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Libretos de cuentos, fabulas, leyendas y adaptaciones para ser trabajados con

infantes

La Sirena
(Cuento selvático)

Inicio de escena: José acostado en la cama en el fondo del río

Narrador: Dicen que en las aguas del rio Huallaga se han presentado algunos casos, como lo que le
ha ocurrido a José, un joven que acostumbraba irse a bañar todo los días en el río, pero una tarde casi
de noche mientras se bañaba, fue raptado por una sirena que le llevó a las profundidades del río, José
no sabía lo que le estaba ocurriendo porque en ese momento perdió el conocimiento. Dicen que cuando
se despertó estaba rodeado de mucha elegancia y a su lado estaban tres bellas mujeres que en
realidad eran sirenas, ellas le colocaron un vestido especial, le dieron las mejores comidas, le pusieron
en la mejor cama que estaba confeccionada de algas, conchas y mariscos; cuando llegó la noche de
luna escuchó cantar a la sirena con una dulzura de voz.

Por un momento José se alegró creyendo que estaba en la tierra, pero pronto se dio cuenta no era así
y que la sirena estaba acostada a su lado, pero José tuvo mucho miedo y se negó a las caricias de la
sirena, entonces la sirena se molestó y dijo:

Sirena: ¿No quieres estar conmigo y gozar de toda la riqueza que te ofrezco?

José: Quiero regresa a la superficie porque allí está mi casa y mi familia

Sirena: Pues entonces iré a dejarte en el mismo lugar de donde te robé

Narrador: Y así lo hizo, los familiares de José estaban muy tristes y cuando le vieron salir del fondo del
río se alegraron mucho y lo llevaron a casa, ahí él conto lo que le había sucedido.

Desde ese día José va a bañarse en el río cuando están otras personas y más temprano, porque
cuenta la historia que las sirenas se llevan a hombres que se encuentran bañándose solos y esto
ocurre normalmente por las noches.

¡Colorín colorado esta historia se ha terminado!

Adaptaciones: Gilda, Delcith, Dielmith, Karen y Beti


La Achiquinvieja
(Cuento selvático)

Narrador: Cierta vez en la espesura del bosque vivía una anciana con apariencia detestable, se
caracteriza porque su forma externa está acompañado por rasgos feos pero muy feos, viste con una
ropa vieja y sucia, sus cabellos son como sogas, tiene ojos brillantes como añañawis (luciérnagas),
nariz larga y jorobada como de la pinsha (tucán), uñas largas que le servían para atrapar niños y
comérselos, más conocida como ACHIQUINVIEJA.

Un lindo día de sol, decidió salir al bosque para buscar niños y atraparlos, caminaba y caminaba y
nada encontraba, cansada se sentó debajo de un árbol de metohuayo (Fruto comestible que crece en
la selva del Perú) y dijo:

Achiquinvieja: Creo que hoy no es mi día, no encontraré niños, descansaré un rato más y me iré, se
estaba quedando dormida cuando de pronto escuchó una voz que decía:
Niña: Que ricas frutas hay en el bosque cogeré para llevar a casa
Narrador: En ese momento la achiquinvieja se puso en alerta y dijo:
Achiquinvieja: Por fin, creo que encontré mi comida
Narrador: La niña no se daba cuenta y seguía recogiendo frutas silvestres, de pronto vio a la anciana
acercarse y con voz amable le dijo:
Achiquinvieja: Que linda niña eres ¿Por qué estás sola en el bosque?…
Niña: Estoy recogiendo frutas, salí de casa antes que mi mamá me viera y quiero darle una sorpresa.
Achiquinvieja: No recojas, yo tengo muchas frutas en mi casa ¡vamos! que te las quiero regalar
Narrador: La niña se alegró y sin pensarlo dos veces aceptó, caminaron muy lejos y al fin llegaron a la
casa de la anciana y le empezó a ofrecer diferentes frutas y comida, la niña comió y comió luego se
quedó dormida. Eso aprovechó la achiquinvieja que la llevó y la encerró en un cuarto oscuro y sucio,
cuando despertó la niña empezó a llorar pidiendo auxilio, se acercó la achiquinvieja y le dijo:
Achiquinvieja: Np llores pequeña aquí estarás muy bien conmigo, ahora te traigo comida pero tienes
que terminar todo porque te quiero ver gordita
Narrador: La niña estaba muy asustada y al rato empezó a comer toda la comida mientras que la
anciana la observaba muy detenidamente y de pronto le dijo:
Achiquinvieja: Niña hermosa tengo un racimo de guineo (plátano) que está maduro, pero hay un
problema está colgado en lo alto de la viga, yo ya estoy muy vieja y no puedo hacerlo sola quiero que
me ayudes
Narrador: La niña aceptó, al día siguiente la achiquinvieja preparó una trampa para la niña, puso la
escalera y una paila con agua hirviendo debajo de la viga donde se encontraba el racimo de guineo,
llevó a la niña al lugar y le dijo:
Achiquinvieja: Quiero que tú subas
Narrador: La niña observó todo y le dijo:
Niña: No sé como subir quiero que tú me hagas la muestra, entonces la anciana empezó a subir la
escalera y cuando ya iba a llegar al racimo de guineo, la niña movió la escalera y la achiquinvieja cayó
en la paila y quedó muy herida, situación que aprovecho la niña para salir corriendo y regresar a casa.

¡Colorín colorado esta historia se ha terminado!

Adaptaciones:: Gilda, Delcith, Dielmith, Karen y Beti


El chullachaqui
(Cuento selvático)

Introducción: El chullachaqui es el dueño del bosque. Su nombre viene del quechua chulla = desigual
y chaqui = pie, que significa pies desiguales, el chullachaqui generalmente se presenta tomando la
forma humana o la de un animal.

Narrador: Había una vez unos compadres de nombre Raúl y Gerónimo, Raúl se fue donde Gerónimo
y le dijo:

Raúl: Compadre vengo a invitarte para ir esta noche al monte, he encontrado un tronco de manchinga
que está siendo comido por el animal, ¿Qué dices, nos vamos cumpa?

Gerónimo: Sí cumpa vamos

Narrador: Empezaron a preparar lo que ivan a llevar: Balas, cigarro mapacho, hoja de coca, trago y
linterna, todo esto pusieron en sus respectivas talegas (bolso de tela confeccionado artesanalmente)
con retrocarga (arma de fuego) a la mano, caminaron muy lejos monte a dentro y por fin llegaron al
tronco de manchinga y era verdad lo que dijo Raúl, se instalaron e hicieron su chapana (barbacoa en
lo alto de un árbol) para esperar al animal.
Estando ya ubicados en la chapana empezaron a coquear y a fumar su cigarro mapacho, estaban
esperando por un buen rato, la noche era totalmente oscura, no había luna y un silencio inquietante,
entonces Raúl dijo:

Raúl: Cumpa estamos salados parece que no va a llegar ningún animal esta noche

Gerónimo: Espera cumpa ya llegarán este huayo es seguro, los animales no pueden dejar de venir a
comer sus manchinga.

Narrador: Seguían fumando y coqueando en la oscuridad de la noche, los zancudos les picaban
mucho, pero ellos seguían firmes a la espera de cualquier animal, de repente escucharon un ruido
Raúl: Cumpa escuchas

Gerónimo: ¡Sí! creo que ya están llegando los animales prepárate


Narrador: En ese momento vieron llegar a un majás, Gerónimo preparó su arma para disparar y al fin
disparó ¡Pum!
Gerónimo: Cumpa ya murió

Narrador: Grito y enseguida se bajaron de la chapana y se acercaron donde había caído el animal ¡Oh
sorpresa! No había animal muerto ni rastros

Gerónimo: ¿Qué pasó? Creo que el Chullachaqui se está burlando de nosotros, tenemos que seguir
fumando nuestro mapacho para que se vaya si es que está en este lugar.

Narrador: En ese momento nuevamente apareció el majás,

Gerónimo: Mira allí está el majás

Raúl: Deja cumpa esta vez yo le voy a dispara y veras que no le voy a escapar

Narrador: Se concentró y disparó, vio que el animal cayó muerto

Raúl: Ya chupó, vamos cumpa

Narrador: Se fueron nuevamente rápido al lugar, sorpresa de nuevo no había ningún animal muerto.
En ese momento apareció frente a ellos un ser bastante aterrador que no les dio tiempo de reaccionar
y les dijo

Chullachaqui: ¿Qué quieren ustedes persiguiendo a mis animales? ¿Acaso no saben que yo soy el
cuidador del bosque?, porque los hombres destruyen y matan a todos los animales que encuentran sin
dejar animal alguno para equilibrar la especie, ¡Lárguense! antes que me los lleve monte a dentro y no
les permita regresar jamás.

Gerónimo: Bueno cumpa vamos regresando a casa, antes que el chullachaqui se moleste mucho más
ahora ya sabemos que él cuida el bosque, cuida a los animales por eso no quiere que matemos

Narrador: Los compadres regresaron a casa y comprendieron que no deben matar


indiscriminadamente a los animales ni destruir el bosque.

¡Colorín colorado esta historia se ha terminado!


Adaptaciones: Gilda, Delcith, Dielmith, Karen y Beti
El Sapito chico
(Cuento MINEDU)

Narrador(a): Había una vez, un lago donde vivían muchos animales: algunos eran grandes y
otros, pequeños.

Una mañana, el sapito chico escuchó que se burlaban de él. Entonces, se puso a llorar y salió
corriendo del lago…

(El sapito chico sale corriendo y gritando)

Sapito chico: Mami, mami… me han dicho que soy feíto

Mamá Sapo: ¿Feíto, tú, Sapito chico? ¡No puede ser! Vamos al lago para que sepas la
verdad…

Narrador(a): Cuando llegaron al lago, la mamá Sapo le dijo

Mamá Sapo: Hijo mío, mírate en el agua, ¿Son feos tus ojitos?

Sapito chico: No, mamá. ¡Me gustan mis ojitos!

Narrador(a): Luego de un rato, la mamá sapo siguió preguntando

Mamá Sapo: Hijo mío, ¿Es fea tu barriguita?

Narrador(a): El Sapito chico vio su barriguita y contestó

Sapito chico: No, mamá. ¡Mi barriguita tiene un lindo color!

Narrador(a): La mamá Sapo con mucho cariño le dijo:

Mamá Sapo: ¡Tus patitas también son lindas!

Narrador(a): El sapito pequeño se miró sus patitas:

Sapito chico: ¡Es verdad, mamá! ¡Mis patitas son lindas!

Narrador(a): Luego, la mamá sapo le hizo otra pregunta:

Mamá Sapo: ¿Y algún sapito tiene las manchitas iguales a las tuyas?

Narrador(a): El sapito se miró en el lago

Sapito chico: No, mamá. ¡Ningún sapito tiene las manchitas iguales a las mías!

Narrador(a): La mamá sapo abrazó al sapito chico:

Mamá Sapo: Ahora que ya te has visto en el agua del lago, ¿Te gusta cómo eres?
Sapito chico: Sí, mamá. ¡Soy muy feliz por ser así!

Narrador(a): Desde entonces, el sapito chico vive muy contento en el lago.

¡Colorín colorado esta historia se ha terminado!

Adaptaciones: Gilda, Delcith, Dielmith, Karen y Beti


El bagrecito
(Cuento tradicional MINEDUl)

Narrador: Trata de un viejo bagre que decía con su voz gruesa en el profundo remanso del
riachuelo, que él conocía el mar que cuando era muy joven él había viajado por el mar y en el
fondo de las aguas se movía de un lado a otro orgullosamente. Los peces niños y jóvenes le
tenían una gran admiración ya que él era el único que conocía el mar pues entonces en una
noche de luna, se le acerco un bagrecito y le dijo

Bagrecito (nieto): Abuelo yo quiero conocer el mar

Bagre (abuelo): ¿Tú?

Narrador: Entonces él respondió

Bagrecito (nieto): Si abuelo

Bagre (abuelo): Bien muchacho, yo tenía tu edad cuando realice esta hazaña

Narrador: Pues entonces esa noche en un rincón de la pozuela iluminada por la luna, el viejo
bagre le enseño al bagrecito como realizar su viaje al lejano mar y cuando el riachuelo se
estremecía a amenazar el bagrecito partió y el viejo bagre le dijo:

Bagre (abuelo): Tienes que volver

Narrador: El bagrecito sentía pena por su madre, su madre, estaba muy preocupada por no
haberle visto todo el día y entonces le pregunto al viejo bagre

Bagre (mamá): ¿Usted sabe donde esta mi hijo?

Bagre (abuelo): ¡No!, pero lo que te puedo decir es que no te preocupes, porque tu hijo volverá,
el fue a conocer el mundo

Bagre (mamá): ¿Si alguien lo pesca?

Bagre (abuelo): No creo, es muy astuto; y tú comprenderás que toda la vida no va a vivir a las
faldas de su madre

Narrador: Entonces la madre del bagrecito más o menos tranquila volvió a su casa. Mientras
que el bagrecito continuaba su viaje después de dos días y medio entro por la desembocadura
del riachuelo más grande este riachuelo corría por el bosque haciendo tantos zigzag. Que el
bagrecito se desconcertó y en ese momento se recordó de todo lo que le había contado el
anciano, el bagre seguía nadando dejándose arrastrar por las corrientes, se alimentaba
lamiendo las piedras, con los gusanillos que había en ellos.
Después de una poza casi muerde un anzuelo con carnada de lombriz. Pero recordó de lo
que le había dicho el abuelo, así descubrió que atravesando las aguas terminaría en la orilla
en las manos del pescador.
El incidente que le había sucedido, le hizo reflexionar con mayor seriedad con los peligros que
le amenazaban en su ruta, el bagrecito siguió su viaje al mar.
Después de una tormenta, que perturbo la selva el bagrecito entro en un inmenso claro lleno
de sol, a través de las aguas ligeramente turbias distinguió un puente de madera por donde
pasaban hombre y mujeres, el, pensó que estaba en la ciudad. Y Lugo vio a varios muchachos
con anzuelos que estaban pescando en esa orilla y el bagrecito se salvo otra vez del peligro,
tuvo miedo las aguas del riachuelo desaparecían quizás en decientas veces más grande que
su humilde riachuelo natal, entonces se quedo indeciso por un momento pero después siguió
y peces más grandes pasaban por su lado asustándole

Bagrecito (nieto).- No tengo otro camino

Narrador.- Ahí empezaba a vivir más aventuras pasó por los malos pasos, todo maltrecho
busco refugio debajo de una piedra y se durmió él consideraba que los malos pasos son las
muertes de algunos hombres.
Pero un día el cayo en las redes de un pescador junto con diferentes peces, y el hijo del
pescador, lo cogió de las barbas y lo arrojo al mar.
Un día todo el río vibraba con, los millones de peces. Algunos brincaban sobre las aguas en
la oscuridad de la noche. El bagrecito se arrimo a una orilla, hasta que pase el ultimo pez,
hasta que todo acabo en el mar.
El nuevo rió se unía con otro, formando el Amazonas el bagrecito entro a las primeras luces
del día cuando en el bosque se oían gritos de animales salvajes y ahí se recordó otra vez que
el abuelo le había hablado del rey de los ríos, entonces el ya había llegado al mar. Pues en el
rió más grande es donde debía de tener más cuidado con los buques. Una madrugada subió
a la superficie a ver el lucero después de bañarse el bagrecito se había hundido en las aguas
durante varias horas un pez le persiguió el pobre bagrecito corría a toda velocidad.
Mucho tiempo viajo por muchos puertos, haciendas, ciudades, el bagrecito después de todo
llego al mar, el bagrecito profundamente emocionado, dijo el mar, el mar lo vio una noche de
luna.
El retornó a su riachuelo natal, fue muy difícil, porque él se encontraba tan lejos y o través
tenía que cruzar los ríos, lo cual le exigía mayor esfuerzo. El vencía todos los peligro paso por
los malos pasos se salvo del rió de las mil vueltas, por suerte un pescador encendió la mecha
de un cartucho de dinamita para arrojarlo a una posada donde no había escapatoria para miles
de peces ni para el bagrecito ocurrió algo inesperado. El pescador soltó inmediatamente el
cartucho porque él pensó que iba a estallar en su mano y corrió hacia el bosque con la terrible
explosión, algunos pájaros cayeron muertos. El bagrecito ya estaba feliz cuando entro en su
riachuelo natal después de haber vivido tantas aventuras, pero no encontró al abuelo ni a su
madre, nadie lo conocía y se dio cuenta que ya era anciano y el salía a decir con su voz ronca
orgullosamente

Bagrecito (nieto).- Yo conozco el mar, porque de joven he viajado al mar y he vuelto

Narrador.- Los peces niños y jóvenes lo miraban con atención y un bagrecito en una noche de
luna se le acerco y le dijo

Bagrecito (niño).- ¡Yo quiero conocer el mar!

Bagrecito (nieto).- ¿Tú?

Bagrecito (niño).- Si abuelo

Bagrecito (nieto).- Bien yo tenía tu edad cuando realice esta hazaña…


Narrador.- Y así fue la aventura del Bagrecito que sin darse cuenta habían pasado muchos
años de aventura tras aventura.

¡Colorín colorado esta historia se ha terminado!

Adaptaciones: Gilda, Delcith, Dielmith, Karen y Beti


El pastorcito mentiroso

Narrador: Un día, un pastor que cuidaba su rebaño en los prados pensó - ¡Qué aburrimiento! ¡Estoy
cansado de vigilar el rebaño yo solo, desde la mañana hasta la noche! ¡Ojalá ocurriese algo divertido!
Entonces se le ocurrió una idea y corrió hacia el pueblo dejando sólo el rebaño.
Pastorcito: ¡Socorro” ¡El lobo está atacando mi rebaño!
Poblador 1: ¿Dónde está el lobo? ¿Te ha herido?
Narrador: El pastor les contó la verdad con una carcajada irónica
Pastorcito: Ja ja ja… Me aburría tanto que me lo he inventado todo. Ha sido divertido ver la reacción
de Ustedes
Narrador: Los pobladores muy enfadados, regresaron a su trabajo. Al día siguiente, el pastor volvió a
gritar
Pastorcito: ¡Socorro! ¡El lobo está atacando! ¡Esta vez es verdad!
Narrador: Los pobladores volvieron a acudir a la llamada con palos, escopeta y demás herramientas,
pero el pastor les había mentido de nuevo

Esta vez, los pobladores se enfadaron más y volvieron a su trabajo. Cuando el pastor regresó a los
prados, se encontró con que el lobo estaba atacando de verdad su rebaño.

El hambriento animal comenzó a comerse a las ovejas una por una. El sorprendido y asustado pastor
corrió hacia el pueblo tan deprisa como pudo.
Pastorcito: ¡Socorro! ¡El lobo está atacando mi rebaño! ¡Por favor, ayúdenme!
Narrador: El pastorcito imploró pidiendo ayuda a los pobladores uno a uno.

Pero los pobladores respondieron entre risas.


Poblador 1: Ja ja ja… ¡Cada vez eres mejor actor!
Poblador 2: Ja ja ja… ¡Estamos demasiado ocupados para perder el tiempo con tu actuación!
Pastorcito: ¡Oh, no! ¡Esta vez es verdad! Por favor, ayúdenme a echar al lobo
Narrador: El pastorcito suplicó y suplicó y nadie le hizo el menor caso. El lobo se comió a todas las
ovejas y el pastor se quedó sin nada, llorando su desgracia.

Mensaje: Cuantas veces una mentira puede hacernos mucho daño, decir mentiras hace que la gente
ya no tenga confianza en nosotros. Como dice el refrán “En boca del mentiroso, lo cierto se hace
dudoso”.

¡Colorín colorado esta historia se ha terminado!

Adaptaciones: Gilda, Delcith, Dielmith, Karen y Beti


El burro y el lobo
(Fabula)
Narrador: Había una vez un burro que se encontraba feliz en el campo, comiendo hierba a sus anchas
y paseando tranquilamente bajo el cálido sol de primavera. De repente, vio a un lobo escondido entre
los matorrales con cara de malas intenciones.
Burro: ¡Seguro que viene por mí! ¡Tengo que escapar!
Narrador: El pobre borrico sabía que tenía pocas posibilidades de huir. No había lugar donde
esconderse y si echaba a correr, el lobo que era más rápido le atraparía. Tampoco podía rebuznar
para pedir auxilio porque estaba demasiado lejos de la aldea y nadie le oiría.
Desesperado comenzó a pensar en una solución rápida que pudiera sacarle de aquel apuro. El lobo
estaba cada vez más cerca y no le quedaba mucho tiempo.
Burro: ¡Sí, eso es!, fingiré que me he clavado una espina y engañaré al lobo.
Narrador: Y tal como se le ocurrió, empezó a andar muy despacito y a cojear, poniendo cara de dolor
y emitiendo pequeños quejidos. Cuando el lobo se plantó frente a él enseñando los colmillos y con las
garras en alto dispuesto a atacar, el burro mantuvo la calma y siguió con su actuación.
Burro: ¡Ay, qué bien que haya aparecido, señor lobo! He tenido un accidente y sólo alguien tan
inteligente como usted podría ayudarme.
Narrador: El lobo se sintió halagado y bajó la guardia, creyéndose sobradamente preparado
Lobo: ¿En qué puedo ayudarte?
Burro: ¡Fíjese qué mala suerte! (lloriqueando), iba despistado y me he clavado una espina en una de
mis patas traseras. Me duele tanto que no puedo caminar.
Narrador: Al lobo le pareció que no pasaba nada por echarle una mano al burro. Se lo iba a comer de
todas maneras y estando herido no podría escapar.
Lobo: Está bien… Veré qué puedo hacer. Levanta la pata.
Narrador: El lobo se colocó detrás del burro y se agachó. No había rastro de la espina por ninguna
parte.
Lobo: ¡No veo nada!.
Burro: Sí, fíjese bien… Está justo en el centro de mi pezuña. ¡Ay cómo duele! Acérquese más para
verla con claridad.
Narrador: ¡El lobo cayó en la trampa! En cuanto pegó sus ojos a la pezuña, el burro le dio una enorme
patada en el hocico y salió pitando a refugiarse en la granja de su dueño. El lobo se quedó malherido
en el suelo y con varios dientes rotos por la patada. ¡Qué estúpido se sintió! Creyéndose más listo que
nadie, fue engañado por un simple burro.
Lobo: ¡Me lo merezco porque sin tener ni idea ¿Cómo se me ocurrió hacer de curandero?

Preguntas: ¿Cómo se titula el cuento?, ¿Qué pasó con el burro?, ¿Cómo se salvó el burro?... ¿Estuvo
bien la reacción del burro?, ¿Por qué?, ¿Qué pasó con el lobo?, ¿Qué hubieran hecho Ustedes ante
el peligro de ser atacados?...

¡Colorín colorado esta historia se ha terminado!


Adaptaciones: Gilda, Delcith, Dielmith, Karen y Beti
La cigarra y la hormiga
(Fábula sobre el esfuerzo)

Narrador: La cigarra era feliz disfrutando del verano: El sol brillaba, las flores desprendían su
aroma...y la cigarra cantaba y cantaba. Mientras tanto su amiga y vecina, una pequeña
hormiga, pasaba el día entero trabajando, recogiendo alimentos.

Cigarra - ¡Amiga hormiga! ¿No te cansas de tanto trabajar? Descansa un rato conmigo
mientras canto algo para ti. – Le decía la cigarra a la hormiga.

Hormiga - Mejor harías en recoger provisiones para el invierno y dejarte de tanta holgazanería

Narrador: Mientras la hormiga transportaba el grano, atareada; la cigarra se reía y seguía


cantando sin hacer caso a su amiga.

Hasta que un día, al despertarse, sintió el frío intenso del invierno. Los árboles se habían
quedado sin hojas y del cielo caían copos de nieve, mientras la cigarra vagaba por campo,
helada y hambrienta. Vio a lo lejos la casa de su vecina la hormiga, y se acercó a pedirle
ayuda.

Cigarra - Amiga hormiga, tengo frío y hambre, ¿no me darías algo de comer? Tú tienes mucha
comida y una casa caliente, mientras que yo no tengo nada.

Narrador: La hormiga entreabrió la puerta de su casa y le dijo a la cigarra.

Hormiga - Dime amiga cigarra, ¿qué hacías tú mientras yo madrugaba para trabajar? ¿Qué
hacías mientras yo cargaba con granos de trigo de acá para allá?

Cigarra - Cantaba y cantaba bajo el sol- contestó la cigarra.

Hormiga - ¿Eso hacías? Pues si cantabas en el verano, ahora baila durante el invierno-

Narrador: Y le cerró la puerta, dejando fuera a la cigarra, que había aprendido la lección.
Esta fábula enseña a los niños el valor del trabajo y del esfuerzo

¡Colorín colorado esta historia se ha terminado!

Adaptaciones: Gilda, Delcith, Dielmith, Karen y Beti


El sapo de la laguna
(Cuento)

Narrador.- Había una vez un sapo verde que se llamaba Sapón, que estaba muy contento
porque vivía en una laguna rodeada de árboles lleno de hojas que caían al agua y él las usaba
para pararse encima y no mojar sus patitas y así poder comer moscas y gusanitos.

Pero un día apareció en la laguna Rey que era un enorme león malo y grande con los ojos
chiquitos y a la vez enormes y filosos dientes, con mucha hambre que al ver a Sapón le entró
las ganas de comérselo.

Rey.- ¡Crawrr, crawrr!… ¡que rico! me lo voy a comer

Sapón.- ¡Auxilio, auxilio…!

Narrador.- Sapón.- gritó, gritó y gritó hasta que por fin alguien lo escuchó, era nada más y
nada menos que el cocodrilo Cola Larga quien rápidamente corrió en su ayuda y con todas
sus fuerzas le pegó con su cola a Rey el león

Cola larga.- Te salvaré amigo, toma, ¡PUN!

Narrador.- A Rey el león le dolió tanto ese golpe que se fue caminando despacito a su casa,
pero con tan mala suerte que en el camino se encontró con la abeja Aguja, quien también le
dio su merecido pinchándole la cola.

Aguja.- Toma, esto es por mi amigo Sapón te lo mereces

Narrador.- Rey el león, lloró tanto, tanto y tanto que despertó a Palito el burro dormilón que
en seguida fue a ver qué pasaba

Palito.- ¿Qué sucede?... ¿Quién llora?

Narrador.- Cuando llegó y entró a la casa encontró a Rey el león en un mar de lágrimas

Rey.- ¡a, a, a, a, ahhhhhhh!!!!! a, a, a, a, a,

Narrador.- ¡Qué horror!!!!!! Rey el león tenía la cola hinchada, entonces Palito el burro le
Preguntó

Palito.- ¿Qué te pasó?, ¿Quién te hizo eso?

Narrador.- Rey el león le contestó:

Rey.- Cola Larga me pegó con su cola y Aguja me pinchó la cola con su aguijón

Narrador.- Entonces Palito el burro se animó y le volvió a preguntar…

Palito.- Pero ¿Por qué todos los animales están tan enojados contigo?...

Narrador.- Rey el león se puso colorado y le dijo


Rey.- Es queeee… quería comerme a Sapón.

Palito.- ¡Ah!... ya entiendo Cola larga el cocodrilo y Aguja la abeja defendieron a Sapón,
bueno a mí me parece que tienes que ir a pedirle perdón a Sapón, si quieres yo te acompaño
a la laguna ¿Vamos?...

Rey.- Perooo… ¿No me van a pegar entre todos otra vez?

Palito.- ¡No!, yo te prometo que no.

Narrador.- Y así fue como Palito el burro y Rey el león caminaron juntos hasta la laguna.
Cuando llegaron estaban Cola Larga el cocodrilo, Aguja la abeja y Sapón el sapo que al
verlos, los tres se miraron. Pero rápidamente Rey el león exclamó

Rey.- ¡Perdón Sapón perdón!, .lo que sucede es que yo tengo muchas ganas de comer y tú,
te veías tan rico… y sabroso

Cola larga.- ¡Pero hombre! si lo que tienes es hambre entre todos podemos preparar una rica
comida… ¡Qué tal!...

Todos.- Si, si, si…

Aguja.- Yo traigo la miel

Cola larga y Sapón.- Nosotros algunas plantas muy sabrosas

Rey.- Yo prepararé la mesa.

Narrador.- Así todos disfrutaron de un hermoso y sabroso almuerzo en la laguna…

¡Colorín colorado esta historia se ha terminado!


Adaptaciones: Gilda, Delcith, Dielmith, Karen y Beti
Uga la tortuga
(Cuento)

Narrador.- ¡Caramba, todo me sale mal! se lamenta constantemente Uga, la tortuga. Y es que
no es para menos: siempre llega tarde, es la última en acabar sus tareas, casi nunca consigue
premios a la rapidez y, para colmo es una dormilona.
¡Esto tiene que cambiar! se propuso un buen día, harta de que sus compañeros del bosque le
recriminaran por su poco esfuerzo al realizar sus tareas.
Y es que había optado por no intentar siquiera realizar actividades tan sencillas como
amontonar hojitas secas caídas de los árboles en otoño, o quitar piedrecitas del camino hacia
la charca donde chapoteaban los calurosos días de verano.
Uga la tortuga.- ¿Para qué preocuparme en hacer un trabajo que luego acaban haciendo mis
compañeros? Mejor es dedicarme a jugar y a descansar.
Mily la hormiga.- No es una gran idea. Lo que verdaderamente cuenta no es hacer el trabajo
en un tiempo récord; lo importante es acabarlo realizándolo, lo mejor que sabes, pues siempre
te quedará la recompensa de haberlo conseguido.
No todos los trabajos necesitan de obreros rápidos. Hay labores que requieren tiempo y
esfuerzo. Si no lo intentas nunca sabrás lo que eres capaz de hacer, y siempre te quedarás
con la duda de si lo hubieras logrados alguna vez.
Por ello, es mejor intentarlo y no conseguirlo que no probar y vivir con la duda. La constancia
y la perseverancia son buenas aliadas para conseguir lo que nos proponemos; por ello yo te
aconsejo que lo intentes. Hasta te puede sorprender de lo que eres capaz.

Uga la tortuga.- ¡Caramba, hormiguita, me has tocado las fibras! Esto es lo que yo necesitaba:
alguien que me ayudara a comprender el valor del esfuerzo; te prometo que lo intentaré.
Narrador.- Pasaron unos días y Uga, la tortuga, se esforzaba en sus quehaceres.
Se sentía feliz consigo misma pues cada día conseguía lo poquito que se proponía porque era
consciente de que había hecho todo lo posible por lograrlo.
Uga la tortuga.- He encontrado mi felicidad: lo que importa no es marcarse grandes e
imposibles metas, sino acabar todas las pequeñas tareas que contribuyen a lograr grandes
fines.

Narrador.- Y así Uga, la tortuga había aprendido una gran lección.


¡Colorín colorado esta historia se ha terminado!

Adaptaciones: Gilda, Delcith, Dielmith, Karen y Beti


Caperucita Roja
(Cuento clásico)
NARRADOR.- En un pueblo lejano vivía una niña hermosa a la cual todos conocían como
Caperucita Roja, porque siempre usaba una capita de ese color.
Cierto día, su madre le pidió que llevara una cesta con frutas a su abuelita que estaba enferma.
La niña se encaminó hacia la casa de la abuelita, que vivía en un pueblo vecino.
Para llegar a casa de la abuelita, Caperucita debía atravesar un bosque, donde encontró a un
lobo que estaba en el camino. El lobo le preguntó:
LOBO.- ¿Adónde vas preciosa niña?
CAPERUCITA.- Voy a casa de mi abuelita.
LOBO.- ¿Vive muy lejos?
CAPERUCITA.- Sí, pasando el bosque, en la primera casita del pueblo.
LOBO.- Te apuesto a que puedo llegar primero. Iré por este camino y tú por aquel.
NARRADOR.- Diciendo esto el lobo partió corriendo por el camino más corto.
La pequeña fue por el camino más largo, que el lobo le había indicado. Se entretuvo en cortar
variedad de flores.
El lobo llegó primero y tocó la puerta de la casa de la abuelita. Como estaba enferma, la
abuelita preguntó desde la cama.
ABUELITA.- ¿Quién es?.
LOBO.- Soy yo, Caperucita
ABUELITA.- Pasa hijita, la puerta está abierta.
NARRADOR.- El lobo fingiendo ser Caperucita, logró entrar. Cuando estuvo dentro, se lanzó
sobre la pobre abuelita, que fue muy rápida y corrió a esconderse en el ropero. Al no lograr su
objetivo, el lobo se metió a la cama, disfrazado de la abuelita y esperó a que llegara
Caperucita.
Cuando Caperucita llegó, el lobo dio las mismas indicaciones a la niña, que la abuelita le había
dado antes a él, para que entrara. Al entrar la pequeña, el lobo dijo:
LOBO.- Deja la cesta sobre la mesa y ven a acostarte conmigo.
NARRADOR.- Caperucita Roja obedeció y se fue a acostarse con “la abuelita”, pero al verla
notó algo extraño:
CAPERUCITA.- Abuelita, ¡qué brazos tan grandes tienes!
LOBO.- Son para abrazarte mejor, hija mía.
CAPERUCITA.- Abuelita, ¡qué orejas tan grandes tienes!
LOBO.- Son para oírte mejor, hija mía.
CAPERUCITA.- Abuelita, ¡qué ojos tan grandes tienes!
LOBO.- Son para verte mejor, hija mía.
CAPERUCITA.- Abuelita, ¡qué dientes tan grandes tienes!
LOBO.- Son ¡Para comerte mejor!
NARRADOR.- Y diciendo esto, el lobo se lanzó sobre Caperucita Roja que también pudo
escapar lanzando gritos de auxilio, que llegó a oídos de un cazador que por allí pasaba quien
se acercó, al ver en peligro a la niña, apuntó al lobo con su rifle y disparó varias veces hasta
que el lobo huyó despavorido, finalmente Caperucita y el cazador buscaron a la abuelita y la
encontraron escondida en el ropero.
CAZADOR.- Están ustedes a salvo, no habrá más lobos merodeándoles, el lobo se ha
marchado y les prometo que no volverá.
NARRADOR.- Y así vivieron felices para siempre.

¡Colorín colorado esta historia se ha terminado!

Adaptaciones: Gilda, Delcith, Dielmith, Karen y Beti


LA BELLA DURMIENTE
(Cuento clásico)
NARRADOR : Erase una vez un rey y una reina que después de mucho tiempo de casados
tuvieron una hermosa hija a quien le pusieron por nombre BELLA.
Para anunciar su gran dicha ordenó una fiesta. A donde también fueron invitadas un grupo de hadas,
para que ellas fueran amables y generosas con la niña.
Eran trece estas hadas en su reino, pero solamente tenía doce platos de oro para servir en la cena,
así que tuvieron que prescindir de una de ellas.
La fiesta se llevó a cabo con el máximo esplendor, y cuando llegó a su fin, las hadas fueron
obsequiando a la niña con los mejores y más portentosos regalos que pudieron: una le regaló la Virtud,
otra la Belleza y Riquezas, y así todas las demás, con todo lo que alguien pudiera desear en el mundo.
1° ACTO
REY : ¡Os! presento a mi hija Bella para que la protejan
REINA : Así es mi querido y estimado esposo
HADA KAREN : ¡Yo, te doy como regalo la virtud!
HADA PAQUITA : ¡Yo, te doy como regalo la belleza y mucha riqueza!...
NARRADOR : Pero antes de que hubieran terminado de dar su obsequio todas las hadas
invitadas, entró la decimotercera. Ella quería vengarse por no haber sido invitada, y sin ningún aviso,
y sin mirar a nadie… gritó con voz bien fuerte:
 Música de fondo tétrico (entrada)
2° ACTO
HADA MALVADA : "¡La hija del rey, cuando cumpla sus quince años, se punzará con un huso de
hilar, (pausa) y caerá muerta inmediatamente!"
NARRADOR : Y sin más decir, dio media vuelta y abandonó el salón.
 Música de fondo risa (salida)
NARRADOR : Todos quedaron atónitos, pero como aun quedaban algunas de las hadas que
aún no habían anunciado su obsequio, se puso al frente una de ellas, y aunque no podía evitar la
malvada sentencia, sí podía disminuirla, y dijo:
3° ACTO
HADA BUENA : ¡Ella no morirá, pero entrará en un profundo sueño por cien años!
NARRADOR : El rey al escuchar al hada dijo:
4° ACTO
REY : ¡Ordeno que toda máquina de hilar y huso del reino sean destruidos!
NARRADOR : Mientras tanto, los regalos de las otras doce hadas, se cumplían plenamente
en aquella joven. Así ella era hermosa, modesta, de buena naturaleza y sabia, y cuanta persona la
conocía, la llegaba a querer profundamente.
Sucedió que en el mismo día en que cumplía sus quince años, el rey y la reina no se encontraban
en casa, y la doncella estaba sola en palacio. Así que ella fue recorriendo todo sitio que pudo,
miraba las habitaciones y los dormitorios como ella quiso, y al final llegó a una vieja torre. Ella
subió por las angostas escaleras de caracol hasta llegar a una pequeña puerta. Una vieja llave
estaba en la cerradura, y cuando la giró, la puerta súbitamente se abrió. En el cuarto estaba una
anciana sentada frente a un huso, muy ocupada hilando su lino.
5° ACTO
BELLA : "Buen día, señora" "¿Qué haces con eso?"
ANCIANA : "Estoy hilando,"
BELLA : ¿Qué es esa cosa que da vueltas sonando tan lindo?
NARRADOR : Y ella tomó el huso y quiso hilar también. Pero nada más había tocado
el huso, cuando el mágico decreto se cumplió, y ella se punzó el dedo con él.
6° ACTO
BELLA : Puedo… ¡Oh!...
NARRADOR : En cuanto sintió el pinchazo, cayó sobre una cama que estaba allí, y entró
en un profundo sueño. Y ese sueño se hizo extensivo para todo el territorio del palacio. El rey y la
reina quienes estaban justo llegando a casa, y habían entrado al gran salón, quedaron dormidos,
y toda la corte con ellos. El viento se detuvo, y en los árboles cercanos al castillo, ni una hoja se
movía.
Pero alrededor del castillo comenzó a crecer una red de espinos, que cada año se hacían más y
más grandes, tanto que lo rodearon y cubrieron totalmente, de modo que nada de él se veía, ni
siquiera una bandera que estaba sobre el techo. Pero la historia de la bella durmiente "BELLA"
que así la había llamado, se corrió por toda la región.
Y pasados cien años, otro príncipe llegó también al lugar, y oyó a un anciano hablando sobre la
cortina de espinos, y que se decía que detrás de los espinos se escondía una bellísima princesa,
llamada BELLA, quien ha estado dormida por cien años, y que también el rey, la reina y toda la
corte se durmieron por igual. Y además había oído de su abuelo, que muchos hijos de reyes
habían venido y tratado de atravesar el muro de espinos, pero quedaban pegados en ellos y tenían
una muerte sin piedad. Entonces el joven príncipe dijo:
7° ACTO
PRINCIPE : "No tengo miedo, iré y veré a la hermosa BELLA."
NARRADOR : El buen anciano trató de disuadirlo lo más que pudo, pero el joven no hizo
caso a sus advertencias.
Pero en esa fecha los cien años ya se habían cumplido, y el día en que BELLA debía
despertar había llegado. Cuando el príncipe se acercó a donde estaba el muro de espinas,
no había otra cosa más que bellísimas flores, que se apartaban unas de otras de común acuerdo,
y dejaban pasar al príncipe sin herirlo, y luego se juntaban de nuevo detrás de él como formando
una cerca.
Y cuando entró al palacio, Él siguió avanzando, y en el gran salón vio a toda la corte yaciendo
dormida, y por el trono estaban el rey y la reina.
Entonces avanzó aún más, y todo estaba tan silencioso que un respiro podía oírse, y por fin llegó
hasta la torre y abrió la puerta del pequeño cuarto donde LA PRINCES BELLA estaba dormida.
Ahí yacía, tan hermosa que él no podía mirar para otro lado, entonces se detuvo y la besó.
8° ACTO
PRINCIPE : ¡Oh! qué hermosa es la princesa BELLA le daré un beso en la mejilla a ver
que sucede.

BELLA : ¡OH! Mi dulce príncipe me salvaste del hechizo.


NARRADOR : Entonces ambos bajaron juntos, y el rey y la reina despertaron, y toda la
corte, y se miraban unos a otros con gran asombro.
Días después se celebró la boda del príncipe y BELLA con todo esplendor, y vivieron muy felices
hasta el fin de sus vidas.
¡Colorín colorado esta historia se ha terminado!
Adaptaciones: Gilda, Delcith, Dielmith, Karen y Beti

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