Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Introducción
Ciudades inteligentes, dado su origen natural de las Ciudades Digitales, se basa en el uso
intenso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en prestación de
servicios públicos de alta calidad y calidez, seguridad, productividad, competitividad, y
formación.
Ciudad Inteligente es aquella ciudad que se caracteriza por el uso intensivo de las TIC en la
creación y mejoramiento de los sistemas que componen la ciudad, teniendo la capacidad de
crear, recopilar, procesar y transformar la información para hacer sus procesos y servicios
mejores y más eficientes, permitiendo mejorar la calidad de vida mediante el uso eficiente
de sus recursos.
Una ciudad inteligente también se basa en el desempeño urbano que no sólo depende de la
infraestructura de la ciudad, sino también otros factores como la disponibilidad e las
personas, Organización y gestión que se crea una gran correlación entre el crecimiento de
las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), el capital social y el medio
ambiente.
Son varios los aspectos de una ciudad que por medio del uso de TIC puede comportarse de
forma más eficiente, mejorándose los servicios ofrecidos a los ciudadanos, como lo son: la
educación, salud, transporte y seguridad ciudadana, entre otras. La implementación de
soluciones TIC en esas áreas permitiría una mejora en la calidad de vida de los ciudadanos,
dentro de la creación de una ciudad sostenible y eficiente en utilización de recursos.
El eje fundamental de una Smart City gira en torno a tener una economía inteligente,
vialidad inteligente, población inteligente, vida inteligente y finalmente un gobierno
inteligente. Estos ejes se encuentran conectados con las teorías de urbanismo y desarrollo,
que logran brindar una alta calidad de vida, con un buen uso de los recursos naturales y un
gobierno participativo.
Características
Desarrollo de la infraestructura de las TIC (telefonía móvil y fija, TV por satélite, redes
informáticas, comercio electrónico, servicios de Internet), pone en primer plano la idea de
una ciudad conectada con fibra óptica o inalambricas, como el principal modelo de
desarrollo, y de una conectividad cada vez más mejorada en calidad y rapidez.
1.2. Objetivos
h) El incremento de la seguridad.
j) La humanización de la oficina.
Dentro del concepto de edificio inteligente se engloban construcciones de todo tipo, tales
como naves industriales, locales comerciales, viviendas, espacios deportivos, sanitarios,
culturales, o administraciones públicas y privadas.
Existen muchas iniciativas de desarrollo inteligente alrededor del mundo. Ciudades como
Amsterdam, El Cairo, Dubai, Málaga, Singapur, París, Londres, Songdo entre otras; se han
destacado con sus proyectos ecológicos, turísticos o de infraestructura para desarrollarse
dicho entorno inteligente. Sus características, organización y programas de desarrollo son
distintos, sin embargo todos están enfocados en convertirse en una Smart City.
Su principal objetivo es la inclusión social a los servicios públicos, tal como ocurre en
Southampton, una ciudad al sur de Inglaterra, en la que se usan las tarjetas inteligentes para
bibliotecas, autobuses urbanos, colegios, hoteles, tiendas y otros servicios, de forma tal que
integran a todos los ciudadanos en un único sistema informático de arquitectura abierta.
1.3. Características
La conectividad es uno de los factores clave para este futuro, pues permitirá unir a las
personas con el sistema informático del edificio para hacerles la vida más fácil. Existe el
caso de la plataforma IBM Watson, que permite reportar en tiempo real toda la información
necesaria para conseguir que el edificio sea lo más inteligente posible.
Un ejemplo práctico que podría verse en el futuro serían edificios capaces de reconocer al
usuario y guardar su movimiento habitual, de manera que le facilite su desplazamiento
diario desde que llega al edificio hasta que se sienta en su lugar de trabajo. De esta manera,
el ascensor podría bajar automáticamente cuando el usuario entre en el edificio para
esperarlo, y también podría llevarlo a la planta de destino sin la necesidad de tocar ningún
botón.
Un edificio inteligente es aquel cuyas instalaciones y sistemas de iluminación, de accesos,
de alarmas, de electricidad, de telecomunicaciones, entre otros; están automatizados para
permitir una gestión integrada que a su vez mejore la eficiencia energética, aumente los
niveles de seguridad, de usabilidad y la comodidad de los ocupantes.
Tener integradas todas las soluciones. Los smart buildings se sirven de utilidades
totalmente integradas que operan en sinergia para cubrir varios frentes al mismo tiempo
como seguridad y consumos. En ese sentido, gracias a un monitoreo centralizado se
favorece el ahorro en costos de administración, mantenimiento y personal.
Ser flexibles. Una cualidad de las soluciones en automatización es que poseen esquemas
flexibles con la capacidad de adaptarse a otras utilidades, a nuevos requerimientos del
inmueble y a los cambios tecnológicos. De hecho son tan configurables que los edificios
más antiguos se pueden “mecanizar”.
Nivel tecnológico. A nivel de tecnología un edificio inteligente debe de contar con un gran
número de servicios integrados mediante la automatización de sus instalaciones y
controlados a través de sistemas de información y telecomunicación avanzados.
Nivel ambiental. A nivel de medio ambiente éste tipo de edificios, deben cumplir una serie
de compromisos respetuosos con el medio ambiente que pasan por el tipo de materiales
utilizados en su construcción, optimización de los elementos de iluminación y ventilación
natural, eficiencia energética, y previsión de una máxima reducción de residuos y vertidos
contaminantes en su funcionamiento.
Nivel económico. A nivel económico un edificio inteligente debe conseguir reducir todos
sus costes de funcionamiento y mantenimiento, consiguiendo alargar su vida útil, además
de generar un mayor interés de adquisición y/u ocupación, con la consiguiente repercusión
en los precios de venta y alquiler que aumentan en paralelo con la mejor valoración de los
inmuebles.
1.2-Medio Ambiente:
Una empresa catalana muestra en la feria una forma de reducir la polución: estaciones
purificadoras de aire. «Se colocan a entre 50 y 100 metros de distancia en las avenidas con
más polución y tráfico, y purifican el aire para una mejor calidad de vida de los
ciudadanos».
Hoy en la actualidad existen dispositivos que miden los niveles de carga en el ambiente
como en China y Japón, con el fin de optimizar la información en tiempo real y así por
ejemplo, que los ciudadanos podrán supervisar el nivel de polución del aire presente en una
determinada calle o en un determinado lugar, o incluso recibir una alerta cuando por
ejemplo el nivel de radiaciones sobrepase un determinado límite. Este tipo de sistemas
también ofrecerán a las autoridades la posibilidad de controlar el estado del ambiente de
plazas y parques, o la iluminación de ciertas zonas de la ciudad. Además, además su tiene
desarrollado tecnología para las fugas de agua potable o filtraciones de aguas servidas
podrán ser más fácilmente detectadas, y los contenedores de basura son más inteligentes, al
tener captores que desencadenen una alarma cuando se encuentren cercanos al límite de su
capacidad.
Smog Free Tower : es un proyecto holandés que ha sido creada para purificar el aire, toda
la polución que son partículas del aire contaminado recogida en la torre mediante
electricidad estática sirve para crear joyas. Estas partículas son 40 veces más pequeñas que
la del cabello humano, pero precisamente causa más daño al organismo.
La mayor aspiradora de niebla toxica del mundo, esta absorbe el aire urbano de las ciudades
y lo limpia a nivel nano métrico a través de filtros, de modo que libera el aire limpio{
La más grande de estas máquinas consume 1100 vatios y es capaz de limpiar grandes
cantidades de aire, se limpia 30000 metros cúbicos del aire por hora, como un estadio de
futbol.
Otro ejemplo de proyectos es el Airbol que son diseñados para purificar el aire
contaminado de las ciudades cada Airbol tiene la capacidad de procesar aproximadamente
22000 m cúbicos de aire por hora, absorbiendo monóxido de carbono, material particulado,
óxidos de azufre, óxidos de nitrógeno, virus y bacterias y otros contaminantes presentes en
el aire que respiramos, Los Aibol procesan el aire contaminado asiéndolo pasar por un
campo plasma que simula el fenómeno natural de los truenos y relámpagos que ocurren en
la naturaleza dividiendo sus moléculas del aire, luego simula un lluvia interna que deposita
las partículas contaminantes en un tanque de agua al interior de su estructura, el aire
purificado es liberado por el Airbol en un diámetro de hasta 80 m. a la redonda y 25 metros
de altura mejorado a calidad del aire que respiran aproximadamente 60.000 personas.
Se estima que dos de cada tres personas vivirán en ciudades en 2030. Tal concentración de
población hace que el modelo urbano actual no garantice ni el suministro a los habitantes ni
la preservación de los recursos necesarios. Por este motivo, la ciudad tradicional
evolucionará hacia la ciudad inteligente, en la que el procesado de información y la
automatización de los procesos serán factores clave para garantizar su sostenibilidad.
La planificación urbana inteligente debe garantizar la sostenibilidad, para ello los sistemas
de gestión de la información en la Smart-City deben permitir una gestión integral de los
recursos energéticos e hídricos, comenzando por su generación, pasando por su distribución
y almacenaje, y llegando finalmente al consumidor final.
En el caso del agua, las ciudades inteligentes deben contar con sistemas de gestión integral
del ciclo del agua. La reutilización del agua para diversos fines en función de la pureza y
tipo es algo esencial para aprovechar al máximo este valioso y limitado recurso. Las redes
de sensores pueden suministrar información a los sistemas inteligentes para aprovecharla al
máximo el ciclo de vida del agua desde su recolección hasta su retorno al entorno.
Es posible crear una nueva forma de generar y suministrar energía de forma sostenible. En
las ciudades inteligentes, la captación constante de información por parte de los sistemas de
medida permite un alto grado de control sobre el consumo energético, incluyendo la
iluminación de la vía pública, el riego de parques y jardines o el transporte urbano. Por otra
parte, la capacidad de los sistemas computacionales inteligentes para anticiparse a las
demandas de energía podría permitir alternar entre una fuente u otra en función de su
disponibilidad, destino y coste. Por ejemplo, en el caso concreto de la energía solar, los
edificios de las ciudades inteligentes deben respetar los estándares de la arquitectura
sostenible, incorporando paneles solares, electrodomésticos de consumo inteligentes y
sistemas de almacenamiento de energía.
Ejemplos como:
El abastecimiento de agua a los millones de personas que viven en las ciudades y a las
industrias que las rodean genera cada vez más problemas y en muchos casos se está viendo
seriamente amenazado. En ambos certámenes quedó de manifiesto el papel decisivo que las
tecnologías de la información y comunicación (TIC) van a jugar en la gestión inteligente
del agua, lo que constituirá una política que será clave en las próximas décadas.
Las TIC abarcan un amplio abanico de recursos que van desde la teledetección por satélite
en combinación con los sensores web semánticos, hasta los sistemas de información
geográfica (GIS), pasando por sistemas de tratamiento de la información que permitan su
gestión en tiempo real por redes de comunicación, estos permiten avanzar hacia una gestión
integrada que permita en general, ahorrar agua, prevenir accidentes por sobrepresión, evitar
inundaciones y detectar averías en tiempo real.
Las TIC pueden además proporcionar a personas y empresas información inmediata sobre
su propio consumo de agua, aumentando así la concienciación sobre su utilización,
localizando fugas y ofreciendo un mejor control sobre la demanda de agua.
Las redes inteligentes son garantes del suministro eléctrico futuro de calidad para una
ciudad. Tecnologías que permitirán optimizar la integración de las energías renovables y
favorecerán la adaptación de las infraestructuras existentes al creciente volumen de
generación distribuida para mejorar la eficiencia y evitar pérdidas energéticas en el proceso
de trasmisión y distribución. Además, al proporcionar información de la red en tiempo real,
las empresas suministradoras podrán prevenir problemas y reaccionar rápidamente en caso
de apagones.
Por otro lado, la tecnología Smart Grid ayuda a los consumidores a planificar y gestionar su
consumo energético y a controlar su factura eléctrica. Esta tecnología también permitirá la
conexión de los coches eléctricos acomodando su recarga al estado de la red eléctrica
1.4- Transporte:
Los sistemas de transporte inteligente conocido por sus siglas ITS nacen con el objetivo de
contribuir a mejorar las condiciones de movilidad de las personas y mercancías.
Asimismo, el tráfico en las calles también podrá ser monitoreado. El tráfico local en
búsqueda de estacionamiento podrá ser reducido, gracias a sistemas que detecten los
lugares libres más próximos, de esta forma, los automovilistas serían informados en tiempo
real, y rápidamente podrían estacionar, economizando así tiempo, carburante, y ocupación
de vías de circulación.
Y así las ciudades y sus sistemas de transporte son cada vez más "inteligentes" con sensores
y cámaras HD que hacen capturas masivas de información. Más allá de un empleo
proyectado, estos dispositivos también registran datos exhaustivos sobre temperaturas,
luminosidad, gases, etc., que hoy día son desechados.
En los EEUU existen aplicaciones para los dispositivos que marcan en tiempo real la
ocupación de los estacionamientos públicos y de lugares para alquilar autos o bicicletas,
para permitir un mejor servicio a los usuarios, y optimizar el uso de los espacios y de los
vehículos de transporte.
Dispositivos que en tiempo real miden el tráfico sobre diferentes vías, con el fin de
informar a los conductores (para su mejor decisión) y también para facilitar las decisiones
públicas (políticas de urbanización, y de trazado y ampliación de vías de circulación).
La movilidad sostenible.
Entre enero y febrero de 2010 tuvieron lugar una serie de reuniones de trabajo impulsadas
por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio y organizaciones como FITSA, IDEA,
RACE o ANFAC para elaborar la Estrategia Integral para el Impulso del Vehículo
Eléctrico.
Entre las principales conclusiones alcanzadas por estas organizaciones y empresas destaca
la idea de que en estos momentos existen “grandes certezas y algunas incertidumbres” que
deben ser, ambas, “manejadas con prudencia al establecer un plan de promoción y apoyo al
vehículo eléctrico (VE)”. Entre las certezas destacan los aspectos energéticos y ambientales
tan positivos del VE, que hacen de éste algo más que un nuevo medio de transporte, ya que
provoca sinergias positivas de eficiencia entre este sector de actividad y el de la energía, sin
olvidar los aspectos industriales e innovadores.
Una de las empresas como Endesa también apuestan por estas nuevas tecnologías, en este
caso con el lanzamiento del proyecto europeo G4V (Grid for Vehicles), que cuenta con un
presupuesto de 3,7 millones de euros y que se centrará en fórmulas para desarrollar a gran
escala el coche eléctrico.
El proyecto G4V evaluará el impacto a gran escala de la implantación del vehículo eléctrico
en la infraestructura de red eléctrica y definirá las recomendaciones para su implantación a
partir del año 2020. Además, estudiará la utilización masiva del vehículo eléctrico, su
impacto en la sociedad, los servicios y las comunicaciones necesarias y los retos y
oportunidades que se pueden presentar.
Endesa es la única empresa española que participa en este proyecto internacional que tiene
una duración de 18 meses, que crea un nuevo modelo que tendrá velocidad máxima de 130
kilómetros por hora.
Vehículos autónomos
Seat muestra en la feria el denominado León Cristóbal, «el coche más seguro de la historia
de la marca». Bautizado así en referencia al patrón de los conductores, incorpora seis
asistentes de seguridad, cuyas funciones pueden contribuir a reducir las principales causas
de accidentes de tráfico, como distracciones, cansancio, exceso de velocidad y consumo de
alcohol, que son la causa de un 80% de los accidentes en carretera.
La policía también incorpora soluciones smart. En la feria se puede ver un coche de policía
que es una comisaría móvil: con todo tipo de cámaras, sensores y ordenador a bordo,
permite a los agentes enviar y recibir datos como fotos, vídeo y fichas de criminales en
tiempo real gracias a la conexión a la nube.
GIM es un sistema de gestión inteligente de flotas pensado para optimizar el transporte por
carretera y mejorar el control, la seguridad y la sostenibilidad de su funcionamiento.
2.Personas
Contribuir al desarrollo de las personas y satisfacer sus necesidades sentando las bases del
crecimiento, que nos hace más fuertes como sociedad.
Para una mejor distribución de los recursos, ahorro de costes y optimización de resultados.
Este tipo de programas deben incluir soluciones para garantizar el bienestar de los
ciudadanos mejorando el modo de prestar los servicios, perfeccionando la adecuación de
perfiles, dotando de eficiencia al reporting y fomentando la coordinación de las agencias.
2.3 Educación
–Retos tecnológicos. Son los menos complejos ya que son recursos que hacen los servicios
más confortables y motivadores tanto en el aula como en la Smart city.
Los retos de las grandes ciudades se están volviendo cada vez más complejos, y los tiempos
de respuesta deben ser más cortos. La visión de Cisco para soportar esta misión permanente
involucra el Internet de Todo (IoE): una conexión de gente, procesos, datos y cosas. Una
integración tal es crucial para la labor de inteligencia y seguridad de todos los días.
IoE puede ayudar a completar las brechas en los procesos y en las comunicaciones
humanas, y se puede argumentar que tiene la capacidad de reducir los índices de
delincuencia en una ciudad mediante soluciones de colaboración, video, dispositivos de
IoT, biométricos y mapeo. Uno de los casos más interesantes es el uso de software para
recabar detalles de incidentes en tiempo real, incluyendo hora, ubicación y cualquier otra
variable asociada que se necesite para dar asistencia en el tiempo más corto posible.
Gobiernos de distintos niveles, desde locales hasta federales, han comenzado a implementar
estrategias de seguridad pública basadas en este tipo de soluciones digitales. Gracias a estas
herramientas, por ejemplo, es posible establecer cuáles son las zonas más peligrosas para
definir mejores horarios, rutas y estrategias de patrullaje. A su vez, la grabación y
transmisión de video en tiempo real, pueden hacer más transparentes las operaciones de los
grupos policíacos.
Las ciudades más seguras ayudan a mejorar la calidad de vida de la población, atraer
inversionistas, incrementar el turismo e impulsar el desarrollo económico. Si tuviéramos la
oportunidad de hacer más segura la ciudad en la que vivimos.
3 Organización y gestión
Ciudades inteligentes y sostenibles
UNESCO, la UIT y el gobierno uruguayo se han unido para organizar una serie de eventos
dedicados a 'Ciudades Inteligentes y Sostenibles'
El uso innovador de las TIC para ayudar a construir ciudades más desarrolladas y
sostenibles también se destacó durante una de las sesiones de ayer, junto con la necesidad
de desarrollar indicadores clave de performance y estándares internacionales, los cuales son
elementos necesarios para el desarrollo de Ciudades Inteligentes y Sostenibles.
La serie de eventos que continuará a partir de este miércoles 12 de marzo cubre temas como
los desafíos ambientales de los desechos electrónicos en América Latina, el papel de las
políticas y normas para la gestión eficaz de los desechos electrónicos, la creación de
empresas y estrategias sostenibles a través de la gestión de los desechos electrónicos:
convirtiendo un e-desafío en una eoportunidad.
Ventajas
Resumen
Una smart city -una ciudad inteligente- puede ser considerada como un territorio con gran
capacidad de aprendizaje e innovación, creativo, con presencia de instituciones de
investigación y desarrollo, centros de formación superior, dotado con infraestructura digital
y tecnologías de comunicación, junto con un elevado nivel de rendimiento de gestión. Las
ciudades pueden definirse como smart (inteligentes) si cuentan con capital humano y
social, infraestructura de comunicaciones, tanto tradicional como moderna (transporte y
tecnologías de comunicación, respectivamente) y su desarrollo se ajusta a la teoría de
desarrollo sostenible. Asimismo, la participación ciudadana en su sistema de gobierno, debe
contribuir en la mejora de la calidad de vida.
Este artículo pretende responder a las preguntas acerca de cuáles son los factores de la
creación y funcionamiento de las ciudades inteligentes y si es una necesidad para el
desarrollo de áreas urbanizadas o bien, si es una nueva moda para poner una etiqueta a la
ciudad, utilizada por las autoridades locales, para crear una imagen de la misma. Se
presenta el caso de estudio de Barcelona, la cuarta ciudad inteligente en Europa
Gestión
Estos estudios dan respuesta a las nuevas necesidades que plantea el crecimiento de las
ciudades para que sean auténticos lugares que garanticen la calidad de vida de las personas
y la igualdad de oportunidades. La aplicación de la tecnología a la gestión sostenible de las
ciudades está suponiendo una auténtica revolución en el modelo de desarrollo urbano,
porque mejora la eficiencia en la gestión de las infraestructuras municipales y ofrece al
mismo tiempo nuevos servicios que mejoran la calidad de vida de los ciudadano
Deben ser capaces de realizar estudios de carácter integrador y transversal, que combinen
elementos tecnológicos y sociales con una mirada abierta, voluntad cooperativa, capacidad
de innovación y atracción por las posibilidades que ofrece la tecnología a la sociedad.
Salidas profesionales
En 2050 la población mundial alcanzará nueve mil millones de personas y el setenta por
ciento se concentrarán en las ciudades. Esto hace que debamos replantearnos el concepto de
ciudad actual basándonos en la necesidad de crear ciudades mas inteligentes y sostenibles
que puedan dar solución a los retos sociales del futuro.
Una ciudad inteligente o smart city, es aquella que aglutina una serie de conceptos basados
en la sostenibilidad y centrados fundamentalmente en tres ámbitos básicos:
medioambiental, económico y social, buscando la mejora de la calidad de vida de sus
habitantes usando criterios de eficiencia y eficacia y aplicando la técnica, las tecnologías y
los recursos naturales de un modo innovador.
El concepto de las ciudades inteligentes es algo que ya lleva tiempo entre nosotros pero
que, aún así, sigue en auge. Las grandes ciudades cada vez requieren más soluciones que
contribuyan a una gestión eficiente real y que aporte valor al ciudadano.
Una ciudad es inteligente cuando activamente se trabaja en solucionar las dificultades a las
que se pueda enfrentar el ciudadano en sentido amplio – desde la contaminación, hasta la
gestión del tráfico, o la recolección de impuestos- a través de la implantación de sistemas
que en su mayoría se basan en la información recolectada por sensores distribuidos por toda
la ciudad. Teniendo soluciones basadas en dicha información real, se puede entender por
qué las smart city funcionan mejor.
Hoy vamos a analizar cómo se traduce esta eficiencia de las ciudades inteligentes en
beneficios más específicos, como el ahorro de energía, la reducción del impacto
medioambiental y la mayor conectividad.
Esta eficiencia se tiene que ver reflejada en las redes eléctricas, en los sistemas de
distribución de gas y de agua, en la gestión de los residuos, el transporte público y privado,
etcétera. Estos son todos elementos de la columna vertebral que forman las ciudades
inteligentes.
Ahorro de energía
El ahorro de energía es una de esas ventajas que surgen de la eficiencia que propugnan las
ciudades inteligentes. En un contexto de crisis económica, esto parece aún más necesario
todavía. Este ahorro depende de la innovación en la tecnología y también de los hábitos de
uso de las personas, por lo que hay que ofrecerles herramientas para que ellos se adapten.
Las redes inteligentes tienen la capacidad de recibir información en tiempo real, que es otra
de las características que tiene una smart city en general, lo que ayuda a trabajar de forma
más eficaz y adaptarse a las necesidades al momento, sin esperar a recibir informes que
tardan días en llegar.
Uno de los ejemplos de este ahorro energético se encuentra en nuestro mismo país, en la
ciudad de Málaga. En el proyecto de Smart City Málaga se introdujeron las últimas
tecnologías de control remoto, digitalización y automatización de la red. Esto consiguió que
el consumo eléctrico se viera reducido en un 25%, además de otros logros, como la
disminución de las emisiones de CO2.
La reducción del impacto humano se consigue a través de varias formas en las ciudades
inteligentes. Por ejemplo, la gestión más eficiente del sistema de tráfico de la ciudad puede
ayudar a tener una menor cantidad de emisión de gases contaminantes.
En Utah se ha instalado una serie de sensores, cámaras, señales y estaciones de tráfico, para
ajustar el tiempo de los semáforos. Algo que parece tan sencillo y que no puede tener un
impacto demasiado grande ha conseguido que una disminución notable del gasto de
combustible y de emisión de CO2, además de una gestión más eficiente, rápida y segura del
tráfico.
Mayor conectividad
Durante todas estas líneas, estamos haciendo mucho hincapié en el concepto de sistema.
Por definición, un sistema es un conjunto de elementos que están interconectados entre sí.
Esa conexión es otra de las características de las ciudades inteligentes que hace que sean
más eficientes.
Para la gestión de toda esta información se necesitan aplicaciones como Urbo, que permiten
mostrar los datos de una forma visual. Así se consigue una mayor eficacia a la hora de
encontrar problemas latentes y buscar las mejores soluciones.
A nivel de usuario de a pie, esta conectividad le permite, por ejemplo, acudir a un evento de
grandes multitudes como un partido de fútbol o un concierto y conocer en tiempo real cuál
es la disponibilidad de los sitios de aparcamiento, y, además, conocer el estado del tráfico
para llegar al lugar gracias a los sensores colocados en las carreteras.
Todas estas facilidades dependen de tener una buena conexión a Internet, por lo que las
ciudades también tienen que preocuparse de crear grandes redes. Empresas tan importantes
como Facebook son conscientes de la importancia de esto y colaboran con ciudades como
San José en Seattle para aumentar la red de acceso a Internet en zonas más desfavorecidas.
Este repaso de las virtudes de las ciudades inteligentes pretende destacar principalmente la
importancia de la eficiencia y la repercusión que tiene en aspectos tan diversos de la vida
diaria, como el ahorro energético o la ayuda a la descongestión del tráfico.
CONCLUSIÓN
Ser Smart City no es un objetivo en sí mismo. Es un medio para un fin, y el camino por el
que una ciudad debe seguir avanzando para ser cada día más sinónimo de oportunidades y
presentar una calidad de vida.