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ASESORA
Abg.
JURADO EVALUADOR DE TESIS
2
AGRADECIMIENTO
La investigación tuvo como problema: ¿Cuáles son las características del proceso judicial sobre
divorcio por las causales de violencia física y psicológica y separación de hecho, del
expediente N° 654-2012 A-1 tramitado en el Primer Juzgado Especializado de Familia de
la provincia de Huaraz, Ancash, Perú?, el objetivo fue determinar las características del proceso
calidad de las sentencias en estudio. Es de tipo, cuantitativo cualitativo, nivel exploratorio
descriptivo, y diseño no experimental, retrospectivo y transversal. La unidad de análisis fue un
expediente judicial, seleccionado mediante muestreo por conveniencia; para recolectar los datos se
utilizaron las técnicas de la observación y el análisis de contenido; y como instrumento una guía de
observación. Los resultados revelaron que Los plazos se cumplen de parte de los justiciables, en
cambio respecto de los operadores jurídicos parcialmente; las resoluciones evidencian
claridad no existe inserción de términos complejos; existe congruencia de los puntos
controvertidos con la posición de las partes; los elementos del debido proceso se
materializaron en términos de garantías del derecho defensa, juez competente, aplicación
del derecho correctamente; congruencia de los medios probatorios actuados para resolver
los puntos controvertidos y las pretensiones planteadas; en cuanto a la calificación jurídica
de los hechos, hubo apreciación errónea en primera instancia, en segunda instancia se
corrigió.
Agradecimiento iii
Dedicatoria iv
Resumen v
Abstract vi
I. INTRODUCCIÓN 1
a) Caracterización del problema 4
b) Enunciado del problema 6
c) Objetivos de la investigación 6
d) Justificación de la investigación 6
II. REVISIÓN DE LA LITERATURA 4
2. 1. Antecedentes 8
VI. CONCLUSIONES
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 60
ANEXOS 68
Anexo 1. Evidencia para acreditar la pre – existencia del objeto de estudio:
proceso judicial 68
Anexo 2. Guía de observación 68
Anexo 3. Declaración de compromiso ético 69
1. INTRODUCCIÓN
La presente investigación estuvo referida a la caracterización del proceso judicial sobre
divorcio por las causales de violencia física y psicológica y separación de hecho, del
expediente N° 00654-2012-0-0201-JR-FC-01, tramitado en el Primer Juzgado de Familia
de la ciudad de Huaraz, perteneciente al Distrito Judicial de Huaraz, Ancash, Perú.
Con relación a la caracterización, puede conceptuarse como la determinación de atributos
peculiares de alguien o de algo, de modo que claramente se distinga de los demás (Real
Academia Española, s.f, primer párrafo). En este sentido, para resolver el problema
planteado y detectar las características del proceso judicial (objeto de estudio) se tomarán
como referentes contenidos de fuentes de naturaleza normativa, doctrinaria y
jurisprudencial aplicables a un proceso civil.
Respecto al proceso puede conceptuarse, como el medio o herramienta que los órganos
jurisdiccionales utilizan para atender a los justiciables que solicitan la defensa de sus
derechos; por lo tanto, está dirigido por el juez, quien está facultado para aplicar el derecho
que corresponda y resolver la controversia planteada ante su despacho.
universidad, tendrá como objeto de estudio un proceso judicial cierto, que registra
evidencias de la aplicación del derecho; asimismo, entre las razones que impulsan a
profundizar el estudio de éste ámbito de la realidad son diversos hallazgos que dan cuenta
reveló que: Paraguay es el país de menor confianza ciudadana, dado que, los encuestados
le otorgaron un puntaje medio de 32,7 sobre 100, por eso ocupó el primer lugar; por su
parte, el Perú se ubicó en el segundo lugar, con 35.5; el tercero fue Ecuador con 38,6;
seguidos de Haití (39,6); Bolivia (40,4; Argentina (41,1); Venezuela (41,9); Trinidad y
Tobago (42,6); Chile (44,1); Guatemala (44,4); al finalizar, en el informe se concluye que,
en éstos países existe debilidad institucional; inestabilidad política en las últimas décadas,
impulsan a realizar estudios sobre aspectos que conforman la realidad judicial peruana.
Como puede advertirse fuentes externas e internas, al ámbito judicial del Perú refieren
problemas que involucran a la realidad judicial nacional; donde coexisten variables
diversas. En lo que comprende a la Universidad Católica Los Ángeles de Chimbote las
investigaciones individuales forman parte de una línea de investigación. En este sentido,
éste proyecto se deriva de la línea antes citada y tiene como objeto de estudio un proceso
judicial.
Con ésta finalidad el expediente seleccionado para elaborar el presente trabajo registra un
proceso judicial de tipo civil, la pretensión judicializada es divorcio por las causales de
violencia física y psicológica y separación de hecho, el número asignado es N° 00654-
2012-0-0201-JR-FC-01, y corresponde al archivo del Primer Juzgado de Familia de la
ciudad de Huaraz, del Distrito Judicial de Huaraz, Perú Visto la descripción precedente el
problema de investigación se definió como sigue:
¿Cuáles son las características del proceso judicial sobre divorcio por las causales de
violencia física y psicológica y separación de hecho en el expediente N° 654-2012-FA-1;
Primer Juzgado de Familia, Huaraz, Ancash, Perú? 2018?
Para resolver el problema de investigación se trazaron los siguientes objetivos.
Objetivo general
Determinar las características del proceso judicial sobre divorcio por las causales de
violencia física y psicológica y separación de hecho en el expediente N° 00654-2012-0-
0201-JR-FC-01; Primer Juzgado de Familia, Huaraz, Distrito Judicial de Huaraz, Perú
2018.
Objetivos específicos
Para alcanzar el objetivo general los objetivos específicos serán:
1. Identificar el cumplimiento de plazos, en el proceso judicial en estudio
2. Identificar la claridad de las resoluciones, en el proceso judicial en estudio
3. Identificar la congruencia de los puntos controvertidos con la posición de las partes, en
el proceso judicial en estudio
4.pertinencia de los medios probatorios
5. Identificar si los hechos expuestos en el proceso, son idóneos para sustentar la pretensión
planteada.
Justificación de la investigación
El estudio se justificó, porque aborda una variable perteneciente a la Línea de Investigación
orientada a contribuir en la mitigación y solución de situaciones problemáticas que
involucran al sistema justicia; dado que, a las instituciones que conforman el sistema
justicia se les vincula con prácticas de corrupción y que en el Perú, existe debilidad
gubernamental (Herrera, 2014); por lo tanto, la sociedad no les otorga su confianza,
conforme revelan los resultados de una encuesta aplicada el mismo año, donde, el 85% de
una población de 1,210 personas rechazó el trabajo en materia justicia (Diario, El Comercio
sección Política; 2014).
También se justifica; porque es una actividad sistemática que coloca al investigador frente
a frente con el fenómeno en estudio (el proceso judicial); por lo tanto, dicha experiencia
facilitará la verificación del derecho, procesal y sustantivo, aplicado al proceso; también
facilitará, constatar los actos procesales de los sujetos del proceso; los cuales contribuirán
a que el investigador pueda identificar, recolectar los datos e interpretar los resultados;
implicará, además, aplicar una revisión constante de la literatura general y especializada
como recurso cognitivo necesario para identificar las características del proceso judicial.
Evidentemente tratándose del análisis de un solo proceso judicial, los resultados de éste
contribuirán a facilitar la realización de trabajos consolidados, donde será posible constatar
si existe homogenización de criterios para resolver controversias similares.
En el estudiante, permitirá fortalecer su formación investigativa, mejorar su capacidad de
lectura interpretativa, analítica y, la defensa de los hallazgos, facilitará observar su
formación y nivel profesional.
Metodológicamente, es una propuesta respetuosa de la logicidad del método científico;
puede ser adaptado para examinar perfiles de otros procesos y, contribuir en la construcción
de instrumentos de investigación: lista de cotejo o guía de observación de procesos
judiciales, por lo tanto, los destinatarios de los resultados son diversos: responsables de la
política justicia, jueces, abogados, docentes, estudiantes, etc.
II. REVISIÓN DE LA LITERATURA
2.1. Antecedentes
Según Belluscio C. (1981), el divorcio como institución surge con la evolución de la
historia. En los tiempos primitivos no se aprecia la duración del matrimonio, debido a
que el divorcio aparece en las organizaciones familiares avanzadas y no en las primeras
conocidas. En los pueblos antiguos, el divorcio aparece como un derecho o
prerrogativa para el marido como “repudio”, que consistía en que el marido por su
propia decisión diera por terminado el matrimonio, y lo realizaba abandonando o
expulsando del hogar a la mujer.
Silva S. (1998), nos dice que el repudio es un divorcio por voluntad unilateral. En tiempos
primitivos la mujer no gozaba del derecho del repudio, debido a que eran consideradas
inferiores a los hombres, eran tratadas como “objetos”, por lo que solamente el marido era
el único facultado para ejercer dicho o prerrogativa. El divorcio en los pueblos antiguos
fue evolucionado de distintas formas, existían pueblos que permitían la disolución del
vincula matrimonial y otros que prohibían. Con el transcurso del tiempo, la mujer fue
adquiero derechos y uno de ellos fue el divorcio.
3.2.1.1.1. La jurisdicción
3.2.1.1.1.1.Concepto
Según Carrión. J. (2000), La jurisdicción es una correcta acepción “es el deber que tiene
el Estado, mediante los jueces para administrar justicia”. “El órgano judicial aplica el
derecho establecido. Por eso el Juez debe buscar la norma (inclusive interpretarla,
buscar su sentido, integrarla, si hay un vacío) para luego aplicarla al caso concreto que
se le plantea.
Según Martín Valverde, Rodríguez y Sañudo Gutiérrez Fermín y García Murcia,
Joaquín; dicen la jurisdicción es la función estatal dirigida a la resolución de conflictos
y litigios con arreglo a derecho. Se ejerce a través de órganos independientes y
predeterminados por la ley (jueces y tribunales), que tienen competencia para juzgar y
ejecutar lo juzgado de acuerdo con las reglas y procedimientos legalmente
establecidos”.
Chanamé, O. (1995). En este estado de cosas el Estado puede intervenir para restablecer
el orden jurídico alterado de un organismo público, como ocurre en materia civil, si no
hay posibilidad de resolverlo recurriendo a medios pacíficos y amigables, no queda otro
camino que recurrir al Estado a fin de que por intermedio de sus órganos
jurisdiccionales resuelva la controversia aplicando la ley. Esa es la esencia de la función
jurisdiccional
3.2.1.1.2. Elementos de la jurisdicción
Couture E, atribuye a la jurisdicción cinco (05) elementos o componentes entre ellos:
a) NOTIO. - Facultad de conocimiento conocer un determinado asunto. Que, viene a
constituir el derecho de conocer una determinada cuestión litigiosa, que se le
presenta o que se le imponga o someta a conocimiento del juez.
b) VOCATIO. - Es la facultad del Juez para ordenar la comparecencia de los sujetos
procesales y terceros a fin de esclarecer los hechos y llegar a la verdad.
c) COERTIO. -el Juez tiene el poder de emplear los medios necesarios dentro del
proceso para el normal desarrollo del mismo y para que se cumpla el mandato
judicial.
d) IUDICIUM. – son elemento principal que consiste en la potestad de sentenciar o
de declarar el derecho.
e) EXECUTIO. - Es la facultad de los jueces de hacer cumplir resoluciones y recurrir
a otras autoridades con tal objeto.
Sobre el Debido Proceso, De Bernadis, Luis Marcelo: (...) sostiene son las garantías
mínimas que requiere una persona para ser investigado o procesado (derecho de
defensa, pluralidad de instancia, presunción de inocencia, etc.), en tanto la tutela
jurisdiccional efectiva es el derecho de la persona a que el Estado le proporcione una
justicia idónea, imparcial y oportuna a sus demandas o pretensiones. Dentro de estos
postulados el juez natural es una condición de lo predecible de una justicia imparcial.
También se le conoce como “juicio justo” o “proceso regular” es una garantía y derecho
fundamental de todos los justiciables que les permite una vez ejercitado el derecho de
acción, el poder acceder a un proceso que reúna los requisitos mínimos que lleven
a la autoridad encargada de resolverlo, a pronunciarse de manera justa, equilibrada
e imparcial (Chanamé, 2009, p. 432).
3.2.1.1.5. Competencia
Es la facultad que la ley le otorga al juzgador, para ejercer la jurisdicción en determinado
tipo de litigios o conflictos. El juzgador, por el solo hecho de serlo, es titular de la función
jurisdiccional, pero no podrá ejercerla en cualquier tipo de litigio; sino, únicamente en
aquellos que la ley le autoriza; por eso se dice, en los que es competente (Couture, 2002).
En el Perú, la competencia se rige por el Principio de Legalidad, la distribución de la
competencia de los órganos jurisdiccionales está regulada en la Ley Orgánica del Poder
Judicial (Congreso de la República, 1993), que se complementan por las normas
procesales.
La competencia, entonces, es una categoría jurídica, que en la praxis equivale al reparto o
distribución de la facultad de administrar justicia, o mejor dicho es la dosificación de la
jurisdicción, está predeterminada por la Ley, y se constituye en un mecanismo garante de
los derechos del justiciable, quienes mucho antes de iniciar un proceso judicial pueden y
deben identificar al órgano jurisdiccional ante el cual formularán la protección de una
pretensión.
3.2.1.1.5.1.Determinación de la competencia en materia civil
Según el Código Procesal Civil Art. 8°: “La competencia se determina por la situación de
hecho existente al momento de la interposición de la demanda o solicitud y no podrá ser
modificada por los cambios de hecho o de derecho que ocurran posteriormente, salvo que
la ley disponga expresamente lo contrario” (Cajas, 2011).
Al respecto, Aníbal Quiroga, expone: son varios los factores que determinan la
competencia del Juez, entre ellos la materia, la cuantía, el territorio, el turno, la naturaleza
de la pretensión o materia, etc., por eso el dispositivo precisa la situación.
de hecho, existente al momento de interposición de la demanda en los procesos
contenciosos, o solicitud en los no contenciosos y no podrá ser modificada, salvo
disposición contraria de la ley; conforme aclara Aníbal Quiroga a propósito de una
Ponencia sobre el Principio de Legalidad e Irrenunciabilidad de la Competencia Civil
(Sagástegui, 2003).
Plaza (1985) este autor opina que la competencia es la facultad otorgada por la ley a la
Autoridad jurisdiccional para que se pida al conocimiento de determinados conflictos de
intereses, en el proceso judicial en estudio en estudio, el Divorcio por Causal de Separación
de Hecho, la competencia corresponde a un Juzgado de Familia.
Este punto viene determinado en el artículo 475° del Código Procesal Civil, en donde se
establece que el juez competente para conocer de este proceso de conocimiento es el Juez
civil, por tratarse de un proceso de conocimiento.
En la realidad, el proceso se observa como un conjunto de actos cuyos autores son las partes
en conflicto y el Estado, representado por el Juez, quienes aseguran su participación
siguiendo el orden establecido en el sistema dentro de un escenario al que se denomina
proceso, porque tiene un inicio y un fin, que se genera cuando en el mundo real se
manifiesta un desorden con relevancia jurídica, entonces los ciudadanos acuden al Estado
en busca de tutela jurídica que en ocasiones concluye con una sentencia (Velasco, 1993).
El Estado no sólo está para proveer la prestación jurisdiccional, sino para proporcionar bajo
determinadas garantías mínimas que le aseguren tal juzgamiento imparcial y justo; por
consiguiente, es un derecho esencial que tiene no solamente un contenido procesal y
constitucional, sino también un contenido humano de acceder libre y permanentemente a
un sistema judicial imparcial (Ticona, 1994)
3.2.1.2.2. Elementos del debido proceso
En síntesis nadie podrá ser condenado sin ser previamente escuchado o por lo menos sin
haberse dado la posibilidad concreta y objetiva de exponer sus razones.
Esta descripción concuerda con la prescripción del artículo I del Título Preliminar del
Código Procesal Civil: que establece que toda persona tiene derecho a la tutela
jurisdiccional efectiva para el ejercicio o defensa de sus derechos o intereses; pero, en todo
caso con sujeción a un debido proceso (Cajas, 2011).
3.2.1.2.8. Derecho a que se dicte una resolución fundada en derecho, motivada,
razonable y congruente.
Esta prevista en el inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Estado; que
establece como Principio y Derecho de la Función Jurisdiccional: la motivación escrita
de las resoluciones judiciales en todas las instancias, excepto los decretos de mero trámite,
con mención expresa de la ley aplicable de los fundamentos de hecho en que se sustentan.
De esta descripción se infiere, que el Poder Judicial en relación a sus “pares” el legislativo
y el ejecutivo, es el único órgano al que se le exige motivar sus actos. Esto implica, que los
jueces podrán ser independientes; sin embargo, están sometidos a la Constitución y la ley.
La sentencia, entonces, exige ser motivada, debe contener un juicio o valoración, donde el
Juez exponga las razones y fundamentos fácticos y jurídicos conforme a los cuales decide
la controversia. La carencia de motivación implica un exceso de las facultades del juzgador,
un arbitrio o abuso de poder.
3.2.1.2.9. Derecho a la instancia plural y control Constitucional del proceso
Según Couture E. (1993) define, al proceso de conocimiento como aquel que tiene por
finalidad producir una declaración de certeza sobre una situación jurídica. En esta clase de
proceso el juez juzga y dice el derecho de Proceso de conocimiento, “es el conjunto de
actos procesales coordinados, sistematizados y lógicos que orientan a los procesos
contenciosos (abreviado, sumarísimo, cautelar y de ejecución) y no contenciosos de
materia civil y por analogía, a falta de norma expresa, a otros procesos ya sean
administrativos, laborales y otros que se creen por la ciencia procesal”.Teófilo Idrogo
Delgado (2002).
Rodríguez agrega: para Carnelutti, la verdad que la prueba trata de demostrar en el proceso
es la verdad formal o verdad judicial, a la que se llama verdad legal, para diferenciarla de
la verdad material que dadas las limitaciones del proceso, no se puede hallar en este.
Rodríguez (1995), citado por Hinostroza (1998) define a la prueba como (...) la persona o
cosa y, excepcionalmente, también, los hechos que suministran al órgano jurisdiccional del
Estado los conocimientos necesarios y suficientes para determinar la verdad o falsedad
jurídica de un asunto en debate (...).
3.2.1.8.2. En sentido jurídico procesal
Para el autor citado, los problemas de la prueba consisten en saber qué es la prueba; qué
se prueba; quién prueba; cómo se prueba, qué valor tiene la prueba producida y, en
enseguida precisa: el primero de los temas, plantea el problema del concepto de la prueba;
el segundo, el objeto de la prueba; el tercero, la carga de la prueba; el cuarto, el
procedimiento probatorio; el ultimo la valoración de la prueba.
3.2.1.8.3. Diferencia entre prueba y medio probatorio
La prueba puede ser concebida estrictamente como las razones que conducen al Juez a
adquirir certeza sobre los hechos. Esta característica destaca en el ámbito del proceso.
Los medios probatorios, en cambio, son los instrumentos que emplean las partes u ordena
el magistrado de los que se derivan o generan tales razones. Por ejemplo: Puede darse el
caso de un medio probatorio que no represente prueba alguna al no poder obtenerse de él
ninguna razón que produzca el convencimiento del Juez.
Por su parte, Rocco citado por Hinostroza (1998), en relación a los medios de prueba afirma
que son: (…) medios suministrados por las partes a los órganos de control (órganos
jurisdiccionales) de la verdad y existencia de los hechos jurídicos controvertidos, a fin de
formar convicción de dichos órganos sobre la verdad o inexistencia de ellos.
Para Rodríguez (1995) precisa que el objeto de la prueba judicial es el hecho o situación
que contiene la pretensión y que el actor debe probar para obtener una sentencia que declare
fundada la reclamación de su derecho. Es decir, para los fines del proceso importa probar
los hechos y no el derecho (está implícito que el derecho es de conocimiento del juez, en
atención al principio juez y derecho).
Para Gelsi (1962) citado por Hinostroza (1998): “en el proceso es necesaria una
investigación o averiguación de los hechos ya transcurridos, una representación de algo
que ya no es – pues ya se efectuó – pero que ha tenido determinadas consecuencias que
perduran y que, por tanto, importan para el sistema jurídico” (p.19).
En opinión de Silva (1991): una vez que se presenta los hechos al juez, se origina la
necesidad de recurrir a las pruebas para determinar con certeza la verdad o falsedad de la
cuestión fáctica planteada, éste aspecto se constituye en la base generatriz de la sentencia
(Citado por Hinostroza, 1998).
En éste sentido el objeto de la prueba es todo aquello susceptible de ser probado, ante los
órganos jurisdiccionales a efectos de cumplir con los fines del proceso.
3.2.1.8.6. La carga de la prueba
Para la Real Academia Española (s.f.) una de las acepciones del término cargar es,
imponer a alguien o a algo un gravamen, carga u obligación.
Precisa que el concepto de carga, une dos principios procesales: el principio dispositivo e
inquisitivo, el primero porque corresponde a las partes disponer de los actos del
proceso; el segundo, que deriva del interés público preservado por el Estado. Si bien
la parte interviene voluntariamente en el proceso, corre por su cuenta aportar a la búsqueda
de lo que pide; caso contrario tendrá que sujetarse a las consecuencias, que le pueden ser
hasta desfavorables. Pero, como su intervención es voluntaria, puede renunciar o desistirse
de su petición que puso en movimiento el proceso, o bien puede dejarlo en abandono,
no, precisamente, por intervención extraña ni por coacción; sino, porque es de su propio
interés abandonarlo o impulsar el proceso para conseguir lo que ha pedido. Éste interés
propio lo hace titular de la carga de la prueba de todo lo que puede serle favorable, en
cambio su desinterés no da lugar a sanción jurídica, de ahí que se excluye del concepto de
carga la obligación, porque no hay tutela de un interés ajeno, sino el propio.
3.2.1.8.7. El principio de la carga de la prueba
Según Sagástegui (2003) precisa “El principio de la carga de la prueba sirve sobre todo
como regla de conducta para las partes y como regla de juicio para el Juez” (p. 409)
3.2.1.8.8. Valoración y apreciación de la prueba
El término valoración es como un sinónimo de valoración; así algunos afirman apreciación
o valoración de los medios de prueba; Echandía, citado por Rodríguez (1995) expone: “Los
autores suelen hablar del sistema de las pruebas legales en oposición al de la libre
apreciación, denominado también de la apreciación razonada.
Por su parte Hinostroza (1998) la apreciación de la prueba viene hacer como un examen
mental dirijido a extraer conclusiones respecto del mérito que tiene un medio probatorio
para formar convicción ante el Juez; agrega, que es un aspecto del principio jurisdiccional
de la motivación de las sentencias y es requisito indispensable. Pero a pesar de
que es una obligación del Juez apreciar todas las pruebas, en el respectivo fallo sólo
expresará las valoraciones determinantes y esenciales que sustenten su decisión, de
acuerdo a la norma del artículo 197 del Código Procesal Civil.
3.2.1.8.9. Sistemas de valoración de la prueba
En el sistema, la ley establece el valor de cada medio de prueba actuado en el proceso; por
su parte, el Juez admite las pruebas legales ofrecidas, dispone su actuación y las toma
con el valor que la ley le da cada una de ellas en relación con los hechos cuya verdad se
pretende demostrar. En consecuencia, la labor del juzgador se limita a una recepción y
calificación de la prueba utilizando un referente legal, lo que significa que el valor de la
prueba no emerge de la convicción del juez; sino de la ley que le otorga dicho peso, por
eso se denominó tarifa legal o de la prueba tasada (Rodríguez, 1995).
Según Taruffo (2002), (...)la prueba legal consiste en impedir al Juez que use los criterios
de la discrecionalidad racional, imponiéndole otros que en mayor o menor medida
distinguen al juicio de hecho que se darían según los cánones de la aproximación a la
realidad; para éste autor la prueba legal es irracional, porque excluye los criterios racionales
de la valoración de la prueba.
Precisa, que el derecho a prueba que normalmente está reconocida a las partes, sólo puede
adquirir un significado apreciable sobre la base de una concepción racional de la
convicción del juez.
El principio de la libre convicción del Juez implica la libertad que éste tiene para escoger
el material probatorio existente en el proceso, los elementos que considere significativos y
determinantes para la decisión sobre el hecho (...), pero a su vez emerge el deber de motivar,
entonces el Juez tendrá que justificar mediante argumentos donde evidencie o enuncie los
criterios que ha adoptado para valorar las pruebas y, sobre esta base, justificar el juicio de
hecho.
Una valoración adecuada es tener en cuenta tres condiciones que son: liberación de
prejuzgamiento (alejar evitar ideas previas y prejuicios); conocimiento amplio de las cosas
(requerir si es posible de expertos, como peritos) examinar los informes periciales y, por
último, estudio de todos los medios ofrecidos, como pruebas y actuados en el proceso.
Asimismo, sobre las operaciones mentales precisa lo siguiente:
el Juez aplica la apreciación razonada; dicho de otro modo, cuando analiza los medios
probatorios para valorarlos, con las facultades que le otorga la ley y en base a la doctrina.
Dicho razonamiento debe evidenciar un orden lógico de carácter formal; aplicación de
conocimientos psicológicos, sociológicos y científicos, porque apreciará tanto
documentos, objetos y personas (partes, testigos) y peritos.
De acuerdo al Código Procesal Civil, la finalidad está prevista en el numeral 188 cuyo
texto es como sigue: “Los medios de prueba tienen como fin acreditar los hechos
expuestos por las partes, producir certeza en el Juez respecto de los puntos controvertidos,
y fundamentar sus decisiones” (Cajas, 2011, p. 622).
Por su parte, respecto de su fiabilidad entendida como legalidad se puede hallar en el Art.
191 del mismo Código Procesal Civil, cuyo texto es: “Todos los medios de prueba, así
como sus sucedáneos, aunque no estén tipificados en este Código, son idóneos para lograr
su finalidad prevista en el artículo 188. Los sucedáneos de los medios probatorios
complementan la obtención de la finalidad de éstos” (Cajas, 2011, p. 623).
Respecto a éste principio Alcalá-Zamora, citado por Hinostroza (1998) afirma lo siguiente:
“… en virtud del principio de adquisición procesal, la prueba aportada por cualquiera de las
partes queda a disposición de las demás” (p. 56).
Hinostroza agrega, que éste principio llamado de comunidad o adquisición de la prueba,
cuando se evidencia una acumulación de procesos, el valor de convencimiento de un medio
de prueba de algunos de los procesos acumulados tendrá efectos sobre los otros; más aún, si
el fallo definitivo estará referido a cada de las causas objeto de acumulación.
Lo trascendente del proceso es que los actos que realizan las partes se incorporan a éste,
son internalizados. El Principio de Adquisición, consiste en que una vez incorporados al
proceso los actos procesales (documentos, etc.) dejan de pertenecer a quien lo realizó y
pasan a formar parte del proceso, pudiendo incluso la parte que no participó en su
incorporación obtener conclusiones respecto de él. Acá desaparece el concepto de
pertenencia individual, una vez se incorpore el acto al proceso (Rioja, s.f.).
De lo que se desprende que los medios probatorios, una vez incorporados al proceso, ya
no pertenecen a las partes, sino al proceso, en consecuencia el juzgador podrá examinarlos
y del análisis de éste llegar a la convicción y tomar una decisión, no necesariamente en
favor de la parte que lo presentó.
para Echandía (1985); la sentencia, es el acto por el cual el juez cumple la obligación
jurisdiccional derivada del ejercicio del derecho de acción y del derecho de contradicción,
en la sentencia el juez resuelve y se pronuncia sobre las pretensiones del demandante y las
excepciones de mérito de fondo del demandado. Precisa, toda sentencia es una decisión, es
el resultado o producto de un razonamiento o juicio del juez, en el cual expone las premisas
y la conclusión. Pero al mismo tiempo, contiene un mandato, con fuerza impositiva que
vincula y obliga a las partes en litigio. La sentencia, por lo tanto, es el instrumento que
sirve para convertir la regla general contenida en la ley, en mandato concreto para el caso
determinado (Hinostroza, 2004).
Según el Código Procesal Civil, la sentencia, es una resolución judicial realizado por un
Juez a través del cual se pone fin a la instancia o al proceso, en definitiva, pronunciándose
en decisión expresa, precisa y motivada sobre la cuestión controvertida declarando el
derecho de las partes, o excepcionalmente sobre la validez de la relación procesal. Así se
desprende de la lectura de la parte in fine del art. 121 del Código Procesal Civil (Cajas,
2011).
3.2.1.9. Las resoluciones judiciales
3.2.1.9.1. Concepto
Según, León (2008), autor del Manual de Redacción de Resoluciones Judiciales publicado
por la AMAG, la sentencia es: “una resolución jurídica, es aquella, sea de carácter
administrativa o judicial, que pone fin a un conflicto mediante una decisión fundamentada
en el orden legal vigente” (p.15).
Las formalidades y demás aspectos, se hallan reguladas en las normas del Código
Procesal Civil los cuales son:
Art. 120°. Resoluciones. Los actos procesales a través de los cuales se impulsa
o decide al interior del proceso o se pone fin a éste, pueden ser decretos, autos
y sentencias.
De acuerdo a las normas del Código Procesal Civil, existen tres clases de resoluciones:
El decreto: que son resoluciones de tramitación, de desarrollo procedimental, de impulso.
El auto, que sirve para adoptar decisiones, no precisamente sobre el fondo, como por
ejemplo la admisibilidad de la demanda.
La sentencia, en el cual, a diferencia del auto, si se evidencia un pronunciamiento de fondo,
salvo excepciones como disponen las normas glosadas (cuando se declara improcedente).
3.2.1.10. Medios impugnatorios
3.2.1.10.1. Concepto
Es una institución procesal que la ley concede a las partes o a terceros legitimados para
que soliciten al juez que, él mismo u otro de jerarquía superior, realicen un nuevo
examen de un acto procesal o de todo el proceso a fin que se anule o revoque éste, total o
parcialmente (Ticona, 1994).
El nuevo examen de la resolución recurrida, es el elemento fundamental, de los medios
impugnatorios, su esencia.
3.2.1.10.2. Fundamentos de los medios impugnatorios
de los medios impugnatorios es el hecho que juzgar es una actividad humana, en realidad
la es una actividad que se expresa, donde se materializa en el texto de una resolución, se
puede decir que juzgar es la expresión más elevada del espíritu humano. No es sencillo
decidir sobre la vida, la libertad, los bienes y demás derechos.
Las razones expuestas es la posibilidad del error, o la falibilidad siempre estará presente,
por esta razón en la Constitución Política se encuentra previsto como principio y derecho
de la función jurisdiccional, Artículo 139 Inciso 6, el Principio de la Pluralidad de Instancia,
con lo cual se estaría minimizando cual error, sobre todo porque el propósito es contribuir
en la construcción de la paz Social (Chaname, 2009).
3.2.2. Bases teóricas de tipo sustantivo
Visto el petitorio de la demanda y demás piezas procesales, entre ellos las sentencias se
evidencia: que la pretensión planteada fue el divorcio por las causales de violencia física y
psicológica y separación de hecho (Expediente N° 00654-2012-0-0201-JR-FC-01).
3.2.2.2. El divorcio
3.2.2.2.1. Concepto
Según Edgar Baqueiro y Rosalía Buenrostro Báez, definen el divorcio como: disolución
del vínculo matrimonial en vida de los cónyuges, decretada por autoridad judicial
competente por demanda de uno de ellos en los casos verdaderamente graves señalados por
la Ley”. Según Sara montero, señala que el divorcio es la disolución del vínculo
matrimonial en la vida de los cónyuges decretada por autoridad competente, por causas
posteriores a la celebración del matrimonio, establecidas expresamente en la ley.
para Julián Bonnecase, nos dice que el divorcio la palabra matrimonio valido, para quedar
de la siguiente manera el divorcio es la ruptura de un matrimonio valido, en vida de los
esposos, por causales determinadas y mediante resolución judicial.
Según Ignacio Galindo Garfias define, al divorcio como la disolución del vínculo
matrimonial, el cual solo puede ser decretado por la autoridad judicial, y en muy especiales
casos por la autoridad administrativa, dentro de un procedimiento señalado por la ley, en
que se compruebe debidamente la imposibilidad de que subsista la vida matrimonial.
Según Rafael De Pina (1986) define, al divorcio que es un mal necesario como remedio
heroico para situaciones incompatibles con la naturaleza y los fines del matrimonio, no
tiene nada de inmoral.
Finalmente Henry Mazeaud (1959) define, al divorcio como la ruptura del vínculo
conyugal, pronunciada por los tribunales en vida de los esposos, a demanda de uno de ellos
o de ambos.
Según María Dolores Planes Moreno (2009) define, al divorcio como la acción por la cual
se disuelve el matrimonio válidamente con quedando extinguido el vínculo matrimonial,
se diferencia de separación, en aquella que se mantiene en el vínculo matrimonial los que
los esposos separados pueden dejar sin efecto la separación por la reconciliación posterior,
es decir, tras la separación, los mantiene su condición de tales, siguen casados entre sí, tras
que una vez disuelto el vínculo, la reconciliación carece de los legales, de modo que el
divorcio es la declaración judicial de disolución vincula conyugal establecido mediante el
matrimonio, de manera que se pone fin a la vida en común.
3.2.2.2.2. divorcio por causal
Son causas de divorcio aquellas que el legislador reconoce por tales, es cosa que no
satisface en verdad que, si la ley reconoce a ciertos hechos una entidad tal como para
llevarlos a la categoría de causales de divorcio, es porque estos hechos, intrínsecamente,
tienen algo que va contra la vida conyugal. Por otra parte, habrá hechos que, yendo
intrínsecamente contra la institución del matrimonio, no llegan a ser reconocidos por la ley
como causales de divorcio, ya por su poca importancia, ya por la poca frecuencia con que
se dan entre nosotros, ya porque nuestro ambiente vería con malos ojos que se elevaran a
dicha categoría, ya porque, sencillamente, el legislador no haya reparado en ellos.
Por donde se concluye que un criterio excesivamente objetivo, resulta inútil, y un concepto
exclusivamente substancial, imposible, Hemos de tomar, pues, un medio entre ambos
extremos, estudiando globalmente, por de pronto los hechos que nuestra ley reconoce
actualmente como causales de divorcio, para extraer de ellos un concepto que,
forzosamente, ha de remitirse a la ley misma para tener alguna validez científica.
Más, como sería injusto obligar a cónyuges que no tiene culpa alguna en la existencia de
estos hechos, a concluir con su vida en común, quizá digna y ejemplar, se hace menester
otro requisito para constituir la causal: que el hecho mismo, o su antecedente ilegal o
inmoral haya sido voluntario de uno o ambos cónyuges.
3.2.2.2.2.1.Noción:
Así, llegamos a la conclusión de que las causales de divorcio son hechos voluntarios de
uno o ambos cónyuges, o resultantes lógicos de esos hechos voluntarios, cuya ilegalidad o
inmoralidad graves han sido reconocidas por el legislador como de poder suficiente para
disolver el vínculo matrimonial. Peca este concepto, quizá, de excesiva longitud. Y por ello
no constituye una definición. Al menos, nuestro intento no ha sido el de definir.
En efecto, el deber de fidelidad previsto en el artículo 288 del Código Civil no cesa como
consecuencia de la separación de cuerpos, por lo que aun cuando los cónyuges vivan en
domicilios separados deben respetar la continencia sexual, que es el deber del cónyuge de
abstenerse de mantener relaciones sexuales con terceras personas. Si bien la norma no
señala expresamente que la separación de cuerpos conlleve otros efectos, además de los
explicados precedentemente, existen consecuencias que se desprenden de la separación de
cuerpos tales como: La obligación de pagar una pensión alimenticia, cuyo monto será fijado
por el juez atendiendo a las circunstancias de ambos cónyuges o acogiendo lo propuesto
por aquellos en caso de que la separación de cuerpos sea convencional.
En efecto, por disposición expresa del artículo 483 del Código Procesal Civil, a la
pretensión de separación de cuerpos deben acumularse, entre otros, las pretensiones
relativas a derechos u obligaciones de los cónyuges, tales como la de alimentos; en tal
virtud, el juez para fijar la cuantía de la pensión alimenticia deberá analizar las
posibilidades y necesidades de las partes. En cambio, tratándose de una separación de
cuerpos convencional, el ordenamiento procesal dispone que los cónyuges deben anexar a
la demanda la propuesta de convenio que regule, entre otros, el régimen de alimentos. No
obstante, para que rija lo convenido por las partes es necesario que el juzgador acoja el
convenio propuesto por aquéllas en la sentencia. Pérdida de los derechos hereditarios. Esta
circunstancia se presenta únicamente cuando la separación de cuerpos no es convencional
pues solo pierde los derechos hereditarios el cónyuge separado por culpa suya. - En cuanto
a los hijos, la sentencia que declare la separación de cuerpos también debe regular los
aspectos concernientes a los alimentos, tenencia, régimen de visitas y el ejercicio de la
patria potestad. Para ello se tendrá en cuenta la causal de separación o el convenio
presentado por los cónyuges en caso de separación convencional.
Existen dos corrientes: los divorcistas y los anti divorcistas. Los divorcistas señalan la
conveniencia del divorcio y el interés de la sociedad en él, porque el divorcio no crea los
problemas que afrontan los cónyuges, por el contrario les pone fin. Sin embargo, los anti
divorcistas señalan que el divorcio, estimula la celebración impremeditada de muchos
matrimonios, donde los contrayentes al casarse lo estarían haciendo conscientes de que,
ante el surgimiento del primer problema solicitarían el divorcio, sin contribución a la
búsqueda de soluciones, los cuales son naturales y muchas veces superables (Aguilar,
2013).
Está regulada en el inciso 2 del artículo 333 del Código Civil. Según la jurisprudencia,
esta causal, es el trato reiterado y cruel que uno de los cónyuges hace al otro, quien
dejándose arrastrar por brutales inclinaciones, ultraja de hecho o psicológicamente a su
consorte, rebasando los límites del recíproco respeto que supone la vida en común.
Esta causal se ubica dentro de la tesis divorcista, exactamente en la teoría del divorcio
sanción; que se formula como el castigo merecido que debe recibir el cónyuge culpable
que ha dado motivo para el divorcio. Esta doctrina sustenta su estructura en:
a) El principio de culpabilidad, según el cual el divorcio se genera por culpa de uno de
ellos, de tal modo que uno será culpable y el otro inocente, por lo tanto, sujeto a prueba.
b) La existencia de varias causas para el divorcio, esto es, causas específicas previstas en
la ley, como el adulterio, la violencia física y psicológica, y otros.
c) El carácter punitivo del divorcio, porque la sentencia que declara disuelto el
vínculo conyugal es un medio para penalizar al culpable por haber faltado a los deberes y
obligaciones conyugales, consiguientemente, pérdidas y restricciones de sus derechos
nacidos del matrimonio, entre ellos: respecto de la patria potestad; del derecho alimentario,
de la vocación hereditaria y otros.
Está regulada en el inciso 12 del artículo 333 del Código Civil, fue incorporada a la
legislación civil peruana mediante Ley N° 27495 del 07 de julio del año 2001 cuyo
texto es: “La separación de hecho de los cónyuges durante un periodo ininterrumpido de
dos años. Dicho plazo será de cuatro años si los cónyuges tuviesen hijos menores de edad.
En estos casos no será de aplicación lo dispuesto en el artículo 335” (Congreso de la
República, 2001).
Se estructura en:
En esta forma de divorcio, los cónyuges pueden divorciarse sólo cuando el juzgado
comprueba que el matrimonio perdió sentido para los esposos, para los hijos y, con eso,
también, para la sociedad.
Esta doctrina se fue afianzando, desde la segunda guerra mundial, especialmente en países
socialistas, como ocurre en Polonia, Alemania, Rumania, Checoslovaquia, de ésta forma
llegó a la sociedad peruana y al continente americano, el Perú lo adoptó recientemente en
el año 2001, (Plácido, 2002).
La recepción de causal tesis en el Perú ha determinado que si bien la norma del artículo
335 del Código Civil establece que: Ninguno de los cónyuges puede fundar la demanda en
hecho propio. Para los casos de divorcio por causal de separación de hecho éste precepto
es inaplicable.
Para los intereses del estudio, corresponde glosar la norma del artículo 345-A del
Código Civil, que establece que para invocar el supuesto del inciso 12 del artículo 333
(causal de separación de hecho); el demandante deberá, acreditar que se encuentra
al día en el pago de sus obligaciones alimentarias u otras que hayan sido pactadas por los
cónyuges de mutuo acuerdo. Que el juez velará por la estabilidad económica del cónyuge
que resulte perjudicado por la separación de hecho, así como la de sus hijos. Deberá señalar
una indemnización por daños, incluyendo el daño personal u ordenar la adjudicación
preferente de bienes de la sociedad conyugal, independientemente de la pensión de
alimentos que le pudiera corresponder (Cajas, 2011, p. 201-202).
Asimismo, considerar que, son aplicables a favor del cónyuge que resulte más perjudicado
por la separación de hecho, las disposiciones contenidas en los artículos 323 (que regula
las gananciales), 324 (que regula la pérdida de gananciales por separación de hecho), 343
(que regula la pérdida de los derechos hereditarios), 351 (que regula la indemnización por
daño moral al cónyuge perjudicado) y 352 (que regula la perdida de gananciales), en cuanto
sean pertinentes, (Cajas, 2011).
4.4.Diseño de la investigación
4.4.1. No experimental. El fenómeno fue estudiado conforme se manifestó en su contexto
natural; en consecuencia, los datos reflejan la evolución natural de los eventos,
ajeno a la voluntad del investigador (Hernández, Fernández & Batista, 2010)
4.4.2. Retrospectiva. En el texto de los documentos se evidencia el fenómeno
perteneciente a una realidad pasada (Hernández, Fernández & Batista, 2010)|.
4.4.3. Transversal. En la recolección de datos se extrajeron de un fenómeno, que ocurrió
por única vez en el transcurso del tiempo (Supo, 2012; Hernández, Fernández &
Batista, 2010).
Este fenómeno, quedó plasmado en registros o documentos, que viene a ser el expediente
judicial que contiene al objeto de estudio (proceso judicial) que se trata de un fenómeno
acontecido en un lugar y tiempo específico pasado. El proceso judicial, es un producto del
accionar humano quien premunido de facultades otorgados por la ley interactúa en un
contexto específico de tiempo y espacio, básicamente son actividades que quedaron
registrados en un documento (expediente judicial).
En el presente trabajo la variable fue: características del proceso judicial de divorcio por
causales de violencia física y psicológica y separación de hecho.
Son unidades empíricas de análisis más elementales por cuanto se deducen de las
variables y ayudan a que estas empiecen a ser demostradas primero empíricamente y
después como reflexión teórica; los indicadores facilitan la recolección de
información, pero también demuestran la objetividad y veracidad de la información
obtenida, de tal manera significan el eslabón principal entre las hipótesis, sus
variables y su demostración.
Por su parte, Ñaupas, Mejía, Novoa y Villagómez, (2013) refieren: “los indicadores son
manifestaciones visibles u observables del fenómeno” (p. 162).
En el presente trabajo, los indicadores son aspectos susceptibles de ser reconocidos en el
interior del proceso judicial, son de naturaleza fundamental en el desarrollo procesal,
prevista en el marco constitucional y legal.
En el cuadro siguiente se observa: la definición y operacionalización de la variable del
proyecto.
Cuadro 1. Definición y operacionalización de la variable en estudio
Para el recojo de datos se aplicaron las técnicas de la observación: punto de partida del
conocimiento, contemplación detenida y sistemática, y el análisis de contenido: punto de
partida de la lectura, y para que ésta sea científica debe ser total y completa; no basta captar
el sentido superficial o manifiesto de un texto sino llegar a su contenido profundo y latente
(Ñaupas, Mejía, Novoa y Villagómez; 2013).
Por su parte, Campos (2010) expone: “Se presenta la matriz de consistencia lógica, en una
forma sintética, con sus elementos básicos, de modo que facilite la comprensión de la
coherencia interna que debe existir entre preguntas, objetivos e hipótesis de investigación”
(p. 3).
En el proyecto se utiliza el modelo básico suscrito por Campos (2010) al que se agregará
el contenido de la hipótesis para asegurar la coherencia de sus respectivos contenidos. A
continuación la matriz de consistencia de la presente investigación en su modelo básico.
Cuadro2. Matriz de consistencia
Título: Caracterización del proceso sobre divorcio por las causales de violencia
física y psicológica y separación de hecho en el expediente N° 00654-2012-0-
0201-JR-FC-01; Primer Juzgado de Familia de provincia de Huaraz, Áncash,
Perú. 2018
Cornejo Chávez, Héctor (1960), derecho familiar peruano. T.I, universitaria, lima, 1960,
p.239.
PERALTA Andina, rolando (1993), derecho de familia en el código civil. Moreno, lima,
1993, p.261.
HERNÁN VALENCIA RESTREPO, Monárquica, principia listica jurídica o los
principios generales del derecho, Bogotá, Editorial Temis S. A., 1993, pág. 87).
Isidoro Eisner, Planteos procesales, Buenos Aires, Editorial La Ley S. A., 1984, pág. 48.
HUAMÁN CASTELARES, Daniel, “Notas sobre el procesamiento penal de Altos
Dignatarios por la comisión de delitos sin ejercicio de la función pública”. En Gaceta
Penal & Procesal Penal, Tomo 13, julio de 2010, pp. 308-309
Cesar Augusto Belluscio (1981), derecho de familia, Vol., III, de palma, Buenos Aires,
1981, pag.5.
Manuel F. Chávez Asencio, la familia en el derecho, Porrúa, pag.413.
Cesar Augusto Belluscio, derecho de familia, Vol. III, De palma, Buenos aires, 1981,
pag.22.
Universidad nacional autónoma de México, diccionario jurídico mexicano, ed. Porrúa,
s.a., México., 1989.
Baqueiro Rojas, Edgar y Rosalía Buenrostro Báez, óp. cit., p. 179
Pina De Rafael, elementos de derecho civil mexicano I, 15 a, Ed, México, Porrúa, 1986,
p.339
Henry Mazeaud, León y Jean (1959). Lecciones de Derecho Civil. Buenos Aires,
Europa-América, 1959, Parte 1, t. IV, p. 369.
Eduardo J. Couture (1993), “Fundamentos de Derecho Procesal Civil”, tercera edición,
De palma, Buenos Aires, reimpreso 1993, página 81 también son aquellas “en que se
procura tan solo la declaración o determinación del derecho”.
Teófilo, Idrogo Delgado (2002): derecho procesal civil, tomo I, proceso de
conocimiento, Editorial marzo Perú editores S.A, edición 2002, lima, p.137.
Hernández Sampieri, R. y otros. (2003) Metodología de la investigación. McGraw
Hill, México.
Scheaffer, Richard L. (1987). Elementos de muestreo. Grupo Editorial Iberoamérica,
México
cotuto, Ricardo. Derecho civil mexicano. México, 1919,3ts
Rojina Villegas, Rafael, derecho civil mexicano, México, 1949, 3 ts. “el matrimonio”
se encuentra en el t.II, vol.1. p.327.
Pina Rafael, elementos de derecho civil mexicano I, a. Ed., México, Porrúa, 1986, p.318.
Carrión Lugo, Jorge: Tratado de Derecho Procesal Civil, Vol. I, Editorial Jurídica
Grijley, 2000, Lima – Perú, pág. 78.
Martín Valverde Antonio, Rodríguez – Sañudo Gutiérrez Fermín y García Murcia,
Joaquín, obra citada, pág. 789.
Cansaya Mamani Andrés, separata de der hecho procesal civil de la universidad andina
“Néstor Cáceres Velásquez” de Juliaca de la facultad de ciencias jurídicas y políticas.
ANEXOS
Anexo 1. Evidencia para acreditar el pre – existencia del objeto de estudio: proceso
judicial
1° JUZGADO FAMILIA - Sede Central
EXPEDIENTE : 00654-2012-0-0201-JR-FC-01
MATERIA : DIVORCIO POR CAUSAL
JUEZ : J
ESPECIALISTA : E
MINISTERIO PUBLICO : PRIMERA FISCALIA PROVINCIAL DE FAMILIA DE HUARAZ
DEMANDADO : B
DEMANDANTE : A
SENTENCIA
RESOLUCIÓN NÚMERO VEINTITRES
Huaraz, treinta y uno de Julio
Dos mil diecisiete.-
I.- PARTE EXPOSITIVA:
VISTOS: El proceso seguido por A con B sobre Divorcio por causal, teniéndose a la vista el
Expediente acompañado número 2012-01216 seguido entre las mismas partes sobre Violencia
Familiar, así como el cuaderno de apelación número 2012-01216-67, RESULTA DE AUTOS: Que,
A, interpone demanda de Divorcio por la causal de separación de hecho y violencia física y
psicológica; y, en acumulación objetiva originaria accesoria demanda pensión de alimentos a su
favor por la suma no menor a quinientos nuevos soles mensuales, dirigiéndola contra B. Refiriendo
que, con fecha diez de Junio del año dos mil tres, contrajo matrimonio civil con el demandado por
ante la Municipalidad Provincial de Huaraz, Departamento de Ancash, según consta de la partida de
matrimonio; pero que debido a la incompatibilidad de caracteres con el demandado nunca
establecieron un domicilio conyugal, habiéndose producido la separación de hecho desde la fecha
del matrimonio por haberla dejado el demandado en total abandono moral y económico, por el
periodo ininterrumpido de más de dos años, subsistiendo hasta la fecha el hecho que motiva la
demanda, no habiendo procreado ningún hijo, ni menos adquirido bienes susceptibles de
separación, las partes no han hecho vida en común, de manera que cada uno ha hecho su vida de
manera independiente, por otro lado la demandante refiere que se ha enterado que el demandado
tiene una convivencia ilegal con T, domiciliando ambos en la casa del demandado, quien ha
publicado en Internet – Facebook, fotografías besándose, abrazados y en traje de baño, entre otras
con la mencionada mujer, configurándose así la separación de hecho que es causal de divorcio, así
mismo indica que constituye también violencia psicológica con la publicación de dichas fotografías
de su relación adulterina con su “amante” en internet, causal de divorcio también. Por otro lado, la
actora refiere respecto de la causal de violencia física y psicológica que el demandado desde hace
un tiempo la ha estado llamando a su teléfono celular, supuestamente para reiniciar sus relaciones
maritales a lo que la actora le contesto que éste ya tiene una conviviente actual, indicando que su
persona no se prestaría a esa actitud ilegal, pero el demandado ha seguido insistiendo con sus
acosos, amenazas y haciéndole la vida imposible, inclusive no dejándole trabajar tranquila para su
subsistencia, ya que el demandado no la mantiene ni le pasa suma alguna por alimentos que le
corresponden como cónyuge; indica la actora que además el veinte de Junio del año dos mil doce,
aproximadamente a las nueve de la mañana, en circunstancias que la demandante ingresaba a su
Centro de Trabajo ubicado en la Avenida Luzuriaga número ochocientos trece “CASANDES”, en
la puerta fue interceptada por su cónyuge quien estaba acompañado de otras personas quienes le
agredieron con palabras soeces llegando al colmo de amenazarle de muerte, indica que dichas
personas estuvieron a punto de agredir a la demandante en el interior del local de su trabajo por lo
que sus compañeros de trabajo salieron en su defensa, optando los agresores por retirarse del local
vociferando amenazas de muerte contra su persona, por lo que interpuso la solicitud de garantías
personales y denunciando por el delito de coacción, los cuales se viene tramitando, lo cual considera
la actora que tal actitud constituye violencia física y psicológica que es causal de divorcio. Y en
cuanto a la acumulación de la pretensión de alimentos refiere que como no han procreado hijos ni
adquirido bienes solo está acumulando la prestación de alimentos a su favor en la suma de
quinientos nuevos soles. En lo concerniente a lo previsto por el Artículo 345°-A del Código Civil
ya que el demandado es responsable de la separación de hecho siendo su persona la real afectada
con los daños de orden moral, personal y material por el abandono inmotivado sufrido lo cual le
causo traumas psicológicos y menoscabo de su honor y dignidad, por lo que considera que el
emplazado está en la obligación de indemnizarla con un monto estimable de setenta mil nuevos
soles. Fundamenta su demanda en los incisos 2) y 12) del Artículo 333°, 348°, 349° y 345°-A del
Código Civil, Artículos 424°, 425° y 480 ° del Código Procesal Civil.
SEGUNDO: Según lo establecido por el Artículo 339° de la norma sustantiva prescribe: “La acción
basada en el Artículo 333°, incisos 1, 3 , 9 y 10, caduca a los seis meses de conocida la causa por
el ofendido y, en todo caso, a los cinco años de producida. La que se funda en los incisos 2 y 4
caduca a los seis meses de producida la causa. En los demás casos, la acción está expedita mientras
subsistan los hechos que la motivaron”.
TERCERO: De acuerdo a lo preceptuado en el Artículo 348° del Código Civil: “El divorcio
disuelve el vínculo del matrimonio.”
SEPTIMO: Conforme lo prescrito por el Artículo 200° del Código Procesal Civil: “Si no se prueban
los hechos que sustentan la pretensión, la demanda será declarada infundada”; norma concordada
con lo prescrito por el Artículo 196° de la norma adjetiva que refiere: “Salvo disposición legal
diferente, la carga de probar corresponde a quien afirma hechos que configuran su pretensión, o a
quien los contradice alegando nuevos hechos”.
OCTAVO: Respecto a la indemnización por daños por la separación de hecho: De acuerdo al III
Pleno Casatorio Civil se ha establecido como precedente judicial vinculante: “… En los procesos
sobre divorcio y de separación de cuerpos - por la causal de separación de hecho, el Juez tienen el
deber de velar por la estabilidad económica del cónyuge que resulte más perjudicado por la
separación de hecho así como la de sus hijos, de conformidad con lo dispuesto por el Artículo 345°-
A del Código Civil. En consecuencia, a pedido de parte o de oficio señalará una indemnización por
daños, el que incluye el daño a la persona u ordenará la adjudicación preferente de bienes de la
sociedad conyugal, independientemente de la pensión de alimentos que pudiera corresponderle…
El Juez apreciará, en el caso concreto, si se ha establecido algunas de las siguientes circunstancias:
a) El grado de afectación emocional o psicológica, b) La tenencia y custodia de hecho de sus hijos
menores de edad y la dedicación al hogar, c) Si dicho cónyuge tuvo que demandar alimentos para
él y sus hijos menores de edad, ante el incumplimiento del cónyuge obligado; d) Si ha quedado en
una manifiesta situación económica desventajosa y perjudicial con relación al otro cónyuge y a la
situación que tenía durante el matrimonio entre otras circunstancias relevantes…”.
UNDECIMO: Determinar si durante la unión conyugal se han procreado hijos, y si estos son
mayores o menores de edad. Determinar si corresponde establecer sobre patria potestad, tenencia
y régimen de visitas:
De la revisión de los actuados se verifica que la unión conyugal A – B no ha procreado hijos en
tanto que no se ha adjuntado ningún medio probatorio que certifique la existencia de menores, tanto
más si se tiene en cuenta lo expresado por los propios cónyuges en sus escritos postulatorios
correspondientes, consecuentemente y al no existir hijos de por medio carece de objeto emitir
pronunciamiento respecto de los alimentos, tenencia, régimen de visitas y patria potestad,
dilucidándose de este modo el segundo y tercer punto controvertidos.
SEGUNDA INSTANCIA
SEGUNDO: Que, Juan Monroy Gálvez ha señalado que la consulta “debe de ocurrir en un proceso
a fin de que éste se pueda dar por concluido”; esto es, representa el último acto procesal de aquellos
procesos que por mandato de la Ley deben ser susceptibles de revisión ante el Colegiado. Que
siendo ello así, en atención a “intereses distintos y trascendentes a los de las partes”, el Superior
tiene la obligación de revisar la resolución final expedida por el A-quo así como los fundamentos
que llevaron a éste a resolver el conflicto intersubjetivo de intereses de un sentido u otro.
TERCERO: Que, de conformidad a lo prescrito por el Artículo 359° del Código Civil, modificado
por Ley N° 28384, publicado en el Diario Oficial el Peruano el trece de noviembre del año dos mil
cuatro “Si no se apela la sentencia que declara el divorcio, esta será consultada con excepción de
aquella que declara el divorcio en mérito de la sentencia de separación convencional” (Énfasis
agregado).
CUARTO: Que, siendo esto así y examinados los autos, se advierte que la presente demanda es de
divorcio por la causal de separación de hecho por un período ininterrumpido de dos años, previsto
en el Artículo 333° inciso 12) del código sustantivo anotado.
QUINTO: En efecto, el accionante y la demandada contrajeron matrimonio civil el nueve de enero
del año mil novecientos noventa
y tres, por ante la Municipalidad Provincial de Huaraz, del Departamento de Ancash, conforme se
aprecia del acta de matrimonio de fojas dos. SEXTO: Del examen integral de autos y especialmente
de lo expuesto por la accionante en su escrito de demanda de fojas dieciocho a veintitrés, se advierte
que las partes en este proceso se encuentran separados de hecho desde el diez de mayo del año dos
mil tres; situación que queda corroborada con la condición de rebelde del demandado, quien a pesar
de haber sido debidamente emplazado en su domicilio real sito en la Av. Confraternidad
Internacional Sur, Manzana 165, Lote N°23, Distrito y Provincia de Huaraz2 , según es de
apreciarse de las constancias de notificación de fojas veinticinco a veintiocho, no ha comparecido
al proceso absolviendo la demanda, cuya conducta procesal causa presunción legal relativa sobre
la verdad de los hechos expuestos en la demanda por la recurrente, de conformidad a lo dispuesto
en el Artículo 461°; más aún si la demandó ante refiere que no han hecho vida en común, luego de
lo cual cada uno se eximió del cumplimiento de las obligaciones y deberes conyugales, por lo que
en el mes mayo del año dos mil tres se separaron, en tanto desde esa época a la actualidad no han
vuelto hacer vida en común, habiendo incluso el demandado desarrollado una relación convivencial
con su respectiva pareja; por lo que solicita regularizar su estado conyugal, poniendo fin al
matrimonio; por lo expuesto solicita que se declare fundada su demanda. SEPTIMO: Que, con los
medios probatorios acotados queda acreditado los tres elementos ineludibles para la configuración
de la separación de hecho a saber: a) El elemento objetivo o material, consistente en la evidencia
del quebrantamiento permanente y definitivo, sin solución de continuidad de la convivencia; lo que
ha sucedido con el alejamiento físico de uno de los consortes de la casa conyugal; b) El elemento
subjetivo o psíquico, que es la falta de voluntad de unirse; esto es la intención cierta de uno o de
ambos cónyuges de no continuar viviendo juntos, poniendo fin a la vida en común por más que un
deber se cumpla; y, c) El elemento temporal; vale decir, el transcurso ininterrumpido de más de dos
años. Siendo así, desde el veinticuatro de febrero del año mil novecientos noventa y cuatro hasta la
fecha de interposición de la demanda, cuatro de mayo del año dos mil doce, se ha cumplido en
exceso el plazo legal de dos años ininterrumpidos para la configuración de la causal de divorcio
establecido en el Artículo 333° inciso 12) del Código Civil.
OCTAVO: Que, de otro lado respecto a los alimentos, patria potestad, tenencia y régimen de visitas,
carece de objeto emitir pronunciamiento sobre los por cuanto la unión conyugal Cerna - Minaya no
ha procreado hijos durante la vigencia del matrimonio; con el añadido que la demandante también
indica que en el matrimonio no han adquirido bienes muebles y/o inmuebles susceptibles de ser
valorados, inventariados o liquidados, careciendo de objeto cualquier decisión al respecto,
conforme así lo ha resuelto la A-quo en la consultada.
NOVENO: Por otro lado, conforme establece el Artículo 350° del Código Civil: “Por el divorcio
cesa la obligación alimenticia entre marido y mujer. Si se declara el divorcio por culpa de uno de
los cónyuges y el otro careciere de bienes propios o de gananciales suficientes o estuviere
imposibilitado de trabajar o de subvenir a sus necesidades por otro medio, el juez le asignará una
pensión alimenticia no mayor de la tercera parte de la renta de aquél. El ex-cónyuge puede, por
causas graves, pedir la capitalización de la pensión alimenticia y la entrega del capital
correspondiente. El indigente debe ser socorrido por su ex-cónyuge aunque hubiese dado motivos
para el divorcio. Las obligaciones a que se refiere este artículo cesan automáticamente si el
alimentista contrae nuevas nupcias. Cuando desaparece el estado de necesidad, el obligado puede
demandar la exoneración y, en su caso, el reembolso”. De lo anotado se desprende que uno de los
efectos del divorcio radica en la incidencia que tiene en la relación alimentaria que el matrimonio
hizo surgir; en tal sentido establece como regla general explícita que el divorcio pone fin a la
relación alimentaria, salvo las excepciones que prescribe el Artículo 350° del Código Civil, estando
facultado el Juez a apreciar las circunstancias de su subsistencia en cada caso concreto. En el caso
que nos ocupa, se tiene que en lo referente a la pensión alimenticia a favor de la cónyuge, esta debe
cesar, tanto más si se tiene en cuenta que las necesidades para continuar con la misma han
desaparecido, ya que la misma cuenta con un trabajo que le permite auto sostenerse, extremo que
ha sido así resuelto por la Juzgadora.
DÉCIMO PRIMERO: Que, de todas las premisas glosadas, en el caso subiudice, la demandante en
el escrito de su demanda ha solicitado monto indemnizatorio, por lo que teniendo en cuenta la
situación jurídica del demandante (rebelde) nos induce a la misma presunción legal relativa de los
hechos que afirma la accionante en lo incoado; más aún, cuando de todo lo actuado en el transcurso
del presente proceso no se ha podido determinar la causa de la separación de hecho entre los
cónyuges, en tanto no se ha podido determinar el cónyuge perjudicado, por lo que no corresponde
señalar monto indemnizatorio a favor de alguno de los cónyuges.
DÉCIMO SEGUNDO: Que, el Artículo 318° inciso 3) del Código Sustantivo, establece: “Fenece
el régimen de la sociedad de gananciales: 3.- Por divorcio.…”; así mismo según lo prescrito por el
artículo 319° d el propio texto legal, modificado por la Ley N° 27495, en los casos previs tos en los
incisos 5 y 12 del Artículo 333 del Código Civil, la sociedad de gananciales fenece desde el
momento en que se produce la separación de hecho; y, en la presente causa dicha circunstancia se
ha dado lugar el diez de mayo del año dos mil tres, siendo así la sociedad de gananciales debe
fenecer desde dicha fecha; extremo que se haya arreglado a ley.
DÉCIMO TERCERO: Por los fundamentos expuestos en los considerandos anteriores, corresponde
Aprobar la sentencia consultada que contiene un pronunciamiento arreglado a derecho.
DECISIÓN
Por las consideraciones anotadas y preceptos legales glosados; no habiendo las partes formulado
apelado la sentencia cuyo hecho debe ser interpretado como expresión de conformidad, y en
aplicación de las normas invocadas; así como de los Artículos 318° inciso 3), 348° y 349° d el
Código Civil; APROBARON la sentencia contenida en la Resolución número Veintitrés, defecha
treinta y uno de julio del año dos mil diecisiete, corriente de fojas ciento noventa y tres a doscientos
nueve, que resuelve declarar fundada en parte la demanda interpuesta por A sobre Divorcio por
Causal de Separación de Hecho con B; en consecuencia,
DISUELTO EL VÍNCULO MATRIMONIAL contraído con fecha diez de mayo del año dos mil
tres, ante los Registros Civiles de la Municipalidad Provincial de Huaraz, Departamento de Ancash;
por tanto, fenecido el régimen patrimonial de sociedad de gananciales desde el diez de mayo del
año dos mil tres, fecha en que se produce la separación de hecho de manera definitiva, a mérito de
lo preceptuado en el artículo 319°del Código Civil modificado por Ley 27495 para efectos de las
relaciones entre los ex cónyuges. Careciendo de objeto pronunciamiento alguno sobre Patria
potestad, tenencia, régimen de visitas y alimentos por cuanto la unión conyugal A - B no ha
procreado hijos durante la vigencia del matrimonio. Careciendo de objeto pronunciamiento alguno
sobre la liquidación de la sociedad de gananciales debido también a que la unión conyugal A - B
no ha adquirido bienes susceptibles de inventario y posterior liquidación. Se dispone el cese de la
obligación alimentaria entre los ex cónyuge; e INTEGRARON, Careciendo de objeto
pronunciamiento la Indemnización por daño moral al cónyuge perjudicado; APROBARON en lo
demás que contiene; notifíquese y los devolvieron.- Juez Superior Ponente Jorge Guillermo Loli
Espinoza
Anexo 2. Instrumento de recolección de datos: GUÍA DE OBSERVACIÓN