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SANTIAGO.A.

MARRONE 1

Cuando lloras a tus muertos… lloras por ti y no por ellos

¿Sabes que, cuando lloras a tus muertos, lloras por ti y no por ellos?
Lloras porque los perdiste, porque no los tienes a tu lado. Cuando hayas
terminado de aceptar que tus muertos se murieron, dejarás de llorarlos y
los recuperarás en el recuerdo para que te sigan acompañando con la
alegría de todo lo vivido…
Porque si todo concluye con la muerte, tus muertos ya no están, ni
siquiera para sufrir por haber muerto; si la vida continúa más allá de la
muerte, ¿Por qué apenarte por tus muertos?
No te mueras con tus muertos, recuerda que donde ardió el fuego del
amor y la vida, debajo de las cenizas muertas, quedan las brasas
esperando el soplo para hacerse las llamas. Si dices, que sin tus muertos
no podrás seguir viviendo, no digas que porque los amabas tanto, sino
por cuanto los necesitabas, (y no es lo mismo amar que necesitar).
Si lo aceptas así tal vez descubras para tu crecimiento que tu vida
consiste en ser tu vida… ¡Y no la de los otros!
No frenes tus lágrimas cuando llegan, ni fuerces el llanto cuando se 2
aleja, no dejes de llorar porque alguien lo reprueba, ni te obligues a
llorar porque si no: “¿Qué dirán los otros?” Respeta tu dolor, y tu manera
de expresarlo.
No te mueras con tus muertos; ¡déjalos partir, como parten las
golondrinas en otoño, para anidar en otros climas y volver más
numerosas y crecidas, en otra primavera!
Las lágrimas que ocultas el dolor que escondes y la protesta que callas,
no desaparecen:
Quedan al asecho del momento en el que puedan estallar. Y es mejor que
lo vivas todo en su tiempo y en su hora. Es común que las personas
guarden buena cantidad de culpas para reprocharse ante sus muertos.
¡No lo hagas contigo!
Tus muertos no ganan nada, con tus insomnios de remordimientos.
Ámalos ahora; recuérdalos con amor, y, quizás, si ganen algo…. Como
otro nacimiento….
Tú y yo solo vemos una cara de la muerte, la del otro lado se nos escapa.
Si desde el seno de tu madre hubieras visto nacer un hermano, creo que
lo hubieras llorado como muerto, hasta nacer tú y reencontrarlo.
¿Qué sentirías si miraras la muerte como otro nacimiento?….A la hora de
cosechar…Tus muertos no están en el cementerio.
Nunca estuvieron ahí, salvo cuando estaban vivos
¿Me preguntas dónde están…? No puedo responder por ti.
Yo sé dónde están “para mi” los míos; pregúntate a ti mismo donde crees
que están “para ti” los tuyos.
El cementerio es como un surco donde se arrojan las semillas. Ningún
sembrador vuelve a remover la tierra para buscar las semillas ya
sembradas; regresa al campo a la hora de cosechar espigas
MEDITACION PARA EL DESAPEGO DEL DUELO:
SANTIAGO ADRIAN MARRONE
EL DUELO Toma plena conciencia de la importancia que la naturaleza nos 3
reenvía a través de nosotros, la respiración. Toma única y
exclusivamente atención a tu respiración. Una respiración profunda
(coges aire), inhalando perfectamente el aire que llega hasta el final de
tus alvéolos, tomando plena conciencia de la entrada de aire beneficiosa
de la vida, del oxígeno que llega hasta tus pulmones. Y cuando llega a
tus pulmones reproduce lo más importante, los beneficios para todos los
componentes de la sangre. Y ahora con esa conciencia, cierra los ojos y
sigue sintiendo tu respiración. Esa respiración profunda que te va a
permitir tomar plena conciencia de la importancia de la respiración.
Sigues pensando en tu respiración y ahora te das cuenta que a través de
ese oxígeno, de ese intercambio en tu pulmón, tú vibras. Al mismo
tiempo que cuando eliminas el aire, eliminas aquello que ya no necesita
nuestro cuerpo. Estas eliminando el anido carbónico, lo que ya no es
bueno para ti. Y ahora con una respiración, más tranquila, más suave,
más calmada, tomas consciencia de tu cabeza, de tu cara relajándote.
Relajas la frente, relajas los parpados, las mejillas y la mandíbula. Te
sientes bien, tranquilo/a. Y ahora con esa tranquilidad, con ese
bienestar, sigues prestando atención a los músculos importantes del
cuello y las cervicales relajándose. Cuando relajes es musculatura
permites que esa sangre limpia, oxigenada suba libremente hacia tu
cerebro, tu cabeza, y te sientas un poco más relajado/a. Con esa
sensación de tranquilidad, de relajación, sigues tomando atención y
prestando toda su atención a los músculos de los hombros, de los
antebrazos, los brazos, relajándose. Probablemente recibas una
agradable sensación en las palmas de las manos, en la yema de los
dedos que te permite relajarte un poco más. Con esa agradable
sensación y con esa nueva toma de conciencia, ya estamos
experimentado a seguir prestando atención a toda la musculatura de tu
espalda, relajándose. Relajas todos los músculos fuertes de la espalda,
uno a uno, sientes una agradable sensación. Y ahora quiero que te
imagines a tu columna vertebral, desde las vértebras hasta el sacro,
como si fuese un tubo dorado abierto, dorado abierto y que a través del
pasa toda esa sangre limpia, oxigenada, re fortalecida, revitalizada, por
lo más importante que nos envía la naturaleza: el oxígeno, la
respiración. Y que gracias a esa respiración, esa sangre fluye a través de
la columna vertebral y pasa a través de cada uno de nuestros órganos de
tu cuerpo. Y con esa sensación te sientes potenciado/a. Te sientes
realizado/a, reconocido/a por la vida. Y ahora sigues prestando a toda 4
tu atención a los músculos del tórax, relajándose. Cuando relajes esa
musculatura fuerte, el tórax, permites que el espacio en tus pulmones
sea más grande. Y reinicias otra ve es mecanismo tan importante de la
naturaleza, la respiración. Deja más espacio a tu corazón para que lata
rítmicamente bien. Y te siente tranquilo, protegido/a, en paz, y con esa
sensación tan agradable de bienestar, de reconocimiento, de
tranquilidad, te relajas un poco, mas. Ahora te pido que prestes toda la
atención en el abdomen, reciban es sangre limpia, oxigenada, re
fortalecida y se beneficia de ella el hígado, páncreas, el bazo, tus riñones
y tus intestinos. Y eso te hace sentir bien, tranquilo/a, relajado/a. Con
una agradable sensación de tranquilidad, de bienestar, de paz. Y ahora
sigues prestando toda tu atención a los músculos del tórax, relajándose.
Cuando relajas es musculatura fuerte, el tórax, permites que el espacio
en tus pulmones sea más grande. Y reinicia otra vez ese mecanismo tan
importante de la naturaleza, la respiración. Deja más espacio a tu
corazón para que lata rítmicamente bien. Y te sientes tranquilo/a,
protegido/a, en paz y con esa sensación tan agradable de bienestar, de
reconocimiento, de tranquilidad, te relajas un poco más. Ahora te pido
que prestes toda la atención en el abdomen y relajes toda la musculatura
abdominal nuevamente. Cuando relajas esta musculatura estas
permitiendo que todas los órganos de tu abdomen reciban esa sangre
limpia, oxigenada, re fortalecida y se beneficia de ella el hígado, el
páncreas, el bazo, tus riñones y tus intestinos. Y eso te hace sentir bien,
tranquilo/a, relajada/o, con una agradable sensación de tranquilidad, de
bienestar, de paz. Y ahora te pido que prestes atención a toda la parte
inferior de tu cuerpo. La pelvis, a los órganos uro genitales, el perineo, a
los glúteos relajándose. Relajas los muslos, relajas las rodillas y relajas
los músculos de las piernas tomando plena conciencia de estado de
relajación. Y eso te hace sentir bien, tranquilo/a, estas tomando
conciencia de tu cuerpo totalmente relajado, totalmente entregado.
Toma plena consciencia de esa posición que tiene tu cuerpo. Estas
entregado totalmente a una relajación profunda en la cual el único
dueño es tu inconsciente y ahí dónde estás en lo, as profundo de ti en el
campo de las infinitas posibilidades donde todo es posible. Y ahora le
quiero pedir a tu inconsciente que haga y deshaga, que ordene y
desordene todo aquello que deba ser hecho y deshecho, ordenado y
desordenado para tu sanación. Y que lo haga como él lo crea más
conveniente y sea mejor para ti. Y ahí en ese momento, en lo más 5
profundo de tu alma donde te encuentras en este momento quiero
pedirle a tu inconsciente que ponga delante a…. o a aquellas personas,
de las cuales tú hoy te a despedir en este duelo. Y ahora voy a pedirte
que la/s contemples tal y como son, tal y como es. PAUSA (10 segundos)
Y ahora te pido que te fijes so hay una cosa física que te une a
él/ella/ellos, y puede ser una cuerda, un cordón umbilical, puede ser un
hilo. Quizás una cadena, o posiblemente sea un rayo de luz. Cualquier
cosa que parecido. (Pausa 30 a 40 segundos.) Y ahora de doy permiso
para que eso que te está uniendo físicamente a esa persona o con esas
personas, lo cortas como tú quieras simbólicamente. Y te lo puedes
cortar con unas tijeras, con un cuchillo, con una sierra, como tú quieras,
lo que sea mejor para ti. PAUSA (30 segundos). Y ahora que has tomado
toda la consciencia de que no perteneces a nada, ni a nadie, de que tu
vida es única, de que eres una persona única, y totalmente agradable y
con esa consciencia ahí delante de quien estas donde has cortado
cualquier vínculo que te unía a esa/s personas, te voy a pedirte que les
des las gracias, le agradezcas cualquiera cosa que han hecho por ti en la
vida, todo lo que han hecho por ti. Y que gracias a eso, gracias a como
tú, has recibido es proyecto de vida, tu hoy estas aquí intentando
cambiar, solucionar es proyecto que ellos idearon para ti, porque ahora
ya no es necesario, ya no lo necesitas. Y ahora con esa consciencia, con
esa toma de consciencia tan importante que acabas de experimentar, les
das las gracias, les agradeces despidiéndote de ellos, de la forma que tú
quieras. PAUSA (30 segundos). Y ahora que has tomado plena conciencia
que no perteneces a nada ni a nadie, de que eres un ser único y
totalmente real, quiero pedirte que desde ahí, desde ese punto donde
estas, a esa persona o esas personas, la/s convierta/s en un símbolo, un
objeto lo que tú quieras, que sea muy importante para ti. PAUSA (5
segundos) Y ahora ese símbolo/esos símbolos los coloques en una bolsa
de papel del color que tú quieras y la dimensión que tú quieras. Y es a
bolsa de papel, le pones cuantos globos le creas tú necesario para que
esa bolsa pueda subir, subir y subir. Y cuando tú decidas, sueltas la bolsa,
en la que subirá, subirá, subirá. Y ahora le pides al Universo, que esos
objetos los coloque en el nivel y en sitio donde creas que son más
necesarios y donde ellos están mejor. PAUSA (5 segundos).
Y ahora tú tomas plena consciencia que eres una persona totalmente 6
libre. De que toda tu vida sola y únicamente de pende de ti y que tú,
única y exclusivamente eres el hacedor de tu vida, de tu proyecto de
vida. Y ahí en el lugar más profundo de tu alma quiero que le pidas al
Universo que te envié un símbolo, una imagen o un recuerdo tal vez que
te sirve como un recurso el cual, en un salto cuántico vas a proyectar
desde ese momento que te llega a tu mente, a tu inconsciente, y lo
transformes en ese momento donde tu inconsciente sabe dónde se
produjo ese desequilibrio emocional. PAUSA (5 segundos). Y ahora con
esa toma de conciencia y con ese hecho, el que acabas de realizar, con
esa limpieza emocional que acabas de experimentar tú, en lo más
profundo de ti, para que tu cuerpo y todas y cada una de las células de
él, puedan integrar, puedan totalmente comprender todo lo que acabas
de experimentar, vas a bajar un poco más la cabeza, los hombros, los
brazos, la espalda, relajas un poco más el tórax, el abdomen, la pelvis,
los muslos, rodillas, piernas y pies. Y te relajas un poco más. Te voy a dar
un minuto de tiempo para que puedas integrar, procesar dentro de ti,
todo lo que has experimentado en esos momentos y puedas volver a esta
sala, donde te encuentras en el momento en que te encuentras,
totalmente recuperado, re ordenado, en todos tus sentimientos,
emociones para que toda tu musculatura este pendiente de ti en el
memento que te necesite. PAUSA (1 minuto) Muy bien, y ahora poco a
poco vas a ir moviendo los dedos de los pies, los dedos de las manos, las
manos, los brazos, las piernas. Con suavidad, la espalda, un poco más
enérgicamente después como si te acabaras de levantar después de una
noche totalmente reparadora. Para que toda tu musculatura pueda estar
pendiente de ti. Giras el cuello hacia la derecha, hacia la izquierda, para
que todos los músculos estén plenamente en consciencia de que como tú
en estos momentos y cuando tú quieras puedes abrir los ojos.

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