Evaluación ambiental (2018) I.

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Universidad Distrital Francisco José de Caldas

Facultad de Medio Ambiente y Recursos Naturales

La ganadería extensiva representa una de las principales

causas de deforestación y pérdida de biodiversidad en
Colombia y el mundo.
Santiago Díaz Hernánde𝒛𝒂 , Yudy Andrea Sierra Torre𝒔𝒃
a. Código 20151032041, Ingeniería Topográfica, Facultad de Medio Ambiente, Universidad Distrital Francisco José de
Caldas, Bogotá, Colombia.
b. Código 20141032009, Ingeniería Topográfica, Facultad de Medio Ambiente, Universidad Distrital Francisco José de
Caldas, Bogotá, Colombia.

Entregado el 16 de Mayo del 2018 al M.Sc. José Miguel Cépeda Rendón.

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Revisión del panorama en el naturales, fragmentación de ecosistemas,

departamento del Tolima
Necesidad de producción ganadera
El crecimiento demográfico, el aumento de la
riqueza y la urbanización se traducen en una
mayor demanda de productos ganaderos, en
particular en los países en desarrollo, como el
caso de Colombia.
En Colombia la ganadería representa una de
las actividades más importantes, no solo por
sus aportes directos en la alimentación, sino
por todas aquellas actividades derivadas a
partir de la transformación de sus productos.
La actividad ganadera contribuye a la
economía local generando empleo y
utilidades al sector rural, además de su papel
indirecto en la producción industrial.
Sin embargo, el establecimiento de la
ganadería en el territorio colombiano tiene un
alto costo ambiental. Pérdida de hábitats
disminución en la productividad de los
suelos, el impacto en el cambio climático,
debido a las altas emisiones de gases de
efecto invernadero a la atmósfera y la
contaminación de cuerpos de agua se cuentan
dentro de las consecuencias del modelo
ganadero que actualmente prospera en el país.
El sector ganadero es el mayor consumidor
mundial de tierras agrícolas, a través del
pastoreo y el uso de cultivos forrajeros.
Consecuencias negativas de la ganadería
en cifras
Esta actividad es responsable del 9 por ciento
del CO2 procedente de la actividad humana,
pero produce un porcentaje mucho más
elevado de los gases de efecto invernadero
más perjudiciales. Genera el 65 por ciento del
óxido nitroso de origen humano, que tiene
296 veces el Potencial de Calentamiento
Global (GWP, por sus siglas en inglés) del

1
Imagen 1. Emisiones regionales totales y contribución relativa por especies. (Cortesía del
documento resultados del GLEM 2.0 de la FAO)
CO2. La mayor parte de este gas procede del
estiércol. Es responsable también del 37 por
ciento de todo el metano producido por la
actividad humana (23 más veces más
perjudicial que el CO2), que se origina en su
mayor parte en el sistema digestivo de los
rumiantes, y del 64 por ciento del amoniaco,
que contribuye de forma significativa a la
lluvia ácida. En la Imagen 1 se puede
observar la cantidad de CO2, que por
regiones se cargan a la atmosfera desde el
sector ganadero, además de la proporción de
las especies responsables, en esta imagen se
puede ver que América Latina y el Caribe
tienen el nivel de emisión más alto (1,9
gigatoneladas de CO2-eq), impulsado por la
producción especializada de carne de vacuno.
Un informe de la FAO explica que la
ganadería utiliza hoy en día el 30 por ciento
de la superficie terrestre del planeta, que en
su mayor parte son pastizales, pero que ocupa
también un 33 por ciento de toda la superficie
cultivable, destinada a producir forraje. La
tala de bosques para crear pastos es una de las
principales causas de la deforestación, en
especial en Latinoamérica, donde por ejemplo
el 70 por ciento de los bosques que han
desaparecido en el Amazonas se han
dedicado a pastizales.
Los rebaños provocan al mismo tiempo daños
en el suelo a gran escala, con cerca del 20 por
ciento de los pastizales degradados a causa
del sobrepastoreo, la compactación y la
erosión. Esta cifra es aún mayor en las tierras
áridas, en donde unas políticas erróneas y una
gestión ganadera inadecuada han contribuido
al avance de la desertificación.
2
La actividad ganadera figura entre los
sectores más perjudiciales para los cada día
más escasos recursos hídricos, contribuyendo
entre otros aspectos a la contaminación del
agua, la eutrofización (proliferación de
biomasa vegetal debido a la excesiva
presencia de nutrientes, NDR) y la
destrucción de los arrecifes de coral. Los
principales agentes contaminantes son los
desechos animales, los antibióticos y las
hormonas, los productos químicos utilizados
para teñir las pieles, los fertilizantes y
pesticidas que se usan para fumigar los
cultivos forrajeros.
El sobrepastoreo afecta al ciclo del agua, e
impide que se renueven los recursos hídricos
tanto de superficie como subterráneos. La
producción de forraje obliga a desviar
importantes cantidades de agua.
Se considera que la ganadería es la principal
fuente terrestre de contaminación de fósforo y
nitrógeno en el Mar del Sur de China,
contribuyendo a la pérdida de biodiversidad
en los ecosistemas marinos.
Los animales para la producción de carne y
leche suponen ya el 20 por ciento de toda la
biomasa animal terrestre. La presencia de
ganado en grandes extensiones de tierra y la
demanda de cultivos forrajeros también
contribuyen a la pérdida de biodiversidad. En
la lista de 24 tipos de ecosistemas
importantes, los estudios indican que hay 15
que se encuentran amenazados por esta causa.
Afectación a la biodiversidad.
La biodiversidad se ha visto críticamente
afectada debido a los incontables ecosistemas
fragmentados, por actividades humanas como
la minería, la cacería con fines comerciales el
traslado de especies a regiones que les son
ajenas, pues especies invasoras, causan daños
irreversibles en ecosistemas donde compiten
con las especies nativas eliminándolas a
menudo y como se vió en el párrafo anterior:
la ganadería extensiva.
En los últimos cincuenta años el planeta ha
perdido un 60% de su biodiversidad y de los
servicios que presta. Un panorama bastante
crítico si entendemos que la biodiversidad
ofrece muchos beneficios a la vida humana.
Biodiversidad en Colombia.
Colombia es reconocida como uno de los
cinco países con mayor biodiversidad en el
mundo. El territorio ocupa apenas el 1% de la
superficie, pero alberga la décima parte de las
especies que se han descrito en el mundo.
Esto se debe a su ubicación geográfica
privilegiada, en este confluyen cinco regiones
biogeográficamente muy diferentes: Los
Andes del norte, el mar Caribe, el océano
Pacífico, la Amazonía y la Orinoquía, estas
confluencias dan lugar a ecosistemas muy
ricos como los manglares o los arrecifes
coralinos, la biodiversidad se ve favorecida
también porque al interior de una misma
región existen grandes contrastes, por
ejemplo en los Andes con sus tres ramales,
sus valles y sus diferencias de altitud, tiene
una extraordinaria variedad de climas, suelos
y rocas. Esta oferta tan generosa de ambientes
ha permitido que poblaciones ancestrales de
una misma especie tomen diferentes caminos
evolutivos y resulten en una sorprendente
diversificación de especies y generando
además especies endémicas del país.
Importancia de la biodiversidad
La conservación de este tesoro, es tarea de
todos, no resulta prudente evadir la
responsabilidad de su protección y
mantenimiento, ya que la biodiversidad nos
brinda múltiples servicios, indispensables
para nuestra supervivencia, cómo, el
abastecimiento de agua, por ejemplo a una
ciudad como Bogotá, a poco mas de una hora
3
se encuentra el Parque Natural Chingaza, sus
numerosas lagunas, pantanos y paramos
permiten el abastecimiento del 80% del agua
que utiliza la ciudad. Así como el agua,
también se nos beneficia en los alimentos,
que dependen de la polinización animal, estos
son responsables del 35% de la producción
mundial de cultivos. Además de estos
servicios, se encuentran las maderas, las
fibras, los combustibles, la regulación del
clima, la circulación de nutrientes y la
fertilidad de lo suelos, entre los más
importantes.
No se puede permitir que este valioso tesoro
se pierda al hacer mal uso del territorio, que
cuenta con tipos de suelos aptos para
diferentes actividades, dependiendo de su
composición, pendiente y otras características
físicas, químicas y bilógicas; destinando a la
ganadería más territorio del que amerita y
contribuyendo al deterioro de este, cuando
existen otras alternativas, ambiental y
económicamente más viables.
Veamos a continuación en el país como
debería ser el uso de los suelos.
Vocación de los suelos
Con 59.9 millones de hectáreas de bosque
natural, equivalentes al 52.2% por ciento de
su territorio, Colombia es el tercer país de
Suramérica con mayor área en bosques, un
país de vocación forestal.
Según el Instituto Geográfico Agustín
Codazzi (IGAC), Colombia cuenta con 8
clases de suelos que lo hace un país diverso y
rico en este recurso, ya que dependiendo de
su vocación y capacidad de uso, se pueden
realizar actividades tanto productivas como
de conservación.
Juan Antonio Nieto Escalante, Director
General del IGAC, elaboró un panorama
sobre los suelos que hacen parte de la Nación,
y alertó sobre el mal uso que se le ha dado.
De las ocho clases colombianas, la más
predominante es la 7, que abarca el 36,1%
(41,2 millones de hectáreas). “Son terrenos
con un alto grado de vulnerabilidad a
degradarse, ya sea por fuertes pendientes,
erosión o baja calidad de la tierra; su uso es
forestal y de carácter protector, y la ganadería
representa todo un atentado ambiental”, dijo
Nieto Escalante.
Este tipo de suelo abunda en toda la
superficie colombiana, pero sobresale en las
zonas bien drenadas de la Amazonia y
Orinoquia, en las regiones Andina y Pacífica
(como Chocó) y en La Guajira.
Los terrenos intocables para cualquier tipo de
producción pertenecen a la clase 8 (12,5% –
14,2 millones de hectáreas), ya que son para
la conservación, regulación del agua,
protección de la fauna y recreación
sostenible. Esta clase está distribuida por todo
el país, destacándose en la región Andina, las
2,9 millones de hectáreas de páramos, la
Sierra Nevada de Santa Marta y
departamentos como Amazonas y Vichada.
La clase 6, presente en el 26,2% (29,9
millones de hectáreas), está conformada por
suelos para actividades forestales y
agroforestales, o cultivos densos,
semiperennes y perennes, y están en el centro
y oriente de la Amazonia, Pacífico y
piedemontes Andinos.
La clase 5 (7,4% – 8,4 millones de hectáreas)
padece de encharcamientos y pedegrosidad,
por lo cual la actividad agropecuaria debe ser
temporal; su uso debe tender hacia la
conservación. Planicies inundables de la
Orinoquia, áreas bajas del Caribe,
depresiones del río Magdalena y rondas de
los ríos Guaviare, Apaporis, Caquetá,
Putumayo, Vaupés y Vichada, hacen parte de
este grupo.
La clase 4, en el 12,7% (14,5 millones de
hectáreas), agrupa suelos con baja fertilidad y
al alto contenido de aluminio de la Altillanura
plana, departamentos como Magdalena, Sucre
y Córdoba, y algunas zonas de la región
4

Imagen 2. Mapa físico del Tolima
Andina. Es apta para usos agrícola y
pecuario, pero debido a sus limitantes
requieren de prácticas de manejo
agropecuarias difíciles de aplicar y mantener.
Las clases 1, 2 y 3 son las más propicias para
los desarrollos agrícolas y el ganado
controlado. Ocupan el 3,1% (231 mil
hectáreas) y están distribuidas en zonas del
Caribe y la región Andina (como la Sabana
de Bogotá) y los valles internadinos. En estas
clases tienen total luz verde los cultivos
transitorios, al igual que la ganadería
intensiva con pastos de alto rendimiento; solo
necesitan prácticas como fertilización,
encalamiento, riego y drenaje.
Para concluir el funcionario declaró que “el
país se ha concentrado en meter ganado a
como dé lugar en todo tipo de terrenos,
obviando el potencial agrícola y el forestal.
Este último podría generar importantes
recursos económicos”, puntualizó Nieto
Escalante.
La situación en el ámbito nacional también es
preocupante, señala el Director del Igac.
Colombia tiene 2.4 millones de hectáreas
aptas para la ganadería, sin embargo están
siendo destinadas 14 millones de hectáreas a
esta actividad pecuaria.
Este resultado “indica un alarmante uso
inadecuado y una extralimitada sobrecarga
para el suelo, recurso natural encargado de
garantizar la seguridad alimentaria”, destaca
el Igac mediante un comunicado.
Situación en departamento del Tolima
Tolima es un departamento ubicado en
centro-oeste del país, con una superficie
aproximada de 23562 km2 y una altura media
de 710 msnm. A pesar de que la mayor parte
de la superficie del departamento se ubique
sobre un valle interandino o valle seco del
magdalena; una parte del departamento se
encuentra sobre la cordillera occidental y
central permitiéndole al departamento gozar
de todos los pisos térmicos, su aspecto físico
puede observarse en la imagen 2, que muestra
el mapa físico del departamento.
El departamento al gozar de privilegios como
la ubicación estratégica (junto al magdalena),
con puertos importantes como el de honda,
una variedad de suelos y pisos térmicos; se
convierte en un lugar privilegiado para la
agro-industria. En la actualidad el
departamento tiene poco más del 60% de su
suelo destinado para fines económicos
agropecuarios y de minería, las principales
actividades son los cultivos de arroz, maíz y
algodón; la minería de oro (ilegal) y la
actividad que aquí tratamos, la Ganadería.
Según un informe del IGAC del año 2017 se
llama “Al rojo vivo” a todo tipo de ganadería
5

Imagen 3. Porcentaje de tierra destinada
para cada actividad. Cortesía del documento
departamento del Tolima del UPRA)
Imagen 4. Uso actual del territorio. (Cortesía
del documento departamento del Tolima del
UPRA
destinada únicamente al pastoreo intensivo,
semi intensivo o extensivo.
En el mismo informe hablan de los problemas
que puede producir la ganadería sobre los
suelos, los cuales en resumidas cuentas es la
compactación y pérdida de la estructura del
suelo; que trae cómo consecuencias la
erosión y la pérdida de infiltración del agua
en el suelo. Por todo esto no todo tipo de
suelo es apto para la ganadería. El informe
muestra una tabla del número de hectáreas
por departamento aptas para ese uso del suelo
tan demandante para el mismo encabezándolo
Casanare con 780 mil hectáreas, el Tolima en
comparación tiene 29 mil hectáreas el 1.2%
de la superficie total del departamento
quedando en la posición 10ma. Todas estas
hectáreas están en la zona Centro-oriental del
departamento es decir la zona llana.
En la actualidad la panorámica es mucho más
desalentadora ya que el uso del suelo
destinada netamente a la ganadería es el
26.7% que representa 646 mil hectáreas, lo
cual nos indica que la ganadería se propago
de manera desbordada en zonas de riesgo a
derrumbes como las zonas de montaña.
A continuación, se mostrarán dos gráficas que
presentan el porcentaje de tierra, que debería
destinarse para cada actividad de acuerdo a
sus características (Imagen 3) y el porcentaje
del territorio que está destinado para cada
actividad (Imagen 4).
6
En las gráficas se puede observar que hay un
desborde en el uso de las tierras utilzadas en
la ganadería, esto representa un riesgo
inminente, ya que, como el Igac explica, la
compactación causada por el exceso de
ganado genera una pérdida de la estructura
del suelo y de la materia orgánica.
“Restringe la profundización de las raíces y el
volumen de absorber agua y nutrientes; eso
sin contar que disminuye los poros grandes
del suelo, lo que limita el drenaje y afecta el
intercambio gaseoso”, dijo el Director del
Igac.
Sumado a lo anterior, la compactación afecta
la actividad de los organismos presentes en el
suelo, disminuye la descomposición de la
materia orgánica, el aporte de nutrientes, la
formación estructural, la permeabilidad y la
infiltración de agua.
Tolima en la actualidad ocupa el tercer puesto
en el país con mayor carga agropecuaria el
cual si no se empieza a pensar en la
recuperación de zonas forestales, pase de ser
una zona fértil y buena para prácticas agro a
ser una zona árida por el constante sobre uso
del suelo.
Problemas que causa la ganadería
extensiva en el Tolima
En el departamento del Tolima, la situación
es preocupante, pues al conocer los efectos de
la ganadería sobre el medio ambiente en
general y su gran impacto en la disminución
de la biodiversidad y considerando la
presencia en gran medida y sin aparente
control en esta región, se puede considerar el
alto riesgo que corren las especies que allí
habitan y que representan para Colombia una
importante riqueza.
Sobre la cordillera central emerge un
imponente conjunto de volcanes nevados
como el Huila, el Ruiz y el Tolima, que están
rodeados por una larga cadena de páramos.
En este ecosistema se encuentran reservorios
de agua conocidos como turberas, de las
cuales nacen numerosos cursos de agua, estas
turberas cubiertas por formaciones vegetales,
sustentan una fauna y flora adaptadas a
condiciones extremas como la acidez y la
baja disponibilidad de oxígeno.
Se encuentra entre los 1.500 y 3.400 msnm
las densas hileras de palma de cera, que
conforman el famoso “bosque por encima del
bosque” de la cordillera Central. Esta palma,
la más alta del mundo con 60 m, es endémica
de Colombia y su árbol nacional. Su nombre
se debe a su primer uso, en el que se raspaba
la cera para hacer velas. En las últimas
décadas, esta palma ha sido talada para la
elaboración de ramos durante semana santa,
esto sumado a la imposibilidad de regenerarse
en los potreros parcialmente deforestados en
los que sobrevive, ha provocado una drástica
disminución de su población, a su vez el loro
orejiamarillo, se ve amenazado al necesitar de
la palma para suplir su alimento y para
anidar.
También el pisoteo frecuente del ganado y
caballos que viven en el páramo, han
destruido la superficie y su función
reguladora y mantenimiento del flujo de agua
hacia tierras bajas del país.
¿Pero a que podría deberse que la ganadería
sea una actividad tan practicada?, primero la
razón es económica, pues debido a su
demanda genera una fuente de ingresos
permanente, sumando esto a lo que expresa
Jorge Triana, veterinario e investigador de la
Universidad de la Salle, que reconoce que
esta actividad hace un uso intensivo de los
recursos a pesar de ser necesaria para el
desarrollo del país y que actualmente, hay
más incentivos para las actividades
agropecuarias que los existentes para
conservación.
Así como ya hemos visto la ganadería basada
en pastoreo, también conocida como de tipo
extensivo, ha realizado el mayor cambio en
7
los paisajes rurales y debe reconocerse como
un proceso de enormes repercusiones
ambientales y sociales y empezar a buscar
una solución o soluciones que reduzcan poco
a poco los efectos de esta actividad.
Soluciones a nivel mundial
Uno de los informes de la FAO, propone de
forma clara que se tengan en consideración
estos elevados costes mediombientales y
sugiere una serie de medias para enderezar la
situación, entre ellas:
Para disminuir la degradación del suelo:
Controlar los accesos y eliminar los
obstáculos a la movilidad en los pastos
comunales. Utilizar métodos de conservación
del suelo y el silvopastoreo, junto la
exclusión controlada del ganado en áreas
delicadas y el pago por servicios
medioambientales en el uso del suelo para la
ganadería para limitar su degradación.
Para cuidar la atmósfera y el clima:
Incrementar la eficiencia de la producción
ganadera y de la agricultura forrajera.
Mejorar la dieta de los animales para reducir
la fermentación intestinal y las consiguientes
emisiones de metano. Establecer plantas de
bio-gas para reciclar el estiércol.
Al cuidado del agua: Mejorar la eficacia de
los sistemas de riego. Hacer pagar el coste
total del agua e introducir impuestos para
desincentivar la concentración de la industria
ganadera a gran escala junto a las ciudades.
Sin embargo en Colombia, faltaría mucho
para que estos impuestos se establezcan, por
lo que no solo el implemento de estas
medidas representaría una solución a este
problema, sino es necesaria y urgente la
disminución de las zonas y la recuperación
de estas para destinarlas a producción
agrícola y forestal.
Soluciones desde el sector agrícola:
potencial agrícola y forestal
En sus noticias el Ministerio del Medio
Ambiente y Desarrollo sostenible expresa que
se está trabajando conjuntamente con el
Ministerio de Agricultura y FINAGRO en
reducir una de las principales causas de
deforestación y de pérdida de biodiversidad
en el país: la ganadería extensiva. Se han
destinado importantes recursos para
proyectos de ganadería sostenible en 7
regiones del país (cerca de 50.000 hectáreas)
con pequeños ganaderos para ayudar a
reducir la deforestación, conservación de
suelos y disminución de gases efecto
invernadero e incrementar al mismo tiempo la
productividad e ingresos de estos ganaderos,
que en su mayoría son de bajos recursos.
Se han ordenado y zonificado más de
7.520.602 hectáreas de áreas forestales, por
medio de Planes de Ordenación General
adoptados por acto administrativo en las
autoridades ambientales de CAS,
CORPOAMAZONIA, CORPOURABA,
CORMACARENA, CORPOBOYACA y
CORNARE.
Para reducir los impactos del cambio
climático que se produce por la deforestación
y degradación de los bosques, Colombia está
iniciando la formulación de una Estrategia
Nacional de Reducción de Emisiones por
Deforestación y Degradación Forestal -
REDD+.
Beneficios para la tierra y el ambiente
Existe un programa llamado Mitigación del
Cambio Climático en la Agricultura
(MICCA, por sus siglas en inglés) que
refuerza el largo trabajo de la FAO para
abordar el cambio climático en los sectores
agrícola, forestal y pesquero, y apoya a los
países que participan en los procesos de
negociación del cambio climático en la
Convención Marco de las Naciones Unidas
sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
8
Un programa de vital importancia, y del cual
se derivan algunas ideas claves para la
adopción de la agricultura como alternativa:
 Además de su potencial para reducir
las emisiones de GEI, la agricultura
es el único sector que tiene la
capacidad de absorber los GEI de la
atmósfera, de una manera segura y
rentable sin reducir su productividad.
 La agricultura tiene el potencial de
beneficiarse de las sinergias entre la
adaptación y la mitigación del
cambio climático dentro de las
condiciones propicias idóneas.
 Reforzar la capacidad de las personas
y favorecer un ambiente propicio en
los países en desarrollo puede
simplificar los esfuerzos para abordar
el cambio climático en la agricultura.
 Datos y acuerdos institucionales
sólidos pueden facilitar la
identificación de opciones viables y
eficaces de mitigación del cambio
climático en los sectores agrícola y
del uso de la tierra.
 Los sistemas de producción ganadera
eficientes pueden reducir
significativamente las emisiones de
GEI y reforzar los sumideros, a la vez
que se aumenta la productividad.
 Debe darse a agricultoras y
agricultores un acceso equitativo a la
información y formación sobre el
clima y a los foros de toma de
decisiones.
 La conservación y un mejor manejo
de turberas reduce las emisiones de
GEI, mantiene los servicios
ecosistémicos y ayuda a las
comunidades a adaptarse al cambio
climático.
Colombia es el séptimo país a nivel mundial
con mayor cobertura de bosques naturales
con cerca del 51% de su área continental
(Cabrera et al., 2011) y con un 56,23% de su
territorio catalogado con vocación forestal, de
los cuales la vocación de uso para la
producción ocupa un 6,10% y se localiza
principalmente en la Orinoquía (Casanare
(251.000 ha y Arauca 151.000 ha) y la región
Caribe (Córdoba 215.000 ha y Guajira 81.000
ha) (IGAC et al., 2012).
Así, reconocemos que nuestro país tiene un
gran potencial para desarrollar el subsector de
plantaciones forestales comerciales.
Apoyándose en el estudio, realizado por la
Unidad de Planificación Rural Agropecuaria
(UPRA), donde se identificó 24 millones de
hectáreas aptas para este fin, cuando hoy sólo
se cuenta con 450.000 hectáreas, esto
representa sin duda, una ventaja teniendo en
cuenta que se puede producir con menores
tiempos frente a otros países.
La meta entonces es pasar de 450.000 a 1
millón de hectáreas sembradas en 10 años y
aprovechar las tierras privilegiadas que tiene
Colombia, para convertirse en ejemplo de
reforestación y la despensa que el mundo
necesita.
9
Referencias
IGAC. Ganadería ‘al rojo vivo’ solo debería
imponerse en el 2,4% de Colombia: IGAC.
Obtenido de: http://noticias.igac.gov.co
El nuevo día periódico de los tolimenses.
“En Tolima la ganadería esta desbordada”:
Igac. Obtenido de:
http://www.elnuevodia.com.co
Revista ambiental Catorce6. Las 8 clases de
suelos que tiene Colombia y para qué sirven.
Obtenido de: https://www.catorce6.com
El nuevo día periódico de los tolimenses.
“En Tolima la ganadería esta desbordada”:
Igac. Obtenido de:
http://www.elnuevodia.com.co
Organización de las naciones unidas para la
alimentación y la agricultura. Mitigación del
Cambio Climático en la Agricultura.
Obtenido de: http://www.fao.org
Organización de las naciones unidas para la
alimentación y la agricultura. GLEAM 2.0 –
Evaluación de las emisiones de gases de
efecto invernadero y su potencial de
mitigación. Obtenido de: http://www.fao.org
Casa editorial El Tiempo. Libro Expedición
Colombia 2010.
Ministerio de medio ambiente. Importancia
de los bosques, Colombia tercer país de la
región en cobertura boscosa. Obtenido de:
http://www.minambiente.gov.co
Ministerio de medio ambiente. Día
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Obtenido de: http://www.minambiente.gov.co
Organización de las naciones unidas para la
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Evaluación Ambiental de la Ganadería
Mundial (GLEAM). Obtenido de:
http://www.fao.org
Unidad de planeación rural y agropecuaria
UPRA Departamento del Tolima. Obtenido
de: http://www.upra.gov.co
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