Sunteți pe pagina 1din 23

Abstraction & Application 9 (2013) 27 − 49 UADY

Los Postulados de Euclides en Espacios Métricos

Luis M. Montes de Oca Mena1 , Didier A. Solis Gamboa2

1,2
Facultad de Matemáticas, Universidad Autónoma de Yucatán, México
1
mau19248@hotmail.com, 2 didier.solis@uady.mx

Abstract
Geometry as a deductive discipline has its roots in the ancient greek school of thought, being Thales
of Miletus its precursor and reaching its paramount in Euclid’s Elements. In this masterpiece Euclid
develops most of the geometrical facts known in Antiquity based on only five postulates. After twenty
six centuries, geometry is still of great relevance both in the realm of mathematics and other fields. In
recent times a wealth of different types of geometries has arisen, all of them sharing the same deductive
method established by the ancient greeks. This article is aimed to explore the prevalence of Euclid’s
postulates in modern geometry. More precisely, we focus in the various ways in which these postulates
have been reshaped in the context of the theory of metric spaces.
Resumen
La geometrı́a como disciplina deductiva tiene sus orı́genes en la antigua escuela griega, siendo su
precursor Tales de Mileto y alcanzando madurez en los Elementos de Euclides. En esta obra Euclides
desarrolla la mayor parte de la geometrı́a conocida hasta ese entonces a partir de tan sólo cinco postulados.
Después de veintiséis siglos la geometrı́a sigue siendo un área de gran importancia en las matemáticas
y en diversos ámbitos. En la actualidad existen muchos y muy variados tipos de geometrı́as, pero todas
ellas —y también todas las demás áreas de la matemática— se basan en el método deductivo diseñado
por los griegos. El presente trabajo pretende explorar los alcances de los postulados de Euclides en la
Geometrı́a contemporánea. De manera más precisa, nos enfocaremos en describir diversas formas en
que estos postulados han sido generalizados o contradichos dentro del ámbito de los llamados espacios
métricos.

Keywords and phrases : Postulados de Euclides, Euclid’s Postulates, Espacios Métricos, Metric spaces.

2010 M athematics Subject Classif ication : 28A80, 85-08, 65D18.

1. Introducción

Euclides es, sin lugar a dudas, uno de los más grandes y renombrados matemáticos de la antigüedad, no
sólo por sus aportaciones en el ámbito de la geometrı́a, sino también por su trabajo en teorı́a de números y
en diferentes áreas de las matemáticas. La Geometrı́a de Euclides, además de ser un poderoso instrumento
de razonamiento deductivo, ha sido extremadamente útil en muchos campos del conocimiento, como son la
Fı́sica, la Astronomı́a, la Quı́mica y diversas ingenierı́as. Desde luego, es muy útil en las Matemáticas.
Se conoce poco de la vida de Euclides, sin embargo, su obra sı́ es ampliamente conocida. Sabemos que
vivió en Alejandrı́a, al parecer en torno al año 300 a.C., en pleno apogeo de la producción cientı́fica emanada

27
28 Los Postulados de Euclides

de la Biblioteca de Alejandrı́a [14]. El nombre de Euclides está indiscutiblemente ligado a su famosa obra
“Los Elementos”, trabajo fundamental en el desarrollo de las matemáticas. Esta obra contiene buena parte
del conocimiento matemático acumulado hasta ese entonces y está distribuida en trece volúmenes, de los
cuales ocho se dedican a la Geometrı́a, cuatro a la Teorı́a de Números y uno a la teorı́a de proporciones
[12]. En los volúmenes relativos a Geometrı́a se presenta de manera formal, partiendo únicamente de cinco
postulados, el estudio de las propiedades de lı́neas, planos, cı́rculos, esferas, triángulos y polı́gonos regulares.
Probablemente ninguno de los resultados de Los Elementos haya sido demostrado por primera vez por
Euclides pero la organización del material y su exposición, sin duda alguna se deben a él. Esta obra es
importante, no sólo por la originalidad de sus contenidos, sino también por la sistematización, el orden y
tipo de argumentación que se usa en ella. En realidad se tiene una gran sı́ntesis no sólo de la producción
geométrica griega sino también de un compendio, usando el lenguaje geométrico de toda la matemática
elemental: Geometrı́a Plana y Espacial, Aritmética y Álgebra.
Debido a la detallada forma en que Euclides organiza Los Elementos, esta obra fue usada como referencia
y libro de texto por más de dos mil años hasta la aparición de la obra del matemático francés Adrien-Marie
Legendre a fines del siglo XVIII [13]. Si bien la maquinaria deductiva de Euclides no estuvo exenta de errores,
la claridad de su exposición le valió el ser considerada una de las obras más influyentes en la historia de la
humanidad. No fue sino hasta fines del siglo XIX que el matemático inglés David Hilbert logró establecer un
sistema axiomático consistente para la Geometrı́a Plana [1].

1.1. Los postulados de Euclides y el concepto de distancia

Euclides construye sus argumentaciones basándose en un conjunto de cinco nociones comunes (axiomas),
los cuales son principios o propiedades que se admiten como ciertas por ser evidentes, esto es, no necesitan
de prueba alguna. Dichas nociones son válidas en un gran abanico de contextos. Además de nociones co-
munes Euclides considera cinco postulados, los cuales se refieren a situaciones geométricas que también se
consideraban autoevidentes. Al parecer Euclides tomó como principios evidentes enunciados que eran claros
a la vista, pero que sin embargo requieren de una formulación más precisa que la dada por él mismo. A
partir de dichos axiomas se deducen los ciento cuatro teoremas y corolarios presentes en los volúmenes I, II,
III, IV y VI de Los Elementos. Los postulados de Euclides son [2]:

(1) Por dos puntos diferentes se puede trazar una única lı́nea recta.

(2) Todo segmento rectilı́neo se puede prolongar indefinidamente.

(3) Con un centro y un radio dados se puede trazar una única circunferencia.

(4) Todos los ángulos rectos son iguales.

(5) Si una recta corta a otras dos formando a un lado ángulos internos, y la suma de estos es menor que
dos rectos, entonces las dos rectas prolongadas indefinidamente se cortarán de ese lado.

Toda la Geometrı́a clásica se desarrolló en base a estos postulados, que también sirvieron de bases
fundamentales para otras áreas de la matemática. Cabe destacar que los conceptos básicos de la Geometrı́a
Euclidiana no fueron definidos de manera precisa, por ejemplo, Euclides definió un punto como “aquello que
no se puede dividir ”, la lı́nea como “una longitud sin anchura” y la recta como “una lı́nea cuyos puntos están
distribuidos homogéneamente”. De igual modo la definición de ángulo es vaga, ya que es la “inclinación de
una recta sobre otra” [2].
Una de las aportaciones más significativas de John Playfair fue reescribir el Quinto Postulado de Euclides
en una versión más comprensible, el llamado Postulado de Playfair que enuncia lo siguiente:

Dados una recta y un punto que no esté en ella, es posible dibujar exactamente una recta a través del punto
y que sea paralela a dicha recta.
Montes de Oca, L., Solı́s, D. 29

El Quinto Postulado fue objeto de análisis desde al menos el siglo XVIII, de hecho algunos matemáticos
como Gerónimo Sacchieri, no convencidos de la obviedad del último postulado, decicieron tratar de demos-
trarlo. Otros matemáticos como Janos Bolyai y Nikolai Lobachevsky decidieron optar por otros caminos y en
consecuencia surgieron otros tipos de Geometrı́as, actualmente conocidas como Geometrı́as No Euclidianas.
Estas Geometrı́as no aceptan la existencia de una única paralela a una recta dada por un punto dado, como
lo afirma el Quinto Postulado de Euclides, sino que toman por cierto que si bien pueden existir una infinidad
de ellas, también pudiera no existir alguna, como es el caso de la Geometrı́a Hiperbólica y la Geometrı́a
Esférica respectivamente [3].
En la formulación de los cinco postulados de Euclides, de manera implı́cita se han considerado nociones
métricas, es decir, nociones relativas a medidas, en este caso, de magnitudes geométricas. En efecto, el tercer
postulado nos habla de la existencia y unicidad de un cı́rculo dado su radio y su centro, pero en la misma
definición de cı́rculo está presente el concepto de distancia, el cual es claramente un concepto métrico. De
manera similar, en los postulados cuatro y cinco podemos hallar la noción de medida de un ángulo. De
hecho dos importantes resultados matemáticos que fueron demostrados varios siglos antes de la aparición
de Los Elementos están directamente relacionados con el concepto de distancia, estos son: el Teorema de
Pitágoras y el Teorema de Tales. La centralidad del concepto de distancia en la Geometrı́a Euclidiana no fue
comprendida del todo hasta el advenimiento de la Geometrı́a Analı́tica a mediados del siglo XVII. De hecho
hv, wi
la conocida fórmula analı́tica [cos θ = ] permite calcular las magnitudes de ángulos en términos de
kvkkwk
longitudes. Por tanto, podemos afirmar que el concepto de distancia es indispensable en la formulación de
la Geometrı́a Euclidiana.

1.2. La distancia y sus propiedades

Una de las más grandes aportaciones a la Geometrı́a fue hecha por René Descartes al identificar cada
punto del plano con una pareja de números. Esta identificación permite definir matemáticamente la distancia
euclidiana y ası́ observar algunas de sus propiedades. Dados los puntos A y B en el plano, que se identifican
por medio de las coordenadas (x1 , y1 ) y (x2 , y2 ) respectivamente, se puede demostrar que la distancia entre
ellos d(A, B), obedece la relación
p
d(A, B) = (x2 − x1 )2 + (y2 − y1 )2 .

Lo anterior se deriva del Teorema de Pitágoras ya que la distancia d resulta ser la hipotenusa de un triángulo
rectángulo de lados |x2 − x1 | y |y2 − y1 |, como lo muestra la siguiente figura:

Distancia Euclidiana

Notemos que por la naturaleza de la expresión d(A, B) tenemos que:

d(A, B) ≥ 0 y d(A, B) = 0 si y sólo si A = B


30 Los Postulados de Euclides

Esta última afirmación tiene muchas aplicaciones prácticas, como por ejemplo la técnica de demostración
conocida como unicidad del punto, que consiste en notar que en un segmento rectilı́neo sólo existe un punto
que lo divide en una razón dada.
Otra propiedad de importancia, es la reflexividad, que consiste en que la distancia de A hacia B es la
misma distancia que hay de B hacia A, es decir, la distancia es invariante con respecto al sentido. Por último,
si tres puntos A, B y C en el plano están alineados de tal forma que B está entre A y C se tiene la igualdad

d(A, B) + d(B, C) = d(A, C).

Por otro lado, si dichos puntos no están alineados entonces forman un triángulo cuyos lados tienen longitud
d(A, B) = c, d(B, C) = a , d(A, C) = b y satisfacen la desigualdad del triángulo.

Desigualdad del triángulo: c + b > a

Para probar el hecho anterior recurriremos a la fórmula conocida como ley de cosenos:

c2 = a2 + b2 − 2ab cos γ,

donde 0 < γ < π es el ángulo opuesto al lado c. Con esto último tendremos

c2 = a2 + b2 − 2ab cos γ > a2 + b2 − 2ab = (a − b)2 ,

pues cos γ < 1, ası́ que c > |a − b| y en consecuencia c + b > a ó c + a > b, que dependerá de cual lado sea
mayor. Como el proceso antes mostrado no depende de las longitudes de los lados del triángulo, en conclusión
se tiene c + b > a.

2. Espacios métricos

Para poder generalizar la noción de distancia es necesario prestar atención a las propiedades de la distancia
euclidiana que se elucidaron en la sección anterior. Al abstraer dichas propiedades podremos determinar si
alguna estructura matemática concreta comparte algunas de las caracterı́sticas de la Geometrı́a Euclidiana.
En particular estaremos interesados en observar bajo qué condiciones es posible definir postulados semejantes
o análogos a los postulados de Euclides. De manera intuitiva diremos que un espacio métrico es un conjunto
X dotado con cierta forma de medir –llamada la métrica– la cercanı́a entre cualesquiera dos de sus elementos.
En este sentido podrı́amos decir que los elementos del conjunto X son los puntos a los que Euclides se referı́a
y que la métrica es el análogo a la distancia euclidiana, la que nos permitirá definir adecuadamente los
conceptos de lı́neas rectas y circunferencias. Las propiedades relevantes de la métrica euclidiana quedan
contenidas en la siguiente definición:
Consideremos a X un conjunto no vacı́o. Sea d un función real definida en el conjunto X × X , esto es,
d : X × X −→ R, y de tal forma que d satisface las siguiente propiedades:

(i) d(x, y) ≥ 0, ∀x, y ∈ X y d(x, y) = 0 si y sólo si x = y.


Montes de Oca, L., Solı́s, D. 31

(ii) d(x, y) = d(y, x), ∀x, y ∈ X.


(iii) d(x, z) ≤ d(x, y) + d(y, z), ∀x, y, z ∈ X.

Decimos que la pareja (X, d) es un espacio métrico y que d es una métrica de X [9, 11].
En otras palabras, lo anterior quiere decir que: (1) las distancias son no negativas y el único punto a
distancia cero de x es el mismo x, (2) la distancia es una función simétrica y (3) la distancia satisface la
desigualdad del triángulo, esto es, la longitud de un lado de un triángulo es menor que la suma de las
longitudes de los otros dos lados, entendiendo por triángulo a cualquier agrupación de tres elementos x, y, z
en X.
Con la definición anterior de distancia es posible definir el concepto de circunferencia usando exactamente
la noción euclidiana. Es decir, se define una circunferencia como aquel conjunto de puntos de X cuya distancia
a un punto fijo es constante. En efecto, el tercer postulado establece que

“con un centro y radio dados, sólo es posible trazar una circunferencia”.

El punto fijo se conoce como centro y la longitud constante es el radio de la circunferencia. Por tanto es
posible dar la siguiente noción formal de circunferencia en cualquier espacio métrico:
Sean (X, d) un espacio métrico, x un punto en X y r ∈ R+ (donde R+ es el conjunto de los números
reales que son positivos). Definimos a la circunferencia con centro en x y radio r respecto a la métrica d, y
la denotamos como Cd (x, r), al conjunto de puntos:
Cd (x, r) = {c ∈ X|d(x, c) = r}.
Algo importante que se podrı́a notar de la definición anterior es que el centro no forma parte de la circunfe-
rencia debido a que d(x, x) = 0 6= r (recordemos que r > 0).
En cuanto al concepto de recta, es bastante difı́cil y complejo dar una definición formal de la misma.
Aunque Euclides manejaba este concepto de un modo intuitivo, en la práctica su referente es constructivo
debido al uso de la regla: una barra de madera larga y recta que idealmente podı́a extenderse cualquier
longitud en ambas direcciones. Los postulados:

“Dados dos puntos en el plano, es posible trazar una sola lı́nea recta que pase por ellos”
y
“Todo segmento rectilı́neo se puede prolongar indefinidamente”

en realidad provienen de la experiencia empı́rica, ya que nos indican cómo usar esta regla. A pesar de este
problema, podemos enfocarnos en varias de las cualidades o propiedades de la recta euclidiana para tratar
de llegar a un concepto más claro, formal y general. Por ejemplo algunas de las propiedades a considerar
serı́an:

(1) Una lı́nea recta siempre estará formada por puntos del conjunto, es decir, siempre se mantendrá dentro
de él.
(2) Una lı́nea recta es aquella que hace mı́nima la distancia entre dos puntos que une.
(3) Una lı́nea recta preserva cierta “dirección” cuando une dos puntos.

El postulado:

“Todos los ángulos rectos son iguales”

realmente obedece a un requerimiento lógico. El hecho que Euclides querı́a justificar es el siguiente: si por
un punto exterior a una recta se traza la perpendicular a ella entonces el ángulo llano se divide en dos partes
congruentes.
Finalmente, notemos que el Quinto Postulado
32 Los Postulados de Euclides

“Si una recta corta a otras dos formando a un lado ángulos internos, y la suma de estos es menor que dos
rectos, entonces las dos rectas prolongadas indefinidamente se cortarán de ese lado”,

que en apariencia depende del paralelismo y por tanto de la medida de ángulos, en realidad sienta sus raı́ces
en propiedades derivadas de la distancia. Este hecho fue observado primeramente por Carl F. Gauss en su
estudio de la geometrı́a de curvas y superficies. La interdependencia entre el Quinto Postulado y el concepto
de distancia se formaliza a través del trabajo de Bernard Riemann y tiene implicaciones profundas como el
célebre Teorema de Hopf-Rinow [5].

3. Galerı́a de Espacios métricos

Como veremos a continuación muchas y muy diversas situaciones pueden modelarse matemáticamente
usando espacios métricos. Desde la definición abstracta de la distancia en cualquier espacio euclidiano hasta
su aplicación en el contexto de las gráficas conexas, la teorı́a de espacios métricos abarca un amplio espectro
de aplicaciones.
Nuestro primer ejemplo demuestra que cualquier conjunto puede ser considerado un espacio métrico.

3.1. El espacio métrico discreto

Consideremos un conjunto no vacı́o X. Sea dD : X × X −→ R la función definida como sigue:



1 si x 6= y
dD (x, y) =
0 si x = y

La función dD es conocida como la métrica discreta, y al par (X, dD ) se le conoce como el espacio métrico
discreto [9]. Con esta forma de medir en cualquier conjunto X podemos calcular las circunferencias asociadas
con la métrica discreta. Sea x un punto fijo en X y tomemos r 6= 1. Como dD (x, y) = 0 ó dD (x, y) = 1
∀y ∈ X entonces no existirá y ∈ X de tal forma que dD (x, y) = r (debido a que r 6= 1 y r > 0), entonces
CdD (x, r) = ∅, con r 6= 1. Por otro, lado si r = 1 entonces sucede que todos los puntos y ∈ X, y 6= x,
cumplirán dD (x, y) = 1. Esto quiere decir que CdD (x, 1) = X \ {x}. Todo lo anterior nos dice lo siguiente: si a
un conjunto X lo dotamos con la métrica discreta, entonces las circunferencias o bien son el conjunto vacı́o,
o son los subconjuntos de X que carecen de un sólo punto que es el centro de la circunferencia. Más aún,
si X tiene un número finito de elementos, entonces la cantidad de circunferencias distintas es exactamente
|X| + 1.

Circunferencias en la métrica discreta


Montes de Oca, L., Solı́s, D. 33

3.2. La recta real R

El conjunto de los números reales ha sido ampliamente estudiado desde muchas perspectivas, ya sea
como conjunto, como espacio vectorial, como espacio topológico, ó simplemente como a muchos geómetras
nos gusta visualizarlo, esto es, como una lı́nea recta en la que todos los números reales pueden ser acomodados,
dándoles cierto orden.

La recta real

Como espacio métrico, R puede ser provisto de una cantidad infinita de formas de medir, ciertamente el
valor absoluto es una de ellas. Recordemos que el valor absoluto | · | es una función | · | : R −→ R+ ∪ {0}
definida como sigue

x si x ≥ 0
|x| =
−x si x < 0

Ası́ que la función d : R × R −→ R dada por d(x, y) = |x − y|, ∀x, y ∈ R, claramente es una métrica para
R. Fijemos un punto x ∈ R y una longitud r > 0, entonces los puntos y ∈ R que satisfacen la condición
|x − y| = r son y = x ± r. Esto quiere decir que la circunferencia con centro en x y radio r, bajo la métrica
d antes descrita, contiene sólo dos puntos:

Cd (x, r) = {x + r, x − r}.

La forma anterior de definir en R una distancia es la usual, sin embargo, existen muchas formas diferentes
de definir una distancia en R, aquı́ presentamos otro ejemplo. La función m : R × R −→ R definida como
m(x, y) = mı́n{|x − y|, 1}, ∀x, y ∈ R es una métrica conocida como la métrica acotada [7].
Las circunferencias asociadas a la métrica acotada tienen formas más variadas, ya que dependerán del
radio. Primero que nada, debido a que m(x, y) = mı́n{|x − y|, 1} ≤ 1, todas las circunferencias de radio r > 1
serán el conjunto vacı́o, esto significa que sólo nos interesan circunferencias con radio 0 < r ≤ 1. Sea x ∈ R y
tomemos r = 1, los puntos y ∈ R que satisfacen m(x, y) = 1 son tales que mı́n{|x − y|, 1} = 1, es decir, son
tales que |x − y| ≥ 1, de donde x − y ≥ 1 ó x − y ≤ −1, esto es y ≤ x − 1 ó x + 1 ≤ y, o lo que es lo mismo:

Cm (x, 1) = (−∞, x − 1] ∪ [x + 1, +∞)

Sea ahora r < 1, los puntos y ∈ R tales que m(x, y) = r, es decir mı́n{|x − y|, 1} = r < 1, de donde
r = |x − y| < 1, y ası́ y = x ± r. Por lo tanto, para r < 1 se tiene que:

Cm (x, r) = {x − r, x + r}.

Ambos casos los mostramos a continuación:

Circunferencias con la métrica acotada.

Hagamos notar que si en vez de definir m como se hizo anteriormente, se define como ma (x, y) =
mı́n{|x − y|, a}, para a > 0, resulta que (R, ma ) es también un espacio métrico, esto quiere decir que a R se
le puede dotar de muchas maneras de medir.
34 Los Postulados de Euclides

3.3. El espacio euclidiano Rn

Desde el punto de vista geométrico, Rn puede ser considerado como el conjunto de puntos que dependen
de un sistema coordenado formado por n ejes, pasando por un punto O llamado origen y que tiene por
coordenadas (0, 0, . . . , 0). Cada uno de dichos ejes es perpendicular a todos los demás, y además cada uno
de estos determina una coordenada o entrada de cada punto x ∈ Rn . Por ejemplo, en el caso n = 1 se tiene
la recta real R (un sólo eje), si n = 2 se tendrá el plano cartesiano, generado por dos ejes coordenados x y
y, y si n = 3 se tiene una representación del espacio tridimensional cuyo sistema coordenado está formado
por tres ejes x, y y z.

El Espacio Euclidiano Rn

Formalmente Rn es el espacio de las n-tuplas de números reales, es decir, el conjunto de todos los puntos
x = (x1 , x2 , . . . , xn ) donde xi ∈ R, i = 1, 2, . . . , n. Se puede probar que la función d : Rn × Rn −→ R dada
por: v
u n
uX
d(x, y) = t (xk − yk )2
k=1

donde x = (x1 , x2 , . . . , xn ) y y = (y1 , y2 , . . . , yn ), es una métrica en Rn , llamada la métrica euclidiana [11].


El estudio de las propiedades de este espacio métrico ha sido fundamental a lo largo de la historia, debido
a que nuestra percepción de medida en la vida cotidiana proviene justamente de la distancia d: el cálculo
de longitudes de segmentos, áreas o volúmenes, y los conceptos propios del cálculo, tales como derivadas
o integrales son sólo algunos ejemplos de ello. Usando esta forma de medir, las circunferencias centradas
en el origen en los casos particulares n = 1, n = 2 y n = 3 son: dos puntos, circunferencias y esferas
respectivamente. En general el conjunto Cd (O, r), también denotado por Srn−1 está dado por:

Srn−1 = {(x1 , x2 , . . . , xn ) ∈ Rn |x21 + x22 + · · · + x2n = r2 }

Sr1 ∈ R2 Sr2 ∈ R3
Montes de Oca, L., Solı́s, D. 35

Circunferencias euclidianas en dimensiones n = 0, 1 y 2

En muchas ocasiones conviene visualizar a Rn como un conjunto de vectores, esto es, dado un punto
a = (a1 , a2 , . . . , an ) ∈ Rn , un vector es el segmento de recta que va desde el origen O en dirección hacia el
punto a, y lo simbolizamos por ~a. En cierta forma lo importante de dichos vectores es el sentido y dirección
que estos toman, de hecho se dice que ~a y ~b son paralelos si existe un número real ó escalar λ de tal forma
que ~a = λ~b. Geométricamente lo que produce multiplicar un vector por un escalar es incrementar o disminuir
su tamaño, o inclusive cambiar su sentido, todo depende del valor y signo de λ. Esta observación es de gran
importancia debido a que el paralelismo entre dos vectores solo depende de la dirección de estos. De esta
manera, definimos formalmente las rectas en Rn como se muestra a continuación. Sean p ∈ Rn y ~v ∈ Rn , el
conjunto de vectores:
l = {p + t~v |t ∈ R}
define una recta en Rn , como lo indica la siguiente figura:

La recta euclidiana desde el punto de vista vectorial

Gracias al Cálculo Vectorial podemos calcular la longitud de l entre dos puntos, esto es, si p = (p1 , p2 , . . . , pn ),
~v = (v1 , v2 , . . . , vn ), y se tienen dos puntos a = l(ta ) = (p1 + ta v1 , . . . , pn + ta vn ) y b = l(tb ) = (p1 +
tb v1 , . . . , pn + tb vn ), entonces la longitud de l entre los puntos a y b, sa,b , estará dada por:
v
Z tb Z tb Z tb u n
uX 2
sa,b = |l0 (t)|dt = |~v |dt = |~v | dt = (tb − ta )|~v | = (tb − ta )t vk
ta ta ta k=1

además v v v
u n u n u n
uX 2
u X
2 2
uX 2
d(a, b) = t [pk + tb vk − (pk + ta vk )] = t (tb − ta ) vk = (tb − ta )t vk
k=1 k=1 k=1

de donde sa,b = d(a, b), es decir l realiza la distancia entre a y b. Otra cosa muy interesante que podemos
notar es que el paralelismo de dos rectas lo podemos determinar en base a los vectores dirección de cada una
de ellas, esto es, formalmente si se tienen las rectas l1 (t) = p1 + t~v1 y l2 (t) = p2 + t~v2 entonces l1 y l2 son
paralelas si y sólo si ~v1 y ~v2 son paralelos.

3.4. La métrica del elevador

En la vida cotidiana nos podemos econtrar con muchas situaciones que se pueden modelar matemáti-
camente, tal es el caso de nuestro siguiente ejemplo. Supongamos que nos escontramos en una ciudad con
varios edificios en nuestro alrededor y que seguidamente nos tenemos que trasladar de uno hacia otro. Por
ejemplo, para ir del piso A de un edificio hacia el piso B de otro (como se muestra en la figura), bajamos por
elevador hacia la planta baja, caminamos por la calle hasta llegar al otro edificio, y finalmente subimos por
36 Los Postulados de Euclides

el elevador para llegar al piso B. Si queremos movernos de un piso a otro en el mismo edificio, únicamente
bajamos o subimos por el elevador como se muestra en el dibujo

La métrica del elevador

Si consideramos al semiplano superior de un sistema de coordenadas con centro en O y eje x una recta
l, se tendrá lo siguiente. Para ir del punto A al punto B se tiene que seguir la siguiente regla: A se proyecta
sobre l en A0 (AA0 ⊥ l), B se proyecta en l en B 0 (BB 0 ⊥ l), y luego para ir de A hacia B se sigue el camino
AA0 → A0 B 0 → B 0 B, esto siempre y cuando A0 y B 0 no coincidan, o que es lo mismo que B se encuentre sobre
la recta AA0 , y en tal caso el desplazamiento se hace sobre dicha recta, es decir A → B. Matemáticamente
cada punto del semiplano S está identificado por unas coordenadas, supongamos que A(a1 , a2 ) y B(b1 , b2 ),
entonces la distancia de A hacia B estará dada por a2 + b2 + |a1 − b1 | ó |a2 − b2 | en dado caso que A0 y B 0
coincidan. El nombre de métrica del elevador hace alusión al parecido movimiento que hacen los elevadores,
al subir o bajar de uno de ellos. Formalmente, sea dE : S × S −→ R definida como

a2 + b2 + |a1 − b1 | si A0 6= B 0

dE (A, B) =
|a2 − b2 | si A0 = B 0

entonces la pareja (S, dE ) es un espacio métrico [8]. Las rectas en (S, dE ) podrı́an pensarse como los caminos
que hay que seguir para ir de un punto a otro, es decir, dados dos puntos A y B y sus respectivas proyecciones
A0 y B 0 sobre l (y pensemos en un momento que A0 6= B 0 ), entonces la recta que unirı́a a estos dos puntos
−−→ −−→
es la que está formada por las semirectas A0 A, B 0 B y el segmento A0 B 0 , gráficamente se tiene:

Rectas en la métrica del elevador

Más aún, si se tienen dos puntos sobre la lı́nea roja trazada, el camino que habrı́a que seguir para llegar
de uno a otro tendrı́a que ser sobre esa misma lı́nea. También podemos ver que la recta que une A y B
minimiza la distancia entre dichos puntos, debido a que esa es la forma en que se midieron las distancias,
Montes de Oca, L., Solı́s, D. 37

esto es, la forma en que se mide gracias a dE . Ahora, un concepto que sı́ requiere un poco más de análisis
es el de las circunferencias que aquı́ podemos encontrar. Sea entonces A un punto, y supongamos que A no
está sobre l, ası́ sea A0 la proyección de A sobre l y designemos por a a la longitud de AA0 , esto es AA0 = a.
Suponiendo que tomaremos por centro al punto A, se tienen tres casos para la elección del radio r de nuestras
circunferencias. Cuando r = a, eventualmente la circunferencia CdE (A, a) estará formada por dos puntos,
dichos puntos son A0 y el otro es el reflejo de A0 con respecto a A, esto es, es un punto A00 en la recta que
pasa por AA0 de tal forma que A es punto medio del segmento A0 A00 . Si elegimos r < a, de nuevo se tienen
dos puntos P y Q de tal forma que A es punto medio de P Q y el segmento P Q mide 2r. Estos dos casos
anteriores los podemos observar en la siguiente figura:

Circunferencias en la métrica del elevador con r ≤ a

Por último consideremos el caso en el que r > a. Debido a que r es más grande que a se tendrán primero
dos puntos E y E 0 sobre l, y un punto más E 00 sobre la recta AA0 , que satisfagan dE (A, E) = dE (A, E 0 ) =
dE (A, E 00 ) = r, más aún estos puntos deben satisfacer que A0 E = A0 E 0 = r − a y que AE 00 = r, debido a
que dE (A, A0 ) = a, justamente como se observa en el dibujo de la izquierda:

Circunferencias en la métrica del elevador con r > a

Sea además D un punto en A0 A de tal forma que DA0 = r − a. Mostraremos que nuestra circunferencia
con centro en A y radio r, es decir CdE (A, r), está conformada por los segmentos DE, DE 0 y el punto E 00 ,
salvo el punto D. Tomemos entonces un punto P , por ejemplo de DE (el caso de que P esté en DE 0 es
completamente análogo), y consideremos a P 0 como la proyección de P sobre la recta l (dicha proyección
cae sobre el segmento A0 E). Dado que A0 y P 0 son proyecciones, se tendrá necesariamente que las rectas
AA0 y P P 0 son paralelas entre sı́ y ası́ los triángulos DA0 E y P P 0 E son semejantes. Notemos también que
como DA0 = r − a = EA0 y los triángulos DA0 E y P P 0 E son semejantes, entonces P P 0 = EP 0 . Por último
fijémonos que r = de (A, E) = AA0 + A0 E = AA0 + (A0 P 0 + P 0 E) = AA0 + A0 P 0 + P 0 P = de (A, P ), de donde
dE (A, P ) = r, lo que se querı́a probar. Para el caso de que A0 esté sobre la recta l, se tienen de manera
análoga los resultados anteriores, salvo ahora que A = A0 y la recta AA0 es una recta que es perpendicular
a l y pasa por A.
38 Los Postulados de Euclides

3.5. La métrica del centro

Otra situación de la vida cotidiana que se puede describir en términos de una métrica es el traslado de
un sitio a otro en transporte público. En muchas ocasiones es necesario llegar al centro de la ciudad o algún
centro de distribución vial para poder moverse de un lugar a otro. Un claro ejemplo es la ciudad de Mérida,
en la que la mayorı́a de los transportes urbanos tienen sus paraderos en el centro de la ciudad. Por ejemplo
para ir en transporte urbano del punto A al punto B se tendrı́a que seguir un camino como el que se muestra
en la figura.

La métrica del centro

Para describir esta situación matemáticamente consideremos el plano euclidiano R2 y un punto O que está fijo
en él; si se quiere ir de un punto A a un punto B, siempre que A, O y B no esten alineados, se hace de la
siguiente manera: primero se recorre de A hacia O sobre la recta AO y luego se desliza de O hacia B sobre
la recta OB. Si A, O y B están alineados, para ir de A hacia B únicamente hay que recorrer el segmento
AB. Con lo anterior, definamos la siguiente forma de medir dC : R2 × R2 −→ R


AB si A, B, O están alineados
dC (A, B) =
AO + OB si A, B, O no están alineados

entonces (R2 , dC ) es un espacio métrico [8]. Al igual en el ejemplo anterior, la forma de moverse por el
plano R2 determina una manera muy clara de observar las rectas del espacio métrico (R2 , dC ), semirectas
que empiezan en una dirección y se abren en otra. No obstante un elemento interesante de análisis son las
circunferencias que obtendremos aquı́. Si trazamos circunferencias con centro en O y radio r, obtendremos
las mismas circunferencias que se obtendrı́an con la métrica usual de R2 . Por otro lado veamos que ocurre
cuando el centro es un punto A diferente de O. Sea a la distancia que hay de A hacia O, esto es, el segmento
OA mide a. Si tomamos por centro A y un radio r de tal forma que r ≤ a, las circunferencias eventualmente
serán únicamente dos puntos, dichos punto P y Q son tales que P , A, Q y O están alineados y A es punto
medio del segmento P Q. Por último, cuando tomemos un radio r > a la circunferencia con centro en A y
radio r se verá como en la figura de la derecha:
Montes de Oca, L., Solı́s, D. 39

Circunferencias en la métrica del centro

El conjunto CdC (A, r) se trata de una circunferencia con centro en O y radio r − a junto con el punto
que no está sobre dicha circunferencia y está a distancia r de A(la región pintada de azul en la figura de
la derecha), sin embargo el punto que queda entre O y A y es punto de intersección de la circunferencia de
radio r − a con la recta OA no está incluido. Es importante notar que en ningún momento utilizamos el
hecho de estar trabajando en un plano, en otras palabras esto significa que la hipótesis de trabajar en un
lugar bidimensional no fue requerida. Por tanto podemos definirla en el espacio euclidiano Rn , usando la
métrica euclidiana para medir la distancia entre dos puntos y poder trabajar con las herramientas usuales
del espacio ambiente Rn .

3.6. La métrica del taxi

La métrica del taxi

Cuando alguien se desplaza de un lugar a otro, por ejemplo de su domicilio al trabajo, por lo general
calcula el tiempo que tardará en llegar en base a la distancia que debe recorrer, y a menudo descubre con
desagrado que los cálculos no se corresponden con la realidad. El tráfico, los semáforos, la disposición de las
calles, todo parece confabularse en contra de los planes que se han hecho. El problema es que cuando uno
imagina el trayecto, lo dibuja en su mente de manera ideal, a veces incluso, casi en lı́nea recta, sin embargo,
la realidad no es geométricamente ideal. No sólo se trata de semáforos abarrotados o camiones ocupados
en descargas imprevistas, también influye que las manzanas no son perfectamente cuadradas, los cruces de
las calles no describen ángulos rectos perfectos, etc. Observemos la figura anterior e imaginémonos que nos
disponemos a realizar nuestro recorrido de cada dı́a, cuando vamos a la escuela, el trabajo etc., supongamos
que cada cuadro de la figura representa una manzana, y los espacios entre estas las calles por las que uno
transita. Sin ánimo de complicarnos, supongamos también que dichas manzanas son de lado 1. El lugar de
salida es el taxi, el destino a llegar es la casa. Si uno se pregunta sobre la distancia más corta para llegar a
40 Los Postulados de Euclides

la casa, francamente responde que es la lı́nea que une los dos puntos, debido a que es la hipotenusa de un
triángulo rectángulo, sin embargo esta no es la realidad, debido a que en las calles uno no puede pasar por
encima de los edificios o casas, sino que para llegar a su destino tendrı́a que andar por las calles de la ciudad.
Esto último hace referencia a que el camino más corto para llegar a la casa desde el taxi es avanzar cuatro
calles hacia la derecha y luego subir tres mas (desde nuestra perspectiva), recorriendo ası́ 7 manzanas. Uno
puede verificar que este es el mı́nimo
 demanzanas
  que se necesitan para llegar a la casa, más aún uno puede
4+3 7
comprobar que existen de hecho = = 35 posibilidades para llegar a la casa, partiendo desde el
3 3
taxi. En este sentido si nosotros consideramos a una ciudad que tiene forma de cuadrı́cula, y le asignamos
un origen, cada intersección de calles podrı́a ser representada por una pareja de números, como se hace en
el plano cartesiano. Dados los puntos A(a1 , a2 ) y B(b1 , b2 ), la distancia que se recorre de A a B como se vio
en la figura, estará dada por

dT (A, B) = |a1 − b1 | + |a2 − b2 |,

a esta última expresión se le conoce como la métrica del taxi [4]. La geometrı́a de este espacio métrico es muy
peculiar e interesante. Para comenzar con nuestro análisis estudiaremos la congruencia de triángulos en la
geometrı́a del taxi. Recordemos que en el contexto de la geometrı́a euclidiana si tenemos dos triángulos ABC
y A0 B 0 C 0 tales que AB = A0 B 0 , AC = A0 C 0 y ∠CAB = ∠C 0 A0 B 0 entonces los triángulos son congruentes.
Este hecho demostrado por Euclides recibe hoy el nombre de criterio de conguencia LAL (lado-ángulo -lado).
El criterio LLL es muy intuitivo en el ámbito de la geometrı́a, sin embargo, resulta ser falso en la geometrı́a
del taxi, como el siguiente ejemplo lo ilustra:

Triángulos en la métrica del taxi

Notemos que dT (A, B) = 4 = dT (A, C) y ∠BAC = 90◦ , además dT (A0 , B 0 ) = 4 = dT (A0 , C 0 ) y


∠B 0 A0 C 0 = 90◦ . No obstante, los triángulos ABC y A0 B 0 C 0 no son congruentes ya que dT (B, C) = 4 en
tanto que dT (B 0 , C 0 ) = 8. Vale la pena notar que ABC resulta ser un triángulo equilátero mas no equiángulo.
Para calcular las circunferencias en la métrica del taxi consideremos primero un caso particular tomando
como centro O = (0, 0) y radio r = 4.
Montes de Oca, L., Solı́s, D. 41

Circunferencias en la métrica del taxi

Una primera observación nos hace ver que los puntos K(x, y) de coordenadas enteras que satisfacen
dT (P, O) = 4 son todos los puntos rojos, de la primera figura, es decir:

(4, 0), (3, 1), (2, 2), (1, 3), (0, 4), (−1, 3), (−2, 2), (−3, 2)

En general los puntos K(x, y) que satisfacen que dT (K, O) = 4 son tales que |x − 0| + |y − 0| = 4, es decir
|x| + |y| = 4. Dicho lugar geométrico es el cuadrado de la segunda figura.

3.7. La métrica de Hamming

La distancia de Hamming, denominada ası́ en honor a su inventor Richard Hamming profesor de la


Universidad de Nebraska, es una métrica capaz de establecer un algoritmo para la detección y auto-corrección
de códigos y se define como el número de bits que tienen que cambiarse para transformar una palabra de
código válida en otra palabra de código válida. Si dos palabras de código difieren en una distancia dH , se
necesitan dH errores para convertir una en la otra. Esta forma de medir se emplea en la transmisión de
información digitalizada para contar el número de desvı́os en cadenas de igual longitud y estimar el error,
por esto se denomina a veces como distancia de señal. La métrica de Hamming depende de la diferencia entre
una palabra de código válida y otra, cuanto mayor sea esta diferencia, menor es la posibilidad de que un
código válido se transforme en otro código válido por una serie de errores. Para nuestros fines nos fijaremos
únicamente en palabras binarias de longitud fija n, y al conjunto de todas estas palabras lo denotaremos por
Fn2 . Entonces, dados x, y ∈ Fn2 definimos dH : Fn2 × Fn2 −→ R, como sigue

dH (x, y) = el número de entradas en las que difieren x y y,

entonces (Fnq , dH ) es un espacio métrico. Por ejemplo, en F42 se tiene que

dH (1001, 0000) = 2 y dH (1010, 0101) = 4.

Uno de los ejemplos clásicos que se vinculan con la distancia de Hamming es considerar a F32 , es decir, las
palabras binarias de longitud 3 que se muestran a continuación:

{(0, 0, 0), (1, 0, 0), (1, 1, 0), (0, 1, 0), (1, 1, 1), (1, 0, 1), (0, 0, 1), (0, 1, 1)}

y que geométricamente podrı́an representar los vértices de un cubo unitario, como se muestra en la siguiente
figura:
42 Los Postulados de Euclides

La métrica de Hamming en el cubo unitario

Elijamos entonces dos puntos a y b del cubo, equivalente a escoger dos palabras de F32 , y consideremos
todos los caminos formados por los lados del cubo que unen a con b, además la longitud de cada uno de
estos caminos se medirá de acuerdo al número de lados que lo conforman. De entre todos estos caminos
existe uno que tiene longitud mı́nima, supongamos que es da,b , resulta ser entonces que dH (a, b) = da,b . Por
ejemplo, en la figura anterior (camino rojo) se observa que para llegar de (1, 0, 1) a (0, 1, 0) se necesitan de
por lo menos 3 lados del cubo (no es difı́cil ver que con dos no es suficiente), y además podemos observar
que dH ((1, 0, 1), (0, 1, 0)) = 3. Para probar el resultado anterior, basta la siguiente observación: tomemos
dos vértices del cubo, a y b por ejemplo, nuestro objetivo es ir de a hacia b. Cuando a se mueve de un
vértice a otro vértice conectado por un lado del cuadrado con a, alguna entrada de a tiene que cambiar, y
sólo una, debido a que su desplazamiento siempre es en alguna de las tres direcciones (pensando en que el
cuadrado está orientado de acuerdo a los ejes x, y y z), y al sólo cambiar en alguna dirección las otras dos
entradas permanecen igual. Cuando a se dirige hacia b, a necesita cambiar o moverse de dirección tantas
veces como entradas distintas tenga con b, pero este número de entradas distintas es precisamente la distancia
de Hamming. De hecho un camino que tiene la propiedad de minimalidad puede ser encontrado siguiendo
los cambios que se hacen desde la primera entrada hasta la última (en orden), observando que cada cambio
en las entradas de a genera otro vértice del cubo, cuando los cambios estén hechos basta con observar cuales
vértices del cubo se obtuvieron y tendremos nuestro camino. En el ejemplo anterior los cambios que pudimos
seguir son los siguientes:
(1, 0, 1) −→ (0, 0, 1) −→ (0, 1, 1) −→ (0, 1, 0),

que generan el camino azul de la figura. En un contexto más general, el argumento anterior funciona en
Fn2 , donde n > 3, n ∈ N, solo que ahora tendrı́amos una especie de hipercubo y los lados del hipercubo
estarı́an formados por cada elección de dos puntos de Fn2 que difieran exactamente en una entrada. Esto
último garantiza que el argumento que dimos anteriormente funcione.

3.8. El espacio métrico de las gráficas conexas

La teorı́a de gráficas o teorı́a de grafos es aplicada en una gran cantidad de áreas tales como ciencias
sociales, ciencias fı́sicas, ingenierı́a de comunicación y otras. La teorı́a de grafos también juega un papel
importante en varias áreas de la ciencia de la computación, tales como inteligencia artificial, lenguajes
formales, gráficos por computadora, sistemas operativos, organización y recuperación de información, entre
otros más. Particularmente en esta sección haremos referencia a las gráficas o grafos conexos.
Un grafo o gráfica es un conjunto, no vacı́o, de objetos llamados vértices (o nodos) y una selección de
pares de vértices llamados aristas. Tı́picamente, un grafo se representa mediante una serie de puntos (los
vértices) conectados por lı́neas (las aristas). Un camino es una sucesión continua de aristas y su longitud
es igual al número de aristas que lo conforma. Diremos que una gráfica es conexa si entre cualesquiera dos
vértices existe un camino que los une. Por ejemplo, en el siguiente mapa de la penı́nsula de Yucatán:
Montes de Oca, L., Solı́s, D. 43

El mapa carretero de Yucatán y el grafo que lo representan

los vértices serı́an los puntos marcados con amarillo, que precisamente son ciudades, playas, sitios ar-
queológicos, entre otros. Las aristas de esta gráfica son las carreteras que unen cada dos de los puntos antes
mencionados (que son simbolizadas por las flechas rojas). Más aún, la gráfica anterior es conexa, y se puede
comprobar verificando que entre cada dos vértices siempre exista un camino que lo lleve de un punto a otro,
lo que tiene sentido pues una persona siempre debe poder ir de un sitio a otro. Sean entonces V el conjunto
de todos los vértices de una gráfica conexa y d : V × V −→ R una función definida para dos elementos
x, y ∈ V como sigue:

d(x, y) = el número de aristas del camino que une x con y y tiene longitud mı́nima,

entonces (V, d) es un espacio métrico [15]. Observemos por un momento la siguiente gráfica que es conexa:

Los vértices que están a distancia 1 de O son los que están encerrados en un cı́rculo rojo, es decir dichos
puntos conforman la circunferencia con centro en O y radio 1. Por otro lado, los puntos encerrados en verde
están a distancia 1 tanto de A como de B, en este sentido Cd (A, 1) = Cd (B, 1), lo cual es un hecho que
no se tiene en la geometrı́a de Euclides, pues en dicha geometrı́a una circunferencia sólo tiene un centro.
Al igual que en la geometrı́a discreta, aquı́ podemos obtener circunferencias vacı́as, basta con tomar por
ejemplo Cd (O, 1/2) ó Cd (O, 2013). Otra observación importante es que dados dos vértices en una gráfica
conexa, pudieran existir varios caminos que tienen longitud mı́nima (que son los que cumplen con la métrica
d), lo cual implica que dados dos puntos pudieran existir muchas rectas que los unan, lo que contradice uno
de los postulados de Euclides.
44 Los Postulados de Euclides

3.9. La Geometrı́a Esférica

Relacionada en gran medida con la Geografı́a y la Astronomı́a, la Geometrı́a Esférica fue estudiada por los
griegos hacia el 300 d.C., empezando con los estudios de Menelao y posteriormente extendidos por Ptolomeo.
Tiempo después, matemáticos como Leonhard Euler y Carl F. Gauss hicieron aportaciones al tema. Con
el término de Geometrı́a Esférica nos referimos al estudio de todas las figuras geométricas puestas en la
superficie de una esfera. Esta constituye un modelo o ejemplo de Geometrı́a No-euclidiana, ya que el Quinto
Postulado no se satisface. Desde el punto de vista de la Geometrı́a Diferencial, la esfera puede ser vista y
estudiada como una superficie [10], esto nos permitirá definir una distancia o forma de medir en la esfera
y ası́ poder dar los análogos a los conceptos de recta y circunferencia. Es importante mencionar que los
conceptos que trataremos aquı́, si se estudian en toda su generalidad, involucran muchos detalles técnicos,
por lo que en este caso privilegiaremos una exposición intuitiva. Una superficie suave parametrizada en R3
es un mapeo suave, m : U ⊂ R2 −→ R3 , (u, v) 7−→ m(u, v). Cuando (u, v) recorre todo el subconjunto U
de R2 , m traza o dibuja una superficie M en R3 . Recordemos que curva suave en R3 es un mapeo suave
α : (a, b) −→ R3 . Cuando t recorre el intervalo (a, b), α traza o dibuja una curva en R3 . Se acostumbra
escribir α(t) = (x(t), y(t), z(t)), donde x, y y z son funciones reales que dependen de t. Es importante
decir que como subconjunto de R3 dicha curva pudiera tener diferentes parametrizaciones, esto es, podrı́a
ser representada mediante diferentes mapeos suaves. Un ejemplo de esto último es el siguiente: el mapeo
i : t ∈ (0, 1) −→ (t, t, t) ∈ R3 parametriza la misma curva que el mapeo j : t ∈ 0, 12 −→ (2t, 2t, 2t) ∈ R3 ,
que desde el punto de vista de la Geometrı́a Euclidiana es el segmento de recta que une el punto (0, 0, 0) con
el punto (1, 1, 1).

Superficie

La longitud de la curva α : [a, b] −→ R3 está definida por


Z b
L(α) = |α0 (t)|dt
a

donde | · | es la norma vectorial usual en R3 , es decir, la inducida por el producto punto. Es importante
recalcar que la longitud de una curva es siempre positiva o cero, además resulta que es independiente de la
parametrización, es decir, aunque una misma curva puede ser parametrizada de muchas formas posibles, su
longitud en un intervalo dado se preserva. Con las definiciones anteriores podemos dar una forma de medir
en las superficies. Sea M una superficie, a, b ∈ M y consideremos al conjunto

C = {β es una curva suave | β : [c, d] −→ M ⊂ R3 , β(c) = a, β(d) = b}


Montes de Oca, L., Solı́s, D. 45

Sea la función d : M × M −→ R de tal forma que dados dos puntos a, b ∈ M , d(a, b) se define como sigue

d(a, b) = ı́nf {L(β)}


β∈C

entonces (M, d) es un espacio métrico [5]. En el caso particular de la esfera tenemos la siguiente parametri-
zación:

m(u, v) = (rsenu cos v, rsenusenv, r cos u)

donde U = {(u, v) : 0 < u < π, 0 < v < 2π}. Entonces m mapea el rectángulo (0, π) × (0, 2π) ∈ R2 en la
esfera Sr2 ∈ R3 , salvo la mitad del meridiano que conecta los puntos (0, 0, r) y (0, 0, −r). Notemos además
que las derivadas parciales de cada entrada de m existen y son continuas, por lo que m es un mapeo suave,
lo que garantiza que Sr2 sea una superficie suave.

La esfera S12 como superficie suave

Anteriormente mencionamos que la Geometrı́a Diferencial tiene un papel muy importante en el análisis
de la geometrı́a de superficies, en gran medida debido a que esta teorı́a nos garantiza la existencia de una
curva α que minimiza localmente la distancia, dichas curvas reciben el nombre de geodésicas. En particular
si retomamos la idea que una recta es un conjunto de puntos que minimizaban la distancia entre dos puntos
dados, las geodésicas de una superficie tomarı́an el papel de las rectas en ella. La existencia de geodésicas se
deduce gracias a las ecuaciones conocidas como ecuaciones geodésicas [5]:

d2 xm X dxi dxj m
+ Γ =0
dt2 i,j
dt dt ij

donde i, j, m ∈ {1, 2}, y que en nuestro caso u = x1 y v = x2 , debido a que α(t) = (u(t), v(t)) son las curvas
que queremos encontrar. Las funciones Γm ij , para m = 1, 2, se pueden calcular de la siguiente manera:

2
1 X km
Γm
ij = g (gjk,i + gki,j − gij,k )
2
k=1

donde g ab = (g −1 )ab y gab,c es la derivada parcial con respecto a las variables xc (c = 1, 2) de la entrada
(a, b) en la matriz g que contiene la expresión en coordenadas de la primera forma fundamental, es decir de
la restricción del producto punto de R3 a la superficie M , o lo que es lo mismo (g)ij = hei , ej i|M .
46 Los Postulados de Euclides

El espacio tangente

En el caso de la Geometrı́a Esférica


r2
 
0
g=
0 r2 sin2 u
y las ecuaciones geodésicas son
  2
 d2 u dv

 − sin u cos u = 0
dt2 dt

2
   .
 d v cos u du dv
+2 = 0


dt2 sin u dt dt

t
Estas ecuaciones son muy difı́ciles de resolver analı́ticamente pero notemos que u(t) = y v(t) = v0 , donde
  r
t
v0 es constante son una solución particular. Ası́ las curvas α(t) = , v0 se mapean vı́a la función m en
r
2
cı́rculos máximos de Sr . Observemos que si nos movemos en la superficie de la esfera siguiendo siempre
una misma dirección (digamos por ejemplo, moviéndonos siempre hacia el norte) recorreremos un arco de
circulo máximo. Recordemos que esta era otra de las caracterı́sticas importantes de una recta en el espacio
euclidiano, como se mencionó en la sección 3.3

Las geodésicas son arcos de cı́rculo máximo

En este sentido los análogos de las rectas en Sr2 son los cı́rculos máximos y los segmentos de recta son
porciones de cı́rculos máximos. Es importante mencionar que si a y b fueran puntos antipodales de la esfera,
existirı́an una infinidad de cı́rculos máximos que pasarı́an por ellos.
Por otro lado, existen muchas propiedades en la Geometrı́a Esférica que tienen cierta relación con la
Geometrı́a Euclidiana, pero que sin embargo tienen caracterı́sticas propias. A continuación presentamos
algunas de ellas. En el plano Euclidiano el polı́gono más simple es el triángulo, no obstante en la esfera esto
Montes de Oca, L., Solı́s, D. 47

no es verdad, ya que existen polı́gonos con dos lados. Es fácil ver que cualesquiera dos cı́rculos máximos
se intersecan en una pareja de puntos antipodales y dividen a la esfera en cuatro regiones, cada una de
las cuales tiene dos lados que se forman por segmentos de cı́rculos máximos. A cada una de estas regiones
la denominaremos luna. Literalmente el nombre se debe al parecido que se tiene en ciertas fases de Luna.
Notemos también que en la superficie de la esfera existen triángulos equiláteros con tres ángulos rectos. Para
definir el concepto de ángulo entre dos cı́rculos máximos C1 y C2 , que se intersecan en los puntos antipodales
P y Q, consideraremos lo siguiente: sean π el plano que es tangente a la esfera en el punto P ; π1 y π2 los
planos que contienen a los cı́rculos máximos C1 y C2 respectivamente; l1 y l2 las rectas donde π interseca
a π2 y π2 respectivamente (que de hecho son las rectas tangentes a los cı́rculos máximos en sus respectivos
planos). Entonces, definimos el ángulo entre C1 y C2 como el ángulo entre las rectas l1 y l2 . La notación que
usaremos será la siguiente: ∠(C1 , C2 ) = α.

Ángulo entre dos geodésicas

La Geometrı́a Esférica es un ejemplo de Geometrı́a No Euclidiana, ya que en ella el controversial Quinto


Postulado no tiene efecto. Observemos que dados un punto P en la superficie de la esfera y un cı́rculo máximo
C, todos los cı́rculos máximos que pasan por P intersecan a C en algún punto. De tal modo, el postulado
de Playfair no es válido en este contexto y en consecuencia el Quinto Postulado de Euclides tampoco.

No se cumple el Quinto Postulado.

Las geodésicas también nos permiten calcular circunferencias para algunos valores del radio, en el caso
de la esfera describiremos estas de manera constructiva. Tomemos un punto P en la esfera como centro y
una longitud πr > l > 0 como radio, como se muestra en la siguiente figura:
48 Los Postulados de Euclides

Circunferencias en geometrı́a esférica

Sobre cada cı́rculo máximo que pase por P existirán dos puntos que estén a distancia l de P . Si hacemos
esto con cada cı́rculo máximo la figura que se genera es precisamente otro cı́rculo sobre la esfera, como lo
muestra la lı́nea roja de la figura anterior, más aún, dicho cı́rculo resulta de la intersección de cierto plano
con la esfera.

4. Conclusiones

El análisis llevado a cabo en los ejemplos propuestos en la sección anterior demuestra que la geometrı́a
de los espacios métricos es más rica que la geometrı́a Euclidiana, ya que las restricciones que los postulados
de Euclides imponen desaparecen. Hemos observado que el concepto de circunferencia se puede extender
a cualquier espacio métrico, en tanto que el concepto de recta admite distintas generalizaciones en casos
especı́ficos, como caminos que realizan distancia –por ejemplo en el caso de la métrica del taxi o la métrica
de las gráficas conexas– o bien como caminos que (localmente) minimizan la distancia entre sus puntos,
como sucede en el caso de las geodésicas en variedades. A continuación haremos un breve recuento de la gran
diversidad de variantes que sufren los postulados de Euclides a la luz de los ejemplos discutidos anteriormente.

Primer Postulado Aunque en algunos casos fue posible definir el concepto de recta, hemos observado que
dados dos puntos no siempre existe una única recta que los une. En el caso de la métrica del taxi, dos
puntos que no estén sobre la misma lı́nea horizontal o vertical pueden ser unidos por una infinidad de
caminos que realizan la distancia. En el caso de la métrica de Hamming, dos puntos siempre pueden
unirse por un número finito de estos caminos. Por otro lado, en la geometrı́a esférica cualquier pareja de
puntos no antipodales pueden unirse por exactamente una geodésica que realiza la distancia, en tanto
que por dos puntos antipodales pasa una infinidad de dichas geodésicas. Finalmente, cabe señalar que
en el contexto más general de la geometrı́a de superficies también puede darse el caso que no exista
geodésica alguna que conecte una pareja de puntos.
Segundo Postulado Tanto en el caso de la métrica del taxi como en la geometrı́a esférica, un segmento
rectilı́neo puede prolongarse en cualquiera de sus extremos. Sin embargo, en la métrica del taxi existe
un número infinito de posibles prolongaciones, en tanto que en la geometrı́a esférica la prolongación
es única. Por otro lado, en el caso de las gráficas conexas pueden existir rectas maximales, es decir,
rectas que no se pueden extender en ninguna dirección, ya que al hacerlo dejarı́an de ser caminos que
realizan la distancia.
Tercer Postulado Hemos visto ejemplos, como en el caso de la métrica discreta, donde no es posible
construir una circunferencia (o más precisamente, dicha circunferencia es el conjunto vacı́o) con un
punto y un radio dados. Además el centro y el radio no determinan la circunferencia –esto es, el
mismo conjunto de puntos puede corresponder a dos circunferencias con distinto centro o radio– como
lo ilustran ejemplos en la geometrı́a de las gráficas conexas. Más aún, no siempre las circunferencias
tienen la misfa forma, como se puede apreciar en la métrica del centro y la métrica del elevador.
Montes de Oca, L., Solı́s, D. 49

Quinto Postulado La geometrı́a esférica presenta una alternativa al Quinto Postulado de Euclides, ya que
en este caso no existe ninguna paralela a una geodésica dada.

Referencias
[1] C. Boyer, A History of mathematics, 2a ed. John Wiley and sons, New Jersey, (1991).
[2] Euclides, The Elements, 2a. ed. comentada por T. L. Heath, Dover, New York, (1956).

[3] M. J. Greenberg, Euclidean and Non-Euclidean Geometries, 2a. ed. W. H. Freeman, San Francisco,
(1973).
[4] E. F. Krause, Taxicab geometry: An adventure in Non-Euclidean Geometry, 1a. ed. Dover, New York,
(1987).

[5] J. M. Lee, Riemannian Manifolds, an Introduction to Curvature. Graduate Texts in Mathematics. Sprin-
ger Verlag, New York, (1997).
[6] S. Ling y C. Xing, Coding theory: A first course. Cambridge University Press, (2004)
[7] R. S. Millman y G. D. Parker, Geometry, A Metric approach with models, 2a. ed. Undergraduate Texts
in Mathematics. Springer Verlag, New York, (2000).
[8] J. Monterde, Espacios Métricos y Geometrı́a Riemanniana. Publicaciones del Departamento de Ma-
temáticas de la Universidad de Bilbao, (2001)
[9] J. Munkres, Topology. 2a. ed. Prentice Hall, Upper Saddle River, (2000).

[10] B. O’Neill, Elementary differential geometry. 2a. ed. Academic Press, San Diego, (2006).
[11] W. Rudin, Principles of mathematical analysis. McGraw Hill, New York, (1976).
[12] D. E. Smith, History of Mathematics, vol I, 2a. ed. Dover, New York, (1958).
[13] S. Stahl, From Euclid to knots. Dover, New York, (2010).

[14] J. Stillwell, Mathematics and its history, 3a. ed. Undergraduate Texts in Mathematics. Springer Verlag,
New York, (2010).
[15] D. B. West, Introduction to Graph Theory, 2a. ed. Prentice Hall, New Jersey, (2000).

S-ar putea să vă placă și