Tales relaciones ordenan al conjunto de enunciados dándoles unidad. Por medio de
ellas se establece, la fundamentación de unas proposiciones por otras.
Se denomina “estructura” a un conjunto de elementos relacionados entre sí, de tal manera de
constituir un todo, en el cual cada elemento se relaciona con los otros y se comprende en
función del todo. Un “sistema” es una estructura con capacidad de desarrollarse o crecer. El
conocimiento científico es sistemático. Por serlo constituye una unidad ordenada.
El conocimiento científico es un conocimiento fundamentado. La justificación de su verdad
supone poder mostrar las pruebas de su verdad. Se puede considerar que hay dos dimensiones
en la fundamentación de la ciencia. En un sentido, las relaciones lógicas entre las
proposiciones científicas, dentro del sistema que forman, establecen que unas son la
justificación de otras, y dan coherencia al conjunto de enunciados. Esta dimensión que
podemos denominar lógica es un requisito de la fundamentación de cualquier tipo de ciencia.
Los conocimientos científicos se fundamentan también por la verificación de sus enunciados.
La verificación de proposiciones científicas se vincula a dos procedimientos: la observación y la
experimentación. La observación consiste en el registro de los datos de un fenómeno, en
forma atenta y objetiva. En la experimentación se provoca una situación bajo condiciones
controladas.
La experimentación posibilita la verificación.
Las características señaladas manifiestan que el conocimiento científico no se obtiene
azarosamente. Los conocimientos se obtienen por la aplicación de métodos científicos. El
conocimiento científico es metódico.
La ciencia se caracteriza por ser un conocimiento sistemático, verificable y metódico que
resulta así fundamentado. Sus resultados son provisorios. El conocimiento científico logra así
ser objetivo. “Subjetivo” es aquello que varía con cada sujeto, lo que está determinado por las
peculiaridades de cada individuo. “Objetivo” puede comprenderse como lo que corresponde a
los objetos. El concepto de “objetividad” se relaciona con el de “intersubjetividad”. Esta noción
refiere al acuerdo o coincidencia entre los sujetos.
La objetividad del conocimiento científico exige como requisitos un lenguaje preciso y univoco,
comunicable a cualquier sujeto capacitado, quien podrá disponer así de los elementos
necesarios para corroborar la validez de las teorías en sus aspectos lógicos y verificables.
La ciencia busca explicar la realidad mediante leyes, las cuales posibilitan además predicciones
y aplicaciones prácticas. El conocimiento científico es un método objetivo que se estructura en
sistemas verificables, obtenidos metódicamente y comunicados en un lenguaje construido con
reglas precisas y explicitas donde se evita la ambigüedad y los sin sentido de las expresiones.

Reflexiones generales sobre el acto de conocer.7

La RAE señala que conocer es:

1. Averiguar por el ejercicio de las facultades intelectuales la naturaleza, cualidades y


relaciones de las cosas.
2. Entender, advertir, saber, echar de ver.
3. Percibir el objeto como distinto de todo lo que no es.

Esta manera de entender el conocimiento supone la existencia de objetos con características


independientes del sujeto que conoce, y, por ende, autónomas de él.

El conocimiento no es un mero reflejo del mundo exterior. El conocimiento en forma de


palabra, de idea, de teoría, es el fruto de una traducción/reconstrucción mediada por el
lenguaje y el pensamiento y por ende conoce el riesgo del error.

Tradicionalmente se distingue el conocimiento mágico – mítico, astrológico, teológico,


filosófico, técnico, científico y el del sentido común.

Conocimiento científico.

Ciencia proviene del latín “Scire” cuyo significado es saber, conocer.

7
Elgueta F. y Palma E. “La investigación en ciencias sociales y jurídicas”.
Designa todo tipo de conocimiento sistematizado relativo a un campo o área de la realidad
natural o social. Suele aplicarse fundamentalmente a la organización y sistematización de la
experiencia sensorial verificable de manera objetiva de dicha realidad.

Es un tipo de saber caracterizado como un conjunto sistemático de conocimientos sobre la


realidad.

Implica una propuesta de comprensión de la realidad fundada en teorías.

Este tipo de conocimiento presenta las siguientes características:

1. Saber crítico y fundamentado: Se exige dar una justificación, exhibir pruebas que
validen la verdad que se sostiene.
2. Sistemático: Se constituye como saber ordenado lógicamente. Conforma un sistema
que permite relacionar hechos entre sí.
3. Explicativo: Conocer significa en este caso la capacidad de explicar de una manera
dada, es decir, mediante teorías que conforman con leyes que permiten predecir la
ocurrencia de determinados sucesos. Esta capacidad predictiva, hace que estos
conocimientos sean tenidos como útiles.
4. Verificable: El tipo de fenómeno que estudia la ciencia se presta para su comprobación
experimental o al menos, para ser contrastados experiencialmente.
5. Metódico: Se entiende el conocimiento como un producto. Las verdades científicas
son el fruto de rigurosos procedimientos (observación, reflexión, contrastación,
experimentación, etc.)
6. Parcialmente objetivo: La capacidad de dar noticia del objeto tal cual es.
7. Comunicable: Las conclusiones a que llegan los científicos se expresan recurriendo a
un conjunto de conceptos, de significado univoco, es decir, que no se prestan a
confusiones o ambigüedades.
8. Provisorio: Actualmente no se concibe que el conocimiento científico sea uno y para
siempre, por el contrario, la verdad absoluta ha sido sustituida por la certeza temporal.
El saber científico admite revisión y por ende la modificación de sus afirmaciones.
9. La facticidad: La ciencia parte de los hechos, los respeta, los racionaliza explicándolos
por medio de hipótesis o síntesis conceptuales llamadas teorías.
10. La abstracción de lo fáctico: Partiendo de los hechos procura superarlos, hacer
abstracción de los mismos, descontextualizar lo estudiado de manera tal que el
espacio y el tiempo de la observación no sean constitutivos de un límite para otras
investigaciones e investigadores.
11. Predictibilidad: Tiende a explicar en términos de dar noticia no sólo del presente sino
también para una eventualidad futura en relación con el objeto de que se trate.
12. Terminología: Las palabras empleadas tienen un significado preciso en el ámbito del
conocimiento de que se trate, configuran un lenguaje científico.
13. Autorreferente: La ciencia construye sus propios cánones de validez.
14. Irradiación muy acotada: Sólo irradia como tal, no como conocimiento de sentido
común del conocimiento científico, en un sector muy acotado y limitado de la
sociedad.

Conocimiento mítico – mágico.

Constituye una de las primeras manifestaciones de un discernimiento de carácter explicativo.


Operando con el principio de causa – efecto atribuye a ciertos factores el carácter de
desencadenante de determinados fenómenos. La causa puede ser un ente inanimado, o un
ente con voluntad. El dominio de este saber permite intentar influir sobre las causas de los
fenómenos.

Este conocimiento manifiesta un sentido práctico. Se conoce para resolver mejor las
situaciones de la vida cotidiana. Se atribuye normalmente a un conjunto de actos la capacidad
de desencadenar procesos favorables o predecir situaciones. Es la regularidad en la sucesión
de actos que permite alcanzar lo deseado.

Este conocimiento no es de disposición pública. Suele ser administrado por un grupo de


personas que por esta circunstancia adquieren status.

La magia entendida como arte oculta con se busca producir ciertos resultados está en intima
conexión con el pensamiento mítico.

Este tipo de conocimiento dio origen a los mitos.

El conocimiento mágico mítico se desarrolló en diversas culturas, también en Grecia. En


aquellas tierras emergió además otra manera de aproximarse al conocimiento de la realidad,
el conocimiento racional, al que se denominó filosófico.

Conocimiento racional (filosófico).

Se caracteriza porque se conforma a partir de juicios, raciocinios y conceptos. Recurre a reglas


lógicas que permiten, a partir de los juicios, producir ideas nuevas. Organiza conjuntos de ideas
de modo coherente originando teorías.

Características del conocimiento filosófico:

1. Se funda en relaciones lógicas normalmente de tipo deductivo: de unos principios


generales pasamos a enunciados particulares.
2. Su objeto son realidades de orden suprasensible que están más allá de la experiencia
sensorial.
3. Es especulativo en la medida que procura reflexionar sobre el sentido más universal de
la vida.
4. Es abierto frente a la crítica, por ende, modificable si se demuestra su carácter de
erróneo.
5. Es explicativo en la medida que busca entregar claridad en la comprensión de los
objetos que analiza.
6. No se interesa por verificar empíricamente sus afirmaciones.

En comparación con el pensamiento mágico se diferencia de su carácter público, es decir, la


filosofía se hace de cara a la polis y se desenvuelve en el debate público.

Los griegos distinguen la voz doxa de la palabra episteme: un tipo de saber que se obtiene
premeditadamente según ciertas reglas que sigue el acto de pensar.

Conocimiento teológico.

1. Relativo a Dios.
2. Es el aceptado por la fe teológica.
3. Se conforma por verdades a las que se accede por aceptación de la revelación divina.
4. Se construye a partir de argumentos cuya validez descansa en la autoridad de su autor.
5. Es un conocimiento racional en la medida que procura esclarecer las creencias
fundado en la lógica.
6. Es regularmente especulativo.

También puede citarse a la astrología como forma de conocimiento. Desarrollada en Babilonia


los astrólogos creían que este conocimiento era el superior de todas las formas de comprender
la vida humana.

El interés por los cuerpos espaciales se explicaba por el afán de conocer el destino de cada
individuo, al que se accedía interpretando las señalas del firmamento.

Conocimiento técnico.

Tiene por objeto el hacer humano que a partir de ciertas reglas persigue un fin útil.

Puede darse un conocimiento técnico sin estar fundado en explicaciones de naturaleza


científica.

Según la RAE el termino tecnología designa el “conjunto de conocimientos propios de un oficio


mecánico o arte industrial”.

La Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales señala que tecnología es “la
aplicación de conocimientos a la consecución de resultados prácticos, bien en forma de
equipo, o bien de técnicas conducentes a procesos industriales”.

Los autores insertan este conocimiento en la clasificación del saber según los niveles de
certidumbre contemplándose como variantes la protociencia (descripción de fenómenos a
partir de datos, pero sin base teórica) y la pseudociencia (afirmaciones que no pueden dar
cuenta cabal de cadenas causales y que configuran creencias y prácticas).

Conocimiento de sentido común o cotidiano (vulgar – empírico).

La literatura identifica y caracteriza el conocimiento vulgar o de sentido común.

El conocimiento vulgar:

1. Es fruto de la observación y la experiencia.


2. Es resultado de la operación de los propios sentidos del individuo que conoce.
3. Proporciona una percepción de la realidad que puede llegar a ser corregida en un acto
posterior.
4. Permite al hombre interactuar con su ambiente.
5. Es manejado por la casi totalidad de los individuos que conforman una determinada
sociedad.
6. Se transmite en actos sociales de convivencia, regularmente por vía oral.
7. Experimenta mutabilidad, cambio y que lo que ayer fue validado puede estar hoy día
en tela de juicio.
8. No tiene detrás de sí un razonamiento elaborado.
9. Si implica el recurso a conceptos estos son imprecisos.

Podemos indicar a vía de ejemplo la sabiduría popular expresada regularmente bajo la forma
de adagio o refranes.

En el conocimiento vulgar no es relevante el porqué de las cosas sino la conducta en sí.


Este tipo de saber tiende a aceptar en determinadas áreas explicaciones metafísicas que
derivan en actitudes dogmáticas o intransigentes.

La tradición o herencia cultural que configura este conocimiento ofrece la ventaja de evitarnos
tener que ir constantemente al origen del saber acerca de las cosas.

Limitaciones para el conocimiento cotidiano:

a) Crea y mantiene un esquema de aprehensión y apropiación de la realidad basado en


sensaciones, prejuicios y valores subjetivos e ideológicos, propios de cada persona y
acaso de su comunidad cercana, pero que no intercambia sus experiencias ni asimila y
utiliza las de otros más allá de su entorno geográfico temporal, social o lingüístico
inmediato.
b) Basa su saber y entendimiento en hechos aislados y procesos inconexos, pero no es
capaz de correcionarlos con otros eventos o fenómenos.
c) Su interrelación con el medio ambiente que lo rodea se establece a partir de la
repetición de procedimientos que no cambian ni se adaptan al constante desarrollo y
evolución de las fuerzas productivas que la sociedad y la civilización crean, en
cualquier otra parte del planeta.
d) Este saber no trasciende debido fundamentalmente a que no se transmite y difunde
bajo una terminología común, precisa y especializada.
e) Esta sabiduría mantiene una aproximación a la realidad que es única, casuística,
dispersa y quizá irrepetible como tal, por lo que corre el riesgo de no ser reproducida,
acumulable o aprovechada por el resto de la Humanidad.
La relación entre sujeto cognoscente y objeto cognoscible.

Para que haya conocimiento son necesarios dos elementos. Por un lado alguien que conoce: el
sujeto cognoscente y por otro lado aquello que se conoce objeto cognoscible. La relación que
se entabla entre ambos elementos establece si se trata de un acto de conocer.

En la relación cognoscitiva el sujeto capta, aprehende al objeto. Tal aprehensión se produce


cuando queda como resultado, en el sujeto, una imagen. Esta se constituye con las
características captadas en el objeto por el sujeto. Pero solo habrá conocimiento si la imagen
repite las propiedades del objeto. Es decir, si hay adecuación o coincidencia entre la imagen y
el objeto conocido. En tal caso, la imagen es verdadera. Puede afirmarse que existe
conocimiento solamente cuando la imagen es verdadera.

¿Quién conoce? El sujeto, en principio, es un hombre: un ser humano particular, con


determinados conocimientos y experiencias previas, con un estado afectivo y con una
estructura de personalidad, viviendo ciertas circunstancias.

¿Qué se conoce? Se conocen objetos. Objeto es aquello que se presenta, se enfrenta al objeto.
En principio, se conocen los objetos que nos rodean, aquellos que ocupan un lugar en el
espacio y en el tiempo. También pueden aprehenderse los propios estados mentales.

¿Cómo es la relación de conocimiento? Según Hartmann, sujeto y objeto están “frente a


frente”; están enfrentados, perteneces a esferas diferentes. Aun cuando el objeto sea nuestros
propios sentimientos o pensamientos, para ser cognoscibles es necesario el distanciamiento
entre objeto y sujeto.

La función del sujeto es conocer al objeto; la de éste, ser conocido. El vínculo entre ambos
elementos es una correlacion irreversible porque uno es sujeto para el objeto y el otro objeto
para el sujeto; y porque el sujeto no se convierte en objeto, ni a la inversa.

Hace falta poner en contacto a dos elementos enfrentados en el acto de conocer, ya que son
trascendentes o independientes. El sujeto es el encargado de trascender. Para ello sale, llega
hasta el objeto y regresa. Este movimiento del sujeto le permite aprehender las características
del objeto. Al volver, el sujeto se ha modificado: posee ahora una imagen.

El sujeto es receptivo, es decir, capaz de recibir las propiedades del objeto. El objeto es el
determinante: modifica al sujeto, quien posee ahora una imagen que antes no poseía. El sujeto
es determinado.

Según esta descripción el sujeto, cuando conoce, se atiene al objeto, y obtiene una imagen, la
cual refleja al objeto tal cual es.

Para que haya conocimiento, el sujeto psicológico tiene que tener conciencia de la imagen
aprehendida. Tenemos ciertos “saberes” por nuestro trato cotidiano con las cosas.
El método científico y sus características.

El método científico es un conjunto de pasos ordenados que se emplea principalmente para


hallar nuevos conocimientos en las
ciencias. Para ser llamado científico, un
método de investigación debe basarse
en lo empírico y en la medición, sujeto a
los principios de las pruebas de
razonamiento. Según el Oxford English
Dictionary, el método científico es: «un
método o procedimiento que ha
caracterizado a la ciencia natural desde
el siglo XVII, que consiste en la
observación sistemática, medición,
experimentación, la formulación,
análisis y modificación de las hipótesis».

El método científico está sustentado por


dos pilares fundamentales: la
reproducibilidad y la refutabilidad. El
primero, la reproducibilidad, implica la
capacidad de repetir un determinado
experimento, en cualquier lugar y por
cualquier persona. Este pilar se basa,
esencialmente, en la comunicación y
publicidad de los resultados obtenidos
(por ejemplo, en forma de artículo
científico), y su verificación por la
comunidad científica. El segundo pilar,
la refutabilidad, implica que toda
proposición científica debe ser
susceptible de ser falsada o refutada
(falsacionismo), siendo la falsabilidad el
modus tollendo tollens (forma de
argumento válida y una regla de
inferencia en lógica proposicional. Es
una aplicación de la verdad general de que, si una declaración es válida, también lo es su
contraposición) del método hipotético-deductivo experimental.

Según James B. Conant, no existe un método científico. El científico usa métodos definitorios,
métodos clasificatorios, métodos estadísticos, métodos hipotético-deductivos, procedimientos
de medición, entre otros. Y según esto, referirse a el método científico es referirse a este
conjunto de tácticas empleadas para constituir el conocimiento, sujetas al devenir histórico, y
que eventualmente podrían ser otras en el futuro.

Caracteristicas.

El método científico es una serie ordenada de pasos usados para producir nuevos
conocimientos válidos de forma confiable. Método se refiere a las etapas que hay que recorrer
para lograrlo, y científico se refiere a lo vinculado a la ciencia, es decir, a la producción de
conocimiento, y al conjunto de técnicas y procedimientos que se emplean para hacerlo. La
estructura de reglas y principios coherentemente concatenados del método científico permite
minimizar la influencia de la subjetividad del científico en su trabajo, lo cual refuerza la validez
de los resultados, y por ende, del conocimiento producido.

El "método científico" abarca entonces las prácticas utilizadas y ratificadas por la comunidad
científica como válidas a la hora de exponer y confirmar sus teorías. Las teorías científicas,
destinadas a explicar de alguna manera los fenómenos que observamos, pueden apoyarse o
no en experimentos que certifiquen su validez. Es decir, el mero uso de experimentos no es
necesariamente sinónimo del uso del método científico, o de su realización al 100%. Por ello,
Francis Bacon definió el método científico de la siguiente manera:

1. Observación: Es aplicar atentamente los sentidos a un objeto o a un fenómeno, para


estudiarlos tal como se presentan en realidad, puede ser sistemática u ocasional.
2. Inducción: Extraer el principio fundamental de cada observación o experiencia.
3. Hipótesis: Elaborar una explicación provisional de las observaciones o experiencias y
sus posibles causas.
4. Probar la hipótesis por experimentación.
5. Demostración o refutación (antítesis) de la hipótesis.
6. Tesis o teoría científica.

Así queda definido el método científico tal y como es normalmente entendido, es decir, la
representación social dominante del mismo. Esta definición se corresponde sin embargo
únicamente a la visión de la ciencia denominada positivismo en su versión más primitiva.
Empero, es evidente que la exigencia de la experimentación es imposible de aplicar a áreas de
conocimiento como la astronomía, la física teórica, etcétera. En tales casos, es suficiente la
observación de los fenómenos producidos naturalmente, en los que el método científico se
utiliza en el estudio (directos o indirectos) a partir de modelos más pequeños, o a partes de
este.

Por otra parte, existen ciencias no incluidas en las ciencias naturales, especialmente en el caso
de las ciencias humanas y sociales, donde los fenómenos no sólo no se pueden repetir
controlada y artificialmente (que es en lo que consiste un experimento), sino que son, por su
esencia, irrepetibles, por ejemplo la historia.

Así, por método o proceso científico se entiende aquellas prácticas utilizadas y ratificadas por
la comunidad científica como válidas a la hora de proceder con el fin de exponer y confirmar
sus teorías, como por ejemplo los Postulados de Koch para la microbiología. Las teorías
científicas, destinadas a explicar de alguna manera los fenómenos que observamos, pueden
apoyarse o no en experimentos que certifiquen su validez.

Clasificación de las ciencias.

Se denomina objeto de estudio al sector o ámbito de la realidad estudiada, asi como a la


perpestiva o punto de vista que interesa en la investigación.

Los métodos pueden considerarse en dos sentidos: por un lado, como procedimientos para el
logro de conocimientos y, por otro lado, como las formas de justificación de la verdad de las
proposiciones científicas. Las nociones de “contexto de descubrimiento” y “contexto de
justificación” se relacionan respectivamente a esos dos sentidos en que puede hablarse de
métodos. El primer contexto comprende elementos subjetivos y situacionales, que operan
cuando un investigador buscar formular su teoría. El contexto de justificación es lo importante
si se pretende deslindar lo científico de lo que no lo es y comprender la validez de los
conocimientos de las ciencias.

Otros criterios para la clasificaciones atienden a la especie de enunciados que formulan las
ciencias y el tipo de verdad de los mismos. Hay proposiciones que informan sobre la realidad
(sintéticas o contigentes) mientras que otras nada dicen de la realidad (analíticas o
tautológicas). Mientras a las primeras les corresponde una verdad contigente o fáctica, en el
caso de las segundas su verdad es necesaria o formal.

Las ciencias se dividen en formales y fácticas.

La matemática y la lógica son ciencias formales. Su objeto de estudio no existe en la realidad


espacio – temporal. El objeto de estudio de las ciencias formales, son signos vacios que pueden
ser interpretados.

Los enunciados de estas ciencias son proposiciones analíticas o tautológicas. Son relaciones
entre signos vacios interpretables. Los métodos de justificación son lógicos. La demostración
de un teorema es ejemplo claro de cómo las verdades matemáticas se demuestran mediante
un encadenamiento deductivo, el cual permite inferir de los datos conocidos (hipótesis) la
proposición demostrada (tesis). La demostración es un método que permite conclusiones
necesarias y definitivas. La verdad de las ciencias formales es necesaria y formal.
Las ciencias fácticas informan acerca de una realidad extralinguistica. El objeto de estudio es la
realidad empírica, los hechos. Sus enunciados refieren a esos hechos; son proposiciones
sintéticas. El método fundamental es la verificación, la confrontación con la realidad. La verdad
de estas ciencias es fáctica, puesto que depende de los hechos. Es provisoria, puesto que
nuevas investigaciones pueden presentar elementos para su refutación. La física y la química
son los ejemplos más claros de como en las ciencias fácticas se opera con interpretaciones de
la matemática.

Dentro de las ciencias fácticas se distinguen las ciencias naturales y las ciencias sociales,
humanas, culturales o espirituales. Las primeras se preocupan por la naturaleza; las segundas,
por el ámbito de lo humano. La naturaleza se desenvuelve en procesos independientes de la
voluntad humana; en cambio, el mundo del hombre es construido por el mismo. La naturaleza
está gobernada por la necesidad. Si el hombre logra dominar los procesos naturales es porque
conoce las leyes que regulan la realidad.

Entender al hombre como un ser libre supone que sus conductas y productos no pueden
explicarse por mecanismos naturales físicos y biológicos.

Hay distintas interpretaciones. Para unos las ciencias denominadas sociales no han llegado aun
al desenvolvimiento necesario para poder explicar, como en las naturales, toda la actividad
humana, por medio de leyes tan necesarias como las de la naturaleza. Para otros, todo se
explica biológicamente. La estructura cerebral del hombre posee una complejidad que le
permite tener varias alternativas de respuesta. Este espectro amplio de respuestas cerebrales
explica lo que se ha denominado libertad.

Hay quienes sostienen que no existe avance científico capaz de explicar la conducta humana.
Su pudiera comprenderse física y biológicamente la vida humana, tal comprensión no agotaría
las problemáticas del hombre en todas sus manifestaciones.

Las dos primeras posiciones mencionadas suponen un único método, el de las ciencias
naturales, válido para la explicación de todo objeto de estudio. La tercera remarca las
diferencias entre lo humano y lo natural, porque entienden que la metodología debe
adaptarse al objeto de estudio y no a la inversa. Defienden el principio aristotélico llamado
“principio de la claridad objetiva”; “Es propio del hombre instruido buscar la exactitud de cada
género de conocimientos en la medida en que la admite la naturaleza del asunto” (Aristoteles).
Los productos de la ciencia.

Uno de los rasgos que caracteriza a la ciencia en este tiempo es la gran eficiencia alcanzada por
los mecanismos de publicación y difusión de los resultados de las investigaciones.

Cada vez que hablamos de productos científicos nos referimos a las publicaciones – formatos
literarios, discursos institucionalizados – que nuestra ciencia suele adoptar para su expresión y
difusión.

La ciencia hace referencia a un conjunto de información que tiene por objeto alcanzar dos
metas muy precisas: construir saberes que resulten conjeturalmente consistentes o
verdaderos, y asegurar su difusión. A tal fin, la ciencia debe recurrir al uso de mecanismos de
registración que resulten pertientes para su comprensión, debate y circulación. Los formatos
literarios son sistemas registrales de conocimientos y discursos, que permiten el intercambio
de los resultados de la investigación. Por su intermedio, la ciencia logra engendrar un cumulo
enorme de objetos que describen e integran un campo de estudio en cuestión. A estos objetos
los calificaremos como culturales, en virtud de emanar de la propia acción humana.

Es posible agrupar los trabajos científicos en atención a:

 Sus propósitos: trabajos conceptuales, operativos o didácticos.


 A los sujetos productores: individuales y colectivos
 A sus destinatarios: académicos o de divulgación.
 En función de su originalidad: primarios o no.
 Según el tratamiento de la información: ensayos, repertorios, compilaciones,
monografías, investigaciones.
 De acuerdo al formato de edición: publicaciones periódicas (revistas, anuarios,
boletines, archivos) o libros (manuales, compendios, tratados, suma, tesinas, tesis)
 Al soporte empleado: impresos o electrónicos.

En Derecho a estos productos se los denomina “Doctrinas”, y constituyen las denominadas


fuentes de conocimiento.

Clasificación.

Siete son los criterios epistemológicos que pueden ser utilizados para clasificar los productos
científicos.

 El primero hace referencia a los propósitos científicos que el investigador persigue con
su elaboración. Asi, dentro de este contexto, los productos son, o bien conceptuales, o
bien operativos. Entre los productos conceptuales se incluyen todos aquellos trabajos
que ofrecen teorías que contienen verdaderos diagnosticos del problema de interés.
Pero en los productos operativos encontraremos materializaciones propias de la
técnica científica. Es decir, refieren ideas virtualmente preparadas para modificar la
realdad en forma inmediata y actual. Contienen, pues, prescripciones, indicaciones o
mandatos fundados que nos señalan cómo actuar u operar en determinada situacion.
En el Derecho, estos productos forman parte de las llamadas fuentes reales o directas,
inclusivas de las fuentes formales (leyes, tratados, contratos, sentencias, etc.) tanto
como de las materiales (constumbres, hechos y actos jurídicos).
 En segundo lugar, los trabajos pueden agruparse en atención a los sujetos productores
de los textos. Desde esta perspectiva, los trabajos son: o bien individuales o bien
colectivos.
 Teniendo en cuenta a sus destinatarios, los trabajos se catalogan como publicaciones
académicas (investigaciones dirigidas a la comunidad científica especializada) o en
calidad de textos de divulgación (escritos para la sociedad en general).
 Considerando su originalidad, los productos pueden ser primarios o no. Son trabajos
primarios todos aquellos que contienen resultados científicos novedosos que se editan
por primera vez. Los productos que no son primarios se desarrollan con fines de
estudio y compilación.
 Teniendo en cuenta el tratamiento de la información, los productos pueden ser
ensayos (por el uso libre de la información), investigaciones (uso controlado y
específico de la información) y trabajos didácticos (uso grafico y pedagógico de la
información).
 En atención al formato de edición, los productos pueden organizarse en calidad de
libros o bien constar en publicaciones periódicas.
 En cuanto al soporte empleado para la registración, los productos pueden ser impresos
o electrónicos.

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