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lo que John S. Brushwood llama “la realidad mexicana” y escriben las novelas de protesta
obras de varios autores2 al mismo tiempo que la de Luis Spota (1925-85), entre otros
factores, ha causado que la de éste último no haya recibido suficiente atención de parte de
la crítica. Sin embargo, algunos estudiosos han encontrado en la obra de Spota temas de
interés para el análisis crítico (Joel B.Pouwels 421, Evodio Escalante 62, Bell 417).
particularmente en la obra Más cornadas da el hambre (1951). Esta crítica se dirige desde
repetidamente, y en forma atinada, a Luis Spota con una herencia conservadora, añeja y de
gran influencia en los eventos importantes en la historia de México, propia del sector
empresarial en este país que siempre ha mostrado una fuerte oposición a ciertas medidas
una realidad cotidiana, más como un llamado de atención al lector para que no caiga en los
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“excesos” que contravengan la paz y evolución social que como una medida de protesta
contra el sistema social. Brushwood, hablando sobre las novelas de protesta de la época,
no menciona a Spota (44), pero los que sí menciona tampoco logran impacto en el canon
literario.
literatura se desarrolla más y más con referencia al medio urbano en donde se maneja el
poder. La ciudad (sobre todo México D.F.) ejerce una seducción sobre la población del
por medio de dos novelas: Casi el paraíso ( 1956) de Luis Spota y La región más
transparente (1958) de Carlos Fuentes. Revisando los trabajos de Spota, encontramos que
ya anteriormente él se había servido del medio urbano para sus novelas, algunas de las
cuales (por ejemplo, Más cornadas da el hambre y Casi el Paraíso) podemos encontrarlas
Revueltas, un escritor comprometido con la causa del marxismo en todos sus trabajos
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literarios, expresa su ideología abiertamente. Luis Spota no lo hace así, en las obras de
éste, se hace necesario profundizar en el contenido para encontrar el hilo del cual pende la
ideología imperante, la de cada día, la “normal”; por esta razón a Spota se le acusa de
exponer problemas sociales sin aportar una crítica terminante y clara. De acuerdo a
Sefchovich, “La narrativa de Luis Spota forma la visión literaria más amplia que se ha
escrito en México sobre el poder con un afán totalizador por abarcar la historia, economía,
sociedad, política y cultura de este país” (15). No es el afán totalizador de Spota lo que
nos interesa; más bien es el hecho de que, como se reconoce ampliamente, la literatura de
Spota ha sido la más leída en México y que la crítica sobre su obra no ha considerado con
aspectos se conjuntan para considerar más a fondo la obra de Spota: 1) es una literatura
La obra de Spota es, como también lo apunta Sefchovich, una literatura de masas
en que vive. Los medios de comunicación son otra herramienta de divulgación al servicio
del sistema social que finalmente promulga, divulga y defiende todo lo que tenga que ver
con el mantenimiento del status quo. Por otro lado, hay que tomar en cuenta que a Spota
se le acusa de valerse de los casos del margen para causar impacto sensacionalista,
ensayo es que lo que Spota expone en sus novelas no lo hace como muestra “real” de la
vida diaria, sino que magnifica lo marginal como ejemplo para el “escarmiento” al que
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trate de cruzar los límites del acto-espacio social. Steven M. Bell propone la atracción
hacia la murmuración como una de las atracciones del público lector para con la obra de
Spota (417), este punto de vista es también reforzado por Walter M. Langford (103).
lector de Spota, sino el reconocer cuestiones que sólo allí se presentan (aunque
sociedad escogida, cuestiones que se discuten en otros ámbitos sólo tras bambalinas por
ser consideradas del espacio “privado”.7 Como resultado de la preocupación social por
Spota, 8 por la falta de precisión en su “crítica” (en la cita de Sefchovich), deja siempre en
mexicano, modelos que aunque corruptos, son al parecer, tomados como la “normalidad”
El trabajo de Sefchovich, que por otro lado es de los más completos, cae también
reformadores (41), para luego encuadrarlo con los empresarios (51). Aseveramos que,
tenía nada de revolucionario en cualquier sentido social estricto de la palabra pero que su
proyecto ideológico va más allá de poner “lo que ya sabe todo el mundo” por escrito para
la fácil lectura; la labor de Spota es la de “convencimiento” del lector por medio del
ejemplo manipulado. La lectura que Spota forza, implica que el lector tiene una serie de
Sin embargo, y es lo más importante, también presupone que el acto-espacio del lector
está definido por una serie de principios “generales” o “aceptables” a la sociedad: los
valores del patriarcado. Por esto, en las novelas de Spota, el narrador dirige al lector por
un solo camino, sin que exista una actitud de arengar. La técnica de Spota es muy
los personajes mismos, fortalecidos por el narrador, son los que proponen los valores que
se deben defender; por sus bocas se emite la “moralidad social” que es la que se defiende
en última instancia.
ausencia aparente es en sí una técnica planeada para circunscribir. Los textos de Spota,
aparentemente, proponen una “realidad” como la vida diaria en donde las cosas suceden
sin que nadie esté al punto para comentarlas y analizarlas: a cada cuál le queda la libertad
de hacerlo. Es decir, en la vida diaria no tenemos a ese intermediario que nos guíe a través
de los hechos, o a una voz omnisciente que proponga un colofón. Sin embargo, el
problema intrínseco es que lo narrado es una realidad escogida por el narrador, o por el
autor implícito, y este hecho tiene la capacidad de inclinar al lector a sacar conclusiones
con base a lo narrado y que desde un inicio se orienta con solamente una cara visible: la
corrupto de los empresarios e intermediarios; lo que deben hacer para poder presentarse
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en plazas de importancia y así convertirse en figuras del toreo. Es ésta una de las novelas
autoservicio mexicanas, lo cual hace pensar que el tema tratado no ha dejado de ser tema
necesariamente a las librerías especializadas) y lo cual hace pensar también que el mensaje
quiere decir), más bien parece que se interesa en prolongar los principios de la “realidad
objetiva”10 en boga. De cómo nació esta novela, Elda Peralta dice que los empresarios se
reunían en la oficina del jefe de espectáculos de México D.F. (Luis Spota), presentándose
también los torerillos y aspirantes que seguían a los empresarios; así es como Spota
La novela se centra en la obtención del poder, en cómo se logra el dominio del otro. Al
contrario del intelectualismo que se le atribuye a las obras de Carlos Fuentes, a Spota sólo
adoctrinadora en donde los lectores reconocen lo que por todos lados, como se dijo
De Más cornadas da el hambre, Sefchovich sólo dice que “como todas las
primeras obras del autor, [es] una novela que quiere combinar el cuadro crítico de la
sociedad con un tema de interés periodístico” (59). Sin embargo, ¿qué es lo que realmente
se critica de la sociedad? ¿La búsqueda del poder a toda costa? La crítica de la sociedad
está en resaltar los problemas que todos conocen como la corrupción, pero en el proceso
se ejerce una retroalimentación para el lector con una valoración apropiada del tema que
se trata.
detentan el poder (en sus diferentes manifestaciones) y los que tratan de obtenerlo por
diferentes medios. En esta tensión forjada por estos polos contrarios, la narración expone
el conflicto creando espacios queer11 para resolverlos (la exposición de las relaciones
eróticas), pero la solución del problema se da por medio de la destrucción de los espacios
antes creados, reafirmando de paso lo que el lector se presupone reconoce; así se reiteran
poder por el empresario (al tratar de forzar la relación erótica) y luego, en el discurso del
heterosexismo con una historia en la que el “hombre” venido a menos (don Paco, el
Pero, al mismo tiempo, ese esfuerzo se debilita ya que, leyendo con cuidado, se encuentra
“hombre cabal” pero sin lograrlo. Hay en la novela una aparente crisis de subjetividad
actuar de don Paco y el de Luis, enfocando la acción de tal forma que se abre lugar para la
confrontación entre tres acto-espacios: el de don Paco versus el de Luis y, como Spota lo
Luis el torero novato y don Paco el empresario, cuando éste invita a aquél a tomar unas
copas en casa y por primera vez le hace el ofrecimiento de tener una relación sexual con
él. En un momento dado don Paco, con cierta confianza, inicia la “seducción”:
jadeando, con un botón necio que no quería saltar. Parecía una bestia senil;
puño. Lo dejó caer pesadamente sobre la cabeza de don Paco, una, dos,
tres, quién sabe cuántas veces. El dolor que sentía en las articulaciones lo
espabiló.
don Paco-Luis, sólo don Paco recibe el tratamiento de seductor mientras que el “torerillo”
bestia senil, con mirada de buey implorante, que chilla (o no es humano y/o no es
viejo, que por sus prácticas sexuales se degenera hasta parangonarse a una bestia.
El deseo homosexual, esa urgencia de don Paco de expresar el deseo erótico con
otro del mismo sexo (pero escogido por algo que don Paco ya no posee: juventud),
termina con la capacidad del ser de actuar conforme a la moralidad social normativa y lo
reduce al comportamiento bestial y, como tal, sólo a golpes se le hace entender. Luis, por
otro lado, considerándolo como el receptor de las insinuaciones de don Paco, por lo tanto
el que inserta, es el que mantiene el poder físico en esos momentos; el empresario ruega
por sus favores sexuales. Entonces, la parte “masculina” de la pareja Paco-Luis, queda
colocado en una posición clara y superior de heterosexual. Si Luis se acuesta con don
Paco o no, no tiene nada que ver con su “hombría” demostrada. Si lo hiciera, sería
entonces resultado de la otra clase de seducción: poder salir a la plaza vestido de luces,
más no por el deseo o la apetecencia sexual del cuerpo del viejo. Esto es lo que podría
Debe quedar claro que aquí se presentan dos ejes, que tal vez para el lector estarán
muy débilmente entrelazados (por los relieves tan diferentes): el uso del poder por el
Por otro lado, la figura de Luis queda conformada, por el momento, como un
hombre “íntegro”, al defender, a pesar del costo (no presentarse el domingo en la plaza) y
entre otras cosas, su heterosexualidad. De cierta forma (cuando Luis no penetra algún
orificio de Don Paco) se rechaza el modelo machista según el cual la masculinidad de Luis
quedaría intacta y don Paco sería el homosexual, pero esto se hace con la intención clara
asustado”.
de ser cosa de hombres...” (27), algo que ha sido discutido en el medio popular, ya que la
forma de vestir y desplantes al caminar del torero permiten a la crítica popular acusarlo
eran como don Paco: “Por desgracia, casi todos...y les enumeró sus nombres y
fisonomías, sus edades y los sistemas que solían emplear. Sistemas que si bien diferían en
la forma eran el mismo en el fondo: ayuda al golfillo a cambio de íntimos servicios” (27).
Así, los torerillos son las víctimas del poder degenerado de los empresarios, pero el
lenguaje del texto extiende esta situación para que la homofobia tome posesión del
todo (con el riesgo a perder la vida) para cumplir con los preceptos patriarcales. Juanito
Lavín resume su punto de vista en la siguiente frase: “¿Le pusiste? Ya sabes que caen
siete años de mala suerte” (30). Es decir, para él, el problema no está en el acto de
“ponerle” sino en el resultado, los siete años de mala suerte, algo que Luis también adopta
con fe. 15
realidad no pasa de ser más que un manipulador de las mujeres. Esto puede fácilmente
que un hombre se valga de la mujer para salir adelante. La hombría parece reafirmarse en
la utilización de los atributos biológicos con las mujeres, éstas recibiendo a cambio, según
claro de todos en la novela, porque nunca esconde su actitud ante la vida, su preferencia
por el sexo y los demás; no promete y tampoco espera algo a cambio; ve la vida como
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es.18 A pesar de que el estado de salud de Estela no es bueno, y su edad prima ha pasado,
al final de la novela, ella demuestra tener más caridad humana para con Luis en el hospital
que viceversa. Viéndose Luis de nuevo casi en traje de luces, le niega siquiera un poco de
su amistad. Aún así, Estela, de una manera por demás desinteresada, le deja a Luis (sin que
él lo sepa) cien pesos sobre el buró del cuarto del hospital. A la vez, por la construcción y
desempeño del personaje, Estela es el modelo más deplorable en la novela, y con una
razón meditada, ya que de acuerdo al texto, su final será el de la pobreza, olvido y una
propuesto por Spota, y todo lo que al final le sucede a Estela es en pago por cruzar los
límites del acto-espacio seleccionado para la mujer “decente” en esa sociedad promulgada
por la novela. Creo que es aquí donde mayormente se desmorona la fachada construida
para Luis. Aún así, Langford dice: “Barnaby Conrad, a respected voice in this field says:
‘This is the most powerful bullfighting novel I have ever read’” (108). Este tipo de críticas
complicaciones narrativas o intelectuales, también es cierto que, por medio del discurso,
ideología imperante por medio de ejemplos de personajes marginales, de los cuales se sirve
para dejar en claro (sobre todo para la mujer) las consecuencias de actuar fuera del acto-
espacio social predominante, dejando al lector encaminado para que saque una moraleja
obligada: “el que la hace la paga”. Sin embargo, el arribo a esta moraleja presupone la
decir, en una coincidencia con el de la sociedad en general, y necesario para que ésta
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del hombre.
Obras citadas
Bell, Steven M. “Mexico”. Handbook of Latin American Literature. 2nd ed. David
Brushwood, John S. Narrative Innovation and Political Change in Mexico. New York:
Cirlot, J.E. A Dictionary of Symbols. 2nd. ed. New York: Dorset Press, 1971.
Langford, Walter M. The Mexican Novel Comes of Age. Notre Dame: University of
Peralta, Elda. Luis Spota: las sustancias de la tierra. México D.F.: Grijalbo, 1990.
Pouwels, Joel B. “Luis Spota Revisited: An Overview of His Narrative Art.” Revista
Sefchovich, Sara. Ideología y ficción en la obra de Luis Spota. México: Grijalbo, 1985.
Siverman, Kaja. Male Subjectivity at the Margins. New York: Routledge, 1992.
Valverde, Mariana. Sex, Power and Pleasure. Philadelphia: New Society Publishers,
1987.
1
Para una semblanza de los cambios ocurridos durante esta época, Ver por ejemplo Entre la guerra y la estabilidad
política: El México de los 40. Loyola, Rafael. Coord. México: Ed. Grijalbo, 1990.
2
Como Agustín Yañez (1904-80; con Al filo del agua [1947]), José Revueltas (1914-76; con Los muros de agua [1941] ) y
posteriormente Juan Rulfo (1918-86; El llano en llamas [1953], Pedro Páramo [1955]) y Carlos Fuentes (1928- ; con La
región más transparente [1958])
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Sobre todo la repartición de tierras de labor a los campesinos por parte de Lázaro Cárdenas; o la oposición al presidente
Luis Echeverría Álvarez (1922-) y el movimiento pseudosocialista durante su período presidencial (1970-1976), como
medida de lavado de manos a su intervención , como secretario de gobierno, en la masacre del 68.
4
Steven Bell considera a Revueltas como la antítesis de Agustín Yañez (409). Por otro lado, Daniel Altamiranda, citando a
A.F. Jasso, dice: “Revueltas distinguished himself [among the Marxist theorists and critics, both inside and outside
Mexico] because of the capability, the profundity and the consummate apprehension of what the Marxist aesthetic should
be according to Marx and Engels” (354).
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Ese nivel de elaboración profunda de las obras, el espacio en el que se articula el sujeto de enunciación y en el que se le
da significado de acuerdo a las experiencias que vivimos y asimilamos día con día.
6
Ver el ensayo "Los acto-espacios y los espacios queer con una aplicación a la obra Don Juan Tenorio" en el RMMLA,
Spring 98 (Edición electrónica: http://rmmla.wsu.edu/rmmla/articles/spring98/articles/robledo.asp /).
7
Me refiero aquí a la tensión en la confrontación de lo privado vs. lo público. Esta dualidad no es más que el manejo
efectivo de la visibilidad de lo erótico, controlada por el sistema. Así entonces, las expresiones eróticas son ampliamente
aceptadas por ejemplo en carnavales, bailes, centros nocturnos, bares, etcétera. Estos son, esencialmente, espacios
controlados, y la necesidad de este control se encuentra siempre con el respaldo de la “realidad objetiva”, y los límites son
impuestos con la perenne pretensión de “el bien” de la sociedad.
8
Quién ya conocía el alcance y poder del periodismo amarillo urbano.
9
Porque de otra forma, ¿cómo puede explicarse que sigan existiendo en los puestos de poder público y en los sindicatos
blancos, mostrando un servilismo patético a la autoridad y en beneficio propio?
10
“Man is born into a sexual world composed of institutions and legitimations which are apprehended as an objective
reality” (Kenneth Plummer 48)
11
El término se adopta del inglés siguiendo la práctica de ensayos escritos en español, tratando de evitar los términos de la
traducción como “raro”, “invertido”, etcétera, que conllevan una connotación homofóbica dentro de la cultura hispana. En
la cultura anglosajona el término queer ha logrado ganar un lugar de identificación más que de señalamiento. El acto-
espacio queer no se opone al acto-espacio patriarcal, sino que lo contiene, por lo cual es más abierto, permitiendo mayores
opciones de expresión.
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Una de las partes en la trama de esta novela nos hace recordar el tipo de relaciones sexuales en la Grecia antigua de las
que Halperin nos habla en su libro One Hundred Years of Homosexuality: la iniciación sexual de un joven, con un hombre
de mayor edad y autoridad y un joven adolescente. Esta relación según Halperin, se buscaba el estrechar los lazos de
relación y el joven en turno, posteriromente, iniciaría a otro. Esto se daba en la alta sociedad; no se efectuaba la
penetración y era bien vista en la sociedad del tiempo, no así la reversión de los roles (la penetración podía efectuarse entre
amo-esclavo). En la novela, la relación torero-empresario reproduce, con variaciones (el poderoso degenerado y la
víctima), ese modelo
13
Algo que Kaja Silverman anota también en bastantes de las películas norteamericanas después de los sucesos
cataclísmicos de los cuarenta (53), que también fueron producidas para reforzar el concepto de masculinidad en la
sociedad de la postguerra mundial
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Leyendo en forma perversa, el “casi todos”, ¿salva al pseudo-empresario y “amo” Spota de ser igual a don Paco?
15
Aquí el concepto del “mal agüero” es utilizado para satirizar la relación sexual entre iguales, lo cual es común en
México. El problema no es el que un hombre se acueste con otro hombre; el problema resulta de las consecuencias que
vienen como “castigo” al hecho, una actitud que puede ser atribuida a la creencia religiosa en un Dios castigador y
vengativo, en conjunto con el número cabalístico siete (J. E. Cirlot 232), una especie de sincretismo.
16
Que por otro lado, en el texto, triunfa más por su cuerpo que por su arte.
17
Aquí se pone una interesante versión de la actividad del hombre para con la mujer : “It is as if way back in prehistory
Mother Nature had searched for the most effective way of protecting mothers and children. Without some to provide food
for and defend the mother and child, they were at the mercy of wild beasts and predatory males…The obvious source of
protection and provisions was the male. But how to keep him around? Mother Nature’s solution was sex. Sex on tap, so to
speak. The day-in, day-out sexual availability of the human female created what scientists call a pair bond and most of us
call love. The nuclear family was born.” Joyce Brothers (cit. en Mariana Valverde, 49)
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Por eso es criticada por Camioneto, quien juega el papel del manejador siempre preocupado por Luis, su torero pero que
en realidad es un misógino recalcitrante, y además celoso de las actividades de Luis con las mujeres. ¿Celo de manejador o
de “hombre”?