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CLa Profundidad .
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'Netursl en el Wombre . ~.

TRADUCCION

Alejandro Celis
y
Franásco Hueeeu,

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Cuatro CV1ento~ eedi'tonáI . .'. ¡. :.'.i ~

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,

Este libro es traducdón de:

Ttu Natural Deplh inMan

Harper & Row. Ncw Yerk

el Wilson Van Dusen. 1972.

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e CuatroVialtos EditqriQl. 1977.
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4' Edición Sept. 1990. ,~

¡¡¡j;~: l11Scripci6n Nt 46.928

'~;;' ~~ ', :; . Derecho« re~dos de. esta traducción

para lodos los pa(scs de htlblQ hispana.
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Diseño de portada: AlIan B~ E.
}iW";: ~'
Fotograf{¡¡: Juan Htrn4rtdn T.
~mc~ "
y
,~.!iF: :; Impreso m
,
10$ t.allces de Imprenta Lite>gra{f4 TtmUlT'COS S.A.
RjiJadimÚl. 6770 - A - San&zm6n

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DATOS ICONOGRÁFICOS
PORTADA: Oleo de Adriana Hoftma.nn
CONTRAPORTADA.: Sobrerrelieue de T6t1la Albm

1 1
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El afljctivo de Editorial Cuatro Vientos tS /Q publicación de idefl.S y mt:dibs 'fUl: ÜJ FCSOM puaia ¡¡SQr t" formu.
independiente, con el único fin úe llegar a ser más rJerdJuJera, de aCcQnVlr ti CTecími.ento COI1W ser human(l y de
desarrollarsus re!J:lciofUS y su Cl>mun~acién con losdemás.
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~,~~:: .. ISBN a.4-89m-n-4

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Indice
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Prólogo 9'
~

1 El Castillo de la Mente 17 \
2 El MisterIo de la Experlenola Ordinaria 2S)
3 Ver y'Escuchar al Otro 33'
4 El AutoaÁállsls ·18 existencia ae BenefIcia de sr Mlama 57
s Imaglnerfa Emotiva 169

6 En la Ouletud de la Mente 83
7 Fenómenos Frágiles SublimInales 93
8 tos Suenos 105
9 La forma de la Locura 121
,.

10 Aluclnaclonea 141
11 Le experiencIa Mfstlca: el Florecimiento del EntendImiento 157
/ 12 ConsecuencIas del Descenso a la ProfundIdad 1T3

ApéndIce. La Vida de Emanuef Swedenborg 181

Blbllograffa 191

. A mi profesor, Padre Raymond Henry Sbevenell,
School 01 Psycbology, University 01 Ottasua,
Ottawa, Canadá.
.Prólogo' '~
Wilson van Dusen evidentemente ha aprendido a reconocer y manifestar
en su propia vida la Gran Vida, que está siempre presente y activa. Su
idea fundamental es la de señalar al hombre su propia meta vital y ense-
ñarle a alcanzarla. Entre las líneas de su libro se trasluce una mente
honesta, observadora, exenta de todo fanatismo. El libro es W1a síncera
y penetrante reflexi6n sobre experiencias transformadoras, escrito por una
personalidad ea.paz de conducir el alma humana: parece conocer el ver- ~ .
dadero destino espiritual del hombre y, estar consciente de que es de:"
mayor importancia, en este momento crucial de la evolucíéa, insistir en \1
la búsqueda de verdades universales. Adivinamos que la vida interior del)
autor ha' crecido paralelamente, con la de sus pacientes. Vemos que ha. ,.
cuidado }sta vida con cautela y circunspecci6n. . ,
El. autor clasifica y ordena las áreas síquicas estudiadas por él,
desde las experiencias externas, conscientes y más comunes basta las vi-
vencias más profundas. En el curso de esta investigaci6n observa que los
diferentes niveles muestran una tendencia sorprendentemente consistente.
La síque genera constantemente una gran cantidad de sensaciones, imáge-
nes, emociones e ideas semiconscientes. Este aparente caos muestra ciertas
regularidades en las operaciones síquicas. Con esta observación se nos
abre la posibilidad de dar un sentido a nuestro yo, que con Ireeuencía ex-
perímentamos como incomprensible y confuso. S610 lo regular y natnral que
se encuentra en el alma constituye el finne fundamento de nuestra, expe-
riencia.
La tendencia más profunda de la sique es la autorrep1'esentaeión.
La vida interior manda un sinnúmero de indicios y claves acerca de nues-
tra propia naturaleza, Las tendencias naturales de la mente representan
el elemento que trasciende la autodirecci6n consciente del individuo. E~
'.
"més allá" entra en nuestra vida. DOS conmueve y nos moviliza. 'Las per.
sístentes tendencias naturales dan forma a nuestra experiencia, transfor..
mando a veces totalmente nuestras vidas. " .
El autor p~te de la observación fenomenológica de las experien-
cias 'más. comunes. Nos da' simples sugerencias que nos capacitan para
escuchar y comprender al prójimo (p. 37). interpretar adecuadamente
l~ expresiones faciales (p. 38). observar la manera de vestírse (p. 40).
los movimientos del cuerpo y los gestos (p. 42) t la cualidad de la voz.
(p. 47).
Cuando existe cierta capacidad de introspección se abre algo si·
milar a un nuevo "érgano interior". Ahora bien, ¿qué es lo q~e es este
elemento central. despierto. consciente, sabio, del ser humano?
En el curso de la exposición de sus ideas el autor se refiere a este
"órgano" con diferentes términos. como, por ejemplo, "vida interior", ""el
centro", "el otro lado", ete., hasta decidirse al final a llamarlo "El Otro
YO".
El autor da sugerencias que permiten entrenar la autorreflexión,
enriquecer y extraer valor del material para integrarlo al propio Yo. Un
área importante de la autorreflexión es el registro de emociones, ansíeda-
des, sueños. fantasías, y por supuesto) también, el entrenamiento de la
capacidad de interpretar sus sentidos. Estimulado por la lectura de "Le
JOlJ!naI Métaphysíque', de Gabriel Marcel, recomienda escribir una espe-
cie. de diario.
Muy útiles son los ejemplos de cierta técnica de aútoaná.usis:
expone los. resultados de su autorreflexión con ejemplar honestidad y hu ...
mo~. Así, por ejemplo, una simple experiencia de alerta sensorial dirigida
a s~ptir su propio rostro lleva a la introspección resumida en las págs. 65-66.
Recomienda sobre todo una percepción relajada que permite que
surja la emoción, la que inmediatamente se retrata a sí misma en forma
de una imagen. Cuando se aprende a asociar alrededor de estas imágenes.
es posible interpretar el mensaje que traen.
. En el estado habitual de vigilia no es fácil obtener una concentra-
ció~ sobre determinados pensamientos o imágenes. En cambio, un estado,
hip~oídeo (estado entre sueño y vigilia)' facilita rendimientos extraordi..Y
naríos, Así, por ejemplo. en el estado de total relajación muscular y meno
en
tal, :el sujeto puede inducir si mismo un desdoblamiento de modo que
cierta instancia de su mente controla el resto, como si actuara un hipno-
tizador y un sujeto en el ámbito de la propia mente. Podemos decir que
10
el Otro Yo.se autorrepresenta..con gran facilidad en el estado entre sueño
y vigilia (el autor )0 113ma "estado' hipnag6gico"). .
La afirmaci6n del autor de que existen sólo muy POOOCl exploradort".S q~
hayan dado cuenta de sus observaciones en esta área (pág. 58) parece tener a Jo
que yo sé. cierta validez sólo para los sicólogos y síquíatras de los Estados Unidos.
En cambio. en Europa. sobre todo en Alemania. Francia y 10$ países escandinavos, se
han desarrollado técnicas cuya meta es el aumento y la profundización de las vi·
vendas interiores. Desde el Prio:eillio de este siglo se sabe que los grados superfíciales
lúpnóticos (el estado "hípaoídeo"} representan una excelente base para la obtención
do resultados terapéuticos. (Osear Vogt). Me refiero también -a la técnica de la
HJpnosj, Fraccionada de Ernst Kretschmer y al Entrenamiento Aut6geno (la Auto-
rrolajaci6n Concentratíva ) de L H. Sohultz, técnicas que se cuentan hoy día entre las
más electivas, síendo 'aceptadas oficialmente y enseñadas en mucha, ulriversidades
europeas.
En el estado hipnofdeo 'se producen sobre toao vivencias ópticas
( colores. e imágenes), como también acústicas (sonidos y voces), obser-
vaciones ·que coinciden con las de Van Dusen, El hombre concentrado,
hundido en sí muestra notable indiferencia para todo lo que sucede en el
exterior; en cambio) las vivencias relacionadas con las sensaciones cor-
porales y la vida interior se hacen más ricas, plásticas y pintorescas. El \
sujeto relajado es capaz de eliminar.' por una parte, grandes áreas de 1
sensaciones: por otra, de orientar su atención con énfasis muy particular .)
hacia un determinado acontecimiento síquico o físico.
En la blbliografía sobre el Entrenamiento Áut6geno 3C eDcuentran nume-
fOS1)l que lograron conseguir mayor reoeptibilidad y comprensí6D .
tdatOll de personas
para 10$ demás, mejor percepdón de V3Jore3 humanos y artísticos. con el consiguiente
incremento de 11l creatívídad propia. Sobre todo se consigue un tODO emocional más
~Pontineo y ~jor autocomprensión.
Este procedimiento es capaz; <le revolucionar profundamente la mente. .A
medida que progresa la visualtz.ac~ de las vivencias interiores, aumentan considera-
blemente la riqueza. p.lenitud y vitalidad de 14S irnáge11es.
También Van Dusen observa qu~ en el estado entre sueño y vigi-
lia la parte consciente de la persona es capaz de alternar con Sus propios
procesos interiores Y: observarlos atentamente. Se produce un fenómeno
semejante a una conversación con un desconocido que piensa y habla en .
fonna simbólica, quizás algo juguetona. El autor da numerosos ejemplos
de ~ propia experiencia y de observaciones obtenidas en pacientes. Cuan-
40 ~~ explora suficientemente esta área empieza a transformarse la vida
mana. Es particularmente, importante aprender el idioma que habla el
Otro Yo. El autor describe sueños propios cuyo contenido logra integrar
prólogo 11
 que constantemente comenta upcctoc relacionados con la vida futir.la del
a su conciencia. Da una serie de sugerencias que facilitan entend~r el
soñador,
mensaje onírico. Así relata, f'l)r ejemplo (p~g. 114), un sueño que le per·
El motivo más profundo que ha tenido V~ Dusen pará la publí-
miti6 emprender con decisión y valor el trabajo de escribir el presente
eacíéa del libro está resumido en sus palabras: WVeo este libro coma par-
libro, tarea que babía vacilado emprender antes de la experiencia oní-
ri~.· . te de un movimiento cada. vez mayor en que síccterapeutas y otros ex..
pertos comparten sus conocimientos de modo que los legos puedan es-
El capítulo sobre sicosís es especialmente interesante: el autor se tructurar sus propios descubrimientos y vivencias sin tener que rt~
basa sobre el trabajo realizado por él durante 16 años, como sicólogo a la $lXlistad comprada a los terapeutas-o
clínico jefe. en un hospital mental. Para estudiar mejor al hombre sic6tico
La autorrepresentaci6n parece ser parte de un proceso natural ~ue se
Van Dusen ingiri6 en una oportunidad una considerable dosis de LSD y
extiende más allá del ser humano. El Otro Yo se encuentra fuera de los
pasó un día entero en la sala de los pacientes más graves. Bajo la influen-
limites comúnmente trazados para el individuo (tiempo y espacio). he-
cia. de la droga pudo relajarse y ser como uno de ellos sin perder la ca-
cho que induce al autor a prestar su atención también a ciertos fenó-
pacidad de observación tanto de sí mismo como de los pacientes. Se
menos extrasensoriales.
sentía a sí mismo y a cada uno de los asilados totalmente perdidos, cada .
uno en su laberinto interior, sin poder tomar contacto unos con otros. A El hom bre que ha logrado crear orden en el ámbito de sainte-
base de sus observaciones saca conclusiones que se refieren sobre todo al ríoridad ·.es capaz de dar expresi6n verbal a la esencia de sus experiencias
intimas. :-El intelecto ordena las imágenes que penetran a través de los
tratamiento del hombre sic6tico (pág. 133).
sentidos en el interior, donde adquieren vida y actúan poniéndose al ser:
La experiencia recogida en el hospital mental lo pone también en
vicio del Yo. . .
condiciones de sogerir una nueya teoría acerca de las alucínaeíones,
El individuo moderno se ha extrovertido gracias a ~ múltiples·.
El escuchar y comprender adecuadamente a otras personas es un co-
actividades y su pensamiento 16gico-disCUI$ivo~ de manera que toda su ~
mienzo del. proceso que lleva al descenso en la propia profundidad. El
existencia transcurre en un plano periférico. Mientras más le niega a un '
ser como uno de sus semejantes contribuye a entenderse mejor a sí mismo
poder superior el derecho de admisi6n tanto más.caótica se toma su vida: )\.
y tiende a disminuir 105 limites entre el propio yo y los demás,
muy raras veces conoce su propio destino; vive de una manera espas-
En la introspecci6n mística predomina la sensaci6n de estar unido
médíca, petrifica~ paralizada.
a todo y a todos. Esta experiencia es lo opuesto a 10 que experimenta el
hombre sieótico: como hemos visto, éste no se une a los de~ás; su rela- . Todos hemos vivenciado lo limitado y frustrador de l~ concepcl6~ .
ción con el interior y por ende también con el exterior está confusa. No de un mundo espiritual abstracto. Sin embargo, esta frustración hace na-
se puede tratar la sicosis reordenando simplemente lo interior. Es más . cer la experiencia de un sentido más profundo. Hoy, más que D\1::Áe&, el
fácil hacerlo desdo afuera con una adecuada laborterapia que le de- hombre ~a perdido l8. fe en UD orden establecido: experimenta cada vez
vuelve al enfermo la sensación de ser un elemento útil con mayor insistencia la poderosa protesta de un. sentido más profundo
que exige una transfonnaci6n, un replanteamiento del problema del Ser.
El Otro Yo existe: en una especie de relaci6n polar con el ego. Mien-
Cada día de nuevo el hombre siente que es ciudadano de dos mundos:
tras más limitadas las manífestacíones del ego, tanto más intC':mSOS son los
~r ~na parte vive en la seudorrealidad del orden establecido, "compren-
efectos del Otro Yo, el que lleva constantemente al individuo a conocer
~··¡¡ble , cuyo centro es el ego. Por otra parte, siente que participa del or-
ro propia naturaleza, También parece conocer mejor las sutilezas del
idioma. den y de la unidad del Ser, que lo llama sin cesar al camino de la trans-
formación. Esta renovaci6n principia ya en la vida corriente cuando el
. En el momento en que la mente ¡e aleja de sus actividades superfí-
ego logra abrirse paso hacia el Ser. El hombre encuentra el camino
ciales y observa sus tendencias internas, se da cuenta que está reprosen·
hacia su destino s6lo en la medida en que lo acompaña la capacidad
tando a su propia naturaleza. Mientras más se eliminen Jos contenidos
de escuchar la voz del Ser y la facultad do admitirlo como un poder
pe~enecie.ntes al ego. tanto más intensa se hará la representacíén, Se tiene
transformador. . .
la impresión de que el proceso interno insiste en ser interpretado. y.

12 prOlogo 13
 Este libro que pone tanto énfasis en la formación del sentido in.'
teríor nos hace evidente que tenemos la alternativa entre Vida y Muerte.
Todo 10 que se ha hecho transparente al Ser se encuentra ya más allá
\ del umbral de la muerte, ya'está formando parte de la transformación.
Van Dusen ínsíste en que esta experiencia no pertenece, necesariamente
\ , sólo al ámbito de las vivencias de los místicos, sino puede hacerse rea-
, lidad para todo ser humano. Así, por ejemplo, la hora que el hombre
\1 1;:, llena con una buena y profunda relación con su: prójimo es un lapso de
, tiempo arrebatado a lo perecedero. o
Este hecho nos hace pensar que las penas y angustias 'que aca-
\ 'rrea el desarrollo de la conciencia no deben considerarse necesariamen-
te como neuróticas. El sufrimiento se debe sobre todo al hecho de que
\ el ser humano tiene considerables dificultades para encontrar el centro
\. . de su Ser.
1
l " El autor está plenamente consciente de que los progresos del siglo
~ XX nos han precipitado en la necesidad de inventar nuevas formas de
o,'vida. Tanto la concepción como la realización de estas formas depende-
. rán de nuestra capacidad de ser flexibles y cooperadores. Mientras más
realicemos las .potencialidades del crecimiento. indioiduall tanto mayor
, será la probabilidad de sobrevivir ~n este mundo lleno de peligros.
Cuando los elementos inconscientes se integran a la concíencia
. se suavizan los sufrimientos físicos y síquicos. El hombre se transforma
.en Personalidad capaz de moverse libre y seguro en la vida. ' ~l llamar la atención sobre la capacidad de cada uno de nosotros'
Van Dusen nos muestra que el hombre moderno. aunque ha per-
di do,en gran medida la facultad de un pensamiento símbélíco, es perfee-
tamente capaz de recuperarlo: ~isten métodos de entrenamiento para
un pensamiento dirigido y pilot~do por el Otro Yo. ~.
-- Es gratificante descubrir que el autor tiene plena c:omianza en los
.procescs autocurativos de nuestra alma desvítalízada, Sugiere que es
~'posible una revívíñcacíón en nuestro interior de un receptor de los mene
'sajes que nos llegaa desde la" esfera espiritual.· Por supuesto, que este
.receptor requiere de un cuidado muy especial para lo cual el autor pro·
pone varios caminos.
Wílson van Dusen sabe tomar en serio la experiencia sobrenatural
y la' revelación que le llega al hombre en forma natural. Sabe también
, 'buscar y descubrir espíritus afines que deseen, como él, entender el fe-
némeno humano a partir del Ser. Tiene la debida reverencia para la ex-
periencia espiritual de un genial fil6sofo como era Swedenborg (1~
1772), experiencias que el autor, evidentemente considera como el coro-
14
namíeato de toda vida humana, Casi todos los capítulos del libro comíen-
~n COD u~a cita de una de las obras de este pensador místico. El Apén-
dice ~el libro es una corta reseña' de la vida de Swedenborg. También
la lectura de una intensa experiencia transformadora relatada por Gabriel
~arce: en su "[ournal Métaphysique" ha representado una importante
vrvencia para Van Dusen. El encuentro con estas dos almas afines le
hizo comprender que los campos de la filosofía y sicología. son práctica-
mente inseparables. o
!-.a lectura del libro nos da la plena confianza en la posibilidad
de un encuentro con un Poder el que. al llamar, exigir y prometer) siem-
pre se vivencia como un poder personal.
Para trascender del mundo de los objetos a la v'ivencia subjetiva
existe en cada uno de nosotros un mecanismo. síquico. Este dispositivo
es el símbolo. En el símbolo uno se reconoce a sí mismo) identificándose
con él. Al vivenc~arloJ un contenido trascendental se hace inteligible y
asimilable. Subjetivamente se experimenta una ampliación de la concíen-
cía: el objeto se funde con el sujeto.
El comienzo del capítulo 4: "Ha de ser terrible ser el centro alerta.
consciente y sabio. de una persona y contemplar cómo ésta es atrapada
por las garras de las circunstancias", nos muestra, aunque en forma nu-'
morístíca, el grado de identificación que tiene el autor con el símbolo \
de su Otro Yo. Wilson van Dusen vive y se reconoce en este símbolo. )
de vívenciar y conocer el mundo interior, el libro nos da una contesta.
ción adecuada a la problemá.tica existencial de nuestros días. No se trata
de alcanzar una concepción intelectual 'de una nueva Verdad) sino de
emprender el camino de la experiencia interior, vivencia ésta acaso total-
mente desconcertante. inconcebible e irracional. La visualización de los
(contenidos internos procede de un espacio arcaico de nuestra conciencia,'
o
espacio al cual la lógica y la crítica no tienen acceso. El descenso a las
profundidades es un camino sembrado de espinas. Hay que disponer de
, ,1
una coasíderable dosis de heroísmo para emprenderlo.
Helena Jacoby de Hoffmann '
Santiago -1977
prólogo .15
'.

1
"

El Castillo de la Mente

y al final de nuestra búsqueda

Uegaremos donde empezamos
y por primera vez conoceremos el lugar.
A través del portal, Ignorado. recordado,
Cuando Jo últImo que nos queda por descubrIr en la tIerra
Es lo que era al comIenzo:
En el naclmtento del rlo más largo
La voz de la cascada escondIda I
y los niños en el manzano \
Ignorados, no buscados
Pero oldos, oidos a medias, en la quietud
Entre dos elas del mar.
T. S. ELIOT, -Uttllt Ckldlng-
)
Si nos encerraran durante toda la vida en un castillo antiguo -UD Castillo .
lleno de' artefactos, subterráneos, enormes cuartos, obras de arte y libros-
I paaaríemos mucho tiempo explorando e imaginando ctmo seria la vida de
los habitantes. Nosotros vivimos, de hecho, encerrados en este castillo men-
tal, y sin embargo lo hemos explorado muy poco. Muchos conocen de' él
\ poco más que una sala de estar en el ala este. y creen que eso lo es
todo. No hemos tomado conciencia del tamaño de este castillo: incluye
\
todo lo que uno ha experimentado, está experimentando y experimentará;
"! y aún en los rincones más apartados, todo lo que podemos vivenciar.
/
I Exploraremos el dominio de la síque, hurgando en escondrijos y
I grietas, aprendiendo y utilizando' todo lo que podamos. El ánimo con que
i
1 emprendemos este vagabundeo es espontáneo, casi juguet6n. Para com-
I prender la vida de los habitantes del castillo mental, vamos de cuarto en
I\
, .
l.
r
f
~
~' cuarto, hurgando en aparadores,' abriendo cajones, mirando sus libros y
'pertenencias, y nos formamos gradualmeI)te 'una impresión del tipO ele
I nas capaces de recordy lo que hemos dicho, y casi sin la menor idea
¡ vida que aquí se lleva. Hacemos esto respetuosamente, sin el deseo de
( acerca de cómo surge~ las palabras. Todo esto es para expresar cuán
modificar o alterar el escenario. Lo hacemos por curiosidad, por placer,
y para aprender acerca de la vida. Si tenemos mucha suerte, nos encon-
traremos C~D Su habitante, aquel que dispuso el escenario tal como lo
. encontramos. . .
En este vagabundear a través de la sique, el hogar y realmente el
ser del hombre, quisiera echar una ojeada a UDa gran 'variedad de cosas,
desde el simple "qué se siente al tener un rostro" hasta los temas más
exóticos de los sueños, las fantasías. la locura y las experiencias místicas.
Como veremos, los aspectos m.ás simples y ordinarios de la síque S?ll, en
cierto modo, los menos conocidos. y comprendidos. ¿Cómo se forman,
exactamente, los pensamientos y las palabras? El modo cémo muevo mi
dedo es, y sigue siendo. un misterio para mí. Es esta Ingenua e infantil
"capacidad de sorprendemos" la que nos abre un mundo de . posibilidades
que normalmente pasamos por alto. Por ejemplo; cuando entramos en el
estado hipnag6gico (entre el sueño y la vigilia) observamos cómo se for-
.man los pensamientos y palabras en tomo a algunos sentimientos prima-
rios que surgen desde adentro, espontánea e inesperadamente.
No intento esforzarme por ser exhaustivo o preciso. La exactitud
es aquí apenas posible. Nuestro prop6sito es aprender de la vida, y para
lograrlo necesitamos ser más humanos que, científicos. Detrás de esta ex-
ploraeíén juguetona existen ímplicaacías m.ás serias. Para mencionar una,
4~do que algún momento especifico de vivencia humana haya sido jamás
eomprendido o descrito íntegramente. De hecho, la mayoría de las per-
senas apenas vislumbran lo que ocurre en sus mentes, por debajo de su
verborrea superficial. Frecuentemente; sus fantasías o temores más CQ-
munes son conocidos s610 a medias, y permanecen bien escondidos de los
demás. Noche a noche tenemos sueños que son representaciones maravi-
llosamente 'precisas de.nuestras vidas; La mayoría se olvidan. Pocos pue·
den utilizar los sueños que recuerdan. Palabras, frases e imágenes pasan
vhlando por nuestras cabezas en un día de trabajo; la mayor parte de esto
se pierde. Fabricamos significados sin saberlo.' Poblamos al mundo con
nuestra síque, cambiando la forma y la naturaleza de las cosas. Olvidamos
las valiosas observacíones que nuestros amigos formulan acerca de nosb·
tres, Nuestro cuerpo tiene todo un Ienguaje propio que revela nuestras
actitudes, tendencias y disposiciones. En su mayor. parte, todo esto pasa
inadverttdo, Si intentáramos describir todo lo que ocurre dentro de un
momento determinado; encontraríamos que se desparrama en todas dí-
18
. reccíones, Parecemos Jtar inconscientes
I - . ) como necios parlanchines, ape-
asombroso es observar 1p poco que sabemos acerca de la. experiencia hu-
mana. Pareciera que sapemos mucho más acerca de las rocas, las nubes
y las máquinas que acerca de nuestro propio vívenciar, .
. '. La siqu~ ~enera \constantemente un enonne flujo de sensaciones•
ímágenes, sentímíentos, conatos
I
de ideas. etc. Si intentáramos unirlas, de.
[arlas escritas coherentemente, el resultado sería un palabrerío impe-
netrab~e. Sin em?argo) 1xisten notables coherencias e incluso leyes en las
operaciones síquicas, E~to me reconforta, ya que significa que podemos
obtener un todo cohere~te a partir de nuestra enmarañada sique. Al mis-
mo tiempo se nos presetLta el gran desafio de hallar las claves que per-
mitan que esta maraña \adq,uiera un. significado aclarato~o.
Detrás de nuestra búsqueda Juguetona. hay un intento serio .de
hallar lo que resulte cónstante, legítimo o natural en el hombre: Estas
consistencias legitimas. son la roca o el cimiento de nuestra experiencia.
Independientement: de 'o que quisiéramos creer, de lo que se nos haya
erróneamente ensenado, ¡de las teorías que f~rmulemos, estas tendencias i,
constantes permanecen tal como san. Los 'suenas representan su situación l
vital de un modo simb6~co, independientemente de que DOS importe o \
no, los percibamos o nol creamos en el simbolismo o tengamos alguna J'
habilidad para utiliZarl0lj" Afortunadamente, estas consistencias internas. I
van en una sola dírecció . "La tendencia má3 profundo. de la sique es la
de representarse a .tí m·, ", El significado de esto se irá aclarando a
medida que avancemos. IE~ta autorrepresentaci6n significa que estamos
casi saturados de claves ~cerca de nuestra propia naturaleza) Me resulta
adivinar sus estados de +0
increíble que las personas no puedan comprender sus propios sueños,
por medio de sus fantasías, captar sus actí- ,
tudes en las sensaciones corporales y que, en general, no tengan la ca-
pacidad de confrontarse tcomprenderse a sí mismos en cada momento.
Parece totalmente increíble que en el siglo XX puedan describirse sucesos
por todos experimentados) tales como el estado hipnag6gico y sorprender
~ la gente' con su estructura y contenidos. Todo el mundo ha vivido
centenares de horas en este estado intennedio entre sueño y vigilia y, sin,
embargo; es algo casi desconocido. Nuestra atención es absorbida por la
~, .por ll~estro tra~ajo y \por los much~s estímulos del medio ambiente.
S~ duda, nuestra sique fvasora también ahí penetra y se manifiesta,
moldeando los significado~ que hallamos en el mundo.
~ que en el hom~.re es natur~ es un aspecto casi desconocido
J ! el castillo de la mente 19
en la sicología. Al decir "natural", me refiero a aquellas realidades cons- ,
tan tes de nuestra experiencia que trascienden a nuestras manipulaciones.
Los sueños son representaciones simb6licas de nuestras, vidas. Esta sím-
bolizacíón es natural, El sueño no puede expresarse de ninguna otra for-
ma, y lo hará de este modo varias veces cada noche, independientemente
de nuestras esperanzas, temores, educación, fuerza' de voluntad o creen-
cias. Estas tendencias o directivas presentes en nuestro interior apuntan
más allá de nuestra limitada comprensíón de las realidades en que ~ta­
mos Inmersos. En verdad, son nuestras tendencias naturales las que nos
determinan.
El tema general de lo que es natural en nosotros ha sido abando-
nado casi por completo luego de mucha díscusíón, .Somos un conjunto tan
complejo de aprendizajes. experiencias, reflejos de nuestra sociedad y
opiniones aceren de nosotros mismos, que lo que es natural o innato en
nosotros resulta oscuro y difuso. Incluso el descubrirlo es un arte dudoso.
Hace años, como sicólogo clínico, se me asign6 hacer sícoterapia
en un pabellón de mujeres, muchas de las cuales se habían visto involu-
eradas en crímenes sic6ticos. Trabajaba con una mujer que había falsi-
ficado cheques, y que en el proceso judicial apareció tan difícil y alte-
rada que se le babia considerado enferma mental, eavíándola.entonces a
un hospital síqulátríco, También su trato era difícil en el hospital. Aun
cuando tenía más de cuarenta años, se vestía y actuaba como una ado-
lescente seductora. Era exhibicionista, y demaadaba demasiada atenci6n
por parte del personal. Resultaba inútil señalarle su exhibicionismo. sim..
plemente no lo veía. Un día tuvo un sueño en que aparecía. un gato egip..
cio realizando una danza ritual Algo había en sus movimientos que me
llamó la atención. ya que pude ver al gato a medida que ella relataba
el sueño. Le pedí que actuara el papel del gato. Instantáneamente se ex-
tendió en el suelo, realizando impresionantes movimientos sinuosos. Lo
que más me impresion6 fue la habilidad Y calidad de los moviJn1entos. Le
pregunté si había pensado alguna vez. en dedicarse a la danza. Se le
había ocurrido, pero no estaba segura de hacerlo bien. Fue dada de alta,
y un año después me encontré con ella en Una tienda. Se estaba ganando
la vida como profesora de movimiento expresivo, y estaba muy satisfecha
con ello. El sueño, y mi sorpresiva. reacción frente a él habían sido las
claves del cambio. Esta irritante mujer exhibicionista deseaba moverse
graciosamente, y mostrarse así frente Q. los demás. Esta era su naturaleza,
la que, sin ser ·reconocida por ella. le otorgaba un sello de paciente exhi-
bícionista. Al reconocerla. utilizarla y cultivarla, se transformó en algo
positivo y útil para ella y para aquellos con quienes trabajaba.
20
Después de esta experiencia intenté descubrir la tendencia natural
de las personas con quienes me encontraba, pero esto DO resultaba siempre '
fácil. Recuerdo al hijo de un sicólogo y de una artista. Este niño de cuatro
años tenía gran interés en todo lo que fuera mecánico. Podía jugar ~mu-
. chas horas con la cerradura de una puerta, pero también tenía que 'des".
armarla para ver todo su fascinante funcionamiento interior. Recuerdo
mujeres cuya máxima realización parecía ser la crianza de niños. Existen
algunos euyo amor a las palabras se refleja en su tendencia a saborearlas
con gusto. He sorprendido a algunas de estas personas. abordándol~s en
una fiesta y preguntándoles si SOn escritores, encontrando frecuente~ente
'que he tenido razón. De mpdo similar. el lenguaje utilizado por.los-;.abo~
gados parece reflejar cierto tipo de goce con el claro ordenamiento del .
pensamiento. Durante- mucho tiempo he sospechado que en los detalles
sutiles de la voz y el gesto puede observarse la naturaleza subyacente
de la persona. La ,gestic'.ulaci6n femenina tiene características expresivas,
~, , . redondeadas y suaves. Su femineidad se demuestra en sus aspectos. más
ínfimos. El gesto masculino es 'un movimiento menos grácil que actúa y
toma u~a posici6n. Quizás una determinada naturaleza o disposición es
la constante subyacente ~e ~e' todo 10 que una persona hace." "
En el siglo XVIII, el místico Emanuel Swedenborg hablaba de UD 'l
amor que regía y condicionaba todos los aspectos de una persona. ínelu- .:)
yendo sus gestos. . - _ ... _. ....~ ':'.
"'L. vida misma de un ,hombre es su amor, y tal como es este amor, ,ad ..
la. vida, sí, así es el hombre en su totalidad: pero. es el amor gobernante o r~D.Ante
el que constituye al hombre. Este amor mantiene subordinados a muchos amores (o
sentimientos) que son sus derivaciones; estos afectos aparecen bajo una fo~ dífe-
rente. peroaÓll estin contenidos en el amor reinante principal, y junto a él. coD.St1tu..
yen un reino. El amor reinantp C$ como $U rey y cabeza; los dirige y. a través de
ellos... , Intenta su propio objetivo, que l'liS el pritlclp.l Y último objetivo de todos
101 ~ores... .
Lo que 111) bo1:nbre ama por sobre todas las c:osu está. presente de, modo
constante en su per1.Wt1ietlto y tambi~ en su voluntad. y eoD5tituye su vt~a m!s
verdadera. Por ejemplo, aquel que ama la riqueza por sobre todo, ya sea el ~ero o
l8$ posesiones, piensa constantemCltlte en el modo de a1eanzarla; cuando la ~bliene.
se regocija internamente, cuando la pierde se entristece internamente, porque su
eoru.6n está en ello. Aquel que :IIe ama a sí mí9Xl1O por sobre todas las cosas, se recuerda
a sI mistno en todo; piensa teetta de si mismo, habla de sí mismo. actúa por m
propio beneñcíe, ya que su vida ~ una. vida dedicada a s{ mfsxno. "
,'Un hombre tiene como objetivo aque.llo <Jue ama por sobre todas lo 0011--;
Y 10 respeta en cada una y todas ellas; está en su voluntad. como la. corriente e.sc:on:'
dJd. de un arroyo que 10 dirige y orienta aun cuando esté ocupado en otra cosa. ya
que el lo que 10 anima. Esto es 10 que un hombre busca. y también ve en otro; y do
acuerdo a esto, ,lo guia o actúa. OOD él-. ..
T1v N~ ]8fUltJlem (pp. S4~6).• 17.58.
el castillo de la mente 21
 ,; Estas tendencias naturales y persistentes de la mente son los puntos
en que se trasciende la autodíreccíón consciente del individuo. Aun cuan-
dp el sueño es nuestro, '.se concibe y expresa en un lenguaje de algún mo-
~o ajeno al nuestro, y de h<;9ho, más inteligente. Estos puntos que nos
trascienden apuntan más allá de nosotros mismos. De verdad resulta
afortunado' que 'la -naturaleza determine estos límites en nuestra expe-
riencia. Si pudiéramos modelamos para ser lo que quisiéramos, estaría-
mos totalmente perdidos. Nuestras concepciones son tan limitadas, y se
basan en experiencias tan restringidas. E incluso, [sería tan difícil deter-
minar el modo c6mo quisiéramos serl Ah{ donde encontramos el estrato
subyacente, las tendencias innatas, nuestro cauce natural, encontramos
l~ realidades que cuestionan nuestros WnitadO$ supuestos. Aquí nos en-
centramos con aquello que está más allá de nosotros mismos, que penetra
en nuestras vidas y nos moviliza. Estas persistencias naturales resultan
Fascinantes, Bordean nuestra comprensión y, -corno veremos, dan forma a
nuestra vivencia y, por tanto. a nuestras vidas.
. Mis hallazgos surgen a partir de lId mismo y de las personas que
conozco. Aun cuando unos y otros diferimos en los detalles de nuestras
~ágenes, sueños, fantasías, etc, los procesos subyacentes son los mismos.
El modo como este material se genera y es utiliza.do es esencialmente el
mismo para todos nosotros. Uno de mis propósitos es permitir que estas
regio~es de la sique resulten accesíbles y utilizables para otros. Entregaré
instrucciones relativamente precisas para que usted utilice las abundantes
claves de su propia sique. Aun cuando soy un sicólogo clí~~ .. me gus-
tara que los profesionales de la salud mental resultaran cad4: vez menos
n~cesarios~ a medida que las personas hallen el modo de cómprenderse
,. m~jor a sí mismas. Generalmente, las personas son demasiado impacientes
y .~e apuran demasiado en interpretar los contenidos de su síque como
1 para realmente poder aprender de ella. Y por- desgracia, la síque no puede
i'
~
remediar el emplear un lenguaje Inás rico que nuestro entendímíento. Yo
preferiría que las personas encontraran alguna modalidad de entendi-
1
miento emanada de ellas mismas, antes que la sabiduría mayor conse-
l' ~~da por la amistad comprada a los expertos.
~ Mi área especifica en sicología es la Ienomenología. El fenomenó-
logo hace un esfuerzo profundo por capturar, describir y comprender la
experiencia o vivencia tal cual es. Su trabajo es realmente protoclentífico~
i,t : es previo a la ciencia. Plantea interrogantes y aporta material que la
ciencia puede someter posteriormente a la' esperímentacíén objetíva...En
muchos aspectos, resulta una lástima que la ciencia sicológica haya ímí-
t· ta~o los métodos de la Física, porque Q raíz de eso tuvo que dejar, hace
!.
i
i' 22t~
mucho tiempo, de observar la. síque, Sin embargo, aún ahora no lo hace
mejor, trabajando sólo con -fragmentos de conducta observable. Como
húmanísta y fenomenólogo, siento que la experíencía viviente es obser- .
vable en un grado adecuado. Esto- es para mí tan importante que estoy
dispuesto a dejar a un lada la estadística y el método científico con el fin
de comprender la experiencia directamente. Cuando los métodos de la cíen-
cía puedan llegar a este campo, serán bienvenidos; entretanto, el terri-
torio de la experiencia humana' tendrá que ser delineado con una preci-
sión menor que la del agrimensor. Para un territorio tan desconocido, re-
sultarán muy útiles los bosquejos que puedan diseñar los aventureros. Si
uno tiene sensibilidad para captar lo central, podemos ver una similitud
considerable entre los antiguos bosquejos diseñados por la religión y los
más recientes de Swedenborg, William James, Sigmund Freud y los fe~
nomen6logos modernos. Sin embargo, a pesar de que disponemos de ma-
pas relativamente adecuados) el territorio de la sique es redescubierto a
cada instante por cada individuo. Ninguna descrípcíón de la experiencia
humana debe ser aceptada hasta que no concuerde CaD la propia expe-
riencia personal. Cada persona es el criterio final. Pero los mapas feno-
menológicos facilitan los propios descubrimientos, al observar 10 que otros .
exploradores dotados de mayor paciencia han encontrado. .,
La profunda coherencia hacia lo interior que se manifiesta en las op&- \
raciones de la síque es tal vez un mapa de mapas. La síque, presente en )
todo momento. con persistencia y suavidad describe nuestra existencia en
cada instante. ¿Por qué? Porque es su naturaleza) eso es lo que es~ La
existencia humana es el encontrarse a sí misma en todas partes. Pero ya
nos estamos adelantando al resto del relato.
,
"
\
I
el castillo de la mente 23
t
.¡
1

I
I

2
El Misterio de la Experiencia Ordinaria: _1,'

Loe afectos externos del pensamiento e8 manifiestan en les '.

sensaciones corporales y a veces en el pensamiento de la
mente: pero los afectos Internos del pensamiento. de los que ~t
surge lo externo. no se manIfiestan nunca al hombre. ESta no
sabe más de ellos que lo que el cochero dormido en su ca-
rruaje sabe del camino, o 10 que sentimos de la rotación de
la tierra. SI tenemos entonces que el hombre nada sabe sobre
los Innumerables eventos que ocurren en el InterIor de su
mente y la fracción de objetos externos que llegan al alcan-
ce de su pensamiento •.. , ¿cómo puede alguIen asegurar que
88 la propia prudencIa la que gura sus actos? S,I pudleran cap- . \
tar todo lo que hay, tsn s610 en una Idea, verfen" cosas asomo
broses, más da las que puedan decirse en palabras.
.~
~'
)
EMANUEL SWEDENBORC,
DiclN P,ooiclence (p. 199), 1784

'. '

Veamo5~,•• no sé muy bien qué decir. Tengo los dedos sobre mi boca Y'
observo-los objetos de mi estudio con un fuerte sentimiento de determí-
naci6n. "Siento calor en la cabeza, como acune cuando me concentro.
¿Qué debo decir acerca del viven ciar ordinario? Examino algunas ~ota" '
ciones desparramadas sobre mi escritorio. Aún mantengo los dedos sobre
la boca, aún persiste el sentimiento de fuerte determinaci6n. Fragmentos
de ideas llegan a la conciencia. ¿Por qué no comenzar con. " un ejemplo
M

de experiencia común? No. Eso resultada demasiado apresurado. Pasarla

por alto buena cantidad de misterios, como si cada uno estuviera ya com-
prendido", Me reclino hacia atrás en mi asiento y trago saliva. Ahora
tengo sólo un dedo pcsade sobre los labios. "Tendré que hacer ambas
cosas. Mostrar el rango total de las cosas y después demostrar que nin-
guna de ellas es aprehendida en su totalidad".
. El tenor de esta experiencia fue dado' por la necesidad que sentí
de. escribir. Los dedos tapando mi boca resultaban una espontánea re-
presentación externa de 'mi estado. Mi estado animico era fuerte, deci-
dido; sin embargo, no sabía qué decir. El ademán fuerte (dedos posa-
dos) reflejaba la determinación, al mismo tiempo que no sabía qué de-
cir: (boca tapada). Posteriormente, cuando me acercaba más al instante
en' que me hallaría listo para escribir, tenia s610 un dedo cerrando mi
boca. Observar las cosas a mi alrededor) buscar anotaciones y escudri-
ñar" las ideas que se me ocurrían, todo tenía el mismo signif;icado. Mi
respuesta a algo que sentía como problema (cómo escríbír acerca
. de~' la experiencia cotidiana) era rápida y representada: espontá-
neamente a través de una cantidad de Formas (la mano sobre la boca)
observar) buscar anotaciones) chequear las ideas que surgían, calor en
la cabeza, sensación de fuerte determíaacíón). Lo que en un principio
no podía Identíficar, emergi6 posteriormente como un conflicto: descri-
bir el flujo total de la experiencia, o capturar un fragmento de ella con
mayor precisión.' La respuesta al conflicto fue reclinarme en mi silla
(asociaci6n: reclinarse y echar otra ojeada) y tragar saliva (asociacíón:
tratar de digerir esto). La solución surgió cuando dejé s6lo un dedo so-
bre mi boca: consistía en aceptar ambas posibilidades como partes de
una sola.
Lo que he descrito brevemente es una experiencia. ordinaria. Lo
primero que notamos es que se representa a si misma, espontáneamen-
te, '. en varios niveles a la vez: gestos, sensacíones corporales) sentimien-
tos: subjetivos, acciones, ideas que emergen, introspecci6n y toma de de-
císíones, Esto en sí es digno de destacarse. Somos algo que puede re-
presentarse a si mismo de muchas fonnas, simultáneamente. Esto ocurre,
ya .sea que dediquemos o no nuestra atención a estas formas de repre-
sentación. De hecho, con frecuencia nos centramos en una de ellas
C·¿~e pregunto qué debiera decir?"') y apenas tenemos consciencia de
las .:' demás representaciones. En otras palabras, aun cuando exístírnos en
vatJos niveles simultáneamente. podemos elegir focalizar nu~tra aten-
ciórl en uno o más de ellos) entendiéndolo como el real) principal o úní-
, co iuvel
~
una
,
,~ Esta limitación del yo a un único.', nivel promínente ~ práctica
tan. corriente que muchos'"olvidan la .gran complejidad de la' experien-
cia. Dado que DOS explicamos en términos verbales) el nivel verbal
26
ha adquirido ímportancia primordial. En el ejemplo anterior) si se me
preguntara "¿Qué haces?", me habría inclinado a responder "Sólo traba-
jando en un problema". La respuesta verbal está codificada taquigráfí-
camente, partiendo de un proceso complejo cuyas partes ni siquiera son
necesariamente conocidas. -La confianza en lo verbal como la única o
principal representación de los procesos internos lleva a algunos a pen-
sar que el pensamiento está constituido únicamente de palabras no ex-
presadas. Examinemos esto más de cerca.
La; fenomenología representa un serio esfuerzo para capturar la
experíencía humana, tal como es. Cuando el esfuerzo de la fenomenolo-
gía se centraliza en un pequeño fragmento de la experiencia humana,
actúa como un microscopio. sicológico. Cuando dirijo el microscopio
hacia la formacíén de las palabras en mi cabeza) el fragmento que ele-
giría es la repentina aparición de ideas. ¿Qué es lo que realmente ocurre
cuando una idea llega a ser 10 suficientemente consciente como para
que yo la escuche internamente. o la verbalice externamente?
"En este momento estoy formulando esta frase". Sentí el tenor ge-
nera] de esta oración antes de terminar de escribir la anterior. La sen-
tía como una declaración inicial, quizás muy simple. mis bien desnuda
y solitaria. Comencé a escucharla internamente antes de escribirla. Era
como si escuchara a alguien hablar. El tenor de las palabras se sentía \.
antes que fuesen expresadas) el significado general estaba ahí antes que ,J
fuesen dichas en mi cabeza y fueron dichas en mi cabeza antes de ser
escritas. Son como olas sucesivas de clarificación, cada una de ellas ex-
tendiéndose sobre la anterior. El proceso total demoró quizá menos de
un segundo. El término de la frase dejó una ligera sensación de temor.
Era como si el resquicio existente entre el final de una frase y el comien-
zo de la siguiente fuera un poco atemorízante, mientras no surgiera esta
última. .
Focalice su 'propio microscopio fenomeno16gico en el sencl1lo 'pro-
ceso de pensar una frase. Observe si este proceso no se parece a 10 si..
guiente: '.
Hay una sensacíón de necesitar algo.
Hay una sensación vaga de que ya viene.
La sensación se convierte en el presentimiento de algún signifi..
cado.
Surge el significado sentido,y se convierte en palabras -interna-.
el misterio de le experlencla ordinaria 27
."

Las palabras internas generan una frase, el término de la cu~ se
siente al mismo tiempo que su primera parte, se escucha, ',.
Si la frase debe expresarse en voz alta, las partes que', aún no se
dicen atraviesan las siguientes etapas: son sentidas, comienza a emer-
ger su comprensión, son oídas, son habladas.
Después de la frase hay una huella de sensaciones, significados.
como un arrebol.
Todo esto puede parecer un pedante detallismo. Sin embargo. tie-
ne profundas ímplícancias. Lo que normalmente creería que "pensé" es
realmente el resultado de una evolución más 'compleja de sentimíentos
a palabras, Los sentímientos son míos, creo. Tengo tan pocos conoci-
mientos acerca de su naturaleza. estructura, origen o evolución futura
que resulta quizás presuntuoso afirmar que son míos. ¡QuiZÁs es m~
correcto decir que yo les pertenezco!
Aún más. si examinamos la lista de procesos cuya existencia he-
mos delineado claramente en la experiencia de las personas. todos se
desgranan de los sentimientos. Las actitudes SOD un sentimiento más o
menos permanente hacia las cosas. Este sentimiento-actitud tiende a
condicionar las respuestas. El sentimiento precede a la acción. Veremos
posteriormente, en el estado hipnag6gico) que puede observarse cómo el
sentimiento da Forma a palabras e imágenes. La fantasía relata la histo-
ria de los sentimientos. Los procesos lógicos representan, en -cíerto mo-
do, una actitud cautelosa frente a los sentimientos y una estructuración
de ellos. La memoria está basada en gran parte en los sentimientos.
Quizás comprenderíamos mejor la gama total de procesos inter-
nos si Jos consideramos como puntos en un continuo de diferencia.ci6n.
',El sentimiento más vago es el extremo indiferenciado del continuo. Los
pensamientos, palabras. recuerdos, imágenes y actos específicos son las
múltiples expresiones del extremo díferencíado de este continuo. Estas
expresiones o formas múltiples se conectan estrechamente entre sí (las
palabras en mi mente se relacionan con las palabras expresadas, se re.
Iacíonan con los actos, etc.). Es la matriz, la fuente iDdiferenciada de
estos productos terminales, la que nOS resulta más misteriosa y esquiva.
Nos identificamos. en mayor o menor grado, con estos productos termi-
nales: algunos lo hacen en tal fonna que excluyen la fuente de sus sen.
tímientos. Al observar más de ~rca los principales procesos que repre-:
sentan la existencia de los sentimientos (fantasías, estado bípnagégíco,
sueños) nos resulta más difícil identificarnos con estas formas básicas
. 28
.:
como un producto nuestro. Cuando esta matriz de los sentímíentos hila
ideas e imágenes simbólicas, DOS resulta aÚD m'-s dificil afirmar. que
nosotros las producimos. Sin embargo, si supusiéramos que DO son un
-producto nuestro en su totalidad, tampoco lo serían sus preduczcs ter-
minales (nuestros pensamientos, acciones, ete.). ¡.
El problema consiste en saber en qué ciframo, nuestra ide¿~idad
personal ¿A qué cosa le puedo decir, "Sí, eso es parte mía""? Si afirmo.
"Yo produje esas palabras", debo entonces asumir que controlo todo el
proceso de sentimientos que las. subyace. ¡Sin embargo, veremos :des-
pués) que el sentimiento puede también expresar ideas simbólicas, que
pocos pueden siquiera comprender! Baste señalar aquí, eofliticéilIl_ente,
que el yo -aquello que realmente considero mi-mío y de 10 cual m~ ha-
go responsable- DO está aún delimitado. Este es un problema f~da­
mental: no es una interr()gant~ sencilla o superficial Una respuesta- fun-
damental surgida del estudio de muchos mitos, religiones y de la propia
experiencia, es: pemtitfr que la propia identidad lo sea todo y nada si-
multáneamente. Cuando exploramos cuidadosamente los um~tes de nues-
tra identidad, éstos se expanden más allá de todo lo que imagináramos.
La ampliación de estos límites puede perfectamente ser la raíz de la "
sabiduría. \.
G~ando algunos sienten la necesaria humildad 'de dejar a~ierta \
su iden~dad. sienten que el tener un nombre, el decir, "yo", refleta es- .J
casa sabiduría, Puedo utilizar un nombre, y firmar cheques por conve-
niencia, y no sentirme puntillosamente limitado por esto. El libro, tiene
una cubierta y un título determinado y, sin embargo" puede hablar
acerca de mundos remotos. Nosotros somos como este libro: podemos li.
mitamos por medio de títulos y, sin embargo, no limitamos ,en lo .:f>so-
luto. La limitación no es el titulo, sino el modo cómo nos concebímos
a nosotros mismos. .
La concepci6n de nuestros limites puede" verse alterada con! s610
observar el modoc6mo nos detemünaD nuestros ancestros. Podría,' pen-
sarse acerca de la· herencia obtenida de padres y abuelos como datos
curiosos o como el número de cédula de identidad. Sin embargo, dti exa-
men cuidadoso de la experiencia personal demuestra que las pef.$Onas,
están determinadas, al menes en parte por sus padres y antepasadqs, El
7
padre, tal como es percibido) tal como es sentida su proximidad'¡ y la
vida en común con él, es introyectado y asimilado en la propia expe-
riencia. Esto ocurre tanto con el padre real como con la percepción que
de él se tiene. En la medida en que la madre sea bien percibida. es en
el misterio de la experiencia ordlnariill 2~
-:
t.,
.......
 in~yor grado la madre real la' que es introyeetada. El individuó también
está formado por lo que los padres le han transmitido genéticamente.
Más allá del obvio color de ojos y pelo y aspectos similares, no sabemos
cuánta de nuestra experiencia síquica es transmitida de este modo. Una
persona está tamoién determinada en parte por las tradiciones cultura-
res y aun por las costumbres de los grupos con los que ha vivido. Con-
siderando todo esto, sería más adecuado .afírmar que somos, al menos
en parte, el resultado de la confluencia de muchos "otros". Todos estos
"otros" nunca pueden ser identificados totalmente. La confluencia de su
influjo forma parte del vasto trasfondo) desconocido e indiferenciado del
individuo. El resultado es el individuo especifico. Cada vez son más las
personas que nos influyen, ya que nuestra, partícípacíón en la sociedad
es cada vez mayor. En qué grado estamos determinados por las matri-
ces culturales en que vivimos, es una interrogante que s610 ahora está
aclarándcse, can el auge de la antropología y, la sociologia.
Independientemente de cuánto los extendamos,' los límites del yo
son relativamente amplios y difusos. Pero, para nuestra conveniencia,_
determinamos que el límite es la piel Lo que está por dentro de la piel
es mío, lo que está por fuera es ajeno. Ya que percibo ~ los demás. que'
ellos me provocan algún tipo de reacción y que me relaciono con ellos
de muchas maneras, el 'límite ubicado en la piel 'debiera,~;'ser conside-
rado tan sólo como una ficción adoptada por conveniencia, Es 10 mis-
~~lO que decir que un libro está limitado por sus tapas. Esto resulta cier-
to si se desea obtener. la vísíón 'más restringida del libro; pero estamos
pasando por alto sus contenidos) el origen de éstos y los efectos que
puedan tener en el mundo de otras personas.
'.
I
. Queda entonces abierto el problema. en apariencia simple, de la
haturaleza de los límites de una person~. Cualquier conclusión seria una
Iímitación .artíñcíal a nuestro concepto, El individuo es producto de la
éonjugación de la herencia. los padres) los parientes, la cultura, el idio-
ma) la educaci6n y el medió ambiente. Todos estos aspectos lo trascien-
den y, en cierto modo) él es su resultante o producto. Cuando observa-
mos con mayor atenci6n la más simple de las experiencias humanas,
encontramos al así denominado "individuo". también trascendido inter-
namente por sensaciones que no planifica y por sentimientos que pa-
recen ser el trasfondo general y la fuente de sus vivencias. La conscíen-
I '
cía es el fragmento de claridad y del darse cuenta que fluye, en cada
momento. en la confluencia de estas fuerzas. Las palabras que uno enu-
te surgen de un mar de ~ sentimientos-significadas-presentimientos. 50-'
30
mas el lugar de cita de una cantidad de trascendencias. El descubrí-
,miento de esto no debiera causar orgullo o desolaci6n. Es tan s610 la
realidad, tal como es. " . '
En cierta ocasión trabajé con un hombre en un experimento' le-
gal sobre los efectos de la firoga LSD. Nos hallábamos en el cuarto re-
lativamente frío e ínhóspíto de un hospítal, Después de un rato. descu-
brí que lo que el hombre hacia al caminar por el cuarto. era denomi-
nar en voz baja a los objetos. "Esa es una silla". se decía a sí mismo.
Bajo los efectos del LSD) todo había adqpírído demasiada vida y re.
sultaba algo atemorizante. Al colocarles nombres, los clasificaba y limi-
taba su existencia. También podría haber dicho) «Eres 's610' una silla".
Temo que cuando colgamos una identidad a la confluencia de experíen-
clas que DOS trasciende, hacemos esto mismo. Otorgar nombres implica
que hemos comprendido, circunscrito, delimitado, superado. El asig.
.: nar u~ nombre a la silla no significa que yo realmente comprenda c6mo
está hecha o qué es; pero ex.presa. de hecho, .que se incluye en el tipo
de cosas que yo, ya, conozco. Por supuesto que 'el yo o la identidad per-
sonal también pertenece al rango de cosas que yo ya he visto, ¡sea lo
que fuere lo que es en realidad!
.,
"
Pero observen mis" dedos al escribir. Teóricamente) sé cómo se '\
mueven. Cerebro a nervio a músculo. etc. Brillante. ¡Comprendo te6rica- \
mente cómo me muevol Sin embargo. confieso que no comprendo real- )
mente al cerebro,' al nervio) al músculo. 'Hablando en términos prácticos)
¿sé acaso cómo me muevo? Bien, veamos. Siento el dedo apretando al
lápiz, moviéndolo sobre el papel. Los movimientos son muy rápidos. pe-
ro apenas van a la par con el habla interna. Hago una pausa, desean-.
sando la mano) esperando ver qué otra cosa surge del habla interna, Pa- '
rezco ser esta secuencia de experiencias: sentimiento) habla interna, mo-
vimiento de los dedos. Esta confluencia parece estar consciente del en-".
cuentro, La confluencia es vivencia, es conciencia. Yo soy la confluen-
cia que es conciencia que está experimentando lo que aquí está. Sin em-
bargo) cuando esta conciencia examina en detalle cualquier aspecto de
ro experiencia, no la comprende ni la rige plenamente.
Nuestra experiencia contiene más de 10 que generalmente com- '
prendemos. Lo mismo ocurre con nuestro cuerpo. Aun cuando vivimos
en él. lo movemos y ciertamente somos él, D;O comprendernos totalmen-
te ni uno solo de sus órganos) ni siquiera una de sus células. Aun cuan-
" d9. a este experiencíar se le denomina "hombre", la naturaleza de su ex-
periencia está 3610 comenzando a revelarse, porque es trascendido por.
el mleterlo de la experlencta ordinaria 31
ella a cada instante. Aun cuando se le denomine -experienciar" b ·...vi.
vencíar" o "conciencia", tampoco estos conceptos DOS resultan claros,
Si usted ha seguido mi linea de razonamiento, puede tener ,varias
reacciones posibles.
l. No percíbe realmente que algo lo trascienda. en tal caso, le
sugeriría examinar un solo pensamiento, en su totalidad, a medida que
se genera. Si sus pensamientos son demasiado rápídos para usted, trate 3
de reducir su velocidad, y examine varios. centenares de ellos. Cuando
se canse de ello, trate de mantener un pensamiento en su mente duran- Ver y Escuchar 'al Otro
te cinco minutos; regístre todos los lugares qu~ su mente recorrió y tra·
le de determinar los espacios vacíos que precedieron a este reconido.
2. Le preocupa y le intriga que yo cuestione ciertas ideas con.. 'j
vencíonales acerca de los limites de .la identidad personal No serla ni . •. entonces. el pensamiento fluye descendiendo al cuerpo.~:
remotamente tan' dificultos~ o amenazante explorar las operaciones pos-
donde es representado por gestos y acciones.
..• los afectos de la mente se reflejan en: el rostro, a través
teriores de la mente si los límites del yo se dejan abiertos. ' de las variadas expresiones del semblante... Lo Interno es
3. Se siente molesto, o aún más, aplastado por la sensación de lo representado, y lo externo. el representante.
ser trascendido a cada paso. Uno se acostumbra a eso, y tal como ocu- EMANOEL SWEDENBe>:RC,
rre cuando se abren los límites. esto elimina los impedimentos. "Heavenly Doctrin~ (p. 281), 1758
A través de todo lo dicho anteriormente, intentamos definir la vi- \\'
vencia o experiencia ordinaria, aquella que se representa a si misma y loa rostros de' los 6ngele8 expresan su Interior..• un ángel
existe en muchos niveles, en cierto modo, fácil y espontáneamente, sea
lo que ESTA realmente fuere.
de gran 8abldurra nota Instantáneamente la condición de otro
en su rostro.
EMANUEL SWEDENBOl\C,
)
-Heaoen and heW (p. 47-48)~ 1758 ~~

, .

Quizás la habilidad básica más importante que deberla ser enseñada a.,.
todas las personas es la capacidad de ver. escuchar y comprender real- ~
mente a los otros. Esta habilidad resulta útil. en el trato con todos:. amí-.
gos. familiares o extraños. Nos capacita para coroprender más rápida-
mente a una persona. prescindiendo de muchas palabras y dudas, Un
amigo Epede decir que anda perfectamente, pero se puede ver !a an-
siedad ~:'la depresión en su rostro o gestos. tinas pocas palabras ~isto­
las que;;reflejen 10 que usted .ve en el otro hará que sus relaciones se
asienten en una base más profunda y real 1.0 que de otro modo podría-
mos tomar como una actitud deliberadamente obstinada en una perso-
na puede contradecirse al observar en ella una notoria rigidez corporal
Podrá ~ted ver, entonces, que esta actitud no está solamente dirigida ha.
32

\
¡-
¡.
J cía usted. sino que forma parte de la vida tata! del esta persona. El que
es visto y escuchado se siente generalmente mejor cuando es bien com-
;; prendido. Las respuestas del observador se acercan mÁS J entonces, a la
. situación real del sujeto.
Algunas personas pueden pensar que esto huele a una invasión de
la privacidad. Tales personas tienden' a atribuir demasiada habilidad al.
~ observador: "Tienen ojos que te traspasan) pueden leerte el pensamíen-
:~ to". Sin embargo, examinando la situación más de cerca: hallamos que
~~_ el observado no se encuentra tan desamparado. Ver y "éscuchar a los
!: demás consta esencialmente de tanteos " y aproxímacíones, Con práctica
'~ y habilidad considerables. recién podemos comenzar a reconocer sentí-
... mientas y actitudes en la otra persona. Estas aproximaciones se hacen
de modo tentativo. El buen observador está modificando sus conjeturas
teatatívas, momento a momento. . este tipo de personas se camuflaran adecuadamente. 15in embargo.' el
_ Sin embargo, existen aspectos más importantes y profundos que
"resguardan a la persona observada. Resulta muy difícil adivinar el esta-
'~. do de ánímo o actitud de otra persona sin empatízar con ella, es decir,
\sin intentar ponerse en su lugar y sentir como ella siente. Este no signi-
I
1
~'fica, entonces, dominar o controlar a los otros, sino comprenderlos. De
,. hecho, la necesidad de dominar y controlar a otros tiende a interferir
con el tipo de empalia que permite una percepción acertada. Un temor
. común de la gente es que se les entienda mal Preferirían ser compren-
: didos de modo superficial a ser mal comprendidos. Una comprensión
I real de otra persona facilita y simplifica la comunicación, le quita la ti-
'.,rantez. La persona que se siente Comprendida empáticainente, general-
"mente está más dispuesta a abrirse y mostrarse a niveles más profundos.
La idea que tenemos de la persona que lee la mente con ojos taladran-
. tes, es que desea ejercer algún tipo de control extraño y peligroso sobre
-uno. El interlocutor empático da la agradable sensación de alguien que
,Intenta comprender la situación del otro. La relación se torna más cálí-
I .;da, el nivel de compromiso puede aumentar; el tOno gen:~ral de la re-
t medicina veterinaria que estaba enseñando a UD estudiante a observar
¡ ~'.laci6n se toma más flexible, lívíano o emotivo. ;::
~ ~. He enseñado a muchos gruposJ de todo tipo. a observar y mis
! '
. :~piniones se ilustran en lo que veo en las personas que me rodean. La
.mayoría se muestra algo temerosa en UD principio, por lo que yo pueda
'ver o decir acerca de ellos. Pronto aprenden que mis observaciones son
, •• En el texto original aparece el neologismo "guesstímate", contracción de
gueu
'.,
= adivinar. conjeturar, y ~m.ou = e$timar, evaluar. j,N. do lo, T.).
¡'"
j
¡
\ bastante .tentatívas e inciertas. 10 que les hace sentirse mejor. Muchos
I
! lo toman como un juego divertido y se esfuerzan especialmente en
I observar a sus amigos. Les gusta comentar mis gestos más frecuentes,
para ver cuán bien me conozco. sí' usted va a observar estrechamente
fl otros; lo justo es que in~enten hacer con usted 10 mismo. De hecho,
si esto" se produce por ambas partes, la comunícacíón mejora. En mi
experiencia, los que se sienten incómodos al saber que van a ser real-
mente vistos y escuchados, son un mínimo. Temen ser mal entendidos
y mal interpretados. Tienen escasa capacidad para autoanalízarse y te-
merosamente malinterpretan sus propios impulsos. Temen lo que pu-
dieran encontrar en sí mismos y. por tanto, también temen a lo que cual-
quier observador hábil pudiera hallar. En un mundo en que existiera la ,
comprensión generalizada entre los hombres, deberíamos permitir que
observador podría inferir muchas cosas de sus movimientos! Muchos se
esconden bajo el amorfo "Estoy muy bien, ¿y usted, cémo está?" con
una amable sonrisa. La sonrisa dice: "No te haré daño, as! que no me
lo hagas a mí tampoco".
La habilidad de ver y escuchar con precisi6n a otros no se cir- .
cunscribe a ningún grupo) profesional o de otro tipo. Es la materia \
prima del trabajo de los sicoterapeutas; politices y diplomáticos la em- \
plean, Los vendedores de puerta a puerta desarrollan habilidades de )
"diagnóstico" muy rápido. Es utilizada por la dueña de casa que educa
a los niños (o a su marido). Cualquier botones, vendedor .de boletos,
vendedora de tienda, camarera u otra persona que tenga la oportunidad
de observar a centenares y miles de personas puede desarrollar una ha-
bilidad certera para captar las reacciones de los demás. Vendedores de
yates con años de profesión me dicen que pueden predecir si un cliente
se interesa por veleros O lanchas a motor, porque se comportan de modn
muy díferente, Cierta vez quedé muy impresionado con un profesor de
un caballo. Aun cuando el' estudiante y yo nos concentramos totalmente
al observar al caballo) el profesor realmente podía distinguir detalles en
su andar que ambos pasábamos por alto.
. Contrariamente a la opinión generalizada, contamos oon muchas
claves para captar la naturaleza de otras personas. Pero, pasamos por
alto gran parte de esta riqueza de información y generalmente utiliza-
-,m9s la fuente menos confiable: 10 que la persona dice. ¡Intentando com-
pensar esta actitud errónea, tran.smitida culturalmente, enfatizaré todas
ver y eeeuchar al otro 35
las otras maneras de comprender a una personal Cuando hablo cÍe es-
cuchar a otra persona. mi interés principal se centra en c6mo se le -oye.
el ritmo y entonación de su voz, no las palabras. ¡SUS gestos y cualidad
de la voz también me comunican si lo que dice tiene alguna !mportancia.
y si es, con cierta probabilidad, verdadero! . cido cuando se le entrevistaba al oteo lado de un espejo de visi6n lmí- .
Cuando era. niño, en San Francisco, viajaba a todas P8:rtes en tran-
vías, 10 que implicaba muchos viajes aburridos. Elegí un juego cuya
utilidad se demostró después. Por ejemplo. una anciana se sube al tran-
vía y se sienta, Sólo para pasar el rato, me transformo en ella por un
momento. Estudio todo lo que guarde relación con ella, y reconstruyo
mi mundo como el de esta anciana.
Mi bolso de compras' de andrajosa tela es de valor inapreciable;
contiene comida para una semana. Lo coloco entre mis piernas para su.
jetado. Debo afirmarme -estos canos se mueven mucho-s, mis manos
atrapan una manilla cercana. Observo a mi alrededor) intentando ver
• 1
cuánto hemos recorrido, pero no puedo ver bien y nuevamente me de-
dico a observar mis compras. El carro se sacude y yo me sujeto, sin.
tiéndome frágil; un resbalón y me caería, rompiéndome los huesos. Tan·
to ruido. Tan desconcertante. Chequeo nuevamente mi bolso) me sujeto;
pronto estaré en mi casa. Ya que veo y oigo mal y soy un ser frágil, el
mundo es cerrado y pequeño, sus ruidosos sacudones una amenaza. Mis
ropas son muy anticuadas: .sombrero negro adornado con cuentas, abri-
go negro) vestido de satín y zapatos altos con botones. Estoy aeostum-
brada a ellas. Tanta ruidosa confusión. No debo pasarme .de mi para.
dero, Pronto estaré a salvo en casa, tras una puerta con cerrojos. Si s610
lograra llegar sin recibir daño.
Entonces sube al tranvía un hombre corpulento, treint6n. Ahora.
repentinamente, soy tan grande y fuerte, con tanto poder latente, que ir
en el tranvía es como estar encerrado en 'UD Iuguete de lat6n. Con mi
gran tórax y brazos. me sentiría más cómodo rompiendo cemento con un
pesado combo.
'De este modo, trataba de notar cada detalle de otra persona, re-
gistrando sus características con mi ojo mental. A veces trataba, incluso)
de imitar sus movimientos: intentaba sentir la mano trémula de una an-
ciana. con tan escaso I poder para atrapar cosas.
Como adulto, este juego me fue muy útil en reuniones adminis-
trativas aburridas) en donde lo practicaba con mucho mayor detalle.
Podía emplear treinta minutos en estudiar c6mo sostenía una persona su
cigarrillo, Entonces formulaba conjeturas y teorías, llegaba finalmente
36
un momento dramático. en el que el modo como sacudía. la ceniza ~ el
cenicero y lo que decía al hacerlo confirmaba mi impresión. .~
Ti~po después, tuve como tarea entrenar enfermeras s~q~tri­
cas en J~ observaci6n de pacientes. Podíamos oír y ver a un descóno-
lateral En UD primer momento. las enfermeras se sentían imp.'t~ntes
cuando cortaba el sonido y les pedía que se concentraran solamente en
los movimientos que la mujer realizaba con su mano derecha. Les' in-
sistia en que observaran cada detalle y luego formularan conje t?ras.
Después de muchas vacilaciones. sus adivinanzas gradualmente revela-
ban. a grandes rasgos. la vida de la mujer. Sentían satisfacción y algo
de sorpresa al hallar que sus impresiones cOnñrmab~n 10 que la mujer
decía )' 10 descrito en su historial siquiátrico.
j
Existe cierta cantidad de claves simples que deben utilizarse para
1
oír y comprender a otra persona.
!
(1) Examine su actitud como observador. Si está usted con UD
estado de ánímc muy pronunciado o tiene preocupaciones, proba-
blemente no observará bien. Si desea impresionar ~ los demás con ',
su destreza, tampoco lo hará bien. La actitud que resulta más \ .•
productiva es' la de una relajada curiosidad que observa cada \
detalle de la otrá' persona: -- . . ~ .", ,.)
(2) Haga un esfuerzo para sentirse en la situación del .otro, ..
Captará inmediatamente su situaci6n, o la descubrirá al ~itar
s~~tilmente sus gestos) imaginando que se mueve y habla :pomo
el: otro. o recorriendo verbalmente las características de esta;;per-
sona, ..Abora sOY. una anciana encorvada de noventa afios de edad,
. 'de zapatos gastados a los lados, un poco sorda. ..-, Si logra al-
canzar esta etapa, perderá gran parte de su estar pendiente de
si mismo y iogrará una intensa captación de la otra persona.
(3) Parta de la base de que' cada detalle es importante, Po-
.dría bastar con ver claramente el movimiento de una mano ;~o es·
cudriñar una y otra vez la entonación de una frase determinada.
Tengo la fuerte sospecha de que toda la naturaleza y aspectos ..
cualitativos de la vida de una persona están presentes, eón todos
.sus detalles, en su rostro) gestos O voz. Puede repasar euaÍquier
detalle que le llame la atenci6n, hasta no hallarle más signifiCados.
(4) Trate abiertamente de imaginar cómo sería estar dentro del
pellejo del otro. Una gran diferencia entre las personas más empá.
ver y escuchar al otro 37
...

tícas y aquellas que 10 son menos, es que las primeras s~ sienten
más libres para conjeturar y adivinar. . .
(5) Esté abierto a Dlodif,icar, sus' .ímpresíones cuando surgen
otras. Su fracasó es seguro si se forma una inipresión y luego se
esfuerza por confirmarla.
(6) Las impresiones que parecen confirmarse de una u otra ma-
, nera debieran sostenerse más firmemente que aquellas que obtíe-
nen menor confirrnaci6n posterior. La reiteración de la misma te-
mática a través de variadas observaciones (coherencia interna)
tiende a sugerir precisión.
(7) Practique observando primero a amigos y parientes. Debie-
ra conooerlos lo suficiente como para comprobar 10 que sabe de
ellos en sus gestos y voz. Una dificultad que existe con amigos y
parientes es que se tiende a pasar por alto demasiadas cosas, esto
es, 1a no verlos ni escucharlasI Practique posteriormente con ex..
traños, con quienes, sin embargo, tendrá posibilidades mucho me-
nores de comprobar posteriormente si tiene o no la razón.
(8) . Las personas varían ampliamente en cuanto á' su coheren-
cia interna. Algunos juegan un solo rol: los gestos, la voz, las pa·
labras y actos nos relatan la misma historia. Otros no están en paz
consigo mismos: su." gestos nos dicen una cosa y sus palabras
otra. Esta discrepancia representa un conflicto interno. Pregun-
tándoles directamente de qué aspecto se dan más cuenta. de sí mis-
mos, podemos aclarar qué es lo que tienen más consciente,
·El rostro
Después de las palabras. la expresión facial es el aspecto que más se ob-
serva. Así como las palabras, forma parte de nuestra fachada social, .la
máscara que empleamos para proyectar la imagen .deseada. Cuando sa-
.ludamos a un amigo. se espera de nosotros que sonriamos. Sí deseamos
impresionarlo realmente. adoptamos una expresión feliz y animada. Es-
tamos todos acostumbrados. en ~ayor O menor grado, a observar al ros-
.tro como parte de nuestra comunicación cotidiana.
. . Las personas varía.D ampliamente en Cuanto a la u~ción quo
-hacen de sus rostros. Algunos guardan casi siempre la m~a expresi6n.
..:39
'r
í
1
I Otros permiten que sus sentimientos íntimos se expresen totalmente. casi
I pidiendo ~ observador que note el dolor O humor sombrío. Otros con-
siguen que sus rostros se transformen gradualmente en máscaras inex-
presivas. El grado de expresividad emocional de las caras varía en am..
plio margen. Este es muy -marcado en el recién nacido, y generalmente
declina al llegar a la madurez. El estado emocional más frecuente tien-
de a quedar) con los años) grabado permanentemente en el rostro. Pue-
do recordar las caras de algunos ancianos que parecen expresar un des-
acuerdo crónico. como si nada en el mundo estuviera nunca totalmente
bien. Puedo también recordar a una anciana cuyo rostro jovial. abierto.
y feliz parecía reflejar una. vida completa de infantil felicidad. El ros-
tro más común se asemeja a una máscara, en donde la reflexión ha re-
emplazado al sentimiento. Es una cara de póker, destinada a jugar a cu-
bierto el. juego de la vida. ' .
Es relativamente fácil descubrir el estado de ánimo o emocional de
otra persona en su rostro. Pero debemos tener siempre en cuenta que el
rostro está bajo cierto control consciente. Puede ser que el estado de
ánimo o emoción que vemos es lo que la persona desea mostrar. Una
expresión. re~ativamente artificial en el rostro de una mujer se logra con "
un maquillaje prolongado y con una sobrecargada expresión del tipo de \
-ITodo es maravilloso!". Tanto el maquillaje como la emoción exagera- \
d~ sugieren que ella está trabajando arduamente para controlar las reac- )
Clones de los demás. La, expresión seductora de una persona que pare-
ce haberse enamorado de usted y buscarlo anhelante también sugiere
un teatral, intento de seducción. En contraste. uno se siente mucho más
cómodo con un rostro que parece representar de modo más natural las
ideas y estado de ánimo de la persona. Cuando dice algo serio, la cara
$e.muestra seria.. C~ando existe duda, la cara muestra duda, etc. Se per-
míte al rostro reflejar claramente el mundo interior de la persona. .
Se puede aprender mucho de los ojos. Si 'usted tuviera a SU alre-
dedor un circulo de personas mirándolo, podría evaluar la distancia si-
~16gica a la que están, s610 a través de los ojos. En una persona. los
ojos parecen acercarse a usted, mostrando confianza. En otro, los ojos
están más distantes, demostrando reserva y poca confianza, ·Una tercera
persona podrá dirigir hacia usted sus ojos inexpresivos. como si su dueño
f~~~a otra persona y sus ojos lo miraran sólo por cortesía. La distanda
::~~e se síente de ~ los demás no guarda relación' con la distancia física .
E¡;i' realidad) la primera es la distancia existente hacia la persona real.
La mirada de un extraño puede permitirnos cruzar tranquilamente el
ver y escuchar al otro 39
,.
¡
¡ cuarto, colocar un brazo en su hombro y conversar con él Otra persona.
más, cercana, puede reflejar a través de los ojos, "Guarde su distancia
hasta que yo lo conozca mejor", Existen ojos muy abiertos que parecen
tocar lo externo, y ojos introvertidos que parecen mirar tanto hacía aden-
tro como hacia afuera, Estos últimos nos pueden recordar a una persona
atisbando a través de persianas, ·desde una cierta distancia.
Ciertamente, debiéramos ser capaces de distinguir las emociones
fuertes a través del rostro. Estas le otorgan una trémula vitalidad. Las
emociones de tristeza casi de inmediato enrojecen los ojos; Y los hacen
aparecer acuosos. La reacci6n más común de la persona es tratar de ce-
rrar su cara, escondiendo esta emoción intensa hasta lograr controlarla.
La fatiga también debiera ser claramente distinguida en las caras de las
personas; el rostro da entonces la sensación de algo flojo y colgante. Vis·
lumbrar dos sentimientos contradictorios en la cara resulta. dificil Por
ejemplo, una persona puede' mostrarse alegre y contenta al .encontrarse
con usted y dejar entrever) además. una subyacente fatiga o' depresi6n:
ambos aspectos están presentes. La expresión jovial se presenta en el
momento en que se la espera, pero la otra expresión tiende a aparecer'
en los instantes en que el control se relaja. Lo más valioso es descubrir
en otra cara 10 que realmente le importa. En este caso) la cara adquie-
re una expresión de intensidad vívida y natural. Contrariamente a la
expresión artificial. puede estar apenas. bajo el 'control del individuo.
Puede dar la momentánea sensación de que va a llorar y también la sen-
sación de un esfuerzo por controlarse. El observador se sorprende esp&-
cíalmente al hallar esta expresión en medio de una conversaci6n cuyo
tema parecía sin importancia. Cuando esto me ocurre, trato de deter-
minar a grandes rasgos el aspecto que aparentemente causó la reacción,
I
intentando con esto aclarar, el real significado de esto para el individuo.
[ razÓn del entrenamiento a que en este sentido las somete la socieda~ Es .
j en la vestimenta; esto representa, más bien, una postura personel.: La
Vestimenta
Las palabras, el rostro y la vestimenta formaJ;l parte de 10 que el indivi-
duo muestra socialmente. A menos que usted sea un indigente y no pue-
da elegir sus ropas, éstas reflejan parte importante de la imagen que de-
sea entregar. Hay algunas personas cuya conducta y vestimenta reflejan
una absoluta falta de preocupaci6n por su apariencia. Recuerdo a un
amigo mio, distinguido siquiatra. que compra sus I
traje! en ventas de
40
ropa usada. Se coloca un abrigo cuando el aire comienza a enfriarse al
terminar el año, y lo usa hasta que se .inicia la primavera. Ha simplifica-
do su vida. Se coloca una corbata para trabajar, pero no dedica pensa.
miento alguno a la armonía que ésta guarde con su camisa azul de tela
barata o con SU traje de tweed de dos dólares, Sus amigos se aeostum-
braron a la idea de que él no participa en absoluto en el juego de la
vestimenta. Usa corbata s6lo porque su jefe opina que un siquiatr~ de
prestigio debe fingir que participa en tal juego. Por otra parte, ha:" otros
cuya ropas intentan reflejar una postura social. Los j6venes se inclinan
ahora- por jeans raídos con parches llamativos cosidos de modo .rlue se
vean. Estas ropas dicen algo como, OISoy de la nueva ola. Estamos contra
la acumulación de riquezas, la pretensión social y el gasto ínútil"." Po·
demos adivinar con bastante exactitud Ias opiniones que tendrán acer-
ca de una cantidad' de temas de actualidad, ~~
~ Existe una amplia mayoría silenciosa que usa ropa que represen-
ta lo que~ es seguro, aceptado, común. Es como si no quisieran destacar
o ser notados en demasía. Se sentirían muy incómodos usando jeans <les-
coloridos con un parche rojo en el trasero. En casa usan prendas co-
rrientes tomadas al azar; en el trabajo, traje y corbata o un vestido' co- \'
mente.' Encajan en todas partes, con su estilo que permanece anónimo \
en cada ambiente. Otros muestran una sola señal de que desean s~r::ad-
)
vertidos. una corbata llamativa con un traje corriente o~ en una mujer,
un peinado especialmente atractivo junto con ropas modestas.
El narcisista se distingue de un solo vistazo. En un hombre. .por
ejemplo, esto implicaría grandes anillos, reloj pulsera de oro, ropas 'me-
ticulosamente elegidas, alfiler de corbata bien ubicado, zapatos lustro-
sos, movimientos amplios y más bien exhibicionistas. La ropa o aparíen-:
cía llamativa es probablemente menos significativa en las mujeres,' en, .
algo poco común que una mujer demuestre menos interés del comente
gran importancia atribuida a las ropas por 105 narcisistas no indica mera
confianza en sí. mismo. Refleja una preocupación por 10 que los detnás
piensen acerca de ellos,' o bien la necesidad de crear una imagen acep-
, tableo Si "esta preocupaci6n por la ropa es exhibida a los demás, sigi'lifi-
c.a insegUridad, ansiedad y aun un vacío interior. La persona más !~te­
grada elige ropas (esposa. mobílíario, casa, trabajo, intereses) q~:~ re-
flejan con' precisi6n sus propios valores. .
La, vestiment~ más interesante refleja el estilo total de la persona,
ver y ••cueher al otro 41
 como si se pudiera ver su interior y exterior simultáneamente. Recaer-
do a un líder hippíe de barba adornada, cuentas y ohaqueta cosida a
mano que parecía presentar una imagen única y armoniosa. La vestí-
menta realmente correspondía al. .hombre, . . "
C0:Ol0 en otros aspectos que podamos observar. las ropas también
p.~eden represen~ar posiciones contradictorias. He visto muchos crimi-
n'hles sicópatas vestidos con trajes caros que no armonizaban .eon su cor-
bita manchada y su camisa arrugada. La persona no unificaba toda¡
las prendas. Quería impactar con su apariencia. pero en realidad el re-
sultado era un desastre. Esto también resulta cierto, aunque de modo
más sutíl, en personas que Intentan participar en el juego de la vesti-
menta. pero les falta el buen gusto necesario para lograr una buena ar..
monía, Aún más lastimoso es ver a personas de escasos reCUISOS que in-
teatan guardar las apariencias, sin lograr procurarse ropas decentes. El
etiel10 y puños desgastados de un hombre y la resquebrajada cartera de
plástico de una mujer en una agencia de empleos reflejan una situación
. aún más desesperada.
En las mujeres (con más claridad que en los hombres) las ropas
reflejan su auto-estima, Cuando una mujer que aco~tumbra vestirse a
la' moda, muestra despreocupaci6n, puede estar de mal ánimo. Resulta
mUy efectivo tratar un ánimo fementao decaído por medio de una vi-
sita á un salón de belleza y a una tiend" de ropa. Ya que la vestimenta
es" elegida por la persona, refleja algo que puede elegirse -el aspecto
ofrecido socialmente- más que la dísposícíén subyacente. Esto es espe-
cialmente aplicable 11 la ropa utilizada en ocasiones formales. Para ob-
tener un mejor cuadro de la disposición subyacente de la persona, es bue-
no'" observar las ropas de la persona en días de asueto) O mejor aún. SUI
movimientos, su expresividad y su manera de hablar.
IL .
·r
4~~
. Mbvimientos corporales y gestos .
El lcuerpo Iísíco de una persona es su don fundamental Observo para
ver este don y su utilización. En el hombre, observo las ¡nanas, los bra-
ZOSI,' los hombros, el cuello, el abdomen y las piernas para obtener una
impresión general de la Iortaleza física básica. Aun sin. observarlo desnudo.
es relativamente fácil determinar si es~'fisicamente' fuerte, Si tiene músculos
y gordura. o si es principalmente blanducho. Con esto. podemos esta-
42 .
.i
. . .·1
blecer de' inmediato conclusiones referidas a su estilo de vida: La cur-
va que ÚDe cuello y hombros, aun cuando en _s~ mayor p~e está .cu-
bierta por ropa,' podría. revelar una' fortaleza físlca generalizada. 51 e~
cuerpo es delgado o peque~o, observaría los hu~os. pregu~t~dom~ SI
era potencialmente más grande) o si fue desnutrido o) por último, Sl·'U
físico estaba destinado 'a ser menudo. Luego observaría los gestos. para
ver cómo utiliza su cuerpo. Un hombre determinado goza con su forta-
leza física y la emplea con soltura. Otro tiene gestos afeminad.?s, como
.si hubiera deseado tener un cuerpo distinto. El hombre pequeno puede
sobrecompensar haciendo gestos amplios, para hacer sentir su, p~es~n.cia.
Si existe algún tipo de handicap físico. me interesa saber que slgniflca~
do le atribuye la persona afectada. Uno podrá ser ciego y vivir como si
fuera Vidente; otro considerarla que una imperfecci6n menor es una
tragedia para toda la vida.
Del mismo modo como ~bservo la musculatura de los hombres.
observo las redondeces de las mujeres. Una figura de matrona, pesada
y enorme, puede sugerir una conducta correspondiente) hasta que se
observen con mayor detalle los gestos concomitantes. Las mujeres con
una delgada capa adiposa, piel delgada· y aparentes músculos tienden I
a ser atléticas, de un modo u otro. He especulado largamente sobre la
\
\.
importancia del tamaño del pecho- en una mujer...: lCualquiera sea la
relación que tenga con algún aspecto de la personalidad. no pareoe )
guardar ninguna con la maternidad] Algunas mujeres parecen tener ma-
yor volumen bajo la cintura, en comparación con la parte superior. Estas
mujeres parecen más terrenas. El aspecto ofrecido por el cuerpo 'entre-
. ga la base-para especular acerca de las vidas de los demás. En Europa,
la ciencia que estudíaIa personalidad en base al aspecto del cuerpo e¡
denominada sicología ñsíognómíca, Es poco conocida y aceptada en los
EE. UU.
í
; • t
El gesto es complejo y revelador y no podré señalar aquí todas
, sus implicancias. El ritmo usual de los gestos se relaciona con el ritmo
al que se vive. Si tuviera que elegir obreros que tuvieran que trabajar
arduamente y dispusiera s610 de un criterio, desearía verlos caminar a
través del cuarto. Algunas de las personas menos productivas que co-
nozco daban la sensaci6n de arrastrar cada uno de sus movimientos.
lri~~an la impresión de que sus piernas :se movíar, en un sosiego Infíní-
to y 'que la parte superior del cuerpo colgara hacia atrás. incluso a esta
velo~:idadl Los que han sido atendidos por camareras saben que hay a1-
ver y escuchar al otro 43
¡
I
!
il.
gunas que casi no pueden moverse rápido. Otras aperAI logran moverse
a ritmo lento. ., :.
Con frecuencia pasamos por alto las características del caminar
de una persona, pero muchos pueden reconocer el sonido que' hace un
pariente al caminar. Algunos golpean el suelo ,con sus pies. Las perso-
nas muy cerebrales parecen tocar apenas el suelo. Otros caminan siem-
pre al mismo ritmo. Aun otros varían ampliamente su es tilo J' a, la par
.con su vida interior. Los que están siempre en el futuro, pensando acer-
ca de lo que debe hacerse, planeando, elaborando caminos p.ara lograr
objetivos futuros, tienden a inclinarse hacia adelante al caminar, como
si su extremo superior adelantara al inferior. Una mujer que conocí te-
nía frecuentes embarazos ilegítimos ~' balanceaba su pelvis de modo
muy curioso, llevándola delante del resto del cuerpo.
Es muy interesante observar las manos de una persona cuando
habla. Pueden irse hacia adelante y elaborar hábilmente un tema. Pue-
den demostrar tensi6n o ser lanzadas hacia adelante, como atacando. Un
gesto simple como colocar la mano sobre la boca tiene varios posibles
significados. Puede significar, "Estoy pensando" o "Dudo sobre qué de-
cir", o "Seré cauto al hablar". La mano que juega sobre y alrededor de
la boca puede s610 formar parte del tocarse y sentirse de la persona, O
bien los dedos en la boca pueden ser un acto, de autonutrici6n. Sería
muy conveniente que un gesto determlnado signifieara siempre lo mis-
mo, pero los gestos difieren tanto como las personas. Un gesto que fre-
cuentemente es considerado defensivo es el cruzar los brazos sobre el
pecho. Puede significar una muralla, una protección, torpeza de manos
y brazos, que se resuelve entrelazándolos, o sencillamente el, conservar .
el calor del cuerpo. etc. El signifícado de un gesto es más claro en el
contexto total de la conducta de una persona: interpretar pordicciona-
rio un gesto determinado, buscando una supuesta correspondencia uní-
lateral, es algo ficticio e irreal .,.
Podemos captar con relativa facilidad el vigor o estado. de áD.im~
de una persona. Si una persona está disimulando -sintiéndose deprimi-
da, pero actuando aJegremente-. debiéramos ser capace.~ de descubrir
el sentimiento subyacente que se halla revestido de un barniz de vigor
e interés. En este caso, los movimientos pueden extinguirse decayendo
demasiado pronto, denotando la falta de vigor sostenido. O bien, lo.
movimientos pueden ser demasiado animados y exuberantes. aproxi-
mándose 8 lo descontrolado. UD hombre con tales movimientos me pi~
di6 dinero prestado en una ocasiÓD. Supe de inmediato que n~ )])6 lo
devolvería.
He examinado en sítuaeíones formales a muchas personas que.
deseaban impresionarme. Tras la fachada de la conversación trivial : no
se percataron que yo los observaba mientras echaban cenizas al ceni~ro.
'Por ejemplo, un hombre tenso y pensativo, colocando la colilla 1eÓta~·
mente, presionándola con cuidado. Otro era un hombre obsesivo y c6m-
pulsívo, que apagaba su cigarrillo, comprobando si estaba apagado. apa •
gándolo de nuevo, y limpiando luego las cenizas diseminadas. Los de-
talles de su acto lo traicionaban, No podía sentir entera satísíaccíón con
el resultado. He aquí un alooh6lico con ficha criminal: mientras se com-
portaba coro deferencia y cortesía. tiraba las colillas y la ceniza al sue-
lo. Su gesto revelaba su escasa consíderacíón con los d e m á s . '
Examinemos sólo el acto de fumar. Existe una diferencia conside-
,
¡- rable entre aquel que parece desesperado por llevarse el cigarriIló a
los labios y aquel que se vuela en su imaginación tras el humo. Algunos
inhalan el humo meditativamente. Otros se hallan impacientes e irrita-
bles en guerra con su cigarrillo. que es asido, fuertemente aspirado y
el humo lanzado fuera. Yo solía observar en esto a mi jefe. Sabía que: en
el momento mismo de la conversación en que lanzara una ansiosa ;mi-
rada hacia sus cigarrillos, siempre en el bolsillo izquierdo de Su abrigo,
era señal. que se sentía cansado y deseaba terminar con la conversa..
cíénpara atender a sus propias necesidades. Era un buen momento pa-
ra dar por terminada la conversacíén e irse. Los pensadores con quie-
nes me agrada compartir ideas rompen cuidadosamente y con parsimo-
,
I nia el ex~e~o de la ceniza y estudian su suavidad y forma. Entonces
I
sé que estoy presenciando sus pensamientos más elevados, desarrolla-
I,
dos con lentitud y cuidado, saboreando cada uno de sus matices. ·-:Po-
,i dría conj~turar que aquellos que establecen una intensa relación '~on' ',
1
su cigarrillo -aquellos que lo cogen )' aspiran apenas conscientes .del
acto- son los que hallan ,más difícil ·abandonarloJ ya que les. satisface
necesidades inconscientes. .
Mucho se desconoce acerca del cuerpo. Un ejemplo de ello son
los tabúes acerca de ciertas zonas. Todos sabemos d6nde podemos, to-
car a un amigo o a ~ extraño. En un hombre, podemos tocar la mayor
parte de su brazo (las axilas resultan algo' prohibídas ), hombros)cue~
110 y parte superior del tórax. En una mujer, las áreas permitidas' '.son
aún más restringidas. Las dos zonas alrededor de los senos sólo están
permitidas a los amantes, 'los médicos y los niñQs. El límite de estas
ver y escuchar al otro~ 45
;f~'
 ~ área's es claramente definible: un hombre puede tocar a -una mujer pro- eínacíoaes, tienen dificultades para bajar al suelo y utilizarlo conforta.
~ gresívamente hacía el seno, y tanto -el hombre como la mujer pueden blemente como medio de 'apoyo. Algunos de estos significados se de-
í . señalar cuándo es alcanzado el limite prohibido, dentro de un margen muestran en los tests proyeetivos. Por ejemplo, si se pide a una perso~
I
" ' ele un centímetro a ~n centímetro y medio. na que dibuje una figura humana en una página en blanco. el agrega-
1:
I" Cuando dibujamos las zonas de "no tocar" en el cuerpo. surge
do p<?co usual de una linea de suelo bajo los pies, demuestra que. el in-
dividuo se siente inseguro de sus conexiones y de su sustentación en
I un gracioso esquema. En el rostro, los ojos, el interior de la nariz, la
el mundo 2. Si pedimos .a un paranoico que realice bosquejos en un pa-
"boca y las orejas están prohibidas mientras su dueño no diga lo contra-
pel. sus dificultades para desligarse a si mismo de los demás pueden
rio. En la mujer, la zona de los senos y de los tejidos que llevan en esa
dar como resultado qué. establezca curiosos límites entre los diseños l.
': díreceíón están prohibidas. El área de los genitales, la regi6n anal y las
Hasta donde yo sé) sólo los fenomen61ogos europeos se han pre.
-nalgas son tabúes en ambos sexos. El extremo inferior de la pierna no
ocupado del oscuro problema de -los signíñcados del hombre en su es~
presenta tabúes, excepto quizás entre los pulgares de los pies. El muslo
pacío 4. .En su mayor parte, éste es un tema poro conocido. Uno de sus
; es tabú sólo en la medida en que uno se aproxime a la zona genital y
aspectos: más importantes es que un desorden en la relación que .se sos-
~ las nalgas. En otras palabras, todos los orificios del cuerpo, y todo lo
tiene con el mundo puede ser descubierto en el cuerpo, como lo ha de-
:'Ielacionudo con el sexo) son tabúes, Los pliegues de la piel,-.( entre los pul-
mostrado la sicoterapia bioenergética 6. Más aún: una modificación dí-
~~gares .de los pies, dedos, bajo los brazos) son levement~.: tabúes, Todo
recta en el modo como se utiliza el cuerpo, ¡tiende a modificar tam-
1.'esto se transmite fiehnente de geeeracíón en generación,'hablando po--
bién las actitudes y experiencias internas! Este mismo conocimiento tam-
~ co o nada acerca de ello. Las extensiones amplias y relativamente pla-
bién está implícito en disciplinas antiguas como "el Yoga y el T'aí Chi
':nas del cuerpo no son tabúes. Los tabúes comienzan alrededor de los
Ch'uan '. En el T"ai Cm se aprenden y practican largas series .de mo-
.orificios apenas insinuados entre 10$ pulgares de Ios pies y resultan bas-
vimientos gráciles similares a una danza que nos representan en un
tante definitivas alrededor de los orificios reales. Las áreas del cuerpo
combate' ficticio con el mundo. Se aprende un estilo armonioso de li<?ar' \.
. que tienen escasa apertura (por ejemplo. el pene del hombre). ptro
con el mundo. Nos inclinamos tanto a creer que dominamos el cuer- J'
.'que resultan fuertemente sensibles, tienen prohibiciones capitales. Es (,'0-
po y que éste actúa en base a nuestros deseos, que es toda una revela-·
~ mo si el cuerpo fuese un castillo donde cada una de sus puertas y ven-
cíón descubrir que el cuerpo también nos hace hacer lo que él desea, .
;~tanas fuese cuidada por una aduana. ,'
El don del Cuerpo posiblemente se relaciona con nuestro poten-
. Muy' poco se conoce acerca del lenguaje del euer.po en el espacio. cial dado. Los gestos y movimientos son indicaciones mucho más expre-
Por ejemplo, si se le dijera a todos los que están en la pieza que incli- sivas y sutiles de cómo utilizamos este potencial. En lugar de cense-
I nen la cabeza hacia la izquierda y que realicen una introspección para guir que nuestros gestos bagan nuestra voluntad, éstos en gran medida
1' descubrir los sentimientos y actitud representados por esta postura, ve- revelan hábitos menos conscientes.
l' riamos que la mayoría reportaría contenido similares. "Hacía la izquier-
da me siento tolerante, aprehendiendo pacientemente algo que no com..
~ 'prendí, Daré a la otra persona el beneficio de la duda". La cabeza in-
I clinada hacia la derecha tiene un significado semejante si bien opuesto. CJUZli~ de la
¡
I
"En realidad no le creo. Lo que dice me sorprende y me chequea. Me
.resulta dificil aceptarlo". Una gran 'cantidad de significados están uso-
'VO{'

"
I
ciados al modo de pararse y al modo como uno ocupa y utiliza el ~­ La cualidad de la -voz es uno de los medios menos. aprovechados. me- "
'pacío 1. Pararse derecho significa. que uno está alerta y do~ina el espa- nos comprendidos y más efectivos para oomprender a una persona. La
~~io ocupado. Cualquier otro tip~ de ínclínacíén, ~olgnzan~." etc., ímplí- caalídad de la voz se refiere a todos los aspectos del habla, exceptuan-
";ca que uno está utilizando el espacio, pero no dominándolo totalmente. ,40el contenido verbal Incluye el ritmo, la entonación, los aspectos en
"Los
l'
esquizofrénicos, encerrados en un mundo lleno de fantasías y alu- que se enfatiza y todos los matices sutiles que hacen que la voz de una

46 ver y escuchar al otr-o 47

 persona resulte única. Los que observan la cualidad vocal pueden uti-
lizarla como índice para chequear la probable validez de lo que se dijo.
No existe mucha literatura en este campo y resulta difícil describir la
cualidad vocal por escrito. Una grabaci6n _que enb"egarll ejemplos de
diferentes voces resultaría más efectiva.
Ya. que no todos sabemos que la voz refleja la personalidad de
su dueño, _existe relativamente poca manipulación consciente de ella.
Cran parle de esta manipulaci6n es exclusiva de los que adiestran fU
voz para presentaciones en público. El viejo estilo consistía en desarro-
llar UDa voz sobreacentuada, en la cual los aspectos triviales sonaran
como asuntos de vida o muerte. Algunos de los locutores más antiguos
presentan esta característica. Ciertos sacerdotes desarrollan una voz de
púlpito también sobreacentuada; dan lo. sensación de un mal actor que
despliega más sentimiento del que siente. Algunas personas desarrollan
esta misma tendencia, a escala más reducida. Usualmente, esto se acom-
paña con gestualídad exagerada)' movímíentos oculares excesivos. Una
simple deducción que se infiere es que la persona desea provocar una
impresión dramática. A esta voz. le falta la cualidad de excitación na-
tura! como, por ejemplo, la de un niño al jugar. El niño le siente excí-
tado y comprometido, y su voz lo revela.
Existe un amplio rango de voces que reflejan relaciones variadas
. e-ntre palabras y significado. Por ejemplo, una persona. que reflexiona
profundamente en lo que dice, tiende a - hablar lentamente, midiendo
sus palabras. Lo contrario seria el pensador volátil que corre entre ra-
I
f
j-
cimas de palabras, sin detenerse a pensar en lo que hace. La mayoría de
las personas mide cuidadosamente lo que dice en ciertas ooasiones. Los
que lo hacen todo ~l tiempo gozan con el proceso de buscar significa·
I
i cíones. Existen también aquellos que hablan como- si las palabras fue-
!
ran sabrosos y deliciosos manjares. Tienden a disfrutar con las palabras
en sí. Se impresionan con la poesía, el drama y la literatura, Los abo-
gados y -las personas que se les asemejan, frecuentemente disfrutan cla-
rificando la estructura lógica de las ideas. Disfrutan disecando y esta-
bleciendo líneas en las relaciones. En fuerte contraste se halla el mur-
mullo sordo y pasoso de la personn que tendría dificultades en' coma
prender lo que sIgnifica la racionalidad. El ritmo del habla de la perso-
na es otro índice de su ritmo global. Esto puede variar desde el hablar
pausado hasta el chorro de palabras, símílar al repiquetear de una me-
tralleta.
I '
Existe un aspecto claramente interpersonal del habla. La perso-
j
I
""'li
na que proyecta sus palabras) que las arroja como dardos, intenta real-
mente llegar a los demás, Contrastando con esto) se halla aquel sujeto.
más introvertido cuya voz suena encerrada, como si hablase desde, den-
tro de un barril Algunos introvertidos parecen realmente hablarse a si
mismos. Sus voces poseen un estilo plano, mono16gico, que-no-sale-de-
la-boca. Pueden estar deseando que alguien oiga casualmente su mené-
lego. No considero como enferma o esquízoíde a una persona cuya mi-
rada está en todas partes excepto sobre mí, cuya conducta y voz están
lejanos. Su voz 0010 comunica, "En este momento le envío un mensaje
Indirecto, mientras me mantengo a cierta d i s t a n c i a ' " . :
Existe mucho más en la cualidad vocal, que puede ser deseubíer..
to gradualmente. Creo notar en la voz lo, mismo que noto en el' resto
de cada persona. Cada detalle de la voz, el modo dramático cómo es
pronunciada cada palabra, parecen ser una imagen del total Dei :msmo
I
I modo, el gesto podría limitarse al movimiento de una mano YJ SIn em-
:-
I
bargo, revelar la tendencia principal de la personalidad. Así como po-
dríamos fotografiar con nuestro ojo mental un fragmento de un: gesto
y repasarlo una y otra vez, del mismo modo podemos, grabar" e~ tono
de una: .palabra o frase. Cuando la disecamos -y examinamos euidrdosa- ~ .
mente 'bajo el mticroscopio- fenomenolégíeo, la palabra o frase contiene \
un drama completo. Por ejemplo, una palabra determinada tiene .varías \
posibles variantes de energía o ritmo. Ea. mujeres que basan sus vidas
en el sentimiento) cada palabra puede tener giros emocionales claros
que tenninen en una oscilación cantarina. Una. sola palabra puede so-
nar muy musical, como si se cantase una alegre canción. En unaperso-
na deprimida, cada palabra tiene un matiz sombrío. Quizás seria. sufí-
ciente escuchar todas ~as implicancias contenidas en una sola palabra.
Ver y escuchar al sentimiento
Considerando que el sentimiento es la clave de la vida interior y~ de lo
que es significativo para una persona, es importante subrayar el rol que
desempeña en la observacién, Para profundizar una conversación o re-
lacíón, "concéntrese en hallar el sentimiento de la otra persona. Si 10 des-
cubre, un simple comentario sobre su presencia profundiza la relación,
Por ejemplo, mi esposa me preguntaba si iba a desear esto o aquello
para cenar. Su actitud sugería que ésta no era una pregunta rutinaria.'
ver y escuchar al otro 49
','
 'Necesitaba apoyarme y serme útil Una respuesta que ,~viera esto en
mente era importante para ella. Un ejemplo más impactante se presen-
tó cuando una joven formul~ ,una pregunta acerca del asma. Le pre-
gunté si eso la preocupaba. 'A medida que ella hablaba, noté muchos
pequeños bloqueos que se producían en medio de palabras .aparente-
mente inocentes. Con un pequeño esfuerzo, 10gr6 revelar lo que oculta-
ba. al hablar. Terminamos con una apertura emocional llena de lágri-
mas acerca del modo como ella se sentía bloqueada en muchos' aspectos,
El sentimiento se demuestra a través de muchos aspectos que es-
tán .relacionados entre si. El rostro muestra una característica emocio-
nal más .dramdtíca. La voz puede temblar como si el sentímíento se
rompiera al formarse las palabras. Los gestos pueden revítalízarse y los
ojos enrojecerse o humedecerse rápidamente. Varias veces he entrevis-
tado a una persona, mientras muchos otros miraban. Aun cuando mira-
~.
ban de cerca, s610 una fracción de los observadores lograba captar el
sentimiento. Este aparece rápidamente, y se muestra sólo por señas
muy tenues. Al inquirir por primera vez, el sujeto puede expresar que
no tiene conciencia 98 su presencia. El sujeto sintió algo, pero lo descartó.
fácilmente como intrascendente. A veces, esto ocurrirá. por segunda vez,
antes que la persona co~ience a sentir clara y conscientemente una'.
avalancha de sentimientos.
Una cantidad de cosas ocurre en este proceso de apariencia tan
simple. En primer lugar, siempre .,me reservo mi juicio hasta que el su-
jeto puede reconocer al sentimiento. Puedo pensar que.: está ahí, pero
no lo está. realmente hasta que se muestra y el sujeto 10 reconoce como
r'
l'
suyo. En segundo Iugar, los espectadores de tal proceso tienden a sen-
tirse incómodos y muy inseguros cuando los sentimientos resultan más
i timiento y de ayudar al sentimiento-significado a desplegarse. Sólo una
evidentes. Es como si existiera un acuerdo tácito en el sentido de no
[.,
suscitamos sentimientos unos a otros. Los observadores frecuentemente
captarán el sentimiento en un sujeto y 10 ayudarán entonces' II salir del
paso Cambiando el tema y entrando en algún debate intrascendente.
Cuando se libera un sentimiento fuerte en un sujeto, los observadores
realmente son tomados por sorpresa. ¿Qué' podemos hacer para contro-
lar este proceso o ayudar a la persona? Esta actitud refleja una com-
prensión errónea acerca de la naturaleza de lo que es un sentimiento
intenso. La persona que se pone a llorar se halla ante 10 que más le im-
porta. Si el significado no le es claro, yo me inclino a expresar algo co-
mo, "Por favor no intente retener las lágrimas. No me molesta que us-
ted llore. Veamos qué es lo que hay en esto que tiene tanta ímportan-
50
cia para usted", Las lágrímas son significados que salen buxbujeando
hacia la superficie. Permanecerán bajo ella, mientras el significado per-
manezca bloqueado en el individuo. Cuando son liberadas, no debemos
temer que inunden al mundo y se prolonguen por siempre. Constitu-
yen una valiosa oportunidad para descubrir 10 que es realmente im-
portante para el individuo. Uno no necesita siquiera pr~ocuparse acer-
ca de qué hacer con. este significado. Este es propiedad de la pe,rsona.
Hallando 10 que le resulta signuicativo, está en una posición muchísi-
mo más privilegiada para decidir qué hacer con él. Algunos obser-
vadores opinan que resulta cruel despertar tal sentimiento. Su propia
crueldad al dejar que la vida' siga sepultada, es mucho mayor. El su- .
jeto que ha experimentado un alivio de sentímíento-sígnífícado usual-
mente se siente mejor después de eso) y sus amigos lo comprenden me-
joro Por supuesto, esto no es algo que uno haría en -un cóctel. Si en esa
situación surgieran aspectos emocionales, sería preferible percatarse de
su existencia y disponer una reunión privada para enfrentarlos.
La angustia también resulta visible. Además de los otros índices
que señalan una emoción marcada, hay un cambio en la respíracíón,
cuya profundidad se torna más restringida. El golpeteo más acentuado
del corazón puede verse en el pecho. Una vez más, el individuo pue-
de tender a reprimir los perturbadores sentimientos de· angustia. Pu~~
do preguntar, ¿le angustiaste un poco? Pareces estar conteniendo lJ
respiración". Si la respuesta es afirmativa, me ínclíno a preguntarle por
el motivo de su ansiedad Puede ser necesario preguntar varias veces an-
tes q~e el sujeto se dé cuenta de su angustia.
En una sociedad ideal, todos serían capaces de percibir el sen-
sociedad emocionalmente desequilibrada dejaría esta tarea a exp~rtos'
asalariados. Todos debiéramos ser capaces de hacerlo. Cuando usted
formula a un mecánico de autos una serie de inquietantes preguntas
acerca de su vehículo, un genial mecánico Zen puede hacerle tomar
conciencia de sus temores, trasladando entonces el núcleo del proble-
mil, desde el, auto hacia su dueño. Habiéndolo desligado del auto, el
desorden resulta ser propio, resulta estar en nuestro interior) donde
existe mayor probabilidad de superarlo. Cuando observamos a una ca-
marera que emana alarma por todos los poros, podemos ayudarla si
decimos, "Parece increíblemente ocupada... ¿me puede hacer este fa-
..r, -vor?", También podemos captar lo que interesa a alguien que recién
conocemos: está presente en el tema alrededor del cual la persona de-
ver y eecuohar al otro 51.
muestra repentinamente una mayor animación y compromiso emocio-
nal. El ver, elícítar y seguir la hebra del sentimiento en otra persona
es la clave de la comprensión,
La medida en que uno se da cuenta de sí mismo
No resulta muy difícil estimar a grandes rasgos en qué medida un de-
terminado individuo se da cuenta de sí mismo. Una persona ;que está
consciente de sí misma capta y dirige los procesos que se dan en su in~
terior, Probablemente, este aspecto correa la .par con la capacidad de
percibir a los demás. Sin la conciencia de sí, el individuo dispone de
un cuadro de' sí mismo simplista. plano y, unidimensional. La "clave paa
ra apreciar el grado de conciencia está en lo que dice acerca de sí mis-
mo en comparación con lo que otro puede ver y oír. Por ejemplo, un
amigo siempre hacía rechinar sus 'dientes, al hablar de su hijo. Cuando
mencioné el rechinar de dientes, constaté que él no tenía conciencia de
ello. También negó la existencia de cualquier sentimiento agresivo ha-
cia su hijo. Incluso olvldó que su hijo asistía. a terapia lúdica con mo-
tivo de ciertos problemas conductuales. Demostró bajo nivel de con-
ciencia frente a este problema. En otra ocasión, vi a un psic6logo que
tenía un modo muy especial de hacer una pausa en la conversación;
mantenía su boca Abierta y movía lentamente la cabeza de un lado a'.
otro. El gesto parecía destacar con mucho dramatismo lo que para él
resultaba importante. Cuando se le señaló el gesto, respondió que sos-
tUIDa la teoría de que con su boca abierta tendría más aire, y su cabe-
z;~ le dolería menos. Bromeando, le pedí que imitara lo que yo había
visto. Lo hizo de modo deficiente, con su boca apenas abierta. En el
gesto original, apenas respiraba, en abierta contradicción con la teoría
que sustentaba. Conocía parcialmente su propia conducta, y no la ex-
plicaba totalmente por medio de la teoría que tenía de sí. Por, otra par-
te. la persona cuya conciencia de si es considerable, puede' describir-
se a sí mismo tal como los otros lo ven, incluyendo los matices de sus
gestos y conducta. De hecho, si se le menciona un gesto suyo' determi-
nado, puede describir gran parte del sentimiento que lo subyace.
El darse cuenta de sí es lo que se denomina ..insigbt". Las perso-
nas con poca íntrovísión son reprimidas y poco perspicaces. Es más dificil
el trato con ellas. Aun cuando el observador puede ser capaz de ver y
52
oír gran· parte de la naturaleza de sus, vidas, también tiene que ten~r
en mente la Iimitaci6n del darse cuenta de sí mismo. El trato con per-
sonas con mayor grado de insigbt resulta más fácil én un nivel profun-
do. Sus impresiones de cada instante poseen mayor riqueza. No se es-
conden deIensivamente. Están disponibles a sí mismos y a los demás.
Las implicancias diagn6sticas de un insight limitado no están en
absoluto claras. He conocido sicóticos que se hallaban casi hasta el cu,~- '
110 en insight. Pero sus insights eran muy desorganizados y no resulta-
han útiles p~ara nadie más. Otros sícótícos parecen tener una vísíón má,s
. limitada e inadecuada de sí mismos, como si se conocieran a través d'e'
algún Jibro}Algunas personas son capaces de percibirse a si mismas con
claridad. pero prefieren no hacerlo. Los retardados mentales también pa-
. recen variar, desde la nula conciencia de sí mismos hasta una sensíbílí-
'dad muy marcada. Sin embargo, como los niños, puede resultarles difí-
cil retratarse a sí mismos en palabras. Cualquiera que haya jugado con
niños como parte de un estudio diagn6stico de su mundo, sabrá que tie-
nen gran capacidad para vivir y expresar su situaci6n conductualm ente;
peto, -tal, como los retardados, les puede resultar· difícil presentar vera
baImente un cuadro completo de sí mismos. ,
Aquellos que poseen escasa conciencia de sí mismos tienden a
'1
pensar que la auto-conciencia es algo que debe evitarse como a una
plaga. En general, la conciencia de sí profundiza tanto los aspectos ne-
gativos como los _positivos de la propia éxperiencia.. Con ella, expe9-'
mentamos ináhY más intensamente. Provee las claves para. solucionar
)
los problemas cotidianos y nos permite profundizar el problema ínme-
diato con .el que nos enfrentamos. Las personas que se dan cuenta de
sí mismos se ven El sí mismas tal como las ven los demás. Si les pregun~,
tamos. pueden comentar la 'cualidad de su voz o gestos de un modo.
que nos permite comprenderlos mejor. Están conscientes de los matices ', .
de SlLC) sentimientos. Tienen un. sistema de valores, objetivos, esperanzas,
temores, que pueden mostrarnos. Esto no es en absoluto cuestión de ~­
teligencia. Algunas personas de inteligencia brillante demuestran es~-
sa conciencia de sí mismas; otras, relativamente ignorantes y. sencillas
pueden m6strar asombroso insight. No podemos hacer otra cosa que
respetar a un individuo, de cualquier edad, que se conozca bien a ;sf
mismo. Su desarrollo llega a niveles mucho más elevados que aquellos
que se limitan a un estrecho cuadro de sí mismos.
, I
ver y e8cuchar al otro 53
El aspecto interpersonal de la observación
La observación cuidadosa de otros no debiera ser un proceso unílate-
ral, Generalmente; una persona que se siente comprendida se vuelve
mis animada y más abierta a relacionarse con el observador. Con fre-
cuencia hay una reacción de sorpresa cuando el sujeto descubre 'que se
le está aprehendiendo a un nivel más profundo que el usual. A veces
ocurrirá que una persona defensiva eche pie atrás en la relación. Para
él" el juego debería ser superficial, y cualquier otro tipo de .estílo resul-
ta' amenazante. El observador puede ocasionalmente manejar esta si-
tu:~ci6n con humor, ya que esto permite la comunicación a dos niveles
simultáneamente. Por ejemplo, los comentarios relacionados' al estado
de' ánimo sombrío de una mujer hicieron que ella se pusiera tensa y
echara pie atrás. El interlocutor podía responder entonces con, "aho-
ra Q'.!2. todos se sienten contentos, podemos seguir planífícando la ex-
cursión mañana". Una mirada comprensiva resuelve el asunto. Recono-
ce que su ánimo está decaído y que no debe hablarse de ello.
A veces ocurre que una persona que se siente especialmente bien
comprendida comienza a sentir que ella no ha tenido una actitud si-
milar. Así entonces, con el fin de no absorber toda la atención, dará un
giro a la conversacíón, planteando preguntas acerca de la vida del ob-
servador, Del mismo modo como el observador deseaba hallar abierto
al otro, a su vez debe estar abierto él. Si una persona me ha confiado
aspectos íntimos de su vida, debo estar dispuesto a compartir algo mío,
ígualmente íntimo, si la otra persona manifiesta interés en ello. En
aquellos aspectos en que la otra persona halla difícultades para abrirse,
p~demos señalarle nosotros el camino, si nos abrimos primero.
He tenido muchas oportunidades para. observar a estafadores pro-
fesionales y a mentirosos. A esta altura. ya deberla ser capaz de formu-
lar brillantes observaciones acerca deellcs, pero. no lo soy.. Una clave
importante que be descubierto es el modo cómo responden: a nuestra
relación. Si sospecho que estoy tratando con un engaüado~i: (criminal,
estafador}, modifico deliberadamente mi estado de ánimo manifiesto .
e 'incluso el tema y observo cuán bien me sigue la otra persona. Si pue-
de captar y reaccionar casi instantáneamente a mi estado de ánimo, sin
importar con cuánta sutileza éste se muestre, significa.. que está excesi-
vamente pendiente del efecto que él me produce. Si puedo caro biar los
temas de conversación y lo hallo igualmente fascinado con cualquier
COS~ que yo diga, está reahnente decidido a manipularme. La persona
normal no. responde tan rápido a los cambios de humor. Los cambios
de tema lo desconciertan, El engañador hace un bosquejo mental de
nosotros y. como un espejo rosado, nos devuelve una linda imagen nues-
tra. Está tenso y alerta, chequeando constantemente su desempeño. La
persona común tiene sus propios sentimientos, intereses y perspectivas.
Tiende a guardar una sola línea; no le importa en un grado tan exage-
rado lo que el otro piense. Demuestra alguna ansiedad, algún estado
de ánimo" algunas preocupaciones centrales. No siempre dice ]0 que
deseamos oír. Es una persona que se pertenece a sí misma, no está pro-
gramada para impresionar a otro.
Los contactos más agradables son aquellos que adquieren cierta ,
profundidad. Uno se siente más humano en ellos, y siente que el otro /
es una persona de verdad
Integrando las observaciones
\
Aun cuando hemos presentado las observacíones en forma fragmenta-
da, de hecho las realizamos simultáneamente, basándonos en una can-
tidad de aspectos de la persona. Un ejemplo servirá para clarificar el
\ ..
/
proceso.
En una oportunidad me encontré con un extraño en una recep-
ci6n de matrimonio. Al iniciar una conversación liviana acerca de los
novios, observé una serie de detalles. Vestía traje y corbata como todos
los otros hombres, pero sus pantalones estaban un poco arrugados y su'
corbata estaba mal anudada, Daba la impresión de no sentirse cómodo
con esta ropa. Le habría gustado vestirse más libremente. Su cabello era
ligeramente canoso, debía tener unos 45 años. Su cara redonda y pe-
sada tenía la tez tostada, así como la de sus orejas y manos. Era eviden-
te que hacía algo a la intemperie. Había una pesada solemnidad en
sus maneras. A medida que hablaba, tuve la impresión de que junta-'
ba los labios con. facilidad. Habría preferido no parlotear. Sus pala-
bras y frases declinaban al terminar. Medía alrededor de un metro ochen-
ta de estatura, y era de contextura robusta. Tuve la impresión, cada
vez _con mayor claridad, de que era un hombre sencillo, amante de la
naturaleza, atrapado en una situación que no era de su agrado. Le pre-
gunté a qué se dedicaba. Trabajaba dirigiendo programa.~ anti-droga pa-
ver y escuchar al otro 55
 ""A~'AAA" ~ : ."""""V._Y.~"" ~._._~_, ~,._.,........,....".~~.....,~,v,,,, ,..••_~ ........~ ••~~'_.
,Y" __ """.~y".~,~yy._' ""'v.·.•,...,..>'_'" _ ••••• _V-." ............... ~::':". __ .,............,~~_ •• ....,." ...... """.,..~",,,--

r ra la com_m;; .lad, Dijo esto en un rápido monólogo, con escasa a~ima~

I
! cl6n o in{~"'¡ón en Sil voz. Supuse que su trabajo DO le gustaba-real-
mente. E~.J.J.inces oí un ligero suspiro a medida que enlodaba rápida-
mente su 1~bajo. Su vocabulario revelaba educación e intelígencía, pe-
ro sus mOcS3es eran torpes y revelaban incomodidad. Yo buscaba la ex-
plicación eL:: su desagrado. Nuevamente,. notando su tostado, dije, "El
color de su ;,iel sugiere que usted debe hacer algo al aire libre". Pare-
4
ció lígerame- '~e sorprendido, sonrió, retrocedió, abriendo los brazos. Su-
pe que me ~4bía acercado a lo que era más significativo para él. Dijo El Autoanálisis la Existencia se Beneficia
que .le agrar.::~a navegar cuando tenía la ocasión de hacerlo. Me es-
cudriñ6 y su ~spiraci6n era contenida, como si observara mi reaccl6n. de Sí Misma *
Formulé 5610 ,~·os preguntas acerca de la navegaci6n en yate, y con esto
pareci6 totalmente animado y a sus anchas. Aun cuando era un cien-
tífico social brillante y conocido, se sentía prisionero de su trabajo. Po-
seía un bote pequeño, pero esperaba construir uno más grande en unos Un objeto puede presentársela 8 un hombre cIentos de veces.
pero si persiste en no verlo, no podemos decIr que tal objeto
pocos años y navegar alrededor del mundo. El mundo de las fiestas, del haya entrado en su experiencia. Todos vemos moscas, palmas.
traje y corbata, de causar cierta impresión y dar una imagen ya no le y escarabajos por miles: pero. ¿a quién. excepto a un entorné-
interesaba. Era un hombre rústico y brillante que deseaba construir un logo, le dicen 81go diferente?
bote e internarse en el océano. Finalmente sentí que había contactado
,
\
"

con él y que lo comprendía. A ambos nos resultó difícil reunimos con

los otros invitados para charlar con ellos. Yo también me sentía más sen- \
cillamente humano. El ~ensam18nto no e~ otra cosa que la vlslén InterIor. )
La meditación de mi corazón 8eri la comprensión.
Salmo 49:3

v.

Ha de ser terrible' ser el centro alerta, consciente y sabio de una persona '.V
Y contemplar cómo ésta es atrapada por las garras de las circunstancias.
Dedicamos la mayor parte de nuestra vida a responder a las circunstan-
cias ordinarias y limitadas que nos rodean. Ya sea que estemos en pri-
sión, aprísíonedos por un trabajo o respondiendo limitadamente a nues-
tro ambiente: todo es 10 mismo. Es posible trascender todo esto y obtener .

• Modificado de un capítulo de "Experiences in Beíng", editado por Bemi~'

Manhall Copyright © 1971 por Wadswortb Publlshing Co., Ine., Belmont, <Alif.
94002. Reprodueido con el permiso del editor, Brook./Cole PubHshing Co.

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. ',.~
 beneficio de ello. Es tan fácil y tan valioso que el arte de hacerlo casi
se ha perdido. El autoanálísís es una mirada a nuestra vida y circunstan-
~
cias como si fuesen una pintura que pudiese ser.examinada, sentida, apre-
íj " eowboys en Main Street La relatividad de nuestros "mundos» es un I:JlO-
ciada. En el auto análisis, el ojo interior o tercer .ojo se abre y observa-
mos nuestra viaa pa!a aprender, sopesar) decidir. .
Mediante la práctica del autoanálísís elevamos un templo por
s~bre lo cotidiano: la calle, las tiendas) la gente, el mundo. Podemos
decidir cuán perfeccionado y protegido será nuestro templo por el modo
como cultivemos esta costumbre: si estará pr6ximo a las calles) a una
distancia variable del mundo) o si será tan grandioso que podamos ob-
servar desde ahí todos los mundos.
El autoanálísís es un arte perdido, apenas considerado en la lite-
\ ratura sicológica. Es, en primer lugar, diversión. Al practicarlo, nos ase-
,. mejamos mucho a un animal que se apresta a a,comodarse .en un lecho
\ abrigado. El animal gira sobre si mismo, olfatea y examina pausada-
mente las cualidades del lecho elegido. El autoanálisis examina la cama
en que estamos: nuestro sitial, nuestras circunstancias. Como el animal,
debiéramos acomodarnos sin prisa. placenteramente, en el lecho: el tem-
plo, el modo de vida elegido. ,:.
Años atrás, después de un día dificil, fui a caminar en el atarde-
cer. Las calles estaban vacías, la oscuridad y las sombras suavizaban
todos los contornos, incluso el chirriar de un grillo parecía amistoso. Po-
día escuchar tranquilamente mis pisadas y sentir la suave brisa nocturna.
Pensé para mí mismo, qué contraste entre las tensiones del día y la paz
del atardecer. Repentinamente descubrí que podía volver aquí líbremen-
te, cuando quisiera. Sin importar cuán mal estuvieran yendo las cosas,
podía venir a caminar y apreciar las sutiles formas del atardecer. Era
I/, libre de regresar a este templo. desde el cual podía observar las tensiones
l.l del mundo o disfrutar del respiro de un mundo nuevo y más agradable.
! En otras ocasiones me he dedicado a observar maquinaria herrumbrosa
I
t:
durante una hora. yéndome con una sensaci6n de herrumbre, hierro y
¡.
partes Intrincadas listas para engranarse -entre sí y trabajar unas con
otras. Me senté en un mouumento de granito, como u~ hombre en una
f
¡
¡, ciudad extraña, observando pasar a la gente, en una contemplación ma-
.[
ravillada de la infinita variedad de las diferencias humanas. Cuando
regn:saba a la tensión cotidiana, el templo del autoanálisís parecía eté-
reo, casi una estúpida pérdida de tiempo.. Sumergido en la red de las
circunstancias el autcanálísís parece quizás un escape placentero) pero
sin utilidad reat·· para llevar a cabo las cosas. Pero inmerso en el autcaná-
58
lisis) la red de las círcunstancias parece innecesariamente apremiante, lí-
mitante y enceguecedora, Desde el santuario del autoanálísis las preocu-
paciones del mundo parecen un drama sobre-actuado, otro tiroteo de
blema que surgirá una y otra vez.
Calificándolo como "introspección", la sicología. científica ha des-
cartado al autoanálísís por largo tiempo) atribuyéndole confiabilidad de-
masiado escasa como para merecer investigación alguna. Cuando se le
denomina "contemplación" o "meditación", juega un rol clave en la ma-
yoría de las religiones. La meditaci6n fue desarrollada en las religiones
orientales. transformándose en un arte complejo destinado a obtener,
estados de conscíencía extraordinarios, como en el yoga y Zen. En su
forma más racional) légíca .e intelectual, ha evolucionado como filosofía.
En realidad, toda: la elaboraci6n y refinamiento del autoanálísís lo ha.
cen parecer remoto y fuera del alcance de las personas comentes. Aquí
se le describe bajo su forma más simple, básica y práctica Lo que se
describe' es ya conocido y utilizado por todos. Al hablar de ello, sin em-
bargo, .doy vida y altura a lo que de otro modo parecería complejo, re.
moto y destinado sólo a una élite intelectual. Sospecho que la mente es "
como la superficie de un charco. Si se la deja quieta, refleja COn Facíli- "
dad su medio circundante. ¿Cómo se hace? \
El ingredlente principal es tranquilidad y quietud.. El segundo es )
vivenciar lo que es. lo que se presenta. Y el tercer ingrediente es repasar
y ponderar lo anterior.
Como la mayor parte de las personas, tengo escasos momentos de
tranquilidad; be practicado el autoanálísís en cama, en la noche, míen-
. tras tomo una ducha' y aun mientras conduzco en la carretera. Al guiar,
fijo mi vista en el camino y entonces me desplazo internamente a la
marcha del sosiego tranquílo, En un viaje especialmente prolongado y
aburrido, me sentía solo y deprimido. Permití que mi malestar derivara
en una fantasía. Observé la presencia de una mujer delgada, de negro.
que conducía a mi lado. Al profundizar la historia, imaginé que ella se
encontraba enferma y demacracla por haber sido forzada a hacer cosas
en contra de su voluntad. Entablé una relación COn ella y la reconforté..
Gradualmente, su estado de ánimo mejoró y pareció menos lúgubre. Sa-
liéndome de nuestra relación fantasiosa, me di cuenta que ella era mi yo
~~térior -tan real como mi yo interno-. No me gustaba este largo viaje
i,..'la tarea que me esperaba al terminarlo. Así, entonces. mi triste cam-
panera vestía de negro y se hallaba enferma de tener que hacer tanto
el autoanállsls S9
 ..;.
.~"'.ontra su voh:~ta~: 'Esta fue. .a primera ocasión en que hallé que ~l auto-
'::"análisis resulta.~'\ j~~osible aL::~onducir. ¡Pero no resulta tan bien con rnu-
cho tráfícol Es~ i:'\mbién ":..iemplifica los sencillos ingredientes: sosiego.
. experimentar lrr qt:~~ se pr.senta y entonces: repasar y pensar sobre lo
acontecido. c,:· .
Podemos 1:~1l:;:- qUf' el autoanálisis resulta más fácil en la mañana
o atardecer. cuando la t ..xnquilídad resulta más factible. Generalmente
existe un lIamad('tJn.Gr~, una preocupación. un problema, una interro-
gante o sencil1~~e lf'-'!a vaga sensación qu~ nos hace una seña. Es
como si uno sintiera- un..Ilamado interno a mirar, a sentir, a evaluar. Si
esto se realiza sin ;;'is~;::-casi sin planificaclón O compulsión, en respuesta
a un sentimiento in~~rr,~:, los resultados que, obtenemos son los de mayor
riqueza, Es lo opuesto-a hacer un trabajo porque debe hacerse. Debiera
ser como el juego, C;,¡;.,.:.10 un artesano infantil que lentamente examinara
sus materiales por ver; primera. Los materiales de la vida: adulta son to-
dos los posibles aspec~'~)s de interés 'que estén a mano para-ser explorados.
El problema ~.~ ~rítico es: ¿sobre qué reflexionar? Podríamos
echar mano ansiosamegte '-:). le. que sintamos que debiera ser examinado.
El autoanálisís más F.';:Dd~lCl~O trabaja sobre cualquier cosa que esté
predorninarE)o en la p~l).~a·-~ente. Esto necesita una explicación. Una
noche, ve~ yo salienda de una disputa con un superior en el trabajo.
Era difícilyensar en cu~~er otra cosa. Me sentía examinando el asun-
to por tog;~j los ángulos.._~.to era 10 predominante. En muchas ocasiones,
paso revj~: a a mili Opillí!.)~Ali y decido cuáles son mis valores. A veces
tengo un~:s\leño o la vag~ sensación de estar atravesando por algo. La
sensación puede ser símp.omente, "¿qué diablos siento ahora?". El inte-
rés más -nportante es el.•no la parte superior del mont6n -aquello e-n
» Cuando las personas descubren que sus mentes pueden hilar fa.n~
10 que rr ~ puedo concentcar y con lo que puedo pennanecer por un mo-
me-nto-: nt.,:1) ¿lama a trp~:-ajar en ello. Generalmente, después de quince
minutes de: 12~flexionar y escribir; el problema se resuelve y llego a una
comprr-isién :.~ás profunda, Como vemos, la preocupación predominante
puede.:-~r ~'~ cualquier' naturaleza, desde una vaga sensación hasta una
inteI1'~~~te~ profunda'~y filosófica. tal como. "¿existe un' Dios?". Ni si·
quie~ e.~ ~esa.rio q~.~~ tenga sentido. Puedo imaginar una persona que,
sinti:,.:¡,ido~·~~ en ánímo-ríe escribir cosas sin sentido.' se sienta, las escribe
seri~.;('}ent;~ y considere el significado que, esto tiene para: él. No debiera
lirn;.arse ll~:eviamente .el tema que será objeto del análisis. Cualquier cosa
sir:_.~ mienC as refleje la textura de la. propia existencia. En mi autoanálí-.. ,
.
s~i no hay, absolutsrnente nada qne yo ~lO deba considerar: aflíccíoaes .'
,(
y dolores. sexo. muerte, Dios. mis faltas, mí grandeza, los fantasmas, lo
irreal. Lo que sigue es un ejemplo de cuando me sumerjo en la naturaleza
del pensamiento mismo:
I~
"Veamos, ¿c6mo se forman los pensamientos? Los oigo hablar, una p.~abra a
la vez, teníende la sensaeíén general de la frase, antes de completarla. Rápidamente.
Ahí. Eso es. Surgiendo de un mar de presentuuientcs, L:Ls palabras, y la il'lformaci6n
que conducen. son como un foco de luz que capta detalles mientras juega sobre UD
fondo amorfo y oscuro. No es como si yo dirigiera este foco. Más hiel\•. estoy con
18' palabras. Soy el fragmento fugaz de claridad. Experimento la cambiante clari-
dad, sin ver la luz. síno ]~I.$ imágenes que entrega. No me atrevo a pensar acerca
de CÓmo ocurre todo. Podria cerrarse la compuerta y caería en el mar de presenti-
mientos: Siento el mar, pero no estoy acostumbrado a cuestionarlo. ti él o a la luz.
Alú estoy. vivo y tremendamente dependíente en la. efímera claridad de f:af;iXletltos
y pedazos, ¿Soy yo quien construye el pensamiento? Quizás solamente cuando lo
cuestiono. como al revolver el mar con mi mano, paro observar )'U respuest i, ~
Existe una implicancia más profunda en este tipo de autoaaálísís.
debiera combinar los poderes superiores' e inferiores de la mente. Cuando
utilizaba la annlogía de un templo elevado por sobre las calles, hablaba
del aspecto más elevado de la. mente. En este nivel. la mente se permite
.reflejarse a sí mísma de. modo de verse y juzgarse a sí misma, Esta es .:
otra dimensión de la existencia, en la· cual la persona puede considerar \)
y aun rec~nsiderar su propia ~xiste~cia, i.uzgar!a y alterar sus elecciones.
En este nivel, la mente o la propta exísteneia toma consciencia de sí
misma y se acepta a sí misma. Unavida sin autoanálisis es como el ciego .
golpeteo de las olas en la playa. Pero las olas que consideran su existen-
cia pueden' comprender al mar y a la tierra. Sin autoanálisis, sólo exís-
timos. Con él, la existencia se despierta, observa, estudia aprende.y
tasias. imágenes' o ideas interminablemente, pueden impresionarse coa.
este solo proceso. Pero, por sí solo, este proceso resulta poro significativo.
Los enfermos mentales sentados en el pabellón al interior de un- hospital
pueden hilar más que yo en mis mayores esfuerzos. El verdadero benefi-
cio del autoanáIisis lo obtenemos cuando la mente refleja de vuelta sus
propios contenidos, cuestiona, pregunta, examina y, sí, juzga' su propio
trabajo. Es aquí donde los enfermos mentales fracasan. No pueden de-
tener elrhílado mental y utilizarlo de algún modo. Yo pude haber fan-
taseado '~~na relación con una dama: melancólica durante horas en mi au-
tom6viL Con toda seguridad, estaba viviendo un sentimiento interno,
pero éste habría existido, ya sea que )0 notara o no. La fantasía me 'en-
treg6 su mayor beneficio cuando me di cuenta que ella representaba ml
el autoanéllsls 61
¡
f dísposícíón interna y la acepté como real. Entonces podía considerar
l' qué: debía hacer para que "ella" fuese menos fúnebre. De hecho) su apa~
] riencia y salud mejoraron cuando reconocí que ella era yo y traté dé
confortarla. El auecanálísís, reflexionando sobre' sí misIño) intenta obte-
ner de sí mismo toda la ~ utílídad 'po~ible. Podemos fucluso 'reflexionar
acerca del proceso de utilizar) jU2gar, evaluar y juzgar al iui~o. Todo
es juego limpio. ::;
'" El grado de riqueza del autoanálisis tiene dos elementos:
(1) El grado en que está involucrada nuestra exístencía en el
mat~riaI con que se trabaja;
(2) El grado de utilidad que obtenemos del proceso. El enEermo
mental, está notablemente bien en cuanto al punto (1)', pero también
notablemente mal en el (2). Los que trabajan con material íntrascen-
dente (coa poca vida implícita) obtienen una filosofía más bien, embo-
tada, e inútil, pero se entretienen con ello. . mi mente se sumergían de nuevo y se perdían en pocos minutos. Tomé
. El grado de vida que tiene el material con que se trabaja se rela-
ciona estrechamente COD el grado en que están involucrados en él los
así llamados aspectos inferiores de la mente. En un buen autoanálísís,
los aspectos más elevados de la mente consideran a los aspectos inferio-
res, que son su propio fundamento. Al hablar de aspectos inferiores, me
refiero a un conglomerado de fenómenos vagos y subjetivos: sentimien-
tos, ansiedad, sueños, fantasfas, nociones extrañas. Estos son más primi-
tivos en el sentido de que surgen extrañamente del fondo a medio formar
y pueden no tener sentido alguno p~a la consciencia. La función más
elevada del autoanálísís también debiera considerar, comenzar con, explo-
rar y eventualmente juzgar los aspectos inferiores de la mente. Este
tipo de autoanálisis es D1UY. diferente de los trabajas publicados en fí-
losofía, en los que una mente brillante permanece en el nivel ~,del pen-
samiento y del raciocinio. El siguiente es un ejemplo de a~~oanálisis
que 'se iiúcia en este nivel primitivo: ' ~:
En medio de la lectura, una imagen 'me viene a la mente. A.un cuando' es-
taba leyendo acerca de terremoecs maríncs, la Imagen no esteba en absolurc rela-
cíonada oIl esto. VI una escena en UD drama medieval: la terraza de una mansíén,
UD cortesano francés; daba la impresión de un pequeño pueblito francés. Otra CSoo-
na recurrente me vino a la mente. Vi un patio cercano a una fábrica al comienzo
de 'la Bevolucíén Industrial. Todo estaba quieto y silencioso. Estaba vado, !bolea-'
do; ~dia. paz y quietud, El tema en ~bas escenas era la hol~llD.Za, el placer,
I "J;I;l~g9;:~ismp. No es necesario, que esté bien escrito, -Nl siquiera es nece-
que ero aquello en 10 qUI: estaba tamerso, ~n este momento. Estaba en c:1 mar; en .
nll litera, sintiéndome tibio bajo una s&bana de lana. Nada que -haeer, Saborear.
disfrutar. Ya que elegí disfrutar la hol¡azaneria y el placer, visualizaba escenas de
la ~ natun&1eza. Burhujealbau hAcÚI. la MUpezfi.cM, reflejando XDJ. estado ÍDtclrDO.
62
El estado tu si era relativamente poco frecuente en mi; así entonces, quizás La!
~-ena.s retrocedían en el tiempo, saliéndose de mi $ituaci6n habitual.
Si usted desea convertirse en un gran contemplativo) s6lo debe
agregar dos ingredientes ~ •
(1) Practíquelo regularmente.
, (2.) Escriba su' experiencia al concluirla.
Hacerlo regularmente significa, sencillamente, que lo hará en
más ocasiones. Escribirlo le otorga vida y sustancialidad a su experiencia.
O bien, puede ser un contemplativo ocasional y no escribir acerca de
estas reflexiones) permitiendo que las interrogantes que surjan poste-
riormente en su mente. se esfumen como el humo..
Transcurrieron muchos' años antes de que tuviera la idea de es:
críhír estos fragmentos de autoanálísís, Cuando pensé en ello, descubrí
que la mayor parte de las mejores ideas que afloran a la superficie de
una buena libreta de apuntes y comencé a anotar mis ideas. Fue como
si todo un proceso que era' eventual y sin demasiada importancia, la ad-
quiriese repentinamente. Lo que era un proceso pasajero, rápidamente
perdido. se convirtió en permanente, La verdadera realidad de los sen- ,I
tímientos vagos' y las verdades sentidas a medias que se acercaban a lO)
consciente se fortalecieron y afínnaron, Mi diario era el lugar de encuen-
tro conmigo mismo, donde yo me tomaba en serio. La idea de un diario .-
escrito venia de Gabriel Marcel '. '
Podía ver que este gran filósofo francés intentaba) simple y per-
sístentemente, comprender una idea a la vez, buscando en sí mismo cuí-
dadosamente. Por ejemplo, escribió un libro acerca del misterio de ser
una persona, estudiando su propia individualidad. Debió observar su
propia vida, con el fin de revelar gradualmente todos los aspectos des-':
conocidos de esta experiencia. Existen zonas completas de la experiencia
humana que nunca han sido exploradas. El sentimiento) especialmente,
adquiere matices de realidad cuando se le registra por escrito. Quizás
lo del diario surge después, cuando nos damos cuenta que nuestras deli-
beraciones representan algo valioso para nuestro yo.
Que quede muy claro que' el diario no debiera ser escrito para
ninguna otra 'persona. Eso lo limitaría. Mi diario 'es un encuentro con-
sário -: que tenga sentido para los demás. Es una plataforma libre) pla-
taIoma en la cual puedo luchar conmigo mismo y considerarme a mí
o a mis sentimientos frente al mundo) o analizar al sentimiento en sí,
el autoanállsla 63
poner la mente en blanco o examinar las uñas de los pulgares de mis
pies. si decido hacerlo. No es para otros. Si Ocurre -tal como Ocurre COn
el diario de Gabriel Marcel- que resulta útil para otros, está bien. Si nO
J
~nhm~a '
Sin considerar sus otras ventajas) pienso que el estilo de un diario
elimina todas las restricciones planteadas sobre la escritura. "[a mah mah
a ka bla bla", Puedo decir 10 que se me ocurra. Hallo, en parte, que esta
autoexpresíón totalmente libre ayuda a escríbír, Creo que estaexpresi6n
libre. que devela la mente y libera la lengua y la pluma, puede ayudar-
nos a convertirnos en escritores creatívos.. Sin embargo, aun cuando éste
puede ser. un resultado, no e~ el, objetivo principaL
Mi verdadero objetivo es comprenderlo todo. Aun cuando soy pe-
queño y no demasiado sabio. por unos pocos, centavos puedo coger pa~
pel y lápiz e intentarlo (aunque nadie crea que, pueda lograrlo). Al fi·
nal, sólo yo juzgaré su utilidad. Esta es una empresa de gran importancia
y magnitud. Sin embargo" requiere solamente lápiz, papel y quizás diez
a quince minutos cada vez que se practique -quizás todos los día5-.
Considerando que usted regirá esta empresa, hágalo como quiera. S610
puedo hacer sugerencias a partir de mi propia experiencia. He obtenido
mis mejores resultados escribiendo un poco todos los días. Puedo estar
aburrido o cansado, y entonces me siento a estudiar el interior del aburrí-
miento o el cansancio mismos. El' encuentro conmigo mismo es cálído,
agradable. a veces uo poco aternorízante. Me clarifica d6ndeestoy y a
dónde voy. El autoanálísis debiera poseer un matiz heroico, como el de
un gigante que pone a prueba su propia fortaleza. Debiera ayenturarse
en áreas del pensamiento y sentimiento rara vez visitadas por otros, De-
biera lidiar con la base misma de la existencia. Es una empresa secreta-
mente grandíosa. Es posible que en el autoanálísís meditemos acerca de
algunos aspectos claves. aun cuando esta empresa es tan 'libre que cual-
quier tema puede ser abordado. Un terna clave es el estudio de sentí-
mientes, ansiedades. sueños, fantasías o cualquier experiencia subjetiva.
Es también importante examinar estos aspectos y aclarar qué muestran
de nosotros o cómo encajan con nuestras vidas. No basta con sólo produ-
eje sentimientos o imágenes. Al desenredar. el carácter autorreflexívo
surge cuando nos preguntamos por qué aparece esto ahora, qué implica
esto para mi. Sin este desenredar y clarificar, lo subjetivo se transforma
en una jungla de posibilidades en la que pronto nos perdemos. Podemos
desear cuestionar los mismos fundamentos y naturaleza del pensamiento
o la experiencia. A veces nos hallamos examinando nuestros valores. lo
que más nos importa,' o d6nde tomamos una posición. Cuando surgen ,
problemas con otros, .es oportuno que examine sus propias reacciones",
que intente Iormular su posición Y determinar un apropiado curso ¡~ ae
accién, Pueda-desear examinar problemas cen~ra1e~ como la guerra, la~_
polítíce, la re'ljgión. En estos aspectos, es bueno que intente aclarar sus~.
propios sentimientos-valores. para establecer su posici6n. El letrado o,~
filósofo puede estudiar un interés específico, como el arte o el lenguaje,:'
considerando el tema a través, de su propia experiencia.
Clarificaré lo dicho a través de ejemplos. Para empezar intenté
describir cómo sentía mi cara. IneSperadamente, esto me llevó a descu- ~
brir un rasgo personal importante. Concluiré esta anotación con mi eva-z
luacíón personal de este rasgo. .
Mi cara, una máscara de preocupaci6n. como si intentara seriamente tAla-,
drar y penetrar las cosas. Podría actuar sinpreocupanne de nada, pero no lo hago;)•..
Mi estilo habitual es una preocupacíón aburrida y punzante en cuanto a. hacer lo
que "S correcto, 'mejor~ perfeeto. Sé un tipo bcaachén. Cumple con tus deberes
Sé tan bueno que nadie pueda criticarte. Sacrifícate a tí mismo primero. ,
¿Qué· razones tengo para elegir este esquema? Bien, en primer lugar! parece. _ •
UDa buena defensa. 56 tan perfecto que nadie pueda criticarte. Sin embargo, me'
critican ~r ser fome, y andar siempre preocupado, 10 que es cierto. Es una posicl6n.~
orgullosa; orgullosa sobre Aquellos que no son impecables, puntillosos. que no ha-';
een bien las cosas. Mi estilo hazlo-bíen, jdebe ser insoportable para los demás! No .
ea de extrañarse Q.ue tenga dolores de cabeza, Apenas delego mis tareas ("los demÁS; :)\
no 10 harán tan bien como yo"). y de seguro es un tormento para mí.
¿Qué gano con un estilo de este tipo? Difícilmente hallo una respuesta. Me
desgasta y es desagradable para los demás. No cumple su objetivo de protegerme
de la crítica; al contrario. en' parte In provoca; Supongo que el mayor valor que le
asigno es que s.lento qUE!', diablos, 10 intenté. Pero esto es algo as! tOmo una súpli~,
al Destino Anónimo, y el Destino no está obligado a responder. {
"
Lo qu~ sigue surgi6 después 'de una visita a Karachi, Pakístán,
como oficial' enun barco. Había alquílado un taxi para recorrer los alre:'
dedores, El taxista me preguntó si deseaba haschíeh, mujeres o alcohol!
Se sorprendió cuando le dije que deseaba ver cómo vivían los grandes
conglomerados de gente. La extrema pobreza de la gente me molestaba.
En Pakístán, Alá es Dios y me sentía algo irritado con Alá. Inicio mi
auto análisis esforzándome en resolver este malestar. Logro un éxit~
~d .
He tenido dos cUas de batalla con el idioma. y las diferencia.! de moneda.
Hoy siento algo parecido a una indiEtestión espiritual. La causa de- esto es esta te-
rrible pobreza. En este país, soy un hombre rico. puedo distribuir rupias. Niños su-
cios, ropas sucias y raldas, ausencia de aceras, mugre. cobertizos de arpillera para
las ~sas. Cabalgo UD camello y siento un repentino estallido de ira hacia Alá que
m.aDtiene a. Su pueblo en esta pobreza. .,
el autoanállsls 65
'"
 Pienso que un hombre tiene el derecho e Incluso la ~bligaclÓn do cuestio-
nar las obras de AU.. Pero existe también la obligaci6n de intentar ver la utilidad
de lo que Alá. hace. Percibo una extraña justicia encerrada en la pobreza. Por nm.
g~ motivo esto justifica que la situaciÓn se mantenga, La pobreza no malgasta na-
da, acepto quizás a las personas. En la pobreza, todo es utilizado. Lo que el hom...
bre deja, 10 comen aves é insectos. Y lo que los animales dejan, el tiempo lo de-
vór&. y Ali devora al tiempo como una golosuul.
Registré lo que sigue después de tener constantes problemas con
~ oficial superior en el barco. En una prolongada sección anterior ya
había analizado sus rasgos, pero decidí que podía aprender algo más de
la sítuacíón,
Más problemas con el jefe hoy. Esto me enseña I no tratar de &c:Ir com-
placiente con todos. Me síento mejor enojándome con él. Más profundamente. me
enseña a desligarme. a no depender de las opiniones de algunos otros. Nunca es-
tará conforme coa.m.lgo. asi que al infiexno con él Deslígate, de modo de estar
estable y a salvo en tu espacio vital. Es m1 culpa 6i le permito echarino a perder
el ;dia. Conclus16n senera1; .d~ligate de aquellos con. quienes no «es compatiblo.
.' La siguiente experiencia ilustra el autoanálisis en experiencias
wnítrofes que me llevan a tomar conciencia de una 'tendencia opuesta
a lo habitual en mi. Nuevamente, el sentido. general era poco claro al
inicio.
Tengo una extraña sensación en este' momento. C~quler cosa .QUO ha.
ga; miranno la mano. escuchar el tíe-tae del reloj. me dice, "No, ab.1 no". Este
dir~etor interno me a.parta do la senda, pero no sé hacia dlmde me lleva. Tengo
un . presen.timiento que , , , una idea tan 'Vaga que se me escapa. 1Me aparta de
~1qUíeT ¡endal l Sallto Cido. perderla el control coasciente] Me aparta de
~1quier estabilidad. Podría, por ejemplo, colocar los pies sobre el escrítorío y
simplemente mirar la muralla. Eso estaría bien para este nUevo director. J\~
ci4 'de senda, Esto también me librariQ de todas las preocupaciones.. Me aparta de
las cosas, de las tareas, de todas las exigencia~. A<.'eptarÍ8 cualquier fantasil1 pL\sa.
jera, intuición o recuerdo, irresoluta, tal como viniese. ¡Por supuesto, al 1n.rtante
~ estoy yendo por la senda de la no-sendal Con ello, aparecen todo tipo de recuer-
dos~ de los tiempos en que haela 10 que quería. Esta auscncLa de senda es un ali.
vio;" porque tiendo demaslado a. impouorme obli¡aciones. En cl«to seatído, puro--
ce ser el polo opuesto de mi conciencia.
Conclencia: -debo cumplir mi deber, avanzar, no perder tiempo- agobio.
Polo opuesto: dejarse llevar, aiu.sencia do compul$i6n, inactividad. desparpajo, q,ulI
diablos. Alivio. Nada que haoer. -
, El ,lector puede sentir que ~o es algo esí como un auto~álisa.
Si ~s realmente exitoso, el autoanálisís puede proceder de esta manera,
sdrviendo de este modo a una cantidad de funciones. Estudia, registra
y arroja luz sobre cualquier aspecto de la experiencia humana. Puede
revitalizar y dar peso a los 'sentimientos o aspectos de la experiencia
humana que generalmente pasan inadvertidos o no son conocidos. Cla-
rífíca lo que creemos y elegimos. Forja a una persona.
Para mí una persona a diferencia del individua promedio, es
aquella que posee su estilo propio. Ha, meditado en su estilo. Puede
describirse a si misma tal como los otros la ven. Se conoce a sí misma.
Más aún, a través de la reflexión ha elegídc ser como la vemos. Tie-
ne una perspectiva. Toma una posición. Es 'Único, es. un individuo.
Cuando lo comprendo, su estilo, su- posición, su mundo total es una
unidad Tiene sentido y coherencia. No es tan s610 una copia inco-
nexa de las opiniones y estilos de los demás. Tal persona es interesante,
como un drama complejo que incluyera una fibra plena de significado
que lo recorriera por completo. El autoanálísís forja este tipo de indi-
vidualidad
¿Qué es el autoanálisis? Awareness, darse cuenta. Un darse
cuenta que alcanza y busca su direcci6n, su propósito, su fuente. Se
halla en una posici6n intermedia entre la sicología y la filosofía y es
más elevado que ambas. Considero que el autoanálísís es una de las
cosas más elevadas y útiles que una persona puede hacer. Plantea, en
vez de una vida de simple acción y respuesta a los estímulos externos, ')
Un estado en q ue la vida se imagina y juzga a sí misma. En todo caso
utiliza todos los matices subjetivos de la mente. Clarifica los valores
personales. Nos permite juzgar y planificar. En mi ojo mental, puedo
ver un estado en que la totalidad de la exísteucía se visualiza a sí mis-
ma. medita sobre sí misma. toma Conciencia de Lo que Es. Este es el
lugar en el mundo que está por sobre todos los mundos.
Si Ud.. llegara a perseverar lo suficiente en su diario como para
completar varios volúmenes) descubrirá que hay unos pocos temas bá·,
sieos que subyacen la totalidad de su obra. Más aún) estos temas for-
man una espiral alrededor del tema central de toda su vida. El tema
central es frecuentemente tan universal) abarca tantas cosas símultá-
neamente,> que es difícil d~~cribi~lo. Es como si toda la vida fuera una
espiral que busca su .propío centro, existiendo en este centro una paz que
lo encierra todo y .no plantea más interrogantes.
el autoenéltsle 67
 El autoanálísís es el modo como se revisan y cuestionan todos 101
aspectos de la existencia. Requiere:
a) Minutos de tranquilidad y quietud.
b) Experienciar lo que está presente, lo que .es. Esto puede' 5
lignificar la reflexión sobre aspectos externos o una mirada Interíor ha-
cia. lo que surge. Imaginería Emotiva
e) Ponderar. Reflexione sobre lo que está haciendo y extráiga-
le utilidad a sus reflexiones.
Para convertírse en un gran ccntemplanvo-.
a) Practiquelo regularmente, por ejemplo, diez minutos todoa Esta contInuidad del amor es lo que llamamos afecto: es
los días. esta continuidad la que reina en la vida de un hombre y
b) Transcriba su experiencIA a un diario privado. .! produce ·todo su deleite y. consecuentemente. su vida mis-
ma; ya que la vida del hombre no es más que el deleite
de su afecto: y así entonces. no es más que el afecto de
. su .amor. El amor es la Inclinación del hombre, y derivado .:-
es su pensamiento, y por lo tanto sus acclo~es .
.E MANUEL SWEDENlIORC,
-Arcana Coelulia" (p. 3938) 1749-1756 \ '

)
Bajo los procesos conscientes de la mente -aquellos que aparente- .
mente dirigimos- subyace un mar de sentimientos. Este tel6n de fon..
do posee la constante capacidad de retratar nuestras reacciones frente a
nosotros mismos y frente a otros, y de llevar a imágenes nuestras pro-
pias tendencias Internas, El mar del sentimiento es relativamente poco .
conocido y frecuentemente desdeñado. 5610 podemos hacer conjeturas en',
cuanto a las causas de esto.
En primer lugar,. tendemos a identificarnos principalmente con
los productos finales de nuestra mente: pensamiento y acción. Desde el
punto de vista relativamente claro y preciso del pensamiento y la ac-
ción, el sentimiento parece un proceso de forma imprecisa, índefínída, po-
co confiable, resbaladiza. No posee la clara firmeza de nuestras palabras
o actos. Es demasiado indefinido, oscuro, poco confiable.
Más aún, este yo verbal, observando desdeñosamente al sentimien-
to, halla que éste se desvanece frente al análisis lógico. Actúa como un
animal ~do que prefiere esconderse de la presencia del hombre-ver-

balo La mayor parte de los rumores referentes al mundo del sentimiento
SOn negativos. La gente sospecha que el sentimiento es quizás sólo una
locura y una tontería, Puede. manejársele en cualquier sentído, El tipo
opuesto de rumor acerca del sentimiento pronunciado es más siniestro, Un
sentimiento fu~rte puede provocar que una persona se haga incontrola-
ble y aun peligrosa. Quizás somos todos locos o asesinos en el fondo. Po-
, demos respaldar este rumor con los. hechos. Podemos citar situaciones de
llanto o ira, demostrando que perturban el suave flujo de la fina com-
pañía. Ya que está todo dicho, la razén decide que es más adecuado
tomar las riendas. El sentimiento es confinado O refrenado, porque, o
bien es algo diluido e informe o es .demasiado perturbador y escapa
a~~~~~ - dientes y sonrió. Le pregunté por qué. Dijo que. primero había pensa-
Trascendiendo los rumores y mitos acerca' de nosotros mismos,
podemos reconocer prestamente que el sentimiento subyace a' toda
percepción. todo pensamiento, toda acción. La tranquila percepcíóa de
este tel6p de fondo .permite a nuestro sentimiento clarificar sus propios
significados y dirección, Aquí la clave es 1~ percepción relatada. que per-
mite al sentimiento surgir y retratarse a sí mismo.. Algunas personas te.
men no estar vivenciando el verdadero sentimiento: temen estar diri-
giendo voluntariamente su flujo. Esto surge de una falta de familiari-
dad con este espacio.' El "qué quiero" en sí proviene' del dominio del
sentimiento. Si se dice a una persona que elabore una fantasía, ésta
pronto descubre que está solamente bloqueando y reorientando al sen-
timiento, cada Ve2 que éste la lleva a temas que le resultan desagra-
dables. Mientras más se prolongue una fantasía, mayor tendencia exis-
tirá de que resulte gobernada por el timón intemo de sus propios sen-
timientos. Un hombre sentía que podía fantasear sobre Lcualquier cosa
y, por tanto) controlar todos sus impulsos internos. Ya qqe parecía mar-
~ cadamente masculino) le pedí que se imaginara a sí mismo Como un
modisto afeminado, La fantasía no se había prolongado .mucho cuando
ya se hallaba seduciendo a sus modelos, dejando de lado su trabajo y
olvidando que era afeminado. Su propia tendencia natural había aso-
mado. En el mejor de los casos, el maestro del autocontrol intenta
bloquear algunas de las tendencias de sus sentimientos. En el momen-
to en que surgen, resultan censuradas. ¡Así entonces, surgen una y otra
'. vez! La cura para la fantasía persistente es vivirla por entero.
En cierta ocasíén, en una clase de fenomenología, una joven
dio a entender que tenía una terrible fantasía que se repetía persisten-
temente. Cuando le pregunté sobre ello, mencionó vagamente que
70
.!
i
1
guardaba relaci6n ~n el suicidio. No deseaba hablar de ello. La alenté
1 para que 10 intentara en el ambiente seguro de la sala de clases. Se
-1
I mostraba reticente. Sentía qu~ si permitía que la fantasía se expresara,
\
i, pasaría a los hechos en el suicidio: Finalmente, consistió en hacerlo. En
I
I su fantasía se apartaba Ele la gente y caminaba en la nieve. Veía un
¡
profundo banco de nieve. Con miedo, temblando, consideraba la posi-
bilidad de arrastrarse en la nieve para helarse hasta morir. Le insistí
en que prosiguiera. Mentalmente) ella cavó una caverna cerrada bajo la
nieve. Le pregunté CÓmo era el lugar. Dijo, "'¡Tranquilol No oigo ruidos
de gente". Cuando se lo pregunté, confinn6 que últimamente estaba
cansada de la gente y deseaba apartarse de ellos. Entonces, rió entre
do que la nieve estaría fría, pero en lugar de eso; halló que le recorda..
ba su calor interior. Se sentía cómoda y a sus anchas bajo la nieve. Le
_l sugerí que permaneciera a~ií tanto como quisiera y que regresara a ese
lugar cada vez que deseara apartarse de la gente.
Lo que a primera vista le parecía una mortal fantasía suicida
se transformó, en' lugar de eso) en el símbolo de un lugar cálido y
agradable, lejos de la gente y las preocupaciones. Jamás se había per-
mitido esa tregua a si' misma. Así entonces. la fantasía se presentaba \
. una y otra vez. Su malinterpretación de la tendencia' interna como, \
"Quizás' deseo matarme" era una malinterpretaci6n de su propio guía)
interno .. Cuando halló esa tregua) lejos de la gente, todas sus ideas sui-
cidas desaparecieron. .Por este motivo) resultaba importante señalarle
que podía regresar al cálido refugio de su banco de nieve cuando qui-
siera. Bajo circunstancias similares, otros se han suicidado, sin lograr
percibir su propio banco de nieve imaginario, siempre a su alcance.
El mundo interno enlaza fácihnente diversos aspectos de la ex-
periencia, de modos que confundirían totalmente a un filósofo racio-
nal que tuviera tendencia a categorizarlos. La percepción interna se
despliega. transformándose' en sentimiento. Cuando es lo suficientemen-
te intenso) el sentimiento puede 'transformarse en una fantasía, con cla-
ra imaginería. 'Los pensamientos pueden derivarse a sentimientos. Las
sensaciones corporales pueden fácilmente transformarse en imaginería
emotiva. Nuestra pereepci6n de los otros O de las' cosas puede ser va-
ciada a la imaginería emotiva. El autoanálísís entra en escena cuando
apalízamos y comprendemos nuestro propio impulso interno. Cuando
.~9s acostumbramos al proceso) logramos desarrollar .con facilidad fan- .
tasias detalladas y en colores intensos, mientras lavamos platos o con-
Imaglnerta emotiva 71

\. versamos con un amigo. Podemos también recordar una antfgua fanta-
sía en cualquier momento y observar su rumbo. Del ~ismo modo nos
será posible recorrer nuevamente 'las escenas de la niñez. ' Estoy impresionado por la dureza del lápiz en mi mano.. Debí-
El sentimiento tiene una. tendencia. Cu~ndo se le pennite ex-
p~esarse, se in:~nsifica. volcándose en imaginería emotiva. Luego que
se le ha permitido desarrollarse y expresarse, podemos revisar la ima-
11
¡
ginería resultante para observar cuál es .ei mensaje. En el caso de la
mujer del banco de nieve, su impulso. interno era alejarse de las perso-
I Das y acomodarse en un refugio cálido y a·gradable. Al descubrir la sa-
I
I b!duría de nuestras propias tendencias internas, estamos en mejor post-
I
1 eíón PQra cooperar COD la tendencia subyacente.
¡ Algunas personas temen que sus propias tendencias internas pue-
dan no ser sabias; podrían ser demasiado Instíntívas;: bestiales e ir con-
tra la sociedad. Mi propia sensación es que tales personas se hallan
1:- confundidas por los rumores existentes acerca del mundo interno. La
:ivencia del mun~o interno sugie~e que puede parecer extraño y le.
jano, pero es emmentemente sabio. Más que defender esta tesis. ob-
servemos más de cerca su comportamiento.
La utilización más sencilla de la imaginería emotiva consiste
en buscar su ayuda para aclarar nuestra situación en este instante. Con-
siderando que todo el sistema sensorio-motor del cuerpo es su repre--
senta~te. podemos examinar nuestras sensaciones corporales y llegar 'a
una 11Tlagen. i~tema y. a la comprensión de nuestra situación. Por ejem-
plo, al escríbír me Siento reclinado en mI silla (percepción relajada)
haciendo girar un lápiz entre los dedos. La mano derecha sostiene la
p.nnta y la gi:a hacia atrás y hacia adelante, mientras la mano Izquierda
Siente este gl:~. Permito que. una fantasía ,se desarrolle a partir de
esto. Veo la VIeja rueda de un molino de agua. Se producen fascinantes
ruidos de molienda y rechinar a medida que la ener:gía del agua es
t~ansf~rmada a través de grandes y toscos engranajes de madera ha-
CIa ple~ras que giran una contra .otra donde el grano es molido. El
poder libre del agua, que de otro modo se hubiera esfumado. es trans-
formado en la molienda del grano. '
. , Al escribir esto, me equivoco y escribo gano en. lugar de grano ...
El a~a que COl'Te 1i~remente (sentimiento) .se convierte en un pavoro-
so girer ~e ens:anaJes y ruidos (imágenes). para moler grano! gano
(compre~lón). Siento el aspecto principal de ambos: el lápiz que. gira
y el molino representan el modo como el poder, en un nivel es eonver-
tido en trabajo y en otro nivel, 'en transfozmaci6n. Por supuesto. ínten-
72
. .
to explicar el modo como el sentimiento se transforma en pensamiento.
Es un Viejo molino porque éste es un viejo proceso.
do a su resistencia a la torsión. E'1 movimiento hacia un lado es trans-
mitido fielmente hacia .el otro. Esta resistencia a la torsi6n es.'nuestra
comprensión y confianza en este proceso a través del cual el sentímíen-
to seiexpresa en la mente. Sin embargo, el extremo en que todo se ori-
gina ~los dedos girando el lápiz- parece mucho mis plácido :;'que los
dedos que sienten el duro extremo metálico ·del lápiz. De modo simi-
lar, en la imagen el agua es más suave que la molienda del molino. El
sentimiento es suave, fácil. juguetón. El trabajo mental-intelectual pa-
rece más. áspero, como la molienda.
Un gesto cualquiera, aparentemente espontáneo, fue elegido por
el sentimiento como su representante. De 10 que sentí y noté del girar
del lápiz, el sentimiento interno comenzó a expresar su tendencia. Bea-
lizando una pequeña asociación con estas sensaciones y percepciones,
pude leer el mensaje interno que se desprendía, La fantasía del moli-
no era una manera paralela de elaborar su tendencia. Permití que el
proceso subyacente a mis intereses hallara su camino hacia la concien-
cia a través de un acto aparentemente espontáneo (girar el lápiz), las
sensaciones que de ello surgían y a través de una fantasía: paralela
(el molino harinero).' PeroIo "más notable era...; que lo que yo intentaba
comprender, a su vez 'intentab~ comunicarmela naturaleza de' su pro-
pía existencia.. Nuestros verdaderos intereses surgen de este espacio in•...;
terno. que es perfectamente capaz de hablamos de ellos.
Una buena ocasión para utilizar esta propensión interna se pre·
senta cuando nos sentimos malhumorados o atrapados en algún estado
de ánimo especial. Debiéramos entonces detenernos, concentramos en
.nuestras sensaciones }' permitirles manifestarse a través -de UDB:;· fantasía.
Un ~ombre maneja de regreso a su casa con dolor de cabeza, Teniendo
la posibilidad mientras maneja. permite que sus sensaciones !ísicas se
expresen. Cuando se concentra en ellas. el dolor de cabeza resulta ser,
más bien, una rigidez en la parte inferior del cuello y en los hombros.
Para captar su significado. intenta retratar esta rigidez. Mantiene sus
brazos rigidos sobre e) volante. Sus hombros y cuello se hallan tensos.
Siente una mueca airada en su rostro. La escena se amplífíca.; Se halla
en un campo de batalla. Ha sido herido mortalmente. Se está soste-
níendo en el tocón de un árbol, Si resiste, alguien vendrá, lo verá y le
prestará auxilio. El aspecto de mártir que ofrece en la imagen le pa··
Imaglneria emotiva 73
~ ¡
1
i réce hwnorística al conductor. El herido' de la imagen sonríe para sí
i y dice, "Diablos, se supone que un hombre herido debe caer al suelo".
Se relaja, reclinándose en el asiento del autom6vil y apoyando los co-
dos en el regazo. El hombre en el, campo de batalla se relaja en el
tibio suelo. Examina tranquilamente unas plantitas, que crecen cerca,
emergiendo de la tierra arruinada del campo de batalla. El conductor
concluye que se ha forzado rfgidameÍ1te a hacer todo lo que se espe-
raba de él, teniendo la secreta esperanza de que alguien notara su
condici6n y le tuviera lástima. Toma conciencia de sí, siente pena por
si mismo y se pennite relajar. Permanece cierta rigidez en ~ cuello y
hombros. Concluye que el pr6ximo fin de semana llevará a su familia
al parque estatal que ellos d~ean visitar.
. Transfonnando las sensaciones en
$cntimientos e imá:genes) pudo
Cflptar mejor lo que estaba haciendo. Sus "heridas mortales" provenían
del excesivo maltrato a que se sometía a si mismo. La persona de quien
esperaba que se diera cuenta de su estado y 10 cuidara era:
él mismo.
El ~estro~do campo de batalla y sus heridas reflejaban la batalla por
la qlJe. había atravesado en el mundo de su trabajo. Las plantitas que
crecían eran los inicios de la nueva vida que surgía al relajarse y con-
siderar el viaje al parque estatal. "Herido mortalmente en el campo
de; batalla" parecía una dramática exageracióq. La vida interna utiliza-
rá -un lenguaje muy dramático para lograr comunicarse con la persona
que no desea escucharla. También se expresa as! en los sueños. Us-
ted haría lo mismo si tuviera que reflejarle su sítuaeíón a alguien sin
utilizar palabras) mediante el USQ de irnaginerfa. Por otra parte, la ima-
gen era real) puesto que el hombre se sostenía, 'a pesar de estar grave-
mente herido en el campo de batalla de la vida.
, Si logra practicar la imaginería emotiva COn frecuencia, puede
utílizarla para comprender a _otra persona. En" ciertas ocasiones hallo
, , )
m~y difícil explicar lo que veo en una mujer que me es extraña. Sien-
to una serie de sentimientos vagos e indefinidos. Permito que éstos se
transformen en una fantasía. Voy a tener una cita con ella. Veamos có-
mo debiera comportarme en esta cita. Con una mujer determinada, sien-
ta que debo mostrar muy pocos avances amorosos. Sería mejor si visi-
tá~m\os un museo, fuéramos a cenar. a' un concierto y tuvi~ramos prí-
meramente mucho tiempo para COnVer53.r· acerca de nuestras opiniones.
Cóu otra mujer, siento que debiéramos ir a bailar, ser actives, 'vivir el
momento. He compartido estas fantasías con mujeres en los grupos, s610
74
¡
\
~
para hallar que frecuentemente éstas son amplificaciones de acertadas
percepcíones de ellas.
En cierta ocasión, al estudiar a un joven) vacié todas mis impre-
siones en una fantasía. Repentinamente) yo y éi estábamos en un calle-
j6n en un barrio pobre. El tenía un cuchillo. Me sentí en peligro. Com-
partí esta fantasía con él. Para sorpresa de todas los que" se hallaban
presentes) yo estaba captando la vida que él había llevado en la ma-
yor parte de su juventud. El era un joven rudo de un ghetto y llevaba
un cuchillo. A veces, los asistentes han sentido que esto provenía de
II una intuición brillante o de percepci6n extrasensoríal, A mí me pa-
rece que todo consiste -en pennitir que las impresiones vagas se expre-
II sen a través de la imaginería interna.
¡
Ocasionalmente, el proceso parece extrasensorial. Cierta vez en-
¡ trevisté a una fornida mujer frente a un grupo de personas. Inmedia-
1" tamente visualicé una escena, clara' y nítida: una granja de techo pun-
)
tiagudo en una amplia llanura, con un camino que llegaba desde el
este. También podía' ver la vida de los habitantes: simple, árida, labo-
! riosa. Las ocasiones de alta emotividad eran las comidas en grupo y
I
j las sesiones de lectura -bíblica Compartí la imagen con la mujer, para
I un
ver si ella podía hallarle a-lgún significado. Era" cuadro de .la casa ,
familiar y de la característica esencial de su vida. Aun el camino recto \
I
1
que venía del est.e era real. Esto parecía ir más allá de una elabora-
ci6n de lo que yo podía ver o saber de ella. Esto no es demasiada sor- )
i
I
prendente. La' evidencia que existe de la percepción extrasensorial in-
I
I
dica que ésta surge de las sentimientos y que puede expresarse en ímá-
l. genes.
Sin ~bargo) tales ejemplos "mílagrosos" no son importantes. Lo
principal es que nuestros propias sentimientos indefinidos pueden ser
expresados y clarificados a través de una imagen fantasiosa de la otra -"
persona. Así como con toda observación, debiéramos comprobar su
exactitud; "sencillamente interrogando a la otra persona sobre el punto.
No debiéramos tomar grandes decisiones respecto a otras en base a tal
proceso) basta que hayamos confinnado su exactitud en muchas oca-
siones. Existe siempre la posibilidad de que estemos viendo parte de
nuestro propio yo, en. lugar del de la otra persona. En mi propia ex-
periencia, 'es generalmente acertada la imagen de otra persona que
surge en forma repentina y ya totalmente formada. Las imágenes ela-
b~~adas que implican -, en su formación un mayor grado de mi egocentris-
mo,' son menos acertadas.
Imaginarla emotiva 75
 Sería muy conveniente que todo el mundo adoptara la sencilla
práctica de proyectarse en una situación cualquiera. Esta es quizás una
de las sicoterapias más electivas y económicas, e involucra sus elemen-
tos básicos. Permítase proyectarse en una situación, Examine entonces
la proyección, aprendiendo lo que ésta le revela de usted mismo. La
proyección puede ser "iniciada en cualquier objeto que le llame la aten-
ción. o puede simplemente ser hilada" como una imagen interna. Si se
utiliza un objeto. es preferible -que éste sea de fonna compleja, pues
así evocará mayor diversidad de connotaciones y. por tanto. tendre-
mos mayores posibilidades de proyectar nuestra vida interna. Las nubes
o las plantas resultarán más adecuadas que una pipa o una silla. El ob-
jeto que nos llama la atención ya guarda en sí algo de nuestras pro-
pias tendencias síquicas. Existe aún más libertad para proyectarse si
hilamos una imagen interna. Para realizar su proeza, la vida interna sé-
lo precisa de un poco de tiempo y libertad.
Ilustraremos este proce~o con un ejemplo muy corriente, que
también dejará entrever algo de la compleja sabiduría que caracteriza
a los estados internos, Una joven de poco más de veinte años había
pasado pnr la pobreza, la adicción a las drogas y, eventualmente, la pros-
titución. Sentía repulsión por su vida y se inscribió en un arduo pro-
grama de tratamiento voluntario que implicaba mucha _participación
en ~rupos de encuentro y también una fuerte presión por parte de los
demás participantes en el programa. Se sentía muy confundida con sus
valores. Su objetivo principal hnsta entonces había sido el hallar un
hombre atractivo, seducirlo )' depender de él. Esta estrategia había
, fracasado en tantas ocasiones y de modo tan trágico. que no podía se-
. guir por ese camino, pero no había. desarrollado aún un nuevo patrón
de conducta.
. .
Se hallaba observando un matorral de plantas en el suelo alfom-
brado de verde. La mayoría. de las plantas eran nuevas y verdosas,
unas pocas estaban muertas. Al mirarlas, sintió una penetrante sensa-
eión en relación ti las que estaban muertas. Le parecían feas. estériles,
invernales, horribles. En lugar de despedir esta imagen, como muchos
10 habrían hecho en este punto, permaneció con ella. Captó nítidamen-
te la agonía de las plantas. Eran un revoltijo. ,Las hojas estaban estro-
peadas y moribundas. Caerían pronto. Todo el conjunto se reducirla a
simples tallos.. La primavera llegaría algún día, pero en este instante.
todo era sencillamente horrible.
Cuando comparó esta imagen con su propia vida, pudo hallar
78
cantidad de similitudes. Todo el discernimiento que estaba obteniendo
". en relación a su pasado la hicieron sentir fea Contrariament~ a su :per-
sonalídad seductora - anterior, estaba descuidando su apariencia y de
hecho se sentía fea. Relacion6 las hojas que caían con la caída- de<vie-
jas actitudes y conductas de ajuste. La primavera o el nuevo estilo de
vivir parecían muy lejanos. Estaba atravesando por una agcnízante, de-
cadencia invernal. Veía y aceptaba esta realidad.
.Pocos minutos más tarde, toda la escena se había modifi~do.
Podía verse a sí misma caminando Ientamente sobre UD verde prado.
El pasto verde del prado era corto, demasiado corto para esconderse
en él. Sentía agrado de no poder esconderse, así como de que no: hu- j
1 hiera gente cerca. Lo que tuviera que hacer, quería hacerlo por sr.~is- ~
ma. A la distancia se distinguían flores e indicios c1e una vida de ma-
~
II yor riqueza. No tenia apuro por llegar. En 'el momento presente, bas-
taba con estar sola en un sencillo prado verde.
I
I Aceptando su agonía, su declinación y" pérdida de atributos en
I la primera imagen, la segunda muestra el segundo acto de su drama.
En éste ~ay algo" de vida (pasto verde y corto). Lo que más resalta es r
I¡ su soledad: debe enfrentar su situación sola y sin' posibilidad de es-
conderse.:~Así como en la primera imagen, la vida es una promesa 'para i)
¡ el futuro.:,' Está más cercana y visible ahora (desde su posici6n puede
ver las flores y la vida). Todo el mundo opina acerca de lo queiella
\ es y del modo como debiera vivir. En un tiempo, ella fue muy diestra
y astuta, pareciendo actuar siempre de acuerdo con los deseos de los
. demás; ahora no quiere hacerlo. Sola, en un lugar con algo de vida
(pasto verde) ~ se enfrenta a sí misma, elaborando nuevos valores; El
• I futuro es p~omisorio: las flores y el resto de la vida están ahora a su
alcance.
. Cuando comenzó a explorar la imagen, 5610 sabía que se sentfa'
mal. Al sentirse atrapada en la agonizante esterilidad -de las plantas,
tuvo el impulso de cortar de raíz la imaginería interna. "Las agonizantes
plantas se hallaban en su misma situaci6n de ese momento. Aun en su ~a"
riencia, se permitía parecer fea, en parte para desembarazarse de; las
viejas actitudes de la seductora. Si permanecemos con el proceso: in.
terno, éste tiende a resultar terapéutico. ÁI enfrentar su propia ago-.
nía, cambio y simplificaci6n, el drama interno pudo avanzar a otra 'eta-
pa. Aun" cuando la racionalidad tiende a pensa~ que este proceso de-
mora, nuestro interior se siente más libre del factor temporal. El acto
siguiente lleg6 de improviso en una imagen totalmente' diferente, míen..
I
Imaginaria ernotlva. 77
I
t s:
1 ",':' ~'
1
 :,
>.J

;;;tras seguía observando las mismas plantas. E;sta:. imagen tenía la misma que ella, le sugiere. Mientras más se aparte el individuo de esta senda.
~ sencillez (en la primera imagen, las plantas se convertían en varillas; más se presenta e interviene su.' Vida interna. Lo que denominamos "en-
.'en la segunda, se muestra un simple prado). Sin embargo, en la se. fennedad mental" representa la Intervención más clara de lo interno
,'gunda imagen aparecen nuevas claves: debe hacerlo por si sola. Era en la vida del individuo. Lo interno existe, lo aceptemos o no. El solo
importante que ella no pudiera ya ocultarse de sí misma por más tíem- intento de cooperar con nu~tro guía interno nos brinda en éste a un
. po. Era- un simple enfrentamiento consigo misma que involucrara más aliado muy poderoso; nuestro único aliado, en realidad. Si la autocom-
~ vida (pasto verde). y una promesa más cercana de un futuro mejor prensión y autoconcepto del individuo son muy limitados) su guía emi-
i(flores y vida a la vista). Las dos imágenes eran una clarificaci6n de tirá diversas claves y señales: Desgraciadame-nte, la mayoría las pasa
~lo que ella comenzaba a sentir que era lo que debía hacer. por alto. Finalmente. el guía interno termina saltando a un primer pla-
no en su vida y la persona resulta alterada emocionalmente o mental-
{ En los grupos, agradeció a los demás sus consejos acerca del
mente enferma, Resulta extrañamente humorístico que la mayoría de las
modo cómo debería vivir, pero dijo que sentía que realmente tenía que
mentes fr~casen en comprender su propia naturaleza.
.' procesarlo sola por UD tiempo. Como seductora, siempre se había ha-
Ilado enredada en las necesidades y deseos de los demás. Esta nueva La idea de la libertad, dentro de este contexto) no es tan sencilla.
~ mujer era - más independiente. En Su totalidad, la fantasía reflejaba y El individuo se siente libre y actúa más libremente cuando su conducta
.ayudaba a hacer consciente su situación actual y lo cercana que estaba representa con mayor fidelidad a sus tendencias internas. La libertad y
::la salida liberadora. Esto es bastante para obtener con sólo mirar un hacer .10 que realmente se quiere son, a grandes' rasgos) una misma cosa.
.:'simple matorral de plantas. Sin embargoJ • este proceso está al alcance . y lo que una persona desea hacer es actuar como la corporalizaci6n de
de todos, y en cualquier momento. sus tendencias internas. El grado en que la persona se siente libre dís-
. . Un interrogante importante que surge es, ¿cómo es que la vida minuye en la medida en que 110 actúe en concordancia con aquéllas. La
~~terlor se retrata a sí misma tan acertadamente? Este problema sur- sicosis es un ejemplo extremo de 10 que ocurre cuando una persona actúa
,1~rá una y otra vez en este libro. La vida interior tiene es.ta capacidad; en totaloposici6n a sus tendencias naturales. No es que seamos libres
~~est~ es su característica más fundamental, Acompaña al; individuo y para ser esclavos de lo interior. Lo interior es la verdadera substancia y :)
",se ínteresa por la calidad y dirección de su vida. Visualizá su situaci6n naturaleza de nuestras vidas. Simplemente, no tenemos la -libertad de .
~en térmínos muy dramáticos e impregnados de sentímíentos, Retrata oponernos a ello.
con soltura los objetivos y tendencia general del individuo. Es ínclu- A la luz de esto, vemos que todas las ocasiones en que las cosas
so capaz de su~erir el modo. c6mo esta persona puede superar lo que no van bien resultan muy apropíadas para que nos proyectemos en la
lo amarraf El sicólogo analítico Carl Jung denominaba a estos prace. imaginería emotiva e intentemos interpretar el significado que su con-.
s~s' el ~consciente objetivo.)50n muchísimo más objetivos. que el índí- tenido tenga para nosotros. Para descifrarlas, generalmente les pregunto
-víduo mismo en cuanto a la dirección de su vida. Ciertamente) la con. a las personas, "¿En qué se parece esto a su vida?", Las personas pueden .
, cien~ia es limitada. El inconsciente objetivo puede no serlo. La pers. sentir la relacíón con sus vidas cuando les resulta imposible explicar las
,pectlVa ,·del .trasfondo de sentimientos que subyace a la vida del índíví- imágenes que surgen en sus mentes. En este punto, se rechazan las ex-
-,,_~duo es considerablemente mayor que la del individuo consciente, plicacíones, las hábiles operaciones del razonamiento. Estas son. en sí.
. Sin embargo, la vida Interlor se inmiscuye muy poco en el libre un fuerte impedimento a la comprensión de las claves internas. Es mu-
albedrío del individuo. En general, permanece a la espera de ser re. cho mejor que el individuo intente hallar por sí solo la relación entre las
,- querida, siempre disponible. Comenzamos a ver alguna intrusión de la imágenes y su vida, aun cuando esta posibilidad tenga limitaciones. Aun ·
. vida interna en la experiencia, consciente en el pensamiento obsesivo, una captaci6n emocional relativamente estúpída de nuestras propias ímé-
actos compulsivos y sicosis. Los estados de ánímo persistentes SOIl tam- • genes es preferible al razonamiento o conjeturas que el mejor experto
r bién un. tipo de Intrusión, Parece ser que la vida interna dejara libre '.J ,nos pueda asesorar. Ocasionalmente, he visto muy buenos amigos con-
: al individuo mientras éste siga, a grandes rasgos, la direcci6n general [eturando acerca del significado de las imágenes de otro. Sin embargo,

78 Ima9ln~rra emotiva 79

"
. ,_'N'M";";':"'_'::~A'''"'''''"'.' .... ,...''''''''''''''_''''''''''''''''''''''''''>'''''''''~<''''' ~'''''_'~'_>--A'·''':'-_·_·A~ ,~"""v"v,<,,~,_·,·,·_-,,'·_~·_. ~~,~_.,''',~" "'A'A'~ ~~."",,~~v,~ V"'·AA"~~A __~A '__.~~~' AA'A~.A ~_~V'~""V' 'A_A.AA v , __"'" "
 es nuestra vida la que proyecta las imágenes. Nuestra propia comprensión,
.. \ por ~uy limitada que sea, se halla más cercana de su propia. fuente.
También ocurre que la comprensión que logramos en un momento de-
terminado tiene ni más ni menos que la magnitud que podamos obtener
en ese momento. El proceso interno es extremadamente indulgente con
cualquier esfuerzo por comprenderlo. Puede producir sueños,' fantasías e
imágenes eternamente, hasta que comprendamos aquello que es la base
de nuestra comprensión. ' n~tos. Lo interno es permanente )' atemporal cuando no 10 vivimos,
En general) 10 interno se interesa por la calidad 'y estilo globales
de nuestra vida. No le importa mayormente si tornamos este empleo u
otro. etc., a menos que tales empleos nos resulten muy diferentes y re~
presenten estilos de vida fundamentalmente, distintos. Lo interno hablará
acerca de los' caminos que estemos emprendiendo o COnsiderando, pero
rara vez formulará predicciones. Si desearnos que opine acerca de qué
acciones nos convendría comprar. lo más probable es que nos refleje la
ridiculez de nuestros propósitos. Aun cuando puede conocer el futuro.
casi nunca lo revela. Se parece mis bien. a un sicoterapeuta o 8. un muy
buen amigo. Su preocupaci6n fundamental es el rumbo y calidad de
nuestra vida) no el hacemos 'ricos O famosos. Y es en este plano que sus
claves son inapreciables. El hecho de que este consultor no se exprese
-en un lenguaje ordinario es también una ventaja. Se comunica en los
términos dramáticamente emocionales de la vida. Debemos compenetrar. ,
nos de este lenguaje para comprenderlo. Esto es. debemos identificarnos
en mayor grado con esta fuente de informaci6n para lograr comprenderla.
Cuando trabajamos con imágenes emotivas. puede resultamos evia
dente que hemos entrado en un nuevo espacio del tiempo que apenas
podemos comprender, Un tema clave determinado puede permanecer
.en el trasfondo de nuestra vida a lo largo de todo su transcurso. esperando
expresarse. Los traumas críticos de, la niñez que solían hallar los sico-
analistas son ejemplos de esto. Asimismo, las personas pueden tener un
conjunto completo de valores en su trasfondo, esperando ser expresado.
Estas propensiones encubiertas afectan nuestras elecciones y conducta,
e~ una forma sutil que apenal; alcanzamos a comprender. Estas prapen.
sioues atemporales pueden esperar por siempre, o surgiz: y cambiar rá-
pidamente. Es, como s.i pudieran evolucionar s610 si atraviesan por nues-
:ras vidas. Si l~ t~ndencia encubierta implica suicidio, perversiones extra-
nas. etc., nos Inclinamos a no expresarla, Sin embargo, cuando las viví-
mos en fantasía, pueden evolucionar en pocos instantes. Una mujer temía
ser homosexual, debido a que sentía el deseo de mirar fotografías de znu-
80
J~ea. Le sugerí que mirara todo lo que quisiese en su fantasía. ~l deseo
interno de mirar "fue de las piernas al busto. y luego sintió el deseo de
ser abrazada como una niña por una mujer mayor.. Se había (:r~do sin
madre y deseaba intensamente vivir la experiencia. de tenerla. El real
signif~cado y 'tendencia de 10 interno no puede ser comprendldo hasta
que lo vivimos de algún modo. La fantasía no acarrea peligros. En ella, -
podemos matar a miles de persoñ'Bs~ 'morir y renacer, todo en pocos mí-
cuando permanece estancado, Cuando 10 vivimos, nos lleva a través de
los actos de un drama bien concebido. La grandeza de la trama interna
puede: apreciarse 5610 cuando la observamos retrospectivamente, des-
pués .de una vida de experiencia.
. Resulta también posible intensificar nuestra relación con el pro··
ceso interno si intentamos cooperar con sus tendencias, de modo razo-
nable y socialmente aceptable. El hombre excesivamente agotado, con un
cuello rígido resolvió llevar a su familia a pasear. Esta fue una clara
aceptaci6n del mensaje interno y un intento de satisfacer su directiva
Implícita, Al observar una hoja. un hombre vio a un perro que había'
atropellado años antes. Había seguido su camino, diciéndose a sí, mismo.
"Al diablo con él". Ahora el perro había regresado, muriendo' nueva-
mente. La fantasía elaborada señalaba que su falta no residía en el,
haber matado accidentahnente al peno, sino que en su despreocupación ')
por lo que había hecho. Respetuosamente, sepult6 la hoja como si ésta;
fuera el perro) completando así una escena que había permanecido poi
mucho tiempo en un l~gar rec6ndito de su pensamiento: Esto parece
una respuesta muy primitiva. Sin embargo) muy sabiamente. el hombre
había hecho lo que sinti6 que debía hacer. Una pizca de comprensión
y .cooperacíén con nuestra propensíén propia y natural nos aligera mu-
cho el camino.
Resumen
1. La vida interior surge fácilmente a través de la percepción
paciente y relajada de lo q~e DOS sugieren los objetos que se nos pre-
sentan, o directamente por medio de la imaginería interna.
2. Con la práctica, podemos aumentar grandemente esta .capeeí-
Imaglnerla emotiva 81
-,
 dad, hasta lograr visualizal' escenas complejas y coloreadas, en cualquier
momento.
3. Estos son rdlej~s de nuestra vida interior.
4. Para aprender de este proceso. necesitamos compenetramos
del lenguaje dramático de la vida interior. de modo de aclarar el modo
en que refleja nuestro yo.
5. La preocupación clave de la vida interior es el significado y
6
calidad de nuestra vida.
6. El proceso parece .atemporal hasta que logramos expresarlo En la Quietud de la Mente
de algún modo en nuestra vida. Un esfuerzo razonable, én el sentido de'
.....:
,
satisfacer estas tendencias internas, nos facilita la elarífícacíón de su
7; mensaje.
7. Este proceso puede ser utilizado paxa: Lo que es en verdad el primer efecto de la vlda, es el pen-
samiento más Interno, que es la percepcfén de los fines.
( a) lnteriorizar sensaciones corporales, con el fin de captar el
mensaje de nuestro cuerpo. . EMANlJEL SWEDENaoRC
(b) Clarificar impresiones de otra perso~a a través de -la fantasía, .' Dioine Looe and Wisdom (p. 2). 1763
( e) Retratar un estado de ánimo, de modo de comprender mejor
el mensaje que éste involucra. Aquello que el hombre tiene como fin es percibido en toda su
( d) Proyectar nuestros propios valores y tendencias. de modo de amplitud. ya que reina universalmente en él; y as! está conn-
nuamente presente, aun en aquellas ocasiones en que él cree
visualizar mejor nuestras inclinaciones naturales. no estar pensando en absoluto en ello.. ya que está asentado \

Descubrir y utilizar esta capacidad es quiZá la terapia efectiva en su interior y elabora su vida Interna, y esí rige, secreta.
más breve que podamos hacer por nosotros mismos. mente todas y cada una de las cosas.

EMA.N'OEL SWEDENBORC
)
Arcana Coelestia (p. 1749--1758)

Cualquiera que haya hecho un real esfuerzo por penetrar en las opera~
clones de la mente. descubre) tarde o temprano) la necesidad de aquietar
y limitar sus funciones. La razón es sencilla, El flujo normal de las vi-
vencias .mentales es demasiado rico como para comprender plenamente
cualquiera de sus aspectos. Muchos de los esfuerzos para aquietar la
mente son conocidos como "medtracíén". Ya que no podemos silenciar
nuestra mente, nos esforzamos por focalizar y limitar sus operaciones.
.Cuando logramos esto, emergen algunas de las bases subyacentes del
funcionamiento mental.
Para algunas personas. no resulta evidente la Imposibilidad de
_~~~nciar la mente. La mente y el vivenciar s~n lo mismo. Silenciar la
_::-_m~nte -sería equivalente a decir: no vivencie. El1minamos la visión ec-
hando los ojos, y hallamos entonces que estamos más conscientes de

los' sonidos. Con los ojos cerrados en _una sala a prueba de ruidos, toma-
mos plena concieocia de las sensaciones Corporales. Si, imitando a un
feto) flotamos en agua li la temperatura, del cuerpo, nos encontramos
pronto vivenciando imaginería interna, tal como lo demuestran los ex-
perimentos de deprivacíón sensorlal '. No podemos detener este vívido
flujo interno de vivencias) a It1I:!nOS que nos quedemos dormidos. En tal
caso) nos sumergimos en los sueños. Es posible que real;n-ente existan
períodos en blanco entremedio de los 8 sueños, nrás- o menos, que viví-
mos cada noche, pero resulta difícil examinarlos P, En cierta ocasión,
un anestesista me sumergía repetidamente en. un estado de profunda
inconsciencia. por medio de una mezcla de óxido nitroso y ox.ígeno s. En
el nivel más profundo de la inconsciencia, en que incluso la respiración
se detenía, experimenté experiencias cósmicas formidables, que abana
doné a desgano cuando .alguien me trajo nuevamente a la vida. Coo
excepción de los posibles periodos en blanco que puedan existir durante
el sueño) no podemos realmente poner la mente en blanco. Por mucho.
tiempo be pensado que los esquizofrénicos crónicos» que parecen haberse
apartado de la mayor parte. del mundo social habitual) deben tener alu-
cinaciones y. delirios a raíz de la sola presencia de este aislamiento sen-
sorial. La mente siempre" se llenará con algo. Si no le damos nada para
llenarse) se llena a sí misma.
. Los esfuerzos centrados directamente en aquietar la. mente fccalí-
zándola en algo, generalmente se inician con un tomar conciencia del
modo como la mente tiende a vagar de al1~ para acá como un burro terco.
A través de los siglos) los hombres han elegido una gran variedad de
. maneras de focal izar la mente. Algunos S~ concentran en una zona del
cuerpo,. como el centro de .la frente. o bien en la respiración. Algunos
agregan palabras» llevando la cuenta de sus respiraciones o;
repitiendo
"adentro-afuera" con cada respiración. Algunos contemplan un
punto o
una mancha cualquiera. Otros intentan centrarse en sonidos simples y
repetitivos (el mantra ) o en un solo sonido que S~ repite. La posición
del cuerpo es) para otros, un aspecto importante ot. Debemos estar en
loto, con las piernas cruzadas )' las manos en el regazo. Cada estilo de
Focallzación ha dado origen II una escuela. con adherentes y de trae toa
res. Los occidentales que intentan la posición loto hallan con frecuencia
que resulta una experiencia dolorosa y forzada para los músculos y no
la posición sencilla y relajada que prometen los maestros orientales. ¡Re-
sulta muy apropiada ~i deseamos meditar acerca del dolor!
Existen algunos aspectos sencillos que debemos considerar si de-
-1
"~~:~I., •••- ... -••" .. ~.
¡
j
seamos focslíser la mente para que algunas de sus operaciones subya-
I centes salgan a la luz. Si estamos demasiado cómodos. es posiblf¡ que
1
¡ '~o durmamos. Se ha dicho que el té fue inventado para mantener des-
piertos a los maestros Zen. Así, entonces, los practicantes han tendidó a
I adoptar. alguna posición especial para sentarse. Por la misma razón, .puede
ser importante mantener los ojos abiertos. Al comienzo, puede ser bueno
iI hacerlo con los ojos abiertos, sentado cómodamente y mirando un pupto
I pequeño. Para eliminar la distracción de los _ruidos ambientales, ?o.~e­
¡ mos meditar acerca de estos ruidos) con los ojos cerrados. A su tiempo,
II los sonidos que anteriormente eran dístractores producirán ideas y luego
¡ imaginería Interna, ~e modo similar a como ocurre en los sueños.. ?o?e-
mas también centramos en algún aspecto del euerpo: la respiración
o los latidos del corazón, Para comenzar, recomiendo mirar UD punto.
.) Los que no han dedicado horas a la meditaci6n pueden muy bien
preguntarse por qué hay quienes la practican; sin embargo, inc1~so aque-
t :los que s610 han dedicado 20 minutos diarios a la meditación durante
I algunos meses, resultan visiblemente diferentes al común de las perso-
[1
nas. Parecen más calmados e integrados. Es como.sí hubiesen recolectado
las 'diversas partes de si mismos y las mantuvieran unidas. Sus',-movi- "
\ mientos corporales son más suaves, menos precipitados. más armónicos, \
,
I
1
, I Al examinarlos de cerca, demuestran considerable sensibilidad, tanto ')
interna como externa. Su eonocímíénto de Ia e::tPeri~cia interna se halla
.¡ notoriamente por sobre 10 común. La práctica de aquietar la mente ~:en- .
trega paz~'ai individuo y también intensifica los procesos internos.1:;"de
modo qué-éste pueda iniciar un autoanálisis Ubre. Es un estilo muy ~!n­
timo de aprendizaje, ya que -no estamos hablando verbalme!lte acerca
de las experiencias) sino que estamos trabajando dentro de la experiencia
en sí. También descubrimos que al aquietar la mente hallamos un re-
fugío que tenemos siempre a nuestro alcance. Recuerdo que en una »:
periencia muy amarga también meditaba acerca de la belleza de ;~las
llamas de la hoguera. Muchos de los desórdenes sicol6gicos surget{ al
sentir de nuestra síque que DO hay alternativas reales. Debe resolyer
este problema determinado, cualquiera que éste sea. La meditación pos
abre mundos alternativos que resultan tan válidos romo aquel en el ~
se· DOS presentan los problemas difíciles de resolver.
La meditación se relaciona estrechamente COD la imaginería eme-
tiva.. La primera tiene el mismo sentido general que el trabajar con el
sentimiento. pero involucra UD,a mayor focalizaci6n y limitaci6n de la c'
atenci6n, con el consecuente aumento del flujo de los procesos esp,on-
en ls quIetud de !2 !nen~8 85·
tánoos internos. 4 meditación. entonces, expone en mayor grado, la na.
turaleza subyacente de la experiencia humana en sí,
Podemos ordenar en grandes categorías los posibles descubri-
mientos que obtengamos de la meditación. Sus primeras experieriCias
tenderán posiblemente a ilustrar cuán poco predecible es la mente.
Cuando intente fijar la vista en un punto determinado, pueden cruzár..
sele por la cabeza todo tipo de ideas. Se preguntará, ...¿Para qué es-
toy haciendo esto? ¿Cuándo podré terminar? Debería estar trabajan-
do, etc.". También descubrirá una gran cantidad de picazones y sen-
saciones distraetoras. Si se identifica con las frases que lo llaman a apar-
tarse de la meditación, la abandona pronto. O bien, podrá dejar que pa-
sen de largo., como haría eDP los comentarios de algún impaciente per-
sonaje. [No necesita identificarse con todo aquello que se diga en su
cabeza! Los pruritos representan una oposici6n más fundamental. Si
DO se rasca, su primera meditaci6n puede centrarse en toreo a las ago-
nías de las picazones. Rasq ue las peores de ellas, pero no permita que
el animal o~tinad~ que guarda en su interior salga con la suya.
Al iniciar la meditación, la mente) al verse liberada',de la basu-
ra que habitualmente la ocupa, comienza a jugar como 00 niño. Su
atención vaga de uno a otro aspecto del punto en que ha fijado la vis-
ta. Gradualmente aparecen significados. En este nivel, nos acercamos a
lo que se experimenta en la ímagínería emotiva. Por largo rato, la men-
te s~~ar~ de un sonido externo a una picazón, a significaciones evoca-
das por el punto, al cansancio de los ojos) etc. Usted puede luchar con
10 que ocurre en esta inquieta movilidad. Puede preguntarse si es us-
ted el que salta de un aspecto a otro. Generalmente, la respuesta es no.
Cuando la inquieta mente se cansa de algo, se centra ~ cualquier otra
cosa que se presente. Es algo similar a UD animal que se desespera por
tener actividad Si miramos más de cerca, hallaremos que es casi im-
posible detectar el instante en que un interés en relación a un aspecto
decae antes que algUn otro lo reemplace. De hecho! podemos descubrir .
que recién atravesamos por un" espacio en blanco s610 después que nos
damos repentinamente cuenta de que estamos centrados en un nuevo
tezna, Existe un patrón: damos cuenta de algo. el interés decae, espa-
cío en blanco) emerge un nuevo interés, repentina toma de conciencia
de baber dejado el tema anterior. Podemos también ir y venir rápida-
mente entre el darse cuenta sensorial o interno y el redescubrimiento
del punto que observamos. Este es el inicio de una gran cantidad de
I~ j
.'
86
descubrimientos que sugieren que las operaciones de la mente son mu-
cho más espontáneas' de lo que generalmente suponemos.
Pueden presentarse una gran cantidad de cambios sensoriales. Por
ejemplo, el punto que está siendo observado mostrará aspectos nuevos;
éste podrá" moverse) transformarse en algo que jamás ha visto antes,
cambiar de color y aun desaparecer. Esto ocurre si logramos centrar-
DOS en un estímulo visual. Entonces) el mismo estimulo se verá altera-
do. Estas alteraciones adquieren significados cada vez más dramátícos,
como si el punto comenzara a actuar. Resultaría relativamente fácil en
ese momento comprender cémo esta representación se relaciona COn.
nuestra propia vida, ya qu~ después de todo, tal representación surge
de nuestra propia naturaleza. Si esta actuación se torna lo suficiente-
mente vívida, podemos incluso formular preguntas al punto que obser-
vamos y obtener repuestas de. él. En este momento) los resultados de
la meditación tienen la riqueza suficiente como para mantener la aten-
ción fija en el punto.
A lo largo del' proce.~o, puede desarrollarse una larga pugna en
relación al control de todo esto. Podemos intentar adoptar una actitud
y ver que la que se presenta es la opuesta. Podemos intentar focalízar
la mente, pero ésta se nos escurre hábilmente. Podemos incluso desear
despojarnos, de toda intención, sólo para. encontrar que ell.o ~os coloca
en una actitud intencional. Este es quizás el escollo más dífícíl que en-
frentamos al meditar. Las cosas resultan más fáciles mientras más pron-
)
to aprendamos que los procesos internos tienen una voluntad propia y
que sencillamente acatan esta voluntad para aprender de sus propias
directivas. Existen varías alternativas en la meditación, si se le presen-
ta el problema de tener una voluntad reacia. No se identifique con los
actos de la voluntad. Por ejemplo. si se sorprende diciendo, "No de-
seo controlar esto", no se identifique con esta voluntariosa declaración.
Incluso el esfuerzo p.or no tener intención alguna es intenci~nal. Los .
procesos voluntarios de elección y decisión pueden ser descartados co-
mo procesos autónomos que se presentan y transcurren. Otra manera
de resolver el problema' es agotando a la voluntad. Si la ~tenci6n no
puede ser dejada de lado, entonces úsela despiadadamente hasta que
esté totalmente agotada. Algunos navegan fácilmente entre los escollos
4~ la voluntad) porque disfrutan mirando la dirección interna de la
mente y nunca desean controlarla especialmente. .
. , Existen .también muchas agradables mesetas de vivencias con
las. que pu~de tropezar. Entre éstas se incluye el descubrimiento de que
en la quietud de la mente 87
 la meditación es un mundo aparte, donde podernos entrar en cualquier
m crin ento, no s610 como a un refugio. sino como a un lugar donde obte-
. nemes una mayor perspectiva del mundo externo. En este estado, pode--
mos disfrutar de prolongados perlados de simple agrado y paz. Desde
esta perspectiva, - el mundo externo -puede parecer relativamente distante
e irreal. Podemos revisar nuestra conducta en ese mundo externo y ha-
llar que es innecesariamente frenética o necia. En esta etapa, la mente se
presenta más d6cil al proceso de centramíento en sí. Ya no presenta
obstáculos al intento de focalízarla, como ocurría en un principio. En
esta meseta, también se presentan agradables descubrimientos acerca. del
tiempo .en sí. El tic-tac de un reloj que antes era sentido como impla-
cable. puede desplegarse lánguidamente y, descubrir su propia paz. Las
horas pueden transformarse en instantes y los instantes en horas. El
tiempo comienza a estirarse y a resultar bastante relativo. El tiempo
mismo puede desaparecer. como un asunto inútil.
Luego que la mente es amansada y puede Iocalízar, comienza a
desplegar juguetonamente una cantidad de posibilidades que gradual-
mente se entrelazan resultando en una comprensión amplía, Aquí el
poder del mensaje interno comienza a penetrar en nuestras vidas. Aho-
ra, la experiencia vital común ya DO es sólo otro mundo riguroso; es
uno de los componentes de la medítación, componente en el cual po-
nemos a prueba lo que hemos logrado aprehender de ella. . una actitud que veo con frecuencia en mi mismo.
Las experiencias anteriores constituyen razones suficientes para
meditar. Sin embargo, a través de la meditación es posible lograr un es..
tado "mucho más elevado, que para algunos es su objetivo principal '.
Este estado es conocido como "ílurnínaclén", "satorí", "moksha", etc. En
~
I
¡ un principio, apa.rece como tJ.!18 experiencia muy breve en la cual se ve
la naturaleza misma de las cosas. En niveles más altos, hay periodos
I , cuenta se produda y se de.wan~ia sin que yo supiera c ó m o . '
de pérdida de identidad y una repentina toma de conciencia de la na-
t" turaleza total de la creación. Los niveles más elevados de esta expe-
l riencia son relativamente escasos. Sería preferible no dedicar todos nues-
tros esfuerzos a lograr este tipo de apertura. porque ciertamente el es-
fuerzo retrasa su aparición. Seria más sabio disfrutar y dominar antes
todos los niveles inferiores de la meditación. _Es más probable que el
satorí se presente cuando la persona ha llegado a una comprensión pro-
funda de sí misma. Y esta comprensi6n profunda de nosotros mismos
es motivo suficiente por sí solo, para practicar la meditación.
Muchos de estos aspectos se ejemplificarán a través de la precoz
experiencia de un joven en la meditación. Estaba observsndc una man-
88
cha blanca en el suelo de parquet barnizado de su' estudio subterd...
-neo. 'La mancha parecía de, alrededor de 95 miI~etros de largo. rela..
tivamente circular. alargada en la parte superior izquierda y con una
cola en la parte inferior ~quierda.
-L
La examine por un rato, observando sus' características. Pareda t~ner 12n
cierto grosor, 10 qu!l resultaba más claro en sus contornos. Me parecía escuchar-
me a mí mismo describiendo sus a...p eetes y, entonces, me di cuenta que:'! l,as pala-
bras no eran adecuadas. Podía retirarme a un nivel más profundo para apreciar
sUS" características, trascendiendo la~ palabras. Parecía como si pudiera 'examinar el
territorio eompleto de, la adecuación de la correspondencia entre palabras y COSü.
pero 10 dejé atrás.., Más tarde. los aspectos que primero pasé por alto aparecerían
• la vista. Por ejemplo, un tenue punto brillante en su' blancura se intensificó eD
un momento dado. Resultó claro -que no podía examinar toda la manchÁ simul.
táneamente. sino de nn modo gradual y, mientras seguí exploraDdo. .~.iguiM'Oll
apareciendo DUevOS' aspectos en ]a mancha que tenía a la vista. ,:~
}Podía abandonarme eon el viveneíar de la visi6n en sí, como si já visi6D
fuese ~ii cono qué roe proyectara desde mí hacia la mancha, la rodeara y "iR traje-
ra hacia mi. Concluí entonces que podía hallar imaginería o fantasía alrededor del
margen' de cualquier erperíeneía seneílla y que esto servía para amplíar y clarifi·
ear ]0 que podría haber sido una percepci6n más vaga. El cono que imagín~ para
traerme la mancha era un ejemplo de esto. O bien. podía fijar la vista en la msn-
aba y dedicarme a tomar conciencia de mis músculos faciales. Un dolor suave pro-'
veniente de un.l' sinusitis fue amplificado en Eanta..~ía, como si los ·bu~os' alrede-
dor de mi! ojos y frente fuesen hundidos como los de un hombre Cro-MaglÍon. Tu- \
ve un sentimiento pesado, hosco, irritado, brutal. Esta era una amplifica't'ión de 1
"
Mi mente se apartó con frecuencia de la mancha. Algunas veces "me sor- !
prendí preparando clases o haciendo otras cosas y:me sC'ntl irritado, in<1uieto y'
aburrido. I La importancia de la mancha era aún menor que la de mi, otras pre-
ocupaciones! Era como si algo me apartara hacia otras cosas y que la :nanehn le
desvaneciera. aun mientras la estaba mirando. Este tipo de sensaci6n me, n~v6 •
preguntarme a mí mismo en qué medida controle este proceso, 'pero la ':Interre- '
gRnte era demasiado para obtener respuesta en ese momento. Mi mente divagó •
partir de su lmposibílld.:td. Sin embargo. d tenia la clara impresión que mi darm,
Mientras ,miraba la maneha. sentía cierto alivio ¡>(?r la seguridad que 1m.
pl1cabaesta simplicidad y el escape del torrente de mis preocupadones. 'O.tando'
me •banaba con' la mancha, muchas otras cosas desapareclan. Su seeeílls ausenoia
de exigencias representaba UD respiro.
Repentin:unente, surgieron ruldos, En un primer momento, los clasifiqué:
por ejemplo, ése es' el mido de un reloj en el cuarto vecino, tSOS son pasn en
el piso de arriba. Esta denominaci6n y c1aslficaci6n como "ajenos" 1011 haclR caer
a la categoría de Intrusos en mi eontemplaeíén, Relajando la atención, también re-
aultaba ~ible oír el sonido emergiendo de la mancha. Débilmente en un p'rfnclpio
y mú ~:~ramente después, estos sonidos que surgían de la mancha desPertaban
vagas bnligenes coloreadas. Junto con este aonido coloreado, habÚln insinuaciones
de significados más allá de mi comprensión, Después de uno fluctuación, de mf
atenclóri en .la manche, decldf mantenerme concentrado en ella )' eí débilmente
la palabra ··uotu". Esto aprehendía el sentimiento de vapulearme a mí 'mismo,
en la quIetud de la mente 89
.: al obligarmo a proseguir con b taroa. &te era otro ¡nu dominio que podia haber
explorado en mi mancha, pero decidí no . hacerlo. ' cíén, al ser representada en uu cuadro inmóvil, fuese contradecída por su opues-
Hubo varios periodos en que m! peroepcíén se vio alterada, La mancha
com~nzab3 a ponerse borrosa y casi dejaba de resaltar; esto generalmente era con-
comítante ~ un aumento en la conciencia de mis experiencias interna$. Hubo un
momento en que -observé repetidamente cómo unas imágenes de color púrPura se
fo~.maban:. se desplazaban a la períferie y desaparecían repetidamente. Sabía que
~. mi atención se hallaba debilitada y que los procesos rítmicos sensoriales podían
';o entonces surgir al primer plano.
h. Repentinamente. la mancha era claramente ua leto con '''una enorme ha.
,~i m.ga. y U.lla cabeza demasiado pequeña. Esto me impresionó COlDO' una imagen de
., mi situacíén en ese momento. Yo era como un feto, me hallaba en el inicio de mi
'. comprensión de esta experiencia. La enorme barriga me recordó mi sensación de
sentirme rico. mi preocupación por mi peso y el sentimiento de tener mucha ri-
qUC7.3 interior. La cabeza pequeña representaba mi escasa comprensión.
, El lejano ladrido de un perro se transformé en un corredor largo y tubu-
lar; el ladrido delineaba y formaba las paredes. Esto índícaba &lgo relacionado al
oscuro vacío del final, que no comprendí. Aquí se hallaban el sonido. la. imagen
'..y la representación envueltos en uno, significando la presencia de algo que aún
':.no comprendía, así como la mancha fetal frente a mi. Quería lograrlo. Repentina-
,r~ mente, noté una pequeña mano en el feto. Esto parecía significar, (yo) quiero
: hacerlo ( mano), pero no soy aún capaz (mano pequeña. cabeza pequeña, fetal).
~I feto y su est6mago hínehado sugerían que se hallaba preñado de posibilidades.
Para mi sorpresa. e! corredor, que me resultaba difícil visualizar, apareció
con facilidad. Una pequeña reflexión sugiri« que era una trastornada imagen de
.' mi prcpía . mente. Su porción inferior era una franja oscura que me recordaba
:.el sentimiento de desesperanza. La parte superior izquíerda era brillante eomo la
~. esperanza. Su forma completa me sugería complejas implicancias. El fondo vacío
. sugería que la realidad en si erA vacía. El corredor era, mi pensamiento mismo,'
y. con desesperación y esperanza, que llevaba a ia paz de la realidad vacía y des-
. cargada, Tuve la cálida y satisfecha sensación de que esto era lo que yo debía
. estar haciendo. Me pregunté si no podía hacerlo con los ojOl cerrados. pero ten.
día a quedarme dormido,
'Intenté aprehender lo que se producía fuera de - mí -el proceso de per-
cibirse a :.í mismo- y de súbito la mancha era. con toda nitidez. un castor do-
; blando hacia la izquierda (asociación, lo ínecnscíente) para comenzar a trabajar
. (castor. trabajo). Parece bien allmentado (de forma l5imilar a anteriores asocia-
;~c:iones con el estómago), y necesita roer (verbalizar), nadar CintWr) y construír
",un dique (escribir un artículo). El movimiento e intención del castor estaba en
i':l:ll primer plano y en último término se hallaban las anteriores asociaciones do
~1;igllificado.
.. Ñueva.menle Intenté comprender la forma cómo esto .5urgía. de mí y me
regresaba como mi percepción y comprel:lslón. Se me ocurrió que lo que yo Ila-
rnaba "'Yo" era este procese de experlcncfas a\ltooeterminado. El bc:C'ho de .que
Iuera determinado O tuviera un curso de acción, yo lo interpretaba como mi pro-
pia determinación. como si yo lo poseyera y lo hiciera de ese modó. SIn" embargo,
estaba determinado o tenia un curso de noción sin que mi esfucrzc particIparli en
,.110. Su dclerminadón me poseía. El "mí" o "yo" puedan wia ficci6n de su de-
J~rOlinacióll.
:~: Ahor::! ~1 castor roía fieramente, corno si necesitara utilizar sus dientt':$ (y
~:s:o ne«.:(~sitara
seor expresado). Repentinamente la escena cambió. Se convirtió en
un cuadro de un castor .ac:tivQ. con 'U:'I mandíbulas abiertas. como ,¡ el tiempo ~
90
hubiera' detenido. Al mirar la oscuridad de las mandfuulas. parecí. ser que la ~C'
, too El tiempo en sí parecía una ficción. Podía examinar en detalle al atareado cas-
tor en este cuadro inmóvil. Todas las estatuas orientales de Buda y otros dioses
sdquírieron un nuevo significado. La estatua inmóvil no era una representación,
sino que era la vida en la quietud, o bien, todos los caprichos y extravagancias
de la vida contrarrestadas y dominadas por la quietud más fundamental de 1", eter-
nidad. La acción )' <;1 tiempo mismo eran las imágenes de esta quietud. Los dien-
tes del castor eran triángulos afiladísímos que representaban los fiero:. peligros in-
herentes a las atsduras del tiempo. Sin embargo, aun cuando existía IlO peligro
constante en las mandíbulas. éstas nunca se cerrarían.
Cuando me concentré en la percepción interna, el castor giró hacia la iz-
quíerda, enfrentándome, y pareció intentar morder su propia eola.: como I~ uro-
boros (.). AQuiel significado era esencialmente el mismo anterior. La quietud se
visualizaba a sí misma corno a punto de asirse a si misma, creando el circulo del
tíernpo, Esto era shuílar al negro y vacío centro de mi corredor delineado por el
ladrido de un perro (nna accíón ). El carnbio era. una apariencia en )0 inmuta-
ble. Podía examinar la pupila negra '1 sosegada del ojo desafiante del castor. To·
dos los sonidos parecían surgir de su ojo. La mancha blanca era un reflejo de l;¡
luz en 1:1 oscura pupila. La luz del mundo era externa al cálido y confortable
. sentimiento del ojo oscuro.
Ahora el castor era la mancha pequeña Que se alelaba. Comencé Q sentir
desasosiego y deseé terminar con este ejercicio y hacer otras cosas (es decir, me
siento compelido hacia las cosas}. El castor volte6 hacia otro lado y yo también.
Salí de la meditación sintiendo que había viste) más del liignificado del tiempo )'
la t.'xfst~ncia que Jo que podia comprender.
\
Esta meditación tuvo una duración de 5610 20 minutos. El suje- )
to vívencíó una cantidad. de modificaciones en la sencilla mancha que /
observé, Atravesó por muchos ámbitos que podía explorar: impresio-
nes sensoriales fluctuantes de la mancha, las reacciones de su propio
rostro Y'. cuerpo, el grado en que controlaba la experiencia, etc. El mo-
mento más dramático se produjo cuando la mancha se convirtió repen-
tinamente en un feto que le pareció representar su entonces débil com-
prensión. El cono visual del principio reapareció como una imagen de
su mente con varios .sentímíentos en su superficie, pero en último tér-
mino, carente de realidad. Esta imagen incluía más de 10 que podía
comprender. Su esfuerzo por comprenderla se vio reflejado en un ata-
reado castor, que representaba activamente su estado. Entonces el cas-
tor pareció detenerse en el tiempo. una imagen de actividad o vida en
una eterna quietud. Esto era también una implicancia del cono vacío
. (.) Un antiguo símbolo de un circulo formado pof una serpiente mor-
diendo su propia cola. Sus muchos $igniIicados incluyen 10 que no C-' <:r<:ado. lo
que e~ cre~do en uno mismo y lo qUf: pan:cc devorarse a si mlsm.o. El drc:ulo
vado a~í formaJo simboliza Jo inmutable, lo <!terno.
en la quietud de la men~e 91
 como representación de su mente. Podia erplorar la uniformidad. eter-
namente quieta, y ver en ella una representación de la actividad'(es
decir, la mandíbula mordiente del castor, que nunca se cerraría). Pu-
do experimentar el cambio como s610 una apariencia dentro de 10 in.
'~
mutable.
¿Por qué nos desviamos para considerar esta meditaci6n parti-
cular? Este joven estaba muy interesado en el misticismo y en el estu-
7
dio comparativo de las religiones. Lo que de él surgió en su medita-
ción fue .una sorprendente visión del tiempo desde la eternidad. En Fenómenos Frágiles Subliminales
. sesiones posteriores. aparecieron temas similares con representaciones
aún más claras )' su comprensión aumentó. El proceso interno 10 guió
en la dirección general de sus intereses.
Cuando la mente se aquieta para observar sus propios proce- Hay un pensar que es interior y aún más Interior. y tam-
sos, tiende a representar su propio estado de múltiples maneras. ya bién exterior y más exterior. lo que de hecho es el primer
sea como sensaciones corporales, pensamientos. ímágenes, palabras que efecto de la vida es el pensar más 'Interior, que es la per-
cepclón de los finos. Y todo lo que prosigue. a\ consíde-
surgen espontáneamente, percepciones y significados. Cuando obser- rar los grados de la vida.
varnos más estrechamente sus representaciones de sí misma, tiende a
EMANUEL SWEl>~OORC#
guiarnos más allá de sí misma, a una comprensión total de la realidad.
-Dicine L01Je cnd Wisdom'" (p. 2), lT63

\
En nuestro descenso gradual a 18 profundidad natural del hombre, DOS )
internamos ahora en una zona que resulta menos co~pren.sible que las
que hemos explorado hasta. ahora. Hemos recorrido los aspectos exter-
nos de nuestras percepciones de 10$ otros. los procesos mentales más
conscientes. y los procesos que gradualmente se yen más cargados ~e
sentimientos y símbolísmo, Ahora entramos en una región que se ha:ila
entre las l~lenos comprendidas. Es también una de las que es más difí-
cil obtener datos. Algunos de los fenómenos propios de esta región son
tan poco conocidos que D,i siquiera tienen nombre.
Una tendencia general de nuestra exploracíéa de la mente ha
sido' el apartarnos .del control consciente del ego (. ). Los fenómenos

( .) El coceepto de "ego'" es aquí uttlízado en el sentido Que le: di" la

Sicología TraD$~rsonal. Ezl esta concepción, "ego" es equivalente 8 "personalí-
dad"; la "personalidad" seria el conjunto, de conductas estereotipadas y r'gidamen.
le estructuradas que la persona ha aprendídor el papel que intenta representar
frente B los demás y frente !el si mismo. Cuando hablamos de 1Jl "personalidad"
de una persona, nos referimos a algo que t''J en algún grado predecible }', poI
tanto. estereotipado. &d, entonces, la SicologÚl Transpersonal estudia lo que ccu-
rre en la persona al disol...' t'IJe su "egc" o "perseaalídad" (uans.pcnonal = más

que' SE. describirán, aquí están apenas por sobre el limite de lo conscíen-
\ telinconsci~I\te. Aun cuando hay señas de participación del ego. 'ésta
es en gran parte como observador de los procesos internos, fundamen-
talmente espontáneos y autónomos.
La muyol parte de lo que describiré son fenómenos correspon-
dientes al estado hípnagógico. Incluso algunos sicólogos no saben nada
acerca de este estado. Los Fenómencs hipnag6gie:os surgen cuando ya-
cemos tendidos, UlUY relajados y próximos al sueño, Puede descrihírse
la secuencia general de eventos que S~ producen a medida que nos
acercamos a este estado. EI1 primer lugar, estamos tendidos conforta-
blemente. Las preocupaciones -del día )' las sensaciones de la cama se
entremezclan por un rato. Podemos decidir centramos en alguna fan-
tasía predilecta. Gradualmeute. la. mente comienza a manifestarse. Imá-
genes y frases desperdigadas. flotan. atravesando cuestra mente. Sin
embargo, aún estamos lo suficientemente despiertos para~ notar su pre-
sencía, ~i decidimos realizar este esfuerzo. La. persona p.uede observar
c6moprocesos inconscientes relativamente espontáneos 'burbujean ha-
.~; cía la superficie. La mayoría de las person~ cae perezosamente en .una
~ fantasía. luego en un sueño y Finalmente se duermen. Requiere una es-
pecial tenacidad el permauecer equilibrado entre el sueño y la vigilia.
Pocos lo han hecho y los' que 10 han Intentado han perdido muchas ho-
ras, de sueño. Sin embargo, hall encontrado uu nuevo y complejo do-
uiínio de posibilidades que como veremos, es una extensión de lo que
- comenzaba lI. aparecer en la medíracíóu, Existe muchísimo símbclísmo
,'.ea esta zona. Quizás (;'D ella todo, es simbolismo.
Hasta doude yo sé, sólo hay unos pocos. ·grandes exploradores
que han registrado las observacíoues que reallzarou en este cwupo. Re-
sulta bastante curioso que uno de los praneros exploradores de esta re-
gi6n realizó los descubrimientos más ricos)' comp 1e:j os. Los mús rno-
demos parecen mucho menos intrépidos y menos preparados para tra-
tar con los procesos símbóllcos autónomos. Swedeuborg ha trabajado
', en este:' campo más qu~ niugútl otro, Se acercó a esta zona centran-
.-' dese internamente y rcspuu.udo en un grado mínín.o, al estilo del Ha-
[a Yoga. En uu príncipio, deseaba centrar todo su poder de concentra-
; allá de 1u. personulídad}, De: 11M Que el "ego", dentro de cstk concepción, ~a en-
; torpecedor del functonamíentc. (lt1t6nomo y espontáueo del ser humano. El autor
'. Jeja entrever a lo largo de lodo el libro que 111 rcferir»e a "la .;profulIdldJU!, LIlA;'
'-- twul del hombre", 1", concibe como aquello que se halla más, alU del
;-',: (K de los T.).
;r
l'
iI
i
eíón para pensar mejor. Como se observa en su "loumal el Dreatns"
1
1
i. C'Libro de Sueños") )" "Sp¡,itual Diary" ("'Diario Espiritual") J, pron-
to vio que estaba observando el trabajo de los procesos mentales en
bruto. Este campo es inmensamente simbólico y aprendió a devclar los
símbolos a partir de esta -experiencia:. Casualmente, emprendió, desde
el estado hipnag6gico. un viaje personal a través del cielo y el infier-
no y dejó un recuento profundo y fascinante de sus descubrimientos ll.
Aún las personas 'comunes y corrientes que exploran este campo pue.
den encontrarse COIl personas extrañas y con extrañas conversaciones
, simbólicas que parecen ser visitantes de otro mundo. En tiempos m<is
recientes, el exístencíalísta francés Jean-Paul Sartre también dedicó mu-
chas horas a la exploración de 10 hipnag6gico·_ Sartre pasó por alto la
clave m~ Importante para la comprensión de esta región. la que había
sido descubierta por Swedenborg y. posteriormente, también por Her-
bert Silberer 6. Esta reglón es. naturalmente. autosimbólíca, esto es, re-
, . \ .
presenta nuestra situación en este momento. Dicho de otro modo, se
representa a sí misma.
Gran parte de los contenidos de la zona hípnagógtca aparecen
sencillamente como ímágenes nítidas y frases extrañas que se agitan
en nuestra cabeza. hasta que preguntamos en qué estaba pensando el
individuo en ese preciso m~m~nto. Entonces comienza a aparecer, ya
sea como una representación del estado de UDU persona, o bien como
una respuesta u su interrogante. Clarificaré con ejemplos el carácter
autosimb6lico de este estado.
Estaba intentando recolectar experiencias hipnagógicas y oí "Aún
nada-o No estaba logrando mucho éxito y lo que oí reflejaba mi si-
tuación. Mientras intentaba examinar acuciosamente el modo como se
forma la experiencia hipnag6gica oí "¿Tienes un computador?". Me
estaba adormilando en el estado hipnag6gico y oí "El snoofing ( O)
usual", En ese momento. la extraña palabra "snoofing" parecía -una
mezcla entre entremeterse (Intentar entremeterse en lo bípnagógíco)
y dormitar .( adormilarse) ~ Era una juguetona representación de mi si•
tuaci6n: entremeterse y dormitar. .
Frente II los fenómenos hipnagógícos, no existe mucha duda de
que nosihemos tropezado COI! l:l.lgo ajeno a los proce-sos mentales 'habi.
tuales, Las imágenes surgen repentinamente y se hallan totalmente for-
ego (.) En el origínal, la C%traií& -palabl"& "snocñng" resulta de UDU mezcla
entre las palabras ~$noopmg· (eatremererse ) '1 -moOZing" (dormitar) (N. de: les T.),
fenómeno" frágllaa aubllmtnalee 95
mad~s antes de que podamos siquieru conjeturar acerca de sus tmpü-
canelas. De mudo similar, una persona puede olr oraciones o frases que
no logra' comprender de inmediato. El proceso .requiere de cierto estu-
dio parü' hallarle 1llgúu significadü. AUIl con un esfuerzo int~ncional
l~grt1mos halla~le rsentido s610 ti una parté Je lo que se presenta. Po;
ejemplo, la mlSIIUt noche que recolecté los comentarios anteriores oí
también ~ alguien lfue decía, "Maestro, estás jugando conmigo". Más
tarde alguien afirmó COIl grau determinaclón, "¡Es conmigo COn quien
lo hacer. Era cerno si hubiese irrumpido en una conversación ajena a
mi. No pude relacionar esto con mi estado de ese momento, pero esto
d~b~ ~~ber sido ~orqut todo sucedió muy' Je prisa. Aun cuando lo híp-
uag{lglCú t'S ubvlamclItel:l.utosimbólic:o del propio estado del momen-
to, esto es cierto sólo en cuanto a es~ preciso instante. Lo que' se está
representando puede. estar ausente una fracción de segundo más tar-
d~. Pero las f~ases anteriores tllthbwl más allá de mi. comprensíón, Esa
misma tarde 01 I::l 10 bipnagógico diciendo, "No quería que nada le oeu-
rriera a mí esfera, así 4ue Id u Chejov. Su esfera recibirá una carta
~e disculpa en r~Il:lCUHl u esto". Nu tt"ngo' idea dt'l porqué Sé produ-
JO esta CUUVC1'saClón y. sin e-mbargó. BIC intriga. Estas frases general.
mente SúH p~ollunciadas CUh el tono de nuestra voz. Es: sorprenden-
te, en uu pnJllr:r n.ourentu, ubservar a nuestra mente peasando v ha-
"""?'.
blando sin l!~lt: ul~~IJat() intervenga, Cuando nos decimo; algo
a nosotros nusmos, el significado está presente antes de que IlOS lo di-
g~:lOS. Cuando oímos u vernos algo en el estado hípnegógíco, su sig-
nificado no está presente. El hallar sus implicancias puede tomamos
un trabajo cousíderable.
Sospecho que las alucínacíones h.ipnagógícas y sic6ticas se hallan
estrecbsmente relacíonadas. En umbus se presenta la misma extraña ce-
racteristic.a: una imngen u oración, que aparece repentinamente de l~'
na~l;l, d~J~~H.lOll0S <.'OH nuestras conjeturas acerca del porqué ocurrió.
Existen diferencías, sin embargu. Las o.lucinaciont:.S son mucho más ví-
vidas. Los sícótlcos pueden literalmente ver y oír COSI:lS con toda ciad.
dad en estado de vigilia. Las personas normales, mediante un esfuer-
zo considerable, logran apenas captar la huella de estas experiencias,. en
estildo somnoliento. También tenernos que las alucinaciones auditivas
~e l~s sicóticos genera~le:nte no son con su propia voz. Opino que el
sl~6tlCO, estando más alienado ele su propia naturaleza, experimenta los
nusmos procesos generales, pero en forma más intensa y alienada.
Podemos describir las características generales de esta zona in-
tema. Llegamos al estado hipnagógico tendiéndonos y relajándonos co-
mo si fuéramos a dormir. Podemos dirigir nuestra atención hacía la
"eígenlíeht" (.). íos 'colores e imágenes vagos y semíapareñtes que
vemos con los ojos cerrados. Est~ también son denominadas luces en-,
topticas o idiorretinalcs. Concentrándonos en ellas, pueden traosfor-
marse en imágenes cada vez más Claras. Sus formas se arremolinan, se
. movilizan y cambian constantemente. Mediante una intensificación de
nuestra conciencia ínteríor, pueden adquirir la forma de objetos sencí-
llos o patrones geométricos, o bien la de bosquejos ricos en detalles, He
observado con frecuencia un bosquejo formado por delicado follaie~de
helechos. Si nos activamos suavemente. alejándonos del sueño. pode-
mos lograr pennanecer en un estado de adonnecimiento y observan-
do UDa escena totalmente formulada. Una escena que veo con freeueu-
cía es una línea circundante de luces de ciudad. Parece muy' dificil
mantener quietas estas "elgenlíchts' internas. Creo que la ímaginería de
fondo. brillantemente coloreada, que podemos percibir bajo el efecto
de la droga LSD u otros alucinógenos no son más que una ampli.f.~ca­
cíón del ":"~igcnlichf' normal, El significado ele los "eígenlíchts" es bas-
tante desconocido, ya que pocas personas los han examinado. Mi supo-'
sici6p es que también ellos son autosimb6licos de nuestro estado. Ver
patrones geométricos es algo que. ocurre en un contexto más analltíco.
Mis propios diseños de follaje de helechos 'parecen presentarse con un
estado muy pacifico y lánguido, y el sentimiento es sugerido por los
j
helechos que crecen en áreas sombreadas. Los ceigenlichts" parecen !
ser el mero inicio de la autorrepresentaelón interna. ,)
Hasta donde yo sé, no han sido aún descritos otros Ienóméaos
de este tipo. Cuando 'estoy a punto de dormirme, me encuentro erice-
rrado en algún tipo de relación lógica. Puede existir una imagen fija, y
recorro la 16gica dentro de su forma repetidamente. Tengo la ímpre- ..
si6n de que es como una representación lógica perfectamente equili-
brada y muy compleja. Cuando me despierto, sin embargo, me es difi-
cil recordarla. Puedo despertar COn alguna paradójica declaracíén' y.
sin embargo, todas las relaciones lógícas .de su estructura parecen per-
fectamente .claras•. aun siendo complejas y frecuentemente paradóji..
caso Tengo la sensación de que han aparecido una y otra vez para
(. ~ Palabra lilemana que significa "lumíntseencía" o "luz interior",' CI).
mo dice el texto, alude a 105 colores e imágenes vagas que vemos al tener 105 ':ojo,
cenados. No existiendo ·una· traducci6n totalmente satisfactoria. dejaremos la ori¡i-
naJ. en aJe~u (N. de lo!! T.J. ~
fenómenos frágiles subliminales r 97
 quedar fijadas en la mente y) sin embargo) se desvanecen rápidamen-
te en la vigilia. Mi propia tendencia -interna y necesidad más profunda
es la de comprender las cosas; una fantasía muy común' en mí es que
estoy dando una conferencia muy compleja y bien expuesta. Creo (y. éste
es claramente terreno de conjeturas e imprecisiones) que este procese
lógico instructivo sin-nombre es fundamentalmente autosimbólíco de
mis propias tendencias. Siento 111 fuerte necesidad de ]ogr~r una com-
prensión total de un sistema completo. Dejada a su libre arbitrio, mi
mente parece llegara tales comprensiones. Otros) con otras tendencias,
pueden muy bien tener un proceso SÍJllilar o paralelo en ~ interior. Mi
, esposa, una mujer de innato buen humor, cae en Una situación humo-
--rístíca al dormirse. Su risa ahogada me: permite saber que se ha dor-
mido.
Podemos dibujar un mapa toscamente descriptivo -del domíníc híp-
nag6gico. Su expresión más clara se ubica en el estado entre el sueño
y_ la vigilia. Ambos polos deben estar presentes. Estamos totalmente re-
. lajados y acercándonos al sueno, de modo que los procesos internos pue-
den hacerse más conscientes, Sin embargo, estamos lo suñcíentemente
despiertos como para observarlos. El proc;cso se presenta ~uaodo esta-
mos a punto de dormimos o de despertarnos. Si no nos despertamos to-
talmente) resulta bastante. fácil observar fenómenos hípnagógícos, esta
situación se prolonga basta que nos despertamos lo suñcíente como para
bloquearlos. /La principal ventaja de este difícil acto que se equilibra
entre el sueño y la vigilia es que la persoRIJ conscient,e p-uede observar
r , e incluso conversar y expenm.enUrr con el proceso inten;io/ Daré ejem-
,. pIos de esto más adelante. El estado hipnagógico tiene la ventaja, por
, sobre la fantasía y la meditación, q\.l~ podemos estar seguros de no estar
- generando las respuestas que surgt)n. Generalmente éstas son autóno-
mas, es decir. las imágenes y palabras no son comprendidas de ínme-
diato.
-No hay duda alguna que resulta mucho más difícil controlar el
estado hipnagógico que los descritos anteriormente. Nos dormimos fá-
cilmente. Por otro lado, si estamos demasiado desptertos, fácilmente po-
:-, demos bloquearlo. Esta es la primera lección importante que debemos
aprender. Lo hipnagógico surge espontáneamente, en ~ágellcs o frases
fugaces. Si nos alertamos de inmediato e intentamos retenerlas, estas roa-,
nííestacícnes del ego pueden bloquear cualquier aparición postericr de
ellas. Puede tomamos semanas o meses el aprender a relajamos lo sufi-
ciente como para continuar observando lo bípnagógíco sin que las ma-
98
I
I
I
nífestacíones' del ego interrumpan su flujo. Resulta muy claro que es la
I
1 antítesis del ego. Cuando el ego está ausente, puede aparecer. Uno de
I los muchos beneficios que aporta el desarrollar la habilidad para obser-
1/
var el fenómeno hipnag6gico es el aprender a apartar al ego. apren-
I diendo sus efectos perniciosos en los procesos internos. Frecuentemente,
es difícil recordar nuestras experiencias de este tipo. Como un sueño,
se desvanece rápidamente en la vigilia y al emprender una actividad
I
I
normal, Si podemos dictarle a una grabadora al estar medio dormidos,
I logramos capturar buena parte de ello. El "eígenlícht"• .las imágenes con
i los ojos cerrados) lo bipnag6gico y los sueños podrían muy bíen ser un
I único continuo en que el ego se -debilita yo lo interno se despierta. Los
sueños parecen experiencias. más prolongadas e intensas que estos pre-
I
decesores. La persona ,generalmente se encuentra. participando en el
. sueño; en el estado hipnag6gico es más bien un observador.
-
I I Para la mayoría de las personas, los fenómenos hipnag6gicos SOD
'principalmente visuales) para otros son primariamente auditivos. Esta
misma distinción la hallaremos también en las alucinaciones sícótícas,
No sabemos aún por qué existen estas diferencias. Podría guardar al-
guna relación Con el modo como entramos en el proceso (es decir, con-
centrándonos en el "eígenlíchr", haciéndolo visual o escuchando para oír :
voces). O bien. podría estar reflejando diferencias básicas de personalí- "
dad. Quizás aquellos, que son más extrovertidos y orientados hacia las }
sensaciones ven cosas y aquellos más introvertidos y de inclinaciones / '
más intuitivas oyen 'cosas, Las imágenes pueden ser en blanco y negro
o color. Todos los - otros sentidos pueden aparecer también: gusto. sen-
saciones, físicas, etc. Un joven inmerso en el estado hípnagéglco se sintió
golpeado en la cabeza con un objeto sólido que le hizo oír campanillas
en los oídos y contraer los músculos. y se sintió desfallecer. Esta expe-
riencia particular fue recordada fácilmente, debido a su intensidad.
Aun cuando es difícil lograr este estado y explorarlo, nos entrega
sus propias enseñanzas. Tengo la vaga impresión de que exi~ten niveles
en el estado hipnag6gico que parecen guardar relación con el grado en
que comprendemos y manejamos el proceso. Cuando nos sumergimos, en
mayor grado en él. su propia riqueza y su poder aparentes parec<;:n agran-
darse. Esto es una extensión de la idea general que el principal impulso
de los procesos internos es ser autosírnbólico; los procesos pueden. no s610
-"' ~mejar nuestro estéldo,' sino también nuestro grado de comprensión y
capacidad.
Algún material que ilustre a grandes rasgos estos - niveles nos
fenómenos frágiles sublimInales 99
permitirá clarificar tanto los : niveles como el poder de lo hip¿ag6--
gico. Cuando tenemos nuestro primer encuentro con lo hipnag6gico.
parece ser s6lo un cúmulo de descargas al azar provenientes del cerebro.
fragmentos de imágenes y frases. He visto caras que DO he podido reco-
nocer y oído comentarios a lo lejos. No estaba' seguro de sí estaba cap-
tando fragmentos de coaversactón u oyendo fragmentos ,de mis propios
pensamientos.
En un examen más detallado, su carácter autosímbólícc aparece
claramente. Estaba pensando acerca de 11:. riqueza del proceso y escu-
ché: "Mi curso de artes liberales". Meditando acerca de un dolor en mi
cabeza) oí: ..[No-material!". Por supuesto que la vivencia del dolor no
es material, pero ésta no e~ la manera como normalmente pensada acer-
ca de ella. Estaba tratando de oír algo similar a una conversación CSa
sual en las cercanías., y oí: "Cente scíocada en el matorral", Tanto "so-
rocada" como "matorral" parecían representar la cualidad encubierta, poco
clara) de lo que intentaba escuchar, [Era impreciso y esto es lo que se
refleja con toda precisión en la frase! Nuevamente, esta elección de len-
guaje y conceptos no es la habitual en mí, En otra ocasión estaba escu-
chando y oí: "¿Hay alguien en el teléfono?". Esto representaba el acto
de Intentar pescar una conversación.
Podemos entregar ejemplos más complejos de este nivel autosímbóll-
oo. Es posible observar el proceso yugo tic formación del sentimiento, qUt:l
luego se despliega en una imagen o frase. Algunas veces, será una palabra
o un nombre que no tendrá, 'en sí, significado alguno. Una vez oí "Ed-
ward Conze", otra vez "Anzeema", Más recientemente, alguien pregun-
tó: "¿Dónde está Ogalalar", 'Mi impresi6n es que estos nombres refle-
jan, en sus cualidades sonoras, UD estado interno particular. Por ejem-
plo, Oga Implica, para mí. algo grande. poderoso y amenazaate. Asocio
las sílabas lala con un vugar apaciblemente, ¿D6nde está Ogalnla?, tiene
entonces la implicancia de buscar algo poderoso en este errante estado
interno. El proceso parece autostmbóllco, aunque con un extraño liorna
bre, "Edward Conze', y sonido, '"Anzeema", me siento en un terreno
menos firme. En el momento en que el nombre aparece en la concien-
cia, parece representar los sentimientos de fondo de donde provino. por
medio del arreglo de sus cualidades sonoras. .,
En otro nivel, lo hípnagógíco parece enseñar a la persona, En este
nivel, podemos tener la experiencla suficiente como para formular pre-
guatas al proceso y obtener a cambio una respuesta. Al igual que el resto
de los fenómenos hipnagógicos~ estos diálogos son, frecuentemente, bre-
100
, i
!,
ves. Nos . activamos demasiado como para mantener el proceso. Y el
diálogo no siempre tiene un sentido claramente comprensible. No es como
hablar consigo mismo. Es más bien una conversación que se sostiene con
un extraño muy juguetón que piensa simbólicamente. Mientras meditaba
en un dolor de cabeza, oí; "Hay una vieja perra o un bastardo y no
puedes ver cuán familiar te resulta, Concéntrate en el dolor. Es prove- '
choso". Esto" parecía una orden. Yo ya sospechaba que el meditar acerca
del dolor tenía alguna .utllidad, así qUf" gran parte de lo que había oído
podía ser mi. autosímbolizacíón de esto, La "vieja perra o bastardo" era
mi sentimiento en relación al dolor. El convertirlo en un hombre o mu-
jer invisibles. realmente, 'me sorprendi6. La lección que debía sacar de
esto no me resultó clara.
Una vez pregunté quién hablaba, y oí: "Un alma en, el próximo
lugar". Pregunté que qué Jugar era ése, y oí: "El episodio de la em-
barazada. . ", Se interrumpió cuando me desperté demasiado. IPero. "El
episodio de la embarazada. . ,Jo no me daba la sensación de llegar a saber
muy Fácilmente cuál era ese próximo JugarJ Una vez pregunté: ¿Qué
opinas acerca de que yo permanezca recostado en la cama?". y oí in-
mediatamente, "Chiflado". Pregunté si esto resultaba dañino de alguna
manera, y mi propia palabra "dañino" (harmful) se transformó en "borri-
ble", Mi pregunta se transformó instantáneamente en su propia respuesta,
He tenido muchas indicaciones de que 10 hipnag6gico,,no aprueba que yo n;ie )
quede en' cama en la mañana, bajo pretexto de eStudiar sus manífesta- " '"
clones. Nunca ha objetado, por otra parte, que yo pierda sueño en Ía
noche) _conel mismo fin. En una ocasión, pregunté a lo bipnag6gico .sí
debía o no cambiar de trabajo y totalmente de situación. Por una vez
obtuve una respuesta agradablemente clara. Vi un río que había fluido
por siglos a través de una cañada, y oi: "Fluye' como UD río". Salí de
ello ,con la sensación de inmenso agrado de conocer un lugar por síglos,
Esto me pareció totalmente instructivo. A veces, la instrucci6n sobre-
pasa mi en~endimiento. Por ejemplo. estaba pensando acerca del si~.
ficado de un sueño estando medio despierto, y oí: La instrucci6n líberal
es la recompensa de Beethoven", Sólo puedo conjeturar acerca del sig-
nificado de esto. Beethoven fue un hombre que dio mucho al mundo
consagrándose a la música. Parecía entonces decir que aquel que se da
generosamente será recompensado a través de la ínstruccíón liberal.
La mayor parte de mis diálogos con lo hipnag6gico me han en-
señado algo de mí mismo y más del estilo juguetón y esquivo de los
procesos internos. El que sigue es un extraño y hermoso ejemplo de
fen6men08 frágiles subliminales 101
esto. Estaba a punto de dejar de lado ef estado hipnag6gico y desper-
tarme totalmente, cuando repentinamente oí: ....¿No te gusta mi her-
mana?", Rápidamente pregunté: "¿Quién es tu hermana?", El proceso
respondió: "El cielo. Háblame ahora". Dije: "Cuéntame acerca de tu
naturaleza"; y tuve" como respuesta: "Hermoso respiro". [Después de un
diálogo de este tipo, uno queda con la sensación de que algo hermoso
nos ha acontecido, pero sin estar seguros de qué fue! Las palabras "es-
píritu" y, "respiración" tienen la misma raíz latina. A grandes rasgos.
el episodio anterior parecía comunicar que al rehuir lo hipnag6gieo
también estaba rehuyendo a su hermana, el cielo. La propia naturaleza
de lo hípnngógico es "hermoso respiro") que yo Interpreto ~mo un es-
pírítu noble, cuya hermana es el cíelo. Esto nos lleva al nivel Jñás profundo'
~~ lo hipnagógico
Inicié el tema global de lo hipnag6g1co afirmando: que es un
estado con el que es difícil contactar. En su interior. su nivel más pro.
fundo es un tipo de satori o iluminación. Repentinamente) el que pre~
gunta y el que responde son uno solo. Este se expresa en infinitas imá-
genes de todas sus representaciones. El individuo despierta como de un
trance, confundido por lo que vio o vivenció repentinamente. En una
de estas ocasiones, percibí un gigantesco mendala, que es una imagen
cuádruple, simb6lica del yo real t, Era un diseño oriental intrincado y
tallado profundamente en madera, de forma cuádruple. -El centro del
diseño era un agujero vacío a través del cual silbaba la temible fuerza
del universo.
Si exploramos 10 hipnag6gico con la suficiente profundidad como
para verla transformación del sentimiento en palabras y para capturar
las imágenes y palabras que surgen en fonna autónoma, la experiencia
comienza a modificar nuestra viau cotidiana. Si logramos atrapar las
imágenes y palabras que brotan en la cabeza, saliendo de la nada. co-
menzamos a verlas también en la vida cotidiana. Podemos reconocer
más fácilmente lo dado, autónomo. Lo que normalmente habríamos
aceptado como nuestros propios pensamientos, comenzamos a visualí-
zárlo como "salido de' la' nada". Uno comienza t\ sentirse mucho más
como el observador de un proceso que como el único que rige la propia
mente. Nuestra mente y experiencia se transforman más en ~el lugar de
c{~a de muchos otros. El individuo comienza a ser un po~ más modesto
en relación a sus propios procesos. Es como si hubiera comenzado _. a
vívenciar las onduladas colinas y mares distantes de la síque y se sintiera
mucho menos presuntuoso en relación a su propio alcance. Sin embargo.
102
a medida que el individuo comprueba que la escena interna es a la vez
juguetona y sabía, confía m-áS en lá belleza y la sabiduría internas. Es
un mundo interno de algún modo extraño y, sin embargo, es un "hermoso
respiro".
RESUMEN
l. Las imá.genes que vemos con los ojos cerrados (""eigenllchts-)
el estado hipnag6gico y los sueños son quizás etapas de un continuo.
2. - Es dificil equilibrarse entre el sueño y la vigilia en el estado
hipnag6gico. Muchas de las primeras leccíones que se obtienen de este
estado se relacionan con aprender a aquietar nuestro ego. de, modo que
puedan emerger los procesos internos.
3. La gran ventaja del estado hipnagógico. es que el ego puede
observar y aun realizar gestiones con procesos que son autónomos y aje-
nos a él.
4. Pueden existir algunos niveles en ,este estado; el que alcance-
mos puede depender de nuestra propia comprensi6n y proceder COD' el
estado hipnagógico.
" 5. Esta podría ser. a grandes rasgos l una jerarquía de sus niveles:
a) fragmentos fortuitos de imágenes y frases;
b) experiencias que son claramente autosimb6licas o representa-
tivas de nuestro estado en ese momento;
e) experiencias hipnagógicas que son instructivas y que incluyen
la posibilidad de interrogar al proceso y aprender de él;
d) experiencia> hipnag6gicíl$ que desembocan súbitamente en e¡-
tados similares a un trance de iluminación.
16. Las experiencias con este estado tienden a:
a) permitirnos tener experiencias similares en el estado de vigiUa
normal:
b) hacernos sentir más humildes en relaci6n a nuestros poderes
personales y. concomítantemente;
c) hacemos sentir una mayor confianza en la belleza y sabiduría
que encierran las profundidades naturales de la mente.
fenómenos fráglle8 subliminales 103
'.
¡
I
1
I
8
I
I Los Sueños
\
¡
1 Durente toda la noche me pareció que descendta a las pro- ..
! fundldades. mediante escaleras y otras especies. pero con
I
1. seguridad. de modo que le profundidad no me trajo ningún
peligro. y se me ocurrió en el sueño el verso. "rnansedurn-
bre u otras cosas, ya sea que vienen o .•."
EMANU'EL Sw:EDENBORC.
Diario de Sueño« abril 7-8. 1744

El sueño ~ de por si un dominio relativamente complejo. S. han ~.. )

nado volúmenes completos a -Ia investigación, a sus contenidos. y' a :di-
versos tipos de interpretación de ellos 1. Nos bastará' acá concen-
trarnos en el _~~~,. ,.)0 suficiente como para, entender 10 que
nos muestra en nuestro descenso a la profundidad natural del hombre.
Los sueños han sido explorados muchísimo más que la Fantasía, que la
meditación o que los estados hipnag6gicos. Tal vez los sueños dejanun ',,'
producto más claro y más dramático que estos otros estados. Por ejemplo.
al despertar de un sueño en que se está luchando con un tigre. uno re-
tiene la impresión de esa dramática escena de la vida que vino y se
quedó sin permiso en nuestra conciencia.
Casi todo el mundo sabe que los sueños ocurren y la mayoría de
las personas han realizado al menos un mínimo esfuerzo para aclarar el
significado de sus propios sueños. La mayoría se ha visto haciendo cosas
avergonzantes o ilegales en ellos, 10 cual puede contribuir a la poca aten-
ción que prestan a sus sueños.
U>S sueños han sido utilizados en diversas épocas por médicos bru-
jos, por las religiones y por los sicoterapeutas. En realidad. este grupo bas-
 :'tante heterogéneo forma un oontinum de esfuerzos por entender los proo&-
'sos internos. Hace ya unos siglos, a medida que las religiones se tornaron
.menos vívenciales y más dogmáticas. fueron abandonando los sueños,
Cuando apareció el libro clásico de Freud, ¡JO' interpretaci6n de los sueñes 2,
los sícoterapeutas demostraron un gran interés por los sueños. En la épo-
ca actual, con la excepción de unos pocos sicoanalístas y síooterapeutas
formados en la escuela más antigua, el interés profesional también se ha
desvanecido. Esto se ha producido en parte porque los sicoterapeutas tíen-
'den a centrarse cada vez más en la conducta manifiesta de su cliente, oh-
'servable en el presente. La notable destreza de Fritz Perls I con los sueño,
ha significado una especie' de resurgimiento del interés por ellos dentro
de la terapia guestáltica. En forma un tanto humorística, la historia de
la humanidad podría retratarse como ondas sucesivas de interés por los
.sueños. Cada onda representaría' un interés renovado por penetrar en el
.bosque de la síque, que luego sería reemplazado por una disminuci6n
::del interés y un volcarse nuevamente a las cos~ externas.
Algunos becbos sobre los sueños
'.una enumeración de los expertos actuales en sueños, incluíríe a los po~
·~s sícoterapeutas que los han utilizado y a las personas' 'comunes que
:ban aprendido a leer su mensaje. lIay algunos hechos generales en los
"que la gente experimentada está' de acuerdo.'
1. El sueño se recuerda mejor mientras se está aún medio dar.
1, midc.- inmediatamente después de haberlo soñado. Debiera anotarse o
¡: dictarse entonces en una grabadora magnetof6nica. Unas horas después
o unos días después se habrá perdido' parte del sueño, si es que aún se
'puede recordar algo. Para ser recordado, el sueño precisa de una revisión
'consciente. Vale la pena recordar aquí, qu~ mientras más profundo el
proceso, mayor su probabilidad de que ocurra sin memoria.
2. El verdadero significado del sueño yace en la peculiaridad da
la experiencia vital del que sueña. Las interpretaciones que se encuen-
j 8. Las pesadillas son sueños particularmente nítidos y pertur-
¡, tran en los libros de sueños. al estilo de los libros de cocina) pueden ser
.entretenidas, pero por lo general no tienen validez. La similitud que a
t veces se observa en los significados de sueños experimentados por perso-
¡ entenderlas.
1 :'H:lS diferentes se debe únicamente a que compartimos experiencias vitales
t cluC S(~ asemejan entre sí.
106
3. Con frecuencia encontramos personas que se preguntan por
qué no sueñan. Hay evidencia bastante sólida en el sentido que la ma-
yoría de las personas sueñan por lo menos cuatro a cinco veces por no-
che. Los sueños ocurren cuando uno sale del sueño profundo, acercán-
dose al umbral del despertar. El verdadero problema consiste en el por-
qué -Ias personas no recuerdan sus sueños. Esto se debe a que sencilla-
mente han dejado de prestarles atención, y el proceso onírico mismo no
es suficientemente perturbador como para producir pesadillas. Cualquier
método de que se haga, uso para recordar los sueños) puede dar resul-
tados. Tenga siempre papel y lápiz cerca de su cama en la noche. Há-
blese a sí mismo acerca del soñar cuando se acueste. Propóngase anotar
i incluso fragmentos de sueños. Converse con personas que tie~en· interés
en los sueños. Hay a.lgunas sustancias químicas que al parecer favorecen
I el recuerdo .de los sueños. pero no las vaya nombrar debido a que no
.¡ han sido ensayadas suficientemente. Más que nada. es la Intención de re-
cordar 10 que importa.
I 4. ' Los sueños son primariamente sensaciones visuales, si bien
pueden involucrar también otros sentidos. La mayoría de las personas
I
I tienen generalmente sueño~ visuales. He conocido s610 a una persona que
tenía únicamente sueños auditivos.
I
I 5.: ' El color es relativamente frecuente en los sueños visuales. Pa- -)
1
II reeíera que aquellas personas que no notan los colores en SU& sueños son .1
en general menos sensibles a jos colores.
II
I 6.. Los ruidos y sensaciones externas pueden incorporarse a los
I sueños) a pesar de que lo más frecuente es que no se tomen en cuenta.
\
Cuando son incorporados) se entretejen con los significados en la vida
del soñador.
7. Muchas personas son perseguidas por sueños repetitivos. Estos
pueden ser siempre. exactamente iguales) como' también pueden variar
un tanto. Este es tal vez el más sencillo de los desórdenes síquicos sus-
ceptible de tratamiento. Cualquier esfuerzo por descifrar su significado
tenderá a acabar con la repetición. La repetición parece indicar que el
soñador está. atascado en una reacción particular.
badores. Pueden ocurrir junto 90n enfermedades o con fiebre. Debido a
que están llenas de significados, es particularmente valioso el 'negar a
.
9. Los sueños parecen ser un fenómeno completamente normal.
.103 sueños 107
f que se entiende el sueño, todas las partes que lo componen cobran s~nA
tido en términos de las propias experiencias. ..1 ,
r jar de admirar la tenacidad del pasto. El pasto espinudo me hizo recor-
Descifrar el significado de un sueño requiere una adecuada eom-
prensión de su naturaleza. Es posible generar sueños y por lo tanto estu-
diar su mecanismo."Esto se ha logrado hipnotizando a un individuo y lue-
go sugiriéndole que sueñe sobre un determinado problema. El sueño
simboliza ese problema. Uno tiene que volver atrás a:las experiencias
vitales del individuo y a sus asociaciones para ver por qué se escogió
ese simbolismo. El individuo no diseña el sueño. Bajo la st:gesti6n híp-
nótíca el sueño sencillamente se forma alrededor del asunto o del pro-
blema sugerido.
Recientemente se ha descubierto que este mecanismo puede ser
autoínducldo. Antes de despertar completamente en la mañana, piense
en algún asunto de su vida que lo preocup~. Mantenga esa .preocupa-
cíón unos momentos en la mente y súbitamente podrá adentrarse en un
sueño, Una mañana generé alrededor de diez sueños de este modo. El
problema principal era que olvidaba 10 que estaba pensando y me en-
redaba en el simbolismo del sueño. Este es uno de los problemas que
nos presentan los sueños. La persona reflexiona sobre algo que le, preoeu-
pa, se forma un sueño, y se pierde la preocupación que representa. Fi-
nalmente escribí lo que me preocupaba .para DO olvidarlo: "Voy a re-
flexionar sobre mi futuro". De súbito vi a UD hombre joven, sentado en
lo alto de un acantilado, con las rodillas entre sus brazos, contemplando
el mar a la distancia. Parecía estar muy quieto y meditabundo. Pero a
mí me preocupaba la falta de seguridad del acantilado. Parecía estar
hecho de piedra arenosa. Tenía muchas hendiduras. También había
matas pequeñas y í uertes de pasto de playa. Pensaba que todo esto po~
(iría desmoronarse. Sus ojos contemplaban el mar a la distancia.
Ciertas asociaciones me ayudaron a penetrar su significado. Desde
que era joven he soñado can c1rcumnavegar la tierra en una embarca-
eíón pequeña. El hombre joven con" Jos ojos puestos en el mar a la
distancia me recordó aquello. U 11 viaje así me daría la gran oportunidad
de poder reflexionar, tal como lo hacía él. Aún estaba un tanto distante,
por 10 que estaba en la tierra mirando hacia el mar. Me preocupaba su
~eguridad; sin embargo, él no estaba preocupado. Me preocupaba la po-
sibilidad de que se desmoronara; yo estaba preocupado de: que "este
sueno de dar la vuelta al mundo se desmoronara. Los matorrales de
pasto me intrigaban aún más. Para entenderlos tuve que examinar la
imagen muy de cerca. Este pasto espinudo eran las muchas posibilida-
,110
des, que se mantenfan tenazmente. A pesar de que habían pocas matas,
parecían ser las responsables que no se viniera todo abajo. No podía de-
dar los muchos puntos de opción en mi vida, cada uno de los cualesera
doloroso. Al contemplar la evolucíón total de mi sueño de dar la vuelta "
al mundo) ~.pude ver que éste involucraba una serie de pequeñas opcío-
nes dolorosas) pero que' a la vez era fuerte, 10 suficientemente 1ucrte .
como para no haberse venido abajo. Mis preocupaciones eran innece-
sarias. El hombre joven no estaba preocupado. El barranco se veía an-
tiguo; no había habido movimiento de tierra reciente, y el pasto lo sps~
tenía. El material mismo del acantilado era táctíl, el tipo de piedra
arenosa q~J~ yo hubiera pensado esculpir tal como ya lo había hechd:,'el
viento y las lluvias. De hecho, mi sueño era táctil, maleable, eseulpíble,
podía cambiar con el trabajo de mís propias manos. '
Esta es la verdadera naturaleza del sueño. Es un reflejo de algún
núcleo de reflexión sobre la propia vida que se representa visualmente
como una escena y como eventos. Todo lo que hay en la escena es el
soñador. Los sentimientos más conscientes son representados por otros.
Mientras más alejados y distantes los otros (p. ej.. diferencia de ecIad,
raza, actitud), más alejados y' distantes son esos aspectos de uno mismo.
Incluso los objetos que aparecen en el sueño son parte de uno mismo. En
el sueño que acabo de descríbír yo soy quien está preocupado de que
)
/ ~
todo se venga abajo. Este es mi aspecto más consciente. El joven que
está contemplando el mar está. menos consciente. El no está preocupado.
El es más un potencial futuro. Los acantilados y el pasto son las eír-
cunstancias actuales de mi vida, incluyendo puntos espinudos de opcio-
nes, tenacidad, etc. El océano, la expansión amplia del mar, es lo que
contemplo.. lo que añoro. Su forma extensa, plácida, representa los sen-
timientos de UD joven meditando. Todo lo que hay en el sueño está dí-
señado a partir de la vida del individuo y es un reflejo de esa vida. Lo
que no puede reconocer en esa vida le aparece como "otro", incluso en
el sueño. Pero es así como todos vivimos: ni en sueños ni en la vida
reconocemos todos IdS sí-mismos (se1ves) con que hemos poblado nues-
tro ambiente. "
Ahora que podemos comprender mejor los sueños, daré otras ela-
ves para trabajar y descubrir su significado más allá de este asociarse a
partes de él
l. Suponga que todo lo que hay en el sueño es usted. Si est~ perA
los sueños 111
 Ocurren en los niños casi desde que' nacen. -También pareciera que oCU~
rren en los animales.
10. Algunas personas sienten que pueden diseñar sus propios
sueños. En el mejor de los casos uno le puede inyectar unos pocos ele-
mentos al sueño, pero uno no puede estructurar todo el sueño. Algunos
acontecimientos que nos llamaron la atencíón durante- el día y que lue-
-go fueron rápidamente dejados a un lado, podrán aparecer luego - en
.forma de sueños nocturnos -4. Bajo hipnosis uno puede sugeru:1e al indí-
-víduo que sueñe sobre 11n determinado problema o acontecírníento, Es-
',tos sueños también son mur simbólicos, ya qu~ no es obvio el modo cómo
.el soñador llega desde un problema determinado hasta el sueño.
11. Los sueños son en primer lugar una representación simbólica
'o dramática de las preocupaciones vitales de una persona, en un me-
mento determinado. En realidad no se sabe por qué son tan simbólicos.
Una observación de Eugene Aserínsky en el laboratorio 'de Natha-
niel Kleítman llevó a una serie de valiosos descubrimientos acerca de 10.<;
sueños Ií. Se pudo observar que mientras las personas soñaban. presenta-
'ban movimientos oculares rápidos (REM, rapid eye movements). Cuan-
do mostraban REM y se les despertaba, declaraban que habían estado
soñando en ese preciso momento. Despertados sin REM~ declaraban
que no habían estado soñando. Los trazados electroencefalográficos tam-
bién sirvieron para distinguir cuándo el individuo estaba dormido. El so-
ñador se despierta periódicamente del sueño profundo, sueña durante
tres a sesenta minutos, y luego vuelve al sueño profundo sin actividad
'onírica Un hombre de- setenta y cinco años no sólo habrá pasado vein-
ticinco- años de su vida durmiendo, sino' que de éstos, cinco años han'
sido únicamente sueños. El tiempo que toman los sueños es a grandes
rasgos semejante al tiempo que toman los acontecimientos en la vida
real. Los niños pasan el 60% de su tiempo soñando; _el porcentaje de
..tiempo en que se está soñando' disminuye en la adolescencia, vuelve a
.bajar entre los 20 y los 30, para seguir disminuyendo .a lo largo de la
,vida. Las personas que tienen' dificultades para recordar sus' ',suefios to-
-"man menos tiempo en cada sueño. . go, pero, ¿qué es esta cosa blanca?". De inmediato asoció al pavo, Día
Los hallazgos más interesantes provienen de personas a quienes
se les prohibió soñar. Si se toman dos grupos de personas normales, y a
uno, se le despierta cada vez que comience a soñar, mientras que al otro
grupo se ,le despierta el mismo número de veces, pero cuando no esté
soñando, arobos grupos habrán dormido la misma ,cantidad de tiempo,
pero un grupo habrá sido privado de su actividad -onírica. Al cabo de
tres a seis días, el grupo privado de soñar se mostrará muy irritable )'
con perturbaciones emocionales. Luego de seis días, las personas que no
han pcdído soñar comenzarán a hacerlo tan pronto como cierren los ojos
y será muy dificil despertarlos. Soñar es no sólo natural, sino que de
algún modo es fundamentalmente necesario, a pesar que no sabemos
por qué. Mi suposición es que esto refleja una homeostasís o un ajuste
dentro de los procesos mentales mismos y que correspondiendo a esto y
en un nivel superior, el ajuste se produce dentro de los propios signifi.
cados síquicas en la vida del individuo. En el nivel síquico, sospecho
que tenemos que vívenciar los significados, las preocupaciones, etc., qu(:
hubiéramos preferido .mantener alejados de la conciencia. Serán al me-
nos vivenciados en forma simbólica durante el sueño, ;;Í no en otro lugar.
interpretación de los sueños
La mayor dificultad' para entender los sueños, consiste en que éstos no
se dan la molestia de hablar nuestro lenguaje. En lugar de intentar com-
prender el sueño desde el punto de vista de una conciencia sobria y
racional, deberá hacerse desde el estado más próximo, del estado de
ensoñación. Tome nota de todas las asociaciones. Aun cuando en un co-
mienzo no parecen importantes, son la clave para entender el significado
.del sueño. 'Una vez que se ha acostumbrado al curioso lenguaje de los
sueños, resulta más fácil descubrir sus significados.
En una oportunidad se me ofreció, en las cercanías del Día de
Acción de Gracias, UII nombramiento de profesor titular de sicología en
una universidad muy importante. Al poco tiempo soñé que me regala•
ban un gran pavo iI. Estaba dichoso con él. hasta qu~ arranqué uno
de los trutros y vi que tenia unas líneas largas blancas. o gusanos en la
carne. La sensación final con que quedé del sueño era, "qué suerte ten-
de Acción de Gracias, con el honoo-que se me había conferido. Sin ern-
'bargo, las líneas blancas me dejaron perplejo. Al día siguiente iba sao
liendo del banco. 'j vi la línea blanca que divide el tránsito en la calle,
, y ,súbitamente comprendí su significado. Aquel honor tenía un defecto:
tendría que manejar muchísimo para llegar a mi trabajo, muchas lí-
neas' blancas. Eso es lo que echaba a perder el regalo del pavo. Une. vez
los suenes' '09
-;
 "
I¡
1
pIejo), no puede descubrir qué significa una parte determinada, exa-
mínela en fantasía. como lo hice yo con las matas de pasto.
2. Invierta los papeles. Si 110 puede reconocerse en un personaje
¡ introvisi6n de la persona.
cl~l sueño, transfórmese mentalmente en esa persona. Actúe el papel de
r El siguiente sueño grande provino de un instruido estudiante de
L' Jsa persona y digale al estúpido soñador qué es lo que ella está. tratando
j de decirle. - , . . .
:l Parafrasée el sueño. Escuche en la paráfrasis su, significado.
En él sueño mencíonado a.rriba yo diría "alguien está mirando apacible.
mente hacía el mar, pero yo estoy preocupado de que no se vaya a
derrumbar todo", Podría reconocer mi "mirar hacia el mar- y mi preo-
cupación de qUé' todo se fuera a venir ubajo.
, 4. Intente trabajar sus sueños cuando aún esté medio dormido.
Cuando aún pueda tentar su camino de vuelta hacia él y entender. aun.
que ~c:a. al. medias, el l~ngut:lje snnbólíco de su yo más interno.
S. Busque pequeños comeatartos avergcnzantes sobre usted en
los sueños. La gran mayoría de los sueños no son muy halagadores, Ilu-
l1:~inan actitudes internas y sentimientos. En el rneior de los ~s los elo-
gros están mezclados con críticas retorcidas. Luego que hube concluido
di dísertación para optar al doctorado. la que yo estimaba iba ¡¡ ser una
brillante ccntríbucíón al peusar, un sueñe me la describió como una pin-
tura relativamente buena, pero realizada en unos colores muy aburridos 1.
Debo admitir que era un tanto pesada y sombría. En el sueño. la pin-
tura estaba guardada en un armario. Por muy buena que hubiera sido
la tesis. ha estado guardada ya dos décadas, desde aquel sueño.
6. No busque demasiado las premoniciones en los sueños. Estos
suelen ser premonítorics, pero rara vez sabe uno lo que están prediciendo
sino hasta que el evento predeeído ocurre. Muchas veces los sueños pre-
f:
¡ dicen pequeñas escenas que al part:'ccr 110 revisten ningún interés. Una
I mujer soñó en colores acerca de un dibujo infantil, Incluso lle~6 a rela-
¡ társelo a atlas personas. Diez años más tarde 10 vio en un dibujo hecho
I recientemente por su hija de diez años. Pero, -¿qué importancia tiene
esto? Cran parte del poder premonitorio del sueño proviene de <'lue este
ppsee la misma información que usted. Con loayor -frecuenclu el sueño
l. está. hablando de su presente. Puede reflejar sus temores futuros. en
I
¡.
1 lu·gur de reflejar el futuro con precísíón, Si bien puede predecir, rara.
V~ es éste su objetivo.
¡ 7. . Eu gt:nt:ral, el sueño refleja sus pensamientos mái profundos. La
í época de belleza y de vida grácil. Al preservar la ciudad o pueblo alemáal
s"abiduria del ~uei\o bien puede trascender su entendimiento ordinario.
8. Ha)' sueños "grandes·. Tienen UD efecto mayor ,~obru ~l so-
';~"
ñador, pueden ser de colores, intensos, pueden sentirse más impresionan..
tes, pueden despertar al soñador y son recordados con mayor facilidad.
Los sueños grandes con Frecuencia reflejan un vuelco importante en la
sicología. mexicano. Trabajamos su sueño por casi una hora hasta que
todas sus partes se aclararon.
Estoy en una hermosa ciudad barroca alemana con viejos edificio' de madera,
&tamOs aquí porque vendré una inundaci6u a destruir y cubrir" la cíudad, QueremOi
preservarla de alguna manera. liS! es que antes que désaparezca la vamos a fotogra-
fiar. Tengo una excelente cámara de 35 mm. con un enorme teleobjetivo. Hay tam- .
bl~ otras personas con teleobjettvos, Nos colocamos en fila en la averúda principal
a esperar que venga la inundación, El ag~ comienza a avanzar por la avenida ¡,lrio.-
c1pnl y ncsotrcs In captamos con nuestr~~ cámaras. Súbibment<: la Iauadacíén so
convierte en un uesfil<:. A medida que pasan los soldadcs desñlando, comienzan a
hacer preguntas. Empiezo I.i sentir mledo, Ahora tostamos sentados en un banco, taro..
bitn en filll. Tre:l scldados alemanes U()$ están interrogando. Uno de ellos tiene al-
rededor dociocuenta aiH)$ de edad, h. ropa arrugada, y parece buena peISUD.Q. No
lit' parece en nada ¡¡J. estereotípe n:l:lJ. Sin embargo, lleva puesto su casco de metal.
Cuando alguien va al ínterrogatorío, todos DQ:J corremos un Jugar en el banco. Como
no vuelven. concluyo que los "xnataD.
El soldado mayor parece amistoso. por 10 que plenso que voy a usar los cua-
renta d61lrcs que tengo para sobornarlo. Pido permtso para hablar COD él. Parece
estar disp.uesto B hacerlo. Yo le digo: "No' sé de qué se trata todo esto. no tengo
nada que ver con todo esto. No sé nada de políticll y tampoco me interesa conocer \
a. todos estos amerícancs, Soy un turista latínoamerícaeo y no tengo nada que ver f
COI¡, esto". El soldado comienza un largo discurse pata couveacerme de que Hitler .1
realmente é:Stá hacíendo cosas muy buenas. Me enfurezcc; ..¿Qub es 10 que le ocurre
a Ud. que habl~ como un imbécil? ¿Aca..~ no lee h!storül? ¿No sabe acaso que
Hitler va a morir en 1945?'", y concluyo mi enfurecido discurso agregando, "¡Hitler
es un maníaco y además es marícónl". Se le ve profundamente dolido '1 saca su
pistola del cinto y roo Ia entrega, Me ayuda a apuntar haciJl su corazón y apríeto el
gatillo. No hay estallido. pero lu sangre empieza a manchar $U camisa. Cal(lil\o ro-
deándolo con el brazo hasta el otro lado de la :>allí. Concluye otro discurso de alabaezas .
a Hitler diciendo: "y nos tomaremos, además, toda lu América Lattua", Yo interpreto ",
esto en el sentido de que nos volveremos a ver allá. Me síeuto muy normativo y fuerte
ante él blandíendo la p¡sto~ frente a ::.'U cara, El se está iDcllnQnUO sobre un espejo,
Siento una extrllña seusacíén ante mi imagen grotesca gesticulante en el espejo. JI.
pesar de que me siento como una persona moderada veo a un hombre grande, con
una pistola en la maeo, Sé que ya no corro peligro de morir. Las cánllH:.lS de 10$
demás S~ han tranlifonnado en ametralladoras y se han puesto a matar ji los nazía,
Voy donde mi espoe..... que ~~t~ aún sentada. Ella PUé<U: ver en mi CllU"u. que todo
saldrá bien. .
El soñador er~ un hombre gentil y bien educado. Se asociaba COD
el barroco; uno de los períodos más hermosos de la historia mexicana, una .
estaba indicando que quería aferrarse a lo que era un estilo de vida gra~
loa suafiol 113
cioso y artístico. Sin embargo) no logró retenerle. Lo hermoso iba; a ser
arrasado por una inundación -soldados en' desfile) nazis agresívos __. una
toma agresiva. Esta tendencia contradictoria era, más inconsciente en él.
El soldado más viejo le recordaba a su' padre, un matón de cabeza dura
disfrazado de anciano apacible. El casco nazi le recordaba la ondulación .
de su propio pelo, un tanto largo. Al relatar SU acalorado díálogo con el
nazí, se descubrió a sí mismo golpeándose las manos en forma agresiva. Nie-
ga cualquier interés en política para luego salir en defensa de los latinoame-
ricanos. En la escena en que dispara muy de cerea y donde se ve a sí mismo
en el espejo, comienza a ver que es agresivo y que está afirmando sus de-
rechos y sus creencias. Ya no es el mexicano bien educado y complaciente.
A medida que él se hace más firme, los demás también 10 hacen. Su rela-
ción con su esposa es de naturaleza tan íntima que a ella no tiene que
explicarle nada. Ella es parte de su propio entendimiento.
El mensaje principal del sueño fue que a pesar de que hubiera
querido preservar su estilo de vida gentil, este lado suyo estaba siendo
reemplazado por el hombre fuerte, casi agresivo" capaz de 'enfrentarse a
cualquier injusticia. No había reconocido esto en sí mismo. si bien era
muy sensible a verlo en los demás. Por lo tanto prefería no 'encararlo en
el sueño. Tal vez pueda sobornar a alguien para salir del paso. O baste
COIl disociarse de estos americanos. Pero no es tan fácil. El soldado mayor,
padre también, su propia identidad más interior, más agresiva, lo ayuda
a matarlo como algo distinto de él. Llegado el momento, finalmente se .
ve a sí mismo como un hombre agresivo, con un enorme odio por el
imperialismo. Está bien ser así. Los otros también le están disparando a
los nazis. Al final se dice que todo saldrá bien. El peligro subsiste única-
mente en tanto vea esta tendencia agresiva. como perteneciente a otros.
En realidad, en la medida que llegó a reconocer ~u propia .agresivi.
dad, podría controlar mejor su propia situación. Ya no era un anacronís-
mo barr_oco apto para ser manejado por otro,s.
El sueño implicaba de diversas maneras que había comenzado a
ver dentro de sí estas tendencias nuevas, que surgían en él. Esto se des-
prendía de lo amistoso del nazi, de su enojarse igual que él, de su ac·
tuaci6n frente al espejo, y por la capacidad de leerlo todo en' su cara de--
mostrada por su esposa. Hasta que no hubo superado esta tendencia (so-
bornar al soldado, negar su relación con los americanos), la gente iba
muriendo una a una. Una vez que hubo superado elcambio en su propia
imagen, vio que su agresión inconsciente era más agresiva que' su agresión
consciente. La implicancia del final del sueño era 'que estaba ~efendi,endo
114
ros propios derechos. Cuando sus propias tendencias imperiales se le hí-
cieran conscientes, la gente tendría más dificultad en pasarlo a llevar.
Este fue un sueño relativamente largo y rico que ilustró el poder .que
tiene un sueño cuando está en flor. Fue un sueño "grande", Aún meses
después lo recordaba con facííidad, porque guardaba relación con un cam-
bio importante que estaba ocurriendo en él. El cambio aún no se había
completado. Todavía tenía camino por recorrer. Puede que tome meses
o incluso años hasta completarse. Pero el significado esencial del cambio
ya había sido comentado por este sueño.
Uno puede disfrutar de los sueños del mismo modo que se puede
disfrutar una pintura o de la riqueza de una buena pieza de teatro, Algu-
nos son como pequeñas obras de' arte. El sueño 'que sigue se me presentó.
cuando estaba por comenzar a escribir este libro. .
Varias perionas estamos trabajando COn arcilla. Yo estoy en una sala y otra ~rt~
del grupo '~'n otra sala. Me. parece que estoy recién despertando al proceso. No: de.
bemos pon~r demasiada arcilla a la vez o se va a endurecer. Se pasa sobre ella, una
especie de rastrillo que la corta en trocitos cuadrados de dos centímetros, luego éstos
son cubiertos con esmalte y puestos en el horno. Serán baldosines únicamente de
color azul :Y blanco, porque estamos haciendo una escena que representa una, ola
de mar. Me doy cuenta que el trabajo estli por termina.r. La palabra abraxas está aso-
ciada a este trabajo.
J
Para analizar esto: "Somos varias personas que estamos' trabajendo I
con arcilla. Yo estoy en una sala y hay un grupo en otra sala'. (Estoy ·por
comenzar algo -UD libro. Todos-~ yo estoy trabajando en ello). "Pareciera
que recién estoy despertando al proceso". (Hace muy poco tiempo que
se me ocurrió que realmente podría escribir un libro). "No debemos po-
ner demasiada arcilla a la vez o se va a endurecer", (Uno de mis proble-.
mas es que se me vienen a la cabeza demasiadas ideas a la 'vez, y que -,
éstas van en todas direcciones. Si las coloco todas juntas a la vez, el resul-
tado es demasiado abstracto o árido). "Se pasa sobre ella una especie de
rastrillo que la corta en trocitos cuadrados de 2 centímetros y luego éstos
son cubiertos con esmalte y puestos en el horno". (El sueño me consuela
diciéndome que el proceso de hacer el libro es relativamente simple -se
cortan en pequeños cuadraditos como las páginas y cada página en sí mís- .
ma es relativamente sencilla). "Serán baldosines únicamente de color azul
y blanco";. (Es simple -azul y blanco-- páginas en blanco y negro - ¿mi
bote? - ¿el mar?). "Porque estamos haciendo una escena de una ola .del
océaao", (Dos asociaciones - la ola marina, una representación delicada
de la complejidad de la vida tal como este libro la quiere mostrar. Ade-
Jos sueños 115
más, pudiera. ser que el libro mismo me permita hacerme a la mar). ,~Me
doy cuenta que voy a llevar ú término el
trabajo", Este es el mensaje cen..
tral del sueño, Me dice que estoy trabajando con otras personas, es decir'
que tengo ayuda. El proceso es simple - mediante la construcción de mu-
ches trocitos pequeños podemos captar una imagen de la vída.. Estoy re-
cié~ despertando a esta posibilidad. "La palabra abraxas está asociada a
este trabajo",
Este pequeño toque en el sueño tiene que ser explicado ea exten-
so. Durante mucho tiempo estuve tratando de distinguir qué era lo que
provenía de- mi propia voluntad y qué era autónomo o ajeno. Eventual-
mente se me dieron. muchas señales ea las que poder basar esta dístíu-
cíón, La palabra abraxas. más allá de sonar a griega, no me dice nada.
Es ':UDa especie de firma del sueño que dice, "Firmado por otro". Cuando
busqué esta palabra en el diccionario descubrí que tenía varios hermosos
sigIiifieados. Los griegos la grababan en un tipo especial de b~ldosQ:) oo-
nacidas COU10 piedras de abraxas. Esta. práctica provenía da Basílídes y
sus seguidores. gn6stic.'Os del sigl(,) 11 que habían tenido algún ceatac..to
con San Pedro, pero cuya doctrina se ha perdido. Las letras griegas de'
las palabras abraxss "forman el uúmero 365, y los Basílídes daban uombre
. a las 365 órdenes de espíritus qUd emanaban ea sucesión del ser superior.
Se suponía que éstos ocupaban 365 cielos diferentes, cada. cual era serue-
[ante pero inferior al que estaba encana de él El más bajo era la morada
de los espíritus qu~ formaban Ji¡ tierra y sus habitantes, a quienes se les
babia confiado la administración de sus asuneos ". La piedra podía usar-
S~ para la magia, pero su significüdo más importante era que quien la
llevaba comprendiera que era. ut:1U emanación del ser superior. Desde lu~­
gue
go me sentía honrado de tener a abraxas asociada a. este ~abajo.
n Ya he dicho aateríormente que \lOO no siempre debe pretender en-
conf;rar elogios ni grandes promesas en los sueños. Entenado en el simbo.
lísmo de los sueños también hay unas cuantas críticas. Me díce que me
preocupo de~asiado de que el libro pueda hacerse. A diferencia do mis
expectativas, será hecho en varios trozos pequeños. También dice que
[JO debo hacer demasiado u. la vez o el trabajo morirá (se endurecerá).
'lo también pienso que .una ola marina es algo. un tanto demasiado vivaz
corop para ser representada por baldosines blancos y azules, al igual que
pretender captar la síque con palabras.. . . ,... d) Darle una visión interna del valor que tienen aquellas personas
:: Sin embargo. es muy ,reconfortamt~ recibir y comprender un mensaje
como éste. El hecho que la fuente del mensaje sabe más que yo (abra-
xas), es parte de esta cualidad reconfortante.
116 ;
~
usos individuales de los sueños
El mayor valor de un sueño .~e obtiene cuando el individuo es capaz 'de
leer hacía atrás los significados de su propio sueño. Esto es, en adición al .
valor del sueño) parte del mecanismo homeostático natural de la econo-
mía síquica, Los únicos sign.ificado~ conierddos en el sueño que, se pue~
den usar son aquellos que uno puede relacionar con su propia vida. Un
amigo inteligente podrá descubrirle a uno el ánima o figura del alma en
un sueño, pero esto de nada sirve si, no se relaciona con la propia forma
de vida. Incluso puede equivocarse. Pero aunque el amigo estuviese en
]0 cierto, esto de nada nos sirve. Recuerdo a IIn monje Zen quien denomi-
nó a tales brillantes enunciados: flores en el aire (hermosas pero irreales).
Incluso el equivocarse en la interpretación de nna parte de un sueño re-
viste cierto interés. Es mÁS probable asociar una parte de un sueño a una
preocupación determínada, si ésta es una preocupación real en la vida
de la persona. Y es probable que la asociación que Ud. haga sea más ade-
cuada que la q1Je cualquier otro pueda formular. A medida que se hace
más ducho en asociar significados con partes de sus sueños, se hará. más
diestro en distinbll.lir una buena asociación de una que no calza. Los signi-
ficados más verdaderos y más útiles son los que sorprenden y chequean
un poco, y que parecen hechos a medida para Ud., que le calzan como
)
J
un guante a la mano. Quisiera solamente agregar que pueden haber más
significados que éstos, Es posible que un sueño tenga simultáneamente
varios niveles de significados. p. ej., que hable de sucesos de varios pe-
ríodos de su pasado. que hable sobre preocupaciones del presente, que
refleje valores nuevos. que insinúe su futuro más probable -todo en un
solo sueño. El hallazgo de 11n' grupo de significados que calzan al dedillo, '.
no necesariamente excluye a los demás. Pero. de todos modos. los que
pueden usarse son aquellos que se sienten como los más precisos.
Existen varios beneficios que pueden extraer del estudio personal
Qt.'l sus propios sueños;
a) Recordarle sus prcpías n ecesí dades; .
b) Proporcionarle una nueva perspectiva de lo que está. haciendo;
. e) Avisarle cuando está teniendo problemas con los demás;
que. son signíñcativas para Ud.
. .- e) Clarificar sus verdaderos valores,
Podemos ilustrar brevemente cada una de estas aplicaciones. So-
los 8ueflo3 1~ 1
'.
 ____________ ~_.
mos, por de pronto. bastante capaces de olvidar nuestras propias ne~esi­
dades. Si nos apartamos demasiado de ellas.' el sueño dramatizará nues-
tra carencia. Las necesidades sexuales son un buen ejemplo de esto. Por
ejemplo, es normal que aquellas personas que de momento no tienen un
escape sexual, tengan, o se ac~rquen al orgasmo en' sueños. En los varones
esto lleva a sueños en que hay eyaculación. Podemos ir más al1~ del mero
descubrimiento de nuestras necesidades sexuales si estudiamos el modo
como éstas son representadas en el sueño. Por ejemplo. un hombre que
se encuentra en sueños haciéndole el amor a una mujer determinada,
haría bien en estudiar a esta mujer, ya qu~ ella es también parte de sí
mismo. P,?dria intentar ampliar su imagen -ver sus características con los
ojos de su mente-s, p. ej.• "sQY una muchacha tímida, sensible) que es-
pera que el hombre haga la primera movida. Tengo la tendencia a sen-
tirme sola, esperando que venga alguien". El hombre tiene en él estas
tendencias y tiene que encontrarlas. unirlas, y aceptarlas. Este es un sig-
nificado quc podría estar bajo una sencilla necesidad sexual. Otras ne-
cesidades que frecuentemente se muestran en los sueños) son la necesidad
de descansar. de estar solo ,o acompañado, la necesidad de ser respetado
1,
por los demás) etc. Una persona que se exige demasiado podrá tener un
sueño en que está cayendo a un vacío, o que esté muriendo y sin em-
bargo, los demás no lo notan. (Los demás son él mismo). ' profundos. Es muy fácil verse atrapado en un mundo de trabajo cotidiano
Es posible, incluso) que el individuo adopte un curso de acción
determinado, que le parece muy coherente; para descubrir que sus pro--
pios sueños le están dando un significado enteramente distinto. En una
de 'mis primeras experiencias como miembro de un grupo de slcoterapía,
recuerdo que los demás integrantes del grupo llegaron a la conclusión de
que yo los mantenía a distancia y que realmente no me unía al grupo.
Yo sostenía vigorosamente 10 contrario, que realmente estaba con ellos.
Esa misma noche soñé que estaba examinando a las personas con un mi-
croscopio colocado al revés y esto los hacía parecer más distantes. El sue·
fio fue como un golpe de agua fría.' Decía 10 mismo que elgrupo. Fui
golpeado por el grupo y po~ mi propio sueño; tuve que admitir. tanto a
mí mismo como a los demás, que ellos tenían razón, 5610 entonces pude
integrarme más al grupo.
Todas las personas manifiestan variaciones tanto en sus estados de
ánimo, como en sus puntos de vista. Un individuo podrá ponerse un poco
paranoide por un tiempo, mientras que otro se deprimirá, etc. Los sueños
con frecuencia dan señales de que este cambio está por ocurrir. Cuando
en sueños soy un poco paranoíde, me cuido durante un tiempo de DO in-
118
V,VVV,.VV.-y~vy"~"",..'A'''~'AAAA~.~ ..- ,...~." •.,'~.~.."...,.,.._.v...,."Y:,,:~""~""'.'A"""'.'_. ,:.._ :,._...", ..."y,,,,...,,,,~,_v-~~._~_-..,,,~.,.,.:.,,.... V'V'~'~'V'~<'''''''.-.J,~ ••• _~"----:~,:">"<,,,<,,,,,_·v.- .... .....-------_v.-
terpretar los _motivos de los demás, De un modo similar, algunos pueblos
primitivos consideraban el sueño como una realidad. Si en sueños habían'
violado a la mujer de otro hombre, era costumbre pedir perd6n tanto a
-la mujer como al marido. Tal vez nuestra sociedad no sea lo suficiente-
mente ma~~a como, para tener una actitud tan abierta, pero al mex1'os
valdría la F,ena que el soñador tuviera en cuenta durante uno o 'dos días
11 sus tendencias innatas de asaltante. 'i¡j
Con frecuencia los sueños pueden hacer cambiar mi opinión ~obre
otra persona. Un caballero podrá verse esa noche como una figuI~ si·
niestra, o un amigo torpe podrá aparecer en sueños como muy hábil. Yo
tornaría esta infonnaci6n sencillamente como una posibilidad más con
respecto al verdadero carácter de la persona. Puede que 'se ajuste o -no
a la realidad. El caballero generoso podrá ser" o no una persona siniestra. .
De acuerdo al principio de que todas las part~ del sueño son de uno
mismo. este caballero siniestro es un aspecto de mí mismo. Sin embargo,
el sueño lo puede representar como figura siniestra porque mi yo más
profundo ve en él ~ós atributos. Puede ser que esta interpretación calce
con la r e a l i d a d . . . ' ;
Es posible descubrir a través de 10$ sueños los propios valores más
)
y descuidar tendencias internas que en realidad jamás han visto la luz
del día. Los sueños los mostrarán una y otra vez. Y no vayan a c!"cer que J
todas las tendencias internas ti e_nen que ver con el sexo o con actitudes
agresivas. Recuerdo a una mujer a quien se le había enseñado que todos
los ,indios americanos eran unos rufianes inútiles; fue ayudada por sus
sueños a ~~ntir y reconocer los valores que los indios habían llegado a
poseer. Ell~~ era en parte india, y era ella misma quien había sído dísrnínui- , .
da y era ahora elevada. Recuerdo mujeres neuróticas que eran pésímas .
madres y dueñas de casa, que. fueron introducídas en sueños con la Ma~a
Mater, quien gustaba de cuidar a todos. Y he sabido de más de un crímí-
nal que en sueños mostraba preocupaci6n por-los demás, Usted podrá
estar convencido de que es una persona realmente sincera y buena, para
luego descubrir que en sueños está haciendo pedazos a sus amigos yen·
,terrándolos también. El descubrimiento de sus tendencias puede condu-
cir hacia arriba o hacia abajo. Los amigos que está matando pueden .ser
tanto aquellas personas que de verdad están allá afuera como también
pueden ser partes de usted mismo. De alguna manera esas partes sucias
y sombrías de los sueños son más va~iosas que las agradables revelacío-
los sueños -119
 r.: nes acerca de su propia grandeza. Todos sospechamos que alguna gran-
deza tenemos. pero el lado oscuro es Slempre menos conocido y aceptado.

Resumen
9
','
El sueño es un mensaje completamente formado que proviene de la "otra .
parte" de los individuos. Es valioso por estar poco contaminado por deseos
La Forma de la Locura
personales. Su mayor dificultad consiste en que el "otro lado" no se da
la molestia de hablar nuestro propio lenguaje (a diferencia de la mayoría
; de los visitantes extraterrestres que se ven en la televisión}. El descifrar Por estremecen mis entrañas
680 S6
i;, este idioma extranjero es un proceso un tanto difícil. perSonal y delicado. el dolor ha hecho presa de mí,
f. El hacerlo trae consigo una serie de ventajas. La clave central es que to- como doloras de parturienta:
Tan agobiado estoy que no algo
& das las partes del sueño son uno mismo. El sueño está tomado de su vida
y tan horrorizado que no veo.
:" . y habla de su vida. El misterio de las opciones del leng'.laje simbólico que Vértigos siente mi corazón
utilizan los sueños será' discutido más adelante. el terror me sobrecoge:
, ,El sueño de Emanuel Swedenborg con que comenzó este capítulo la noche que antes me era defieras!
cobrará más sentido luego que el lector tenga algunos antecedentes. Pro-- se ha trocado en espanto.
viene de los que seguramente constituye la serie de sueños más antigua ¡Ha cerdo. ha caído BabilonIa
que jamás haya sido registrada. Sucedió durante el tiempo en que Swe- todos los Idolos da sus dioses
han sldo rotos contra el suelol
.::, denborg evolucionaba de científico a sicólogo-místico. Había sido maes- Oh pueblo meo pisoteado
" 0'0 en todas las ciencias de la época y habia fundado varias ciencias nup- Oh trilla de mi era ...
vas. Los campos que dominaba eran tan diversos como la geología. la as-
l
r'
¡
tronomía, y la anatomía humana. Era también una época en que estaba
abocado al estudio de los sueños y estados interiores. Estaba líteralmente
Isaías 21·3-10

¡ penetrado dentro de su interior. Para él era un viaje sin ningún peligro.

;
~ El verso proviene de un himno religioso. Luego conocería el cielo y el
L,
¡, infierno. Esto es todo lo que se conoce dé este sueño. No expuso ninguna ¿De qué puede servirle a una persona normal entender la locura?'
\' 'j asociación ni lo interpretó. como tantas veces había hecho con otros. Mi De todo lo que nos puede ocurrir dentro de la cabeza, la locura repre-
l' suposición es que su significado le era claro. . senta el máximo impedimento que podamos padecer, Por su crudeza, la
locura ilustra y subraya hermosamente la estupidez en el manejo de nues-
1 tras recursos propios.
, También se cumplen otras funciones. Un mito bastante corriente
~nsiste en la creencia de que el mero adentrarnos en nuestro espacio
I
; "
;-
, ~ / . }~tern? n~s puede llevar a la locura. A la "persona con mente práctica",
:
~
..
"'t
,
lo
;,,.
, ,. 'el lenguaje natural y el modus operandi del mundo interior lE" parecen
~ :: 'f
~
algo bastante loco. Además, es importante que' las personas corrientes
entiendan mejor qué es la locura, cómo se cae en ella. y también c6mo

120
'..

se sale de ella Este conocimiento debiera ser poseído por todos, y no
5610 por algunos expertos. Finalmente, los nítidos. ostensibles contornos
de la locura, nos ayudarán a comprender mejor lo que significa ser ple-
namente humano.
A algunos -les extrañará el que yo use el término locura. Durante
t :
veinte años he vivido y trabajado con gente muy perturbada. He pasado
alrededor de dieciséis años como sic61ogo clínico en un hospital mental
del Estado l. Es a partir de mi profundo respeto por la espantosa trampa
que constituye la locura; que me permito usar el lenguaje ordinario.
Estos años en un hospital siquiátríco me revelaron uncurioso mo-
do de utilizar las 'Palabras para denominar la' locura. Se trata de una jer-
ga diagn6stica relativamente precisa. Este es un esquizofrénico paranoíde,
ése es un siconeurótico de tipo histérico, etc. Este tipo de lenguaje, aun-
que suene impresionante, no hace más que categorizar diferentes tipos
de comportamiento bizarro. Es notable 10 poco que tiene que ver con el
pronóstico, con el entender a los pacientes o con tratarlos. El personal
nuevo del hospital no tardaba en impresionarse con este lenguaje técnico.
Lo aprendían, y tímidamente comenzaba a usarlo. El personal de nivel
más inferior en el hospital, que jamás aprendía este Iengueje, se sentía
de algún modo inferior. Pero los más viejos y más experimentados ten-
dían a abandonarlo. Para éstos el hospital siquiátrico se había convertido
en un Ioquerío. Algunas personas no eran sicóticas, estaban sencillamente
locos. El lenguaje técnico se reservaba para aquellas ocasiones formales
en que se comunicaban con gente de afuera. Aquellos que usaban el
idioma corriente estaban más próximos a los pacientes que aquellos que
aún parecían muy profesionales con su jerga de. especialista. Los pacien-
tes se podían relajar más y sentirse más cómodos con aquel miembro del
personal que sencillamente preguntaba: "¿Qué es lo que te hizo llegar
hasta este manicomio?".
El lenguaje técnico parece ser tan profundo y, sin embargo, no
hace más que darle nombres rebuscados a reacciones humanas, por lo
demás. bastante corrientes. Trata a las personas como objetos de
colcccíonista. Además de ser .pretencioso aleja de la situación real ¿No
somos todos. acaso, UD poco locos -esto es-, graciosa y sorprendente-
mente humanos? La locura es muy corriente. Todos la tenemos y pode-
mos llegar a entenderla,
El Dr. Paul Frey, un siquiatra brillante, desmistific6 el concepto
de enfermedad mental usando métodos muy prácticos. Estaba a cargo
die las unidades en un hospital síquíátrico que albergaba a los pacientes
122
más irrecuperables. Sus pacientes habían fra~ado muchas veces ant.e
enfoques terapéuticos moderados y bien ~ensados. Ac~s~~braba:r~cl­
bir a un paciente' nuevo preguntándole directamente: ¿Dune, a qUIén
asustaste para conseguir que te metieran en este manicomio]". De hecho,
la gran mayoría de las personas son hospitalizadas debido a incidentes .
en que asustaron a personas queridas. Lo ,que el Dr. Frey hacía, era. de-'
volver a esa persona su sensación de poder. El paciente podía, y de be-
cho, había asustado a alguien. Si lograba entender cómo asustaba a los
demás y corregir esa conducta, podía abandonar el hospital. El proce-
dimiento habitual consistente en enunciar los típicos eufemismos usados
para describir su salud mental dejaban al paciente en una situación sin
salida. "Cuando se sienta mejor lo llevaremos a una reuni6n clínica y le
daremos. el alta". Frases como esa, le muestran al paciente abatido, que
la verdad es que está atrapado en, algún tipo de enjambre incomprensi-
ble y tendrá que esperar que el destino se 10 aclare. Con la pregunta, #4(.a
quién asustaste?" se golpea directamente al meollo de la locura Se indí-
ca que la locura no es una vaga y misteriosa enfermedad de la xn,.ente,
sino qué tiene que ver con estupideces propias de la conducta hu~ana.
de las cuales todos somos capaces. Recuerdo a una. visitadora, social que
.quería árudar a una mujer que se hallaba profundamente molesta por
todos los cadáveres que encontraba bajo los porches de las casas de 'otras .)'
personas.' Lo único que esta mujer" necesitaba hacer: para ser dada de
alta era DO hablar acerca de los cadáveres. El resto de su conducta pa~ .
recería suficientemente respetable, La visitadora le sugirió que estudiara
la reacción que producía en los extraños cuando ella le zampaba l~ no-
ticia de los cadáveres, La mujer logró aprender a callarse y fue dada de
alta sin problemas .
Hay dos modos fundamentales con los cuales uno puede salirse o.
ser removido del juego de la vida. Se pueden violar las leyes generadas
por la sociedad y ser encerrado en la cárcel. O sencillamente se puede
actuar en forma extraña y ser encerrado en un hospital siquiátri~. En
uno de los e6digos estatales se define la enfermedad mental como ~~uel .
estado en que la persona "requiere supervísíén, cuidado, o. represión en
favor del bienestar de los demás y la protección de sí mismo". Dice. que
la persona importuna a los demás 'o no puede cuidarse a sí misma. La
enfermedad mental es sencillamente el grotesco final de un continum de
condiciones que hacen que uno calce mal en la sociedad. La dueña de
casa neurótica atormenta a su marido e hijos y es considerada un. poco
extraña por sus amigos. Un hombre de negocios podrá depender q~l al-
I~ '
la forma de la locura; 123
 cohol 'i sin embargo no precisará de "supervísíén, cuidado o represíéa"
: hasta que se caiga de borracho, En todo caso, la locura ciertamente re-
"presenta una gama completa de condiciones que van desde' un moderado
'estar Inera de tono con los demás hasta precisar de supervisión. etc;
, Además, no es un problema sencillo que puede ser adjudicado a
una sola causa, Desde luego que la herencia puede jugar un papel, como
,I!n el caso 'del corea de Huntington. Algunas condiciones como el retar-
no mental, ciertas ccndicioncs seniles, e incluso posiblemente algunas
',esquizofrenias, implican desórdenes físicos. Los retardados mentales, por
_ una u otra razón, tienen un cerebro que es más pobre que el de los demás,
- Algunos desórdenes parecen haber sido aprendidos, o derivados en gran
medida, de la interacción social. Esto incluye la mayoría de las pertur-
bacíones de carácter, las neurosis y muchas sicosis. El individuo aprendió
un mal modo de adaptarse a la compañía de los demás. Para complicar
aún más las cosas, es muy posible que la locura verdadera sea una mez-
clade potencial hereditario que afecta la química corporal, que a su vez
afecta las reacciones de la persona ante los demás. y las de ellos ante él,
10 que a su vez afecta toda su historia social. Seria preferible que la can-
salídad fuera algo simple, única y lineal, pero 10 más probable es que
no lo sea.
Thomas Szasz:: ha descrito muy bien otra dimensión significativa
en el cuadro de 'la enfermedad mental. Hay una parte iD1portante que
ya no depende de lo que el paciente "tiene" sino del modo como los de-
más reaccionan ante él. Esto lo hemos podido ver cada vez que se ha ubi-
cado a nuestros enfermos dentro de la comunidad. Hemos podido consta-
tar que hay pueblos y barrios de grandes ciudades donde la gente reac-
. cionaba menos ante alguien que habla a viva voz de sus alucinaciones
o OOS~~ por ~,1 estilo. Podíamos colocar gente muy loca pagando, una pe-
queña pensión, en ciertas partes de la ciudad, donde elcomportamiento
bizarro, era ampliamente aceptado. Teníamos programas especiales de
entrenamiento previos al alta a través de las cuales los pacientes que
habían estado hospitalizados por largo tiempo aprendían a vestirse nor-
malmente (es decir, inconspícuamente}, a comer con modales aceptables,
usar el teléfono, y hacer algunas compras. Nuestros p~cientes más eníer-
mas requerían bastante supervisión en el terreno mismo) más que nada
dirigida (L apaciguar las ansiedades que suscitaban en las personas que los
rodeaban. Una persona muy loca podía pennan~~ entre gente que en-
tendía y aceptaba sus excentricidades, ya que parte de la locura. involu-
cra la sobrerreaccíón de los demás. Esto es lo qu~ en la definición anteríor
- 124
.J
~ela enf~edad me~tal aparece como "el bienestar ~e los demás", En
gunas socledades es normal pensar que otros están tratando d
nenarle la' ca ' d e enve-
. mi a a uno, En nuestra sociedad esta gente es considerada
rar~nOlCa. Hasta qué punto la locura no es más que la sobrerreaccíén uó
~s emás, no lo podemos ¡>recisar. ya que pocas veces se ha examinado
enfennedad mental ~ajo ~t.e punto de vista. Desde luego que algo de
est~ hay. Algunos esqulzúfreDlcos serían (;ousiderados faros en cualquier
sociedad y el! otras sencillamente no sobrevivirían, Estamos aún ::t obscu-
ras con respecto a la verdadera causalidad en el ámbito de la locura.
l . A pesar de la complejidad de los diversos dominios que abarca
a locura, durante mucho tiempo me he preguntado en qué forma estas
p~r~o~ son diferentes. Creo que es posible describir las señales O signos
distintivos de la locura.
Los distJ'ntivos de la locura
La locura u un volcarse hada el interior de uno mismo lo 1 .
oierte en una l nut)'1"h.Ul
..J ad
constreñida incapaz de desa •Ila cua nos con-
tendales tn/Í$ al. 'E . ' , rro r nuestros po- ~
',' tos. n lugar de discutir esto' COD10 una de!" '"6 b \
tracta preferiría ilustrarla fenomenológicamente con lo' q lD1Cl n ~ s- ,1
de la locura. La id' , ue yo h e V1Sto I
d del o mayor a t: nU5 casos provienen del .~tiemo más bur-
11 o id counaum¡ los.. hospitalizados crónicos, lo 'que DO exonera a los así
ama os no~ales. El extremo más burdo sirve sencillamente ara ílus-
trar teadeneías que pueden ser vistas en cualquier persona nO~1aL
tomé ~:a ~~ltrar en el dominio real de la locura, en una oportunidad
. 'á' dosís de LSD en uno de-los ,pabellones interiores de un hospital
SlqUl trice, qU~á~doule ahí, por espacio de un día, Ya había tenido
b~-tante expenenc1a can la droga y sabía que "mpicar
• •
lif' ía ml.$
40A
.
sean-,
IIUentos y mis percepciones. No me sentí loco. pero bujo su efecto odía
ver y ~nten~er lo que acontecía en mi rededor, Me vestí con la ~ndu­
~t:ntaI'la típica de los pacientes, y bien, bajo el efecto del ácido me
ui a ~D pabellón de cíen camas, Esta unidad, toda de hombres. era la
coleCC1ón de lo que podría .llamarse lo que "botó la ola" de los crónicos
~entales. A pesar de que habían algunos que DO tenían más de treinta
,_,(os .de edad, la ,gran mayoría de estos hombres andaba en los cuarea-
. ~ C1~cuenta o sesenta y habían tenido largas historias de hospitaliza.
Clones. Estábamos todos encerrados bajo llave en una inmensa sala, ha-
la forma de la locura 125
I
'i
f
bía cien sillas, y un receptor de televisión funcionando en el traSfon-
do. Muohos miraban la televisión, pero apenas reaccionaban frente a
I
ella. .Aquellos que la miraban, continuaban haciéndolo aun cuando to-
,
dos los aparatos de la institución estuvieran apagados durante tres días.
Me senté en una 'Silla desde donde podía observar toda la sala. Al ro-
mienzo miré para cerciorarme si alguien .cerca mío me había reeonoci-
do como sicólogo miembro del personal, o al menos como una cara nue-
va que venía a' sentarse entre ellos, No hubo ninguna señal de recono-
cimiento. Esto me resultó agradable. Me podría relajar y ser uno de
ellos, una de las tantas caras anónimas. Durante la primera .,hora, nadie
me dirigió la palabra con la excepción de un compañero paciente que
me pídió un fósforo. Cuando le dije que no tenía, termin6 nuestra re-
lación. Más tarde. el personal que ya a esas alturas me parecían extra-
ños vestidos de blanco. nos hicieron levantarnos y marchar dando vueltas
por la sala. En un comienzo no quise levantarme de mi asiento, Luego
aprendí a comportarme como paciente. Tenía que hacer todos los moví-
mientes que se me pedían. pero sin estar realmente en ello. Mientras
deambulaba con los demás, podía continuar disfrutando mis propios pen-
samientos. [Podían mandar mi cuelpo•. pero en realidad no podrán llegar
a míl Luego nos mandaron a un patio enrejado a tomar sol. Con mayor
espacio, sencillamente nos separamos más y cada cual siguió en lo suyo.
A medida que fui tentando mi camino en esta sociedad. se me
hizo más agradable. Había un acuerdo tácito entre nosotros los pacíen-
tes de 0.0. entrometemos en las vidas de los demás. Esto incluía no mi-
rar a nadie a los ojos. Si miraba a otro a los ojos estaría entrometién-
dome en su mundo y esto 10 perturbaría. No lo miraba. Ellos no me
miraban. No nos hablábamos. De hecho nos permitíamos estar realmen-
r
: te solos.
~, Luego hubieron algunas duras lecciones que aprender en este
mundo solitario. No había pasado ni futuro, ni tampoco adentro o afue-
ra. Si me atormentaha el pasado, estaría rumiando lo que. debía ha-
ber hecho) podría haber hecho, etc. Sería' doloroso hacer eso duran-
I
te años. Igualmente, pensar en el futuro o de cómo salir de _aquí sería
igualmente doloroso. Si le hablara a los extraños vestidos de blanco,
ellos cortésmente me harían a un lado y aún estaría en este .mundo so-
litario. Pasado, futuro, salirme de este lugar, no eran más que elemen-
tos perturbadores que se quemaban en este mundo solitario. ¿Qué me
quedaba entonces? ¿Sentarme y gozar el gorgojear de mi mente? Era
algo así como una lenta masturbaci6n sin sentido. Estaba enteramente
126
-libre para hacer lo que quisiera. Era como un paraíso iluminado ten!l~e­
mente, A pesar de que habían cien almas encerradas en una sala. éramos
tan libres como las aves. Por allá, habría alguno jugando con su dedo en
la oreja como si fuera algo muy travieso. Nadie se percataba. A nadie le
importaba. En otra parte, un hombre joven se levantaba de la silla-ccmo
si le estuviese dando la bienvenida a un ángel Estaba solo. Un viejo
refunfuñaba airadamente en contra de sí mismo. Estaba en una batalla
solitaria. Los rezongos venían una y otra vez como si fuera un disco ~a­
yado. No había nadie ahí. Podía pedarme, eructar, mirar ,el cielo, ha~r
lo que yo quisiera (stempre que no me entrometiera en lo de los demás).
Era libre p~a dar saltitos; y engañar con mis saltítos, y perder el tiempo
engañando con mis saltos.
Esta el .una buena imagen del punto final hasta donde' puede
llevar la locura. La mente se desenfrena y no bay nadie en la cercanía
a quien le pueda interesar el resultado de esta carrera sin sentido. La
máquina sigue golpeteando y haciendo sus ruidos en su modo, habitual.
.No hay tensiones, no hay un deber ser, no hay esperanza ni. temor.
Una máquina así no reaccionaría, aún si uno le apuntara una pistola
directo a la cabeza, Pistola, bang. bang, ¿y qué más da? En la jerga
del personal del hospital, a estas personas se les llamaba "los senta-
dos". Esa era la ocupación de sus vidas, permanecer sentados. Al final
del día era desagradable dejar esta feliz compañía. También estaba ~n '"
tanto conmovido. Siempre había sentido un poco de lástima por r9s
sentados, y ahora sentía más lástima por el personal y por mí mismo.
¿Quién iría a creer en este curioso paraíso mal iluminado descubierto
por la casta más baja de seres, los sentados? Muchas veces he pensado
que los híppíes que han abandonado lo convencional) bien podrían es-
tudiar con estos maestros del abandono total.
Hay una serie de ,otras observaciones que van a subrayar aé;n
más la naturaleza de la locura, incluso en sus grados más leves. ia
gente loca ~ relativamente inútil a sí mismo y a los demás. Estas dhs
formas de i~utilidad son"esencialmente la misma cosa. Aquellos que son
inútiles para si mismos son por lo general inútiles para los demás· y
vice versa, Contábamos con todo tipo de programas, tendientes a lo-
grar que los locos volvieran al trabajo. Tratamos que el trabajo fuera
divertido, breve, intrigante y monetariamente remunerado, etc. Sin em-
bargo, los locos apenas conseguían arrastrarse algunos pasos. La recompe~­
sa monetaria parecía ser la más promíscria, aun' cuando lo que les ofrecía-
mos era del orden de dos dólares al mes. Lo más usual, es que la gente 10-
" la forma de la locura 127
 ,..

ca' no puede producir. Tiene malos' hábitos de trabajo, se dístraen COD
facilidad, )' se percatan demasiado poco de la situación externa. En un
hospital siquiá.trico estatal) la producción de los pacientes bien moti-
vados era cerca de un cuarto de la producción de las personas nOrina-
: les. Aprendían eon lentitud, no podían retener lo aprendido, y eran
IllUY irregulares. Uu hombre con cducaci6u unrversítaría tenía que p~~
gl:U' cubiertas en las sillas con tachuelas. Pasaba momentos tormento-
f.' '. sos tratando de decidir dónde pegar las tachuelas. También había una
I
sívos. En ' su mayor parte ven y comprenden a los otros de maneras
írrealmente ideales o perversas y dejan de percibir características ob-
vias. Realmente no comprenden a los demás. Pocas veces son capaces
de ayudar a otros. Incluso cuando se enamoran sienten muchos desees
de ayudar a la otra persona, y resultan ayudando a la persona iluso-
ria qUt: ven en lugar de la verdadera.
El espacio vital del loco es restringido. El espacio vital de lo,
sentados puede que ni siquiera incluya la silla en que se sientan. Su

~
. mujer de edad, a quien algo le pasaba ~l barrer las hojas secas del
espacio vital es, un espacio de ilusiones irregulares. Es posible que pa-
¡. ". césped. Terminaba desgastando los rastrillos tan pronto ~mo se le su-
ra el hipocondríaco su espacio vital no vaya más allá de :lUS propias
." ministraban. En realidad, 110 estaba limpiando O mejorando el ambíen.
I
t
't~ en un' sentido ordinario. Estaba barriendo. con .el, escondite del de-
. monío. Muchas veces me ocurrió que al ser presentado como sicólogo
tripas. Comparen esto al espacio vital del normal aventajado, en que
se incluyen eventos internes complejos, familia, ocupación, amigos)
¡, aficiones. compromisos en actividades sociales, y una cuidadosa observa-
. a un trabajador o a un profesional normal, me hacían algún chiste aeer-
ci6u de los eventos de ultramar.
( 'ca de si )'0 pensaba que -ellos estaban locos. Mi única respuesta. era,
¡",puede trabajar )' puede producir, no . puede estar loco"! Los alcohó- Los locos tienen en mayor o menor grado, una capacidad dísmí-
licos sou una excepción. Hablan de un maravilloso juego de trabajo) nuida para cuidar .de si mismos. Algunos sobreviven gracias a un tra-
e inclusa pueden producir durante lapsos breves. Toda vez que al p~r­ bajo limitado, rutinario y poco exigente. Muchos de. ellos, incluso a pe·
sonal se le permitía escoger entre: Ull "esquízo verdaderamente cha- sar de contar con recursos heredados, aún son incapaces de cuidarse a
.' muscado" o un alcohólica, tendían a preferir al esquizofrénico. Tal vez sí mismos. En el hospital estatal, teníamos que darles coraje para que se
," producírían menos por día, pero a la larga aventajaría al alcohélíco, compraran cosas tan ' sencillas como un cinturón para sostenerse los pan·
l
t a l o n e s . ' , · ..
capaz de una verbosidad mucho más impresionante. :..:-... ... )
No es fácil responder a la pregunta de que si los locos son feli- J
Los locos se' vuelcan dentro de sí mismos de diversas maneras.
ces o no. Algunos ,observadores podrán' afirmar que al hipocondriaco
Un modo' común es encerrarse en sus propios síntomas. Todos hemos con-
le agrada el eaamoramíento con sus tripas. Esto es dudoso. Pareciera
versado COn el hipocondríaco quien gusta de dar a todos un detalludo tour
que las personas que se están adentrando profundamente en la locura
de todos sus males físicos'- Inclusa ~stá dispuesto a repetir el tour con
pasan por muchos' momentos de gran congoja y desesperación, antes
t , ligeras variaciones, día tras día. El deprimido se encierra en Su estado
de ánimo. Apenas puede percibir o interactuar con otros. Sus propios
de superarlos, como en el caso de los sentados. No puede decirse qu~
h ~stados anímicos lo atraen hílCiu adentro como un ímán gigantesco.
los sentados sean felices. Para que el sentado vuelva a la realidad, ten-'
1, drá que pasar por un largo período de aprendizaje, de vívencíar y en-
Los sícétícos, los verdaderos locos, muchas veces embotellan ~us preocu-
carar las tensiones normales. Esto aparece como un camino largo y
pacíoaes en alguna historia t'fI la que: quieren que los .demás partici-
f penoso para elles, A pesar de la increíble velocidad y alegría del ma-
pen. joe K. trataba de conseguir que el mundo liquidara a los bandí-
I níaco, parecería que está patinando sobre una finísima capa de hielo
.~ dos que habían podrido su cerebro y hcmosexualízadc-.a los jovenci-

I
tos. Muchos son víctimas Uf malentendidos gigantescos .o de un COID-
~ plot. Si sólo el mundo llegara 'a ver la luz y reecnccíera su error. Lo,s
, . que cubre una gran tristeza. En gran medida la locura y la infelicidad
SOD. la misma cosa. La felicidad. aparece mucho más como cuestión de
vivir plenamente sus propias potencialidades. aun cuando ese vivir ín-
, criminales sólo han tenido unas pocas salidas desafortunadas y muchos _y,plucre grandes, variaciones en los niveles de satisfacción. El espacio
t , malentendidos, Los neuréticcs se cultivan las pe~ creadas por seres
f vital más amplio de las personas normales significa que viven y viven-
querldos. Si sólo los otros cambiaran. Son sensibles en cuanto a s( mis- cían en un ámbito más amplio, que a su vez es parte de la felicidad.
mos, (,.'00 facilidad se sienten atropellados y fácilmente se toman defen- Se puede descríbír a grandes rasgos, una secuencia de uconte-

128 la forma de la locura 129

 cimientos que van desde la normalidad a l~ locura profunda U ~
d WI. n poco
e 1ocura o una pequeña locura es sencillamente no estar a tono
los, d~más. Los der~ás no lo entienden o el mundo es dema:.siado d::
con el. Esta pequella locura puede ir y venir como una dificultad re.
petítíva con los demás. En esta locura las cosas no se sienten del mis.
mo modo. La esperanza se torna menos esperanzada. El futuro se ve
sombrío e incierto. La existencia tiene' mal sabor. Uno sueña con al-
gún alivio milagroso. Esto es 10 que constituye la perturbación normal,
La locura se profundiza, a ~edida que uno se aleja de los de-
más para meterse dentro de uno mismo. El tamaño del mundo se com-
prime. Correspondiendo a esto. uno ve cómo personas que, antes eran
seres queridos se alejan y llegan a convertirse en extraños, Todos los
planes y las acostumbradas esperanzas se desvanecen. El individuo en-
c~entra alguna e~plicaci6n para salvar 'la cara. "Si mis padres (jefe, so-
cíedad, etc.) hubieran sido diferentes. Si hubiera recibido algún apoyo,
alguna ayuda». La explicación salvadora cae sobre la salud, el destino,
O mejor aún, en la culpa. de los demás. El espacio vital se convierte en
algo así como una pequeña jaula malvada en que cada rinconcito y
cada hucquito es doloroso y aburrido.
Este nivel más o menos corriente de alienaci6n de uno n)is~o y
de los demás, se profundiza verdaderamente cuando el individuo en.
cuentra una explicación demasiado rebuscada. La persona podrá. COD-
vertírse en la elegida de Dios, o puede que realmente exista un plan
siniestro en acción -¿por qué? [porque uno es tan grande e ímpor-
tantel El mundo de vivencias sociales agradables se ha desvanecido.
Fallan partes del sí mismo (selí ), se descomponen, y se convierten en
algo así como máquinas alienadas que golpetean ruidosamente dentro
ele la cabeza. El sí mismo, rodeado, se contrae) hasta llegar al estado de
j'
una laucha atemorizada a punto de ser aplastada por las mandíbulas
de un destino anónimo. En términos técnicos este es el estado sieétlco
agudo. Imaginen sus mentes. inundadas con visiones, palabras, ideas, sen-
saciones, que van y vienen rápidamente sin ningún control. El mun-
do interno y externo se hace pedazos, invadido por sentimientos y vi-
vencias incontroladas 8. Finalmente el individuo aparece como un loco
ante los ojos de todos.
Con el apoyo de un ambiente agradable y estable junto a desco-
nocidos considerados, el individuo puede ser guiado, si bien cojeando
y parcialmente incapacitado y devuelto a una realidad compartida. Sin
embargo, algunos van adentrándose más en la locura, debido a sus fra-
130
·l
al90S repetídos y al dolor, u sencillamente porque se enamoran de sus
propias soluciones salvadoras de su imagen. Toma U..10S cuantos años
para que la mente finalmente se desenfrene por completo, y comien-
ce a dar sus interminables saltitos OelOSOS como 'una gran e inútil es-
cultura de hojalata. Los engranajes giran, las palancas dan golpecitos
y en realidad no oc~rre absolutamente nada. El individuo ha llegado ::
a ser uno de los sentados, fuera del alcance de las tensiones de la vida.
Muchos de estos pacientes podrán contarles con lujo de detalles c6mo .
murieron y .córno fue su entierro, Esto no es fantasía.' Es bastante'
verdadero. La persoaa _.que una vez conocieron padres y amigos ya
está bien muerta. El mundo verdadero que ellos habían conocido se
redujo a nada y ahí Floreció la fantasmagoría de la mente. sin freno,
claqueteando y golpeando corno una escultura extraña. Los sentados .
no retornan. En el mejor de los casos pueden aprender a actuar ín-.
conspicuamente y vivir sus curiosas y limitadas vidas, pagando una pen-:
si6n en algún vecindario tolerante. En el peor de los casos son alimentados
y mantenidos vivos en los patios interiores de un hospital síquiátríco..
No hay ningún aspecto del largo camino hacia la locura que no
haya sido vivenciado alguna vez por todas las personas.
Siooneurosi». Es mejor taponear el potencial individual que en-.
\
catar y trabajar las posibilidades pegajosas y dudosas en' la vida in-:~ )
terna. .-
/
Desérdéne« $ÍCOSomá.tic08. El modo de vida no se adecúa a la:
persona y el cuerpo también lo dice. .
Trastornos de carácter. El tipo habilidoso se va por uno que otro
atajo, hace unas pocas trampas. Total, todo el mundo lo hace. No hay
tal karma o justicia verdadera. :'
Alcohclismo. El alcoh6lico no tiene el problema de beber de-:"
masiado. Es la esposa, el jefe, la mala suerte, etc. quien tiene. el pro-'
blema.
Adícci6n 'o drogC1f. Prueba experiencias excitantes y soñstícadas,
Preocuparse del precio que se paga a futuro J • es una tontería.
Conducta paranoica. Es realmente, satísfactorío descubrir c6mo los
demás son los verdaderos causantes de todos mis problemas.
Sicosis. Es el gran insigbt, único y salvador, de la dígnídad, ha~,
cla la verdadera realidad que nadie más puede vivenciar.
Depresién. Es mejor caer en un estado de ánimo sombrio que
enfrentar y resolver los problemas que este ánimo representa.
la forme' de la locura 131
 Delirios. Es hermoso descubrir teorías importllDte5 quo revelan
nuestra grandiosidad y perceptibilidad.
. "Demasiado insight 'Puede producir locura". La implicación de
Los mitos acerca de la locura
i.
I "Las personas de repente se vuelven completaniente Ioeas", No. Esto
! ocurre rara vez y únicamente bato el efecto de alguna intoxicación agu-
I
! da o algún cambio cerebral. La gente se l'uelve loca lentamente, muy
l' lentamente. Se demoran toda una vida en ello. La locura emite toda clase
de pequeñas señales percibibles por todos aquellos. con alguna capacidad
"para observar a los demás. La triste verdad es que la gente loca por lo
general ha tenido una vida entera'a.c limitaciones, fracasos y poco con-
tacto.
"La locura lleva a una violencia peligrosa". Esto tambi~ es ra- '
ro. En veinte años de estar en compañia de gente enferma mental, al-
gunos de los cuales habían cometido asesinatos) solamente dos mujeres
me pusieron nervioso, mientras me reprimendaban y también un hom-
bre' joven que me amenazaba con su lapícera, La gente Jaca hace cosas
necias y extrañas. POI lo 'general sao reprimidas y menos violentas que
la gente normal
"Demasiada íntrospeccíón conduce a la Iccura"; Estll idea es sos-
tenida por las personas extrovertidas que encuentran poco uso o poco
sentido a los procesos internos. La locura puede darle experiencias in-
ternas e introspecciones a una persona porque ésta ha fraeasado ínclu-'
so en la introspección más limitada. Como se verá en la próxima sec-
ción, la verdadera introspección o la a.utO-l'efl~i6n, sirve más para pre-
venir la locura que para curarla.
~ Los excesos de rdi~6n (seso, o cualquier otra cosa) conducen
a' la locura", Es verídico que algunás personas muestran en la locura
una, notable preocupaci6n por la religión. Muy a menudo resulta que
entraron tarde y desesperadamente en la religión, como el último punto
de donde aferrarse antes de caer en la locura. Es más un síntoma que
una causa. Contrastando con esto. hay millones de personas con una. vida
entera de vivencias religiosas normales que no se vuelven locas. P~r. lo
general son los irreligiosos los que sostienen la idea de que la re~~6n
t •
[ provoca la locura. En el mejor de los casos la religi6n puede preveIllI" y
1
hasta sirve de trate.mi~nto da la locura. Una iituaci6n ¡imilar JO aplica
I
I
I \.,-
1 132
I
l·
a la frustración o los excesos semales. La vida sexual es una imagen de
la vida social del individuo. A medida que se empeoran sus relaciones
con los demás, así también lo hace su vida sexual. La gente verdade-
ramente enferma ~ por lo general menos sexual que 'la gente normal,
este mito) es que posiblemente, de llegar a ver ciertas cosas dentro de
nosotros, podrían derrumbarse los cimientos mismos de nuestra mente.
¡Esta idea es lo suficientemente interesante como para darle ganas a uno
de iniciar una búsqueda de tales vísionesl Como veremos más adelanto. la
introvísién m ístíca tiende a eliminar la conciencia del ego. pero esto sen-
cillamente consigue que la persona sea eminentemente más sana.
El camino de salida desde la locura' ,
Suponga que usted despierta un día y se da cuenta que fue j~tificada­
ment~ hospitalizado bajo el rótulo de enfermo mental Para compli-
car aun más las COS3!) usted está en uno de los patios interiores donde
están los peores casos. Usted recuerda haber estado perturbado emo-
cionalmente durante un tiempo. pero se siente como si hubiera sido
atrapado en un laberinto de malos entendidos.. A pesar de que se sien.
te tembleque e inseguro de sí mismo, no se siente lo suñcíentemente
loco como para que lo encierren entre tanta gente tan extraña, Cuando
se acerca a alguien del personal, descubre que no puede convencerlo de
que ahora está bien. Ellos contemplan su ficha y se refieren a algunos
episodios especificas, alguno de los cuales usted puede recordar. Su
propia inseguridad emocional interna se empeor~ al ver esta gente ex- ,'.
traña en tomo suyo y su actitud bondadosa pero negativa que indica
que usted debe pennanecer ahí donde está.
¿Cómo podrá salir de ahí?
El auto-análisis y la .introvísíón DO són los métodos ideales.
La combinación de perturbación emocional y los' recuerdos de los pro-
pios fracasos motivados por" la presencia de otros pacientes podrían lle-
var a un auto-examen. prolongado )' doloroso. Incluso si veinticuatro
horas antes usted era perfectamente normal y había sido hipnotizado y .'
<eE~o en el hospital, la sola idea de que posiblemente está enfermo'
mentalmente bastaría para generar recuerdos de numerosos fracasos
y defecto~. Un hecho desconocido por la' mayoría de las personas) es
1I forma de le locura 133
1-
t más, usted se está olvidando de si mismo en beneflcío de los demés
I que la memoria tiende a reflejar la situación presente de la persona del
¡ y está evitando un doloroso meditar sobre sus propios fracasos. Si 'resulta
f mismo modo como lo hace del pasado. Cuando uno se siente deprimi-
do la memoria se cubre de recuerdos deprimentes. Unicamente cuando
uno se siente bastante bien puede recordar sus éxitos de manera con-
vincente.
El auto-análisis, como lo describimos en los capítulos. anteriores.
es realmente para aquel individuo que está emocionalmente muy equílí-
brado y tiene interés y el tiempo para mejorar su condici6n. El auto-aná-
lisis puede preven.ir el desorden. mental. Es útil para meiorar los sen-
timientos para con uno mismo y para aumentar lae propias capacidades.
Pero cuando uno está en un atolladero emocional es de poca utilidad.
y mientras más profundo el atolladero. menor su 'utilidad.
En lugar de quedarse sentado rumiando sobre su destino en es- .
'te patio interior (sugíríéndole con ello al personal que efectivamente
tienen la razón), hay un camino claro y directo para salír-de este em-
brollo. Es tan simple y obvio que pocos piensan en él. La locura es vol-
verse para adentro de uno mismo y convertirse en alguien inútil No
importa cuán incapacitada esté la persona, pero lo importante es que
pueda volver al trabajo rutinario. En un hospital esto significaría ofre-
cerse para barrer los pisos. limpiar el baño, hacer las camas. limpiar los
ceniceros, etc., cualesquiera que fueran las tareas sencillas que estu-
vieren a la mano. Sería bueno que se concentrara plenamente en su te-
tea, de modo que dejara los pisos más limpios de su vida. El simple
éxito en la tarea, le sugiere al individuo que puede ser de alguna utíli-
dad. El buscar cualquier trabajo que preste utilidad y el hacerlo bien,
lo harán resaltar del trasfondo de almas perdidas del pabellón, ya que
la locura y la inutilidad son sinónimos. El personal llegará a asignar-
le tareas más complejas y de mayor responsabilidad.
El paso siguiente está en la calidad de su rebelón con los de-
más. Sea cortés y considerado con los demás aunque éstos sean unos
locos intratables o un personal muy irritable. Compórtese tan compren-
sivo como le sea posible. Estudie los gestos y la conducta de los de-
más. Cómo prefiere que se le llame) por su nombre de pila o Sr _..
Bromee con ellos ahí donde el bromear es socialmente aceptable. Sea
una persona símpátíca y agradable en el trato perceptivo y consi-
derado con los demás. Si hace estas cosas no permanecerá largo tiem-
po ep. el hospital. Puede que demore semanas o meses, dependiendo de
la velocidad a que giran las ruedas burocráticas. Se requiere de pacíen-
cía; de ahí viene la palabra paciente. Al ser considerado: con los de-
134
que por buscar voluntariamente trabajo útil alguien sobresale, entonces
ocurrirá que resulta totalmente extraordinario si además es comprensivo
y considerado con los demás. Esto bastaría para dejarlo salir. También hay
otras ayudas que puede utilizar. Indíquele a los miembros más influyentes
del personal que usted se siente listo para irse. pero no sea majadero. Pre-
pare unos planes razonables de partida que indiquen un buen uso de
sus recursos (dinero, parientes, trabajo. lugar donde irse, etc. ). Com-
prenda que su historia siquiátrica ha causado que el personal tenga sus
reservas sobre usted, En el núcleo de su historia hay algún incidente
que 10 llevó a la hospitalización (se pens6 que usted era suicida, :que
amenazaba a otros, molestaba a los niños, alguná Cosa). El personal-del
hospital ~tá preocupado de la respcnsabílídad que les cabe al retor-
narle como miembro de la comunidad. Es como si su reputación ~-'
viera en juego cuando usted salga. Verídico o no, usted tendrá que cal-
mar~es las preocupaciones sobre el incidente que pudiera sobrevenir.
Entonces les será más fácil dejarlo ir. El entender cómo los otros 10 ven
a uno. y actuar sabiamente en esos términos, ayuda mucho a resolver
el misterio de, la locura. . '
. Si us~ed deseara el cuidado y la. protecci6n de un hospital síquíá- ,
tríco, .el mejor modo de ser admitido es. inventando ideas bizarras, pe- ,
ro cúidese de que no sean· amenazantes, Más adelante usted podrá reir. I '
se de estas ideas y .conseguir su alta. Cada vez se hace más difícil ser admi-
tido en un hospital síquíátríco, Pudiera ~er que la simple locura no sea
suficiente. Si finalmeI;1te nada de esto resulta, uno siempre podrá pro-
fesaralgunas ideas. extrañas y sentarse en un lugar público como un
catatónico, Siéntese sin mover un solo dedo. No haga nada. Esto even-
tualmente preocupa .a todos y conduce a la hospitalizaci6n. Además
uno puede mejorar en forma súbita y fácil. En veinte años de prác-
tita, he conocido solamente tres personas que' buscaron un hospital si-
quiátrico con el fin de obtener comida y techo. Dos de ellos eran de
sanidad limítrofe. Uno era un hombre negro que cada vez que estaba
en .apuros~.. resolvía el problema de su inconfortable pobreza mirando
hacía el c;l-,elo y hablándole a .las criaturas que ahí veía. Yo diría que
más del ~ de las personas-en hospitales siquiátricos realmente precí-
s~ de algún tipo de "supervísíón, cuidado. o represión en favor del
bienestar de los demás y la protección de sí mismos", Aquella idea de
que .son los parientes quienes acarrean a las personas al hospital para
la forma de la locura 135
deshacerse de ellos, es más que nada un mito. Lo que sí ocurre es que
muchas veces el personal se siente más seguro de la salud mental de
sus pacientes, luego que han podido constatar la chifladura de sus pa
rientes que lo vienen a vísítar, Es corriente que los pacientes ~e tornen
más enfermos cuando estáncerca de sus parientes. Mal que mal toda la
locura se desarrolló, .en primer lugar, cerca de ellos, El personal del hos-
pital hará bien en regular, en beneficio del paciente• .la dosis de paren-
tela que éste recibe.
En la locura el si mismo ha naufragado en su trato consigo mis-
mo. Los enfermos mentales por lo general tienen una larga historia en
que se revela un conocimiento de sf mismos muy superficial. El des-
censo a la profundidad es el descubrimiento por la mente capaz. de sus
propios recursos y de sus cimientos más profundos. La: locura, el si m~w
mo limitado y recortado, significa .que uno ha trastabillado en su propIo
entendimiento. El sumergirse más en el simbolismo milagroso de
la mente puede constituir sencillamente más de este trastabillar. El ca-
mino de salida es directo hacia la realidad más sencilla. Lavar los pla-
tos, barrer el piso. Si es capaz, perciba a los demás. Si es suficiente-
mente capaz, ayude a los demás. Entonces, cuando se haya pasado el
dolor causado por el naufragio de la mente en sus propios recursos, trate de
'dedicar algo de S\1 tiempo libre a ver CÓmo funciona. Pero permita qne el
auto-descubrimiento sea una adición a una vida básica de trabajo útil
y consideración por los demás. El abandonar el trabajo útil y la consi-
deracíón por los demás en favor de dedicarse al auto-descubrimiento ele
uno mismo sería caminar peligrosamente cerca de la locura. Alguna
gente joven comete este gravísimo error; son realrnente aburridos. cuan-
do comienzan a relatar sus sueños fantásticos y sus visiones justo antes
de extender la mano para pedir una limosna. FumQD marihuana oto·
man ácido por el "increíble conocimiento que se consigue- y caminan
derecho hacia la inutilidad para ellos mismos y los demás, No se, perca
tan de que su espacio vital va reduciéndose gradualmente, hasta lle-
gar a no ser más que un dudoso amorío con una dr~ga. A medida que
su ámbito de utilidad se restringe. la mente interna; emite señales de
, alarma en forma de visiones fantásticas. Pero cada vez tienen menos
cspacidad para utilizar estas señales. La brillante máquína interna de
señales se enciende, pero no hay en la cercanía ningún operador sen-
sato. El hombre cuvas visiones me interesan a. mí. es el hombre que
puede y de hecho construye excelentes muros de ladrillo. Su máquina
de señales tiene un operador inteligente.
136
....._ , ·- .... '1
El ser útil es la raíz. de todo el asunto de ~a. locura 4. La persona
que es útil para sí misma es útil también para los demás. Aquellos que
w
son inútiles a los demás, son inútiles para ellos mismos. No hacen más
que existir. Son los sentados de los patios interiores, derramando her-
masas visiones desde sus cabezas, trozos de mitos antiguos. y verdades
profundas acerca de la realidad, todo perdido. Muchas veces no tie-
nen suficiente- sentido social, .ni siquiera para comunicarle estas cosas
a otros. La gran mayoría de los sentados son relativamente mudos. En-
un modo fundamental la grandeza no estriba en lo impresionante de
las visiones que emanan de la cabeza. El asunto es cómo éstas se tra-
ducen en acción. En un sentido muy humano. aquella chica que logra.
alguna comprensión entre ella y ::IU hermanita, mientras juega COn su
muñeca, está haciendo algo mucho más grande que el loco que tiene
símbolos antiguos retumbando dentro de su· cabeza, El ser útil y el ac-
tuar constructivamente hacia los dema.s es, por lo tanto, un camino para
salir de la locura Por 10 tanto aquellos que pueden caer profundamen-
te en la locura tienen toda una historia de inutilidad "relativa. Del mis.
mo modo. aquellos que han desarrollado gran actividad difícilmente se
meten y perduran realmente en la locnra. Sencillamente no pueden. Han
conocido el placer de sentirse útiles.
Sinceramente pienso que las profesiones que guardan relación con
la salud mental, han sido engañadas por la capacidad de invención d~
símbolos que tiene la mente. Los profesionales han sentido que si lle.
gasee a rearreglar la mente interna de los locos éstos se tomarían 58-
nos. Nos costó muchísimo esfuerzo conseguir que los expertos en sa-
lud; mental de un hospital síquiátrico vieran la utilidad del trabajo siro.
ple.y sencillo. Sentían que estábamos usando los pacientes como esclavos.
O que el trabajo era útil únicamente para cansar al cuerpo y 'pasar el
tiempo. Le era más fácil aJ médico darle al paciente una píldora para
w
dormirse, ,Si solamente pudiéramos descubrir el secreto de cómo re-
arreglar la mente internal i Rearrégle1a desde la realidad .external Cuan-
do el personal está convencido que el trabajo es un estilo de trata-
miento radical, su importancia puede entonces ser trasmitida al pa-
ciente. En la medid'a que el paciente- comienza a sentirse una vez más
socialmente úti], los procesos internos comienzan a cambiar corres-
pondientemente. Lo interior tiene que arreglarse desde afuera. Lo in.
terior no es md.s que un comentario simb6lico sobre la reladón de la
persona con el mundo. A medida que se trabaja la relación con elmun-
do. le riqueza del comentario interno' se hace más aparente. Estas no
: \8 forma de la locura 137
:
f
¡
1 son esferas separadas; Una es la imagen simbólica de la otra. Al temer Resumen
, .
f

y mejorar lo que una persona está haciendo realmente, 10 interior tam-

bién mejora. La realidad de lo interno está en 10 que la persona hace.
Lo hermoso del trabajo en sí, es que puede darse en tamaños,
formas y dosis tan diversas. A una mujer anciana y postrada le podrá
gustar rellenar muñecos de trapos. especialmente si ve la alegria de los Una pérdida de los p~tencia1es propios y de sus tendencias naturales,
niños que los reciben. A un anciano postrado en su silla de ruedas le Corresponde a esto un florecimiento de señales provenientes de los' 'pro-
cesos internos.
podrá gustar doblar toallas, o arreglar juguetes, o barrer un rincón de
la sala, especialmente si los demás lo respetan por hacer" su trabajo. Un alejamiento del sí mismo e igualmente del mundo compartido
La raíz no está tanto en el trabajo mismo, sino en el significado ~n~p~oo~ :
que se le da en el contexto social total. Adolescentes muy sicótícos, Un fracaso doloroso o bien una serie de fracasos dolorosos con uno
que estaban hartos de la gente, respondían muy bien al trabajo de cui- mismo y con los demás.
dar animales en la granja. 'Muchachos afeminados e inadecuados po- Una restricción en la perspectiva del mundo propio y del significado .
dían cambiar radicalmente en pocos meses trabajando en el campo ba- de la propia existencia.
jo las órdenes de un granjero muy paciente y recio. La adecuaci6n de Una evoluci6n hacia la inutilidad y la improductividad, tanto en
un muchacho no está en el reordenamiento de su sique interna, sino el sentido de cuidarse a sí mismo como a los demás.
que en darse cuenta del placer de cavar zanjas e? la tierra.
Años de experimentación nos llevaron a la conclusión que el cuí- . El camino de salida de la locura es:
dado residencial más efectivo implicaba la conforinaci6n de todo el am- Hacer cosas útiles para contribuir al ambiente.
biente vital en una comunidad terapéutica 5. El paciente entraba en una
" Actuar con tanta consideraci6n y comprensión con los demás como
comunidad funcionante donde los demás pacientes esperaban que él sea posible. . '
asumiere sus responsabilidades. En la medida que hacía esto, sus líber-
En ambos casos, uno puede olvidar el si mismo adolorido. al me. )
tades personales y sus recompensas iban en aumento, hasta que estaba
nos por un tiempo, y reestablecer al mismo como una parte significativa I "
listo para dejar el hospital. Era verdaderamente fantástico que sus igu~­ del mundo.
, Co~espondiend? a esto, la relación de los sentimientos internos y
les se comportaran de manera aceptable. Este tipo de enfoque ha sido el
tratamiento más efectivo de adicciones a drogas resistentes e. Es terapia los símbolos mejorará. -
que dura veinticuatro horas al día, Diseñada por pacientes' y ejecutada
El :$umergirse en la sique es útil únicamente en la medida euque
por pacientes. El personal funciona, en el fondo, a manera de apoyo úni- se traduce en algún tipo de resultado socialmente activo. '
camente. Sin embargo. diría que es casi necesario que uno :participe en Tal vez sea una paradoja curiosa. pero la locura es inutilidad. La',
una de tales comunidades para darse cuenta del enorme poderío que salud es utilidad. Lo interior está revuelto tanto cuanto lo externo está.'
tiene este enfoque del problema. He sido testigo de romo una comunidad revuelto.
terapéutica convirtió a un maniático absoluto en un hombre relativa-
mente razonable y apacible) en escasos treinta minutos de presión efec- Misteriosamente. la realidad de 10 interno es lo externo.
tuada por los otros pacientes. Pero estos programas son difíciles de ca-
rnenzar, más que nada porque van en contra de la tradici6n en el campo
dé la salud mental.

138
la forma de la locura 139
 141
140 Cuauhremoctzin Jacobo Grinberg-Zylberbaum

, .........

.Cuaíquier objeto es un proceso y un pensamiento. , .

"
Sentirse siendo, esel mejor de todos los sentimientos .

l.

, "
I :~

1',

'..' ;fH ~. ~ ',l·.J~''':-: ~ ~ '., . . ..' ' "

i.; : '.' ,·¡r·.l; ..... ·;t. .'

Todo ~~. ti~nsforma a través nuestro y adquiere forma. Por Al caminar, nos pisarnos a nosotros mismos.
ello-el..am9r es la creación más absoluta. '

"

,\ , .' li
 r

. ", /' .. ,', .

138
Jscobo Grinberg·Zy/~m 139

En el silenci.o está la respuesta.

Bella energfa es el pensamiento en la esencia. Bella porque
conecta con el Ser. .

" .

La conciencia de unidad con el todo se puede adquirir como

El asombro de la creación de la experiencia, es el asombro
por todo.
se adquirió la unidad corporal. El bebé lanza una orden y su
brazo le contesta. El chaman lanz~ una orden y las nub~s I~ \'
contestan. Unidad de cuerpo y unidad del todo. .
Pero también la unidad se adquiere por el pensamiento.

~ ~
• asr .• ~ = ~~ ~- -~ - - -- - - --- - - - -- -- - - ------------------- ~----
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r'

f·~. i,
¡ I

! i
1 10
\
Alucinaciones
\
1
1 Cuando 108 osp(rltu8 comienzan a hablar con el hombre. éste
deberá tener cuidado de no creerles cualquier cosa; porque
dicen casi cualquier cosa; Inventan cosas, y mienten; porque
si se les permitiera relatar lo que es el cielo y como son
las cosas en los cielos. dirían tantas mentiras, y ciertamente
con solemne aseveración, que el hombre estada maravillado;
por eso cuando los espirltus hablaban. no se me parmltfa te~
ner fe en ·Iai cosas que relataban. '
El4ANUEL SWEDltNOO.RG
Diaria E.-p·lritual (p. 1622), 1748
)
Hablaba yo 000 una joven mujer que estaba muy afligida debido So un
amoríc cou un amante invisible. Este decía las COStlS más prometedoras
y reclamaba para si grandes. poderes. Fue encontrada saliendo por la
puerta de un hospital, argumentando a viva voz que no quería irse de
ahi. Mi tarea era la de hacer de consejero entre ella y su amante
alucinado. El estaba presente: Al menos ella podía verlo. Finalmente.
~ para ver qué ocurriría, comencé a conversar COI! dl Le pedí a ella que
j: me relatara detalladamente todo lo qUé él hacía y decía. Dio resultado.
Mediante este sencillo expediente, se encontró un camino para entrar
I, eu las vivencias de la paciente, y se desarrolló una historia fascinante.
! Más adelante, me fue posible hacerle tests sicológicos a la paciente y a
i sus alucínacíones, como si se tratara de dos personas diferentes. Para mi
sorpresa, en el test de Rorschaeh la 'mayoría de las alucinaciones apare-
cían .mucho más enfermas que la misma paciente. Lo revelado por las
\; :,
alucinaciones se asemejaba mucho a los relatos antiguos de personas po-
~ . seídas por espíritus. Poi regla general, mí¡ colegas' se mostraban escép-
1'

~ .
1;
¡;
¡ ~.
t
 tícos ante mis hallazgos, así es. que describí estos descubrimientos en re-
vistas esencialmente religiosas 1. El procedimiento básico era sencillo. Es-
tablecía contacto con la persona que alucinaba, COD' la sencilla íntencíóa
de averiguar algo acerca de sus vivencias. No lo juzgaría por lo que de-
cía o hacían sus voces o visiones. Le hablaría directamente a los "otros"
,y haría preguntas. El paciente luego me relataba palabra por palabra lo
que se babia dicho o hecho. Con esto, yo podía registrar tanto la pregunta
como la respuesta. Tengo que clarificar el procedimiento> porque cuando
10 menciono muchas personas concluyen que se trata de mis propias aluci-
naciones. Mis alucinaciones son muy tenues y ocurren en el estado híp-
nag6gico y no se comparan a las de 'los pacientes.
Antes de adentrarme en los hallazgos" debemos aclarar una se-
rie de malos entendidos. Una alucinación es una experiencia sensorial cla-
ra de cosas que otros no pueden vívenciar, La persona que alucina ve.
escucha o siente algo que otras personas en tomo a él sencillamente no
pueden experimentar. El tener alucinaciones no significa necesariamente
que la persona esté loca. Una alucinación normal y corriente es escuchar
que llaman el nombre de uno cuando no hay nadie presente. Una per~
sana podrá. recibir la visita de una persona recientemente desaparecida.
El encuentro muchas veces es bastante breve, implica gran amor entre
las personas y sella la relaci6n de un modo agradable: Además, algunas
religiones estimulan a sus miembros a esperar vivencias alucinadas y des-
de luego que éstas ocurren. Por sí solas significan únicamente que la per-
sena está. participando en la religión. Una alucinación puede ser normal.
Las alucinaciones deben contrastarse con 125 ilusiones. Las ilusio-
nes son malas interpretaciones y distorsiones de experiencias reales sen-
soriales. Cuando uno es culpable, puede. que incluso el viento en los ár-
boles le esté diciendo a uno algo acerca de su culpa. En una oportunidad
entré de noche· a la cabina del barco en que viajaba y encontré un plato
brillante sobre mi cama. Se me erizaron los pelos, porque parecía prove-
nir de otro mundo. Tímidamente me acerqué a él para descubrir que era
una poza de luz de la luna que entraba en mi camarote por el ojo de
buey. Era una ilusión. Un delirio es un conjunto de ideas fijas que real-
mente no calzan con la realidad. Se relaciona con estar engañado o equi-
vocado. Una visión es una alucinación visual con un componente de re-
velación.
A pesar de haber sido una de mis experiencias más fascinantes como
sicólogo. había poco tiempo para explorar las alucinaciones. Mi objetivo
era describir las vivencias alucinadas de los pacientes tan fidedignamente
142
00010 ~uera posible. Debido a que las personas vistas y escuchadas por
el paciente ~on para él casi invariablemente reales, es que .yo hablo de
ellas como SI fueran reales. Parecía que una gran proporcíón de nuestros
pacíentes .alucin.aban regularmente. El personal acallaba esto como algo
estrambótico o irreal, de modo que los pacientes aprendieron a silenciar
estos sucesos. Descubrí modos de aprender muchas cosas de las alucina-
cione~ ~bservando cuidadosamente los gestos del paciente. Por ejemplo,
su~ oJo~ se movían rápidamente a la izquierda en respuesta. a hs; voces
mlent~ conversaba conmigo. Yo le diría. a un paciente que DO adivinaba
nada de lo que estaba experimentando en ese momento. Esto t junto COn
el aceptar sus v.cees. como algo verdadero para el paciente y el no jU7.gar~
lo por sus alueínacíones, me ayudó a aprender más que los demás. Por
ejemplo. una mujer podía escuchar voces sígíríéndole cosas tan obsce-
nas que tenía temor de ser juzgada por ellas. Yo manifestaba claramente
que' respetaba su moralidad como separada de la de "ellas".
También aprendí que las voces me temían. Sabían que yo era
sicólogo y tenían miedo que yo las matara. Requería de cierta diplomacia
el estable~er una relación con las voces de otra persona. Algunas alucí-
nacIones Jamás se armaron de suficiente coraje como para hablar en mi
presencia, o amenazaban al paciente si éste repetía lo que le habían dí-
che, .
)
Los pacientes no recibían ning~na recompensa por haber coope- ./
rado. Varios de ellos decían que estaban contentos de colaborar con la
esperanza de que yo pudiera descubrir algo que los librara de sus voces.
Yo no estaba a cargo de darlos de alta. así es que no había nínzima ven-
taja espe,cial en hablarme así de sus alucinaciones. Estoy conv;ncido de
que lo que yo recibía era un cuadro relativamente fiel de ]0 que les
ocurría, excepto ahí donde las voces exigían que me retuvieran algo.
Una ven.taja de mi método era que se me entregaban las alucinaciones
palabra por palabra, a medi~a que se iban formando. Más aún, yo podía
formularle preguntas especíñcas a las alucinaciones. A lo más los pacien-
tes -acostumbran relatar al personal alucinaciones antiguas. que al igual
que los sueños ya viejos, han perdido muchas partes. La gran mayoría
de estas personas son gente sencilla, gravemente perturbadas. Hay dos
factores que sugieren precisión en este método.' Hay mucha más símilí-
tud que diferencia en los relatos' entre los pacientes. Además tuve la
oportunidad de hablar de alucinaciones ante un grupo mixto compuesto
de personal hospitalario y pacientes, y tuve mucho agrado cuando poste-
alucInaciones 143

riorrneate se me acercaren pacientes ti quiellns yo no conocía, ~ici~ndome
que también ~~bía descrito sus experiencias en mis relatos. . iI
UfUi gran variedad de: persooa3 hospttaüzadas alucinan. Al~unas
eran nU6YO~ esquízofréaícos ~gudO:). Oo'os eran esquízoirénícos hosplta-
lízados hacía }tl mucho tiempo.' Otros eran alcchélíccs, con daño eere-
brul o seniles. Las alucínacícues no son la prerrcganva de un solo grupo
t diagn6sticu. Era notable la escasez de signos de díferencíes dia~n.6sticas ea
: las alucíuacícues, 'por lo qUé serán descritas como un grupo único,
. La primera cosa básíca que aprendí es que las alucíaacioaes son
víveaciadas -como plenamente verdaderas. Las VOCd S~ escuchan ct,)~¡~O
" si iuel'~ de volumen uonusl e incluso Jfiás fuertes qu~ lo normal. Había
~í trabajado Intermltentemente con una mujer durante cuatro años antes c.ltl
i. saber que ella veíu al Presidente GumCil Abad Nasser, Trataba a. Nalis.~rJ
-? ron el respeto propio de un presidc:'nL~. ~l tornaba asiento ea ull,a silla
. . vacía en mi oflcína. Cuando yo pasbblia. una muna por detrás de él, ella
no veía la parte de uli brazo OCultado por Nasser, Hubo "un CtCiO de un
elcohólico que se enfurecía con una alucinación que \0 atormeutaua,
Este hombre, peleador y con nutridos antecedentes penales. estaba l0. su-
Iícíentemente loco como para querel' golpc:ula.. Me contó de .5U frus-
tración ul ver un miembro del personal c.lupllclldo exactamente, al. otro
extremo de la sula. Sabia tl cíencía ciért~ 4.ue WlO de los dos era fslso,
ptro no podía decir cuál. En otrCi oportuuídad fue. desperta~o. por Ull~S
oficiales ci~l ejército llamándolo 14 hacer Ull. detennínadc ServICIO .Pa:t1 .:a~
país. Mientras aún somnoliento, Se vestía, vio q ~e llevaban unas mSlgn.Hi)
especiales. Los reconoció como torturadores y les aracé a golpes, golp~ul.l­
dose con la pared. Al día s¡guient~ el personal del pabellón se sorprendié
de In Ieslén que tenia en la UllWQ, Las voces suenan como vOCt:S verda-
deras, no como el hablar tenue qu~ normalmente escuchamos al peu:>w-.
Luego de bastante experiencia con sus alucínacíones, el paciente podr~
~, distinguir' entre las voces provenientes del otro mundo y las de éste. senci-
Iíamente porque se ha t'arniliar~adCJ con las personas . de~ ~tro .mund~.
Las alucinaciones pueden producir dolor real, que es mdLStingu 1ble del
dolor normal. La única diferencia ~ que las voces muchas V{:<:t"S auun-
cian el dolor antes que se síeata. :>
En uíngún caso llegaban los pacientes a aceptar e:l~ tém)~Jlo slucl-
, nación par!:i esta experiencia, E~ término resultaba ofe~ivo~ lrnphca~a qlJ:
' no eran reales. Casi todos los pacíentes usaban una termíuológía ~~opla par
denominar estas vivencias: El Otro Orden,' Los Visitantes Iuvísibles. ~tc.
Una .uucinaci6n· denominada: "Una Emanación del Aspecto femenUlO
144
de lo Dívíno", me sugirió los .términos orden superior e inferior para dís-
I tínguír clases fundamentalmente diferentes en el mundo de las alucina-
ciones. Más adelante -me referiré a estos términos,
1
f La mayoría de los pacientes relataban que el otro mundo se les
¡ jntroducía súbitamente, sin previo aviso. Un hombre relataba que iba en
1¡ un ómnibus cuando escuchó un grito penetrante. Le rog6 que disminu-
yera el volumen y lohízo. Una mujer estaba trabajando en su jardín cuan-
~ do un hombre muy bondadoso se le acercó mientras no había ninguna
I ¡
otra persona en la cercanía. Un alcohólico escuchó voces que subían por
el patio de luz de un hotel. Al escucharlas pudo oír que estaban tra-
mando su muerte. Otro hombre vio una nave espacial que se posaba
\I sobre la tierra y de ella salían hombrccltos de color verde. Toma algún
1 tiempo al paciente darse cuenta que está teniendo experiencias privadas.
1 que no son compartidas por otros. A veces les relatan estos episodios a
¡ sus amigos y 10 único que consiguen es que se ponga en duda su salud
mental. Aprenden, por lo tanto) a callar estas cosas. Puede que haya s6lo
UDa figura o bien pueden ser varías. Algunas de éstas. más familiares, vie-
nen día tras día como aquella del viejo excéntrico llamado "El Viejo de
Antaño", Las alucínaciones carecen de nombres. ele historias personales o
de identidades, tal como nosotros las conocemos. A menudo aceptan y
adoptan cualquier nombre apropiado que se les dé, tal como "El Viejo ,
de Antaño". Si agrada o engaña al que escucha. pueden inventar "uno y )
luego descartarlo al momento siguiente.
-Para la mayoría de las personas las alueínacíones trajeron consigo
una serie de experiencias espantosas. Descubrieron que la gente de este
mundo no acepta las experiencias de otro mundo, dudan inmediata-
mente de su cordura, como hemos visto). y le pierden el respeto. Des-
cubrieron que fácilmente las voces se les podían poner en contra.
haciéndolos vivir literalmente un infierno. Como relatara una mujer
muy sentidamente: '·Uno no puede tener a veinte personas gritándole
al mismo tiempo, sin hacerse rápidamente añicos". Muchas veces ocurre
que alcohólicos que han estado bebiendo mucho, descubren que están
siendo torturados por otros. Las voces salen de los duetos de aire y otros
lugares extraños, comentan que la persona es UD vago. que no vale nada
y que debiera ser ejecutado. Un hombre estuvo diez. días escuchando.
acaloradas discusiones acerca del modo cómo lo ,matarían. Tenían un
,f~y~lver . -podía escuchar el ruido del martillo al ser gatilIado-; tenían
una cuerda para ahorcarlo, un soplete para quemarlo. etc. Esta condición
la experimentan muchos alcohólícos que, finalmente) se suicidan para
aluclneclonee 145
 concluir de una vez por todas el asunto. Algunos pacientes viven
curiosos dramas. Una mujer se encontró pasando una serie de cere-
monias purificadoras <¡ue se asemejaban a eventos descritos cn el llbro
.de la Revelación. Otra mujer fue sometida a una intervención quinírgi-
ca) para que los médícos del otro mundo- pudieran seguir sus investiga-
ciones. Algunos hombres, muy -inadecuados en la vida real, sencillamente
padecieron años de críticas muy repetitivas. Uno fue criticado durante
cinco años por una deuda de diez centavos. A otros se les decía que eran
excéntricos, que no valían nada; etc.. En general. los alcohólicos sienten a
personas que hablan acerca de ellos. 1-05 esquizofrénicos escuchan perso~
nas que les hablan a e l l o s . '
La mayoría de los pacientes fueron llevados a una relación UD
tanto siniestra con sus alucinaciones. Estando ya alienados de la socie-
dad, esperanzadamente se relacionan con estos nuevos amigos que les ha-
blan como personns bondadosas provistas 'de grandes poderes. Poco a
poco, descubrieron que sus nuevos amigos eran. unos mentirosos. que
cada vez se toman más críticos y atormentedores. A veces las voces ac-
tuaban acentuando las culpas del paciente. Si éste no hada las cosas co-
rrectamente, alguien moriría. Al día. siguiente las voces hablarían de las
defunciones. como si hubieran sido causadas por el paciente. Muchas ve-
ces las voces 10 arrinconaban. de tal modo que estaba condenado. hubiera
hecho algo o no. . personas- presentes experímentaa exactamente lo mismo que los pacientes.
. ,
Casi todos los pacientes habían intentado una serie de maniobras
privadas para deshacerse de las voces. A mi me interesaban especialmen-
te estas maniobras, porque de ellas podría surgir un tratamiento efectivo.
Muchas veces recurrían a la oración, pero no obtenían resultados. A las
voces muy negativas no les gustaban las cosas religiosas. y se las arregla-
ban para arruinar la lectura de la Biblia o las oraciones, robándole los
pensamientos. Los pacientes que intentaron varios modos de apaciguar
las voces, haciendo lo que éstas sugerían, encontraron que. las voces le
estaban tomando y manejando cada vez más' sus vidas. Muchos en-
sayaron tomar vitaminas, cambiar de paraje, gestos simbólicos varia-
dos (por ej., cubrirse el corazón, llevar una cruz consigo. etc.) > pero
éstas tampoco daban resultado. Intentaban hacer caso omiso a· las vo-
ces y a sus visiones, si bien esto era casi imposible. Como lo expresó
melanc6Uco.mente un paciente "¿Cómo va a sentirse uno, si cada vez
que va a orinar descubre que alguien le tiene tomado el pene?; [Sencl-
Ilamente, no hay privada en ninguna parte"! Aparentemente las voces ce-
san durante el sueño. Frecuentemente aparecen en el momento del des-
146
pertar. Si deciden mantenerlo despierto, adiós al sueño, Algunas cosas,
sin embargo, ayudan a los pacientes. Una m':1jer lleg6 a la conclu-
"si6n' que su amante invisible estaba realmente loco. Ella le aconsejaba
que en realidad él no era Jesucristo. sino un simple enfermo. Al pare-
cer gradualmente volvi6 a ser sensato y finalmente la dejó. Esta serie
de eventos comenzó la primera vez. que tuve un encuentro con él. "Se
vanagloriaba de que podía leerme la mente. Esto era tan simple de
constatar que inmediatamente lo puse a prueba. Yo escribiría números
sobre un papel y él tendría que decirme los números ahí escritos. Fue
\
1 un fracaso total Ella comenzó entonces a dudar de toda la palabrería
~
. de su amante y lo comenz6 a tratar como su paciente y finalmente, 1con-
! siguió que se fueral Algunos pacientes que habían vivído en forma mis
I
I o menos inmoral descubrieron que las voces que los criticaban se cal-
1 maban, para luego desaparecer por completo, al abocarse al estudio
1
! intenso de la Biblia y llevando una vida muy moral.
I
I
J Por razones que no logro entender, algunos pacientes s6lo perci-
¡
ben voces, otros únicamente visiones». y otros una mezcla de ambos. En
1
1
un hombre•. las de orden inferior eran únicamente voces. y las de orden
! superior eran únicamente visuales. No sabemos el porqué de estas b~­
rreras. Incluso intenté conseguir que las voces hicieran algo visual. Por
mucho que :10 Intentaban DO lo lograban. Además ocurre que "las otras \1
Si le mostraba a un paciente una mancha de tinta, las voces también la
veían. Las voces estuvieron en desacuerdo con las percepciones de la
mancha de tinta que tuvo el paciente y siguieron vociferando su desa-
cuerdo, por largo tiempo. En tests repetidos aparecía que podían ver·
únicamente aquelloque los pacientes podían ver. Más aún, podían agui-
jonear al paciente únicamente acerca de recuerdos que habían sido evo-
cados cuando ellas estaban presentes. Los recuerdos anteriores no estaban
a su dísposíción, sino hasta que fueran evocados de nuevo por el paciente.
Aparentemente, están en regiones detenninadas de la mente, pero no
llegan a ocuparla entera. .
Hay dos órdenes distintos de alucinaciones. Alucinaciones de or-
den inferior y alucinaciones de orden superior. Las de orden inferior pa· '
recen ser más frecuentes (en proporción más o menos de cuatro a uno)
que las de orden superior. Muchos pacientes experimentan úníeamen-
te alucinaciones de orden inferior. Algunos ·experimentan -ambos Órde-
nes, lo cual debe ser algo así como estar suspendido entre el cielo y
el infierno. El orden inferior tiene menos talento que el paciente. Las
eluclnactonss -141
"
(.-::-.
I~-
 ~lucinaciones de orden superior son ~ruú dotadas que el paciente mis-
mo. No hay alucinaciones que estén al mismo nivel de entendimiento
que .el paciente. Cualquier explicación que yo dé a este hecho sería
un mero teorizar. El orden inferior habla muchísimo) pero tanto su
vocabulario como- su rango de. Intereses, ideas y conocimientos es in-
ferior al de los pacientes. La cita de Swedenborg al comienzo de este
capítulo pertenece a alucinaciones de orden inferior. Estas alucínaeíc-
nes mienten, hacen trampas) engañan, san impostoras, amenazantes. etc.
-El tratar con ellas es como tratar con borrachos malvados. Nada les
agrada. Ven el lado negativo dé todo. El sorprenderlos en una menti-
ra descarada ni siquiera los avergüenza. Su objetivo principal parece
ser vivir a expensas del paciente. Le pregunté a un hombre ele orden
inferior cuáles eran sus verdaderos objetivos. Su respuesta fue; "Pe-
lear, fornicar y ganársela al mundo". Se -centran y apuntan directamente
a cada defecto o culpa del paciente y ahí se quedan. Su objetivo pare-
~ería ser adueñarse del paciente y yivit a través de él e..amo mejor les p~ace,
" Ei orden superior es exactamente lo opuesto. Mientras que - el
orden inferior ataca la voluntad del paciente. el orden superlor actúa
con gran respeto por la voluntad del paciente. Un hombre experímen..
taba al orden superior como un sol Iluminando la noche. Incluso él po-
día ver la diferencia con "Los Infames", El orden superior e.') altamen-
te símbélíco. Puede producir miles de símbolos complejos, muchos de
los cuales tienen una base histórica o mito16gica en l~·. antigüedad.
Las personas alucinadas en el orden superior son extremadamente in-
tuitivas acerca de cosas del paciente o de cualquier otra persona que
estuviera presente. Sé que muchos no creerán esto, pero se lo describiré
tal como lo he visto. Tienden a no ser verbales y mucho más profundas.
a relacionarse más con sentimientos y son más sutiles qu~ los mismos
f'.
pacientes.
t Una de las alueínacíones más hermosas que conocí fue una her-
i dió: Bien, ígual a todos, supongo".
ahosa dama que se llamaba a sí misma "Una emanación- del aspecto
I'! Femenino de lo Divino". Ella era la alucinación que provenía de la ca-
¡ ¡ beza de uu gásfiter esquizofrénico no muy talentoso, con educación
secundaria. Cuando la encontré por primera vez aparecía como una
mujer pequeña, muy animada, a quien el paciente describía como mur
I pequeña, pero que podía variar de tamaño. El tenia voces muy crí~4
I
1
¡
cas que lo atormentaban constantemente, )' ella venia a darle ánimos:
I
Hacía toda clase de bromas divertidas. Era muy respetable. El pacien-
te le había insinuado una' relación sexual, pero ella sinti6 que DO se-
¡
t 148
~ '
~
ría apropiado. Cuando yo le fonnulaba una pregunta ella 'podía
mover la cabeza indicando sí o no, o también sí y no, simultáneamen-
te. Cad~ vez que yo o el paciente decíamos algo muy correcto, ella ve
nía hacia nosotros y nos presentaba sus calzones. El la describía como
4
una c?m~añía de lo más agradable. Mi primera impresión de sus ex-
traordinarl~ dotes: fue por la forma de los símbolos universales que
ell.a predecía, Ventan con tal rapidez que pocos de ellos podían ser des-
~tos en detalle. Recuerdo en particular una rueda mandala tipo bu-
:~a. hecha de. cu~~os humanos tejidos intrincadamente, que rodaba
1 ~ble por nu O~I;IDa. Algunos parecían pertenecer a mitos antiguos.
FUI a ~a'y estudie algo acerca de unos mitos griegos y la interrogué,
la v~ slgU1e~te q,ue tuve oportunidad de ver al gásfiter. No sólo com-
prendía el mtto, sino que pudo ver sus implicaciones humanas de modo
~lUcho más significativo que yo mismo. Cuando se lo pedí. ella escribió
J~guetonamente el alfabeto. griego en las paredes de mi oficina. El pa-
ciente ni siquiera podía reconocer las letras, pero fas podía copiar para
que yo. las viera.
. So~peché que tuviera poderes extrasensoriales por algo que di-
JO el paC1~,nte. ~ste trabajaba como ayudante de gásfiter en el hospital.
E.~ una oportunidad, al estar bebiendo agua de una fuente se sorpren-
dio de que el agua saliera caliente. "Ella" dio la explicación. Tenía algo
que ver con una ducha que estaba al otro lado de la pared, una llave
d~ pa~~ y. presiones diferenciales. El paciente le relató' esta extraña
disposlClón al _sásfiter jef~. Este se sorprendió 'y confesó que le había
tomado dos anos descubrir por qué a veces el agua salía caliente por
esa fuente. En una oportunidad intenté disimular mi estado de ánimo
frente al paciente y le pedí a "ella" que 10 simbolizara. Súbitamente
sur~i6 en la sala un pene muy desanimado, una representaci6n increí- '
blem~nte pr~sa de mis sentimientos en ese momento. Cuando le pre-
~nte.. a.l pa~lente q~e me dijera cómo me veía ella a mí. me 'respon-
,En el ár~a religiosa era la persona más talentosa que jamás he
conocido, Reflejaba Ja seriedad de m.i búsqueda. A una pregunta de
poco peso, ella me contestaba de igual modo. Mientras más seria y
profunda una pregunta, mayor era la profundidad en su respuesta Era
t~~~~~en~e diferente conversar con ella que con los teólogos, que' para
próQ~ un. :punto recurren a la historia o a las doctrinas. Ella conocía
la ~rofundidad de mi entendimiento y me conducía suavemente a
alUSIones humanas que revelaban un profundo entendimiento de la hís-
alucInacIones 14~ .
r
( toria. Desapareció luego que el paciente fue transferido a otro: hospi-
¡ que pudieran prevenirle la artritis en afios posteriores. Con bastante ~:l;lahi­
tal. El paciente no comprendía mis conversaciones con ella. No, tenia
I ralidad suele encontrarse en este mundo interno a JesucristO. Es"fácil
) ninguna inquietud religiosa. Recuerdo que en una oportunidad, mien-
! descubrir a los Cristos falsos de orden inferior. Se vanaglorian de
tras salía de mi oficina, se volvió hacia mí para pedinne que le diera
! un indicio siquiera de 19 que yo había estado conversando con ella.
No tengo la más remota duda de que a algunos pacientes le son
reveladas cosas de gran importancia en sus alucinaciones. a pesar de
que ~uchas veces' no son capaces de profitar de éstas. Recuerdo el
caso de un ladrón de raza negra, a quien' se le dio un tour muy íntimo
de las experiencias de los grupos minoritarios a lo largo de la histo-
ria. A pesar de que era negro. le había sido, revelado en forma muy
sensible lo que era ser judío, negro, indio o perteneciente a cualquier
otro grupo minoritario en diversas culturas a través de la, historia. Ha-
bía visto todo esto, estando en el piso del hall diurno de uno de los
pabellones. Salió de esto sintiendo que tenía que hacer algo por los
grupos mínoritaríos, pero en lugar de ésto volvió a beber y a sus bro-
tes de locura. . a- unas puertas queeerraban el paso a las criaturas del infierno. Estuvo
Reouerdo el caso de una mujer que había asesinado a su espo-
so, más bien inútil. Mientras estaba hospitalizada vino la Virgen María
a aconsejarla. Ella tendría que abandonar el hospital y dirigirse al sur
del Estado para ser procesada por el asesinato. La Virgen le había re-
velado que habría un temblor de tierra el día de su partida y habría
otro en el sur) el día de su llegada. Recuerdo muy bien cómo se movía
el edificio de ladrillos) mientras yo conversaba con el capellén, el día
de su partida. Luego leí en el periódico acerca de un temblor en el
sur, el día que ella debió haber llegado. No estaba. muy sorprendido,
a pesar de que las posibilidades de predecir dos temblores diferentes
es bastante remota. Supongo que tendría buenos amigos allá arriba.
Me encontré COD que algunos pacientes preferían esconder sus experien..
cías de orden superior. Partían de la base que un sicólogo estaría más
interesado en los abundantes elementos sexuales presentes en el orden
inferior. También temían el poderío y el misterio del orden superior.
Muchas veces los valores superiores están más reprimidos que los valore"
inferiores. No siempre podía distinguir qué era orden superior y qué
era orden inferior. Una mujer alucinaba a un grupo de cirujanos que
hacían Investigaciones bastante dolorosas en sus' articulaciones. en bien
de la humanidad Puse sus conocimientos a. prueba y me encontré que
eran muy inferiores a los de la paciente. Eran impostores del orden in-
ferior. A pesar de todo. preííríó quedarse con ellos por la posibilidad de
150
-~
sus poderes y de las maravillas que pueden hacer. Al ser criticados.
con suma facilidad se toman defensivos y amenazantes. Las vsrdade-
ras figuras del tipo de Cristo de orden superior son exactamente lo
opuesto. Muchas veces no dicen nada, sin embargo, su presencia ra..
diante tieDe un gran efecto sobre el paciente. Lo guían delicadamente
con un profundo entendimiento de sus potencialidades internas. ,:-.I:ta-
cen el bien. Estímulé al hornbre con el sol del orden superior E:. :fela-
cionarse más con él Con razón me babía ocultado su soL A medida :que
se fue uniendo a su sol, entró en una serie de experiencias r~ligio­
sas que precisaron de internación temporal y supervisi6n. En la prisión
babia sido un matón y estas elevadas experiencias religiosas fueron de-
masiado para él. Al recordarlas unos días más tarde, aún temblab~ y
lloraba. Había bajado por UD túnel interior de la tierra, hasta que Ueg6
tentado de abrir las puertas, hasta que una poderosa e ímpresíooante
.figura vestida de blanco, 10 detuvo. El solo hecho de mirarle a los ojos
tuvo un profundo efecto en él Supo de una vez que' era comprendído y
amado. Sabía que la figura era más sabia que él, La figura lo, guió ha-
cia la luz nuevamente. Había una gigantesca. trompeta dorada que se-
)
"
ñalaba que se iba a tornar musical Lo hizo. Compuso alrededor de cua-
tro canciones al día y mantuvo ocupados a otros pacientes escribiendo
la música, porque él no sabía hacerlo. Pareció que se había recuperado
y abandonó el hOspital. Yo teníamís reservas acerca de cuán bien le iba"
a ir en el futuro. Era un vuelco considerable para un delincuente amate-
nado. Los valores de orden superior requieren de algún tiempo para real- '.
mente integrarse en la vida de la persona. .
Muchos pacientes se quejaban que durante sus alucinac10nee te-
1
J
nían exper:rencias extrasensoríales, Servían más que nada para atemOri-
(
zar al paciente, Un hombre estaba a. punto de salir de un baile, cuando
1
r una gigantesca ponchera de cristal descendió del cielo. Más tarde fue
1
i vísta en el baile, Otro hecho común eran voces que anunciaban de
¡ antomano lo que los otros pacientes harían y éstos luego ]0 hacían. En
1
otra oportunidad un hombre recibió una lista. de compras para artícu-
¡
! los de ferretería. Luego desapareci6 la orden. Unos minutos más tarde
\ el mismo extraño volvió COD la orden, Esta vez se qued6. Un paciente
i se quejaba amargamente acerca de voces que delataban las cartas que
\ .H. -
1 ~.
1
I, alucinaciones 151
j
 tenía su oponente en un juego de naipes: le arruinaban el juego. Las
'PES (percepciones extrasensoriales) en el ámbito de las alucinaciones
son bastante variables. Las figuras del orden inferior muchas veces
:declaran que tienen grandes poderes y en realidad n~ los tienen; En
cambio, las figuras de' orden superior parecen tener realmente poderes
PES. Desgraciadamente, estos poderes extrasensoriales. no hac~n m~ que
inquietar aún más al paciente. No he escuchado de Dln~na ínstancía en
, .que hayan hecho un uso constructivo con ellas. .'
.:
"
" Aparentemente es bastante posible el que :xna pers~na. tenga re-
laciones sexuales con una alucinación. Una mujer 10 ,d~scnbia como
!'
'algo más intenso y agradable que un hombre de verdad. Ademá~. las
:alucinaciones pueden enfermarse al igual que una pe.rsona. corriente.
Durante varios días el "Víejo de Antaño" tuvo un resfriado Intenso; El
paciente podía oírlo en su voz. En ese momento el paciente mism.o
se sentía' muy bien. Desde luego que es bastante intrigante descubrir
que las alucinaciones también pueden enfermarse.
, Era 'muy claro que las alucinaciones eran la base de ;&.5 ideas
delirantes, A medida que el paciente se relacionaba más y mas con. el
~Otro mundo". su vocabulario comenzaba a cambiar. Las frases sun-
bólicas aprendidas allá comenzaban a ser parte del vocabulario ;del pa.
ciente. Se adoptaban toda suelte de ideas del otro mundo) dejando a
la persona técnicamente delirante. Es prácticamente imposible para un
individuo vivenciar durante dieciséis horas al día todo un mundo, ~x­
i:raño de experiencias sin que esto gradualmente afecte toda su vísíón
'de la realidad.
Ocasionalmente podía ver una relación entre' el individuo y sus
alucinaciones. Era habitual encontrar) por ejemplo, que p~rsonas que
habían violado su propia conciencia eran torturadas despl~dadament.e
por figuras de 'orden inferior que aseméjaban una concienc~a. ~l1a (1-
gur~ de vt'J~n superior me sugirió que la funci6n del orde,~ inferior era
más que nada la de ilustrarle a uno sus defe~os., Si~ em~argo) ~o .po~
r.J,ía dejar de reflexionar que tal vez diez o veínte anos d~: esta 11u~tr~
~6n eran un tanto excesivos. A menudo, gente "buena" pero reprum-
da era acosada por fantasías sexuales. Recuerdo una mu}er que tenía
una conducta digna de una santa; sin embargo, tenía las ~o.ces mis
obscenas, que jamás escuché. No se sentía a su agrado, repItiendo. ~
; ~, , que le decían las voces. A la inversa, personas que eeman anteceden
tes criminales a menudo tenían alucinaciones espiritualmente, elevada...;
, , . .'1 . t que tenía
del orden superior.' Recuerdo a un hombre en 81S arruen o , hablar mucho con .ellas para comprender su mensaje. Gradualmente el
\
r,
I
, alucinacIones
1,
1
I
¡
alucinaciones religiosas de tal. calidad que de seguro muchos' rmms-
I tras hubieran dado su mano izquierda por tenerlas. Las personas in-
l
adecuadas tenían igualmente alucinaciones incluso más inadecuadas, co-
1
mo aquel hombre que durante años escuchó solamente: "Oye", Un
I
hombre que se sentía perseguido por las radiaciones de los ojos de las
j
demás personas, claramente tenia necesidad de estar próximo a los de-
I más, pero ~ no podía soportar los sentím lentos de ternura.
!
\
, Muy raras veces pude resolver una alucinación, Un hombre en-
tró un, día a mi oficina alegando que durante varías días tenía unos
pechos de 'mujer, que andaban por ahl, torpemente y no lo dejaban en
\ paz. Le pedí una descripción de estos pechos que yo no veía. Uno era
I
colgante y tenía poca forma, el otro tenía una forma más jovial. mis
impresionante. Asoció .a una antigua amiga con el 'más pendular), a otra
más reciente con el más puntudo, Le' pregunté si acaso estaba atascado en-
\ tre sus dos amigas. Lo estaba. Sentía obligaciones con respecto a la
!
I más antigua y deseos ante la nueva. Le sugerí que se decidiera entre ellas.
Es fácil adivinar que escogió a l,a nueya. ami~a. Con esta decisión desapa-
\ recieron los pechos alucinados. Al parecer, los pechos representaban un
estar plagado por una ambivalencia que no había encarado y a(1O no
\ I
había resuelto. . \
)
¡
También pude constatar que muchas veces los pacientes ,enten-
1
i
i
dían mal aquello que hablaban sus propias voces. Un hombre tenía
voces que procedían de personac; de Washington D.C. Estas. también
I
1 .habían impreso las letras "U.S." en varios objetos. En un comienzo les
1 interrogué acerca de la ciudad misma. No sabían nada acerca de ella.
Finalmente les pregunté si eran de una ciudad en el este de los Esta-
dos Unidos o si querían decir que estaban en el centro de gobierno del
paciente. Respondieron que efectivamente eran el asiento de gobierno del
paciente. La') alucinaciones simbolizan los estados internos y las viven-
cias del paciente. El orden superior está claramente consciente de esto.
Los pacientes cometen el mismo error que harían las demás personas al .
considerar que su lenguaje aparentemente ordinario se refiere a, cosas
ordinarias. Cuando las voces dicen que algo es venenoso, están diciendo que
ese algo es malo para el paciente, pero no venenoso en el sentido literal.
Una mujer oía voces que le decían que debería chupar el pene de su
hijg~~~stO"' continuó así durante meses. Estaba muy índíspuesta por esta
sugerencia degradante. Se puso violenta, llegando incluso a quebrar
los vidrios de las ventanas tratando de silenciar las voces. Tuvo que
153
'"
 mensaje se clarificó y las voces fueron desvaneeíéadose, El mensaje
final fue: ama y cuida a tu hijo. Tenía un, marido inadecuado que te-
nía celos de un nuevo hijo. Ella optó por descuidar a su hijo para pre-
servar al marido y termin6 asesinando, a este último en un' ataque de
10CUIa. Las voces" estaban tratando de restablecer su relaci6n amorosa
con su hijo. Cuando ella reconoció y ,acept6 esto, las voces desapare-
cieron para siempre. Yo realmente no sé por qué lo intemo es tan sím-
bólíeo. como tampoco tengo respuesta de porqué los sueños asimismo
son simbólicos.
Muchos pacientes indicaban que las _voces estaban tratando de
ganar el control de parte de ellos. En uno de ellos, las vooes txabajaron
durante años para conseguir el control de un ojo. Lo consíguíeroa y
finalmente el ojo perdió su alineación normal. Varios teman voces que
trataban de captar su oído. Si lo conseguían, el paciente se tomaba no-
toriamente sordo. He visto voces que toman la lengua y hablan a tra-
vés de lo que en literatura antigua se describía como estar poseídos.
Muchas veces se había librado una larga batalla, en la que el paciente
finalmente negaba a estar poseído. En realidad, muchos pacientes sic6-
tícos parecían estar poseídos. Recuerdo haber examinado a un hombre
que profesaba de moral y correcto. A los pocos minutos de escucharlo.
de su boca sella el lenguaje más procaz que uno pudiera imaginar, ha-
blando más que nada de los hoyos del culo y cosas por el estilo. Yo le
recordaba su moralidad. Sí, claro, claro, decía, siempre era muy cuidadoso
de pensar cosas muy limpias. Al minuto siguiente seguía hablando do .
paños menstruales, etc. Parecía estar poseído y en esos momentos es-
taba presente únicamente un fragmento de la persona origi!lal.
La conversación acerca de la posesi6n me hizo volver: a la litera-
i
¡' tura antigua. ¿Podria ser que pacientes modernos enteramente ajenos
en tiempo y en experiencias a los antiguos estuvieran describiendo esen-
r'¡. cialmente las mismas cosas? Se trataba,fundamentalmente de fragmen-
tos de la Biblia y otros textos antiguos. L8. descrípcíón más detallada
y cuidadosa del mundo espiritual la encontré en ~ obra de Swedenborg.
escrita hace casi dos siglos. Swedenborg fue un científico notable
que exploró los estados internos hasta que '~pi6 en, el mundo es-
píritual. Sus cuidadosos hallazgos fueron descritos en detalle s. Yo
he comparado cuidadosamente lo dicho por _él Y estos pacientes '.
Distanciados por dos siglos y con antecedentes muy dístintos,
los pacientes y Swedenborg estaban describiendo esencialmente el mis-
mo dominio. Al orden inferior lo denominaba infierno y al orden IU~
154
ríor, cielo;: La descripción de Swedenborg iluminó varios aspectos enig-
máticos acerca de las alucinaciones. Los espíritus del infierno son -más
limitados ., y por razoaes espirituales no tienen una Identidad personal,
tal como la concebimos nosotros. Efectivamente quieren poseer y con-
trolar a las personas. Los á~geles en el cielo tienen un entendimiento y
una percepción muy rica. La explicación contemporánea corriente: de
las alucinaciones es que son erupciones que provienen del inconsciente.
Esto no basta para explicar por ejemplo Ia riqueza de "Una Emanacl6n .
del Aspecto Femenino de 10 Divino" y deja una serie de otros aspectos
sin explicar. El mundo espiritual normalmente es inconsciente. S~e­
denborg se Inclina a pensar que es muy peligroso irrumpir en este ám-
bito, y creo que mis pacientes estarían plenamente de acuerdo con él
No quisiera con esto dar la impresión que las alucinaciones es-
tán plenamente comprendidas. Probablemente hay mucho más qu~: se
podría aprender de este ámbito, a pesar que creo que lo descrito arriba
es un mapa fenomenol6gico relativamente preciso. Más aún, las aluci-
naciones no son fáciles de tratar.
Tal vez se podría resumir el tratamiento de las alucinaciones en
unas pocas palabras. Siempre que el paciente iba hacía el estableci-
miento de una dependencia anormal de sus alucinaciones, yo intentaba' \
l\
1 romper la relación. Esto ocurríé reusndc le mosl::ré'·~ una mujer que' su I
amante al,,!,cinado no tenía percepciones extrasensoriales. En general.Ilas
alucinaciones de orden inferior, son más difíciles de tratar. Cuando el
paciente ria1mente está siendo atormentado por sus alucinaciones. v:á.le
la pena aliviarlo mediante la administración de drogas ataráxicas (c1or-
promazina) . Las drogas no hacen desaparecer las alucinaciones, pero
disminuyen la reacción de los pacientes a ellas. Pero cuando el paciente
está trabajando este material en sícoterapía, las drogas deben, eliminar- -','
se o usarse en dosis mínimas. Una lucha dolorosa es de más ayuda a)a
síeoterapía que un desinterés drogado.
A pesar de que DO he visto resultados, pienso que el paciente de-
biera profitar un tanto el orden inferior como ilustraci6n de sus debili-
dades y tendencias naturales. Las alucinaciones de orden superior apa-
recen como más tratables. Al paciente se le puede ayudar, a sobrepo- '
nerse al temor que siente frente a estos valores de orden superior y
puede ser ayudado en su exploración e integraci6n.' El terapeuta podrá
sorprenderse del poder que tienen a medida que se aproximan a la con-
cíeneía, En algunas ocasiones que logré que el paciente se uniera a los
valores superiores en su conciencia, se veía a éste fuertemente pertur-
alucinaciones 155
 bado durante varios días. Luego había que ayudarlo para entender.
aceptar y vivir con estos nuevos valores. Mientras más capaz era el ~pa·
ciente, más fácil era la tarea. Es algo así como el vino nuevo en botellas
viejas. Donde la botella es muy limitada, es mejor dejar el vino nuevo
fuera de ésta.
. En gran medida éste es un terreno poco coaocído. No apBl"ece
demasiado extraño en sus simbolismos y en sus contornos para aquellos 11
que han explorado la fantasía,. 10 hipnag6gico y los sueños. El elemento
nuevo pudiera ser la relativa incapacidad de aquellos individuos que La Experiencia Mística:
tienen alucinaciones sic6ticas plenas. No están preparados para verse
plagados de cosas que ni siquiera personas normales bien dotadas pue- El Florecimiento del Entendimiento
den comprender plenamente.
! Aunque sea únicamente esto) quisiera dejarles a ustedes con al..
gún sentimiento de simpatía por estas personas que se ven enfrentadas
... El _Senor es El Unlco Hombre.·..
constantemente por estos escurridizos torturadores. Es gente que pierde
toda privacidad y refugio, a quienes les revelan maravillas que sencilla- EMA.."luEL SWEDENBOl\C,
mente los atemorizan. A pesar de que me persigue l~ similitud entre ATca~ Coelestia (p. 2996), 1749·1756
este ámbito y lo que ya ha sido descrito como cielo e infierno. quisiera
dejar abierta la verdadera. pregunta; ¿qué significa todo esto? He escuchado que las Iglesias, aunque distintas en bienes
y verdades ... son como otras tantas gemas en la corona de
un rey.
EMANUEL SWEDENBonc)
La Verdadera. ReligIón Cristiana (p. 763)

En nuestro descenso hacia la profundidad natural del hombre, hemos

I
I
comprendido claramente el ámbito de la síque personal, a pesar de que
1,
" en los sueños, y más aún en las alucinaciones, hemos comenzado a vís-
lwnbrar intimaciones de un más allá. En la experiencia' mística, el si
mismo limitado se abre. revelando un más allá pleno de nuevos sígni-
fícados, La experiencia mística nos revela el máximo de lo que corno
individuos podemos descubrir. A pt'sar de tener un rango considerable
de profundidades. no hay experiencia más alta, ni más profunda, ni más
grandiosa, que la encontrada en la sorprendente unión del individuo . ,

[ . con su fuente fundamental.

Lo místico es en sí un terreno un tanto confuso y nebuloso. Tanto
es -así ,. que la palabra místico suele usarse para indicar que algo es poco
claro. Aludiendo a razones honestas y sensatas. muchas personas sienten
que las experiencias místicas no son verdaderas. Como DO han viven-
 ciado nada así, los relatos de los místicos naturalmente les pé.rece~
falsos, caprichosos o sencillamente carentes de sentido. Permitaseme decir
con Iírmeza que me parece bastante raz~nable no creer 10 que no so
ha visto sentido o vivenciado. Sólo les pido a aquellos que no han te-
nido tal~s experjencias que acepten con tolerancia los relatos de aque-
llas personas corrientes que las han tenido.
Vacilo al intentar describir estas experiencias. En esta área ~n~
templamos las vivencias más sagradas del hombre. Por razones estricta-
- mente personales, deploro hacer algo que parezca poco respetuoso con
aquello que otro considera sagrado. La sensacíén de lo ,sagra~o surge
de lo más íntimo de las personas. Yo respetarla incluso los objetos qu~
un primitivo considera sagrados. Es un área m~y ~:rso~a1, '. un área pn-
vada en que se juegan ~?s sentimientos más slgnihcativos.
Un peligro aún mayor consiste en que tocamos ámbitos que ~o~­
malmente se consideran religiosos. Algunos se vuelven sordos y se 1II1-
tan con s610 oír mencionar esto. Para éstos la religi6n no es más que un
cúmulo increíble de cosas sin sentido. Para ellos 10 místico es un pensar
tendencioso. propio de débiles mental~. ~s fá~ entender y tratar con
este tipo de negativismo. No tienen nmgun DIOS que t~e~. Un tanto
peor aún es la eterna disputa entre las religiones~ pues todas IDS15ten qu~ s~
enfoque es la única y verdadera religi6n. Los peor~ de .todos son los reli-
giosos bien preparados. pero que' carecen de experlenel8S místicas. Estos
atacan con el intelecto, justificándose por medio de capítulos y versículos.
Como veremos. esta experiencia va mucho más allá de las disputas secta-
das. nos lleva hacia un entendimiento más pacifico..
Otra dificultad con que nos topamos en esta área consiste en que
se confunde con el orgullo humano. ¿Quién ha te~do la vísíón más gr~;
de y esplendorosa?; ¿quién es el maestroi', ¿qu:én el verdadero ~
Les verdaderos místicos no se disputan esta glona. Ellos no tiene~ ~­
guna dificultad en ver la similitud que hay en~e ~as dive~as ~xperl.enCl8S
de esta' naturaleza. Las disputas surgen a niveles más íníeríores. entre
seguidores o pretendientes a esta sabiduría, ~.gunas personas recorre:
largas distancias para impresionarme con s~ VISiones) las auras que pu
den ver, etc. Es. inquietante encontrar que 1X1cluso esta área se confunde
con el orgullo humano. Era asunto diferente cuando veníaa en busca
de a.yuda para comprender sus experiencias.· . .
El misticismo que veremos aquí es la destilación de .la ~ene~CUl
de muchas personas. El fundtunento de toda esta presentación sigue SIen-
do la representación fenomenológica de la experiencia humana, tal como
158
10 ha sido desde un .comienso; Cualquiera sea la experiencia humana.
puede ser descrita, aunque sea extraña, sorprendente y controversíal,
Tal vez mi experiencia en hablarle a grupos pequeños sobre.mis-
ticismo pueda ayudar a clariñcar alguna de las dificultades básicas ~para
comunicarse en este campo. Descubrí que lo mejor era elícítar e.J; pri-
mer lugar las experiencias del otro. Entonces conseguíamos. una mejor
base para comparar anotaciones. Si empezaba con el relato de mi e;q>e-
riencia o: la de otra person~ lo único que conseguía era que unos se
Iaseínaran, míentros otros se irritaban. Para aquellos que DO hablan
tenido experiencias semejantes. todo esto sonaba, y con razón, a charla-
.tanería Insensata, La actitud inicial de comparti:c nos situó a todos en
un terreno que, a grandes rasgos, era semejante para todos, a pesar-que
nuestras éxperienéias habían sido muy diferentes. En este terreno común,
que .todos compartíamos, se hizo evidente que el honibre con poca o
ninguna experiencia tenía tantos derechos como aquel con abundantes.
experiencias. Eramos todos igualmente humanos, yeso, en cierto modo,
1
es de lo que se trata el misticismo.
\
\
\ El rango de la experi,ncia mística
,
\
La experiencia mística más camún es, curíosemente, el 'mero hecho
de experimentar' cualquier cosa: cepillarse los dientes, comer o caminar
por la calle. Cualquier experiencia ordinaria. De algún. modo verfa-
dero ésta es la más profunda de todas las experiencias místicas pósí".
bles, si bien pocas veces es reconocida como tal. El problema es que 'es..
tamos demasiado acostumbrados a ellas. Son demasiado corrientes yor-
dínarías.. Lo que' falta. es el asombro ante el misterio de la exísteneia
ordinaria.
Imagínese que usted recién en este momento acaba de nacer co-
mo un adulto. COD su mente y el entendimiento que tiene en' estos mo.
meatos, Estaría completamente maravillado ante las cosas y las persoias
que 10 rodean. Se pasaría gran parte del día lanzando exclamaciones :ae
asombro, al,: andar por ahí tentando y sintiendo las cosas. Sería una exPe-
ríencia mística tremendamente impresionante y atemorizante. Estaría
asombrado por la belleza de cosas simples, tales con la gracia que hay en
. \ la forma de las plantas. Esta es una de las características de la experien-
18 Bxperlencla mfstlca 159
í ..!
j
i
~

"
cía mística. encontrar fantásticamente hermosas y buenas las cosas tal
cual son. Esto sucede antes de haber comido la manzana del árbol de
la sabiduría del bien y del mal (Gen. 2: 17). Después de la manzana
~ comenzamos a dudar, cuestionamos) evaluamos) nos equivocamos, y per-
~ dimos el sentido primitivo del asombro. Es bastante posible que los niños
\, aventajen a los adultos en esta sencilla capacidad. Podem.~s verla en las
¡t mauífestacíones de total exeltacíón física del niño al ver un objeto que para
~ nuestros ojos más ilustrados y cansados es sencillamente una baratija
z, de, plástico.
En el buddhísmo Zen, el que busca pide aprender del Buddha,
y el maestro recoge un puñado de semillas de lino, como respuesta
perfectamente adecuada, La mente, del aprendiz está' repleta de infor-
rnación. "Desde luego 'lut", eso nu es más '!ue semilla de lino; tal vez
': simboliza alguna cosa". No. No es simbólico. Literalmente el Buddha
.; es todo. Si uno no aprecia algo del todo. ¿cómo podrá encontrar al
, Buddha?
El nivel inferior de la experiencia mística es ei experimentar al-
gún grado de asombro ante la mera presencia de la existencia. Dicho
de otro modo) es aquella capacidad semejante a la de los niños de ue-
jarse impresionar por las cosas. sean éstas semillas' de lino; hombres,
Ciudades, nubes o estrellas remotas, La raíz de la experiencia consiste
en impresionarse con las cosas tul cual son. Para' algunas personas este
asombro es más fácil en presencia de la naturaleza. Pero también es
posible, incluso, con las cosas más sencillas hechas por el hombre. ¿Pue..
de usted contemplar pacientemente una pieza de automóvil, grasienta
y descartada, y ver la serie ínternunable de trabajadores cuyas vidas
~ llevaron a ese producto? ¿Putde ver en ella la voluntad. impresionante
: del hombre por hacer que las cosas marchen, por hacer; cosas nuevas?
XEl místíco [acob Bohrne cayó en un estado de asombro }everencial por
~ todas las cosas contemplando el juego de la luz sobre un plato de latón.
U_y varios aspectos relativamente coherentes en este nivel inferior
de la experiencia mística. El individuo se siente en concordancia con las
co~as y se da. tiempo para percibirlas relajadamente. Una de sus carac-
terísticas es el ser una experiencia sin apuro alguno. El individuo se
percata de detalles muy finos tanto E"1l los objetos como eu las personas.
No se trata de ignorar la rcalídad, sino por el contrario, de mírarlaex-
traordínanamente bien. No hay lugar para la división sujeto/objeto. Esto
es, el individuo sieute con lo percibido. Al mirar la forma grácil de una
i planta, él se siente lleno de gracia, La experiencia trae consigo un claro
I
I
I
f
160
l'
1
I
i
l
¡
¡
qlatiz estético. Las cosas son hermosas en un sentido artístico. Aquellos
que disfrutan de las artes realmente disfrutan de este tipo de experien-
cia. La experiencia artística es en si misma un nivel inferior de 10 que
se describía aquí como una experiencia mística. Puede que 'en la expe-
riencia I~O haya ningún componente revelotorio. Su verdadero signifie».-
do podrá consistir en la concordancia de uno con la real hermosura de
la existencia. O bien la sustancia de la experiencia podrá sugerimos
significados que van más allá. El individuo podrá sentir en una sola
planta la maravilla de la existencia, o al Creador de la existencia. Este
significado adicional puede verse de dos maneras. Aquellos con autén-
tícas inclinaciones esténcas verán el significado adícíonal como la propia
contaminación con la belleza :de las cosas. Por el contrario) otros sentírán
que la experiencia estética primaria es la entrada a significados más am-
plios. No creo que Sea Importante inclinarse en favor ele una u otra idea,
Reflejan diferencias básicas en los enfoques Individuales ante la realidad.
Es difícil y tal vez ni siquiera sea apropiado el hacer un orde-
namiento por rango de las experíencías místicas. Sin embargo, el amor
entre los individuos es otro ejemplo de una experiencia mística de nivel
inferior; por lo demás relativamente común. El ver la persona amada
produce el mismo tipo de' goce. La dlvísíóu yo/tú se supera en grados
diversos. De alguna manera el ser amado y uno constituyen una mh1XlM.
vida.
El sacramento del matrimonio, como t~unbién la experiencia sexual
con el ser amado,' producen esta superación de la dualidad. De algún
modo muy profundo) los amantes vívencían su relación como un uno.
Para los amantes el retorno a la dualidad y el reencuentro de las dífe-
reacias fundamentales es un tanto doloroso. Seria fácil decir que los
amantes, cada cual, proyectan sus potenciales inconscientes en el otro y.
t:s~n intentando unirse consigo mismos ~D su ser querido. Esto parece
una buena explicación sicológica, pero los amantes sentirán que no toma
en cuenta la naturaleza mísma de la experiencia de amor vivida. Aqu<;;-
llos qUb líbremente tienen sexo sin amor están, en efecto, tirando al
niño y quedándose con la tina. Es el amor entre las penionas lo que
hace que sus experiencias sexuales sean tan impresionantes, y no vice-
versa. Los amantes pueden tener una experíeucía. tremenda con ~610--..>
tomarse de las manos.
.' " ' .. El amor humano no es considerado, por 10 gcn<.>ra1, como una
parte del contínuurn total de las' experiencias místicas. Tiene las mis--
mas marcas. E~ una experiencia sin apuros, de gran hermosura, Supera
la experIencIa mfstlca 161
la división existente entre el individuo y los demás. Su poder es atemo-
rízaate. Puede informarse, O no. con el significado de la existencia. La
experiencia misma puede ser la única respuesta a todas sus propias
preguntas, O bien los amantes' podrán sentirse creativamente unidos a
todo el resto de. la creación. En las ceremonias primitivas. los amantes
pueden hacerse el amor en la huella d~l arado para fertilizar tO,do el
campo. Se sienten fértiles entre si y sienten que tienen parte en la crea-
eíón, Y en verdad, esta fertilidad llega a crear un hogar, y a menudo
crea también otras vidas. El valor creativo del amor no es esvanecente
ni tampoco es teórico. El individuo que ama hacer cosas. crea cosas me-
jores. El carpintero que' ama trabajar la madera construye una casa me-
joro Los gremios medievales medían el amor de un hombre. en términos
del trabajo ejecutado en su oficio. Debido a', nuestro apuro y al énfasis
que ponemos en el aspecto cuantitativo de la producción, hemos per-
dido esta raíz ímportantlsírna del gran artífice. Es bien sabido que en
el budismo Zen la iluminación mística puede llegar a través de trabajos
artesanales sencillos; esto podrá ocurrir, ya sea fabricando cántaros de
greda, haciendo arreglos florales, escribiendo palabras sobre un papel,
o practicando esgrima. En }a tradición del samurai, el espadachín qu~
había llegado a hacerse uno con su espada era extremadamente peli-
groso. ya que estaba más allá de la vida o la muerte. Los espadachines
ordinarios, aunque sintieran' que ellos controlan la espada. temían a la
muerte muchísimo más. El gran alfarero o el gran pintor moldea en
tal agrado su espíritu dentro de su obra de arte que las obras del maestro
podrán ser reconocidas por expertos muchos siglos después.
'El satori horrible
El siguiente nivel de iluminaci6n está' precedido por una pérdida
aún mayor de la conciencia de si mismo. El individuo corriente que
. cae en este ámhito se encontrará de pronto aterrorizado. Se sentirá mo-
rir o que está perdiendo la cabeza por completo. El resultado es un sa·
tori horrible, a medio nacer. Prefiero usar el término japonés satorí, al
usado más comúnmente en occidente: iluminación (enligbtenment). Este
último lo usamos para cualquier cosa que sea un poco mejor que 10
corriente; por ejemplo, un avíso ~e cigarrillos puede tener cierto grado
162
de iluminación. El saterí, en cambio, es una experiencia poco corriente,
si bien normal. En él, la conciencia de sí mismo desaparece temporal-
mente para dar lugar a un florecimiento espontáneo de la verdadera
naturaleza de la creación. La puerta al satorl es a través de la muerte
del sí mismo (Juan 3:3). • .,.
Exi' mi experiencia clínica, me he topado con diversas dííículta-
des para traspasar la. muerte del si mismo. A comienzos de la. dkada: del
60 hubo unos cuantos clínicos que, se dedicaron a ayudar a algunos
individuos a tener, experiencias místícas directas, mediante el uso legal
de drogas, tales como LSD, la mescalína, la, psilocibina, etc. Esto. era
antes que la venta en el mercado negro de estas drogas las llevara ~ la
infamia y a su supresión legal. En este momento. yo me inclino por su
supresión, o, en el mejor de los casos, pienso que debieran ser usadas
bajo condiciones muy bien controladas. ',
I Estábamos operando bajo la tesis general que los índívíduos que
habían tenido experiencias místicas masivas lograban encontrar un 'sig-
nificado más amplio para sus vidas. Esto fue considerado' terapéutíco
I en un sentido' más elevado que el mero hecho de eliminar alguna pato-
1
1 logía. A pesar de que hubo grán cantidad de experimentaci6n entre
I nosotros, así como en otros, gradualmente se fue llegando a un acuerdo
entre los expertos en esta área. Me impresionaba el.hecho que lo que ha-
1
i bíamos logrado era esencialmente, lo mismo que otros grupos primitivos
i
!¡
(es decir, sin lenguaje escrito) de diversas partes del mundo' ba~!an
logrado a través. del uso de drogas sicodélicas. En los .pueblos primitivos,
i
I la experiencia iluminadora obtenida a través del uso de drogas preqsa..
i ba de uná serie, de seguros sieo16gicos.. Era suministrada únicamente a
j adultos, que estuvíeran en una búsqueda seria, y luego de gran prepa-
ración interna. La preparación podría implicar un retiro durante ~un "'.
tiempo. et ayuno, la oraeíén, etc, cualquier cosa que en esa cultura
fuera preparatorío.. La droga era considerada una sustancia sagrada para
ser suministrada únicamente por un sacerdote (shamaa, etc.) de aque-
lla' cultura y qué desde luego tuviera considerable experiencia con epa.
A pesar de que estas sustancias crecían. libremente en torno a ellos, ~ra
suministrada únicamente bajo circunstancias sagradas; no era para ser
masticada descuidadamente en cualquier momento. El buscador era a
su vez rodeado y protegido por los símbolos antiguos propios de su cul-
tura. Los peyotistas indios americanos son un buen ejemplo de este tipo
'de cultura.
En nuestras investigaciones desarrollamos en. gran medida el m~-
la experiencia mística 163
 oca. Cuando uno constataba que el individuo había andado en 'las cer-
canías de la iluminación, era fácil cerrar el circulo. Se les podía esti-
mular a que continuaran y atravesaran la experiencia y saborear 10 que
estaba al otro lado de ella. Había que explicarles que la vívencía apa-
rentemente extraña del satori era en realidad muy antigua y muy pre..
ciada. Luego se continuaba trabajando con la persona durante un tiempo
para ayudarle a integrar el nuevo significado dentro de su propia expe-
riencia.
No sé cuanto se pueda generalizar esta idea, pero no me sorpren-
dería que eventualmente se encontrara que este satori limítrofe, este
satorí horrible. es la base de toda la sicopatología.
El satori
El camino para entrar al satori es bastante claro. '~stá en la línea
de la experiencia mística a nível más bajo. En lugar de alejarse de la
.,: realidad, el individuo entra a ella aun más plenamente. Se siente una
\ plenitud reposada y las cosas ordinarias se aprecian tal. cual son. Se
disuelven las barreras conceptuales entre el sí mismo y los demás, y entre
el si mismo y las cosas hay una' creciente vivencia de Unidad, Esta uni-
dad es viva, es real e inmediatamente presente. Puede estar, o no, acom-
paliada de UD sentimiento de estar muriendo o de estarse disolviendo.
Repentinamente se produce una ruptura que pennite adentrarse en el
sentimiento I entendimiento puro.
Las vivencias a este nivel pueden ir desde una unidad pacífica de
todas las cosas hasta la aparición del Señor mismo. El Señor aparece como
un amor tremendamente Intenso, sabio. como todo lo que existe. Si hay
aún una traza de conciencia de sí mismo, el Señor podrá aparecer en el .
cénít del indívidu~ y unirse a él en la unMn mística. Súbitamente todos
los valores personales se vienen abajo. Hay únicamente Dios. El Uno y
Uníco se muestra a sí mismo a través de todos los niveles de la creación.
.~ Con amor y dolor el Uno decide crearse a Sí mismo en el individuo
quien gradualmente despierta nuevamente como persona. Hay un· en-
tendimiento secreto entre el Uno y el individuo. El individuo asombrado
retoma gradualmente a su conciencia personal. No es raro el que sienta
una gran decepción al encontrarse otra vez vivo en el mundo ordinario.
Todos los valores internos de la persona han sido trastoca~ps.
186
_____ ~
. Este es el ~ satorí. lo últimoJ la experiencia más alta posible..
Obviamente, la ~ér~~a del ego y todo lo que éste implica, no puede
ser hech~ ~Qr el lDdiv~duo a solas. Esto y el satori son dados por gracia.
El conoomuento obtenido en el satori es noético, es decir, se experimenta
~mo algo.plenamente verdadero. Solamente cuando aparece el más mí-
. mrno. sí mlSIIlO, bay posibilidad de cuestionarlo. En el momento en que
es bnndado~ no hay individuo presente para que lo ponga en duda. Lo
que se percibe es que existe solamente Uno. Al Uno le agrada vívencíarse
a sí mismo a través de todos los órdenes posibles de creación, Siendo
todo lo que es. no puede sino crear todo lo que es. Se vivencia a Sí Mismo
en todos los. niveles. Po: amor se crea a Sí Mismo como creación y se .
sufre a Sí MlSmO a través de todos los 6rdenes posibles y las limitaciones
de la -creacíén, El individuo es el Uno en forma .limitada, buscando el
camino de retorno a sí mismo. Tanto el índívíduo, como toda la creación
el Uno ~o~ lo mismo. El prop6sito de la creación es que el Uno expe~
y.
nxJ'1:nte lUCldame?te. ~odas sus posíbllídades, por así decir, para pasar
el tiempo. Cada índívíduo es una posibilidad que conduce de. vuelta al
Uno.
Regreso a la tierra
~ implicaciones totales del satorí son demasiado vastas para ser resu-
~ldas el~gantemente, ya que incluyen las percepciones profundas más esen-
cíales de todas las .religiones~ Quisiera permanecer dentro del ámbito de
la experiencia humana y meramente tratar de establecer una serie de'
hechos relacionados COn esta experiencia celestial, tan sorprendente y
controversia!. .
. A juzgar por mis contactos con una gran variedad de persona¡
ya sea mientras estaban bajo el efecto de drogas sicodélicas, la anestesi~
en.estado de lo~ra o de normalídad, el satorí es, -en algún grado- re-
lativamente común 2. Es un don y posiblemente se le dará. a muchos.
El gran. satorí, en que la identidad personal se pierde completamente
durante ~n momento y únicamente Dios existe) parece ser poco frecuente,
pe!,o. no es una ra:eza. El satorí no se limita a individuos en una etapa
particular de la VIda, o de una cultura particular) o de una religi6n o
de una época. Le ha ocurrido a prisioneros en confinamiento solitario.
la experIencIa mfstlca 167
~_VV,V.V~,V"'V~_"V_AA'
__ AA_A AA __ ··A_
 mo tipo de práctica. El paciente tema que estar abocado a una b~<!ueda
seria, bajo la. vigilanciu de alguíeu con experíen~ili con ~a ~~gli. Está-
bamos plenamente conscientes q ue tanto la seleccíón ~el Individuo como
su cuidadosa preparación decían relación con III Calidad de los resul-
tados. Se le pedía al individuo que pensara y permaneciera en las cosas
que le preocupaban mientras estaba bajo el efecto de la. droga. Tal vez
debido a la laxitud y la variabilidad característícas de nuestra cult~r~.
nuestros resultados erSJ;1 ínferíores a aquellos obteaídos por los pnnu~
\ tiw~ .
Una vez tomados estos seguros, se facilitaba UD estado de ílurní-
.
la visión ordinaria y el satori con las siguiente¡ palabras: "Ud, 10 Iiom~
bra, )' yo lo seré"". Algunos simplemente sentían que morían. Estos ten-
dían a sentarse erguidos, a tratar de permanecer alerta. a permanecer
vivos. El entregarse relajadamente a una experiencia propia era morir.
El que los guiaba tenía que tener la suficiente confianza y experiencia
como para poder estimular al individuo a que se relajar, a entregarse
y a morir. La experiencia de acercarse al punto en que el sí m.ismp se
disuelve, es aterradora. El individuo terne la pérdida de todo )o~. que
sabe y debe entrar dentro de 'un mundo desconocido, oscuro. divino y ,

nación mística intensa. que incluso llegaron a ser relativamente frecut:n:

aterrorizan te. Para muchos la experiencia no era más que un proceso
de disolución aterrador, en el que tenían sólo un indicio de lo que les
tes l. Lo único que era aún materia de debate entre los expertos era S1 aguardaba. Las ideas de locura y muerte era bastante corrientes. Ha-
se debía fulminar o no la couciencía del sí mismo mediante el empleo bía más borror que satorí,
de altas dosis de la droga, o ~i era preferible estimular al individuo al M~s tarde descubrí que algunas personas tenían experiencias. se-
dar rodeos a su ego usando do~¡s menores" . . mejantes sin el uso de drogas. Una persona, podrá quejarse de pesa~lla"
Poco a poco fuimos cayendo en uu terreno totalmente nuevo den- repetitivas O de experiencias diurnas atemorízantes. Ellas debían l ser
tro de la experiencia humana. Aparecía que el ego· constituía el ma- guiadas f#: través de su vivencia para encontrar lo que estaba eseondído
yor obstáculo para la experiencia mística. Algunos zozobraban .al en- tras de ella, Nuevamente aparecían las mismas señales de disolución del
centrarse al borde del estado de iluminaci6n, produciendo_,; lo que más ego y satori, que cuando, el sí-mismo perece. Un hombre había sido
tarde sena denominado por 10:1 usuarios Ilegales de drogas como UOI:l víctima en la vida real de un ataque con bombas submarinas mientras
"volada mala". Era crucial el que el guía fuera capaz de, detectar los
tripulaba UD submarino. y durante largo tiempo tuvo pesadillas. E~ su
efectos de estos malos viajes para guiar al individuo..Algunos ejemplos
sueño se estaba aferrando a la vida. Se le instigó a que siguiera ade-
nos servirán a modo de ilustración. . lante con la destrucción total del submarino y de sí mismo. Irrumpió
u'na mujer bajo el efecto de LSD sentía que todo s~ movía. En
dentro de un mundo de experiencias intensamente hermosas que le ,ha-
su interior se aferraba) aterrorizada, y' comenzó ti. sentirse mareada, Se
blaron del verdadero significado y sentido de la vida. -Una mujer casi
le estimuló para que se dejara llevar por el movimiento. Al poco rato
había muerto de asfixia cuando pequeña. Se le ayud6 a viven ciar tanto
Irrumpió en un mundo de hermosas imágeues rdigiosas. Otro hombre
(
su muerte corno su iluminaci6n posterior. Este temprano trauma la había
sentía que estaba al borde de perder su identidad personal Con una
!¡ mirada de honda preocupación repetía una y otra v~: "¿Quién es fultt.-
dejado pennanentemente asustada y fijada a la experiencia. Un hombre. '.
l joven había caído en un estado de iluminaci6n a la edad de siete años.
¡ no de tal?") su propio nombre. Solamente cuando el asunto lJ,ombr~1
Estaba en ese momento escondiéndose para evadir el bullicio de su
identidad dejó de tener ímportancía, pudo. s6guir adelan~e. Recuer~o ~l
1 hogar. detrás dé un sillón.· Estuvo largo tiempo eneuclíllas y. en 'Una
¡ euso de 'otra mujer qu~ luchaba contra una gradual pérdida de s,u ld~n.
tidad, Sentía que estaba siendo sometida a un lento proceso quirúrgico
posici6n incómoda, hasta que sus piernas se adormecieron, Súbitamente
cayó en un trance. Podía ver al Señor Dios de los Cielos. El Señor
en Y,Ué la .estnban cortando en ped~os. En el transcurso del último de~.
creaba el mundo, 10 cual era representado por una escena en la playa.
euartizamieato, en que le cortaron el ccrazón, ella murió, para luego des- El era el Señor, que era la esencia, que estaba encuc1il1as. En lugar de
\ pertar súbitamente al goce de la vida Unica. U~ hombre ~ue se~tía que ser una experiencia intensamente placentera. sali6 de ella muy eonmo- .
1 iba en camino a convertirse en todas las cosas. ilustró la diferencia entre vido y temiendo que había perdido su equilibrio mental. .
r,
Oradualmerrte fui sospechando que existía algún tipo de ilumina-
~
( .) V.:r notlíl pá¡, Q3. eión limíttbfe cada vez que me enfrentaba con una' experiencia tral1~á-

'64 (a experleocta rnrsttea 165

\ . "
1
t·,

a explcradores aislados de la civilización, a locos y a simples dueñas de
casa, Lo más importan,te es el fruto que aporta a la vida': de la persona.
He sabido de hombres perturbados que vieron al demonio de un modo
muy semejante a como 10 vio Jesús durante sus cuarenta, días en el de·
síerto. Pero hay una gran diferencia en la calidad 'de estos hombres y
el eventual froto de su vísíón, " trascienden todas las diferencias' sectarias. Por ejemplo, hace una obser-
El satorí podrá reforzar las creencias o ideas religiosas originales
del individuo. o podrá también producir un sentido de uníversalídad
que trasciende las religiones individuales. Puede hacer ambas cosas. La
religión se fortalece y aparece como hablando verdaderamente de lo
universal.
Me resulta muy curioso el que las religiones tengan tantas difi-
cultades con las experiencias místicas como los sicólogos. si es que no
, tienen más. La mayoría de las religiones implican que la gran visión le
ba sido revelada a su profeta en un pasado remoto y que no se espera
ninguna otra gran visión hasta el día del juicio final. Esto hace que la expe-
riencia sea remota, con aires de otro mundo y casi inalcanzable. La ma-
yoría de los líderes religiosos no han tenido experiencias místicas. Se
sienten perturbados por reportajes sobre éstas y les dan poco crédito,
ya sea que el relator pertenezca o no a su misma fe, Algunas reli-
giones tienen como objetivo central el desarrollo de una experiencia in-
dividual directa de ]0 divino. El Yoga Hindú y el Buddhismo Zen son
ejemplos notables de esto. Si el yogi sale del trance declarando de un
. modo asombrado que él es el Brahma, los otros adeptos en su fe se ale-
gran de que otro haya encontrado el camino. Se juntan I~ tomo a él y
tratan de aprender de él, en lugar de correr en busca de una. camisa de
fuerza. Estas religiones son extremadamente síeológícas. Sus ejercicios
involucran UD descenso hacia la profundidad, el que' produce una intros-
peccíén sicológica y u.n crecimiento personal. independiente del hecho
de haber alcanzado o no el gran satorí. Todas las religiones, en diversos
grados, - parecen Involucrar este tipo de elemento; en algunas, es sencí-
llamente más claro y directo. En otras el descenso a la profundidad es
simbolizado en forma compleja y remota. como en gran parte de la Cris-
tiandad. Algunos contemplativos cristianos siguen el mismo camino se-
ñalado por las religiones que llevan hacia un descenso personal hacia
la profundidad. Swedenborg. San Francisco de AsíS 1 y Santa Teresa, son
algunos ejemplos de cristianos que han recorrido este camino. . su
----. Lo que hace a Swedenborg particulannente llamativo. es que es·
. crlb16 detalladamente 10 que encontré en su viaje personal, en alrededor
. 168
, l'
I
I
1
; de cuarenta volúmenes. Sentía que en lugar de permanecer como sím-
I
I bolos remotos. tendría que hacerse tan claro. directo y comprensible
1 como fuera posible. De hecho, bien pudiera ser que fue el místico más
II
I
completa y explícitament: detallado de todos. A pesar de que a to-
das luces aparece como cristiano. es claro que se refería. a cosas que
,\I vación casual acerca de' los negros de Afríca, en el sentido de que eran
favorecidos en el cielo por ser fácilmente instruidos por los ángeles. En
i el siglo XVIII su religión era un animismo primitivo, claramente no crís-
1
I
¡ ti ano. Tenía en sí las semillas del, entendimiento celestial.
I
1 Algunos se sentirán perturbados de que el satori pueda ocurrir
¡ I
bajo el efecto de .drogas sicodélícas o bajo el efecto de la anestesia. A
I primera vista aparece como una iluminación ficticia, manufacturada por
I1 un cambio químico 'en el cerebro. En 'realídad, yo no creo que sea esto
í únicamente. En ambos casos la persona deja de percibir las sensaciones
y es llevada hacia adentro de las capas más profundas de sí misma. Lo
I
I
que se consigue qufmicamente es la meta más fundamental de los YOgis
y de las religiones contemplativas. El satorí puede no· darse, aun cuando
\j se esté bajo la influencia de cualquier producto químico, y no siempre
\ . se recuerda. Y desde luego que los frutos del satorí, que son su prueba
r
final, ulterior, no persisten para siempre. Mi suposición es que los aspec-
!
tos químicos del sator! ayudan meramente a clarificar lo que tiene que
ser comprendido interiormente para poder ir más allá del sí mismo. El
mensaje cardinal del satorí mismo. bajo cualquier circunstancia. es que
no es la propia voluntad IJena de las limitaciones del individuo, la que
está operando. También es evidente que aquel individuo que encuentra
en su camino al satorí, sin las drogas, posiblemente es más avanzado corno
persona que aquel que fue arrastrado hacia él mediante la' anestesia;
Posiblemente sea ésta la razón por la cual Jos líderes hindúes prohibieron
el uso de drogas en la ,antigüedad, a pesar de' que parecían -estar cons-
cien tes de su potencial religioso. En la actualidad el Maharishi v otros
han proscrito a sus seguidores el uso de drogas por razones semejantes,
el
Para muchos Ias implicaciones .de las COsas reveladas por insignt
místico, plantean más preguntas que respuestas. ¿Qué es lo que hace. en
favor del individuo? Esto depende en gran medida de 06mo lo ve la '
~,ersona y cómo lo utiliza. Un hombre para quien era imposible creer.
'--ej¡' Dios tuvo gran iluminaci6n y retomó con la clara impresión de
que realmente había Uno, y que este Uno era energía pura. Fueron pues-
tas de lado las ideas de Dios Cristo y todas las ideas relígíosas, Algun8.i
la experiencIa mfatlea 16Q
 personas apenas son perturbadas en sus creencias por experiencias de
esta naturaleza. Algunos vuelven con la sensación de que realmente son
la Vida Una y llevan esto a la acción, ocupándose de los demás. ~ste
es el significado último de la Regla de Oro. Uno es aquel que uno cuida,
En un sentirlo verdadero, el satori o iluminación, no es más que
f1 en el aire hasta que comienza a dar frutos en acciones, Su valor
ores) . 1 bi hech
último está 'en los frutos que trae consigo, y los frutos son e len o tiene un toque de maldad humana. Lo que Dios le hizo a Cristo no
en beneficio del ambiente y de los demás. . .
¿Da el satori alguna ventaja especial al individuo? En . rea~idad.
no. Se dice que Dios pone a prueba a quienes más am~ El. episodio ~:
Cristo en el Cólgota es un ejemplo de esto. A un monje d;~l Zen se
pregupt6 qué venía después de la iluminación. Su respuesta fue: se ~o.
ZM leños y se acarrea agua. Es decir, uno hace las m:eas. necesanas
que están a la mano. Un monje fue iluminado mientras limpl~b.a las l~
trinas de su monasterio. A pesar de' que lleg6 a ser abad, preflr~ó seguIr
él a cargo de la limpieza de las letrinas. Existen algunas ventajas en el
satori. El individuo ya no teme a In muerte. El Uno no puede morir.
Puede únicamente experimentar transformaciones aparentes. Además. la
persona que ha disfrutado del satori, ya no siente ~ue está solo en un
universo mecánico donde predomina el azar. El universo entero es una
presencia viviente: ¿Puede el iluminado jactarse de haber v~to el gran
cuadro? En verdad no. Sería más preciso que la persona diga que ha
sido poseído por la iluminación. El individuo ~ poseído en todos 10&
sentidos de la palabra.
Una desventaja de los, satori pequeños es que el individuo puede
hacer un doloroso esfuerzo para volver a la paz del cielo. Conozco una
mujer que fue poseída por la n~.inaci6n ~n el momento de dar a lu%
un hijo. Intent6 concebir otro hijo el mismo día, llevarlo al ~~o
tiempo consigo. con el mismo obstetra, todo ?ara. vOl;er a la ~xpenen~~
. original; fracasó. Uno no puede fabricar la 1lummaCl6~ combínando cir
cunstancias. Esto sería apropiarse de la libertad de DlOS, 10 que es ím-
posible. Incluso con el uso .cuidadoso del LS~ vimos q~e es.táb~os me-
ramente maximizando la posibilidad de llegar a la iluminación y al
satori. El que se diera o no estaba más allá. de nuestras pos~b~lidades:
¿Es especial una persona por el hecho de haber recibido la:1l~­
mínación plena? De ningún modo, ya que incluso' vagabundos y sícótí-
¡
t
. cos pueden haber dado una ojeada al gran cuadro. La. persona ~ ~e­
eíal, únicamente en la medida que sus frutos son especiales, La Ilumina-
ción ni siquiera significa que la persona tiene que salír y salvar al muna
~
1
170
f 1
¡
f
i
1
do. El portero plenamente iluminado podrá tan .sólo ser una persona
muy agradable y que hace bien su trabajo. En UD' sentido cósmico éste
podí-á ser realmente el fruto enviado del cielo.
Algunos se preguntan c6mo se puede armonízar la iluminación
cors la guerra, la pobreza, fa muerte y la enfermedad. Estas cos~ los
hace sentir que no debe haber nadie allá. arriba, o bien que el Creador
pareci6 ~~r. un acto propio de un padre bondadoso. ';
La', mejor respuesta que he visto a esto, está en el Bhagaoad Cita
Hindú, en el que Arjuna representa a todos los hombres 8. Arjuca es de
nacimiento un guerrero, en guerra contra sus propios hermanos. Está
hablando con Krishna, que es" Dios encarnado. Arjuna le pregunta 8
Krishna si se puede salir de su doloroso papel de tener que lucb~ y
matar a sus propios hermanos. Krishna ilumina a Arjuna haciéndole saber
que [en primer lugar, debiera superar.Ia idea de que alguien muerel
Todos!Arjuna tienen que ver las vastas implicaciones de esto. en primer
término. Después, ver qué es correcto y. adecuado para que cada cual
ejecute los deberes que le han sido conferidos) sean como fueren de
crueles. Muchos cristianos pueden ver la belleza paradoja! de un padre
bondadoso ejecutando a Jesús: unas pocas horas de dolor para dar }uz
. a la bondad para incontables miles de personas a Jo largo de la historia.
Todo lo negativo proviene de una visi6n muy limitada de la situación
total, Desde nuestro punto de vista limitado no se ve nada bueno. De
hecho nos puede parecer más bien terrible. El que no baya verdadera
muerte, le :quita algo de lo excitante a la existencia y cambia su signifi-
cado de modo radical La muerte en. un sentido espiritual significa pero .
der de vista el verdadero significado o la verdad acerca de la existencia. ,
De ahí que cuando alguien decídíé abandonar a sus amigos (que esta- '.;
ban vivos en el .sentído material) y seguir a Cristo, Cristo se refirió' a
los que qu~daron atrás como muertos (Lucas 9:60). Desde luego que
estos muertos son capaces de renacer. Curiosamente el mismo lenguaje
simb6lico que aparece en lo hipnag6gico, en los sueños, y en las aluci-
naciones también reaparece en el ámbito espiritual. Swedenborg estaba
estudiando sus propios sueños cuando penetró en el denso bosque del
simbolismo bíblico", Una persona que estaba en satoÍi le preguntó al
Señor acerca de la muerte. El Señor respondi6: ...¿De qué muerte me
hablas? Yo no sé de ninguna muerte". Realmente una visión elevada,
distinta a la que tienen las personas corrientes.
la experIencIa mfstfc8 171

'estas regiones posiblemente ha sido representado en forma precisa. ~ Las
área') estudiadas han sido ordenadas precariamente, desde aquello que
es nuestra experiencia más común, consciente 'y externa, hasta las ex-
periencias más internas, más raras y asombrosas. Si dejáramos l.as
cosas en este punto, quedarían demasiados cabos sueltos. Estos vana-
-dos niveles muestran una tendencia consistente y, al sacarla a la luz, la
totalidad se entretejerá por sí sola. Lo que es natural y consistente en
;el hombre se hará más evidente. Mientras que anteriormente nos lí-
-mítébamcs a hacer descripciones similares, ahora nos permitiremos una
mayor especulación para intentar ir más allá de los detalles que ~bya­
cen a la consistencia natural del hombre.
Es más cómodo describir experiencias humanas, .aunque sean
,~xperiencias insólitas y extrañas. La especulación y coestrucci6n de
teorías me parece algo peligroso. Si alguien me preguntar¡a cuál es ~i
',mayor decepci6n en la ciencia de la sicología, yo re~po~deria que la 81-
cología en gran medida ha dejado de ver la expenencia humana apa-
, oíble en favor de una torre de Babel de teorías que contribuyen muy
poco a nuestro entendimiento. Este prejuicio ha omitido ,ár~as enteras
,de 1s:l, experíencía humana. Lo bipnagógico es. ap~llS ~noCld~. Es f~;,
cil producir hallazgos fascinantes en las alucínacíones, tan des~no~l­
dos que la mayoría de los sicólogos no los ~eerían. IY el s:tonl Sín
embargo, yo me permitiré especular y concebír una teoría, slempr~ y
cuandc esté de acuerdo con lo que ha sido observado en la expenen·
cía humana, Primero la experiencia; luego las suposiciones.
La consistencia natural en el descenso
El hombre de la superficie se habla a si 'mismo, observa el mundo, tra-
ta con otros, hace cosas y está orgulloso de si mismo siendo el Sr. o
Sra. fulano de tal. Esto es casi todo lo que muchas personas saben de
si mismas. Los graves misterios de la experiencia ordinaria se dan flor
sentados. ¿Cómo movernos las manos, cómo se forman lo~ pensaImen-
tos? Bien, esto todo el mundo lo sabe, sencillamente ocurre»
,~: La mera descripción de las complejidades de ver 9: es~cbar a
otras personas es el comienzo del descenso hacia I~ profundidad. ~ El
sentir. ver y escuchar a otro verdaderamente reqUIere un escrutfuIo
muy cuidadoso de los propios sentimientos. Para sentir realmente 10
174
j
I que es ,er un hombre de edad, hay que convertirse de alguna manera
I en un hombre de edad' Es más fácil jugar con un niño si uno se tor-
1
na infantil. El liberar esta capacidad de ser como los demás. de sentir
I
I
a los demás, también libe.ra la concepción que tenemos de nosotros,
mismos. Tiende a minimizar los limites entre el sí mismo y los otros.
I
que tal' vez sea la limitación personal más crítíca, El sencillo ejercicio
1 de sentirse como los demás se refleja en sueños, en donde partes del sí mis.
mo se ven como si fueran otros. Culmina en la introvisión mística, en
1
la. que el individuo descubre que es todo vida. La locura es el opuesto
al unirse' a los demás. Dentro de la locura están todos los grados de
1 aislamien10 y de rompimiento, tanto de los demás como de uno mís-
mo.
I Dicho sea 'de paso, eada vez se me ha hecho más claro que
¡ aquello que el individuo se hace a sí mismo, intenta hacerlo también
a los demás. De alguna manera, el sí-mismo/demás, son lo mismo. Aque-
lla persona que reprime sus sentimientos internos tiende a tener el
mismo efecto sobre los demás. En la locura, el aislamiento que la per-
sona padece de sus propias tendencias y capacidades, es también el
1 aislamiento del mundo: natural. Al moralista sumido en su grave bata-
t
l
1 lla por acallar sus instintos, le gustaría ver todas las señales de instintos \
¡ en el mundo enterradas para 'siempre, ya que l~ son tan espantosa- /
¡ mente aparentes y sugestivas. Recuerdo a una mujer que fue hcspítalíze-
I
I
¡ da porque le daba palizas a desconocidos que pasaban conduciendo
I sus autom6viles. Estos desconocidos hacían el cambio de marcha de
UD modo sexualmente agresivo. El hombre que se hace trampas a sí
1
I mismo, encuentra que el, inundo es muy poco digno de confíanza, El
,r hombre santo encuentra que la santidad se manifiesta en todas par.
J
i tes. El interior iguala al exterior. Tanto en los sueños como en las fan- ','
l, tasias' en la meditación, etc., 10 interior fácilmente se vivencia como
~ ,
•
el exterior. Esta es la razón por la cual el concentrarse, en un peque~
r
ño punto del exterior puede dar luces acerca de las tendencias inter-
nas. En la locura la relación con el interior está perturbada, de ahí que
la relación: con el exterior se perturba En las alucinaciones, el interior
se ve y se toma literalmente como si fuera el exterior. En la apertura
mística, en lo más profundo del hombre se encuentra toda la creación.
Muchas veces he pensado que un modo de entrar en el mundo es su-,
~i.~~ en las profundidades de uno mismo. Dicho de otro modo, pára
Cómprender él interior hay que estar atento a lo que está afuera. En
una oportunidad en que me sentía confundido, me puse a trozar ma-
I\
I descenso 8 la profundidad' 175
J
i
Resumen

El nivel ,más bajo y presente en todo momento, de experiencia mística

es el verdadero vívenciar de lo ordinario. Irrumpe dentro del misticismo
cuando el individuo siente asombro ante 1~ simple presencia de la exis-
tencia.
Otro nivel corriente de lo místico es el amor humano. Esto es un
presagio de los 'distintivos de lo místico, quela dualidad del sí mismo
y lo otro es superado en una unidad que es impresionante. t~nto en su
amor como en su bondad. '
El 1imite de' la experiencia mística más profunda requiere la díso-
lución de la identidad personal. Muchas personas parecen estar atascadas
en este borne. por temor a la muerte o a la locura, lo que constituye
un satori horrible, a medio nacer.
La muerte del si mismo es el nacimiento de todo 10 demás. En
~1 individuo vivencia la verdad esencial que es refle-
granos' diversos.
jada de modos diferentes en las muchas religiones. ' Pero de entre ellos surgió un sonido suave, ansellcatmen-
Esta experiencia es riada con relativa frecuencia a personas en
diversas épocas, lugares, circunstancias, cultural y religion~.
Incluso en el sentido místico, lo
más critico es el fruto que la
experiencia engendra en la vida del individuo. El fruto es" su substan-.
cialídad.
.,12
Consecuencias del Descenso 'a la
Profundidad'
Habla una multitud de esplrltue alrededor mio que sonabl:lo
como un arroyo torrentcee. Se quejaban de que todo Iba hacia
la .destruceíón: nada en el tumulto aparecla ordenado y
esto las necta temer la destrucción. También suponían que
serla una destrucción total, como OCUrre en. esos casos.
tepulc&. que sólo sugada orden. Los coros angélicos es-
taban ahí adentro, y la desordenada turba de esplrltus es-
tebe afuera. Este tono angelical continuó por largo tlempo:
y se me dljo que era un presagio de cómo el Señor reina
sobre exteriores confusos y desordenados desde lo Que es
pacíñcc en su Interior, regulando los desórdenes en la cir-
cunferencia, resguardando a cada uno del error de su pro-
pl~ naturaleza,

EMANUEL. SWJlD.E:NBO.KCI
Ar~na Coelestia (p. 63~), 1749-1756

Hemos explorado une serie de aspectos de la síque, de la mente o de

las vivencias humanas. Nuestra modalidad ha sido fundamentalmente
fenomenológica: el intente de captar y describir W cosas tal cual san.
Esta ínspeccíén ha sido por necesidad un tanto breve. Las vlvencías y
la mente' del hombre tienen una extensión sin límites. Los estudios de
algunos d~ sus aspectos. tales CODlO los sueños. llenan cientos de YO-
himenes. Algunos querrán explorar las alucinaciones y las experíeaeías
místicas un tanto más aún. Sin embargo) lo que sa ha dicho acerca. de

H2

i.
 .;
~:.
áera con un hacha. como si Ul madera me pudiera enseñar 8.lgo y pudie-
ra ordenar mis sentímíentos. Di un golpe de hacha con todas mi¡
fu~r:t.1:lS sobre cl primer trence, tratando de partirlo. La madera me
recordó '-lu~ tenla qut: estar Uluy atento a los nudos y a lai orientación
de sus ñbras, De hecho me estaba dícíendo, "Me partiré si eres' con-
síderado con mi naturaleza". Me he acostumbrado bastante a la eq ui-
valencia intc:rior/exteriof, II tal puntO que ya no estoy tan seguro de
qUt: c!l efecto ,eKU ámbitos separados.
~ Si tuviera que deñntr la relación entre interior y exterior, díría
que son dos aspectos de lo mismo. Y, parsdojalmeate, díría que la rea-
lidad de lo interno es lo externo 'i la realidad de lo externo es lo ínter-
co, E11 otras palabras. uno. no puede deshacer la locura únicamente
mediante un recrdenamiento del interior. Es más fácil hacerlo desde
aruera. Esto tiene Implícacíones que: van más allá del mostrarle a los
.locos cómo volver a ser productívos. Incluso Freud puso énfasis en l~
transferencia. aquello' qu(: la persoIla hace con otrcs.: Las sícoterapías
u·lQdefl.La) estáh claramente orientadas hacia lo que: la persona. hace,
aqui )' ahora, Todo esto sugiere: que la realidad de la perturbación ín-
tema t.:s externa, está en la conducta. en lo quc la. pt:rsona hace.
Pero lo opuesto tWJ1bién es cierto: la reelídad de: una hermosa
obra de arte que: está en el exterior, es interna. Es decir, p.~a aprender
a,:: disfrutar del arte es preciso aprender a recoger sentímientos internos
r~mOYidos por el arte. Yo no pienso que la esténea sea meramente UIl8
cosa agradable que hay que tener ptLI'a decorar. el .ambiente. Si lti ge:[.L~
te realmente apreciara el arte, tendríamos geute más sensible. tanto con-
sigo misma como ecu los demás. Otro ejemplo es la confusión entre:
!. sexo y ~L!lJr. El gran poder del sexo (un acto fisico) yace en el wte-
Lr· ríor, en la capacidad de amar.
A mí me pareC4: que las .religion~ cometen un. profundo error
~ esto. Al nacer una rdigión. el maestro y sus discípulos ínmedíatos
sienten que. han hallado la verdad, Luego ocurre que:: unas generacio-
nes más tarde, estas verdades son enseñadas COIUO si fueran respuestas
~nlatadas para un examen, Si el alumno no toma el tema de esta dete,¡;:-
Ulinüuu. manera, SI: le mira con sospecha, Un enfoque muchísimo más
efectivo ccnsísttría en que;, la religión abriera los sentimientos de los
índívíduos y ·lueg~ mostrase cómo estos sentimientos se reflejan en la
doctríua, en las ceremoaías y en la tradición. ~1ieQtras una religión IIp
p~ueda ser vivida, carece d~ vida.
~ El ejemplo más sencíllo de este afueraJ adentro etltá en los Ji-
176
í ':
bros, La fuerza de un libro (algo de afuera) está, en cuán .bien afecta
el interior de la persona. Los místicos saben que 10 sagrado se salva
autcmátícamente de esta manera. ¿Cómo es posible que alguien para
quien la Palabra no es más que una porquería anticuada, la profane?
La única persona capaz d~ profanarla es aquella que siente su impor-
tancia. . En tanto cuanto uno sienta su importancia es menos probable
que la profane. Resulta ,así que lo sagrado se cuida' naturalmente por
este medio.
A lo largo de todo el descenso aparece una tendencia cardinal
10 Interne saldrá, se expresará a sí mismo. De hecho, aquello que es más
esencial en la persona se pondrá de manifiesto. Esta tendencia debería
ya ser muy evidente. Todo 10 interno' que ha sido tratado hasta ahora
en este libro, desde el autcanálísís hasta las imágenes, los sentimientos,
la meditación, los fenómenos subliminales y los sueños, tienen esta ten-
dencia autorrepresentativa. En el mismo m<Jmento en que la mente se
aleja de sus actividades superficiales y contempla $'U$ tendencias más in-
ternas descubre que está representando su propia naturaleza. Esta es liJ·..
capacidad natural más fundamental de lo. mente. Curiosamente, no puedo ..
recordar a nadie que haya dicho esto antes, con la sola excepción de
Sw~denborg. .
\
Toda vez que la: persona se vuelca hacia adentro, sus tendencias )
internas se representan. En el autoanál.isis esta representación comíen-
za con lo que el individuo siente de sus tendencias y valores internos.
Esta representación, se hace cada vez más nítida en las fantasías, al
detener la mente, en los fenómenos subliminales y en los sueños. El
hecho de que la mente. al limitar sus operaciones para focalízar sobre
un punto, intensifica su tendencia representacíonal, es una clave ím-
portante en, este sentido. Esta es una tendencia subyacente; míen- '...
tras más eliminamos .·10 insensato del ego, más intensa es la represen-
taci6n. Es como una vertiente submarina que puede estar cubierta,
pero jamás, se detiene. Los estudios de n:EM en que experimen-
talmente se intenta detener la actividad onírica, indican la fuerza y la
importancia de los sueños. Deje de soñar durante cinco días y los sue-
ños irrumpirán. llegando a convertirse en alucinaciones. En las alucina-
ciones sícóticas ,. el individuo deteriorado encuentra que estas tenden-
cias representacionales rebalsan y se desparraman hacia el mundo. Mi
sup_~esto es que las personas sic6ticas han perdido en grado extremo
cualquier capacidad que tuvieron de vivir sus potenciales internos. Tal
como el detener los sueños los hace cobrar más fuerza y hacerse más
descenso a la profundidad 177
evidentes, el no vivir los potenciales los hace resaltar y aparecer como
alucinaciones. Las alucinaciones pueden aparecer como más Íimitadas
y también como más dotadas que la persona porque este es el poten-
cial inconsciente. el potencial sin uso de la persona. Yo no hubiera
pensado que habría un potencial más limitado que la persona, pero
es que tal vez somos todos potencialmente tontos y limitados como
también potencialmente muy bien dotados. En gran medida las alucina-
ciones negativas de orden inferior suenan como si fueran la personifi-
cación de una conciencia critica y burlona que se ha desbocado íneons-
cientemente.
Tampoco hubiera adivinado que precisamente a partir de la
muerte de la conciencia de sí mismo nace la gigantesca introvisión del
satori. Más bien hubiera sospechado que en el fondo de, la 'mente se
encontrarían las paredes vacías de la nada, en lugar de la apertura ha-
cia todo lo demás.
¡Cuáles son las' incógnitas que aún quedan!
La incógnita central y que invade todo es, ¿por qué lo interior es
tan cabalmente simbólico? Muchas veces he pensado que si hubiese
una figura sabia morando dentro de nuestra -cabeza, que quisiera' ilu-
minarnos, debiera tener la generosidad de hablamos en lenguaje ordi-
nario. Suponiendo que la figura interna hubiera. pensado que yo de-
. biera escribir un libro, ¿por qué entonces -no me dijo en voz fuerte y
clara al quedarme dormido: ..tú puedes escribir un libro. Tendrás ayu·
da. Escribe un número pequeño de p:iginas. Ellas serán el libro que
tú quieres"? En lugar de eso, el mensaje vino en-la fonna de un sueño
en que hacía un mosaico de una 010. de mar, como fue descrito en él
capitulo sobre sueños. ~sta misma tendencia simboli.zante se pone en
.evidencía incluso en. los límites de la experiencia consciente ordínaría,
Pero, ¿por qué? ¿Es que al proceso del sueño DO le importa ser enten-
dído? Esto no parece ser así. Está todo el tiempo comentando acerca
, de aspectos de la, vida del individuo. Si revisamos el contenido de mi-
les de sueños que han -sído traducidos, aparece que la preocupacíén
mayor del autor del sueño es la cualidad y el estilo de vida del indivi-
d110. Le importa ser entendido,' sí, pero D~ en nuestro lenguaje.
178
Podemos trabajar en sentido opuesto, partiendo de la evidencia
para llegar a adivinar la fuente del simbolismo. Vamos a intentar des-
cubrir la naturaleza y la vida de "aquel que representa" a partir de s\U
repres~Dtaciones. En realidad es trabajo de adivinos, pero para el cual
con~amos con alguna infomación ya que tenemos todos los datos pro-
veníentes de aquel Otro Yo. Para facilitar las cosas vamos a llamar a
aquel que 'representa, cualquiera sea el nivel al que lo hace, el Otro Yo.
. . El Otro Yo vive y hace cosas. ,Existe en una especie de rela-
ci6n .polar· con el ego. Mientras más limitada la operaci6n del ego, .
más íntensos son los efectos del Otro Yo. Cuando el individuo está) a
dos minut~, de la muerte como en el caso de la anestesia, el Otro Yo
.muestra ~ fuerza que parece tener un rango cósmico. Mientras DÍe-
aor el ego,: más aparente es el trabajo del Otro Yo. ' :
",. El Otro Yo parece tener una intimidad total con la vida' del so-
fiador (el que sueña). La sutileza del lenguaje del sueño se debe en
gran parte a esta intimidad con las' franjas más tenues de las asocia-
ciones y las vivencias del soñador. Podrá. hablar de aspectos obvios de
1~ vida del soñad~r, pe~o lo hace utilizando la base más rica que cons-
tituyen la memona, las experiencias, las asociaciones y los sentimien-
tos de éste. Tendríamos que decir que el otro Yo es profundamen-
te intimo. Esta intimidad. es tan- grande que le da a Jos sueños un as..
~.ecto vergonzosamente revelador. Todos tenemos ~efios que preferí-
,
\
\
riamos no revelar al mundo. En las alucinaciones esta intimidad está
parcialmente bloqueada. Ya mencionamos cómo es que las alucinacio-
nes suelen usar sólo algunos sentidos y regiones de la memoria para
expresarse. No sabemos a qué se debe esto, pero puede tener algo que
'ver con la alienación general que padece la persona con 'alucinacio-
nes sic6ticas. Incluso en la alucinación, la intimidad no es lo. suficien- "
temente grande. Aquel joven ~n esos molestos senos feminoides no
sabía que su ambivalencia se estaba interponiendo entre él y sus ami.
gas hasta que trabajamos el significado de sus pechos. El Otro Yo es
10 suficient~ente íntimo como para poder afirmar que reside en' la
sede de go~~erno de la persona. Sin lugar a dudas, el Otro Yo ocupa
una posici6n:~ clave. ' .
El . trabajo del ~o Yo parece reflejar una preoeupaci6n e inte:
rés especial Con la _cahdad .de la vida del individuo. En efecto. algu..
nas fan~asias y suenas le sirven a la persona para recordarle algunas
t~denClas. menores qu: ya le .eran conocidas. El Otro Yo puede ser
lívíano y Jocoso como La Emanación del Aspecto Femenino de lo Di-
descenso a /a.profundldad . 179
 vino", quien le, pasaba sus prendas íntimas a las personas a quienes
aprobaba. Sin embargo, si nos detenemos a reflexionar sobre la ga·
l.
ma total de 10 que el Otro Yo produce, pareciera que conduce gentilmente
1 ~al individuo hacia un entendimiento de su propia naturaleza,. su'
¡
1
potencial y sus tendencias. Incluso el trabajo más limitado y ruín del
i Otro Yo, las alucinaciones de orden Inferior, sírven para ilustrar las
I
I
faltas de la persona. Cuando el alcohólico escucha voces que díscu-
ten CÓmo debieran deshacerse de este . atorrante inservible, incluso en-
\~onces el Otro Yo muestra su preoeupaci6n por la calidá~ de la vida
de la persona. El Otro Yo también es relativamente pacíente. Ninguna
persona ordinaria podría diseñar miles de sueños y verlos irse tranquí-
lamente al tacho de la basura.
Pareciera que el Otro YQ sabe muchístmo más que el individuo.
Incluso los sueños más corrientes muestran que quien hace los sueños
tiene mucho más introvisi6n qUt! el sonador mismo. Este es otro' factor
que contribuye, a Ia dificultad de entender el 'lenguaje del Otro Yo.
Los pequeños detalles -como la palabra "abraxas" en mis sueños, los
fenómenos de PES en las alucinacíones, y más que nada. las sabias y
calentosas alucinaciones de orden superior- sugieren que el Otro Yo
tiene mucha más información que el soñador. Incluso, hay ocasiones.
en que pareciera que el Otro Yo es la sabiduría mis~a.
Todo eso está muy bien pero, ¿por qué no puede hablar en ídío-
roa corriente? Puede hacerlo, pero no lo hace a menudo, Pareciera que
¡ ¡
comprende el lenguaje incluso mejor que el individuo, como lo sugíe-
. ren los complejos juegos de palabras presentes en los sueños y en las
alucinaciones. El lenguaje ccrríente no parece ser su modo más fácil
C? más natural de comunicaci6n. ¿Qué es entonces esta tendencia sím-
b6lica o representativa? Es la ilustración en términos materiales de lo
.,
l. que es síquico o espiritual. Por ejemplo, un sueño le dirá a uno que
está siendo deshonesto mediante un pequeño drama en: que alguien
,
lv
~parece robando algo. El Otro Yo está mostrando cosas .~e las cuales
Fodemos hablar únicamente en términos abstractos (la naturaleza de
t;lno, tendencías, potencialidades, etc.), en términos de cosas reales. El
Otro Yo se asemeja al dramaturgo que representa un problema hu-
tAano complejo en términos de un drama. El Otro Yo debe conocer tan-
to la vida real como las tendencias internas, para, poder utilizar un
lenguaje que fusiona a ambas en una sola. Al escribir dramas r~cO.:'
fre. toda la amplia gama de experiencias humanas, desde el humor más
9urdo hasta la sabiduría más elevada.
f
180
(.
Hagamos ahora un resumen de todo lo que. podemos vislumbrar
en este punto acerca del Otro Yo.
a) Vive y hace cosas.
b) Existe en una especie de relación polar al ego o la concien-
cia del sí mismo. Mientras' meDOS conciencia de sí. mismo, más aparen.
te se hace la actividad del Otro Yo.
j. e) Tiene una intimidad total con el individuo.
d) Tiene una preocupación central con la calidad de la vida.
e) Sabe muchísimo más que el individuo. Hay indicaciones
de que incluso sabe más de historia y puede ser capaz de ver el futuro.
f) Conoce tanto la realidad interna como la externa, y tiende
a tornarlas como una sola. .
g) Su modalidad natural es una representación o símbolíza-
cíóa, en 'la cual algo más elevado y más interno es ilustrado empleando
la forma 'de un drama, en el cual se usan elementos provenientes de un
nivel inferior. Si bien es cierto que podemos estar relativamente segu-
'ros de que la representación o la simbolización son su modalidad na-
tural, aún no está claro por qué esto es así. Este problema me ha inte-
resado durante varios años. Podemos ver algo de lo que es el Otro Yo
comparando nuestro lenguaje ordinario en que no hay símbolos) con un
lenguaje que es todo símbolos. En el mundo sin símbolos, una casa es )
/
una casa, un árbol es un árbol, En el mundo de los símbolos una casa
también es la morada, el lugar en el mundo, el estilo de vida, la cua-
lidad externa del ser de uno) etc. Su significado se extiende a todas
sus posibles implicaciones. Nuestro pensamiento por lo general se aproxí-
ma a la realidad desde el punto de vista limitado a una casa. El Otro
Yo, quien tiene un modo natural de pensar en forma símbólíca, tiende
a ver todas las cosas en forma relacionada. Desde el punto de vista '.
del Otro ': Yo, esto, aquello y lo de más allá, son todos aspectos de '10
mismo. El pensamiento .simbólico indica las conexiones internas de
este mundo en que todas las cosas están relacionadas. Estos procesos
internos de' la mente). tienden a ser .simb61icos porque emanan de' un
mundo en que todas las cosas se comprenden como relacionadas entre
~i. Este es un tipo de pensamiento superior y más rico que aquel .al
que estamos acostumbrados.
Uno podría 'pensar que al menos la vida del individuo es una
erifidad claramente: demarcada frente al Otro Yo; sin embargo, esto
tampoco es así. Cuando yo sueño con usted, usted es parte mía, Cuan-
do usted sueña conmigo, yo soy parte suya. En este mundo interno de
descensc 8 la profundidad 181
los símbolos, todas las cosas sirven de imágenes a, las demás; es un ..
mundo de concieucia total. En todos los niveles -de este viaje interior
es posible irrumpir t:n esta imaginería total, en este simbolizar total, en .
esta conciencia total,' que a su vez es la tendencia raíz de todos los
procesos internos.· Esta cualidad interna y penetrante apunta' hacía una
fuente que funciona como ~i todas las cos~'_ estuviesen relacumadas. De allí
que nos encontremos perplejos ante lo que vislumbramos de este mundo in-
terno, y que con gran laboriosidad tengam~s que encontra~ conexiones
nuevas y nuevas asociaciones de Ideas. La fuente de estas Imágenes DO
tiene problemas con estas ricas interconexiones. Tiene que limitarse
severamente para pensar tan simplemente como nosotros.
Cuando echamos una cjeada hacia adentro de la consistencia
natural de los procesos Internos, contemplamos una fuente muy Inti-
ma y sabia que tiende d ver todas las cosas como relacionadas. Aque-
llos que saben algo de teología podrán, ver que estamos hablando de
algo que tiene los visos de ser como Dios. Por 10 tanto, el satori: aque-
llos períodos breves de una conciencia semejante a la de Dios. son
una realidad posible. Sin embargo, lo. belleza J la paradoja de esta
experiencia se hace más honda si miramos desde ella, hacia nuestras
experiencias más ordinarias. Nuevamente voy a recurrír ia Swedenborg,
el único místico cuyo conocimiento de todos los niveles inferiores de
la síque realmente me inspira respeto.
Las representaciones no son más quo 1mágenes do cosas espirituales dentro
de cosas naturales, y cuando las primeras están bien representadas en las ae¡un.
d9.3, entonces ambas corresponden. 'Sin ('mbargo. el hombre que desconoce lo que
e« espiritual y conoce únicamente lo natural podrá pe~ar que tales, representa..
clones y sus respectivas correspondencias son imposibles, diciéndose a~ si mumo.
¿c6mo es posible que 10 espiritual actúe sobre lo que es material? Pero si reílexío-
na sobre las cosas que le est6.n aconteciendo en todo momento, podri obtener
al¡:UDu id~~.. sobre esta materia, por ejemplo, c6mo la voluntad actúa sobre los
músculos del cuerpo y logra que éste actúe; o cómo puede el pensamiento ac-
tuar sobre los músculos del lenguaje, haciendo mover los pulmoaes, la tráQ.uea,
In. garganta, la lengua y los labios, produciendo asi el habla; y tamb¡~n c6mo es··
tas afecciones pueden actuar sobre la cara produciendo ah! Imágenes- de si mU-
ma, d~ modo que otra persona mucha!: veces sabe lo que piensa y siente. EstO'
ejemplos pueden dar algunas ideas acerca de lo que son. las represeataeíoaes y
las correspondencias. Tal como las cosas Se presentan ahora en el hombre, y ~
.no nada hay que pueda subsistir por sl mismo. sino que únicamente de algun
otro, y ésta n su vez de nlgÚXl otro. y finalmente del Primero, y esto por una ea-
uexióa de correspondencias, aquellos que gozan de un juicio amplio pueden. l1e-
gar I la eoaclusíén de que hay una correspondencia entre el hQmbro y el cielo;
y ro'" aúo, entre el cielo y El Señor Quien es El Primero. (.A1amD COfllutUJ.
v. 4044).
182
.J
La. ;raz6D por la cual todu y cada una dé 1u cosas que emten e1i; e)
mundo esp~!itual tiene su representación en el mundo natural se debe a qu~ lo
interno 50 ~ste de 10 externo mediante 10 cual se haee visible y «,parente ~ te- '
mAdo do El CabaIlc Blanco mencio"Odo M' ApocoUp$Í.J). . .
En otras 'palabras, todos los aspectos externos del hombre S'OD
representaciones de lo más interior, y 10 interior a través -de una serie
de correspondencias, es a su vez una representación del Uno. La repre-
sentaci6n es el modo mediante el cual lo superior puede ilustrarse 'en
10 inferior. Es el modo natural que va desde el Uno hasta el hombre.
El pensamiento y la, aecíén son representativos de lo interior.
Nuestras vidas, e incluso cada UDa de nuestras acciones, son, el
punto final de un proceso gigantesco de representaciones. y el mun-
do que vivenciamos es, ciertamente, la continuación de este proceso re..
presentacíonal, Somos un proceso superior que se manifiesta a sí mís-
mo en las limitaciones de nuestra existencia. ~~.
Si se supone que la autcrrepresentacíén es parte de un. proceso
natural que se extiende más allá del hombre,' los problemas restantes
se aclaran por sí' solos. Ya estaría justífícada la persistencia e incluso
la intensificaci6n del proceso representacional. No es únicamente, como
algunos suponen, un accidente del pensamiento poco riguroso por pa..r- '.
te del inconsciente. Si es parte tanto de 10$ procesos más internos del }
hombre como de la ereacíón que se extiende más allá del hombre, enton-
ces 10$ sorprendentes hallazgos del satori se hacen concebibles. Si '~el
hombre esparte de un continuo que se extiende más allá de él misIxio,
entonces son posibles algunas incursiones ocasionales en la naturale~
extensiva de ese continuo. Gran parte del continuo se extiende m~
allá del tiempo, de' modo que la percepción ertraseasoríal es posible.
Toda la sabiduría de los símbolos internos se hace más razonable. Tam- '~:.
bién es posible que lo interior sepa más que aquello a 10 cual el indi..
viduo ha tenido acceso, p. ej, las referencias arcanas en los sueño, ~y
en las alucinaciones de orden superior. .
Una posibilidad sorprendente' es la suposicíén de que la p~rte
más interna del hombre es parte de este contínuum, 10 que hace posible
el aspecto celestial o infernal que revisten las alucinaciones sic6ticas.
Este asunto es demasiado complejo y demasiado lleno de incertidum•
bres como para ser convincente al ser expresado en unas pocas palabraS.
Re~~erirla todo un volumen. Pero como lo describiera Swedenborg,
el cielo y el infierno son parte de ese continuo de representaciones que
;
\ se extiende mis allá del hombre. Incluso es concebible que las alucina-
!
¡. .descenso 8 la profundidad 183'

cíones sic6ticas represeJ1t~ una apertura indeseada hacia otros níveles
de existencia.
De -cualquíer f~rma, el Otro Yo tiene que estar más allá de lo,
que habitualmente se acepta como los límites del individuo. Ya sea que
los límites de la persona tienen que $;U expandidos enormemente o te-
nemos que conceder que los procesos superiores se reflejan en nosotros.
Sería una vana pretensión el declarar que el Otro Yo. nos pertenece. ya
que se conoce tan poco de él y no tenemos ningún colltrol .sobre él
Seria más modesto y más. adecuado el-conceder quo los procesos su-
perlares se reflejan en, nosotros. .
Este lenguaje representacional del Otro Yo tiene varios aspectos
PrActicos que vale la pena considerar, La voluntad del individuo es dejada
.i relatívamente libre. Si las voces me hubieran dietado que escriba un li.. ,
bro, me hubiera sentido más compJ:ometido que si me presionan COD
UD drama sencillo. Las alu~ones de orden superior tienen mucho
.~. • cuidado de no interferir con la libertad del individuo. Las del orden In-
, felior hacen exactamente lo opuesto. Están dispuestas a captl.arar y a
. controlar a la persona, Tal vez seria más adecuado deeír que el O~
yÓ,: deja en libertad la voluntad de la persona basta el momento .en .
que ésta deja de vivir sus' tendencias internas. Entonces es cuando las
J c6gnitas si suponemos que este lenguaje interno refleja un proceso ,
tendencias internas pueden atropellar al individuo. sumiéndole en la
locura. en la sicopatología menor,' y en grado menor» en las pesadillas
'que ~ejan una sensaci6n inquietante. Mientras más próximos·,& nuestras
tendencias íntemas, más libres somos. .Apartarse de ellas puede dañar
la libertad e incluso la puede destruir tornándola en aquello q\.l' es la
locura.
" ~ o.tro aspecto práctico de esta' tendencia representacional es que
" ,'. UDO tiene que llegar a sentir la base viviente del símbolc para captar su
~ significado. ~sto se hace en la asociación libre con los elementos oni..
~ _ ricos. Al igual que las barreras naty.ra1~ en tomo a lo sagrado, el len-
t';, guaje represectacíoaal tiene _tambi~ esta barrera natural. Para com..
~ ¡ ., prender a un ladró~ .ea un sueño. uno tieuo que sentirse como UQ la-
dr6l1.
Basados en una buena can~dad de evidencia empúica y ~ pocas
,-';
, t .:.,
,i, • • UW¡';
t ~
(. .'
:'
'
, ,
supoeicione$, .ahora DO$ es posible describir a grandes rasgos el dilieño
de este mundo interior.
Su, aspecto más penetrante es que con toda naturalidad, f&.cil.i.. ,
dad Y consistencia tiende .a revelar las disposiciones internas) las .
tendencias y los valores del individuo. Esto comienza en los procesos
más sencillos del autoanálísís, se intensifica en los ejercicios que
peDDiten la proyección del significado y se profundiza aún más al .
aquietar el ego. El proceso se clarifica bastante en los sueños. Cuando
los potenciales del individuo no se exteriorizan, pueden llegar a írrum-
pir en la vida normal de vigilia en .forma de alucinaciones. El proceso
. es Intrínsecamente sabio: puede guiar y educar al individuo si éste en-
tiende y sigue su conduccíén,
Es algo así como si a la persona se le dieran amplias claves
acerca de su naturaleza, y la direcci6n global de SU vida. La ~nt6
del hombre uta diseñada fundamentalmente 'J ti toda& Zucu como un .
sistema autoinformante y de autoconducei6n.
El problema central consiste en que 10 interior es superior al
individuo. Lo más interno es una región que al parecer entiende a
todas las cosas 'como interrelacionadas. Podemos resolver muchas in·
,
general mediante el cual El Uno' fonna la creacióR..: como niveles su- -.; .
cesívos de representación de Si Mismo: Esto explicarla el satori y las . :.'
~
introvisiones de carácter relativamente universal que se obtienen a
través de él. También explicaría la riqueza y la sabiduría de 10 in·
terior. En un sentido profundo, es afortunado que el individuo tenga .',
que estar en el espíritu de lo interior para comprender su . lenguaje. :' '.
Tenemos que tomarnos internos para comprender lo interno. Tam- "
.bién es afortunado que lo interior no pueda ser violado por nuestras \'.
manipulaci,ones. Aparentemente vivirá y ezpresará su sabiduría condue-
. tora. aunque .al individuo no le importe ,ni comprenda su significado. Es .
algo así como un sutil potencíal que precisa la profundizaci6n de lo
I humano, incluso para aproximarse o comprenderlo.' Si el individuo no
respoade a los requerimientos de su naturaleza, lo Interíor se hace pre-
. .seate en distintas fonnas, ya sea como sentimientos) culpas, imágenes,
1I fantasf~ sueños, y si fuera necesarío, se dejará ver y escuchar. Al pa·
r~ ~enemo:¡ amplia guia p~a llegar a ser lo que esencialmente so-
¡ mas. Si erramos con respecto a nuestra naturaleza, sus señales de ad-
verteneía se. harán cada vez más intensas y claras. La verdadera ¡ar.··.
pres't ~a coDStituye el curioso len~aje trascendente de lo interior. Pero
"
descenso 8 la' profundlded 185
 también es bueno que el lenguaje mismo exija una profundización de
lo humano para comprenderlo, un guía sabio e inesperado. Y d~de l~e­
go los prOCc,lio5 interiores tienen una paciencia inaudita.. La mc6~U1ta
d: 10 humano, al parecer, no es un. asunto sencillo ni fácil de dominar,
Si bien va más allá del rango de las cosas que hemos pres~ntado.
vale la pena decir aquí que el viaje al interior es. una profundizaci6n
larga y compleja hacia las implicaciones de 10 pro~lament:e .bu~ano. Lo
L1, qu~ en el nivel superficial de eonclencia es la identIdad e hístoría pe~so­
nal, se profundiza en las tendencias innatas y ~aturales. Es com~ SI la
parte más importante de nosotros mismos estuVlese e~ la prof~ndlPad y
la profundidad llega al individuo a través de las ClrcunstanClas de. su
vida y a lo largo de las lineas de sus tendencias innatas. Este es el Carmno
del individuo. La libertad que siente el i~dividuo aumenta a lo largo de este
Camino. Los dramas posibles incluyen todos los dramas humanos, en par-
ticular aquellos requeridos por el individuo para ~er nev~do ~ su p~r-
.. fecci6n. Se rompen las sencillas ataduras d~l propIO ~{ mismo para m-
, . cluir todos los s\ mismos, baj9 todas las ClrCUostanel8.S, a 10 largo de
, todo el tiempo. En verdad, las ataduras se' rompen más .allá de 10 hu-
mano para incluir toda la vida. e incluso el mundo materíal.
En la profundidad natural del hombre hay un pr~ trascen-
dente que puede guiar y educar al individuo. Es alentador ver .algo ~e
aquel modelo de sabiduría que es lo que somos en nue.stra totahdad.
...
_..-~,~,
1
I¡
,..
\ Apéndice :
\
\
\ La Vi~a" de El11anuel' Swedenborg
1
1 ....'"
\
Se han h~ tant... referencias a Emanuél Swederaborg y tan poeoa sabeD del :.ftom..
bre, que ~tar4 interesante aprender acerca de JU ~aordInaria vid•. Nadó ea
\ 1688. bijo .de un devoto obispo dc 5ueda al IetYfclo del rey. Mientru era toven Al
lamWa recibió un titulo dc nobleza. 10 cual CAmb16 ItI Dombre de S..-edberg a·S-.,.
denborg. EmaDucl recibió la eduCllcI6D c1üfca corriente de la -~ con era ..ra.
en el griego y el latiD..
\1 A lemp~ edad tU\IO una desilusión amorosa y DUDCa lfJ casó. Fue como
si toda m eDergia y pe.s.{6D se hubiesen vertido en adquirir CODoclmicntOl. 'he.
de que haya sido el último hombN que .batt6 todo el conoclmiento de IU 6poca.
Trabaj6 como asesor de minas p.ra Sueela. 'Ocupando este puesto viajó por toda.Eu...
ropa. tra,endo dc vuelta ideLe nue'\'AI sobre mineria, con lo eual contribuyó al eran.
qucclmicnto de Sucei.. Le int~rC$nha prácticamente todo. HlSta la edad de seSenta
y UD años habla escrito caca de 154 obras ~ dieclsíete d1sc:lpllnu dife~lea, wrlu '.
de 1.. cuaJes él mbmo bahia fundado. A pesar de que m6s t.rd~ fuera conoeldo ,
como mistiCXI. no hay duda alguna do que en. maestro en ci~beias. Ac:ostwnhr&b.. ,.
'apl'éDdertodo lo quc se sabia en 'Un .ea.mpo detttmlnado. eseribir IObre ello, p.r. .....
luego· seguir • otra área. Las árcas de conocimiento que aban:6 eran tau .mpU~ ~ que '.' "
incluian. JUeI~ Y barros. cst~tt"' ilgebra, cÁlculo. hornos metalúrgleot. aStro.
nomia. economía, magnetismo e bfdroslátlc:a. Fue ~1 primero en (amular la hipó-
tesis nebular dd origen del uniVCl'~. 5610 ltlS trabaJos f:I\ IlrmomÍA humana le bast.·
rlm a 1& mayoría d.,Jos hombm como realización de ana ~ida. Fue el prlmeró flt\
deecubrir Ia..~ funciones de 1a~ ,;lándulu endocrinas y drl eerebelo. ,l. . . .
Además de ser \tersado en Dur-ve idiomas, 5wcdenborg fue Juventor ). ut~
laoo. Entre I\U invencion~ se Jncluye un Aubmarino. bombu de I1re. in~e~OI
musicales. un planeador y equipo para IL~ en la' mlneria. Contribuyó en la tnge-
nien. del dique seeo más grande del mundo, )' en una oportunidad transport6.'. un
-barco por encima de una monta.ña. A modo de pasatiempo le gust.ba juntane Um
artesanos y aprender lU ofido. Al pareet':1 dominaba por lo menos ~jet~ ,oficl(li," .rt....
Mul. . Fabricó tul propios iD'tEumentos clc:nl'fiCc:ll, incluyendo un microscopio:· Y
poeo, era un aventajado mu~ y miembro distinguido Ml P.r-
como Ji esto.',. fuera
lamento Sueco. , .
1
¡ SI le hubien det~do en NCOJ log~ meDores. hubiera sido eo~do po~ la
j
1
{ • jI'
.1
,...J
 posteridad como un gran científico. Pero más tarde en su vida slguíó hacia otros
descubrimientos, tan íncrefbles, que sembraron dudas acerca do su persona, el punto
de que ahora muchos olvidan su maestría en el campo de las ciencias. Cuando se
aproximaba a los sesenta años de edad eligi6 la mente como su próxima área de
estudio, A esta altura -de su vida 'sus entradas pecuniarias eran suficientes como para
no ncce,... it~T trabajar." Abord6 la sicología con su acostumbrada ~mterez~ Para co-
menzar hizo un recorrido por todo lo que se sabia acerca dé la mente y publicó
esto en varios volúmenes, junto a algunas observaciones originales. Estaba realmente
tratando de alcanzar, y entender el alma.
Comenzó escríbíendo e interpretando sus propios sueños, Su entendimiento
de h estructura del lenguaje de los sueños de hace dos siglos es más o menos el que te-
nemos ahora, Desde la niñez Swedcnborg h3hi~ praeticado un método para suspender la
respiración y volver la atención hacia Sl1 interior. en forma parecida a la pr~ct ica
de Raja Yoga. Seguía este método para intensificar Jos procesos internos. M\lY pronto
pudo contemplar los procesos internos de formación de simbolos. Completó el e:o:-
ludio más acabado y revelador del estado hípnagógico que [amás haya sido hecho.
entonces o ahora. Sin embargo, esto no fue más que el comienzo de su búsqueda.
Habla comenzado a recoger la presencia de otros seres en este estado interno, algo
ql\e aquellos que han estudiado el estado hlpnng6gic:o pueden duplicar con relativa
facilidad. Finalmente, sus procesos interiores se: intensificaron al punto de poder viven-
ciar y deambular en el cielo y la tierra mientras vivía una vida normal. Usando
su habitual método cíentlfico, registr6 cuidadosamente todo esto en los cinco volú-
menes de su Diario Espiritual y en otros volúmenes, El Diario son las notas de \10
gran explorador. No eran para ser vistas por otros, Es curioso ver a este gran hombre
luchando en Sl1$ sueños contra sus necesidades sexuales normales. Tenia un pro-
fundo respelo por las mujeres y poI" el m:urimonio, lo cual culminó a la edad de
ochr-ntn años con su hermoso volumen Amor Conyugal.
Es fascinante comparar sus escritos antes y después de este lar~1) viaje de
exploración interior. Los trabajos anteriores eran terriblemente intelectual...~ y rnati-
zsdos con el orgullo natural de sus logros. Sin embargo,' el intelecto siempre andaba
en búsqueda de la verdad. Hay un cambio súbito y dramático en S\'lS obras que
comienza en la p.íginn sesenta y uno de su obra de doce tomos, Arcana Coelestia. El
~. orgullo desaparece. Sus obras teológicas más importantes aparecen sin su nombre.
~.J r,
Ya no hay más búsqueda. Habla de los asuntos espiritualesjsicQlógicos más penetran-
·.\1
;1
~"~. tes con certeza absoluta. El· brillante intelecto se había templado muchísimo con el
sentimiento. Es ahora claro que el sentir es visto como más grande que el intelecto.
~
,~
J '~
l, '" Ahora muestra una familiaridad totl\l COn el simbollsmo. Swedenborg ~abr:\ cam-
.~:
~ r' biado completamente.
.~ ~.I:
1 l' Desde 11\ edad de cincoenta y siete afioll ha.st/\ su muerte, & 10:1 'ochenta y
cuatro años, alcanzó a escribir 282 obras ademM de las 155 obrll3 científicas. Fuo-
,1 t
ron escritas en Latin, el lenguaje universal de sus días. El mismo fín<1nci6 SU"
"
me:jorc, obras para ser vendidas casi al costo. Estas <?bras anónimas, sico16gicasfe,,-
~
.:;
1: ,,¡rituales, eran enviadas a los obispos y pensadores mIU prominentes, pero reciblan
pocn atención. Hal>h, descubierto demasiado para .er ace.ptado con bcilidad, tanto
."'
'!
~ entonces como ahoro..
1°;
MientrllS disfrutaba de la libertad del cido y el infierno, vivía una vidA
i,., muy normul. Se habia retirado a I1n chalet con jardin en Londres y llevaba una vida
muy ~encilln, de comidas corrielll'e,<; )' \lna pesada rullna de ~crltor interrumpida
.: ,jnica.mente por vinj('~" de negncio.¡ al extranjero o reuniOnes ("n la Corte. Los obser·
';j vadores colllemponinoos lo describían como un hombre modesto~ y. aJl1isto~o con \In
i
~
~ 18a
~
cierto titubeo en su ho.blar. Su vida consistla en observar y escribir para pasar ¡US
hallazgos a los demás.
PIX:O a poco se fue sabiendo. que Swedenborg era el autor d~ estas obras
extraordinarias. Debido a que iba mucho má..~ allá. de las enseñanzas reltgtosas de S'\1
época (e incluso de las de hoy) file' procesado y declarado hereje, por lo cual sus
obras fueron prohibidas en Suecia durante muchos años: Circulaban rumores de que
habia enloquecido. lhbía .dcscubierto dernaslado, había descrito demasiado. Su repu-
tación corno un gran cientiflco se ensombreció por sus descubrimientos sicológicos/
religiosos. Un incidente ilustrará esto. Un día que sus sirvientes le vinieron a decir
que iban a renunciar, porque circulaban rumores de que no era. un cristiano ere-
yente, Swedenborg respondió sencillamente que ellos conocían su vida privada en
todos rus aspectos, Si Q los ojos de ellos h~hia un solo incidente en que él hubiera.
actuado en forma no cristiana, entonces podían marcharse. Permanecieron. Unos ami-
gos muy comprensivos le pidieron que, al menos, concurriera a la iglesia. Es posible
que encontrnse que la' iglesifl. era un tanto aburrida, pero para dar un buen ejemplo
comenzó a ir de todos modos.
Swedenborg contestaba cualquier pregunta honesta y directa que se le dirigie-
ra que guardara relación CQn el mundo espiritual, Debe haber dejado bas-
-tsnte sorprendidos a sus interlocutores cuando en medio de una reunión social ha-
blaba de sus más recíentesexperíencías en el mundo espiritual. En una oportunidad
un grnpo de hombres le preguntó, mofándose de él, si podía decir quién iba a ser
la próxima persona en morir. Sin dudar un instante respondió que sí, que fulano de
tal, que moraba cerca, moriría a las 2 de la m3drugada siguiente. Y asi fue. La
reina de Suecia le pldi6 que se pusiera en contacto con :;\1 hermano muerto. A\ día
siguiente, cuando le relató el encuentro, ella cayó desmayada. Había revelado Jo que
. I
únicamente ella y ~\1 hermano sabían. El milagro más conocído ocurrió en una reunión
social, .en In que de pronto se mostró manifiestamente perturbado. Cuando se le
rTe~lInt6 qué ocurría, 6J respondió que Estocolmo estaba en llamas. Describió el in-
cendio con lujo de detalles. El fuc~o se detuvo cerca de su casa. Unos días -rnás
tarde 5U relato fue confirmado. Hubo muchos incidentessemejnntes a 10:'1 que
Swedenborg no les daba mayor importancia, Ni siquiera se molestaba en escribir
estas cosas, pero otros lo hadan por él.
El incidente más impresionante ocurrió en conjunción con John Wesley, el
fundador del metodismo, y está descrito por Wesley. Swedenborg le escribió a We~'-­
ley" diciéndole que había sabido en el cielo quo Wesley quería encontrarse con él,
Wesley se sorprendió un tanto. Respondi6 que era efectivo y que podrían juntarse
en una fecha determinada. Swedenborg le envié una nota pidiéndole disculpas, pero
que no podría ser en esa fecha, porque iba a morir en un día determinado, ante.1
de la fecha del encuentro, cosa que así ocurrió. Hay muchos indicios de fI\le estaba
en CQntacto con mundos que estlin más nJlá de éste, pero él no, le atribUla a esto
mayor importancia. La persona que realmente quisiera saber la verdad podría dis-
cernirla en sus muchos escritos.
Hay valÍos 8.Specto~ d~ la obra de Swedenborg que a mi me Interesan pe r-
50nalmente. Fue uno de los rrimero~ fenomen610gos. Mientr:l.s c]\\e el enfoque prjn-
clpal de lo slcolop;¡a de ~\l époc~ Na el ·de la especulnci6n fl\os6ficQ, él era más que
na,la un observador de la experlencia. Exploró el ámbito interno tal vez m!ll! 11 110
ninguna otra persona en occidento. Sus obrRs cruzan el l'mite sicológico/espiritual
con la facilidad de Alguien que estn ClCX>.Snnnbrado a 1:., interrelaciones de el'tos ám-
bitos. La riqUC7.4 de sus obras es sufie/ente como para ocuparle a uno la vida en-
tera. El 5lmbolísmo de lo, estados interiores y de La Biblia se tornan muy claros y
 l. ~

"1 \

1l
1 I
1 1,
j "
muy humanos, MediAnte una exploración menor, el lector podrá descubrir dentro de
sí mismo un I~n~l\aj~ similar.
Sin embargo, son relativamente pocos aquellos que se 5ienten CAutivados por
sus obras. Hay unos pocos seguldores SllY06 en diversos lugares de lit Tierra. Tal vez
sea necesario haber explorado personalmente los diversos estados sicológico/espíri-
tuales para apreciar la riqueza dr- sus obras. '~

1
i Existen, varias biografías suyas, pero la me-jor es la de Ceorge Trobridge
Sw~df';nhorg. Lite and Tr,nr.hing, Uno de los mejores estudios de su" pens:amiento es Bibliografía *
fohn Spaulding, lntroour:tinM t,() Swedenborg'$ ReligioU$ Thol¿ght: Sus escritos más
populares y el mejor IlIgAr para comenzar son Heacen and Hell, Diuine Looe and
~li.\'dom. e Dioinr. Prr;n;Kif:nc~. Arcana Coelestta es más adecuada pala estudiosos
avanzados, 11 menos 'ltlf': une> tf':nga un interés particular en el simbolismo bíblico. Sus
escritos se encuentran en la mayoría de las bibliotecas públicas. O bien pueden ad- c...PÍ'n1LO 3 «,

quirirse a precio de costo en:

l. R SOMMER, &paC'10 11 Comoortamtetuo lndíoldutil (Ma-
The Swedenborg Foundation, 139 East 23rd Street, New York, N. Y. 10.010.
drid: Iast. Adm. 'Local, Col. Nuevo Vrbl'lDismo.
The Swedenborg Society, 20 Bloornsbury Way. London W.C." l-A England. NO 8, 1974).
1 I
Swedenborg VerJag, Apollostrasse 2.8032, Zurich, Suiza.
Swcdenborg Publísher, 138 Onums-Cho, Kodaira -:'Ohi, Tokyo, [apon.
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"

1'·
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I
CAPíTULO 4

t i
I
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' ,
, "
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E%1.nenc~
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1'-, j-J
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'J
, ,~ .. Los ti tulos que aparecen en españcl son los únicos que hemos encontrado
<e-n' la revisión becluL en ~sta fecha, VI.77. Agradecemos de antemano cua1Q.u1er iD..
"

I"

--i"
1
I
190
Ionnacl6n que nos aY"Jde a poner al día esta bJ.blio~aila. (N. del E.). ;
 CAJ'f 'ILO 6 '1, . CARL JUNC, Tb» Collected WClrk~ 01 Catl lUTlg (New YOl
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