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ESTILO DE TOMA DE DECISIONES

Todas las personas que toman una decisión poseen una serie única de características personales
influyentes en la resolución del problema. Por ejemplo, en una empresa, el gerente creativo tolerará
bien la incertidumbre, ofreciendo diversas alternativas para su decisión en un menor tiempo y
evaluándolas de un modo diferente al de otro gerente con una personalidad más conservadora y
menos propenso a aceptar riesgos. Teniendo en cuenta esta información, los investigadores han
tratado de identificar los diferentes estilos para tomar decisiones.

El supuesto básico del modelo de la toma de decisiones reside en reconocer que las personas
difieren en dos dimensiones:

La primera es la forma de pensar.

A la hora de tomar una decisión, hay personas que lo hacen con una mayor lógica y racionalidad,
procesando la información de forma secuencial. Sin embargo, otras personas se enfrentan a este
proceso de forma más creativa e intuitiva contemplando una perspectiva más amplia.

La segunda dimensión hacer referencia a la tolerancia a la ambigüedad que toleran las personas:

En aquellas situaciones donde el individuos para tomar la decisión requiera de mucha coherencia y
orden en la información, el grado de tolerancia a la ambigüedad es mínimo. En contraposición,
aquellas personas capaces de procesar multitud de información al mismo tiempo, asumiendo con
ello un importante grado de incertidumbre, la tolerancia a la ambigüedad es elevada.

Teniendo en cuenta estas dos dimensiones, Stephen P. Robbins (Supervision Today, Prentice Hall,
Upper Saddle River, NJ, 1995) desarrollo un diagrama donde aparecen los cuatro estilos para la toma
de decisiones.

Estilo directivo

El estilo directivo para la toma de decisiones se caracteriza por una baja tolerancia a la ambigüedad
y un modo de pensar totalmente racional. En este estilo se sitúan aquellas personas con un alto
grado de razonamiento lógico, capaces de tomar decisiones rápidas, enfocadas a corto plazo. Su
eficacia y rapidez en la toma de decisiones permite adoptar una solución con información mínima y
evaluando pocas alternativas.

Estilo analítico

El estilo analíticos para tomar decisiones se caracteriza por una mayor tolerancia a la ambigüedad
que los tipos directivos, combinado con una forma de pensar totalmente racional. Estas personas
precisan de más información antes de tomar una decisión, considerando y analizando más
alternativas. Los individuos situados en este estilo analítico se caracterizan por su capacidad para
adaptarse o enfrentar situaciones únicas.

Estilo conceptual
El estilo conceptual para tomar decisiones engloba a personas con una gran tolerancia a la
ambigüedad y un modo de pensar intuitivo. Estas personas se caracterizan por tener una amplia
capacidad para procesar información desde una perspectiva extensa y una elevada capacidad
analítica tratando de analizar muchas alternativas. Se enfocan en el largo plazo y con frecuencia
buscan soluciones creativas a los problemas.

Estilo conductual

El estilo conductual representa a aquellas personas cuyo modo de pensar es de manera intuitiva
pero cuyo grado de tolerancia a la ambigüedad es bajo. Estas personas trabajan bien con otras,
están abiertas a las sugerencias y se preocupan por los que trabajan con ellas. La aceptación de los
demás es importante para los de este estilo de toma de decisiones.

Los cuatro estilos para tomar decisiones podrían considerarse independientes unos de otros. Sin
embargo, es fácil detecta que un individuo con un estilo dominante posea características de los
otros tres como posibles alternativas para una mejor resolución a una situación concreta

A continuación se describen algunos estilos de toma de decisiones:

1) El sereno o el que evita los problemas: El que evita los problemas busca preservar el
statu quo, y actúa para evitar introducir cambios. Este ejecutivo busca mantener las
condiciones actuales, y aunque esto puede no ser la meta establecida de las decisiones y
acciones ejecutivas, puede ser un resultado práctico. Cuando tenga que enfrentar dificultades,
ajustara los datos reportados a fin de suavizar o ignorar por completo las dificultades. Por eso
recibe el nombre de sereno. Puede que no reconozca los problemas del entorno y podrá
responder con razonamientos que demuestren que los supuestos problemas en verdad no lo
son. Parecerá ciego a las dificultades y será la persona más resistente a los cambios, aun
cuando estos sean por el bien de la empresa. Este estilo puede ser el más eficaz para la toma
de decisiones en sectores industriales en donde no hay necesidad de cambios.
2) El que resuelve problemas: El estilo del que resuelve los problemas es el estilo gerencial
más común. La mayoría de los ejecutivos esperan confrontar problemas y resolverlos como
parte del curso normal de hacer negocios. No duda en hacer cambios cuando hay indicios de
que son buenos y necesarios. El hombre que resuelve los problemas acepta que las empresas
modernas funcionan en condiciones de riesgo e incertidumbre. Esto significa que las
empresas a menudo están en un medio turbulento con el imperativo de adaptarse a las
circunstancias cambiantes. Las empresas que no pueden adaptarse sufren una declinación,
dejan de ser productivas y rentables, y pueden desaparecer finalmente.
El hombre que resuelve los problemas acepta el riesgo y toma decisiones que ayudan a
afrontar la incertidumbre. La crítica que puede hacérseles a este tipo de directivo es que se
preocupa por los problemas actuales. Esta por lo general en modo reactivo, reacciona a los
problemas cuando se presentan, pero se podrían afrontar mejor estos problemas si se
hubieran anticipado, cuando eran más pequeños y podrían haberse manejado mejor. Este
gerente rara vez anticipa los problemas, pero es muy eficiente una vez que los conoce.

3) El que busca problemas: El que busca problemas, como se deduce del hombre, busca de
manera activa los problemas e intenta afrontarlos antes de que surjan como dificultades
mayores para la empresa. Participa de manera entusiasta en la planeación y creación de
contingencias. Reconoce la necesidad de cambio, sino que cree que la mejor manera de
enfrentarlo es anticipándose, y no solo reaccionando ante las necesidades presentes. Utiliza el
análisis de datos, no solo comprende el presente, sino también proyecta el futuro.

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