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“En mis años de vida jamás me puse a reflexionar qué

era lo que me gustaba, qué era lo que había leído, y


ni qué hablar, nunca se me cruzó por la cabeza
ponerme a recordar todas aquellas cosas que a lo
largo de mi camino, fui descubriendo a través de
canciones, libros, obras de teatro, que muchas veces
nos hacían representar en el Jardín.
Al comenzar una nueva etapa de mi vida, conocí a una
persona, quien nos propuso realizar la reconstrucción
de nuestro camino lector, y para mí pensé... ¿un
camino lector?, y... ¿eso qué es? Al principio me pareció
una idea rara, la de recolectar todos aquellos libros que
pasaron por mi vida, si bien fueron pocos y la mayoría
leídos porque en la escuela nos obligaban, pero cuando
entramos hablar un poco más, me di cuenta de que no
se trataba solamente de eso, sino que descubrí que
tenía la oportunidad de poder investigar e ir
hurgueteando qué era lo que mi mamá, papá, abuelos,
me contaban, me hacían escuchar, y de qué se trataban
esas cosas que quedaron grabadas a lo lejos, en mi
memoria.
De a poquito fui buscando en ese mar lleno de
recuerdos, donde la mayoría de veces se me
mezclaban, generando una gran nube de porqués, pero
traté de recibir muchísima ayuda. Mis grandes aliadas
fueron las fotos, las cuales representan mucho en mi
vida, momentos congelados que jamás voy a borrar;
dentro de ellas se guardan risas, anécdotas, incluso
una gran historia contada en el Jardín, mientras todos
disfrazados jugábamos hacer de mamá y papá (...)”

Di Chiara, Natalí
"Haciendo esta biografía me acuerdo que cuando una
prima mía se quedaba a dormir en casa para ayudarle
a mi mami a cuidarnos, a mis hermanos/as y a mí, ella
nos encerraba en una de las piezas nos ponía la música
muy pero muy fuerte y bailábamos mucho, saltábamos
arriba de la cama, imitábamos a los famosos como
bailaban. También nos hacía disfrazar, jugábamos toda
la noche hasta que nos cansábamos y nos íbamos a
dormir. La verdad que eso siempre me gustó porque yo
estaba en mi salsa: cantar, bailar y actuar era lo que
más me gustaba hacer de chiquita, y yo me pregunto
¿eso no es leer? Para mí eso es leer el cuerpo, el alma,
la personalidad en el más estado puro de las que yo
llamo ”eso” que es cantar, bailar y actuar, es lo
circunstancias.
A eso que yo llamo ”eso” que es cantar, bailar y actuar,
es lo que nos hace expresar lo que sentimos,
pensamos, canalizamos nuestras alegrías o nuestras
tristezas, y para otras personas a todos sus
sentimientos los expresan leyendo o escribiendo(...)

Russo, María Victoria


Realizar la biografía lectora fue muy interesante porque así
pudimos hacer un recorrido por todos los libros leídos a lo largo
de nuestra escolaridad, y recordar cómo nos iniciamos en el
fantástico mundo de la lectura y quién influyó para que así sea.
Al comenzar el escrito, sólo eran un par de hojas, y a medida que
nuestra profesora nos iba corrigiendo y aportando ideas de cómo
seguir, fuimos enriqueciendo el escrito y pudimos llegar así a
obtener el producto final.
A mí particularmente me enorgullece porque al comienzo empecé
a escribir cuestiones que tenían que ver con libros que había leído,
y a medida que respondía a las correcciones fui incorporando
anécdotas, escritos que son propios, entre otras cosas.
Al observar el producto final, en cuanto al paratexto y todo lo
estético y al leer al texto concluido pude darme cuenta que tanto
tiempo dedicado valió la pena.
Quiero compartir con ustedes un fragmento que corresponde a mi
biografía lectora:
“Desde que tenía 16 años comencé a copiar canciones, poemas,
frases que fui guardando en una carpeta, también hay escritos
producidos por mí. La carpeta fue creciendo y por este motivo
empecé un nuevo cuadernillo. Este material es muy importante
para mí porque ahí se guardan muchos sentimientos y siempre los
guardo en mi repisa para tenerlos a mano y leerlos cada vez que
quiera.”
Luisina Ponce
“El objetivo de este trabajo es rescatar de mi memoria los
momentos que me acercaron a la lectura; esos recuerdos que
emergen de mi mente al ponerme a pensar en mi recorrido lector,
en mis comienzos, en las lecturas más significativas para mí, ésas
que marcaron un antes y un después en mi vida como lectora.”

Al referirme a uno de los libros más significativos, que podría


considerar como el primer gran libro que me introdujo al mundo de
la literatura, afirmé:
“No podía ver sólo el título del capítulo siguiente, necesitaba
leerlo, saber qué pasaba con Ellen, o con la otra Ellen; y así fue que
en muy poco tiempo lo terminé. Quedé fascinada con el libro, es
decir, ¡yo no sabía que un libro podía hacer eso! Pero claro, “¿Qué
es un libro si no lo abrimos? Es simplemente un cubo de papel y
cuero, con hojas; pero si lo leemos ocurre algo raro, creo que
cambia cada vez”.

Para finalizar, cito mi final autobiográfico:


“Esta aventura recién comienza y espero no termine nunca.”
Bárbara Paulich

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Haciendo esta autobiografía, se me vinieron a la cabeza
un montón de momentos de la infancia y adolescencia.
En mi etapa escolar, si hay algo que me caracteriza es la
sinceridad y en este caso más que nunca debo serlo,
no leía mucho libros, porque no me gustaba leer, pero
cuando empecé la primaria era obligación, así que mi mama
me hacía practicar mucho en casa después de la hora de
comer. Así fue que aprendí muchas cosas con la lectura, y a
la hora de leer un libro me tiene que gustar mucho como
para leerlo.
Como futura docente tengo que implementar en mi vida el
hábito a la lectura, y así enseñarles a mis alumnos y
contarles anécdotas que me hayan ocurrido.
Fragmento autobiográfico: "Cuando comencé esta hermosa
carrera, verdaderamente, tenía un poco de miedo, creí que
cuando me tocaran las prácticas, el contacto con los niños
no lo iba a superar. Pero por suerte me encuentro cómoda y
feliz cuando estoy con ellos haciéndolos jugar, cantando y
atendiendo sus necesidades."

Sofia Aldana Bonavera


No recuerdo bien qué edad tenía pero no me gustaba leer en voz alta,
siempre me fue mal en la lectura ya sea oral o compresión de la lectura.
Mi familia, para los cumpleaños, me regalaba libritos como Caperucita
Roja y Los Tres Chanchitos pero no me acuerdo bien a qué colección gustaba
que me trajera eso, pero a mi hermana también le traía lo mismo que a mi. Los
colocaba en mi mesita de luz para ver si antes de dormir podía leerlos, a veces
mi mamá me los leía pero yo los quería leer sola porque quería sentirme
grande leyendo en la cama antes de dormir y después contarles a mis amigas
que yo leía en la cama.

Son pocos los libros que yo elegí para leer. Por ejemplo cuando era la
feria del libro que se realizaba en la biblioteca de la localidad o en la escuela
primaria en el día del libro; me traía los de amor, de poesías, historias
dramáticas, de terror y de ficción.

Ahora de grande creo que leí más cuentos infantiles que cuando era
niña. Porque trabajo de niñera desde hace unos años, y a los primeros nenes
que cuidé, les encantaban los libros, siempre querían que yo les leyera.

Micaela Funes

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