Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
infantes
La Sirena
(Cuento selvático)
Narrador: Dicen que en las aguas del rio Huallaga se han presentado algunos casos, como lo que le
ha ocurrido a José, un joven que acostumbraba irse a bañar todo los días en el río, pero una tarde casi
de noche mientras se bañaba, fue raptado por una sirena que le llevó a las profundidades del río, José
no sabía lo que le estaba ocurriendo porque en ese momento perdió el conocimiento. Dicen que cuando
se despertó estaba rodeado de mucha elegancia y a su lado estaban tres bellas mujeres que en
realidad eran sirenas, ellas le colocaron un vestido especial, le dieron las mejores comidas, le pusieron
en la mejor cama que estaba confeccionada de algas, conchas y mariscos; cuando llegó la noche de
luna escuchó cantar a la sirena con una dulzura de voz.
Por un momento José se alegró creyendo que estaba en la tierra, pero pronto se dio cuenta no era así
y que la sirena estaba acostada a su lado, pero José tuvo mucho miedo y se negó a las caricias de la
sirena, entonces la sirena se molestó y dijo:
Sirena: ¿No quieres estar conmigo y gozar de toda la riqueza que te ofrezco?
Narrador: Y así lo hizo, los familiares de José estaban muy tristes y cuando le vieron salir del fondo del
río se alegraron mucho y lo llevaron a casa, ahí él conto lo que le había sucedido.
Desde ese día José va a bañarse en el río cuando están otras personas y más temprano, porque
cuenta la historia que las sirenas se llevan a hombres que se encuentran bañándose solos y esto
ocurre normalmente por las noches.
Narrador: Cierta vez en la espesura del bosque vivía una anciana con apariencia detestable, se
caracteriza porque su forma externa está acompañado por rasgos feos pero muy feos, viste con una
ropa vieja y sucia, sus cabellos son como sogas, tiene ojos brillantes como añañawis (luciérnagas),
nariz larga y jorobada como de la pinsha (tucán), uñas largas que le servían para atrapar niños y
comérselos, más conocida como ACHIQUINVIEJA.
Un lindo día de sol, decidió salir al bosque para buscar niños y atraparlos, caminaba y caminaba y
nada encontraba, cansada se sentó debajo de un árbol de metohuayo (Fruto comestible que crece en
la selva del Perú) y dijo:
Achiquinvieja: Creo que hoy no es mi día, no encontraré niños, descansaré un rato más y me iré, se
estaba quedando dormida cuando de pronto escuchó una voz que decía:
Niña: Que ricas frutas hay en el bosque cogeré para llevar a casa
Narrador: En ese momento la achiquinvieja se puso en alerta y dijo:
Achiquinvieja: Por fin, creo que encontré mi comida
Narrador: La niña no se daba cuenta y seguía recogiendo frutas silvestres, de pronto vio a la anciana
acercarse y con voz amable le dijo:
Achiquinvieja: Que linda niña eres ¿Por qué estás sola en el bosque?…
Niña: Estoy recogiendo frutas, salí de casa antes que mi mamá me viera y quiero darle una sorpresa.
Achiquinvieja: No recojas, yo tengo muchas frutas en mi casa ¡vamos! que te las quiero regalar
Narrador: La niña se alegró y sin pensarlo dos veces aceptó, caminaron muy lejos y al fin llegaron a la
casa de la anciana y le empezó a ofrecer diferentes frutas y comida, la niña comió y comió luego se
quedó dormida. Eso aprovechó la achiquinvieja que la llevó y la encerró en un cuarto oscuro y sucio,
cuando despertó la niña empezó a llorar pidiendo auxilio, se acercó la achiquinvieja y le dijo:
Achiquinvieja: Np llores pequeña aquí estarás muy bien conmigo, ahora te traigo comida pero tienes
que terminar todo porque te quiero ver gordita
Narrador: La niña estaba muy asustada y al rato empezó a comer toda la comida mientras que la
anciana la observaba muy detenidamente y de pronto le dijo:
Achiquinvieja: Niña hermosa tengo un racimo de guineo (plátano) que está maduro, pero hay un
problema está colgado en lo alto de la viga, yo ya estoy muy vieja y no puedo hacerlo sola quiero que
me ayudes
Narrador: La niña aceptó, al día siguiente la achiquinvieja preparó una trampa para la niña, puso la
escalera y una paila con agua hirviendo debajo de la viga donde se encontraba el racimo de guineo,
llevó a la niña al lugar y le dijo:
Achiquinvieja: Quiero que tú subas
Narrador: La niña observó todo y le dijo:
Niña: No sé como subir quiero que tú me hagas la muestra, entonces la anciana empezó a subir la
escalera y cuando ya iba a llegar al racimo de guineo, la niña movió la escalera y la achiquinvieja cayó
en la paila y quedó muy herida, situación que aprovecho la niña para salir corriendo y regresar a casa.
Introducción: El chullachaqui es el dueño del bosque. Su nombre viene del quechua chulla = desigual
y chaqui = pie, que significa pies desiguales, el chullachaqui generalmente se presenta tomando la
forma humana o la de un animal.
Narrador: Había una vez unos compadres de nombre Raúl y Gerónimo, Raúl se fue donde Gerónimo
y le dijo:
Raúl: Compadre vengo a invitarte para ir esta noche al monte, he encontrado un tronco de manchinga
que está siendo comido por el animal, ¿Qué dices, nos vamos cumpa?
Narrador: Empezaron a preparar lo que ivan a llevar: Balas, cigarro mapacho, hoja de coca, trago y
linterna, todo esto pusieron en sus respectivas talegas (bolso de tela confeccionado artesanalmente)
con retrocarga (arma de fuego) a la mano, caminaron muy lejos monte a dentro y por fin llegaron al
tronco de manchinga y era verdad lo que dijo Raúl, se instalaron e hicieron su chapana (barbacoa en
lo alto de un árbol) para esperar al animal.
Estando ya ubicados en la chapana empezaron a coquear y a fumar su cigarro mapacho, estaban
esperando por un buen rato, la noche era totalmente oscura, no había luna y un silencio inquietante,
entonces Raúl dijo:
Raúl: Cumpa estamos salados parece que no va a llegar ningún animal esta noche
Gerónimo: Espera cumpa ya llegarán este huayo es seguro, los animales no pueden dejar de venir a
comer sus manchinga.
Narrador: Seguían fumando y coqueando en la oscuridad de la noche, los zancudos les picaban
mucho, pero ellos seguían firmes a la espera de cualquier animal, de repente escucharon un ruido
Raúl: Cumpa escuchas
Narrador: Grito y enseguida se bajaron de la chapana y se acercaron donde había caído el animal ¡Oh
sorpresa! No había animal muerto ni rastros
Gerónimo: ¿Qué pasó? Creo que el Chullachaqui se está burlando de nosotros, tenemos que seguir
fumando nuestro mapacho para que se vaya si es que está en este lugar.
Raúl: Deja cumpa esta vez yo le voy a dispara y veras que no le voy a escapar
Narrador: Se fueron nuevamente rápido al lugar, sorpresa de nuevo no había ningún animal muerto.
En ese momento apareció frente a ellos un ser bastante aterrador que no les dio tiempo de reaccionar
y les dijo
Chullachaqui: ¿Qué quieren ustedes persiguiendo a mis animales? ¿Acaso no saben que yo soy el
cuidador del bosque?, porque los hombres destruyen y matan a todos los animales que encuentran sin
dejar animal alguno para equilibrar la especie, ¡Lárguense! antes que me los lleve monte a dentro y no
les permita regresar jamás.
Gerónimo: Bueno cumpa vamos regresando a casa, antes que el chullachaqui se moleste mucho más
ahora ya sabemos que él cuida el bosque, cuida a los animales por eso no quiere que matemos
Narrador(a): Había una vez, un lago donde vivían muchos animales: algunos eran grandes y
otros, pequeños.
Una mañana, el sapito chico escuchó que se burlaban de él. Entonces, se puso a llorar y salió
corriendo del lago…
Mamá Sapo: ¿Feíto, tú, Sapito chico? ¡No puede ser! Vamos al lago para que sepas la
verdad…
Mamá Sapo: Hijo mío, mírate en el agua, ¿Son feos tus ojitos?
Mamá Sapo: ¿Y algún sapito tiene las manchitas iguales a las tuyas?
Sapito chico: No, mamá. ¡Ningún sapito tiene las manchitas iguales a las mías!
Mamá Sapo: Ahora que ya te has visto en el agua del lago, ¿Te gusta cómo eres?
Sapito chico: Sí, mamá. ¡Soy muy feliz por ser así!
Narrador: Trata de un viejo bagre que decía con su voz gruesa en el profundo remanso del
riachuelo, que él conocía el mar que cuando era muy joven él había viajado por el mar y en el
fondo de las aguas se movía de un lado a otro orgullosamente. Los peces niños y jóvenes le
tenían una gran admiración ya que él era el único que conocía el mar pues entonces en una
noche de luna, se le acerco un bagrecito y le dijo
Bagre (abuelo): Bien muchacho, yo tenía tu edad cuando realice esta hazaña
Narrador: Pues entonces esa noche en un rincón de la pozuela iluminada por la luna, el viejo
bagre le enseño al bagrecito como realizar su viaje al lejano mar y cuando el riachuelo se
estremecía a amenazar el bagrecito partió y el viejo bagre le dijo:
Narrador: El bagrecito sentía pena por su madre, su madre, estaba muy preocupada por no
haberle visto todo el día y entonces le pregunto al viejo bagre
Bagre (abuelo): ¡No!, pero lo que te puedo decir es que no te preocupes, porque tu hijo volverá,
el fue a conocer el mundo
Bagre (abuelo): No creo, es muy astuto; y tú comprenderás que toda la vida no va a vivir a las
faldas de su madre
Narrador: Entonces la madre del bagrecito más o menos tranquila volvió a su casa. Mientras
que el bagrecito continuaba su viaje después de dos días y medio entro por la desembocadura
del riachuelo más grande este riachuelo corría por el bosque haciendo tantos zigzag. Que el
bagrecito se desconcertó y en ese momento se recordó de todo lo que le había contado el
anciano, el bagre seguía nadando dejándose arrastrar por las corrientes, se alimentaba
lamiendo las piedras, con los gusanillos que había en ellos.
Después de una poza casi muerde un anzuelo con carnada de lombriz. Pero recordó de lo
que le había dicho el abuelo, así descubrió que atravesando las aguas terminaría en la orilla
en las manos del pescador.
El incidente que le había sucedido, le hizo reflexionar con mayor seriedad con los peligros que
le amenazaban en su ruta, el bagrecito siguió su viaje al mar.
Después de una tormenta, que perturbo la selva el bagrecito entro en un inmenso claro lleno
de sol, a través de las aguas ligeramente turbias distinguió un puente de madera por donde
pasaban hombre y mujeres, el, pensó que estaba en la ciudad. Y Lugo vio a varios muchachos
con anzuelos que estaban pescando en esa orilla y el bagrecito se salvo otra vez del peligro,
tuvo miedo las aguas del riachuelo desaparecían quizás en decientas veces más grande que
su humilde riachuelo natal, entonces se quedo indeciso por un momento pero después siguió
y peces más grandes pasaban por su lado asustándole
Narrador.- Ahí empezaba a vivir más aventuras pasó por los malos pasos, todo maltrecho
busco refugio debajo de una piedra y se durmió él consideraba que los malos pasos son las
muertes de algunos hombres.
Pero un día el cayo en las redes de un pescador junto con diferentes peces, y el hijo del
pescador, lo cogió de las barbas y lo arrojo al mar.
Un día todo el río vibraba con, los millones de peces. Algunos brincaban sobre las aguas en
la oscuridad de la noche. El bagrecito se arrimo a una orilla, hasta que pase el ultimo pez,
hasta que todo acabo en el mar.
El nuevo rió se unía con otro, formando el Amazonas el bagrecito entro a las primeras luces
del día cuando en el bosque se oían gritos de animales salvajes y ahí se recordó otra vez que
el abuelo le había hablado del rey de los ríos, entonces el ya había llegado al mar. Pues en el
rió más grande es donde debía de tener más cuidado con los buques. Una madrugada subió
a la superficie a ver el lucero después de bañarse el bagrecito se había hundido en las aguas
durante varias horas un pez le persiguió el pobre bagrecito corría a toda velocidad.
Mucho tiempo viajo por muchos puertos, haciendas, ciudades, el bagrecito después de todo
llego al mar, el bagrecito profundamente emocionado, dijo el mar, el mar lo vio una noche de
luna.
El retornó a su riachuelo natal, fue muy difícil, porque él se encontraba tan lejos y o través
tenía que cruzar los ríos, lo cual le exigía mayor esfuerzo. El vencía todos los peligro paso por
los malos pasos se salvo del rió de las mil vueltas, por suerte un pescador encendió la mecha
de un cartucho de dinamita para arrojarlo a una posada donde no había escapatoria para miles
de peces ni para el bagrecito ocurrió algo inesperado. El pescador soltó inmediatamente el
cartucho porque él pensó que iba a estallar en su mano y corrió hacia el bosque con la terrible
explosión, algunos pájaros cayeron muertos. El bagrecito ya estaba feliz cuando entro en su
riachuelo natal después de haber vivido tantas aventuras, pero no encontró al abuelo ni a su
madre, nadie lo conocía y se dio cuenta que ya era anciano y el salía a decir con su voz ronca
orgullosamente
Narrador.- Los peces niños y jóvenes lo miraban con atención y un bagrecito en una noche de
luna se le acerco y le dijo
Narrador: Un día, un pastor que cuidaba su rebaño en los prados pensó - ¡Qué aburrimiento! ¡Estoy
cansado de vigilar el rebaño yo solo, desde la mañana hasta la noche! ¡Ojalá ocurriese algo divertido!
Entonces se le ocurrió una idea y corrió hacia el pueblo dejando sólo el rebaño.
Pastorcito: ¡Socorro” ¡El lobo está atacando mi rebaño!
Poblador 1: ¿Dónde está el lobo? ¿Te ha herido?
Narrador: El pastor les contó la verdad con una carcajada irónica
Pastorcito: Ja ja ja… Me aburría tanto que me lo he inventado todo. Ha sido divertido ver la reacción
de Ustedes
Narrador: Los pobladores muy enfadados, regresaron a su trabajo. Al día siguiente, el pastor volvió a
gritar
Pastorcito: ¡Socorro! ¡El lobo está atacando! ¡Esta vez es verdad!
Narrador: Los pobladores volvieron a acudir a la llamada con palos, escopeta y demás herramientas,
pero el pastor les había mentido de nuevo
Esta vez, los pobladores se enfadaron más y volvieron a su trabajo. Cuando el pastor regresó a los
prados, se encontró con que el lobo estaba atacando de verdad su rebaño.
El hambriento animal comenzó a comerse a las ovejas una por una. El sorprendido y asustado pastor
corrió hacia el pueblo tan deprisa como pudo.
Pastorcito: ¡Socorro! ¡El lobo está atacando mi rebaño! ¡Por favor, ayúdenme!
Narrador: El pastorcito imploró pidiendo ayuda a los pobladores uno a uno.
Mensaje: Cuantas veces una mentira puede hacernos mucho daño, decir mentiras hace que la gente
ya no tenga confianza en nosotros. Como dice el refrán “En boca del mentiroso, lo cierto se hace
dudoso”.
Preguntas: ¿Cómo se titula el cuento?, ¿Qué pasó con el burro?, ¿Cómo se salvó el burro?... ¿Estuvo
bien la reacción del burro?, ¿Por qué?, ¿Qué pasó con el lobo?, ¿Qué hubieran hecho Ustedes ante
el peligro de ser atacados?...
Narrador: La cigarra era feliz disfrutando del verano: El sol brillaba, las flores desprendían su
aroma...y la cigarra cantaba y cantaba. Mientras tanto su amiga y vecina, una pequeña
hormiga, pasaba el día entero trabajando, recogiendo alimentos.
Cigarra - ¡Amiga hormiga! ¿No te cansas de tanto trabajar? Descansa un rato conmigo
mientras canto algo para ti. – Le decía la cigarra a la hormiga.
Hormiga - Mejor harías en recoger provisiones para el invierno y dejarte de tanta holgazanería
Hasta que un día, al despertarse, sintió el frío intenso del invierno. Los árboles se habían
quedado sin hojas y del cielo caían copos de nieve, mientras la cigarra vagaba por campo,
helada y hambrienta. Vio a lo lejos la casa de su vecina la hormiga, y se acercó a pedirle
ayuda.
Cigarra - Amiga hormiga, tengo frío y hambre, ¿no me darías algo de comer? Tú tienes mucha
comida y una casa caliente, mientras que yo no tengo nada.
Hormiga - Dime amiga cigarra, ¿qué hacías tú mientras yo madrugaba para trabajar? ¿Qué
hacías mientras yo cargaba con granos de trigo de acá para allá?
Hormiga - ¿Eso hacías? Pues si cantabas en el verano, ahora baila durante el invierno-
Narrador: Y le cerró la puerta, dejando fuera a la cigarra, que había aprendido la lección.
Esta fábula enseña a los niños el valor del trabajo y del esfuerzo
Narrador.- Había una vez un sapo verde que se llamaba Sapón, que estaba muy contento
porque vivía en una laguna rodeada de árboles lleno de hojas que caían al agua y él las usaba
para pararse encima y no mojar sus patitas y así poder comer moscas y gusanitos.
Pero un día apareció en la laguna Rey que era un enorme león malo y grande con los ojos
chiquitos y a la vez enormes y filosos dientes, con mucha hambre que al ver a Sapón le entró
las ganas de comérselo.
Narrador.- Sapón.- gritó, gritó y gritó hasta que por fin alguien lo escuchó, era nada más y
nada menos que el cocodrilo Cola Larga quien rápidamente corrió en su ayuda y con todas
sus fuerzas le pegó con su cola a Rey el león
Narrador.- A Rey el león le dolió tanto ese golpe que se fue caminando despacito a su casa,
pero con tan mala suerte que en el camino se encontró con la abeja Aguja, quien también le
dio su merecido pinchándole la cola.
Narrador.- Rey el león, lloró tanto, tanto y tanto que despertó a Palito el burro dormilón que
en seguida fue a ver qué pasaba
Narrador.- Cuando llegó y entró a la casa encontró a Rey el león en un mar de lágrimas
Narrador.- ¡Qué horror!!!!!! Rey el león tenía la cola hinchada, entonces Palito el burro le
Preguntó
Rey.- Cola Larga me pegó con su cola y Aguja me pinchó la cola con su aguijón
Palito.- Pero ¿Por qué todos los animales están tan enojados contigo?...
Palito.- ¡Ah!... ya entiendo Cola larga el cocodrilo y Aguja la abeja defendieron a Sapón,
bueno a mí me parece que tienes que ir a pedirle perdón a Sapón, si quieres yo te acompaño
a la laguna ¿Vamos?...
Narrador.- Y así fue como Palito el burro y Rey el león caminaron juntos hasta la laguna.
Cuando llegaron estaban Cola Larga el cocodrilo, Aguja la abeja y Sapón el sapo que al
verlos, los tres se miraron. Pero rápidamente Rey el león exclamó
Rey.- ¡Perdón Sapón perdón!, .lo que sucede es que yo tengo muchas ganas de comer y tú,
te veías tan rico… y sabroso
Cola larga.- ¡Pero hombre! si lo que tienes es hambre entre todos podemos preparar una rica
comida… ¡Qué tal!...
Narrador.- ¡Caramba, todo me sale mal! se lamenta constantemente Uga, la tortuga. Y es que
no es para menos: siempre llega tarde, es la última en acabar sus tareas, casi nunca consigue
premios a la rapidez y, para colmo es una dormilona.
¡Esto tiene que cambiar! se propuso un buen día, harta de que sus compañeros del bosque le
recriminaran por su poco esfuerzo al realizar sus tareas.
Y es que había optado por no intentar siquiera realizar actividades tan sencillas como
amontonar hojitas secas caídas de los árboles en otoño, o quitar piedrecitas del camino hacia
la charca donde chapoteaban los calurosos días de verano.
Uga la tortuga.- ¿Para qué preocuparme en hacer un trabajo que luego acaban haciendo mis
compañeros? Mejor es dedicarme a jugar y a descansar.
Mily la hormiga.- No es una gran idea. Lo que verdaderamente cuenta no es hacer el trabajo
en un tiempo récord; lo importante es acabarlo realizándolo, lo mejor que sabes, pues siempre
te quedará la recompensa de haberlo conseguido.
No todos los trabajos necesitan de obreros rápidos. Hay labores que requieren tiempo y
esfuerzo. Si no lo intentas nunca sabrás lo que eres capaz de hacer, y siempre te quedarás
con la duda de si lo hubieras logrados alguna vez.
Por ello, es mejor intentarlo y no conseguirlo que no probar y vivir con la duda. La constancia
y la perseverancia son buenas aliadas para conseguir lo que nos proponemos; por ello yo te
aconsejo que lo intentes. Hasta te puede sorprender de lo que eres capaz.
Uga la tortuga.- ¡Caramba, hormiguita, me has tocado las fibras! Esto es lo que yo necesitaba:
alguien que me ayudara a comprender el valor del esfuerzo; te prometo que lo intentaré.
Narrador.- Pasaron unos días y Uga, la tortuga, se esforzaba en sus quehaceres.
Se sentía feliz consigo misma pues cada día conseguía lo poquito que se proponía porque era
consciente de que había hecho todo lo posible por lograrlo.
Uga la tortuga.- He encontrado mi felicidad: lo que importa no es marcarse grandes e
imposibles metas, sino acabar todas las pequeñas tareas que contribuyen a lograr grandes
fines.