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APRENDIENDO A TRABAJAR CON UN CUENCO

De entrada no hay una gran diferencia a la hora de llevar a cabo experiencias con cuencos. Será su
tamaño y diámetro lo que nos haga adoptar diferentes posiciones de uso, pero básicamente,
procederemos de forma similar con todos ellos. No obstante, antes de tocar el cuenco tenemos que
aprender a conocer cuál es su secreto. Ciertamente, uno de sus secretos reside en el tono y la
vibración que ejerce en el entorno. Y hablando del entorno, no podemos pasar por alto otro punto
relevante: su incidencia en el usuario.
Supongamos que ya tenemos un cuenco. La persona que va a experimentar con él, debe seguir, en
todo momento, unas normas muy sencillas de uso:

1.-TENER LA RECEPTIVIDAD ADECUADA:


Si nuestra energía es contraria a la que perseguimos, el resultado vibracional del cuenco no será el
esperado. Por tal motivo es importante que la receptividad se circunscriba dentro de lo positivo y
del amor. Quien usa el cuenco por puro capricho o para pasar el rato, se equivoca en sus propósitos.

2.-CREAR UN AMBIENTE AGRADABLE:


Aunque cualquier sitio puede ser apropiado para experimentar con un cuenco o campana, todos
sabemos que hay lugares más propicios que otros. Siempre trabajaremos mucho mejor cuando el
ambiente nos reporte placidez, sosiego y tranquilidad. Cuando sepamos que no seremos
interrumpidos por molestos teléfonos o inoportunas visitas. Por supuesto el ambiente agradable se
creará cuando seamos capaces de trabajar con cierta privacidad.

3.-DISPONER DE UN LUGAR ADECUADO:


Si ser positivo y tener un buen ambiente es vital, poder experimentar o trabajar algunas facetas
espirituales o energéticas con el cuenco, precisará de un recinto en el que nos sintamos a gusto. Es
evidente que, tanto cuencos como campanas se usarán en diferentes estancias de la casa e incluso,
fuera de ella, pero debemos buscar un lugar, una estancia que sea ―especial‖. Ese recinto tiene que
poseer la esencia de nuestro ser para poder experimentar y desarrollar otro tipo de prácticas como
las meditativas, curativas o también las de proyección de la conciencia.

4.-ADECUAR UN RECINTO:
En nuestro pequeño templo dispondremos de una esterilla, manta o colchoneta colocada sobre el
suelo para poder así trabajar mucho mejor. Incluiremos en este recinto aquellas músicas que nos
ayuden a canalizar las energías. Por supuesto, cada persona adecuará el recinto a su naturaleza, pero
no estaría de más que tuviera: una ventana con iluminación exterior, un color de paredes y techos
armónico y una planta o flores sin cortar que nos revitalicen. Otros elementos serán un armario o
estantería para guardar el material de trabajo, como esencias, cuarzos, gemas, incienso, etc.
Respetar los puntos citados con anterioridad será más que suficiente para iniciarnos a trabajar y
experimentar con cuencos y campanas. Así pues, debemos empezar a tomar contacto con nuestros
elementos y lo haremos con un sencillo ejercicio de percepción, en este caso no psíquica ni
energética, sino física y auditiva.
Previamente y como advertencia para todos los ejercicios, quisiera hacer una observación y es que,
salvo que se indique lo contrario, cuando se mencione el término ―elementos‖ me estaré refiriendo
de forma indistinta a cuencos y campanas. Cuando en un ejercicio sea preciso trabajar con el cuenco
de una forma y con la campana de otra, quedará oportunamente especificado.

EJERCICIO 1: TOMA DE CONTACTO


Este ejercicio tiene la finalidad de empezar a familiarizarnos con los elementos que nos
acompañarán en nuestras prácticas. Dado que nos van a obsequiar con su sonido, es muy importante
que antes hagamos una testación táctil y auditiva de los instrumentos o sea, que los toquemos y
escuchemos.
l.- Comenzaremos por sentarnos cómodamente en el suelo de nuestra habitación de trabajo o, en un
sillón. Frente a nosotros colocaremos todos los elementos.
2.- Cerraremos los ojos y respiraremos tranquila y pausadamente durante un par de minutos.
Durante este tiempo dejaremos que la mente divague libre. No nos preocuparemos de nada.
Simplemente respiraremos sin más, tranquilamente.
3.-Pasado el tiempo indicado abriremos los ojos y recorreremos los elementos con la mirada. Tras
un primer vistazo, los tomaremos dulcemente entre las manos. De nuevo, cerraremos los ojos y
sentiremos la textura y el calor que desprende cada uno de ellos.
4.-A1 tiempo que realizamos la inspección táctil, debemos tomar conciencia de que esos elementos
son sagrados, puesto que tienen la capacidad de desprender energía o de modificar la ya existente.
5.-Pasado un tiempo prudencial, y manteniendo la relajación y los ojos cerrados, haremos sonar con
la baqueta de madera los elementos, cuenco o campana, con suavidad. Se trata simple y llanamente
de que emitan su sonido y que lo captemos, que notemos auditivamente su frecuencia. Repetiremos
el proceso un par de veces para familiarizarnos con el utensilio musical y después daremos por
finalizada la práctica.

EJERCICIO 2: TEST DE AGRADABILIDAD


En los diferentes ejercicios daremos orientaciones sobre la intensidad o fuerza del golpe a dispensar
con la baqueta, pero deberá ser la persona en cuestión la que trabaje con el cuenco el que, en última
instancia, ajuste y extraiga la vibración más afín a su deseo y naturaleza.
El lector debe ―hacer suyo‖ el sonido del cuenco y la mejor forma para ello es probar y testear la
agradabilidad, sobre todo cuando las prácticas estarán dirigidas a un trabajo de interiorización
unipersonal.
1.-Tomaremos un cuenco y lo situaremos sobre la palma de la mano. Con la otra mano
sostendremos la baqueta. En este primer punto, ladeando la baqueta de forma que quede en posición
horizontal y dejando la mano completamente relajada, daremos un suave golpe sobre la superficie
del cuenco. Cerraremos los ojos y escucharemos el sonido.
2.-Ahora probaremos otra modalidad. Mantendremos la misma posición, pero en este caso la mano
permanecerá rígida al golpear. Como verá el lector, el sonido tiene un matiz diferente.
3.-Veamos ahora otra prueba. Tomaremos la baqueta en posición vertical, cerraremos la mano sobre
ella y cogiéndola con todos los dedos menos el pulgar, golpearemos la superficie del cuenco,
prestando toda la atención al sonido con los ojos cerrados.
4.-Realizaremos la cuarta y última prueba con el cuenco. Manteniendo la baqueta en posición
vertical, la cogeremos sólo con dos dedos y golpearemos. Sin duda, el sonido y la intensidad, habrá
variado.

EJERCICIO 3: TOMA DE CONTACTO CON LA ENERGÍA


Ahora que ya sabemos cómo suena el cuenco y hemos podido comprobar sus distintos matices
auditivos, vamos a centrarnos en trabajar con la percepción de la energía para ver qué impresiones
podemos sacar de su vibración.
Como su nombre indica es un ejercicio para tomar contacto. No debemos preocuparnos en sentir ni
canalizar, ni visualizar. Sólo tenemos que dejarnos llevar.
l.- Nos recluiremos en un lugar agradable y tranquilo, preferentemente la habitación de trabajo. La
luz debería ser tenue, que no moleste a los ojos y, si es indirecta mucho mejor. Para esta primera
sesión no es recomendable que en la sala haya música u otro tipo de vibración.
2.-Nos sentaremos y colocaremos el cuenco enfrente nuestro a una distancia que nos permita tocarlo
con la baqueta con solo alargar ligeramente el brazo.
3.-Cerraremos los ojos y nos dispondremos a relajarnos mediante la respiración, para ello
realizaremos una serie de respiraciones profundas y lentas, de manera que notemos que el aire entra
y sale con mucha suavidad.
4.-Pasado un minuto o dos, según la persona, tomaremos conciencia del cuerpo. Lo notaremos
efectuando un repaso del mismo y de los pies a la cabeza. Seguidamente procederemos a alargar la
mano en las que portamos la baqueta y daremos un golpecillo al cuenco. Cerraremos de nuevo los
ojos y nos concentraremos en la energía del sonido. Se trata simplemente de sentir que el sonido
está en el aire y que nos rodea.
5.-Tras el sonido anterior nos concentraremos de nuevo en la respiración. En este caso se trata de
sentir la energía del cuenco al tiempo que inhalamos el aire. Para ello, expulsaremos el aire y justo
en el momento que demos un golpe al cuenco y éste comience a sonar, procederemos a realizar la
inhalación. Debemos imaginar que estamos respirando la energía del cuenco, su vibración, su
sonido.
6.-Concluiremos el ejercicio con un poco de imaginación. Vamos a suponer que cada vez que el
cuenco suena, el sonido que emite es como un chorro de energía verde pálido (u otro color que
deseemos y nos resulte agradable).

EJERCICIO 4: TOMA DE CONTACTO ENERGÉTICO MANUAL


Este es un ejercicio muy similar al anterior, ya que la diferencia estriba en que en lugar de visualizar
que ―olemos‖ la energía, vamos a imaginar que la estamos tocando con la palma de nuestras
manos.
Como podrá suponer el lector, en estos pasos previos la práctica puede resultar un tanto compleja,
pero puedo asegurar que en el futuro y tras un poco de paciencia y práctica, no será necesario
imaginar nada, porque ―sentirá‖ y ―respirará‖ la vibración.
l.- Como en el ejercicio anterior colocaremos el cuenco frente a nuestro cuerpo, pero a una distancia
un poco más corta que la anterior.
2.- Tras relajarnos con la ayuda de la respiración, procederemos a dar un par de golpes limitándonos
a escuchar su sonido y a sentirlo en el ambiente.
3.- Seguidamente nos centraremos en la palma de la mano izquierda. Nos concentraremos en todo el
brazo y prestaremos especial atención a la palma de la mano. Quizá percibamos un cierto
hormigueo, no debe preocuparnos, es normal.
4.- Cuando consideremos que ya nos hemos relajado lo suficiente daremos un leve golpe en el
cuenco para que suene. Será en ese momento cuando nos esforzaremos por ―sentir‖ que la energía
emana del recipiente y se dirige hacia la palma de la mano.
5.- Realizado el paso anterior, lo repetiremos pero cambiando la mano, es decir, sintiendo la energía
en la derecha. Finalmente, daremos un golpe más fuerte y tras dejar la baqueta colocaremos las
palmas a cada lado del cuenco, volviendo a percibir la energía.

EJERCICIO 5: ALGUNOS PASOS PARA SENTIR LA VIBRACIÓN


Vamos a ir un poco más allá en el uso del cuenco o de la campana. Si hasta ahora hemos trabajado
auditivamente y hemos imaginado que la energía del cuenco fluía saliendo de él, realizaremos
seguidamente una nueva experiencia para canalizar y sentir todavía más fuertemente esta energía.
l.- Comenzaremos por disponer sobre una mesa de un cuenco y una campana. Los dejaremos una al
lado del otro y nos limitaremos a contemplarlos al tiempo que entramos en relajación, en este caso,
con los ojos abiertos.
2.- Mientras vamos respirando muy pausadamente, pensaremos en captar las energías de los
elementos que tenemos delante.
3.- Seguidamente nos tumbaremos, colocando el cuenco sobre el plexo solar y dejando la campana
a la altura de la mano derecha. Por lo que se refiere a la baqueta del cuenco, la colocaremos en la
mano izquierda.
4.- Centraremos toda la atención en el centro del plexo solar. Si lo deseamos podemos
concentrarnos en los latidos del corazón; cuando hayamos logrado armonizarnos con ellos
respiraremos profundamente un par de veces. Seguidamente generaremos la intención de percibir la
energía de los elementos en el interior del cuerpo, concretamente en el corazón o, al menos en el
plexo solar.
5.- Pasados unos minutos efectuaremos un par de suaves oscilaciones con la campana. De esta
forma potenciaremos la fluidez energética del entorno. Nuevamente nos relajaremos aún más y
volveremos a dar dos toques suaves de campana.
6.- Cuando esté finalizando el sonido de la campana procederemos a golpear el cuenco, mientras,
respiraremos con serenidad intentando sentir la energía del cuenco penetrando en el organismo.
Justo cuando esté a punto de finalizar el sonido del primer golpe, daremos otro y así sucesivamente
hasta que sean cinco. Tras el quinto pararemos.

LA TÉCNICA DE USO DEL CUENCO


A.- SONIDO ENVOLVENTE
Se caracteriza por su modo creciente y por su finura de tono. Al principio puede costar un poco
llevarlo a cabo, pero con un poco de práctica lo conseguiremos con buenos resultados.
El sonido envolvente se produce a partir de situar el cuenco sobre la palma de la mano abierta, de
manera que los dedos no toquen la superficie del instrumento.
Tomaremos la baqueta con la otra mano y tras pegarla al borde del cuenco (por el exterior)
comenzaremos a desplazarla en sentido circular y sin separarla del cuenco. Poco a poco veremos
que el cuenco comienza a emitir un sonido. Se tratará de un ligero silbido, casi imperceptible que
irá creciendo a medida que vayamos dando más vueltas de baqueta sobre la superficie.
El sonido recibe el nombre de envolvente porque se produce envolviendo el borde del cuenco con
una serie de giros, no porque el sonido que se produzca sea así. Al contrario, el sonido que se
produce parece ser dirigido como si se tratase de un rayo de luz. Por ello este sistema será ideal para
prolongar secuencias de energía en direcciones concretas.
Cabe resaltar que una vez conseguido que el cuenco comience a sonar, debemos mantener el ritmo
de giro de la baqueta, en cuanto a intensidad, pero podemos reducirlo en cuanto a velocidad, ya que
de lo contrario podríamos crear una vibración distorsionadora o vibrátil.

B.- GIRO CON VIBRACIÓN


Recibe este nombre porque se produce como el anterior; pero cuando el cuenco ya está sonando, en
lugar de rebajar la velocidad se puede aumentar hasta que el cuenco vibre. Otra modalidad de
provocar la vibración es separando ligeramente la baqueta de la superficie del cuenco, para
seguidamente volver a pegarla a él mientras se sigue el giro. El efecto que produce este tipo de
toque es de interrupción de la línea de energía. De esta forma la energía fluye en un sentido y tras la
vibración se expande en todas direcciones para volver a seguir una línea cuando el sonido retorna a
su normalidad.

C.- GOLPE INTERRUMPIDO


Entenderemos esta modalidad como aquella en la que damos más de un golpe de baqueta en el
cuenco y no dejamos que éste acabe la emisión de sonido. Este tipo de golpes se emplean cuando se
pretenden toques de atención, o bien la entrada en un estado meditativo o de alteración de la
conciencia de forma rápida e intensa.
Para producir este sonido debemos dar un golpe de baqueta en el cuenco y justo después otro y otro
más. Tantos como deseemos, hasta que por fin daremos un último golpe, permitiendo que el cuenco
suene y resuene hasta el final.

EJERCICIO 6: RESPIRACIÓN DE GOLPE INTERRUMPIDO


Una interesante práctica respiratoria que nos abrirá la mente consistirá en realizar un ciclo de
respiraciones aceleradas, marcadas y también acentuadas por el sonido del cuenco.
Este ejercicio servirá para alcanzar de forma muy rápida un estado de reflexión o relajación, pero
también puede ser muy útil si lo que buscamos es proyectarnos más allá de nuestras limitaciones.
Para proceder debemos marcar un ciclo respiratorio de diez respiraciones, es decir, inhalaremos y
expulsaremos el aire 5 veces con los siguientes intervalos: haremos tres muy rápidos y dos muy
lentos.
Acompañaremos cada respiración rápida de un golpe de cuenco y el último lo rubricaremos con un
toque no interrumpido, de forma que no volveremos a tomar aire hasta que el cuenco finalice su
canto.
Cabe decir que cada una de las respiraciones cortas no debería durar más de un segundo (tiempo
que invertiremos en inhalar y expeler el aire por la nariz). Por su parte las largas pueden durar entre
cinco y diez segundos, siendo lo más importante que tomemos el aire cuando damos el golpe al
cuenco y que utilicemos el tiempo de su sonido en dejar que todo el aire que hemos tomado salga
poco a poco del cuerpo.
Notas:
Realizaremos el ejercicio preferentemente sentado o tumbado.
Ejecutaremos la práctica preferentemente a oscuras o con poca luz y con los ojos cerrados.
Bajo ningún concepto debemos alargar en más de 10 los ciclos respiratorios, al menos cuando
carezcamos de experiencia, ya que de lo contrario estaríamos hiper-ventilándonos con el
correspondiente riesgo.
Una vez hayamos terminado la última respiración, procederemos a permanecer en relajación y
retomando un ciclo de respiraciones normales. Si lo deseamos podemos aprovechar este estado
mental para proyectarnos con la energía del cuenco.

D.- SONIDO BUCAL


Los cuencos, al igual que las campanas nos permiten un poco de juego, claro que para lograr el
sonido bucal debemos tener mucha paciencia y realizar bastantes prácticas, cuantas más mejor.
La obtención del sonido bucal se emplea para dar más fuerza a una proyección de energía, a un
mantra o a la vibración misma del cuenco. Consistirá en hacer sonar el cuenco o la campana y,
seguidamente, llevarlo delante de la boca que permanecerá abierta en todo momento. Cuando el
cuenco suena, el operador corta las vibraciones y el sonido, gesticulando y moviendo sus labios con
gestos muy lentos. De esta forma el sonido del cuenco no sigue una secuencia lineal, se altera
ligeramente y produce un efecto de cambio muy interesante.
Sugiero al lector que se inicie probando con los mantras ―AUM‖ o ―IAM‖. La forma es muy
sencilla, no se trata de pronunciar sonido alguno, sino simplemente de hacer que la boca adopte las
posiciones adecuadas para la pronunciación pero de forma exagerada.
Así para pronunciar la A del mantra AUM, debemos separar al máximo los labios y cuando
notemos que la vibración del cuenco pasa frente a nosotros, iremos cerrando poco a poco la boca,
como si tuviéramos que pronunciar el resto del mantra.
Con el tiempo y un poco de experimentación podremos desarrollar mucho más esta técnica que,
entre otras virtudes, posee la de permitirnos hacer fluir dos tipos de energías: la del cuenco y la de
un mantra que, recordemos, también es vibración.
E.- REGULACIÓN ACUÁTICA
Ciertamente algunos cuencos son muy pequeños y resulta un poco difícil llenarlos con agua, pero si
por su tamaño ello es factible, merece la pena probar esta técnica, ya que consiste en obtener
diferentes sonidos del cuenco a partir de ir llenando en mayor o menor medida su cavidad interior.
Esta técnica nos servirá para poder producir varios tipos de sonidos a partir del nivel de agua que
tengamos en el interior del cuenco, notando así de esta manera cuál es el más idóneo para cada
persona.

EJERCICIO 7: PARA LA RELAJACION


Son numerosas las situaciones de la vida moderna que nos llevan a perder no sólo la paz sino el
norte de nuestras acciones. El estrés, la tensión, el miedo, el desencanto forman parte de ése gran
mal que nos acucia en este mal llamado siglo de las comodidades y del ocio.
Evidentemente, perder la paz es un concepto abstracto que nos puede remitir a lo nerviosos que
estamos, a la incapacidad que sentimos a la hora de tomar una decisión, o al sentimiento de fracaso
que tenemos con respecto a una persona.
Como es lógico, perder la paz trae consigo alteraciones físicas y psíquicas muy importantes. Quizá
una de ellas sea el sentimiento destructivo que nos acompaña con pensamientos que nos hacen
cuestionar la validez de todo aquello que tenemos previsto llevar adelante.
Pero al margen de perder la paz por una situación determinada, puede ocurrir también que hayamos
perdido la paz en un sentido de estar desorientados. Puede que lo que deseemos sea algo tan simple
como encontrar paz de espíritu, o el sosiego necesario para poder realizar un ejercicio de meditación
o de visualización.
El ejercicio que desarrollaremos a continuación está indicado precisamente para mitigar todos esos
complicados estados de ausencia de serenidad. Por supuesto puede que se trate de dar la paz a otra
persona. En este caso, por supuesto, lo primero que tenemos que hacer es intentar dialogar con ella
y comprenderla, así de esta forma su energía fluirá más libremente y se abrirá a lo que le rodea.
El diálogo nos ayudará a romper los tabúes y la angustia que suele percibir quien ha roto su paz, de
mente, espíritu o vida. Tras el diálogo procederemos de la siguiente forma:
1.- Vamos a trabajar directamente sobre el corazón y alrededor de la cabeza, por ello lo primero es
que el paciente relaje estas dos zonas. Una buena ayuda para alcanzar un óptimo estado de
receptividad será la respiración. Tras dos respiraciones en las que el pecho se hinche al máximo y
después se relaje al soltar el aire de golpe, el cuerpo estará más preparado para seguir con el
experimento.
2.- Una vez ya relajados, procederemos a generar un campo armónico alrededor nuestro o del
paciente, para ello debemos hacer sonar el cuenco mediante el sistema de sonido envolvente. De
esta forma haremos girar la baqueta alrededor del cuenco para que el sonido vaya creciendo poco a
poco. A medida que el cuenco suena lo orientaremos en dirección a todas las paredes de la estancia
en la que nos encontremos.
3.- Pasados unos minutos de la experimentación anterior, procederemos a tumbarnos o indicar al
paciente que haga lo propio. Al tumbarse, el receptor de la energía debe estar muy tranquilo y
relajado, por tanto, no estaría de más que vuelva a respirar un par de veces más.
4.- E1 paso siguiente será que el afectado se concentre en que desea sentir de nuevo la paz en su
vida. Frases como ―Deseo tener paz‖ o ―quiero estar en paz‖ serán las más recomendables. Estas
frases pueden repetirse unas cuantas veces en alta voz o simplemente pronunciarlas mentalmente.
5.- Pasados un par de minutos situaremos el cuenco sobre el corazón y procederemos a golpearlo de
forma interrumpida, esto es no dejando que el sonido se prolongue e interrumpiendo con un nuevo
golpe al poco de comenzar a sonar. De esta manera daremos hasta cinco golpe seguidos, dejando
tras el último, que el cuenco finalice su canto.
6.- E1 paciente u operador volverá a pensar en que desea encontrar la paz. Para ello, ahora que ya
hemos abierto los campos de energía necesarios a la altura de nuestro corazón, intentaremos
contactar con este organismo tranquilamente.
7.- Vamos a imaginar que estamos en un largo túnel y que al fondo del mismo se encuentra un ser
que es nuestro corazón. Si lo deseamos podemos idealizarlo en alguna persona a la que amemos
mucho o a una amistad, sea hombre o mujer. El caso es imaginar que aquel personaje que estamos
viendo es nuestro corazón.
8.- Siguiendo con la visualización, percibiremos que vamos caminando con los brazos abiertos,
poco a poco y muy lentamente al encuentro de ese ―ser‖ querido a quien conocemos tan bien.
Sabemos que nos encontraremos con nuestro corazón, seguramente uno de los órganos que más
sufre cuando perdemos la paz.
9.- Cuando quien imagina la escena llegue a encontrarse con su corazón, deberá sonreírle y
estrecharle en un profundo y amoroso abrazo que demuestre el cariño que le tiene.
10.- Justo en el momento del abrazo es necesario dar un par de golpes más de cuenco. En este caso
los golpes deben ser pausados, dejando que el cuenco suene hasta el final. Es en ese instante cuando
la persona se congratula de estar viva, de poseer un corazón al que debe cuidar y con el que de
nuevo, habrá encontrado la paz.
Seguidamente se repetirá la acción golpeando por espacio de otros dos o tres minutos el cuenco, con
el fin de disipar cualquier tipo de energía o vibración no positiva.
11.- Tras finalizar el sonido anterior, nos concentraremos en percibir totalmente el sonido del
cuenco, desde la cabeza hasta los pies, como si el sonido que se produce en lo alto de la cabeza,
pudiera desplazarse hacia nuestros pies. Daremos un nuevo golpe y, después, procederemos a seguir
el recorrido de la vibración.
12.- Concluiremos el ejercicio con un último y definitivo golpe, pero antes de darlo debemos
centrar de nuevo la atención en aquello que no ha funcionado bien, en la adversidad y en la
negatividad que nos ha producido. Se trata de eliminarla dejando que pase, junto con el sonido del
cuenco, por todo nuestro cuerpo hasta llegar a los pies para desaparecer por ellos. Al dar el golpe
debemos sentir que el dolor y la adversidad salen del cuerpo.
ARMONIZACIÓN
La música penetra por todo el ser. Puede retrasar o acelerar la circulación, estimular o calmar el
sistema nervioso, provocar pasiones o inspirar la paz. Cuanto más cerca estamos de la naturaleza,
más poderoso y mágico será su efecto. Sin embargo, no es cualquier tono ni cualquier color, lo que
causa un efecto específico; este tono o color debe estar en armonía con nosotros. Nosotros
cambiamos y también cambia nuestra necesidad por un tono o color en particular.

EJERCICIO 1: ESCUCHE SU MUNDO EXTERIOR


Encuentre un lugar tranquilo al aire libre, en un parque o en el bosque, en un muelle o en la playa.
Centre toda su atención, escuche los sonidos que llegan a usted desde el entorno inmediato.
¿Cuántos sonidos diferentes puede distinguir? ¿Se dio cuenta del ruido que producen las hojas al
arrastrarse, o del siseo del oleaje? ¿Qué más puede oír: pájaros, el zumbido de insectos, el
murmullo de un arroyo que corre? También, permanezca abierto a los sonidos que llegan desde
más lejos, un auto que pasa, el timbre de una bicicleta, un tren, un avión, niños jugando, o el
ladrido de un perro.
El mundo está lleno de sonidos, y es su tarea distinguir su variedad conscientemente y entrenar su
sentido de la audición.
SONIDOS PRIMARIOS Y EXPERIENCIAS PRIMARIAS
Dado que las células de los seres vivientes, es decir, humanos, animales y plantas, responden tan
directamente a la música y los sonidos primarios, es posible que los cambios o transformaciones
ocurran cuando estas células empiezan a resonar ante determinados sonidos. Esto ha llevado a
distintas formas de terapias por medio de los sonidos, como por ejemplo, cantar mantras, la
armonía, escuchar música clásica, sacra o para meditación, sanación con las vibraciones de
diapasones, el sonido de didgeridoos*, cuencos cantores y otros tantos instrumentos. Muchas
sociedades naturales, o las denominadas comunidades primitivas, empleaban —y lo siguen
haciendo— el sonido en sus prácticas chamánicas de sanación o en sus viajes astrales. Aún están
familiarizados con las leyes naturales que los occidentales, de hecho, parecen haber olvidado. Los
aborígenes australianos con sus didgeridoos, se han hecho particularmente famosos en Occidente
por los efectos transformadores de sus instrumentos. Los cuencos cantores fie bronce, himalayos,
son muy populares aquí. Todos estos instrumentos tienen un rasgo en común, y es que evocan las
experiencias primarias por las vibraciones sonoras, convocando probablemente en su retina interior,
imágenes de la creación, desatando un “Big bang” en el oyente, trayendo profundos y arcaicos
recuerdos como una especie de ―regreso a las fuentes‖.
Después de un concierto de cuencos cantores, una mujer me dijo: ―Cuando escucho estos sonidos
armoniosos, vuelvo a la fuente de nuestra creación, al lugar donde sólo existe el 'ser' y donde nada
se espera y nada es necesario, y donde todo se permite. Prevalece la armonía y esto produce un
profundo éxtasis de realización plena, disolviéndose en toda la atmósfera y al unísono con el dios
informe‖. En nuestra era turbulenta y comercial, sentimos una nostalgia irresistible por vivir
experiencias prístinas, incluyendo los sonidos que establecen un vínculo con la Tierra, el cosmos y
la más profunda esencia de nosotros mismos.
Por cierto, nos movemos con el sonido y las vibraciones todos los días, pero la pregunta es si aún
somos conscientes de todos estos sonidos. La audición es el único sentido que no puede cercenarse
de las impresiones. Siempre hay sonidos; no podemos retirarnos de ellos, aunque el sentido de la
audición se embote tanto que, inconscientemente, dejamos que gran cantidad de sonidos pasen
sobre nosotros. La gente que traba-la en empresas o locales que tienen música de fondo todo el día,
ante el sonido reacciona de manera diferente de aquellos que escuchan su música favorita, mientras
disfrutan de un vaso de vino o se refrescan escuchando el gorjeo de pájaros, el crujir de las hojas o
el murmullo de un arroyo al correr, o simplemente disfrutan de la naturaleza. Además de oír con los
oídos, el cuerpo y todas sus células, es importante volver a aprender a escuchar como los niños. Los
niños cuando escuchan música no se quedan quietos, sino que se mueven espontáneamente, bailan,
baten palmas o cantan haciendo acompañamiento.
Los sonidos inarmónicos, o cierto tipo de música pueden llegar a enfermarnos o confundirnos con la
atmósfera que estos evocan. La música, a menudo, transmite emociones que no pueden expresarse
en palabras, sino que apelan directamente al corazón, y esta puede reflejar un estado de ánimo,
como temeridad, deseo, dicha, tristeza, felicidad, armonía, revelación, soledad o sensualidad
erótica.

EJERCICIO 2: ESCUCHE SU MUNDO INTERIOR


En casa, siéntese en un lugar tranquilo, relájese todo lo que pueda y cerciórese de que nadie lo
moleste por un rato. Escuche conscientemente los sonidos que produce su cuerpo. Oirá el ritmo de
su respiración. De vez en cuando trague y escuche el sonido tintineante en su cabeza; o abra y
cierre su boca para escuchar los chasquidos. De vez en cuando inhale profundamente y exhale,
resoplando y silbando.
Si está muy quieto podrá oír su propio pulso en diferentes partes del cuerpo y, a veces, escuchará
verdaderamente cómo late su corazón.
¿Cuáles son los otros sonidos que puede hacer con su cuerpo? Sus cuerdas vocales no son las
únicas parles del cuerpo que producen sonidos. Piense en silbar, estornudar, eructar o liberar
gases. También puede aplaudir, hacer rechinar los dientes o chasquear los dedos. Deje que el
cuerpo componga su propia música. ¡Usted solo es toda una orquesta!
CONCIENCIA Y CRECIMIENTO ESPIRITUAL
¡Conviértase en la persona que es! ¡Penetre su esencia! En muchos casos, esto significa depurar
todo tipo de bloqueo u obstáculo. A tal fin, los cuencos cantores son muy adecuados y, por cierto,
su empleo como ayuda para alcanzar el bienestar del cuerpo, la mente y el alma es cada vez más
popular. En una gran cantidad de países occidentales, ahora se emplean los cuencos cantores en
diversos tratamientos, y para sanación, meditación y transformación, abriendo las puertas a la
conciencia personal y al crecimiento espiritual. En conciertos, cuando se practica meditación con
sonidos, o en sesiones de sanación, frecuentemente se utilizan los cuencos cantores en combinación
con otros instrumentos como la marimba, didgeridoo, gong, palo i le lluvia, campanas, címbalos,
gong de viento, tambor del océano, instrumentos de percusión y también, la voz humana (mantras,
canto de armonías).

EJERCICIO 3: ESCUCHE CON SU INTUICIÓN


Escuche la misma música que en el ejercicio anterior. Nuevamente, debe relajarse, sentado o
acostado, pero esta vez deje que los sonidos lo bañen, sin escuchar de manera consciente ningún
detalle, pero con la completa atención de una mente abierta. Experimente los sonidos como si fuera
un arroyo que fluye en usted.
Con este ejercicio, usted no sólo entrena su oído externo, sino también su capacidad para escuchar
internamente. También toma conciencia de las sensaciones y sentimientos que se estimulan en su
cuerpo por los sonidos musicales, de modo que puede abrirse al mundo de los sonidos y de su
efecto sanador. En esta ocasión, usted permite que sus sentimientos o su naturaleza intuitiva le
hablen.
Además, el ritmo incita a todo tipo de sensaciones y reacciones, por ejemplo, sentir frío, calor,
rápidas fluctuaciones de la temperatura, y temblores o transpiración; picazón en ciertos lugares,
como en uno o más chakras (centros energéticos del cuerpo); movimientos involuntarios como
bailar, gestos de los brazos y manos (mudras), movimientos de los ojos o muecas; ondas de energía
que corren por el cuerpo, sensación de incomodidad física o, contrariamente, una total relajación.
Luego de un baño o masaje con sonidos, la mayoría de la gente, por lo general, se siente estimulada
física y espiritualmente, y llena de energía.
En la medida que esto se aplica a los cuencos cantores, la melodía o, para decirlo con mayor
exactitud, la composición de los sonidos, pueden ejercer una influencia en los niveles físico,
emocional y mental. A nivel emocional, puede llegar a experimentar sentimientos de dicha y amor,
pero también puede sentirse conmovido y con cierta ternura. A veces puede surgir a la superficie
una tristeza, rabia u odio que estaban profundamente reprimidos, o sentir un efecto tranquilizante y
anestésico. En el nivel mental o intelectual, tal vez obtenga claridad o una nueva comprensión de
conexiones lógicas.
La armonía de la vibración musical expresada en ciertos acordes, expande la conciencia y funciona
a nivel físico, emocional, mental, social y espiritual. A nivel espiritual, podrá experimentar un
cambio de conciencia; tal vez encuentre imágenes inesperadas que contienen una significación
arcaica y primaria, como si una luz interior se encendiera y todo tipo de impresiones dentro de su
intuición se iluminara. Podrá experimentar una sensación de éxtasis, entrega y unicidad. También es
posible que tenga una experiencia astral extracorpórea o emprenda un viaje astral, mientras escucha
los cuencos cantores. Tal vez logre entrar en contacto con su yo superior, su voz interior, un dios o
una diosa o con su guía espiritual.
El timbre o color del sonido, es decir, la cualidad característica de un cuenco cantor en particular, o
de otro instrumento, también es importante. El timbre determina si para usted, una vibración sonora
es armoniosa o no.
SANARSE Y LLEGAR A SER ÍNTEGRO
Cualquier persona que emplee cuencos cantores con propósitos sanadores, deberá tener presente
que muchos desórdenes físicos y psicológicos tienen la posibilidad de sanarse, sólo cuando la
conciencia del que los padece cambia y la persona desea hallar la cura. Esto significa que los
patrones de pensamiento enquistados, desgastados y negativos que el individuo siente por sí mismo,
primero deben convertirse en ideas nuevas y positivas. Si alguien desea curarse, tanto en un nivel
físico como emocional, debe darse cuenta de que la causa más profunda del sufrimiento puede
encontrarse en su conciencia, en un nivel mental y espiritual, junto con la llave para el cambio.
El deseo y la intención que la persona siente para cambiar, curarse y transformarse, es el factor
esencial y decisivo; de lo contrario, la energía que se emplee en esto, simplemente, será inútil. No
obstante, la intención del terapeuta o del músico que utiliza los cuencos cantores, también es muy
importante. Deben tener la apertura, el deseo, el amor, las facultades intuitivas y la paciencia para
ayudar a la otra persona con su proceso de toma de conciencia y transformación. También son
esenciales muchos años de experiencia, una profunda comprensión de la naturaleza humana y una
capacidad analítica muy bien desarrollada. Dado que los cuencos cantores son conocidos en el
hemisferio occidental sólo desde hace veinticinco años, su uso para la sanación y la transformación
aún se halla en su infancia. Con sólo asistir a una cantidad de talleres o cursos, no alcanza para
llegar a ser un terapeuta o para administrar tratamientos.
Es necesario realizar gran cantidad de investigación experimental, a fin de lograr una profunda
comprensión de todos los aspectos y de las aplicaciones para sanar con cuencos cantores.
Los cuencos cantores de los Himalayas, realizados en metal dorado, son instrumentos singulares.
De un primer vistazo, tal vez no parezcan instrumentos musicales, sino más bien una hermosa pieza
dentro de los utensilios de cocina, y esto es lo que son, en verdad, aunque también tienen funciones
para ceremonial y meditación. Sin embargo, cuando uno empieza a golpear o mover estos cuencos
con distintos tipos de palillos o batidores, se transforman en al aire circundante, vibraciones
inesperadamente cálidas, profundas y perceptibles, convirtiéndose en sonidos plenos y armoniosos,
preñados de una orquesta completa de armonías. No hay dos cuencos que tengan el mismo tono ni
que posean tampoco un tono fijo en el sentido de la familiar escala occidental (C — D — E — F —
G — A — B — C). Por lo tanto, no resulta fácil tarea reunir una octava en los cuencos cantores. De
todos modos, no hay mucho que comentar sobre esto, porque precisamente son esos tonos
singulares y sin calibrar de los cuencos cantores, que tal vez suenan un tanto agudos a nuestro oídos
cuando los escuchamos por primera vez, los que producen un sonido equilibrado y armonioso.
Cuando se interpretan varios cuencos juntos, comienzan a resonar los tonos que se entremezclan,
produciendo de manera creativa, los sonidos más inesperados y misteriosos. Debido a sus
cualidades espirituales, estos mismos sonidos pueden conmoverlo en lo más profundo de su alma,
transfiriéndole su poder transformador.
El tamaño y grosor de un cuenco determinan su tono. Sabiendo esto, no es fácil afinar el cuenco
cuando se tiene la sensación de que está apenas un poco ―fuera‖ de tono. Sin embargo, algunas
personas los afinan frotándolos con papel de lija fino. También se pueden afinar haciéndoles
muescas en su parte interna, y esta es, por cierto, una tarea de especialistas. Usted puede
experimentarlo si lo desea, pero una vez que lijó una superficie, esta ya no puede reemplazarse. Los
cuencos cantores que fueron lijados, quedando pulidos y delgados en su país de origen, contienen
más tonos agudos y graves que aquellos con paredes más gruesas. No obstante, como mencioné
anteriormente, los cuencos cantores que parecen producir, de manera individual, un sonido un tanto
agudo, aún pueden sonar armoniosos cuando se los interpreta juntos, de modo que por lo general,
no es necesario afinarlos.
Para descubrir aproximadamente qué notas produce un cuenco cantor, puede hacerlo sonar con otro
instrumento, como por ejemplo una flauta dulce, un piano o un diapasón, para comparar los tonos.
También puede emplear un afinador digital, dispositivo pequeño que funciona a pila, para indicar y
calibrar el tono y registro musical en relación con una escala, de modo que los tonos de la escala
cromática occidental (C, C agudo, D, D agudo, E, F, F agudo, A, A agudo, B) se encienden en el
afinador. Puede encenderse al mismo tiempo una cantidad de tonos, por ejemplo E, A y B, si
emplea un batidor de madera en el cuenco. Sin embargo, el mismo cuenco cantor puede producir los
tonos E, F, A y B cuando lo frota en el borde, o E y F cuando emplea un batidor de fieltro. Esto
demuestra la importancia del material que se emplea para el batidor y que, en este caso, frotar el
cuenco produce la mayor cantidad de tonos, con las armonías correspondientes. Sin embargo,
algunos cuencos producen sólo un tono primario (por ejemplo C), con las armonías que se
relacionan con él. A fin de poder averiguar si un cuenco cantor tiene un tono planetario en
particular, es imperioso contar con un dispositivo afinador. Los músicos experimentados y las
personas que poseen un sentido del tono absoluto, por lo general están en condiciones de determinar
el tono o tonos de un cuenco cantor, con sólo escucharlo.
ELEGIR INTUITIVAMENTE SUS PROPIOS CUENCOS CANTORES
¿Cuál es la razón que lo lleva a comprar uno o varios cuencos cantores? A menudo es la forma en
que lo conmueve un sonido o vibración en particular. Dado que cada uno de nosotros vibra en una
frecuencia exclusiva, ciertamente, es posible que usted halle un cuenco con una frecuencia que sea
compatible con la suya. Desde un punto de vista físico, las vibraciones de un cuenco cantor
resuenan con la suya, más profunda y esencial, y penetran sus huesos, sus fluidos corporales y sus
células. Los cuerpos más enrarecidos de su aura, como el cuerpo etéreo, astral, emocional, mental y
espiritual, también reciben estas vibraciones y ejercen influencias entre sí. Puede sentir cómo estas
vibraciones corren por usted de manera benéfica. Empleando su oído, su cuerpo y su intuición,
logrará hallar el cuenco correcto para usted. Comience por pedirle a la persona que los vende o a un
conocedor de cuencos cantores, toda la información necesaria, pero asegúrese de que la decisión
final sea sólo suya. Puede preguntar cuándo, dónde y cómo se hizo el cuenco, dado que las
respuestas pueden llegar a afectar el precio del mismo, como también su propia sensación sobre él.
Es probable que no pueda juntar una colección de cuencos cantores en una misma tarde, pero puede
llegar a armar una con el correr de los meses o de los años, probando constantemente distintos
cuencos, deshaciéndose a veces del que resulta extraño y siempre escuchando su propia intuición.
Trate de prepararse con anticipación para estar receptivo a los sonidos, trabajando para ello en su yo
interior; algunos de los ejercicios para escuchar que se presentan en este libro, pueden llegar a ser
útiles para este fin. Cuando compre cuencos cantores y, siempre que desee interpretar su música,
afírmese con ambos pies en el piso y esté receptivo. Si desea comprar un cuenco para otro, trate de
concentrarse en esta persona lo más posible y, nuevamente, deje que su intuición decida qué cuenco
comprar. Cuando le entregan uno de regalo, por lo general ha sido elegido con sumo cuidado, y la
intención y el mensaje emocional de la persona que lo entrega, se entretejen con usted en el
obsequio.

EJERCICIO 4: PRUEBA PARA SU CUENCO CANTOR PERSONAL


Cuando golpea un cuenco cantor con el puño cerrado, se escucha la octava más grave posible. Con
un batidor de fieltro, el tono es una octava más alta, y con uno de madera sin ninguna cobertura,
otra octava más. Puede golpear, de manera alternada, dos cuencos que tengan tonos levemente
diferentes y estos comenzarán a resonar en el mismo tono. Si usted sabe que un cuenco en
particular no tiene el tono planetario correspondiente a Saturno, puede realizar la siguiente prueba
para determinar si tiene o no, un “buen” sonido: golpee el cuenco y sosténgalo apenas
inclinado frente a su estómago (el plexo solar o tercer chakra). Si siente una callada vibración en
su plexo solar, el cuenco es bueno y en él hay espíritu. Si no siente nada, o percibe una sensación
de acalambramiento, será mejor no utilizar este cuenco.
Cuando frota el cuenco, produciendo los sonidos más plenos, cálidos y armónicos, obviamente
puede hacerlo para la derecha o para la izquierda. Si frota hacia la derecha, en el sentido de las
agujas del reloj, se convoca una poderosa energía masculina, enfocada exteriormente y hacia el
futuro; esto puede servir para fortalecer su completo bienestar espiritual y físico, porque estimula y
armoniza toda su aura.
Cuando frota hacia la izquierda, en el sentido contrario a las agujas del reloj, se evoca un aspecto
más tranquilo, una energía femenina que tiene un efecto introspectivo y puede convocar la regresión
al pasado. Esta fuerza posee una cualidad abierta y está dirigida al interior, permitiéndole pararse
con ambos pies en el suelo, de modo que usted quede bien afirmado y recupere un pacífico
equilibrio.
TONOS Y VIBRACIONES
Las ondas sonoras producidas por los cuencos, pueden subdividirse en tres sonidos primarios. Una
vibración ondulante es un sonido con carácter femenino, mientras que un sonido corto, rápido,
staccato, posee una cualidad masculina. Cuando la vibración continúa por largo tiempo, los
aspectos masculino y femenino se han unido, y el sonido se ha tornado andrógino. Los sonidos
poseen su propio carácter, color y timbre. Los tonos graves son lentos, resuenan durante un lapso
prolongado y están ligados a la tierra; a menudo son pesados y apagados, y poseen un carácter pleno
y sombrío. Los tonos agudos suenan alegres e irradian un brillo vivaz. Pueden parecer celestiales y
poseen el potencial de remover los obstáculos y antiguos patrones de energía y de limpiar el camino
para alcanzar una mayor conciencia, sanación y transformación.
La fortaleza del tono también puede ejercer cierta influencia; por ejemplo, los sonidos suaves
evocan sentimientos de ternura con más prontitud que un golpe fuerte en el cuenco cantor. Cada
cuenco ―canta‖ un tono básico o la combinación de un número de tonos básicos, en diversas
octavas, según el material que emplee para golpearlo.
Ocasionalmente, los tonos con una frecuencia particular pueden tener un efecto desagradable en
ciertos lugares del cuerpo. Por ejemplo, el tono planetario de Saturno, bajo ninguna circunstancia
debe colocarse en el plexo solar o en el área del estómago; nadie puede tolerar esto.
Cuando comience a utilizar sus cuencos cantores recién comprados, es importante que experimente
con ellos en profundidad, para examinar lo que pueden hacer y lo que no, y para llegar a ser uno con
el sonido. Solo cuando los cuencos hayan pasado estas pruebas y cuando todo se sienta bien,
entonces sus vibraciones podrán emplearse en público.
―Integridad‖, ―sanación‖, ―transformación‖ y ―cura‖ son palabras que a menudo se usan,
apropiada o inapropiadamente, y también combinadas entre sí, en la atención de la salud física y
psicológica con métodos alternativos modernos. Muchos doctores, terapeutas y sanadores, exploran
otros tratamientos además de los métodos tradicionales y, en su búsqueda, se hallan en un laberinto
de muchas terapias alternativas. Trabajar con el sonido y con cuencos cantores está incluido entre
estas alternativas, porque cae dentro de la categoría de la ―terapia vibracional‖, la cual se centra en
las energías físicas y etéreas más sutiles, la mente y el espíritu de todos los seres vivientes.
Además de la cantidad de conciertos, talleres y sesiones sanadoras individuales de los cuencos
cantores, hay cursos ocasionales sobre terapias con estos cuencos y con sonido, para los sanadores
que quieren trabajar con esta modalidad de cura. Aunque el uso de los cuencos cantores en los
países del Lejano Oriente ha recorrido un largo trecho, los occidentales recién se están
familiarizando con estas costumbres, y se ha experimentado un rápido aumento del conocimiento
sobre el potencial sanador del sonido. Sin embargo, esto viene sucediendo durante los últimos
veinte o veinticinco años y aún se encuentra en una etapa experimental.
SANAR CON EL SONIDO Y LOS CUENCOS CANTORES
Las fuerzas sanadoras y transformadoras de los cuencos cantores y de otros instrumentos exóticos,
como el didgeridoo y el palo de lluvia, se emplean cada vez con mayor frecuencia en el cuidado de
la salud con los métodos alternativos modernos y también con los tradicionales. En general, es más
común la terapia por sonidos, como cantar mantras y la armonía. En todas partes, los doctores y
terapeutas están empleando los cuencos cantores junto con su tratamiento regular o alternativo.
Obviamente, ciertas enfermedades como el reumatismo o el cáncer, o incluso dolencias tales como
los dolores de cabeza o la fatiga, no pueden curarse con terapia de sonidos o con cuencos cantores
solamente. Hay diversos remedios e innumerables factores, y todos colaboran con la sanación,
siendo el más trascendental el propio deseo del paciente por curarse. Además, una actitud de interés
positiva, la compasión y la intención por parte del terapeuta, también desempeñan un papel
importante. Todos estos factores contribuyen con el potencial para la cura o la transformación.
En las terapias alternativas, como la medicina a base de hierbas, la homeopatía o la acupuntura, el
cuerpo es considerado como algo más que una colección de miembros y órganos dispersos; se
percibe como un sistema completo, en el cual todas las funciones y partes están interrelacionadas y
son co-dependientes. Esta perspectiva holística requiere de un enfoque responsable y científico, y
de una gran medida de comprensión, sabiduría e intuición por parte de los doctores y terapeutas.

EJERCICIO 5: CÓMO HACER PARA QUE SU CUENCO CANTE


Coloque el cuenco cantor sobre un pequeño almohadón, un aro, en la palma de la mano, o en la
punta de los dedos. Cerciórese de que se establezca el menor contacto posible con cualquier otro
material resonante, de modo que el aire esté libre para vibrar en el entorno. También, verifique la
acústica del espacio, especialmente si planea dar conciertos o administrar tratamientos allí.
Golpee el cuenco cantor en diversos lugares, con un batidor, por ejemplo en el borde, en la
superficie externa redondeada, y en la parte interna. Sostenga flojo el batidor o palillo, entre sus
dedos y balancéelo libremente contra el cuenco. Esto crea un sonido pleno y duradero. Para hacer
cantar el cuenco, emplee un batidor de madera cubierto con cuero o envuelto con una cinta
plástica, frótelo contra el borde en la parte interior o exterior. Al frotar el cuenco, usted produce
una espiral de energía con mucha armonía. Escuche las diferencias de sonido provenientes desde
el interior y exterior, y del implemento que utilizó para el batidor. No hay dos cuencos cantores
que suenen de la misma manera. Algunos suenan apagados, otros vivaces y otros combinan varios
tonos. Si deja que el cuenco se mueva levemente en su mano, notará que la vibración se torna más
completa y expansiva.
Los grupos de varios cuencos diferentes pueden reunirse de distintas maneras:
- Como una escala.
- Como acordes.
- Según los tonos planetarios.
- Intuitivamente, de acuerdo con los sonidos que le resultan armoniosos.

EJERCICIO 6: CÓMO SENTIR LAS VIBRACIONES DE UN CUENCO CANTOR


¡Aprender a escuchar con su cuerpo, qué experiencia emocionante! Coloque un cuenco cantor
sobre la palma de su mano y golpéelo. ¿Puede sentir las vibraciones que se producen en su mano y
en su brazo? Luego de haber golpeado el cuenco, retire el batidor, ubique su otra mano encima del
cuenco y sienta las vibraciones. Golpéelo nuevamente y apoye su mano sobre el borde. El sonido y
la vibración cesan. Ahora, sostenga su mano encima del cuenco silencioso y sienta la diferencia. Si
fuera necesario, repita esta operación una cantidad de veces, para que pueda notar la diferencia
claramente.
La mayoría de la gente tiende a juntar intuitivamente un conjunto de cuencos que suenan bien a sus
oídos, y los cuencos cantores con sonidos completamente individuales y exclusivos son los más
adecuados para esto. En otros casos enumerados antes, usted necesitará un implemento afinador
para hallar aquellos cuencos con los tonos deseados.
CÓMO APRENDER A ESCUCHAR LOS SONIDOS CON TODO SU SER
Debido a la constante cacofonía que por lo general soportamos en un día común de trabajo, e
incluso a la noche, cuando con nuestro control remoto pasamos de canal en canal en el aparato de
televisión, muchos tendemos a entumecernos ante los otros sonidos más sutiles.
Para escuchar los cuencos cantores se necesita una actitud abierta y atenta, no tanto con el fin de
analizar los sonidos, sino para estar presentes, conscientes y alerta, y para probar y captar con el
oído, los sonidos individuales y las armonías. Por lo tanto, tome las precauciones para que no lo
interrumpan ni lo molesten durante sus sesiones con los cuencos cantores. Simplemente puede
practicar, pero si en verdad quiere escuchar de un modo bien relajado y sentir los sonidos, solicite a
otra persona que golpee los cuencos para usted, o puede escuchar una grabación con la música de
los cuencos cantores. Cuando el sonido se desvanece, usted podrá aprender a oír el tono por un
período aún más largo, con su oído interior.
La armonía, que se nota especialmente cuando se frota la parte externa del cuenco cantor, ejerce una
gran influencia sobre las células del cuerpo, asegurando también una consonancia en el cuerpo, la
mente y el alma, a este nivel. La práctica hace mejorar el desempeño, pero en este caso usted
aprenderá a escuchar su cuerpo de una manera más consciente, entonces, este se abrirá a la
dimensiones de su verdadera esencia.

EJERCICIO 7: COMPARACIÓN DE LOS EFECTOS DE LOS DISTINTOS TONOS DE LOS


CUENCOS CANTORES
Este ejercicio requiere de un compañero. Acuéstese sobre su espalda, relájese completamente y
pídale a su compañero que golpee un tono, empleando alternativamente, varios cuencos y distintos
tipos de batidores. Trate de sentir la diferencia entre golpear y frotar el cuenco.
¿Qué clase de percepciones surgen en su cuerpo y en sus células con un cuenco cantor en
particular? ¿Cuál es el efecto de los diferentes tonos, armonías y timbres? ¿Puede sentir alguna
comezón, cosquilleo, temblor, sensaciones involuntarias de movimiento, calor o frío? ¿Cambia de
alguna manera su nivel de energía o su conciencia?
RESONAR CON LOS CUENCOS CANTORES
Si golpea dos o más cuencos cantores, uno después del otro, la resonancia de su armonía individual
producirá una armonía conjunta. Algunos cuencos se refuerzan el volumen entre sí, mientras que
otros lo reducen. En algunos casos, un cuenco puede apoderarse del sonido o del tono del otro,
produciendo la armonía, el característico sonido cantor. Para nuestros oídos occidentales, esto no
siempre suena muy armonioso, porque los intervalos de la vibración natural en la armonía,
producidos en los cuencos cantores, no son comunes en la escala occidental a la que estamos
acostumbrados.
Por lo tanto, debemos aprender a escuchar otra vez, aprender a distinguir los sonidos y las armonías,
y luego a reagruparlos en nuestro cerebro para aceptarlos como sonidos armoniosos.
Es precisamente al permitir que los sonidos nos penetren, y al entregarnos a este sonido, como
vamos a alcanzar el estado de paz y aceptación, para poder ser uno con estas vibraciones.

EJERCICIO 8: EXPERIMENTE EMPLEAR SU VOZ CON LOS CUENCOS CANTORES


Tararear junto con el sonido de un cuenco cantor, puede ser una experiencia especial, porque
aumenta la resonancia en su cabeza; su propio cráneo trabaja como una caja natural de
resonancia.
El efecto puede ser muy armonioso, especialmente si hace esto con un tono que a usted le resulta
placentero. Generalmente, usted tararea con su boca cerrada, pero si forma las cinco vocales (o
elige sus propios sonidos como un “uau”, “au”, o el sonido primario uom”) con su boca
abierta, cerca del borde del cuenco vibrante, primero sin hacer ningún sonido y luego agregando
el sonido de sus cuerdas vocales, la armonía resonará profunda en su cabeza.

HALLAR SU TONO BÁSICO


Cuando realizo el ejercicio 9 con uno de mis cuencos cantores, no sólo experimento el efecto
resonante amplificado, sino que oigo un eco sobrenatural en mi cabeza y alrededor de mis oídos. Lo
que ocurre es que el lono de este cuenco cantor, el G, corresponde a lo que yo normalmente
reconozco como mi propio tono básico. Cuando tarareo una nota de manera espontánea, o recito el
sonido primario ―om‖ sin emplear ningún cuenco cantor ni ningún otro instrumento, generalmente
resulta ser la nota G. Cuando compré este cuenco cantor, tuve una sensación de reconocimiento:
―¡Este es mi cuenco, mi tono básico, mi sonido prístino!‖. La vibración de este sonido,
literalmente, penetró la mismísima médula de mis huesos, y esta fue por cierto, una sensación muy
placentera.
He notado que con este sonido puedo alcanzar mi propio núcleo, el centro en el cual vivo y trabajo.
Usted puede hallar su propio tono básico, empezando a tararear regularmente de manera
espontánea, y luego verificar este tono con un implemento afinador, que puede ser un piano, una
flauta dulce u otro instrumento. Si a menudo suele ser el mismo tono, casi seguro que este es su
tono básico, aunque esto podrá variar en las diferentes etapas de su vida y en distintas
circunstancias. Es un hecho afortunado que el tono básico de su propia voz sea la fuente de su
propia sanación. Su tono básico es su propia frecuencia primaria, su parte más auténtica, convertida
en vibraciones; es la música que siempre tiene en usted y con usted, y la armonía está
completamente en concordancia con su existencia. Cantar su tono básico funciona como un
generador, cargándolo de energía equilibrada que también puede irradiar hacia otras personas. Si
cree que descubrió su tono básico, la próxima tarea será hallar el cuenco cantor apropiado.

EJERCICIO 9: AUTOMASAJES CON CUENCOS CANTORES


Usted también puede administrarse un simple masaje sonoro. Cerciórese de que nadie lo moleste.
Acuéstese sobre su espalda, respire profundamente tres veces y trate de estar lo más relajado
posible. Coloque un cuenco con un sonido profundo sobre su estómago, en el medio de su cuerpo,
aproximadamente dos dedos debajo del ombligo, en el punto conocido por el budismo zen japonés,
como el punto hará. Respire tranquilamente desde el estómago. Haga sonar el cuenco con un
batidor de fieltro y sienta cómo las vibraciones pasan por su cuerpo. Entonces, podrá experimentar
con los cuencos en otros puntos, por ejemplo, en los puntos de los chakras. Los tonos más graves
generalmente funcionan mejor en los chakras inferiores, mientras que los tonos más agudos van
bien con los chakras superiores. Permanezca acostado durante algún tiempo y disfrute de los
sonidos y las vibraciones que ha sentido. Luego, regrese al aquí y ahora.
CONCIERTOS CON CUENCOS CANTORES. EL CUENCO CANTOR COMO INSTRUMENTO DE
ACOMPAÑAMIENTO
Cuando los músicos ofrecen una actuación en vivo con cuencos cantores, es importante que entren
en contacto con su público durante el concierto. Si hay una interacción buena y serena, es muy
probable que haya un particular sentido de unidad cósmica entre ellos. En un concierto con una
pequeña audiencia o durante los talleres o sesiones grupales, si todos traen su propio cuenco cantor
y lo ejecutan, puede llegar a resultar una experiencia muy especial.
Además del placer personal que puede sentirse al experimentar con estos sonidos, el hecho de
improvisar y probar ritmos con un grupo de personas, puede evocar una resonancia sagrada en el
grupo y desatar sentimientos primarios. Como dijo una vez Dries Langeveld: ―Se produce por su
propio consentimiento a través de usted‖.
Hay conciertos de cuencos cantores donde sólo se emplean cuencos de bronce, pero por supuesto
que también hay otros conciertos con varios instrumentos, tales como, tambores, gongs, címbalos,
tingshas, campanas tibetanas, cuernos de yac, didge-ridoos, flautas del dios Pan, Kalimbas digitales
(o pianos africanos), xilófonos, etc., los cuales también pueden combinarse con armonías vocales
y/o mantras. El músico que interpreta los cuencos cantores por su cuenta, obviamente está más
limitado en su elección de instrumentos que cuando está con un grupo de músicos. En las
grabaciones, las técnicas sofisticadas y los mezcladores de sonidos permiten reproducir una gran
orquesta de cuencos cantores interpretada tan sólo por una persona.
La música de los cuencos cantores, ya sea que se interprete en vivo o en una grabación, es
sumamente adecuada como acompañamiento de varias actividades diferentes: para rituales y
ceremonias, para bailar y efectuar movimientos, en tai chi y chi kung, yoga, masajes y todo tipo de
terapias creativas y meditativas. En resumen, hay una infinita gama de posibilidades para trabajar
con cuencos cantores.
EJERCICIO 12: IMPROVISACIÓN GRUPAL
Todos deberían tener un cuenco cantor favorito para poder improvisar juntos, creando una
composición sonora desde la nada. Se asombrará al ver cuán armonioso puede sonar esto.
También puede tener una sesión desordenada, con varios instrumentos distintos, que juntos van
bien con los cuencos cantores.
OTRAS APLICACIONES DE LOS CUENCOS CANTORES
Ya toqué el tema sobre la posibilidad de trabajar con cuencos cantores para la atención de la salud
física y psicológica, sin embargo, aún se encuentra en una temprana etapa experimental. No
obstante, es posible decir que queda bastante claro que las vibraciones de los cuencos cantores
ejercen positiva influencia sobre una sensación de bienestar en general. Ellas pueden:
- Estimular la energía de la vida.
- Propiciar el descanso y la relajación.
- Mejorar la concentración.
- Normalizar la presión arterial.
- Restablecer el equilibrio del sistema inmunológico.
- Sincronizar los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro.
- Aumentar la creatividad.
- Mejorar el sentido de la audición.
- Armonizar la respiración.
- Hacer que la gente se sienta cómoda.
Con todo, esta es una serie de efectos que contribuyen a acrecentar la dicha de la vida y la vitalidad
general, permitiéndonos manejar las dolencias provocadas por un estado de desequilibrio. Los
cuencos cantores nos ayudan a hallar el alivio de todo tipo de enfermedades y trastornos
psicosomáticos, tales como el dolor de cabeza, la migraña, la presión arterial alta, asma, alergias,
mojar la cama, tartamudeo, dolores de espalda, etc.
LOS CUENCOS TIBETANOS NO SON UNA MEDICINA ALTERNATIVA
Sin embargo, las vibraciones de los cuencos cantores no pueden reemplazar a los medicamentos que
un doctor puede llegar a prescribir. Por lo tanto, ante el caso de dolores persistentes, crónicos o de
enfermedades serias tales como el cáncer, sida, cuadros cardíacos, enfermedades psiquiátricas, etc.,
siempre es importante consultar con un médico antes de dar o recibir algún tratamiento con cuencos
cantores.
LA MÚSICA DEL FUTURO
Las posibilidades para nuevas aplicaciones de prácticas sanadoras con cuencos cantores existen en
las siguientes áreas, donde los experimentos ya se están llevando a cabo en pequeña escala, e
indudablemente, se ampliarán más en el futuro:
- Durante el embarazo, comenzando en el cuarto mes.
- Para bebes en incubadoras y para aquellos bebes inquietos.
- Para pacientes autistas o con discapacidades mentales.
- En pacientes con enfermedad de Alzheimer.
- En pacientes comatosos y con enfermedades terminales.
- ¡Otras posibles aplicaciones que aún no se descubrieron!
El tratamiento de sanación musical con cuencos cantores aún se halla en su infancia. Los métodos,
ejercicios y otras aplicaciones que aquí se presentaron, se basan ampliamente en las antiguas
técnicas chamánicas de diversas culturas, complementadas con introspecciones de la psicología
moderna, el sonido general y la musicoterapia, y distintos métodos sanadores alternativos. Por lo
tanto, estos métodos y técnicas aplicadas no son un reemplazo de la medicina clásica, aunque
deberán considerarse como una guía o una señal hacia la conciencia, la sanación y la transformación
para todo aquel que esté buscando su verdadera esencia.

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